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UNESCO evidenció sobrecarga laboral de docentes chilenos

Los problemas se dan al realizar feedback con los alumnos y combinar labores administrativas con la teleeducación. Entidad indicó que profesores han hecho su mejor esfuerzo.

El contexto de la pandemia ha generado un cambio rotundo en la educación primaria y secundaria, puesto que no todos los establecimientos, como también los profesores, estaban en condiciones de cambiar la rutina de la sala de clases, por una de forma online. Ello acrecentó las brechas sociales en la educación, como también en la carga laboral de los docentes.

Lo anterior quedó en evidencia tras la toma de datos de la encuesta llevada a cabo por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la Unesco, que monitoreó la experiencia de los docentes entre el 25 de agosto y el 10 de septiembre en varios países de Latinoamérica. En el caso de Chile, el sondeo concluyó que los docentes reconocen una sobrecarga del 70%, al realizar feedback (retroalimentación) con sus alumnos, así lo indicó el coordinador del Llece, Carlos Henríquez.

“Recogimos la experiencia de 10.300 profesores latinoamericanos. En el caso de Chile, se recogió la visión de 81 docentes y directivos, quienes dieron a conocer una sobrecarga administrativa importante, puesto que ha sido complejo el tener que disponer de más tiempo para realizar su trabajo, esto porque no todos los alumnos tienen las herramientas de conectividad, lo que ha significado un problema”, manifestó.

Retroalimentación

El directivo de la Unesco explicó que “si bien los profesores han hecho su mejor esfuerzo, es necesario replantear desde los establecimientos qué queremos que los estudiantes aprendan, para así alivianar la carga de los docentes, esto ya que la sobrecarga para retroalimentar la materia con cada estudiante genera un estrés del 70% en los docentes. La autoevaluación es una muy buena alternativa, por lo que se deben generar metas de aprendizaje, que no pasan necesariamente por una evaluación”.

Gabriel, docente dependiente del Daem Concepción, contó que “para nosotros los profesores de colegios municipales, ha sido bien complejo, puesto que en el caso de Concepción nos han pedido notas, no conceptos como trabajan otros establecimientos, lo que ha significado una sobrecarga, puesto que la asistencia de las alumnas es bastante irregular, por lo que la retroalimentación no es tan efectiva y de las que se conectan, no todas prenden las cámaras, lo que es bien incómodo a la hora de interactuar”.

Visión que comparte Ignacia, también docente del Daem Concepción, quien sostuvo que la carga es aún mayor cuando deben cumplir con los plazos establecidos por los directivos. “Tenemos reuniones con nuestros equipos de trabajo y, también, debemos preocuparnos por los quehaceres del hogar y nuestras familias, lo que genera que la mayor parte del tiempo durmamos poco. Yo, por ejemplo, varios días a la semana termino de trabajar alrededor de las 3 o 4 de la mañana y al otro día tengo que estar a las 8 despierta y lista para la nueva jornada”, relató.

Se debe hacer un cambio de paradigma en la educación

Carlos Henríquez argumentó que la pandemia significa un cambio de paradigma, salir de la conversación del instrumento de la nota, para entrar a la conversación del aprendizaje.

“La nota no asegura el aprendizaje efectivo. Lo que podemos hacer entre todos es lograr que los estudiantes se vuelvan más autónomos y se centren en aprender y, para que ellos avancen en esa dirección, hay que dejar las actividades por rúbrica, calificando lo justo y necesario, mejorando la retroalimentación, para que así los equipos directivos, transformen la pandemia en una oportunidad para avanzar en la cultura de que lo importante está en el aprendizaje de los estudiantes, más que en el instrumento o una prueba que deriva en una calificación”, sentenció el directivo de Unesco.

Fuente: https://www.diarioconcepcion.cl/ciudad/2020/10/09/unesco-evidencio-sobrecarga-laboral-de-docentes-chilenos.html?utm_source=Clipping+prensa&utm_campaign=1585c26774-EMAIL_CAMPAIGN_2020_10_09_11_17&utm_medium=email&utm_term=0_3a1aa6af36-1585c26774-399926401&fbclid=IwAR34qZfAUIXKkrF7UFqI1kWB8y5kKcAvS493zo0_5gEYhMo1zn0jDNuRwhA

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Brasil. Pandemia y clase social: «parece que algunas vidas, de hecho, valen menos que otras»

Un estudio del Instituto Pólis demostró que, tras meses de relativo éxito de la auto-organización comunitaria, las tasas de mortalidad en Paraisópolis, la segunda favela más grande de San Pablo, aumentaron un 240%. En una entrevista con Correio da Cidadania, el arquitecto e investigador Victor Nisida, que contribuyó al estudio, explica cómo funcionaba el sistema de organización popular, pero enumera los factores que hicieron que el número de contagios y muertes aumentara tanto.

-¿Qué comenta sobre las cifras que muestra el estudio realizado por el Instituto Pólis sobre el aumento del número de muertes por coronavirus en Paraisópolis en los últimos dos meses?

La organización de la población y las diversas acciones locales tuvieron éxito hasta el punto de contener la mortalidad hasta un cierto momento. A pesar de las condiciones precarias y vulnerables, Paraisópolis mostró eficiencia en la contención de la mortalidad media por la pandemia en el distrito de Vila Andrade, distrito en el que se inserta la favela y se destacó por mantener las cifras por debajo de la media municipal o incluso del resto de Vila Andrade, distrito conocido por su alto nivel de vida. Esto es lo que los datos señalan. Sin embargo, a partir de un momento, el número de muertes fuera de Paraisópolis disminuyó más que dentro de la favela, lo que hizo que las tasas acumuladas de la favela expresaran una tasa de mortalidad más alta que el resto del distrito o del municipio.

