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Académicos chilenos piden la renuncia del ministro de Ciencia

Redacción: TeleSUR

La petición se hizo pública mediante carta abierta, la cual ha sido suscrita por más de 100 personalidades del universo científico y ciudadanos en general.

Investigadores, docentes universitarios y científicos de Chile emitieron una carta abierta denunciando las manipulaciones de las que han sido objeto los datos estadísticos de la pandemia en el país. También pidieron la renuncia del ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve.

El documento cuestiona la lesividad ética que representa el ocultamiento de información sensible para la salud humana.

“El valor y la legitimidad que tiene la ciencia se basa en la responsabilidad, la integridad y la transparencia. Alterar evidencia, ocultar datos, encubrir tendencias o avalar estos comportamientos bajo cualquier pretexto son prácticas reñidas con esa ética”, expresa.

“Esto se agrava si hay vidas humanas involucradas. En el área de la salud, se les enseña a los estudiantes el principio primum non nocere: lo primero es no dañar. Por ello, las faltas que provocan daño y pérdida de vidas humanas son éticamente inaceptables”, agrega la misiva.

Los firmantes también se pronuncian en cuanto a la responsabilidad, no solo del exministro de Salud, Jaime Mañalich, sino de Couve, al frente de la autoridad científica del Gobierno. Achacan a este último haber respaldado las prácticas manipuladoras de datos, cuya falta de ética fue reconocida por el propio Mañalich al presentar su renuncia.

El documento también recoge varias expresiones de Couve apoyando el sistema de recolección y presentación de los datos de la pandemia empleado por el ministerio de Salud, con las que los académicos pretenden ilustrar la posición del funcionario ante este proceder que catalogan de “malas prácticas”.

“Una sociedad sana no puede tolerar el comportamiento antiético de algunos, y muy especialmente de la máxima autoridad científica del país, particularmente cuando ello se traduce en sufrimiento y muertes que, como siempre, afectan a los más pobres y postergados. Por todo ello, consideramos que Andrés Couve no puede seguir en su cargo”, concluye la carta.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/academicos-chilenos-piden-renuncia-ministro-ciencia-20200615-0017.html

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Urge transformar el sistema educativo, “porque la humanidad se está suicidando”: Enrique Dussel

El académico, filósofo, historiador y teólogo Enrique Dussel Ambrosini propuso al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) una transformación en el sistema educativo que contemple el pensamiento crítico, la ecología y la desconolonización de la educación, “porque la humanidad se está suicidando”.

Ante 3 mil 274 sindicalistas de todo el país, enlazados vía internet, Dussel Ambrosini, reconocido a nivel internacional como uno de los fundadores de la Filosofía de la Liberación Latinoamericana, invitó al magisterio a aprovechar las oportunidades generadas por la pandemia de covid-19 para cambiar de fondo la educación de niños y jóvenes, a fin de llevarlos de una habilidad memorística a una creadora.

Ante 3 mil 274 sindicalistas de todo el país, enlazados vía internet, Dussel Ambrosini, reconocido a nivel internacional como uno de los fundadores de la Filosofía de la Liberación Latinoamericana, invitó al magisterio a aprovechar las oportunidades generadas por la pandemia de covid-19 para cambiar de fondo la educación de niños y jóvenes, a fin de llevarlos de una habilidad memorística a una creadora.

La segunda ruta, añadió el especialista, es la necesidad de hacer de la ecología una ciencia principal. “No es la física ni la matemática la ciencia fundamental. La ciencia fundamental hoy, y lo estamos viviendo, es la ciencia que nos permita la sobrevivencia en la tierra, porque la humanidad se está suicidando y hay que empezar a enseñar desde el primer grado que la vida es sagrada y la estamos destruyendo y hay que saberla preservar”.

Dussel aseveró que lo económico y lo tecnológico están destruyendo las condiciones que permiten la reproducción de la vida e impiden la reproducción, porque empiezan a mermar la capacidad de la tierra y la energía para vivir. “La fecha de extinción del Homosapiens está fijada”.

La tercera ruta, añadió, es la conveniencia de terminar con el eurocentrismo en la educación.

“En todos los países latinoamericanos, sean de derecha, de izquierda o de centro, se sigue siendo eurocéntrico. Sería una gran oportunidad para México plantear un nuevo esquema de comprensión histórico, geográfico, matemático, literario, que parta de otra visiñon de la historia y del mundo: cambiar el currículum y descolonizar”.

Se debe aprovechar la oportunidad de cambiar el sistema educativo en sus contenidos, no sólo en cómo se nombra a los maestros o cómo funcionan los poderes, cómo se evalúa, qué enseñan y cómo lo enseñan, explicó.

