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Alemania: el sindicato se centra en la necesidad de abordar la integración de los refugiados.

Por: Internacional de la Educación.

Los educadores alemanes están proponiendo mejores maneras de integrar a los niños refugiados en el sistema educativo y ponen en evidencia los desafíos que plantea el status quo de los sistemas educativos.

El desafío que representa la llegada de miles de niños refugiados al sistema educativo alemán ocupó un lugar destacado en el seminario organizado por el sindicato de la educación Gewerkschaft Erziehung und Wissenschaft(GEW), en Bremerhaven, a principios de esta semana. GEW es miembro de la Internacional de la Educación (IE).

Más de 100 expertos en pedagogía, docentes y educadores se reunieron para discutir la eficacia de los mecanismos de inclusión existentes –estos mecanismos están destinados a los estudiantes que no conocen la lengua alemana y que son a menudo analfabetos.

El líder de la filial regional de GEW en Bremen, Bernd Winkelmann, subrayó que era necesario fortalecer el sistema educativo para hacer realidad la integración y ayudar a los recién llegados a encontrar su lugar, y a obtener buenos resultados, en la escuela. Los estudiantes necesitan más apoyo para aprender el alemán, declaró, y añadió que esto requerirá más horas lectivas durante un periodo de tiempo más largo de lo previsto.

La escasez de docentes

El seminario hizo hincapié en que el número de nuevos alumnos no ha ido acompañado de un incremento proporcional del número de docentes. La escasez de docentes debería resolverse mejorando la situación del personal docente para atraer y retener a las personas en la profesión, señaló Winkelmann. Los docentes actuales también deberían recibir una formación adicional, afirmó.

GEW ha criticado los obstáculos burocráticos a la hora de reconocer las titulaciones docentes de los refugiados, los cuales deberían tener derecho a enseñar y podrían ayudar a colmar las deficiencias en las escuelas alemanas. “A menudo los estudiantes rinden más en la escuela si tienen un docente que habla su lengua materna”, dijo Winkelmann.

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/15416/alemania-el-sindicato-se-centra-en-la-necesidad-de-abordar-la-integraci%C3%B3n-de-los-refugiados

Imagen: https://www.ei-ie.org/resources/views/admin/medias/timthumb.php?src=https://www.ei-ie.org/media_gallery/GEW_refugees_146113893614611389368037.jpg&w=1200&h=530&zc=1

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¿A dónde van los fondos para educar a los niños sirios refugiados? HRW denuncia la desaparición de millones de dólares

Asia/Líbano/16 Septiembre 2017/Fuente: Noticias de Navarra

Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este jueves que los millones de dólares que se habían destinado como presupuesto humanitario para la ayuda a escuelas de refugiados sirios siguen sin llegar a su destino y, que en caso de llegar, llegan demasiado tarde.

«Contar con una mayor transparencia en la financiación ayudaría a revelar las necesidades que no están siendo atendidas y, por tanto, se podrían atender y escolarizar a los niños», ha asegurado Simon Rau, investigador financiero y colaborador con HRW.

La organización ha presentado esta denuncia en su informe ‘Siguiendo el dinero: falta de transparencia de los donantes en la financiación para la educación de refugiados sirios’, donde ha llevado a cabo un seguimiento del estado de las donaciones destinadas a la educación en Líbano, Turquía y Jordania, los tres países con el mayor número de refugiados sirios.

«Los donantes y los países de acogida han prometido que los niños sirios no se convertirán en una generación perdida, sin embargo es justo eso lo que está ocurriendo», ha añadido Rau.

Según ha mostrado el informe, existen enormes discrepancias entre los fondos que varios partidos políticos han declarado haber donado y las cantidades que han llegado a su destino en 2016. Esta falta de transparencia ha provocado que 530.000 niños refugiados sirios sigan sin estar escolarizados.

Los donantes y los países de acogida que son limítrofes a Siria han acordado, durante una conferencia celebrada en Londres, en inscribir a todos los menores refugiados en un programa de «educación de calidad», según ha asegurado la organización.

Los seis donantes que han aportado las mayores cantidades de dinero han sido la Unión Europea, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Japón y Noruega. Solo con sus contribuciones se excedió el presupuesto total que se había fijado para la educación en Siria y en los principales países de acogida en la región –Líbano, Turquía y Jordania–, que ascendía a los 1,4 miles de millones de dólares, según los datos recogidos por HRW.