Esto demuestra que la ausencia de acciones gubernamentales puede marcar la diferencia en la contención del número de muertes, incluso en lugares organizados como Paraisópolis. Sin el apoyo público adecuado, las acciones de solidaridad no han obtenido los resultados que se buscaban para proteger la vida de los moradores. Por otro lado, las muertes dentro de Paraisópolis también pueden reflejar lo que sucede en el resto de la ciudad, fuera de la favela.

La reapertura económica y la flexibilización del aislamiento social, junto con la falta de políticas para proteger a la población más vulnerable, han aumentado la circulación de personas en toda la ciudad, así como la intensificación de la exposición al virus. El resultado es siempre más impactante para la población más pobre y de menos escolaridad, lo que afecta más claramente a la población negra, la mayoría en Paraisópolis.

La ineficiencia para contener el virus y proteger a la población en general genera efectos más sensibles y más devastadores cuando hay una mayor vulnerabilidad debido a las condiciones de ingresos, la baja escolaridad y el acceso precario a la atención de la salud. Por muy preparada que estuviera la Paraisópolis, esto también la afectaba. Pero una cosa es cierta: si no fuera por las acciones comunitarias de Paraisópolis, tendríamos un panorama aún más terrible cuando vemos las tasas de mortalidad en esa favela.

-Anteriormente, ¿los números eran equivalentes a toda la ciudad de San Pablo o había siempre una diferencia según el nivel socioeconómico?

Los números varían de manera desigual a lo largo del tiempo y el territorio de la ciudad. No hay ninguna pandemia, hay varias, y lo que vemos es que el Covid-19 para la población negra es más mortal. Estudios como este de Paraisópolis muestran que, a pesar de la ausencia del Estado brasileño, la acción comunitaria en algunos territorios logra algún efecto para reducir o contener la mortalidad.

-Como ya ha expresado, el estudio atribuye las acciones exitosas en la lucha contra la pandemia al mérito de la auto-organización de la comunidad. ¿Cómo fue eso?

Paraisópolis estructuró uno de los mejores controles de pandemia en San Pablo. Es importante considerar que hay pocas favelas con las mismas condiciones y recursos para llevar a cabo acciones articuladas y de gran alcance, pero, aunque excepcional, es un ejemplo que debe ser valorado.

Entre las estrategias de Paraisópolis, destaca el sistema de «presidentes de calle» en el que los voluntarios se encargan de vigilar a las familias por los posibles síntomas del Covid-19, y de dar una correcta remisión a los que presentan síntomas. La comunidad ha contratado ambulancias y médicos para atender los síntomas. Los residentes también fueron entrenados como rescatistas para apoyar las bases de emergencia creadas con la presencia de bomberos civiles.

Además, se utilizaron las escuelas públicas proporcionadas por el gobierno estatal, a petición de la asociación de moradores, para garantizar el aislamiento de las personas infectadas, especialmente las que tenían familias numerosas y/o vivían en casas pequeñas.

-¿Cuál es el impacto de la ayuda de emergencia en la región?

No tenemos datos para este tipo de evaluación en Paraisópolis. Sin embargo, se sabe que la ayuda de emergencia, especialmente para las familias más vulnerables que han perdido su trabajo o han visto caer sus ingresos en la pandemia, es fundamental para asegurar la supervivencia y permitir mejores condiciones de distancia y protección personal.

-¿Cómo evalúa la actuación de los poderes públicos ante la pandemia, tanto en Paraisópolis como en general?

No fue posible observar una decisión coherente y estructurada por parte de los gobiernos, cualquiera que sea la esfera de poder. Y esto pesa (con más muertes), especialmente en la población más vulnerable – especialmente los negros y las personas de raza negra, con bajos ingresos y baja escolaridad.

A nivel de las ciudades, el debate sobre la movilidad era muy pobre y las políticas de transporte no abordaban la cuestión de la seguridad de los pasajeros. Una gran parte de la población tuvo que dejar su casa para trabajar, mientras que otra parte se aisló en su casa. Lo ideal es que las condiciones de transporte y movimiento se garanticen con distancia, higiene y seguridad.

Así, vimos autobuses abarrotados y una reducción de la frecuencia de las líneas de transporte público: ¡al revés de lo que se debería haber hecho! Este es sólo un ejemplo de cómo las respuestas de las autoridades han quedado muy lejos de la complejidad y la gravedad de lo que todavía estamos enfrentando.

-¿Cuáles serían las políticas públicas más urgentes para combatir la pandemia en este momento?

Tenemos que repensar el modelo de reapertura. Las aglomeraciones están proliferando por toda la ciudad, incluyendo los barrios de clase media y alta (la culpa no es de los bailes funk). El resultado es una mayor exposición de todo el mundo al virus. El gran problema es que la respuesta y las condiciones de atención de la salud no son las mismas para todos, por lo que vemos estas tasas de mortalidad tan desiguales. Todo el mundo se expone más, pero siempre hay grupos que sufren más que otros (ya sea que necesiten hospitalización o que pierdan la batalla contra el virus y mueran).