Al inaugurar el ciclo de conservatorios y seminarios que inició el SNTE para sus dirigentes nacionales y seccionales, el secretario general del SNTE,

Alfonso Cepeda Salas, indició: “El objetivo es fortalecer la capacidad de análisis y reflexión de la dirigencia sindical, en torno a los retos que impondrá a los mexicanos, en particular a los trabajadores de la educación; un nuevo tiempo en la realidad educativa, sindical, laboral, social y económica”.

Durante dos semanas, Cepeda Salas se reunirá de manera virtual con los dirigentes para continuar con los webinarios sobre economía, sociedad, trabajo y sindicalismo.

“Uno de los retos para los educadores, después de la pandemia de covid-19, es generar la capacidad de ayudar desde las escuelas, institutos de ciencia, tecnología, cultura e historia, así como universidades, a formar un hombre nuevo, apto para transformar la realidad y capaz de construir un mundo con igualdad y bienestar. Hemos tenido una lección de lo que tiene que ser la educación en el futuro. Ya nada será igual”, finalizó.

Fuente. https://www.proceso.com.mx/634038/urge-transformar-el-sistema-educativo-porque-la-humanidad-se-esta-suicidando-enrique-dussel

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Los avances en la erradicación del trabajo infantil, en peligro por la pandemia

Redacción: Notimérica

UNICEF y OIT alertan de que incluso cuando las escuelas reabran muchos niños no volverán a clase y podrían empezar a trabajar.

En los últimos 20 años, la cifra de niños víctimas de trabajo infantil se ha reducido en 94 millones, un importante logro que podría revertirse como consecuencia de la crisis provocada a nivel mundial por la pandemia de COVID-19 y que podría empujar a millones de niños a tener que trabajar, según alertan el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Ambas agencias han presentado un informe conjunto «COVID-19 y trabajo infantil: Un tiempo de crisis, un tiempo de actuar» con motivo de que el 12 de junio se celebra el día mundial contra esta práctica.

En él, alertan de que no solo la crisis por la pandemia podría obligar a empezar a trabajar a millones de niños sino que los que ya trabajan podrían tener que hacerlo durante más horas, o en peores condiciones. Muchos de ellos podrían verse obligados a realizar las peores formas de trabajo, lo que causaría un daño significativo a su salud y a su seguridad.

«Habida cuenta de las graves consecuencias de la pandemia en los ingresos de las familias, muchas de estas, al no tener apoyo alguno, podrían recurrir al trabajo infantil», previene el director general de la OIT, Guy Ryder. «La protección social es fundamental en épocas de crisis, puesto que permite brindar asistencia a los más vulnerables», sostiene.

En opinión del máximo responsable de la OIT, «tener en cuenta los problemas asociados al trabajo infantil en el marco de políticas de mayor alcance sobre educación, protección social, justicia, mercados de trabajo y Derechos Humanos y laborales a escala internacional supone una diferencia fundamental».

Según el informe conjunto, la COVID-19 podría causar un aumento de la pobreza y, por tanto, un incremento del trabajo infantil, ya que los hogares utilizan todos los medios disponibles para sobrevivir. Algunos estudios aseguran que un aumento de un punto porcentual del nivel de pobreza conlleva un aumento del 0,7 por ciento, o más, del trabajo infantil.

En este sentido, la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, recuerda que «en tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para muchas familias». «A medida que la pobreza aumenta, las escuelas cierran y la disponibilidad de los servicios sociales disminuye, más niños se ven empujados a trabajar», añade.

Por ello, sostiene que «cuando imaginamos el mundo después de la COVID-19, debemos asegurarnos de que los niños y sus familias disponen de las herramientas necesarias para afrontar tormentas similares en el futuro». «Una educación de calidad, servicios de protección social y mejores oportunidades económicas pueden cambiar las cosas», defiende la jefa de UNICEF.

De acuerdo con ambas agencias, los grupos de población vulnerables, en particular los que trabajan en el sector informal y los trabajadores migrantes, serán los que más padezcan los efectos de la recesión económica, el aumento de la informalidad y el desempleo, así como el empeoramiento general de la calidad de vida, las crisis sanitarias y las deficiencias de los sistemas de protección social, entre otras consecuencias adversas de la crisis.

