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Educación mercantilista y género

Por: Carmen Rodríguez y Marina Melgarejo 

Es indudable que en la segunda mitad del s. XX se han producido cambios en la concepción de la igualdad y de los roles de género, lo que ha repercutido en la vida de muchas mujeres, pero estos cambios no han revertido el orden patriarcal e, incluso, han surgido nuevas fórmulas para retroceder en los logros conseguidos.

Las políticas neoliberales, competitivas y dirigidas al éxito, han hecho que las libertades individuales dominen sobre los valores democráticos, desplazando la igualdad. Nos hacen creer libres en cuanto a nuestras elecciones y con plena disposición de un futuro que en realidad se verá limitado por las condiciones en las que nacemos y crecemos, quiénes somos y qué tenemos.

Estas ideologías liberales hacen de la educación un medio para competir por trabajo, estatus y dinero y no un fin en sí misma, haciéndonos títeres del modelo consumista existente. En este marco las chicas y adolescentes vivirán una situación de mayor debilidad que antes, porque nacen en una supuesta igualdad conseguida, que no deja de ser un sexismo consentido, supuestamente elegido.

Mientras en épocas anteriores se justificaban las desigualdades sexuales existentes, ahora son las políticas de ajustes estructurales y los recortes del estado de bienestar, bajo el paraguas de la eficacia económica, las que crean nuevas desigualdades al desmantelar las políticas sociales que protegían a las personas más vulnerables.

La despolitización de los derechos sociales que son comunes a las mujeres, los convierte en problemas individuales y de libertad de elección; así la violencia de género es vista como un problema individual, de un cónyuge abusador, sin relación con la estructura patriarcal, la dependencia o las relaciones de poder. La prostitución, los vientres de alquiler y la discriminación sexual son problemas de elección particular y los cuerpos de las mujeres mercancías para la utilización de los hombres.

La situación de las mujeres se ve doblemente perjudicada: por un lado, por la pérdida de derechos sociales y, por otro, por el sometimiento a situaciones de empleo precarias, sobre todo para las mujeres de países del sur, que tiene consecuencias para la pérdida de derechos ya conseguidos, retrocediendo la igualdad.

La interdependencia mundial hace que lo que actúa sobre las mujeres de un lado del mundo afecte a las del otro. En primer lugar, los flujos migratorios de mujeres, el turismo sexual y el tráfico internacional de mujeres muestran cómo la estructura patriarcal se ve reforzada. En segundo lugar, la precarización de los empleos hace que las mujeres se incorporen cada vez en mayor medida al mundo del trabajo, pero como trabajadoras secundarias; reciben los peores trabajos y pagarán el “impuesto reproductivo”, que hará que tengan que multiplicar sus esfuerzos e incorporarse de una manera discontinua y más servil.

En este marco globalizado, donde priman los intereses del mercado sobre los derechos sociales, la educación colabora en el mantenimiento del sistema, por su intervención o por la ausencia de esta. Destacamos cuatro aspectos de la educación mercantilizada que perjudican especialmente a unas relaciones igualitarias entre los sexos.

La desvalorización de la vida íntima

Nos imponen una educación dirigida al mundo del trabajo y a competir, que ignora la vida íntima, las emociones, el cuidado y el bienestar común. Las mujeres siguen ocupándose mayoritariamente de la vida de los demás, quedando sin tiempo personal o para el compromiso político y social.

Hemos pasado en muy poco tiempo de una escuela de masas caracterizada por el pensamiento único que en vez de crear personas críticas forma a sumisos al sistema, a la deriva mercantilista y privatizadora de nuevas políticas educativas que solo buscan el éxito profesional y se caracterizan por la competitividad.

Este modelo excluye la vida con y para los demás porque fortalece la competitividad y la mentalidad práctica y egoísta que nos convertirá en sujetos devoradores del resto. La privatización de los centros y el modelo que persigue, que se limita a evaluar la capacidad memorística, segregando entre peores y mejores alumnos, no atiende a las diferencias, no enseña a convivir y se aleja de un modelo educativo personal que considere las necesidades del alumnado y esté vinculado al afecto, las emociones, el pensamiento y la creatividad.

El hecho de que las funciones de cuidado y atención no sean compartidas por los varones, ni valoradas en la escuela y socialmente, supone una pérdida para el bienestar de toda la sociedad y para el estatus y estilo de vida de las mujeres.

La hiper-sexualidad como nueva liberación

En esta desvalorización de la vida íntima, en oposición al trabajo y al mercado capitalista, entra una nueva consideración del cuerpo de las mujeres exaltando la hiper-sexualidad como una nueva liberación.

Las adolescentes y jóvenes son las más expuestas porque los medios culturales y de comunicación, el consumo y la sociedad les reclama “gustar a toda costa”.

Los medios de comunicación construyen mujeres inseguras a partir de cánones de belleza imposibles, para que consuman productos y ropa que “resalte su belleza” y así puedan afianzar su autoestima. Así las jóvenes llevan ropa y exhiben fotos solo con la intención de gustar y someterse a lo que a ellos les gusta, excusándose en su libre elección y en un falso feminismo.

La escuela es ajena a esta nueva esclavitud, que está originando una alta violencia de género que empieza en la adolescencia.

Lejos del antiguo dominio del cuerpo de las mujeres con el recato y la posesión por parte de las parejas, esta hiper-sexualidad, de formas perfectas, no es más que una nueva dominación que vuelve a esclavizar el cuerpo de las mujeres y sus sentimientos. Se refuerza a su vez la objetivación de su propiedad individual para que sea responsabilidad de cada persona, mientras se invisibilizan los factores externos que condicionan las elecciones y la desigualdad.

El mito de la libertad de elección

La libertad de elección es un postulado neoliberal que plantea que se puede acceder a todo lo que se desea, sin existir barreras y sin estar determinados por la pertenencia a una clase social, etnia o género. Se considera que las elecciones no están condicionadas y que todas las personas tienen las mismas posibilidades de realizarlas.

La elección es otra opción ideológica de las políticas mercantilistas que perjudican a las chicas en su derecho a la educación fomentando la segregación por sexos. La enseñanza diferenciada por sexos está planteada por la LOMCE y por movimientos conservadores en todo el mundo representando una vuelta atrás en los derechos conseguidos en la educación de las niñas. La condición de matricular a una niña en un centro de estas características no da lugar a la libertad de elección, al menos para ella, ya que es educada de una forma diferenciada y posiblemente estereotipada.

En nuestro país se ampara en un Convenio de la UNESCO del año 1960, que se estableció para garantizar la escolarización de las niñas en aquellos países con legislaciones muy restrictivas con respecto a las libertades de las mujeres.

