Page 260 of 342
1 258 259 260 261 262 342

La Tecnología como Fuerza Productiva Social: Implicancias de una Caracterización

El artículo presenta una definición de la tecnología como una fuerza productiva social y precisa el significado de esta caracterización frente a otras interpretaciones. Analiza la doble finalidad de la tecnología, su componente universal y sus rasgos derivados de las leyes del capital. Distingue la tecnología de la técnica por el uso de procedimientos científicos y la incidencia del criterio de rentabilidad. Subraya el impacto diferencial del proceso de valorización sobre la ciencia y la tecnología. Explica como se relaciona la ideología de las clases dominantes con las culturas tecnológicas. Propone analizar el contenido social de la innovación en relación a los conflictos de clase. El autor plantea una hipótesis sobre el lugar de los estudios de la tecnología en las ciencias sociales y naturales. Finalmente formula una propuesta de utilización provechosa de la tecnología, dentro de un proyecto emancipatorio

 

LA TECNOLOGIA COMO FUERZA PRODUCTIVA SOCIAL: IMPLICANCIAS DE UNA CARACTERIZACION.

La caracterización de la tecnología como una fuerza productiva social distingue al marxismo de otras concepciones teóricas contemporáneas. La tecnología es analizada como una fuerza productiva porque encarna todo conocimiento científico aplicado a la producción, que se materializa en objetos -máquinas y artefactos- o en sistemas de gestión y organización de la actividad económica. Pero además esta fuerza productiva tiene un carácter explícitamente social, por su dependencia directa de las normas de funcionamiento del sistema capitalista.

La tecnología actúa en dos dimensiones: sirve al cumplimiento de una finalidad práctica y contribuye a la valorización del capital. Viabiliza de esta forma la creación de valores de uso que operan en el mercado como valores de cambio. Tomando una clasificación de Dussel se puede denominar a la primera función «tecnología en general» y a la segunda «tecnología como capital».

Partiendo de esta caracterización, el cambio tecnológico puede definirse como toda modificación introducida en la actividad económica por nuevos productos, procesos de trabajo y formas de organización de la producción, que corresponden a las posibilidades técnicas («tecnología en general») y a los principios del beneficio («tecnología como capital»). Una invención es un descubrimiento que cumple los requisitos de utilidad (primer aspecto) y una innovación es la aplicación productiva que satisface las exigencias de rentabilidad (segundo aspecto).

Al entender a la tecnología como una fuerza productiva social se facilita la comprensión de sus aspectos universales y de sus rasgos específicamente capitalistas. El estudio que realizó Marx de los tres componentes de la máquina (fuerza motriz, mecanismos de transmisión y máquinas-herramientas) corresponde a la «tecnología en general», mientras que su investigación de la máquina como instrumento de generación de plusvalía relativa se ubica en el marco de la «tecnología como capital». El concepto fuerza productiva social tiene en cuenta este doble carácter de la maquinaria, como medio para fabricar más y mejores bienes y como herramienta de la explotación de los trabajadores.

En cualquier tecnología particular -un sistema informático, una máquina textil, o un tipo de gestión administrativa- siempre está presente una función universal y un rol en la valorización del capital. La noción fuerza productiva social subraya esta determinación simultánea, que sitúa al cumplimiento de una tarea y a la creación de beneficios como los dos parámetros con que se mide la efectividad de una tecnología.

 

TECNOLOGIA Y TECNICA.

Desde el punto de vista histórico, la noción fuerza productiva social facilita la distinción de la tecnología con respecto a la técnica. A diferencia de esta última actividad, que se desenvuelve con métodos pre-industriales a través de los oficios, la tecnología constituye un sistema de acciones orientadas a transformar objetos en forma eficiente, que exige un grado de conocimiento organizado muy superior a la destreza técnica. Requiere no solo «saber hacer», sino también «saber como hacer». Este aprendizaje se logra con la utilización de conocimientos científicos, que no estaban disponibles cuando prevalecía el uso de la técnica empírica .

La tecnología es «la técnica que pasa por la ciencia, se asocia al laboratorio y se utiliza en la fábrica» . Históricamente la tecnología surgió de la técnica con la profesionalización del ingeniero y el abandono de la actividad artesanal. La sustitución de una destreza subjetiva por una labor formalizada marcó el punto de ruptura entre ambas otra disciplinas . Pero a esta caracterización -muy desarollada por autores racionalistas como Bunge – debe añadirse el sometimiento de la tecnología a las reglas del capital, que se manifiesta en el traslado de los criterios de rentabilidad a la enseñanza técnica y en la fusión de la ingeniería, el management y las finanzas en la preparación de los ingenieros como directivos de empresa.

Al definir a la tecnología como una fuerza productiva social se evita extrapolar las características contemporáneas del cambio tecnológico a cualquier modo de producción. Este defecto es particularmente visible en los economistas neoclásicos, que se refieren al «progreso técnico», como un acontecimiento que navega en modelos imaginarios fuera del tiempo y del espacio. Pero también historiadores como Gille , utilizan la noción «sistema técnico», para investigaciones de la antiguedad, el medioevo o el capitalismo, sin establecer una diferencia cualitativa entre la «concatenación de estructuras y conjuntos técnicos» de los «sistemas» egipcio-mesopotámico, clásico-renacentista o industrial y contemporáneo.

En esta contrastación entre «sistemas» quedan oscurecidas las peculiaridades de la tecnología, determinadas por el componente científico, indicado por los racionalistas y por la influencia del proceso de valorización, señalada por los marxistas.

Este mismo problema aparece en el análisis de los impulsos psicológicos, lúdicos o irracionales, que subyacen en el proceso innovador, realizado por autores culturalistas que también tienden a identificar técnica con tecnología. La indagación del aspecto subjetivo de la innovación requiere diferenciar ambos conceptos y contextualizarlos adecuadamente.

 

CIENCIA Y TECNOLOGIA.

Al realzar las conexiones entre la tecnología y las leyes de la acumulación, el concepto fuerza productiva social ayuda a delimitar la frontera que separa a la ciencia de la tecnología.

Tradicionalmente se consideró a la tecnología como una simple aplicación de la ciencia, carente de dimensión intelectual propia. Pero a partir del rechazo del «modelo unilineal» – que atribuía total primacía a los descubrimientos en relación a las aplicaciones- se ha demostrado que esta última secuencia no es de ninguna manera única ni predominante. Por el contrario, prevalece una interacción entre las preguntas teóricas que formula la ciencia y las soluciones prácticas que encuentra la tecnología. La ciencia y la tecnología constituyen dos ámbitos separados por instituciones, reglas y tipos de conocimientos, que se influyen mutuamente sin preeminencia de uno sobre otro . Esta diferencia se expresa en la aparición de una sociología y una filosofía de la tecnología delimitadas de sus equivalentes tradicionales en la ciencia.

En la tecnología se estudia cómo y porqué se desarrollan objetos útiles con finalidades prácticas, mientras que en la ciencia se analizan diversas teorías con el objetivo de alcanzar la verdad. Existe una diferencia de propósitos entre «conocer por conocer y conocer para hacer». A la tecnología le interesa la aplicabilidad y se desenvuelve por medio de la creación de artefactos, mientras que la ciencia se desarrolla a través de la publicación de artículos. Por eso Price dice que la primera es «papirofóbica» y la segunda es «papirocéntrica».

En oposición a la idea que la tecnología constituye una simple aplicación de la ciencia, Perrin destaca que el conocimiento teórico depende de los instrumentos disponibles y que la investigación científica está condicionada por el desarrollo de los objetos. En la misma linea, Basalla reivindica el papel del pensamiento visual sobre el verbal y la gravitación de la acción práctica sobre las intuiciones teóricas.

Aplicando la noción de fuerza productiva social podría afirmarse que la ciencia mantiene una mayor autonomía de las exigencias inmediatas del proceso de valorización y su acción está menos determinada que la tecnología por los requerimientos sociales de la acumulación. Lo que distingue la actividad de preguntarse por la validez de una teoría de la acción de construir un prototipo, es la mayor influencia del principio de rentabilidad sobre esta última labor.

En la división de tareas entre la ciencia pura que estudia las propiedades de un fenómeno, la ciencia aplicada que los transforma en objetivos humanos y la tecnología que concreta su aplicación productiva, las reglas de la competencia y el mercado tienden a reforzarse en los últimos eslabones de la cadena .

Sin embargo, la creciente mercantilización contemporánea de la ciencia pone un legítimo signo de interrogante en estas distinciones entre ciencia y tecnología. Lander por ejemplo afirma que con la consolidación de los laboratorios en las grandes compañías, la privatización de la universidad y el estricto control comercial de las patentes, la ciencia asume objetivos utilitarios, mientras que la tecnología se desliza hacia problemas más teóricos. Vessuri considera que esta «cientifización de la tecnología e industrialización de la ciencia» tiende a reunificar la ciencia pura con la tecnología industrial.

La fusión actual de las «tecno-ciencias» es muy visible en algunas ramas, como la ingeniería química o la biología molecular y en ciertas industrias, como la farmaceútica, en dónde las reglas de costo-beneficio gobiernan todas las etapas de la investigación.