Es necesario revisar los modelos de transporte público y de movilidad para que puedan responder mejor a las demandas, cumpliendo las medidas de seguridad para proteger la salud de los pasajeros y los usuarios. No es razonable pensar que todo el mundo comprará un coche para aislarse dentro de un coche. Esto es malo para el tráfico, para la ciudad y para el medio ambiente.

Las políticas de saneamiento también deben abordar las desigualdades que la pandemia revela (aunque no es sorprendente). La falta de acceso al agua y al alcantarillado es todavía una realidad en muchas ciudades brasileñas y afecta principalmente a la población que ya tiene menos condiciones para protegerse del virus. Las soluciones a mediano y largo plazo son necesarias, pero es fundamental pensar en alternativas a corto plazo que atiendan la urgencia de agua corriente (¡con servicio regular!) en ciertos territorios.

Finalmente, es necesario valorar el SUS (Sistema Único de Salud). Son las unidades básicas de salud (UBS) y las acciones de los agentes de la comunidad lo que puede marcar la diferencia en la prospección, la búsqueda activa y el diagnóstico adecuado, así como el seguimiento de los casos. Se ha descuidado la atención básica, pero es ella la que tiene el potencial (como en pocos países) de llegar y atender a la población más vulnerable.

-¿Cree que la sociedad está abandonando las nociones de prevención, auto-preservación y aislamiento? ¿Qué revelan los números registrados sobre el retorno a una cierta normalidad?

Lo que más me preocupa es que la tasa de mortalidad sigue siendo muy alta. El hecho de que hayan sido más altas en el pasado ha generado una cierta sensación de alivio y relajación en las personas, lo que ha aumentado el desgaste del aislamiento social. El problema es que siguen produciéndose muchas muertes. Las muertes que este tipo de comportamiento (de flexibilización) normalizado son de personas más pobres, negras o morenas y de baja escolaridad. Parece que, socialmente, hemos llegado a un acuerdo tácito de que algunas vidas, de hecho, valen menos que otras. Eso dice mucho de nosotros.

Fuente: https://kaosenlared.net/brasil-pandemia-y-clase-social-parece-que-algunas-vidas-de-hecho-valen-menos-que-otras/

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Covid 19, el virus del capitalismo y la explosión histórica del desempleo

Por: Eduardo Camin*

La pandemia provocó en el segundo trimestre de 2020 una pérdida de horas de trabajo equivalente a 495 millones de empleos, al mismo tiempo que entre enero y septiembre los ingresos de los trabajadores cayeron en 3,5 billones de dólares, concluye el nuevo estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los 495 millones ahora calculados, que suponen una pérdida del 17,3 por ciento de las horas de trabajo, podrían moderarse en el tercer y cuarto trimestre, pero la OIT aún prevé en esos periodos descensos equivalentes a 345 y 245 millones de empleos respectivamente.El coronavirus dejará 11,5 millones de nuevos desempleados en América Latina en 2020, según informe | El Comercio

El nuevo informe sobre los efectos de la pandemia en el mercado laboral global, sexto que elabora la organización con sede en Ginebra, empeora las cifras del anterior estudio de junio, en el que la pérdida de empleos equivalente se había cifrado en 400 millones, siempre comparando con cifras del año anterior.

Este grito, en un inmenso mar de silencio, no cae del cielo, ni sube al infierno de las profundidades mas oscuras de la tierra, pero despierta cada día en la inmensidad de poblaciones que naufragan en las promesas de las tristes capitales. Los titulares de la prensa nos hablan hoy del trauma, del dolor y del desastre debido a una explosión histórica del desempleo.

Latinoamérica, la región más golpeada

Los jóvenes en el escenario pospandemia. Una mirada desde la oit.Todas estas pérdidas en horas de trabajo se tradujeron en el mencionado descenso global en los ingresos laborales de 3,5 billones de dólares (un 10,7 por ciento interanual).

América, subraya la OIT, es el continente más afectado por esta pérdida de ingresos, con una caída del 12,1 por ciento con respecto al mismo periodo de 2019, y los países en desarrollo también han resultado más golpeados que los ricos en este sentido, sufriendo una bajada interanual del 15,1 por ciento.

Los descensos en horas de trabajo e ingresos se han debido principalmente a las medidas de prevención contra la Covid-19, que supusieron especialmente durante los confinamientos masivos el cierre de muchas actividades laborales, algo que según la OIT aún afecta a la mayor parte del planeta.

Pese a que muchas medidas restrictivas se aplican de forma más laxa, la organización subraya que el 94 por ciento de los trabajadores reside en países en los que aún se aplica algún tipo de limitación que afecta a los lugares de trabajo. Uno de cada tres trabajadores reside en naciones donde están cerrados todos los lugares de trabajo salvo los esenciales, recuerda el estudio.

El principal motivo de los cálculos más pesimistas, según la OIT, es justamente la situación de las economías en desarrollo y emergentes, en particular en el sector informal, que se ha visto mucho más afectado por la pandemia que otras actividades económicas.Jóvenes, la generación del confinamiento: OIT

Por regiones, Latinoamérica es la más afectada en términos relativos, con una pérdida de horas de trabajo en el segundo trimestre del 33,5 por ciento (equivalente a 80 millones de empleos) que seguirá siendo alta en el tercero, hasta el 25,6 por ciento (60 millones de empleos), según la OIT.

En términos absolutos, la mayor pérdida de horas de trabajo se dio en el sur de Asia, donde equivalió a 170 millones de empleos en el segundo trimestre y aún llegará a 115 millones en el tercero de acuerdo con las previsiones del organismo.