Aunque las razones utilizadas para reclamar una enseñanza diferenciada por sexos son los mejores rendimientos conseguidos por las chicas, el hecho es que son los colegios de ideología religiosa ultraconservadora, Opus Dei y Legionarios de Cristo Rey, los que mantienen las diferencias entre sexos defendidas por la ideología de la Iglesia Católica y amparadas en que hombres y mujeres se eduquen separados porque tienen destinos diferentes.

El conocimiento escolar

No es nuevo el análisis de los contenidos escolares en su contribución al mantenimiento del sexismo, aunque ahora adquiere una nueva dimensión en una educación dirigida a la formación individual y competitiva para el mundo laboral. Los usos, las costumbres y lo esperado de forma estereotipada adquiere carta de naturaleza cuando los libros de texto lo convierten en el conocimiento legítimo.

Actividades y atribuciones diferentes para mujeres y hombres, relaciones afectivas caracterizadas sexualmente, representaciones ante la vida que distinguen entre quien domina y quienes ocupan un papel complementario, pasivo e invisible; protagonismo masculino y mujeres ausentes. Todo ello reafirma la realidad presente de la que los textos solo dan cuenta en un modelo de conocimiento estático y nada transformador.

La fuerte concentración en el presente, la creencia en las certezas del conocimiento y la falta de de-construcción crítica del pasado, sirven de reclamo para teorías conservadoras. Renace de nuevo el determinismo biológico que considera los comportamientos de chicos y chicas como la consecuencia de su naturaleza diferenciada y no como la consecuencia de sus contextos y experiencias, y se convierte, por su propia esencia, en una teoría de límites para chicas y chicos. Argumentos que vienen a apoyar la existencia de escuelas segregadas porque el rendimiento es mayor en las chicas que en los chicos. La eficacia del sistema educativo se mide por el desempeño de unos objetivos disparatados, no por la formación ciudadana. Los estereotipos sexuales actúan hoy día de forma más potente que nunca porque se promociona el determinismo biológico como la línea de pensamiento más moderna y rompedora, sin tener en cuenta su larga historia anterior, múltiples veces desmentida.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/11/04/educacion-mercantilista-genero/

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España: Activistas y organizaciones convocan un encuentro estatal el próximo 10 y 11 de febrero en Salamanca Por la Amnistía Social, en común y desde abajo contra la represión

España/21 de Noviembre de 2016/Rebelión

Luchas mineras, huelgas generales, escraches, “rodea” los parlamentos, marchas y desahucios, conflictos estudiantiles, concentraciones, cortes de carreteras y polígonos en defensa de una vivienda digna; el 15-M, las okupaciones, mareas (blancas, verdes, azules, negras…), las marchas de la dignidad, en defensa del derecho al aborto y los derechos de las mujeres, los discapacitados, los preferentistas, contra la represión…Miles de personas se han enfrentado durante los últimos años a la legalidad establecida, en defensa de sus derechos y de lo público. Éste es el punto de partida de la propuesta Amnistía Social: “Nos han desdibujado e insultado sin compasión a través de sus medios de desinformación”. Hablan, incluso, de un “genocidio de baja intensidad”, en la que el Estado ha emprendido una acción represiva y desmedida en defensa de quienes son responsables de la actual situación de emergencia social. Dicho en otros términos, se establecen represalias por pedir cosas tan elementales como el final de los desahucios o buscar comida en las basuras.

El 10 y 11 de febrero de 2017 se celebrará en Salamanca el cuarto encuentro estatal de la iniciativa Amnistía Social. La idea surgió hace aproximadamente dos años en una comarca valenciana, L’Horta, de la mano de la Koordinadora de Kolectivos del Parque Alcosa (barrio adscrito al municipio de Alfafar donde viven cerca de 10.000 personas, con un 70% de la población por debajo del umbral de la pobreza) y personas de la extinta Asamblea Antirrepresiva del 15-M de Valencia. El objetivo, una respuesta colectiva a la miríada de episodios represivos ocurridos en los últimos años. La Coordinación Baladre de luchas contra la pobreza, el sindicato CGT y Ecologistas en Acción se adhirieron a la propuesta. Las primeras jornadas de ámbito estatal se celebraron en septiembre de 2015, en Madrid. La PAH, la CNT, 25-S Madrid, familiares y amigos de los encausados por “Rodea el Parlament” y Can Vies asumieron la Amnistía Social en el siguiente encuentro, celebrado en Valencia (febrero de 2016). Desde el primer día definieron la iniciativa como una respuesta “en común y desde abajo a sus bestialidades y pretensiones de dominarnos”. En la siguiente cita, en Málaga (mayo de 2016), participaron personas y colectivos de Madrid, Alicante, Andalucía y Valencia. Cuatro meses después, se produjo el Encuentro de Madrid, organizado por Ecologistas en Acción. Allí se acordó avanzar en la elaboración de un mapa de la represión por territorios; habilitar una página Web (prevista para diciembre), además de cuentas en Facebook y Twitter; y constituir grupos de trabajo por áreas, como feminismo, cultura, empobrecimiento o derechos sociales. La agenda se completó entre el pasado 16 y 21 de julio, con la caravana-marcha por la Amnistía Social entre Valencia y Alicante organizada por Baladre.

219323_2Califican la situación como “excepcional”. Exigen, en consecuencia, la derogación inmediata de las “leyes represoras”: Ley Orgánica 1/2015 de Reforma del Código Penal; Ley sobre Protección de la Seguridad Ciudadana; Ley 5/2014 de Seguridad Privada; la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal o la Ley Orgánica 2/2015 de Reforma del Código Penal en materia de terrorismo. ¿Qué implica, en concreto, la Amnistía Social? Los activistas desarrollan la idea en un decálogo de reivindicaciones; en primer lugar, la supresión de todas las causas penales abiertas en los juzgados, derivadas de protestas contra los recortes de derechos laborales y sociales; además, la anulación de todos los procesos y expedientes sancionadores en contra de los manifestantes; la eliminación de cargos delictivos para quienes se enfrentaron a intervenciones policiales en desahucios, huelgas generales y otras luchas; en relación con el punto anterior, la libertad de los presos por estas causas; asimismo, la desaparición de toda ficha penal y antecedentes archivados que provengan de las protestas sociales; los tres últimos apartados exigen la supresión de leyes y mecanismos represivos: la ley del menor, la ley de extranjería, el cierre de los CIE, las “listas negras”, los “montajes” policiales, las torturas y el régimen de incomunicación en las prisiones (Fies).

