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Regreso a clases: puntos inciertos

Por: La Jornada

El próximo lunes podrán regresar a clases presenciales todos los niños y adolescentes inscritos en escuelas públicas de los niveles básico y medio, cuyos padres o tutores así lo deseen. Aunque las propias autoridades educativas federales prevén que al inicio del ciclo escolar una mayoría de padres de familia optará por mantener a sus hijos en la modalidad virtual, la reapertura de las escuelas supondrá un desafío mayúsculo para todos los integrantes de la comunidad escolar.

En primera instancia, deberá conciliarse la incontestable necesidad de que los menores retomen sus actividades académicas presenciales con la máxima precaución posible ante el contexto pandémico. Para ello, las secretarías de Educación Pública (SEP) y de Salud (Ssa) elaboraron una guía para el regreso responsable y ordenado a las escuelas, en la cual se establecen los principios claves y las acciones de salud, limpieza e higiene, por los cuales podrán mitigarse los riesgos, así como acompañar a los alumnos en el proceso de adaptación o readaptación al entorno escolar.

Resulta saludable que la citada guía, en sus nueve intervenciones para la reapertura de las escuelas, conceda preminencia a uno de los aspectos más complicados de este proceso: la salud mental de los alumnos y el personal educativo. Al respecto, es recomendable que los padres o tutores consulten el documento (disponible en línea) Cuidar de otros es cuidar de sí mismo. Herramientas de soporte socioemocional para la educación en contextos de emergencia, con el fin de que puedan acompañar a los menores en la transición desde los hogares a las aulas y tener conciencia de las problemáticas potenciales. Asimismo, es de esperarse que los docentes reciban oportunamente la capacitación necesaria para gestionar ambientes propicios a la exitosa integración de la comunidad de aprendizaje.

Con todo, los documentos referidos dejan zonas grises que deben ser subsanadas si se quiere que el regreso sea tan ordenado y libre de sobresaltos como las circunstancias lo permiten. En cuanto a lo sanitario, destaca que no se contemple la posibilidad de cerrar las escuelas en casos de brotes de Covid-19, así como las ambigüedades que podrían generarse por dejar a padres y maestros la tarea de definir las formas de establecer sana distancia. En lo académico, no puede soslayarse el silencio en torno a los mecanismos para evaluar los conocimientos y aptitudes de una generación entera de estudiantes que pasó ya más de un año recibiendo clases a distancia, y cuyas competencias son por ahora una incógnita. No se trata de discriminar ni desalentar a los alumnos, pero está claro que para favorecer su aprovechamiento se requiere un diagnóstico integral de qué se consiguió y qué no con las clases virtuales; de cuáles son las lagunas y debilidades que dejó –y seguirá dejando, en la medida en que una parte de los educandos continúen en esa modalidad– la enseñanza mediada por las pantallas.

Cabe esperar que éstas y otras eventuales confusiones sean corregidas a la brevedad posible por el bien de los estudiantes, en el entendido de que es inevitable un margen de incertidumbre en una operación tan compleja como la reincorporación de millones de niños, niñas y adolescentes a las escuelas.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2021/08/25/opinion/002a1edi

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México: EDUCACIÓN.Denuncian graves irregularidades en regreso a clases

Por: Emilia Macías

 

Niños y niñas regresan después de un año a las aulas, pero la realidad es que, al llegar se encuentran con que no hay protocolo alguno, y los y las familiares han tenido que aportar económicamente para el mantenimiento y limpieza de las escuelas. A pesar de que oficialmente se tiene programado el regreso a clases para el 30 de agosto, hay escuelas que ya han regresado.

A más de un año de clases en línea, los y las niñas han regresado a presenciales a pesar de que la pandemia no ha llegado a su fin. Los padres y madres de familia se han encontrado con que no hay condiciones óptimas para que sea seguro estudiar en las escuelas.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) es fuertemente criticada, pues a las escuelas no se les ha garantizado insumos, infraestructuras y conectividad; lo único ha sido la compra de espacios televisivos para el programa Aprende en Casa, pero no hay cambios en la estructura, en los programas y mucho menos en sus presupuestos.

Los y las que han tenido que invertir en el trabajo de la limpieza escolar como en los insumos, son las madres y padres de familia en los “Comités Participativos” que se supone que también eran conformados por la dirección escolar.

