Redacción: Vistazo
Pandemia
La pandemia y la ignorancia tecnologizada al asedio de la universidad
Por: Isaac Enríquez Pérez
Formada en Europa a lo largo del siglo X como una organización –si bien bajo el control de la iglesia católica– orientada a la sistematización del conocimiento, y consolidada durante los siglos XVIII y XIX como un bastión de la reflexión y el pensamiento crítico y anticlerical, la universidad contemporánea –al menos desde la década de los setenta del siglo XX– está bajo el acecho del burocratismo, la corrupción, los intereses creados, la instauración de un pensamiento hegemónico neoconservador y postmoderno, el negacionismo, y de la ultra-especialización de sus disciplinas y saberes compartimentalizados.
A estas amenazas se suman varias crisis; a saber: a) los recortes presupuestales, que se traducen en una privatización de facto de la universidad pública y en una reconversión silenciosa del derecho ciudadano a la educación en un servicio orientado a los usuarios o consumidores. b) El fundamentalismo de mercado no solo se expresa en la disciplina fiscal y en el «austericidio» de la universidad pública, sino en la sutil irradiación de una racionalidad tecnocrática que privilegia el individualismo y la gestión empresarial (la supuesta meritocracia que priva en las evaluaciones y acreditaciones del trabajo académico). c) La mercantilización de la ciencia y de los saberes y su despojo como bienes públicos globales, con miras a conformar un paradigma tecnocientífico sujeto a la rentabilidad de las grandes corporaciones. d) La precarización de sus relaciones laborales en las universidades; especialmente de aquellos académicos que laboran por horas y bajo contratos temporales. Y e) la crisis epistemológica, que se cierne sobre las formas convencionales de construcción y transmisión del conocimiento, y que se origina en la fragmentación y dispersión de los saberes, así como en el fin de las certidumbres y en las cegueras del conocimiento.
No bastando las grises nubes que posiciona la tecnificación del conocimiento y la trivilalización de valores como la verdad, en los escenarios abiertos por la crisis epidemiológica contemporánea, resalta la difusión e imposición de la formación universitaria telemática como un mecanismo para evitar contagios tras la irradiación del coronavirus SARS-CoV-2. Países europeos como Italia y España anuncian la extensión de la actividad docente en línea para el próximo curso académico. Incluso, universidades estadounidenses y de otras latitudes anuncian el retorno a las aulas presenciales hasta el año 2022, aún sin existir riesgos epidemiológicos.
Cabe hacer una acotación respecto a la noción de universidad o educación a distancia: si bien las tecnologías de la información y la comunicación contribuyen a la masificación del conocimiento y a acercar el proceso de enseñanza/aprendizaje a amplias capas de la población que padecen la exclusión social en los sistemas educativos tradicionales, la educación a distancia es un complemento a la universidad presencial y no su sustituto. Con la universidad en línea es posible llegar a poblaciones rezagadas que, en su momento, no disfrutaron del derecho a la educación, sea por falta de ingresos, tiempo, motivación o disposición. Mujeres que interrumpieron su formación escolar ante la maternidad prematura; jóvenes que se vieron obligados a incorporarse al campo laboral y que cancelaron o postergaron sus expectativas educativas; personas adultas que abandonaron, desde su juventud, la posibilidad de formarse; y demás aspirantes rechazados en los procesos de admisión de las universidades públicas, tienen ante sí la oportunidad de retomar sus estudios con las ventajas que ofrece la educación en línea en cuanto a tiempos y formas de aprendizaje flexibles y adaptables.
Más aún, estas tecnologías contribuyen a la difusión masiva del conocimiento. A través del llamado acceso libre, es posible poner al alcance de la humanidad invaluables acervos científicos, humanísticos y artísticos que ofrecen respuestas en torno a los grandes problemas mundiales.
Sin embargo, con la pandemia del Covid-19 se atiza la obsesión por prefigurar una ciudad virtual que no solo apela al distanciamiento físico, sino al distanciamiento en las formas de socialización. Entronizando con ello la atomización de la sociedad y el individualismo hedonista.
El conocimiento es, por su propia esencia, una construcción social; un proceso colectivo de creación que amerita de la interacción y cercanía con los otros. No es una labor estereotipada de individuos aislados en un laboratorio y al margen del mundo externo u orientada al seguimiento de ciertos protocolos. Existe una estrecha interacción gnosia/praxis, que adquiere el carácter de totalidad articulada en cuanto se construyen diálogos multidireccionales y se conforma la noción de comunidad académica con miras a crear significaciones que configuran el sentido de la realidad a través de un lenguaje dotado de conceptos y categorías. Ese lenguaje solo es posible crearlo en interacción con «el otro» y en el marco de un proceso de sensibilización y empatía que amerita de la cercanía física y que además, en el caso de las universidades, precisa de la fusión de la docencia y la investigación, en tanto mancuerna indisoluble que le da forma al conocimiento y a su transmisión.
La interacción física es fundamental en la relación docente/estudiante y estudiante/estudiante, pues reproduce simbólicas y pautas de convivencia que, con mucho, trascienden lo estrictamente escolar. Los debates colectivos en el aula, en los pasillos, en los espacios comunes de las universidades, son cruciales para la construcción de conocimiento y para la formación de la ciudadanía.
