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Cuba: Pedagogía 2021 sesionará de manera virtual

El encuentro educacional Pedagogía 2021, previsto a celebrarse del 1 al 3 de febrero de manera presencial, muda sus actividades al entorno virtual, debido a la situación epidemiológica que por estos días viven Cuba y el resto del mundo.

“Por la unidad de los educadores” será el lema del encuentro de este año, en el que docentes y directivos cubanos y extranjeros, expondrán sus experiencias personales para contribuir al avance de la Educación de los pueblos en tiempos de pandemia, abarcando diversas temáticas.

Una conferencia de la Ministra de Educación de Cuba, Ena Elsa Velázquez iniciará las actividades del encuentro, luego de lo cual se procederá a impartir los cursos virtuales previstos.

Igualmente habrá espacio para debatir sobre el nuevo contexto en que se desarrolla la Educación, así como los desafíos propios que conlleva dar continuidad al proceso educativo en estas circunstancias.

Otras conferencias ocuparán los restantes días de Pedagogía 2021 y se efectuarán previo a las actividades científicas de los simposios previstos en el programa del evento, que incluye, también la proyección de videos y documentales relativos a los logros de la Educación Cubana y a la cartera de servicios que ofrecen diferentes instituciones del Ministerio de Educación.

En la clausura del evento será presentada la relatoría del Congreso por parte de la presidenta del Comité Científico, Dr. C Eva Escalona. (Foto tomada del oficial del evento)

Fuente: https://www.excelenciascuba.com/eventos/pedagogia-2021-sesionara-de-manera-virtual

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Educar no es “tragar sapos”

Educar en las escuelas públicas argentinas es un gran desafío.

Con pandemia o sin ella: nuestra labor -la de miles de docentes y educadores- se mueve entre los intereses de la clase dominante que diseñan las políticas educacionales, nuestra mirada ético pedagógica, los gremios capturados por la burocracia y el economicismo, las escuelas como instituciones que reproducen la ideología hegemónica pero que a la vez contienen y refugian a niños y jóvenes de la clase trabajadora cada vez más explotada, empobrecida y arrasada subjetivamente.

¿Cómo enfrentar, grupalmente y colectivamente, esta situación? Situación que hace años definimos como crimen educativo y Romina De Luca como degradación educativa.

A los alumnos se les hace difícil aprender y a nosotros enseñar. Esa unidad dialéctica, hoy, en nuestro país, tiene una base material que pocos incluyen cuando se da clases: “Según UNICEF, la pobreza infantil es del 62,9% y alcanza a más de 8 millones de chicos en Argentina”, titulaba Infobae a mitad de agosto de 2020. No se puede ni se debe enseñar/aprender sin tener en cuenta las condiciones concretas de existencia de nuestros pibes y pibas. ¿Qué sentido tiene la matemática, la lengua y las ciencias en un contexto social como el que estamos viviendo?

E igual hay que seguir, enseñar a pensar, a leer, a tratar que cada alumno vaya alcanzando su autoría/palabra/pensamiento, dicho de otro modo, una conciencia crítica que se irá forjando a medida que crezcan y al llegar a adultos no sean solo mano de obra barata sino sujetos de poder que deseen cambiar esta realidad enajenante en la que nos sumerge la burguesía. Y en esto queremos ser claros: los docentes debemos luchar por salarios dignos, por escuelas en condiciones dignas de su tarea y para que no nos usen de preservativos del sistema educativo. No debemos ir a las escuelas a reproducir la ideología de la colonización burguesa, sino por el contrario, con nuestra propia mirada ir avanzando en una disputa de otro tipo de sociedad. Son ellos –los gobernantes- quienes nos condujeron a esta crisis socioeducativa; no nuestro accionar como educadores. En todo caso, vea bien, la burocracia sindical docente es la que participa –reforma tras reforma- de los entongues entre el empresariado y la casta política.