Además, no hay ningún lineamiento oficial y claro que explique cómo se vuelve a clases o quiénes vuelven. Han dejado esto como responsabilidad de cada escuela sin acompañamiento académico o apoyo de especialistas. Sólo ha habido publicaciones de la SEP, por ejemplo:

Es claro que no existen las condiciones para un regreso a clases seguro. Además el apuro por volver a clases presenciales responde a la política de la reactivación económica total, llegando incluso a decretar a la educación como sector esencial. Nos han demostrado que no les interesa la educación o la salud mental y física de las y los niños.

El confinamiento ha tenido muchas repercusiones terribles para adolescentes, niños y niñas, los programas en línea y el Aprende en casa —los cuales le han generado una fortuna a Salinas Pliego— no fueron pensados desde un plano pedagógico, complicando los procesos de aprendizaje. El rezago educativo, es algo que tampoco interesa a las autoridades educativas, pues no esta claro como este podría revertirse con la vuelta a las aulas. Esto además dignificó un aumento en la carga laboral para las y los docentes.

Sin la seguridad de que el regreso a presenciales no sea un riesgo tanto para estudiantes como para la familia, en tanto que aun el conjunto de la población no está vacunada, es irresponsable exponerles al contagio, pues no hay manera de asegurar que no haya hacinamiento en grupos que rebasan los 40 alumnos.

Es inaudito que la SEP y el Estado ni siquiera garantice los insumos mínimos —gel antibacterial, cubre bocas, agua, jabón— para estudiantes y profesorxs, mientras sigue la insistencia de no cerrar las escuelas a pesar de que haya contagios y que las familias han dicho que no hay condiciones óptimas en las encuestas.

Una medida mínima para el regreso a clases seguro es la vacunación universal, algo que el gobierno federal ha dejado en claro que no va a hacer, pues no vacunara a infantes, pese a que los contagios van en aumento en este sector a partir de las nuevas variantes de COVID-19.

Esto vinculado a exigir que se garantice -hasta en la escuela más recóndita- la seguridad (insumos, infraestructura acorde) para estudiantes, profesoras y profesores, así como para todo el personal de intendencia.

Los y las que sabemos cuándo y cómo podemos regresar somos quienes damos vida a las escuelas: docentes, trabajadores, estudiantes y padres y madres de familia. Por esto es importante conformar asambleas para poder discutir las condiciones para un regreso seguro, vinculado a la lucha por un aumento presupuestal y la gestión de los recursos para cubrir todas las necesidades de las escuelas.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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Regreso (in)seguro a la escuela

Por: Sylvie Didou Aupetit

Cinvestav-Cátedra UNESCO

Pasé recientemente delante de un buen número de escuelas primarias y secundarias, en Tabasco, Chiapas y Oaxaca. Sin importar su ubicación, todas eran escenario de frenéticas actividades. Había quienes a machetazos cortaban la maleza que había invadido los patios de juego, quienes pintaban de colores alegres las paredes exteriores y quiénes intentaban arreglar deterioros mayores: rotura de cristales, puertas desvencijadas o  techumbres caídas. En las aulas y salones de clases, no pude averiguar qué había ocurrido en cuanto a conservación de los espacios físicos interiores pero lo poco que se oteaba (las sillas o los escritorios puestos al sol) indicaba  que su estado  oscilaba entre mediocre y pésimo. Sólo constaté que esos trajines corroboraban la voluntad, expresada reiteradamente por la titular de la Secretaria de Educación Pública (SEP), de reabrir las escuelas el 30 de agosto 2021.

Las discordancias entre decisiones oficiales y condiciones externas para su correcta implementación son siempre un asunto relevante para entender los grados de gobernabilidad de una sociedad y sus mecanismos de creación de acuerdos. Su superación condiciona la posibilidad de lograr consensos básicos, más allá de divergencias políticas y de brechas sociales, económicas y geográficas. En esa lógica, varios colegas anotaron que era necesario planear cuidadosamente los procesos de reapertura. Sugirieron adaptarlos a las condiciones locales. Ante el abismo que separa las escuelas en los municipios rurales y en los urbanos, en los pobres y en los de clase media o alta, la recomendación  es a todas luces pertinente. Otros especialistas disertaron sobre los contenidos  de un decálogo de colaboración y compromisos compartidos entre padres de familia, maestros y autoridades educativas. Se interesaron a las obligaciones formales, incluso legales, que implicaban, aunque los protocolos de reapertura  tuvieran un carácter burocrático (firma de documentos, definición de criterios) más que estratégico. Que se cumpla lo así dispuesto es harina de otro costal.