“La idea es combatir la atomización de casos y la dispersión de fuerzas; lo importante es tener claro que quienes practican la represión son siempre los mismos”, explica Jesús Arteaga, activista por la Amnistía Social. Dicho en otros términos, que quienes padezcan un caso de represión, reciban la solidaridad de otros grupos: “Si nos tocan a una, nos tocan a todas”. Arteaga considera que la estrategia del poder es infundir miedo y aislar a los grupos que protestan en la calle. Lejos de dogmas y jerarquías, el modelo organizativo que se perfila en torno a la Amnistía Social se asemeja a la del Movimiento contra la OTAN, que incorporaba asambleas, comités, diferentes espacios y plataformas sectoriales, entre la diversidad de fórmulas. “Lo importante es que sea una propuesta de todas, la idea de confluencia”, agrega Jesús Arteaga. Se trata de un espacio de coordinación que avanza en difundir la idea de Amnistía, pero no de un modo cerrado: “Cada grupo o individuo la puede interpretar a su manera, según su realidad”, subraya el activista Manolo Bayona. Además del decálogo reivindicativo, les une una consigna sencilla y fundamental: todo lo social es político, pero no todo lo político es social. En concreto, han convocado para el próximo 23 de diciembre un “día de acciones descentralizadas” en todo el estado, que incluya –además de la Amnistía Social- luchas locales. Encierros, pintadas, charlas, concentraciones…

Ese día la Campaña por la Renta Básica del País Valenciano convocará una manifestación en la que se reivindicará, también, la Amnistía Social. Esto concuerda con el principio de actuación que se está manteniendo, resalta Jesús Arteaga: “La Amnistía Social no es una campaña, sino un proceso de extensión de la idea por los colectivos que sufren la represión; que incorporen la propuesta a sus prácticas”. Además se están generando materiales de apoyo: chapas, camisetas en diferentes idiomas o listas de correo para difundir las denuncias. ¿En el ámbito del estado español? “Esto no es una estructura estatal, no queremos estructuras sino espacios de puesta en común”, insiste Manolo Bayona. Cada cuatro meses celebran, en diferentes ciudades, jornadas de refuerzo e intercambio de experiencias. La tarea requiere un trabajo ímprobo, por la multiplicidad de casos. El pasado cuatro de noviembre se cumplió un año de la detención por orden de la Audiencia Nacional de seis personas del colectivo Straight Edge de Madrid, en el contexto de la llamada “Operación ICE”. De ideología anarquista, vegana y en contra de cualquier tipo de drogas, uno de los miembros del colectivo, Nahuel, permanece en prisión preventiva y a la espera de juicio; en sólo un año ha pasado por las cárceles de Soto del Real, Navalcarnero, Estremera, Morón de la Frontera y Aranjuez.

El ocho de noviembre de 2016 la policía nacional abordó en sus ciudades de residencia a los 13 integrantes del grupo de Hip Hop “La Insurgencia” (todos los residentes en el estado español, salvo un menor de edad). Se les requisó, según informaron en un comunicado, todo el material electrónico que llevaban consigo y se les citó a declarar nueve días después en la Audiencia Nacional. El motivo de la imputación, presuntos delitos de enaltecimiento del terrorismo, incitación al odio, asociación ilícita y contra las instituciones del Estado. El mismo día tuvo lugar la detención de 15 miembros de la Peña Bukaneros del Rayo Vallecano (tres de ellos, menores) y otra del colectivo de Moratalaz, “Distrito 14”. La policía acusó de una supuesta agresión a los miembros de Bukaneros, que quedaron en libertad tras prestar declaración ante el juez. En el listado podría agregarse al activista Diego Lores, detenido en enero de 2015 por supuesto delito de atentado contra agentes de la autoridad y lesiones. El activista había participado en las protestas por el traslado de un barco a la rotonda ubicada en el barrio de Coia (Vigo). Una de las críticas a esta iniciativa era el elevado coste del traslado, al tiempo que se desatendían las necesidades básicas de la población. La fiscalía ha pedido el sobreseimiento del caso.

El joven malagueño y militante del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Francisco Molero, acudió a la convocatoria de “Rodea el Congreso” en Madrid el 25 de abril de 2013. Fue detenido por agentes de la policía nacional, juzgado en la Audiencia Provincial de Madrid y condenado en noviembre de 2015 a cinco años de prisión y más de 16.000 euros en concepto de multas e indemnizaciones. Un caso más reciente en la extensa nómina de represaliados son las 45 familias de las Corralas de la Dignidad de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), cuyo juicio comenzó a finales del pasado mes de marzo. A las acusaciones por un presunto delito de usurpación, respondían con una apelación a la justicia social: “Ni casa sin gente, ni gente sin casas”. Pero con independencia de la pluralidad de ejemplos, tal vez marque un hito la aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana. Eldiario.es publicó un balance a partir de las cifras recabadas tras una petición de información al gobierno, que arroja conclusiones palmarias. Durante los siete meses posteriores a la entrada en vigor de la ley, se tramitaron más de 40.000 sanciones en virtud del nuevo texto legal. Uno de los apartados que llama la atención es el de las sanciones por “faltar el respeto a los miembros de las fuerzas de seguridad” (6.217 sanciones tramitadas en el citado periodo); además, se tramitaron 3.700 sanciones por desobediencia, resistencia a la autoridad o negarse a la identificación.

Otro ángulo del que se pueden enfocar las políticas represivas se incluye en el libro “Los gobiernos españoles contra las libertades” (Akal), de Pascual Serrano y Juan García Mollá. Constatan una tendencia que no resulta una novedad: con 161 presos por cada 100.000 habitantes, el estado español posee la tasa más elevada de población carcelaria en los países de la Europa occidental. Esta realidad convive con el hecho de que España cuente con una de las tasas de criminalidad más bajas de la UE (46,1 delitos por cada 1.000 habitantes, frente a la media comunitaria de 62,8). ¿Quién ingresa en prisión? Los autores destacan que el 42% de los reclusos entran por delitos patrimoniales como hurtos o robos, entre los que no se hallan los de “guante blanco”, “que se cometen desde los despachos de empresas y entidades financieras”. El 34% cumplen condena por delitos contra la salud pública (tráfico de drogas). La media del tiempo de estancia en prisión en España es, además, muy superior al del resto de países de la UE (16,9 meses de cumplimiento de condena, frente a los 10,4 meses de promedio en la Europa occidental).

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=219323

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Boaventura de Sousa: “Hay que repensar cuanto antes la política de izquierda”

Entrevista a Boaventura de Sousa

Por: Sergio Segura

Boaventura de Sousa Santos es autor de varios libros, entre los que se destacan Epistemologías del sur y Hacia una sociología de las ausencias y de las emergencias; en ellos cuestiona la epistemología occidental dominante y los contextos culturales de la “producción y reproducción del conocimiento”. Parte de sus aportes académicos han estado orientados a acompañar diversos movimientos sociales latinoamericanos. Lanzas y Letras y la Fundación Rosa Luxemburgo retoman este diálogo dado en el cono sur sobre el panorama político de América Latina, las izquierdas europeas y el análisis de perspectivas organizativas cimentadas desde los movimientos populares.

