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¿Y después de las vacunas? Parte II

 David Calderón

La semana pasada comenté que no bastaba con aplicar las vacunas contra el Covid-19 a las y los docentes, lo que en sí es meritorio e imprescindible, para considerar entonces que todo está listo para una reapertura. Más rápido que el proverbial hablador que cae, ahora se ensombrece el panorama con la saturación hospitalaria en algunas zonas del país y la vuelta de Campeche a semáforo amarillo.

La propuesta para un modelo híbrido que combine actividades en presencia y en distancia cobra mayor actualidad que nunca. Lo primero es esperar que el ritmo de contagio ceda pronto y sobre todo que no se pause la administración de vacunas al personal escolar del estado designado como “pionero”.

En el artículo precedente afirmé que un modelo híbrido tiene pasos clave y mencioné cuatro: 1. Diagnóstico de salud, vacunación y previsión de sustituciones para docentes; 2. Articulación entre los centros escolares y los centros de salud, y difusión extensa del manual para montar el operativo de filtro escolar; 3. Redirigir fondos de La Escuela es Nuestra y otras partidas para que sea el Estado, y no las familias, quien costee la compra y distribución de materiales de protección y sanitización para la comunidad escolar, y 4. Diagnóstico y atención a la infraestructura del plantel para asegurar suministro de agua, ventilación y distribución de lugares con sana distancia para las actividades presenciales.

El punto 5: Verificar las rutas, horarios y “fricción” de contagio en ida y vuelta del plantel a hogares. Además de los cuidados en casa y en la escuela, cada comunidad escolar, con la asistencia y apoyo de las autoridades, debe analizar cómo evitar que el “caminito a la escuela” sea un pesado factor de riesgo. Quienes toman transporte público son estudiantes, muchas veces acompañados por un adulto, que podrían estar más expuestos, así que escalonar las llegadas, ver alternativas de camino, evitar aglomeraciones en las banquetas aledañas, propiciar “burbujas” (que un equipo de estudiantes más o menos vecinos sean quienes llegan y están en uno de los turnos designados) es una gran recomendación. 6. Hacer un ejercicio de definición colectiva entre el Consejo Técnico Escolar y la Asamblea de las familias para que se aterricen soluciones adecuadas; la apertura será un proceso sólido y sustentable si es participativo y no impuesto desde arriba y desde afuera. 7. Instalar Comisiones –con docentes y familias– de Sanidad (encargada del filtro y la verificación de salud y saneamiento), de Conectividad (para evaluar qué hay y qué se necesita para las actividades no presenciales y vía digital) y de Desarrollo Socioemocional, que puedan atender ese aspecto, realmente clave para que el reinicio sea un alivio, y prevenir y atender las situaciones para que no escalen fenómenos como el temor, desánimo, estrés tóxico o las dificultades de conducta que implica el reajuste a retomar algunos tiempos presenciales después de un largo encierro.

Los últimos tres puntos de recomendación: 8. Realizar un confiable y cuidadoso diagnóstico socioemocional, para que cada titular de grupo sepa cómo conducirse y volver a crear la confianza y naturalidad de la convivencia serena y empática, y también aplicar un diagnóstico del logro de aprendizaje –ya tiene la SEP un trabajo muy sólido a partir de la “evaluación diagnóstica” que se diseñó para que en quinto año PLANEA no fuese para la estadística estatal y nacional, sino para que las y los docentes pudiesen ajustar su intervención pedagógica– para concentrarse no en el temario, que ha quedado hace mucho rebasado como referente en esta emergencia, sino en los aprendizajes clave y las competencias básicas. Se trata de identificar lo que, como riqueza, niñas y niños aprendieron en su casa, lo que mantuvieron como continuidad de aprendizajes gracias al contacto con el libro de texto, la programación televisiva y los ejercicios encargados a distancia, así como las lagunas y barreras con las que se topan en ese momento presente de fin o inicio de ciclo escolar. Sólo con este diagnóstico personalizado se puede aspirar a revertir en el mediano plazo la exclusión y la inequidad que se produjo y se produce por el diferencial en cada hogar para aprovechar oportunidades de aprender. Sólo con un diagnóstico personalizado, individual, se puede hacer un plan, grupo por grupo de escuela por escuela, que no sea simulado o superficial y que de verdad permita la recuperación, el reforzamiento y la nivelación en el desarrollo de cada estudiante.

9. Diseñar el esquema de presencialidad cada trimestre. En efecto, es una mala fantasía y condena a posponerse indefinidamente, “reiniciar clases”. Hay que volver, pero no a lo mismo. El primer trimestre puede ser una pauta de uno o dos días por semana de actividades presenciales, y posteriormente aumentar la frecuencia. Pero eso no se puede ni adivinar ni improvisar. Se requiere diseñar una auténtica “calculadora de riesgo” que permita a cada plantel fijar el modelo más adecuado de escalonar la presencia en la escuela y de combinarla con las actividades a distancia. No nos confundamos: no es el tema sólo el regreso a clases, sino qué clase de regreso. Los países se hunden en el recontagio, alternando ciclos de apertura y cierre accidentados, si no consideraron esa gradualidad. En México vamos atrasados; salvo experiencias localizadas de Jalisco, Coahuila, Chiapas, no hay casi nada documentado sobre “presencialidad intermedia”, las formas de ir avanzando de tutorías presenciales individuales y voluntarias a algo más consistente pero una apertura indiscriminada a toda la población escolar. El punto 10: Articulación del sistema escolar con los servicios sociales para búsqueda y canalización. Para remontar la ausencia que comienza a cristalizarse en abandono, todos tenemos que tatuarnos la consigna “que no nos falte ninguna/o”. Pero la escuela y sus docentes no pueden llevar toda la carga de reconectar y reactivar a los estudiantes que ya no se inscribieron o de los que no se sabe desde agosto, cuando inició este ciclo, o en el corte de evaluación trimestral en noviembre, o después de pasar la pausa de fin de año. . Se requiere del DIF, Salud, Bienestar y las procuradurías para buscar a los que apenas se nos fueron.

Diez puntos, pero una larga conversación, necesaria, para que volver a la escuela no sea sólo nostalgia fallida.

