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México: Quitan prestaciones a trabajadores del Instituto Nacional de Antropología; ahora serán freelance

México / www.animalpolitico.com / 25 de Enero de 2017

Los trabajadores que hasta 2016 firmaban contratos por tres o seis meses ahora serán prestadores de servicios, cobrarán con recibos de honorarios y no tendrán seguro social; consideran “indigno” el trato laboral para quienes aportan a la cultura del país.

Mientras los diputados renunciaron a privilegios como viajes internacionales, vales de gasolina y telefonía celular como parte de las medidas de austeridad, otros trabajadores del Estado no sólo ahorrarán, sino que tendrán condiciones laborales más precarias.

Se trata de los trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que hasta 2016 firmaban contratos por tres o seis meses, pero a partir de este año sólo serán prestadores de servicios, cobrarán con recibos de honorarios y no tendrán seguro social ni vacaciones como medida de “racionalidad del gasto público”.

La semana pasada, los coordinadores nacionales, directores de los centros INAH, titulares de unidades administrativas, administradores y jefes de departamento recibieron esta notificación a través de dos circulares firmadas por el secretario administrativo, Alejandro Ordoño; el coordinador nacional de Recursos humanos, Francisco García, y el director de Análisis y seguimiento de proyectos, Pedro Vázquez.

Los documentos se difundieron en redes sociales, y fue así como los trabajadores se enteraron. Esto orilló a que sus jefes realizaran reuniones para explicarles la nueva relación laboral que tendrán.

Los trabajadores que ahora serán prestadores de servicio no tenían plaza en el Instituto; laboraban con contratos temporales o por proyecto, pero tenían derecho a aguinaldo, seguridad social y vacaciones. Por tanto, no existe registro del número de empleados de este tipo en el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Animal Político solicitó una entrevista con funcionarios del INAH desde el miércoles pasado, para conocer el número preciso de trabajadores que serán afectados por esta medida, pero no hubo respuesta.

La incertidumbre

El lunes pasado, Liliana Giorguli, directora de Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, encabezó una reunión con más de un centenar de empleados y reconoció que esta nueva modalidad fue una decisión “intempestiva” que significa “un cambio importante, no sólo en la forma de contratación, sino en la forma de operación (del Instituto)”.

En una grabación de la reunión, entregada a Animal Político,  Giorguli leyó las dos circulares que fueron publicadas en redes sociales y reconoció que los mandos de dirección no tienen certeza de cómo funcionará el nuevo esquema.

Después de varias preguntas de los trabajadores durante más de una hora, la funcionaria admitió que “las reglas del juego del presupuesto Federal están cambiando. Es una realidad, no es algo que nos agrade porque habrá complicaciones en la forma de operar”.

La circular, con fecha del 11 de enero de 2017, informa sobre la situación financiera por la que atraviesa el Instituto, y recomienda “priorizar proyectos para efectos de la disponibilidad presupuestal”.

También informa que para la integración del personal en los proyectos “no habrá disponibilidad de recursos con cargo al capítulo 1000, por lo que la contratación de personal deberá hacerse con cargo al capítulo 3000”. Es decir, cobrar por honorarios.

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017, el capítulo 1000 se refiere a “servicios personales” (empleados) y contempla 819 millones 524 mil pesos para remuneraciones al personal de carácter permanente y 30 millones 958 mil pesos para personal de carácter transitorio.

En ese rubro también está considerado las remuneraciones especiales (451 millones 305 mil pesos), seguridad social (219 millones 851 mil pesos) y otras prestaciones sociales y económicas (554 millones 869 mil pesos).

Mientras que el capítulo 3000 se refiere a “servicios generales”, entre ellos se incluye “servicios profesionales, científicos, técnicos y otros servicios”, con un presupuesto de 536 millones 750 mil pesos para 2017.

Este rubro creció 56% en el último año, toda vez que en 2016 tuvo un presupuesto de 336 millones 966 mil pesos y es aquí donde entrarán las nuevas “contrataciones”.

Sin embargo, el presupuesto que disminuyó fue “remuneraciones al personal de carácter transitorio” (quienes hasta 2016 trabajaban con contratos por periodo). Pasó de 63 millones 118 mil pesos en 2016 a 30 millones 958 millones de pesos para 2017, lo que significa 50% menos.

En tanto, las remuneraciones al personal de carácter permanente también disminuyó 3.5% para este año. Esto explica la petición expuesta en una de las circulares a cada uno de los centros de trabajo: “hacer una revisión exhaustiva de la plantilla a efecto de eliminar aquellas plazas ‘no sustantivas’ para la operación y buen funcionamiento del INAH”.

Durante la reunión, trabajadores externaron su descontento con la medida al considerar “indigno” el trato laboral para quienes aportan a la cultura del país.

“No es posible que las prestaciones laborales por las que se ha peleado se tiren por la borda con el pretexto de la austeridad. El INAH debe buscar el bienestar de la gente que trabaja ahí. Esto no está bien”, dijo una de las trabajadoras.

Empleados entrevistados aseguran que las condiciones de trabajo siempre han sido precarias en cuestión de prestaciones, pero confiaban en que este año conseguirían contrato por un año.

En la reunión les dijeron que tendrán asesoría para registrarse en la Secretaría de Hacienda como prestador de servicios profesionales para emitir recibos de honorarios o facturas, pero eso implicará renunciar a los pocos logros que habían tenido como las vacaciones y seguridad social. “Ahora hasta tendremos que pagar contador y nos van a descontar más impuestos”, asegura en entrevista una empleada que prefirió omitir su nombre.

¿Por qué es importante la labor del INAH?

El Instituto Nacional de Antropología e Historia es dirigido por Diego Prieto y  depende de la Secretaría de Cultura, creada el año pasado. El organismo es responsable de más de 110 mil monumentos históricos y 29 mil zonas arqueológicas registradas en todo el país.

El INAH tiene plena facultad en la protección y conservación del patrimonio cultural tangible e intangible, y “se encuentra a la vanguardia gracias a su nivel de excelencia en investigación y en la formación de profesionales en el ámbito de su competencia”, según se explica en su página de internet. 

Fue fundado en 1939 para garantizar la investigación, definiciones técnicas , protección y difusión del patrimonio prehistórico, arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de México.

Funciona con una estructura compuesta por una Secretaría Técnica, responsable de supervisar la realización de sus labores sustantivas, cuyas tareas se llevan a cabo por medio de las siete coordinaciones nacionales y los 31 centros regionales distribuidos en los estados del país.

Fuente: http://www.animalpolitico.com/2017/01/prestaciones-trabajadores-inah/

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Boaventura De Sousa Santos: El mundo se encamina a rupturas

entrevista/24 de enero de 2017/Fuente y autor:  Sarah Fernandes/Revista do Brasil, RBA. Pressenza.

Para el profesor de la Universidad de Coimbra, la lucha entre ideales democráticos y capitalismo en crisis llevará a rupturas del calibre de las revoluciones de comienzos del siglo XX. “Esperemos que menos violentas”.

Poca gente en el planeta observa la geopolítica mundial con la lucidez de Boaventura de Sousa Santos. Catedrático jubilado de la Facultad de Economía de la Universidad de Coimbra, Portugal, y profesor emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, Boaventura es también profundo conocedor de la realidad del Brasil, donde pasó a ser más conocido a comienzos de este siglo al organizar y participar en ediciones del Fórum Social Mundial y donde estuvo recientemente para lanzar su nuevo libro, “La difícil democracia” (Editora Boitempo).

Al analizar el complejo escenario político y económico global, el profesor considera incompatible la coexistencia de la democracia y las modernas sociedades capitalistas. Para él la democracia, limitada al nivel de sistema político, siempre sucumbe –en la práctica­– a los tres modos de dominación de clases: capitalismo, colonialismo y patriarcado. El resultado, con alguna variación de tonos aquí y allá, es la prevalencia de un fascismo social. Véase el caso brasilero en el cual, según Boaventura, la democracia tenía más intensidad antes del “golpe parlamentario-mediático-judicial”, de lo que tiene ahora. Ahora la simple composición del gobierno muestra cómo la democracia es más capitalista, colonialista y patriarcal. ¿Y eso que tiene que ver con el fascismo social?

Su definición de las situaciones en que el fenómeno ocurre, sonará familiar: cuando una familia tiene comida para dar a sus hijos hoy pero no sabe si la tendrá mañana; cuando un trabajador desocupado se ve obligado a aceptar las condiciones ilegales que el patrón impone; cuando una mujer es violada camino a casa o asesinada en casa por su pareja; cuando pueblos indígenas son expulsados de sus tierras o asesinados impunemente por capangas al servicio de latifundistas; cuando jóvenes negros son víctimas de racismo y de brutalidad policial en las periferias de las ciudades.

“En todos estos casos las víctimas son formalmente ciudadanos, pero no tienen realmente ninguna posibilidad de invocar eficazmente derechos de ciudadanía a su favor”, define el profesor. Las víctimas de fascismo social, por lo tanto, no son consideradas plenamente humanas, como él resume. Boaventura ve también en los planes del actual gobierno, un potencial devastador de debilitamiento de la democracia y de aumento brutal del fascismo social. Lea a continuación la entrevista completa, concedida a la Revista do Brasil.

¿Es posible que una democracia plena funcione en un sistema capitalista globalizado, neoliberal y con medios oligopólicos?

En las sociedades capitalistas en que vivimos y que, por cierto, además de ser capitalistas son colonialistas y patriarcales, no es posible una democracia plena porque ésta sólo opera (y aun así con muchos límites) al nivel del sistema político, mientras las relaciones sociales directamente resultantes de los tres modos de dominación –capitalismo, colonialismo y patriarcado, o sea las relaciones patrón/trabajador, blanco/negro o indígena, hombre/mujer– sólo pueden ser democratizadas muy marginalmente a partir del actual sistema político. Es más: se torna virtualmente imposible cuando el propio sistema político es dominado por patrones, por hombres y por blancos. Al dejar un vasto campo de relaciones sociales por democratizar, la democracia es siempre de baja intensidad. Pero obviamente hay grados de intensidad y los grados cuentan mucho en la vida de las personas. La democracia brasilera tenía más intensidad antes del golpe parlamentario-mediático-judicial, de la que tiene ahora. La simple composición del gobierno muestra cómo la democracia es ahora más capitalista, colonialista y patriarcal.

¿Cómo sería la democracia del futuro? ¿En qué necesitará romper con la democracia que tenemos hoy?

La democracia que tenemos no tiene futuro, porque las fuerzas sociales y económicas que actualmente la dominan y manipulan están poseídas de tal voracidad de poder, que no pueden aceptar los resultados inciertos del juego democrático cuando éstos no les convienen. La manipulación mediática y el fraude electoral (constitutivo en el caso de los Estados Unidos) van a acabar sacándole cualquier vestigio de credibilidad a la democracia. En estas condiciones, en el futuro próximo la lucha por el ideal democrático implicará una ruptura del mismo calibre que el de las revoluciones de la primera mitad de siglo XX. Esperemos que menos violenta. Será una democracia de nuevo tipo que buscará garantizar el máximo de autonomía del sistema político en relación a los tres modos de dominación ya mencionados –para lo que será necesaria una Asamblea Constituyente originaria– para, a partir de ese sistema político: a) presionar hasta el límite la dominación capitalista en nombre de la igualdad socioeconómica, por vía de la redistribución de la riqueza, de los derechos laborales, del acceso a la tierra, de impuestos progresivos, del reconocimiento de otras formas de propiedad además de la privada y b) presionar hasta el límite la dominación colonialista y patriarcal en nombre del reconocimiento de la igual dignidad de las diferencias raciales, etnoculturales y de género. Al contrario de lo que sucede hasta ahora, las dos presiones son igualmente importantes y tienen que ser simultáneas. En la medida en que tengan éxito, las dos presiones irán dejando surgir otra matriz social y política que muchos llamarán socialismo, si por socialismo entendemos democracia sin fin.

