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Chomsky: Trump es el resultado del miedo y de una sociedad quebrada por el Neoliberalismo.

Por: HispanTV. 10/11/2016

La popularidad del candidato presidencial estadounidense Donald Trump se debe al “miedo” y es el resultado de una “sociedad quebrada” por el neoliberalismo, asegura el célebre politólogo Noam Chomsky.

“Las personas se sienten aisladas, desamparadas y víctimas de fuerzas más poderosas, a las que no entienden ni pueden influenciar”, consideró el intelectual, que cargó contra el candidato republicano en una entrevista con el portal de noticias estadounidense Alternet publicada esta semana.

Chomsky, de 87 años, afirmó que su edad le permite comparar la situación actual en la campaña electoral de Estados Unidos con la década de 1930 durante la que Estados Unidos sufrió la llamada Gran Depresión económica.

La pobreza y el sufrimiento entonces “eran mucho mayores”, sin embargo incluso entre los pobres y los desempleados existía “una sensación de esperanza, que hoy falta”, estimó el académico, que la atribuyó “al crecimiento de un movimiento laboral militante” y a la “existencia de organizaciones políticas ajenas a las corrientes principales”.

Por ello, el crítico de la política norteamericana expresó que la popularidad de Trump es producto de la ruptura social causada por las políticas neoliberales. “El miedo, junto con la ruptura de la sociedad en el periodo neoliberal” explican lo que el entrevistador llamó el “sorprendente avance de Trump” en los sondeos electorales de EE.UU.

Añadió que el hecho de que el precandidato Bernie Sanders y el líder del Partido Laborista de Reino Unido, Jeremy Corbyn, que lideran las ideas populares implementadas en el siglo XX, sean etiquetados ahora como extremistas, apunta a que el espectro político completo “ha virado a la derecha durante el periodo neoliberal”.

Chomsky contribuyó a la campaña del candidato demócrata Bernie Sanders en el pasado, sin embargo, afirmó que votaría “sin duda” por la también demócrata Hillary Clinton si se viviera un “swing state”, el estado que en cada elección oscila entre demócratas y republicanos.

En otra entrevista en enero, el también lingüista y activista estadounidense elogió a Sanders, aunque consideró que no tiene “demasiado chance” debido al sistema de elecciones “en gran parte compradas” que rige en Estados Unidosy también advirtió de que la victoria de los republicanos en las elecciones presidenciales que se celebran este año tendrá graves consecuencias para la humanidad.

Entre las polémicas propuestas de Trump, figura la de negar la entrada al país a los musulmanes de forma “total y completa”, la de construir un muro que separe a México de Estados Unidos, insultando y usando retórica antiinmigrante al sugerirlo. El magnate también ha lanzado insultos e improperios a los candidatos contra los que compite incluso en su propio partido y ha proferido comentarios misóginos.

Fuente: http://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/216514/chosmky-trump-miedo-sociedad-quebrada

Fotografía: plus.google

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La mujer en diez noticias breves

Por: Nazanín Armanian

El retroceso que han sufrido los derechos de la mujer a nivel global en las últimas tres décadas, a causa del agresivo avance del neoliberalismo militarizado y la injusta derrota (que no el fracaso) del socialismo, nos invita a replantear dos principales cuestiones: las prioridades del movimiento feminista a nivel mundial y regional y la búsqueda de formulas para hacer irreversibles los derechos conquistados. Aún hoy, las élites misóginas de 155 países se benefician de leyes que, bajo el nombre de dios, la tradición o la conveniencia, discriminan con impunidad a de la mitad de los ciudadanos.

Las mujeres fueron noticia en octubre por:

Las leyes de decenas de estados permiten que “niños varones de ocho y nueve años se casen con señoras de 40 o 50 años. Miles de chicos mueren la misma noche de bodas por las hemorragias o palizas que reciben para silenciar sus llantos. ¿No lo sabía? ¡Bueno, notica falsa! Son millones de niñas de estas edades, y siempre pobres, forzadas a convertirse en esclavas -esposas de hombres pedófilos-. Miles de ellas mueren el mismo día en el que los adultos (protegidos por las leyes o las malditas tradiciones preservadas por los poderes), les encierran en un cuarto con un hombre para que haga con ellas lo que desee. Rawan, una yemení de ocho años murió por la rotura uterina.