¿Cómo se ven las organizaciones sociales latinoamericanas desde Europa?

En Europa tenemos otra noción del territorio, porque Europa se ha aprovechado del saqueo, de los recursos naturales. Ahí tenemos otros problemas, no solo la explotación capitalista sino la dominación colonial y patriarcal. En Europa el colonialismo no surge por el territorio sino por el racismo, ahora más con todos los inmigrantes y refugiados; es una vergüenza, es lo peor de la trayectoria colonialista de Europa.

Los movimientos sociales a veces excluyen el colonialismo; con el movimiento de Los Indignados (también llamado Movimiento 15-M por las protestas en España desde 2011) hicimos reuniones en España y Dinamarca, y nos dimos cuenta que los movimientos de lucha contra el capitalismo rara vez incluyen a los inmigrantes, y mucho menos a los que buscan asilo político; son invisibles, son los otros ausentes, son los indígenas de Europa, no son considerados como sujetos políticos. En Europa tienes el racismo como forma de colonialismo combinado con capitalismo y naturalmente con patriarcado. En América Latina, en India y en África el problema es por territorio, claro que hay otros problemas como el de las mujeres o la economía informal, pero la cuestión del territorio surge porque realmente es un problema planetario.

Este neoliberalismo es de raíz financiera, pero busca la especulación con una forma de acumulación primitiva. Como decía Rosa Luxemburgo, esa es una constante del capitalismo, no una fase del capitalismo, y hoy se manifiesta con el saqueo del territorio mucho más intensivo que el colonialismo, porque la maquinaria que no existía en el tiempo colonial permite hoy saquear los recursos de una manera más intensa: despojo, desplazamiento de poblaciones, expulsión de la gente. Estuvimos en Mozambique y en Zimbabue y es lo mismo, pero con diferentes perfiles. En África no tenemos el problema indígena, porque todos son indígenas, por así decirlo. En cada país la tierra funciona de manera distinta porque el colonialismo fue distinto. En América Latina la independencia fue obtenida por los hijos de los colonos, en África son pueblos originarios los que conquistaron la independencia, son problemas distintos.

sou1¿Qué posibles diálogos pueden existir entre las izquierdas europeas y las de América Latina?

Parte de mi trabajo los últimos 10 años ha sido en la crítica radical a las izquierdas europeas para refundarlas, reinventarlas; por otro lado, aprovechar todas las energías que surgieron en este continente los últimos 15 años. Hubo una izquierda que se mantuvo con un carácter genuino de búsqueda de socialismo; la gran mayoría, sobre todo los socialdemócratas, se vendieron al capitalismo, a la llamada ‘tercera vía’, en el caso del Partido Laborista inglés. En Alemania es un desastre porque prácticamente la izquierda no existe. Los socialistas que están en el poder no ofrecen ninguna política novedosa para Europa, los socialistas alemanes son los que han sido más duros con los países del sur de Europa, con la izquierda de Syriza en Grecia, por ejemplo. Eso es muy difícil de entender. Pero ahí viene la renovación desde dos factores: el primero es que los jóvenes que estaban formados para la política socialdemócrata, que no contribuye en nada a ninguna perspectiva socialista o poscapitalista en Europa, pasaron algún tiempo en América Latina con los gobiernos progresistas de Venezuela, Bolivia, Ecuador, también Brasil, y aprendieron mucho de este continente, aprendieron no solo a mantener la idea del socialismo del siglo XXI, sino también formas de democracia participativa. Esto fue lo que de alguna manera pasó a ser utilizado por los jóvenes inconformes con los socialdemócratas, por ejemplo en España con los consejos de ciudadanos de Podemos, con algunos problemas que se pueden discutir; también está Syriza, una trayectoria propia de una disidencia del partido comunista; por la misma línea está el bloque de izquierda en Portugal. Son partidos que están buscando reinventar la izquierda a través de alianzas e interconocimientos que han sido originados en América Latina.

Europa realmente no tiene nada que enseñarle al mundo, tampoco puede aprender por la tradición colonialista que tiene, pero algunos jóvenes como Los Indignados, entre otros movimientos, han intentado aprender con la experiencia latinoamericana. El problema con estas experiencias es que muchos partidos se olvidaron de la renovación política debido al modelo de desarrollo que se seguía, el único que lo intentó fue Hugo Chávez, pero de una manera muy carismática; ya sabemos que todo poder carismático depende del líder, y cuando el líder se va el poder se queda en vacío. Así pasó en Venezuela por la debilidad de las instituciones y los movimientos sociales, toda la movilización de izquierda vino desde arriba, al contrario de lo que pasó en Brasil y Argentina.

En este momento estamos en una fase de reflujo en América Latina y en Europa con algunas novedades, por ejemplo, el hecho de que en Portugal en este momento tengamos un gobierno de izquierda donde el partido socialdemócrata ha abandonado la tercera vía y se ha aliado con los comunistas y con el bloque de izquierda, donde está la izquierda socialista que es luxemburguista. Entonces está el aprendizaje desde el sur y el temor a la derecha revanchista, o a la extrema derecha como en Polonia, Hungría, Alemania. Ante el temor a la extrema derecha, la izquierda se está uniendo; por eso es que tenemos este gobierno en Portugal, por el temor de tener cuatro años más de una derecha totalmente revanchista que quería destruir todo lo que habíamos conquistado en los últimos 40 años.

De acuerdo a tus textos, tienes críticas al Estado-Nación, a la vez aprecias la construcción de un ‘Estado plurinacional’ en países de América Latina. ¿Qué saldo organizativo proyectan estas experiencias? Frente al actual giro conservador, ¿cuál es tu balance de la relación Estado-movimientos sociales?

La política de izquierda hay que repensarla cuanto antes. No es fácil, en algunos países es muy difícil porque los partidos de izquierda generaron sectarismo interno que liquida la disidencia. Quien tiene la posición crítica es echado o silenciado. Es necesario repensar la lógica de partido como existe. Los partidos, de ninguna manera, pueden tener el monopolio de la representación, hay que encontrar otras formas desde la democracia participativa, de los ciudadanos, de los movimientos sociales, tienen que tener una palabra fuerte de la renovación política. Hay que crear otras figuras políticas, eso es algo que está por hacer. Por otro lado, pienso que casi todos los gobiernos se vendieron a un modelo de desarrollo que acompañaron con una incidencia histórica que pareció muy buena pero que al final fue desastrosa.

