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¿Aprender a convivir pacífica y constructivamente?

06 de diciembre de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Mary Simpson

Transformar las aulas, los colegios y la comunidad en escenarios de construcción de una nueva cultura de paz, reconciliación y justicia social. 

Si. Este es el reto que de manera explícita como país hemos asumido, cada uno desde su rol en la sociedad, desde sus familias, las escuelas, las empresas, los medios de comunicación, en las calles. Es un aprendizaje que venimos tejiendo desde hace muchos años y cuyos esfuerzos se han estado visibilizando en el último año, como una contribución para inspirarnos en este camino.

Es el caso del sinnúmero de eventos a nivel nacional y local que se han desarrollado para convocar a aquellos actores que hacen camino de forma sistemática en este sentido. Queremos resaltar algunos:

  1. Foro Educación en valores: construimos paz desde la escuela, organizado por la OEI y la Fundación Compartir en la Universidad de Los Andes, en el que la voz de maestros y rectores se escuchó junto con la de académicos sobre cómo desde las aulas se viene construyendo paz desde hace años.
  2. El conversatorio, llevado a cabo en Medellín, “Relaciones armónicas y sana convivencia en la escuela” en el que se lanzó la estrategia Construyendo Juntos Entornos Protectores del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
  3. El Encuentro Capaz para la Paz en el que la Oficina del Alto Comisionado para la Paz lanzó la estrategia “Capaz para la Paz” que busca fortalecer capacidades para la construcción de paz en los territorios. Diversos actores con experiencia en la construcción de paz desde el territorio compartieron sus prácticas, orientados por las preguntas: ¿Qué capacidades se necesitan para reconciliarnos y vivir en convivencia? ¿Cuántos imaginarios colectivos de paz tenemos? ¿Cómo debemos formarnos para asegurar como sociedad el no retorno a la confrontación armada?

La voz del Gran Rector del Premio Compartir 2017 Francis Otero Gil del Instituto Manizales se hizo sentir en estos dos últimos encuentros, compartiendo su experiencia cuyo mensaje sintetiza en 5 palabras: “Si yo cambio todo cambia”. Su mensaje nos dice además que los cambios los realizamos con otros, así que es fundamental construir capacidades para la colaboración, la cooperación, una capacidad de doble vía, que da y que recibe.

Por último, la revista Semana nos sorprendió este año con su premio anual a los Mejores Lideres que desde hace 7 años reconoce a personajes que sobresalen en diversos ámbitos, con una premiación a los liderazgos colectivos, como una señal a la importancia del trabajo colaborativo para la construcción de paz. Fue muy significativo encontrar entre los 30 finalistas, colectivos de base comunitaria como la Asociación de Mujeres Nashira una ecoaldea de mujeres, productiva, sostenible, sin violencia y con seguridad alimentaria;  la Asociación de Negros del Río Yurumanguí; el Comité Cívico del Chocó; y, el Programa Sierra Viva; organizaciones que buscan la trasformación del periodismo y la justicia, como el Consejo de Redacción y Dejusticia; y, varias organizaciones dedicadas a la educación como Empresarios por la Educación, un esfuerzo que cumple 15 años conectando empresarios que generan acciones conducentes a contribuir a mejorar la educación del país; Enseña por Colombia; el movimiento juvenil Todos por la Educación; y, el colegio Gerardo Paredes por su  proyecto pedagógico para prevenir el embarazo adolescente. Felicitaciones a todos los colectivos!

La Fundación Compartir se unió este año con el lanzamiento del Premio Compartir de Educación para la Paz, para visibilizar y reconocer a maestros y rectores o colectivos de maestros, de Instituciones Educativas oficiales y privadas que, por medio de su liderazgo pedagógico y comunitario, han logrado transformar las aulas, los colegios y la comunidad en escenarios de construcción de una nueva cultura de paz, reconciliación y justicia social.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/opinion-y-analisis/editorial/aprender-convivir-pacifica-y-constructivamente

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Voces para una Educación de excelencia para el campo

29 de noviembre de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/

Por: Mary Simpson

Un resumen de las voces que se han estado exponiendo y construyendo en diversos eventos o hitos en Colombia.