Aunque la OIT no dio información pormenorizada de cada país, sí destacó que la pérdida de horas de empleo en España ha rondado el seis por ciento, en países como Estados Unidos o Brasil llegó al 10% y en muchas naciones latinoamericanas (México, Chile, Ecuador, Colombia, Costa Rica) estuvo en la banda del 20 por ciento.
Más dramático fue el caso de Perú, uno de los países con más casos de COVID-19 en el planeta y con un alto predominio del empleo informal, donde se calcula que la pérdida interanual de horas de trabajo superó el 50 por ciento entre abril y junio.

Medidas fiscales de choque

OMT: Pandemia amenaza con dejar marcados a jóvenes de la "Generación del Confinamiento" | Voice of America - SpanishEl informe de la OIT también analiza las medidas de incentivo fiscal ordenadas por distintos gobiernos para mitigar estos efectos adversos de la pandemia en el mercado laboral, y concluye que por cada uno por ciento del PIB utilizado en estas políticas puede lograrse un descenso del 0,8 por ciento en la pérdida de empleos.

Sin embargo, estas medidas, lamenta la OIT, se han concentrado especialmente en los países desarrollados, debido a la limitación de recursos en los países emergentes y en desarrollo, pese a que éstos han sido más golpeados debido al predominio del empleo informal y lo mucho que éste se ha visto afectado por la crisis sanitaria.

Estos países en desarrollo deberían invertir 982.000 millones de dólares adicionales en total para conseguir los mismos efectos paliativos de las medidas adoptadas en las naciones más ricas, concluye la OIT.

«Al tiempo que redoblamos esfuerzos para vencer al virus, debemos adoptar medidas a escala lo antes posible para paliar sus efectos en los planos económico, social y laboral. En particular, se debe fomentar el empleo y la actividad empresarial, además de garantizar los ingresos», opino en la presentación del informe Guy Ryder director general de la OIT

La obstinada realidad

La crisis económica que se acarrea desde hace más de una década y que hoy se ve profundizada por efecto del impacto de la pandemia del coronavirus Covid 19, ha llevado a un aumento importante del desempleo y por consecuencia al crecimiento de la pobreza, lo cual ha afectado severamente a los mas vulnerables.El confinamiento aumenta en casi un 30% la generación de residuos | Canarias7

Las cifras, estudios y análisis emanados por los propios organismos multilaterales del capitalismo, son catastróficos, y, sin embargo, sabemos que, a pesar de eso, la realidad concreta de los trabajadores es aún más devastadora que lo que expresan los informes y números oficiales de los organismos internacionales, que por otra parte insisten en presentar la crisis, como producto de la pandemia.

De forma particular a las familias que ya vivían en condiciones de exclusión, marginalidad y hacinamiento, y que se desempeñaban en empleos informales, de igual manera a las trabajadoras domésticas, los jóvenes, y aún más triste, la evolución manifiesta del trabajo infantil, serán parte de la población más afectada por la actual crisis del sistema capitalista.

El escenario económico.

Junto al escenario económico la pandemia tendría características que la transforman en una crisis sanitaria a escala global sin precedentes en la historia del último siglo, peor que la gran depresión de 1929 y que la segunda guerra mundial.

El brote de esta enfermedad ha profundizado aún más la crisis capitalista, lo que ha llevado a una recesión económica, la más grave registrada en casi 100 años y está causando enormes daños en la salud, el empleo y precarizando aún más a los mas vulnerables.

La OrganizEstiman que la crisis recién asoma y el desempleo crecerá hasta fin de año sin frenos | BAE Negociosación Internacional del Trabajo, OIT y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) declaraban hace algún tiempo atrás, que el PIB de esta región tendrá este año un decrecimiento del 5.3% y que se producirá un aumento del desempleo con 11.5 millones de nuevos desempleados y desempleadas, lo que llevará a aumentar la pobreza en 28,7 millones de personas, y la pobreza extrema en 15,9 millones, un escenario nada alentador para la región.

Los datos van demostrando que serán las y los jóvenes entre 15 y 24 años, quienes serán uno de los rangos etarios más golpeados por el desempleo y la precarización laboral.

Ya se comienza a hablar de “generación de confinamiento”, principalmente porque son quienes han visto interrumpidos sus procesos de educación, formación y capacitación, pérdidas de empleo, reducciones de jornadas y remuneración y además tienen mayor dificultad para conseguir un nuevo empleo. Este sector además es el que ha mantenido altas tasas históricas y estructurales de desempleo, previo a la pandemia.

En el mundo son cerca de 178 millones de jóvenes trabajadores y trabajadoras formales, de los cuales cuatro de cada 10 trabajaban en los sectores más afectados al surgir la crisis sanitaria, a saber, el comercio, fabricación, inmobiliario, hotelería y alimentación.

Pero eso no es lo peor: alrededor de 328 millones de jóvenes tiene un empleo en el marco de la informalidad. Otra expresión de trabajo informal se visualiza a través del empleo por cuenta propia donde el 39,8% de todo el trabajo cuentapropista son jóvenes, a pesar que en términos científico esta categoría no esta entendida dentro del materialismo dialéctico, pero en realidad da cuenta de un sector altamente precarizado.La crisis llevará al desempleo a más de 11,5 millones de latinoamericanos este año | Economía | EL PAÍS

Por otro lado, 68 millones de jóvenes se encuentran sin trabajo. Además, 267 millones (incluidos los anteriores) no estudian ni trabajan, los llamados ni-ni. A esto se suma que las y los jóvenes menores de 30 años son cerca del 70% del flujo de población migrante, situación que las y los expone a condiciones de desprotección y precariedad adicionales a las conocidas.