Fuente:  https://profelandia.com/y-despues-de-las-vacunas-parte-ii/

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USICAMM y MEJOREDU: las contrariedades para la evaluación del Desempeño Profesional en la Promoción Horizontal

 Abelardo Carro Nava

Como bien sabemos, con la llegada del “peñanietismo” a la Presidencia de la República, y con la consecuente aprobación de la mal llamada reforma educativa de 2013, México, en materia educativa, vivió uno de los momentos más desafortunados de su historia. Se priorizó la evaluación docente y se tiró al bote de la basura el esquema de formación continua y de desarrollo del profesorado mexicano que, con altas y bajas, se venía dando a nivel nacional.

De hecho, la “formación continua” que durante este sexenio se brindó fue paupérrima, caracterizándose por ofrecer algunos cursos cuya intención consistía en “preparar” a los profesores para la evaluación docente y para que conocieran el “nuevo modelo educativo”. Un ejemplo de ello es lo que se observa en el documento del Seguimiento de la Estrategia Nacional del Programa de Desarrollo del Personal docente dado a conocer en 2018, mismo que resalta: 1) Que durante el 2018 se ofrecieron 19 cursos en línea sobre el Plan y Programas de Estudio sobre el Modelo Educativo 2017. 2) Para atender las tres líneas que contemplaba la estrategia nacional que se derivó de la evaluación se implementaron: a) cursos sobre la formación del proyecto de enseñanza y los proyectos de las figuras correspondientes; b) para los ATP en tutoría y servicio de asistencia técnica a la escuela (SATE).

Sí, así como lo leyó usted, desde la visión de quien operó en las oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en esos años, la formación del profesorado se limitó al ofrecimiento de cursos en línea para que los maestros y maestras pudieran afrontar la evaluación de su desempeño docente y para que conocieran el “nuevo” modelo educativo. No se pensó en la adquisición, logro y mejora de los aprendizajes de los niños a través de sus docentes. Quizá, ello explica por qué en ese mismo año se dio a conocer que, en 2017, la capacitación de profesores a través del Programa de Desarrollo Profesional Docente ejerció el presupuesto más bajo de ese sexenio puesto que, aunque fueron aprobados mil 654 millones de pesos, solo se gastaron 949 millones, es decir, tuvo un subejercicio de 42%, cifra que obviamente contrasta con el gastó de 2,680% más del presupuesto aprobado para comunicación (Roldán, 2018) para, irrisoriamente, posicionar la imagen del Secretario.

Ahora bien, es cierto, durante este periodo, y con anterioridad, el tema de la formación continua y desarrollo profesional, dada la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), se trasladó hacia un esquema de “incentivos económicos” mediante los cuales, por voluntad propia del profesorado, se podía acceder a éstos a través de una evaluación de diversos factores que arrojarían un puntaje determinado, mismo traería una repercusión en su salario. Es decir, un aumento salarial dados los porcentajes y niveles establecidos en las normatividades correspondientes.

¿Qué pasó con la Universidad Pedagógica Nacional (y sus respectivas Unidades), los Centros de Actualización del Magisterio (CAM), las Escuelas Normales, los Centros de Maestros o las Áreas o Departamentos dependientes de las Secretarías de Educación en los estados encargados de brindar una formación en el servicio a los profesores? Esa otra historia porque, como bien sabemos, aunque su función tiene sus propias particularidades, algunas de estas instancias se encargaban de ofrecer una capacitación, actualización o profesionalización del magisterio mucho antes de que el esquema por “estímulos” se implementara con el Programa Carrera Magisterial (PCM). Pasamos entonces de una formación y desarrollo del profesorado tendiente a obtener un incentivo “simbólico” (Cordero, 2021), a otro cuya intención consistía, y aún consiste, en la obtención de un estímulo económico por su constante preparación a partir de su desempeño docente.

Este tránsito, desde mi perspectiva, trajo bondades, pero también vicisitudes, puesto que las normas, reglas y criterios que se diseñaron para valorar la formación continua y, más tarde, el desempeño docente, se vieron modificados.

Antes de la reforma educativa de 2013, los profesores que deseaban participar en el PCM podían acudir a para tomar cursos, talleres, seminarios, diplomados que el Programa Nacional para la Actualización Permanente de los Maestros de Educación Básica (PRONAP), y otras instituciones, ofrecían, mismas que, en su mayoría, contaba con el aval de la SEP puesto que sus ofertas de capacitación, actualización y profesionalización, habían sido sometidas a una valoración por diferentes áreas, departamentos o instituciones. Luego de algunos años en que operó, particularmente el PRONAP, éste se sustituyó en 2008 por el Sistema Nacional de Formación Continua y Superación Profesional de Maestros en Servicio (SNFCSP). ¿La razón? Tuvo que ver con lo que algunos informes señalaban en cuanto a que con el transcurrir de los años, CM había propiciado que los profesores tomaran cursos para acumular puntos. Cuestión, hoy día, todavía debatible. Me refiero a lo señalado en esos informes.

Ahora bien, en 2013, al desaparecer el PCM y todo lo que ello trajo consigo, como el surgimiento del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP) que sustituyó a los anteriores, se relajaron estos criterios y, por ende, comenzaron a surgir una serie de empresas u organizaciones que ofrecían sus servicios a través de diversos medios de comunicación para que los profesores pudieran obtener alguna constancia, diploma, etc., por haber cursado o asistido a “x” o “y” curso, taller, seminario, etc., aun cuando su carta descriptiva y contenido no fuera valorado, supervisado o aprobado por algún Departamento o Área de la SEP. Consecuentemente, ello podría haber representado que, a mayor cantidad de constancias obtenidas, presumiblemente, mayores posibilidades de lograr un estímulo. ¿Qué pasó entonces con la formación continua en nuestro país? Curiosamente, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en el 2018, publicó un estudio en el que señaló que: “así como está actualmente conceptualizada, diseñada, e implementada, la Estrategia Nacional de Formación Continua y Desarrollo Profesional de 2016 podría enfrentar serias dificultades para lograr su objetivo de contar con profesionales que garanticen una educación de calidad y aseguren un óptimo aprendizaje de los alumnos en un marco de inclusión y equidad (Santibáñez, Rucio y Vázquez, 2018). Y efectivamente, las enfrentó, y nunca supieron cómo superarlas porque los tiempos ya no se los permitieron. ¿Qué paso en cada uno de los estados con las instancias de formación docente en esos años? Se desdibujaron y, las empresas y organizaciones capacitadoras tuvieron un auge importante.

