Por Darío Balvidares
“Creo que la educación privada es un mercado que va a crecer.”
Esto fue dicho en una entrevista por Sunny Varkey, una de las grandes fortunas de mundo, que se hizo multimillonario con la educación y que ahora es celebrado por el premio que da su fundación, el Global Teacher Prize, al que llaman el “Nobel” de la educación. El premio es de un millón de dólares al mejor docente del mundo.
Sunny Varkey, “que nunca fue más allá de la escuela secundaria”, de acuerdo con la revista Forbes, en 2000 funda Gems, una empresa de asesoría y gestión educativa hasta que fue Gems Education, valuada hoy en 4000 millones de dólares. El mismo Sunny Varkey que se reunió en Davos con el presidente Mauricio Macri, apenas asumió.
Gems Education, una máquina perfecta de generación de riqueza proveniente del expandido y competitivo mercado educativo. Y que le ha permitido a su propietario estar en el ranking de la citada revista Forbes, en el puesto 983 con 2.5 billones de dólares como fortuna personal.
La expansión es producto de la defección de estos estados – nación que decidieron desentenderse de las políticas educativas y dejarlas en manos del sector privado (fundaciones y ong) y que en muchos casos estos mismos funcionarios desentendidos, que traman nuestros destinos, son parte del creciente y futurista negocio.
La manifiesta y nefasta alianza público-privado no es más que el formato “legal” de apropiación de lo público. Todas las políticas extractivistas y energéticas lo ejemplifican de manera incontrastable.
Pero en educación el proceso de endoprivatización (aplicación de la lógica del mercado al interior del sistema educativo; delegación del curriculum a la iniciativa privada; contratación de servicios privados en escuelas públicas; formación docente, asesorías y servicios de evaluación) y exoprivatización (proceso por el cual se sustituyen las escuelas públicas por escuelas privadas) avanza y no sólo impone su mirada ideológica de la competitividad y el liderazgo, sino que, además, pagamos por ello.
¡Sí, pagamos millones de dólares! Y aquí estamos hablando de un solo proveedor.
“Es cuestión de tiempo que los gobiernos permitan al sector privado implicarse más y más en la educación.” Continúa en la entrevista, el billonario filantrópico.
Parece que este es el tiempo de la Fundación Varkey en Argentina con el Programa de Liderazgo e Innovación Educativa, dirigido a directores de escuela de todos los niveles y modalidades.
Cuatro provincias, a través de sus ministerios de educación han firmado convenio con la Fundación Varkey, además de firmar el ministerio de educación nacional que es quien paga. Las provincias que firmaron los convenios son Corrientes, Jujuy, Mendoza y Salta.
Hace mucho tiempo que los gobiernos “permiten” al sector privado “implicarse más y más en educación”. Ejemplifiquemos con el caso de Salta y su convenio para que la Fundación “reconvierta” a los directores en “líderes” (rendidores de cuentas) bajo el ilusionismo del “cambio”.
El decreto 701/17 del gobierno de Salta dice: “ARTÍCULO 1°: Apruébase el Convenio de Cooperación suscripto entre la Fundación Varkey Argentina, el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación y el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Provincia de Salta, en fecha 07 de Abril de 2.017 el cual como Anexo se adjunta al presente.”
La primera curiosidad es que el convenio se firma el 07 de abril; pero se publica en el Boletín Oficial de la provincia el 30 de mayo. Cuando la Fundación ya estaba cobrando la segunda cuota. La otra curiosidad es que, seguramente, ya habrían comenzado antes de la firma del decreto, porque abril se abona completo. ¡Curiosidades de las alianzas público-privadas!
Pero dejémonos de suspicacias, porque acá lo importante es que pagamos con los dineros públicos del presupuesto educativo, porque de ese ministerio nacional de educación salen los dineros para la fundación proveedora de servicios educativos.
