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Cuba y el coronavirus

Por: Luis Hernández Navarro

En la región de Lombardía, en el norte de Italia, médicos y enfermeros cubanos combaten incansablemente la epidemia del coronavirus en condiciones de campaña. Pertenecen a la Brigada Médica Internacional Henry Reeve, creada en 2005 por Fidel Castro para ofrecer asistencia a Estados Unidos, después del paso del huracán Katrina por Nueva Orleans.

La misión isleña está integrada por un jefe de logística y 35 doctores: 23 médicos generales, neumólogos, especialistas en cuidados intensivos y en enfermedades infecciosas, además de 15 enfermeros. Varios son veteranos en estas lides, que lucharon en 2015 contra el ébola en África Occidental. Su abnegación y profesionalismo son ampliamente reconocidos. En 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) les otorgó el premio de Salud Pública Lee Jong-Wook.

Al llegar a Italia, Carlos Ricardo Pérez Díaz, jefe de la brigada cubana de batas blancas, declaró: Vamos a estar firme y todo el tiempo que sea necesario para ayudar a combatir esta epidemia. Y, en entrevista a la Cadena SER, explicó: Tenemos una formación humanista, basada en el principio de la solidaridad, del compromiso con la profesión y de la medicina.

Ese principio –de acuerdo con el doctor Pérez Díaz– se basa en que no podemos dar lo que nos sobra, sino compartir lo que tenemos. Tenemos que compartir con los demás todo lo que podamos. Ese es el reto. Ese es el real principio de solidaridad.

La solidaridad sanitaria de Cuba en Lombardía no es una excepción, sino la regla. En 2015, 37 mil galenos cubanos cooperaban en 77 países. El apoyo médico a otras naciones comenzó en 1960, con el envío de doctores a Argelia. Y, como bien lo saben muchas naciones africanas y americanas (como Haití), a pesar del inhumano e ilegal bloqueo económico de Estados Unidos en su contra por más de 60 años, el respaldo isleño en momento de grandes desastres ha sido crucial para derrotar plagas y enfermedades.

Cuba es el país con mayor demanda de turismo médico en el planeta. Su gobierno ha formado, en 13 escuelas de ciencias médicas y 25 facultades, doctores y personal sanitario, altamente calificados. Actualmente estudian la carrera de medicina más de 63 mil jóvenes. Pero esa experiencia en la formación de profesionales no se circunscribe a las barreras nacionales. La Escuela Latinoamericana de Medicina acoge estudiantes de 122 países. Cada año se matriculan allí mil 500 estudiantes becados.

Esta nación caribeña está muy lejos de ser candil de la calle y oscuridad de su casa. Por el contrario, su modelo sanitario cubano brilla en todo el mundo. Al destinar los recursos no adonde más precio tienen, ni adonde más demanda hay, sino a partir de las prioridades populares y soberanas, la salud ocupa un lugar clave en el presupuesto estatal. Impulsada desde un primer momento por Fidel Castro, la experiencia sanitaria caribeña, orientada a garantizar el derecho a la salud de sus habitantes y alejada del lucro y la mercantilización, ha cosechado logros trascendentales, como los programas de vacunación a recién nacidos y niños pequeños, el sistema de atención materno-infantil, con el control estricto a los indicadores desde el embarazo, que han posibilitado tasa de mortalidad infantil baja y el aumento de la esperanza de vida.

Y, más allá de su experiencia pedagógica o de atención sanitaria, esta nación ha desarrollado a profundidad la investigación de biotecnología y concretado a contracorriente una industria farmacéutica que ha producido una sorprendente cantidad de medicamentos y vacunas de punta, claves para atender diversas enfermedades.

Pocos países han desplegado ante la crisis del coronavirus la solidaridad que Cuba ha otorgado. Desde el primer momento, sus doctores brindaron ayuda sanitaria en Wuhan, China. Las autoridades chinas utilizaron como herramienta para tratar la enfermedad, junto con otros 30 medicamentos, el interferón alfa 2B, fármaco elaborado en la isla.