El hecho de que la avanzada de los precios internacionales coincidiera con estos gobiernos y que pudieran tener alguna plata, sin cambiar la estructura de poder, sin cambiar las jerarquías sociales, sin cambiar la estructura de clase, sin cambiar el Estado, que podía generar alguna redistribución social, con algunos casos significativos como el de Brasil donde más de 45 millones de personas salieron de la pobreza… eso no se puede olvidar.

El costo social fue muy grande para los pueblos indígenas y campesinos, no fue un sistema sostenible porque estaba basado en los precios internacionales, no se luchó para que hubiera, por ejemplo, una reforma fiscal. Los ricos siguieron sin pagar impuestos y vemos que su plata está en los paraísos fiscales. Si esa plata pagara impuestos tendríamos salud para todos, educación de buena calidad. Esta izquierda va a tener que refundarse, básicamente porque la que hubo en la última década no es sostenible, después de la crisis interna en algunos casos hubo corrupción, con todo lo que puedas imaginar, por eso exige una renovación. En algunos países van a surgir partidos nuevos, en otros no es posible pero quizás hay partidos que se van a refundar. Algo dramático tiene que ocurrir. A menos que la derecha revanchista sea tan revanchista que gobierne de una manera tan desastrosa que los gobiernos de izquierda puedan volver rápidamente sin reconstruirse, ahí podemos tener un periodo de estabilidad a corto plazo.

Desde las ciencias sociales hay abordajes que obturaron el diálogo con los procesos sociales comunitarios que asumieron su opción por los gobiernos progresistas, con términos como “populismo”. ¿Qué desafíos quedan de este diálogo entre saberes académicos y saberes populares, conceptos que trabajas durante tu trayectoria investigativa?

Esos términos en América Latina son parte del debate, porque ya había una trayectoria en ese sentido. El concepto de ‘progresismo’ debería ser una cosa positiva, pero ahora es una mala palabra para muchos compañeros y colegas de izquierda con quienes tenemos algunas divergencias. El populismo en América Latina, sobre todo en Argentina, un patrimonio intelectual debido al trabajo de Ernesto Laclau, no se ha aceptado mucho fuera de Argentina, porque no es una buena hipótesis para hablar de lo popular.

Lo nacional-popular es una posición que toma un gobierno por ‘los de abajo’ y que tiene algún respeto por la soberanía nacional; pero allí puede haber fascismo y también clases de abajo, por eso se puede hablar de lo nacional-popular como se pudo hablar en Bolivia con el libro de René Zabaleta Mercado. Hablar de populismo se transformó en una manera de estigmatizar la izquierda por parte de la derecha, entonces cuando se dice que la derecha es populista es un elogio para ellos, no les molesta que les llamen populistas, cuando dicen que la izquierda es populista es para decir que la izquierda no es creíble. Ahora, todos los intentos por mejorar la vida de la gente, de defender derechos, son considerados populistas. El populismo es una trampa, se volvió en contra de quienes crearon la teorización del populismo. Discutí con Ernesto Laclau y con Chantal Mouffe (intelectuales posmarxistas) que nunca fue un significante vacío sino un significante vaciado, yo por eso prefiero los significantes dudosos, mejor lo nacional-popular que el populismo.

sou2¿Qué opinión te suscita la coyuntura colombiana en el marco de las ‘pedagogías de paz’ para darle fin al conflicto armado que aqueja al país hace más de medio siglo?

Desde los años 90 empecé a trabajar en Colombia, me apasiona. Fue un periodo de tanta violencia… pero también de mucha creatividad de los movimientos sociales. Durante un proyecto en el que estaba mataron a 15 padres jesuitas del CINEP (Centro de Investigación y Educación Popular); a cada momento que matan a un cura otro movimiento surge, con otra gente, por los derechos humanos. Es fabulosa la energía del país. Los movimientos sociales son la esperanza de Colombia, hay un Congreso de los Pueblos que está siendo representado en varios países. Hay que hacer pedagogía de paz como alternativa contrahegemónica porque [el presidente, Juan Manuel] Santos ya hizo su pedagogía de paz, que es sacar a la guerrilla para profundizar la minería. Para mí simplemente es así.

Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), por su naturaleza política, hicieron un proceso de negociación muy cerrado en La Habana (Cuba), sin gran participación popular de las comunidades. El ELN (Ejército de Liberación Nacional) es distinto, quiere que sea un proceso de más participación social, de asambleas populares, movimientos sociales; no sé si lo va a lograr, pero la idea de una pedagogía de paz contrahegemónica me parece importante, no solamente para Colombia sino para todo el continente, porque vamos a tener guerras de baja intensidad que ya están emergiendo, y “baja” entre comillas en muchos territorios, porque se trata de masacres de pueblos indígenas, entre otros.

La afectación del nivel de vida en Argentina ha sido considerable tras el cambio de gobierno, al igual que la represión. ¿Qué retos enfrentan las organizaciones sociales que están en la oposición? ¿Cómo se puede dar la discusión de los “derechos que se perdieron”?

El gobierno de Mauricio Macri entró a hacer una ruptura con todo el periodo anterior, esto creó perplejidad entre los movimientos, se quedan paralizados sin saber cuál va a ser el contexto político, sin claridad de cuáles son los aliados, enemigos o adversarios. Aquí surgen muchas diferencias, pero también hay avances. Hace un par de años, por ejemplo, la cuestión indígena no se discutía en Argentina, ni negros ni indios. Hoy en día al menos se reconoce que son invisibles y están marcando una agenda a partir de su exclusión, que como digo normalmente, son exclusiones radicales; en sus territorios no hay derechos porque hay apropiación violenta, muerte y saqueo. Es difícil, porque a veces viven en zonas remotas que los pobladores urbanos no conocen. Lo más importante de los encuentros de organizaciones es que se conozcan, que estén intercambiando ideas.