Dice Save the Children que cada siete segundos una niña menor de 15 años es casada. Las que sobreviven a la noche de terror pueden perder su vida en el primer parto. UNICEF, que insiste en que la educación transforma la vida de estas niñas y “les permite salir de la pobreza, reducir la mortalidad infantil y favorecer el crecimiento económico”, falta a la verdad y lo sabe. En algunas sociedades de Oriente Próximo las mujeres constituyen la mayoría de la población universitaria, y curiosamente gozaban de más derechos hace 40.o60 años que ahora bajo las dictaduras fundamentalistas y en medio de guerras imperialistas.

Dar prioridad a la educación es una cortina de humo para cubrir el principal problema de las niñas y mujeres: la feminización de la pobreza, y los conflictos bélicos por los que mueren cada día miles de niñas. Saber leer y escribir no les salva de estas desgracias. Por eso, se equivoca la niña paquistaní Malala Yousafzai, a la que el sistema le otorgó el premio Nobel de la Paz ,al afirmar: “Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo”. En su encuentro con Barack Obama, no le echó en cara que fue EEUU quien creó el yihadismo en 1978. Los mismos que le dispararon a ella, envenenan el agua de las escuelas, lapidan a las mujeres y destruyen sus medios para vivir sin que sus posibles títulos académicos sirvan de salvoconducto, todo lo contrario. Sólo en Iraq, y sólo durante los bombardeos del 1991 durante la Guerra del Golfo Pérsico, EEUU destruyó unas 10.000 escuelas y casi todas las universidades, y tras el embargo que le impuso al país, prohibió artículos como lápices, papel y material informático, garantizando el regreso de Irak a la Edad de Piedra.

El Parlamento Europeo entregó el Premio Sájarov a la libertad de Conciencia 2016 a las activistas kurdo-sirias de la religión izadí, Nadia Murad y Lamiya Aji Basha, ex esclavas sexuales de Daesh. ¡Enhorabuena a las premiadas! Aunque, por un lado este grupo también ha violado y asesinado a cientos de mujeres árabes, turcomanas y de religiones chiíta, sunita y cristiana, entre otras. Por otro, la actual atención prestada a los kurdos por los organismos y países de la OTAN no es desinteresada: Hillary Clinton propone que los kurdos sean el Bulldozer de las tropas de EEUU en la zona.

Las mujeres y hombres refugiados empezaron a desaparecer de los medios cuando de repente apareció Nujeen Mustafa, la niña siria que con su silla de ruedas había llegado a Alemania cruzando nueve países. Me acordé de Paloma Soroa, la incansable luchadora por los derechos de los discapacitados, y me pregunté: ¿cómo es la vida de una mujer muda, sorda, ciega, o en una silla de ruedas en Afganistán, Yemen, Irak? Recomiendo el libro Mujeres, comunicación y conflictos armados.

El 66% de las cerca de 400 niñas nigerianas que habían conseguido huir de los terroristas de Boko Haram (¡y sin la ayuda prometida de varios países!) han sido agredidas sexualmente por los miserables oficiales del campo de refugiados. Su cuerpo o sus miedos son monedas de cambio para conseguir un vaso de agua, un trozo de pan.

En Polonia, decenas de miles de mujeres ocuparon las calles o hicieron “huelga doméstica”, dejando de realizar las tareas de casa, en protesta por la penalización del aborto. ¡Y consiguieron parar el proyecto de ley! A los dirigentes polacos, que se rasgan las vestiduras por la destrucción de una células a las que llaman “niño”, no les tiembla la mano lanzar bombas sobre Irak y Afganistán, matando a las personas formadas y nacidos.

Quince mujeres indias, entre ellas LaDonna Allard y Jaslyn Charger, pertenecientes a la tribu Sioux, son dirigentes de la resistencia a los militares que protegen la construcción del gaseoducto del sur de Dakota en EEUU que pasa por su territorio. Ya han demolido su cementerio sagrado. El racismo ambiental afectará a sus cultivos, a sus aguas y en general a un modelo de vida en armonía con el medio. Siguen luchando.

El miembro del Comité de Derechos Humanos del parlamento egipcio Elhamy Agina sugería someter a la prueba de virginidad a las estudiantes universitarias para mostrar que son “señoritas”, como condición para continuar sus estudios superiores. Pretende así evitar que las jóvenes utilicen el matrimonio Urfi, que no requiere la firma del tutor varón de la joven y es válido con la presencia de dos testigos. Es el mismo individuo que apoyó la mutilación genital femenina afirmando que así los hombres que padecen problemas sexuales podrán superar sus complejos estando con una esposa mutilada.

Michel Temer, el golpista que sustituyó a la presidenta Dilma Rousseff, no incluyó en su gabinete ni a una mujer ni a un negro. El país de la letra B de los BRICS, durante el mandato de Dilma, contó con seis mujeres entre 39 ministros. Es un duro revés para un país, cuyos hombres mataron, entre 2001 y 2011, a cerca de 50.000 mujeres.