Llegado el 2018-2019, y la consecuente aprobación de la reforma a la reforma educativa de 2013, las cosas, al menos en el papel, cambiaron un poco; surgió la Ley General para el Sistema de la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM) y la Ley Reglamentaria del Artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de mejora continua de la Educación, y de las cuales se deprendieron la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU). La primera, un órgano administrativo desconcentrado con autonomía técnica, operativa y de gestión, adscrito a la Secretaría, que tiene su cargo atribuciones que le confiere la ley, entre las que destacan, el normar los procesos de selección para la admisión, promoción y reconocimiento del personal que ejerza la función, directiva o de supervisión. La segunda, constituida como un organismo público descentralizado, no sectorizado, con autonomía técnica, operativa, presupuestaria, de decisión y de gestión, con personalidad jurídica y patrimonio propio que, entre otras funciones, le corresponde atender la formación continua, la actualización de conocimientos de las humanidades, las artes, la ciencia, la tecnología e innovación y otras que contribuyan a la superación docente de las maestras y maestros en servicio.

Los propósitos, tanto de la USICAMM como de MEJOREDU, son claros. La ley respectiva así lo específica, sin embargo, después de que hace unos días se anunció el Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica, la USICAMM emitió un comunicado que generó un debate importante, tanto en las redes sociales, como en otros espacios. Dicho comunicado señalaba, de manera particular que: a la fecha no se han establecidos los programas de formación, capacitación y actualización previstos en la Ley Reglamentaria del Artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de Mejora Continua de la Educación, por lo que en la implementación del proceso previsto en el Programa para 2021, no será considerado el factor Desarrollo Profesional y su puntaje (30 puntos), por lo que el puntaje máximo que puede alcanzar el proceso de selección para la promoción horizontal por niveles con incentivos será de 300 puntos” (http://servicioprofesionaldocente.sep.gob.mx/compilacion/2021.html).

Como era de esperarse, MEJOREDU respondió a tal comunicado porque, si bien es cierto que la Ley a la que alude la USICAMM atañe a algunas de las atribuciones que MEJOREDU tiene especificadas, también es cierto que la USICAMM no ha sabido qué hacer, cómo actuar, ni de qué manera se puede interpretar la ley propiamente dicha, eso lo veremos más adelante. La respuesta que líneas atrás refiero, MEJOREDU la brindó en estos términos, particularmente en el punto 3: “Mejoredu no ha recibido los resultados de los procesos de selección, la promoción y el reconocimiento, de conformidad con lo señalado en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros respecto a los programas de formación”.

Interesante respuesta que me llevó a consultar las leyes señalas y, de las cuales obtuve lo siguiente; se los comparto.

La Ley General para el Sistema de la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM), efectivamente, en su Capítulo III De los ámbitos de competencia, Art. 14, Fracción XVII, establece que le corresponde a la Secretaría (a través del USICAMM): “Enviar a la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación los resultados de los procesos de selección para la admisión, promoción y reconocimiento previstos en la LGSCMM, para que determine, formule y fortalezca los programas de formación, capacitación y actualización de las maestras y los maestros” (DOF, 2019). Por su parte, el Art. 16, de la Ley Reglamentaria del Art. 3º constitucional en materia de mejora continua de la educación, relativo a la oferta de formación, capacitación y actualización del magisterio, señala que: “El personal elegirá los programas o cursos de formación, capacitación y actualización en función de los resultados obtenidos en la evaluación diagnóstica en que participe o de sus necesidades, intereses, habilidades y capacidades, tomando en cuenta además los contextos locales y regionales de la prestación de los servicios educativos”. En el Art. 17 de esa misma ley se especifica que: “La Unidad del Sistema, enviará a la Comisión los resultados de los procesos de admisión, promoción y reconocimiento previstos en la Ley respectiva, para que determine, formule y fortalezca los programas de formación, capacitación y actualización de las maestras y los maestros” (DOF, 2019).

No obstante, lo anterior, aún hay más, en el Programa Institucional 2020-2024 de MEJOREDU se señala que esta Comisión: “tiene la atribución de emitir criterios y programas para la formación continua y el desarrollo profesional de las maestras y los maestros, con base en el análisis de los procesos de selección para la admisión, promoción y reconocimiento propios del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros” (MEJOREDU, 2020).

Consecuentemente, reafirmo que alguien no ha hecho o no está haciendo el trabajo que le corresponde porque, como hemos visto, la ley es clara en cuanto a las atribuciones o funciones que a cada instancia le compete. Es más, si usted revisa lo que estipula el Art. 23 de la Ley Reglamentaria en referencia, sobre las evaluaciones diagnósticas, encontrará que: “La Unidad del Sistema determinará los procesos, criterios e indicadores, además de los mecanismos de participación de las autoridades de educación media superior, las autoridades educativas de los Estados y la Ciudad de México y los organismos centralizados, mediante los cuales se realizarán las evaluaciones diagnósticas al personal que ejerza la función docente, directiva o de supervisión, en términos de las disposiciones previstas en esta ley”. (DOF, 2019). Evaluaciones diagnósticas que, hasta la fecha, no han sucedido y eso que ya llevamos dos años de gobierno.

Luego entonces, después de este amplio recorrido que he hecho sobre la formación continua y el desarrollo profesional, y considerando el impacto que la decisión tomada por la USICAMM hace unos días en cuanto a eliminar uno de los elementos multifactoriales para la promoción docente en este año, queda preguntarnos si es que no existe la posibilidad de que el trabajo que ésta realiza esté apegado a la normatividad correspondiente porque, si bien es cierto que, como he señalado, con el anterior gobierno este esquema se desdibujo, también es cierto que si MEJOREDU ha declarado que tiene listo su Plan de Formación Continua y de Desarrollo Profesional, por qué los maestros y maestras tienen que ser los afectados dado su interés por participar en estos procesos.

De mi parte, espero que ese plan incluya o amplié su visión para que esa formación continua y desarrollo profesional no se limite a aquellos profesores que desean participar en estos procesos de promoción. Creo, la educación que pueden y deben recibir nuestros alumnos lo amerita porque, en todo caso, sea a través de un incentivo o no, nuestra prioridad debe ser el aprendizaje de nuestros alumnos.