¿Y eso cómo será posible?

El sistema político tendrá que combinar democracia representativa y participativa, el pluralismo económico será el otro lado del pluralismo político, la ecología será la medida del crecimiento económico y no lo contrario como sucede ahora, y la educación será la prioridad de prioridades, orientada a democratizar, desmercantilizar, descolonizar y despatriarcalizar las relaciones sociales. Las condiciones para la ruptura son imprevisibles y pueden implicar mucho sufrimiento humano injusto. Lo importante es tener ideas para ponerlas en práctica cuando llegue el momento y convicciones para distinguir las rupturas, de los nuevos disfraces de la continuidad. Hasta ahora, las ideas de ruptura están por venir de la derecha y no de la izquierda, como bien ilustra la elección de Donald Trump y el crecimiento de la extrema derecha en Europa. El sistema se disfraza de antisistema para profundizar su dominio y su capacidad de exclusión.

En el libro La difícil democracia, usted observa que tenemos una democracia de baja intensidad y que “vivimos en sociedades políticamente democráticas y socialmente fascistas”. ¿Qué impactos causa eso en el funcionamiento de la sociedad y por qué llegamos a este punto?

Las situaciones de fascismo social suceden siempre que personas o grupos sociales están a merced de las decisiones unilaterales de aquellos que tienen poder sobre ellos. Ejemplos de fascismo social: cuando una familia tiene comida para dar a sus hijos hoy pero no sabe si la tendrá mañana; cuando un trabajador desocupado se ve en la contingencia de tener que aceptar las condiciones ilegales que el patrón impone, para poder sustentar a su familia; cuando una mujer es violada camino a casa o asesinada en casa por su pareja; cuando pueblos indígenas son expulsados de sus tierras o asesinados impunemente por capangas al servicio de agronegociantes o latifundistas; cuando los jóvenes negros son víctimas de racismo y de brutalidad policial en las periferias de las ciudades. En todos esos casos estoy refiriéndome a situaciones en que las víctimas son formalmente ciudadanos, pero no tienen realmente ninguna posibilidad de invocar eficazmente derechos de ciudadanía a su favor. La situación se agrava cuando se trata de inmigrantes, refugiados, etc. Por ejemplo, la situación de trabajo esclavo de miles de inmigrantes bolivianos en las fábricas de San Pablo. Las víctimas de fascismo social no son consideradas plenamente humanas por quien las puede agredir o explotar impunemente.

Pero el fascismo no tiene únicamente una cara violenta. También tiene la cara benévola de la filantropía. En la filantropía, quien da no tiene deber de dar y quien recibe no tiene derecho de recibir. En tiempos recientes, la clase alta y media alta de Brasil se molestó mucho porque las empleadas domésticas o los choferes ya no precisaban del favor de los patrones para comprar una computadora a sus hijos o para hacer un curso. Les molestaba el hecho de que sus subordinados se hubieran liberado del fascismo social. Cuando más amplio es el número de los que viven en fascismo social, menor es la intensidad de la democracia.

Usted clasifica como izquierda un conjunto de teorías y prácticas que resistieron al capitalismo y a la creencia en un futuro post capitalista pero justo, centrado en la satisfacción de las necesidades de los individuos y de la libertad. ¿Cuánto se aproxima la izquierda de hoy a ese concepto?

Desde la caída del muro de Berlín, la izquierda mundial perdió la memoria y la aspiración de una sociedad post capitalista. En América Latina los movimientos indígenas trajeron a la agenda política –sobre todo en la primera década del siglo XXI– una alternativa vibrante al socialismo, el buen vivir (sumak kawsay en quechua) de los pueblos andinos como matriz de desarrollo no capitalista. Esa nueva matriz fue consagrada en las constituciones del Ecuador de 2008 y de Bolivia de 2009. Infelizmente, la práctica contradijo la Constitución. En el fondo, la izquierda latinoamericana fue siempre muy eurocéntrica y a veces racista, sobre todo con relación a los pueblos indígenas y quilombolas. El problema de la izquierda en este momento es no tener una respuesta progresista para la crisis del neoliberalismo que se aproxima. La elección de Donald Tump y el crecimiento de la extrema derecha en Europa, muestran que las fuerzas de derecha están mejor posicionadas para imponer una respuesta reaccionaria.

¿Por qué afirma usted en su libro que Cuba se transformó en un problema para la izquierda?

Cuando en la primera década del nuevo milenio se comenzó a discutir en el continente el socialismo del siglo XXI –algo inédito a nivel mundial–, muchas voces (la mía incluida) advirtieron que tal discusión sólo tendría sentido si primero discutíamos los errores del socialismo del siglo XX. Sucede que Cuba era uno de los socialismos del siglo XX y había que incluirlo en la crítica. Muchos compañeros creyeron que esa crítica terminaría haciendo más vulnerable aun, la valerosa lucha del pueblo cubano ante la agresión del imperialismo norteamericano y el infame embargo. El capítulo del libro al que se refiere, fue escrito a partir de una perspectiva socialista y solidaria con la lucha del pueblo cubano. El texto fue muy bien recibido en Cuba por intelectuales que respetamos mucho, pero la publicación fue embargada por órdenes superiores. ¿Cómo va a reaccionar la izquierda si Cuba se encaminara hacia una solución de capitalismo de Estado a la china o a la vietnamita? Pero más problemático aún es cómo la izquierda reaccionará frente a algo que ha venido queriendo desconocer: ¿cómo reaccionar al hecho de que en varios países de la Europa Oriental los sondeos de opinión revelaran repetidamente que la mayoría de la población de esos países considera que vivía mejor en tiempos del socialismo de Estado?

El Brasil de la era Lula es citado como nueva potencia “benévola e inclusiva”. ¿Cuáles fueron los límites de ese modelo? ¿Cómo puede ser clasificado el Brasil ahora?

El Brasil de Lula fue el producto de una coyuntura que difícilmente se repetirá en los próximos tiempos. Se trató del alza de los precios de recursos naturales y agrícolas impulsados por el desarrollo de China (y también por especulación). Permitió que se realizara una notable disminución de la pobreza sin que los ricos dejaran de enriquecerse, sin que el sistema político y la práctica política fueran democratizados, sin que se hiciera reforma tributaria, del sistema financiero y de los medios de comunicación. Y sin que se pusiera en tela de juicio, sino más bien se profundizara, un modelo de crecimiento asentado en la desindustrialización, la destrucción del equilibrio ecológico del país y la imposición de sufrimiento injusto e ilegal (a la luz del derecho interno e internacional) a los pueblos indígenas, los campesinos y las poblaciones costeras. Todas esas omisiones fueron los límites del modelo del período Lula, un modelo tan brillante en los éxitos de corto plazo, como imprudente en el descuido de sus condiciones de sustentabilidad. El Brasil de hoy es políticamente una sociedad más capitalista, más colonialista y más patriarcal de lo que era antes del golpe, y por eso menos democrática y con más fascismo social.

Si el futuro de la izquierda no será una continuación lineal de su pasado ¿cómo será ese futuro?

Estamos en un período de bifurcación política, una coyuntura altamente inestable que puede encaminarse en una de dos direcciones opuestas: o el fascismo social se expande y se transforma en fascismo político; o las fuerzas democráticas prevalecen anticipándose a las fuerzas de derecha que se posicionan para “resolver” la crisis del neoliberalismo que se avecina –una crisis que ellas mismas crearon con la colaboración activa de alguna izquierda rendida a la “evidencia” del pensamiento único. La izquierda sólo tiene futuro en el segundo caso, y para eso tiene que refundarse en una doble creencia: los grandes empresarios, los banqueros y los medios corporativos a su servicio nunca aceptarán la “paz y amor” con las fuerzas de izquierda. Quien gobierna a la derecha tiene no sólo el control del gobierno, sino también el del poder social, económico y político en su sentido más amplio. Quien gobierna a la izquierda sólo tiene el control del gobierno y lo tiene que usar para neutralizar los otros poderes fácticos. Frente a esa asimetría, gobernar a la izquierda es siempre gobernar contra la corriente, con tolerancia cero con la corrupción y dando prioridad a la reforma del sistema político de modo de hacerlo lo más autónomo posible con relación a los poderes que reproducen la dominación capitalista, colonialista y patriarcal. Los líderes adecuados a esa izquierda tendrán que ser muy distintos de los actuales, centrados en ampliar y mantener autónomas y activas las organizaciones de ciudadanos y ciudadanas según mecanismos de democracia participativa. El poder político de las fuerzas de izquierda será tanto mayor cuando más ampliamente sea compartido por quien no se considera “político”.

Hay también un reflujo del neoliberalismo en toda América Latina. ¿Cómo reaccionará la izquierda a ese contexto?

La izquierda latinoamericana perdió una gran oportunidad histórica. En la primera década del nuevo milenio el neoliberalismo estaba a la defensiva en el continente debido a la guerra de Irak. Los gobiernos de izquierda hicieron sonoras declaraciones contra el neoliberalismo y el imperialismo, pero no se involucraron con entusiasmo (sobre todo los países mayores como Brasil) en la implementación de políticas regionales que blindaran el continente después de la exultante victoria de lucha continental contra el Alca, y convirtieran la solidaridad regional en una práctica consistente. Organizaciones como el ALBA, Unasur y Banco del Sur fueron paulatinamente descuidadas, como el propio Mercosur.

¿Los errores de la izquierda explican la recuperación neoliberal?

Hoy el neoliberalismo en América Latina tiene dos nombres: el imperialismo norteamericano y el imperialismo de la Unión Europea. La izquierda latinoamericana no está preparada para combatir eficazmente ese peligro para las fuerzas progresistas. Desde que la Teología de la Liberación fue prácticamente eliminada por papas reaccionarios, la izquierda dejó de saber dónde viven los desgraciados, condenados, excluidos, silenciados, resentidos del continente. Y si supiera dónde viven, no sabría cómo hablar con ellos. Parafraseando a un gran marxista de este continente, José Carlos Mariátegui (pensador peruano), el pecado capital de la izquierda latinoamericana es haberse olvidado de los desgraciados y desgraciadas del continente, llevada por el espejismo de la conquista de supuestas clases medias que en el continente siempre estuvieron al lado de las oligarquías.

¿Cuáles pueden ser los impactos de una medida que limita los gastos públicos por 20 años para la democracia brasilera y para la sociedad?*

Devastador. Anuncia un brutal aumento del fascismo social y el consecuente debilitamiento de la democracia. Se trata de una medida provocadora, destinada a mostrar a las clases populares que ya no podrán creer en las promesas de la izquierda y que lo poco que podrán esperar del Estado es lo que les sea dado por la derecha. Espero que los brasileros y brasileras hagan el país ingobernable para los poderes que los quieren gobernar con tales medidas.