En una de las entrevistas que le hiciera a Juan Carlos Sánchez, el “Profe” me contestó sobre la “política educativa tras el retorno de la democracia”:

Lo que sucedió es conocido. Un brutal recorte de contenidos y una gran desvalorización del ser docente obraron para una educación como la actual. La Ley Federal y la actual Ley Nacional constituyeron la herramienta para el deterioro de lo que denominan “calidad educativa”. La Ley Federal permitió la existencia de tantas currículas como provincias y municipios. Una anarquía de principio a fin. La Ley Nacional dictó un marco de referencia pero no modificó la dispersión curricular establecida por la ley derogada y existen grandes inconvenientes para la circulación de los estudiantes en el Sistema Educativo Nacional, entre otras problemáticas. Lo cierto es que los saberes de los egresados de las escuelas primarias y de las escuelas medias no alcanzan el nivel necesario para adquirir los nuevos que se ofrecen en el nivel superior. Si a ello le sumamos la falta de oportunidades para los sectores postergados, nos encontramos con una clara segmentación del conocimiento; por un lado, los niños y jóvenes de las grandes mayorías que alcanzan a obtener el título secundario ven reducidas sus oportunidades a nivel laboral y escolar y por otro, el proceso tiende a estrechar el acceso al nivel superior con el fin de permitirlo a quienes provengan de las clases media alta y alta, limitando el ingreso de estudiantes de las clases bajas, de los pueblos originarios y del colectivo con discapacidad. Sin dudas, el mejor examen de ingreso resultó ser ese recorte de saberes que, en la práctica, opera como un fuerte condicionante para la prosecución de estudios superiores. Evidentemente, se ha perfeccionado el sistema de restricciones educativas de la dictadura por otros medios…”.

Queda claro a qué apuntan los señores de traje, corbata, y hasta de sport coucheados, con las políticas educativas actuales. Nos quieren ignorantes, apáticos, que les sirvamos de empleados rebajados, y pegados al celular. Eso sí, de sus bocas saldrán discursos progresistas, de inclusión educativa, de derechos ampliados, de todos a las escuelas, ciudadanos del conocimiento del siglo XXI. De sus bocas saldrán esas frases hechas con una sonrisa de TV. Pero si miramos sus manos…tienen el color de la tinta de la firma de un genocidio por goteo al que nos dirigen con una organización social que requiere “manos hábiles” (como ya dijimos) para rubricar decisiones y contar dinero espurio o bien hacer click para que llegue la transferencia inmediata.

Evidentemente el crimen educativo no ha terminado y continua disparando sus armas contra nosotros. ¿Vamos a quedarnos observando solamente como cargan sus balas o vamos a dar pelea hasta ganarles y que ellos se traguen sus sapos mercadotécnicos?

Fuente: https://rebelion.org/educar-no-es-tragar-sapos/

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Malawi: Trabajadoras sexuales en marcha de protesta en Lilongwe – ‘Brindamos servicios esenciales’

Las trabajadoras sexuales marcharon en las calles de la capital, Lilongwe, contra la decisión del gobierno de imponer un toque de queda nocturno y el cierre de bares que, según dicen, tienen serias implicaciones económicas en sus vidas.

Piden al gobierno que revise las decisiones y les permita operar normalmente, diciendo que brindan «servicios esenciales».

Las protestas se interrumpieron después de que el comisionado del distrito de Lilongwe se negó a recibir su petición y los obligó a acudir al Ayuntamiento de Lilongwe.

La directora ejecutiva de la Asociación de Trabajadoras Sexuales, Zinenani Majawa, dice que las protestas callejeras en curso en Lilongwe también están destinadas a llamar la atención sobre los problemas públicos de ese estigma relacionado con el trabajo sexual.

Ella, en particular, menciona el abuso policial de las trabajadoras sexuales como un elemento destacado en la lista.

Majawa dice que los agentes de policía abusan sexualmente de las prostitutas.

Fuente: https://allafrica.com/stories/202101280551.html

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Bolivia: Magisterio Rural: “No garantizamos el inicio de clases, no hay condiciones”

A tres días del inicio de actividades educativa en todo el territorio nacional, el ejecutivo de la Confederación del Magisterio Rural, Víctor Mamani, dijo que su sector no garantiza el inicio de las clases debido a que los municipios no cumplieron con otorgar los implementos de limpieza para evitar los contagios. Además, el Ministerio de Salud no presentó el informe epidemiológico nacional para determinar la modalidad que se aplicará en cada región.

“Nosotros como dirigentes nacionales no garantizamos el inicio de clases; no por los maestros, sino que no hay condiciones lamentablemente”, dijo Mamani.

Agregó que el Ministerio de Educación tampoco cumplió con la entrega de las cartillas a los estudiantes y maestros.

“Algunos municipios están empeorando, otros todavía se mantienen en rebrote; pero de todas formas no se puede asegurar nada y, hasta este momento, lo más lamentable es que los gobiernos municipales tampoco han implementado equipos de bioseguridad a las unidades educativas”, dijo el dirigente del Magisterio Rural. Para esta jornada se tiene previsto otro encuentro con el Ministro de Educación.