El convenio se establece entre abril de 2017 y marzo de 2020, de acuerdo con lo que reza el anexo 3 de dicho convenio, la suma mensual a pagar es de 150 dólares estadounidenses ¡POR MES!, que durante todo el período contratado da la fabulosa cifra de 5.400.000 dólares. Es decir que al actual cambio (digamos 21 pesos por dólar, mientras se escribía este artículo) es algo así como 113.400.000 pesos de nuestra moneda.
Ahora bien, este es sólo el convenio celebrado con la provincia de Salta. Pero se firmó, también con Corrientes, Mendoza y Jujuy. Si simplemente nos guiamos por lo firmado en Salta podemos argüir que se trata de sumas similares, por lo tanto estaríamos hablando de 453.600.000 pesos o 21.600.000 dólares para cubrir la totalidad de los convenios celebrados con la Fundación Varkey.
Desde el ministerio de educación de la nación y por boca de sus ministros hemos escuchado en innumerables oportunidades que ese ministerio “no paga sueldos ni tiene escuelas”, Cuanto más se torna imprescindible que los dineros que dilapida ese ministerio sean volcados en el sistema, en salarios y en nuevos docentes, pero no en gurúes privados que aparecen como la tabla de salvación con la estandarización educativa.
“El mercado global de la educación es de tres trillones de dólares.” Otra de las frases tan descriptivas de Sunny Varkey.
De hecho, el multimillonario negocio con las pruebas PISA, que impone la OCDE, lo realiza la mayor editora del mundo, Pearson PLC.
Pearson PLC: Multinacional Británica – prestadora de servicios educativos y editora de libros de todo el mundo. Dueña del Financial Times Group y Penguin Books. Se inclina por la privatización de la educación, los mercados digitales y los mercados educativos en países emergentes. Tiene como objetivo ampliar el mercado de escuelas de “bajo coste”.
Justamente ese es, también, el negocio de Sunny Varkey, propietario de 250 escuelas (entre las que se encuentran las de “bajo coste”) públicas y privadas en el mundo.
Como vemos, todos los sistemas educativos fueron quedando subsumidos a los grandes capitales empresariales y corporativos con esto que se dio en llamar “Educación para Todos”, la marca de la reforma.
Y todo en el terreno de la competencia, el conocimiento y la formación escolar son mercancías que se disputan, los sistemas escolares son el coto de caza.
“En los próximos 5 años invertiremos entre 650 y un billón (de dólares) para expandirnos a nuevos países.” ¡Sunny Varkey dixit!
Y cómo no van a invertir, si los dineros salen de los países que los contratan, solo basta revisar, como lo hicimos en este artículo, cuanto pagamos a este “proveedor” de servicios educativos.
Cómo no dar un premio de un millón de dólares a un docente alienado, si ese monto sale de una mínima parte de lo que nuestros funcionarios le pagan, con los dineros públicos, por los cursillos de “liderazgo”, o debería decir de alienación.
Forman para el mercado, colecciones de docentes alienados por un puñado de dólares, escuelas que compiten, docentes que compiten… y a eso lo llaman la “formación docente del siglo XXI”.
“La empresa privada es el futuro porque podemos crear modelos educativos que se ajustan, literalmente, a cada bolsillo.” by Sunny Varkey.
De eso se trata de “modelos para cada bolsillo”, ya no es sólo la fragmentación del sistema por la fractura jurisdiccional que se provocó en los inicios del proceso de reforma, la llamada descentralización, sino que la propuesta de los empresarios líderes de la reforma imprime modelos educativos de acuerdo al “bolsillo” del cliente.
“Necesitamos hacer una campaña global para atraer a los mejores profesores del mundo para trabajar con nosotros.” ¡Otra vez Varkey!
Eso es lo que llaman “reclutamiento”, como si se tratara de un “ejército global” de docentes mercenarios que trabajan para la empresa imperial que disputará con otras corporaciones el universo de la educación pública mundial.
“Los mejores operadores se llevarán la mejor parte del negocio.”