Asimismo, subrayan que hay cada vez más pruebas de que el trabajo infantil está aumentando a medida que las escuelas cierran durante la pandemia. El cierre temporal de escuelas afecta actualmente a más de 1.000 millones de alumnos en más de 130 países. Incluso cuando se reanuden las clases, previenen, es posible que algunos padres ya no puedan permitirse enviar a sus hijos a la escuela

El resultado de ello podría ser más niños forzados a realizar trabajos peligrosos y en condiciones de explotación. Además, advierten, la desigualdad de género puede agudizarse, puesto que las niñas son particularmente vulnerables a la explotación en el sector agrícola y en el trabajo informal o doméstico.

El informe propone un conjunto de medidas encaminadas a paliar el riesgo de que aumente el trabajo infantil, entre ellas, ampliar la protección social, facilitar la concesión de créditos a hogares en situación de pobreza, promover el trabajo decente para los adultos, facilitar el regreso de los niños a la escuela sin costos de escolaridad, y disponer de más recursos para realizar inspecciones laborales y hacer cumplir la ley.

Fuente: https://www.notimerica.com/politica/noticia-coronavirus-avances-erradicacion-trabajo-infantil-peligro-pandemia-20200612020528.html

 

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Pandemia por COVID muestra desigualdades hacia mujeres/México

América/México/17/06/2020/Autora: Anayeli García Martínez/Fuente: https://desinformemonos.org/

Ciudad de México. La pandemia del COVID 19 dejó al descubierto las desigualdades de género y los impactos sociales y económicos para las mujeres, y esta crisis nos debe llevar a un cambio profundo del modelo de desarrollo.

Así lo dijeron la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet y la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, durante el conversatorio virtual “Derechos Humanos de las mujeres: retos ante el COVID19″, organizado este viernes por el Senado de la República.

En el foro, en el que también participaron la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrad Casaubón y la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, las diplomáticas coincidieron en que la salida de esta pandemia debe ser con medidas de igualdad de género.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aseguró que la pandemia es un problema global que requiere una respuesta global y destacó que esas acciones sólo serán efectivas si los Derechos Humanos son su eje rector.

La ex presidenta de Chile aseguró que ante esta emergencia sanitaria tenemos dos deberes esenciales: superar la pandemia y reconstruirnos mejor, porque, dijo, no podemos volver al día cero.

Si recordamos las protestas del año pasado, expuso, la gente no está contenta con el actual sistema económico porque siente que la democracia no ha mejorado su vida. “Al reconstruirnos mejor tenemos que pensar en las mujeres, pero también en una nueva economía inclusiva y sostenible”.

Bachelet aseguró que el virus no discrimina pero sus impactos diferenciados ha dejado al descubierto las desigualdades sociales y económicas de las que se alimenta. “El COVID ha desnudado la realidad pero además la ha exacerbado, ha exacerbado las desigualdades”.

Para la exdirectora de ONU Mujeres las consecuencias de la pandemia han sido catastróficas, por ejemplo, mujeres y niñas corren riesgos, pero no debido a vulnerabilidades inherentes sino a las consecuencias de la discriminación y desigualdad preexistentes.

Un dato que llamó la atención a la política, es que mujeres y hombres pueden contraer el virus por igual, pero mueren más hombres y aunque las teorías no están confirmadas, hay algunas que indican que las mujeres tiene dos cromosomas X y por tanto más capacidad de respuesta inmunológica.

Además de este tema, dijo, se debe entender que no todas las mujeres son iguales y que unas viven condiciones de desigualdad más profundas como pobreza, trabajar en la informalidad, ser parte de un grupo discriminado, ser indígena o tener una discapacidad. “La respuesta no puede ser neutra ni igual para todas”, advirtió.

Uno de los problemas de la respuesta a la pandemia es que los países no tienen datos desagregados por sexo y género para cada una de estas características. “Un consejo es mirar el tema sin dejar a nadie atrás, o esas personas seguirán atrás”, dijo Michelle Bachelet al dirigirse al Senado y a las autoridades mexicanas presentes.

Agregó que la pandemia está afectando a las mujeres de manera distinta, en particular las víctimas de violencia, quienes están en confinamiento y sin recursos para buscar apoyo. El UNFPA estima que si las medidas de confinamiento continúan, en 6 meses se tendrán 31 millones de casos adicionales de violencia de género, y en 3 meses se sumarán 15 millones más.

Si antes del COVID, una de cada tres mujeres era víctima de violencia de género en América Latina, Bachelet advirtió que hay señales del aumento de la violencia doméstica, como ha sucedido en Brasil, Argentina, Chile y México, donde también aumentaron las llamadas de emergencia al 911 por casos de violencia en el hogar.

La diplomática chilena consideró que en esta pandemia son esenciales los servicios para víctimas. Expuso que en otros países se han tomado medidas como sistemas de llamadas de emergencia, sistema de claves para pedir ayuda en lugares públicos como farmacias, rentar hoteles para usarlos de albergues o contactar a quienes habían denunciado violencia para asegurar que están seguras durante el confinamiento.