Cuando diversas naciones le cerraron las puertas al crucero británico MS Brarmar, porque cinco pasajeros a bordo estaban enfermos de Covid-19, La Habana le permitió embarcar. Como recuerda Abel Prieto (https://bit.ly/2QNJZP1), en menos de dos semanas, como apoyo a la estrategia de contención de la pandemia, 11 brigadas médicas cubanas se han trasladado a Venezuela, Nicaragua, Surinam, Italia, Granada, Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Dominica y Santa Lucía, y pronto, a Angola.

Ante el Covid-19 ha emergido lo peor y lo mejor de la humanidad. De un lado, grandes corporaciones de la industria farmacéutica han encontrado en la crisis una ventana de oportunidad para hacer grandes negocios, mientras acaparadores carroñeros lucran con la tragedia sin escrúpulo alguno. Del otro, con un profundo humanismo, gobiernos, pueblos y comunidades ponen por delante la cooperación, la dignidad, la ética, el apoyo mutuo y la solidaridad para enfrentar el mal. Sin duda, el coloso sanitario que es la pequeña Cuba socialista ocupa un lugar privilegiado entre los segundos. Urge poner fin al criminal castigo que sufre.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/03/31/opinion/018a2pol

Imagen: https://pixabay.com/photos/stethoscope-doctor-medical-1584223/

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Redescubriendo modos de abrazarnos, una oportunidad en la pandemia. La corporalidad, potente territorio de transformaciones.

 

Por: Mg. María Alejandra Castiglioni.

 

 

 

El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y

a muchos más condena al hambre de abrazos» Eduardo Galeano, El libro de los abrazos

 

 

Aislados para proteger nuestra salud, aislados para proteger al otro, aislados para proteger nuestra comunidad y a esta aldea global. Aislados nuestros cuerpos. Cuerpos, construcción cultural y espacio primario donde se instala, expresa y percibe la emocionalidad; aquellos que se constituyen como superficie donde se inscribe nuestra historia, nuestra vida y también nuestra muerte.

El cuerpo es “el lugar” donde todo sucede, donde se sostiene y resignifica la conversación educativa mientras se desenvuelven los procesos de socialización, allí surge la posibilidad de transformar vínculos para soñar, gestar y construir escenarios más humanos.

Más allá de los cuerpos, entre ellos, erupciona un espacio privilegiado donde habitan nuestros gestos, voces y relatos. Quizás sea momento de redescubrir su potencia y sus matices, intensidades, lenguajes para intentar abrazarnos de otros modos, tan necesarios en el escenario de una pandemia. Hace falta compartir el miedo, el dolor, la distancia, el silencio, la soledad. Así, el valor de la voz que contiene, la mirada que reconoce, el silencio disponible a los otros, el llamado de atención que cuida, la palabra que reconforta, la distancia física que protege, entre otros gestos, forjan un entramado que abriga la conciencia social, lo que por su parte sostiene nuestra corresponsabilidad de existir.

Estos entramados habitan en la corporalidad, una interfaz que media “entre lo social y lo individual, lo psicológico y lo simbólico”, allí donde se despliega un espacio de oportunidades y posibles transformaciones donde capitalizar la evidencia de actitudes, gestos y discursos que cada cultura aloja y le otorga sentido (Le Breton, 2002:97).

Cultura que, en su sentido dinámico e inacabado, se hace visible en nuestros cuerpos siempre en movimiento, al pensar, al hablar, al mirar y en el transcurso de mismo de nuestras vidas. De acuerdo con Olmos, la cultura puede definirse como forma integral de vida creada histórica y socialmente por una comunidad a partir de su particular manera de resolver –desde lo corporal, emocional y psíquico- las relaciones que mantiene en su seno “con el propósito de dar continuidad y sentido a la totalidad de su existencia” (2003: 16).

Continuidad a la existencia… allí el aprendizaje que hoy nos implica, allí la educación. Un proceso con intencionalidad pedagógica contextualizado, como sólo tiene sentido de abordarse, donde capitalizar sentipensares diversos y recuperar la amorosidad y la emoción que moviliza situaciones del mundo interno en la interacción consigo y con los otros; “no hay acción humana que la funde como tal” sin emoción (Maturana).

Asimismo, patrimonializar los modos que cada cultura construye -en su diversidad  relacional- de transmitir emociones mediante la gestualidad, expresiones éticas y estéticas, disposiciones corporales que modulan la comunicación social y la imagen corporal.

