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España: Una carrera para todas: las científicas nos cuentan sus logros y obstáculos

Europa/España/09-02-2020/Autor(a) y Fuente: www.agenciasinc.es

Por: SINC 

En esta serie de vídeos, con el lema #UnaCarreraParaTodas, investigadoras de distintos campos nos explican cómo viven su profesión, con dos preguntas: qué es lo que más les gusta y a qué dificultades se enfrentan. Porque el 11F, además de visibilizar su trabajo, queremos hablar de los problemas que encuentran y también las grandes satisfacciones.

Para celebrar el 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, en SINC lanzamos #UnaCarreraParaTodasuna serie de vídeos en los que mujeres del mundo académico y científico reflexionan sobre lo mejor de su trabajo y las dificultades más importantes que han afrontado en su trayectoria.

Hemos pedido a investigadoras y tecnólogas españolas que se graben a sí mismas en vídeo y nos respondan a dos sencillas preguntas:

—¿Qué es lo mejor de tu profesión?

—¿Cuáles han sido los mayores obstáculos que has encontrado?

Las respuestas que hemos recibido son muy diversas. Todas ellas transmiten pasión por sus profesiones y también reflejan problemas comunes: la conciliación del trabajo con su vida personal, las actitudes machistas, la dificultad de ser tomadas tan en serio como sus compañeros, la falta de financiación y las inseguridades hacia sus propios resultados.

Cada vídeo está encabezado por una pionera en el mismo campo de la protagonista, como la bioquímica asturiana Margarita Salas o la socióloga madrileña María Ángeles Durán, que abrieron el camino a las mujeres en la ciencia.

Comenzamos con María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que habla de cómo su trabajo en la ciencia le permite luchar contra enfermedades que matan, como el cáncer, y de las actitudes machistas que se encontró cuando alcanzó su cargo en la dirección de un centro de investigación, tradicionalmente ocupado por hombres.

Le sigue Teresa Martín, investigadora del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del CSIC. La socióloga, investigadora principal del grupo Men Roles Project, afirma disfrutar de un trabajo creativo y nada monótono, y lamenta las dificultades que ha encontrado a la hora de buscar financiación.

Durante estos días, hasta el 11 de febrero, publicaremos el resto de la serie, con las contribuciones de mujeres especialistas en paleoantropología, bioquímica, matemáticas, estadística, óptica, ciencia de materiales, etc. A todas ellas les agradecemos que hayan sacado un rato en sus jornadas laborales para participar en esta iniciativa.

El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia fue instaurado en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de visibilizar el trabajo de las científicas y crear roles femeninos para las niñas, además de poner fin a los prejuicios y mejorar las perspectivas profesionales de las investigadoras. Cada año se organizan miles de actividades a escala internacional, coordinadas en España por la plataforma 11 de febrero.

Fuente e Imagen: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Una-carrera-para-todas-las-cientificas-nos-cuentan-sus-logros-y-obstaculos

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El matrimonio infantil sigue negando oportunidades a las niñas de América Latina y el Caribe

Reseñas/30 Enero 2020/elpais.com

Las niñas nacidas en 1995, a las que el mundo se comprometió a ofrecerles un futuro mejor, y las que nacen hoy tienen las mismas probabilidades de terminar en uniones tempranas

Hace 25 años, en Beijing se vivió una euforia que trascendió al mundo entero. Más de 30.000 activistas y 17.000 participantes de 200 países generaron una presión y un dinamismo tan poderosos que el documento final de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, se convirtió en el plan más progresista jamás alcanzado para trabajar por los derechos de la mujer.

Ahí estaban temas como la igualdad de género, la salud, el empoderamiento, la educación, las oportunidades laborales, la violencia contra la mujer y el matrimonio infantil, entre otros.

Desde entonces, el mundo ha dado un giro significativo hacia la igualdad, aunque hay temas que no han avanzado en la región de América Latina y el Caribe. Hay avances que podemos celebrar como un mayor reconocimiento de las distintas formas de violencia contra las mujeres, nuevas leyes y políticas para prevenir y abordar la violencia contra las mujeres y niñas, y cada vez más movilización de distintos actores para poner fin a la violencia.

Sin embargo, el matrimonio infantil, y su expresión más común en la región que son las uniones antes de los 18 años, sigue siendo un tema en gran medida desatendido. Las niñas nacidas en 1995, a las que el mundo se comprometió a ofrecerles un futuro mejor, y las que nacen hoy, tienen lamentablemente las mismas probabilidades de terminar en un matrimonio infantil o unión temprana.

En América Latina y el Caribe, el matrimonio infantil y las uniones tempranas permanecen con los mismos indicadores de hace 25 años, en los que una de cada cuatro niñas se casa antes de los 18 años, una cifra más alta que en Oriente Medio y África del Norte. Si no hay acciones ni inversiones, la región se convertirá en 2030 en la segunda con más casos en el mundo, solo por detrás del África subsahariana. Las cifras resultan, a todas luces, inaceptables.

En la Declaración de Beijing quedó estipulado que el matrimonio infantil es una violación de los derechos humanos cuyas consecuencias resultan devastadoras. Aunque socialmente sigue siendo visto como una práctica aceptada, sus efectos en los derechos humanos, el bienestar y desarrollo de las niñas y adolescentes son alarmantes.

