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¿A quién le importa la carrera docente?

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

El Estatuto o carrera profesional ha vuelto a la conversación. Una reivindicación sindical histórica de la que habla la ministra Celaá. Preguntamos a algunas docentes sobre el tema.

El desarrollo profesional a lo largo de la vida, la carrera docente… Reivindicación histórica de los sindicatos, frustrada en 2007 por el alto nivel de inversión que requería en su momento, al borde de la crisis económica que enterró este asunto durante más una década.

La nueva ministra ha hablado desde que tomó posesión, de la necesidad de desarrollar una carrera docente, un Estatuto (dependiendo de quién lo nombre y si hay consenso en alguna denominación). Quiere reilusionar a los docentes estudiando, de entre diferentes documentos ya expuestos sobre la mesa, las posibilidades de creación de un marco para la vida laboral de medio millón de docentes (de la pública).

Pero, ¿le interesa de verdad al personal docente este asunto? Hemos preguntado a algunas docentes, de diferentes lugares del país, de diferentes niveles de la educación obligatoria. La respuesta rápida podría ser que no les interesa esto de la carrera.

No porque no sea una buen aidea, sino porque los problemas que hoy se plantean en las aulas son mucho más acuciantes que ver si acumulando formación consigo un mejor salario o puedo moverme de centro a otro que me motive más o puedo llegar a la dirección o la inspección en cierto número de años.

Un posible Estatuto Docente supone asumir una serie de costes para pagar esa formación a lo largo de la vida, para pagar las subidas salariales que, eventualmente, puedan ir sumadas a esta formación. Dinero es, en definitiva, el mayor de los escollos a la hora de hablar de la carrera.

También lo es para las maestras y profesoras a la que hemos consultado. “Nuestras necesidades -nuestras urgencias- son otras. Lo que necesitamos son condiciones dignas para desempeñar bien nuestro trabajo: ratios razonables; currículos sensatos; un replanteamiento de nuestra jornada laboral que haga posible la reflexión sobre la práctica, la coordinación docente, la conversación y la escucha. Las necesidades que hay que atender con más urgencia son las del alumnado. Pongan ahí el foco. En la pobreza infantil, por ejemplo”. Así se expresa por correo electrónico Guadalupe Jover, profesora de Lengua y Literatura en un IES de Collado Villalba (Madrid).

Este del Estatuto-carrera docente es uno de esos temas que en algunos círculos se levantan cada cierto tiempo. Nos comentaba un docente ya jubilado, en una conversación informal, que efectivamente es un tema que no preocupa en los claustros. Sí lo preocupan el alumnado, la falta de recursos, la formación inicial y continua… Además, opinaba que hablar del Estatuto en muchos casos se utiliza como cortina de humo, para distraer la conversación de temas que sí preocupan y, admeás de urgentes, son importantes.

“No te creas que yo tengo una idea muy formada sobre el estatuto docente. Creo que es una reivindicación de los sindicatos pero no tanto de docentes”, nos cuenta Margarita (nombre ficticio), una maestra que opina que “sería importante abordarlo pero nunca ha sido una lucha latente entre los docentes”.  Un gremio que, según dice, es muy individualista. “Temas como las jubilaciones anticipadas docentes o las enfermedades propias de los docentes, al final solo nos importan cuando nos vemos afectados directamente”.

Otra maestra, de la provincia de Sevilla y que tambien prefiere no dar su nombre, habla de manera parecida. En su caso, de hecho, confiesa no tener una opinión sobre el Estatuto o la carrera.

Como comentaba la ministra hace unos días en la entrevista que publicamos en este periódico, la necesidad de desarrollar una carrera es la de cada docente sepa que “no siempre va a quedar en la misma posición”. “Llevo treinta años de oficio en secundaria, afirma Guadalupe Jover, y jamás se me ocurriría pensar que sigo en la misma posición en la que entré. No quiero estar en otro lado. Soy feliz en las aulas. Lo que quiero es estar en donde estoy… de otra manera”.

Jover también mete mano al asunto de las evaluaciones del personal docente. Evaluaciones que servirían bien para conseguir mejoras salariales, bien para hacer méritos en el currículo. “No hay que pagar más a quien hace mejor su trabajo. Hay que redoblar el celo para que ningún docente haga dejación de su responsabilidad profesional, y hoy por hoy la administración educativa está muy lejos de asegurarlo. Todos conocemos casos tan excepcionales como sangrantes. Y los agraviados no son ‘los otros docentes’. Quien sufre el daño es el alumnado”.

También en relación con las evaluaciones y su posible efecto en los méritos del curíclo del personal docente, Guadalupe Jover vuelve a la carga: “Cuando investigamos, montamos grupos de trabajo, elaboramos materiales didácticos o ponemos por escrito nuestras reflexiones no buscamos hacer currículum. Lo que queremos, es sencillamente no tener que ir siempre contracorriente y que hacerlo no requiera una suerte de sacerdocio. Nos basta con poder trabajar en paz”. Sentencia esta docente de Secundaria.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/10/a-quien-le-importa-la-carrera-docente/

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¿A favor de quién y de qué educamos? Educación y significado

Por: Carlos Aldana

Si tenemos la dicha de ser parte de esa comunidad de hombres y mujeres que se dedica a la labor de educar a niños, niñas y jóvenes, no podemos darnos el lujo de que nuestro día a día tenga lugar sin nuestro aporte concreto, sensible y comprometido a favor de los grandes cambios que el mundo necesita.

Pasar nuestra vida por las aulas sin tener muy claro por qué, para qué y desde qué sentires y valores lo hacemos, es desperdiciar la enorme oportunidad de contribuir en el cambio de sensaciones, pensamientos, comportamientos y creencias que las jóvenes generaciones merecen en su educación escolar. Trabajar como profesores sin llamadas íntimas, sin convicciones sobre el aporte político y social de cada una de nuestras acciones docentes, por muy pequeñas que sean, es abandonar el significado de nuestra labor educativa y pedagógica.

Es necesario, urgente e innegociable, que encontremos y fortalezcamos el significado de nuestro compromiso educador. Necesitamos construir un clima y una vivencia educativa con nuestros estudiantes que se basen, profunda y conscientemente, en lo que significa para nosotros el mundo actual, en lo que significa educar, en lo que significa cada acto y recurso que empleamos en esas horas didácticas. En otras palabras, que esa labor por la que nos pagan un salario no represente solo un medio -por muy insuficiente que sea- para sobrevivir materialmente, sino que sea el instrumento más poderoso para sobrevivir emocional y espiritualmente. Para sentir que somos actores políticos en un mundo que se centra en la política partida y tradicional y abandona la naturaleza política de las interacciones con nuestros estudiantes.

