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«Respuestas económicas convencionales no van a funcionar»: Entrevista al nobel Paul Romer

Redacción: Semana

El economista cree que la clave para reactivar la economía azotada por el coronavirus es hacer pruebas masivas y proteger la vida de trabajadores esenciales.

Si el Gobierno quiere salvar vidas y reanudar la economía, el camino es aumentar las pruebas de coronavirus y la producción de equipos de protección, para que las personas puedan volver a trabajar, incluso si el virus está circulando. Esa es la recomendación del economista Paul Romer, premio nobel de Economía en 2018.

En una entrevista con BBC Brasil, Romer, profesor en la Universidad de Nueva York, dijo que las respuestas económicas convencionales para combatir una recesión no van a funcionar hasta que las personas puedan volver a trabajar con seguridad. «Es un desperdicio de recursos intentar que las personas vuelvan al trabajo si no se ha encontrado la manera de que sea seguro volver a trabajar», dice Romer.

Agrega que la crisis generada por la pandemia puede ser peor que la Gran Depresión «si los gobiernos no actúan rápidamente para asegurar que las personas vuelvan a trabajar con seguridad».

El economista estadounidense critica la posibilidad de crear «pasaportes de inmunidad», una opción que se ha considerado en países como Brasil y Reino Unido, para permitir la circulación de personas que se han recuperado de covid-19. Esta medida conduciría, según él, a muchas infecciones y muertes. «Esta política no tiene sentido, a menos que usted quiera que la mayoría de las personas en su economía se contagien. Entiende que algunas de ellas morirán y luego, después de eso, dejará que las personas que se recuperen vuelvan al trabajo».

coronavirusRomer insiste en la necesidad de hacer pruebas masivas de coronavirus. GETTY IMAGES-BBC

Romer, quien fue economista jefe del Banco Mundial, dice que es nuestra «obligación moral» proteger a los trabajadores esenciales que se están exponiendo al trabajar como enfermeras, médicos, policías y conductores.

«Debemos detener todas las otras actividades productivas y dedicar todos nuestros recursos a la producción de equipos de protección que estos trabajadores necesitan para estar seguros cuando interactúan con el público. No estamos luchando lo suficiente para producir el equipamiento que necesitan», dice.

A continuación, los principales apartes de la entrevista.

Usted dice que los epidemiólogos deberían centrarse en su área y señalar la cantidad de pruebas necesarias para volver a la normalidad. ¿Qué cree que ellos están haciendo mal y en qué escenario cree que es posible volver a las actividades?

Si podemos hacerle pruebas a más gente, eso va a salvar vidas y nos ayudará recuperar la economía. Algunos funcionarios públicos responsables de la salud y algunos epidemiólogos dicen que no es factible diagnosticar a más personas, que nunca lograríamos hacer eso.

Ellos quieren recomendar otras políticas para contener la pandemia, y eso está bien. Pero no tienen el conocimiento necesario para descartar una política basada en pruebas argumentando que «no importa si eso va a contener la pandemia, ya que nunca la adoptaremos; entonces, para qué pensar en ello».

mueres cosiendo.Para Romer es prioritario aumentar los esfuerzos en la producción de equipos de protección personal. GETTY IMAGES-BBC

¿Usted cree que pronto habrá capacidad para hacer muchas pruebas? ¿Es factible?

Si diagnosticamos a las personas y aislamos a los contagiados podemos, al mismo tiempo, contener la pandemia y proteger a los trabajadores que ya están trabajando (en actividades esenciales), además de aprender cómo hacemos para que más gente vuelva al trabajo.

¿Y quién puede determinar cuántas pruebas se necesitan y decir si es factible?

Es un cálculo muy simple: una buena tasa para trabajar en este momento es la capacidad para diagnosticar a toda la economía cada dos semanas. Para obtener la cantidad de pruebas necesarias por día en este escenario, divida la población por 14.

trabajador de la salud.Romer afirma que es fundamental proteger a los trabajadores esenciales, como aquellos que trabajan en los hospitales. GETTY IMAGES-BBC

Países como Reino Unido y Brasil han planteado la posibilidad de crear «pasaportes de inmunidad». ¿Usted está de acuerdo?

Esta política no tiene sentido, a menos que usted quiera que la mayoría de las personas en su economía se contagien. Entiende que algunas de ellas morirán y luego, después de eso, dejará que las personas que se recuperen vuelvan al trabajo. Esa política conducirá a muchas infecciones y muchas muertes.

Mi propuesta no es hacer pruebas para ver quién se recuperó de la enfermedad. Yo me refiero es a hacer pruebas para ver quién está contagiado. Si usted está infectado, debe estar aislado. Esa es la diferencia entre la prueba de anticuerpos, que puede decir si la persona se ha recuperado; y la prueba de virus, que comprueba si alguien está enfermo o infectado.

¿La solución a esta crisis puede estar en «imprimir dinero», como han sugerido algunos economistas?

Las respuestas económicas convencionales para una recesión no van a funcionar hasta que las personas puedan volver a trabajar con seguridad. Es un desperdicio de recursos intentar que las personas vuelvan al trabajo si no se ha encontrado la manera de que sea seguro que ellas vuelvan a trabajar.

coronavirusRomer sostiene que propuestas como los «pasaportes de inmunidad» no tienen sentido. GETTY IMAGES-BBC

En la producción de equipos de protección individual, ¿es papel del Gobierno dar algún tipo de estímulo?

Es muy importante que el Gobierno haga disponibles los equipos de protección individual de la manera más amplia posible y a bajo costo. Esta es la razón: hay personas que ya se van a trabajar (enfermeras, médicos, policías, conductores de ambulancias) y están expuestos al riesgo de infección y muerte. Si les pedimos que hagan estos trabajos por nosotros, es nuestra responsabilidad y obligación moral protegerlos de la mejor manera posible.

Para esto hay que detener todas las otras actividades productivas y dedicar todos nuestros recursos a la producción de equipos de protección que estos trabajadores necesitan para estar seguros cuando interactúan con el público. No nos estamos esforzando lo suficiente para producir el equipo que necesitan.

Otra cosa que no estamos haciendo es examinar a estos trabajadores para que, si un agente de policía está infectado pero sin síntomas, podamos asegurarnos de que no vaya a trabajar e infecte a muchos otros agentes. Necesitamos proporcionar equipos para la protección de los trabajadores esenciales y hacerles pruebas con frecuencia, quizá todos los días, para asegurarnos de que no se lo transmiten a sus colegas.

domiciliariosMuchas personas deben seguir trabajando a pesar de las restricciones. GETTY IMAGES-BBC

¿Y cómo podría el Gobierno estimular esta producción que, usted dice, debe ser amplia y a bajo costo?

Si el Gobierno destinara el dinero a la producción de equipos de protección, si el Gobierno dedicara el dinero a la expansión de nuestra capacidad de hacer pruebas, tendríamos más equipos de protección y tendríamos más pruebas. Es la curva de la oferta: cuanto más estés dispuesto a pagar, más recibirás. Si no pagamos más, no recibiremos más, y esto significa que no podremos proteger a nuestros trabajadores esenciales.