La instauración masiva de la universidad a distancia supone aislar al estudiante en una habitación, acompañado de una pantalla que, si bien crea acción social desanclada de la presencia física en un espacio determinado, no trasciende a una lógica de comunicación multidireccional y a prácticas colectivas que permitan la deliberación razonada más allá de lo efímero y de las ansiedades que genera. En ese sentido, la universidad a distancia forma parte del llamado Screen New Deal y de la reproducción de relaciones de poder asimétricas, asociadas con el nuevo patrón de acumulación bio/tecno/científico.
La universidad, históricamente, fue la trinchera para luchar –a través de las ideas– contra los dogmatismos teológicos, los totalitarismos, el racismo, la inequidad de género, y el carácter excluyente del capitalismo. Sin embargo, ante la bioseguridad, el higienismo y el Estado sanitizante que le es consustancial, el pensamiento crítico emanado de las universidades prácticamente está adormecido, domesticado y postrado; vaciado de contenido ante la andanada del apocalipsis mediático (https://afly.co/7td3), la desinfodemia y el asalto al conocimiento razonado (https://afly.co/7tx3) que sobredimensionan los rasgos e impactos de la pandemia. Esto significa que, en medio de una nueva crisis civilizatoria, la universidad está ausente de los contrapesos que es necesario anteponer a los dogmatismos contemporáneos, a la industria mediática de la mentira y a la construcción de infraestructura para la biovigilancia a través de la alta tecnología (inteligencia artificial, la nube virtual, el Internet 5G y la robotización).
El aprendizaje remoto es una de las tendencias que se aceleró con el advenimiento de la pandemia del Covid-19. La infraestructura digital para la conectividad es parte consustancial de ello. Sin embargo, como la tecnología no es neutral, está anclada a la contradictoria y desigual estructura de poder y riqueza.
El problema de la universidad ante la gran reclusión, radica en la incapacidad de la primera para organizar, de manera sistemática, la reflexión en torno a los problemas públicos contemporáneos. A contracorriente de su milenaria historia y de su crítica a los poderes fácticos, la universidad contemporánea sucumbe ante sí misma y orienta sus energías, confrontaciones e intereses facciosos a erradicar el pensamiento crítico y la construcción de alternativas y de vanguardias teóricas, artísticas, humanísticas e ideológico/políticas. Subyugada por las tecnocracias universitarias y por los laberintos y látigos del mercado, la universidad rompe con su esencia y funciones históricas, al tiempo que instaura e institucionaliza la ignorancia tecnologizada en sus entrañas.
Semilleros de teorías críticas y de tradiciones de pensamiento; templo de la duda y el cuestionamiento respecto al statu quo; formadora de élites políticas, artísticas e intelectuales; hábitat natural del estudiantado como forma de vida; y escenario de la innovación científica y tecnológica, la universidad es amenazada por la masiva digitalización del proceso de enseñanza/aprendizaje A su vez que se enfrenta a los riesgos y ansiedades que gesta y despliega el ciberleviatán, el panóptico digital y el régimen bio/tecno/totalitario, que apuestan por anteponer las emociones a la razón y por controlar los cuerpos, la mente y las conciencia en el contexto de la era post-factual.
Si bien las tecnologías contribuyen a solucionar problemas públicos, cabe enfatizar que tampoco son la panacea, ni todas las soluciones atraviesan por el tamiz tecnológico. Por el contrario, su uso indiscriminado puede abrir otros problemas públicos que ahonda los abismos sociales y exacerban las desigualdades. La universidad a distancia no marchará al margen de esas tendencias y de procesos más amplios como la (re)concentración del conocimiento y del poder derivado de su posesión y uso.
En su obra La metafísica de la juventud, el filósofo alemán Walter Benjamin habló de la unidad de la conciencia y la voluntad contestaría que se forman en la época estudiantil. Alcanza a observar que en las universidades berlinesas de principios del siglo XX predomina la desvinculación del aparato profesional respecto a los saberes y que la vida estudiantil es mermada por la miseria espiritual. Hoy en día no estamos al margen de estas acechanzas.
El carácter distante y efímero que genera en sus ambientes la educación a distancia puede exacerbar estas miserias y acentuar la ignorancia de los estudiantes y la petrificación de los docentes. Ello no solo es un riesgo para la formación escolar y el ejercicio profesional, sino para la misma construcción de la cultura ciudadana y la resolución de los problemas públicos. Reivindicar críticamente y al margen de intereses creados la noción de universidad y sus funciones clásicas, no solo implica colocar en su justa dimensión la digitalización –en tanto un complemento–, sino erradicar el mantra del mercado como único camino. De lo contrario, la humanidad no contará con los instrumentos mínimos para enfrentar problemas globales como las epidemias –cada vez más recurrentes y desconocidas–, el colapso climático que amenaza con la extinción de las poblaciones humanas, y los riesgos propios del cambio de ciclo histórico que se avecina (https://afly.co/7tg3).
Fuente: https://rebelion.org/la-pandemia-y-la-ignorancia-tecnologizada-al-asedio-de-la-universidad/
La pandemia empuja a la juventud húngara a los brazos del Ejército
Redacción: La Vanguardia
«Desde que comenzó la epidemia, el número de solicitantes ha aumentado un 100%, así como el número de consultas, y, obviamente, estamos contentos. Por supuesto, se han puesto en marcha una serie de medidas para poder gestionarlo. Hemos flexibilizado el procedimiento de admisión, lo que no significa que las condiciones de entrada sean más fáciles, sino que el procedimiento se ha acelerado», afirma Durgó.