Pero es cierto también que este tipo de convergencia no se ha generalizado a todos los sectores, ni se ha consumado en todas las industrias. El surgimiento de nuevas disciplinas teóricas recrea además, la diferenciación entre ciencia y tecnología. Lo que fusiona el laboratorio se vuelve a desdoblar en la investigación ulterior. La linea demarcatoria entre ciencia y tecnología se ha vuelto más borrosa y por eso el concepto «fuerza productiva social» abarca también a todas las actividades científicas sometidas directamente a las leyes del capital.

FACTIBILIDAD TECNICA Y VIABILIDAD ECONOMICA.

En los estudios específicamente económicos de la tecnología es frecuente la distinción entre el rasgo «técnico» y el aspecto propiamente «económico» de la innovación. Se estama que la factibilidad del primer elemento debe converger con la viabilidad del segundo . Pero esta caracterización se limita a distinguir la función útil de la función rentable de la tecnología (personificadas en la figura del ingeniero y el economista) y es por lo tanto, puramente descriptiva. No esclarece cual es el patrón de funcionamiento que guía el uso de la tecnología y cuales son los principles condicionantes de su aplicación.

Para entender porqué el cambio tecnológico adopta en el capitalismo un carácter convulsivo e incierto, para explicar la predilección por innovaciones que refuerzan el control patronal del proceso de trabajo y para comprender porqué la introducción actual de nuevas tecnologías de la información viene acompañada de la masificación del desempleo, el estancamiento de los salarios y la expansión de la pobreza, la noción fuerza productiva social resulta irreemplazable. Este concepto explica de qué forma en la acumulación se produce un choque entre la optimización técnica y la maximización del beneficio, que se manifiesta en la sobreproduccción y el sub-empleo de los recursos económicos.

En algunos enfoques los componentes «técnico y económico» de la tecnología son presentados como los criterios interno y externo de su evaluación . Se considera que la eficiencia es un parámetro del primer tipo, mensurable por la capacidad para gobernar cierta propiedad en función de un objetivo buscado. En cambio los patrones que fija cada sociedad para evaluar la idoneidad de cada tecnología, son interpretados como indicadores del segundo tipo.

Esta distinción entre criterios internos y externos tiene puntos en común con los conceptos «tecnología en general» y «tecnología como capital», ya que en ambas intepretaciones se acepta que la eficiencia depende de parámetros objetivos e independientes de las metas del capital. Pero para los marxistas el principio rector de la «evaluación externa» son las leyes del capital y no criterios políticos, económicos o culturales establecidos por cada sociedad. Suponer que la «sociedad» es una entidad homogénea que fija las reglas de la tecnología en forma colectiva y consensuada, equivale a ignorar que las decisiones de innovación son patrimonio exclusivo de la clase capitalista. Solo este sector social detenta la propiedad de los recursos tecnológicos y cuenta con el poder para definir su utilización.

EL SIGNIFICADO SOCIAL.

El concepto fuerza productiva social implica una caracterización sociológica de los procesos de cambio tecnológico, muy diferente de los enfoques más difundidos en la actualidad. Los autores deterministas tecnológicos , constructivistas y co-evolutivos (Gille) suelen discutir si la «tecnología impacta a la sociedad», si por el contrario la «sociedad configura a la tecnología», o si predomina un proceso de «co-evolución» entre ambos fenómenos .

Lo «social» se refiere en el primer caso, al impacto de las nuevas tecnologías sobre las costumbres. En el segundo enfoque indica la influencia que tienen distintos grupos en la «negociación de un artefacto». En un caso se alude a transformaciones humanas derivadas de la tecnología y en el otro a la influencia de diversos agrupamientos en la forma final que adopta un objeto. Los co-evolucionistas intentan aunar ambas visiones. En los tres casos lo «social» alude a conflictos generados en la innovación, pero no se explicita la naturaleza de estos choques, ni se aclara tampoco cual es el papel de las clases sociales en estos procesos. La simple enumeración de «actores relevantes» (consumidores, usuarios, fabricantes, etc) no alcanza para conceptualizar los tres tipos de conflictos centrales que acompañan al proceso innovador.

Enfrentamientos derivados del aumento de la tasa de explotación, rivalidades por la apropiación de la renta tecnológica, y choques surgidos de la oposición entre utilidad social de la innovación y el imperativo de la ganancia.

Estudiar el cambio tecnológico a través de las clases permite interpretar cuales son los intereses en juego en la «configuración de la tecnología» y comprender las diversas formas de expropiación que se desenvuelven por medio del cambio tecnológico. A través de la innovación se procesa un aumento de la extracción de plusvalía en el proceso productivo y una apropiación de rentas, en favor de los empresarios y en desmedro de los creadores de nuevas tecnologías.

Este conflicto ha sido estudiado en la historia de la tecnología, como una oposición de objetivos entre inventores e innovadores. El ejemplo clásico es el contraste entre Watt -que concibió la máquina de vapor desinteresándose de su comercialización, Boulton -que se ocupó de negociarla y patentarla- y Arwkright que la convirtió en un instrumento de explotación fabril . La diferenciación no responde solamente a tipos psicológicos distintos – como subrayaba Schumpeter- sino a una división de tareas asociada a la extracción, la transferencia y la realización de la plusvalía.

El análisis de la tecnología como fuerza productiva social involucra el estudio de este tipo de confiscación del conocimiento, que se institucionalizó desde el momento en que el inventor independiente quedó absorbido por los laboratorios de las grandes compañías. Mediante el sistema de patentes se vehiculiza una apropiación de los derechos de los inventores sobre cualquier innovación realizada en la empresa . Estudiar a la tecnología como una fuerza productiva social permite relacionar este tipo de conflictos con la lógica objetiva de la innovación.

CULTURA.

Tener presente el contenido de clase en el análisis, sirve por otra parte, para contextualizar adecuadamente el fundamento cultural de ciertas habilidades, formas de organización laboral, o tipos de maquinarias, que ha son generalmente investigados por los autores de la revista «Technology and Culture» . Estos análisis destacan que la gran diversidad de características culturales de la innovación son dependientes de las singularidades nacionales, regionales o sectoriales.

Sin embargo solo explican parcialmente el origen de los éxitos y los fracasos tecnológicos y no dan cuenta debidamente del propósito lucrativo primordial de la innovación. Los patrones de novedad y selección tecnológica nunca son primordialmente culturales. Están antecedidos y condicionados por los intereses materiales de las clases dominantes, que imponen la adaptación de la tecnología a los principios de rentabilidad, mercado y explotación.

El concepto de fuerza productiva social ubica a las culturas tecnológicas, en el marco de las necesidades y los intereses de las clases dominantes. De esta forma se contextualiza la «vitalidad innovadora» en un país, o la «ausencia de ímpetu tecnológico» en otra comunidad, sin desdibujar las finalidades centrales de la innovación en el capitalismo.

No existe ninguna contradicción entre realzar la importancia del contexto económico y subrayar la relevancia de la cultura. El concepto fuerza productiva social facilita la integración de ambas explicaciones, evitando una antinomia ociosa entre la primacía de las normas culturales o el mercado en la determinación del cambio tecnológico. La burguesía ejerce dominación ideológica del proceso de innovación porque es propietaria material de los recursos tecnológicos. Este enfoque unitario surge del planteamiento propuesto por el marxismo.

LA MIRADA DESDE EL OBSERVATORIO.

Desde el punto de vista metodológico, el concepto fuerza productiva social induce el estudio de la tecnología como una disciplina de las ciencias sociales, situada en el límite con las ciencias naturales. La tecnología no es asimilable a la ingeniería, a la física o a la química, pero depende significativamente de los conocimientos de estas y otras disciplinas. La estrecha relación con las ciencias naturales diferencia a los estudios generales de la innovación de otras ciencias sociales clásicas, como la economía, la sociología o la política. La tecnología es un área de investigación rodeada por disciplinas «duras» y «blandas». Se asienta en las matemáticas, se nutre de las humanidades e influye sobre el arte.

Se encuentra en la «frontera caliente» de las ciencias sociales con las ciencias naturales. Recibe criterios de análisis la economía o la sociología, pero no está totalmente regida por este tipo de principios.

El concepto fuerza productiva social tiene en cuenta esta determinación múltiple y esta diversidad de vasos comunicantes de la tecnología con otras ramas del saber. La distinción entre «tecnología en general» y «tecnología como capital» permite justamente distinguir, los aspectos universales de la tecnología derivados de su cercanía con las ciencias naturales, de la innovación como proceso social e interpretable con los parámetros de las ciencias sociales.

Pacey conceptualiza esta diferenciación, distinguiendo a la «tecnología en un sentido restringido» de la «tecnología en un sentido abarcativo». Considera que se trata de una situación equivalente a la medicina, en dónde también resulta conveniente discriminar entre la «ciencia médica universal» y la «práctica médica específica». La primera sintetiza principios de validez general, mientras que la segunda se refiere a aplicaciones dependientes de condiciones organizativas, económicas y culturales particulares. Las categorías «tecnología en general» y «tecnología como capital» cumplen una función semejante, con la ventaja de situar estas determinaciones socio-históricas en las leyes del capital.