Referencias:

Cordero, (2021). La incentivación del desempeño docente asociada a la formación continua. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/la-incentivacion-del-desempeno-docente-asociada-a-la-formacion-continua/

DOF. (2019). Decreto por el que se expide la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros. SEGOB. Recuperado de: https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5573860&fecha=30/09/2019

DOF. (2019). Ley Reglamentaria del Artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de mejora continua de la Educación. SEGOB. Recuperado de: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5573859&fecha=30/09/2019

MEJOREDU. (2020). Programa Institucional 2020-2024 de Mejoredu. Recuperado de: https://www.gob.mx/mejoredu/documentos/programa-institucional-2020-2024-de-mejoredu?idiom=es

Roldán, N. (2018). SEP redujo recursos para capacitar docentes al mismo tiempo multiplicó su gasto en comunicación. Animal Político. Recuperado de: https://www.animalpolitico.com/2018/05/sep-gasto-reforma-educativa-comunicacion/

Santibáñez, L., Rubio, D., y Vázquez, M. (2018). Formación continua de docentes: política actual en México y buenas prácticas nacionales e internacionales. INEE. Recuperado de: https://www.inee.edu.mx/wp-content/uploads/2018/12/P1F226.pdf

SEP (2018). Balance de cierre Prodep 2018. Dirección General de Formación Continua, Actualización y Desarrollo Profesional de Maestros de Educación Básica. Recuperado de: http://dgfc.basica.sep.gob.mx/multimedia/RSC/BASICA/galerias/151/201811/151-3-201811-FILE-19DKffdysH-PresentacinReuninNacionalnoviembre2018_VF.pdf

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La agenda educativa de Delfina Gómez

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

De acuerdo con el boletín No. 15 de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el actual secretario, Esteban Moctezuma Barragán, y la próxima titular de la dependencia, Delfina Gómez Álvarez, “encabezaron la primera Conversación Magisterial del año, con más de 8 mil Supervisoras y Supervisores de 16 estados de la República.” (1) Acerca de ese importante evento masivo y virtual, comparto algunas observaciones y preguntas que podrían integrarse a la conversación.

En primer lugar, sería interesante conocer una o varias crónica(s) del evento por parte de las y los participantes, que forman parte de lo que llamo el sujeto principal de la gestión educativa de la escuela pública: Me refiero a las supervisoras y los supervisores de la educación básica que, por lo demás, constituyen la parte más importante del sistema educativo, junto con las y los docentes, para poner en práctica la transformación escolar desde una perspectiva democratizadora, es decir, no elitista, sino “desde abajo”.

En segundo lugar, lo dicho ahí, en especial, en la voz de la próxima secretaria de educación federal, la Mtra. Delfina Gómez, resulta de interés para delinear su agenda educativa, debido a que en la reunión estuvieron presentes directivos escolares (de zona) de 16 entidades federativas. (2)

Durante la reunión virtual, las autoridades educativas recordaron que “el regreso a clases presenciales será seguro y gradual, y sólo se producirá mientras exista la certeza de que el semáforo epidemiológico verde se mantendrá…”.

En alguna de sus participaciones, sin dar a conocer la fuente informativa ni la organización que realizó el estudio, Moctezuma Barragán dijo que “…de las mediciones que se tienen entre 10 diferentes profesiones, la labor docente ocupa el primer lugar entre la sociedad mexicana, contrario a lo que ocurría en 2018, cuando prevalencia una campaña de desprestigio hacia el sector.”

“La pandemia, dijo, nos obligó a la programación, al desarrollo y transmisión de cerca de 5 mil programas de televisión y a implementar la reingeniería de toda la Secretaría, en tan solo semanas, para desarrollar contenidos por radio e internet, y a la entrega de cuadernillos de trabajo en las comunidades con mayores índices de rezago.”

Al respecto, pregunto:

¿Por qué la SEP no se ha dado a la tarea de llevar a cabo una cruzada nacional para promover la lectura y la escritura, en esta coyuntura de contingencia como la que hoy vivimos, en vez de apostarle, casi por completo, a la TV, internet y la radio?

¿Acaso, el hecho de dejar en un lugar marginal a los hábitos de lectura y escritura, ha sido una línea adecuada de políticas públicas educativas?

El mensaje implícito que han querido dar nuestras autoridades educativas, a través de las diferentes versiones del programa “Aprende en casa”, es que los procesos de aprendizaje de niñas, niños y jóvenes habrían de ser, esencialmente, frente a un aparato de TV, una computadora (o cualquier otro dispositivo electrónico), y hasta el final, el libro.

Pero ¿De qué tamaño y cuál es el contenido de la agenda educativa de la próxima titular de la SEP? ¿Es una agenda delgada, ligera, o todo lo contrario? ¿Será una agenda voluminosa y cargada de pendientes o sólo de bolsillo?

Los cuatro ejes de políticas educativas de la era Delfina Gómez

Todo parece indicar que, por lo señalado en el boletín de referencia y de manera esquemática, su agenda educativa se reduce a cuatro puntos:

I. La formación continua para maestras y maestros en servicio

“En este sentido, indicó que uno de los ejes en los que se trabajará, es precisamente el de las maestras y los maestros, ya que algo que le preocupa mucho al Presidente es la situación del magisterio y lo que se ha fortalecido a través de la actualización, capacitación y formación.”

II. Contenidos para la enseñanza y los aprendizajes

“Otro eje rector –dice el boletín en cuestión- son los contenidos, abundó Gómez Álvarez, ya que es algo que, como práctica docente, se tiene que atender conforme a la situación que se está viviendo de pandemia; por lo que la dinámica pedagógica, la práctica educativa, tiene que irse adaptando y adecuando de acuerdo a lo que se está viviendo.”

III. Infraestructura educativa

“Un tercer factor, señaló, es la infraestructura, un reto que se tiene, que si bien a través del programa de La Escuela es Nuestra se trabaja para mejorar las condiciones de las escuelas, como es la falta de agua, también tiene que ser algo que vaya acorde a las necesidades de lo que se está viviendo actualmente.”

Finalmente, Gómez Álvarez se refirió a los becarios, que es un tema que también se tiene que trabajar con las universidades y con las instituciones de nivel medio superior, puntualizó.