En España, trece mujeres subieron al velero Zaytouna-Oliva dirección Gaza para denunciar el bloqueo que estrangula a cerca de dos millones de personas en la prisión más grande del mundo. Al mismo tiempo, las mujeres israelíes de Mujeres hacen la paz ocuparon las calles de Jerusalén, exigiendo al gobierno la vuelta a las negociaciones con Palestina, advirtiendo de las graves consecuencias de la desaparición del concepto de paz en la política del país.

Varias deportistas han boicoteado el Campeonato Mundial de Ajedrez Femenino de 2017, que se celebrará en Irán en febrero. Protestan por la obligatoriedad del velo para todas las mujeres, incluidas las extranjeras. Desde 1979, las mujeres de cualquier nacionalidad o credo que aparezcan en público sin el velo reglamentario son multadas y encarceladas. Obviamente, no se trata de la cultura del país, ya que en ese caso el velo no sería forzado. Esta prenda es sólo un símbolo de un sistema de Apartheid de género que niega los derechos y las libertades más elementales a la mitad de la población. Aunque ningún boicot cambiará esta política, ni hará suspender el torneo. Se trata de un gesto internacionalista y positivo.

Fuente: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/3604/la-mujer-en-diez-noticias-breves/

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La ideología existe.

Por: Rolando Pérez Betancourt.

Bastante ha llovido desde que Antoine-Louis-Claude Des­tutt, marqués de Tracy, acuñara durante la Revolución Francesa el término «ideología». Aristócrata, político, soldado y filósofo de la Ilustración, el marqués definió la ideología como una ciencia de las ideas, «base de todas las ciencias».

Al cuestionarse de dónde provenían nuestras ideas y cómo se desarrollaban y elaborar, como respuesta a sus inquietudes, la teoría de que la conducta humana es formada por ciertos elementos ideológicos, de Tracy se convierte según no pocos especialistas en un antecesor del concepto de superestructura de la filosofía marxista.

Napoleón le estrechó un día la mano, pero terminó por no soportarlo cuando los iluministas del Instituto  de Francia, con Tracy a la cabeza, empezaron a criticarle sus guerras imperiales.  «Los ideólogos —dijo un Bonaparte airado— son todos aquellos intelectuales que no avalan mis planes políticos y que carecen de sentido realista y práctico».

Y Tracy fue conducido a la Bastilla durante casi un año, tiempo tras el cual, exiliado en Bruselas, escribió en cuatro tomos su trascendental Eléments D’Idéologie (1801-1815).

Muchas páginas han sido entintadas tratando de definir un concepto exacto de ideología, mancillada ella misma por manipulaciones espurias  provenientes del poder, como en sus días lo hizo el nazismo.

Si aquella ideología terminó por ser derrotada a cañonazos y  costó mucho sufrimiento y vidas, un papel meritorio correspondió a las fuerzas progresistas del pensamiento, adheridas a principios y valores civilizadores, lo que condujo a gran parte de los intelectuales a comprometerse  en sintonía con el  marxismo con la lucha antifascista.

Las ideologías existen en todas las sociedades, se hacen evidentes (y algunas exportables) tanto en las ideas como en las prácticas personales y es necesario conocerlas y explicárselas, más allá de la creencia  de que constituyen un asunto exclusivo de los estudios filosóficos.

Al referirse al poder de la ideología, el brasileño Paulo Freire (1921-1997), uno de los más significativos pedagogos del siglo XX, remarcó la «miopía» de los que «no quieren ver cómo son manipulados para aceptar dócilmente que lo que vemos y oímos es lo que en verdad es, y no la verdad distorsionada. La capacidad que tiene la ideología de ocultar la realidad, de hacernos “miopes”, de ensordecernos, hace, por ejemplo, que mu­chos de nosotros aceptemos con docilidad el discurso cínicamente fatalista neoliberal que proclama que el desempleo en el mundo es una fatalidad. O que los sueños murieron y que lo válido hoy es el “pragmatismo” pedagógico».

A la par del neoliberalismo, la ideología que lo defiende se globaliza y se hermana en un discurso beligerante, o de trivial disfraz (que es el que nos interesa), presente en los más diversos temas sociales, políticos y culturales aparecidos en los medios. No existen rangos a la hora de hablar del hambre mundial, de los daños colaterales causados por la aviación estadounidense en tierras lejanas,  o de la última conquista amatoria de una estrella de la farándula. Es más, receptores hay que,  dispuestos a quitarse de encima abrumadoras informaciones referidas al aplastamiento de la condición humana en diversos lugares del mundo, apartan la mirada y buscan alivio en un titular menos gravoso a su sensibilidad.