En el caso de México, la alta comisionada dijo que se debe seguir capacitando al personal que atiende las llamadas del 911 y fortalecer otros servicios, por ejemplo, para asegurar interpretación para mujeres y niñas sordas, o bien, promover campañas mediáticas para sensibilizar sobre este problema social, pero que integren mensajes claros, que sean representativas de mujeres y niñas, que se realicen con expertas y que sean ampliamente difundidas.

Por otro lado, Bachelet dijo el rol preponderante de las mujeres y niñas en el cuidado de la salud, aumenta el riesgo de infección. En la región, más de la mitad del personal médico y 80 por ciento del de enfermería son mujeres, por lo que consideró que el equipo de salud debe contar con equipo protección y condiciones para trabajar sin temor a agresiones físicas por su labor o a que se les nieguen servicios como guarderías.

Un tema más que puso sobre la mesa fue el presupuesto público. Los países tienen recursos limitados y al desviar recursos para atender la pandemia han dejado de lado el acceso a servicios de salud materna, anticoncepción y aborto. Mencionó que se ha documentado que las mujeres no son atendidas por falta de ambulancias o de hospitales, los cuales han sido reconvertidos para atender a pacientes con el nuevo virus.

A pesar de que se pueden notar los efectos de la pandemia, la alta comisionada aseguró que el impacto real aún no lo hemos visto. Explicó que las predicciones indican que el índice de Desarrollo Humano tendrá un deceso histórico, un retroceso de al menos siete años en lo ganado, además de que se espera la más grande contracción de la economía.

Al respecto, la la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, expuso que durante las últimas tres décadas los países han tenido un modelo de concentración de riqueza y desigualdades. Esta cultura de privilegios que normaliza la desigualdad, dijo, debe cambiar.

En su participación, la diplomática mexicana mencionó que el impacto social del COVID tiene rostro de mujer porque alrededor de 110 millones de mujeres en América Latina y el Caribe se encuentran en situación de pobreza y la caída económica por la pandemia sumaría 12 millones de personas desempleadas y 15.9 millones de personas en pobreza extrema.

En su presentación mencionó que son necesarias políticas para garantizar los derechos de las mujeres y la igualdad de género, en especial de las mujeres jóvenes. Entre estas políticas se encuentran ampliar el espacio fiscal y aumentar la progresividad de los sistemas tributarios; reforzar el financiamiento de servicios integrales contra la violencia de género. En este contexto, la Cepal apoya la propuesta de otorgar un ingreso básico de emergencia, equivalente a una línea de pobreza, durante seis meses. Esta iniciativa promovida por el organismo ha sido retomada en la Cámara de Diputados, donde actualmente se discute como un llamado al Ejecutivo federal y como reforma en materia económica a futuro.

Bárcena coincidió con la alta comisionada de la ONU al señalar que las medias de confinamiento están profundizando la crisis de cuidados, especialmente para las mujeres con menores ingresos y además han provocado situaciones de violencia.

En el tema de la salud, expuso que la cobertura presenta una segregación según el nivel de ingresos de los hogares en la región. En el primer décil de ingreso, sólo 33.7 por ciento de las mujeres ocupadas cotiza o esta afiliada a un sistema de salud. A esto se agrega que una cobertura limitad de servicios de cuidado, hace que esta carga se traspase a las los hogares, reforzando el trabajo no remunerado de las mujeres.

También mencionó que 72.8 por ciento de las personas profesionales de la salud son mujeres y enfrentan una brecha salarial.

En tanto, en el terreno laboral, 54.3 por ciento de las mujeres se encuentra ocupada en sectores que presentan precariedad, desde el punto de vista de los salarios, sin formalidad en el empleo ni seguridad en el punto de trabajo y mucho menos protección social.

Entre las propuestas que propuso de la secretaria ejecutiva de la Cepal están renovar los acuerdos del multilateralismo, generar datos desagregados por sexo, transformar los privilegios de derechos y promover un futuro feminista, con igualdad y sostenibilidad.

Fuente e imagen: https://cimacnoticias.com.mx/2020/06/12/pandemia-por-covid-muestra-desigualdades

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Mundo pandêmico: comportamentos e ações revelam melhor e pior da humanidade

De: Ilka Oliva Corado

Tradução do Beatriz Cannabrava, Revista Diálogos do Sul

Estamos vendo a calamidade e o descaramento como vimos outras tantas vezes. O que nos tem ensinado esse tempo de pandemia? Nada. Das tantas lições por aprender, não quisemos aprender nenhuma.