Lamentablemente, en la agenda educativa de la Maestra Delfina Gómez no aparecen, no al menos en la lista de las prioridades que tiene trazado en su cuaderno, las políticas públicas que se seguirán, desde la SEP, a partir del marco legal vigente y el Programa Sectorial de este sexenio, acerca de la formación inicial de maestras y maestros (es decir, la “transformación y fortalecimiento” de las Escuelas Normales, Universidad Pedagógica Nacional y Centros de Actualización del Magisterio); ni veo tampoco un pronunciamiento claro y contundente, en el orden de las prioridades, acerca de la formación profesional y continua de las figuras directivas y los respectivos equipos técnicos (no sólo me refiero a supervisoras y supervisores, sino también a asesoras y asesores técnicos).

Precisa y paradójicamente con quienes se reunió, en formato virtual, apenas hace unos días.

No está por demás mencionar otros cinco puntos ausentes en la agenda educativa de la futura titular de la SEP:

1) ¿Cómo se atenderán los graves problemas del rezago educativo? (Personas mayores de 15 años que no han iniciado ninguna escolarización o que no han concluido la educación básica)

2) ¿Cómo se enfrentará el problema grave de la falta de cobertura educativa en educación preescolar y media superior?

3) ¿Qué medidas se tomarán de inmediato para atender a las y los docentes que no han recibido sus pagos de acuerdo con la ley?

4) ¿Cómo se destrabará el dique burocrático que se ha instalado en la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM)

5) ¿Qué orientaciones o directrices nacionales y regionales (y por subsistemas) prevé la SEP con respecto al nuevo marco normativo federal en el ámbito de la Educación Superior?

Esto, sólo por mencionar algunos de los diez o veinte puntos principales y urgentes por atender desde la cabeza del sector educativo nacional y que, por el momento, no se ven plasmados en la agenda de la maestra.

Fuentes consultadas o notas:

(1) Boletín SEP no. 15: “Encabezan Esteban Moctezuma Barragán y Delfina Gómez Álvarez la primera Conversación Magisterial del 2021”, publicado el 20 de enero, 2021.

(2) Estuvieron presentes, a distancia, “supervisoras y supervisores de Baja California Sur, Durango, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán y del Estado de México, así como autoridades educativas de todos los niveles”.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-agenda-educativa-de-delfina-gomez/

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La promoción horizontal de la USICAMM. Malas noticias para los maestros

 Abelardo Carro Nava

Desde la década de los noventa, cuando el auge por lograr la tan anhelada y prometida “calidad” educativa estaba en todo su esplendor dado el proceso “modernizador” que, supuestamente había impulsado Miguel de la Madrid Hurtado en el país, el gobierno Salinista, conjuntamente con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en manos de Elba Esther Gordillo, vendieron la idea al magisterio mexicano de que, a través de un estímulo o incentivo que se vería reflejado en su salario se conseguiría este propósito, pero, además, se estaría dando un paso importante en la revalorización del magisterio. Hecho que, como sabemos, quedó plasmado en el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB).

De esta idea nació lo que muchos colegas conocemos como el Programa de Carrera Magisterial (PCM), cuyos propósitos consistían en estimular la calidad de la educación y establecer un medio claro de mejoramiento profesional, material y de la condición social del maestro por lo que, de esta forma, se estableció un mecanismo de promoción horizontal para el personal docente frente a grupo que enseñara en los ciclos de la educación básica con la intención de que esos profesores pudieran acceder, si es que así lo decidían, dentro de la misma función, a niveles salariales superiores con base en su preparación académica, la atención a los cursos de actualización, su desempeño profesional y su antigüedad en el servicio y en los niveles de la propia carrera magisterial (DOF, 1992).

Ahora bien, esa promoción horizontal estaba integrada por cinco niveles de estímulo denominados “A”, “B”, “C”, “D” y “E”, y que los profesores podrían lograr, siempre y cuando de manera voluntaria, se evaluaran conforme a los lineamientos establecidos para este objetivo. Los factores de evaluación, y su respectivo puntaje específico en cada una de las vertientes en las que podrían participar, eran: a) aprovechamiento escolar, b) formación continua, c) actividades cocurriculares, d) preparación profesional, e) antigüedad, f) gestión escolar, g) y apoyo educativo. El puntaje máximo (en cada vertiente) no rebasaba los 100 puntos, pero se destaca que el factor aprovechamiento escolar, consistente en el conjunto de logros de aprendizaje obtenidos por los alumnos en un grado o asignatura en un ciclo escolar, de acuerdo a los planes y programas de estudios oficiales vigentes, recibían el mayor puntaje.

Por lo que respecta a los niveles de promoción, se especificaba que éstos eran consecutivos y seriados, es decir, los docentes solo podrían acceder a un nivel inmediato superior por periodo de promoción, previo cumplimiento con la permanencia establecida. Por ello, si un maestro se encontraba ubicado en una Zona Urbana o Rural, debía permanecer en el nivel “A” 3 años, nivel “B” 3 años, nivel “C” 4 años, nivel “D” 4 años y nivel “E” indefinidamente. Pero, si se encontraba en una Zona de Bajo Desarrollo, los docentes deberían de permanecer en cada nivel un periodo de 2 años.

Como se sabe, con el paso de los años este programa se corrompió; quiero pensar que esto sucedió por la gran injerencia y participación que tenía el SNTE en los procesos de evaluación a partir de que, en muchas entidades federativas y en la propia Secretaría de Educación Pública (SEP), las estructuras educativas oficiales fueron cooptadas por esta organización sindical, pero también, porque el mismo gobierno no tuvo la capacidad de transparentar estos procesos y, mucho menos, de fortalecer la formación continua del profesorado mexicano. No obstante, lo anterior, mantengo firme la postura que he fijado desde hace tiempo con relación a que este programa, tal cual inició, tenía bondades que propiciaron la constante capacitación, actualización y profesionalización del magisterio. Claro, habría que checar los estudios que se han hecho sobre ello para entrar en otro tipo de diálogo, pero, desde mi experiencia, considero y sostengo esa postura que en diversos momentos y en diversos foros he expuesto.

Con la llegada de Peña Nieto a la Presidencia, y con la serie de “reformas estructurales” que, derivado del Pacto por México se aprobaron en las “Cámaras de Representantes”, el PCM desapareció y se vino un tremendo desaguisado. La Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y la SEP, se encargaron de “enrarecer” todo un proceso que, probablemente, perseguiría una mejora en la calidad de la educación que se brinda en México, así como también, un probable estímulo para los diversos actores que serían evaluados en su desempeño, pero también, para la obtención de un incentivo. La consigna fue clara, y ya sabemos de qué manera se desarrolló la evaluación del desempeño docente y, por consiguiente, la de los incentivos. Aún en varios estados de la República Mexicana se mantienen serios litigios para que les sea concedido el pago que les corresponde por haber obtenido el nivel K1.