Pese a las expectativas despertadas por un eventual regreso presencial a clases, abundan en paralelo opiniones negativas, emitidas por grupos docentes o asociaciones sindicales. Advierten que las condiciones objetivas de funcionamientos de las escuelas para recibir a los alumnos impiden cumplir con los lineamientos oficiales en parte del sistema escolar. Desde antes de la pandemia, el entonces INEE había denunciado las condiciones de precariedad e insalubridad en que operaban muchos edificios, situados en entornos de pobreza. Después de un largo periodo de cierre, esas deben haber empeorado. No obstante esa degradación acumulada, la SEP no ha lanzado un ambicioso e indispensable programa de inversiones para brindar escuelas, realmente “dignas” para todos.

En su mayoría, las  guías sobre el retorno se antojan entonces limitadas e insuficientes para encauzar un reingreso a las instalaciones escolares. En términos coyunturales es improcedente aferrarse al calendario previsto: en una circunstancia en la que los números diarios de contagiados por una variante Delta más transmisible que la cepa inicial, son superiores a los calculados durante los anteriores picos de la pandemia, ignoramos en qué medida la salud de los niños y de sus familias estará afectada. Más valdría desprogramar que lamentar.

En términos contextuales, el regreso “opcional” de los alumnos, al depender esencialmente del libre albedrio de los padres, no permitirá cumplir con los objetivos supuestamente perseguidos. La elección, tomada por  los individuos o los núcleos familiares, de mandar o no a los niños a la escuela no garantizará ni el bienestar emocional de los infantes y adolescentes en su conjunto, ni la nivelación académica de los más perjudicados por sus dificultades en aprovechar la educación a distancia, ni la recuperación de una sociabilidad juvenil maltrecha por la pandemia. No servirá para aminorar una vulnerabilidad en la matricula, acrecentada por la brecha digital.

En la perspectiva de un debilitamiento del vínculo y de tasas de deserción variadas según el estatuto socio-económico, un riesgo es  que un retorno presencial a clases, no estructurado en torno a  colectivos focalizados de beneficiarios, empeore los sesgos existentes. Escribía Miguel Hernández en El hombre acecha: “Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes”. El INEGI y el CONEVAL produjeron ya datos que comprueban  la relación perversa entre pobreza, salud y acceso a los servicios de bienestar.

Pero, la marginación y las privaciones no son sólo cifras. Tienen rostros y uno de ellos es el de los niños malnutridos, hacinados y crónicamente afectados por padecimientos evitables. Si es que regresan esos niños a sus escuelas, ingresarán a espacios estropeados  y, sobre todo, riesgosos en época de epidemia. A los lastres de la pobreza, se añadirá el peligro de la enfermedad. Poco los protegerán protocolos calcados sobre los aplicados por países con mejores niveles de desarrollo.

En vista de eso, ¿qué hacer? Diferir la reinserción de los alumnos en función de su pertenencia a grupos prioritarios, tomar en cuenta las condiciones de funcionamiento de las infraestructuras educativas, escuchar a los maestros y directores de planteles, auscultar a los padres de familia, apoyar íntegra- y primeramente a los niños que requieran apoyos de cualquier índole, son alternativas a considerar. Servirian para reencauzar una dinámica que, en su estado actual, es más política-autoritaria que participativa-democrática, más demostrativa que incluyente.

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org

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México: SEP publica acuerdo para el regreso a clases

América del Norte/México/22-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.jornada.com.mx

Ciudad de México. La Secretaría de Educación Pública (SEP) publicó el acuerdo número 23/08/21 en el que se establecen las disposiciones para el desarrollo del Ciclo Escolar 2021-2022 y la reanudación del servicio público educativo de forma presencial, responsable y ordenado.

Los lineamientos promulgados el día de hoy en el Diario Oficial de la Federación (DOF), serán aplicables a las instituciones educativas particulares con reconocimiento de validez oficial de estudios.

La secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, reitera que, si bien el regreso a clases presenciales es voluntario, las niñas, niños, adolescentes y jóvenes deberán estar inscritos en el grado o nivel respectivo, para no ser considerados como un caso de abandono o deserción escolar.

El acuerdo considera la implementación de una valoración diagnóstica para conocer el avance del aprendizaje y establecer un periodo extraordinario de recuperación, así como facilitar y flexibilizar el ingreso, permanencia, tránsito y egreso en los diversos tipos y niveles educativos, para atender y prevenir el abandono escolar.