Fuente:http://www.pressenza.com/es/2017/01/boaventura-de-sousa-santos-el-mundo-se-encamina-rupturas/

Fotografía:Lia de Paula, Ministério da Cultura, RJ.

https://www.pressenza.com/wp-content/uploads/2017/01/Boaventura-LiadePaula-MinC-RJ2-720×480.jpg

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La tierra de la falsa libertad

Por: Vicente Berenguer

La situación en la «Tierra de la libertad» se había vuelto insostenible para muchos (en realidad era la Tierra de la falsa libertad, aunque oficialmente, y para engañar a los despistados la llamaban así). Gran cantidad de personas malvivían en la parte de abajo con unas pocas monedas y sin apenas recursos, percibían salarios de miseria a cambio de duras jornadas de trabajo (los «afortunados» que lo podían tener). Todo se había vuelto penoso para este sector mayoritario de la población. En cambio, en la parte de arriba las cosas eran muy diferentes. Allí la crisis había supuesto un mayor enriquecimiento del grupo social que vivía en aquella zona hasta el punto que había ocurrido algo novedoso: ahora, en lugar de papel higiénico, usaban billetes de 50.

La noticia llegó a oídos de los que vivían en la parte de abajo de la Tierra de la libertad. ¿Billetes de 50 como papel higiénico? Aquello fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los de abajo, y decidieron ir a hablar con los millonarios de arriba. Estos les dijeron que comprendían la situación y llamaron a los «expertos» encabezados por el presidente para que se hiciese una reunión y estos expertos pudieran ofrecerles las explicaciones pertinentes. Y así se hizo.

Ya todos sentados, el grupo de representantes de los de abajo expusieron a los expertos cuáles eran los hechos, y los hechos eran que mientras gran parte de la población de la Tierra de la libertad estaba pasando verdaderas penurias con salarios humillantes y doblando en muchos casos la jornada laboral siendo ya unos esclavos, los de arriba vivían como reyes, disfrutando de todo lujo pensable y para más inri ahora se limpiaban el trasero con billetes de 50, algo sin duda simbólico y que a los de arriba les producía un gran placer. Era una situación muy injusta estas diferencias, diferencias que siempre habían existido pero que ahora se habían multiplicado por la famosa crisis: los de abajo iban de camino a la esclavitud (y muchos de ellos ya en ella) y los de arriba, en cambio, ahora tenían mucho más si cabe.

Esta fue a groso la exposición de los hechos y esta fue, resumiendo también, la respuesta de los expertos:

-Vuestro problema, la pobreza o la miseria, nada tiene que ver con la situación de los de arriba, la riqueza. Es decir, es independiente el hecho de que vosotros percibáis salarios tan bajos con el hecho de que arriba naden en la abundancia. No tiene nada que ver el que una parte cada vez posea más dinero, patrimonio, yates, joyas y lo que quieran tener con que otra parte, en este caso una mayoría, tenga cada vez menos y deba trabajar cada vez más por menos. No se equivoquen caballeros, una cosa no tiene que ver con la otra.

-Por otra parte, debéis alegraros de ver que los ricos cada vez sean más ricos y debéis estar contentos porque estos millonarios o multimillonarios contra los que protestáis hayan decidido vivir en la Tierra de la libertad y no en otra parte porque así la economía estará en movimiento y podrán haber empresas y posibilidad de trabajar para ellos, y me consta que muchos de ustedes lo hacen, trabajar para ellos. Imagínense que un día decidan irse de aquí; sería nefasto. Agradézcanles el que vivan aquí y que cada día ellos posean más porque serán oportunidades para ustedes.

-Por último, no les moleste que ellos usen billetes de 50 como papel higiénico. Ustedes no saben, pero si en lugar de limpiarse el trasero con ellos se los entregaran a ustedes…se produciría una distorsión en los precios con lo cual todo el mundo saldría perdiendo, también ustedes. Sabemos que pueden pensar que ellos podrían compartir algo o que para que se use ese dinero de ese modo sería mucho mejor el que ellos dieran algo a ustedes, pero créanme, eso sería contraproducente para todos y se les volvería en contra. Es mejor que todo siga así, y que por muchas penurias que puedan estar pasando y por contra por muy bien que vivan arriba son ustedes unos privilegiados por poder vivir y formar parte de la Tierra de la libertad. Aquí reina la libertad, son libres, y este es nuestro valor supremo, por encima incluso de la propia dignidad, por encima de que todos los habitantes puedan tener una vida digna.

Miren caballeros, miren hacia nuestra bandera, ámenla y llévenla en sus corazones. Esta es nuestra patria y todos formamos parte ella, ustedes (los de abajo) y los de arriba. Siéntanla porque nuestra patria nos une a todos, y nuestra patria, como digo, es lo que realmente importa y no si unos viven mejor u otros peor. ¡Nuestra patria caballeros! ¡Viva la tierra de la libertad!

Los expertos economistas y políticos, tras estas palabras pronunciadas por el presidente, se pusieron en pie y lo ovacionaron con un sonoro aplauso y unos vivas, mientras que el grupo de los de abajo, sumidos en una gran perplejidad, fueron desalojados de la sala por las fuerzas de seguridad.

Vicente Berenguer, asesor filosófico

*Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=221901

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Documento especial: Latinoamérica en la encrucijada mediática

Por: Alejandro Fierro, Ava Gómez y María Florencia Incarnato/Celag/18-01-2017  

De los tres grandes instrumentos de producción de sentido común a los que aludía Antonio Gramsci, los medios de comunicación se han convertido en los más eficaces. Sin duda, la religión y la educación siguen siendo potentísimos productores de hegemonía, pero lo comunicacional se ha impuesto por encima de ambas. La guerra política es, hoy más que nunca, una guerra comunicativa.

Latinoamérica ha sido en estas dos últimas décadas el escenario en el que se han librado las batallas más feroces de esa guerra. Los procesos de emancipación se abrieron camino a pesar del monopolio ideológico impuesto por las terminales mediáticas del neoliberalismo. La conquista de las instituciones –Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina, Bolivia, Paraguay…- permitió poner los cimientos de un sistema de contrainformación, también con pretensiones hegemónicas, cuyo objetivo último era desplazar de la centralidad del tablero a quien la había ocupado secularmente. Al igual que en política, economía u organización social, no se trataba de ofrecer un modelo alternativo sino antagónico, necesariamente excluyente de su contrario. Este enfrentamiento, con desiguales resultados, continúa aún.

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Latinoamerica-en-la-encrucijada-mediatica-1

Fuente: http://www.celag.org/documento-especial-latinoamerica-en-la-encrucijada-mediatica-por-alejandro-fierro-y-ava-gomez/

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La Revolución Bolivariana, el fantasma que recorre América

Por: José Marcano

Partiendo de la importancia de las ideas del filósofo Argentino Néstor Kohan (Revista Digital: La Rosa Blindada. Disponible en: http://www.rebelion.org/docs 165601.pdf). Quien sostiene: sin memoria histórica no hay identidad, ni personal ni colectiva. Sin identidad, sin conocer de dónde venimos (historia memoria colectiva) y sin recordar quienes somos (memoria personal), se hace imposible la independencia con soberanía plena. Sin independencia no hay dignidad ni decoro. Sin dignidad la vida no merece llamarse vida. Sin memoria histórica no hay esperanza de un futuro digno.

La memoria histórica hay que reivindicarla a pesar de los reiterados embates de la burguesía apátrida por socavar nuestros cimientos ancestrales libertarios a partir de un discurso instaurado, inclusive, en los planes educativos promoviendo un ser humano desclasado, que siente vergüenza de sí mismo y sin sentido de patria, pretendiendo someterlos de manera dócil al servicio de los intereses de las grandes corporaciones las cuales continuamente desvirtúan nuestras concepciones de independencia y soberanía, legado de nuestros precursores independentistas.

El mismo autor al respecto nos orienta al afirmar  “Nosotros sabemos quiénes somos y de dónde venimos. La voz del amo y el discurso del poder insisten una y otra vez para que nos avergoncemos y nos despreciemos a nosotros mismos, renegando de nuestra historia y nuestra cultura bajo un complejo, inducido, de supuesta inferioridad.” (Simón Bolívar y nuestra independencia. Ob. Cit.: 4).

A pesar de dichos embates con los que intentan “formarnos” no han logrado quebrar nuestra identidad, nuestro sentido de resistencia. Pasa el tiempo y se sigue avanzando remontando corrientes en busca del bien más preciado la independencia. Los americanos del sur en los momentos de mayor dificultad, (cuando el imperialismo ha clavado sus garras en nuestros países), han apelado al legado histórico que con sangre indígena, africana y mulata se regó por toda nuestra América haciéndola libre e independiente. Este sentir es el que hoy nos guía en lo personal y en lo colectivo.

Lo expuesto conlleva a los venezolanos (as) a transitar de nuevo gloriosamente y sin vacilaciones por el triunfal camino de la segunda y definitiva independencia inspirando a los pueblos latinoamericanos. Esto no es casual, surge después de casi 200 años de independencia política (fue atenuada con la muerte política y luego física de Simón Bolívar y el “secesionismo” que promovió el imperialismo por toda América).

En dicho transitar tiene particular relevancia las iniciativas insurgente de los años 50, 60 y 70 del siglo XX en Venezuela y en el resto de América del sur y el caribe, ya que en ese contexto histórico se iniciaron luchas emancipadoras de fuerte arraigo marxista que facilitaron el desarrollo de una conciencia clasista y revolucionaria que tuvo y tiene repercusiones a escala planetaria. Un ejemplo de ello es la revolución cubana, como un pueblo en armas, consiente e ideológicamente conformado lleva acabo un proceso de transformación que procura bienestar para la gran mayoría. El Che Guevara y Fidel Castro sus líderes fundamentales son fuente de motivación para todo los continentes.

Este transitar concreta esfuerzos en los años 80 con un grupo de militares venezolanos, liderado por el entonces Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, quienes crearon un movimiento clandestino revolucionario y bolivariano, con el objetivo de liberar al pueblo Venezolano de la desigualdad, pobreza y la dominación burguesa quienes se enquistan “oligárquicamente” en todas las esferas del quehacer venezolano de manera determinante en la petrolera.

El proyecto revolucionario y bolivariano, originalmente, tiene su fundamentación filosófica e Ideológica en el llamado árbol de las tres raíces, que recoge la praxis de tres grandes revolucionarios venezolanos: Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora.

Con el advenimiento de la Revolución Bolivariana (1998) y luego de más de 13 años de accionar político, económico y militar del Presidente Hugo R. Chávez F., en el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y sus contribuciones al rescate de la dignidad de pueblo venezolano, su sentido nacionalista con amplio contenido antiimperialista de inspiración bolivariana y americanista concreta un pensamiento, una corriente política que hace síntesis histórica de las otras tres raíces y permite en este momento reconocerlo y asumirlo como la cuarta raíz de la revolución bolivariana; tal como lo podemos observar en el “Acta de Decisiones Aprobadas en la Plenaria Nacional del III Congreso Socialista del Partido Socialista Unido de Venezuela.” (Disponible en: http://www.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2014/08/iii-congreso acta-de-decisiones-aprobadas.pdf)

         Los contenidos fundamentales de lo que hoy conocemos como el árbol de las cuatro (4) raíces con especial énfasis en lo que se denomina el legado de Chávez, se expone sucintamente a continuación:

Primera Raíz: Simón Rodríguez.