Y bueno, una de las características que tuvo lo que se denominó Promoción en la Función por Incentivos en la Educación Básica durante el gobierno peñaniestista, fue aquella clasificación que tanto lastimó al magisterio: “idóneo y no idóneo” y que, en términos sencillos, no significó otra cosa más que el establecimiento de una serie de factores para la evaluación de los maestros y maestras denominados: a) no suficiente, b) suficiente, c) destacado, e d) incremento (ascenso en el programa en la función).

De esta forma, este “programa” contaba de 7 niveles de incentivos de carácter económico cuya vigencia era de hasta 4 años para cada uno y, según se dijo, se otorgaban de manera objetiva, equitativa y transparente, con irrestricto respeto a la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) y al programa (SEP, 2015). Cabe mencionar que, en este “programa”, no había variación en cuanto al tiempo (4 años) que debería permanecer el docente una vez que obtuviera uno de los niveles señalados, no así en cuanto a los porcentajes de los incentivos que podía alcanzar un profesor puesto que mientras unos podían lograr 180% con relación a su salario, otros (ubicados en zonas de alta pobreza y alejadas de zonas urbanas), podrían alcanzar hasta un 222%.

Y bueno, para cerrar este punto, resta mencionar que el instrumento de evaluación (examen al profesor), fue el rubro que determinaba si es que el profesor se promovía o, por el contrario, recibiría el acompañamiento mediante algo que denominaron “tutoría”. Esto, sin soslayar la elaboración de un proyecto de enseñanza o de gestión (según fuera el caso) del que, poco o nada se sabe en cuanto a la retroalimentación que le pudieron hacer al profesor evaluado.

En fin, como dije: todo un tremendo caos y desaguisado.

Con el triunfo en las urnas de López Obrador, y su respectiva llegada a la Presidencia, se retomó aquella anhelada y prometida revalorización del magisterio. Consecuentemente, en las mismas “Cámaras de Representantes” se aprobó la reforma a la reforma educativa del 2013 y, como parece obvio, las leyes secundarias que de ella emanaron. Surgió la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM), así como también, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) encargada, entre otras cosas, de desarrollar un programa de estímulos e incentivos que favorecieran el desempeño eficiente del servicio educativo para que, de esta forma, se contribuyera al reconocimiento escolar y social de la dignidad magisterial. Y bueno, después de algún tiempo en el que nada se sabía de este programa, recientemente la USICAMM lanzó el Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica, una copia mal hecha, o bien, una continuidad del Programa de Promoción en la Función por Incentivos en la Educación Básica implementado por el gobierno de Peña Nieto. Irrisoriamente, aunque la reforma educativa del 2013 fue cancelada, en los hechos, en el gobierno de López Obrador persisten muchos programas que su antecesor impulsó a través de sus Secretarios de Educación, Y es que mire usted, si hace un ejercicio comparativo, particularmente del que nos ocupa, podrá coincidir conmigo en varios rubros.

Comienzo por sus propósitos. Según del documento dado a conocer hace unos días se señala que, entre otros, este programa tiene la intención de mejorar las condiciones económicas, profesionales y sociales de las maestras y maestros a través del reconocimiento del personal docente… por su compromiso, responsabilidad y profesionalismo en la realización de la tarea educativa (USICAMM, 2021); algo así se señalaba en el del 2015, ya que éste se proponía mejorar las condiciones de vida y la valoración social de los participantes de la promoción en la función por incentivos que demuestren calidad en la prestación de sus servicios, compromiso en el desempeño de su labor educativa y vocación magisterial (SEP, 2015). En fin.

Por lo que respecta a la tabla de elementos multifactoriales que considera la promoción horizontal en este programa, se contempla: a) antigüedad, b) reconocimiento al buen desempeño, c) grado académico, d) desarrollo profesional, e) instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes, f) autoevaluación y exposición de la práctica educativa consistente en un instrumento de valoración de recursos personales y práctica educativa y entrevista por el colectivo docente. La suma de puntajes que pudieran obtenerse de la valoración al docente participante da un total de 330 puntos. Destaca que el elemento denominado instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes reciba 120 puntos y la autoevaluación y exposición de la práctica educativa consistente en un instrumento de valoración de recursos personales 80 puntos. Dato curioso porque, si usted lee con detenimiento el documento que he referido, el primero rubro corresponde prácticamente a un examen de opción múltiple y, el segundo, a la elaboración de un proyecto de enseñanza, mismos que fueron aplicados durante el gobierno de Peña Nieto. Claro, hay mínimas diferencias, pero, su esencia, se mantiene. ¿Acaso no se ha ido la CNSPD de la USICAMM?,

Por lo que se refiere a los niveles del estímulo de carácter económico, este programa contiene 8, cuya permanencia mínima es de 4 años cada uno aplicables conforme a la normatividad vigente, es decir, al igual que en el PCM se señalaba que los niveles de promoción eran consecutivos y seriados, en éste para la promoción al segundo nivel y subsecuentes, los participantes deberán cubrir, al igual que se hizo en el programa del sexenio anterior, 4 años de permanencia en cada nivel y los demás requisitos. Ahora, el porcentaje específico para cada nivel varia conforme a éste puesto que, en un primer momento, se señala que se podrá alcanzar un máximo de 205%, con relación al salario, mientras que en las zonas de alta pobreza y marginación (esquema similar al aplicable durante el peñismo) se podría alcanzar un 247%. Esto, de conformidad con la DISPONIBILIDAD PRESUPUESTARIA y en términos de las disposiciones presupuestarias aplicables. Sí, leyó usted bien, este programa está sujeto a esa disponibilidad presupuestaria lo cual significa que, en caso de que los resultados sean favorables para un participante en el proceso, éste será colocado en una lista, denominémosla de prelación y, si las condiciones presupuestales lo permiten, podría ser beneficiado con el estímulo, pero, si no hubiera esas condiciones, simplemente no se le asignaría el mismo. ¿Menudo embrollo no cree?, ¿hablamos de una revalorización del magisterio?

