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Puerto Rico: Mejoran los resultados de las pruebas META.

Las pruebas estandarizadas que miden el aprovechamiento académico revelaron este año un aumento de 7% en la materia español, en matemáticas 4%, en inglés 3% y ciencias con un 11%.

Los resultados más recientes de las pruebas de Medición y Evaluación para la Transformación Académica de Puerto Rico (META-PR), revelaron un aumento significativo en todas las materias en comparación con el año anterior.

Así lo aseguró el secretario del Departamento de Educación, Rafael Román Meléndez, quien detalló que este año los resultados de las pruebas estandarizadas que miden el aprovechamiento académico revelaron en la materia de español un aumento de 7%, en matemáticas 4%, en inglés 3% y ciencias con un 11%.

Agregó que español fue la materia en la que todos los estudiantes del sistema público del país obtuvieron un mayor crecimiento; siendo el octavo grado el que mayor avance demostró un aumento de 12%.

Román Meléndez recordó que, como parte de los cambios en la política pública de evaluación estudiantil, este año se comenzó un proyecto piloto para adjudicar el resultado de META-PR en la materia de español al informe de progreso académico final de los estudiantes.

“Si comparamos los resultados, desde que se inició hace ocho años la administración de pruebas estandarizadas en el DE, este año hemos tenido las puntuaciones más altas, en promedio, en todas las materias y en la mayoría de los grados. Este dato significativo también incluye a los estudiantes de Educación Especial como impedimentos cognoscitivos significativos que toman la prueba alterna (mediante portafolio)”, expresó Román.

Indicó que el promedio de estudiantes que demostraron crecimiento en su ejecución, incrementó también significativamente. Un 60% de los estudiantes evidenció crecimiento en español; un 52% en matemáticas y un 58% en inglés.

“Por los pasados tres años, como parte de nuestro Plan de Transformación Académica con visión longitudinal, hemos implementado importantes cambios en políticas públicas dirigidos, precisamente, a elevar el desempeño académico de nuestros estudiantes”, agregó.

En las pruebas participaron 202,639 estudiantes de los grados de tercero hasta octavo grado y del undécimo grado. Mientras, a unos 1,822 estudiantes de educación especial se les administró la prueba META-PR Alterna.

“Hoy (ayer) con la presentación y discusión de los resultados de las pruebas META-PR, vemos como nuestro Plan de Transformación va despuntando y vamos alcanzando nuestros objetivos”, enfatizó Román Meléndez, quien atribuyó los resultados a los cambios en la política referente a la administración de estas pruebas.

De hecho, explicó esta nueva política logró incrementar el aprovechamiento académico de los estudiantes, como lo fue el grupo de tercer grado, el cual participa del nuevo curso de Adquisición de la Lengua, quien aumentó en todas las materias.

Los estudiantes obtuvieron un 7% en español y un 4% tanto en matemáticas como en inglés.

“La participación de nuestros estudiantes en las actividades previas a la administración de META-PR superó la de años anteriores. Este año, como nunca, se mostró el entusiasmo de nuestras comunidades escolares”, concluyó.

Las pruebas META-PR sustituyen las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA), que no necesariamente reflejaban los logros alcanzados por un alumno en el salón de clases.

Fuente: http://elvocero.com/mejoran-los-resultados-de-las-pruebas-meta/

Imagen: http://elvocero.com/wp-content/uploads/2016/09/IMG_2109-795×530.jpg

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Las pruebas estandarizadas, otro mito del proceso de la reforma educativa.

Por: Dario Balvidares.

Hace muchos años que venimos analizando las políticas que se van implementando con la llamada reforma educativa, y hemos visto, dicho y caracterizado el sesgo privatizador del proceso, por lo menos en dos sentidos. Uno, el negocio con la educación que realizan las corporaciones empresariales, vía fundaciones. Dos, el control de las políticas educativas a través de ong,s y universidades privadas que responden al mandato corporativo y, por supuesto, participan de las ganancias del proceso de reforma.

Hemos señalado el debilitamiento, cada vez más intenso en lo que respecta al universo público de la educación, producto de las “recomendaciones” realizadas por los organismos internacionales y sus informes producidos por sus teóricos y técnicos desde hace más de 25 años.

De hecho el proceso de reforma es la reforma. Infinitas “capacitaciones” a docentes, a directivos, pruebas estandarizadas, ya aplicadas a docentes en México y Chile para medir el desempeño y precarizar aún más su trabajo o sacarlo del sistema. Los salarios docentes atados a incentivos que tienen que ver con las capacitaciones y, por supuesto, la productividad, a estándares de calidad jamás explicados y mucho menos argumentados.

Un breve paseo por la desertificación discursiva que aparece en algunos textos en la página del Ministerio de Educación de Chile da cuenta de los estatutos de presión que recae sobre los docentes desde el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP)

“El objetivo del Sistema de Desarrollo Profesional Docente es reconocer que la docencia es una profesión y un ejercicio complejo, y por lo tanto requiere de apoyos situados y pertinentes a cada realidad. Para esto crea dos derechos: a la inducción en los primeros años de ejercicio y a la formación continua a lo largo de toda la vida profesional, de manera situada en la escuela”, destacó el director del CPEIP, profesor Jaime Veas. (…) El director del CPEIP destacó todo el trabajo que se está realizando en este ámbito, que también contempla la elaboración de estándares disciplinarios y pedagógicos para la Formación Inicial Docente (FID), los cuales se vincularán con las evaluaciones diagnósticas y a su vez con el Marco para la Buena Enseñanza (MBE), el cual se encuentra en proceso de actualización. Ambos instrumentos deberán estar aprobados por el Consejo Nacional de Educación (CNED) en un plazo de dos años.

“La Ley 20.903 aborda múltiples dimensiones, desde la formación inicial docente en adelante” señaló el profesor Veas, quien destacó que cada seis años la implementación de este sistema debe ser evaluada por un organismo internacional; “esta ley tiene alojada en su interior la lógica de la mejora continua”, indicó.

“En promedio, remuneraciones aumentarán en 30% para las educadoras y profesores que ingresen al Sistema de Desarrollo Profesional, pudiendo incluso llegar a duplicar sueldos actuales de acuerdo al tramo de desarrollo alcanzado.