Aunque el paro apenas ronda el 4,1% en Hungría, asusta tras años de bonanza económica en los que era prácticamente inexistente. El subsidio por desempleo se mueve en una horquilla que va de los 200 a los 350 euros mensuales y solo se cobra un máximo de tres meses. Unas perspectivas económicas sombrías (se prevé una caída del PIB nacional del 8% a finales de año en el mejor de los casos) completan un argumentario que refuerza emocionalmente el Gobierno de Viktor Orbán con mensajes patrióticos en los que se promociona al Ejército y sus valores.
Argentina: Goodman sostuvo que no están dadas las condiciones para el regreso a las aulas
Redacción: Chubut
El secretario general de Atech, Santiago Goodman, afirmó que no están dadas las condiciones para retomar las clases presenciales. Nación y Provincia evalúan protocolos con intención de retomar posiblemente en agosto. Hubo presentaciones del gremio al Ministerio de Educación. Sigue el reclamo salarial.
Goodman convocó ayer a una conferencia de prensa y exigió precisiones sobre la eventualidad del regreso a las clases, al tiempo que reclamó que se agilice la conformación del Consejo Asesor.
«No están dadas las condiciones para el regreso presencial a las clases», afirmó Goodman. Y sugirió que «hay que aprender de lo que sucedió en otros países que retomaron el ciclo lectivo como Francia, España, Corea, China y Alemania, que después tuvieron que retroceder y suspender las actividades». Insistió entonces el sindicalista del sector docente que «estamos alejados de las condiciones mínimas para regresar en este marco. El Estado no ofrece las garantías necesarias. En Chubut, hay 14.000 docentes activos y 7.000 auxiliares de la Educación que requieren respuestas en todos sus planos».
CLASES VIRTUALES
«Denunciamos que la situación virtual cada vez es más caótica en función de los salarios y por las situaciones precarias de los estudiantes. Desde el gremio, estamos distribuyendo los cuadernillos del Ministerio de Educación de la Nación. Hay una brecha muy grande entre quienes pudieron trabajar virtualmente y quienes no contaron con esa posibilidad», sostuvo el sindicalista de Atech.
Además, informó que presentaron una serie de notas «con las declaraciones de la ministra de Educación, Florencia Perata, y las cuestiones pendientes de la última reunión que incluyen los salarios, incentivos, el aguinaldo». Y agregó que desde Atech «le exigimos a ella que responda sobre esos puntos y que no se desatienda del tema porque es inherente a su cargo y debe responder en consecuencia. Nos enteramos que se terminó de pagar el rango 03 pero no hay cronograma del rango 04 y rechazamos el aguinaldo en cuotas».
RESPALDO DE CTERA
Goodman apuntó que el Gobierno debe poner como prioridad el cumplimiento del pago salarial y garantizar las condiciones de higiene y salubridad en las escuelas. Y afirmó que «desde la Ctera nacional, se repudió el pago de los salarios a estatales de Chubut y se respaldó nuestra lucha».
Fuente: https://www.elchubut.com.ar/nota/2020-6-24-22-45-0-goodman-sostuvo-que-no-estan-dadas-las-condiciones-para-el-regreso-a-las-aulas
Come cambierà il mondo? Solo storielle
Di: Ilka Oliva Corado
Tradotto da Monica Manicardi
Stiamo vedendo la calamità e la sfrontatezza come l’abbiamo vista altre tante volte. Cosa ci ha insegnato questo periodo di pandemia? Niente. Delle tante lezioni che avremmo potuto apprendere non ne abbiamo apprese nessuna. Come cambierà il mondo dopo questo? Solo storielle. Nessuno è diventato più umano. Siamo la specie predatrice. Ci mangiamo a vicenda, senza smancerie, senza tregua, la legge del più potente, del più cattivo, del più mascalzone. Insomma, come sempre, come ogni giorno. Rimaniamo impassibili davanti al dolore degli altri e nascondiamo il disprezzo per le squadre di criminali che eleggiamo come governanti.
A cosa ci serve la lettura, gli scaffali di libri nelle biblioteche delle nostre case, uno straccio di laurea, se quelli che fanno sempre sono coloro che meno hanno avuto opportunità di sviluppo? Con o senza pandemia sono quelli che continuano a mettere le loro forze. Sono quelli che si tolgono il cibo dalla bocca e lo danno ad altri. Sono quelli che donano i loro raccolti. Anche i contadini. Perché rendiamo famosi gli avvocati e li lodiamo, questo è un intellettuale, questa è una lettrice, un cineasta, un’artista, una cantante, un gran oratore, un gran pensatore, ‘sto cavolo! I contadini che lavorano mentre l’arte e i grandi pensatori vanno e vengono con le loro chiacchiere di tappeti fioriti. Precisamente. E’ lo stesso ambiente di quelli che vivono sulle spalle di altri. Sarà perché colui che porta il sole e l’acqua nelle intemperie sa quello che vale un pezzo di pane e la fame nel bisogno.
Ma sì, sono specialisti nell’approfittarsi della miseria altrui per trarre profitto personale, ecco perché tengono conferenze parlando di temi sull’umanità, delle canzoni, di poemi, di sculture, di libri, di film o documentali alle spalle di coloro che hanno invocato aiuto e loro non hanno voluto vedere. Incapaci di alzare la voce come un cittadino qualsiasi, indignato per il maltrattamento di un cattivo governo.