Claramente serán las y los jóvenes quienes pagarán los costos de la crisis. Las cifras grafican de forma dantesca el abismo al cual serán lanzados millones de jóvenes y del cual les será muy difícil sobreponerse. Estos datos reflejan claramente que la crisis del sistema capitalista sustentado en explotación y dominación ha venido teniendo impactos en la sociedad anterior al brote sanitario.

Este sector viene siendo golpeado desde hace años por las medidas de los gobiernos que buscan maximizar las ganancias de la burguesía monopólica a costa de extraer más y más plusvalía de la sobreexplotación de la fuerza de trabajo. La fórmula es simple: para que la burguesía siga concentrando más riquezas y privilegios, las y los trabajadores deben estar más y más precarizados y sobreexplotados.

El capitalismo, dadas sus inherentes contradicciones, enfrenta crisis periódicas que desajustan sus propios equilibrios y se resuelven a través del sacrificio de las y los más desposeídos. Sin embargo, hoy asistimos a una crisis integral del sistema capitalista, es decir, es mucho más profunda y extensa que otras anteriores.

Todo el mundo lo sabe, pero pocos se enteran, aunque su silencio es incontenible en medio del calcinante estertor de la pandemia: el trabajo es herido impunemente en la miserable especulación o en el ascensor del casino de Wall Street.

Fuente e imagen. http://estrategia.la/2020/10/03/covid-19-el-virus-del-capitalismo-y-la-explosion-historica-del-desempleo/

*Periodista uruguayo acreditado en ONU-Ginebra. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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Israel deja sin hogar a cientos de palestinos durante la pandemia

Por: Tamara Nassar | Palestina y Oriente Próximo

Desde marzo, cuando se confirmaron los primeros casos de COVID-19 en la ocupada Cisjordania, las fuerzas israelíes han demolido o confiscado casi 400 construcciones palestinas.

Eso es casi 65 por mes, el promedio más alto en cuatro años.

En lo que va de este año Israel ha desplazado por la fuerza a unos 700 palestinos, la mayoría durante la pandemia y la mitad de ellos niños.

Solamente en agosto Israel dejó a más de 200 palestinos sin hogar.

Eso es «más que en cualquier otro mes desde enero de 2017», según el grupo de monitoreo de las Naciones Unidas OCHA.

Esas cifras no incluyen a los cientos más cuyo sustento y capacidad de acceso a los servicios también se vieron obstaculizados por la campaña de demolición de Israel.

Los palestinos suelen demoler sus propias casas para evitar que se les imponga el proyecto de ley si Israel lleva a cabo la demolición.

Las demoliciones no se limitaron a viviendas palestinas.

Las fuerzas de ocupación israelíes también destruyeron o confiscaron estructuras de agua, higiene y agricultura, un nuevo ataque a la capacidad de los palestinos para responder a la pandemia.

Limpieza étnica

La intensificación de la campaña de demolición de Israel se dirige principalmente a los palestinos en el Área C, el 60 por ciento de Cisjordania que permanece bajo el control militar total de Israel e incluye las colonias más grandes de Israel.

El resto tiene lugar en la Jerusalén Oriental ocupada, salvo un pequeño número en las Áreas A y B, que -nominalmente- están bajo el control de la Autoridad Palestina.

Los palestinos en el Área C se han visto obligados a valerse por sí mismos durante la pandemia mientras Israel continúa colonizando su tierra.

El pretexto de Israel para la mayoría de las demoliciones es que los palestinos construyen sin los permisos de las autoridades de ocupación a pesar de ser dueños de la tierra.

Israel se niega a permitir prácticamente cualquier construcción palestina en el Área C o en la Jerusalén Oriental ocupada, lo que obliga a los palestinos a construir sin permisos y viven con el temor constante de las demoliciones.

Esto es parte del incansable esfuerzo de Israel por cambiar la demografía en el área para asegurar una mayoría judía. Es, en otras palabras, limpieza étnica.

Para algunos legisladores israelíes, las fuerzas de ocupación no están haciendo lo suficiente para expulsar a los palestinos de sus tierras.

Ayelet Shaked, una exministra que ha promovido los llamamientos al genocidio contra los palestinos, propuso nombrar a un funcionario del Gobierno «cuyo objetivo total sería evitar la toma de posesión del Área C».

Este idioma orwelliano revierte la verdadera intención de Shaked: quiere asegurarse de que los colonos israelíes se apoderen del Área C de su población palestina indígena.

Otro legislador israelí de extrema derecha, Bezalel Smotrich, autor de un plan genocida para expulsar a los palestinos, tiene una idea diferente.

Según el diario Haaretz de Tel Aviv, Smotrich ha sugerido que se autorice a las colonias israelíes, cuya construcción es un crimen de guerra, a demoler las estructuras palestinas que consideran «sin licencia» .

Otros ministros israelíes han comparado la construcción palestina en el Área C con «un virus exponencial», un «terror territorial» y «un cáncer».

Ese lenguaje que demoniza a un pueblo que vive en su propia tierra como una enfermedad, recuerda la incitación que en numerosas ocasiones y lugares ha precedido a la limpieza étnica o al genocidio.

Destrucción de la ayuda de la UE

Solo en agosto Israel demolió o confiscó estructuras financiadas por donantes por valor de casi 11 millones de dólares, además de 90.000 dólares durante la pandemia.