Cualquier enfoque de la innovación refleja una concepción del mundo, que se corresponde con intereses sociales particulares y puntos de vista de clase. No existen teorías «puras» y exclusivamente experimentales de la tecnología. Las preguntas que plantea y los temas de investigación que propone cada concepción, siempre se relacionan con la «mirada» de un sector y con su «conciencia posible», es decir con el recorte de la realidad que espontáneamente tiende a realizar una clase social.

Al buscar desligarse explícitamente de los intereses de las clases dominantes, al jerarquizar el análisis de la explotación y al asociar las contradicciones de la innovación a las del capitalismo, el marxismo encara una «mirada» crítica y desmistificadora. Su posicionamiento en el campo de los oprimidos le permite alcanzar una comprensión más integral de la tecnología. En un observatorio que captara todo el escenario de la innovación, los marxistas estarían ubicados en los pisos superiores del mirador, frente a otras teorías situadas en los niveles inferiores. El auto-ocultamiento de la explotación es la principal limitación cognitiva que impone el punto de vista de las clases dominantes a estas últimas concepciones .

Es igualmente cierto que una posición más favorable en el mirador no asegura una mejor asimilación de lo que se está observando. De la misma forma que un retrato depende de las cualidades del pintor, la acertada interpretación del cambio tecnológico depende de la capacidad de los investigadores, su conocimiento, sensibilidad y amplitud intelectual, con relativa independencia de la posición ideológica que adopten.

Desde cualquier escalón del observatorio se pueden formular interpretaciones valiosas o inútiles, contribuciones críticas o apologías irrelevantes. La distinción entre pensamiento científico y vulgar, que trazó Marx hace 100 años, está vigente para el análisis de la tecnología. El mismo abismo que separaba a Ricardo de Say en el campo de la economía política, divide aguas en la actualidad, en la sociología y en la filosofía de la innovación. El marxismo solo brinda una plataforma más favorable para encarar esta investigación, que se enriquece con el contacto, la asimilación y la re-elaboración de los puntos de vista opuestos.

UN PROYECTO EMANCIPATORIO.

El concepto fuerza productiva social tiene un claro significado político, al poner de relieve el carácter de clase que tiene el uso de ciertas innovaciones, asi como la ideología justificatoria de esta instrumentación. La tecnología no es un instrumento neutral del progreso. Los capitalistas la utilizan para maximizar sus beneficios, extendiendo incluso este principio al propio diseño de los artefactos. El concepto de fuerza productiva social subraya este aspecto de la «tecnología actuando como capital», que se evidencia nítidamente por ejemplo en la cadena de montaje taylorista.

La otra dimensión política de la noción fuerza productiva social es el proyecto que implícitamente contiene, en favor de la utilización socialmente provechosa de la tecnología. Esta propuesta surge del rechazo de la imagen racionalista del «progreso técnico», como una evolución ascendente de la humanidad garantizada por la simple aplicación productiva de los descubrimientos científicos.

La «tecno-euforia» es tan desacertada como la creencia espiritualista opuesta, en el «autodireccionamiento» de la tecnología . Los efectos nocivos del cambio tecnológico no tienen causas transhistóricas, ni se originan en la naturaleza del hombre, o en la rebelión de su alma. Tienen raíces sociales y no constituyen ninguna fatalidad.

El proyecto emancipatorio parte del reconocimiento del radio de posibilidades objetivas del cambio tecnológico. Una vez comprendidas estas potencialidades son los hombres, estructurados en torno a las clases sociales y en acuerdo a sus intereses y convicciones, quienes definen siempre la dirección del proceso innovador. Este curso es un resultado de confrontaciones sociales, que no viene pre-establecido por determinaciones tecnológicas.

Una propuesta socialista se nutre de la rica tradición de innovadores que concibieron sus aportes buscando favorecer el bienestar general y sin ninguna finalidad de lucro. «Inventar para cooperar, no para competir» ha sido el principio que históricamente impulsó la conducta de numerosos innovadores utopistas, cooperativistas, románticos, sindicalistas y socialistas.

Esta misma actitud también caracteriza la acción espontánea de la mayoría de los técnicos, ingenieros y científicos, que inventan bajo el impulso de la curiosidad y la propensión natural a mejorar las formas de trabajo . Este impulso no mercantil al cambio tecnológico, que apunta al logro de mayores satisfacciones en la vida social y laboral, ha estimulado la búsqueda de tecnologías alternativas a las dominantes actualmente. En el terreno del cambio tecnológico el proyecto socialista se nutre tanto de las tradiciones de resistencia a la explotación, como de las propuestas de emancipación social. La defensa de los derechos de los trabajadores contra las «flexibilizaciones laborales» y los proyectos de un nuevo uso de la tecnología están indisolublemente ligados. Constituyen dos momentos de un mismo proceso de ruptura del desenvolvimiento tecnológico con las exigencias de la ganancia. Otro tipo de sociedad y de tecnología pueden erigirse en base a este objetivo emancipatorio.

BIBLIOGRAFIA.

-Katz, Claudio. «La concepción marxista del cambio tecnológico». Revista Buenos Aires. Pensamiento económico, n 1, otoño 1996, Buenos Aires.

-Katz, Claudio. «El culturalismo en los estudios de tecnología». Causas y Azares, n 6, primavera de 1997, Buenos Aires.

-Callon, Michel; Latour, Bruno. La science telle qu’elle se fait. Introduction, La decouverte, Paris, 1991.

-Latour, Bruno. Nous n’avons jamais eté modernes. La decouverte, 1991, Paris. -Winner, Langdon. Tecnología autónoma, Gili, Barcelona, 1979.

-Bell, Daniel. El advenimiento de la sociedad pos-industrial. Alianza 1976, Madrid.

-Richta, Radovan. La civilización en la encrucijada. Siglo XXI, México, 1971.

-Mandel, Ernest. El capitalismo tardío, ERA, México, 1978.

-Martinez San Martín, Luis. «Historia de la técnica» en SanMartín, J. Estudios sobre sociedad y tecnología. Antrophos, Barcelona, 1992.

-Mitcham, Carl. Qué es la filosofía de la tecnología?. Anthropos, Barcelona, 1989

-Medina, Manuel. «Nuevas tecnologías, evaluación de la innovación» en SanMartín, J. Estudios sobre sociedad y tecnología. Antrophos, Barcelona, 1992.

-San Martin,J; Luján José Luis. Educación en ciencia, tecnología y sociedad en SanMartín, J. Estudios sobre sociedad y tecnología. Antrophos, Barcelona, 1992.

-Ben David, J. «El empresario científico y la utilización de la investigación» en Barnes, Barry. Estudios sobre sociología de la ciencia, Alianza, 1972, Madrid.

-Mulakay, Michael. «El crecimiento cultural de la ciencia en Barnes, Barry. Estudios sobre sociología de la ciencia, Alianza, 1972, Madrid.

-Piscitelli, Alejandro. Ciencia en movimiento. La construcción social de los hechos científicos CEAL, Buenos Aires, 1993.

-Pacey, Arnold. El laberinto del ingenio. Gilli, Barcelona, 1980.

Comparte este contenido:

Retos y desafíos de la educación del siglo XXI

 Introducción

Me plantearon que dijera unas palabras relacionadas con la ética nuestra americana y los saberes para la emancipación, he estado reflexionando,  en la forma de abordar los temas planteados en este  ejercicio académico. Y he decidido hablar de los aspectos que más me preocupan en la actual  coyuntura  de la sociedad venezolana. Considero que a pesar del esfuerzo que realizó el Presidente Chávez por la educación venezolana, estamos en un proceso regresivo en esa materia.

Fernando Braudel un extraordinario historiador francés de la escuela de los anales, dedicó parte importante de su vida,  a estudiar la evolución de histórica  del mar Mediterráneo.  En estos estudios desarrolló la distinción entre corto plazo y largo plazo. Es decir, encontró los elementos para  distinguir  los eventos, las coyunturas, la estructura, el sistema y la civilización de las sociedades.   Esta distinción fundamental  para comprender la naturaleza de los fenómenos que están sucediendo en Venezuela.  La distinción braudeliana de la temporalidad histórica; hoy es una herramienta insustituible para  poder interpretar, comprender y explicar la naturaleza de los fenómenos que se presentan aquí,  para así poder realizar proposiciones que distingan las dinámicas que son  civilizacionales, sistémicos, coyunturales o eventuales.

En la sociedad neoliberal o postmodernas para otros, los fenómenos se nos presentan como un amasijo  multi-presencial de hechos que pareciesen darse simultáneamente y sin ningún corte temporal, esta simultaneidad, de los fenómenos, es considerada por la ideología postmoderna (en el sentido de falsa conciencia de la realidad) como una transformación que nos obliga a cambiar permanentemente. Coincido con Ana Esther Ceceña, en señalar que esta simultaneidad es uno de los mecanismos más poderosos inventados por el capitalismo del siglo XXI para crear una sociedad sin sentido histórico, sin raigambre,   con una ética regida por el consumo.    Boaventura De Sousa Santos utiliza para distinguir el cambio que propone el neoliberalismo del cambio revolucionario, que el primero está atrapado por las ciencias de la regulación y el segundo por los conocimientos de la emancipación. Prefiero liberación, por aquello de las fuerzas que impulsan la independencia ante la opresión.