“Además de apoyo formativo preferencial, se crea una asignación que permitirá aumentar hasta en cerca de $300 mil las remuneraciones de los profesores que hayan alcanzado los más altos niveles de desarrollo dentro de la carrera y que trabajen en establecimientos de alta concentración de alumnos prioritarios.”1

Esta lógica de premios y castigos que desde los inicios de la reforma funciona como herramienta de presión en múltiples sentidos afectando directamente la subjetividad, se perfecciona tras la máscara de la profesionalización. El ejemplo de Chile y la promoción de su sistema de profesionalización muestra como “derechos” lo que en realidad son obligaciones, esta es una práctica discursiva muy generalizada en los documentos de la reforma: la carnavalización, el disfraz. Presentar una obligación como si fuera un derecho.

Por supuesto que esos “derechos” luego serán medidos por “estándares disciplinarios y pedagógicos”, “evaluaciones diagnósticas” y el monitoreo al funcionamiento: “la evaluación del sistema a cargo de un organismo internacional”. Aunque ya sabemos que si el monitoreo internacional es negativo, también los resultados recaerán sobre los docentes.

Los últimos dos textos privilegian los “incentivos” y como no puede ser de otra manera el ranking.

El proceso de reforma educativa no es más, ni es menos, que la expresión de una reforma económica que instala a la educación como mercancía dentro del mercado global; esta mercancía está valuada en miles de millones de dólares como ya lo hemos descripto y analizado en otros trabajos.

El eslogan constante de la “crisis educativa”, repetido hasta el hartazgo, nos lleva a pensar, en una primera aproximación, que los que impulsan el proceso de reforma, por lo menos desde la firma del documento de Jomtien, Tailandia, “Educación para Todos”, han fracasado en su intento de hacer una educación de “calidad”, sin embargo, contrariamente, insisten en seguir aplicando las mismas herramientas y las mismas recetas, que utilizando su propios calificativos, devienen obsoletas.

Tal vez hemos llegado al momento en que las estrategias, las herramientas y las “recomendaciones” del proceso de reforma educativa de fracaso en fracaso, para lograr sus objetivos, hayan devenido obsoletos.

Tal vez hayan sido obsoletos desde su propio nacimiento, tal vez sea porque no se trataba de una transformación en la educación, que probablemente necesitaba de adecuaciones, pero pedagógicas, didácticas, de contenidos; pero bajo la máscara de las sustituciones en los diseños curriculares, los contenidos se diluyeron. La celebrada educación por competencias sustituyó la educación en saberes (que, seguramente, deberían ser revisados).

No se recurrió a la potencia de los maestros y profesores, no. Muy por el contrario se los destrató, se los calificó de poco “motivados” y poco “capacitados”, se les puso el estigma de ser los responsables de la “crisis” y de los “malos” resultados del “avance” del proceso de reforma. También, hoy continúa ese discurso agresivo de la “resistencia al cambio”.

Los estudiantes, críticos del proceso reformista, se manifestaron en muchas oportunidades y lo siguen haciendo, enfrentando desde los dispositivos represivos (Chile), hasta las desapariciones de Ayotzinapa, así como los docentes asesinados, víctimas de la represión estatal (México).

Todo en un solo ademán de la mirada economicista de la educación.

Al principio de este artículo, hablamos del sesgo privatizador del proceso de reforma en dos sentidos que se complementan: negocio y control.

Brevemente, todo discurso sobre educación hace foco en la cuestión de la calidad, curiosamente, nunca se conceptualizó calidad: ¿qué es la calidad en educación para los reformadores?

Entonces, la calidad es algo medible por las pruebas estandarizadas, los resultados que supuestamente permitirían monitorear y producir políticas. Y qué políticas fueron las que darían más “calidad” al sistema: 180 (o más) días de clase; promocionar más la jornada extendida para que los estudiantes estén más tiempo en la escuela (y la entrada sesgada de fundaciones y ong’s en las escuelas gracias a la extensión); monitoreo sobre la gestión de los equipos directivos, capacitación permanente y descentralización pero con centralización de las pruebas estandarizadas, nacionales e internacionales.

Para este proceso de reforma la calidad de la educación es el resultado de las pruebas (por supuesto que, además, es un negocio millonario). Pero ese modelo sigue desde hace años mostrando decadencia o, en el mejor de los casos estancamiento tanto para los países de la región como para los Estados Unidos.

Simplemente y como anécdota, Finlandia ha sido puesto como faro por sus resultados en las pruebas internacionales PISA, lo curioso es que después de haber sido el primero en 2000, 2003, 2006, los países asiáticos hoy lideran el ranking del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA). Esta prueba establecida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es uno de los instrumentos centrales del proceso de reforma educativa.

En sintonía, también existe la rankeadora de universidades, la corporación QS que según sus propias mediciones establece cuáles son las universidades a nivel mundial de mayor calidad, sin distinción entre públicas y privadas, por supuesto que en los primeros puestos aparecen las de Estados Unidos y se alternan con algunas del Reino Unido (también depende de lo que pagan por este servicio).

Hablando de ranking, para Estados Unidos los resultados de las pruebas PISA 2012 fueron Matemáticas, puesto 36; Ciencias, 28 y Habilidad Lectora, 24. Aquí vale una pregunta: ¿Es creíble que sus universidades sean las de mayor calidad en el mundo? ¿O hubo fallas en las mediciones? ¿O todavía no sabemos que es calidad? ¿O algunos de los rankings mienten?

Es necesario hacer una cita de autoridad, en este punto, sobre las evaluaciones estandarizadas. Robert Glaser, sicólogo estadunidense, uno de los creadores de las pruebas estandarizadas, afirmó que “éstas no miden lo que los alumnos saben, sino la capacidad de recordar procedimientos, o reconocer un resultado cuando se les presentan opciones múltiples”2. No hay demasiado para agregar. Sólo resaltar lo que dijo uno de sus creadores: “estas (las pruebas estandarizadas) no miden lo que los alumnos saben”

Sin embargo, continúan siendo los vectores de la reforma, pero lo que hay que señalar ahora es que estamos frente a políticas que tienen que ver con la reforma de gestión pero difícilmente con la educación.

