Page 33 of 92
1 31 32 33 34 35 92

Maestros en México, entre los peores pagados del mundo

México / 20 de mayo de 2018 / Autor: Gerardo Cano / Fuente: LaNetaNoticias

El estudio de la OCDE revela que los maestros mexicanos tienen salarios muy por debajo de la media

Este 15 de mayo se conmemora el Día del Maestro, fecha en la que se reconoce el trabajo que realizan los docentes en todos los niveles de educación a nivel nacional.

El origen de este día en nuestro país se dio hace un siglo cuando el Congreso de la Unión oficializó esta fecha a nivel nacional como reconocimiento a los profesores.

Sin embargo, millones de maestros en México no pueden celebrar el día como ellos quisieran, pues sus salarios son equivalentes a los de un trabajador de industria con prestaciones básicas.

Por si fuera poco, de acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el salario inicial para un maestro de escuela sin experiencia en México es de aproximadamente 18 mil dólares al año (alrededor de 156 mil pesos), poco más de 13 mil pesos al mes. Por el otro lado, la percepción máxima para un profesor en México es de 37 mil dólares (425 mil pesos).

Estos datos de la OCDE revelan que México ocupa el séptimo peor lugar en salarios de maestros a nivel global, sólo superado por Grecia, Turquía, Zambia, Honk Kong y Polonia. El país con el peor salario en el mundo lo tiene Eslovaquia, con un monto de 19 mil dólares para un profesor con más de quince años de experiencia.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) reveló que el 54 por ciento de los profesores mexicanos laboran en promedio 28 horas a la semana; el 38 por ciento trabaja de 35 a 48 horas semanales y sólo un tres por ciento más de 48 horas.

Con la llegada de la reforma educativa, la Secretaría de Educación Pública modificó los estatutos de los profesores y eliminó acciones como la herencia de la planta laboral, pues por varias décadas maestros le dejaban el puesto a sus hijos y así sucesivamente eliminando la posibilidad de que nuevos profesores se hicieran de un espacio.

Fuente de la Noticia:

Maestros en México, entre los peores pagados del mundo

Comparte este contenido:

El sistema educativo portugués mejora en los rankings: ¿qué debemos aprender de él?

Portugal/15 de mayo de 2018/Fuente: http://noticias.universia.es

Los puntos clave que han convertido al país luso en un ejemplo académico a nivel europeo.

  • Portugal apuesta por una mejor preparación de sus docentes en todos los niveles educativos.
  • Tuvo que hacer frente a una alta tasa de abandono escolar y ahora está ganando la batalla.
  • Existe cierto grado de independencia que permite a los centros educativos amoldar sus programas a las necesidades locales.

Los últimos resultados del informe PISA dieron una alegría a las autoridades educativas portuguesas. Y es que ya están disfrutando los frutos del esfuerzo y dedicación para mejorar la situación durante los últimos años, y es interesante tomar nota de cómo lo hicieron para aprender de ellos.

Portugal tuvo que enfrentarse a una situación crítica en cuanto a educación. Aunque sigue siendo uno de los países con más altas cifras de abandono escolar en Europa, ha llegado a reducir dicha tasa en un 30%, y todo parece que la cifra se seguirá reduciendo en los próximos años.

También ha decidido prestar especial atención a la formación de los docentes y otorga cierto grado de margen para que los centros educativos preparen sus propios programas con la idea de amoldarlos a las necesidades locales o regionales.

Toda una revolución en cuanto al sistema educativo por el que no importó dedicar el 5,1% del PIB, ya que ahora se ven los resultados: una educación pública y de calidad muy reconocida por la sociedad y armada con los últimos adelantos tecnológicos académicos.

Mayor exigencia a los docentes

Portugal es uno de los pocos países de la zona que exige tener un título de posgrado a sus docentes para poder ejercer. Esto ha hecho que la competencia en el sector de la educación sea dura, pero también muy bien pagada y tomada seriamente en cuenta.