Em que mudará o mundo depois disso? Só histórias. Mais humanos ou não sei o que? Tampouco.

Somos a espécie depredadora. Comemos uns aos outros sem melindres, sem descanso, a lei do mais poderoso, do pior, do mais canalha. Ou seja, como sempre, como no dia a dia. Não nos crispa um nervo diante da dor do outro e solapamos o desdém dessas quadrilhas de criminosos que escolhemos como governantes.

De que nos servem as leituras, os montes de livros nas bibliotecas de nossas casas, a coleção de títulos universitários, se os que agem sempre são os que menos tiveram oportunidades de desenvolvimento?

Com ou sem pandemia são os que continuam pondo o peito. São os que tiram o bocado da boca e o dão a outros. São os que doam suas colheitas. Sim, os camponeses. Porque tornamos famosos os letrados e os elogiamos – que intelectual, que boa leitura, que cineasta, artista, cantora, grande oradora, grande pensador, meu ídolo!

Os camponeses dando tudo, enquanto a arte e os grandes pensadores vão e voltam com seu palavrório de tapete florido. Apenas. Para o mesmo mundinho dos que vivem se elogiado e atirando flores. Será porque o que leva sol e água na intempérie sabe o que vale um pedaço de pão e a fome na necessidade.

Mas isso sim, são especialistas em se aproveitar da miséria alheia para tirar vantagem pessoal, por isso andam dando conferências com temas de humanidade, canções, poemas, esculturas, livros, filmes ou documentários pelas costas dos que clamaram por ajuda e eles não quiseram ver. Incapazes de levantar a voz como um cidadão qualquer, indignado com os maus tratos de um governo ruim.

Por exemplo, as inumeráveis imagens de policiais por toda a América Latina violentando cidadãos que se viram obrigados a romper a quarentena para sair a buscar um pedaço de pão.

As milhares de pessoas saindo às ruas com bandeiras vermelhas e brancas clamando por ajuda alimentar e médica, gente operária, a classe trabalhadora que dado a exploração que tem sofrido desde sempre vive dia a dia e sem poupança alguma, como aquele que na comodidade de sua casa diz: fique em casa.

Onde estão os grandes pensadores, os diplomados na universidade e os artistas exigindo dos governos que respondam como se deve diante desta necessidade coletiva dos mais desamparados?

Mas isso sim, logo que passe a pandemia virão os filmes, os recitais, as conferências, os documentários, onde falam de cifras, onde apresentam imagens desgarradoras dos tempos do vírus… Como o enxadão: só pra dentro!

Mas agora, que a coisa está quente, os que estão socorrendo são os rechaçados de sempre, os explorados, os chamados de iletrados, de pestilentos, de ignorantes, de carregados.

As crises sempre mostram o melhor e o pior da humanidade, e se tivermos a humildade de observar detidamente veremos que aqueles que dão, quietos e modestos, sem alarde e sem buscar reconhecimento algum são os que sabem as horas apenas vendo o sol ou escutando os animais noturnos.

Deveríamos ter mais humildade e mais coragem para reconhecer quem carregou nas costas esse mundo desde sempre. E deixar pra lá a parafernália dos títulos e dos livros lidos e os montes de artistas e de intelectualidade, que a verdade é que em emergências de vida ou morte não servem para nada. São os imprescindíveis de sempre os que têm mantido ainda a este planeta respirando.

No que mudará o mundo depois disso? Bah, mais chutes no traseiro, diria meu avô tio Lilo: camponês.

Fonte:  https://cronicasdeunainquilina.com

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Educación en tiempos de coronavirus. Pensando en los que no están (16-6-20)

Por: Alberto Croce.

El Sistema Educativo está haciendo un gran esfuerzo para sostener una situación que se vuelve cada vez más difícil. En este último tiempo he escuchado a varios docentes decir que la experiencia de “educación en casa” ya está agotada. Como están agotándose docentes y estudiantes para poder sostenerla.

Realmente no es sencillo hacerlo.

Acabo de conversar con estudiantes de escuelas de gestión estatal de 8 provincias de nuestro país. Todes me señalan que, a estas alturas, no es el tema de la conectividad el que les preocupa. Lo realmente difícil es sostener esta experiencia en la que muchas veces no entienden, no se sienten bien acompañades, no saben qué futuro tendrá ni para qué les servirá realmente el esfuerzo que están realizando.