La escucha y disponibilidad adulta, fundan la pedagogía intercultural crítica para capitalizar su heterogeneidad en el extrañamiento de lo real, impugnando escisiones hegemónicas entre cuerpo y mente, emoción y razón, pasividad y actividad que se han acomodado en nuestros cuerpos generando representaciones estigmatizantes de la alteridad e instalando inequidades.

En este sentido, la corporalidad humana, fenómeno social y cultural, materia simbólica, objeto de representaciones y de imaginarios, también aloja valoraciones y  estigmatizaciones, producto de un consenso histórico y social circunstancial que no se corresponde con la naturaleza misma de cada ser humano. Este virus nos hace iguales ante su hostilidad, no hay prestigio autopercibido que proteja de su virulencia.

Es un momento histórico donde revisar la matriz simbólica que organiza nuestra percepción del otro, para comprender que es la naturaleza quien no distingue etnia, edad, nacionalidad, clase social u otras categorías instalándonos a todos en las mismas condiciones para contagiarnos, pero quizás no de conservar la salud porque estaremos dependiendo de quien sea solidario, respetuoso del bien común.

¿Cómo construir estas transformaciones necesarias desde el campo educativo?

En principio considero al hecho educativo complejo y multidimensional, lo que amerita un abordaje interdisciplinar, en este caso Educación, Sociología de la Cultura y Antropología del Cuerpo. La educación -institución política, social y cultural- se transforma constantemente en esa multiplicidad de perspectivas y campos teóricos y sociales.

De aquí en más, analizando críticamente los gestos que nos vinculan y en qué medida sustentan una perspectiva de derechos que refleje un compromiso hacia la real efectivización de todos ellos desde el nacimiento.

Será responsabilidad de todos encarnar las palabras de Freire, nadie se salva solo, nadie salva a nadie, nos salvamos en comunidad. Así la centralidad de la educación, en su dimensión política insoslayable, como campo de disputas, como posibilidad de impugnación de inequidades, como instancia de transformación social donde los educadores gestamos lo gestante a partir de la voz infantil, entregando un legado respetuoso de la humanidad y de la naturaleza -como parte de ella- entre cada generación y así, construyendo comunidad.

La voz infantil nos recuerda a cada instante esta necesidad imperante, me invito, les invito a reponer sus palabras, sus expresiones coherentes que nos lo recuerdan cuando vamos a cortar una flor, cuando no cuidamos nuestro medio ambiente, cuando gritamos, cuando demandan escucha atenta o nuestra disponibilidad. Quizás así desenvolver nuevos procesos a partir de su deseo, emoción, historia y todo el bagaje antropológico y simbólico que alojan en su excepcionalidad.

Para Kohan, “la humanidad tiene un soma infantil que no lo abandona y que ella no puede abandonar” (2004: 274). En este sentido alojar esa categoría social e histórica que es la infancia, territorio, sentido y condición de la experiencia humana, la que  erupciona per se  en un devenir incesante, anticipa nuevos comienzos… ¡es vida!

Niestche, lo ha dicho, “el cuerpo siempre sorprende”. Está en nosotros escuchar su testimonio y recordarnos que no somos los dueños de la naturaleza, somos parte de ella, es nuestra casa, la que habitamos y la que habitarán nuestrxs hijxs.

He escuchado a Rita Segato contarnos que somos emanaciones de nuestros paisajes. Esta es una oportunidad para recuperar los paisajes más justos, más humanos capitalizando la diversidad como patrimonio. También, para revisar el rol de los estados en las economías mundiales y la implicancia de las políticas neoliberales que entienden -ya lo sabemos- al ser humano como mercancía y en el caso de las infancias, marcando a lxs niñxs como oportunidad o amenaza para cumplir sus objetivos.

El sol seca la arcilla y derrite la vela, dice Kant, un mismo hecho -en este caso- global, devastador y arrasador puede ser una invitación a valorar la vida una vez más y elegir de qué modo honrarla escuchando infancias, las que portan sin dudas, un impulso vital.

 

Bibliografía

Citro, Silvia. Cuerpos Significantes. Travesías de una etnografía dialéctica. Buenos  Aires, Biblos. 2009.

Kohan, Walter. (2004). Infancia entre educación y filosofía. Barcelona: Laertes

Le Breton, David. Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Aires, Editorial Nueva Visión. 2002.