Sin embargo, los presupuestos para educación de los países que acogen a refugiados siguen siendo limitados, ya que las donaciones acaban por desaparecer. Los diferentes mecanismos utilizados para seguir el estado de las ayudas han demostrado la existencia de enormes diferencias entre las cantidades de ayuda destinadas a la educación y las cantidades recibidas.

FALTA DE TRANSPARENCIA

Los donantes, las agencias de ayuda humanitaria y los gobiernos receptores comparten información propia para coordinarse y evitar vacíos o superposiciones de ayudas. Sin embargo, tal y como ha alertado HRW, la información pública disponible es demasiado vaga o confusa, lo cual dificulta las tareas para rastrear los fondos de un donante concreto en un país determinado.

«A pesar de la preocupación global que existe por los niños refugiados sirios, aún es imposible responder a cuestiones básicas como saber si se están satisfaciendo sus principales necesidades educativas», ha agregado Rau.

Además, Human Rights Watch ha denunciado la existencia de numerosos obstáculos en los sistemas educativos de Turquía, Líbano y Jordania, entre los que se incluyen políticas que obligan a los colegios a establecer cuotas que están fuera del alcance de las familias refugiadas, lo cual contribuye a incrementar su pobreza y la imposibilidad de que los niños sean escolarizados.

La ONG, ha exigido que se trabaje en descubrir por qué no se están alcanzando los objetivos presupuestarios, así como en identificar a las partes responsables para presionarlas y solucionar esta situación.

«Los donantes deberían corregir el déficit de transparencia existente que está minando sus propias aportaciones para los niños sirios, que no pueden esperar durante mucho más tiempo para volver a la escuela», ha concluido HRW.

Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com/2017/09/14/mundo/a-donde-van-los-fondos-para-la-educacion-de-los-ninos-sirios-refugiadosr-hrw-denuncia-la-desaparicion-de-millones-de-dolares

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LÍbano: niños, refugiados y sin derecho a educación

LÍbano/24 julio 2017/Fuente: Noticias de Alava

rillado brilla por su ausencia y el cableado eléctrico sobrevuela las cabezas de los escasos visitantes que se dejan ver en esta deteriorada zona de Beirut. Aquí la huella de la guerra civil libanesa (1975-1990) permanece sellada en las fachadas en forma de orificio de bala y donde gran parte de los niños vagan sin rumbo por las calles dejando que pasen los días mientras sus padres logran unas pocas libras con las que sobrellevar un día más. En este desalentador núcleo se centran muchos de los esfuerzos llevados a cabo por el PARD para la escolarización de los más pequeños. Buen ejemplo de ello es el Daouk Kinder Garden, un centro preescolar dirigido a niños de entre tres y seis años, mayoritariamente palestinos, aunque ante la llegada masiva de refugiados sirios también han comenzado a responder a esta necesidad.

“El acceso a la educación para estas personas es muy difícil”, cuenta Hamdan, quien denuncia que “la población refugiada palestina en Líbano es la única en el mundo que no tiene derechos”. “Se acepta su derecho al retorno, pero no que puedan acceder a la educación, a la sanidad o al resto de derechos humanos”, asevera. Tanto es así que, pese a que los primeros palestinos llegaron a Líbano en 1948 y aunque ya hay dos generaciones de palestinos nacidos en Líbano, a estos se les deniega la nacionalidad libanesa.

Tampoco tienen acceso normalizado al mercado laboral y, en la actualidad, tienen vetadas hasta un total de 74 profesiones. Ni siquiera pueden votar ni tienen representación política en un país que se resiste a actualizar el censo llevado a cabo en la década de los 60 para evitar así que cristianos maronitas, chiíes y sunitas, repartidos en las funciones del poder, pierdan peso en el statu quo creado. El periodo escolar ha terminado ya, pero en Daouk Kinder Garden la actividad no cesa. Las aulas continúan abiertas. “Muchos de ellos se han visto obligados a huir de sus casas y no han tenido la oportunidad de ir nunca a la escuela”, enfatiza Hamdan, quien insiste en que la labor en el aula va más allá de la educación y sirve muchas veces también como “terapia para superar los horrores que han vivido”.