Per esempio le innumerevoli immagini di poliziotti in lungo e in largo dell’America Latina controllando i cittadini che si sono trovati obbligati a infrangere la quarantena per uscire a prendere un pezzo di pane. Migliaia di persone che scendono in strada con bandiere rosse e bianche reclamando l’assistenza alimentare e medica, la classe operaia, la classe dei lavoratori che essendo quella che ha più sofferto lo sfruttamento da sempre, vive di giorno in giorno e senza alcun risparmio come quello che comodamente dalla sua casa dice: resta a casa. Dove sono i grandi pensatori, i laureati e gli artisti che chiedono ai governi di rispondere adeguatamente di fronte a questa necessità collettiva dei più indifesi? Ma sì, appena finisce il chiasso della pandemia arriveranno i film, i recital, le conferenze, i documentali, dove parleranno di numeri, dove presenteranno immagini strazianti dei tempi del virus… Come la zappa: solo per un verso!
Ma adesso, adesso che ce n’è bisogno, quello che stanno assistendo sono i rifiutati di sempre, gli sfruttati, quelli segnalati come analfabeti, puzzolenti, ignoranti, perseguitati. Le crisi mostrano sempre il meglio e il peggio dell’umanità e se abbiamo l’umiltà di osservare attentamente vedremo che quelli che danno, tengono la bocca chiusa e abbassano la mano, con discrezione e senza cercare alcun riconoscimento, sono quelli che sanno che ore sono solamente guardando il sole o per il rumore degli animali notturni.
Dovremmo avere più umiltà e più coraggio per riconoscere coloro che hanno da sempre portato questo mondo sulla schiena. E lasciare il trambusto delle lauree e dei libri letti e i motti degli artisti e intellettuali, che la verità nell’emergenza di vita o di morte non servono a niente. Sono gli indispensabili di sempre quelli che hanno mantenuto questo pianeta finora.
Come cambierà il mondo dopo ciò? Mah, calci nel sedere, direbbe mio zio Lilo: contadino.
Fonte: https://cronicasdeunainquilina.com/2020/05/18/come-cambiera-il-mondo-solo-storielle/
La lectura en tiempos de pandemia
Por: Luz Angélica Rivera Vázquez
En la Educación Básica, la lectura es un medio para descubrir, comprender y analizar temas que se ponen al alcance dentro y fuera de las aulas. Además utilizan libros de texto que al resolverlos es ineludible la actividad lectora para poder así contestar los ejercicios que se presentan, donde el docente guía la acción y da seguimiento a las actividades que ya están propuestas en el libro.
Es así como un alumno, al ingresar a la Educación Básica, se le incorpora a la práctica de la lectura desde la adquisición de la misma, principalmente bajo dos métodos de los cuales se desprenden más, que son el sintético y el analítico que, según Mialaret (2011), en el primero inician el aprendizaje de la lectura con la identificación de sonidos, representados por una letra y uniéndolas para formar una palabra o frase; y el segundo, un método global que invita a comprender el sentido de frases y palabras por medio de representaciones gráficas para comprender su sentido.
Después se utiliza la lectura para usos prácticos y fines didácticos en el aula y fuera de ella, pues de acuerdo con Vygotsky la cultura influye tanto en el contenido del pensamiento como en la forma a través de la cual los seres humanos procesamos la información, afecta la naturaleza de la atención, la memoria y la metacognición (Bodrova y Leong, 2004, p.32).
Es por ello que al niño de Educación Primaria se le debe acercar a la práctica de la lectura de forma diaria y directa en el aula, de forma diversificada, con oportunidades para explorar diferentes textos. En el contexto escolarizado la lectura depende de las propuestas del docente, de los acercamientos que se le planteen y de aquellas actividades que el docente, con o sin finalidad, los lleve a la comprensión de cualquier tipo de texto.
Sin embargo, en esta última época, a partir del mes de marzo del 2020, en México y en todo el mundo esta situación cambió, el modelo de la escuela y de las actividades que se presentaban en ella, como la lectura y todas aquellas estrategias escolarizadas que se tenían proyectadas para los meses de abril, mayo, junio y julio, se vieron limitadas por una pandemia que posicionó a la educación escolarizada a distancia de las aulas, de sus compañeros, de sus rutinas, de su receso, sus juegos y sobre todo de su maestro.
Una pandemia es definida en el Diccionario de la lengua española (2001) como “enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”. Esta es provocada por el virus SARS-CoV2 que desde diciembre del 2019 en la ciudad de Wuhan de la República Popular de China, inició como un brote de neumonía denominado como enfermedad por el virus SARS-CoV2 (Covid-19), que se ha expandido en varios países y México no es la excepción. Ha llegado y, a partir del 23 de marzo del 2020, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo por el Consejo de Salubridad General que la denominó como pandemia y se comenzaron a tomar medidas de suspensión de las actividades no esenciales, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus.
Dentro de las recomendaciones a nivel nacional dadas por el sector salud a consecuencia de la propagación del virus SARS-CoV2 son el distanciamiento social, el cual limita las actividades económicas, deportivas, culturales, sociales, comerciales, pero sobre todo las escolares, en todos los niveles educativos públicos y privados. Aunque era algo nuevo, inusual y aterrador, se cerraron las aulas, se optó por tomar clases a distancia, lo cual ocasionó que los docentes enviaran el trabajo a casa mediante medios electrónicos que determinó un trabajo en casa, que si bien, no estábamos preparados como sector educativo, al principio se presentó como un área de oportunidad de aprendizaje, pero también implicó un problema, pues en muchos de los casos los maestros y alumnos no tenían medios de comunicación, por lo que limitó las actividades académicas de estos alumnos.