Para promover y coadyuvar en la seguridad, salud e higiene de quienes integran las comunidades escolares, indica la implementación de nueve acciones clave. Entre ellas integrar y activar los Comités Participativos de Salud Escolar (CPSE) en las escuelas de los tipos Básico, Medio Superior y Superior, quienes deberán establecer comunicación con su centro de salud más cercano cuando se requiera y establecer filtros de salud: en casa, en la entrada de la escuela y en el salón de clases.

Asimismo, señala que las recomendaciones para del regreso a clases presenciales se informarán mediante la “Guía para el regreso responsable y ordenado a las escuelas”, que se dará a conocer por las secretarías de Salud y Educación Pública.

Para mantener el acceso a los servicios educativos de quienes opten por el confinamiento preventivo, el acuerdo ordena la continuidad en el uso de tecnologías de la información, comunicación, conocimiento y aprendizaje digital, así como de los programas de educación a distancia “Aprende en Casa”, “Jóvenes en TV”, “Bachillerato en TV”, entre otras estrategias desarrolladas por la dependencia.

En Educación Básica la inscripción se realizará de manera inmediata al nivel que corresponda, de forma presencial o en línea.

Quienes opten, de forma voluntaria, por no llevar a su hija, hijo o pupilo al servicio educativo presencial, deberán inscribirlo o reinscribirlo en el nivel educativo que corresponda y una vez que se incorpore a clases presenciales, se realizará una valoración diagnóstica.

Las autoridades educativas locales reportarán a la SEP el número de educandos registrados en esa modalidad, para revisar el grado de población escolar que se encuentre en ese supuesto.

De esta manera, autoridades, asesores Técnico Pedagógicos y equipos técnicos podrán, dentro de sus posibilidades, brindar seguimiento y atención a quienes optaron por no acudir al servicio educativo presencial.

El inicio del ciclo escolar 2021-2022 será el próximo 30 de agosto y concluirá el 28 de julio de 2022; para el inicio del ciclo escolar se privilegiarán las acciones socioemocionales; se realizará una valoración diagnóstica y la identificación del abandono escolar para su atención.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/08/20/sociedad/sep-publica-acuerdo-para-el-regreso-a-clases/

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Desafiando el oleaje… ¿sin timón ni timonel?

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

En una de sus abundantes genialidades musicales, Joaquín Sabina retrata un momento de desesperanza, de navegar sin rumbo bajo la tempestad salvaje, sintiendo estar “desafiando el oleaje sin timón ni timonel”. No está claro qué sucede al interior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero hacia el exterior refleja pasividad y silencio al no emitir información que dé certeza a un proceso de regreso a clases que, según se anunció, llegará “llueva, truene o relampaguee”. Mientras el debate sobre la reapertura escolar se intensifica, es más evidente la ausencia del vigor en la voz de la titular de la SEP para apaciguar las aguas.

El 11 de agosto, en un boletín oficial, la SEP informó que se “asegurará” (no haría falta hacer notar la conjugación en futuro, pero el tiempo verbal dice mucho) un plan estratégico para el regreso a clases presenciales. Increíblemente, a poco menos de tres semanas de la reapertura escolar planteada por la autoridad federal, aún no existe ese documento que, de acuerdo con lo dicho por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, debió haber sido presentado por Delfina Gómez Álvarez, titular de la SEP, la semana previa a la emisión del comunicado referido, en una de las conferencias matutinas presidenciales.

La comparecencia de la secretaria de Educación en la conferencia mencionada finalmente se dio el 12 de agosto. Lamentablemente, la intervención de la funcionaria se centró, como de costumbre, en ensalzar la voluntad y vocación del magisterio, además de la lectura de 10 acciones generales de cuidado de la salud en el edificio escolar, que ya se conocían desde hace varios meses. La indicación del regreso a escolar, sin importar lluvias, truenos o relámpagos, fue tomada de manera literal por la secretaria: se le dará cumplimiento incluso cuando se reconoce que, a casi año y medio del cierre de planteles, todavía hay algunos sin agua potable. ¿Son las 10 acciones enunciadas por la secretaria el plan estratégico que se había anunciado o no existe tal?

Aunque no se esperaba mucho, el discurso en este evento por parte del secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas, fue igual de decepcionante. No aprovechó la tribuna para expresar enérgicamente exigencias a las autoridades educativas federal y estatales: había mucho que reclamar en cuanto a condiciones salariales, derecho a la atención médica, condiciones de la infraestructura laboral, etc. Hay algunas entidades en las que los docentes no cuentan con las mejores condiciones para el regreso a clases. En cambio, el líder sindical optó por coronar su participación con la entrega de un documento de adhesión y apoyo al regreso escolar presencial. ¿Se le pedían peras al olmo?