Resuena, con plena vigencia, aquella pregunta de Freire que siempre deberá estar en nuestros puntos de partida para encontrarle significado a nuestro ser docente: “¿A favor de quién y de qué educo?”. O dicho en negativo (porque también nos puede ayudar a clarificar nuestras acciones): “¿En contra de quién y de qué educo?”.

Estas preguntas constituyen las ventanas por las que se asoma el significado de nuestra tarea. Todo pequeño acto, todo gran esfuerzo, la calidad de los procesos de aprendizaje que dirigimos, las dificultades a las que nos enfrentamos, las contradicciones con las autoridades educativas, las ingratitudes de padres de familia, la incomprensión misma de ciertos estudiantes, el cansancio, etcétera, todo eso es posible de superar cuando sabemos que lo hacemos con un significado ético y político. Ese significado que se aclara cuando podemos responder a esas interrogantes freireanas.

No puede negarse el riesgo de que nos emocionemos por un tiempo alrededor del significado y luego la realidad concreta, difícil y complicada de nuestro día a día en las aulas nos ahogue de nuevo en un activismo didáctico sin significado. Ese riesgo está allí porque humanamente caemos y retrocedemos. Pero en la medida que sea profunda la búsqueda de todo aquello que le otorga sentido a nuestra labor, en esa medida el riesgo podrá ser minimizado.

Cuando educamos a favor de las transformaciones integrales en nuestras sociedades, también estamos a favor de aquellas poblaciones que más sufren la exclusión, la ignorancia provocada, la negación de una comprensión profunda de su propia realidad. Eso significa que educamos en contra de la manipulación, de la utilización de lo educativo a favor de intereses sectarios, de carácter económico y político, de una falsa globalización que encadena a pueblos a la mirada y el interés de grandes transnacionales.

En realidad, en un mundo como el nuestro, no debiera ser tan difícil encontrarle significado a lo que hacemos como profesores. Porque la realidad difícil y compleja de un mundo injusto siempre se refleja y proyecta en ese microcosmos que es el aula. Es nuestra responsabilidad abandonar la indiferencia ante la negación de la dignidad en aulas. Solo con eso, ya hay un mundo de significado para nuestra labor.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/09/a-favor-de-quien-y-de-que-educamos-educacion-y-significado/

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Maestras cubanas y su obra creadora

Por: Marta Denis Valle
Con una hermosa tradición y notables logros en décadas pasadas, merecedores de honrosas distinciones, las docentes cubanas se caracterizan hoy por su alta calificación y desempeño frente al aula y en cargos de gran responsabilidad.

Mujeres representan el 81,9 por ciento de los profesores, maestros y científicos de este país.

Esto se corresponde al hecho de ocupar el 60,5 por ciento de los graduados de la educación superior y el 67,2 por ciento de los técnicos y profesionales, y permanentemente se empeñan en la constante elevación de su formación integral.

La más reciente promoción llevó el pasado agosto a la Doctora en Ciencias Osana Molerio Pérez, al cargo de rectora de la Universidad Central Marta Abreu, de central provincia cubana de Villaclara.

La antes decana de la Facultad de Psicología de ese centro de estudios superiores, es autora de una metodología para el diagnóstico y atención psicológica de pacientes con hipertensión arterial esencial y de otras investigaciones.

Tomemos, en primer término como referencia, el resultado de los últimos comicios legislativos, efectuados el 11 de marzo de 2018, en que de los 605 miembros elegidos, 322 mujeres constituyen el 53,22 por ciento de los integrantes del Parlamento cubano, algo sin precedentes.

Entre esas diputadas de la IX Legislatura un grupo de ellas, destacadas educadoras, ocupan importantes responsabilidades:

Alicia Roberta Alonso Becerra (61 años, Doctora en Ciencias Técnicas), rectora de la Universidad Tecnológica de La Habana.

Arelys Falcón Hernández (49 años, especialista de Segundo Grado en Medicina Intensiva y Emergencias), rectora de la Universidad de Ciencias Médicas de la provincia de Cienfuegos.

Leyda Finalé de la Cruz (54 años, Ingeniera Industrial), rectora de la Universidad de la provincia de Matanzas.

Miriam Nicado García (58 años, Doctora en Ciencias Matemáticas y Profesora Titular), rectora de la Universidad de las Ciencias Informáticas.

Aurora del Carmen Ramos de las Heras (54 años, Máster en Ciencias de la Dirección), rectora de la Universidad de la oriental provincia de Las Tunas.

Diana Sedal Yanes (45 años), rectora de la Universidad de Oriente (Santiago de Cuba), antes decana de la Facultad de Ciencias Sociales de ese alto centro de estudios.

Adianez Taboada Zamora (49 años, investigadora y profesora), rectora de la Universidad Agraria de la Habana.

Otras diputadas son maestras frente al aula y en labores de dirección:

Norguis Caballero Rojas (44 años, Licenciada en Educación Primaria), directora de una escuela en la localidad de San Serapio, provincia de Camagüey.

Marcy Reinoso Torres (51 años), profesora y directora del Instituto Politécnico Ángel Ramírez Pedroso, de Pinar del Rio.

Caridad Acosta Acosta (46 años), maestra de escuela primaria rural, en la provincia de Pinar del Río.

Yulkanne Babastro Marrón (40 años, Máster en Ciencias de la Educación), profesora de informática en la Ciudad Escolar 26 de Julio (antiguo Cuartel Moncada), en Santiago de Cuba.

Sannia Esquivel Romero (47 años, Máster en Ciencias de la Educación), maestra en la escuela primaria Carlos Manuel de Céspedes, Santiago de Cuba.

Maricela Figueredo Rosales (37 años, Licenciada en Informática), maestra de la Escuela Primaria Jesús Figueredo Pantoja, ubicada en la ciudad de Yara, provincia Granma.

Marisol Iznaga Morfa (52 años, Máster en Ciencias de la Educación), profesora de Educación Física en la Escuela Secundaria Básica Urbana Rigoberto Balsinde, ciudad de Palmira, provincia de Cienfuegos.

Glennis López Mojena (39 años, Licenciada en Informática), maestra de la Escuela Primaria Juan Matos Fonseca, en la provincia Granma.

Miriela Lugo Iglesia (39 años), profesora de inglés en un seminternado ubicado en Sierra de Cubitas, provincia de Camagüey.

Idalmis Rosa Mendoza del Toro (47 años, Máster en Ciencias de la Educación), profesora de la sede universitaria de Baraguá, municipio ubicado al sureste de la provincia de Ciego de Ávila.

Ommeris Trápaga Amaro (44 años, Licenciada en Derecho y Doctora en Ciencias Políticas), profesora del Instituto Superior del Ministerio del Interior.

Dalia Aguilar González (45 años), metodóloga de la Enseñanza Primaria, en la Dirección de Educación del Municipio Venezuela, Ciego de Ávila.