Además, desde los primeros años de carrera, los estudiantes tienen la oportunidad de hacer prácticas curriculares con la idea de que ya se presenten al mundo laboral con cierta experiencia previa.

Programas individualizados ante riesgo de abandono

El país luso tuvo que atacar a esta lacra de frente y sin tregua. Creo el programa especial para combatir el abandono escolar basado en la atención personalizada de cada alumno considerado en situación de riesgo.

Dentro del plan está la formación profesional que no permite que los alumnos salgan del centro educativo, o la creación de programas educativos exclusivos para estudiantes de primaria.

Más atención a los colegios públicos

Las autoridades portuguesas decidieron reducir las subvenciones a los centros educativos concertados, pero con la idea de invertir en una educación pública y de calidad. Los ciudadanos así lo han entendido y han empezado a confiar en los centros públicos y a participar activamente en la formación de sus hijos ayudando a mejorar la escuela y sus proyectos de integración.

Portugal aún tiene mucho por hacer respecto a su sistema educativo pero ya ha dado una lección a sus países vecinos en cuanto a mejorar una situación crítica a base de esfuerzo y constancia.

Ahora la tecnología domina el mundo académico, y todos debemos prestar atención a los cambios para preparar a los estudiantes ante los retos del mañana.

Fuente de la Noticia:

http://noticias.universia.es/cultura/noticia/2018/05/08/1159354/sistema-educativo-portugues-mejora-rankings-debemos-aprender.html

Comparte este contenido:

Singapur, el archipiélago de la Educación: cómo superar el modelo de Finlandia o Canadá para levantar un país

Singapur/12 de Mayo de 2018/La Sexta

Gracias a un brillante sistema educativo, Singapur se ha convertido en 50 años en el país de la Educación. De los 72 países y economías que participaron en el informe PISA 2015 sobre Ciencia, este país asiático, de menos de 6 millones de habitantes, obtuvo el mejor resultado, superando a los mejores países de la OCDE en este ámbito como Japón, Estonia, Finlandia y Canadá.

Más de medio millón de jóvenes de 15 años participaron en la última encuesta mundial sobre Educación de la OCDE, conocida como PISA. El principal tema estudiado fue la Ciencia, una parte cada vez más importante de la vida económica y social.

De los 72 países y economías participantes en el informe, Singapur tuvo el mejor resultado. Por su parte, de los países de la OCDE, los que obtuvieron mejor nota fueron Japón, Estonia, Finlandia y Canadá.

Por otro lado, alrededor de uno de cada diez estudiantes de los países de la OCDE, y uno de cada cuatro en Singapur, puntuaron el más alto nivel en Ciencia. Además, el 13% de los mejores estudiantes del mundo provienen sólo de cuatro provincias de China y sólo en Finlandia las niñas tienen más probabilidades de obtener mejor resultado en Ciencia.

AulaPlaneta descubre en su web algunas de las claves que explican el éxito del modelo educativo en Singapur, un modelo que ha conseguido levantar un país en apenas 50 años:

– Educación como pilar esencial en el desarrollo del país

– El sistema educativo se basa en la meritocracia y la competitividad

– El objetivo es que los alumnos aprendan, no memoricen

– Se apuesta por un aprendizaje flexible y diverso

– Las escuelas tienen mucha independencia

– Las evaluaciones oficiales definen el camino educativo de cada alumno

– Los profesores son muy valorados y están muy preparados

– Se evalúa e incentiva a los docentes

– El bilingüismo es obligatorio

– La formación profesional es muy importante

Fuente: http://www.lasexta.com/programas/enviado-especial/noticias/singapur-el-archipielago-de-la-educacion-como-superar-el-modelo-de-finlandia-y-canada-para-levantar-un-pais_201805085af2d5a90cf25aee0b774410.html

Comparte este contenido:

“En la evaluación, la LOMCE ha sido un obstáculo en el camino que se había emprendido”. Entrevista a Francisco Luna

Europa/España/10 Mayo 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

Entrevista a Francisco Luna. Exdirector del Instituto vasco de evaluación e investigación educativa no universitaria

En las últimas semanas las evaluaciones han sido protagonistas. Hablamos con Paco Luna, experto en evaluación de Euskadi, sobre sus límites y sus posibilidades.