«No quiero ser apocalíptico escribió José Saramago pero el espectáculo ha tomado el lugar de la cultura. El mundo está convertido en un enorme escenario, en un enorme show».

La banalización es la gran estrella de ese show diario presente en los medios y en gran parte de los productos procedentes de la gran industria del entretenimiento, interesada  ella tanto en amasar dinero como en domesticar el pensamiento crítico ante lo que ofrece. (Luego de presenciar el segundo debate entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos y sopesar parte de lo que allí se dijo y se hizo, busqué en una larga lista de filmes «presidenciales» realizados por Hollywood escenas que superaran en fantasía a la realidad de los exhibidos por televisión, y tuve la certeza  de que,  en  todos los casos, la ficción se había  quedado por debajo de lo insólito real acontecido ante las cámaras).

Lo superfluo se extiende como una plaga y la bacteria ideológica  que lo acompaña cumple perfectamente su cometido de que la gente piense cada vez menos y acepte como natural la representación «ligera» de hechos trascendentes, o relacionados a la vida pública o privada de aquellos a los que la fama  ha convertido en personajes
Y de esa trivialidad, superfluidad, banalidad, surge una mercancía de moda acuñada por la insistencia y el machaqueo publicitario de una seudo cultura que hace del consumo frívolo la máxima felicidad individual a partir de la persuasión de que  «tengo que tener, para valer».

¿Qué hacer entonces para apartar lo genuino de lo falaz en esa revoltura de mareas que a diario se nos viene encima?
Aunque  no vivió en estos días, se me ocurre pensar que al marqués de Tracy no le hubieran faltado proposiciones, entre ellas, pensar, analizar y actuar ante las impunidades invasivas de una  ideología que interesada en seducir a incautos se disfraza de todas las maneras.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/la-ideologia-existe/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/10/google.jpg

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Inician en Panamá diálogo por calidad de la educación

Panamá/24 de Octubre de 2016/Prensa Latina

Representantes de diversos sectores de la sociedad civil y del Gobierno panameños inician hoy un diálogo que pretende fijar una hoja de ruta para elevar la calidad de la enseñanza en el país.

La agenda del encuentro, denominado Compromiso Nacional por la Educación, prevé analizar temas relacionados con equidad, inversión, formación docente y de directores, y otros no menos importantes, asociados a la gestión administrativa.

Según Gaspar García, miembro del grupo Unidos por la Educación, la cita resulta una oportunidad para ‘pasar del diagnóstico a la implementación de las recomendaciones, que permitirán hacer los cambios necesarios en el sistema’.

Para el secretario general de la Confederación de Padres de Familia de la República de Panamá, Eleazar Gómez, lo más importante de este proceso es establecer un mecanismo que permita consolidar ‘un producto único’, encaminado a lograr un programa educativo a largo plazo, sin que sea ‘politizado’, pero sí eficiente, transparente y de calidad.

Un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) arrojó que en los últimos siete años, el sistema público de educación en el país no logró avances significativos.

El informe añadió que los conocimientos adquiridos por los estudiantes en asignaturas como lenguaje, matemáticas y ciencias todavía resultan deficientes.

Datos oficiales revelan que el 3,6 por ciento de los que hoy cursan la enseñanza secundaria y preuniversitaria en Panamá abandonan la escuela, situación que podría agravarse en la próxima década cuando los jóvenes lideren la población.

Asimismo, refiere que durante el 2013, el 9,1 por ciento de los alumnos de premedia y media de los colegios oficiales reprobó, cifra que contrasta con el 2,28 por ciento de los planteles privados.

Recientes denuncias de Polo Ciudadano expusieron cómo las políticas gubernamentales de los últimos 30 años y su enfoque neoliberal impuesto desde Estados Unidos hacen mellas en el ámbito educativo panameño.

La organización civil aseguró que mientras la Unesco y otros organismos internacionales sugieren invertir al menos el seis por ciento del Producto Interno Bruto en el desarrollo de la educación, el Gobierno destina menos del tres por ciento, del cual el mayor gasto se concentra en los salarios.