SUBSISTENCIA Pero la faceta educativa no es la única que trabaja el PARD. La ONG ofrece una ayuda mensual de 27 dólares a las familias para que puedan hacerse cargo de su alimentación. “Esta gente no tiene ahorros. Lo poco que ingresan se lo tienen que gastar en un alquiler. No pueden gastárselo en comida ni para ellos ni para sus hijos”, precisó. De esta forma, el PARD consigue cubrir dos de las necesidades básicas de la población palestina en el exilio. Pero además, las ONG trabajan para conseguir que los habitantes de estos guetos cambien determinados hábitos. Así, en el último año se ha llevado a cabo una campaña de concienciación en un total de 2.400 casas con el objetivo de reducir las basuras de las calles. Con mucho trabajo de sensibilización ambiental y basándose en algunas de las enseñanzas del profeta Mahoma relacionadas con la naturaleza, se ha logrado que las familias de cuatro campos reciclen. Algo similar a ocurrido con el aprovechamiento de la escasa agua potable de la que disponen los asentamientos, fuente de conflicto con la población libanesa, que acusa a los refugiados de “robarles” el agua.

El diputado de Cultura y Cooperación, Denis Itxaso, destacó que “mientras las soluciones a un problema muy complejo llegan, es imprescindible que la sociedad guipuzcoana siga viendo que es necesario apoyar este tipo de iniciativas”. “Una vez vistas estas realidades, nos tenemos que preguntar si tenemos que ampliar las labores de apoyo que venimos realizando”, acaba.

Fuente: http://www.noticiasdealava.com/2017/07/24/sociedad/libano-ninos-refugiados-y-sin-derecho-a-educacion

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Personas refugiadas y educación: hacia la integración

Por: Saray Marqués

Protagonizan cursos de verano y campañas de responsabilidad corporativa, pero los profesionales sobre el terreno echan en falta actuaciones concretas para promover el acceso a la educación de este colectivo.

Detrás de cada uno de los 17 casos de personas solicitantes de protección y refugiadas que están estudiando en la Universidad Complutense de Madrid gracias al apoyo que les han prestado desde la oficina creada ad hoc hace apenas un año y medio hay una historia. Nos relata una mínima parte Marta Amador, coordinadora adjunta del plan de acogida, que ha ayudado a que estas personas que llegan a nuestro país puedan homologar su Bachillerato, realizar la EBAU, cursar un grado, un máster o un posgrado, resolver la logística del alojamiento y la manutención… proseguir con sus estudios postobligatorios pese a las circunstancias, en definitiva.

De un guineano cuyo abuelo tuvo DNI español que, mal asesorado, había vagado durante ocho años con su tarjeta roja (el documento provisional -por seis meses, renovable- que te acredita como solicitante de protección, junto con un folio con tu huella y tu fotografía) y que por fin ha podido ver cumplido su sueño de cursar Hispánicas, a un enfermero ucraniano que en su país ya estaba ejerciendo y que aquí cursa 1º de Enfermería tras una convalidación parcial de créditos, dispuesto a seguir con la que ha sido su vocación de siempre. También esa otra pareja con dos niños en que los dos se matricularon para proseguir sus estudios, que él ha tenido que dejar aparcados porque le ha surgido un empleo que reclama ahora toda su atención.

La mayoría, mientras acuden a sus clases, necesitan apoyo psicológico, bien de las asociaciones que les han dirigido a la oficina bien desde la propia Universidad, que les ofrece un servicio gratuito, que se complementa con otros como el servicio lingüístico. Para muchos, la posibilidad de retomar sus clases ejerce de por sí como terapia: “En ocasiones han tenido que abandonar, pues les hacemos ver que el acceso a la enseñanza superior ha de ser una especie de plan a medio o largo plazo, pues si tienes tu familia lo primero es ser independiente, la situación económica, pero es increíble ver cómo cambian cuando llegan a la oficina y cuando salen. Son otros. De sentir vergüenza de decir que son refugiados a percibir un brillo en sus ojos. Poder ir a la universidad significa para ellos sentirse uno más en esta sociedad, lo que nos demuestra que, independientemente de las circunstancias, la educación nos hace ser mejores y nos permite comprender el mundo mejor, independientemente de lo que estudies”, proclama Amador.

La oficina de atención a personas refugiadas, dentro de la Unidad de Apoyo a la Diversidad e Inclusión, ha sido un empeño personal de Carlos Andradas, rector de la Complutense. Por su sede han pasado en este tiempo unos 70 universitarios (o aspirantes a ello) venezolanos, colombianos, guatemaltecos, salvadoreños, ucranianos, guineanos, sudaneses, paquistaníes… y sí, sirios, “aunque no tantos como pudiera parecer, llegan con cuentagotas”, matiza Amador, que reconoce que más del doble de los estudiantes son hombres.