Con 18 años de experiencia en el mundo de la evaluación externa a sus espaldas, Francisco Luna sabe de lo que habla. Es sincero y las defiende en medio de un mar de críticas (“sería hipócrita decir que son inútiles cuando he vivido de ellas”), pero también rechaza cómo se están planteando. Al menos en determinadas formas. Las ideas fuerza del discurso de Luna respecto a las evaluaciones pueden resumirse en dos: son útiles, aunque no deben ser el único elemento que considerar cuando se evalúen sistemas educativos, solo uno más, y lo importante es preguntarse para qué se hacen y actuar en consecuencia.

Para fijar el marco de la entrevista, ¿cuál es su opinión general de las evaluaciones externas?

Desde mi posición de haber vivido de ellas en los últimos 18 años sería hipócrita decir que son inútiles. Las evaluaciones estandarizadas externas son un mecanismo potente, con posibilidades de describir suficientemente bien los sistemas educativos. Si hacemos las cosas bien, con criterios claros y sin cometer algunos errores que se están cometiendo, nos permiten disponer de información muy interesante. Son solo una fotografía, a veces borrosa, que tiene una gran capacidad para describir pero limitada para explicar por qué ocurren las cosas. No pueden ser el eje central de los sistemas porque es un error. Miden lo que pueden medir.

¿Qué no miden?

Hay aspectos del currículum y del aprendizaje que no somos capaces de medir. No podemos medir la capacidad de autonomía o iniciativa personal que tiene el alumno. Tenemos dificultades para medir la competencia de un alumno para participar en un equipo de trabajo, y no te hablo de las relacionadas con el mundo artístico, motriz, etc. Estas evaluaciones tienen una experiencia y un aval técnico muy grandes en determinados ámbitos (por ejemplo, sabemos hacer la medición de la competencia lingüísitica, matemática o científica), pero hay dificultades para medir otros como aprender a aprender o las competencias sociales. Si situamos las evaluaciones en su contexto, situamos para qué las queremos y le damos su espacio —pero no más— es un instrumento interesante y necesario.

¿Qué errores estamos cometiendo?

Desde los 90 todas las evaluaciones se han convertido en un eje central del cambio y la reforma de los sistemas educativos. ¿Qué ha hecho este movimiento general de implantación de las evaluaciones? Inocularnos una serie de parámetros que se utilizan a nivel mundial como eje de los cambios. Ahora no hay nadie que quiera hacer una reforma sin mencionar la excelencia, la evaluación, estandarización, rendición de cuentas, rankings, libre elección… Esta es la terminología que nos han inoculado. Pero todo esto nos lleva a un determinado sistema educativo. Por ejemplo, en las conclusiones de PISA se indica que una mayor autonomía escolar da mejores resultados si se relaciona con una buena rendición de cuentas. Para eso son necesarias unas evaluaciones estandarizadas que den datos y responsabilicen a los centros del proceso de aprendizaje. Esto es culpabilizar y poner en manos de los centros toda la responsabilidad de lo que ocurre. Los profesores tienen mucha responsabilidad en lo que ocurre, pero no toda. Este es un problema fuerte: meternos en una dinámica de evaluaciones que convierta todo el sistema en una responsabilidad de los centros.