La mayoría de las mujeres que contrajo matrimonio o se unió durante su niñez dio a luz antes de cumplir 18 años y, del total, ocho de cada 10 niñas casadas se convirtieron en madres antes de cumplir los 20 años. El matrimonio infantil y las uniones tempranas llevan a la deserción escolar, así como a pobres resultados escolares y niveles de alfabetización. En la mayoría de los casos van acompañadas por algún tipo de violencia sexual, física o emocional. Una de cada cinco niñas unidas antes de los 18 años lo hizo con un hombre al menos 10 años mayor que ellas, por lo que la dependencia económica suele ser alta, y más en contextos de pobreza, ruralidad y en comunidades indígenas o afrodescendientes, donde suele haber mayor incidencia de la práctica.

El impacto va más allá de las niñas y adolescentes. El matrimonio infantil y las uniones tempranas llevan a una menor participación social, económica y política, y a un bajo desarrollo social y económico de las sociedades, que terminan afectando a los ingresos de las mujeres, llevan a una mayor pobreza en los hogares e impactan potencialmente sobre la pobreza nacional y las tasas del PIB. Lo sorprendente es que el tema sigue sin formar parte de las agendas nacionales ni regionales. El silencio alrededor del tema impide, todavía hoy, avanzar en términos de igualdad de género para las niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe.

La aprobación o tolerancia social con la que cuenta el matrimonio infantil y la consecuente invisibilidad de esta práctica como un problema, ha impedido su disminución, por lo que Unicef, UNFPA y ONU Mujeres nos unimos para llamar a la acción a gobiernos, instituciones, sociedad civil, donantes, personas y aliados, con la intención de que orienten sus decisiones políticas, económicas y sociales para la eliminación de esta forma de abuso, teniendo en cuenta que se ha posicionado en la agenda de desarrollo global y forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Es posible terminar con el matrimonio infantil y las uniones tempranas; países como Etiopía o India han logrado una reducción significativa en sus estadísticas gracias a inversiones y acciones coordinadas y sostenidas. Debemos trabajar de manera conjunta para hacer frente a los motores de esta práctica, estableciendo marcos legales y políticas que protejan a las niñas y adolescentes y promuevan la igualdad de género; empoderando a las niñas y adolescentes; transformando las normas sociales y de género que “normalizan” estas situaciones; y brindándoles servicios de calidad y amigables en áreas como la educación y la salud.

Este año es clave en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres por la celebración de la Conferencia Regional de la Mujer y la Conferencia Mundial sobre la Mujer que se centran en la revisión de los 25 años de Beijing. Hacemos un llamado a alzar la voz y trabajar juntos para visibilizar este problema en la región y generar compromisos políticos, sociales y financieros para que esta práctica social sea eliminada y se garanticen verdaderas oportunidades presentes y futuras a las niñas. Para América Latina y el Caribe, es tiempo de actuar y acelerar el cambio. Sus niñas y adolescentes no pueden esperar más.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/01/28/planeta_futuro/1580210751_841277.html

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Retrato de la educación en Malí, uno de los países más pobres del mundo

Reseñas/África/Mali/09 enero 2020/Autor: Albert González/El país

La mejora del sistema educativo es uno de los retos más importantes que enfrenta el país africano, con una tasa de alfabetización del 33,07%, según la Unesco. El conflicto armado que vive la región desde 2012 ha interrumpido el acceso a la escuela de unos 700.000 niños, según Unicef

La tasa de escolarización en Educación Primaria en Malí es baja debido a los pocos recursos de los que disponen las familias para conseguir libros y material escolar. Se estima que entre el 27% y el 47% de la población es analfabeta, a pesar de que la enseñanza es gratuita y obligatoria entre los 7 y los 16 años. La situación es especialmente crítica en zonas como Gao, Tombuctú y Kidal.1 Alta tasa de población analfabeta. La tasa de escolarización en Educación Primaria en Malí es baja debido a los pocos recursos de los que disponen las familias para conseguir libros y material escolar. Se estima que entre el 27% y el 47% de la población es analfabeta, a pesar de que la enseñanza es gratuita y obligatoria entre los 7 y los 16 años. La situación es especialmente crítica en zonas como Gao, Tombuctú y Kidal.

El 56% de los niños en edad de escolarización, tanto de Primaria como de Secundaria, son excluidos del sistema escolar, según cifras de Unicef. La situación es especialmente grave en las zonas rurales del país, que han sufrido el éxodo de población hacia la ciudad debido al conflicto armado que se mantiene vivo desde 2012. Los factores que explican esta situación de exclusión social suelen ser los ingresos, la localización, el género y la situación familiar de los más pequeños.2 Exclusión del sistema social. El 56% de los niños en edad de escolarización, tanto de Primaria como de Secundaria, son excluidos del sistema escolar, según cifras de Unicef. La situación es especialmente grave en las zonas rurales del país, que han sufrido el éxodo de población hacia la ciudad debido al conflicto armado que se mantiene vivo desde 2012. Los factores que explican esta situación de exclusión social suelen ser los ingresos, la localización, el género y la situación familiar de los más pequeños.

La discriminación y la marginalización afecta a las familias de niños que viven en situación de pobreza: aquellas que habitan en pueblos remotos o son nómadas, menores de edad con discapacidad o aquellos que son captados por las escuelas coránicas. Solo el 5% de las personas con discapacidad han sido escolarizadas, según Hándicap Internacional. Además, son víctimas de prejuicios y discriminación ya que son estigmatizadas en las comunidades y se les esconde.3 La discapacidad, otra forma de discriminación. La discriminación y la marginalización afecta a las familias de niños que viven en situación de pobreza: aquellas que habitan en pueblos remotos o son nómadas, menores de edad con discapacidad o aquellos que son captados por las escuelas coránicas. Solo el 5% de las personas con discapacidad han sido escolarizadas, según Hándicap Internacional. Además, son víctimas de prejuicios y discriminación ya que son estigmatizadas en las comunidades y se les esconde.