McLaren, Peter (1990). Pedagogía crítica, resistencia cultural y la producción del deseo. Buenos Aires, Aique. Disponible en http://www.terras.edu.ar/biblioteca/5/PDGA_Mc_Laren_Unidad_7.pdf Consultado el 10/9/2017

Mauss, Marcel. Sociología y Antropología, Sexta Parte “Técnicas y Movimientos corporales, Madrid, Editorial Técnos. 1979 (1936). Bs. As, 22 de marzo de 2020.

Fuente del artículo: Equipo de Ove

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Noam Chomsky: «La pandemia es otro caso de la falla masiva del mercado, como el calentamiento global»

Por: Roberto Manríquez.

 

Para el pensador estadounidense –quien aprovechó el aislamiento en que se encuentra para responder preguntas a El Mostrador– «la situación es, por supuesto, muy grave, principalmente para el sur global y los sectores más vulnerables en Occidente. Del mismo modo que la pandemia podría haberse evitado, y en algunos países asiáticos parece haberse contenido en gran medida, la crisis económica puede mitigarse y evitar que se vuelva catastrófica. No es necesario repetir los errores de 1929 o de 2008. La crisis pone de manifiesto profundos defectos en los modelos económicos imperantes, defectos que pronto provocarán crisis mucho peores, a menos que se tomen medidas importantes para evitarlos. Por terrible que sea la crisis del coronavirus, habrá recuperación. No habrá recuperación del calentamiento global si no se controla».

La evidencia científica apunta a que la aparición del COVID-19 no fue de modo alguno imprevisible. De hecho, en un artículo publicado el pasado lunes en El Mostrador, la Sociedad de Microbiología de Chile sentenciaba en forma preocupante que “tal como lo hemos visto incluso en estos días, las decisiones sobre la pandemia de SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, son en muchos casos basadas en criterios políticos y económicos, más que en la evidencia científica”.

Basado en estas evidencias, Noam Chomsky estima que la aparición del COVID-19 se pudo prever, pero que, dado el modelo económico, era difícil que los recursos públicos fueran destinados a escenarios de prevención hipotéticos.

El intelectual, quien no requiere de mayor presentación, respondió desde su lugar de aislamiento a este cuestionario de El Mostrador sobre la pandemia que desafía a la humanidad.

-¿Cómo está profesor?

Personalmente bien. Aislado.

-La situación se reveló más seria de lo que en un principio el gobierno de Trump previó. 

La reacción de la administración Trump ha sido un desastre: negación, confusión, pérdida de tiempo. Por ahora, Estados Unidos es el único país importante que ni siquiera puede proporcionar información precisa a la Organización Mundial de la Salud. El gobierno finalmente está dando algunos pasos: demasiado tarde, demasiado limitado.

-De pronto pasamos de lidiar con la emergencia climática y la amenaza nuclear a una pandemia devastadora. ¿Era previsible de alguna forma?

Se ha esperado durante algún tiempo, se estimaba que otra pandemia estaba en camino, tal vez causada por un coronavirus similar al SARS. Las compañías farmacéuticas no tenían interés en la preparación de antídotos. Sin ganancia inmediata. Por otro lado, las iniciativas gubernamentales han sido bloqueadas sistemáticamente por la doctrina neoliberal imperante, que autoriza al Estado a proporcionar subsidios a las corporaciones y rescatarlas de los problemas, pero no interferir con su control del mercado, incluyendo el farmacéutico.

-¿A qué responde la situación que enfrentamos?

Como mencioné, la pandemia es otro caso de la falla masiva del mercado, como el calentamiento global. Para las compañías farmacéuticas privadas, las señales del mercado eran claras: no desperdicies recursos en la preparación anticipada para una pandemia. El gobierno podría haber intervenido, como en Corea del Sur, pero eso entra en conflicto con la ideología neoliberal; interferiría con los sagrados derechos del poder privado concentrado. El papel del gobierno es subsidiar y proporcionar derechos de patentes exorbitantes, asegurando ganancias colosales. Pero no interferir con las prerrogativas de privilegio y riqueza.

-Trump y Bolsonaro pasaron de decir que era una invención de los medios de comunicación a tomarlo con cierta seriedad.