A las personas se les cobra mucho por ahorrar en tiempos difíciles. Pero vemos muchas grandes empresas que, con dos meses de crisis, recurren al Gobierno. ¿Deberían esas empresas recibir ayuda del Estado? Y las grandes compañías que recientemente adoptaron programas robustos de recompra de acciones, ¿deberían los contribuyentes salvarlas también?

El primer paso es: si una empresa necesita más recursos para sobrevivir, debe vender más acciones. La forma en que una empresa obtiene más fondos es vendiendo acciones. En vez de volver a comprar acciones, que es una manera de deshacerse del dinero, la empresa necesita vender acciones. Así, la primera cosa que el Gobierno debería decir es: no se presta dinero a las empresas que se estaban deshaciendo de todo su dinero hasta que hagan lo contrario y comiencen a vender más acciones para conseguir más dinero.

¿Existe un paralelo entre esta crisis y la Gran Depresión?

Creo que puede ser tan mala como la Gran Depresión. Si los gobiernos no actúan rápidamente para garantizar que las personas puedan volver a trabajar de manera segura, podríamos tener una crisis económica peor que la Gran Depresión.

Gran DepresiónRomer advierte que la crisis del coronavirus podría ser tan grave como la Gran Depresión de 1930. GETTY IMAGES-BBC

¿Puede esta crisis cambiar la desigualdad entre países y dentro de los países?

Todas estas preguntas son importantes, pero no son tan urgentes como las dudas que enfrentamos sobre cómo salvar vidas, especialmente las de los trabajadores esenciales, que mueren incluso mientras aplicamos nuestra política de cuarentena y aislamiento social.

¿Un posible cambio a nivel de comercio internacional después de la pandemia también es una cuestión secundaria?

Insisto en que simplemente no podemos centrarnos en ningún otro problema hasta que nos enfoquemos en este tema de gastar dinero en cosas que salvarán vidas: equipos de protección y pruebas.

Fuente: https://www.semana.com/mundo/articulo/coronavirus-entrevista-a-paul-romer-premio-nobel-de-economia-sobre-covid-19/665897

 

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Brasil: Foro de Sao Paulo reclamó una renta básica para enfrentar la crisis

Redacción: Caras Caretas

La Regional Sur del Foro analizó la situación actual del continente ante la pandemia de Covid-19 y exigió que la crisis no la paguen los trabajadores.

La Regional Sur del Foro de Sao Paulo impulsa la discusión de un Plan de Ayuda Económica en Brasil que considere una renta básica universal para las personas más necesitadas al tiempo que condena la instalación de bases militares de Estados Unidos en el continente y rechaza las amenazas de invasión militar a Venezuela.

El foro, que reúen a organizaciones de izquierda y revolucionarias del continente, analizó el contexto mundial y los efectos que genera la pandemia provocada por el Covid-19, “la cual ha agudizado la grave crisis económica y social que está impactando a millones de personas en el mundo, particularmente en los sectores más vulnerables de la sociedad”.

Tras discutir sobre estos temas, el Foro convoca a los “organismos multipartidarios y/o multisectoriales regionales y mundiales, a impulsar un llamamiento a los jefes de gobierno de todos los países del mundo a fin de que se comprometan en una serie de puntos y acciones básicas de índole humanitaria a favor de los sectores más vulnerables de la sociedad, ante la gravedad de la crisis sanitaria y económica mundial. En ese sentido, afirmamos enfáticamente que la crisis no pueden pagarla los trabajadores ni los más humildes”.

Señala que “en los tiempos que vive la humanidad, es imprescindible jerarquizar y fortalecer el rol del Estado en la asignación de los recursos, en el desarrollo de políticas públicas que permitan la reactivación económica, procurando que los impactos inevitables de la desaceleración del crecimiento económico mundial impidan el aumento de la brecha económica y social”.

“En ese sentido, sin dejar de reconocer la importancia que tiene la participación del sector privado en la reactivación económica, es imprescindible que el Estado asegure el abastecimiento de los servicios básicos a la población en materia de sanidad y educación, e intervenga activamente en áreas sensibles de la Economía para garantizar condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollo industrial y propiedad social, y de acceso a los servicios esenciales para una vida en condiciones dignas”, sentencia.

Plan de Ayuda

Impulsa la discusión de un Plan de Ayuda Económica que considere una renta básica universal para las personas más necesitadas que les permita el acceso insumos básicos de agua potable, alimentos, medicación, educación, vestimenta y vivienda. “Dicho plan deberá estar en articulación complementaria con los programas ya existentes en los distintos países”, agrega.

Reafirma que América Latina y el Caribe “es una zona de Paz, y por tanto convoca a la solidaridad mundial en la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos”.

En tal sentido, condena la instalación de Bases Militares con fines intervencionistas por parte de Estados Unidos y sus aliados y rechaza las amenazas de invasión militar a Venezuela y “acciones que en el mismo sentido se desarrollan para generar desestabilización y profundizar la crisis económica que atraviesa el país hermano”.

Asimismo, reclama a la Comunidad Internacional el cese inmediato de los bloqueos y sanciones económicas contra Cuba, Venezuela y Nicaragua y Propone que los Organismos Internacionales en el marco de las Naciones Unidas y sus distintas especialidades, se pronuncien enfáticamente a favor Finalmente proclama, que “en la actual coyuntura, el Foro de Sao Paulo se constituye en una herramienta fundamental para la reflexión política, la generación de opinión y el desarrollo de acciones que reafirmen la concepción anti imperialista de nuestros Pueblos, con la capacidad necesaria para generar marcos de acumulación socio-política que permitan aumentar la representatividad y el respaldo de nuestras propuestas, en función de una composición democrática, plural, con sentido de amplitud y una profunda visión de justicia social, respetando nuestros orígenes diversos, nuestras identidades ideológicas, nuestros valores fundacionales y nuestros métodos de lucha, que según las particularidades de nuestros procesos históricos tienen distintas expresiones, que han dado lugar a grandes logros, y ante los desafíos de la etapa en la que nos encontramos, debemos defender en Unidad”.

Fuente: https://www.carasycaretas.com.uy/brasil-reclamo-renta-basica/

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La prostitución nunca es segura para las mujeres y ahora menos

Hace unos días Julie Bendel escribió en The Critic, para responder a un artículo reciente que escribió Nichi Hodgson que caracterizaba a las “trabajadoras sexuales” como simplemente mujeres autoempleadas.

Y escribió:

Tan pronto empezó la cuarentena, me pregunté cuánto tiempo les tomará a los promotores y facilitadores de la prostitución, incluyendo a los proxenetas que se enriquecen a costa de mujeres vulnerables para tartar y justificar sus negocios de siempre, el comercio sexual. Después de todo, qué harían los hombres si no pueden penetrar el cuerpo de las mujeres para su propio placer sexual.  ¿Como puede ser que todas las instalaciones donde se practica el comercio del sexo como los restaurants, los bares, clubs, cantinas, e instalaciones deportivas iban a quedar cerrados? Y es que los hombres tienen sus necesidades, ¿sabes?”…

Mucho se ha escrito sobre este tema en las últimas fechas y muchas organizaciones también han pedido a sus gobiernos que brindarán medidas de auxilio a las mujeres en situación de prostitución.