La desigualdad entre niñas y niños en Malí aumenta en Secundaria y en el ciclo superior. Para muchos padres, la escolarización no es una prioridad en las niñas, que deben quedarse en casa para realizar tareas domésticas. Este fenómeno se acentúa especialmente en zonas rurales, según un informe sobre la situación de los derechos del niño de Educo Malí, ya que o bien migran a la ciudad o son víctimas del matrimonio infantil. Uno de cada dos adolescentes se casan antes de los 18 años, según Unicef.4 Las niñas, más vulnerables. La desigualdad entre niñas y niños en Malí aumenta en Secundaria y en el ciclo superior. Para muchos padres, la escolarización no es una prioridad en las niñas, que deben quedarse en casa para realizar tareas domésticas. Este fenómeno se acentúa especialmente en zonas rurales, según un informe sobre la situación de los derechos del niño de Educo Malí, ya que o bien migran a la ciudad o son víctimas del matrimonio infantil. Uno de cada dos adolescentes se casan antes de los 18 años, según Unicef.

En Malí, una media del 7% de la población escolarizada debe recorrer más de cinco kilómetros para ir a clase, según el Informe de evaluación diagnóstica del sistema educativo del país realizado por Oxfam. Lo recomendable, según esta organización internacional, es que los alumnos no tengan que recorrer más de tres kilómetros para ir a la escuela. En la región de Gao son más del 11,3% de la población quienes hacen este largo recorrido y en Segou llega hasta el 12%.5 Largas distancias de clase a casa. En Malí, una media del 7% de la población escolarizada debe recorrer más de cinco kilómetros para ir a clase, según el Informe de evaluación diagnóstica del sistema educativo del país realizado por Oxfam. Lo recomendable, según esta organización internacional, es que los alumnos no tengan que recorrer más de tres kilómetros para ir a la escuela. En la región de Gao son más del 11,3% de la población quienes hacen este largo recorrido y en Segou llega hasta el 12%.

El 10% de los alumnos en el primer ciclo de educación básica en Malí están escolarizados en escuelas coránicas, según un informe de Oxfam. Muchos niños de ellas quedan excluidos del sistema clásico ya que muchas veces la comunidad no encuentra que la educación pública refleje su cultura e incluso que pone en peligro sus tradiciones. Desde hace unos años se ha impulsado una estrategia del Ministerio de Educación del país para integrarlos a estos alumnos en el sistema educativo oficial.6 Las escuelas coránicas. El 10% de los alumnos en el primer ciclo de educación básica en Malí están escolarizados en escuelas coránicas, según un informe de Oxfam. Muchos niños de ellas quedan excluidos del sistema clásico ya que muchas veces la comunidad no encuentra que la educación pública refleje su cultura e incluso que pone en peligro sus tradiciones. Desde hace unos años se ha impulsado una estrategia del Ministerio de Educación del país para integrarlos a estos alumnos en el sistema educativo oficial.

Los gastos de escolarización son otro de los frenos con los que se encuentran las familias en situación de mayor pobreza. En la mayoría de países de la región las dificultades económicas son la principal justificación de los padres y madres para explicar la no escolarización, según el informe 'Garantizar una educación para todos en Malí', de Oxfam. En el país, la educación es oficialmente gratuita aunque realmente supone un coste importante, pues se deben pagar los gastos de matriculación a la escuela y también el material escolar.7 La economía como freno a la escolarización. Los gastos de escolarización son otro de los frenos con los que se encuentran las familias en situación de mayor pobreza. En la mayoría de países de la región las dificultades económicas son la principal justificación de los padres y madres para explicar la no escolarización, según el informe ‘Garantizar una educación para todos en Malí’, de Oxfam. En el país, la educación es oficialmente gratuita aunque realmente supone un coste importante, pues se deben pagar los gastos de matriculación a la escuela y también el material escolar.

El 51,7% de los niños malienses deja la escuela antes de entrar en segundo ciclo, según un informe de Unicef. Al abandono escolar hay que sumarle la falta o ausencia de formación del profesorado y los métodos arcaicos de educación utilizados.8 Abandono de la escuela. El 51,7% de los niños malienses deja la escuela antes de entrar en segundo ciclo, según un informe de Unicef. Al abandono escolar hay que sumarle la falta o ausencia de formación del profesorado y los métodos arcaicos de educación utilizados.

En cada aula en Malí conviven entre 60 y 80 niños, lo que provoca situaciones de violencia en un país inmerso en un conflicto armado desde 2012. Las condiciones familiares también favorecen al abandono escolar ya que la mayoría de los menores de edad trabajan en casa o en el campo además de ir a la escuela: dos de cada tres, de entre cinco a 17 años, tiene un trabajo agrícola o doméstico a pesar de que trabajar está prohibido antes de los 14 años, según datos de la Coordinadora Internacional del Trabajo en Malí.9 Aulas masificadas y trabajo infantil. En cada aula en Malí conviven entre 60 y 80 niños, lo que provoca situaciones de violencia en un país inmerso en un conflicto armado desde 2012. Las condiciones familiares también favorecen al abandono escolar ya que la mayoría de los menores de edad trabajan en casa o en el campo además de ir a la escuela: dos de cada tres, de entre cinco a 17 años, tiene un trabajo agrícola o doméstico a pesar de que trabajar está prohibido antes de los 14 años, según datos de la Coordinadora Internacional del Trabajo en Malí.