Políticas que no se cuestionan el sistema, sino que son instrumentos de presión sobre el último eslabón del sistema, la escuela.

Políticas de gestión y medición que ya deberían haberse desechado por ineficaces para la educación. Sólo eficientes para los intereses de los reformadores: políticos, funcionarios y sindicalistas que desde los comienzos del proceso de reforma le entregaron la educación a los economistas instrumentales del mercado, que intentan convertir la educación en una disciplina del pragmatismo al servicio de la corporación empresarial para optimizar ganancias y aumentarlas aún más con la educación como mercancía.

Así que para finalizar, podemos arriesgar, sin temor a equivocarnos que el Operativo Aprender 16 es otro instrumento fallido para la educación, más allá de los resultados que arroje, sólo será otro instrumento más de presión para los fines reformistas, pero no para educación.

Para pensar la educación están, la filosofía, la pedagogía, la psicología y la sociología, apoyándose en la historia y en la antropología; por fuera de los enfoques instrumentales y de las evaluaciones estandarizadas. Pensar la educación desde el enfoque economicista-corporativo es, de alguna manera, incluirla entre las políticas extractivas, una especie de monsantización, de monocultivo desertificante. El monoaprendizaje que incluye los resultados, como el paquete de semillas transgénicas que incluye el letal químico que desertifica e impermeabiliza la tierra, le extrae la actualización de sus nutrientes con su producción sistémica; será la instrucción del futuro, pero no la educación que necesitamos para transformar el mundo.

Los tiempos del pensamiento no son los tiempos de la transacción, los tiempos de la pedagogía no son los tiempos de la estandarización evaluatoria.

Habrá colecciones de “instruidos” que estarán en estado de capacitación permanente para seguir siendo utilizados como recurso humano de un mundo que no diseñaron, y mucho menos pensaron. Como en las pruebas estandarizadas, más específicamente en el Operativo Aprender 16, donde los docentes son “aplicadores” y los directivos, “verificadores” de un instrumento que ni pensaron, ni diseñaron y lo peor, que además es tan secreto como el contrato entre YPF y la transnacional Chevron.

El extractivismo educativo llegó de la mano de la reforma. Muchos pensamos que otro mundo mejor no sólo es posible, sino necesario, pero para ello necesitamos de la educación en sentido social, no instrucción instrumental.

En Argentina a mediados del siglo XIX se había instalado la polémica que proponía la instrucción para las clases más humildes y la educación para las élites adineradas, modelo conceptual que sobrevive en la estructura educativa, y que es preciso superar porque en el pensamiento de la reforma está su profundización.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216473

Imagen: http://archivo.estepais.com/site/wp-content/uploads/2013/09/fernandez-a-269.jpg

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Operativo Aprender 16: las pruebas estandarizadas, otro mito del proceso de la reforma educativa

Por Darío Balvidares

Hace muchos años que venimos analizando las políticas que se van implementando con la llamada reforma educativa, y hemos visto, dicho y caracterizado el sesgo privatizador del proceso, por lo menos en dos sentidos. Uno, el negocio con la educación que realizan las corporaciones empresariales, vía fundaciones. Dos, el control de las políticas educativas a través de ong,s y universidades privadas que responden al mandato corporativo y, por supuesto, participan de las ganancias del proceso de reforma.

Hemos señalado el debilitamiento, cada vez más intenso en lo que respecta al universo público de la educación, producto de las “recomendaciones” realizadas por los organismos internacionales y sus informes producidos por sus teóricos y técnicos desde hace más de 25 años.

De hecho el proceso de reforma es la reforma. Infinitas “capacitaciones” a docentes, a directivos, pruebas estandarizadas, ya aplicadas a docentes en México y Chile para medir el desempeño y precarizar aún más su trabajo o sacarlo del sistema. Los salarios docentes atados a incentivos que tienen que ver con las capacitaciones y, por supuesto, la productividad, a estándares de calidad jamás explicados y mucho menos argumentados.

Un breve paseo por la desertificación discursiva que aparece en algunos textos en la página del Ministerio de Educación de Chile da cuenta de los estatutos de presión que recae sobre los docentes desde el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP)

El objetivo del Sistema de Desarrollo Profesional Docente es reconocer que la docencia es una profesión y un ejercicio complejo, y por lo tanto requiere de apoyos situados y pertinentes a cada realidad. Para esto crea dos derechos: a la inducción en los primeros años de ejercicio y a la formación continua a lo largo de toda la vida profesional, de manera situada en la escuela”, destacó el director del CPEIP, profesor Jaime Veas. (…) El director del CPEIP destacó todo el trabajo que se está realizando en este ámbito, que también contempla la elaboración de estándares disciplinarios y pedagógicos para la Formación Inicial Docente (FID), los cuales se vincularán con las evaluaciones diagnósticas y a su vez con el Marco para la Buena Enseñanza (MBE), el cual se encuentra en proceso de actualización. Ambos instrumentos deberán estar aprobados por el Consejo Nacional de Educación (CNED) en un plazo de dos años.

La Ley 20.903 aborda múltiples dimensiones, desde la formación inicial docente en adelante” señaló el profesor Veas, quien destacó que cada seis años la implementación de este sistema debe ser evaluada por un organismo internacional; “esta ley tiene alojada en su interior la lógica de la mejora continua”, indicó.

En promedio, remuneraciones aumentarán en 30% para las educadoras y profesores que ingresen al Sistema de Desarrollo Profesional, pudiendo incluso llegar a duplicar sueldos actuales de acuerdo al tramo de desarrollo alcanzado.

Además de apoyo formativo preferencial, se crea una asignación que permitirá aumentar hasta en cerca de $300 mil las remuneraciones de los profesores que hayan alcanzado los más altos niveles de desarrollo dentro de la carrera y que trabajen en establecimientos de alta concentración de alumnos prioritarios.”1

Esta lógica de premios y castigos que desde los inicios de la reforma funciona como herramienta de presión en múltiples sentidos afectando directamente la subjetividad, se perfecciona tras la máscara de la profesionalización. El ejemplo de Chile y la promoción de su sistema de profesionalización muestra como “derechos” lo que en realidad son obligaciones, esta es una práctica discursiva muy generalizada en los documentos de la reforma: la carnavalización, el disfraz. Presentar una obligación como si fuera un derecho.