Realidad que no dista mucho de la enseñanza universitaria, donde la tasa de escolaridad está muy por debajo del 50 por ciento que establece esa organización internacional para que un país alcance su progreso.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=35059&SEO=inician-en-panama-dialogo-por-calidad-de-la-educacion

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Libro: Tiempos violentos Neoliberalismo, globalización y desigualdad en América Latina

Tiempos violentos
Neoliberalismo, globalización y desigualdad en América Latina

Atilio A. Boron. Julio C. Gambina. Naum Minsburg. [Compiladores]

Julio Sevares. Naum Minsburg. Julio C. Gambina. Aldo Ferrer. Emir Sader. Ismael Bermudez. Raúl Cuello. Marcelo Lascano. Fabián Bosoer. Santiago Leiras. Mabel Thwaites Rey. José Castillo. Atilio A. Boron. Héctor Valle. Pierre Salama. Pablo Caruso. Sabrina González. [Autores de Capítulo]

Secretaría Ejecutiva.
ISBN 950-9231-43-6
CLACSO.
Buenos Aires.
Abril de 2004

Sin llegar a los horrores qeu hoy abruman a Yugoslavia, y nos recuerdan aquello que alguna vez dijera García Lorca, Europa está una vez más, «en guerra con sus propias entrañas». En ésta, nuestra parte del mundo, también vivimos «tiempos violentos». Violentos por la gravedad de la crisis social que afecta al conjunto de América Latina, y que se expresa en cruentos procesos de desintegración social y fractura de redes colectivas de solidaridad. Violentos por la disolución de las formas más elementales de convivencia que alimentan el círculo vicioso de la impunidad, el crimen, la corrupción, el narcotráfico, la exclusión social y la marginación. Violentos, en definitiva, en vistas de la extrema intemperancia de esta nueva fase de acumulación originaria mediante la cual se produce una inédita concentración de poder, riqueza e influencia social en manos de un grupo cada vez más reducido de la población, mientras que vastas mayorías nacionales son relegadas a la marginación y a la desesperanza, a la exclusión y la pobreza. La presente publicación intenta ser una contribución a la impugnación del «pensamiento único», ése que nos aconseja conformarnos con lo que existe y que ciega nuestros ojos ante la búsqueda de alternativas. En algunos países, especialmente Francia, esta crítica al «pensamiento único» ya ha adquirido una fuerza considerable. No es el caso de los países de América Latina, en especial Argentina, en donde la fidelidad a las recomendaciones del Consenso de Washington hace que toda crítica al «modelo» sea equiparada a la sinrazón y la locura. Ante una clase política que parece estar empeñada en preservar a todas costas el presente modelo, este libro pretende ser estímulo e insumo para la imperiosa «puesta en discusión» del mismo y las deplorables consecuencias que la globalización y la respuesta neoliberal han suscitado.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=221&campo=autor&texto=boron

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Educación pública y gratuita como garante del derecho a la educación

Por. Enrique Javier Díez 

Una enseñanza pública y gratuita es condición necesaria para que la educación siga siendo un derecho garantizado por la comunidad social, a través de su financiación pública, y no se convierta en una “oportunidad” o una “inversión” particular de quienes puedan pagársela, con vistas a conseguir una posible ventaja competitiva en su futuro laboral, como pretende el modelo neoliberal.

Garantizar un derecho

El DERECHO UNIVERSAL (con mayúsculas) a la educación tiene que garantizarse para todos y todas por igual. Ello requiere un servicio educativo público (de titularidad y gestión pública) que sea gratuito en todas las etapas y en sentido pleno, es decir, que incluya también el acceso y los materiales didácticos que profesorado y alumnado necesiten para su proceso de aprendizaje.

El derecho a la educación debe entenderse también como derecho de todo el alumnado a aprender con éxito, al margen de su origen o condiciones socioeconómicas, culturales o de índole personal. Se trata de no trasladar el modelo de competitividad y lucha darwinista económica y social a la escuela. No podemos tolerar que el sistema educativo, por falta de recursos y medios suficientes, permita que solo algunos tengan éxito y puedan acceder a todos los niveles educativos, mientras otros fracasan y quedan excluidos de las distintas posibilidades formativas actualmente existentes, o segregados en itinerarios de menor nivel, destinados a vías sociales y laborales de segundo orden. El fracaso escolar acaba siendo la plasmación del “fracaso social” en una sociedad que sigue sin considerar la educación como una prioridad irrenunciable para garantizar el derecho de todos y todas a una educación de calidad en condiciones de igualdad. Y la única posibilidad real para asegurarlo es un sistema educativo público y gratuito.