…”Un proyecto de reducción del daño – proyectos que usualmente son financiados por el NHS (Servicio Nacional de Salud) con el objetivo de minimizar los riesgos de salud a las mujeres prostituidas – publicó una normativa basada en el uso de cloro y desinfectante mientras está en contacto con un putero, no permitir besos y desnudarse y cambiar las sábanas después de cada servicio, si es posible.

En otras partes, como las agencias de acompañantes se les recomendó a las mujeres bañarse o ducharse con cloro, hacer gárgaras con el cloro.

Las sobrevivientes del comercio sexual con las que hable están furiosas por la manera en la que se está protegiendo a la Prostitución a toda costa, incluso a costa de su salud y su vida. “No podemos estar seguras”, dijo Fran. “Los puteros ponen las reglas y son ellos, no nosotras, los que están en control. Ellos son los que exigen y dicen lo que se va a hacer y lo que no.”

La idea de que la prostitución puede ser segura bajo cualquier circunstancia, y que por eso no hay problema en dejarlas solas frente a esta crisis global de salud es irrisible.  Por qué alguien con un legítimo interés por la salud y la vida de las mujeres podría haber renombrado formalmente a la Prostitución como ‘trabajo’ para reclamar para ellas el estatus de trabajadoras, en lugar de demandar que el gobierno presupuestara dinero para opciones de salida dignas.”

En 2009, junto con otras colegas Julie Bindel en la Universidad del Banco del Sur, condujo un estudio integral sobre las barreras y oportunidades para salir de la prostitución. La gran mayoría de las 114 mujeres entrevistadas respondieron que preferirían estar haciendo cualquier otra cosa que vendiendo sexo. Ellas querían salir. Aún aquellas mujeres que se identificaban a sí mismas como ‘acompañantes de clase alta’ hablaron de su experiencia en la prostitución como degradante, abusiva y traumatizante.  Una mujer que estaba explicando cuanto ‘amaba ella ese trabajo’, pero mientras avanzaba la entrevista se le rodaban las lágrimas que le salían de sus ojos bien maquillados como iba hablando.

Escribió también Bindel

“…entrevisté a docenas de hombres que pagan por sexo, en el Reino Unido y en otros países. Los puteros que se quedaron grabados en mi mente son esos que encontré en los burdeles legales, como los de Nevada, en Estados Unidos. Su sentido de tener derecho y su evidente arrogancia mostrada mientras elegían su ‘cita’ de una línea de chicas que se exhibían a la entrada del burdel. Mientras checaban en la recepción, podían ver una lista de nombres de las mujeres y los resultados de sus análisis de sangre de esa semana exhibidos en la pared. Los proxenetas sabían bastante bien que a pesar de las reglas escritas que exigían a los puteros usar condones, muchos podían rehusarse, y por lo tanto le correspondía a las mujeres demostrar que estaban ‘sanas’.

El burdel del Rancho de Pollos, que visité mientras investigaba para mi libro sobre el comercio global del sexo, ha sugerido recientemente que es seguro para mantener la prosperidad del negocio mientras que las mujeres y los puteros que asisten se laven frecuentemente las manos y usen gel antibacterial o sanitizantes. Esto solo se trata de las ganancias de los proxenetas.

Los intentos de algunos grupos de cabilderos para explotar la pandemia del coronavirus para abogar para normalizar el proxenetismo, el mantener burdeles y la compra de sexo a través de renombrar a la prostitución como ‘trabajo’ es espantosa.

Los países que han legalizado o descriminalizado el abuso comercial de mujeres tendrán que enfrentar las consecuencias y reconocer que la trata, el uso de drogas, las tasas de contagio del VIH y otras ITS, así como de explotación sexual infantil empeorarán cuando a los hombres se les dé carta blanca para pagar por sexo con mujeres desesperadas.

Esta crisis es una oportunidad para nuestros gobiernos para perseguir sin tregua a los proxenetas y los puteros

En Brisbane, Australia, donde la prostitución es legal, la policía ha estado arrestando y multando a las mujeres que trabajan en burdeles sin licencia legal, cuando lo que debían de hacer es arrestar a los proxenetas y los puteros involucrados.

Las mujeres vulnerables necesitan que se les dé la oportunidad de escapar del comercio sexual y no ser engañado con consejos de salud sin sentido y desinfectantes de manos. Esas mujeres ya están expuestas a violencias horroríficas, así como a un número de condiciones de salud física y mental serias y de larga duración. La última cosa que cualquier gobierno debería estar hacienda es encontrar formas para mantener el comercio sexual prosperando.

Esta crisis es una oportunidad para nuestros gobiernos para perseguir sin tregua a los proxenetas y los puteros que están determinados a explotar a las mujeres más vulnerables a pesar de los riesgos sanitarios masivos, para ellas y para la Sociedad en general. Las únicas mujeres que quedan ‘trabajando’ en este clima de riesgo son las más desesperadas. La legislación actual en el Reino Unido relacionada con los que pagan por sexo es que esos que acceden a servicios de prostitución de mujeres que son traficadas o coaccionadas están cometiendo un delito.

Las mujeres prostituidas deben recibir apoyo financiero y clasificarse como desempleadas a largo plazo. Tenemos que reconocer el infierno bajo el que han estado viviendo y poner a su disposición todo, desde servicios de terapia psicológica y salud, cuidado de niñas/os y paquetes de reeducación.

El gobierno debe perseguir a los hombres que están anteponiendo sus propios deseos egoístas a la vida de las demás personas. La prostitución nunca se podrá hacer segura. El COVID 19 no es más que una amenaza para las mujeres que en prostitución, y los proxenetas y los puteros tienen que ser los que pagan el precio.”

Fuente: https://tribunafeminista.elplural.com/2020/04/la-prostitucion-nunca-es-segura-para-las-mujeres-y-ahora-menos/

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9 documentales para niños y adolescentes que también son educativos

Redacción: CNN

Dado que las escuelas en varios estados permanecerán cerradas por el resto del año académico, millones de padres enfrentarán varias semanas el rol de ser profesores improvisados en el hogar.

Si el plan de estudios y la creatividad han comenzado a debilitarse, una opción es usar un poco de tiempo de pantalla para ver un documental.

Puede parecer el equivalente al maestro sustituto que usa un televisor para cada clase, pero, como señalan los expertos, no hay reglas sobre cómo educar en el hogar durante una pandemia. Y de esta manera, se puede hacer doble trabajo con una película que también es absorbente y educativa.

Ya sea que esté buscando algo para despertar el interés en la biología, o si necesita una distracción instructiva para evitar una crisis en una larga pausa, aquí hay nueve lugares para comenzar. Utilizamos Common Sense Media, un sitio de revisión de películas basado en la edad para familias, para ofrecer pautas generales sobre los niveles de edad, pero la pauta  puede variar en su hogar.

Clase de inglés

‘Spellbound’

Este documental de 2002, que sigue a un grupo de estudiantes de diversos orígenes que trabajan para ganar el Concurso Nacional de Ortografía Scripps de 1999, todavía se mantiene casi 20 años después. Venga por el drama competitivo y la inspiración de “Scrabble”; quédese con las sinceras historias de ocho niños encantadores y ambiciosos.