Migrantes y personas refugiadas protagonizan, por otra parte, cursos de verano, y no solo en la UCM. También la UNED acaba de organizar uno bajo el título Migrantes y personas refugiadas: talento que suma. Y las empresas, no solo Ikea, empiezan a incluir en uno de sus epígrafes de Responsabilidad Social Corporativa a las personas refugiadas.

El modelo noruego

Pero la de la Complutense puede considerarse una iniciativa pionera, cuando no una rareza. Amador cita cosas que se están haciendo en otras universidades como por ejemplo la UNED (encargada del examen de acceso a la universidad, está definiendo un proyecto de MOOC para certificarse, mientras ultima convenios con organizaciones como CEAR) o la Universidad de Barcelona, con un programa para acoger a personas a través de un sistema de becas, subvencionadas en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona. Pero Amador lo ve todavía todo muy incipiente, meramente anecdótico, fruto del voluntarismo de un puñado de personas y falto de financiación. Desde luego, a años luz de Noruega, el modelo que presenta como el ideal: “En el sistema noruego, NOKUT, se incluye una especie de evaluación por competencias a escala nacional, liderado por el Ministerio. Si llegan personas sin papeles para demostrar que son médicos o ingenieros, cuentan con un tribunal con personas de la administración, especialistas en el campo y otros expertos que acreditan sus competencias y habilidades mediante un examen y les dan una especie de pasaporte en que consta su cualificación, lo que les permite empezar a trabajar en Noruega, y está empezando a verse la posibilidad de que pueda ser reconocido en toda Europa”, asegura.

Mientras, en nuestro país, depende de la universidad, de la comunidad autónoma… en que uno tenga la suerte de caer. Aunque ya se han empezado a ganar algunas batallas: “Se ha activado la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas de Madrid –CRUMA- y se ha logrado cambiar una norma de la Comunidad según la cual cualquier estudiante no comunitario tenía que pagar cuatro veces las tasas, lo que incluía a los solicitantes de asilo (una cantidad que se bonifica por acuerdos con las distintas asociaciones con las que tienen convenio). Se ha acordado introducir una coletilla con esta excepción”, señala Amador, que menciona otras luchas en las que están inmersos, como el acceso a las becas: “En principio, las personas refugiadas deberían tener los mismos derechos que los nacionales, y es una lucha que estamos teniendo”.

En 2016, 16.000 personas iniciaron los trámites de demanda de asilo, un 150% más que el año anterior. La Convención de Ginebra de 1951 garantiza la educación obligatoria y la postobligatoria, pero, según Amador, “En educación básica haría falta un paraguas a escala estatal, no solo a nivel de comunidades autónomas, y en cuanto a la educación superior, la importancia que se le había dado hasta ahora era cero”.

Menores

Coincide con ella Paola Hurtado, fundadora de Educación frente a la discriminación, que explica que no solo es un problema de la postobligatoria. Psicóloga de formación, analiza cómo, “frente a países como EEUU, donde existen test adaptados para detectar el nivel de estrés y ansiedad de las personas que llegan de países en conflicto, para poner en marcha el apoyo social o la terapia necesaria, en España no se distingue entre menores migrantes y refugiados y, a efectos formativos, da igual si has venido de Guayaquil vía avión para estudiar 4º de ESO que si has salido de Alepo dejando atrás tu ciudad bombardeada”.

Esta falta de una atención diferenciada no favorece la adhesión al sistema, a su juicio, lo que en muchos casos puede derivar en abandono. En otros, existe falta de información, algo que traslada a todo el colectivo de jóvenes con una experiencia migratoria, citando un estudio del Centro de Estudios Andaluces, en el que estos critican “la escasa orientación a la hora de ser aconsejados en la escuela sobre las mejores opciones de futuro” o el ranking MIPEX en el que se puede ver cómo, de todas las políticas de integración, en la que más flaquea España es en educación.