Mucho de lo que ha pasado globalmente, se debe a ese enfoque de reaccionar tardíamente.

-Esta crisis ha expuesto el verdadero estado de los sistemas de salud pública, que no están pasando la prueba

Muy cierto. También demuestra cómo han sido debilitados por los programas neoliberales de la generación pasada.

-La crisis pandémica a su vez provocará una crisis económica, que evoca la crisis subprime o incluso la de 1929, ¿cuál es su apreciación?

La situación es, por supuesto, muy grave, principalmente para el sur global y los sectores más vulnerables en Occidente. Del mismo modo que la pandemia podría haberse evitado, y en algunos países asiáticos parece haberse contenido en gran medida, la crisis económica puede mitigarse y evitar que se vuelva catastrófica. No es necesario repetir los errores de 1929 o de 2008. La crisis pone de manifiesto profundos defectos en los modelos económicos imperantes, defectos que pronto provocarán crisis mucho peores, a menos que se tomen medidas importantes para evitarlos. Por terrible que sea la crisis del coronavirus, habrá recuperación. No habrá recuperación del calentamiento global si no se controla.

Fuente de la entrevista: https://rebelion.org/la-pandemia-es-otro-caso-de-la-falla-masiva-del-mercado-como-el-calentamiento-global/

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Días de encierro

Por: Carlos Ornelas. 

 

La pandemia nos alcanzó. La tormenta de noticias sobre el coronavirus, el temor que sembró me obligó a guardar un encierro voluntario, desde una semana antes que el gobierno declarara la fase 2. Coincidió con el final del trimestre en la Universidad Autónoma Metropolitana.

Son días insólitos; el COVID-19 hizo lo que ningún gobierno desde 1980 había conseguido: que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación esté tranquila. En otras circunstancias sería ganancia, pues no habría alumnos perjudicados por una huelga. Hoy la bronca es el aislamiento. Además, no hay manifestaciones ni declaraciones de sus líderes que arrojen material para mi comentario.

La facción del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que comanda Alfonso Cepeda Salas, también está sosegada y el presidente López Obrador no habla de educación. Ya examiné el programa Aprender en Casa de la Secretaría de Educación Pública; hoy no encuentro un tópico que me atraiga. Quizá pudiera platicar de mi encierro.

Ayer sábado temprano releí La política como vocación, de Max Weber, subrayé pasajes que tal vez me den pie para caminar en algún ensayo. Comparto tres que merecen atención si es que un día me aplico a caracterizar la personalidad política de Andrés Manuel López Obrador, claro con respecto a la política educativa:

1. Quien hace política aspira al poder; al poder como medio para la consecución de otros fines (idealistas o egoístas) o al poder por el poder, para gozar del sentimiento de prestigio que él confiere.

2. Quien vive para la política hace de ello su vida en un sentido íntimo o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a su vida, poniéndola al servicio de algo.

3. El honor del caudillo político, es decir, del estadista dirigente, está, por el contrario, en asumir personalmente la responsabilidad de todo lo que hace, responsabilidad que no debe ni puede rechazar o arrojar sobre otro.

Una máxima de Maquiavelo también pudiera servirme para empezar un discurso sobre la aspiración de AMLO de entrar a los libros de historia como el mejor presidente que haya tenido México: “No obstante, el príncipe que se hace temer, sin al propio tiempo hacerse amar, debe evitar que le aborrezcan, ya que cabe inspirar un temor saludable y exento de odio, cosa que logrará con sólo abstenerse de poner mano en la hacienda de sus soldados y súbditos”.

Son jornadas de reclusión, anormales. Aunque por lo general escribo mis artículos en casa, no puedo trabajar igual que siempre: el encierro encierra mi mente.

Sin embargo, no estoy de holgazán, hojeo o releo textos y escribo notas que espero me sirvan en el futuro cercano. También converso con la familia, veo películas y series y leo novelas y cuentos. Compongo apuntes informales para mi registro de peripecias. Pero batallo para concentrarme en un tema.

Con todo y virus, habrá que trabajar; ¡superaré el encierro!

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/dias-de-encierro/1372776

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Los retos de la educación a distancia

Por: Jorge Iyusqui.