Pruebe con: edades 8+; Encuéntralo en: Amazon Prime; Google Play (alquiler)

‘He Named Me Malala’

La valiente lucha de Malala Yousafzai por la educación de las niñas se desarrolla en este documental íntimo de 2015, que captura los momentos antes y después de que fue atacada por los talibanes por su postura abierta en 2012. Para exprimir en algunas lecturas junto con la observación, podría emparejar esta película con las memorias de Yousafzai, “I Am Malala“, y comparar cómo se desarrolla su historia en ambos medios.

Pruebe con: edades 12+; Encuéntralo en: Netflix; Amazon Prime

Clase de historia

‘Jane’

Hablando de historias de mujeres inspiradoras, esta película de National Geographic de 2017 documenta vívidamente el trabajo pionero de la primatóloga Jane Goodall, particularmente su innovadora investigación de los años 60 entre chimpancés en Tanzania. Los adultos o niños que se sentirían desanimados por escenas de chimpancés apareándose o con violencia ocasional de animal contra animal podrían saltarse este y considerar en su lugar el recientemente lanzado “Jane Goodall: The Hope” de National Geographic.

Pruebe con: edades 8+; Encuéntralo en: Hulu, Disney +

‘Apolo 11’

En el verano de 1969, el vuelo espacial Apolo 11 de la NASA aterrizó con éxito y los humanos pisaron la Luna por primera vez. Hoy, más de 50 años después, este documental de CNN Films relata el momento innovador utilizando imágenes recientemente descubiertas de la época que da una nueva claridad a una historia familiar.

Pruebe con: edades 5+; Encuéntrelo en: Hulu

Clase de ciencias y matemática

‘Underwater Dreams’

Al igual que “Spellbound”, este documental de 2014 trata sobre una prestigiosa competencia de robótica, pero también sobre inmigración, tenacidad, ingenio y oportunidad. La película sigue a un pequeño y desvalido equipo de estudiantes de secundaria indocumentados que construyen un robot submarino y se enfrentan al MIT, en el camino defendiendo la reforma migratoria. Tenga en cuenta que la película, como el trailer a continuación, incluye un lenguaje fuerte.

Pruebe con: edades 10+; Encuéntrelo en: Amazon Prime (alquiler)

‘Chasing Coral’

Si desea seguir con un tema subacuático, este documental de 2017 es una producción visualmente deslumbrante sobre los peligros que enfrentan los arrecifes de coral, que están bajo amenaza debido al cambio climático.

Pruebe con: edades 9+; Encuéntralo en: Netflix

‘Elefante’

Puedes elegir entre la vasta colección de documentales de naturaleza de Disney, que también incluye “Monkey Kingdom” sobre macacos en Sri Lanka y “Wings of Life”, que se centra en las abejas, pájaros, murciélagos y mariposas. “Elephant”, que sigue a una manada a través del desierto de Kalahari, es una de las adiciones más recientes a la colección; también es narrado por Meghan Markle.

Pruebe con: edades 6+; Encuéntralo en: Disney +

Clase de estudios sociales

‘Bebés’

Lanzado en 2010 -no debe confundirse con las igualmente adorables docuseries de Netflix del mismo nombre- este documental narra un año de la vida de los bebés en cuatro partes diferentes del mundo: Mongolia, Namibia, Japón y  Estados Unidos. No es solo una mirada conmovedora al desarrollo humano, sino una ventana al mundo en general, lo que podría ser especialmente bienvenido para las familias que se refugian en el hogar.

Pruebe con: edades 7+; Encuéntralo en: Starz; Amazon Prime (alquiler)

‘Elián’

Los padres probablemente piensen en el caso de Elián González como historia moderna, recordando claramente la historia del niño cubano que se vio envuelto en una batalla de custodia internacional justo antes de las elecciones presidenciales de 2000. Pero incluso los estudiantes de último año de la escuela secundaria son demasiado jóvenes para saber cuán absorbente era esta historia en ese momento. Con intereses que repercutieron en la política exterior, las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y la política estadounidense, este documental de CNN Films relata la dramática saga desde múltiples puntos de vista, incluido el del propio Elián.

Pruebe con: edades 12+; Encuéntrelo en: CNNgo

Si necesita más opciones para sus televidentes más jóvenes, o parece que no puede lograr que sus hijos participen en documentales, aquí hay una lista de otros programas para niños con los que los padres pueden sentirse bien al respecto.

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La Educación Pública en “la nube”

Cada quien tiene la “libertad”, en lo individual

En la actual etapa del capitalismo industrial global, neoliberal, (menos proteccionismo y mayor liberación de mercados internacionales; menos Estado de bienestar y mayor participación privada o “privatización” de los servicios públicos), que, entre otras cosas, se ha caracterizado por su alta intensidad tecnológica, los espacios centrales o periféricos del poder científico y tecnológico mundial se encuentran ocupados por empresas trasnacionales, dicho esto en términos esquemáticos.

Así, en este ambiente capitalista “posmoderno”, la ciudadanía elige con “libertad” y si su condición estructural social y económica lo permiten, una marca o un modelo de automóvil a su gusto; o puede concretar la elección de una computadora personal con determinada capacidad operativa; y es libre para adquirir una televisión o un móvil o teléfono celular inteligente con esquema de “tiempo aire” o tarifario a la medida. Por eso vivimos en una sociedad de libertades ¿o no?

Cada quien tiene la “libertad”, en lo individual, dentro de esta sociedad capitalista de la tercera o cuarta generación tecnoproductiva, de seleccionar precio, modelo, funcionalidad, cobertura, etc., de los equipos de telecomunicaciones y sus respectivas aplicaciones o programas. Sin embargo, esa elección se convierte en un problema cuando la preferencia es colectiva, social o de un gobierno, como parte del Estado y como conjunto de instituciones que representan a la sociedad, pues se inclina, en algunos casos, por una compañía de automóviles en particular sin una clara explicación y sin apego puntual de la normatividad; o cuando adquiere un tipo de televisores determinados al margen de la ley; o se mete en un conflicto de interés cuando compra teléfonos celulares específicos de una compañía en especial; o contrata cierta paquetería informática o induce a sus empleados o a la ciudadanía a adquirir o inscribirse en ciertas aplicaciones electrónicas para fines educativos.

Las benditas redes sociales digitales

La SEP (22 de abril, 2020) acaba de anunciar (y lo mismo se observa en algunas instituciones de educación superior públicas), que está de acuerdo con que niñas, niños, jóvenes se inscriban a las plataformas que la poderosa trasnacional Google pone al servicio de la educación pública. Que toda la gente se suba a la «nube», parece decir la Secretaría de Educación Pública; que la ciudadanía alimente “libremente” las bases de datos mundiales… Si esto se cumple, gracias a la SEP de Esteban Moctezuma (2018-2020), se logrará el proyecto de «modernización» que soñó Carlos Salinas (desde 1992) para la educación pública en México.