Yuleydis Cruz Betancourt (48 años, maestra de enseñanza primaria y directora); promovida a metodóloga de la Dirección Municipal de Educación de Manatí, municipio ubicado al noroeste de la oriental provincia de Las Tunas.

Sara Iris Rodríguez Ramírez (46 años), profesora de español-literatura en un politécnico y un instituto preuniversitario; promovida a metodóloga de esas asignaturas en la Dirección municipal de Educación de Las Tunas.

NOTABLES MAESTRAS DEL SIGLO XX CUBANO

La humilde escuelita cubana, huérfana de abundantes recursos económicos oficiales, nunca careció del talento y dedicación de maestras siempre recordadas por sus alumnos en los 60 años de vida republicana bajo la tutela neocolonial de Washington.

Este es el caso de Dulce María Borrero (1883-1945) y María Luisa Dolz (1854-1928); la primera poetisa, bibliógrafa y notable pedagoga, y la segunda, maestra de primaria elemental y superior; y Doctora en Ciencias Naturales.

Cuando triunfó la Revolución, en 1959, un grupo importante de maestras y profesoras en ejercicio pusieron sus conocimientos al servicio de la nueva Cuba, así como los 10 mil maestros desempleados, en su mayoría del discriminado sexo femenino.

Asumieron con entusiasmo asesorar la Campaña Nacional de Alfabetización, realizada en 1961 por alrededor de 100 mil brigadistas, estudiantes casi niños, muchos de los cuales abrazaron el magisterio para siempre.

La Reforma Universitaria de 1962 contó con profesoras extraordinarias en las ramas humanísticas como Vicentina Antuña (1909-1993), Mirta Aguirre (1912-1980), Rosario Novoa (1905-2002), Hortensia Pichardo (1904-2001), Dulce María Escalona (1901-1976) y Estrella Rey (1921-2008), entre otras.

Fueron seguidas por jóvenes talentosas, entre ellas Isabel Monal (1931), María del Carmen Barcia (1939), Daysi Rivero (1939) y muchas más hasta el presente.

A Sarah Isalgué (1894-1989) y su esposo Salvador Massip (1891-1978), eminentes geógrafos y educadores, se debe El Atlas Nacional de Cuba, obra que revolucionó los métodos de aprendizaje del conocimiento geográfico del país.

Leonela Inés Relys Díaz (1947-2015), una joven alfabetizara en 1961, creó el método cubano ‘Yo, sí puedo’, un programa para poner fin al analfabetismo, el cual se aplica en numerosos países.

De la cantera del año 1961 brotaron cientos de educadoras como María Teresa Ferrer Machado (1947), maestra de primaria, terapeuta en la Especialidad de Retraso Mental, Licenciada en Pedagogía-Psicología y Doctora en Ciencias Pedagógicas.

Para esa diputada de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional (2008-2013) y entonces Miembro del Consejo de Estado, una de las distinciones que más apreció es ‘Profesora tiza de oro’, otorgada por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU). Fue vanguardia nacional durante nueve años.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=215045&SEO=maestras-cubanas-y-su-obra-creadora
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5 películas sobre la escuela

Hemos seleccionado 5 títulos de películas de ficción y documentales que tratan la escuela desde diferentes perspectivas y lenguajes. En todas ellas, se pone en valor la educación como herramienta transformadora.

Camino a la escuela

Tráiler: https://vimeo.com/186298203

Este bello documental se convirtió en todo un fenómeno de taquilla en Francia en 2013 y ganó un Premio César en su categoría. Su autor, Pascal Plisson, vivió un tiempo en Kenia, mientras trabajaba para National Geographic, y fue allí donde conoció a dos de los protagonistas de la película. “Me encontré a unos niños yendo por la sabana. Como no había visto ni su escuela ni su casa, lo único que veía eran dos chicos corriendo. Ellos iban al colegio pero no sabían si el tiempo que tardaban en llegar era de una hora o dos”. En ese épico camino hasta la escuela, los muchachos tenían que correr entre elefantes y enfrentarse a numerosos obstáculos.

A través de la historia de estos dos chavales, mostrada en el documental junto a las de otros niños que viven situaciones muy parecidas, desde Marruecos a la India o la Patagonia argentina, el cineasta entona un hermoso canto al valor de la educación. “La educación es la clave de la sociedad, porque nos hace resistentes al control de los poderosos”, asegura Plisson, y añade: “la educación es la clave para un mundo mejor”.

Que miles de niños del mundo occidental hayan visto la película, es una buena noticia para su autor, quien lamenta que a sus hijos no les guste ir a la escuela. “En nuestra sociedad muchas veces se percibe como algo aburrido o rutinario, pero para los chavales del documental el colegio es la felicidad ya que significa un pasaporte hacia una vida con mayores perspectivas”, cuenta. El documental ha sido utilizado como herramienta educativa en numerosas escuelas. Entre ellas, un colegio de Normandía en el que los maestros organizaron un pase de la película en un cine situado a 12 kilómetros. Llevaron a los alumnos caminando, bajo la lluvia y el frío, tras pedir permiso a sus padres. Una experiencia que les hizo reflexionar.

Katmandú, un espejo en el cielo

Tráiler: https://vimeo.com/38445863

Icíar Bollaín, una de las figuras más potentes de nuestra cinematografía, estrenó esta película en 2011. Inspirada libremente en el libro ‘Una maestra en Katmandú’, de la catalana Victoria Subirana, narra la historia de una maestra que decide crear una escuela en Nepal para los niños que viven en las chabolas. Los dalits o intocables, que en el sistema de castas hindú nacen y crecen sin derechos. Este hermoso y sensible relato, enmarcado en escenarios de belleza cautivadora, contiene una reflexión sobre el significado de la educación, entendida como “una llave para salir de la oscuridad y la ignorancia”.

En ‘Katmandú, un espejo en el cielo’, Nepal es un personaje más de la película. Bollaín detiene su cámara frente a sus luces y sus sombras. Paisajes fascinantes, ciudades llenas de vitalidad y alegría, pero también extrema pobreza, crueldad, corrupción y violencia. El viaje por Nepal transcurre paralelo al viaje interior de la protagonista. La maestra encuentra su lugar en el mundo, su “espejo en el cielo”, a cientos de miles de kilómetros de su tierra natal. “Esto me llamó mucho la atención. Una persona que arrastra una infancia infeliz, y vivencias traumáticas, encuentra su oportunidad de reinventarse lejos de casa. En vez de conformarse con un destino gris, como empleada en una fábrica, se convierte en una profesora excepcional en Nepal”, narra la directora.

La protagonista ayudará a cambiar las vidas de los niños más necesitados de Katmandú a través de una pedagogía transformadora, enfocada en el desarrollo y crecimiento personal. “Antes que aprender y escribir, lo importante para esos niños es quererse a sí mismos, saberse protagonistas de sus vidas”. Una de las historias más emotivas de la película es precisamente la de una niña que no recordaba su nombre. Tras nacer su hermano pequeño, había perdido su identidad. La recupera gracias al buen hacer de la maestra.