Por supuesto que esos “derechos” luego serán medidos por “estándares disciplinarios y pedagógicos”, “evaluaciones diagnósticas” y el monitoreo al funcionamiento: “la evaluación del sistema a cargo de un organismo internacional”. Aunque ya sabemos que si el monitoreo internacional es negativo, también los resultados recaerán sobre los docentes.

Los últimos dos textos privilegian los “incentivos” y como no puede ser de otra manera el ranking.

El proceso de reforma educativa no es más, ni es menos, que la expresión de una reforma económica que instala a la educación como mercancía dentro del mercado global; esta mercancía está valuada en miles de millones de dólares como ya lo hemos descripto y analizado en otros trabajos.

El eslogan constante de la “crisis educativa”, repetido hasta el hartazgo, nos lleva a pensar, en una primera aproximación, que los que impulsan el proceso de reforma, por lo menos desde la firma del documento de Jomtien, Tailandia, “Educación para Todos”, han fracasado en su intento de hacer una educación de “calidad”, sin embargo, contrariamente, insisten en seguir aplicando las mismas herramientas y las mismas recetas, que utilizando su propios calificativos, devienen obsoletas.

Tal vez hemos llegado al momento en que las estrategias, las herramientas y las “recomendaciones” del proceso de reforma educativa de fracaso en fracaso, para lograr sus objetivos, hayan devenido obsoletos.

Tal vez hayan sido obsoletos desde su propio nacimiento, tal vez sea porque no se trataba de una transformación en la educación, que probablemente necesitaba de adecuaciones, pero pedagógicas, didácticas, de contenidos; pero bajo la máscara de las sustituciones en los diseños curriculares, los contenidos se diluyeron. La celebrada educación por competencias sustituyó la educación en saberes (que, seguramente, deberían ser revisados).

No se recurrió a la potencia de los maestros y profesores, no. Muy por el contrario se los destrató, se los calificó de poco “motivados” y poco “capacitados”, se les puso el estigma de ser los responsables de la “crisis” y de los “malos” resultados del “avance” del proceso de reforma. También, hoy continúa ese discurso agresivo de la “resistencia al cambio”.

Los estudiantes, críticos del proceso reformista, se manifestaron en muchas oportunidades y lo siguen haciendo, enfrentando desde los dispositivos represivos (Chile), hasta las desapariciones de Ayotzinapa, así como los docentes asesinados, víctimas de la represión estatal (México).

Todo en un solo ademán de la mirada economicista de la educación.

Al principio de este artículo, hablamos del sesgo privatizador del proceso de reforma en dos sentidos que se complementan: negocio y control.

Brevemente, todo discurso sobre educación hace foco en la cuestión de la calidad, curiosamente, nunca se conceptualizó calidad: ¿qué es la calidad en educación para los reformadores?

Entonces, la calidad es algo medible por las pruebas estandarizadas, los resultados que supuestamente permitirían monitorear y producir políticas. Y qué políticas fueron las que darían más “calidad” al sistema: 180 (o más) días de clase; promocionar más la jornada extendida para que los estudiantes estén más tiempo en la escuela (y la entrada sesgada de fundaciones y ong’s en las escuelas gracias a la extensión); monitoreo sobre la gestión de los equipos directivos, capacitación permanente y descentralización pero con centralización de las pruebas estandarizadas, nacionales e internacionales.

Para este proceso de reforma la calidad de la educación es el resultado de las pruebas (por supuesto que, además, es un negocio millonario). Pero ese modelo sigue desde hace años mostrando decadencia o, en el mejor de los casos estancamiento tanto para los países de la región como para los Estados Unidos.

Simplemente y como anécdota, Finlandia ha sido puesto como faro por sus resultados en las pruebas internacionales PISA, lo curioso es que después de haber sido el primero en 2000, 2003, 2006, los países asiáticos hoy lideran el ranking del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA). Esta prueba establecida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)  es uno de los instrumentos centrales del proceso de reforma educativa.

En sintonía, también existe la rankeadora de universidades, la corporación QS que según sus propias mediciones establece cuáles son las universidades a nivel mundial de mayor calidad, sin distinción entre públicas y privadas, por supuesto que en los primeros puestos aparecen las de Estados Unidos y se alternan con algunas del Reino Unido (también depende de lo que pagan por este servicio).

Hablando de ranking, para Estados Unidos los resultados de las pruebas PISA 2012 fueron Matemáticas, puesto 36; Ciencias, 28 y Habilidad Lectora, 24. Aquí vale una pregunta: ¿Es creíble que sus universidades sean las de mayor calidad en el mundo? ¿O hubo fallas en las mediciones? ¿O todavía no sabemos que es calidad? ¿O algunos de los rankings mienten?

Es necesario hacer una cita de autoridad, en este punto, sobre las evaluaciones estandarizadas. Robert Glaser, sicólogo estadunidense, uno de los creadores de las pruebas estandarizadas, afirmó que “éstas no miden lo que los alumnos saben, sino la capacidad de recordar procedimientos, o reconocer un resultado cuando se les presentan opciones múltiples2. No hay demasiado para agregar. Sólo resaltar lo que dijo uno de sus creadores: “estas (las pruebas estandarizadas) no miden lo que los alumnos saben

Sin embargo, continúan siendo los vectores de la reforma, pero lo que hay que señalar ahora es que estamos frente a políticas que tienen que ver con la reforma de gestión pero difícilmente con la educación.

Políticas que no se cuestionan el sistema, sino que son instrumentos de presión sobre el último eslabón del sistema, la escuela.

Políticas de gestión y medición que ya deberían haberse desechado por ineficaces para la educación. Sólo eficientes para los intereses de los reformadores: políticos, funcionarios y sindicalistas que desde los comienzos del proceso de reforma le entregaron la educación a los economistas instrumentales del mercado, que intentan convertir la educación en una disciplina del pragmatismo al servicio de la corporación empresarial para optimizar ganancias y aumentarlas aún más con la educación como mercancía.