Competir por un bien de consumo

Sin embargo, las políticas educativas neoliberales y conservadoras tratan de destruir la concepción de la educación como un derecho social fundamental que ha de ser protegido por el Estado. Bajo este enfoque lo que se persigue, de hecho, es separar progresivamente la educación de la esfera pública, regida por la autoridad política, para confiarla al mercado. En el mercado, cada cual, tanto ofertante como demandante, teóricamente se regula por su cuenta, en función de su fuerza y sus posibilidades. La educación pasa así a ser un elemento de consumo individual, variable según el mérito y la capacidad de los consumidores y las consumidoras. Pasa así del ámbito prioritario de los valores culturales y educativos a la lógica urgente del valor económico.

Este replanteamiento se asienta sobre una suposición básica: la educación, como cualquier otro producto que se compra y vende, es una mercancía con la que aseguramos que determinados niños y las niñas (en algunos casos de nuestra propia familia o grupo) tengan la mejor posibilidad de salir adelante en la lucha despiadada y competitiva de cada uno contra todos en el sistema de darwinismo social del mercado. Y a “los míos” trato de conseguirles las mejores “oportunidades” para que puedan competir en las mejores condiciones.

De esta forma, lejos de ser un derecho del que gozan todas las personas, dada su condición de ciudadanas, la educación se concibe como una “oportunidad” que quien tiene recursos le ofrece a los suyos, en la esfera de un mercado regulado por la oferta y la demanda (el mercado escolar). La ciudadanía, más preocupada por lograr mayores cotas de justicia social e igualdad de oportunidades, queda desplazada por los consumidores y consumidoras para quienes rigen las leyes del mercado: seleccionar las mejores posibilidades y competir para triunfar con ellas.

Pelear por las migajas

Este enfoque no considera que debamos invertir más en educación, sino que justifica incluso la conveniencia de recortar el gasto en educación, dado que hay otros campos, igual o más prioritarios (pagar los intereses de la deuda generada por el rescate bancario, gastos militares, etc.). Sostiene que se trata de gastarlo de forma “eficaz y eficiente”. Lo cual presupone que no se hace así actualmente y que, efectivamente, saben cómo hacerlo eficazmente (ejemplo de ello debe ser el modelo de gestión financiera, abanderado por este modelo neoliberal, que ha provocado una de las mayores crisis del planeta).

Aparecen así ciertos teóricos de la educación hablando de “reducir” el gasto con la excusa de la crisis. Buscando delimitar qué debe ser gratuito y qué no, incluso en el período de educación obligatoria; o proponiendo aumentar todavía más el coste de los estudios de educación superior, argumentando que así se podrá invertir más en las etapas iniciales. Avalan incluso seguir recortando profesorado manteniendo clases masivas (a no ser que “se demuestre” que esto tiene efectos sobre la educación, lo cual sitúa la carga de la prueba a la inversa); o piden eliminar la jubilación a los 60, con la retórica de “aprovechar el conocimiento y la experiencia de docentes más mayores”. Estos “expertos” no solo parecen pretender gestionar la miseria, sino que acaban justificando el brutal “recorte” educativo que ha tenido la educación en nuestro país.

España destina entre 1.335 y 2.670 euros menos por alumno y año, según los datos de 2013; y los recortes han seguido después. El último informe de la OCDE sobre educación afirma que “el gasto español en educación está por debajo de la media de la OCDE”. Nos sitúa en el puesto 25 de los 35 países de la OCDE, por detrás de Francia, USA, Alemania, Finlandia, Reino Unido, Italia, Portugal, Corea del Sur, etc. Analiza que la inversión en educación es solo de un 8% del gasto público total, frente al 11% de media de la mayoría de los países. Es más, si se mide en términos de Producto Interior Bruto (PIB), hemos pasado del 5% a solo el 4,3% (7.000 millones menos) frente a un 6,2% de media europea. Y lo peor es que el Gobierno de Mariano Rajoy se ha comprometido con la Troika a que no pase del 3,9% del PIB en 2017. Por el contrario, hasta este informe de un organismo internacional económico de corte neoliberal, asegura que “una educación de calidad necesita una financiación sostenible”.

¿Podemos pagar el precio de la gratuidad?

Como dice el que fuera durante veinte años Rector de la Universidad de Harvard, Derek C. Bok, “si usted cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”. Ya expresaba esta convicción de forma contundente el famoso dramaturgo Víctor Hugo afirmando: “Cada vez que se abre una escuela se cierra una cárcel”.