Para solventarlo, en la medida de sus posibilidades, desde su asociación ofrecen talleres en los Centros de Personas Adultas (CEPA), “con la intención de rescatar el talento que abandonó”, en palabras de Hurtado, informando acerca de cómo funciona el sistema (leyes, becas, ideas erróneas acerca de los requisitos, documentación necesaria, estudios, accesos…) y ofreciendo referentes de profesionales de distintas etnias que han logrado ejercer en aquello para lo que se formaron, con lo que se fortalece su motivación.

Visibles

Paco Garrido, que trabaja como coordinador en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), reconocía con sorna durante su ponencia en el curso de verano de la UNED que no estaba acostumbrado a que personas refugiadas y solicitantes de protección internacional protagonizaran monográficos, como sucede ahora, e incluso reconocía cómo esta repentina repercusión les está ayudando en una de sus labores, como agencia de empleo: por ejemplo, al ver el testimonio de una persona en esta situación una empresa solicitó su contacto para contratarla en el sector de las renovables.

Por lo demás, ellos llevan trabajando en la misma línea desde mediados de los noventa, cuando fueron reconocidos como agencia de colocación por el Servicio Público de Empleo Estatal. Lo hacen por medio de sus itinerarios personalizados. “De cara a la inclusión social y laboral la formación es un punto capital, ya sea vía universidad o vía FP. No siempre pensamos en la primera, porque no siempre se van a poder convalidar los estudios: puede que no haya equivalencia para esa carrera, o que sea tal cantidad de materias las que difieren que eso impide en la práctica la convalidación… Por lo demás, un gran número de las personas solicitantes de protección internacional han de cambiar de rumbo, adaptar su trayectoria a la nueva realidad en que se encuentran”, analiza Garrido.

No es lo deseable, pero hay ingenieros en su país de origen que aquí trabajan como obreros especializados, porque el espectro de las personas solicitantes de protección es muy amplio: “Nos encontramos profesionales de primer nivel, reconocidos en su país, personas con una cualificación altísima, que han tenido que escapar”.

Estas personas que llegan no entran, puntualiza Garrido, en concurrencia competitiva con los nacionales: “Existen fondos específicos para la protección de personas refugiadas, procedentes de fondos europeos, no se trata de una competición por los mismos ingresos”.

Desde CEAR trabajan principalmente con la Administración central, que tiene la mayor parte de las competencias en materia de asilo y protección, aunque también colaboran con las comunidades autónomas y los municipios. Como Amador, Garrido mira con envidia el modelo de los países nórdicos: “Cuentan con equipos específicos en aprendizaje de idioma, itinerarios formativos… Saludamos cómo las universidades están orientándose hacia la recepción de estas personas, lo que están haciendo distintas instituciones… pero a nuestro sistema le falta la capacidad de adaptabilidad y flexibilidad para equipararse a estos países. Existe una maquinaria bastante compleja y poco ágil que dificulta a estas personas trabajar y adaptarse a su nueva vida”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/07/11/personas-refugiadas-y-educacion-hacia-la-integracion/

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Viajes de Esperanza: La educación para los niños refugiados en Italia

Por la Internacional de la Educación

Un nuevo estudio elaborado por la Internacional de la Educación pone de manifiesto el inmenso desafío al que se enfrentan las autoridades italianas y el personal de educación para ayudar a los miles de menores no acompañados a integrarse de manera segura en la sociedad una vez que llegan a las costas europeas.

De los 28 223 menores refugiados que desembarcaron en las playas italianas en 2016, 17 373 viajaron sin la compañía de un adulto, lo que representa el 15.5 por ciento de todos los menores que llegan por mar a las costas europeas. Estas sorprendentes cifras, que han registrado un aumento continuado desde 2014, no muestran señales de disminuir.

El acceso a la educación constituye uno de los numerosos obstáculos a los que se enfrentan los niños una vez que consiguen llegar a Italia, y constituye el tema central del último estudio realizado por la Internacional de la Educación (EI), “Viajes de Esperanza: La educación para los niños refugiados y no acompañados en Italia”.

Dicho informe examina cuidadosamente el proceso que se utiliza para proporcionar protección social a los niños y proceder a su escolarización. El trabajo, que fue llevado a cabo en las provincias de Lombardía, Piamonte, Lacio, Campania, Catania, Palermo y Trapani, procede de investigaciones y entrevistas realizadas a docentes y personal de apoyo a la educación, trabajadores sociales, expertos y autoridades, en los meses de agosto y noviembre del pasado año.