Por supuesto que tiene competencia, como Bill Gates y su fundación “Bill y Melinda Gates” que promueven las escuelas chárter y presionan al gobierno de Estados Unidos para convertir toda la educación pública, o lo que queda de ella, en escuelas charterizadas, es decir, escuelas públicas gerenciadas de manera privada.
La nombrada Pearson PLC, también compite por ese mercado, al igual que Gems Education de Sunny Varkey y su fundación que no deja de abrir mercados educativos: “La Fundación del multimillonario indio Sunny Varkey se propone mejorar las habilidades de los líderes escolares de Ghana.”
Es obvio porqué la “reforma debe ser permanente”, porqué se insiste con “la educación durante toda la vida” y por sobre todo la “formación por competencias” y todo bajo el manto de la estandarización.
Es obvio que el sistema global del mercado educativo debe estar estandarizado puesto que las mercancías que ofrecen son estandarizadas. No importa si es Ghana, Argentina o cualquier otro país, los “recursos”, por llamarlos de alguna manera, que ofrecen; su mercancía, es estandarizada, es mundializada.
Lejos está de importar la idiosincrasia de cada pueblo, lo importante es que a partir del “elixir Varkey” (¡caro, pero el mejor!) la educación, mágicamente, funciona con las recetas del mercado, la gestión y la pedagogía instrumental del utilitarismo.
La colonialidad del poder en Argentina ha llegado a tal punto de obscenidad que puede dilapidar millones de dólares al mismo tiempo que en la Ciudad de Buenos Aires pretende cerrar 29 institutos de formación docente, cerrar escuelas rurales y de las islas, dejar a los docentes con salarios precarizados, pretender disolver el estatuto por indicaciones expresas de la OCDE: “Proteger a los trabajadores con seguro de desempleo y con programas de capacitación, en lugar de con regulaciones laborales estrictas (…) Alinear los currículos con el mercado laboral.”
Una reflexión no estandarizada
Porque es probable que estemos llegando a la era del pos-pensamiento y justamente quedemos impedidos de reflexionar por el avance de la “formación” estandarizada.
El último informe del Observatorio de Deuda Social de la UCA dio cifras más que alarmantes (si bien las anteriores ya eran alarmantes). El estudio afirma que el 62,5 por ciento de los menores de 17 años, en Argentina, son pobres. Y agrega que, siendo este informe al 2017, la cantidad se incrementó, respecto de 2016, en 260.000 chicos más.
La realidad que ese dato contiene es que ya han condenado al 62 por ciento de los niños, tal vez más, porque depende de la metodología que se utilice para el estudio. Pero, esa realidad nos muestra las prioridades que los gobiernos deben asumir y que, decidida y cínicamente, no asumen.
Los mismos funcionarios, políticos y técnicos que nos hablan de la “escuela del futuro”; de la “resolución de problemas para la toma de decisiones”; de las “dificultades que tienen los chicos respecto de la matemática y la comprensión de textos”; son los mismos que deciden, porque eso es la política, pagarle a la corporación estandarizada del billonario Sunny Varkey, 21.600.000 de dólares por los cursos estandarizados.
Por supuesto que este convenio tiene su origen en la ya citada reunión en Davos entre el filantrópico billonario y el millonario presidente.
Y entonces…
¿No será que estas democracias representativas (capitalistas-burguesas) están llegando a su final y por lo tanto el mercado tiene que acelerar su voracidad para mantener la dominación y el control?
¿Acaso la “toma de decisiones” de este gobierno resuelve la problemática social y la pobreza?
La respuesta es NO. 62,5 % de pibes pobres validan la cínica ignorancia gubernamental en la lectura de los textos sociales.
Y demuestran que la única matemática que conocen es la que les permite contar los dólares con el ábaco de sus propios intereses y los de su clase, las corporaciones empresariales.
La macro política educativa reformista funciona con los cánones de la desposesión que propone la macroeconomía mundial. Por lo tanto, no es la educación del futuro, es el robo del siglo.
Entrevista a Sunny Varkey en CNBC