Según el Boletín 101 de la SEP, publicado el 22 de abril 2020, se indica que “Como parte de las acciones que realiza el Gobierno de México frente a la emergencia sanitaria provocada por el virus COVID-19, el Titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma Barragán, participó en la capacitación inicial, de manera virtual, para más de 500 mil docentes y padres de familia que ofreció Google para Educación, en el uso de la plataforma GSuite… La plataforma digital, es una estrategia auxiliar de educación a distancia, con contenido gratuito y herramientas para el aprendizaje, la cual se estima que llegue a más de un millón de docentes en el país.” (1)

Pregunto: ¿Por qué con esa empresa trasnacional y no con las herramientas digitales que ofrecen otras instituciones públicas o no lucrativas como el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE)? Que es un organismo internacional con capacidad, experiencia y solvencia técnica para dotar de servicios, asesorías y asistencia técnica pertinente en materia de educación mediada por tecnologías. (2)

Google para Educación es utilizada por más de 120 millones de estudiantes y maestros a nivel mundial; permite a los docentes gestionar las clases y comunicarse con los estudiantes. Además, por los próximos seis meses, la SEP en colaboración con Google, dará soporte a los docentes en el uso de la plataforma a través de cursos y talleres de apoyo.”

“Moctezuma Barragán reiteró que todos los materiales que se construyen para el programa Aprende en Casa, tanto para la televisión, radio e internet, son auxiliares educativos emergentes que están relacionados con los planes y programas de estudio, y con los aprendizajes esperados de los Libros de Texto Gratuitos.”… “Al participar en el seminario web de introducción para el uso de estas herramientas La Nueva Escuela Mexicana en línea: Desaprendiendo para reaprender denominado, el Secretario de Educación destacó que “particularmente en este momento de emergencia sanitaria, es muy importante estar unidos y que este aprendizaje a distancia se convierta, para las maestras y maestros, para los padres de familia, en una herramienta alternativa para continuar con el aprendizaje de las niñas, niños, jóvenes y adolescentes”.

“Detalló que el programa, resultado de una colaboración público-privada permite continuar las actividades educativas del país y forma parte de la estrategia de educación a distancia del Gobierno de México, en la Nueva Escuela Mexicana que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.”… “Los datos personales recabados por las secretarías de educación locales serán utilizados y resguardados bajo sus rigurosos estándares de privacidad y Google garantizará la seguridad para el adecuado uso y acceso a sus plataformas… Indicó que los servicios de Google para Educación no contienen publicidad ya que los perfiles se crean únicamente con fines educativos. El uso de la plataforma no implica el ejercicio de recursos públicos.”

“Como anillo al dedo” para Google

Según WP: “Google LLC es una compañía principal subsidiaria de la multinacional estadounidense Alphabet Inc., cuya especialización son los productos y servicios relacionados con Internet, software, dispositivos electrónicos y otras tecnologías. El principal producto de Google es el motor de búsqueda de contenido en Internet, del mismo nombre, aunque ofrece también otros productos y servicios como la suite ofimática Google Drive, el correo electrónico llamado Gmail, sus servicios de mapas Google Maps, Google Street View y Google Earth, el sitio web de vídeos YouTube y otras utilidades web como Google Libros o Google Noticias, Google Chrome y la red social Google+ este último sacado fuera de línea en el primer cuatrimestre de 2019. Por otra parte, lidera el desarrollo del sistema operativo basado en Linux, Android, orientado a teléfonos inteligentes, tabletas, televisores y automóviles y en gafas de realidad aumentada, las Google Glass. Su eslogan es «Do the Right Thing» («Haz lo correcto»). Con miles de servidores y centros de datos presentes en todo el mundo, Google es capaz de procesar más de 1000 millones de peticiones de búsqueda diarias y su motor de búsqueda es el sitio web más visitado a nivel mundial tal como muestra el ranking web internacional… La empresa ha sido criticada por colaborar con determinados países en la censura de Internet con el afán de expandirse comercialmente en ellos y por la infracción reiterada de derechos de autor. También es objeto de críticas por presunta ingeniería fiscal en diferentes países, y por ser una de las empresas que colaboran con las agencias de inteligencia en la red de vigilancia mundial, sacada a la luz en 2013.”

Google reporta, según la misma fuente (3): Ingresos por: 66 001 000 000 USD; con beneficio neto de: 14 444 000 000 USD; y activos por: 131 133 000 000 USD. Por otra parte, se informa que Google es miembro de: American Legislative Exchange Council, Alliance for Open Media, Fundación Linux, OpenAPI Initiative, Internet Association, World Wide Web Consortium, Wi-Fi Alliance, CVE Numbering Authorities, Zigbee Alliance, Node.js Foundation, OpenJS Foundation y FIDO Alliance.

Las filiales de Google son: AdMob, Blogger, dMarc Broadcasting, Endoxon, FeedBurner, G Suite, Google.org, Google Ads, Google Cloud Platform, Google Energy, Google Stadia, Google Store, ImageAmerica, ITA Software, Kaltix, Nest Labs, Urchin Software Corporation, Waze, y YouTube. Google.org es la rama caritativa de Google, una compañía de motor de búsqueda en Internet que fue fundada en octubre de 2005.1 A la fecha de mayo de 2010, la organización ha entregado alrededor de 100 millones de dólares en donaciones e inversiones… Para fundar la organización, Google donó 3 millones de acciones durante su oferta pública inicial (IPO). A la fecha de marzo de 2012, los 3 millones de acciones de Google.org estaban valuadas en aproximadamente 1840 millones de dólares. En 2013, la corporación afirmó en su sitio web que había entregado «100 millones en donaciones, 60 000 horas y 1 000 millones de dólares en productos»

Así continúa el boletín 101 de la SEP: “La plataforma de Google para Educación es la misma que se usa actualmente en Italia, Suecia, Chile, El Salvador, Malasia e Indonesia a nivel nacional, y en grandes ciudades como Río de Janeiro y Nueva York, además de importantes universidades nacionales como UNAM y Universidad de Guadalajara.”

Pienso que las trasnacionales no dan paso sin huarache… ¿Por qué la SEP le da «todo el poder» a una empresa hegemónica de las telecomunicaciones y la informática a nivel mundial? ¿Cuánto obtendrá en ganancias Google como empresa con este respaldo del gobierno mexicano? Debo aclarar que no se trata de dar la espalda a las nuevas tecnologías de la información, la comunicación y el conocimiento, pero me parece contradictorio que un gobierno que se dice «impulsor de la transformación de la vida pública», le entregue la educación pública, sobre todo en esta coyuntura de la emergencia sanitaria, a ese tipo de empresas. Se abre un gran debate.

Fuentes consultadas:

(1) SEP. Boletín 101 del 22 de abril, 2020. https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-101-inicia-sep-en-colaboracion-con-google-capacitacion-virtual-de-mas-de-500-mil-maestros-y-padres-de-familia?idiom=es

(2) Ver https://www.ilce.edu.mx/

(3) Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Google

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23

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Pánico global y horizonte aleatorio

Hemos entrado en tiempos paradójicos propios de una sociedad global en transición. Tiempos de inestabilidad generalizada en la que los horizontes compartidos se diluyen y nadie sabe si lo que viene mañana es la repetición de lo de ahora, o un nuevo orden social más preocupado por el bienestar de las personas…. o el abismo. La angustiosa contingencia del porvenir es la única certidumbre.

Y es que ahora no estamos ante los azares regulares de la cotidianidad como, por ejemplo, cuando tomábamos un metro para dirigirnos al trabajo y no podíamos prever con quiénes nos encontraríamos en el vagón, o si llegaríamos a tiempo. La incertidumbre actual es más profunda, es de destino, porque uno no sabe en realidad cuándo volverá a tomar el metro, si tendrá trabajo al cual dirigirse o, llevado al extremo, si estaremos vivos para entonces. Lo de hoy es, pues, un derrumbe absoluto del horizonte de las sociedades en el que la aleatoriedad del porvenir es de tal naturaleza que todo lo imaginable, incluida la nada, pudiera suceder.