Simón Rodríguez, pensador venezolano, latinoamericano y universal, precursor y protagonista de las gesta de nuestros libertadores. Se caracterizó por un sentido estricto de la honestidad y por la trascendencia revolucionaria de sus ideales sociales, políticos y en materia de educación. Además de ser maestro del Libertador Simón Bolívar, se nutrió de las ideas libertarias de su época para desarrollar un pensamiento original, centrado en la necesidad de hallar un camino propio para los pueblos latinoamericanos.

El objetivo y aspiración de toda su actividad intelectual fue servir a la liberación de los pueblos sometidos por el yugo del imperio español y a su integración en hermandad. A través de sus métodos para una educación liberadora, propugnó la emergencia del nuevo hombre americano y la creación de repúblicas de hombres y mujeres libres.

El maestro Simón Rodríguez utilizó con frecuencia el seudónimo de Samuel Robinson, por lo que su sistema de pensamiento es conocido como robinsoniano. Debido a su originalidad, puede considerarse como fundador de la historia de la filosofía política libertadora venezolana. De él Simón Bolívar llegó a decir que era “el hombre más extraordinario del mundo”. En una carta del libertador a Santander, afirmó: “Fue mi maestro, mi compañero de viajes, y es un genio… Cuando yo lo conocí valía infinito”. (Ideario Bolivariano, Eje de formación sociopolítica. 2005:18)

Educación Popular para Todos.

El pensamiento innovador y la acción ejemplarizante de Simón Rodríguez brillaron especialmente en el campo de la educación. Para él, la finalidad de la educación no era formar aristócratas, sino hacer de todos los habitantes verdaderos ciudadanos al servicio de la república. Las herramientas para lograrlo son una educación liberadora, el trabajo dignificante y la participación activa en los procesos de transformación política.  Así, preparó el terreno para el concepto de democracia participativa, al afirmar: “Hacer las leyes para los pueblos no es tan fácil como se cree. Hacer un pueblo legislador es obra muy laboriosa y ésta es la que ha de emprender la América Española.”. (Ob. Cit.: 18)

            Criticó ácidamente las concepciones excluyentes que prevalecían de su época, defendió la idea de que “sin educación popular no habrá verdadera sociedad”. Afirmó entre otras cosas: “No puede negarse que es inhumanidad el privar a un hombre de los conocimientos que necesita, para entenderse con sus semejantes, puesto que, sin ellos, su existencia es precaria…” (Idem: 18). Consecuente con esta máxima, dedicó gran parte de su esfuerzo a la profesión docente y al desarrollo de propuestas innovadoras para una educación integral e inclusiva. En tiempo en que el acceso a las escuelas formales era un privilegio de la oligarquía, defendió la necesidad de brindar educación a todos los hombres y mujeres de Venezuela, independientemente de su posición económica u origen étnico.

         Tras alcanzar la independencia de Perú, Bolívar lo nombró director general de educación de Lima. Rodríguez imprimió una educación libertaria a su gestión. Fundando múltiples escuelas en pueblos y ciudades, donde compartían la enseñanza niños indios, cholos, blancos y negros. Esta posición quedo testimoniada en el lema: Escuela para todos, porque todos son ciudadanos.

La Utopía Americana

            El pensamiento político de Simón Rodríguez se caracteriza por la defensa de un proyecto de futuro para las naciones americanas y la integración entre las nuevas repúblicas. Planteó la necesidad imperiosa de buscar caminos propios para la emancipación de nuestras sociedades, creando modelos políticos apropiados que no se basaran en los modelos impuestos por los colonizadores.

            Sin embargo, no proponía partir de cero, sino tomar en cuenta lo bueno de otras latitudes a la hora de enriquecer un modelo original para estas tierras. En su libro Sociedades Americanas (1842), Simón Rodríguez dejó sentada la necesidad de los pueblos latinoamericanos: “¿Dónde iremos a buscar modelos? La América española es original. Originales han de ser sus instituciones y sus gobiernos y originales los medios de fundar unos y otros. O inventamos o erramos” (Ob. Cit.: 19).          Este llamado robinsoniano obedece a la disyuntiva de inventar nuevas instituciones para las nacientes repúblicas latinoamericanas, basadas en nuestras propias tradiciones y culturas; o de errar el camino, al copiar los modelos y actitudes que han mantenido a nuestras naciones bajo el yugo del sometimiento, las desigualdades y la explotación.

            Rodríguez sabía que se trata de un proceso de construcción colectiva y de largo aliento, una tarea titánica. Esta idea se ve reforzada con sus planteamientos sobre la tarea permanentemente inconclusa: “El Dogma de la vida social es estar continuamente haciendo la sociedad, sin esperanza de acabarla porque con cada hombre que nace hay que emprender el mismo trabajo”. (Idem: 19)

            Sin embargo la filosofía robinsoniana no es un sueño difuso, sino de contornos claros y firmes. Es la utopía de la igualdad, solidaridad y hermandad, una comunidad de naciones construidas a partir de los valores propios del Nuevo Mundo, de la que serán responsables los ciudadanos y ciudadanas liberados por medio de la educación y el conocimiento. Asimismo, destaca la necesidad de fundar las nuevas repúblicas en sólidos valores éticos, al afirmar que “la fuerza de la autoridad republicana es puramente moral”.

            Rodríguez fue un defensor de la independencia y la integración latinoamericana. Propuso, antes que Bolívar, una organización verdaderamente democrática de las repúblicas hermanas como medio necesario para defenderse contra los enemigos comunes. Su mensaje es determinante: “Las Repúblicas nacientes de la India Occidental sean amigas, si quieren ser libres… Ha llegado el tiempo de entenderse con palabras”. (Ob. Cit.: 20)

            A su vez, señaló que había que realizar la revolución económica para coronar la revolución política dirigida por Simón Bolívar, pues la una sin la otra no pueden sostenerse en el tiempo. Sin embargo, la revolución política fue traicionada por los gobernantes, y se profundizó la dependencia económica. Ante esto, Rodríguez no se quedó callado, fustigando a las nuevas repúblicas que traicionaron los ideales independentistas.

Los Ideales y la Refundación de la Patria.

            El poder de anticipación y el carácter revolucionario de los planteamientos de Simón Rodríguez le llevaron a ser, en gran parte, un incomprendido. Hoy, más de 161 años después de su muerte, sus  teorías educativas están más vigentes que nunca. De hecho, muchas de ellas apenas comienzan a aplicarse en nuestros tiempos, en el marco de la Revolución Bolivariana.

            La idea robinsoniana de buscar los orígenes propios para fundar las nuevas sociedades se encuentra en la base del proyecto de la Revolución Bolivariana. Los enemigos del proceso revolucionario utilizan etiquetas de todo tipo para descalificarlo. Sin embargo, la realidad demuestra que se está desarrollando un modelo de democracia participativa original, basado en los valores de nuestra herencia libertaria y por medio de la participación directa del pueblo en los procesos constituyente y en la consolidación de la República, Así, como propugnaba el Maestro Simón Rodríguez, la República Bolivariana no es copia de ninguna otra experiencia, sino que es el pueblo en revolución en búsqueda de sus propios caminos.

            De hecho, cuenta con formas de hacer política convertidas en referencia para el resto de los países del mundo. Ejemplo de ello es el proceso constituyente, que permitió la elaboración colectiva de una nueva Constitución, aprobada por el pueblo en referéndum nacional. Además, la Constitución contiene la posibilidad de revocar el mandato a cualquier funcionario o funcionaria que haya sido electa o electo popularmente y que no cumpla satisfactoriamente su trabajo.

Los Ideales y la Educación en la Revolución Bolivariana.

            Las ideas de Simón Rodríguez son la principal fuente filosófica  de la Revolución Bolivariana en la educación. Sus planteamientos sobre una educación inclusiva y una formación republicana crítica se encuentran ampliamente recogidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

            A su vez, las políticas públicas se nutren de sus ideas. El conjunto de misiones educativas, por ejemplo la Misión Robinson, se inspira en sus ideales de ciudadanía plena, al orientarse a garantizar que ni un solo venezolano o venezolana quede al margen de los procesos educativos. En las escuelas y liceos bolivarianos, además de brindar una educación de calidad, se promueve una formación republicana crítica, orientada a garantizar que los estudiantes se incorporen como ciudadanos y ciudadanas a la consolidación de las instituciones republicanas.

             Rodríguez también propuso que las y los jóvenes estudiaran de acuerdo a sus necesidades y las necesidades socioeconómicas de la futura república. Propuso la formación profesional en aspectos como  la albañilería, la carpintería y la herrería, por ser estos los oficios más requeridos. Esto se evidenció, en su momento, en la Misión Vuelvan Caras que se nutre del pensamiento de Rodríguez, al promover la formación profesional para la emancipación de quienes han sido excluidos de la educación, para su plena incorporación a los procesos de transformación social y al desarrollo de la nación.

Segunda Raíz: Simón Bolívar.

            Simón Bolívar es la raíz principal del árbol de las cuatro raíces. Sus gestas de revolucionario visionario y sus conquistas políticas constituyen uno de los grandes legados de la historia latinoamericana y universal. En él se conjugan todas las virtudes del auténtico revolucionario: el gran militar y estratega, el líder inigualable, el pensador social y el estadista.

            Además, de ser gran líder de la Independencia, Bolívar nos legó su poderoso pensamiento revolucionario, que fue la base ideológica fundamental del movimiento antes mencionado. Hoy, adaptado a las circunstancias actuales, pretende guiar al pueblo venezolano en la senda de la revolución bolivariana. A su vez, su ideario convoca también a los pueblos de América Latina a luchar juntos por la segunda Independencia y por una integración solidaria.

Bolívar y la Integración Latinoamericana.

            A pesar que el proyecto de unidad latinoamericana no pudo tomar forma, el pensamiento bolivariano es el punto de referencia para pensar hoy sobre la integración en América Latina. La idea de unir los países Latinoamericanos en un solo bloque económico, político y social, buscaba defender la soberanía y las riquezas de la América mestiza, frente a las intenciones imperialistas de los países poderosos. Asimismo, buscaba convocar a todos los pueblos bajo un mismo proyecto libertario, basado en una democracia verdadera sustentada en los principios de libertad, igualdad y justicia.

            Ya en 1812, señalaba en el Manifiesto de Cartagena: “Yo soy del sentir y del pensar que mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos, nuestros enemigos obtendrán las ventajas más completas; seremos envueltos indefectiblemente en los horrores de las disensiones civiles y conquistados vilipendiosamente por ese puñado de bandidos que infectan a nuestra comarcas” (Ob. Cit.: 22)

            Además de retratar la opresión del imperio español y las oligarquías apátridas, analizó con gran agudeza el peligro que provenía de los intereses de otras naciones. En concreto, anticipó el voraz y criminal imperialismo del Norte, al afirmar en 1829: “Los EEUU parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”. (Idem: 22)

Washington también condenó el proyecto bolivariano de una América Latina unida. El presidente Monroe, que decretó que América Latina era el patio trasero de Estado Unidos de América (EUA), identificó a Bolívar como “un déspota militar de talento”, “el loco de Colombia”, el “libertador de esclavos”… Incluso la jerarquía eclesiástica llegó a excomulgarlo, y lo equiparó con el mismo Satanás.

            El proyecto de integración, orientado a sentar las bases para la confederación hispanoamericana, tenía varios elementos centrales:

  1. la unidad para hacer frente a los peligros que amenazaban a las nacientes repúblicas.
  1. la adopción de pactos de protección y defensa mutuas como mecanismos para garantizar que ninguna nación extraña se inmiscuyese en los asuntos internos de las nuevas Repúblicas.
  1. y la adopción de acuerdos amistosos para resolver eventuales disputas entre nuestras naciones.