La lengua de las mariposas

Tráiler: http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-28109/trailer-19518391/

Clásico de nuestro cine reciente. Magnífica adaptación de un relato de Manuel Rivas que había embelesado a José Luis Cuerda. Según él mismo explicó en un diario de rodaje, la lectura del cuento homónimo incluido en el libro de relatos ‘Qué me quieres amor’, le había provocado “un pellizco en el hígado”, y había depositado en sus venas una “especie de aceite tibio, como de fiebre infantil”.

Ganadora del Goya al Mejor Guion Adaptado en 1999, esta conmovedora historia destila poesía y verdad. Situada en la Galicia rural de los años 30, homenajea la labor de los maestros y maestras de la 2ª República a través del inolvidable personaje interpretado por Fernando Fernán Gómez, y sus sabias enseñanzas, cargadas de humanidad y amor por la vida. “Si conseguimos que una generación, una sola generación, crezca libre en España, ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad. Nadie les podrá robar ese tesoro”, pronuncia en uno de los momentos más emotivos del filme.

La película es también un crudo relato de la traición de una población a unos ideales. Aunque José Luis Cuerda dirige su dedo acusador hacía un dictador que somete a un pueblo sin armas: “nadie tiene derecho a poner a nadie en el dilema de tener que elegir entre su propia vida y la vida de sus familiares y amigos o entre su vida, la de sus familiares y amigos, y la defensa de las convicciones de uno, de sus sentimientos o de su autoestima. De eso, entre otros muchos asuntos, quiero creer que habla ‘La lengua de las mariposas’.

El retratista

Tráiler: https://vimeo.com/80029214

Don Gregorio, el personaje del maestro en ‘La lengua de las mariposas’ interpretado por Fernando Fernán Gómez, existió en los cientos de maestros republicanos comprometidos con construir un mundo mejor junto a los niños de los años 30.
Uno de ellos fue Antoni Benaiges, a quien está dedicado este documental. Maestro catalán nacido en Mont-roig del Camp, en Tarragona, entendía la educación como una herramienta transformadora, que tenía el poder de formar a ciudadanos libres y responsables. Aplicó la pedagogía Freinet en la escuela rural a la que fue destinado, en un pequeño pueblo de Burgos, y despertó conciencias.

Creó una imprenta escolar, que sirvió como plataforma de expresión para los alumnos, quienes volcaban su creatividad, inquietudes y conocimientos en unos cuadernos que fueron distribuidos en las ‘escuelas Freinet’ de España y el extranjero. Ofreció la oportunidad a esos niños de decir que existían. Fue asesinado por el Franquismo. Financiada mediante crowdfunding, la película surge de un proyecto del fotógrafo Sergi Bernal y está dirigida por Alberto Bougleux.

Han bombardeado una escuela

Documental completo: https://vimeo.com/77693848

Escuela del Mar Fotografía: Josep Dominguez. Arxiu Fotografic de Barcelona

El documental recupera la historia de la Escuela del Mar, en Barcelona, que fue bombardeada en 1938 durante la Guerra Civil. Construida en 1922 por el Ayuntamiento de la ciudad junto a la playa de la Barceloneta, llevó a cabo una pedagogía transformadora que impactó profundamente en sus alumnos. A través del documental, diversos ex alumnos explican cómo fueron sus experiencias en aquel colegio tan especial. Rosa asegura que aquellos fueron los años más felices de su vida; Isidro explica que aquellos maestros les enseñaron “a pensar, sentir y querer”.

EL proyecto pedagógico de la escuela se sustentaba en la idea de que la educación iba más allá de la mera transmisión de conocimiento y se proponía formar a personas y a buenos ciudadanos. Apostaba por una educación pública de calidad, y daba protagonismo a los alumnos, que se encargaban de muchos aspectos vinculados con el funcionamiento de la escuela a través de distintos grupos de trabajo. El documental está dirigido por las periodistas Mireia Corbera, Anna Morejón y Sandra Olsina.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/alfabetizacionaudiovisualenlasaulas/2018/10/04/5-peliculas-sobre-la-escuela/

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“El derecho a la educación no puede depender de que una familia pueda pagar o no”. Entrevista a Clarisa Giamello

Entrevista/04 Octubre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

No acuñaron el término, pero la Fundación Educo lo puso en la palestra en España: “Los niños llave” el pasado verano, cuando señalaron que en menos de dos años se han casi duplicado hasta los 580.000 que, calcula Clarisa Giamello, su directora de Educación y Acción Social, hay ahora. Esta psicóloga de formación, experta en políticas públicas de educación y relaciones institucionales, alerta en esta entrevista de las consecuencias de la soledad de estos “niños de la llave”, que reciben ese nombre porque van al colegio con la llave de su casa colgada del cuello ante la imposibilidad de sus familias de ir a recogerlos y pasar la tarde con ellos.

¿Quiénes o qué son los niños de la llave?

Es un término que ya existía en la literatura y nosotros hemos recogido. Viene de estos niños que van al colegio, cuando salen no hay nadie en casa para abrir la puerta y por tanto suelen llevar la llave de casa colgada al cuello. Son familias que por situaciones de trabajo y conciliación los niños tienen ese espacio de tiempo en el que están solos, más o menos largo. Partimos de un dato que encontramos en 2008, cuando empezó la crisis, que decía que había 350.000 niños en esta situación. Nos empezamos a preguntar qué había pasado. A través de una encuesta nos encontramos que en 2017 se habían quedado solos 580.000 niños en el verano. Hablamos de niños en edad de Primaria, de 6 a 12 años, que se quedan solos más de tres horas por las tardes.

¿Existe una edad a la que se ya no sea un problema que se queden solos?

No, tiene que ver mucho con las características de cada familia, niño, vivienda, etc., pero sí creemos que ese proceso de autonomía se tiene que dar en un proceso de crianza que uno lleva con cada hijo o hija y no debe estar forzado por una situación laboral o de precariedad. Son estas familias que no pueden elegir cuándo es este momento en el que pueden estar solos los niños, sino que por el trabajo que tienen no pueden elegir. Esto nos llevó al concepto de los trabajadores pobres, familias que teniendo una nómina son pobres, no llegan a fin de mes. Además de no poder apuntar a niños a actividades extraescolares tienen escasez de recursos materiales, familias monoparentales o emigradas que no tienen una red, un familiar que puedan ocuparse, con lo que los niños quedan solos, en entornos aislados. Probablemente no compartan actividades, muchas familias no acuden a los comedores escolares porque no pueden pagárselo. Son familias que como tienen ingresos quedan fuera del sistema de becas y ayudas, pero tampoco pueden afrontarlo. Esto significa no estar siguiendo el ritmo de la escuela, con todo lo que implica en hábitos deestudio, alimentación, amistad y de todo tipo.