Fuente: https://www.lostiempos.com/actualidad/pais/20210128/magisterio-rural-no-garantizamos-inicio-clases-no-hay-condiciones

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El Banco Mundial teme un retroceso en la educación

La covid-19 ha creado la peor crisis para la educación y el aprendizaje en un siglo y se requieren medidas urgentes para mitigar esos impactos en todo el mundo, sostuvo un informe del Banco Mundial a un año de haberse desatado la pandemia.

Las alteraciones causadas por la covid en las sociedades y las economías agravan la crisis de la educación preexistente en el mundo y la afectan de maneras sin precedentes, según la institución multilateral que tiene como socios a 189 países.

Antes de la pandemia “ya había una crisis del aprendizaje”, pues unos 258 millones de niños en edad escolar no asistían a la escuela primaria ni secundaria, y la tasa de pobreza de aprendizajes en los países de ingreso bajo y mediano era de 53 por ciento.

Eso significa que más de la mitad de los niños de 10 años no podía leer ni entender un texto simple. En África al sur del Sahara la cifra era cercana a 90 por ciento.

La covid “ha agravado la crisis del aprendizaje, y es probable que el impacto en el capital humano de la actual generación de estudiantes se prolongue”, según el banco.

En abril de 2020, cuando se cerró el mayor número de escuelas, 94 por ciento de los estudiantes  -1600 millones de niños y jóvenes- dejaron de asistir a la escuela en todo el mundo, y todavía unos 700 millones de alumnos estudian hoy desde su casa, en un contexto de gran incertidumbre.

Familias y escuelas debieron elegir entre opciones de aprendizaje híbrido y remoto, o ningún tipo de escolarización, y en la gran mayoría de los países no se vislumbra el término de esta incertidumbre, según el banco.

Los niños pequeños están especialmente expuestos a riesgos, ya que la pandemia agrava las disparidades existentes en materia de nutrición, salud y estimulación, y los servicios para apoyarlos a menudo se omiten en la respuesta a la pandemia.

Audrey Azoulay, directora de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ha dicho que “los cierres prolongados de los centros educativos tienen un creciente coste psicosocial para los estudiantes, aumentando las pérdidas de aprendizaje y el riesgo de abandono escolar”.

A este impacto en los sistemas educativos se suman las repercusiones negativas de la contracción económica global sin precedentes en los ingresos familiares, que aumenta el riesgo de deserción escolar y reduce los presupuestos de los gobiernos.

El banco calculó que, debido a las pérdidas de aprendizaje y los aumentos en las tasas de deserción, la actual generación de estudiantes podría perder 10 billones (millones de millones) de dólares en ingresos, casi 10 por ciento del PIB mundial.

Los países se desviarían aún más del objetivo de reducir la pobreza de aprendizajes, que podría trepar 10 puntos, hasta 63 por ciento de la población escolar.

Por ello, el banco considera que “se está gestando una catástrofe de desigualdad. Se observan inmensas diferencias en las situaciones de los estudiantes pobres y ricos en todos los países del mundo”.

La covid “representa un riesgo aún mayor para la educación y el bienestar de las niñas, ya que es mayor la probabilidad de que ellas abandonen la escuela, son más vulnerables a la violencia y enfrentan el matrimonio infantil y la fertilidad adolescente”, señaló el reporte.

Asimismo, los niños con discapacidad, las minorías étnicas, los refugiados y las poblaciones desplazadas tienen menos probabilidades de acceder a materiales de aprendizaje remoto y de regresar a la escuela después de la crisis

El sistema de educación terciaria también atraviesa una crisis profunda. En el momento más crítico, 220 millones de estudiantes de educación superior se vieron afectados por los cierres de los centros educativos en todo el mundo, y se prevén importantes reducciones del número de estudiantes actuales y futuros.

Además se registró una interrupción sin precedentes en la enseñanza y formación técnica y profesional. Un resultado de todos esos cierres es que posiblemente

la actual generación de estudiantes, y especialmente los más desfavorecidos, nunca reciba una educación completa ni el máximo de ingresos potenciales.

Como las pérdidas de aprendizaje van en aumento y es fundamental que los niños y los jóvenes vuelvan a participar en el proceso de aprender, ya sea con clases a distancia eficaces, opciones híbridas o mediante alternativas seguras de educación presencial, el banco propone una especie de decálogo a sus socios.

En primer lugar, evaluar las pérdidas de aprendizaje y monitorear los avances, cuando los niños regresen a la escuela y durante la instrucción a distancia.