Así que para finalizar, podemos arriesgar, sin temor a equivocarnos que el Operativo Aprender 16 es otro instrumento fallido para la educación, más allá de los resultados que arroje, sólo será otro instrumento más de presión para los fines reformistas, pero no para educación.

Para pensar la educación están, la filosofía, la pedagogía, la psicología y la sociología, apoyándose en la historia y en la antropología; por fuera de los enfoques instrumentales y de las evaluaciones estandarizadas. Pensar la educación desde el enfoque economicista-corporativo es, de alguna manera, incluirla entre las políticas extractivas, una especie de monsantización, de monocultivo desertificante. El monoaprendizaje que incluye los resultados, como el paquete de semillas transgénicas que incluye el letal químico que desertifica e impermeabiliza la tierra, le extrae la actualización de sus nutrientes con su producción sistémica; será la instrucción del futuro, pero no la educación que necesitamos para transformar el mundo.

Los tiempos del pensamiento no son los tiempos de la transacción, los tiempos de la pedagogía no son los tiempos de la estandarización evaluatoria.

Habrá colecciones de “instruidos” que estarán en estado de capacitación permanente para seguir siendo utilizados como recurso humano de un mundo que no diseñaron, y mucho menos pensaron. Como en las pruebas estandarizadas, más específicamente en el Operativo Aprender 16, donde los docentes son “aplicadores” y los directivos, “verificadores” de un instrumento que ni pensaron, ni diseñaron y lo peor, que además es tan secreto como el contrato entre YPF y la transnacional Chevron.

El extractivismo educativo llegó de la mano de la reforma. Muchos pensamos que otro mundo mejor no sólo es posible, sino necesario, pero para ello necesitamos de la educación en sentido social, no instrucción instrumental.

En Argentina a mediados del siglo XIX se había instalado la polémica que proponía la instrucción para las clases más humildes y la educación para las élites adineradas, modelo conceptual que sobrevive en la estructura educativa, y que es preciso superar porque en el pensamiento de la reforma está su profundización.

1 Los textos citados están en http://www.politicanacionaldocente.cl/

2 http://www.jornada.unam.mx/2013/03/13/opinion/026a1pol

Artículo enviado por su autor a la redaccion de OVE

Imagen toada de; http://www.dymaburn.com/upload/5/a9/5a920a8930006885.jpg

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EE.UU: Secret Teacher: students need to know bad grades aren’t the end of the world

EE.UU./19 de agosto de 2016/www.theguardian.com

 

Resumen: Todos hemos estado allí. La noche en blanco antes del gran día. El viaje de nerviosismo a la escuela. La entrega de los sobres. Las caras de los padres dispuestos a escuchar las noticias. El sonido de celebración y sniffling haciendo eco alrededor de la sala. Esta escena familiar jugará por todo el país de nuevo en el próximo par de semanas, ya que miles de adolescentes recogen sus resultados a nivel de A y GCSE. Los estudiantes de este año han tomado sus exámenes en una olla a presión educativo. Han tenido que hacer frente a nuevos cursos, los presupuestos más ajustados (que a menudo han significado clases más grandes y menos recursos) y en constante aumento de las expectativas gubernamentales en las escuelas. Los maestros están bajo colosal presión para entregar resultados y es inevitable que habremos transferido algo de este pánico por lo menos a algunos de nuestros estudiantes. No es de extrañar, entonces, si se sienten preocupados ya que se alinean en el día de los resultados.

We’ve all been there. The sleepless night before the big day. The jittery journey to school. The handing over of the envelopes. The faces of parents keen to hear the news. The sound of celebration and sniffling echoing around the hall.

This familiar scene will play out across the country again over the next couple of weeks, as thousands of teenagers collect their A-level and GCSE results.

This year’s students have taken their exams in an educational pressure cooker. They’ve had to cope with new courses, tighter budgets (which have often meant bigger classes and fewer resources) and ever-rising governmental expectations on schools.

Teachers are under colossal pressure to deliver results and it is inevitable that we will have transferred some of this panic to at least some of our students. Little wonder, then, if they feel apprehensive as they line up on results day.

Related:Take it from an examiner, your students’ exam results could easily be wrong

Many students will have worked hard and been rewarded, and nothing should detract from their achievements. But let’s talk about the ones who are disappointed.

If we have given the impression, consciously or otherwise, that these exams will make or break their lives, then we will have created sense of failure in these young people. Add a load of friends proudly posting their dazzling results on social media, and you have a potentially toxic mix. But they shouldn’t despair. Here’s why.

First, I have marked GCSE and A-level exams. That grade may feel incredibly personal, but it’s not. Whoever marked it may well have marked dozens that day and in all likelihood will themselves have been under pressure to get through as many as they could as the deadline loomed. For them it was just another paper they had to mark before they could have dinner or go to bed. A low mark is not a personal slight.

Second, the reliability of marking is seriously questionable. The scale of the operation is massive: hundreds of people scattered all over the country attempting to mark thousands of scripts at the same level over the course of a few weeks. Many of them never even meet another examiner face-to-face. It’s a fact of life that some of them (sometimes quite a few of them) get it wrong. The exam boards do what they can to mitigate against this, but it’s an uphill battle.

But above that, what do exams actually test anyway? Memory, certainly. They test time management. They test elements of competence in individual subjects. But, ultimately, they really test how good a person is at sitting exams – and this is even more true with the demise of coursework from many areas of the curriculum.

They are infinitely less effective at testing passion, inspiration and potential. And I’ve yet to come across an exam that can assess honesty, loyalty or sense of humour.

I think about my students: the girl who was so nervous that she could hardly speak before giving a presentation but who persevered and nailed it. I think of the boy who put his hand up unprompted to say that he had really enjoyed it. I think of the girl who waited behind after nearly every lesson to clarify or expand on the points raised. And I think of the boy who set up a support and study group for other students who struggled with understanding English.

Related:How can we combat the teacher shortage in deprived areas?

Academic glory might not be on the cards for them, but I have no worries whatsoever about them carving their places in the world. They may not leave school with an array of A*s, but they have qualities that will stand them in good stead in whichever line of work they choose to pursue.

And if all that sounds a little airy-fairy, it’s worth stating that, while I can’t deny that academic results can open doors to certain careers, it’s certainly not the case that they are the only route to fulfilment and prosperity. Just look at the recent finding in Australia that plumbers and electricians earn up to twice as much as lawyers.