Por eso, aparte de la derogación de la LOMCE, que es la consagración normativa de los recortes educativos de este modelo neoliberal, urge revertir todos los recortes y llegar a un pacto estable de inversión educativa que nos sitúe en la senda de alcanzar a medio plazo el 7% del PIB. Es necesario blindar constitucionalmente una financiación adecuada al sistema educativo y no solo por razones de igualdad de oportunidades, de equidad y justicia social, que serían suficientes, pues el alumnado de familias con estudios básicos tienen cinco veces más posibilidades de dejar pronto la escuela. También porque es lo más rentable que puede hacer una sociedad. El Nobel de Economía James Heckman decía que por cada euro invertido por niña/o el rendimiento es de entre el 7 y el 10% anual a lo largo de su vida. Es decir, que cada euro invertido en educación inicial revierte en ocho euros del producto social en las etapas posteriores, una rentabilidad mucho mayor que la de los fondos de inversión, añadía irónicamente.

Blindar constitucionalmente la financiación necesaria

Para ello hay que constitucionalizar la aplicación del porcentaje del PIB destinado al Sistema Educativo, Universitario e Investigador como suelo de financiación en la Constitución, de tal forma que anualmente no se pueda dedicar menos de ese PIB. Claro que para esto necesitamos creernos realmente y poner en práctica las declaraciones que hacemos sobre la “educación como un tesoro”, que pronunciaba el expresidente de la Unión Europea Jacques Delors, y dar prioridad a la inversión en educación. ¿De dónde? Algunas propuestas económicas inmediatamente realizables serían: detraer al menos un 25% de la financiación de gastos militares (5.843,25 millones); dejar de financiar a la jerarquía católica, suprimiendo sus beneficios fiscales y de exención del IBI de sus edificios (11.000 millones); aumentar el impuesto de sociedades al 35% a multinacionales que ganen más de un millón de euros al año (14.000 millones); declarar ilegítimo el pago abusivo de intereses de la deuda (100 millones diarios); suprimir los paraísos fiscales y el fraude fiscal, etc. Si se quiere, se puede.

Es imprescindible establecer además una Ley de Financiación del sistema educativo para garantizar las inversiones y los recursos necesarios al conjunto del servicio público educativo, desde la Educación Infantil hasta la Superior, en sus diferentes etapas y modalidades, evitando vaivenes y drásticos recortes presupuestarios con pretextos como la crisis, el control del déficit público, etc. La financiación educativa ha de ser suficiente, sostenida y equitativa garantizando que la gratuidad incluya la dotación a los centros públicos de enseñanza básica de los libros, recursos y materiales didácticos de uso libre (licencia creative commons) que deba utilizar el alumnado y el profesorado, así como la gratuidad de los servicios de comedor y transporte escolar. Lo cual se debe complementar con un sistema integral de becas, becas de residencia, becas-salario y ayudas al estudio.

La lucha por defender la educación pública de las garras del neoliberalismo y su filosofía de convertir todo lo público y común en negocio y beneficio para unos pocos es más necesaria que nunca. A quienes la defendemos nos mueve ante todo y sobre todo la convicción de que educarse y acceder al conocimiento es un derecho universal, que solo puede ser garantizado por un sistema educativo público y gratuito, desde la Educación Infantil hasta la Universidad. Recordemos además que incluso la Universidad es gratuita en trece países europeos. La gratuidad de los estudios universitarios no solo debe ser defendida porque nadie debe verse excluido del acceso a todos los niveles formativos, sino porque tener estudios universitarios permite que los hijos e hijas sufran menos “abandono y fracaso escolar” posterior, como así lo indica el informe anual elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa sobre indicadores de Educación 2016.

Si se quiere, insistimos, se puede.

Enrique Javier Díez Gutiérrez, Profesor de la Universidad de León y miembro del Foro de Sevilla. Loles Dolz, Catedrática de Secundaria y activista en defensa de la escuela pública.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/2016/09/29/educacion-publica-gratuita-garante-del-derecho-la-educacion/

Fotografía: youtube

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/educacion-publica-y-gratuita-como-garante-del-derecho-a-la-educacion/

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TTIP, CETA, TISA y educación: un territorio para el saqueo

Por: Agustín Moreno

Hace tiempo que el neoliberalismo ha puesto los servicios públicos en el punto de mira de sus objetivos estratégicos. Cada vez que las instituciones internacionales encargadas de impulsar el capitalismo global han abordado un nuevo marco de acuerdo de liberalización, intentan convertir la educación, la sanidad y otros servicios públicos fundamentales en simples servicios susceptibles de ser privatizados. Es la vía para aplicar lo que David Harvey llama “la acumulación por desposesión” y que no es otra cosa que privatizar lo público para mayor gloria de los beneficios empresariales. Al considerar los servicios esenciales para la comunidad una mercancía, se convierten en un puro negocio. Pero hay algo más grave aún, como bien dice Adoración Guamán, se produce un asalto de las multinacionales a la democracia.