La mayoría de las estructuras de donantes demolidas o incautadas este año fueron financiadas por la Unión Europea.

En 2019 Israel destruyó o confiscó medio millón de dólares en proyectos financiados por la UE, un aumento del 90 por ciento con respecto a 2018.

Entre 2001 y 2016, Israel causó una destrucción estimada de 74 millones de dólares en proyectos financiados por la UE. Eso incluyó 26 millones durante la embestida a Gaza en 2014.

Pero la Unión Europea no hace nada para responsabilizar a Israel de su práctica habitual de demoler proyectos financiados por la UE.

De vez en cuando la comisión de la UE en la ocupada Cisjordania emite declaraciones de «preocupación».

Mientras tanto la UE mantiene sus altos niveles de apoyo financiero, tecnológico y político a Israel, al tiempo que envía señales públicas que incentivan aún más su comportamiento.

El mes pasado el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gabi Ashkenazi.

Ashkenazi fue jefe del ejército durante el ataque israelí de 2008-2009 contra Gaza, la Operación Plomo Fundido, una masacre de tres semanas que mató a unos 1.400 palestinos, en su mayoría civiles, y más de 300 niños.

Borrell felicitó a Ashkenazi por la «normalización de las relaciones de Israel con los Emiratos Árabes Unidos» y reafirmó que «la UE e Israel están listos para continuar trabajando juntos».

Después de una llamada posterior con Ashkenazi este mes, Borrell afirmó el interés de la UE en «intensificar la cooperación bilateral».

Si bien Ashkenazi es todo sonrisas cuando sus anfitriones europeos le dan la bienvenida, su estado de ánimo es menos amistoso a puerta cerrada.

En una reunión de la Knesset en julio, Ashkenazi dijo que consideraba cualquier proyecto financiado con fondos europeos en el Área C que «no respete los procedimientos de permisos de construcción israelíes» como una «intervención europea en un intento por definir una frontera».

En otras palabras, la UE debe dejar que Israel dicte dónde están sus fronteras y debe cooperar plenamente con su campaña de limpieza étnica.

Según los informes, Ashkenazi amenazó con que cualquier estructura financiada por Europa construida en el Área C sin el permiso de Israel enfrentaría «consecuencias». Añadió que Israel rechazaría cualquier «demanda europea de pago de compensación por la demolición o confiscación del equipamiento».

Según las cifras, la intimidación de Israel a la UE funciona. Los proyectos financiados por la UE han disminuido drásticamente a lo largo de los años, de 75 millones en 2015 a solo 12 millones el año pasado.

Bulldozer builds structure on open land

Colonia exclusiva para judíos de Nofei Nehemia construida en tierras de propiedad palestina en la zona de Salfit de la Cisjordania ocupada, 13 de agosto. Ahmad Al-Bazz Active Stills

El propietario del Chelsea financia los acuerdos

Mientras tanto las colonias de Israel en el Área C y la Jerusalén Oriental ocupada continúan floreciendo.

A principios de este mes un tribunal israelí en Jerusalén dio luz verde para expulsar a decenas de palestinos de sus hogares y entregarlos a grupos de colonos. El argumento fue que las casas pertenecían a judíos antes de la Nakba, la limpieza étnica de Palestina en 1948.

La Ley israelí de propiedad del ausente, de 1950, permite a Israel apoderarse de tierras y propiedades de refugiados palestinos que huyeron o fueron expulsados ​​durante y después de la Nakba.

Bajo una enmienda a su leyde 1970, Israel permitió a los judíos reclamar las propiedades de Jerusalén que dejaron en 1948, pero no permitió el mismo derecho a los palestinos, una medida descaradamente racista.

La casa en el área de Batan al-Hawa de Silwan en la Jerusalén Oriental ocupada pertenece a la familia al-Fatah Rajbi, 26 de los cuales se quedarán sin hogar, informó Haaretz.

Ahora el tribunal está obligando a la familia palestina a entregar su casa desde hace 54 años a Ateret Cohanim, una organización de colonos que ayuda a implementar la colonización del Gobierno israelí de las propiedades palestinas en Jerusalén.

La tierra fue -supuestamente- registrada en un fideicomiso a nombre de un rabino bajo el dominio otomano. En 2001 el Tribunal Superior de Israel transfirió la tierra a Ateret Cohanim.

Desde entonces el grupo de colonos ha demandado a 700 palestinos que viven en tierras supuestamente pertenecientes al fideicomiso en un intento por expulsarlos por la fuerza.

Los grupos de colonos israelíes no carecen de ayuda. Documentos recientemente expuestos revelan que Roman Abramovich, propietario del Chelsea Football Club, ha contribuido con más de 100 millones de dólares a Elad , otro grupo de colonos israelíes que se apodera de tierras y hogares palestinos en la Jerusalén oriental ocupada. Abramovich es un ruso que obtuvo la ciudadanía israelí en 2018.

El Chelsea es conocido por el racismo desenfrenado y el antisemitismo de sus fanáticos.

Fuente: https://electronicintifada.net/blogs/tamara-nassar/israel-makes-hundreds-palestinians-homeless-during-pandemic

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.