Sin pandemia, el 70% de les pibes estudia y termina la secundaria. Con la pérdida de presencialidad y los problemas de conectividad, ese número se desploma preocupantemente. Los más optimistas dicen que solo la mitad de aquel 70% es la que puede  seguir las propuestas para hacer en casa.  Pero hablando con les pibes, la situación es más desalentadora.  Una situación que puede representar un “promedio” es que en un aula de 25 estudiantes, de 7 a 10 se conectan a una clase por zoom, de 12 a 15 entregan los trabajos propuestos y de 10 a 15 no se sabe nada de ellos.  Pero esto no quiere decir que los que entregan trabajos están aprendiendo algo… Muchos lo hacen solo por cumplir y ni siquiera entregan trabajos realizados por ellos mismos…

Lo que más me cuentan les pibes es una gran desorientación, angustia y  desmotivación… (Y hablamos de pibes de 8 provincias… no sólo del AMBA).

Cuando les pregunto qué deberíamos hacer para lograr recuperarlos, piensan que docentes, centros de estudiantes y organizaciones tienen que salir a buscarlos. Pero la escuela tiene que pensar cosas nuevas para atraerlos.

*“Ya que todo va a cambiar y no volverá a ser cómo antes, ¿no podríamos esforzarnos por inventar una nueva escuela que sea mejor?”*, se preguntaba una estudiante de Santa Fe.

Otra decía que quizás era la oportunidad ideal para que en todas las aulas nos sentáramos en círculo, ya que esto sería posible siendo 15 estudiantes.

También hablaban de que les pibes tenían que sentir que en la escuela se iban a hacer cosas que les interesaban.

Me llamó la atención una cuestión bastante generalizada: *“Tenemos miedo que al volver nos exijan demasiado. Y eso puede desalentar el regreso de cualquiera.”*  En este punto, la sensación es que les estudiantes temen que sus docentes no sean suficientemente sensatos y no puedan manejar las exigencias que les lleguen del mismo Sistema Educativo y las trasladen, sin más, a les estudiantes.

 

*El desafío del volver a las escuelas, será volver con todes.* Si no lo logramos, la pandemia habrá lastimado profundamente a lo más profundo de nuestra sociedad y habrá muchas más víctimas que las que nos cuentan todos los días. Ojalá que nuestra sociedad se preocupe bastante más  por sus “students” que por sus “runners”…

 

Fuente del artículo: https://albertocesarcroce.wordpress.com/2020/06/16/educacion-en-tiempos-de-coronavirus-pensando-en-los-que-no-estan-16-6-20/

 

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La pandemia revela las desigualdades en Canadá

América del Norte/ Canadá/ 16.06.2020/ Fuente: www.rcinet.ca.

Una de las frases que surgió durante las primeras semanas de la pandemia en Canadá decía en inglés: “We are still all in this together”, que equivale a “Estamos todos juntos en esto”, en referencia a los esfuerzos por contener la expansión de la pandemia en las distintas ciudades canadienses. Sin embargo, no todos los canadienses están en las mismas condiciones frente a la pandemia.

Las limitaciones de los datos disponibles están ocultando la magnitud de las consecuencias de la pandemia en todo el país.

Carteles que dicen «Estamos todos juntos en esto» han comenzado a aparecer en las ventanas de las tiendas de Toronto cerradas debido a la pandemia de COVID-19. (Foto: Evan Mitsui/CBC)

Hasta la fecha, según los datos del gobierno, en Canadá se han registrado un total de 98.787 casos de contagio del Covid-19. Han muerto 8.146 personas y otras 60.272 personas han recuperado la salud.

Un nuevo análisis realizado por el difusor público CBC en Montreal, reveló fuertes correlaciones entre las tasas más altas de infecciones con el virus del Covid-19 y los barrios de bajos ingresos y los barrios con mayores porcentajes de población negra.

Un análisis similar realizado por Global News en los barrios en Toronto, la ciudad más populosa de Canadá, encontró «una fuerte asociación entre las altas tasas de coronavirus y los bajos ingresos, las condiciones de trabajo, la condición de minoría visible y los bajos niveles de educación».

Los funcionarios de salud pública de la provincia de Ontario informaron la semana pasada de que las tasas de infección y muerte por COVID-19 eran desproporcionadamente más altas en los barrios de mayor diversidad étnica y cultural de la provincia.

Los cierres de empresas debido al Covid-19 han contribuido a la pérdida de millones de puestos de trabajo en todo Canadá. Estadísticas de Canadá dice que la economía perdió casi 2 millones de empleos en abril. (Foto: Michael Wilson/CBC)

A partir de los casos notificados hasta el 14 de mayo y tras ajustar las diferencias en la estructura de edad entre los barrios, los funcionarios informaron que “la tasa de infecciones por COVID-19 en los barrios más diversos [con mayor número de inmigrantes y personas no blancas] fue tres veces más elevada que la tasa registrada en los barrios menos diversos.»