So good luck with results day. But let’s all of us, teachers, parents and students, whether things go our way or not, remember that there is far more to life.

Tomado de: https://www.theguardian.com/teacher-network/2016/aug/13/secret-teacher-students-need-to-know-bad-grades-arent-the-end-of-the-world

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Puerto Rico: FMPR denuncia desorden monumental en las escuelas.

Centro América/Puerto Rico/16.08.2016/Autor y Fuente: http://elvocero.com/

La Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) denunció hoy que, a pesar de las expresiones del secretario del Departamento de Educación, Rafael Román, quien aseguró que apenas faltaban 270 plazas de maestros por nombrar, a dos semanas de iniciado el semestre escolar las escuelas exhiben “un desorden monumental”.

El semestre arrancó el pasado 1 de agosto y, según la FMPR, muchas escuelas no están al día.

“La falta de maestros, el hacinamiento de estudiantes, niños del programa de Educación Especial de salones a tiempo completo varados en sus casas ante la falta de nombramiento de sus maestros, los asistentes (T1) o porteadores y los problemas de planta física inadecuada son la orden del día, afectando el derecho de los niños a recibir una educación de calidad”, expresó Mercedes Martínez, presidenta de la FMPR.

La FMPR sometió un listado de numerosas escuelas con plazas vacantes, exceso de estudiantes en los salones y otros problemas. “Invitamos a la prensa a visitar las escuelas para que, más allá de los reclamos mediáticos del secretario Rafael Román, puedan comprobar el desorden monumental”, afirmó Martínez.

La líder magisterial se refirió al problema de hacinamiento de estudiantes en los salones como uno de los responsables del bajo aprovechamiento.

“Está comprobado que a mayor cantidad de estudiantes por salón, más deficiente es el proceso de enseñanza. No es posible dar una atención individualizada a los niños ni atender las necesidades de cada cual mientras no se establezca un tope de estudiantes por salón. Si no es racional, no podremos esperar un mejoramiento dramático en los índices de aprovechamiento”, apuntó.

A su juicio, el recién firmado convenio colectivo entre el Departamento de Educación y la Asociación de Maestros dejó en manos del secretario determinar el tope de estudiantes por salón, validando “el hacinamiento rampante en los salones de clase”.

La FMPR cuestionó que, dentro de ese marco de deficiencias, “se pretenda evaluar a los maestros usando de referencia el resultado de pruebas estandarizadas y otros criterios, cuando el sistema educativo propende a no alcanzar objetivos de mejoramiento. El convenio colectivo tampoco contiene protecciones contra un proceso de evaluación injusto”, explicó Martínez.

La organización magisterial invitó al secretario Román a “echar a un lado los bombos y platillos de la autocomplacencia y enfrentar el problema sin demagogia”.

“Nuestros estudiantes necesitan a todos sus maestros nombrados. No podemos tener niños que, al día de hoy, aún no han comenzado sus clases. No podemos tener salones con 30, 35, 38 o 45 estudiantes. Esto es un abuso institucional contra los niños por parte del sistema educativo y una violación a las condiciones de trabajo de los educadores”, sentenció la sindicalista.

La FMPR anunció que, junto a los grupos que componen el Frente Amplio en Defensa de la Escuela Pública (Fadep), realizarán su primera manifestación frente a las oficinas del secretario de Educación en Hato Rey el jueves, 25 de agosto, a las 3:30 de la tarde.

Fuente: http://elvocero.com/fmpr-denuncia-desorden-monumental-en-las-escuelas/

Imagen: http://elvocero.com/wp-content/uploads/2016/04/196A03211.jpg

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Entrevista: “La evaluación educativa debe ser desarrollada por docentes en el aula”

16 de agosto de 2016/Por Fabíola Munhoz, de la CLADE

Rasheda Choudhury, de CAMPE Bangladesh y de la CME, comenta la aplicación de pruebas estandarizadas como forma de medir la calidad educativa, así como las contradicciones de los actuales indicadores globales para el seguimiento de la Agenda de Educación 2030

Con miras a impulsar enfoques innovadores de las calidades educativas en la agenda de educación post-2015, invitamos Rasheda Choudhury, representante de CAMPE Bangladesh y de la Campaña Mundial por la Educación (CME), a comentar la aplicación de las pruebas estandarizadas como forma de medir la calidad educativa, así como los límites y contradicciones de los actuales indicadores globales para el seguimiento de la Agenda de Educación 2030. Lea la entrevista completa a continuación.

La aplicación de pruebas estandarizadas en larga escala, como una forma de medir la calidad educativa, ha sido promovida internacionalmente, así como en diferentes países de América Latina y el Caribe. ¿Cuál es el paradigma que está por detrás de este tipo de política y qué intereses lo han movido?

Rasheda Choudhury – Este paradigma se ha desarrollado a lo largo de los años. En el nuevo milenio, la educación ha sido considerada como un tipo de servicio por ciertos grupos. Empresas e instituciones internacionales monetarias y financieras, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y otros bancos regionales empezaron a promover la educación como una commodity (mercancía), y sus intereses han motivado el desarrollo de políticas en base al concepto particular de la educación como un servicio, y no como un derecho humano, un bien público.

Los intereses que impulsan este paradigma son, en su mayoría, excusos y comerciales, como es el caso de las instituciones financieras internacionales que vienen promoviendo la industria de las pruebas. El Banco Mundial, por ejemplo, no está preocupado con los bienes públicos. Al contrario, está interesado en hacer negocios y obtener lucro con estos bienes.

En Bangladesh, ¿cuáles son las principales consecuencias de la aplicación de este tipo de prueba en la definición de los currículos y en las relaciones interpersonales en las escuelas, particularmente en las vidas de niñas, niños y sus familias? ¿Cómo esto también afecta la profesión docente?