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Entrevista al epidemiólogo Manuel Franco: “Aunque moleste esta palabra, la desigualdad es gasolina para la pandemia”

Por:  Ramón Ferrer, Álvaro Lorite


Manuel Franco Tejero se reunió ayer, 1 de octubre, junto a 19 personas de ciencia, con el ministro Illa, máximo responsable de la gestión sanitaria de la pandemia provocada por el covid-19. Franco Tejero es epidemiólogo y actualmente forma parte de la Universidad de Alcalá de Henares y de la Johns Hopkins de Baltimore. El investigador señala las desigualdades en las ciudades como uno de los focos a los que prestar atención y reflexiona en torno a la importancia de los espacios públicos al aire libre.

[Transcribimos algunas partes de la entrevista, realizada antes de la reunión con el ministro. Para escucharla al completo, hay un enlace al final del texto]

Eres una de las veinte personas que compone el gabinete para evaluar cómo se está gestionando la pandemia y asesorar al ministro Illa. ¿En qué consiste vuestro trabajo?

Más que asesorando, somos 20 investigadores e investigadoras que llevamos desde verano pidiendo al gobierno central y a las autonomías que se haga una evaluación profunda e interdisciplinar. Por desgracia, somos de los países europeos con un problema de salud pública mayor. Esto merece una evaluación que nos sirva para entender qué se ha hecho bien y qué se ha hecho mal. Lo que aprendemos en Madrid puede aplicarse en otras ciudades del mundo. Este tipo de evaluaciones que ya se hacen en la OMS, en el Reino Unido o en Australia te da muchas claves y experiencias extrapolables. No se trata de culpabilizar a nadie ni competir, sino de cooperar y generar las herramientas que necesitamos para el futuro.

Estamos en la plaza de Olavide, Chamberí, que has señalado como uno de tus lugares favoritos de la ciudad. Un espacio abierto en medio de la urbe.

Yo he vivido toda mi vida en tres casas que rodean a este parque, al que obviamente quiero mucho. Es un reflejo de cómo ha ido cambiando la ciudad en los últimos 46 años. Nací en una de las bocacalles de esta plaza y mi familia ha trabajado en trabajos esenciales y manuales desde hace 120 años. Hemos sido partícipes de los cambios sociales y urbanísticos que se han dado. Durante los 80 y los 90 era un lugar que podría resultar hasta peligroso. Ahora tanto niños como personas mayores pueden disfrutar de este lugar verde y agradable. Esto es un servicio a un lugar con una densidad de población muy alta. Dar servicio a grupos de población muy diferentes es lo que hace que el urbanismo sea bueno. Chamberí hoy en día es un distrito muy privilegiado. Y este privilegio, respecto al covid-19 se basa en que podemos teletrabajar.

Te has definido como amante y defensor de los parques como espacios en las ciudades. Hay estupefacción e incomprensión por parte de quienes viven en las zonas confinadas ante el hecho de que cierren los parques.

Ver los parques como un lugar inseguro que hay que cerrar es de una miopía y una ignorancia tremenda. Los espacios públicos abiertos son los lugares más seguros. Lo que es inseguro es el lugar cerrado. Los lugares cerrados donde se concentra la gente, los interiores de bares, restaurantes o casas de apuestas son los lugares a evitar. Tenemos que ganar el espacio público abierto.

Esto siempre hay que verlo desde el punto de vista de las desigualdades. En una situación en la que una parte sustancial de la ciudad de Madrid, que son siempre las mismas áreas vulnerables, se está viendo gravemente afectada, lo que nos señalan los estudios es que esas personas son las que más necesitan el espacio público seguro. Son las que viven ocho personas en apartamentos de cuarenta metros cuadrados. Me parece tremenda esa falta de conocimiento.

Aquí tienes gente desde las seis y media de la mañana hasta las tres de la mañana. A las seis y media hay gente paseando al perro, después llegan los estudiantes que se juntan un rato antes de ir a clase, luego viene la gente a tomar un café, nosotros estamos ahora aquí trabajando, luego viene la gente que trabaja a tomar el menú del día, después grupos de ancianos de una residencia a tomar el sol. Por la tarde vienen los niños con sus padres y madres y a la noche vuelven los adolescentes y toman la plaza. Eso es fantástico.

¿En qué momento estamos, según el corpus teórico de la pandemia y la salud pública? ¿Y por qué lo estamos pasando peor aquí que en países de nuestro entorno? Teníamos la sensación de tener una sanidad pública puntera en Europa. Además, parece que estamos descubriendo la importancia de la atención primaria, a diferencia del sistema francés, donde los hospitales son el gran pilar. ¿Qué ha pasado?

Esa es la pregunta del millón. Somos de los países más afectados del mundo y veníamos de esa ilusión de tener un sistema sanitario público potente. Hay muchas razones que señalan el camino que nos ha traído a esta situación tan difícil. Es una situación extrema desde el punto de vista de la salud, pero también para la economía y lo social. Todavía no hemos visto todas las consecuencias. Una razón es la austeridad y los recortes brutales en recursos públicos. Es muy importante diferenciar la salud pública de los servicios sanitarios. Venimos de una década en la que la salud pública y la atención primaria han sido carcomidas e infrafinanciadas, esto es fundamental. Pero es que tenemos un país muy desigual. Ya sé que hay muchas personas a las que no les interesa escuchar esa palabra, pero es clave para describir nuestras ciudades y nuestro país. Es una realidad que se dibuja en el mapa que está trazando el covid-19 en las ciudades y hay gobiernos que lo ignoran deliberadamente. También somos un país muy envejecido. Las personas mayores son las que más riesgo tienen, tenemos la tormenta perfecta.