Asimismo, el estudio revela que es preciso realizar más esfuerzos para sacar a los menores no acompañados de los llamados «focos» peligrosos y proporcionarles un alojamiento seguro rápidamente, así como asignarles un tutor legal y emitirles la documentación jurídica necesaria para poder escolarizarlos. Además, el informe sostiene que sería aún más conveniente permitir que todos los menores no acompañados pudieran matricularse en la escuela aún sin contar con la documentación requerida.

Si bien los menores inmigrantes tienen derecho a recibir una educación en Italia, los investigadores pusieron de relieve que es preciso realizar más esfuerzos una vez que a los niños se les asigne una plaza en el aula. Cabe destacar aún más la ausencia de una ayuda profesional continua que se centre en la mediación lingüística y cultural, que resulta esencial después de la llegada de un menor.

Parte de los impedimentos para prestar unos servicios adecuados radica en la falta de financiación. Dado que el Ministerio de Educación solo reserva cada año un millón de euros para el apoyo lingüístico, los docentes afirman que las necesidades superan con mucho estos recursos. No obstante, el estudio constata que si se dispusiera de una mayor financiación, las excelentes prácticas desarrolladas por los profesores, los trabajadores de la educación y sus escuelas podrían ser mejor utilizadas por el sistema en su conjunto con el fin de ayudar a los refugiados.

Por otra parte, los investigadores descubrieron que, a pesar de que Italia ofrece un alto nivel de protección a los menores que solicitan asilo y a los menores no acompañados, y los ayuda a acceder al sistema educativo, es preciso prestar una especial atención a la hora de supervisar este proceso. Esto se aplica especialmente al caso de los niños que deciden permanecer en la clandestinidad, muchos de los cuales abandonan Italia para buscar otros destinos.

 Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/15076/italia-cada-vez-m%C3%A1s-ni%C3%B1os-refugiados-se-embarcan-en-un-peligroso-viaje-en-busca-de-un-futuro-mejor
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Miles de niños refugiados, en la escuela pública griega

Grecia/22 junio 2017/Fuente: Euronews

Más de 72.000 migrantes llegaron a Europa, principalmente por mar, entre enero y principios de junio de este año.

A pesar de un descenso del 96% de las llegadas a Grecia, comparado con el mismo período del año anterior, 62.000 migrantes y refugiados permanecen bloqueados en este país.
Más de 20.000 de ellos son menores.

Abbas tiene diez años. Va al colegio a diario, de una y media a seis de la tarde. Es afgano, llegó con su familia al campo de refugiados de Malakasa hace año y medio. Es uno de los 2500 niños refugiados que viven en un centro de acogida que han empezado la educación reglada en escuelas griegas.

“Llevo tres meses yendo al colegio. Es muy importante estudiar, es importante para mi futuro”.

Abbas y los demás refugiados estudiantes asisten a 93 escuelas griegas gracias a un proyecto de transporte de la OIM, la agencia de migración de la ONU. La iniciativa comenzó el pasado octubre con cinco campos. Actualmente hay 32.

“Antes de la puesta en marcha del programa, los niños no participaban en ningún plan de educación formal”, explica Iannis Baveas, coordinador del proyecto. “Antes en los campos solo había educación no reglada. Es muy importante, porque todos los niños tienen derecho a ir a la escuela, la educación no es un privilegio, es un Derecho Humano básico”

73 autobuses en toda Grecia llevan a los niños a las escuelas seleccionadas, situadas en un radio de entre dos y 18 kilómetros de los campos. Abbas tarda quince minutos en llegar a la escuela primaria de Avlona, que cuenta con 235 estudiantes griegos, a los que ahora se suman veinte alumnos refugiados del campo de Malakasa.

“Muchos de estos niños no han ido nunca al colegio en sus países de origen, lo que significa que ni siquiera conocen las normas básicas de comportamiento en la escuela”, cuenta su maestro, Giannis Stefanidis.

“En dos meses han aprendido unas 300 palabras. Creo que es suficiente, aunque lo mejor es la gran sonrisa que tienen en la cara”.

Estudian griego, inglés, matemáticas, tecnología, arte y educación física. Empezaron a asistir a esta escuela a finales de marzo, el proceso de integración está en marcha.

Este es uno de los mejores ejemplos de lo que debería ser la escuela para todos los niños. No está aún claro cuántos niños refugiados en Grecia carecen de educación reglada.