Esta lógica de cambio permanente de las ciencias de la regulación, es una narrativa gatopardeana, que simula cambiar todo para no cambiar nada, porque el cambio se circunscribe a crear dispositivos que en lo económico nos convierta en consumidores y en lo cultural en individualistas consumistas que sólo nos realizamos en la medida que tenemos. Tener, tener, tener, es lo importante, para sentirte realizado y para poder tener, necesitas capacitarte en trabajos competitivos que te permitan subir en la escalera social, así sea aplastando al otro. Esa lógica individualista y competitiva le plantea a la educación retos que van más allá de las consignas y frases vacías que son excelentes para la marcha y la arenga, pero muy poco sirven para formular políticas públicas de largo aliento que combatan la lógica cultural del capitalismo.

Esta lógica cultural del capitalismo trasciende las características de orden sistémica y presentan elementos que cambian la dinámica civilizacional que se instauró en la modernidad. Autores como Daniel Stulin afirman que estamos en presencia de un  cambio que transformará a los seres humanos en transhumanos. Es decir, hasta la condición humana se quiere modificar para  servir a los intereses del mercado. Ante esta situación desde la ética tenemos mucho que decir, pero también desde la educación y allí centraré mi exposición.

Voy a presentar los resultados de la investigación que realicé para ascender de escalafón, que se denominó “la escuela en transición” retos de la escuela en la construcción de una sociedad socialista. Esa investigación abordó cuatro aspectos. Uno legislativo, otro histórico, otro teórico. Para finalizar realizando una serie de propuestas en donde se presenten las características que en nuestro concepto, debería tener la escuela venezolana en este momento de transición. En esta oportunidad además, voy a concluir presentando algunas pistas de las   reflexiones iniciales de la investigación que estoy empezando a realizar para mi próximo trabajo de ascenso.

La legislación educativa de la 5ta república.

En la primera parte de la investigación se hizo una comparación entre la legislación educativa de la denominada 4ta República y la 5ta; es decir, la Constitución Nacional del 61 y 99 y la LOE de 1980 y la de 2009. Esta comparación tenía como propósito ver los puntos de continuidad y ruptura entre la ley que deviene de la democracia representativa y la teoría de justicia de Rawls  y la de democracia participativa y protagónica y el garantismo constitucional de Ferrajoli.

Ese análisis nos llevó a concluir que más allá  los aspectos vinculados a la profundización del Estado docente, no hay mayores modificaciones en materia educativa y peor aún, no está presente en la LOE de la 5ta una visión integral del sistema educativo; porque al igual que en la 4ta república se confunde el sistema educativo con el sistema escolar. Esta confusión no es un detalle menor, porque da cuenta de visiones que en el fondo no se diferencia, o dicho de otra manera, son aparenciales al no incluir en el instrumento legislativo aquellas instituciones que inciden en la conformación de la subjetividad. El constituyente fue sabio cuando incluyó en el mismo capítulo de la Constitución, la educación, la ciencia, la cultura y los medios de comunicación. Al hacerlo así los concibió como un todo integrado. Sin embargo, las sucesivas leyes que se han formulado en estas materias no han establecido con suficiente fuerza las articulaciones entre estos aspectos.

Ahora bien; sería fácil atribuirle ese error a un acto de insuficiencia teórica o  a una visión cortoplacista del problema. Hoy estoy convencido, que esa confusión es el producto de la presencia en el gobierno de sectores conservadores que ven al sistema  escolar como una prolongación del sistema escolar de la 4ta república. Creo por ejemplo, que toda la discusión sobre el currículo ha sido un distractor para no introducir cambios sustanciales en la escuela venezolana. Este aspecto quiero resaltarlo, porque considero que  se impuso en la escuela venezolana cierta visión del currículo que hoy la tenemos presente en la Universidad Bolivariana y más grave aún, se cometen errores con esa visión  como utilizar la categoría “básico curricular” que responde más a la primaria y el bachillerato y no a la educación universitaria, en donde la investigación es transversal al proceso de enseñanza y aprendizaje. El Comandante Chávez señalaba permanentemente a sus más inmediato colaboradores que “en el detalle está el diablo”. Creo que tenemos el diablo pululando por los pasillos de la UBV porque se comete cada exabrupto…..

Esta reflexión sobre el currículo, no formó parte de mi investigación, pero la señalo, porque voy a retomar este tema cuando aborde la parte propositiva de esta exposición, en el marco de la guerra económica.

El debate Estado Docente vs Sociedad Educadora, le genera algunos problemas a la revolución bolivariana, porque en Venezuela, históricamente, los sectores oligárquicos y la jerarquía eclesiástica han tratado de imponer una visión de la educación, en donde la política educativa, sea una responsabilidad  de la familia organizada como sociedad civil; con esto se pretende crear una concepción de la política educativa que apunta a la formación de individuos y no de ciudadanos comprometidos con el proyecto de país. Al plantearse que la revolución tiene un carácter protagónico, la participación de la gente es fundamental en la formulación de la política. Siendo así ¿cuál es la diferencia?

En el Estado social y de derecho de la constitución del 61 la categoría que vertebra su operación es “el velo de la ignorancia”, es decir, aquella concepción según la cual las fallas en la aplicación de la norma, se debe a la insuficiencia  de la legislación de ver las consecuencias de su aplicación. En cambio en la concepción garantista de la norma la voluntad política del ciudadano se ve expresada en la norma y el Estado como institución encargada de cumplir esa voluntad política, debe garantizar el cumplimiento de la norma. La primera concepción ve el presupuesto educativo como un gasto social y una inversión privada. La segunda como una inversión social en donde el particular es corresponsable.

Hasta ahora las propuestas que se han formulado desde la revolución no han sabido compensar la relación Estado docente participación protagónica,   lo que nos impide formular una sólida propuesta que incluya distintos niveles de participación, cooperación y corresponsabilidad.  La propuesta de la escuela como centro del quehacer comunitario tiene implicaciones que van más allá del hecho escolar. Lamentablemente no se han arbitrado mecanismos que permitan que la escuela se convierta de verdad, en el centro del quehacer comunitario. En algunas comunidades muy pequeñas, sobretodo, en los caseríos  y poblaciones rurales la escuela se comporta de esta manera, pero eso depende, en mucho del liderazgo de los directivos de la escuela y su maestros, no porque sea una expresión de una política pública.

Esta insuficiencia del marco normativo de la 5ta república me llevó a analizar la resolución 058, para indagar, si está resolución introducía transformaciones que apuntaran en la dirección adecuada y sí la misma permitiría construir la escuela que demanda la sociedad venezolana de cara a las exigencias del proyecto Simón Bolívar y en el contexto de las transformaciones que se han venido operando en el siglo XXI  o mejor dicho en el marco de lo que se denomina el cambio civilizacional. Las conclusiones a las que llegué de cara a los aportes teóricos que nos da las ciencias sociales me llevaron a concluir que esa resolución era un amasijo de instrucciones que hacían inviable la operación de la escuela y además generaban resultados contrarios a los propósitos que perseguía.

 

La escuela en la historia de Venezuela

En el segundo capítulo de la investigación estudié  la evolución de la escuela venezolana desde la colonia hasta la actualidad; esto lo hice, para  conseguir al igual que en la primera parte de la investigación los puntos de continuidad y ruptura de la escuela venezolana. A pesar de ser la escuela el foco de la investigación que realicé; lo hice desde una perspectiva que me permitió indagar el contexto cultural  e ideológico en que se creó  la escuela  como institución de la modernidad y el papel que jugó y juega en la conformación de un esquema de valores que contribuyen a formar cierta visión del mundo en los y las estudiantes. Dicho en términos gramscianos; cómo la escuela construye hegemonía o dicho con Bordieu y Passeron para identificar el carácter reproductivo de la escuela.

Esta parte de la investigación me llevó a concluir varias  cosas que voy a telegrafiar porque me interesar profundizar en la tercera y cuarta parte de la investigación.