Sucesivas oleadas liberalizadoras del comercio y las inversiones han sido detenidas por la resistencia de los pueblos y los movimientos sociales o bien han fracasado por la contradicción de intereses entre los diferentes países. Así pasó con diferentes iniciativas de la OMC como el Acuerdo Marco de Inversiones (AMI) a nivel mundial o con la Directiva Bolkenstein en la Unión Europea (UE). Pero cuando se han impuesto estos tratados de “libre comercio” sus demoledores efectos no han tardado en dejarse sentir. El capitalismo persigue el máximo beneficio, ese es su objetivo fundamental. Llevado al paroxismo, el sistema hace que la riqueza se concentre en el 1% y haya un empobrecimiento generalizado en sectores del resto de la población.

Desde 2013 se viene negociado el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) entre la UE y Estados Unidos, así como el CETA, entre la UE y Canadá y el TISA, centrado en los servicios. Es una negociación rodeada de secretismo y total opacidad para hurtar a la ciudadanía lo que está en juego. Sus objetivos declarados son maximizar los intercambios comerciales entre los bloques económicos y potenciar la presencia de inversiones extranjeras. Para ello se pretende abordar las reglas de acceso al mercado, suprimiendo aranceles y liberalizando servicios; establecer las normas de cooperación reguladora y fijar mecanismos comunes de solución de las diferencias entre los Estados y los inversores. Esto último impediría la reversibilidad las privatizaciones realizadas por un gobierno que quisiera ejercer su soberanía y cumplir su programa electoral. Los negociadores norteamericanos exigen una mayor liberalización de los servicios y la disminución de las normas europeas y de los Estados miembros para que sus empresas multinacionales puedan entrar a hachazos en el mercado europeo.

Los conceptuados como “servicios” suponen dos tercios del PIB mundial. Desde el punto de vista de la educación, lo que más puede afectarle son los mecanismos para la desregulación de servicios del TTIP y CETA. Según la UNESCO, la educación es un tesoro fabuloso que se cifra en 2 billones de dólares al año. De ahí el interés económico para el capitalismo y sus empresas que no están dispuestas a renunciar a un suculento pastel.

Esta política de privatización de lo público para convertirlo en un nicho de negocio del capital financiero es una irresponsabilidad desde el punto de vista social y del interés general de los pueblos. La educación es un servicio fundamental, un derecho constitucional y un bien público. Pocas inversiones son más rentables social y económicamente. Además, todo lo que se invierte en educación-prevención se ahorra en reinserción o intervención en daños. En España estamos sufriendo una privatización de la educación que hace que seamos el tercer país de Europa (tras Bélgica y Malta) en presencia de enseñanza privada y concertada. Ello hace que cada vez se cuestione más si tiene sentido ahora la escuela concertada. Precisamente estos tratados de liberalización de los servicios servirían como excusa para intensificar el proceso privatizador. La derecha los aprovecharía para ir más lejos evitando el coste político. Quizá por ello, y a diferencia de otros gobiernos europeos como Francia, el de Rajoy no ha intentado condicionar dichos acuerdos: una de las pocas condiciones que ha puesto es que se asegure la solvencia financiera de las universidades y empresas que vengan a instalarse en España.

En Europa se están movilizando contra los tratados. Destacan las grandes manifestaciones de Alemania del 17 de septiembre, con cientos de miles de personas. Esta semana se desarrolla una movilización contra estos tratados en España convocada por organizaciones de la sociedad civil, ecologistas, ONG de desarrollo, campesinas, políticas y sindicales. El próximo 15 de Octubre se han convocado manifestaciones en dos decenas de ciudades españolas coincidiendo con el Día Internacional contra la Pobreza; también hay convocatorias en otras ciudades francesas. Los motivos están claros: “No a la pobreza, no a la desigualdad, soluciones con derechos: No a los tratados CETA, TTIP y TISA”. Lo que está en juego y las razones de la movilización se resumen muy bien por diferentes activistas en un magnífico vídeo (ver abajo) elaborado para la ocasión. Si no queremos que las personas, el medioambiente, la democracia y la soberanía de los pueblos sean relegadas a los intereses económicos de las grandes corporaciones, hay que salir a la calle para frenar esta agresión que, de aprobarse, solo traerá más pobreza, más desigualdad y más autoritarismo.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217884

Fuente de la Imagen: http://tonyfdez.blogspot.com/2016/07/10-hechos-sobre-la-educacion-en-africa-antes-europeos.html

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