El 71% de las niñas en Malí han sufrido violencia sexual por parte del profesorado o de sus compañeros de aula, según el informe 'La violencia hacia la infancia en entornos escolares en Malí', realizado por Plan y Save The Children. En la escuela, las reglas, los látigos y los palos son frecuentemente utilizados por parte de los profesores para administrar castigos por lo que el colegio y las infraestructuras escolares no suelen ser entornos seguros y protectores.10 Acoso sexual en las aulas. El 71% de las niñas en Malí han sufrido violencia sexual por parte del profesorado o de sus compañeros de aula, según el informe ‘La violencia hacia la infancia en entornos escolares en Malí’, realizado por Plan y Save The Children. En la escuela, las reglas, los látigos y los palos son frecuentemente utilizados por parte de los profesores para administrar castigos por lo que el colegio y las infraestructuras escolares no suelen ser entornos seguros y protectores.

El acoso sexual y la violencia en las aulas por parte de los profesores se debe a la inexistencia de sanciones disciplinarias y a una falta de control por parte de las autoridades, según el mismo informe de Plan y Save The Children. Este hecho demuestra la poca importancia que se le da a la escolarización por parte de algunas familias y la poca implicación de las autoridades jurídicas en las actividades de protección de las escuelas.11 Ausencia de sanciones disciplinarias. El acoso sexual y la violencia en las aulas por parte de los profesores se debe a la inexistencia de sanciones disciplinarias y a una falta de control por parte de las autoridades, según el mismo informe de Plan y Save The Children. Este hecho demuestra la poca importancia que se le da a la escolarización por parte de algunas familias y la poca implicación de las autoridades jurídicas en las actividades de protección de las escuelas.

El conflicto armado en el cual se encuentra inmerso Malí desde 2012 ha empeorado una ya de por si frágil situación. La crisis armada ha interrumpido el acceso a la educación de unos 700.000 niños, según Unicef y las autoridades educativas del país. Más de 200 escuelas del norte han cerrado o han sido destruidas y saqueadas. El conflicto ha provocado un éxodo hacia el sur y la mayoría de maestros no han podido regresar al norte. Los masificados colegios no tienen suficiente capacidad de absorción de alumnos ante la masiva llegada de estudiantes desplazados.12 Educación interrumpida por el conflicto. El conflicto armado en el cual se encuentra inmerso Malí desde 2012 ha empeorado una ya de por si frágil situación. La crisis armada ha interrumpido el acceso a la educación de unos 700.000 niños, según Unicef y las autoridades educativas del país. Más de 200 escuelas del norte han cerrado o han sido destruidas y saqueadas. El conflicto ha provocado un éxodo hacia el sur y la mayoría de maestros no han podido regresar al norte. Los masificados colegios no tienen suficiente capacidad de absorción de alumnos ante la masiva llegada de estudiantes desplazados.

En Kidal, una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Malí, el 79% de los centros educativos han desaparecido, según Unicef. A final del año escolar de 2019, más de 900 escuelas en todo el país permanecían cerradas.13El futuro de la educación En Kidal, una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Malí, el 79% de los centros educativos han desaparecido, según Unicef. A final del año escolar de 2019, más de 900 escuelas en todo el país permanecían cerradas.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/30/album/1577715129_051572.html#foto_gal_13

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¿Están las redes sociales alentando el matrimonio infantil en los campos de refugiados sirios?

Asia/Siria/05 Diciembre 2019/El país

Con su uso creciente, los padres de los asentamientos en Irak sienten que tienen menos control sobre sus hijas, esto puede contribuir a que las casen antes para evitar «la vergüenza»

Según la ONU, el desplazamiento a gran escala causado por el conflicto sirio ha llevado a un aumento alarmante de casos de matrimonio infantil en los campos de refugiados sirios. La pobreza, la inseguridad y la creencia de que tal vez, sus hijas tendrán una vida mejor en otro lugar, puede llevar a algunas familias de refugiados a casar a sus hijos.

Pero, ¿y si hubiera otra causa con la que relacionar el incremento de matrimonios infantiles?  Hablamos de las redes sociales.

Protegiéndose con una manta, en el piso de un centro de refugio para mujeres en uno de los campos de refugiados de Irak, se encuentra Aya, de 17 años, que huyó de Siria a pie cuando tenía solo diez años.

«La vida de casada ha sido difícil», dice Aya. «Cuando tenía 15 años, no quería casarme, pero mis padres me obligaron. Me dijeron que era ya mayor y que tenía que casarme, que no tenían otra opción para mí. Tuve que dejar la escuela». «Desde el principio, mi esposo venía a casa y me forzaba, me pegaba y me pegaba. Él tenía 23 años cuando nos casamos».

Fátima, la trabajadora social que atiende a Aya, dice que en el centro de mujeres donde Aya busca refugio hay dos archivos sobre ella: uno del abuso infligido por su padre antes del matrimonio y otro del abuso infligido por su esposo.

Aya agarra con fuerza la mano de su trabajadora social.
Aya agarra con fuerza la mano de su trabajadora social. DANIEL WHEELER WORLD VISION

Las grandes brechas de edad conyugal, los desequilibrios culturales de poder de género y el aislamiento social hacen que las niñas que se casan antes de los 18 años tengan un riesgo mucho mayor de ser víctimas de violencia doméstica que las que se casan a una edad más avanzada.