 

Vivimos tiempos retadores para todos los peruanos. Desde el sector educación, el mayor desafío que se nos presenta es garantizar la continuidad de los aprendizajes de los estudiantes. En un contexto como el actual, se deben prever nuevas dinámicas pedagógicas y la educación a distancia se presenta, entonces, como una alternativa viable para hacer frente a esta coyuntura particular.

Lo primero a tener en cuenta es que una clase a distancia no se da del mismo modo que una clase presencial. Si entendemos y aceptamos estas diferencias, podemos visibilizar las fortalezas de la educación a distancia y obtendremos buenos resultados.

¿Sobre qué pilares debe sostenerse una propuesta de educación a distancia? Lo primero a tener en cuenta es que cualquier plan debe orientarse al cumplimiento de los objetivos de aprendizaje. En segundo lugar, la propuesta educativa debe considerar las características de los estudiantes, su nivel de autonomía y atención, entre otros. En tercer lugar, se deben evaluar los canales y medios que se van a emplear. Internet, textos escolares, celulares, plataformas virtuales son algunos ejemplos.

Otro elemento fundamental es la empatía con las familias, considerando su acceso a recursos y sus organizaciones internas. Asimismo, la empatía también debe ir dirigida a los docentes, quienes tienen el reto de acompañar y hacer seguimiento a los estudiantes desde sus hogares. En este punto, es fundamental la gestión institucional, en la que los equipos directivos cumplen un rol de vital importancia. Finalmente, todo este trabajo debe ajustarse a las regulaciones vigentes del sector.

Es importante tener en cuenta que las dinámicas sociales van a cambiar luego de esta pandemia y la educación a distancia tomará mayor relevancia. Grandes instituciones educativas llevan exitosos planes de educación de este tipo y ese es el nuevo gran reto que debemos enfrentar como país: seguir innovando en nuestras propuestas educativas y en los recursos con los que contamos en la actualidad.

Fuente del artículo: https://peru21.pe/opinion/los-retos-de-la-educacion-a-distancia-noticia/

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En la crisis todos perdemos, pero más los niños

Por: Ángel Pérez.

 

  • Quienes trabajamos en educación debemos reconocer que ni el Ministerio de Educación, ni las secretarías y menos los colegios públicos estaban preparados para una situación como la que el covid-19 produjo en la vida humana y en el desarrollo de los sistemas educativos.

Eso de tener a los niños encerrados, que se prohíba durante meses, como ya ocurre en la ciudad China de Wuhan, el encuentro escolar en el aula y en el colegio, es difícil de digerir. Con seguridad miles de niños y adolescentes que asisten a la educación pública (y a la privada) requerirán apoyo socio emocional y esfuerzos especiales para recuperar el atraso escolar, al que estarán sometidos por la precariedad económica y las condiciones de vida de sus familias.

Tomar la decisión, en menos de una semana, como ocurrió en Colombia, de parar los sistemas educativos, en todos sus niveles  y pretender pasar, en tan solo dos o tres días, a operar de manera virtual los procesos de aprendizaje y enseñanza, con estudiantes y docentes desde sus casas, y además, afirmar que eso puede ser exitoso, es llegar a imaginar o soñar, que en Colombia de manera maravillosa las sedes educativas y los hogares de todos los estudiantes están conectados a internet, gozan de soporte técnico y cuentan con la velocidad suficiente para permitir la interacción educativa virtual;  además que la riqueza de la sociedad y del sistema educativo garantiza que los docentes y los estudiantes cuenten con computadoras, o un buen teléfono móvil; y, con todos los profesores formados y entrenados para usar las TIC y funcionar mediante la educación virtual.

No, lo anterior es de ficción, en la educación pública estamos lejos, tanta maravilla junta solo ocurre en muy pocos colegios públicos y en las instituciones escolares privadas de buena calidad, para las familias que pueden pagar más de un millón de pesos mes por la educación de sus hijos, donde, además, de ñapa existen padres o familiares o amigos profesionales que pueden ayudar a los niños y adolescentes a resolver problemas elementales relacionados con el uso de las TIC, con los programas educativos o con las conexiones de los equipos y apoyar la labor de los docentes, en estos días de coronavirus.