            Inicialmente, propuso ante el Congreso Anfictiónico de Panamá la gran Confederación, que incluía desde México hasta Argentina. Cuando entendió que la Confederación estaba llamada a fracasar, debido a los intereses mezquinos de las clases dominantes locales y sus gobernantes, puso todo su empeño en la Constitución de la Federación de los Andes, que comprendía a las naciones que él había liberado (la Gran Colombia, Perú y Bolivia).

            Tras el fin de la Federación, el Libertador se concentró en salvar la unidad de la Gran Colombia. Sin embargo, también este proyecto integracionista se vino abajo, luego de que las oligarquías locales de las tres actuales Repúblicas conspiraran para dividirla.

Bolívar Revolucionario.

Además de ser el padre de la Independencia y de la integración latinoamericana, Bolívar es el precursor del pensamiento social revolucionario de nuestro continente. En su proyecto, la victoria militar no era más que el comienzo de una verdadera revolución social, que debía permitir eliminar los groseros privilegios de las minorías y “la odiosa diferencia de clases”, elevando a todos los habitantes al rango de ciudadanos.

            Finalizada la guerra, trató de aplicar en la Gran Colombia sus ideas literarias. Entre otras cosas, decretó la libertad de los esclavos y la devolución de sus tierras a los pueblos indígenas; instituyó la educación gratuita y creó hospitales. Sin embargo, sus ideas chocaron con los intereses de las clases oligárquicas y la nueva aristocracia militar y terrateniente, que se oponían a cambios de fondo en las estructuras heredadas del imperio español. Sus enemigos le llamaban el “caudillo de los descamisados”, “monstruo del género humano”, “tirano libertador de esclavos”. Mientras defendían un modelo parlamentario excluyente, que chocaba con el proyecto revolucionario del Libertador y con el sueño de libertad e igualdad de las mayorías oprimidas.

            Cuando regresa del Perú, después de cinco años de victorias y tras haber expulsado definitivamente al imperio español de tierras sud-americanas, Bolívar se indigna ante el espectáculo de miseria que todavía ofrece el pueblo oprimido. Le escribe a Santander: “No se cómo todavía no se levantaron todos estos pueblos y soldados al concluir que sus males no vienen de la guerra, sino de leyes absurdas” (Ob. Cit.: 24). Santander, que era vicepresidente de Colombia, lo acusaba de querer provocar “una guerra interior en que ganen los que nada tienen, que siempre son muchos, y que perdamos los que tenemos, que somos pocos”. Queda así sellada la naturaleza del conflicto. El Bolívar libertario, en defensa de la justicia y la igualdad, se enfrenta a los generales que defienden los intereses de las oligarquías.

Bolívar, El estadista.

            En lo político, Bolívar delinea un modelo de Estado democrático, que permita a todos los habitantes participar en los asuntos políticos en un plano de igualdad real y no sólo declarada. En sintonía con el llamado robinsoniano, proponía la reconstrucción de nuestras sociedades y valores propios y comunes. En su discurso ante el Congreso de Angostura, afirma: “Tengamos presentes que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del norte, que más bien es un compuesto de África y de América que una nación de la Europa”. (Idem: 24)

            Defendió la necesidad de ser originales en tono inequívocamente revolucionario: “…que este edificio monstruoso se derribe, caiga y apartando hasta sus ruinas, elevemos el templo a la justicia, y bajo los auspicios de su santa inspiración, dictemos un código de leyes venezolanas” (Idem: 24). Y no lo hacía simplemente porque los modelos importados fueran extraños a estas tierras, sino porque consideraba justamente que la reconstrucción de nuestras sociedades debía partir del esfuerzo creador de nuestros pueblos. Por eso propuso una democracia real, no formal, en la que tuvieran participación igualitaria los mestizos, los indios y los campesinos.

            Anticipó la tesis del Estado fuerte, al entender que la democracia, como gobierno de las mayorías, era burlada por las minorías opresoras. Se trataba de un modelo presidencialista de transición, para vencer los intereses de las oligarquías, que se oponían a la participación de los oprimidos en las dinámicas políticas. Sin embargo, su proyecto de sociedad ideal apuntaba a la consolidación de la división de poderes, como medio para balancear las acciones de gobierno. Entre otras cosas, identificó la necesidad de adelantar ingentes esfuerzos para la transformación política y cultural, mediante la creación del Poder Moral, como medio para “…regenerar el carácter y las costumbres que la tiranía y la guerra nos han dado…”

            En lo económico, Bolívar consideró el trabajo, la educación y el conocimiento como elementos fundamentales para el desarrollo. Se anticipó a la crítica de los acuerdos de libre comercio que someten a nuestros pueblos hermanos. Sostuvo que los pactos bilaterales entre el poderoso y los débiles conducen necesariamente a la dependencia. “Firmado una vez el pacto con el fuerte, ya es eterna la obligación del débil”, escribió en 1823.

Entre otros medios, propuso la educación obligatoria y generalizada, para garantizar que todo el mundo se incorporara al desarrollo; incentivó la industria y el comercio; implementó políticas de protección a la producción nacional; nacionalizó las minas y decretó el monopolio estatal de todas las riquezas del subsuelo. Complementariamente, combatió decididamente la corrupción.

En lo militar, Bolívar identificó la necesidad de crear una verdadera unidad entre ejército y pueblo. Concebía al ejército libertador como el pueblo en armas, como instrumento de garantía de su futura independencia y de las libertades y derechos de la ciudadanía. El ejército imaginado por Bolívar se formó en la dinámica misma de la guerra. En la batalla de Ayacucho pelearon bajo el mando de Sucre: colombianos, venezolanos, ecuatorianos, peruanos, bolivianos, panameños, chilenos, argentinos. Por eso, puede afirmarse que este ejército internacionalista fue la primera materialización de su proyecto continental.

Bolívar en El Siglo XXI.

El pensamiento y acción de Bolívar están presentes en todos los aspectos de la revolución permanente del pueblo venezolano. Él fue el líder y máximo inspirador de las masas libertarias que se alzaron en armas contra el imperialismo español y la presión de las oligarquías. Él fue también el inspirador de las gestas de Zamora y de tantos otros revolucionarios de estas tierras y de la América Latina toda. Hoy, su ideario y liderazgo convocan de nuevo al pueblo venezolano, bajo el llamado robinsoniano, para superar los límites de la democracia representativa y la voracidad del capitalismo salvaje, y construir una patria soberana donde todos los hombres y mujeres quepan.

La proyección de su pensamiento define el carácter latinoamericanista del proyecto a desarrollar, y pone de relieve la necesidad de lograr la independencia política no solo de Venezuela, sino también de los países latinoamericanos y caribeños. Esto explica por qué desde su llegada a la presidencia de la república Cmte. Hugo Chávez, no dejó de impulsar el desarrollo de una conciencia revolucionaria más allá de nuestras fronteras.

Sólo la traición y las intrigas de las oligarquías y sus aliados marcaron el fracaso de un proyecto de alcance latinoamericano y universal, que resumía el sueño de todos los pueblos de América: una patria común de igualdad, libertad y justicia.

Cuando Bolívar murió, las clases dominantes de todo el hemisferio celebraron su desaparición física, pues creían que su obra había sido destruida para siempre. Sin embargo, el espíritu libertario de los pueblos latinoamericanos y el ejemplo del Libertador desarrollo una unidad orgánica armoniosa entre los pensamientos y la acción. Su ejemplo, su concepción de la unidad latinoamericana, sus lecciones están hoy más vivas que nunca, y sus banderas son enarboladas en Venezuela y en toda América Latina.

Tercera Raíz: Ezequiel Zamora.

Ezequiel Zamora retomó la bandera de Bolívar treinta años después de la muerte del libertador, enfrentándose con la oligarquía que truncó el sueño bolivariano. Conocido como el general del pueblo soberano.

La principal bandera de lucha de Zamora fue la distribución de la tierra y dignificación de los campesinos. Las luchas que lideró bajo las consignas de tierras y hombres libres, encontraron un apoyo masivo en los habitantes del campo, que para ese entonces eran la mayoría del pueblo venezolano. A su vez, fue un acérrimo enemigo de las oligarquías. Su defensa de la dignidad de los campesinos y su arrojo libertario hacen de él una fuente permanente de inspiración revolucionaria.

Tierras y Hombres Libres.

Zamora comenzó su carrera política, uniéndose al partido de los liberales. En 1846, el gobierno conservador desató una feroz represión contra los miembros de su partido, lo que provocó que Zamora y otros caudillos populares se alzaran para tomar el poder. En su proclama rebelde, de inspiración bolivariana, invitó al pueblo a luchar “…para quitarnos el yugo de la oprobiosa oligarquía y para que, opóngase quien se opusiere, y cueste lo que costare, lleguemos por fin a conseguir las grandes conquistas que fueron el lema de la independencia”. (Ob. Cit.: 28)

Esta insurrección, que vio nacer la consigna de tierra y hombres libres, le hizo ganarse el apoyo, la devoción popular y el nombre de “General del Pueblo Soberano”. Zamora fue hecho prisionero y sentenciado a muerte, pero el presidente Monagas le conmutó la pena por el destierro.

La Guerra Federal.

Treinta años después de alcanzada la independencia, la República seguía viviendo un sistema semifeudal. La inmensa mayoría del pueblo, los trabajadores, los esclavos, los campesinos, los artesanos y los marginalizados de la ciudad y el campo, se debatían en la mayor miseria y hambre. El latifundio, lejos de eliminarse, se había extendido bajo el amparo del gobierno. Tras la abolición de la esclavitud, decretada en 1854, los 40.000 esclavos liberados se encontraron sin tierras y sin condiciones para ganarse un sustento.

Bajo la consigna de “La Federación es el gobierno de los libres”, los federales convocaron en 1859 al pueblo a “sacar la patria de la salvaje y brutal dominación en que la tienen los oligarcas”. Tanto el pueblo campesino, desposeído y explotado, como la nueva masa de desempleados, se incorporaron masivamente a la lucha.

Gracias a su carisma y su conexión con el pueblo campesino, Zamora logró organizar un ejército popular de milicias, con el que libró batallas decisivas. La más famosa es la Batalla de Santa Inés (Barinas), que tuvo lugar el 10 de diciembre de 1859. En ella, Zamora demostró su genio estratégico, al conducir a las tropas del gobierno por sucesivas líneas de defensa, para asentarles la victoria en el terreno donde mejor podía sacar provecho de sus milicias. Sin embargo, el 10 de enero de 1860 una bala de origen desconocido trunca su vida, durante el asalto a San Carlos (Cojedes).

A partir de la muerte de Zamora, la guerra se transformó en un gran movimiento de guerrillas. Finalmente, en 1863 los ideales de Zamora fueron traicionados, y con ellos los ideales de Bolívar.

Zamora era un hombre emprendedor, arrojado y contradictorio, que no cedió en su voluntad de transformación. Su pensamiento está marcado por el símbolo de la plena soberanía popular y por el carácter igualitario de la lucha social, así como por la defensa de la democracia como forma de gobierno. Comprendió que para poner fin al dominio de las oligarquías y conquistar una República de iguales, debía tomar el gobierno por las armas. Con su verbo incendiario y sus ideales libertarios y revolucionarios, convocó al pueblo a incorporarse a la lucha por su propia liberación.