Por su parte, las autoridades educativas emitieron comunicados y propusieron una estrategia de programación televisiva “Aprende en casa” a la cual los alumnos tenían acceso. Asimismo, estaba al alcance de ellos que, en palabras del secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, “9 de cada 10 alumnos tienen en su casa acceso a la televisión”, lo cual permitía cobertura nacional casi en su totalidad y en los casos donde no era posible, había programas radiofónicos. De igual manera, los maestros que tenían forma de comunicarse con los padres de familia y alumnos podían enviarles trabajo a casa, lo cual centró mi atención a esta actividad en la cual los maestros enviaban su propuesta de trabajo, ya que al pertenecer al sector educativo donde se puede revisar en la planificación las actividades de los profesores, era necesario prestarle atención a las estrategias que implicaban la lectura como centrales en el proceso educativo, además de darme cuenta del valor que tienen dentro de las aulas como actividad primordial, ya que las propuestas didácticas que se enviaban a casa eran mediante medios escritos, los cuales los padres de familia tenían que leer y comprender para llevarlos a cabo en casa. Esta situación me llevó a plantearme una problemática: ¿qué estrategias viablesde lectura propuestas por los profesores de primaria se podrían realizar durante este período de confinamiento?
Para esclarecer la práctica de la lectura, primero defino qué es la lectura, como Sole (1992), quien describe que leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer los objetivos que guían su lectura, dando referencia a la interacción que es perceptible cuando se interpreta el texto con el marco de referencia del lector.
Así mismo, Millán (2010) aporta que leer es establecer un diálogo con el autor, comprender sus pensamientos, describir sus propósitos, hacerle preguntas y tratar de hallar las respuestas en el texto; por lo que implica un proceso más consciente entre el lector y el autor, más que solo la decodificación de letras.
El aprendizaje de la lectura implica pasos que Kalman (2003) distingue para apropiarse del uso de un artefacto letrado: en un primer momento distingue la disponibilidad, acceso, participación con interacción y apropiación, integrándolo a sus prácticas comunicativas y aporta su voz personal. Utilizando este método sistemáticamente, se podría trazar un camino efectivo a la lectura efectiva. Este tipo de prácticas de lectura las podemos encontrar con las actividades propuestas a los alumnos, mismas que se pueden explorar con esta investigación.
La lectura cobra relevancia debido a que en cualquiera de las asignaturas que se imparten en Educación Primaria, ésta es quizá la principal como medio de acercamiento, desde la lectura de alguna indicación, un mapa, una imagen, una página o una ilustración para después realizar una producción o actividad complementaria a partir de la lectura.
Lo anterior descripto me permitió hacer una investigación mediante medios electrónicos acerca de esta práctica de la lectura durante la etapa de pandemia, al observar que la lectura traspasó las aulas y se realizó como actividad primaria en las casas de los alumnos.
Materiales y Métodos
El universo de estudio lo constituyen 25 docentes de educación primaria pública que laboran en el municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México. El período de estudio comprende las últimas semanas del ciclo escolar 2019-2020, que corresponde a las primeras semanas de junio del 2020. El “trabajo de campo”, por decirlo de algún modo, consistió en establecer comunicación a través de mensajes de WhatsApp en los que los docentes que voluntariamente colaboraron respondieron a las tres preguntas planteadas, en un entorno a distancia y con una sola intervención.
El planteamiento se realizó mediante tres preguntas, las cuales se distribuyeron a través de medios electrónicos en la aplicación de WhatsApp, a la que la mayoría de los docentes tiene acceso, lo cual permitió la comunicación a distancia.
Resultados
La primera pregunta dirigida a los docentes fue ¿Qué medio de comunicación con los padres de familia ha sido al que más ha recurrido durante este período de confinamiento? Este cuestionamiento me permitió conocer el medio a través del cual se estableció comunicación con los padres de familia o alumnos durante esta etapa de pandemia. Al respecto, se obtuvieron resultados que reflejan que el cien por ciento de los 25 profesores encuestados utilizaron la aplicación de WhatsApp, la cual evidentemente fue de su preferencia y añadieron otras formas más como el correo electrónico utilizado por 6 docentes, lo cual amplió el canal de comunicación y solo uno de los profesores utilizó la aplicación de Zoom, así como un profesor más que hizo uso de la plataforma Google Classroom.
Lo anterior que refleja que la aplicación que los docentes prefieren es la de WhatsApp por ser de fácil acceso para la sociedad y porque permite hacer llamadas, enviar fotografías, audio y escritura. Es decir, es uno de los medios que facilitan la comunicación de forma eficaz, por lo que podríamos seguir utilizando esta “App” para fines educativos. Así mismo, los padres de familia tienen el dominio en el uso de esta aplicación, lo cual facilita establecer comunicación e incluso compartir datos entre ellos y de forma inmediata. A lo anterior mencionado, habría que agregar el notable detalle del económico costo que tiene la aplicación, así como su amplia capacidad de cobertura geográfica.