Luego, proporcionar clases de nivelación y apoyo socioemocional a los estudiantes, reestructurar el calendario académico para hacer ajustes por los días escolares perdidos debido a la pandemia, y adaptar el plan de estudios para priorizar el aprendizaje fundamental, teniendo en cuenta el tiempo perdido.

Se debe preparar y apoyar a los maestros para manejar el agotamiento profesional, mejorar las habilidades digitales, identificar a los estudiantes que necesitan apoyo e implementar planes que garanticen la continuidad del aprendizaje y las condiciones de salud y seguridad cuando los niños regresen a las escuelas.

También se debe fomentar la reinscripción, minimizar la transmisión de enfermedades en las escuelas, y apoyar el aprendizaje en el hogar a través de la distribución de libros, dispositivos digitales cuando sea posible y paquetes de recursos para el aprendizaje a distancia.

El Banco Mundial se declaró dispuesto a agregar 6200 millones de dólares a los 5300 millones que ha desembolsado para proyectos que alcanzan a la educación y reportan beneficios a 400 millones de alumnos y 16 millones de profesores en 65 países.

Fuente: https://www.ipsnoticias.net/2021/01/banco-mundial-teme-retroceso-la-educacion/

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2021: Urgencias y prioridades en la agenda de Primera Infancia mexicana

Ante la crisis sin precedentes urge la reactivación de manera inmediata de servicios esenciales centrados en la niñez como son la aplicación del esquema de vacunación, los servicios básicos de salud, los programas de nutrición, el registro de nacimientos, los programas de cuidado y de educación inicial.

Existen escasos antecedentes en la historia contemporánea de la humanidad de fenómenos que hayan moldeado de manera tan dramática la vida en sociedad como lo es la irrupción en 2020 de la pandemia causada por el coronavirus. Los impactos negativos de la emergencia global en la salud pública, la economía, la política, la educación, la convivencia, la seguridad, en síntesis, en el bienestar social son todavía insospechados y en consecuencia el futuro es presa creciente de la incertidumbre, miedo y desconfianza.

Bastan dos hechos para ilustrar la magnitud de la tragedia que ha representado la pandemia en nuestro país. El primero, de acuerdo a las cifras oficiales más recientes y en contraste con el escenario catastrófico previsto, desafortunadamente han fallecido más de 150 mil personas por COVID-19, lo que la convierte ya en la primera causa de mortalidad, superando las defunciones por enfermedades del corazón.1 El segundo es la crisis económica más severa en las últimas décadas, pues también de acuerdo a la información oficial, en 2020 la economía mexicana registró una caída del 8% en el Producto Interno Bruto.2

Ante este nefasto escenario, las afectaciones directas e indirectas de la pandemia al desarrollo adecuado de la infancia, en muchos sentidos se encuentran invisibilizadas, pese a que es la población que mayores estragos experimenta en el corto y largo plazo por sus consecuencias y la coloca en mayor desventaja en el disfrute efectivo de sus derechos, explicado en parte, por la idea errónea de que el virus no afecta o lo hace en menor medida que en otros grupos poblacionales.

Sin embargo, las amenazas que enfrenta la infancia además de las infecciones por COVID-19, son la interrupción de servicios públicos esenciales como son las intervenciones en materia de educación, atención básica a la salud, inmunización, nutrición y protección; además del incremento en la pobreza y la desigualdad por la recesión económica que ha afectado a millones de familias por la pérdida de empleos e ingresos.

De acuerdo a un estudio reciente de UNICEF las consecuencias sociales, económicas y de salud por el COVID son devastadoras en las niñas y niños, las cuales se han traducido ya en una crisis de escala mundial que amenaza la viabilidad de toda una generación: una tercera parte de los 140 países analizados registraron una reducción de al menos un 10% en la cobertura de una serie de servicios de salud como las vacunaciones, la atención ambulatoria de las enfermedades infecciosas infantiles y la salud materna; la cobertura de los servicios de nutrición para mujeres y niños ha registrado una disminución del 40% en 135 países.

Además, cerca del 30% de los estudiantes de todo el mundo no disponen de la tecnología necesaria para acceder a la educación a distancia desde su hogar, siendo los más afectados los niños en edad preescolar: 2 de cada 3 no pueden acceder a esta opción educativa. La pandemia de COVID-19 también está desencadenando una grave crisis en el aprendizaje y la atención de los niños en primera infancia, al menos 40 millones de niños de todo el mundo han dejado de recibir atención y educación por el cierre de los centros de educación temprana y las guarderías infantiles.