La ministra de Educación y de ahí de para abajo (secretarios de educación y rectores de colegios públicos) deben actuar de acuerdo con la evidencia sobre lo que ocurre en las regiones y en cada colegio y hasta de pronto con cada niño. Lo real: según el Laboratorio de economía de la educación, de la Universidad Javeriana, sólo el 4 por ciento de los municipios de Colombia pueden implementar lecciones virtuales en colegios oficiales, ante una posible suspensión de clases, es decir 44 municipios de 1003 (32 capitales de departamentos y 12 municipios más). Además, dicho Laboratorio encontró que el 63% de los bachilleres del año 2018 que contestaron los formularios del ICFES afirmaron que en sus casas no tenían conexión a internet, ni computadores, igual sucede con 665.409 estudiantes de primaria, solo el 37 % tiene acceso a internet y computador en su casa. Además, pensemos que hoy los locales de los barrios donde se alquila el wifi y los computadores están cerrados, ¿así cuál educación virtual? Las guías y las tareas a las que recurrieron algunos docentes para trabajar en casa durante una o dos semanas dejan a los niños y a las familias, encerradas, en el camino de cada uno defiéndase como pueda.

Otros datos alarmantes son los del Dane, en el informe sobre educación formal, encontró que para el 2018, el 7% de las sedes educativas de los colegios públicos no tenían energía, el 62% no poseía televisores y el 63% no accedía a internet. Esta situación es más grave en las sedes educativas rurales, el 73% no tenía conexión a Internet. Esta lamentable situación de las sedes educativas es comprensible para un sistema educativo cuyas sedes, en la mayoría de los municipios, no cumplen los estándares básicos para desarrollar los procesos educativos y, en algunos casos, estas sedes se están cayendo o amenazan ruina. Tal y como lo afirmó un directivo del sector educativo: cuando se está ante problemas no resueltos como la necesidad de mejorar la infraestructura, o en incrementar la alimentación o el transporte escolar o cómo conseguir recursos para financiar 10 docentes extras que se requieren con urgencia ¿quién piensa en computadores, en internet, en equipos y en programas para la educación? en un país donde no hay currículo único y se supone que cada colegio tiene su propio proyecto educativo.

Sin olvidar que la educación virtual con los niños de preescolar y primaria requiere el total apoyo de los padres de familia quienes no están entrenados para la interacción educativa virtual. Aclaro que la educación virtual en los colegios privados fue creada para apoyar el proceso educativo, pero no para remplazar el aula escolar durante meses, como todo indica que ocurrirá este año, sin embargo, dada la emergencia estos colegios de manera rápida y eficiente ajustaron sus programas, plataformas y empezaron a operar sin mayores contratiempos de manera virtual, con padres entrenados para ello.

Colombia no puede tener dudas, de acuerdo con los datos anteriores, se puede afirmar que los más afectados serán cerca de 5 millones de estudiantes de la educación pública, de un total de 8 millones de niños y adolescentes matriculados; situación más grave para cerca de 1,8 millones de estudiantes de la zona rural y para los hijos de las familias con menores ingresos o de quienes trabajan de manera informal, donde además de las necesidades básicas para alimentarse, no aseguradas, deben agregar a sus hijos baja calidad de vida, escasa riqueza cultural y en algunos casos violencia intrafamiliar o hacinamiento en casa. Así es muy difícil la educación virtual, a pesar del esfuerzo de secretarías de educación como la de Bogotá y de otras, de los rectores y de miles de docentes que están haciendo esfuerzos extraordinarios, para superar semejantes obstáculos, a ellos felicitaciones, ¿y el resto de los niños?

Fuente del artículo: https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/en-la-crisis-todos-perdemos-pero-mas-los-ninos-por-angel-perez/283519

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Millones de estudiantes ensayan educación virtual ante pandemia en México

América del Norte/ México/ 31.03.2020/ Fuente: mundo.sputniknews.com.

Unos 37 millones de alumnos mexicanos comenzaron esta semana un mes de ausencia de las escuelas y universidades por la pandemia de COVID-19, y ahora practican por primera vez la educación a distancia en forma masiva, una de las medidas para evitar la propagación del coronavirus SARS-CoV2.

«Los más afectados serán los alumnos de educación básica, donde se concentra la mayor cantidad de instituciones de preescolar y primaria» dijo a Sputnik el director de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de La Salle, Francisco A. Enríquez.