Fátima, que trabaja para una ONG iraquí en uno de los diez campamentos de refugiados sirios de Irak, cree que las redes sociales pueden ser un factor pasado por alto detrás del matrimonio infantil en el campamento. «Debido a las redes sociales, los padres sienten que tienen menos control sobre sus hijos», explica. “Si las familias casan antes a sus hijos el riesgo de que les avergüencen en las redes es menor”. Esta forma preventiva de evitar la posible vergüenza está creando una nueva pauta dañina en los campamentos.

Casi a 160 kilómetros de distancia, en otro de los campos de refugiados de Irak, Ronny, de 17 años, afirma que no estaba nervioso antes de su boda concertada hace dos meses porque «es normal ahora» casarse tan joven.

El padre de Ronny, Ahmed, compró a la esposa de su hijo por 2.300 euros. «Mi mujer está enferma y necesita ayuda en la casa», explica. «Hablé con mi amigo (que también es pariente) y le dije que teníamos un hijo y que quería que se casase. Al principio se negó porque le parecía que su hija era demasiado joven. Pero luego le dije que podía pagar».

Cuando se le preguntó por qué creía que el matrimonio infantil en el campo se estaba volviendo “normal”, Ahmed comentó que «la situación en Siria antes de la guerra era muy buena, pero ahora en el campo, las cosas son malas y la gente necesita dinero». Otra razón, explica, son los teléfonos móviles. «Antes de la guerra vivíamos en un pequeño pueblo y todos nos conocíamos. Ahora vivimos con mucha gente y no nos conocemos. Nuestros hijos se hablan constantemente entre ellos por WhatsAppSnapchatFacebook. No sabemos lo que hablan».

Mays al-Nawayseh, Asesor de Protección en Siria de World Vision, agrega: «A menudo, hay una falta de comprensión cuando se trata de las redes sociales. Las niñas en el campamento a veces piensan que cuando eliminan un mensaje o una conversación en su teléfono, se ha ido para siempre, sin darse cuenta de que los mensajes aún existen en el teléfono de las otras personas».

Esta falta de comprensión puede llevar a las niñas vulnerables a ser chantajeadas. Esta situación solo tiene que suceder unas cuantas veces en el campamento para que los padres se den cuenta y empiecen a temer que las niñas están avergonzando a la familia.

Según el ACNUR, Iraq alberga actualmente a 228.573 refugiados sirios  registrados.
Según el ACNUR, Iraq alberga actualmente a 228.573 refugiados sirios registrados. DANIEL WHEELER WORLD VISION

Niños nacidos de niños, riesgos para la salud

El matrimonio infantil tiene consecuencias devastadoras especialmente para las niñas. Según la Organización Mundial de la Salud, las complicaciones en el embarazo y en el parto son la principal causa de muerte entre mujeres jóvenes de 15 a 19 años. Los bebés supervivientes sufren con frecuencia desnutrición causada principalmente por la inexperiencia de las madres, niñas que no saben cómo cuidar a sus bebés y que además, no tienen recursos para hacerlo.

Varias organizaciones internacionales están trabajando para combatir el matrimonio infantil en los campamentos, mostrando a los padres las complicaciones médicas del parto prematuro, aliviando la situación de pobreza y abordando las normas culturales. Todo ello es vital en la lucha contra el matrimonio infantil, pero ¿se puede hacer más para instruir a las familias sobre los riesgos de las redes sociales?

Mays al-Nawayseh dice: “Necesitamos un enfoque integral para abordar el matrimonio infantil entre las comunidades afectadas por la crisis de Siria. Es un problema creciente, y los temores sobre las redes sociales, las comunicaciones móviles y la pérdida del control parental están ayudando a alimentar el problema. En última instancia, las chicas jóvenes están pagando el precio, a veces con sus vidas».

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/11/28/3500_millones/1574932411_135873.html

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Las niñas valientes que luchan por ir a la escuela

Por: Nazareth Mateos Aparicio

7:00 am. Suena el despertador. Empiezan las carreras y los “tengo mucho sueño, 5 minutos más”, “termínate el desayuno”, “¿has cogido la mochila?”, “¿aún así?”, “¡vamos tarde!”. Los miles de niños y niñas que cada día van al colegio tienen por delante una intensa jornada escolar que cuesta empezar. Deben sacar ganas para madrugar, atender en clase y estudiar. Podríamos decir que ir al colegio es un acto de constancia, motivación e ilusión. Pero para muchos niños, sobre todo niñas, también es un acto de valentía.

En Nepal, por ejemplo, Janaki Sah, a sus 14 años, tuvo que enfrentarse nada menos que a sus propios padres: “Debido a que fui lo suficientemente valiente como para convencer a mis padres de que me dejaran ir a la escuela en lugar de casarme, puedo hacer lo que más me gusta: ¡estudiar!”.

Los niños y niñas van al colegio porque tienen derecho a recibir una educación, porque hay un sistema diseñado para su formación y porque viven en un entorno familiar y social que vela por su desarrollo. Pero a veces el sistema les falla.