  1. la constitución de la escuela en Europa tuvo un sentido de clase, pero en América Latina, además de tener un carácter de clase se convirtió en un factor importante para la constitución de un mundo de vida que justifica “la superioridad del hombre blanco” sobre los pueblos indígenas y posteriormente la población africana.
  2. Una segunda conclusión está asociada lo planteado por Dussel, E. al señalar: “La colonización de la vida cotidiana del indio, del esclavo africano poco después, fue el primer proceso “europeo” de “modernización”, de civilización, de “subsumir” (o alienar) al Otro como “lo Mismo”, pero ahora no ya como objeto de una praxis guerrera, de violencia pura,(…) sino de una praxis erótica, pedagógica, cultural, política, económica, es decir, del dominio de los cuerpos por el machismo sexual, de la cultura, de tipos de trabajo, de instituciones creadas por una nueva burocracia política(p. 49)”[1]
  3. El desarrollo de la escuela no sólo implicó el surgimiento de un tipo particular de institución, sino, que la misma, desarrolló un tipo de disciplinamiento del cuerpo y la mente, que se estructuró a partir de la clausura, es decir, la especificación de un lugar heterogéneo a todos los demás y cerrado sobre sí mismo. Por otra parte la disciplina “establece las presencias y las ausencias, de saber dónde y cómo encontrar a los individuos, instaurar las comunicaciones útiles, interrumpir las que no son, poder en cada instante, vigilar la conducta de cada cual, apreciarla, sancionarla, medir las cualidades o los méritos.
  4. La educación venezolana del siglo XVI, y XVII estuvo influenciada por lo que denomina Fernández Heres, R. (1995) la vertiente cristiano–católica, que se caracteriza por poner el énfasis de la enseñanza en los preceptos cristianos que eran fundamentales para garantizar las creencias del reino de España en la población originaria de Venezuela y de esta manera asegurar la dominación.
  5. Con la ideología liberal-ilustrada, la nación del siglo XIX quedó imaginada desde una sola cultura, una religión y una lengua, también la identidad en singular fue inventada bajo los códigos de la homogeneización occidental. Al lado de este imaginario de la supuesta unidad identitaria, hoy observamos que –sin haber logrado rupturas con estas falacias históricas negadoras de sus procesos comunes, diversos y diferentes- estamos sometidos a los efectos de las identidades planetarias sustentadoras del sistema-mundo
  6. Bigott señala al analizar la escuela colonial que : “Finalizado el período colonial no existían ni sistema, ni estructura escolar; se observan un conjunto de instituciones inconexas: a) las escuelas de las primeras letras para blancos donde se enseñaba lectura, escritura, aritmética, y religión; b) educación religiosa y del castellano en los pueblos denominados pueblos de misión; c) Un conjunto de cátedras aisladas: de gramática que comprendía gramática, literatura, escritura, aritmética, geografía, historia de Europa y de España e historia sagrada; d) Colegios en algunas ciudades donde además de la enseñanza elemental se agregaban algunas de las cátedras; e) los seminarios y la universidad con sus cátedras de gramática, latinidad, artes (filosofía, física, historia, teología, jurisprudencia y medicina)”.
  7. El sistema educativo vigente durante la era republicana (Independencia), era en cierto modo una continuidad en su concepción, propósito y métodos del implantado por la colonización hispánica. En la rama de primaria se conservó la misma escuela colonial: privada y religiosa.
  8. La educación en la segunda mitad del siglo XIX va a ser en lo sustancial, parecida en sus características a la escuela colonial y va a estar sometida a los vaivenes de la política local. Con la presidencia de Guzmán Blanco la escuela se va a inscribir de manera nítida como parte del sistema cultural. Esto significó el desarrollo de la religión patria con la creación del Panteón Nacional, la institucionalización de los símbolos patrios y la consolidación de la opinión pública.
  9. La escuela de inicios del siglo XX va estar influida por el pensamiento positivista que plantea que: La confianza en la educación como forma de transformar los hábitos del pueblo, es otra de las características del positivismo nativo. Una educación dirigida a abrir las mentes a los nuevos descubrimientos de la ciencia positiva y que deje atrás las explicaciones metafísicas o teológicas que no hacen más que paralizar a los hombres haciéndolos conformes con lo que se les ha impuesto, es lo que proponen estos autores como otra medida eficaz para acelerar la construcción de un nuevo orden que sustituye la anarquía desintegradora, que acaba con nuestras posibilidades de progreso de realizar lo que soñaron nuestros libertadores.
  10. Con la muerte de Juan Vicente Gómez el debate educativo se centra en las concepciones que van a marcar parte importante del siglo XX. La presencia de Luis Beltrán Prieto Figueroa va a marcar una visión de la educación que se centra en la concepción del Estado Docente y la educación de masas. Este debate, se extenderá hasta mediados del siglo XX cuando se instaura la dictadura de   marcos Pérez Jiménez.
  11. Con el retorno de la democracia, los adecos desarrollan un modelo de escuela que es coherente con la política de Alianza para el Progreso impulsada por los Estados Unidos de Norteamérica. El desarrollo del sistema escolar se centra en una estrategia basada en el pupitre, el profesor y el pizarrón.
  12. Esta concepción del desarrollo escolar generó un proceso de enseñanza y aprendizaje que más allá de sus matices, estuvo y está marcado por un modelo frontal de enseñanza que convierte al estudiante en un receptor de conocimiento o como señalaba Paulo Freire una educación bancaria en donde se depositaba el conocimiento.
  13. Por último este modelo generó, una escuela rutinaria, culturalmente deficiente, poco pertinente y con muy baja calidad. Y cuando nos referimos a calidad estamos señalando de una escuela que no forma para que en sus estudiantes no cubran las necesidades básicas de aprendizaje.

El debate pedagógico que se ha dado alrededor de la escuela venezolana, más allá de las distintas posiciones que han asumido los investigadores educativos, los políticos y los diferentes actores que inciden en la realidad escolar, han fortalecido una concepción de la escuela como una institución reproductora del sentido común. Ese sentido común es coherente con los intereses de los sectores sociales dominantes.

A pesar de las distintas tendencias pedagógicas que han existido en el país, existe una coherencia a lo largo de la historia del país que le ha atribuido a la escuela la misión de “civilizar” la población originaria, en la colonia. Contribuir al proyecto nacional en la república y formar ciudadanos aptos para vivir en democracia en la 4ta república.

Derivado de la revisión histórica del comportamiento de la escuela en la historia de Venezuela, se pudo además concluir que la escuela siempre ha operado como una organización, es decir, como una agrupación social que tiene fines y medios para lograr estos fines y además está regida por un marco normativo que la regula. A propósito del peso que ha tenido las organizaciones en el marco del desarrollo de la civilización moderna (porque está presente en el capitalismo y el socialismo)  posteriormente analizamos la teoría que ha servido para interpretar a la escuela como organización.

La escuela como organización

La tercera parte de esta investigación abordó los supuestos  de la teoría que sustenta el estudio de la escuela como organización. Para ello,  se registraron once (11) conceptos de escuela y se revisaron 24 teorías, estas teorías han permitido generar un área de conocimiento denominado “teoría de la organización”; estas teorías han tenido una gran influencia en   la teoría de la educación;  a tal punto que en muchas universidades del mundo; el departamento de currículo se denomina currículo y teoría organizacional.

Las once (11) conceptualizaciones utilizadas de la escuela la caracterizan como el centro neurálgico de las comunidades modernas. La institución de formación para el patrimonio identitario, Institución educadora con fines, roles para aprender a aprender. Es un ecosistema social y humano. Es un sistema. Con elementos diferenciados conformado por varios subsistema. Espacio para consolidar la revolución industrial. Institución estructurada.

Esta conceptualizaciones dan cuenta de los elementos que todos hemos vivenciado a lo largo de nuestra formación. En efecto, la escuela es ese lugar en donde aprendimos a leer escribir, lleno de alegrías y frustraciones. Ese sitio donde modulan nuestras pulsiones, donde nos definen, nos enmarca, nos estructuran. En fin donde las generaciones adultas forman a las generaciones jóvenes. Cada uno de nosotros tiene de la escuela. Esa escuela realmente existente, y los que decidimos ser docentes, la vivimos a diario. Con sus potencialidades y sus limitaciones. Ahora bien, más allá de la conceptualización de escuela que utilicemos, lo importante es tener pendiente que no es posible formar a nadie, si esa formación no está precedida de una voluntad indeclinable de servir al otro. Eso es central en cualquier análisis volveré a este tema más adelante.

 

Decidimos abordar las diferentes teorías organizacionales que han sido desarrolladas a lo largo  del siglo XX y principio del siglo XXI, porque más allá que la escuela es una organización que cumple un rol específico en la sociedad, la forma organización es el dispositivo que inventó la sociedad capitalista para instrumentar sus fines.

Las diversas teorías que caracterizan a las organizaciones se  pueden agrupar en cinco (5) perspectivas  teóricas que son: la estructural basada en la ingeniería,  la de recursos humanos, basada en la psicología, la sociología y la psiquiatría.  La política inspirada en las ciencias políticas,  la simbólica basada en la antropología  y la teoría sistémica inspirada en la teoría de sistemas. Estas perspectivas han tenido transformaciones desde la década del 90, en el marco del desarrollo del neoliberalismo.

El impacto que ha tenido la teoría de la organización se  debe al rol que juegan las organizaciones en el capitalismo a mejor dicho, las empresas,  que son las organizaciones en donde el capitalismo, es decir, los capitalistas realizan la explotación. Con relación a esto,  Pablo González Casanova indica de manera absolutamente  clara que:

“Hoy más que nunca se comprueba que es imposible  la comprensión del sistema capitalista global y sus límites históricos y sociales sino se incluyen las relaciones de dominación, apropiación y acumulación. Pero ni estas -ni las de explotación y exclusión- pueden ser comprendidas si la totalidad ampliada del pensamiento crítico no da un peso primordial a la complejidad organizada del capitalismo moderno y postmoderno, y en sus estudios y luchas deja de desentenderse de ella, o de incluirla sólo en formas esporádicas y marginales. Hoy el mundo vive bajo el dominio de un capitalismo complejo  y en una situación lamentable de separación y desarticulación teórica-práctica entre quienes dominan la complejidad e ignoran y ningunean el análisis crítico marxista y quienes dominan el pensamiento crítico y sólo excepcionalmente profundizan en ellos problemas teórico-prácticos de la complejidad y en su redefinición de la lucha de clases y de liberación, y de los obstáculos en la construcción de un mundo alternativo”.