Es relevante mencionar que solo dos docentes utilizaron dos plataformas diferentes que implican la realización de una videollamada o que permite grabar una clase o interactuar en el mismo tiempo con el alumno, lo que refleja la falta de conocimiento de parte de algunos docentes para utilizar otra herramienta tecnológica y lograr una mejor comunicación a distancia con sus alumnos. Por otra parte, también nos demuestra la brecha económica que vive actualmente el país, debido a que no todos los alumnos en el sistema público tienen acceso a internet o a un equipo de cómputo que permita la conectividad, situación que limita el uso de otras herramientas digitales para el logro de la comunicación entre profesores y alumnos. Lo cual muestro en los resultados de la primera pregunta en la siguiente figura 1.
Figura 1
Para la segunda pregunta, partimos de la premisa de que la lectura es prioridad en el trabajo en educación primaria realizado durante esta pandemia, ya que es una actividad que se ocupó en un 100% por cuatro docentes; en más de un 50% por 20 docentes y solo un docente con menos del 50%. Lo anterior refleja que su uso ha sido prioritario en las actividades propuestas de parte de los docentes de Educación Primaria durante esta etapa. Dentro de las actividades propuestas, se fortalecieron habilidades de comprensión lectora que los alumnos de nivel primaria requieren para dar continuidad a su vida académica, ya que es el principal y tradicional medio de adquisición de nuevos conocimientos.
En palabras de Daniel Cassany “La actividad de leer requiere poner en juego un importante número de procesos mentales, entre los que destacan la percepción, la memoria y el razonamiento” (2019, p. 55), por lo que proporcionarles esta actividad mental a los alumnos facilita el desarrollo de habilidades del pensamiento que les permitirán utilizar para otras actividades escolares futuras.
Sin embargo, desde mi perspectiva, esta actividad, al ser el medio de adquisición de otros conocimientos, tendría que ser primordial dentro y fuera de las aulas e incluso en casa, en donde se desarrolló la mayor parte del trabajo durante este confinamiento.
Considero necesario que la lectura se tome con una gran relevancia, no solo escolar, sino social, debido a que esta actividad conlleva más formas y tipos que las siete letras que la componen y es por eso que me llevó a realizar la siguiente pregunta en donde observé que los docentes manifestaron las estrategias que ellos emplearon para promover la lectura en casa durante esta pandemia, que permite comparar la multiplicidad de propuestas.
Figura 2
Dentro de esta figura 2 se encuentran concentradas las estrategias que utilizaron los docentes de educación primaria durante este confinamiento, lo cual me permitió obtener los siguientes resultados. Como estrategias recurrentes, se utilizó la lectura de comprensión y las preguntas de comprensión a partir de una lectura, que son las actividades que más se propusieron por parte de 7 docentes. Dentro de las actividades que también se destacan son la lectura en familia y la lectura compartida, propuesta por 4 docentes cada una, lo que denota que, al ser una actividad que se puede realizar de manera compartida y al permanecer en confinamiento, las familias las podían realizar en conjunto.
Otro porcentaje de docentes coincidieron en las estrategias de obtener inferencias a partir de una lectura, así como localizar información dentro de la lectura, cuestionarios y lecturas de comprensión que dos docentes propusieron. Sin embargo, es relevante mencionar que estas estrategias y las demás que se encuentran en la Figura 2 con una sola propuesta de parte de los docentes son actividades en donde se logran dos tipos de lectura que son literal e inferencial, las cuales planteo a partir de la propuesta de Daniel Cassany (2008), que por su parte propone tres tipos de lectura que se pueden practicar desde casa y en el aula. Estas son: literal donde se decodifica el texto, inferencial que te permite recuperar inferencias elaborativas, pragmáticas o proyectivas; y crítica que implica comprensión de la ideología. Esto en términos generales, ya que es la más compleja.
Una lectura crítica requiere identificar el contexto de partida, reconocer el género discursivo, identificar el contexto de llegada y reaccionar en consecuencia de la lectura. Según Cassany (2008), es como debemos hacer una lectura crítica, que a su vez es compleja, que exige también grandes conocimientos y destrezas del lector, puesto que implica un amplio conocimiento del contexto de la lectura.
Discusión
Dentro de las estrategias empleadas por los docentes de primaria durante este período de pandemia se denotan dos tipos de lectura: la literal, al realizar cuestionarios donde sólo se permite el decodificar el texto y copiar las respuestas, y el tipo de lectura inferencial, que permite recuperar inferencias acerca de la lectura, estrategia utilizada por los docentes que permite identificar partes de un texto y anticipar información.
Asimismo, es necesario prestar atención a quitar las estrategias propuestas por los docentes, las cuales tienen relevancia debido a que todos los profesores encuestados priorizan en actividades de lectura dentro de las estrategias propuestas para este confinamiento, lo cual determina la preocupación de los maestros por esta actividad, ya que su rol es dinámico, determinan el qué, el cómo, el cuándo y el por qué se utilizan las estrategias de lectura en el aula y ahora en casa de los alumnos también.
Es el docente quien tuvo la responsabilidad de seguir promoviendo actividades de lectura durante este confinamiento, ya que es determinante como guía para promover que los alumnos tengan un rol más activo y autónomo en su aprendizaje. Es necesario conducir a los alumnos a la práctica de la lectura para que encuentren en ella la vía para lograr mayores aprendizajes y que puedan explorar más usos y tipos de textos.