Son muchas las voces que se están escuchando, y cuyo eco debemos reforzar, acerca de la importancia de una educación de excelencia para la PAZ, para la cual, una educación de excelencia para el campo es la prioridad. Estas voces se han estado exponiendo y construyendo en diversos eventos o hitos como:

  1. El foro ‘Construcción de PAZ: retos de la educación’, realizado el pasado 22 a 24 de septiembre, iniciativa de la Fundación Compartir y Espiral Asociados, ejemplo de un trabajo en alianza público privada, al integrarse la Secretaría de Educación del Distrito, el Centro Nacional de Memoria Histórica y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación del Distrito Capital.
  2. El foro distrital ‘Ambientes de aprendizaje para el reencuentro, la reconciliación y la paz’ realizado el 5 y 6 de octubre por la Secretaría de Educación del Distrito Capital.
  3. Seminario ‘Preparándonos para la PAZ: la educación como motor de la construcción de PAZ’ realizado el 26 de octubre por la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo de la Universidad de Los Andes.
  4. La semana pasada, durante los días 10 y 11 de noviembre, el ‘III Congreso Internacional de Escuelas Nuevas. Presente y futuro de las escuelas nuevas: Construyendo redes y transformando la educación’ organizado por la Fundación Escuela Nueva. Volvamos a la Gente, congreso que mantiene viva la conversación acerca de la importancia de escuela activa como modelo innovador con capacidad para seguir innovando a partir de sus principios.
  5. Los días 16, 17 y 18 de noviembre el “I Congreso Internacional de Educación y Sociedad: El papel de la educación en la Construcción de PAZ” organizado por la Universidad de La Salle.
  6. Y durante los próximos 21 al 23 de noviembre, el ‘IV Congreso Nacional de Educación Rural: Por la construcción de una Política Pública” organizado por Coreducar[1] y, con el patrocinio de EDUCAPAZ, las Universidades Pedagógica, Javeriana y Católica de Oriente, el Ministerio de Educación Nacional, Programa por la PAZ del CINEP, la Conferencia Epicospal.
  7. Mesa de Política: un grupo de organizaciones han constituido hace un par de meses la Mesa de Política Pública Educación y PAZ[2], entre cuyos objetivos está contribuir a construcción de política de educación rural, para lo cual se encuentra entregando insumos alel Ministerio de Educación Nacional se encuentra en un proceso de consulta territorial de un plan de educación rural y.

Hemos aprendido de las voces de los territorios colombianos, desde su práctica, que desde hace muchos años trabajan para construir la PAZ, en medio de la guerra, y que lo que requieren es condiciones y oportunidades para continuar mejorando y construyendo a partir de sus propias capacidades. Hemos aprendido también que la memoria es una aliada para la PAZ porque el olvido nos ha conducido a la repetición y porque la memoria no es un relato hegemónico sino un ejercicio crítico, una acumulación de memorias diversas en diálogo y en tensión,[3] que desde la escuela debemos conocer y construir.

Hemos aprendido que, sin duda la institución educativa es el lugar por excelencia de construcción del conocimiento. Y es cuando se da el trabajo colaborativo entre docentes, entre docentes y estudiantes y entre los mismos estudiantes, cuando se construye conocimiento significativo, y se educa para la democracia. ¿Cómo podría educarse para la PAZ en una democracia sino es viviendo los valores de ésta desde la misma escuela, desde cada aula? Y acá surgen los valores que tendrían que ser los principios que orienten la educación de excelencia para el campo: trabajo colaborativo y cooperativo, que promueve una educación personalizada, y la creación de vínculos fuertes entre escuela y comunidad, principios de la escuela activa, propuesta de enfoque pedagógico creado en Colombia en la década de los 70.

Algunas voces internacionales han estado presentes para ayudar a reconocernos, a ver oportunidades a partir de lo que ya tenemos en el territorio, a abrir la mente y el espíritu a la esperanza de que se puede y debemos vivir mejor.

Los invitamos, entonces, al “IV Congreso Nacional de Educación Rural” a realizarse entre el 21 y al 23 de noviembre organizado por Coreducar donde nos daremos cita un amplio grupo de actores para “contribuir al desarrollo rural de Colombia a través de la consolidación de una propuesta de política pública educativa pertinente para el medio rural, que recoja los aportes de los diferentes actores y sectores institucionales y comunitarios, así como las orientaciones que sobre el tema se han formulado en el actual contexto social y de construcción de paz del país.»