¿Para entrar en el colectivo “niño llave” la familia tiene que ser pobre?
Este es un concepto en el que se suman cosas. Por tus capacidades o situación, tus padres pueden evaluar que puedes ir y venir solo o quedarte sin compañía. Pero es una decisión tomada en la familia. Pero vemos que cuando hay una presión de no poder decidir porque hay que estar en otro lugar ya no es una cuestión de cómo las familias se organizan. Hay que construir la autonomía de los niños y niñas, pero esto no es una decisión, sino que tiene que ver con la presión del mercado laboral o con recursos insuficientes o una falta de relaciones laborales. Entonces ya sí decimos que esta presión no está permitiendo un acompañamiento de la infancia y del proceso de autonomía. Hablamos de familias que no tienen acceso a actividades extraescolares o están restringidas. El estar solo, esa autonomía, es impuesto. También hay que tener un espacio de soledad, entretenerse y organizarse el tiempo son cuestiones que hay que aprender siendo niños, pero tiene que ser con posibilidades. Hay que asegurar la crianza para que esto sea un proceso acompañado.

¿Y los otros niños de la llave?

En este proceso nos encontramos con que hay un aumento de la precariedad en la vivienda. Los alquileres han aumentado y esto ha llevado a que muchas familias tengan que subalquilar una habitación para llegar a fin de mes o tener que irse a vivir en una habitación porque no pueden pagar un piso. En los últimos cinco años han aumentado los alquileres más del 40%. El espacio vital de las familias se reduce, se comparte. Y estos otros niños de la llave viven en una casa compartida, con el espacio reducido. Y el espacio que se suele perder es el dedicado al estudio, al juego, etc. con el perjuicio que eso tiene para los pequeños. Cuanta más gente haya en una vivienda más tensión y eso genera un estrés para todos, también para los niños, claro. La idea del estudio es llamar la atención sobre el problema de la pobreza y la precariedad en la infancia, que tiene muchas miradas que hay que combinar. Es un tema económico, pero también de vivienda, de precariedad del empleo, de oportunidades educativas. Estos días hemos visto las propuestas del Comisionado para la Pobreza Infantil -nos alegramos de que el tema empiece a estar en el centro de las políticas- de aumentar las ayudas, hay que complementarlo con una mirada sobre la vivienda y el empleo, especialmente para las familias monoparentales.

¿Qué consecuencias tiene esta soledad?

Tiene muchas implicaciones. Una es la pérdida de calidad en la alimentación: si un niño tiene que comer solo hará una comida más sencilla, quizá fría. No va a cocinar una verdura. Si su madre le ha dejado algo tiene que decidir si se come eso u otra cosa. Estar solo significa estar mucho tiempo con las pantallas sin supervisión de un adulto. Al tener las llaves de casa también puede pasar que estén en parques, con otros niños mayores, pueden entrar en contacto con alcohol o drogas. También están los deberes, no tienen nadie a quién comentar, preguntarle dudas. Y sobre todo se resiente el tema de la comunicación. No hay con quien compartir, escuchar, hablar, dialogar, etc. y los niños quieren estar con sus familias. Y luego vemos conductas en las que les puede costar seguir las reglas del grupo, tienen más irritabilidad.

Uno de los aspectos interesantes que comenta es que con el aumento de la pobreza hay familias con ingresos realmente bajos que sin embargo no pueden acceder a las ayudas porque hay muchas más familias con menos o ningún ingreso…

En la encuesta que hicimos de familias con empleo, pero por debajo de la línea de pobreza, solo el 20% recibía alguna ayuda, tipo beca de comedor, etc. Sabemos que con los recortes las prestaciones se han reducido, pero con la crisis han aumentado las necesidades y hay una franja de población en situación precaria que necesita ayuda y las políticas no llegan. Uno de los pedidos que hacemos desde Educo es sobre todo con el comedor escolar. Que se gestione y amplíe. El comedor debería ser parte de la escuela, estar integrado, porque es parte de la educación de los niños. Se les garantiza la alimentación, se relacionan, se comparten hábitos alimentarios, etc. Todos los niños deberían tener acceso a ese comedor. Si bien hemos notado que hay mayor dotación de becas, sigue habiendo una brecha.

¿Es partidaria de que los colegios abrieran más días durante el año y más horas durante el día para ejercer esta función social (sin entrar en quién debería ocuparse de cuidarlos)?

Hay que tener una mirada global sobre los espacios de las comunidades y los ayuntamientos. No solo hay escuelas. Hay bibliotecas, espacios deportivos, centros culturales, etc. Esto lo vemos en algunos lugares que se organizan con la escuela para ofrecer a su población alternativas para ocio, los fines de semana, las vacaciones de verano. Allí cobran un rol importante las entidades y los ayuntamientos.

Ha mencionado la falta de ayudas públicas. ¿Cómo está la situación?

En España tenemos una baja inversión en infancia en relación al resto de Europa. Pedimos que la ayuda de 290 euros al año por hijo suba a 1.200. También pedimos que el umbral para recibir esa prestación se eleve para que pueda alcanzar a más familias que están en situación de precariedad. Esta medida tiene un impacto sobre la población infantil. Creemos que hay que complementarlas con mirar cómo otras políticas están impactando en la infancia (vivienda, empleo). Por eso nos creemos que la figura del Alto Comisionado para la Pobreza Infantil, que es transversal, puede mejorar mucho la situación.

Le he leído decir que “la pobreza nos captura la mente”. ¿Qué significa?

Esto es interesante porque muchas veces pensamos, o vemos, actitudes respecto a familias en situación de pobreza, pero sin embargo tienen internet, por ejemplo. La gente piensa, “cómo es posible, no es la mejor decisión”. Cuando está en situación precaria y no sabe si pagar la luz o el alquiler el ancho de banda mental se va menguando y nos captura. No podemos tomar decisiones, estas preocupaciones lo que hacen es restarnos capacidad de decisión y no podemos ver toda la cuestión. “En algunos sitios es gratuito internet”. Sí, pero hay que tener la cabeza preparada. Entra mucha desesperación también. Para eso estamos las organizaciones que trabajamos con ellos, para ayudar también a las familias a ver. Hay mucha desesperación.

¿En un mundo ideal las asociaciones que os dedicáis a ofrecer ayuda a las familias tendríais que no existir porque eso debería estar cubierto?

O podríamos dedicarnos a otras cosas. Hay una función de las entidades en general necesaria en la sociedad, que es vigilar que las políticas se lleven a cabo, sean efectivas y lleguen. Esa función siempre estará. Tenemos un trabajo que en algún momento genera unas urgencias, pero también podemos hacer este seguimiento permanente. También trabajamos con otras entidades para ofrecer alternativas. En un mundo ideal nos dedicaríamos a otras cuestiones. Nosotros tenemos un programa de becas comedor con el que apoyamos a familias que tienen un ayuda, pero no el total, y nosotros complementamos.