Por otra parte, la tasa de hospitalizaciones en esas comunidades duramente afectadas fue cuatro veces mayor. La tasa de mortalidad fue el doble.

Los datos previos del Departamento de Salud Pública de Toronto, que incluye los casos reportados hasta el 27 de abril, mostraron que la pandemia afectó desproporcionadamente a los residentes de bajos ingresos y a los inmigrantes recién llegados a Canadá.

Manifestantes frente a la oficina electoral del primer ministro Justin Trudeau en Montreal el sábado, donde pidieron al gobierno que otorgue el estatus de residencia a los trabajadores migrantes mientras la pandemia de COVID-19 continúa en Canadá y en todo el mundo. (Graham Hughes / Prensa canadiense)

Según el doctor Isaac Bogoch, especialista en enfermedades infecciosas e investigador del Hospital General de Toronto, hay varias explicaciones posibles para esas diferencias. Entre ellas figuran las condiciones de trabajo que ponen a las personas en mayor riesgo a contagiarse con el virus y el vivir en viviendas más pequeñas que pueden tener a más personas viviendo juntas.


«Creo que esta infección amplifica las desigualdades preexistentes… Si hay algo que nos enseña esta pandemia es que ha puesto de relieve algunas de las desigualdades que vemos y ha puesto de relieve muchas de las necesidades de las poblaciones marginadas.»

Isaac Bogoch, investigador del Hospital General de Toronto.


El investigador señaló que se pueden implementar medidas a corto plazo para contrarrestar esas desigualdades, pero esas medidas inmediatas deberían ser los cimientos para establecer la equidad en materia de salud a largo plazo.

“La tragedia sería que los gobiernos apliquen solamente soluciones temporales y que luego regresen a nuestras viejas costumbres en los meses y años venideros”, dijo el doctor Bogoch.

Un trabajador de una tienda usa una máscara facial protectora y guantes mientras un cliente se para al otro lado del divisor de vidrio plástico en el centro de Vancouver el miércoles 29 de abril de 2020. La pandemia ha tenido un efecto desproporcionado en las mujeres y los trabajadores pobres. (Jonathan Hayward/The Canadian Press)

Los modelos más recientes del gobierno federal sobre la evolución de la enfermedad contenían solamente datos demográficos básicos que mostraban que las mujeres representaban el 57% de las infecciones. Los funcionarios también señalaron vulnerabilidades importantes y específicas, como el caso de los centros de atención a largo plazo para las personas de la tercera edad, que fueron los lugares más golpeados por la pandemia.

También se registraron múltiples brotes en otros «espacios de congregación», como prisiones, plantas procesadoras de alimentos, campamentos de trabajo y refugios, que son lugares y personas que no son centro de la atención política.

Tras la publicación de este informe, la atención se ha centrado en las condiciones de trabajo en las granjas agrícolas, donde las infecciones se han propagado rápidamente entre los trabajadores migrantes que vienen a Canadá cada verano para recoger cosechas.

Manifestación de obreros frente al matadero de la transnacional Cargill en High River, Alberta, que fue cerrada por dos semanas debido a un brote masivo de COVID-19 el lunes 4 de mayo de 2020(Foto: Canadian Press/ Jeff McIntosh)

Un número incalculable de vidas fueron salvadas y se han evitado grandes sufrimientos gracias al enorme esfuerzo colectivo de cerrar grandes segmentos de la sociedad canadiense y restringir la actividad a un mínimo de actividades en su mayoría esenciales. Pero no todos han recibido el mismo nivel de protección y los datos muestran que los más vulnerables en la población canadiense han sufrido más.

Un informe esta semana que da cuenta que unas 170 personas en Columbia Británica murieron de sobredosis de drogas en mayo, el número mensual más alto en la historia de la provincia, también muestra que el sufrimiento desigual de los últimos meses va más allá del efecto directo de la pandemia.


Las dificultades económicas tampoco han sido distribuidas equitativamente. Cuatro economistas canadienses informaron de que las pérdidas de empleo en abril fueron más elevadas para los trabajadores más jóvenes, para los que tienen salarios bajos y para los trabajadores no sindicalizados. Los sectores de la economía que trabajan con el público, como el comercio minorista y los restaurantes fueron los más afectados. Los análisis anteriores ya habían demostrado que las mujeres son afectadas de manera desproporcionada por las consecuencias económicas de la pandemia.


«El impacto de la pandemia del Covid-19 en el mercado laboral ha sido más duro para los trabajadores que tienen menos poder de negociación», escribieron los autores.