Además, los servicios sociales, que gestionaban las residencias de ancianos y también han sido recortados y subcontratados en varios niveles, han dejado a esa población absolutamente desvalida. Cuando salgan todas las cuentas, es probable que la mitad de los fallecimientos hayan sido en estas residencias, lo cual es una barbaridad. Este es el sustrato que teníamos.

Por tratar de abordar un marco más amplio, también ha habido epidemiólogos que han señalado el consumo de carne desmedido como una de las causas que nos han traído a donde estamos. Señalaban que estamos situando las explotaciones ganaderas intensivas en zonas de naturaleza salvaje.

Hay ya muchos estudios y evidencia al respecto. Recomiendo el reportaje en el que he participado como entrevistado y asesor científico, que se llama Pandemia en la gran ciudad, que narra tres historias en San Nicasio de Leganés, el Bronx (Nueva York) e Itzapalapa (México DF). Esta idea surge de un artículo que escribí en el que señalaba que para controlar las pandemias en las ciudades hay que fijarse más y mejor en las zonas donde más se necesita. Ahí, Saskia Sassen, una gran socióloga urbana a nivel mundial, decía que más allá de la desigualdad que caracteriza a las grandes ciudades, tenemos que estudiar cómo las ciudades hemos ganado espacio a la naturaleza virgen. Ganar espacio quiere decir destruir y modificar esos ecosistemas y acercarnos de una manera más peligrosa, nueva y artificial y al mundo animal. La naturaleza nos lo devuelve, en este caso en forma de coronavirus. Y ya hay muchas evidencias que señalan que el virus viene de ganarle terreno a la naturaleza de forma desmedida y sin control, aunque quede mucho por investigar al respecto.

Fuente: El Salto

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Organismo Internacional: Jóvenes son principales impulsores de contagios de covid-19, alerta OPS

Por: Infobae

Jóvenes son principales impulsores de contagios de covid-19 en las Américas, dice OPS Por Ariela NAVARRO =(Video)= Washington, 25 Ago 2020 (AFP) –

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió este martes que los jóvenes son los principales impulsores de la propagación de la covid-19 en las Américas, pero que son los mayores que concentran el 70% de las muertes.

Carissa Etienne, directora de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), expresó en una rueda de prensa su preocupación por la «desproporcionada incidencia» de la covid-19 en la gente joven.

«Esto nos indica que las personas jóvenes son los principales impulsores de la propagación de la enfermedad en nuestra región», advirtió.

La experta indicó que hay un patrón similar en todo el continente de concentración de los casos en el grupo entre 20 y 59 años, pero que en cambio el 70% de las muertes se producen entre las personas de más de 60 años.

Etienne explicó que muchos de los jóvenes que se contagian tienen un cuadro leve y no van a requerir ser ingresados en una unidad de cuidados intensivos, pero van a trasmitir la infección a otras personas que sí van a ser hospitalizados.

Para la directora de la OPS este es un recordatorio de que el combate contra la covid-19 es una responsabilidad «compartida».

«Si uno no toma los pasos necesarios para mantenerse a salvo, puede estar poniendo a otros en riesgo», dijo. – Desconexión entre políticas y datos – Etienne alertó que en muchos lugares hay una «desconexión entre las políticas implementadas y lo que muestran las curvas epidemiológicas» ya que en las últimas seis semanas, en la región el número de nuevos casos pasó de 5,3 millones a más de 12 millones.

«Cuando los datos apuntan en esta dirección generalmente indican una necesidad urgente de implementar medidas para detener la transmisión de covid-19», afirmó la experta que constató en en el mismo periodo lo que ha ocurrido es lo contrario y los países han «relajado» las restricciones.

La región tiene 450.000 muertes por la covid-19 y Estados Unidos, Brasil, Colombia, Perú, Argentina y México siguen en la lista de los 10 países del mundo con más casos. Para Etienne, si no hay una vacuna antes, el virus va estar entre nosotros un tiempo y esta es una lucha que no se puede ganar de una vez, sino que tiene varias rondas.

«Es por esto que necesitamos aplicar lecciones de los lugares que han controlado el virus y dejar que sean los datos los que guíen nuestras acciones», explicó. an/rsr

Fuente: https://www.infobae.com/america/agencias/2020/08/25/jovenes-son-principales-impulsores-de-contagios-de-covid-19-alerta-ops/

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Minedu: universidades iniciarían clases semipresenciales en primer trimestre del 2021. Perú

El Ministerio de Educación informó que viene trabajando en medidas sanitarias para que las universidades puedan dictar clases semipresenciales.

El Ministerio de Educación continúa trabajando en medidas sanitarias para que las universidades puedan dictar clases semipresenciales en el primer trimestre del 2021, indicó Jorge Mori, funcionario de la Dirección General de la Educación Superior del Minedu.

“El ministro Benavides ha informado que el reinicio de clases semipresenciales (en colegios) será en marzo del 2021. Ante ello, también estamos trabajando en esa ruta con las universidades”, dijo a RPP. Añadió que el objetivo será que los estudiantes afectados por la pandemia se reintegren a sus estudios universitarios.

Estas cuatro líneas son la conectividad de los estudiantes y universidades, capacitación a docentes, la entrega de becas económicas a los estudiantes y el desarrollo de políticas de bienestar. Ante ello, se ha financiado la adquisición de 90,000 chips para estudiantes de bajos recursos. Esta cifra se incrementará a 240,000 en los próximos meses.

Fuente: https://gestion.pe/economia/minedu-universidades-iniciarian-clases-semipresenciales-en-primer-trimestre-del-2021-noticia/

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