El camino a la lectura es largo y requiere de reforzamiento continuo, que depende en gran medida de las conducciones de los docentes, por lo que sugiero seguir construyendo el abanico de posibilidades de estrategias de lectura en educación primaria e innovar con la participación de los alumnos, algo que durante esta pandemia se ha realizado y que sin lugar a duda se seguirá reflexionando.
Bibliografía
Bodrova y Leong (2004) Herramientas de la mente. México: Pearson.
Cuetos, F. (2010) Psicología de la lectura. Madrid: España.
Cassany, D. (2008) Prácticas letradas contemporáneas. México: Ríos de Tinta, ISBN: 978-968-943-234-0.
Cassany, D. (2019) Laboratorio lector. España: Anagrama.
Mialaret, G. (2011). Psicología de la educación. Buenos Aires, Argentina: Siglo veintiuno editores.
Kalman, Judith (2003). El acceso a la cultura escrita: la participación social y la apropiación de conocimientos en eventos cotidianos de lectura y escritura. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 8 (17), [Fecha de Consulta 15 de abril de 2020]. ISSN: 1405-6666. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=140/14001704
Millán L. (2010). Modelo didáctico para la comprensión de textos en educación básica. Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales, (16),109-133. [fecha de Consulta 15 de Abril de 2020]. ISSN: 1316-9505. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=652/65219151007
Villagránt, A. y Harris D. (2009). Algunas claves para escribir correctamente un artículo científico. Revista chilena de pediatría, 80(1), 70-78. https://dx.doi.org/10.4067/S0370-41062009000100010
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Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-lectura-en-tiempos-de-pandemia/
Imagen: https://pixabay.com/
OPINIÓN | Guerrero, en extrema vulnerabilidad
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Daniel Chiquiar Cikurel, director general de Investigación Económica del Banco de México, calificó como estados muy vulnerables a Quintana Roo, Guerrero y Baja California Sur, “porque tienen una orientación turística y, por lo tanto, claramente, el riesgo de perder empleo por estar en actividades muy riesgosas, es elevado”. El turismo que se ha catalogado como una actividad no esencial en la fase tres de la pandemia, coloca en una situación sumamente critica a nuestra entidad, por el elevado número de empleos que se han perdido. Esta situación ha impactado fuertemente en el Puerto de Acapulco, que es el corazón de la economía del estado.
El Banco de México en su reporte sobre las Economías Regionales de enero – marzo de 2020, registró una pérdida de 685 mil 840 puestos de trabajo, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social. Reporta que las mayores contracciones se dieron en Quintana Roo, Nayarit, Baja California Sur y Guerrero. Son estados cuya vocación productiva está orientada al turismo que, ante el choque sanitario, la gran mayoría de trabajadores pasó de la noche a la mañana a las filas del desempleo. Por su parte el gobernador Héctor Astudillo, informó que la fase tres de la pandemia provocó la pérdida de más de 50 mil empleos formales e informales, llegando a cerrar 220 hoteles en Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco de Alarcón. La situación pasó de ser delicada a grave.
El grave problema que enfrentamos como estado es que una alta proporción de la fuerza laboral se concentra en un sector económico vulnerable, como ahora es el turismo. Las grandes fluctuaciones en los niveles de ocupación son como una ola que arremete con toda su fuerza contra los trabajadores de este sector. La contingencia ha castigado con toda su furia a la población que se asienta en los centros turísticos del estado.
La gran desventaja es que se trata de trabajos que no pueden llevarse a cabo a la distancia. Los turistas requieren una atención personalizada y un servicio directo. El turismo implica el desplazamiento de personas por diferentes vías de comunicación, marcado por temporadas altas y bajas y centrado en el esparcimiento, la diversión y el descanso. Nada de estos servicios se pueden obtener a distancia, por lo mismo, las empresas están imposibilitadas de implementar otra modalidad de trabajo para mantener la continuidad de sus actividades. Por otra parte, el nivel de calificación que se requiere para la asignación de determinados puestos, no exige un alto grado de profesionalización. Por lo mismo, la rotación laboral es mayor y el desempleo es una amenaza inminente.
El estudio del Banco de México enfatiza que la falta de gobernanza es también un factor de mayor riesgo para el crecimiento económico, es decir, que si en estados como Guerrero, la violencia y la inseguridad pública, siguen siendo la principal amenaza para la población, se truncan las posibilidades de que se consoliden las inversiones económicas en las diferentes regiones de la entidad. No solo el COVID – 19 vulnera nuestro desarrollo, sino también la debilidad de nuestras instituciones y la fragilidad de nuestro orden constitucional.
El reciente informe publicado por International Crisis Group, titulado La guerra cotidiana: Guerrero y los retos a la paz en México, afirma que nuestro estado es el epicentro del crimen organizado en México, con más grupos luchando por el control del territorio que en cualquier otra región del país. “Al menos 40 grupos luchan, por un diverso portafolio criminal, que incluye la producción y el tráfico de drogas, sobre todo heroína, para el mercado estadounidense y varios tipos de actividades criminales, que han aparecido recientemente, principalmente la extorsión (…) una reforma a la policía civil, la protección de las poblaciones vulnerable y el desarme de grupos violentos, son tareas esenciales para que el estado salga de su guerra crónica (…) el gobierno debe de proveer los recursos y la protección física para permitir que la sociedad civil local, tal como las organizaciones de víctimas, asuman roles de liderazgo en estos procesos”.