Millones de niñas y adolescentes se enfrentan a mil y un obstáculos para conseguir ir a la escuela: Janaki Sah estaba abocada a dejar de estudiar por culpa de un matrimonio concertado; Asha, en India, faltaba a clase varios días al mes porque en su colegio no había instalaciones adecuadas para gestionar su higiene menstrual (muchas niñas dejan la escuela por este motivo al llegar a la pubertad); Adama, de Sierra Leona, se quedó embarazada y no le permitieron continuar con sus estudios; Jenifer Tete, de Sudán del Sur, tenía que cuidar de sus hermanos y hacer las labores del hogar y se quedó sin tiempo para estudiar. Pero, a pesar de todas las dificultades, todas ellas consiguieron continuar con sus estudios gracias a una combinación de valentía, apoyo y oportunidades.

Y como ellas, miles y miles de niñas se enfrentan cada día a miles y miles de obstáculos para seguir estudiando. Muchas de ellas no lo consiguen, como constatan estos datos:

  • Cada año, 12 millones de niñas contraen matrimonio, y tienen más probabilidades de abandonar la escuela.
  • En todo el mundo, más de la mitad de las niñas de 15 a 19 años y 130 millones de niñas de 6 a 17 años no van a la escuela.
  • 1 de cada 4 chicas de 15 a 19 años no estudia, no recibe formación o no trabaja, frente a menos de uno de cada 10 niños.
  • Las mujeres de entre 15 y 29 años tienen tres veces más probabilidades que los hombres de estar fuera de la fuerza laboral y la educación.

Las normas de género siguen influyendo en las decisiones que millones de niñas y adolescentes toman cada día. Muchas de las decisiones que les afectan son, incluso, tomadas por otros, que limitan su libertad, su autonomía y su desarrollo.

Según un reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF, los prejuicios de género pueden restringir las opciones de las niñas a la hora de determinar qué asignaturas desean estudiar, o los tipos de empleos y carreras a los que aspiran. En todas las regiones del mundo, niñas y niños son “dirigidos” hacia áreas de estudio estereotipadas, tradicionalmente “femeninas” o “masculinas”, lo que puede afectar negativamente a las mujeres jóvenes en especializaciones no técnicas cuando se trata de encontrar trabajo en un panorama económico que valora cada vez más las habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas.

La educación es un derecho, y como tal, cada niño y cada niña tiene el derecho a asistir a la escuela, recibir una educación de calidad según sus preferencias y desarrollarse en un entorno protector que asegure su futuro. Lo dice la Convención de los Derechos del Niño, lo dicen las leyes nacionales y lo dice el sentido común. La educación es la puerta para el desarrollo. Y millones de niños y, sobre todo, niñas, tienen cerrada esa puerta. 

Por ello, la OIT y UNICEF proponen, entre otras medidas, desafiar los estereotipos de género, apoyar a las niñas más pobres y a las madres jóvenes para que puedan continuar en la escuela, ofrecer programas para la educación de las niñas, aumentar la participación de estas en el aprendizaje de ciencia o tecnología, o facilitar el acceso de las mujeres empresarias a la formación y desarrollo.

Se trata de que niñas y niños decidan lo que quieren ser y puedan elegir entre todas las opciones existentes, no solo entre unas pocas.

Porque, como nos decía Zulaykho Ermatova, de 22 años, desde Uzbekistán, “Cualquiera que sea la vida que elijas, depende de ti y depende de tus intereses. Comparte tus ideas. Ten el apoyo de tus compañeros, maestros y familias. Haz las cosas bien. Nadie puede detenerte si crees en lo que haces y sigues tu sueño”.

Fuente: https://blogs.20minutos.es/mas-de-la-mitad/2019/09/28/las-ninas-valientes-que-luchan-por-ir-a-la-escuela/

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Polonia: El pueblo polaco que no ha visto nacer un varón en 10 años. Así se explica

Europa/Polonia/29 Agosto 2019/El país

Los últimos 12 bebés nacidos en el pueblo de Miejsce Odrzanskie han sido niñas, pero la razón se encuentra en la estadística

Durante las últimas dos semanas, el minúsculo pueblo polaco de Miejsce Odrzanskie se ha convertido en inesperado foco de atención de los medios de comunicación internacionales a raíz de lo que The New York Times ha denominado «una extraña anomalía demográfica«. Esta consiste en que desde que nació en él el último niño ha pasado casi una década, ya que los últimos 12 bebés han sido todos niñas.

En el artículo se cita una declaración del alcalde de la localidad según la cual hay «interés científico» ‒se supone que por parte de los genetistas‒ en indagar la causa de esta inusual secuencia. El alcalde también habla de algunos consejos manifiestamente nada científicos ofrecidos a la ciudad sobre cómo concebir niños, que van desde cambiar la dieta de las madres a «poner un hacha debajo de la cama de matrimonio».

Sin embargo, la propuesta más prosaica mencionada en el artículo también es con mucho la más probable: que se trate de una pura coincidencia estadística.

¿Cómo es posible tal cosa? Igual que cuando se lanza una moneda al aire, un parto tiene dos resultados esperables por igual. Por lo tanto, la probabilidad de que determinado bebé sea niña es del 50% (½). Asimismo, cabe dar por sentado que cada nacimiento individual se puede considerar independiente del anterior, es decir, que la primera madre tenga una niña no convierte en más ni en menos probable que la segunda vaya a tener también una niña.

Así pues, la probabilidad de tener dos niñas seguidas es de ½ x ½ = (½)2 = ¼. En consecuencia, podemos ver que la probabilidad de que en Miejsce Odrzanskie naciesen 12 niñas seguidas era de (½)12 = 1/4.096.