Esta cita de Pablo González Casanova, pone, en mi opinión el problema en su justo lugar, al precisar que la naturaleza de la explotación capitalista se ha transformado en el capitalismo complejo y requerimos de herramientas teóricas que den  cuenta de esa complejidad. Con ello, no estoy diciendo que la explotación capitalista, no se da, lo que estoy resaltando que la explotación corre por otros cauces, porque para el desarrollo permanente de la acumulación de capital, no sólo se requiere la apropiación de la plusvalía por parte del capitalista, sino que ese asalariado se convierta en un consumidor.

Esta transformación del capitalismo encuentra en la teoría organizacional, los marcos interpretativos que permitan justificar y construir la teoría del management  o de la gestión que opera como una tecnología moral  que jusifica la lógica cultural del capitalismo. Dicho en palabras de Stephen Ball:

La gestión constituye un discurso imperialista. La teoría de la gestión considera que el mundo social está encerrado en un caos irracional y necesita que le aporten su orden redentor. Construye su superioridad mediante un conjunto de poderosas operaciones discursivas; el orden se sitúa por encima y en contra del caos, la racionalidad contra la irracionalidad, la cordura contra la locura, la neutralidad contra el sesgo político, la eficiencia contra la ineficiencia y la meritocracia contra la influencia personal. Es la antítesis lingüística de la crisis y como tal, ocupa un papel político central en la década de 1980 (…) El sujeto de la gestión es el producto objetivado de la organización, la autoridad y la responsabilidad. Los límites y las posibilidades de acción y significado están determinados con precisión por la posición y la destreza en la estructura de gestión.

La teoría del managament opera como una ideología que justifica el dominio de unas clases sociales sobre otras. Por razones de tiempo y espacio no voy a especificar las características de cada una de las 24 teorías que revisamos y su influencia en la teoría educativa.

La escuela es una institución de la modernidad y su finalidad, más allá de la inserción social y la incorporación de los jóvenes a la cultura de la sociedad, consiste en crear los hábitos y costumbre para adaptarse a la vida laboral. No sólo se trata de adquirir habilidades y destrezas o competencias para el mundo laboral, sino generar la subjetividad necesaria para que los ciudadanos y ciudadanas vean como natural un mundo donde la explotación, la cosificación y la alienación.

Superar esta situación implica crear una escuela distinta, que debe servirse de varias disciplinas para estudiar esta institución en el marco de la complejidad que se genera en el capitalismo. La pedagogía, por más crítica que sea, es insuficiente para abordar la problemática de la escuela, consideramos que los Estudios Críticos de la Gestión nos pueden ayudar a encontrar fórmulas para superar la crisis de la escuela moderna. Para Herrero Mitjans, S. un representante latinoamericano de esta corriente señala “Por lo general las disciplinas de  gestión  son entendidas como dedicadas a la mejora “científica” de las prácticas directivas vinculadas con el funcionamiento de las organizaciones, de ahí su estrecha relación con la eficiencia y la efectividad, razón por la cual dicho conocimiento es sólo relevante para los directivos. (…) el pensamiento crítico (…) está motivado por el esfuerzo concreto de trascender y abolir la tensión/ oposición entre el arrojo, espontaneidad y racionalidad del individuo y las relaciones que surgen del proceso de trabajo sobre la que está construida la sociedad (…) El propósito de la teoría crítica nunca es incrementar el conocimiento como tal. Su objetivo es el de la emancipación del hombre de su esclavitud”.

La escuela en la transición. Retos y desafíos.

La cuarta parte de esta investigación consistió en una propuesta de escuela para la transición.

La condición de posibilidad que permite la construcción del socialismo implica instrumentar medidas  que  transformen las relaciones de producción y las consecuencias que ellas generan. Por otra parte, en materia educativa deben crear las condiciones para contribuir a crear la mujer y el hombre nuevo; es decir la y el ciudadano consustanciado con el socialismo; eso no significa pertenecer a una determinada organización política, sino desarrollar los valores, la conciencia, la aptitud y actitud de solidaridad, justicia, encuentro con el otro que contribuya a construir un patria distinta.

La transición al socialismo está definida en el Plan de la Patria, esto implica en materia educativa el desarrollo de una serie de transformaciones que nos obliguen a tener una escuela cualitativamente distinta, es decir, una escuela que no siga la lógica de la escuela tradicional y que contemple cambios que no se circunscriben a lo curricular.

Una escuela  para la transformación de la sociedad requiere que se instrumenten medidas concretas que apunten a ese proceso; es decir, medidas que lleguen a la escuela y cambien su lógica de trabajo; por ello, se requiere una ley que regule el funcionamiento de la escuela y que establezca una clara distinción entre  el funcionamiento del Ministerio del  Poder Popular de la Educación, en tanto aparato administrativo del Estado y las escuelas.

Una ley de gestión del sistema escolar podrá crear las condiciones de posibilidad que permitan al pueblo ejercen contraloría social de las escuela y así convertir a la educación en un tema que no se reduce a la discusión de los expertos.

Los supuestos epistemológicos que sustentan esta propuesta son:

1.- Es en la escuela se crea el hábito, que homogeniza el tiempo, que es la condición de posibilidad, que hace posible la explotación por la apropiación del capitalista del tiempo abstracto de trabajo.

2.- La escuela moderna se constituyó  y conformó a partir de estos presupuestos y el desarrollo de un modelo de organización que establece  los niveles crecientes de secuenciación y jerarquización que hizo posible el acceso a mayores niveles de complejidad. Tedesco, J. C. (1995). El diseño de una escuela para la transición  implica romper esta lógica y montar un diseño que genere el acceso de altos niveles de complejidad rompiendo los parámetros de jerarquización y el desarrollo de una secuenciación que parte de lo grupal al individuo y no al revés.

3.- La escuela para la transición demanda en sus estudiantes desarrollar capacidad simbólica, es decir, que la escuela requiere romper la lógica de desestructuración simbólica que genera los medio de comunicación y las tecnología de la información, esto implica el desarrollo de un currículo que al operar como un “complejo rito mito”  desarrolla habilidades y destrezas en los estudiantes que le permitan construir habilidad hermenéutica. El desarrollo de estas habilidades, en el marco del capitalismo actual, implica romper lo que denomina Dufour, D. R. (2009) la servidumbre del hombre liberado en el capitalismo total.

A partir de estos supuestos epistemológicos se propone una escuela que:

1.- Tiene un horario integral, es decir, dos turnos.

2.- Dos criterios de organización del estudiantado. Por área de interés y por grados académicos.

3.- Un modelo de evaluación curricular que tome en cuenta el desempeño colectivo e individual. La evaluación tomará en cuenta los logros individuales, los colectivos. Esto implica además los conocimientos, las actividades sociales, las culturales, las de recreación y las de educación física.

4.- El desarrollo curricular se estructura en un trabajo en equipo que le permite a estudiantes y docentes una visión colaborativa del proceso de enseñanza aprendizaje.

5.- La escuela de este tipo coordina la inserción social de los estudiantes, en áreas tales como la prevención en salud integral y odontológica, atención psicológica y psiquiátrica, documentación oficial, etc.

  1. – Una escuela de este tipo es una escuela de inmersión total es decir, fortalece la personalidad de los participantes a través de actividades grupales y realiza un esfuerzo para que los estudiantes realicen en las escuelas todas las actividades que demanda el currículo

Para finalizar, deseo señalar, que esta investigación continúa con un estudio de la subjetividad de los jóvenes en el siglo XXI y su influencia  en la escuela.

Hoy se ha venido estableciendo un relato alrededor de la escuela que centra su problemática alrededor del aburrimiento de los y las estudiantes. La escuela divertida  es la nueva moda que se está construyendo alrededor de la escuela.  Estar divertido, parece un estado emocional, en donde, la estupidez y fatuidad de una ciudadanía que sólo se interesa en consumir.  Divertirse es un estado emocional que nos sumerge en una infancia perpetua, en donde el logro humano sólo se da en el consumo.  Esta investigación  tendrá como premisa que:

El neoliberalismo no se orienta únicamente a la destrucción de la instancias colectivas construidas desde hace mucho tiempo (familia, sindicatos, partidos y, con carácter más general, la cultura), sino también la de la forma individuo-sujeto aparecida durante el largo período de la modernidad (1). La fábrica del nuevo sujeto “postmoderno”, no crítico y “psicotizante” es el resultado de una empresa temiblemente eficaz en cuyo núcleo central encontramos dos importantes instituciones dedicadas a la fabricación de ese nuevo sujeto: la televisión y una nueva escuela considerablemente transformada por treinta años de reformas pretendidamente “democráticas” que siempre se han orientado al debilitamiento de la función crítica.