Expuesto todo lo anterior resta mencionar que, una vez más, estamos ante un gobierno y una SEP que, en términos concretos, no sabe qué hacer para cumplir con sus respectivas funciones. Por un lado, el discurso pomposo que señala que todo ha cambiado y que ha comenzado una transformación del país, se derrumba cuando en los hechos se observa una continuidad entre gobiernos que poco o nada beneficia al magisterio. Si en verdad se pretende lanzar un programa que motive al profesorado a participar para su mejora profesional y económica, debería de iniciarse con un esquema de formación continua que verdaderamente fortalezca el quehacer docente. En todo caso, no estaría nada mal revisar los factores de evaluación o elementos multifactoriales para ajustarlos a la realidad que se vive en el terreno docente. No es posible que, al igual que en el sexenio anterior, un examen de opción múltiple esté mejor ponderado que el desarrollo profesional o los grados académicos, pero bueno, esa es otra historia. Lo que si tengo claro es que, en la SEP, el fantasma de Aurelio Nuño sigue presente.

Con negritas:

No sé si usted recuerde, pero con Peña Nieto el proceso de evaluación fue un caos porque, curiosamente, jamás se hizo público el procedimiento bajo el cual eran evaluados los maestros. Es decir, qué se evaluaba, cómo se evaluaba, quién evaluaba y quién evaluaba a los evaluadores, entre otras cuestiones, fue una gran incógnita. Creo, estamos ante la antesala de un nuevo desaguisado, pero, espero equivocarme, peor que el anterior.

Al tiempo.

Referencias:

DOF. (1992) Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica. Recuperado de: https://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/b490561c-5c33-4254-ad1c-aad33765928a/07104.pdf

SEP. (2015). Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica. Recuperado de: https://www.sep.gob.mx/work/appsite/VBReglamento_final_2015.pdf

SEP. (2021). Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica. Recuperado de: http://file-system.uscmm.gob.mx/2021-2022/compilacion/EB/Programa_promocion_horizontal_niveles_EB_2021.pdf

Cuadro comparativo de los distintos programas: PCM, PPFI y PPHNI

Carrera magisterial Promoción en Función por Incentivos CNSPD Promoción por Niveles USICAMM
Aprovechamiento escolar No suficiente Antigüedad
Formación continua Suficiente Reconocimiento al buen desempeño
Actividades cocurriculares Destacado Grado académico
Preparación profesional Incremento (ascenso en el Programa en la Función) Desarrollo profesional
Antigüedad Instrumento de evaluación
Gestión escolar Instrumento de valoración de recursos personales y práctica
Apoyo educativo Entrevista por el colectivo docente

Fuente: Elaboración propia

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/la-promocion-horizontal-de-la-usicamm-malas-noticias-para-los-maestros/

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El modelo educativo de la Nueva Escuela Mexicana. Una asignatura pendiente

 Sergio Martínez Dunstan

En recientes días, a través de una videoconferencia, mencioné diez cuestiones irresueltas por la Secretaría de Educación Pública (SEP). En esta colaboración abordaré una de ellas: un nuevo modelo educativo. Le corresponderá a su próxima titular sacarlo a la luz e implementarlo. Es una asignatura pendiente y prioritario de atender. En el curso de capacitación “Hacia una Nueva Escuela Mexicana”1, impartido los días previos a la realización de la Fase Intensiva del Consejo Técnico correspondiente Ciclo Escolar 2019-2020 se anunció la ruta para la renovación curricular2 en educación básica. Las autoridades educativas se comprometieron dar a conocer en junio del dos mil veinte el nuevo modelo educativo e implementarlo de manera gradual a partir del ciclo escolar 2021-2022 con la expectativa de generalizarlo en el subsecuente. Mientras tanto, ordenaron continuar con la aplicación de los dos anteriores, el del 2011 y el 2017. Se les incorporó a éstos algunas asignaturas y temáticas “novedosas” las cuales serán parte de los próximos planes y programas de estudio. Vida Saludable, activación física (llamadas pausas activas) civismo. Entraré en detalle en los siguientes párrafos y al final señalaré algunas complejidades y complicaciones3 productos de su instrumentación.

Modelo 1

La Reforma Integral a la Educación Básica (RIEB) articuló diversas modificaciones curriculares introducidas en preescolar 2004, secundaria 2006 y primaria 2008. Se oficializó mediante el Acuerdo Número 592 publicado el diecinueve de agosto del dos mil once y en complemento el Acuerdo Número 593 para la asignatura de tecnología en secundaria. Aunque no se le nombró modelo educativo sí se le puede considerar como tal por su contenido. Se partió del supuesto que los estudiantes desarrollarían cinco competencias en los tres niveles educativos y a lo largo de toda su vida. Sobre esa base, se definió el perfil de egreso bajo estándares en función de los aprendizajes esperados organizados éstos en los espacios curriculares denominados campos de formación. De igual manera, se establecieron los marcos y parámetros curriculares para la educación indígena. Se sustentó desde una óptica teórica categorizada por principios pedagógicos. Uno de ellos, evaluar para aprender, expone la concepción asumida sobre la evaluación de los aprendizajes. Desde esta perspectiva se establecieron normas generales para la evaluación, acreditación, promoción y certificación conocido como Acuerdo Número 696.

Modelo 2

En el 2017, la SEP presentó otro modelo educativo, este sí fue considerado como tal, nombrado “Aprendizajes claves para la educación integral” mediante el Acuerdo Número 12/10/17. Su elaboración se justificó bajo el argumento que los aprendizajes de los estudiantes eran deficientes y sus prácticas se desapegaban de las necesidades de formación que demanda la sociedad actual, la sociedad del conocimiento. Fue un proceso de elaboración menos extenso en comparación con la RIEB. Sucedió entre el 2014 al 2017. El perfil de egreso se concibió como un conjunto de rasgos deseables al término de cada nivel educativo. El enfoque de este modelo educativo es competencial al igual que el anterior. Coincide también que en ambas reformas curriculares, la del 2011 y la del 2017, toman como base las competencias para la vida sólo que eso esta última se aglutina en torno a la categoría conceptual “aprendizajes clave”. El curriculum obligatorio se estructura por campos de formación académica así como áreas de desarrollo personal y social. Aunado a lo anterior, un currículum flexible organizado por ámbitos de autonomía curricular e instrumentado a través de clubes escolares. También se determinaron principios pedagógicos que buscaba facilitar su comprensión y concreción en el aula. Uno de ellos, alude a la evaluación vinculada a la planeación del aprendizaje. Se consideraron 4 variables: las situaciones y secuencias didácticas4, las actividades y contenidos de aprendizaje y, por último, la reflexión sobre la práctica docente. En torno a ellas, establecieron las normas generales para la evaluación de los aprendizajes esperados plasmadas en el Acuerdo Número12/05/18 que sustituyó al Acuerdo Número 696.