El Programa de Federación, que Zamora dio a conocer al desembarcar en las Costas de Coro, proponía un avance inédito en las conquistas populares y la organización democrática de la República. Entre sus principios fundamentales, destacan: La igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley; la abolición de la pena de muerte; la prohibición de la esclavitud; el voto para todos los habitantes de la república la elección universal, directa y secreta, del Presidente de la República y otros cargos públicos, incluyendo a todos los jueces; la creación de la milicia nacional armada; la administración de justicia gratuita; la abolición de la prisión por deuda; y el derecho de los venezolanos a la asistencia pública en los casos de invalidez o escasez general.

En 1859, Zamora constituyó el Estado Federal de Barinas. Entre otras medidas, ordenó la creación de terrenos para uso común de cada pueblo; la eliminación del cobro de arriendo por el uso de la tierra para fines agrícolas o pecuarios; la fijación de jornales para los peones de acuerdo con las labores; y la obligación de los terratenientes de colocar en las tierras comunes vacas para el suministro diario y gratuito de leche a los hogares pobres.

Zamora y la Revolución Bolivariana en el Siglo XXI.

El proceso revolucionario actual se nutre de la raíz zamorana en diversos aspectos. Al igual que el caudillo popular, convoca a los venezolanos a retomar las banderas de nuestros libertadores, para conquistar la igualdad y nuestra verdadera independencia. Al igual que las luchas zamoranas por la tierra, el proceso de transformación actual de la sociedad venezolana es protagonizado por los sectores populares, es decir, el 80% de venezolanos y venezolanas que han estado históricamente excluidos y excluidas de la toma de decisiones y las riquezas nacionales.

El actual gobierno de inspiración bolivariana y zamorana desarrolla una política social incluyente, que se expresa en las Misiones Sociales y en el conjunto de políticas y programas sociales orientados a devolverles la dignidad a los venezolanos.

Por otra parte, Zamora es la principal fuente de inspiración del proceso de reforma agraria, guerra contra el latifundio y reparto de tierras entre los campesinos. La Ley de Tierras y Desarrollo Agrario ha sido el instrumento legal empleado para enfrentar el latifundio. A su vez la denominada Misión Zamora es la encargada de avanzar en la forma y en las políticas participativas para el desarrollo rural integral. Si bien en esta ocasión la expropiación y el reparto se realizan bajo un marco de verdadera democracia, este proceso ha producido un enfrentamiento con los descendientes de la oligarquía que en su tiempo enfrentó a Zamora.

Es importante considerar que la independencia de Venezuela pasa por conocer y concienciar el legado de estos personajes y de otros (Sucre y Miranda) que han aportado a la construcción heroica de nuestra patria en la cual se construye una sociedad centrada en los principios de solidaridad, ayuda mutua, disciplina para el trabajo, protección al medio ambiente y fundamentalmente soberanía y autodeterminación.

Esos principios facilitarán la transformación del actual sistema económico a otro que a partir del desarrollo de las fuerzas productivas, sin menoscabo del medio ambiente y fuera de la concepción del libre mercado, impulse la concreción del socialismo bolivariano como alternativa al destructivo y salvaje capitalismo. En ello Venezuela en compañía de América Latina se juega su destino.

Cuarta raíz: Hugo R. Chávez F.

El presidente Hugo R. Chávez F., fue un hombre único en múltiples áreas de la vida política, social y económica, que realizó importantes contribuciones al avance de la humanidad. La profundidad, el alcance y la popularidad de sus logros le distinguen como uno de los líderes más influyente siglo XXI.

Diferentes pensadores, desde diferentes posiciones (amigas o enemigas), resaltan las contribuciones de Hugo Chávez a los procesos políticos, económicos y sociales de América y el mundo. En plena sintonía con socialismo del siglo XXI, impulsado y promovido por el comandante eterno Hugo R. Chávez Fría, a continuación se destaca las contribuciones y aportes que pensadores como James Petras (2013) y Atilio Borón (2013) han expresado en diversos medios.

Hugo Chávez, maestro de los valores cívicos

Desde el momento que asumió el cargo de presidente de la República, Hugo R. Chávez F., emprendió cambios constitucionales que facilitaron la rendición de cuentas de los dirigentes y las instituciones políticas ante los ciudadanos. A través de sus discursos, informó clara y meticulosamente al pueblo venezolano de las medidas y las leyes que sirvieran para mejorar el modo de vida e invitó a expresar comentarios y críticas. Impulsó diálogos constantes, particularmente con los más necesitados, los desempleados y los trabajadores. Su éxito en las enseñanzas de las responsabilidades cívicas al pueblo venezolano fue tal que millones de habitantes de los barrios pobres de Caracas se levantaron espontáneamente para oponerse a la junta militar-empresarial respaldada por Estados Unidos que había secuestrado al presidente y clausurado el parlamento. En 72 horas (algo nunca visto en la historia) los ciudadanos con conciencia cívica restauraron el orden constitucional y el imperio de la ley en Venezuela, rechazando por completo a los golpistas y la defensa que realizaron los medios de comunicación de esos personajes y de su brevísimo régimen autoritario.

Chávez, como educador, también tuvo esclarecedores aprendizajes con esta intervención democrática del pueblo venezolano: que los defensores más efectivos de la democracia estaban entre la gente trabajadora, y que sus peores enemigos se hallaban en las élites empresariales y en los oficiales del ejército con contactos en Miami y Washington.

La pedagogía cívica de Chávez hacía énfasis en la importancia de las enseñanzas y los ejemplos históricos de los padres fundadores de la nación como Simón Bolívar, José Leonardo Chirinos, Guaicaipuro, entre otros, a la hora de crear una identidad nacional y latinoamericana. Sus discursos elevaron el nivel cultural de millones de venezolanos que habían crecido en medio de la cultura servil y alienante de Washington y de las obsesiones consumistas que provocaban los grandes centros comerciales de Miami.

Chávez consiguió infundir una cultura de solidaridad y apoyo mutuo entre los explotados destacando la importancia de los vínculos «horizontales» frente a la dependencia clientelar vertical de los ricos y poderosos. Sus ideas, su visión de patria contribuyeron de forma determinante en la creación de una conciencia colectiva que afectó decisivamente al equilibrio de poder alejándolo de los gobernantes adinerados y los partidos políticos y sindicatos corruptos y orientándolo hacia los nuevos movimientos socialistas y sindicatos de clase. Lo que provocó la cólera histérica de los venezolanos ricos y su odio imperecedero al presidente que había creado un sentido de autonomía, dignidad y conciencia, explicando a la mayoría popular su derecho a disfrutar de una salud y una educación (a todos los niveles) gratuitas, salarios dignos y pleno empleo, lo que consiguió mediante una educación pública que terminó con siglos de privilegios y omnipotencia de la oligarquía dominante.

Es preciso resaltar que los discursos de Chávez, con enseñanzas tanto de Bolívar como de Carlos Marx, crearon un trascendente, generoso sentido patriótico y nacionalista que generó rechazo generalizado a las élites postradas a los pies de Washington, los banqueros de Wall Street y los ejecutivos de las compañías petroleras. Los discursos antiimperialistas de Comandante Presidente Hugo Chávez tenían y tienen eco porque utilizando el lenguaje de la gente común ampliaba su conciencia nacional hasta lograr su identificación con América latina, especialmente con la lucha cubana contra las intervenciones y las guerras imperialistas.

Las relaciones internacionales y la doctrina Chávez

Luego el 11 de septiembre de 2001, Washington declaró la «Guerra al Terror». Fue una declaración pública que abría la puerta a intervenciones militares unilaterales y guerras contra naciones soberanas, movimientos e individuos considerados como adversarios, en franca violación al derecho internacional.

La gran mayoría de los países cedieron frente a esa flagrante violación de los Acuerdos de Ginebra, pero no así el presidente Chávez, que hizo la refutación más profunda y sencilla contra Washington: «No se combate al terrorismo con terrorismo de Estado». En su defensa de la soberanía de las naciones y de la jurisprudencia internacional, Chávez subrayó la importancia de encontrar las soluciones políticas y económicas a los problemas y conflictos sociales, repudiando las bombas, la tortura y el caos.

La Doctrina Chávez hacía hincapié en el comercio y las inversiones Sur-Sur y en la solución diplomática y no militar de los conflictos. Defendió los Acuerdos de Ginebra frente a la agresión colonialista e imperialista a la vez que rechazaba la doctrina imperial de la «Guerra contra el Terror», definiendo el terrorismo de Estado occidental como peligrosamente similar a los grupos más violentos, reaccionarios y fundamentalistas que azotan a áfrica y el medio oriente.

La gran síntesis de teoría y práctica política

Uno de los aspectos más profundos e influyentes del legado de Chávez es su original síntesis de tres grandes corrientes de pensamiento político: el cristianismo popular, el nacionalismo y la integración regional bolivariana y el pensamiento político, social y económico del marxismo. El cristianismo de Chávez le inculcó una profunda creencia en la justicia y la igualdad de las personas, así como la generosidad y el perdón a los adversarios, aunque participaran en un golpe de Estado violento, en un paro patronal asfixiante, o colaboraran abiertamente y recibieran financiación de organismos de inteligencia enemigos.

            Mientras en cualquier otro lugar del mundo quienes pretenden derrocar gobiernos con golpe de Estado se enfrentan a condenas en prisión o incluso a ejecuciones. La mayoría de los golpistas rehuyeron la acción judicial e incluso reincidieron, volvieron a formar parte de organizaciones subversivas. Chávez demostró una firme creencia en la redención y el perdón. Su cristianismo forma parte de la «opción por los pobres», de la amplitud y profundidad de su compromiso con la erradicación de la pobreza y de su solidaridad con los pobres frente a los ricos.

            La aversión profunda de Chávez y su oposición eficaz al imperialismo norteamericano y europeo y al colonialismo brutal israelí estaban hondamente arraigadas en su interpretación de los escritos y la historia de Simón Bolívar, el fundador de la patria venezolana. Su fuerte e inquebrantable defensa de la integración regional y del internacionalismo estaba muy influida por los «Estados Unidos Latinoamericanos» propuestos por Simón Bolívar y por su actividad internacionalista en apoyo de los movimientos anticoloniales.

            Chávez incorporó sus ideas marxistas a una previa visión mundial basada en su antigua filosofía internacionalista de corte cristiano y bolivariano. La opción por los pobres se profundizó con su reconocimiento de la importancia de la lucha de clases y de la reconstrucción de la nación bolivariana mediante la socialización de «las cumbres de mando de la economía». El concepto socialista de fábricas autogestionadas y de poder popular mediante consejos comunitarios adquirió legitimidad moral gracias a la fe cristiana en un orden moral igualitario de Chávez.

            Es importante resaltar que el pensamiento bolivariano de Chávez sobre liberación nacional fueron muy anteriores a cualquier contacto con escritos de Marx, Lenin o de otros autores antiimperialistas más contemporáneos.

Uno de los grandes méritos de El Presidente Hugo Chávez fue aprovechar lo que le resultaba útil de los académicos extranjeros y de los estrategas políticos financiados por ONG, mientras desechaba aquellas ideas que no tenían en cuenta las especificidades histórico-culturales, de clase y de Estado rentista de Venezuela.