Ser crítico en el siglo XXI comporta tener capacidad simbólica y eso se logra en la medida que la escuela forme hombres y mujeres libres, autónomos, creativos y con carácter que significa ser unos combatientes por la verdad, la dignidad y la solidaridad de los seres humanos.

[1] Ver: Dussel, E. (2001) La Pedagógica Latinoamericana. Bogotá: Editorial Nueva América.

Comparte este contenido:

La cultura de la paz y los derechos de los pueblos

La memoria no es pasado, la memoria ilumina el presente. Los pueblos sin memoria, los pueblos que olvidan, son pueblos que desaparecen. Por eso se trata de responder con una resistencia organizada para enfrentar mediante una lucha no violenta al sistema dominante. Nosotros, los pueblos del mundo, somos los que tenemos la capacidad de este cambio.

Fuente: La Jornada

Muchos han sido en la historia de la humanidad los atentados a la vida humana y de allí surgieron también herramientas normativas, pactos de convivencia, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, creada después de la Segunda Guerra Mundial. La bomba lanzada sobre Hiroshima, que dejó profundas huellas en el pueblo japonés, el Holocausto y otras tantas matanzas, son expresiones de lo peor de la condición humana. Con la caída del Muro de Berlín y el fin de la llamada guerra fría, una potencia vino a monopolizar la hegemonía del poder: Estados Unidos de Norteamérica. Otras guerras presentes e inacabables se extienden en Medio Oriente, Libia, Siria, Irak y Afganistán. Guerras provocadas por esta potencia en defensa y tutela de grandes intereses del complejo industrial-militar. Miles y miles de personas mueren asesinadas, y otras miles, tratando de salvar sus vidas, fallecen y se pierden en el mar. El mar no deja huellas, pero estas huellas quedan en la conciencia de la gente.

Entonces, cuando hablamos de democracia y de paz, tenemos que interpelar esos conceptos. ¿De qué democracia y de qué paz estamos hablando? La democracia se construye. ¿Al mundo le importan las lágrimas de los oprimidos? Albert Camus afirmaba que la vida humana comienza del otro lado de la desesperación. Por eso debemos tener la utopía como horizonte y si no existe, debemos tener la capacidad de inventarla. De ahí el concepto de resistencia. Otro mundo es posible. Aunque no se pueda cambiar todo, lo peor que podemos hacer es ser indiferentes. El otro tiene los mismos valores y los mismos derechos que cada uno de nosotros, y si perdemos de vista al ser humano nos perdemos a nosotros mismos.

Hay un proverbio que reza: “Si no sabes a dónde vas, regresa para saber de dónde vienes”. Nosotros venimos del continente de la tierra profunda. Y nos duele lo que pasa en el continente, y nos duele lo que pasa en México. Y nos duele Ayotzinapa que, en la crudeza de los hechos, puso nuevamente sobre el tapete la dimensión y el alcance de la desaparición en este país.

Este continente sufrió en muchos países la militarización impuesta por Estados Unidos por conducto de dictaduras instaladas por la violencia, mediante un plan perfectamente estructurado, que dejó miles de muertos, torturados, exiliados, secuestrados e instauró la desaparición. De ahí surge la figura de la desaparición forzada de personas como crimen de lesa humanidad.

Lo que ocurre hoy en México son delitos de lesa humanidad. La CIDH está investigando estos delitos y debe continuar haciéndolo. Hay que superar la impunidad jurídica, porque mientras exista la impunidad, continuarán cometiéndose estos crímenes aberrantes.

La época de las dictaduras está presente hoy en la vida de nuestros pueblos y nuevas estrategias de dominación se expanden y consolidan.

Hoy se pretende afianzar en estas sociedades la cultura de la violencia. Hay que desarmar la razón armada a través de la cultura de la paz, respetando la diversidad que es la riqueza de los pueblos, privilegiando al ser humano sin distinción, sin preguntar su ideología. Hay que hacer caminar la palabra, cuidar la palabra. La palabra es vida.

Los pueblos tienen que ser protagonistas de su propia historia. No pueden ser pasivos. La pasividad no es la paz.

Tenemos muchas expresiones de resistencia: la de los pueblos originarios; la de las mujeres, las Madres de Plaza de Mayo son un ejemplo de resistencia; la lucha por los derechos humanos; en México la resistencia en Chiapas y otras expresiones de lucha.

Los pueblos indígenas sostienen su cosmovisión del mundo y hablan del “buen vivir” cuando las necesidades del ser humano están satisfechas.

El mundo ha cambiado, hay que pensar en un nuevo contrato social para la humanidad, necesidad frente a la cual es muy importante el rol que juegan los gobiernos, las sociedades, las organizaciones, las instituciones, la universidad.

La educación es muy importante para los pueblos y la conciencia de las nuevas generaciones.

La memoria no es pasado, la memoria ilumina el presente. Los pueblos sin memoria, los pueblos que olvidan, son pueblos que desaparecen. Por eso se trata de responder con una resistencia organizada para enfrentar mediante una lucha no violenta al sistema dominante. Nosotros, los pueblos del mundo, somos los que tenemos la capacidad de este cambio.

Comparte este contenido:

UNICEF: Innovación para todos los niños y niñas

En todo el mundo, una revolución de la innovación en favor de la infancia está creciendo… a menudo en los lugares más inesperados… y está cada vez más dirigida por los propios niños.

 

En los estudios de diseño de tecnología y en los laboratorios universitarios, en las organizaciones del desarrollo y en las empresas, en las cocinas y los centros comunitarios están surgiendo nuevas formas de resolver los problemas, impulsadas por la creatividad, la capacidad de conectar y la colaboración.

 

Para conmemorar el 25º aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, elEstado Mundial de la Infancia destaca la labor de innovadores jóvenes notables que ya están reinventando el futuro, e invita al mundo a unirse a este movimiento en ascenso para impulsar los derechos de todos los niños.

Comparte este contenido:

Los docentes de Liberia se mantienen firmes en la lucha contra la privatización

Fuente: Internacional de la educación / 2 de Mayo de 2016

 

A pesar de la intención del gobierno de crear una asociación público-privada con Bridge International Academies, un grupo de organizaciones de la sociedad civil se mantiene firme en su oposición al plan del gobierno de externalizar todo su sistema de enseñanza primaria.

La campaña de sensibilización del consorcio de organizaciones de la sociedad civil liberianas en defensa del diálogo en materia de educación (LUCSED, por sus siglas en inglés) contra la asociación público-privada ha adoptado medidas para llevar a cabo acciones directas de cabildeo ante el gobierno, el senado y la cámara baja.
El grupo, que incluye al sindicato de la educación de Liberia, NTAL, miembro de la Internacional de la Educación (IE), se reunió recientemente con legisladores y el Comité Mixto de Educación de la Asamblea Legislativa de Liberia. El ministro de educación tenía que comparecer ante el Pleno de la Cámara Baja para abordar cuestiones críticas y emergentes del ámbito de la educación, entre ellas la polémica APP.
Las reuniones en la Cámara Baja
El martes 19 de abril, LUCSED visitó el Capitolio para presenciar la comparecencia del Ministro Werner ante el Pleno de la Cámara Baja para abordar el tema de la APP. Los miembros del grupo aprovecharon la oportunidad para reunirse con representantes del gobierno, los cuales aplaudieron y respaldaron sus esfuerzos de cabildeo y prometieron examinar detenidamente la decisión del Ministerio.
Mientras asistían a la sesión de la Cámara de Representantes y se reunían personalmente con los legisladores, algunos docentes realizaron una protesta pacífica fuera del Capitolio sosteniendo pancartas y un cartel contra la APP para manifestar su oposición al intento por parte del gobierno de subcontratar las escuelas públicas de enseñanza primaria del país.
Conclusiones predefinidas
El grupo también se reunió recientemente con el Senado y el Comité Mixto de Educación la Cámara Baja. LUCSED tuvo la oportunidad de abordar cuestiones jurídicas y de procedimiento relacionadas con el proceso de la APP, así como sus implicaciones para el sector y el país en general.
Aunque el Comité Mixto reconoció que las directrices nacionales relativas a la contratación pública habían sido quebrantadas al seleccionar a Bridge International Academies, no adoptó las medidas apropiadas para remediar esta situación y calificó las acciones del ministro como “error honesto”.
Decepción
A pesar de su profunda decepción ante tal resultado, NTAL está resuelto a proseguir su campaña para impedir que sus escuelas sean subcontratadas.
Comparte este contenido:

Lecciones de experiencias ajenas

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ AZNAR

… la experiencia nos muestra la obligación del gobierno de atender

 los reclamos de toda la población

 