Yo creo que hay que recuperar los derechos. No hay una zona de derechos en nuestras sociedades coloniales sino, insisto, una zona de no-derechos, de gente que está en zonas de despojo, de violencia, de apropiación. Frantz Fanon, un gran teórico que me gusta bastante, le llamaba “zonas de no-ser”: no existen. Ahora entra un gobierno de derecha que dice que los trabajadores tenían demasiados privilegios, y que hay que rebajar todos los derechos, en Portugal fue así, a punto de intentar eliminar lo que llamamos ‘la concertación social’, que es negociación colectiva de contratos, como están haciendo en los Estados Unidos, contratos individuales entre el patrón y el empleado, un fascismo sobre la forma contractual, porque son dos personas que no tienen el mismo poder; si no acepta las condiciones del patrón, ¿qué va hacer? Tenemos que ver que esos derechos tienen que ser recuperados, no hay otra forma de luchar por eso, y eso es muy difícil porque el capitalismo financiero que tenemos hoy logró transformar el trabajo en un recurso global, pero prohibió la posibilidad de un mercado global de trabajo: los sindicatos no se pueden unir, los trabajadores no se pueden organizar, hay federaciones mundiales pero no hay eficacia en ninguna en este momento. Cada vez hay más trabajadores pero cada vez menos identidad obrera; sin embargo, Argentina tiene mucha, estuve en una universidad creada por sindicatos, la única en el mundo que conozco. El sindicalismo está vivo, dividido por cierto, pero están intentando ver que realmente se necesita más unidad. El problema es cuando olvidamos los derechos de los indígenas, cuando no diferenciamos las clases sociales y se homogenizan las lógicas de las diferentes luchas, en sus diferentes tiempos y con sus diferentes alcances.

¿Cuáles son los resultados de los talleres realizados en diferentes partes del mundo como parte de la Universidad Popular de los Movimientos Sociales?

Han participado diferentes intelectuales comprometidos, que son minoría, porque la mayoría son movimientos diversos. Ha sido significativo que las personas hablan de manera abierta, y nos damos cuenta de las diferencias y de las convergencias, hablan sin tutela ni conocimientos privilegiados. Los talleres son una manera muy simple de contribuir a una visión más amplia entre movimientos, se invierte tiempo y dinero porque tenemos como objetivo un cambio político, transformador, emancipador. Es importante que la gente vea que detrás de esto no hay grandes organizaciones, por eso las síntesis que hacemos son novedosas, porque dependen de los contextos específicos.

Fuente: http://www.marcha.org.ar/hay-que-recuperar-los-derechos-en-argentina-boaventura-de-sousa-santos/

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Chomsky: Trump es el resultado del miedo y de una sociedad quebrada por el Neoliberalismo.

Por: HispanTV. 10/11/2016

La popularidad del candidato presidencial estadounidense Donald Trump se debe al “miedo” y es el resultado de una “sociedad quebrada” por el neoliberalismo, asegura el célebre politólogo Noam Chomsky.

“Las personas se sienten aisladas, desamparadas y víctimas de fuerzas más poderosas, a las que no entienden ni pueden influenciar”, consideró el intelectual, que cargó contra el candidato republicano en una entrevista con el portal de noticias estadounidense Alternet publicada esta semana.

Chomsky, de 87 años, afirmó que su edad le permite comparar la situación actual en la campaña electoral de Estados Unidos con la década de 1930 durante la que Estados Unidos sufrió la llamada Gran Depresión económica.

La pobreza y el sufrimiento entonces “eran mucho mayores”, sin embargo incluso entre los pobres y los desempleados existía “una sensación de esperanza, que hoy falta”, estimó el académico, que la atribuyó “al crecimiento de un movimiento laboral militante” y a la “existencia de organizaciones políticas ajenas a las corrientes principales”.

Por ello, el crítico de la política norteamericana expresó que la popularidad de Trump es producto de la ruptura social causada por las políticas neoliberales. “El miedo, junto con la ruptura de la sociedad en el periodo neoliberal” explican lo que el entrevistador llamó el “sorprendente avance de Trump” en los sondeos electorales de EE.UU.

Añadió que el hecho de que el precandidato Bernie Sanders y el líder del Partido Laborista de Reino Unido, Jeremy Corbyn, que lideran las ideas populares implementadas en el siglo XX, sean etiquetados ahora como extremistas, apunta a que el espectro político completo “ha virado a la derecha durante el periodo neoliberal”.

Chomsky contribuyó a la campaña del candidato demócrata Bernie Sanders en el pasado, sin embargo, afirmó que votaría “sin duda” por la también demócrata Hillary Clinton si se viviera un “swing state”, el estado que en cada elección oscila entre demócratas y republicanos.

En otra entrevista en enero, el también lingüista y activista estadounidense elogió a Sanders, aunque consideró que no tiene “demasiado chance” debido al sistema de elecciones “en gran parte compradas” que rige en Estados Unidosy también advirtió de que la victoria de los republicanos en las elecciones presidenciales que se celebran este año tendrá graves consecuencias para la humanidad.

Entre las polémicas propuestas de Trump, figura la de negar la entrada al país a los musulmanes de forma “total y completa”, la de construir un muro que separe a México de Estados Unidos, insultando y usando retórica antiinmigrante al sugerirlo. El magnate también ha lanzado insultos e improperios a los candidatos contra los que compite incluso en su propio partido y ha proferido comentarios misóginos.

Fuente: http://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/216514/chosmky-trump-miedo-sociedad-quebrada

Fotografía: plus.google

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La mujer en diez noticias breves

Por: Nazanín Armanian

El retroceso que han sufrido los derechos de la mujer a nivel global en las últimas tres décadas, a causa del agresivo avance del neoliberalismo militarizado y la injusta derrota (que no el fracaso) del socialismo, nos invita a replantear dos principales cuestiones: las prioridades del movimiento feminista a nivel mundial y regional y la búsqueda de formulas para hacer irreversibles los derechos conquistados. Aún hoy, las élites misóginas de 155 países se benefician de leyes que, bajo el nombre de dios, la tradición o la conveniencia, discriminan con impunidad a de la mitad de los ciudadanos.

Las mujeres fueron noticia en octubre por:

Las leyes de decenas de estados permiten que “niños varones de ocho y nueve años se casen con señoras de 40 o 50 años. Miles de chicos mueren la misma noche de bodas por las hemorragias o palizas que reciben para silenciar sus llantos. ¿No lo sabía? ¡Bueno, notica falsa! Son millones de niñas de estas edades, y siempre pobres, forzadas a convertirse en esclavas -esposas de hombres pedófilos-. Miles de ellas mueren el mismo día en el que los adultos (protegidos por las leyes o las malditas tradiciones preservadas por los poderes), les encierran en un cuarto con un hombre para que haga con ellas lo que desee. Rawan, una yemení de ocho años murió por la rotura uterina.

Dice Save the Children que cada siete segundos una niña menor de 15 años es casada. Las que sobreviven a la noche de terror pueden perder su vida en el primer parto. UNICEF, que insiste en que la educación transforma la vida de estas niñas y “les permite salir de la pobreza, reducir la mortalidad infantil y favorecer el crecimiento económico”, falta a la verdad y lo sabe. En algunas sociedades de Oriente Próximo las mujeres constituyen la mayoría de la población universitaria, y curiosamente gozaban de más derechos hace 40.o60 años que ahora bajo las dictaduras fundamentalistas y en medio de guerras imperialistas.