            El método de pensamiento que Chávez ha legado a los intelectuales y activistas del mundo es global y específico, histórico y teórico, material y ético, y abarca análisis de clase, democracia y trascendencia espiritual en resonancia con la gran masa de la humanidad, en un lenguaje que cualquier persona puede entender. La filosofía y la práctica de Chávez (más que cualquier discurso elaborado por expertos exaltados en un foro social) han demostrado que el arte de formular ideas complejas en un lenguaje sencillo puede mover a millones de personas, por ejemplo: «a hacer historia, y no solo a estudiarla…»

La reforma radical de un Estado rentista

            Nada reviste más dificultades que cambiar la estructura social, las instituciones y las actitudes de un Estado petrolero rentista, con políticas clientelistas bien enraizadas, corrupción endémica del aparato de los partidos y del Estado y una psicología de masas basada en el consumismo.

            Sin embargo, Chávez tuvo éxito donde otros regímenes petroleros fracasaron. La administración Chávez comenzó realizando cambios constitucionales e institucionales para crear un nuevo marco político. Luego puso en marcha programas sociales, que profundizaron los compromisos políticos de una mayoría activa, que, a su vez, defendió valientemente al régimen frente a un golpe de Estado violento promovido por la élite empresarial y el ejército, respaldados por Estados Unidos.

            Las movilizaciones de masas y el apoyo popular radicalizaron, a su vez, al gobierno de Chávez y prepararon el camino para una mayor socialización de la economía y la puesta en marcha de una reforma agraria radical. La industria del petróleo fue socializada, se aumentaron los impuestos y las tasas para conseguir financiar el enorme aumento del gasto social en beneficio de la mayoría de los venezolanos.

Transformación social en una «economía globalizada»

            Analistas de diferentes corrientes y tendencias políticas, han defendido que el advenimiento de una «economía globalizada» descartaba las transformaciones sociales radicales. No obstante, Venezuela, que está profundamente globalizada e integrada en el mercado mundial a través del comercio y las inversiones, ha realizado grandes avances en reformas sociales. Lo realmente relevante en una economía global es la naturaleza del régimen político-económico y de sus programas, que dictamina cómo se distribuyen los beneficios, los costes del comercio y la inversión internacional.

            En resumen, lo que resulta decisivo es el carácter de clase del régimen que gestiona su lugar en la economía mundial. Chávez, desde luego, no «des-conectó» a Venezuela de la economía mundial, sino que la «re-conectó» de una nueva manera. Dirigió el comercio y la inversión venezolana hacia América Latina, Asia y Oriente Próximo, especialmente a países que no intervienen o imponen condiciones reaccionarias sobre las transacciones económicas.

Antiimperialismo en tiempos de ofensiva imperialista

            En una época signada por una intensa ofensiva imperialista por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, que conllevó invasiones militares «preventivas», intervenciones con mercenarios, torturas, asesinatos y ataques con drones en Iraq, Mali, Siria, Yemen, Libia y Afganistán y brutales sanciones económicas contra Irán; expulsiones colonialistas israelíes de miles de palestinos con el apoyo de EE.UU.; golpes de Estado con respaldo norteamericano en Honduras y Paraguay y revoluciones abortadas mediante títeres en Egipto y Túnez, el presidente Chávez, en solitario, se mantuvo como el principal defensor de la política antiimperialista.

            El presidente Chávez se enfrentó a las presiones y amenazas de la OTAN y a la subversión desestabilizadora de sus adversarios internos y articuló valerosamente los principios más profundos y significativos del marxismo de los siglos XX y XXI: el derecho inalienable a la autodeterminación de las naciones oprimidas y la oposición incondicional a las guerras imperialistas mientras Chávez hablaba y actuaba en defensa de los principios antiimperialistas, muchos europeos y norteamericanos de izquierdas consentían las guerras imperiales.

No ha habido ningún otro dirigente político ni intelectual de izquierdas contemporáneo que haya desarrollado, profundizado y ampliado los principios fundamentales de la política antiimperialista en la era de la guerra imperialista global con mayor agudeza que Hugo Chávez.

Transición de un Estado neoliberal fracasado a un Estado de bienestar emprendedor

            La reorganización programática y global de Venezuela y su transformación de un régimen neoliberal desastroso y fallido a un Estado de bienestar emprendedor supone un hito en la economía política de los siglos XX y XXI. La reconversión exitosa de las políticas e instituciones neoliberales, así como la nueva nacionalización de las «cumbres de mando de la economía» demolieron el dogma neoliberal reinante derivado de la era Thatcher-Reagan y resumido en el lema «No hay alternativa» a las brutales políticas neoliberales.

            Chávez rechazaba las privatizaciones; de hecho, realizó una verdadera nacionalización de las industrias clave relacionadas con el petróleo, socializó cientos de empresas capitalistas y desarrolló un extenso programa de reforma agraria incluyendo distribución de tierras a 300.000 familias. Además, fomentó las organizaciones sindicales y el control obrero de las fábricas, en oposición incluso a administradores públicos y a su propio gabinete de ministros.

            En Latinoamérica, Chávez mostró el camino para definir con mayor precisión y con cambios sociales más generales la era post-neoliberal. Chávez visualizó la transición del neoliberalismo a un nuevo Estado de bienestar emprendedor como un proceso internacional y proporcionó fondos y apoyo político a las nuevas organizaciones regionales como el ALBA, PetroCaribe, CELAC y UNASUR. Rechazó la idea de construir el Estado de bienestar en un solo país por lo que formuló una teoría de las transiciones post-neoliberales basada en la solidaridad internacional.

            Chávez demostró mediante la teoría y la práctica la posibilidad de superar el neoliberalismo, lo que supone un descubrimiento político fundamental para el siglo XXI.

Más allá del liberalismo social: definición radical del post-neoliberalismo

Hugo Chávez fue el líder que definió una alternativa más socializada para la liberación social y la conciencia que aguijoneaba a sus aliados para avanzar. Este personaje de su tiempo planteó una alternativa completamente diferente al «post-neoliberalismo»: nacionalizó las industrias de materias primas, dejó fuera a los especuladores de Wall Street y limitó el papel de las élites vinculadas con los agronegocios y la minería. Proyectó un Estado de bienestar emprendedor como alternativa a la ortodoxia social-liberal imperante de los gobiernos de centro izquierda, aunque trabajara con estos gobiernos en la integración latinoamericana y en oposición a los golpes de Estado promovidos por EE.UU.

Socialismo y democracia

            Chávez inauguró un nuevo y extraordinariamente original y complejo camino al socialismo basado en elecciones libres, reeducación del estamento militar para defender los principios democráticos y constitucionales, desarrollo de los medios de comunicación de masas y comunitarios. Acabó con el monopolio capitalista de los medios de comunicación y reforzó la sociedad civil como forma de contrarrestar el intento de paramilitares y quintacolumnistas apoyados por Estados Unidos de desestabilizar el Estado democrático.

            Ningún otro presidente demócrata-socialista ha resistido con éxito las campañas de desestabilización promovidas por el imperio (ni Jagan en Guayana, ni Manley en Jamaica, ni Allende en Chile). Desde el principio, Chávez comprendió la importancia de crear un marco legal y político sólido para facilitar su liderazgo ejecutivo, promover las organizaciones populares de la sociedad civil y terminar con la influencia norteamericana en el aparato del Estado (policía y ejército). Puso en marcha programas radicales de gran impacto social (las misiones y base de misiones socialista) que le aseguraron la lealtad y fidelidad de las mayorías populares y debilitaron los tentáculos económicos del poder político ejercido por la clase capitalista desde mucho tiempo atrás. Como resultado, los dirigentes políticos, los soldados y oficiales leales a la constitución y las masas populares aplastaron un sangriento golpe derechista, un paro petrolero asfixiante y un referéndum financiado por Estados Unidos y se lanzaron reformas socio-económicas continuas y de creciente de socialización.

            La originalidad de Chávez radicaba en su «método experimental»: Su profunda comprensión de las actitudes y comportamientos populares estaba fuertemente enraizada en la historia de injusticias raciales y de clase y de la rebeldía popular de Venezuela. Chávez, además de estar formado en el seno del pueblo en su experiencia militar viajó, conversó y escuchó a las clases populares de Venezuela hablar de las cosas cotidianas. Su «método» era trasladar el conocimiento basado en lo pequeño a grandes programas de cambios, es decir, diseña cambios estructurales.

             La muerte física de Hugo Chávez ha sido llorada por millones de personas en Venezuela y por cientos de millones en todo el mundo porque su transición al socialismo era su mismo camino; porque escuchó sus demandas y actuó en consecuencia con eficacia.

La socialdemocracia y la seguridad nacional

            Chávez fue un presidente socialista durante más de 13 años que hizo frente a una oposición violenta y prolongada a gran escala y a sabotajes financieros de Washington, la élite económica local y los magnates de los medios de comunicación. Fue el artesano de la conciencia política que dio motivación a millones de trabajadores y aseguró la lealtad constitucional del ejército para vencer el golpe militar-empresarial apoyado por Estados Unidos en 2002. Chávez adaptaba los cambios sociales de acuerdo a una evaluación realista de lo que podía encajar dentro del orden político-legal. Siempre enmarcado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Y, sobre todo, Chávez se aseguró la lealtad de los militares poniendo fin a los «asesores» norteamericanos y al adoctrinamiento imperial en el extranjero, promoviendo en su lugar cursos intensivos sobre la historia venezolana, la responsabilidad cívica y el vínculo fundamental que debe unir a las clases populares y a los militares en una misión nacional común.

 

            Las políticas de seguridad nacional de Chávez se basaban en principios democráticos y en el claro reconocimiento de las graves amenazas que se cernían sobre la soberanía del país. Consiguió salvaguardar la seguridad nacional y los derechos democráticos y libertades políticas de sus ciudadanos al mismo tiempo, una proeza que ha ganado para Venezuela la admiración y la envidia de abogados constitucionalistas y ciudadanos de Estados Unidos y la UE.

Chávez procuró una resolución diplomática y pacífica de los conflictos con vecinos hostiles, como Colombia, que alberga siete (7) bases militares norteamericanas.[http://www.aporrea.org/tiburon/n259717.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+aporrea+(Aporrea.org)], potenciales trampolines para una intervención norteamericana.  Por el contrario, los gobernantes de Estados Unidos han estado y están implicados en guerras abiertas con otros países y ha realizado acciones hostiles encubiertas contra otros muchos más.

            El legado de Chávez posee múltiples facetas. Sus contribuciones son originales, teóricas y prácticas y de relevancia universal. Demostró en la práctica cómo un pequeño país puede defenderse contra el imperialismo, mantener los principios democráticos y a la vez poner en marcha programas sociales avanzados. Su búsqueda de la integración regional y su promoción de los valores éticos en el gobierno de la nación son ejemplos relevantes en un mundo capitalista anegado de políticos corruptos que rebajan el nivel de vida de sus pueblos mientras enriquecen a los plutócratas.

            El rechazo de Chávez a la doctrinas que justifica el «terrorismo de Estado para combatir al terror», su firme convicción de que las raíces de la violencia son la injusticia social, el saqueo económico y la opresión política y su creencia en que el camino hacia la paz pasa por la resolución de estos temas fundamentales suponen una guía ética-política para la supervivencia de la humanidad.