Finalmente, se estima que, a nivel mundial, el número de niños que viven en una situación de pobreza multidimensional –sin acceso a la educación, la salud, la vivienda, la nutrición, el saneamiento o el agua– se ha disparado en un 15%, es decir ha sumado a 150 millones de niños.3

Ante esta crisis sin precedentes y que implica riesgos de vulneración sistemática de derechos de la niñez, la urgencia de la agenda de primera infancia que deben abordarse para el 2021 en nuestro país es la reactivación de manera inmediata de servicios esenciales centrados en la niñez como son la aplicación del esquema de vacunación, los servicios básicos de salud, los programas de nutrición, el registro de nacimientos, los programas de cuidado y de educación inicial, por mencionar algunos.

Postergar la reactivación de estos servicios significa arribar a un escenario sin precedentes para la primera infancia: el resurgimiento de enfermedades previamente controladas por la aplicación de vacunas y el incremento de la mortalidad infantil; un deterioro severo en la salud de la niñez ante la limitada detección y tratamiento de afecciones; un retroceso en la prevalencia de desnutrición crónica infantil; mantener invisibilizados y excluidos a cientos de miles de niñas y niños al limitarse su derecho de identidad; así como la pérdida de oportunidades irrepetibles de aprendizaje para alcanzar su pleno potencial.

En este sentido, la reactivación necesariamente debe considerar la atención extraordinaria de los cientos de miles de niñas y niños que no pudieron acceder a dichos servicios durante el 2020 y que suman al rezago histórico previo a la emergencia del mundo COVID, además de los correspondientes a la operación ordinaria de los mismos. De no hacerse, los costos de toda índole para la sociedad en su conjunto serán altísimos y la aspiración de un país más próspero, sano, justo y seguro quedará sepultada por décadas.

Lo anterior, sin duda entraña un reto de primer orden, ante la esperanza que implica que nuestro país haya iniciado la implementación de la política nacional de vacunación contra el virus SARS-CoV-2, y haciendo votos para que sea un éxito en términos de cobertura universal, de logística y blindada de apetitos electorales, se prevé de acuerdo a lo anunciado por la autoridad sanitaria, que en este 2021 los esfuerzos gubernamentales estarán monopolizados por la aplicación paulatina de vacunas, lo que conllevaría el riesgo en postergar aún más la atención de los problemas asociados a la primera infancia.

Por ello, es imprescindible que el gobierno, alinee la prioridad de la vacunación contra el COVID y el interés superior de la niñez, pues de ninguna manera son excluyentes; de no hacerlo el riesgo de perder el potencial de una generación es demasiado alto. Una vía que se advierte para que ello ocurra es avanzar en la implementación de la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia, la cual señala el rumbo y los mecanismos para la promoción, protección y garantía integral de los derechos de la primera infancia. Es tiempo de actuar y dejar atrás la simulación, las excusas y la tibieza: el presente y futuro de la primera infancia lo exige.

Fuente: https://www.animalpolitico.com/pacto-por-la-primera-infancia/2021-urgencias-y-prioridades-en-la-agenda-de-primera-infancia/

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España: Estudiantes universitarios: «Siempre hemos defendido la máxima presencialidad posible, pero no a cualquier precio»

Cargan contra la Crue por escudarse en el argumento de que si los exámenes son online los estudiantes copiarán.

Los estudiantes universitarios han pedido este jueves a las universidades que suspendan los exámenes presenciales por el riesgo de contagio de COVID-19 y que se pasen a la modalidad online. Siempre hemos defendido la máxima presencialidad posible, pero no a cualquier precio», señalan la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) y el Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado (CEUNE) en un comunicado conjunto.

Tras las imágenes y vídeos que se han vuelto virales en las últimas semanas en las que se mostraban aglomeraciones de alumnos universitarios en clases y pasillos por la celebración de los exámenes de enero en muchas facultades del país, el debate sobre la vuelta a la evaluación telemática ha vuelto a surgir.

Aunque las asociaciones estudiantiles y sindicatos llevan pidiendo desde antes de Navidad y principios del mes de enero que los exámenes se hicieran de forma online, la polémica ha vuelto a aflorar esta semana después de que este miércoles, 27 de enero, el Ministerio de Universidades emitiera un comunicado pidiendo a las universidades, al fin, que los exámenes se realizasen de manera telemática si no se podía garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad, como se aprecia en varios vídeos grabados por los propios estudiantes en una jornada de exámenes.