Tratando de evadir por momentos mis habituales ocupaciones profesionales, me dediqué esta semana releer el libro “La casa de los espíritus” publicado en 1982 por Isabel Allende, cuando vivía exiliada en Caracas. Encontré unos párrafos que parcialmente reproduzco.
         “El pueblo se encontró por primera vez con suficiente dinero para cubrir sus necesidades básica… pero no podía hacerlo, porque los almacenes estaban casi vacíos. Había comenzado el desabastecimiento, que llegó a ser una pesadilla colectiva…
…Las mujeres se levantaban al amanecer para pararse en las interminables colas donde podían adquirir un escuálido pollo, media docena de pañales o papel higiénico. El betún para lustrar zapatos, las agujas y el café pasaron a ser artículos de lujo… Se produjo la angustia de la escasez…
…Se paraban en las colas sin saber lo que se estaba vendiendo… Surgieron profesionales de las colas, que por una suma razonable guardaban el puesto a otros; los vendedores de golosinas que aprovechaban el tumulto para colocar sus chucherías y los que alquilaban mantas para las largas colas nocturnas… Se desató el mercado negro.
…Los que nunca habían fumado terminaban pagando cualquier precio por una cajetilla de cigarros, y los que no tenían niños se peleaban por un tarro de alimento para lactantes. Desaparecieron los repuestos de las cocinas, de las máquinas industriales, de los vehículos. Así estaban las cosas cuando los camioneros se declararon en huelga…
…El presidente apareció en televisión pidiendo paciencia. Advirtió al país que los camioneros estaban pagados por el imperialismo y que iban a mantenerse en huelga indefinidamente, así es que lo mejor era cultivar sus propias verduras en los patios y balcones, al menos hasta que se descubriera otra solución… …El pueblo, que estaba habituado a la pobreza…, no perdió la euforia del primer día, al contrario,.. siguió cantando por las calles aquello de que el pueblo unido jamás será vencido, aunque cada vez sonaba más desafinado, porque la división y el odio cundían inexorablemente”.
Después de leer estos párrafos, cerré el libro y pensé en nuestra Venezuela actual. Isabel pone nombres ficticios a los protagonistas de su novela, pero es obvia la identificación en estos párrafos con situaciones reales vividas por ella en los últimos meses del gobierno de su tío, el presidente Allende, socialista marxista.
Algunas situaciones narradas las comprobé personalmente. Como presidente de la Asociación Interamericana de Presupuesto Público, asistí a reuniones en Santiago de Chile en julio de 1973. Conversé con funcionarios, antiguos conocidos míos. Carlos Matus, presidente del Banco Central, Gonzalo Martner, ministro de Planificación y Darío Pavez coordinador de las empresas básicas. Al manifestarles mi preocupación, decían no tener temor alguno ya que el proceso revolucionario era irreversible pues contaba con el apoyo del pueblo. Bien sabemos lo que pasó dos meses después, con un alto mando militar de extrema derecha, que por un tiempo ocultó su oposición a las políticas del gobierno.
No pretendo asemejar la situación chilena transcrita con la venezolana actual, ya que hay muchos elementos que nos diferencian, uno de ellos el feroz bloqueo internacional, comercial y financiero, que nosotros no tenemos. Pero la experiencia nos muestra la obligación del gobierno de atender oportunamente los reclamos de toda la población sin distinciones políticas, económicas ni sociales, pues la escasez y desabastecimiento de alimentos y de otros productos esenciales así como la inoperancia de servicios públicos básicos, afectan a todos los ciudadanos.
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com

 

Publicado originalmente en el Universal de Venezuela

 

Comparte este contenido:

Argentina /Desembarco de una fundación privada en la escuela pública: llegan los “codocentes”

Fuente: enorsai.com.ar   / 2 de Mayo de 2016

Trabajan como “parejas pedagógicas” de los docentes nombrados por el Ministerio. Se ignora si tienen formación docente. Los contrata una fundación privada, la ONG Enseñá por Argentina, que les paga un tercio del sueldo legal

Hace pocos días, y sin previo aviso, comenzaron a llegar a algunas escuelas porteñas los “codocentes” de la fundación Enseñá por Argentina, una institución privada asociada a importantes bancos y empresas (http://ensenaporargentina.org/empresas.html).Enseñá por Argentina cultiva una estrecha relación con el gobierno porteño, entre otros.

Los “codocentes” están en el aula -o sea en contacto con el alumnado-, participan de la planificación de contenidos y toman parte en el dictado de clases de las escuelas públicas. Pero no atravesaron los concursos de antecedentes que establece la norma vigente y que es la garantía de la formación e idoneidad de los profesores. Diario Z consultó el título y la formación de estos supuestos docentes a la Fundación Enseñá x Argentina el viernes a la tarde. Quienes atendieron el teléfono se negaron a brindar esta información y, ante la insistencia, directamente cortaron la comunicación. Sin embargo, pudo averiguar que cobran un tercio de los haberes fijados por convenio para quienes ejercen legalmente la docencia en la escuela pública.

El contenido del programa que les ha facilitado el ingreso a las escuelas públicas es desconocido, ya que no es posible encontrarlo en la página web de la fundación, en la que abundan las generalidades y brillan por su ausencia las precisiones.

Los funcionarios de Enseñá por Argentina tampoco se mostraron dispuestos a responder una pregunta tan elemental telefónicamente. Lo único que queda claro en la página es que la ONG ofrece “un programa de formación en liderazgo”, fórmula habitual en el lenguaje marketinero de los CEO pero extraña a la pedagogía.

Los funcionarios de Enseñá por Argentina no se mostraron dispuestos a dar cuenta del contenido de su programa.

La sociedad de esta fundación con el gobierno porteño viene de lejos: en 2012 y 2013, recibió subsidios de la Ciudad. Desde 2011, animan una Escuela de Apoyo Escolar en Villa Soldati durante los veranos. Un proyecto del bloque del PRO propone declarar “de interés cultural y educativo” la tarea de la fundación Enseñá por Buenos Aires. Allí se destaca que “actualmente, 28 jóvenes profesionales trabajan en las aulas junto a docentes con el objetivo de desarrollar en los estudiantes las competencias académicas esenciales (…) y competencias socio-emocionales”.

Lo que no tiene respuesta, por el momento, es qué norma autoriza el ingreso de asociaciones privadas en las escuelas públicas de la Ciudad, qué convenios se establecieron entre la ONG y el Ministerio de Educación, sus alcances, plazos previstos y objetivos ni cómo se desarrollará la aplicación del programa educativo de “co-docentes”, entre otras preguntas básicas que permanecen en penumbras.

Lo que no tiene respuesta, por el momento, es qué norma autoriza el ingreso de asociaciones privadas en las escuelas públicas de la Ciudad.

Esta connivencia salió a la luz por denuncias de los delegados del sindicato docente Ademys.

Desembarco

“Lo aplicaron de manera sorpresiva, abruptamente. Como suele actuar el Gobierno de la Ciudad: sin consultar”, explica Juan Martirena, delegado de los profesores del Liceo 4. “Un jueves, hace dos semanas, durante una reunión docente cayeron representantes de la fundación a hacer una presentación marketinera del programa que venían promocionando. Ahí hicieron circular una planilla para que se anotaran aquellos profesores que quieren contar con un ´co-docente´. Como las dificultades que hay en el aula son muchas y las respuestas del Estado pocas, varios se anotaron. Una semana después, les mandaron un mail avisando que se ponía en marcha y aparecieron tres o cuatro de estos ´co-docentes´ en las aulas”.

Martirena explica que “esto vulnera el Estatuto y la carrera docente y se aplica contra la voluntad de los docentes. Por eso enviamos a los supervisores del distrito una carta, firmada por más de 40 docentes, rechazando el programa. Según nos contaron los mismos ´becados´ de la fundación, cobran $5000 por un módulo de 30 horas cátedra. Eso es un tercio de lo que deberían cobrar si fuesen docentes concursados. Tampoco sabemos quién es el que les paga. Lo que reclamamos es que manden esos cargos a concurso, porque son necesarios, respetando la normativa vigente”.

Según contaron los mismos ´becados´ de la fundación, cobran $5.000 por un módulo de 30 horas cátedra. Un tercio de lo que deberían cobrar si fuesen docentes concursados.

Dirigentes de Ademys anticiparon que harán pública la denuncia, exigirán explicaciones al Ministerio de Educación y presentarán un pedido de informes en la Legislatura.

Los socios

La sospechosa fundación cuenta con el apoyo de diversas empresas, la mayoría de ella ligadas al macrismo: incluso los bancos que fueron beneficiados desde que asumió Mauricio Macri.

En la lista figuran:

  • Banco Galicia
  • HSBC
  • Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
  • Gobierno de la Provincia de Córdoba
  • Gobierno de la Provincia de Salta
  • LAN
  • Microsoft
  • Nestlé
  • Universidad de San Andrés
  • Universidad Austral
  • Deustche Bank
  • Renault
  • Ogilvy
  • Roche
  • Techint
  • DirecTV
  • DHL
  • VISA
  • Western Union
  • Telefé
  • UADE
  • UAI
  • UCA
  • Banco Supervielle
  • Telecom

Fuente: Diario Z. Tomado del siguiente enlace: http://www.enorsai.com.ar/politica/18500-desembarco-de-una-fundacion-privada-en-la-escuela-publica–llegan-los-codocentes.html

Comparte este contenido:
Page 260 of 342
1 258 259 260 261 262 342