Es así pues como la consolidación de este conjunto de voces, como en un proceso de creación de conocimiento que no es lineal, sino cíclico e iterativo[4], estamos poniendo a interactuar conocimientos tácitos[5] y explícitos[6], conduciéndonos a un nuevo conocimiento, al convertirse en nosotros en nuevas capacidades de observación y análisis; y, haciendo eco de manera explícita en las memorias que estaremos compartiendo de los diversos encuentros como en el documento de política de educación rural que se está construyendo.


[1] Corporación Nacional para la Educación Rural, organización fundada en el año 1999 que agrupa a varias entidades que desarrollan programas de educación rural en los departamentos de Antioquia, Bolívar, Boyacá, Casanare, Cauca, Cundinamarca, Risaralda, Norte de Santander, Santander, Tolima y Valle del Cauca.

[2] Mesa que surgió como una iniciativa de la Alta Consejería para el Posconflicto, la Coordinación del Programa Nacional de Educación para la Paz – EducaPaz y la Oficina de Cooperación de la Embajada de Canadá, en la que participan 15 organizaciones entre las cuales está la Fundación Compartir.

[3] Apartes del decálogo del Centro Nacional de Memoria Histórica.

[4] Conceptos desarrollados por los autores Nonaka & Takeuchi, en relación con la teoría de creación de conocimiento.

[5] Por conocimiento tácito se entiende aquel que es difícil de medir, y que como lo define Polanyi es aquel que no somos a veces capaces de expresar pero en cambio sí nos proporciona capacidades de observación, de análisis: «sabemos más de lo que somos capaces de expresar». Encontramos por ejemplo, la intuición, visiones subjetivas, sensaciones.

[6] Por conocimiento explícito se entiende aquel que es “formal y sistemático”, tales como fórmulas científicas, programas de un ordenador, especificaciones de un producto, proceso o metodología, clasificaciones.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/blog/voces-para-una-educacion-de-excelencia-para-el-campo

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Humberto de la Calle: la cultura y la educación como herramientas para consolidar la paz

El Espectador

 Álvaro Restrepo

Los más de $30 billones asignados en el Presupuesto Nacional 2018 para la educación deben ser motivo de celebración… Doble motivo para celebrar debería ser el hecho de que en este Gobierno, por segundo año consecutivo, la educación tiene más presupuesto que la guerra: ¡finalmente, menos recursos dilapidados en defendernos de nosotros mismos! Es este uno de los primeros efectos benéficos del posconflicto…

Sin embargo, me cuesta entender, pues me parece una contradicción, que frente a este logro histórico la cultura vea su presupuesto disminuido. Es cierto, también este Gobierno tiene un récord en inversión en cultura frente a gobiernos anteriores, gracias a la gestión de la diligente y perseverante ministra Garcés, quien ha estado al frente de su cartera con tesón y lealtad desde el inicio de la era Santos. $33 billones para la educación frente a los $360.000 millones para la cultura es no sólo un sinsentido: es un contrasentido. Educación sin cultura no es educación con mayúscula: integral y multidimensional: es instrucción, adiestramiento, capacitación, domesticación. Del mismo modo que la cultura que no está ligada a procesos educativos queda reducida a lo que Vargas Llosa llama “cultura-espectáculo”, entretenimiento, activismo, eventitis… farandulización.

Yo estoy convencido —y así lo he expresado en muchos escenarios y foros a los que he sido invitado a compartir mi visión— de que la cultura, en una alianza indisoluble con la educación y con el apoyo decidido e incondicional de los medios de comunicación masivos, es la Gran Herramienta para cambiar la mentalidad de este país y proponer un nuevo paradigma de lo que significa ser un país culto y educado: un país en paz. La educación no puede ir por su lado y la cultura por el suyo: son dos caras de una misma moneda que se llama valor o, si se quiere, civilización. Son la cultura y la educación unidas las que pueden, con el apoyo de las artes, la ciencias y los deportes, entre otras disciplinas, proponer a nuestro país nuevos paradigmas y auténticos valores que nos curen de las profundas heridas del odio, el egoísmo, la indolencia, la corrupción… la indiferencia.