El académico explica que la mayoría de escuelas del país «no cuenta con infraestructura, herramientas, ni la suficiente capacitación para sus docentes que les permita hacer educación en casa».

Por el contrario, Enríquez señaló que algunas instituciones de educación media y superior, hasta nivel bachillerato y la gran mayoría de universidades, sí disponen de programas de educación virtual.Enríquez señaló que se debe de tener en cuenta que las regiones más remotas no cuentan con un servicio de Internet o fácil acceso, inclusive algunas ni siquiera cuentan con servicios básicos, en un país con la mitad de la población abajo de la línea de pobreza.

«El tema pasa por varios aspectos, tenemos un país muy grande y la cobertura de Internet no es la misma en todas las regiones, hay escuelas en zonas rurales que no cuentan con servicio de electricidad», apuntó.

La mayoritaria población de educación primaria y secundaria requieren de una mayor atención.

«Para los padres y tutores no será fácil este mes», sostuvo el académico, teniendo en cuenta los niveles de estrés y limitación de productos básicos que generarán en muchos hogares las acciones de contención de la pandemia.

Algunos sistemas de educación a distancia funcionan desde hace varios años, y podrán asumir el reto con menores dificultades.El secretario federal de Educación, Esteban Moctezuma, dispuso que desde el 23 de marzo al 17 de abril las escuelas permanecerán cerradas en aplicación de la estrategia «Sana Distancia» implementada por el Gobierno para contener la propagación de la enfermedad respiratoria.

El sistema público de radiodifusión transmite contenidos para todos los niveles de educación, basados en los planes de estudio, «de modo que esta paralización de las escuelas no afecte a los estudiantes».

«El receso escolar no significa, en modo alguno, un periodo vacacional ampliado sino un aislamiento voluntario para evitar el contagio y la propagación del COVID-19», dijo el funcionario en la presentación oficial de la medida de contingencia.

Como estrategia de apoyar al «distanciamiento social», la cartera federal de Educación Pública lanzó el programa «Aprende en Casa por TV», en el sistema público de radiodifusión, Televisión Educativa y el canal Once Niñas y Niños, que también transmiten en línea.

Multiplicación de las debilidades

La falta de una infraestructura adecuada para la educación virtual se suma a la desigual capacitación de los padres que deben asumir la tutoría de sus hijos.

El coordinador de asuntos educativos del centro de análisis México Evalúa, Marco Fernández, dijo a Sputnik que «con franqueza, México no llega bien preparado para enfrentar este reto de mantener la educación funcionando de manera virtual».El experto en educación comentó que muchos estudiantes de secundaria, bachillerato y universidad tienen una autonomía que les permitirá hacer uso de la educación virtual de una manera más eficiente.

Esa familiaridad con la conectividad no sucede con los alumnos más pequeños, considera el organismo ciudadano.

«Se requiere coordinar entre las autoridades federales y las de nivel local, medidas que contribuyan a mantener un adecuado proceso de manera que se pueda atemperar el costo en el aprendizaje» a distancia, añadió Fernández.

Por su parte, la organización Mexicanos Primero advirtió que la pandemia del coronavirus tendría el efecto de aumentar la inequidad en el acceso a la educación para las comunidades más pobres.

«Los que van a tener mejores oportunidades de seguir aprendiendo van a ser los que están en las zonas y estados con más recursos», señala la organización ciudadana que promueve el derecho a la educación en un análisis del impacto de la pandemia.Mientras el 73 por de los mexicanos que vive en ciudades cuenta con algún tipo de acceso a la red, bien sea desde su celular, un computador personal o de uso comunitario, en la zonas rurales la cobertura de internet apenas llega un 40%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi).

La televisión educativa trata de enganchar a las pantallas a los niños de primaria durante las mañanas, hasta el mediodía.

Los adolescentes son convocados a clases de secundaria por las tardes.

Por su parte, el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa transmite a través del Canal Satelital Internacional programas para todas los niveles educativos.

La Secretaría de Educación Pública supervisa que estos contenidos estén alineados con los planes y programas de estudio vigentes.

En este país han fallecido ocho personas por coronavirus y hay 585 casos confirmados, según las cifras oficiales del jueves.

Fuente de la noticia: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202003271090936107-millones-de-estudiantes-ensayan-educacion-virtual-ante-pandemia-en-mexico/

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