Antes no teníamos este tipo de test en mi país. Solíamos tener pruebas de evaluación regulares y normativas en el interior de las salas de aula, que eran conducidas por las y los docentes. Sin embargo, en 2009, el gobierno introdujo exámenes públicos aplicados al 5º año de la educación primaria, lo que empezó a crear todo tipo de discrepancias e implicaciones negativas en lo que toca a las relaciones interpersonales en las escuelas, especialmente en niñas y niños. Por ejemplo, una/o estudiante del 5º año de la educación primaria en Bangladesh, hoy se despierta en la mañana, va a la escuela, después regresa del aula, tiene que ir a clases de entrenamiento que son ofrecidas por empresas o individuos, y entonces vuelve a su casa, tiene que hacer las tareas y, en seguida, nuevamente prepararse para los exámenes. ¡Pobre niña/o! Toda su jornada ha transcurrido alrededor de los test y del esfuerzo para desempeñarse bien en estas pruebas.

Esto es lo que hemos experimentado en nuestro país y, en este contexto, desde CAMPE Bangladesh, empezamos a desarrollar una jornada de investigaciones con miras a recoger evidencias que pudieran enseñarle a los gobiernos y tomadores/as de decisión que estas pruebas son más nocivas para las y los estudiantes de lo que se imaginan. Las pruebas no son exclusivamente conducidas por el poder público y tampoco su aplicación garantiza la calidad de la educación. Nuestras/os estudiantes no están aprendiendo, están gastando dinero. Esto se ha convertido en un negocio tan grande, que inclusive las madres y padres con menos ingresos son forzadas/os a comprar libros de texto y manuales para que se entrenen en este tipo de test. Asimismo, son forzadas/os a enviar a sus hijas/os a centros de entrenamiento privados, fuera del sistema formal y público de enseñanza.

Esto también está afectando a la profesión docente, pues ahora las y los maestras/os están más interesadas/os en trabajar en estos centros privados que en instituciones y escuelas del sistema educativo formal, pues quieren garantizar que sus estudiantes tengan mejor desempeño en las pruebas estandarizadas. En ese sentido, la profesión docente ha sido afectada éticamente, y se ha vuelto un negocio.

¿Nos podrías comentar la relación entre estas pruebas y el mercado que se crea alrededor de su diseño e implementación? ¿En qué medida la ganancia de determinadas empresas promueve su aplicación?

La aplicación de estas pruebas estandarizadas la promueven tomadoras/es de decisión y el Ministerio de Educación de Bangladesh. Inicialmente, se pensó que estaban haciendo un buen trabajo en evaluar a niñas y niños que concluían la educación primaria. Sin embargo, poco a poco, se fue ampliando su comercialización, y las empresas juegan un papel fundamental en el diseño de estas evaluaciones. Con su aplicación, las y los estudiantes son obligadas/os a matricularse en centros particulares de entrenamiento y a comprar libros de texto sobre las pruebas, lo que implica distintas motivaciones de lucro.

Inclusive los gobiernos ya calcularon que hay un negocio de cerca de 100 millones de dólares alrededor de la industria de los test. El propio gobierno de Bangladesh se ha quedado preocupado con esta situación, pues la existencia de centros de entrenamiento privados para las pruebas está generando discrepancias e inequidades entre las y los estudiantes. Aquellas/os que pueden pagar los centros de entrenamiento particulares logran mejores resultados, mientras que las personas con menos ingresos se privan de aprender en el sistema público. Esta situación promueve la segregación en el sistema educativo, y es totalmente impulsada por fines lucrativos.

¿Cómo crees que deberían ser las evaluaciones educativas en un marco de derechos humanos? ¿Qué rol deberían jugar estudiantes y docentes en la definición de estas pruebas?

Los marcos de derechos humanos contienen el entendimiento de que niñas y niños son niñas/os. Ellas/os no son instrumentos de test, no son máquinas, ni robots que pueden ser examinados cada cierto tiempo para que se desempeñen mejor. Esto es algo que debemos respetar en un marco de derechos humanos. La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño de la ONU ha mencionado, categóricamente, que niñas y niños deben tener tiempo de jugar, de ocio, de diversión, etc.. La industria de los test no está preocupada con esto. Ciertamente deben existir las evaluaciones educacionales, no queremos escaparles. Necesitamos saber si nuestras/os niñas y niños se están desempeñando bien o no, pero este proceso debe desarrollarse en el aula, en una evaluación normativa y regular que sea conducida por docentes, no por instituciones lucrativas o centros privados de entrenamiento.

En lo que toca al papel de estudiantes y docentes, las y los maestras/os son la fuerza orientadora en las salas de aula. En un marco de derechos humanos, deben ser muy cautelosas/os en no violar los derechos de las niñas y niños, además de prudentes respecto a sus propios derechos. En ese sentido, deben estar preparadas/os para la sala de aula, deben estar debidamente motivadas/os y formadas/os para relacionarse con las niñas y niños en la educación primaria, tratándolas/os como niñas/os, no como máquinas. Si están motivadas/os y son profesionales bien preparadas/os, no deben temer las evaluaciones. Deben promover y practicar el marco de derechos humanos en el aula, y a la vez evaluar a sus estudiantes, trabajando para que superen sus dificultades.

Ha habido un intenso debate sobre la definición y el diseño de indicadores globales para el seguimiento de la Agenda de Educación 2030. ¿Cuál es su opinión sobre la inclusión de un indicador global que determina la aplicación de evaluaciones estandarizadas a niñas y niños del 2º y del 3º año de la educación primaria?

Estoy realmente chocada con esta situación. Después de llevar casi dos décadas como activista por el derecho a la educación y otros derechos, me encuentro en medio a este debate, como si fuera correcto aplicar pruebas estandarizadas al 2º y al 3º año de la primaria. Eso no tiene ningún sentido, pues las y los estudiantes de esta franja de edad deben ser evaluadas/os por docentes bien preparadas/os en las salas de aula, no a través de pruebas estrictas conducidas por centros de entrenamiento privados, o exámenes aplicados por el poder público en base a indicadores.

Todavía no creo que eso se haya incluido entre los indicadores globales de la Agenda de Educación 2030. Sin embargo, sigue el debate al respecto, pues muchos países, entre ellos Francia y los integrantes del Grupo de América Latina y el Caribe (Grulac), se han posicionado en contra de la aplicación estas pruebas estandarizadas. Estamos hablando de niñas/os de 6 a 8 años de edad, que no deberían ser examinadas/os de esta manera. Debería haber un indicador respecto a la necesidad de crear evaluaciones regulares que se apliquen a las/os estudiantes en el aula, apoyando su aprendizaje y facilitando el proceso de enseñanza.