Se aproximan tiempos decisivos para nuestra nación. El ocaso del Gobierno del presidente que logró lo imposible (silenciar los fusiles de las Farc y muy posiblemente los del Eln) anuncia el amanecer de una nueva era para Colombia. Y necesitamos en esta etapa decisiva un líder que sepa hacer de ese silencio una nueva retórica para dirimir nuestras diferencias. Y nadie como Humberto de la Calle, justamente el arquitecto de ese silencio de los fusiles, para conducirnos en esa nueva senda: De la Calle es no sólo un avezado y experimentado político y hombre de Estado, sino también un humanista… y esto último es para mí quizá lo más importante. Alguien que sepa entender que no basta la política en un momento tan crucial como el que vive Colombia: se trata no sólo de elegir un presidente, sino —sobre todo— un líder espiritual que nos ayude a salir de la profunda oscuridad ética en que se debate nuestro país. Y para hacerlo tendrá en la cultura y la educación las herramientas más potentes para impulsar e inspirar ese urgente cambio de mentalidad que requerimos.

Los otros líderes de centro y centroizquierda que nos están proponiendo sus nombres, personas muy capaces y preparadas (que nos pueden salvar del abismo de la derecha recalcitrante), deberán apoyar al más experimentado y ecuánime de todos, Humberto de la Calle, para consolidar la paz e inaugurar esta nueva etapa. Tendrán tiempo después para liderar sus propios proyectos. Por ahora, la tarea más importante es cambiar el lenguaje de la confrontación, de la polarización y del odio por el de la fuerza tranquila que De la Calle inspira e irradia. Y la tranquilidad de esa fuerza proviene de su comprensión sobre el poder y la eficacia que la cultura y la educación unidas tendrán en la transformación de un país enloquecido por la guerra hacia una nación en paz construyendo su futuro.

 

Fuente del articulo: https://www.elespectador.com/opinion/humberto-de-la-calle-la-cultura-y-la-educacion-como-herramientas-para-consolidar-la-paz-columna-723508

Fuente de la imagen: http://www.eltiempo.com/contenido///politica/proceso-de-paz/IMAGEN/IMAGEN-1

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Necesitamos universidades así

Mauricio Mora Rodríguez

¿En qué pueden ayudar las universidades después de la firma del acuerdo con las FARC?

El 27 de julio del 2016 apareció en El Espectador una entrevista con Jairo Torres, rector de la universidad de Córdoba, quien está proponiendo un modelo para atender algunas necesidades de su departamento en el posconflicto. Es un plan conocido como “Plan Paz Córdoba”.

Es necesario que las universidades se sienten a pensar en cuáles de los seis puntos acordados en La Habana pueden ayudar, por ejemplo: ¿cómo hacer para promover la verdadera reinserción de los armados a la vida civil? ¿Cuál puede ser la forma para visibilizar a las víctimas?

No ha sido una idea espontánea. Según el rector Torres, se ha venido trabajando desde hace años en la investigación y visitas a las comunidades para lograr identificar las necesidades en las que la Universidad pueda aportar. Él nombra dos: seguridad alimentaria y erradicación del analfabetismo. Por estos días ha sido invitado a La Habana a socializar su proyecto.

Es admirable que en un lugar que ha sido tan golpeado por la violencia como el departamento de Córdoba, la Universidad haya querido hacerse un espacio como generadora de cambio social; su experiencia es un ejemplo de cómo la academia puede servir más efectivamente a las necesidades de las comunidades a las que se circunscribe.

Noticias como esta deberían ser un ejemplo para otros entes educativos, pero lamentablemente parece un caso aislado, como en casi todo lo que pasa en el país, la universidad pública en muchas regiones simplemente es sólo otra tajada del ponqué burocrático, otro lugar en donde se ponen cuotas y se hace visible el clientelismo y la corrupción.

Necesitamos que las universidades, sobre todo las de provincia, generen espacios de reflexión y análisis acerca de lo que puede ser su papel después de la firma del acuerdo con las FARC, que se sienten a pensar en cuáles de los seis puntos acordados en La Habana pueden ayudar, por ejemplo: ¿cómo hacer para promover la verdadera reinserción de los armados a la vida civil? ¿Cuál puede ser la forma para visibilizar a las víctimas?

Se necesita que la universidad piense, también, cómo puede generar un debate sano sobre la manera en la que se estuvieren llevando a cabo los distintos procesos acordados por las partes. También puede hacer mediación y veeduría acerca de la implementación de los acuerdos y fortalecer sus procesos de investigación en las comunidades para encontrar las necesidades y plantear las soluciones.

No hay que olvidar que es necesario el apoyo estatal para que estas ideas no se queden en el papel. Si el Gobierno Nacional busca la consolidación de la Paz, es de vital importancia que las universidades se encuentren fortalecidas, no habría ni que hablar de esto, pero sabemos cuál es la situación en la que se encuentran muchas de estas instituciones de educación superior y cómo en un gran número están casi desfinanciadas.