Otro problema es que las evaluaciones estandarizadas externas cuestan mucho dinero si se quieren hacer con garantías. En España hay 17 comunidades autónomas. ¿Las 17 nos vamos a meter a hacer una evaluación con garantías? Estamos haciendo pruebas con garantías técnicas mediocres y la comparabilidad de resultados entre unas y otras deja que desear. Otro problema con estas evaluaciones tiene que ver con darles mayor importancia de la que tienen. Hasta 2015 en PISA teníamos unos resultados muy buenos. Con los resultados de 2012 en País Vasco estábamos por encima de las medias internacionales. Salían artículos de prensa que se preguntaban por qué Euskadi no se tomaba como referencia a nivel estatal de cómo debería ser un sistema educativo. Cuando recibimos los resultados de PISA 2015 se nos hundió el mundo. Un resultado en un año concreto, ¿puede poner en cuestión todo un sistema educativo? Si caemos en los rankings podemos tomar medidas erróneas.

¿Qué debe tener una buena prueba de evaluación?

El problema que tenemos es que las evaluaciones se han convertido en una línea educativa. Tenemos la dificultad de que los medios de comunicación se fijan solo en la posición. Pero lo importante es la distancia. Si tenemos tres alumnos con un 9, un 5 y un 3 la posición 1, 2 o 3 es importante. Pero si tenemos esa misma posición con esos mismos alumnos con un 7,5, un 6,5 y un 5,9 es menos importante la posición porque la distancia es menor. Tenemos que darle a la evaluación el espacio que tiene. Es imprescindible, sin duda. Pero estas evaluaciones cuantitativas son solo un primer paso. Importante, sustancial, necesario, pero un primer paso. Si anulamos el resto de los pasos lo que hacemos es darle una función que no tiene. Estas evaluciones explican una parte de la realidad, pongamos el 50% o 60% de la diferencia de resultados entre países. Pero hay una parte que no podemos describir. Si estas evaluaciones no se ligan a los siguientes pasos (como hacer investigación educativa para explicarnos por qué ocurren las cosas), no estaremos llegando hasta el fondo de los problemas. Si los datos no los contextualizamos a la situación política, social o cultural, estaremos tomando decisiones equivocadas. Si pensamos que las evaluaciones tienen que generar propuestas de arriba hacia abajo no nos daremos cuenta de que los sistemas educativos no se cambian así. Sabemos que los planes de formación, mejora y reforma institucionales no sirven para nada. Estas evaluaciones de centro aportan información para que puedan mejorar. Pero la tendencia de los políticos cuando se encuentran un mal resultado es buscar una solución global para todo el sistema. No funciona. El curso pasado una analista senior de la OCDE explicaba que en los últimos siete años se han hecho 430 reformas educativas a partir de los resultados de PISA en más de 30 países, pero no ofrecen resultados. Hay una tendencia a que las reformas no lleguen al aula, se quedan a nivel de centro, y si algo sabemos es que el cambio se hace en el aula. Otra razón por la que estas reformas no dieron resultado es porque la formación de los docentes, necesaria para ese cambio, había sido insuficiente o superficial. A veces nos conformamos con cursos de unas horas y a partir de ahí queremos poner en marcha un plan para desarrollar las competencias básicas en el currículum. Tenemos que darle un papel a las evaluaciones. ¿Para qué las queremos? Es un debate. Es distinto si queremos una evaluación con el objetivo de la equidad o la competitividad. Es distinto si los resultados son internos para que los centros hagan planes de reformas o públicos para que los padres elijan centro.

¿Y para qué se están haciendo las evaluaciones en España?