No es que se espere que las autoridades tengan una bola de cristal ante esta pandemia que ha superado todos los escenarios imaginados. Es cierto que el regreso a clases estará marcado por dudas, temores y retrocesos, como ha sucedido en otras partes del mundo y que, como bien lo expresan, el alejamiento de las escuelas impacta negativamente en el desarrollo de los niños. Sin embargo, es deber de quien tiene las riendas de las políticas educativas nacionales dar mayor certeza al proceso y claramente han fallado en esa empresa.

Ojalá, en el escenario educativo, no se emprenda una travesía como aquella que contó El Flaco de Úbeda al cantar “Peces de ciudad” y que, en cambio, el desafío a esta tercera ola de contagios, en la cual se ha indicado deberá realizarse el regreso a las escuelas, esté acompañado por firmeza desde el timón y el timonel. Que de la reunión de autoridades educativas federal y locales, posterior a la lamentable conferencia matutina, emane un plan digno del reto que se avecina. Que no se haga más tarde.


 

Fuente de la información e imagen:  http://proferogelio.blogspot.com/

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La política de la reapertura escolar

Por: Mauro Jarquín Ramírez*

La reciente decisión oficial de reactivar las clases presenciales ha generado una gran polémica en nuestro país, algo lógico si consideramos sus potenciales implicaciones a nivel de salud pública, actividad económica, continuidad educativa y relación entre Estado-magisterio.

Para el gobierno federal resulta de particular interés el costo político que una medida de tal magnitud podría conllevar. Así, ha buscado construir un consenso político-discursivo con distintos actores respecto a la pertinencia de las actividades educativas presenciales. En esta dimensión pueden interpretarse el compromiso abierto –de corte corporativo– con la dirigencia nacional del SNTE; el acercamiento entre Delfina Gómez, titular de la SEP y el Episcopado Mexicano, que se había mostrado cuando menos escéptico respecto a la revisión de los libros de texto impulsada por la 4T y la recuperación de la exigencia principal del mediático movimiento Abre mi Escuela –conformado por padres de familia y apoyado por instituciones educativas privadas– sobre considerar a la educación como una actividad esencial; es decir, una que puede llevarse a cabo independientemente de las condiciones del semáforo epidemiológico. De esta forma, el gobierno puede plantear que el magisterio mexicano está dispuesto a regresar a clases con buen ánimo y que la reapertura escolar, exigida por las propias familias, es una decisión sensata aún considerando el tsunami de contagios de Covid reportados recientemente, en el cual la variante Delta ha resultado protagonista.

Para el propio gobierno federal, ha quedado claro que las condiciones estructurales de nuestra sociedad han llevado a que el programa Aprende en Casa sea insuficiente para garantizar la continuidad educativa. Además, tal como lo plantea la Unesco a escala global, el cierre prolongado de escuelas ha impactado negativamente en distintos ámbitos como el aprendizaje y la nutrición de los estudiantes, el trabajo docente y las funciones de cuidado en los hogares. También ha profundizado la deserción escolar, que en México ha alcanzado a más de 5 millones de personas, según el Inegi y a casi un millón, de acuerdo con datos de la SEP.

Es importante considerar que el debate que llevamos a cabo ahora ha sido realizado ya en otras partes del mundo. Para contribuir a una discusión informada, distintas agencias de salud han publicado información relativa a las actividades escolares y el riesgo de transmisión del nuevo coronavirus.

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDPC, por sus siglas en inglés) ha indicado que la transmisión del virus en entornos escolares no es un determinante principal de transmisión comunitaria, particularmente cuando se implementan medidas de mitigación adecuadas, aunque resulta difícil evaluar esto cuando la transmisión comunitaria está en curso. Entre las medidas de mitigación se encuentran: distanciamiento físico, mejora de la ventilación, lavado regular de manos, reducción del tamaño de clases, escalar tiempos de llegada y tiempos de comida y descanso, así como cambios en la composición de clases y grupos, y la realización de clases al aire libre. Resulta importante, además, administrar vacunación completa al personal educativo. Medidas que requieren infraestructura, insumos, organización, coordinación entre el sector educativo y distintos niveles de gobierno, y una condición de transmisión comunitaria controlada.

Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) afirman que, según la evidencia disponible, las escuelas que han implementado estrictamente estrategias de prevención han sido capaces de mantenerse abiertas. Además de las propuestas hechas por el ECDPC se contempla el uso universal y correcto de cubrebocas, etiqueta respiratoria, limpieza y mantenimiento de las instalaciones, seguimiento de contactos con aislamiento y cuarentena. Adicionalmente, se considera la realización de pruebas para identificar individuos positivos al nuevo coronavirus, así como la inoculación del personal educativo.

Ambas entidades coinciden en que la reapertura escolar puede resultar segura mediante determinadas condiciones, las cuales, en gran medida, están ausentes en nuestro sistema educativo. Para muestra, unos cuantos botones:

Durante el ciclo escolar 2019-2020 alrededor de 41 mil 423 escuelas no tuvieron agua potable y 47 mil 566 carecieron de servicio para el lavado de manos, según el Mejoredu; la ratio alumnos/profesor en México ha sido de las más altas de la OCDE, lo cual dificulta la sana distancia; persisten dudas respecto a la suficiencia de una sola dosis de la vacuna Cansino, recibida por los docentes, y al menos siete estados de la República se encuentran en semáforo rojo y muchos otros en naranja.

Se han publicado y difundido interesantes artículos sobre algunas medidas a considerar para un regreso seguro a las aulas. Sin embargo, su realización requiere un compromiso profundo entre los distintos órdenes de gobierno y las comunidades educativas para avanzar en cuestión de presupuesto, logística y cobertura, algo que rebasa, por mucho, los 10 lineamientos de reapertura y la carta de corresponsabilidad de las familias emitidos por la SEP.

El gobierno ha optado por operar un retorno a las escuelas desde arriba, aunque hay otras opciones. Docentes de la CNTE, por ejemplo, han propuesto consultar a las familias respecto a la reapertura, partiendo del supuesto de que cada comunidad escolar puede decidir de forma autónoma –considerando las condiciones de las escuelas y el estado de la transmisión comunitaria– el momento idóneo para el regreso a actividades presenciales.

Esto no significa desvincular a las comunidades educativas de los distintos niveles de gobierno, sino es un intento por crear una sinergia que permita conocer necesidades, asignar recursos y crear corresponsabilidad real ante lo que sucede en las aulas.

Esa es la política que necesitamos.

* Politólogo. Autor del libro La pedagogía del capital

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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SEP: voluntario, el regreso a las aulas. México

América del Norte/México/13-08-2021/Autoras: Laura Poy, Carolina Gómez y Georgina Saldierna/Fuente: www.jornada.com.mx

Ciudad de México. La secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, aseguró que en el nuevo ciclo escolar se garantizará un programa estratégico general para el regreso a clases presenciales, toda vez que el sector educativo ya es considerado como prioritario dentro de la política nacional.

En tanto, el PAN exigió al gobierno federal que acelere el proceso de vacunación en todo el país sin distingo partidista y sin politización y que todos los maestros y personal de las escuelas cuenten con el “esquema completo” de inoculación, para garantizar un regreso seguro a las aulas.

Durante su participación en los Diálogos por la Esperanza, organizados por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Gómez Álvarez indicó que el regreso a las aulas será voluntario y se realizará con respeto a la decisión que cada familia tome para enviar a sus hijos; los planteles, afirmó, “estarán abiertos para quienes deseen y decidan regresar”, aunque insistió que el retorno “no es una necedad, sino una necesidad”.

La CEM sostuvo que el retorno presencial debe estar basado en un “diagnóstico serio, calificado y amplio, que recoja la realida-des y las voces de la educación pública y privada, con especial atención a las dolorosas situaciones de inequidad, articulando una respuesta gradual y solidaria para todos, y que reincorpore a los más de 3 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que han quedado fuera del sistema educativo” a causa de la pandemia.

Al respecto, Marko Cortés recomendó a ediles y diputados locales que en la difícil coyuntura que ha impuesto a la pandemia, busquen respaldar a las familias desde el ámbito de su competencia para un regreso seguro a las escuelas, y les sugirió trabajar en equipo para la aprobación de recursos y el financiamien-to de proyectos que beneficien a la gente, así como hacer frente a los excesivos recortes de recursos del gobierno federal a los municipios.

Por su parte, funcionarios de la Secretaría de Educación Pública confirmaron que hoy se realizará una sesión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), en el que se pondrá a consideración de las autoridades locales las disposiciones generales para el regreso a clases. Se anunció también la participación del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/08/12/politica/sep-voluntario-el-regreso-a-las-aulas/

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