Contemplado de manera aislada, parece extremadamente remoto que esto ocurra. Si le dijesen que hay una probabilidad entre 4.000 de que mañana llueva, lo más seguro es que no se molestase en cargar con un paraguas. Sin embargo, es importante recordar que estas cifras tienen que ver con la pregunta específica que nos ocupa: ¿cuál es la probabilidad de que nazcan 12 niñas consecutivamente en Miejsce Odrzanskie?

Este pueblo polaco no tiene nada de especial. Si lo mismo hubiese sucedido en un pueblo de Lituania o de Hungría, la noticia habría seguido teniendo alcance internacional. También habría merecido la misma atención de los medios si, en vez de niñas, se hubiese tratado de 12 niños seguidos.

Si cambiamos la pregunta por la de cuál es la probabilidad de que los últimos 12 bebés nacidos en un pueblo de algún lugar del mundo sean todos del mismo sexo, nos encontramos ante una historia totalmente diferente. GeoNames es una base de datos en Internet que contiene detalles de todas las poblaciones del mundo de más de 500 habitantes, e indica que solamente existen menos de 200.000 núcleos de este tamaño en el planeta.

Basándonos en esto, en realidad cabría esperar que en la Tierra hubiese alrededor de 50 núcleos de población en los que naciesen 12 niñas seguidas (1/4.096×200.000), y otros 50 con 12 niños seguidos. Así pues, aunque a los habitantes de Miejsce Odrzanskie esta serie de niñas les parezca un acontecimiento único y extraño, de hecho es probable que haya más o menos otras 99 localidades en las que en este preciso momento esté sucediendo algo parecido.

La causa de que el caso polaco haya atraído tanta atención tiene que ver en parte con la escala temporal en cuestión. Miejsce Odrzanskie es un pueblo muy pequeño, de tan solo 272 habitantes, con una tasa de natalidad no muy superior a un bebé al año. Esto significa que la serie de 12 niñas se prolonga a lo largo de más de una década, que es lo que despertado tanta curiosidad.

En comparación, en 2017 nacieron en Glasgow 6.852 bebés, lo cual corresponde a alrededor de 19 al día. Si en esta ciudad hubiesen nacido 12 niñas seguidas, es poco probable que alguien lo hubiese advertido, ya que el mismo día habrían nacido también varios niños, de la misma manera que el día anterior y el siguiente.

Paradojas y espejismos

Todo ello forma parte de lo que el eminente matemático (y mago) Persi Diaconis denomina «la paradoja de la hoja de hierba«. Supongamos que entran en un campo y arrancan una hoja de hierba del suelo. Hay millones de hojas que podrían haber cogido. Con independencia de cuál arrancasen, la probabilidad de que cogiesen esa en particular era de uno entre varios millones. Todos los resultados posibles son extremadamente improbables, pero uno de ellos tiene que suceder.

La idea es similar en lo que respecta a la Lotería Nacional del Reino Unido. Los seis números de su boleto tienen más o menos una probabilidad entre 45 millones de resultar premiados, pero, como es lógico, lo mismo se puede decir de cualesquiera que sean los seis números que, efectivamente, se extraigan del bombo.

Como es bien sabido, a los seres humanos se nos da fatal el identificar y comprender la aleatoriedad, principalmente porque nuestro cerebro funciona a partir de la noción del reconocimiento de patrones. Esta disposición mental a ver patrones en los datos aleatorios recibe diversos nombres. A menudo se la conoce como el espejismo de las agrupaciones (clustering illusion) o la falacia de la mano caliente.

Si volvemos a los bebés polacos, la secuencia exacta GGBBGBGBBGBB (G para girl: niña, y B para boy: niño) también tiene una probabilidad de 1/4.096 de producirse. La causa es que es el resultado de 12 sucesos aleatorios consecutivos, cada uno de ellos con una probabilidad de ½, ni más ni menos la misma que la secuencia GGGGGGGGGGGG. Sin embargo, si la primera hubiese ocurrido en Miejsce Odrzanskie a lo largo de la última década, nadie le hubiese prestado la más mínima atención porque parece más «normal».

Explicar esta clase de paradojas de la probabilidad es la razón fundamental de que existamos los estadísticos. En vez de responder a la pregunta de cuáles son las probabilidades de que tal cosa ocurra, consideramos el problema contrario: tal cosa ha sucedido. ¿Cuáles son las probabilidades de que haya que atribuirlo a la aleatoriedad?

Pensar en el mundo de esta manera nos ayuda a darnos cuenta de que muchos sucesos que parecen improbables, como las 12 niñas seguidas de Miejsce Odrzanskie, en realidad son totalmente normales y, de hecho, esperables.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/08/27/ciencia/1566898546_283665.html

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En 132 aldeas de la India no nacen niñas desde hace tres meses

Asia/India/01 Agosto 2019/BBC Mundo

Una investigación intenta confirmar si se están produciendo abortos selectivos, una práctica prohibida en el país desde 1994

La noticia gira en los diarios de todo el mundo, un poco escondida pero está: se ha abierto una investigación para investigar qué hay detrás del alarmante dato que llega del distrito de Uttarkashi, en el norte de la India, según el cual en los últimos 3 meses habrían nacido 216 niños pero ninguna niña. El fantasma del aborto selectivo se asoma con fuerza. Se ha comisionado a 25 investigadores para comprobar si en esos hospitales y aldeas se practica la selección por género, que la ley india prohibe oficialmente desde 1994.

Ante la noticia, se han formado dos frentes opuestos: Las asociaciones humanitarias y las activistas indias por los derechos de la mujer alertan sobre los infanticidios y abortos dirigidos a suprimir a las niñas, recordando datos estadísticos desconcertantes: en 2001 nacieron 927 mujeres y 1000 varones, en 2011 la diferencia aumentó entre 918 mujeres y 1000 varones.