De manera que el país requiere mucho más del compromiso de sus universidades para poder hacer frente al nuevo orden nacional que se aproxima con la firma del acuerdo de La Habana y la incorporación de las FARC como partido político, así que con mucha razón dice el rector Torres: “El verdadero nombre de la Paz es educación”.

Adendo: ¿Hasta cuándo le dejaremos al omnipotente Icfes la potestad para decidir quiénes son ‘pilos’ y quiénes no? ¿Cómo puede una prueba tipo test decidir tantas cosas para el futuro de nuestros jóvenes?

Fuente del articulo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/necesitamos-universidades-asi

Fuente de la imagen:

https://compartirpalabramaestra.org/sites/default/files/styles/articulos/public/field/image/nec

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Panameño participa del Foro Mundial de la Juventud en Egipto

12 Noviembre 2017/Fuente panamaon/Autor:panamaon

Fernando Castillo, Gerente de País del Voluntariado Global AIESEC, en el Primer Foro Mundial de la Juventud que se desarrolla en la Ciudad de Sharm El Sheikh, República Árabe de Egipto, donde compartió un mensaje de paz como un valor esencial para el desarrollo humano sostenible resaltando a Panamá como una nación promotora del diálogo entre naciones

El joven panameño, Traductor y estudiante graduando de la Licenciatura en Gestión de Marketing en la Universidad del Istmo, ha participado de Intercambio Social y Voluntariado Internacional, con proyectos de emprendimiento, modelo de negocios y enseñanza del inglés y cultura panameña en comunidades indígenas.

Por su trayectoria ha sido seleccionado por el Comité Organizador del Foro para participar en el evento mundial, donde compartirá sus experiencias de voluntariado en pro de buenos sistemas de salud pública y el mejoramiento continuo del ambiente y a través del diálogo crear una visión común para la paz y el desarrollo humano,

Con la asistencia de más de 3000 jóvenes el Primer Foro Mundial de la Juventud versa sobre las iniciativas y aportes en las aéreas de tecnología, educación, desarrollo comunitario, asuntos internacionales y humanitarios como los refugiados, la lucha contra el terrorismo y la promoción de una cultura de paz y derechos humanos.

Fuente de la noticia: http://www.panamaon.com/noticias/educacion/34453-panameno-participa-del-foro-mundial-de-la-juventud-en-egipto.html

Fuente de la imagen: http://www.panamaon.com/m/p/770×410/media/files/31794-media.

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El desarme mental

Poly Martinez

¿Cómo nos vamos a reintegrar todos a una cotidianidad sin la disculpa de la violencia derivada del conflicto con las Farc? Estos son días para mirarnos el ombligo y pensar. Para mirarnos a nosotros mismos tal como somos y a este país, tal como es.

Desarmar el pensamiento. Empecemos por el pensamiento.
Así como en la vida, frente a diferentes situaciones se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío, también se puede entender a Colombia medio en guerra o medio en paz. Podemos aceptar y celebrar este momento, el avance del país con el desarme de las Farc o podemos negarlo con un discurso que sostenga el pensamiento armado.

La dejación de armas de las Farc es histórica. A los políticos que apoyan el proceso y a los que lo atacan, todos a buen provecho electoral, es importante recordarles que sobre esas armas entregadas, sobre esos contenedores blancos y el mapa con las coordenadas de las caletas están armando -“armar” en el sentido de estructurar- sus proyectos y campañas. Así como lo hicieron en su momento Andrés Pastrana y Álvaro Uribe; tal como lo planteó el presidente Santos en sus dos mandatos.

El que no quiera ver las cifras, el desmantelamiento de las Farc como grupo guerrillero y se niegue a “cantar victoria” (como si alguien pudiera reclamar un triunfo con más de 220 mil muertos, millones de desplazados y 53 años de combate y dolor), tal vez sea a causa de que teme perder su propio “fierro” mental. El tiempo permitirá ver y entender la importancia de este proceso, incluidos los errores y aciertos, los retrasos y momentos críticos que ha habido y habrá.
Todos pensamos que la vida va a salir de un modo, pero resulta siendo otra. Con la paz sucede lo mismo. Nos la imaginamos, aunque por momentos incrédulos de que llegara a darse con la guerrilla más antigua del mundo. También por años, en esa clásica ambivalencia nacional, muchos prefirieron creer que la guerra bestial acabaría con los grupos armados, pim-pam-pum, y acogieron el discurso absoluto de aquí los vencedores y por allá los vencidos. Pero no fue así.