¿Está invisibilizado este problema de la pobreza infantil?

Estamos logrando que sea cada vez más visible y que la sociedad sea cada vez más consciente. También son ciudadanos de nuestra sociedad y tenemos que estar por ellos. También está bien con los medios o lo que podamos genera las entidades públicas esta conciencia.

Esa era mi última pregunta. Le ‘abro el micrófono’ para que me diga lo que considere sobre estas cuestiones que no le haya preguntado.

Reafirmarme en que los niños y las niñas tienen sus derechos, tenemos que darles las oportunidades para que todos puedan ejercer ese derecho. El derecho a la educación no puede depender de que una familia pueda pagar o no, hay que poner los medios para que puedan ejercerlos.

Imagen y Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/04/el-derecho-a-la-educacion-no-puede-depender-de-que-una-familia-pueda-pagar-o-no/

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“La Filosofía podría ser el hilo conductor de la escuela”. Entrevista a Irene de Puig. Docente de Filosofía

Entrevista/27 Septiembre 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

La Filosofía puede ser una herramienta con la que acercarse a conceptos de todas las materias. Una forma de hacer, más allá del currículo se secundaria. Irene de Puig lo tiene claro y lleva años haciéndolo.

La vida de Irene de Puig cambió cuando conoció el trabajo de Matthew Lipman. Maestra de Filosofía, siempre en busca de materiales para “dar vida a la Filosofía”, se topó con este profesor de la Universidad de Columbia, que proponía una alternativa diferente: no enseñar la materia, sino practicarla con los chicos, que se pongan en la piel de los filósofos. Tanto le entusiasmó el método que se fue a EEUU, se formó y empezó a ponerlo en práctica junto a otros compañeros. De ahí surgió el IREF (Innovación de la Enseñanza en Filosofía), grupo del que forma parte y que se dedica a la promoción de la enseñanza de la Filosofía en primaria siguiendo los pasos de Lipman.

¿Cuál debe ser el papel de la Filosofía en la escuela?

La Filosofía podría ser, como sugiere Lipman, el aspecto más relevante de una escuela. Pero no solo por darle importancia en horas, sino para que sea el eje central del trabajo intelectual. No hay materia que se resista a la Filosofía. Cuando en lengua se habla del sujeto, ahí hay un tema. Cuando los naturalistas hablan de naturaleza o la naturaleza humana, ahí hay otro foco. Las aulas están llenas de expresiones de ética y estética: “Qué bonito, esto está mal”. La escuela está preñada de filosofía. No aprovecharse de esa inquietud que tienen los niños por saber, a veces más allá de lo académico, del libro de texto, es una lástima y un error. Esa es la idea de que la Filosofía podría ser el hilo conductor de la escuela. La filosofía entendida como reflexión compartida, como auto-reflexión. Porque el conocimiento no es de uno solo y para uno solo: compartimos, tenemos en común, colaboramos, aprendemos unos de otros. Esa idea socializadora del conocimiento favorecería esa capacidad de reflexión en las aulas que revertiría —nos movemos en esa hipótesis— en cada una de las asignaturas. En todos los currículums y materias se habla de una cantidad de conceptos abstractos que no sabes si los niños han captado o no. Nunca nos hemos parado a pensar qué significa una comparación, una definición, una expresión. ¿Hemos trabajado estos conceptos? En Química, ¿qué es un elemento? Siempre vamos por delante de la información, dando mucha información, sin a veces pararnos en la comprensión. Y al final mucha información puede ser un tapón que paraliza el conocimiento. La información debe ir de la mano de la comprensión. Si no, podríamos leernos un diccionario de arriba abajo sin entender nada. De aquí imagino que sale esta nueva moda pedagógica de las competencias, no solo saber sino saber hacer algo con esto que sabes. Creo que la Filosofía podría ser una vía unificadora del trabajo escolar.

Dice que la escuela va demasiado rápido. ¿Es porque tiene demasiados contenidos?

No creo que sea cuestión de rapidez o lentitud. Ha habido estos últimos tiempos la idea de la pedagogía lenta, de no correr tanto. El deseo de conocer no tiene límites de velocidad. Hay cosas que a los adolescentes les interesan con pasión y tienen una prisa tremenda por alcanzarlas. Y puede haber otros conceptos que a los adultos les importan más y a ellos les interesan menos y van más lentos. Debe ir de la mano de la capacidad de estimular, atraer ciertos conocimientos. Todos hemos tenido esta maestra que nos ha dado la posibilidad de ir más allá de lo académico. ¿Cuánta gente habrá terminado los estudios dedicándose a aquello que el profesor más interesante del instituto le ha propuesto? Hay mucho de técnico en la enseñanza, esos términos como velocidad, intensidad, etc. Pero a veces quedan fuera los aspectos más afectivos, más pasionales. Un equilibrio entre rapidez, si es que es importante, y pasión debería ir más de la mano.

¿Cree que la escuela ‘mata’ la curiosidad de los pequeños, como dice alguna gente?

Diría que algunas formas de enseñanza, más que escuelas, son el antídoto a la aventura, al descubrimiento, al deseo, etc. Esas serían nefastas. Cuando un maestro dice “no opines, estudia”, estamos ante un descarado intento institucional de abortar la creatividad. Pero también creo que hay muchas escuelas, muchas maneras de promover esa creatividad y que los niños sean abiertos. Esas aventuras intelectuales que cada niño con sus aficiones y motivaciones tiene. No sería tan dramático, pero la tendencia de escuelas y métodos debería ser cada vez más favorable a la satisfacción y desarrollo y crecimiento intelectual del alumno.

¿Qué hace el IREF?

Sobre todo promover ese modo de enseñanza, que no pretendemos que sea universal y se trabaje así en todas las escuelas. Pero sí empezar a dar los pasos para que en los momentos escolares (una hora semanal) los niños tengan oportunidad de sentarse a hablar de cuestiones que tengan que ver con la escuela o el mundo en el que viven. Eso lo hacemos a través de un currículum bastante establecido. Promocionamos una forma de trabajo en la que la Filosofía tenga un papel, si no esencial, al menos relevante. Formamos profesionales y tenemos una red, Filoescuelas, que son centros que han entendido ese planteamiento y trabajan en ese sentido. Alimentamos a esas escuelas con nuevos materiales, propuestas y profundización de esa metodología dialógica. Intentamos que la escuela sea un poco más coherente con las necesidades intelectuales de esos niños y niñas.

¿Cómo se concreta en clase en esta etapa tan temprana?