Para quien no sepa de estadística, esta diferencia entre varones y mujeres es enorme (de manera natural, los nacimientos de mujeres suelen ser ligeramente superiores), signo de que algo no muy natural está afectando a los nacimientos. Comentando este dato general y el más reciente de las aldeas de Uttarkashi, la activista Kalpana Thakur declara:

No puede ser una coincidencia. El dato indica claramente que en ese distrito se está produciendo el feticidio femenino. El Gobierno y la administración no están haciendo nada. (de ANI)

A estas duras acusaciones, responden los portavoces de la administración local ofreciendo un punto de vista distinto del caso. Según ellos, se trata de una lectura malinterpretada de las estadísticas; no niegan que de estos 216 nacimientos ninguno es niña, pero contraponen el caso de otros 129 pueblos de la zona donde habrían nacido solo niñas.

En total, en tres meses, se han registrado 961 niños nacidos vivos en Uttarkashi: 479 eran niñas, mientras que 468 eran niños. Los funcionarios afirman que los medios de comunicación podrían haber obtenido los datos de los agentes sanitarios voluntarios que registran los embarazos y nacimientos. “Creo que los números publicados sobre los pueblos sin niñas han sido malinterpretados. Con todo, hemos abierto una investigación”, dice Ashish Chauhan, un funcionario del distrito, explicando que han “identificado las áreas en las que el número de partos femeninos es igual a cero o a números de una cifra. Estamos vigilando estas zonas para descubrir qué está sucediendo”. (de Adnkronos)

Pero esta no es una mera batalla estadística, sino más bien un dato que clama por una verdadera lucha por la igualdad de derechos de las mujeres. Las luchas feministas ganan titulares en los medios occidentales ofreciendo cada vez más medios a las mujeres para evitar embarazos no deseados, pero fuera de este recinto dorado, el verdadero drama se produce ante la posibilidad cada vez más real de no dejar nacer a las mujeres. En el caso de la India se está produciendo una terrible discriminación sexual, que ataca a la femineidad en su origen, con el asesinato, en el útero o apenas después de nacer, de criaturas indefensas e inocentes.

Mujer, una dote pesada

Ya hemos hablado de la tragedia que está teniendo lugar en India, a raíz de la publicación de un estudio alarmante en The Lancet. Se hablaba de 239.000 niñas indias muertas antes de cumplir los 5 años.

A la base de esta discriminación sexual hay un dato cultural aún fuertemente arraigado, por el que el nacimiento de una niña es una maldición para la familia, sobre todo desde el punto de vista económico.

En India, las niñas han sido siempre consideradas una especie de maldición para las familias. La tradición considera que los varones heredan los bienes y mantienen los núcleos familiares “trayendo el pan a casa”. Las hijas en cambio son vistas como un peso financiero para los padres, en un país en el que la institución de la dote en el momento del matrimonio es muy habitual. (de Repubblica)

La ley ha intentado contener la masacre de fetos y recién nacidas prohibiendo el screening sexual durante el embarazo; ma è proprio un autorevole giornale indiano a raccontare quanti modi subdoli ci siano per aggirare la legge e tradurre questi esami medici in un business molto redditizio:

Para evitar la ley que prohibe la selección sexual, y sustraerse a la vigilancia de las autoridades, los profesionales médicos que hacen estos diagnósticos con fines lucrativos utilizan imágenes de las divinidades para comunicar a las familias el sexo del feto. (de TNN)

Oficialmente no se dice nada. Si al final de la visita, los padres reciben la foto de de una divinidad masculina como Sai Baba, es un niño; si la foto es la de Kanaka Durga, poderosa divinidad femenina, es niña. Un truquito sencillísimo y tremendamente eficaz.

Educar a las madres

Pero igual que sucede en cualquier asunto humano, en cualquier latitud, es fácil burlar la ley, es fácil evitar los controles en las zonas rurales en un país que tiene otras graves prioridades. Con todo, la empresa cultural de educar al pueblo a rechazar las tradiciones que lesionan la dignidad humana es un desafío cada vez mayor.

Desde 2015 en India el gobierno ha promovido y financiado una campaña de concienciación llamada Beti Bachao, Beti Padhao (salvemos a las niñas, eduquemos a las niñas) con el fin de promover iniciativas educativas para eliminar la violencia de género contra las niñas.

Es un gran contenedor en el que se encuentran proyectos a largo plazo, pero también eficaces campañas mediáticas. La idea de fondo es la conciencia de que es dentro de la familia donde tiene que producirse ese cambio de mentalidad, pues es el pilar fundamental de la acogida y a educación de los hijos. Toda madre es el comienzo de una voz nueva sobre la mujer, es ella la primera maestra de la que cada hijo aprende a mirar el mundo y crece con un juicio moral lleno de experiencias cotidianas.

Otras iniciativas muy positivas, aunque quizás de menos envergadura: en Instagram, la red social preferida por los jóvenes, se ha lanzado un reto que tiene por ahora miles de adhesiones: con el hashtag #selfiewithdaughter, se propone un selfie con la hija. Estas imágenes sintetizan eficazmente un mensaje que en India no hay que dar por supuesto: tener una hija es un don del que estar orgulloso.

Fuente: https://es.aleteia.org/2019/07/30/en-132-aldeas-de-la-india-no-nacen-ninas-desde-hace-tres-meses/

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