Quién iba a imaginar que la paz con las Farc nos encontraría divididos, llenos de malquerencias y despechos por el poder. El eterno “sí, pero…” como se ha oído en estas fechas en que se cumple otro de los puntos del Acuerdo. Como sociedad, seguimos siendo unos ineptos para la paz. Todo avance nos resulta insuficiente, siempre tan ingratos, como bien lo dijo Álvaro Restrepo en su reciente columna en El Espectador.

Fuente del articulo: http://www.semana.com/opinion/articulo/reacciones-de-los-colombianos-ante-el-desarme-definitivo-de-las-farc/530165

Fuente de la imagen: http://www.periodismosinfronteras.org/wp-content/uploads/2016/08/menores-con-farc.jp

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Kant, el profe que nos cambió el chip

Por: Francisco Celis Albán

Habría sido consolador hace muchos años tener a la mano un libro acerca de Immanuel Kant, como este del magnífico y prolífico escritor español Joan Solé, un delicioso despliegue de recursos narrativos para lograr que el lector común comprenda el pensamiento del filósofo alemán, cuyo original aporte es totalmente insoslayable para entender el mundo de hoy.

 Kant está detrás de infinidad de temas que son de total coyuntura en el mundo y, sin duda, en nuestro país: la justicia, el derecho, la ética, la paz (es suyo el tratado La paz perpetua), la estética, el gusto, el ilusorio mundo de los sentidos, la categorización de los más abstrusos laberintos de las funciones del cerebro… Un repertorio de asuntos que hacen preguntarse al lector cómo fue posible que tanta información, tanta capacidad de acopiar observaciones y traducirlas en densos análisis, cupiera en la humanidad este hombre menudito (se dice que medía un metro con cincuenta y tenía el cuerpo un poco torcido), el cuarto hijo en un hogar de once (otros autores contabilizan nueve), y de quien se dice que no enseñaba filosofía sino a filosofar.

Nuestro personaje nació en Könisgberg (traduce ‘montaña del rey’), hoy rusa y renombrada Kaliningrado), ciudad capital del ducado de Prusia a orillas del mar Báltico, el 22 de abril de 1724, en el seno de una familia sin mayores recursos económicos. Cursó sus estudios en aquella ciudad del ducado de donde no salió en toda su vida.

En un comienzo se aficionó a la matemática y la física. Su padre hacía guarniciones de cuero para caballos.

El propio Immanuel reconoció a su madre como quien promovió en él su amor por los principios (“la primera en alimentar en mí la semilla del bien”) y por las ideas. Sus padres pertenecían a la doctrina pietista y en su ciudad siguieron los sermones del párroco Franz Albert Schulz, quien acabó siendo el mentor que sacó al chico Kant de la escuela del Hospital de Königsberg al Collegium Fridericianum, institución progresista que dirigía Schulz.

En 1740, Kant ingresó a la Universidad de Königsberg. En ese mismo año presentó su Demostración filosófica de la verdad de la religión cristiana.

En la universidad, Kant, estudiante modelo, profundizó en matemáticas, física, filosofía y literatura latina clásica. Luego fue maestro por muchos años, tanto como docente universitario como de alumnos privados. Poco a poco las ideas de libertad y rebeldía fueron adhiriéndose a su modo de ver el mundo. Con los años, llegó a ser un admirador de las revoluciones francesa y estadounidense, y un cuestionador de las religiones y de la propia fe en Dios.

Es en 1770, pasada más de la mitad de su vida, cuando se dedica a elaborar la gran arquitectura de su obra, que él bautizó filosofía crítica, y de la cual se cuentan en sus pilares las llamadas ‘tres críticas’: Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio.

Para determinar si es posible para el ser humano conocer de manera confiable, cierta, sólida, el mundo circundante, Kant va más allá de lo examinado por los hombres de su tiempo.

Él se encargará de responder al dogmatismo imperante y cuestionar todo lo anterior, para establecer que el ser humano construye –no pasiva, sino de manera activa– su conocimiento merced a su conciencia.

Fuente: http://www.eltiempo.com/cultura/musica-y-libros/libro-sobre-kant-en-coleccion-de-filosofia-de-el-tiempo-135414

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