En este proyecto participa el 80% de los niños refugiados de los campos situados en territorio continental griego. Los que viven en zonas urbanas asisten a clases en el turno de mañana junto a sus compañeros griegos. Pero las cifras reales son difíciles de obtener ante la gran movilidad de estos grupos. Es uno de los principales retos para llevar a estos niños a la escuela.

“A muchas de las familias ha sido difícil hacerles entender lo importante que es que los niños vayan al colegio, incluso aunque planeen marcharse a otro país”, explica Yorgos Kapranis, activista humanitario de la UE.

Entonces, ¿cuál es el objetivo de la Comisión Europea de cara al futuro?

“El programa es temporal, estas instalaciones no están pensadas para durar para siempre, son lugares de paso. Las familias ya se están desplazando a otros campos. La Unión Europea está pagando apartamentos y los niños entonces irán a clase por la mañana. Este programa les prepara para integrarse mejor en el sistema nacional”.

El padre de Abbas sueña con mudarse a Suiza. Está orgulloso de que sus hijos vayan al colegio. Durante los 21 años precedentes en los que vivió en Irán, una de sus principales preocupaciones fue el acceso a la educación.

“Espero que pueda seguir estudiando en escuelas oficiales, porque le gusta”, señala Mohamed Ibrahim Nuri. “Soy optimista respecto a su futuro, esperamos que pueda conseguir sus objetivos. Una de las razones por las que emigramos fue darles educación a nuestros hijos”.

El ministerio de Educación griego asegura que en septiembre los colegios reglados volverán a abrir sus puertas a los niños refugiados residentes en los campos. Y que entonces también compartirán pupitre, en turno de mañana, con sus compañeros griegos.

Fuente: http://es.euronews.com/2017/06/20/miles-de-ninos-refugiados-en-la-escuela-publica-griega

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Miles de niños refugiados son presas de traficantes

Por:

Esta es la historia de más de 300.000 niñas y niños refugiados y migrantes que son solo una fracción de los millones que atraviesan fronteras internacionales sin la compañía de adultos y que son presa fácil para el tráfico y la trata de personas en todo el mundo.

Un nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que presenta un pantallazo de la niñez refugiada y migrante, los motivos de sus desplazamientos y los riesgos que enfrentan en el camino, indica que niñas y niños ascienden a 28 por ciento de las víctimas de tráfico de personas.

«Un niño que se desplaza solo ya es demasiado, y aún hoy existe un número asombroso de niños que hacen precisamente eso. Nosotros como adultos no los protegemos»: Justin Forsyth.

El informe, Un niño es un niño: Proteger a los niños en movimiento de la violencia, el abuso y la explotación, publicado por Unicef, informa que África subsahariana y América Central y el Caribe tienen la mayor proporción de niñas y niños entre las víctimas de tráfico y trata de personas, a razón de 64 y 62 por ciento, respectivamente.

Además, el número de niños que viajan solos se quintuplicó desde 2010, y muchos refugiados y migrantes de corta edad transitan por rutas sumamente peligrosas, a menudo a merced de los traficantes, para llegar a sus destinos.

Al menos 300.000 niñas y niños no acompañados fueron registrados en 80 países en 2015 y 2016, frente a 66.000 en 2010 y 2011, según el informe, que fue publicado el 18 de mayo.

“Un niño que se desplaza solo ya es demasiado, y aún hoy existe un número asombroso de niños que hacen precisamente eso. Nosotros como adultos no los protegemos”, denunció el subdirector ejecutivo de Unicef, Justin Forsyth.

“Traficantes despiadados explotan su vulnerabilidad para beneficio personal, ayudando a los niños a cruzar las fronteras, solo para venderlos a la esclavitud y prostitución forzada. Es inadmisible que no estemos defendiendo adecuadamente a los niños de estos depredadores”, se quejó.

En primer lugar, las y los menores de edad necesitan protección, recordó el representante de Unicef, a la vez que destacó la importancia de la Convención sobre los Derechos del Niño, por la cual los Estados se comprometen a respetar y asegurar la aplicación de los derechos de “cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna”.

Una de las rutas más peligrosas del mundo

Un informe anterior, Un viaje letal para los niños: La ruta migratoria del Mediterráneo central, publicado a finales de febrero, advertía que “los niños y mujeres refugiados y migrantes sufren sistemáticamente violencia sexual, explotación, abuso y detención a lo largo de la ruta migratoria del Mediterráneo central desde el norte de África a Italia”.