Dar prioridad a la educación es una cortina de humo para cubrir el principal problema de las niñas y mujeres: la feminización de la pobreza, y los conflictos bélicos por los que mueren cada día miles de niñas. Saber leer y escribir no les salva de estas desgracias. Por eso, se equivoca la niña paquistaní Malala Yousafzai, a la que el sistema le otorgó el premio Nobel de la Paz ,al afirmar: “Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo”. En su encuentro con Barack Obama, no le echó en cara que fue EEUU quien creó el yihadismo en 1978. Los mismos que le dispararon a ella, envenenan el agua de las escuelas, lapidan a las mujeres y destruyen sus medios para vivir sin que sus posibles títulos académicos sirvan de salvoconducto, todo lo contrario. Sólo en Iraq, y sólo durante los bombardeos del 1991 durante la Guerra del Golfo Pérsico, EEUU destruyó unas 10.000 escuelas y casi todas las universidades, y tras el embargo que le impuso al país, prohibió artículos como lápices, papel y material informático, garantizando el regreso de Irak a la Edad de Piedra.

El Parlamento Europeo entregó el Premio Sájarov a la libertad de Conciencia 2016 a las activistas kurdo-sirias de la religión izadí, Nadia Murad y Lamiya Aji Basha, ex esclavas sexuales de Daesh. ¡Enhorabuena a las premiadas! Aunque, por un lado este grupo también ha violado y asesinado a cientos de mujeres árabes, turcomanas y de religiones chiíta, sunita y cristiana, entre otras. Por otro, la actual atención prestada a los kurdos por los organismos y países de la OTAN no es desinteresada: Hillary Clinton propone que los kurdos sean el Bulldozer de las tropas de EEUU en la zona.

Las mujeres y hombres refugiados empezaron a desaparecer de los medios cuando de repente apareció Nujeen Mustafa, la niña siria que con su silla de ruedas había llegado a Alemania cruzando nueve países. Me acordé de Paloma Soroa, la incansable luchadora por los derechos de los discapacitados, y me pregunté: ¿cómo es la vida de una mujer muda, sorda, ciega, o en una silla de ruedas en Afganistán, Yemen, Irak? Recomiendo el libro Mujeres, comunicación y conflictos armados.

El 66% de las cerca de 400 niñas nigerianas que habían conseguido huir de los terroristas de Boko Haram (¡y sin la ayuda prometida de varios países!) han sido agredidas sexualmente por los miserables oficiales del campo de refugiados. Su cuerpo o sus miedos son monedas de cambio para conseguir un vaso de agua, un trozo de pan.

En Polonia, decenas de miles de mujeres ocuparon las calles o hicieron “huelga doméstica”, dejando de realizar las tareas de casa, en protesta por la penalización del aborto. ¡Y consiguieron parar el proyecto de ley! A los dirigentes polacos, que se rasgan las vestiduras por la destrucción de una células a las que llaman “niño”, no les tiembla la mano lanzar bombas sobre Irak y Afganistán, matando a las personas formadas y nacidos.

Quince mujeres indias, entre ellas LaDonna Allard y Jaslyn Charger, pertenecientes a la tribu Sioux, son dirigentes de la resistencia a los militares que protegen la construcción del gaseoducto del sur de Dakota en EEUU que pasa por su territorio. Ya han demolido su cementerio sagrado. El racismo ambiental afectará a sus cultivos, a sus aguas y en general a un modelo de vida en armonía con el medio. Siguen luchando.

El miembro del Comité de Derechos Humanos del parlamento egipcio Elhamy Agina sugería someter a la prueba de virginidad a las estudiantes universitarias para mostrar que son “señoritas”, como condición para continuar sus estudios superiores. Pretende así evitar que las jóvenes utilicen el matrimonio Urfi, que no requiere la firma del tutor varón de la joven y es válido con la presencia de dos testigos. Es el mismo individuo que apoyó la mutilación genital femenina afirmando que así los hombres que padecen problemas sexuales podrán superar sus complejos estando con una esposa mutilada.

Michel Temer, el golpista que sustituyó a la presidenta Dilma Rousseff, no incluyó en su gabinete ni a una mujer ni a un negro. El país de la letra B de los BRICS, durante el mandato de Dilma, contó con seis mujeres entre 39 ministros. Es un duro revés para un país, cuyos hombres mataron, entre 2001 y 2011, a cerca de 50.000 mujeres.

En España, trece mujeres subieron al velero Zaytouna-Oliva dirección Gaza para denunciar el bloqueo que estrangula a cerca de dos millones de personas en la prisión más grande del mundo. Al mismo tiempo, las mujeres israelíes de Mujeres hacen la paz ocuparon las calles de Jerusalén, exigiendo al gobierno la vuelta a las negociaciones con Palestina, advirtiendo de las graves consecuencias de la desaparición del concepto de paz en la política del país.

Varias deportistas han boicoteado el Campeonato Mundial de Ajedrez Femenino de 2017, que se celebrará en Irán en febrero. Protestan por la obligatoriedad del velo para todas las mujeres, incluidas las extranjeras. Desde 1979, las mujeres de cualquier nacionalidad o credo que aparezcan en público sin el velo reglamentario son multadas y encarceladas. Obviamente, no se trata de la cultura del país, ya que en ese caso el velo no sería forzado. Esta prenda es sólo un símbolo de un sistema de Apartheid de género que niega los derechos y las libertades más elementales a la mitad de la población. Aunque ningún boicot cambiará esta política, ni hará suspender el torneo. Se trata de un gesto internacionalista y positivo.

Fuente: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/3604/la-mujer-en-diez-noticias-breves/

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La ideología existe.

Por: Rolando Pérez Betancourt.

Bastante ha llovido desde que Antoine-Louis-Claude Des­tutt, marqués de Tracy, acuñara durante la Revolución Francesa el término «ideología». Aristócrata, político, soldado y filósofo de la Ilustración, el marqués definió la ideología como una ciencia de las ideas, «base de todas las ciencias».

Al cuestionarse de dónde provenían nuestras ideas y cómo se desarrollaban y elaborar, como respuesta a sus inquietudes, la teoría de que la conducta humana es formada por ciertos elementos ideológicos, de Tracy se convierte según no pocos especialistas en un antecesor del concepto de superestructura de la filosofía marxista.

Napoleón le estrechó un día la mano, pero terminó por no soportarlo cuando los iluministas del Instituto  de Francia, con Tracy a la cabeza, empezaron a criticarle sus guerras imperiales.  «Los ideólogos —dijo un Bonaparte airado— son todos aquellos intelectuales que no avalan mis planes políticos y que carecen de sentido realista y práctico».