Aún podemos incidir para modificar los indicadores temáticos de la Agenda 2030. Tenemos un largo camino en lo que toca a convencer a las/os líderes mundiales de que un indicador como ese no debe estar en el marco de la Agenda 2030, pues vulnera los derechos humanos. Y empezaremos esa labor de incidencia a nivel nacional, no apenas luchando en los planes ético o ideológico, sino confrontando también los intereses económicos involucrados.

¿Cuáles son, en tu opinión, las dimensiones centrales de una educación de calidad?

La educación de calidad para nosotras/os es el completo bien-estar de las niñas/os, especialmente en la primaria. Las niñas y niños deben tener acceso a conocimientos y desarrollar las habilidades que se requieren para que puedan avanzar a la próxima etapa de estudios. Pero la educación no significa solamente aprendizaje. Un ser humano completo debe tener valores y conocimientos necesarios para ejercer su ciudadanía en este siglo, para ejercer su ciudadanía global. Estamos hablando de niñas y niños de la educación primaria, que tienen derecho a un tiempo de diversión y ocio, y deben practicarlo para que puedan ejercer su ciudadanía global, adquiriendo conocimientos y habilidades y desarrollando el placer por aprender.

Fuente:http://www.debatebuenaeducacion.org/index.php/entrevistas/45-la-evaluacion-educativa-debe-ser-desarrollada-por-docentes-en-el-aula-no-por-instituciones-que-buscan-el-lucro

Imagen: http://www.debatebuenaeducacion.org/images/Bangladesh.jpg

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El nuevo modelo educativo propuesto por la SEP es correcto pero incumplible.

Aunque el modelo planteado tiene propuestas innovadoras y metas ambiciosas, enfrenta como obstáculo la desigualdad que hay en el país, y resistencias políticas, mencionaron especialistas.

América del Norte/México/Fuente:http://www.animalpolitico.com/

Por: Nayeli Roldan.

Investigadores coinciden en que el nuevo modelo educativo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), presentado el pasado jueves 21 de julio, tiene un diseño correcto, con propuestas innovadoras como la libre elección de materias y metas ambiciosas, pero es “incumplible” en un contexto tan desigual como el mexicano.

Quien diseñó el proyecto, dice, desconoce la complejidad de este país, mientras que las opciones de materias de las escuelas pueden parecer “superficiales” y no pensadas para las necesidades de las comunidades escolares.

Aunque la propuesta presentada por el secretario de Educación, Aurelio Nuño, atiende la corriente pedagógica que propone más autonomía en las escuelas y menos estandarización, para concretarla se necesitan maestros que dominen las opciones de los distintas materiales educativos e infraestructura que no tiene la mayoría de las escuelas en el país.

Una de las principales omisiones es la “desconexión” entre el nuevo modelo educativo y los procesos de evaluación establecidos como parte de la Reforma educativa.

Aunque se habla de “autonomía” para un nuevo modelo de aprendizaje, la evaluación para alumnos y maestros seguiría igual: estandarizada y ligada a recompensas económicas y sanciones administrativas, explica Díaz Barriga.

La autonomía propuesta “se contrapone” con el plan de evaluación actual que supone que el estudiante tiene conocimientos de temas estandarizados.

Por eso, dice Díaz Barriga, integrante de la Academia Mexicana de las Ciencias, debería haber “un giro” a las mediciones, para sustituir la evaluación de individuos por una “visión social”, que evaluaría a las escuelas y las metas alcanzadas a mediano y largo plazo y no cuestiones cuantitativas, como ocurre ahora con el sistema de puntajes en las pruebas estandarizadas.

La desigualdad y la grilla, los obstáculos:

Alma Maldonado, investigadora en educación del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), considera que con la autonomía curricular “la inequidad puede ser más obvia”.

Es decir, no está claro cómo serán estos espacios de autonomía, ni cómo las escuelas van a resolver las deficiencias ni las condiciones de los maestros para distribuir sus tiempos de clase e incluso si les pagarán horas extras.

Se debe considerar que una primaria urbana es diferente a una multigrado. En esta última, el profesor atiende a alumnos de grados distintos en un mismo espacio. Entonces, ¿estos estudiantes podrían recibir clases de educación financiera, pensamiento algorítmico o programación? O las condiciones sólo les permitirá tener lecciones de artesanías locales o tradiciones regionales, explica Maldonado.

Pero para concretar la propuesta curricular no sólo intervienen elementos escolares, sino también políticos, considera Carlos Ornelas, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien señala que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la disidencia, encabezada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), pueden aplicar u obstruir la propuesta de la SEP.

Aunque se trata de una propuesta con la “lógica correcta”, los efectos no se verán en el corto plazo, pero sobre todo Aurelio Nuño debe hacer “un trabajo político fino para lograr los consensos”, dice Ornelas, autor y compilador de 13 libros sobre educación.

Por ejemplo, “la burocracia de las secretarías no las controla la SEP, sino el SNTE”, y lo mismo ocurre en los bastiones de la CNTE como Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Michoacán, dice Ornelas.

Los gobernadores de los estados son otro factor para poder aplicar el proyecto. Aunque en el discurso aseguren su apoyo, en la práctica “no están dispuestos a entrarle porque no tienen incentivos”.

La SEP los deja fuera, como ocurrió con el Pacto por México, donde el presidente hizo alianzas con los principales partidos políticos para aprobar las reformas estructurales.

Para Ornelas, aplicar el nuevo modelo educativo es difícil, pero “no imposible”.

Si los factores contribuyen, podrían lograrse avances en al menos ocho años. Sin embargo, dice, un país como Finlandia logró uno de los mejores sistemas educativos en el mundo después de 30 años, con el mismo partido en el poder.

Fuente: http://www.animalpolitico.com/2016/07/investigadores-dicen-que-el-modelo-educativo-de-la-sep-es-incumplible/

Imagen: http://static.animalpolitico.com/wp-content/uploads/2016/07/Modelo-Educativo-960×500.jpg

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