Un diminuto virus de entre los cientos de miles que existen está llevando a que más de 2.600 millones de personas suspendan sus actividades regulares, que una gran parte de los trabajos con los que las personas reproducen sus condiciones de existencia estén paralizadas, y que los gobiernos implementen estados de excepción sobre la posibilidad de desplazarse y agruparse. Un pánico global se ha apoderado de los medios de comunicación y una niebla de sospecha sobre el otro cercano, portador de la enfermedad, quiere encumbrarse en el espíritu de la época.

Las imposturas de la globalización

Y lo paradójico resulta del hecho que en momentos de exaltación de la globalización de los mercados financieros, de las cadenas de suministros, de la cultura de masas y de las redes, el principal cuidado que se despliegue ante una enfermedad globalizada sea el aislamiento individual. Es como una confesión de derrota de esos mercados globales y sus sacerdotes ante la necesaria persistencia de los estados, la sanidad pública y las familias como núcleos imprescindibles de socialidad y protección. De ahí que resulte hasta grotesco ver a los profetas del libre comercio y del “Estado mínimo”, que ayer exigían derribar las fronteras nacionales y deshacerse de los “costosos” sistemas de derechos sociales (salud, educación, jubilación..), salir ahora a aplaudir el cierre profiláctico de las fronteras y exigirle al Estado medidas más drásticas para atender a los ciudadanos y reactivar las economías nacionales.

Que la euforia globalizadora como destino final de la humanidad sólo se aferre al encierro individual, y que la única organización política prevaleciente ante la emergencia de una enfermedad global, resultante del propio curso de la globalización, sea el Estado, habla de una farsa sin atenuantes. Algo anda mal en esa paradoja: o bien la globalización como proyecto político-económico fue y es una estafa colectiva para el rédito de pocos, o bien las sociedades aun no comprenden las “virtudes” del mundo global, lo que equivale a decir que si la realidad no se acomoda a la retórica, la que está fallando es la realidad y no la retórica sobre esa realidad. La verdad es que no hay respuesta globalizada a un drama global, y ahí ya hay una sentencia histórica sobre una época aciaga.

Se trata, en definitiva, de un descomunal fracaso de la globalización tal como hasta ahora se la ha construido y, sobre todo, del discurso político que la acompañó, de las ideologías normativas que la secundaron.

Si se globalizan los mercados de acciones pero no la protección social, las cadenas de suministros pero no el libre desplazamiento de las personas, si se globalizan las redes sociales pero no los salarios ni las oportunidades, entonces la globalización es más una coartada de unos cuantos países, de unas cuantas personas para imponer su dominio, su poder y su cultura, que una verdadera integración universal de los logros humanos en beneficio de todos.

Se trata de una manera mutilada de globalizar la sociedad que, al tiempo de generar más desigualdades e injusticias, debilita los mecanismos de protección y cuidado creados a lo largo de décadas por los diferentes estados nacionales.

Hoy vemos que los mercados financieros no curan enfermedades globales, solo intensifican sus efectos en los más débiles; hoy vemos que el libre comercio ha llevado a un retroceso en las condiciones de igualdad similares a las de inicios del siglo XX. Según Thomas Piketty, el 1% de los más ricos de EE. UU., que el año 1975 llegaron a concentrar el 20% de la propiedad del total de los activos inmobiliarios, profesionales y financieros, al 2018 han aumentado su participación al 40%, como en 1920. Hoy sabemos que ninguna institución global tiene la más mínima posibilidad de cohesionar las voluntades sociales para enfrentar las adversidades globales, y en cambio el Estado sí lo viene logrando. Es como si la “mano invisible” de Adam Smith no sólo fuese inservible para a los cuidados de la humanidad, sino más peligrosa que la propia pandemia. Y es que la globalización hasta ahora funciona como modo de acrecentar ganancias privadas de las grandes empresas del mundo, y en contraparte es inútil para promover la protección de las personas.

La actual epidemia no es la primera de carácter global. Ya se han presentado desde el inicio del mercado mundial a comienzos del siglo XVI, durante la colonización de América, cuando la viruela redujo entre el 70% y el 80% de la población originaria; luego lo hicieron, en distintos lugares del planeta, las infecciones del cólera, de la gripe rusa, la gripe española, la gripe aviar, el VIH, y recientemente el SARS 1, H1N1, etc.

Las enfermedades globales emergen de los modos de subsunción formal y real de la naturaleza viva a la racionalidad de la producción mercantil que fracturan los procesos regulados en la transmisión de enfermedades entre distintas especies animales. Subsunción formal, cuando se presiona a la pequeña economía agraria a internarse cada vez más en bosques y áreas ecológicamente auto sostenibles para mercantilizar la flora y la fauna; subsunción real, cuando la producción plenamente capitalista impone ilimitadamente en bosques modos de trabajo agrícolas extensivos, articulados a los mercados de los commodities. En ambos casos, la interfase entre la vida silvestre y los seres humanos que se regulaban gradualmente durante décadas y siglos a través de la difusión en pequeñas comunidades, ahora se comprimen en días o semanas en gigantescos conglomerados humanos, estallando en contagios fulminantes, masivos y devastadores.

Detrás de cada pandemia hay una manera de definir la riqueza social como ilimitada acumulación privada de dinero y bienes materiales y que, por tanto, convierte a la naturaleza, con sus componentes de seres vivos e inanimados, en una simple masa de materia prima susceptible de ser procesada, depredada y financiarizada. Es un modo enceguecido de producir cada vez más dinero, pero impotente para producir un modo global para proteger a las personas y, mucho menos, a la naturaleza. El resultado es un orden dominante de sociedad que no comprende que su compulsiva manera de devorar la naturaleza en el altar de la ganancia es una manera de devorarse a sí misma.

Que los mercados y las instituciones globales ahora se escuden detrás de las legitimidades estatales para intentar contener los demonios destructivos que esta forma de globalización ha desatado es la constatación de un doble fracaso. De las instituciones globales para proponer factibles respuestas mundiales para proteger la salud de las personas de todos los países; y de los mercados globales para impedir el descalabro económico generalizado que se aceleró por la pandemia.

Al estancamiento económico de los últimos años ahora le sigue la recesión global, es decir, un decrecimiento de las economías locales que va a llevar a un cierre viral de empresas, al despido de millones de trabajadores, a la destrucción del ahorro familiar, al aumento de la pobreza y del sufrimiento social. Y, nuevamente, los sacerdotes de la globalización, insuflados en su mezquindad, se cruzan de brazos a la espera de que los estados nacionales gasten sus últimas reservas, hipotequen el futuro de al menos dos generaciones para contener el enojo popular y atemperar el desastre que los arquitectos de la globalización han ocasionado.

Cuando la pujanza mundial era evidente, la globalización tenía muchos padres, cada cual más enardecido respecto a la fingida superioridad histórica del libre mercado. Y ahora que la recesión generalizada asoma las orejas, ella se presenta como huérfana y sin responsables. Y tendrá que ser el vapuleado Estado el que intente salir al frente para atenuar los terribles costos sociales de una orgía económica de pocos.