El desarrollo de la evaluación en el sistema español es joven, pero ya ha pasado por varias fases. Hubo una primera en la que las comunidades participábamos de lo que hacía el Instituto Nacional de Evaluación. Con la LOE surgieron las evaluaciones de diagnóstico, competencia de cada comunidad, que tuvo que crear sus propias evaluaciones. La mayoría hizo un modelo, para mí precario, que es una evaluación en la que la administración elabora las pruebas, las manda al centro, que las aplica y corrige y las mete en el sistema. Algunas, como Cataluña o La Rioja, lo hicieron con otro modelo: la administración creaba las pruebas, pero eran profesores de otro centro los que evaluaban a los alumnos, al contrario que en el anterior modelo. Hay una tercera, que es la que hacemos en Euskadi, donde hacemos las pruebas y aplicadores y correctores externos las aplican. Hubo incluso la evaluación general de diagnóstico, que era una evaluación conjunta de todas las comunidades. Por primera vez hubo una prueba aplicada por todas las comunidades para todo el Estado. Era una metodología que estaba empezando a funcionar. En ese momento vino la LOMCE, que transformó todo el debate que estaba más o menos asumido sobre qué eran las evaluaciones externas (tenían carácter interno para los centros, formativo e informativo para las familias). La LOMCE lo cambió: metió las reválidas, las convirtió en una prueba para pasar de una etapa a otra, un filtro, etc. y todo esto ha destrozado las evaluaciones y ahora hay una cierta crisis de la evaluación pese a que no tenemos la experiencia suficiente para tener esta crisis. Lo que se está haciendo son los últimos coletazos de una fenecida ley. Cada comunidad autónoma está haciendo las cosas de una manera, cuando se pensaba que se iba a unificar. En el tema de la evaluación, la LOMCE ha sido un obstáculo en el camino que se había emprendido.

¿Está justificada entonces la polémica y el rechazo a las pruebas?

Estas evaluaciones son técnicamente potentes, pero tienen limitaciones. Una muy fuerte es cuando se llega al nivel de resultados de alumnos. En ocasiones, los que estamos en este campo actuamos con una cierta arrogancia técnica, pensando que nuestros instrumentos son capaces de describir mejor la situación de aprendizaje de un centro que las pruebas que hace el propio centro. Y esta arrogancia está debajo de la decisión de que estas evaluaciones fueran condicionantes para superar la prueba. No hay ningún país europeo que haga las evaluaciones externas de esta manera. Sigo pensando que son útiles, pero si competimos con la evaluación académica, siempre saldrá perdiendo una evaluación externa. Nunca deben competir, son cosas distintas. Las evaluaciones externas son una foto, y en un centro tienen un vídeo. No puedes competir salvo que tengas la osadía de decir que no confías en lo que dice el centro o el profesorado con la información que recogen durante todo el curso. En este momento, las evaluaciones externas de la LOMCE son una especie de arrastre sin demasiado sentido que no llevan a nada.

Algunas cuestiones más específicas. Los profesores se quejan de que tengan que ser otros docentes quienes las hagan porque los chicos, dicen, se ponen más nerviosos. ¿Es apropiado?

Es cierto que hay quejas en ese sentido, pero está muy relacionado con dónde sitúas la evaluación. Si lo haces como referencia única de un centro, entonces es normal que se pongan nerviosos, porque les estás dando una única fotografía que tienen que trasladar a las familias. Pero si les garantizas que es una información interna, sin rankings ni difusión de esa información, y que tienen autonomía para actuar a partir de esos resultados, no tiene por qué ser así. Si es una información complementaria periódica para compararte con otros centros y puedes analizar qué cambiar, estas evaluaciones aportan información y no tienen por qué ponerte demasiado nervioso porque no tienen consecuencias directas ni en el sueldo ni en los resultados académicos; es una información más para la toma de decisiones.

Cuando nosotros empezamos la evaluación teníamos quejas de este tipo, una reacción muy de preservar a los alumnos de cualquier ataque externo de un enemigo desconocido. Luego se dieron cuenta de que no pasaba nada de esto. Nos pasó que los centros les daba más fiablilidad que lo hiciéramos nosotros que ellos. De hecho, en algunas comunidades que lo hacían internamente dudaban de que los datos que se daban a partir de la corrección interna fueran comparables. Pero somos una intrusión en la vida normal del centro, intentamos hacerlo con las mayores garantías posibles, molestar lo menos posible. Aunque el observador siempre transforma el objeto observado. Por eso lo importante no es un dato puntual en un año concreto en una competencia específica, sino la tendencia. Indica mucho más.