En la provincia de Ontario, trabajadores de la salud de primera línea participan en ejercicios de calistenia a la entrada del Hospital Scarborough Health Network en Toronto el viernes 24 de abril de 2020. (Foto: Canadian Press /Frank Gunn)

La reapertura de la economía canadiense corre ahora el riesgo de exacerbar esas desigualdades, ya sea porque se pedirá a las personas que vuelvan a trabajos que las exponen más a contraer el virus o porque los padres, y sobre todo las madres, tendrán que quedarse en casa a cuidar a los niños que no tienen acceso al servicio de guardería.

Esa reapertura está haciendo tambalear la solidaridad que se suponía que debía definir la respuesta pública a esta crisis.

Mientras el gobierno optaba por implementar nuevos requisitos y sanciones a la prestación de respuesta de emergencia de Canadá (CERB), el presidente de la Federación Canadiense de Empresas, el grupo de presión nacional que reúne a las pequeñas empresas,  aplaudió ese ajuste e insistió en que se necesitaban reformas para obligar a los trabajadores reticentes, o que temen contagiarse el virus, a volver al trabajo.

«Mientras que algunos trabajadores están preocupados por volver a trabajar por razones de salud, muchos están felices de poder tomar el verano libre si sus necesidades de ingresos son atendidas a través del CERB», escribió Dan Kelly.

Liam Slater Oda, empleado de Sports Experts, desinfecta una superficie en la tienda de la calle Sainte-Catherine en Montreal, el domingo 24 de mayo de 2020, mientras la pandemia de COVID-19 continúa en Canadá y en todo el mundo. Las tiendas con entrada por la calle pueden reabrir en Montreal el 25 de mayo. LA PRENSA CANADIENSE/Graham Hughes

Parece extraño que los dueños de pequeñas empresas de Canadá denuncien que un número significativo de personas prefiera recibir 2.000 dólares al mes, el equivalente a ganar 12,50 dólares por hora trabajando de 9 a 5 cada día, que trabajar en sus tiendas y restaurantes. Pero Kelly no es el primero en preocuparse de que la ayuda del gobierno federal pueda proporcionar a los trabajadores una mejor opción.

Desde la perspectiva de muchos empleados, que han propuesto un ingreso mínimo de 15 dólares por hora, los empresarios deberían pagar mejor para que los trabajadores vuelvan a sus fuentes de empleo.

Loblaws, una cadena de supermercados en Canadá, anunció esta semana que pondrá fin al aumento de sueldo de dos dólares por hora que había implementado para los trabajadores de primera línea que hacían el trabajo vital de mantener las tiendas de comestibles abiertas.

Por tanto, y mientras se espera una segunda oleada de la pandemia, ese trabajo no es menos esencial ahora, pero una vez más está siendo valorado en su nivel pre-pandémico.

Un cliente sale de un supermercado Loblaw en Ottawa, Ontario (Canadá), el 14 de febrero de 2019. (Foto: REUTERS/Chris Wattie)

A medida que el Covid-19 se extendió por el país, la pandemia puso al desnudo las debilidades y las injusticias en la sociedad canadiense. Y mientras Covid-19 esté presente en cualquier lugar del país, es una amenaza potencial para todas las regiones de Canadá, no sólo para la vida de las personas, sino también para los sistemas, comunidades y economías de los que dependemos.

Lo que podría unir la lucha contra la pandemia con las protestas contra el racismo sistémico es el mensaje de que una sociedad es tan fuerte como su eslabón más débil. Y a veces se necesita una crisis para que todos vean las desigualdades que han existido todo el tiempo.

La sociedad canadiense se encuentra ahora frente a un doble riesgo: que los esfuerzos de los últimos meses para suprimir el virus sean desperdiciados a medida que el sentimiento de solidaridad desaparece, y que las desigualdades expuestas en los últimos meses sean olvidadas a medida que el país intenta volver a la «normalidad», es decir, a los modos de funcionamiento y distribución de recursos existente antes de la pandemia.

El desafío para los gobiernos y los votantes consiste en no sólo reconocer las deficiencias de la sociedad canadiense y tomar medidas inmediatas para mitigar los daños, sino también recordar lo que la crisis ha revelado sobre nosotros, y hacer los grandes cambios e inversiones necesarias para garantizar que el espíritu de esta primavera se recuerde como algo más que un simple eslogan. “Estamos todos juntos en esto” para llevar adelante los cambios que las consecuencias de la pandemia exigen.

Fuente de la noticia: https://www.rcinet.ca/es/2020/06/15/la-pandemia-revela-las-desigualdades-en-canada/

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