El regreso del Estado

Ciertamente asistimos y asistiremos a una revalorización general del Estado, tanto en su función social-protectora, como económica-financiera. Ante las nuevas enfermedades globales, pánicos sociales y recesiones económicas, sólo el Estado tiene capacidad organizativa y la legitimidad social como para poder defender a los ciudadanos.

Estamos ante un momento de regresión colectiva a los miedos sociales que, a decir de Elias, son los fundamentos de las construcciones estatales. Pero, por ahora, sólo el Estado, bajo su forma integral gramsciana de aparato administrativo y sociedad civil politizada y organizada, puede orientar voluntades sociales hacia acciones comunes y sacrificios compartidos que van a requerir de las políticas públicas de cuidado ante la pandemia y la recesión económica.

Bajo estas circunstancias, el Estado aparece como una comunidad de protección ante los riesgos de muerte y crisis económica. Y si bien es cierto que el destino de muchos ha de depender de la decisión de los pocos que monopolizan las decisiones estatales -y por eso Marx hablaba de una “comunidad ilusoria”- estas decisiones habrán de ser efectivas para crear un cuerpo colectivo unificado en su determinación de sobreponerse a la adversidad, siempre y cuando logre dialogar con las esperanzas profundas de las clases subalternas.

Incluso la recesión global halla en el Estado nacional a la única realidad social capaz de reorganizar la flecha temporal del flujo de la riqueza de las naciones para adelantar hoy a todos lo que se producirá mañana, a fin de dar un empujón a los ingresos laborales, al consumo interno, a la generación estatal de empleo y al crédito productivo.

Cuánto durará este retorno al Estado, es difícil saberlo. Lo que sí está claro es que, por un largo tiempo, ni las plataformas globales ni los medios de comunicación ni los mercados financieros ni los dueños de las grandes corporaciones tendrán la capacidad de articular asociatividad y compromiso moral similar a los estados. Que esto signifique un regreso a idénticas formas del Estado de bienestar o desarrollista de décadas atrás no es posible, porque hay unas interdependencias técnico-económicas que ya no pueden retroceder para erigir sociedades autocentradas en el mercado interno y el asalariamiento regular. Pero sin un Estado social preocupado por el cuidado de las condiciones de vida de las poblaciones seguiremos condenados a repetir estos descalabros globales que agrietan brutalmente a las sociedades y las dejan al borde del precipicio histórico. Las formas emergentes de Estado tendrán que combinar una revalorización del mercado interno, la protección social ampliada a asalariados, no asalariados y formas híbridas de trabajo autónomo, profundas políticas de democratización de la propiedad y las decisiones sobre el futuro, con la articulación controlada de las distintas cadenas de suministros mundiales, la fiscalización radical de los flujos financieros e inmediatas acciones de protección del medioambiente planetario.

Ahora, otra de las paradojas del tiempo de bifurcación aleatoria, como el actual, es el riesgo de un regreso pervertido del Estado bajo la forma de keynesianismos invertido y de un totalitarismo del big data como novísima tecnología de contención de las “clases peligrosas”. Si el regreso del Estado es para utilizar dinero público, es decir, de todos, para sostener las tasas de rentabilidad de unos pocos propietarios de grandes corporaciones, no estamos ante un Estado social protector sino patrimonializado por una aristocracia de los negocios, como ya sucedió durante todo el periodo neoliberal que nos ha llevado a este momento de descalabro societal.

Y si el uso del big data es irradiado desde el cuidado médico de la sociedad a la contrainsurgencia social, estaremos ante una nueva fase de la biopolítica devenida ahora en data-política, que de la gestión disciplinaria de la vida en fábricas, centros de reclusión y sistemas de salud pública, pasa al control algorítmico de la totalidad de los actos de vida, comenzando por la historia de sus desplazamientos, relaciones, elecciones personales, gustos, pensamientos y hasta de sus probables acciones futuras, convertido ahora en datos de algún algoritmo  que “mide” la “peligrosidad” de las personas; hoy, peligrosidad médica; mañana, peligrosidad cultural; pasado, peligrosidad política.

La irreductibilidad del cuerpo

La realidad es que el cuerpo, los trazos del cuerpo en el espacio-tiempo social siempre han sido el obsesivo destino de todas las relaciones de poder, y hoy lo es de manera absoluta. Decía Valery, en uno de sus diálogos, que lo más profundo de las personas es la piel, y no se equivocaba. En la piel del cuerpo están grabados los códigos de la sociedad, y por eso lo que más se extraña en el encierro es el encuentro de cuerpos, la acción de los cuerpos cercanos, el lenguaje de los cuerpos que nos hablan y nos educan sin tomar conciencia de ello.

Así, pues, pareciera que también estamos enterrando en la angustia del encierro la cara tecnicista de la utopía liberal del individualismo autosuficiente que pretendía sustituir la realidad social por la realidad virtual. Es que los cuerpos, sus interacciones, son y seguirán siendo imprescindibles para la creación de sociedad y de humanidad. Ahora sabemos que los empleos virtuales, el “teletrabajo”, importantes y en aumento, no son el modo predominante de la generación de riqueza de las naciones; que la fuerza de trabajo es siempre es una composición de esfuerzo físico y mental; que las sociedades nacionales se paralizan si no hay actividad humana corporal interactuando con otras corporeidades. Es como si la piel y el cuerpo fueran fuerzas productivas de la sociedad en general y de las formas de comunidad en particular, comenzando por la familiar, nacional y mundial.

Un like en el Facebook es una convergencia cerrada de inclinaciones que no produce algo nuevo más que el incremento contable de adherencias anónimas. Una asamblea, en cambio, es una permanente construcción social-corporal de conocimientos prácticos y experiencias comunes.

El desasosiego y sensación de mutilación con las que la gente reacciona ante el necesario y temporal encierro revela que el cuerpo no es meramente un estorboso receptáculo de un cerebro capaz de dar el salto a la virtualidad absoluta. No; el cuerpo no es un cajón de neuronas organizadas. El cuerpo es la prolongación del cerebro en la misma medida que el cerebro es la prolongación del cuerpo y, por tanto, los mecanismos de conocimiento, de invención, de afectos y de acción social son actividades integrales de todo el cuerpo en su vinculación con otros cuerpos, con la humanidad entera y la naturaleza entera.

El cuerpo es, pues, un lugar privilegiado de conocimiento social y de producción de la sociedad.