Una clase tipo consiste en que una vez a la semana los niños de un grupo se reúnen y, a partir de un estímulo, normalmente una lectura, una obra de arte, una historia o un cuento, una música o algún elemento escorado hacia las artes, y proponemos hablar abiertamente de ello. Evidentemente son materiales que contienen agazapados ciertos conceptos o actitudes filosóficas. Se trata de convertir esa conversación, que surge espontáneamente porque se parte siempre de la pregunta “¿qué os ha parecido, por qué os parece interesante?”, en un diálogo filosófico.

Hay un momento en esa primera expresión en el que aparece alguno de esos conceptos filosóficos como el bien, el mal, la belleza, la justicia, etc. Ahí la mano del maestro empuja lo que podría ser una simple conversación en un diálogo filosófico. Empezamos, a partir de ciertos ejercicios que están en los manuales, a trabajar esos aspectos en contenido y forma más filosóficos de manera un poco socrática. El maestro no da la solución final, son los propios alumnos los que van desentrañando el sentido de estas situaciones que han experimentado. No hablamos de abstracciones, sino de situaciones que los niños pueden haber vivido. Aprenden unos de otros. Unos son más espontáneos, otros más reflexivos, pero hay una danza en la que los niños aprenden, pero no del profesor. Hay un trabajo muy profundo de habilidades necesarias para el pensamiento. Nunca —aunque esta palabra no la usamos—, intentamos que todas las opiniones o creencias que se exponen sean justificadas. La pregunta “¿por qué?” siempre está encima de la mesa. “¿Por qué dices eso?”, “¿Cómo podría ser de otra forma?”. Se espera que las respuestas vayan apareciendo y nunca son la misma. Se espera que aparezcan espontáneamente. A veces coinciden y se llega a un acuerdo epistemiológico al final de la clase, a veces son claramente divergentes y quedan para aclarar otro día, para buscar más información. Conceptos que no se cierran, que no se quedan congelados sino que son constantemente dinámicos. Es muy interesante cuando los niños han pasado por varios cursos, cómo en 5º o 6º de Primaria te hablan de conversaciones de cursos pasados y que a alguno les quedó la cuestión sin resolver del todo o le sigue inquietando. Eso es dar vida a ese deseo intelectual de conocimiento, que es a lo que intenta responder la Filosofía, para que cuando estos alumnos salgan de la escuela no sean solo gente instruida, sino capaz de pensar por sí misma, de compartir, dialogar, no estar de acuerdo, pero civilizadamente, razonar, tener criterio propio. La idea es que los niños sean poco a poco autónomos, más libres y responsables. Esta es la vía.

¿Qué beneficios les aporta a los alumnos?

Mientras están en la escuela aprenden cosas fundamentales como compartir ideas, que no es fácil. A ver que el mundo no es monolítico, cada uno tiene su visión en ética, estética, política, lo que sea. Pero aprenden rápido, si se habla de ello, que no todo el mundo es igual, hay diferencias. Que ser distinto es ser diferente y tener una idea propia no es exclusivo de uno. Ese compartir con la cabeza y no con los puños es fundamental. Aprenden a tener ideas propias, a que no todo el mundo tiene las mismas. Incluso el que no tiene una idea sobre si esta figura es bonita o no, cuando los demás exponen argumentos esa persona puede hacerse una idea propia. Aprenden también por las ganas de interactuar a usar esas habilidades que se dan en todas las materias pero ninguna trata específicamente: hablar, razonar, etc. Ellos saben cuándo establecer analogías de conceptos difíciles. A los niños les puedes preguntar qué es ser feliz, pero es complicado. En una escuela donde estuve, una maestra hacía un giro y decía, “ser feliz es estar como…” y los niños se lanzan cuando les das la posibilidad de concretar. Entender que el diálogo es una herramienta útil, instructiva y fundamental, en el aula y en la vida. Eso les marca una forma de ser.

¿A partir de qué edad se pueden empezar a trabajar conceptos?

Nunca es demasiado pronto. Hablamos de expresarse y cuanto antes mejor. Tenemos un programilla muy específico para dos-tres años en el que puedan empezar a expresarse con gestos, colores. Los cuatro-cinco años son fundamentales, es el momento en el que empiezan a verbalizar y, por tanto, conceptualizar. Es uno de los momentos más interesantes, están todavía en una fase egoísta y empiezan a aceptar que hay otras maneras, otros mundos además del suyo y lo ven de otra forma. Es un descubrimiento que podemos ayudar a sacar con facilidad, que entiendan que los otros no solo son enemigos, sino colaboradores y colegas importantes. El otro foco interesante es la adolescencia, cuando uno vuelve a tener sus batallas personales y con el mundo y la Filosofía ayuda a asentar, a pensar, sabemos que algunas formas son pura impotencia a la hora de expresarse. Si uno sabe expresarse es más fácil que recurra al verbo y no a la acción.

Habla de la adolescencia, pero en la secundaria no se trabaja la Filosofía como usted la propone.

Una cosa es la Filosofía prescriptiva, fundamentalmente en el Bachillerato, con su currículum y su oficialización. Pero hay muchos espacios antes en la ESO, hay momentos en el currículum que permiten trabajar en ese sentido. Y cuando no los ha habido si el profesor está suficientemente concienciado no hay problema en trabajar en formas varias. Luego en Bachillerato hay un problema relativo, que es la Selectividad. Para formar a una persona no hace falta que haga un examen, pero es cierto que no puedes hundir a un chico que necesita una nota. El problema estructural u oficial nunca ha frenado a los profesores conscientes de ese trabajo en Filosofía. Siempre ha habido un momento para poder trabajar esos aspectos. Puedes partir de ahí para explicar pecar, por poner un ejemplo fácil. Siempre hay alguna posibilidad si el profesorado tiene claro que debe atraer al alumno no desde fuera sino desde sus convicciones.

¿Está la escuela formando ciudadanos críticos?

Si hablamos de Escuelas del Opus, no lo sé. La concertada, tampoco. Y la pública… es difícil generalizar. Hay escuelas más atareadas en que los chicos vayan al comedor para tener al menos una comida al día y así es difícil. La percepción que tengo es que el interés existe, que hay una cierta intención, pero no hay facilidades para eso. No siempre se dan las condiciones, tampoco. Tampoco veo —y esto es muy personal— que la formación del profesorado actual sea una buena fuente. Me gustaría saber si las escuelas de profesores están promocionando alumnos críticos, que tengo mis dudas. Si estos alumnos no son críticos no veo la necesidad de transferir esta manera de ser a sus alumnos. Las personas que trabajan en nuestro proyecto, la inmensa mayoría, es gente de media edad, maestras que se han dado cuenta de situaciones y están buscando formas de cambio cuando ya llevan unos años en el aula y se han dado cuenta de ciertas carencias. Hay maestras jóvenes, pero creo que tienen demasiados problemas todavía y quizá una formación de base que no les permite ver todo ese universo, que con ir a clase y ser correcto es suficiente. Pero esto es una percepción muy personal, no quiero ofender a nadie. Pero me temo que de las cosas que se han dejado de lado está la formación del profesorado. La escuela es el futuro y la materia prima de un país.