Miles de niños refugiados son presas de traficantes

Una granja abandonada con un colchón usado por prostitutas en Palermo, Italia. “Me perdí la niñez”, se lamenta Mary, que recibió la ayuda de un abogado cuando fue traficada a territorio italiano, a los 17 años. Crédito: Gilbertson / Unicef

En ese momento, 256.000 inmigrantes se registraron en Libia, incluidas aproximadamente 54.000 mujeres, niñas y niños. “Este es un conteo bajo, dado que los números reales son al menos tres veces más altos”, aseguró el informe.

La agencia de la Organización de las Naciones Unidas calcula que al menos 181.000 personas – incluidos más de 25.800 niños no acompañados – recurrieron a traficantes en 2016 para intentar ingresar a Italia. “En la parte más peligrosa – desde el sur de Libia hasta Sicilia – una de cada 40 personas es asesinada”, subrayó.

Víctimas violadas, explotadas y endeudadas

Afshan Khan, director regional y coordinador especial de Unicef para la Crisis de los Refugiados y Migrantes en Europa, observó que el Mediterráneo central, del Norte de África a Europa, es una de las rutas migratorias más mortíferas y peligrosas para niños y mujeres.

“La ruta está controlada principalmente por contrabandistas, traficantes y otras personas que buscan atrapar a niños y mujeres desesperados que simplemente están buscando refugio o una vida mejor”, expresó.

“Casi la mitad de las mujeres y los niños entrevistados habían sufrido abusos sexuales durante la migración, a menudo en múltiples ocasiones y… lugares”, con violencia sexual “extendida y sistemática” en los cruces y puntos de control, afirmó Khan.

“Además, aproximadamente tres cuartas partes de las niñas y niños entrevistados dijeron que habían experimentado violencia, acoso o agresión en manos de adultos”, lo que incluye palizas, y abuso verbal y emocional, añadió.

En el oeste de Libia con frecuencia se detiene a las mujeres en centros de detención donde se denunciaron “condiciones difíciles, como mala nutrición y saneamiento, hacinamiento considerable y falta de acceso a la asistencia sanitaria y legal”, informó Unicef.

Miles de niños refugiados son presas de traficantes

Una joven en una celda de un centro de detención en Libia, el 31 de enero. Crédito: Romenzi / Unicef

Lo que deberían – y pueden – hacer los más poderosos

Se incluye en el informe una agenda de seis puntos que pide “vías y garantías seguras y legales para proteger a los niños migrantes”. Unicef instó a la Unión Europea a adoptar la agenda antes de la Cumbre del Grupo de los 7 países más poderosos, que se celebrará en Taormina, Italia, el 26 y 27 de este mes.

 y migrantes, en particular aquellos que no viajan acompañados, de la explotación y la violencia. También exhorta a cesar la detención de niños que solicitan refugio o emigran mediante una serie de alternativas prácticas, y mantener a las familias unidas como la mejor manera de proteger a la infancia.

Recomienda, asimismo, que los niños refugiados y migrantes sigan recibiendo educación formal y que tengan acceso a servicios de salud y otros servicios de calidad, presionar para actuar sobre las causas subyacentes de los movimientos a gran escala de refugiados y migrantes, y promover medidas para combatir la xenofobia, la discriminación y la marginación en los países de tránsito y destino.

Estos compromisos serían fáciles de aplicar por los gobiernos del G7. El punto es: ¿los líderes políticos de los países más ricos del mundo considerarán, en serio, esta tragedia inhumana?

¿Los poderosos son conscientes de que el número de niñas y niños que se quedaron solos va en aumento? Unicef – que se fundó en 1946 para ayudar a millones de niños europeos refugiados, víctimas de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) – acaba de informar que 92 por ciento de las niñas y niños que llegaron a Italia por mar en 2016 no estaban acompañados, frente a 75 por ciento en 2015.

¿Saben estos mandatarios que 75 por ciento de las niñas y niños que llegaron a Italia – el país anfitrión de su Cumbre – denunciaron que fueron retenidos contra su voluntad u obligados a trabajar sin remuneración?

Por no hablar de los centenares de niñas y niños que son secuestrados para vender sus órganos, reclutados por organizaciones terroristas como niños soldados o explotados en duras labores de esclavitud “moderna”.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/05/miles-de-ninos-refugiados-son-presas-de-traficantes/

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