Ante esta petición –que ha sido reafirmada este jueves por el propio ministro de Universidades, Manuel Castells, en una rueda de prensa en la que esta cuestión se ha convertido en protagonista–, los rectores (Crue) alzaron su voz a última hora de la tarde del miércoles para asegurar que las universidades eran «espacios seguros», para censurar la opinión del Ministerio y para defender la presencialidad como «el sello de identidad de la gran mayoría del sistema universitario».

«LA SITUACIÓN MÁS CRÍTICA DESDE EL INICIO DE LA PANDEMIA»

Según recuerdan CREUP y CEUNE, durante este mes de enero, cerca de un 1,5 millones de estudiantes universitarios regresaron a las aulas bajo un contexto de «incertidumbre», con unas cifras de contagios cada vez más elevadas y «sin respuesta por parte de las instituciones».

Aunque ambas defienden el formato presencial, ven viable que la enseñanza y evaluación sean online porque, según destacan, «la gran mayoría de universidades han tenido durante meses un modelo de docencia híbrido o mayoritariamente online por motivos sanitarios», mientras que «ahora, con la situación más crítica desde el inicio de la pandemia, se está congregando a todo el estudiantado en las aulas». «Siempre hemos defendido la máxima presencialidad posible, pero no a cualquier precio», insisten.

En este sentido, CREUP y CEUNE lamentan que desde hace meses se ha podido prever esta situación y trabajar para minimizar sus efectos en el plano académico. Sin embargo, ya sea por «incapacidad de las universidades» o por una «falta de voluntad para adaptar la educación a la nueva era digital», se está obligando a los estudiantes, a su juicio, a asumir unas «exigencias desmedidas».

Ambas asociaciones han cargado contra la Crue por el comunicado que difundió ayer a última hora de la tarde, en concreto, por que esta organización «asume que la calidad y el formato telemático son extremos incompatibles».

Para ambas, se trata de un «falso dilema» que se está utilizando para argumentar el riesgo de plagio entre los estudiantes, escondiendo así el debate real sobre la falta de renovación de los métodos de evaluación, «mientras se divide a los estudiantes en honestos o deshonestos». «Resulta inaceptable que se pongan en entredicho los valores de ‘honestidad, transparencia y responsabilidad del estudiantado», opinan.

LA POSTURA DEL MINISTERIO LLEGA «MUY TARDE»

También se ha manifestado el Sindicato de Estudiantes. Su secretaria general, Coral Latorre, asegura a Europa Press que el cambio de postura del Ministerio de Universidades, pidiendo a las universidades el cambio a la modalidad online de la evaluación, llega «muy, muy, muy tarde». «No es suficiente con decir ahora que los exámenes tienen que ser online. ¿Qué medidas adoptará el Ministerio para garantizar que así sean?», se pregunta.

El Sindicato de Estudiantes exigió el pasado 11 de enero la cancelación inmediata de los exámenes universitarios, tanto presenciales como online, durante este semestre por la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19. «Pero llegados a este punto, deberían ser online, garantizando que todas y todos podamos examinarnos en condiciones seguras», reclama Latorre.

Para la secretaria general del sindicato, es «muy indignante» la «campaña de criminalización contra la juventud» que ha habido con este tema. «Parece ser que el problema aquí somos nosotros, no que no se haya invertido ni un euro en la Sanidad y Educación públicas, sino que los jóvenes somos muy irresponsables», se queja.

«También nos preguntamos que cómo es posible que no podamos ir a dar un paseo o ir a ver a nuestras familias por las restricciones de la pandemia, pero se dé por visto bueno que nos metamos en clase con decenas de personas más», denuncia Latorre, que asegura que los estudiantes están haciendo los exámenes presenciales en la universidad en unas «condiciones lamentables»: «con más de 50, 70 ó 100 personas en una clase, con aglomeraciones en los pasillos y hacinados en un transporte público masificado».

También el Sindicato de Estudiantes ha cargado contra la Crue: «La justificación que se nos da para que vayamos a hacer los exámenes a las facultades es porque así es más difícil que hagamos trampas o que nos copiemos». «Nos parece insultante que se nos siga criminalizando de esta manera, como si los estudiantes sacáramos provecho de esta situación cuando somos uno de los sectores más golpeados por la crisis y por la pandemia», concluye.

Fuente: https://www.europapress.es/sociedad/educacion-00468/noticia-estudiantes-universitarios-siempre-hemos-defendido-maxima-presencialidad-posible-no-cualquier-precio-20210128181053.html

 

 

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