¿Tienen los maestros formación para organizar estas sesiones en primaria?

Siempre hay alguien que tiene ideas propias y tiene más empuje, pero en general, para que no sea tan espontáneo en el sentido negativo, sugerimos que para trabajar en Filosofía para niños haya una formación, que a veces viene condicionada por el mismo espíritu del proyecto. Cuando das clases de filosofía a niños o jóvenes tienes que aprender a callar, cuando habitualmente el alumno es el que calla. En Filosofía para niños la primera condición es la escucha y la buena pregunta. No dar las cosas por cerradas. Una segunda lección es conocer los recursos de que disponemos. Hay un material que tiene un sentido, que se trabaja desde los 2 a los 16 años, hay un recurrido. Pretendemos que en vez de haber momentos puntuales de lucidez de una maestra, haya un rigor para que los niños vayan creciendo con esa forma de pensar y que se convierta en hábito, no en excepción. En ese sentido, la formación no solo inicial sino permanente garantiza esa posibilidad. Esas filoescuelas adheridas al grupo IREF tienen cada año unas cuantas horas de formación aunque lleven 10 o 15 años trabajando. Siempre hay algo que flaquea o hay que revisar.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/09/21/la-filosofia-podria-ser-el-hilo-conductor-de-la-escuela/
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Carta a los Centros miembros de CLACSO: propuestas y plan de acción

Compañeras(os):
Centros miembros del

Consejo Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales (CLACSO)

CLACSO vive un momento estelar en su proceso de construcción y actividades. En noviembre de 2018 realizará su Asamblea para elegir quien estará al frente de la Secretaria Ejecutiva por los próximos tres años.  Se trata de una decisión colectiva que marcará la pauta sobre un nombre, pero también sobre la orientación de CLACSO a finales de la segunda década del siglo XXI.  Por ello la importancia de discutir, analizar, debatir y consensuar un programa de acción con la participación de todos y todas, los y las integrantes de los centros miembros de CLACSO.

Para esta tarea un grupo de académicos(as) y científicos(as) sociales de la región han considerado necesario y pertinente presentar mi nombre. En este sentido, fiel a lo que ha sido mi trayectoria de investigador y en la gestión de dinámicas investigativas he presentado un conjunto de propuestas iniciales para la gestión institucional, las cuales aspiro sean enriquecidas con el aporte de todas y todos ustedes en la ruta hacia la Asamblea de noviembre. La idea central de mi propuesta es construir de manera compartida el consenso necesario para presentar en noviembre en la Asamblea General una ruta de trabajo enriquecida con los aportes de la inmensa mayoría de quienes hacemos vida activa en CLACSO.

El mayor anhelo actual de los y las investigadores(as) que hacemos vida en CLACSO reside en potenciar el diálogo directo entre la Secretaría Ejecutiva y los centros miembros, la democratización, descentralización y desconcentración funcional de la institución y la potenciación del modelo de gestión abierta, transparente y de seguimiento en tiempo real a los procesos de toma de decisión.  Esto es posible alcanzarlo como hemos logrado cada una de las metas importantes en la institución, con la participación activa de todas y todos.  Soy un convencido de la genialidad colectiva en la gestión de los espacios institucionales y de sus enormes posibilidades para alcanzar niveles de sinergia creativa.  En ello concentraré buena parte de mi esfuerzo al frente de la Secretaria Ejecutiva. Para alcanzar y desarrollar la nueva arquitectura organizacional de CLACSO que se requiere en el presente se hace necesaria la convocatoria a una Asamblea extraordinaria con el único punto de agenda, la reforma estatutaria, cuya apertura del proceso inherente a la misma lo plantare ante la misma conferencia que me elija nuevo secretario ejecutivo en noviembre de este año.  Este proceso debe enlazar con los retos y desafíos de las ciencias sociales en el presente.

Las ciencias sociales tienen hoy redoblados desafíos históricos para develar e interpretar no sólo la realidad que vivimos en la región, sino también para iluminar las alternativas plurales que nos permitan seguir construyendo una identidad descolonial, despatriarcalizada y ecológica, sin dejar a un lado las ideas, paradigmas y epistemologías emergentes.  Vivimos en un continente donde las desigualdades siguen estando a la luz del día y los desarrollos científicos y tecnológicos desafían las nociones de continuidad y las respuestas alternativas. Tradición e innovación parecieran fusionarse en el imaginario y horizonte de las ciencias sociales en el presente. Por ello, he propuesto la creación de la Escuela Internacional para Jóvenes Investigadores, que nos permita construir espacios de encuentro intergeneracional que posibiliten la integración de miradas y paradigmas. Además es urgente abrir un debate con todos y todas las y los investigadoras(es) agrupados en CLACSO para definir de manera compartida ejes de estudio, temáticas centrales de trabajo y articulación mayor en los Grupos de Trabajo y otras iniciativas vinculadas, La rigurosidad de la academia se nutre y potencia en el encuentro y con el estudio del protagonismo de los movimientos sociales en la transformación de la realidad, no solo como sistematización de experiencias sino también como visibilización del sujeto más dinámico en la actual coyuntura regional.

Esto resulta de especial importancia ya que la cuarta revolución industrial amenaza con desarrollar nuevas formas de exclusión expresadas en novedosos mecanismos de gobernabilidad, una mutación profunda en el modo de producción y un cambio significativo en el mundo del trabajo, en una región que aún cuenta con zonas sin escuelas y hospitales y, donde el acceso al agua potable y la electricidad aún son anhelos de amplios sectores de la población. Tradición e innovación en una epistemología que construya equidad continúa desafiando al pensamiento crítico y a las ciencias sociales en la región. Hoy, buena parte de las posibilidades de las ciencias sociales en América Latina y el Caribe pasan por CLACSO y ello implica un enorme compromiso ético con la academia y la sociedad, no sólo respecto a interpretar lo que ocurre sino también respecto a construir caminos alternativos, es decir para servir de soporte para las propuestas vinculadas a las mayorías ciudadanas.

Bienvenido sea el debate de ideas, la pluralidad de enfoques y la diversidad de propuestas que emergerán en estas semanas previas a la asamblea de CLACSO.  Como lo he señalado, considero que el debate nos permitirá construir de manera compartida una agenda consensuada par un CLACSO en y para el siglo XXI. Como contribución en esta orientación, me permito adjuntarles

En las próximas semanas les haré llegar las síntesis de las sistematizaciones que vayan emergiendo en los debates en los cuales participe.  A través de este correo electrónico candidatura.clacso@gmail.com y en la web https://luisbonillacandidaturaclacso.wordpress.com de mi campaña pueden hacerme llegar sus opiniones, propuestas e ideas

Fraternalmente

Luis Bonilla-Molina

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