¿Pueden hacerse a cualquier edad o hay un mínimo que no debería sobrepasarse?

En sentido estricto no, únicamente hay que adaptar los tiempos, los instrumentos, el contexto, la relación con el alumno. Se puede hacer desde infantil hasta bachillerato. El tipo más habitual para evaluaciones externas es a partir de mitad de la educación primaria en casi todos los países. En primaria la mayoría de los países tienen pocas evaluaciones externas. Son algo más frecuentes en secundaria y prácticamente universales en la etapa preuniversitaria. En estos momentos se está trabajando en el diseño universal de las evaluaciones. Se está pensando qué elementos tienen que tener estas evaluaciones para que no sean un obstáculo para percibir las competencias reales que tienen los alumnos y no afecten a las dinámicas de los centros. ¿Cuáles son los aspectos técnicos que una evaluación y un instrumento como las evaluaciones externas tiene que tener en cuenta para que sean equitativas? A veces las evaluaciones externas no recogen la diversidad de los centros. A veces pelean contra algunos enemigos. Las diagnósticas (sin consecuencias para los alumnos) son de alguna manera unas pruebas de bajo riesgo, no hay nada en juego para los alumnos. Pero hay una serie de factores culturales relacionados con el esfuerzo y la motivación que son importantes para estas pruebas. Las investigaciones dicen que una parte importante de la diferencia entre países vienen no tanto por la diferencia de competencias sino por la motivación para hacer estas pruebas. En España, los alumnos que hacen PISA empiezan muy bien, si tomáramos como referencia los primeros ítems el resultado sería muy alto. Pero, ¿qué ocurre? Que el decaímiento, el cansancio, baja con intensidad en España, mientras en otros países afecta menos. Este es un enemigo de esta evaluación. No te juegas nada, pero lo que contestas como alumno va a dar la fotografía del estado del sistema educativo y casi de un país. Hay que hacer mucho esfuerzo para motivar a los alumnos.

Imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2018/05/DSC2794-2.jpg

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/10/en-la-evaluacion-la-lomce-ha-sido-un-obstaculo-en-el-camino-que-se-habia-emprendido/

Comparte este contenido:

México es el país de la OCDE con más embarazos de adolescentes; pobreza agrava el problema: Save the Children

México / 29 de abril de 2018  / Autor: EFE / Fuente: Sin Embargo

La falta de educación sexual integral en las escuelas, el inicio temprano de la actividad sexual y el bajo uso de los métodos anticonceptivos son algunas de las causas del embarazo adolescente en América Latina. México, por ejemplo, ocupa el primer lugar de embarazos de adolescentes entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Cambiar las condiciones económicas y sociales de los adolescentes en América Latina es indispensable para combatir el problema de los embarazos de adolescentes, aseguró hoy María Josefina Menéndez, directora de Save the Children México.

“La falta de educación sexual integral en las escuelas, el inicio temprano de la actividad sexual y el bajo uso de los métodos anticonceptivos son algunas de las causas del embarazo adolescente”, señaló Menéndez durante el Taller “Mujer actual y anticoncepción, revelando nuevos caminos” que se celebra este martes.

De acuerdo con la especialista, en el mundo se registran anualmente 16 millones de embarazos adolescentes entre 15 y 19 años, mientras que 2.2 millones se presentan en menores de 15 años.

La experta detalló que el centro del problema es la inequidad y exclusión, aunado a la falta de políticas públicas eficientes, el incremento de la violencia, la falta de oportunidades y el matrimonio infantil.

“En México, por ejemplo, se sigue permitiendo esta práctica en por lo menos cuatro estados”, dijo.