Que los límites de la virtualidad global forzada saque a luz el valor de las experiencias del cuerpo es, también, otra de las paradojas del tiempo ambiguo. Y si bien es probable que de aquí a unos años esta experiencia angustiante sea olvidada, muchos saldrán a las calles con el cuello doblado hacia el celular, pero podrán hacerlo porque la gente está ahí, a la mano, interactuando con uno mismo, a través de las miradas y los gestos del cuerpo, aunque nuestra conciencia este en el diálogo del WhatsApp. Pero también es probable que la desesperación por el encuentro con los otros vuelva a manifestarse recurrentemente si es que no sabemos sacar ahora las lecciones de este tipo de globalización mezquina que no se preocupa ni por la gente común ni por la naturaleza en común. Y, quizá, el pavor se convierta en un estado permanente de la convivencia social. Los seres humanos somos seres globales por naturaleza y nos merecemos un tipo de globalización que vaya más allá de los mercados y los flujos financieros. Necesitamos una globalización de los conocimientos, del cuidado médico, del tránsito de las personas, de los salarios de los trabajadores, del cuidado de la naturaleza, de la igualdad entre mujeres y hombres, de los derechos de los pueblos indígenas, es decir, una globalización de la igualdad social en todos los terrenos de la vida, que es lo único que enriquece humanamente a todos. Mientras no acontezca eso, como tránsito a una globalización de los derechos sociales, es imprescindible un Estado social plebeyo que no sólo proteja a la población más débil, que amplíe la sanidad pública, los derechos laborales, y reconstruya metabolismos mutuamente vivificantes con la naturaleza; pero que además democratice crecientemente la riqueza material y el poder sobre ella; por tanto, también de la política, el modo de tomar decisiones que deberá ir cada vez mas de abajo hacia arriba y cada vez menos de arriba hacia abajo, en un tipo de Estado integral que permita ir irradiando la democrática asociatividad molecular de la sociedad sobre el propio Estado.

El mundo está atrapado en un vórtice de múltiples crisis ambientales, económicas, médicas y políticas que están licuando todas las previsiones sobre el porvenir; y lo peor es que ello viene con un inminente riesgo de que se impongan “soluciones” en las que las clases subalternas sean sometidas a mayores penurias que las que ya se tolera hoy. Pero la condición de subalternidad social o nacional tiene, en ese torbellino planetario, también un momento de suspensión excepcional de las adhesiones activas hacia las decisiones y caminos propuestos por las élites dominantes. El desasosiego planetario por la fragilidad de horizontes a los cuales aferrarse es también de las creencias dominantes, con lo que el sentido común se vuelve poroso, apetente de nuevas certidumbres. Y si ahí el pensamiento crítico ayuda a formular las preguntas del quiebre moral entre dominantes y dominados, ayuda a visibilizar las herramientas de autoconocimiento social, entonces es probable que, en medio de la contingencia del porvenir, se refuerce aquel curso sostenido en las actividades de la comunidad, la solidaridad y la igualdad, que es el único lugar donde los subalternos pueden emanciparse de su condición subalterna.

Sólo así el horizonte que emerja, sea el que sea o tenga el nombre que quiera dársele, será propio; el que la sociedad es capaz de darse a sí misma y por el que vale la pena arriesgar todo lo que hasta hoy somos. [*]


[*] Fragmento de la Conferencia Inaugural del ciclo académico de las carreras de Sociología y Antropología del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martin, Argentina. 30 de marzo de 2020.

Fuente. https://rebelion.org/panico-global-y-horizonte-aleatorio/

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Etiopía: Los padres temen por los estudiantes amhara desaparecidos tras el cierre de universidades por la Covid-19

Redacción: Amnesty

Mientras las universidades de Etiopía cierran para evitar la propagación del virus de la COVID-19, Amnistía Internacional pide a las autoridades etíopes que revelen las medidas que han tomado para rescatar a 17 estudiantes amhara de la Universidad Dembi Dolo, en Oromia occidental, secuestrados por individuos no identificados en noviembre de 2019 y que desde entonces se encuentran en paradero desconocido.

La angustia de las familias de los estudiantes se ve acentuada por el cierre del teléfono e Internet puesto en marcha en enero en la región de Oromia occidental, que dificulta aún más sus esfuerzos por obtener información sobre sus seres queridos desaparecidos.

El sentimiento de temor e incertidumbre que se propaga por Etiopía a causa de la COVID-19 agrava la angustia de las familias de estos estudiantes, que están desesperadas por obtener información sobre el paradero de sus seres queridos.
Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental

“El sentimiento de temor e incertidumbre que se propaga por Etiopía a causa de la COVID-19 agrava la angustia de las familias de estos estudiantes, que están desesperadas por obtener información sobre el paradero de sus seres queridos cuatro meses después de su secuestro”, ha manifestado Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental.

“La decisión de las autoridades etíopes de cerrar las universidades para proteger la vida de los estudiantes es encomiable, pero también deben emprender acciones igual de concretas para encontrar y rescatar a los 17 estudiantes desaparecidos, para que también ellos puedan reunirse con sus familias.”

Amnistía Internacional ha hablado con varias familias de los estudiantes desaparecidos, que han expresado su creciente desesperación e impotencia ante la falta de noticias de sus hijos. Esta situación se está produciendo pese al anuncio hecho el 31 de enero de 2020 por el primer ministro de Etiopía, Demeke Mekonnen, de que se había formado un grupo especial para encontrar y facilitar el retorno seguro de los estudiantes a sus familias.

La decisión de las autoridades etíopes de cerrar las universidades para proteger la vida de los estudiantes es encomiable, pero también deben emprender acciones igual de concretas para encontrar y rescatar a los 17 estudiantes desaparecidos, para que también ellos puedan reunirse con sus familias.
Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental

Girmanesh Yeneneh, estudiante de tercer curso de biotecnología, fue una de las que estudiantes secuestradas cuando se dirigía a su casa en noviembre. Su padre, Yeneneh Adunya, dijo a Amnistía Internacional:

“Enviamos a nuestros hijos e hijas a la universidad para que puedan tener un futuro mejor. Ahora no sabemos dónde están o si están vivos. Estamos de luto desde el día que nos dijo que había sido secuestrada; nos dijo que rezáramos y yo, que soy sacerdote, he ido por todas partes rezando. Pero su madre está devastada, y se está volviendo loca, sin que tengamos ni una noticia del gobierno”.

Aunque los presuntos secuestradores inicialmente permitieron a los estudiantes llamar a sus familias y hablar con ellas, ya han pasado más de tres meses desde que las familias tuvieron noticias suyas. La última vez que uno de los estudiantes habló con sus familias fue el 18 de diciembre de 2019.

Todos los servicios de comunicación en Oromia occidental deben restaurarse de inmediato para permitir no sólo que las familias de los estudiantes desaparecidos accedan fácilmente a la información, sino también para que la población acceda a información vital de salud pública sobre la pandemia de COVID-19.
Seif Magango, director adjunto de Amnistía Internacional para África Oriental

“El cierre de las redes y servicios de comunicación en Oromia occidental es una violación inaceptable del derecho de la gente a la información y a la libertad de expresión”, ha manifestado Seif Magango.

“Todos los servicios de comunicación deben restaurarse de inmediato para permitir no sólo que las familias de los estudiantes desaparecidos accedan fácilmente a la información, sino también para que la población acceda a información vital de salud pública sobre la pandemia de COVID-19.”

Los 17 estudiantes fueron secuestrados en diversas fechas en noviembre de 2019 cuando huyeron de los enfrentamientos étnicos fatales entre estudiantes universitarios oromo y amhara.

Uno de los estudiantes, Gebre-Silassie Mola Gebeyehu, dijo a su tío que él y varios estudiantes más habían sido secuestrados el 28 de noviembre por un grupo de jóvenes oromo mientras se dirigían a Gambella, y que a todos los habían llevado a las profundidades de un bosque de la zona.

Fuente: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2020/03/ethiopia-parents-fear-for-missing-amhara-students-as-universities-close-over-covid19/

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