Por otra parte, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó la siguiente investigación: Vulnerabilidad ante el COVID-19 en México, donde plantea las tres principales dimensiones del índice de vulnerabilidad en el marco de la pandemia: la demográfica que incluye factores socioculturales que dificultan el acceso a la información para prevenir el contagio y acudir a los servicios médicos; la salud que se refiere a la presencia de morbilidades asociadas a complicaciones del coronavirus como diabetes, hipertensión, enfermedades pulmonares e infraestructura en salud, y la socioeconómica, relacionada con la satisfacción de los derechos básicos y la capacidad económica.
El índice de vulnerabilidad está clasificado en 4 grados: media, alta, muy alta y crítica. En la Montaña de Guerrero el grado muy alto de vulnerabilidad se concentra en los municipios de mayor marginación, que cuenta con áreas urbanas pequeñas y un gran número de comunidades dispersas. En esta región la infraestructura de salud es muy escasa, con una tasa de hacinamiento alta. Los hogares cuentan con pocos medios de comunicación y la producción económica es precaria. Son municipios mayoritariamente indígenas. Para los investigadores, las poblaciones con un grado critico de vulnerabilidad, representan un reto mayor que debe ser atendido de manera especial por las autoridades. En términos socioeconómicos, son los municipios con menor capacidad de resistencia y por consecuencia, menor capacidad de resiliencia. Por lo mismo, debe ser un imperativo que la política pública se encamine a evitar la propagación de contagios en estas áreas, ya que no existen los servicios médicos para atender a quienes se enferman.
El estudio señala que la mayor vulnerabilidad se concentra en los municipios más marginados del país, como Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Hace unas semanas, el gobierno federal catalogó como municipios de “La Esperanza”, a 269 que se ubican fundamentalmente en estos estados y se caracterizan por su alta marginación. Su vulnerabilidad es extrema, a pesar de que no hay contagios, sin embargo, la precariedad en la que viven tiene fuertes efectos negativos en las economías locales. Se señala que es en estos municipios donde se deben prevenir a toda costa los contagios, ya que además de la precariedad económica, los servicios de salud son prácticamente nulos.
Recomiendan aumentar y mantener las medidas de prevención del contagio en municipios con vulnerabilidad muy alta y critica, aunque no presenten casos, por el alto impacto de la pandemia. Sugieren que no se levante las medidas de mitigación del contagio, porque no hay certeza de que en estas poblaciones estén al margen de los intercambios económicos, sociales y culturales. Más bien, existe una gran movilidad poblacional, ante la falta de trabajos remunerados. La alta migración que se ha registrado por parte de familias indígenas provenientes de los municipios de Cochoapa El Grande, Metlatónoc, Alcozauca, Atlamajalcingo del Monte y Tlapa, que se trasladan a los campos agrícolas de Chihuahua, Sinaloa, Michoacán y Guanajuato, nos muestran el intenso desplazamiento que se está dando, sin que se implementen acciones coordinadas entre los estados expulsores de mano de obra jornalera y los estados receptores para prevenir contagios y brindar una atención digna a mujeres, niñas, niños, jóvenes y adultos mayores que ante la falta de condiciones materiales y económicas para sembrar en sus pequeñas parcelas, no tienen otra alternativa que realizar actividades agrícolas extenuantes.
Hoy el gobierno de Guerrero no deja de insistir en su publicidad oficial que la pandemia no ha terminado. Que necesitamos extremar precauciones. El mensaje que dio este domingo el gobernador, fue muy enfático, al reiterar que el semáforo rojo se mantiene en el estado. Advirtió que no estamos en condiciones de abrir las actividades no esenciales. Anunció que se aplaza hasta el 30 de junio del 2020 el inicio de estas actividades. También enfatizó que es obligatorio el uso de cubrebocas en espacios públicos y recomendó el uso de la careta. Reconoció que hay una gran cantidad de contagios, remarcando que por esta situación mucha gente está sufriendo.
En esta semana las cifras de decesos rompieron récord con 61 defunciones en un solo día, arrojando el domingo 14 de junio, un total de 546 defunciones y 3 mil 325 casos confirmados. Lo que más preocupa es que sigue aumentando el número de casos, a pesar de las escasas pruebas que se aplican en los centros hospitalarios. El fenómeno de la comorbilidad, es decir, el padecimiento de dos o más enfermedades que tiene una misma persona, ha desconcertado a un gran número de familiares y a la población en general, porque a pesar de que hospitalizan a sus enfermos por diabetes o hipertensión, cuando el desenlace es fatal, los médicos dictaminan, que la causa de su muerte fue por coronavirus. Esto ha generado desconfianza entre los nuevos pacientes y desencadenado versiones inverosímiles, de que en los centros hospitalarios la gente se está contagiando y muriendo por COVID – 19.
Otro elemento que es importante señalar, es el doble sufrimiento de las familias, quienes además de tener a un familiar hospitalizado, deben de sufragar todos los gastos relacionados con la compra de medicamentos. En el hospital de Tlapa, hemos constatado que ni siquiera mascarillas, ni paracetamol pueden proporcionarles a los pacientes. Desconocemos dónde está el problema, pero lo real, es que ha habido pacientes que han gastado hasta 10 mil pesos en la compra de medicamentos. Estas situaciones que deben de atenderse y corregirse, se adhieren a los problemas más complejos que enfrentamos en el estado, y que nos colocan en el desfiladero de la extrema vulnerabilidad.
Fuente e imagen: http://www.tlachinollan.org/opinion-guerrero-en-extrema-vulnerabilidad/