Menéndez recordó que México ocupa el primer lugar de embarazos de adolescentes entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La directora ejecutiva de la organización subrayó la carencia de alternativas a la que se enfrentan muchos jóvenes no solo mexicanos sino latinoamericanos para desarrollar otros proyectos de vida.

Esto incide en que los jóvenes inicien su vida sexual a edades tempranas, ya que los adolescentes tienen su primera relación sexual a los 16 años de media en Latinoamérica y esperan, pero al menos un año para utilizar algún método de anticoncepción.

Este problema afecta también a la formación educativa de los adolescentes pues de acuerdo con la organización, en América Latina el 11,8 % de las adolescentes mencionan el embarazo como primera causa para dejar la escuela, mientras que en el caso de los varones, el porcentaje es del 2,3 %.

Debido a ello, apenas un 8 por ciento de los jóvenes entre 15 y 17 años tienen oportunidades de trabajo.

Menéndez señaló que es necesaria una estrategia integral de atención “ver al adolescente como un sujeto que tiene derechos”.

La directora ejecutiva de la organización Save the Children México subrayó la carencia de alternativas a la que se enfrentan muchos jóvenes no solo mexicanos sino latinoamericanos para desarrollar otros proyectos de vida. Foto: EFE

Del mismo modo, dijo que es necesario contar con recursos para el desarrollo de las políticas públicas y ejercerlas de manera correcta, además de promover la prevención y atención.

“El cambio fundamental que queremos lograr es una transformación cultural y personal, en torno al embarazo en adolescentes. El gobierno, la sociedad, el sector privado y medios de comunicación tienen responsabilidad. Todos somos responsables”, afirmó.

Finalmente destacó la importancia de trabajar con los padres “para que se den cuenta que el embarazo adolescente responde a que la enseñanza no tiene pautas de ternura ni de atención a sus hijos”.

En México, se han establecido políticas públicas como la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) la cual, de acuerdo con Patricia Chemor, Secretaria General del Consejo Nacional de Población, ha disminuido en 13 por ciento este problema en los últimos tres años.

Fuente de la Noticia:

México es el país de la OCDE con más embarazos de adolescentes; pobreza agrava el problema: Save the Children

Comparte este contenido:

OCDE: el sistema educativo griego puede ser fuente de crecimiento sostenible

Europa/Grecia/26 abril 2018/Fuente: El diario

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó hoy que Grecia puede convertir su sistema educativo en una fuente de crecimiento inclusivo y sostenible.

«Ahora que las perspectivas económicas de Grecia están mejorando, es hora de centrar la atención en la construcción de un sistema educativo de alto rendimiento que ponga a los niños en el centro», dijo Gabriela Ramos, directora en la OCDE.

La OCDE reconoció los esfuerzos del Gobierno de Alexis Tsipras por mejorar la calidad, equidad y gobernanza del sistema educativo griego a través de profundas reformas estructurales y políticas innovadoras.

El informe «Educación para un futuro brillante en Grecia», presentado en Atenas junto al ministro de Educación griego, Kostas Gavroglu, afirma que los esfuerzos del Gobierno pueden proporcionar a los estudiantes las habilidades necesarias para ser una pieza clave en el crecimiento del país, el aumento de la productividad y del bienestar.

Recoge los principales desafíos estructurales a los que se enfrenta el sistema educativo griego, como el exceso de puestos interinos, la alta centralización del sistema escolar, la necesidad de un mayor apoyo al desarrollo profesional de los docentes o la educación paralela generalizada.

Para poder llevar a cabo todas estas medidas, la OECD pidió que Grecia otorgue al sector los recursos económicos que la educación merece, y explicó que el gasto público se recuperaría pues mejorar la educación ayudaría a acabar con la crisis económica del país.

Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/OCDE-sistema-educativo-crecimiento-sostenible_0_762573980.html

Comparte este contenido:
Page 33 of 92
1 31 32 33 34 35 92