Y Tracy fue conducido a la Bastilla durante casi un año, tiempo tras el cual, exiliado en Bruselas, escribió en cuatro tomos su trascendental Eléments D’Idéologie (1801-1815).

Muchas páginas han sido entintadas tratando de definir un concepto exacto de ideología, mancillada ella misma por manipulaciones espurias  provenientes del poder, como en sus días lo hizo el nazismo.

Si aquella ideología terminó por ser derrotada a cañonazos y  costó mucho sufrimiento y vidas, un papel meritorio correspondió a las fuerzas progresistas del pensamiento, adheridas a principios y valores civilizadores, lo que condujo a gran parte de los intelectuales a comprometerse  en sintonía con el  marxismo con la lucha antifascista.

Las ideologías existen en todas las sociedades, se hacen evidentes (y algunas exportables) tanto en las ideas como en las prácticas personales y es necesario conocerlas y explicárselas, más allá de la creencia  de que constituyen un asunto exclusivo de los estudios filosóficos.

Al referirse al poder de la ideología, el brasileño Paulo Freire (1921-1997), uno de los más significativos pedagogos del siglo XX, remarcó la «miopía» de los que «no quieren ver cómo son manipulados para aceptar dócilmente que lo que vemos y oímos es lo que en verdad es, y no la verdad distorsionada. La capacidad que tiene la ideología de ocultar la realidad, de hacernos “miopes”, de ensordecernos, hace, por ejemplo, que mu­chos de nosotros aceptemos con docilidad el discurso cínicamente fatalista neoliberal que proclama que el desempleo en el mundo es una fatalidad. O que los sueños murieron y que lo válido hoy es el “pragmatismo” pedagógico».

A la par del neoliberalismo, la ideología que lo defiende se globaliza y se hermana en un discurso beligerante, o de trivial disfraz (que es el que nos interesa), presente en los más diversos temas sociales, políticos y culturales aparecidos en los medios. No existen rangos a la hora de hablar del hambre mundial, de los daños colaterales causados por la aviación estadounidense en tierras lejanas,  o de la última conquista amatoria de una estrella de la farándula. Es más, receptores hay que,  dispuestos a quitarse de encima abrumadoras informaciones referidas al aplastamiento de la condición humana en diversos lugares del mundo, apartan la mirada y buscan alivio en un titular menos gravoso a su sensibilidad.

«No quiero ser apocalíptico escribió José Saramago pero el espectáculo ha tomado el lugar de la cultura. El mundo está convertido en un enorme escenario, en un enorme show».

La banalización es la gran estrella de ese show diario presente en los medios y en gran parte de los productos procedentes de la gran industria del entretenimiento, interesada  ella tanto en amasar dinero como en domesticar el pensamiento crítico ante lo que ofrece. (Luego de presenciar el segundo debate entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos y sopesar parte de lo que allí se dijo y se hizo, busqué en una larga lista de filmes «presidenciales» realizados por Hollywood escenas que superaran en fantasía a la realidad de los exhibidos por televisión, y tuve la certeza  de que,  en  todos los casos, la ficción se había  quedado por debajo de lo insólito real acontecido ante las cámaras).

Lo superfluo se extiende como una plaga y la bacteria ideológica  que lo acompaña cumple perfectamente su cometido de que la gente piense cada vez menos y acepte como natural la representación «ligera» de hechos trascendentes, o relacionados a la vida pública o privada de aquellos a los que la fama  ha convertido en personajes
Y de esa trivialidad, superfluidad, banalidad, surge una mercancía de moda acuñada por la insistencia y el machaqueo publicitario de una seudo cultura que hace del consumo frívolo la máxima felicidad individual a partir de la persuasión de que  «tengo que tener, para valer».

¿Qué hacer entonces para apartar lo genuino de lo falaz en esa revoltura de mareas que a diario se nos viene encima?
Aunque  no vivió en estos días, se me ocurre pensar que al marqués de Tracy no le hubieran faltado proposiciones, entre ellas, pensar, analizar y actuar ante las impunidades invasivas de una  ideología que interesada en seducir a incautos se disfraza de todas las maneras.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/la-ideologia-existe/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/10/google.jpg

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Inician en Panamá diálogo por calidad de la educación

Panamá/24 de Octubre de 2016/Prensa Latina

Representantes de diversos sectores de la sociedad civil y del Gobierno panameños inician hoy un diálogo que pretende fijar una hoja de ruta para elevar la calidad de la enseñanza en el país.

La agenda del encuentro, denominado Compromiso Nacional por la Educación, prevé analizar temas relacionados con equidad, inversión, formación docente y de directores, y otros no menos importantes, asociados a la gestión administrativa.

Según Gaspar García, miembro del grupo Unidos por la Educación, la cita resulta una oportunidad para ‘pasar del diagnóstico a la implementación de las recomendaciones, que permitirán hacer los cambios necesarios en el sistema’.

Para el secretario general de la Confederación de Padres de Familia de la República de Panamá, Eleazar Gómez, lo más importante de este proceso es establecer un mecanismo que permita consolidar ‘un producto único’, encaminado a lograr un programa educativo a largo plazo, sin que sea ‘politizado’, pero sí eficiente, transparente y de calidad.

Un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) arrojó que en los últimos siete años, el sistema público de educación en el país no logró avances significativos.

El informe añadió que los conocimientos adquiridos por los estudiantes en asignaturas como lenguaje, matemáticas y ciencias todavía resultan deficientes.

Datos oficiales revelan que el 3,6 por ciento de los que hoy cursan la enseñanza secundaria y preuniversitaria en Panamá abandonan la escuela, situación que podría agravarse en la próxima década cuando los jóvenes lideren la población.

Asimismo, refiere que durante el 2013, el 9,1 por ciento de los alumnos de premedia y media de los colegios oficiales reprobó, cifra que contrasta con el 2,28 por ciento de los planteles privados.

Recientes denuncias de Polo Ciudadano expusieron cómo las políticas gubernamentales de los últimos 30 años y su enfoque neoliberal impuesto desde Estados Unidos hacen mellas en el ámbito educativo panameño.

La organización civil aseguró que mientras la Unesco y otros organismos internacionales sugieren invertir al menos el seis por ciento del Producto Interno Bruto en el desarrollo de la educación, el Gobierno destina menos del tres por ciento, del cual el mayor gasto se concentra en los salarios.

Realidad que no dista mucho de la enseñanza universitaria, donde la tasa de escolaridad está muy por debajo del 50 por ciento que establece esa organización internacional para que un país alcance su progreso.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=35059&SEO=inician-en-panama-dialogo-por-calidad-de-la-educacion

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