            Enfrentado a un mundo violento de contrarrevolución imperial y decidido a estar del lado de los oprimidos del mundo, Hugo R. Chávez Frías, entró a formar parte de la historia mundial como un dirigente político completo, con la estatura del líder más humano y multifacético de nuestra época: Un líder del siglo XXI.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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2016: el año en que intentaron matar la esperanza del pueblo brasilero

Por: Leonardo Boff
La situación social, política y económica de Brasil merecería una reflexión seria sobre el intento perverso de matar la esperanza del pueblo brasilero, promovido por una banda (ese es el nombre) de políticos, en su gran mayoría corruptos o acusados de tal, que de forma desvergonzada se pusieron al servicio de los verdaderos forjadores del golpe perpetrado contra la Presidenta Dilma Rousseff: la vieja oligarquía del dinero y del privilegio que jamás aceptó que alguien del piso de abajo llegase a ser Presidente de Brasil y que incluyese socialmente a millones de los hijos e hijas de la pobreza.

Obviamente hay políticos valerosos y éticos, así como empresarios de la nueva generación, progresistas, que piensan en Brasil y en su pueblo. Pero estos todavía no han conseguido acumular fuerza suficiente para dar otro rumbo a la política y un sentido social al Estado vigente, de cariz neoliberal y patrimonialista.

Al referirse a la corrupción todos piensan en Lava Jato y en Petrobrás. Pero olvidan o les es negada intencionalmente por los medios de comunicación conservadores y legitimadores del orden establecido, otra corrupción mucho peor, revelada exactamente el día de Navidad en el que junto con el nacimiento de Cristo se narra la matanza de niños inocentes por el rey Herodes, actualizada hoy por los corruptos que dilapidan el país.

Wagner Rosario, secretario del Ministerio de la Transparencia, nos revela que en los últimos trece años los esquemas de corrupción, fraudes y desvíos de recursos de la Unión, destinados a los Estados, municipios y ONGs y dirigidos a pequeños municipios con bajo Índice de Desarrollo Humano, pueden superar un millón de veces el robo en la Petrobrás descubierto en la operación Lava Jato. Son 4 mil millones camuflados que pueden transformarse, en un estudio econométrico, en un billón de reales. Las áreas más afectadas son la salud (merienda) y la educación (abandono de las escuelas).

Dice el Secretario: «yo llamo a eso asesinato de la esperanza. Cuando se retira la merienda a un niño, se quita la posibilidad de crecimiento de aquel municipio a mediano y largo plazo. Se está matando a toda una generación».

La nación precisa saber de esta matanza y no dejarse engañar por los que ocultan, controlan y deforman las informaciones porque son anti-sistémicas.

Pero no se puede vivir solo de las desgracias que mancharon gran parte del año 2016. Volvámonos hacia aquello que nos permite vivir y soñar: la esperanza.

Para entender la esperanza tenemos que superar el modo común de ver la realidad. Pensamos que la realidad es lo que está ahí, dado y hecho. Olvidamos que lo dado es siempre hecho y no es todo lo real. Lo real es mayor. Pertenece también a lo real lo potencial, lo que aún no es pero puede llegar a ser. Ese lado potencial se expresa mediante la utopía, los sueños, las proyecciones de un mundo mejor. Es el campo donde florece la esperanza. Tener esperanza es creer que ese potencial puede transformarse en real, no automáticamente, sino por la práctica humana. Por lo tanto, la utopía que alimenta la esperanza no se antagoniza con la realidad. Ella revela su lado potencial, lo abscóndito, que quiere salir afuera para hacer historia.

Hago mío el lema del gran científico y físico cuántico Carl Friedrich von Weizsäcker, cuya sociedad fundada por él me honró a finales de noviembre en Berlín con un premio por el intento de unir el grito de la Tierra con el grito del pobre: «no anuncio optimismo, sino esperanza».

La esperanza es un bien escaso hoy en todo el mundo y especialmente en Brasil. Los que cambiaron ilegítimamente los rumbos del país, imponiendo un ultraliberalismo, están asesinando la esperanza del pueblo brasilero. Las medidas tomadas castigan principalmente a las grandes mayorías que ven las conquistas sociales históricas literalmente desmontadas.

Aquí nos socorre el filósofo alemán Ernst Bloch que introdujo el “principio esperanza”. Esta, la esperanza, es más que una virtud entre otras. Es un motor que tenemos dentro de nosotros que alimenta todas las demás virtudes y nos lanza hacia delante, suscitando nuevos sueños de una sociedad mejor.

Esta esperanza va a proporcionar las energías para que la población afectada pueda resistir, salir a las calles, protestar y exigir cambios que hagan bien al país, comenzando por los que más necesitan.

Como la mayoría es cristiana son oportunas las palabras del sabio Riobaldo de Guimarães Rosa: «Con Dios existiendo, todo da esperanza, el mundo se soluciona… Teniendo a Dios es menos grave descuidarse un poquito, pues al final todo sale bien. Pero si no se tiene a Dios, entonces no hay licencia para cosa alguna».

Tener fe es tener saudades de Dios. Tener esperanza es saber que Él está a nuestro lado, aunque invisible, haciéndonos esperar contra toda esperanza.

Fuente: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=810

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Brasil: ¿Qué es la PEC 55 y por qué genera rechazo popular?

Brasil / www.telesur.net / 14 de Diciembre de 2016

Uno de los senadores por el Partido de los Trabajadores, Lindberg Farías, manifiesta que la PEC 55 significa la privatización del Estado, y lo considera un golpe para retirar los derechos de los trabajadores.

El Senado Federal de Brasil debatirá este martes por segunda vez la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC 55) impulsada por el mandatario no electo, Michel Temer, para congelar por 20 años la inversión en derechos fundamentales como educación, salud y vivienda.

Esta propuesta fue aprobada por el Senado Federal —en primera sesión plenaria— el pasado 29 de noviembre con 61 votos a favor y 14 en contra.

>> Senado de Brasil aprueba ley que limita el gasto público

Si se aprueba en la Cámara y el Senado comenzará a aplicarse a partir de 2017. En el caso de las áreas de salud y educación, los cambios sólo valdrían después del 2018 cuando Temer ya no estará en la presidencia.

El pasado viernes, el relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de la Organización de Derechos Humanos (ONU), Phillip Alston, manifestó que esta propuesta representa «una medida radical, desprovista de cualquier matiz y compasión. Afectará con mucha más fuerza a los brasileños más pobres y vulnerables (…) Para Brasil los derechos sociales no serán la prioridad a lo largo de los próximos 20 años», reprobó.

La PEC 55 ha sido rechazada por diversos movimientos sociales y sindicatos, pero también por otros sectores de la sociedad brasileña.

Manifestaciones en rechazo a la PEC 55. (Foto: Agencia BRASIL)

Rechazo de  economistas brasileños

Economistas brasileños presentaron el estudio Austeridad y retroceso, en el que cuestionan la PEC. y señalan alguna de las consecuencias que traerá para la población y la economía del gigante suramericano.

– No propiciará crecimiento económico.

– Afectará programas sociales que benefician a los sectores más vulnerables de la población, como son la salud y la educación. Los detractores aseguran que, históricamente, los gastos en educación y salud crecen cada año por encima de la inflación.

– En el fondo lo que trae es otro proyecto de nación diferente al establecido en la Constitución de 1988.

– Agravará la crisis económica.

– Debilitará el mercado interno.

– Constituye una «medida perversa que no va a equilibrar las cuentas del Estado brasileño, como alega el Gobierno.

– Tendrá como consecuencia el desmonte del Estado brasileño.

La PEC afectará a los ciudadanos más pobres

En un país como Brasil, las limitaciones sociales afectan especialmente a las personas de clase media baja o baja, lo cual se debe a que los ciudadanos más pobres son también los más dependientes del sistema público de salud y educación y, por tanto, los más perjudicados.

Así lo ha denunciado la Asociación Brasileña de Salud Pública que, a través de una carta abierta, criticó a la PEC al afirmar que la propuesta deterioraría el Sistema Único de Salud, utilizado principalmente por la población con pocos recursos.

> Centrales sindicales protestaron en rechazo a medidas de Temer 

Además, los programas sociales también se verán afectados. La medida perjudicará le alcance y la calidad de los servicios públicos en un país en desarrollo, que trata de alcanzar la universidad en la educación.

La Constitución establece que 18 por ciento y 13,7 por ciento de la recaudación fiscal anual de Brasil debe ser destinada al presupuesto de educación y salud, respectivamente. Esto se anularía si la PEC 55 es aprobada.

El salario mínimo no subirá

El salario mínimo no podría sufrir modificaciones en los próximos 20 años, manteniendo el valor actual de los 880 reales (275 dólares) mensuales.

Hasta ahora, el salario se ha calculado sumando el porcentaje de la inflación al del crecimiento real del Producto Interior Bruto (PIB), pero si se aprueba esta reforma, el salario mínimo no podrá subir «bajo ningún concepto» por encima de lo que marque la inflación.

¿Qué sucederá si no se cumple el techo de gastos?

De no cumplirse el techo de gastos, el Gobierno ha advertido de que podría vetar los concursos públicos, así como la creación de empleo y la contratación de personal. Con estas consecuencias, la Presidencia pretende ‘blindar’ la medida de tal manera que su autoridad tenga más peso que la Ley de Responsabilidad Fiscal.

Contra los intereses del pueblo,opinan Senadores 

Lindberg Farías, senador del Partido de los Trabajadores (PT) denunció que la PEC 55 significa la privatización del Estado, y lo considera un golpe para retirar los derechos de los trabajadores.

Paulo Paim, también senador del PT, pidió al Senado no actuar en contra de los intereses del pueblo. Indicó que según la encuesta realizada por la Agencia Senado, 342 mil 959 de los brasileños se opone a la PEC 55, mientras que 23 mil 307 la apoyan.

Paim advirtió además que según las Naciones Unidas, entre 2015 y 2030 la población de Brasil aumentará en 21 millones de personas. «Si se limitan los gastos públicos en los próximo 20 años, hasta 2036, ¿cómo podrá darse a la población más educación y más salud con menos recursos?; ¿si no habrá inversiones del Estado, cómo se podrán generar más empleos?», dijo.

El senador del Partido Socialista Brasileño (PSB), Joao Capiberibe, aseguró que la limitación del gasto público profundizará la recesión y no estimulará al sector productivo. Alertó que el único beneficiario será el sector financiero.

Senado ocultó informe jurídico que demuestra que PEC 55 es inconstitucional

La Consultoría Jurídica del Senado de Brasil concluyó a inicios de noviembre que la propuesta de enmienda que congela el presupuesto público por 20 años es inconstitucional.

El Centro de Estudios e Investigación de Asesoramiento Legislativo produjo un libro blanco que fue firmado por Ronaldo Jorge Araujo Vieira Junior, consultor legislativo para el Senado en el ámbito del derecho constitucional, administrativo, electoral y de partidos, que ya se encuentra disponible en la página web del Senado.

Sin embargo, la Comunicación del Senado decidió no publicar el informe del estudio por la Agencia Senado, al igual que en otras ocasiones.

El estudio concluyó que «la PEC 55, 2016, tiende a suprimir las cláusulas de afianzamiento en las secciones II, III y IV del § 4 del art. 60 de la Constitución Federal, que se refieren, respectivamente, al voto directo, secreto, universal y periódico».

Michel Temer defiende la PEC al asegurar que congelar el gasto público es la única manera de hacer frente a la crisis económica que heredó del Gobierno anterior, y propuso retrasar los recortes a los sectores de la Salud y la Educación por un año para apaciguar el impacto.La medida es apoyada por el sector privado.
Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Brasil-Que-es-la-PEC-55-y-por-que-genera-rechazo-popular-20161213-0001.html
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