Modelo 3

La administración gubernamental en curso, 2018 – 2024, proclamó la elaboración de un nuevo  modelo educativo5. La SEP difundió la hoja de ruta o ruta crítica para los procesos de elaboración, divulgación e implementación. Se desconocen los avances pero se han incumplido los plazos previstos. De facto, se han introducido ciertas modificaciones que resultan de facto un modelo educativo, si no tan claramente explícito si de manera implícita. Se puede constatar un currículum oculto propio de la política educativa actual. Para empezar, interrumpieron la generalización de los aprendizajes claves contemplada para el ciclo escolar 2019-2020 y se retomó la RIEB. De igual manera, establecieron normas generales para la evaluación del aprendizaje, acreditación, promoción, regularización y certificación de los educandos mediante el Acuerdo Número 11/03/19. Según se dijo, el anterior, Acuerdo Número12/05/18, se había abrogado porque se detectó que el procedimiento previsto en el mismo implicó registro complejos que generaban una carga administrativa a los docentes. Destaco tres novedades con respecto al anterior:

• Establecieron 3 periodos de evaluación.

• Eliminaron la no promoción, conocida coloquialmente como reprobación, en preescolar así como en primero y segundo de primaria. Se acreditan con solo cursar el grado correspondiente.

• Los clubes escolares dejaron de considerarse para fines de acreditación, promoción, regularización y certificación. Desaparecieron de las boletas.

• El porcentaje de asistencia dejó de considerase como criterio de calificación.

Modelo Emergente

Y ya iban encarrerados como caballo de hacienda, me refiero a la autoridad educativa federal, hasta que la pandemia los paró en seco6. La crisis sanitaria obligó el cierre de las escuelas, la implantación del programa Aprende en Casa y orilló llevar a cabo la enseñanza de manera remota y emergente. Se tuvo la necesidad de regular acciones específicas y extraordinarias relativas a la conclusión del ciclo escolar 2019-2020 a fin de cumplir con los planes y programas de estudio mediante Acuerdo Número 12/06/207 a fin de conminar a los docentes a:

• Calificar el tercer periodo de calificación promediando las obtenidas en los dos periodos previos.

• Procurar la continuidad al siguiente grado o nivel educativo. Una manera velada de indicarle al maestro que evitara la no promoción.

• Eliminar el criterio de asistencia para la acreditación y la promoción de grado o nivel educativo8.

También se emitieron orientaciones pedagógicas mediante oficio circular número DGDC/DGDIP/001/2020 a fin de sugerirle al maestro:

• Darle prioridad a la función formativa de la evaluación.

• Considerar el uso de la autoevaluación.

• Asignar calificaciones a los alumnos sólo cuando se cuente con la información suficiente y en concordancia con el aludido acuerdo 11/03/19.

• En caso contrario, asentar la leyenda sin información suficiente o simplemente sin información en la boleta de calificaciones.

Estas recomendaciones se formalizaron mediante Acuerdo Número 26/12/20 en el cual.

• Se destaca el uso de la evaluación para mejorar el aprendizaje.

• Se le pide a los maestros que indaguen en diversas fuentes para obtener información sobre el aprendizaje y emplear estrategias complementarias como la opinión de las alumnas y los alumnos, entre otros.

• Dejar de considerar el criterio de asistencia para la acreditación y promoción .

• La comunicación de resultados y entrega de las boletas de calificaciones conforme al calendario escolar que bien pudiera realizarse a distancia o de manera presencial.

En síntesis

El impacto de la pandemia es incuestionable. Escribí sobre las afectaciones sociales, al sector económico y particularmente sus consecuencias en educación9 10. Y al trabajo docente, como lo acabo de documentar, particularmente en la implementación del currículum en lo general así como la planeación didáctica y la evaluación del aprendizaje en lo particular, entre otras. Sobre este último aspecto, es conveniente señalar la vigencia del Acuerdo Número 11/03/19, normas de evaluación. Se emitieron dos acuerdos sobre tan relevante asunto, Acuerdo Número 12/06/20 y Acuerdo Número 26/12/20, expedidos en el contexto de la emergencia sanitaria. Son obsoletas las normas de evaluación propias de los curriculum del 2011 y del 2017 aunque ambos continúen aplicándose.A cada modelo educativo le corresponden sus propias normas para la evaluación de los aprendizajes en el caso de currículos únicos. Las convivencia de varios impiden que sea así. Los modelos siguen vigentes, sus normas de evaluación, no. Y, en contraparte, las normas de evaluación mas recientes intentan regular los modelos educativos. Se tenido que imponer estas reglas porque está inconcluso el anunciado e incumplido modelo educativo del 2020. Eso dificulta la tarea docente y confunde. De tal manera, que el maestro tiene que armonizar las posturas conceptuales en las que se sustentan. Surge pues, la necesaria actualización en la fundamentación teórica metodológica e instrumental de un modelo inacabado. La Nueva Escuela Mexicana es más un eslogan político que un concepto pedagógico como nos lo han querido vender.

Carpe diem quam minimun credula postero

Facebook: SergioDunstan

Twitter: @SergioDunstan

Blog: http://www.sergiodunstan.net


1  Recomiendo la lectura Martínez, S. “Cómo se capacitaría a los maestros sobre la Nueva Escuela Mexicana”. Educación Futura 29/07/2019. http://bit.ly/2SO8on6 consultado el 20 de enero del 2021.

2  Recomiendo la lectura Martínez, S. “El enfoque pedagógico de la Nueva Escuela Mexicana”. Educación Futura. 09/09/2019. (http://bit.ly/2lFpVBM) consultado el 20 de enero del 2021.

3  Recomiendo la lectura Martínez, S. “La complejidad del currículum y sus complicaciones”. Educación Futura. 26/08/2019 http://bit.ly/2MBw7Hf consultado el 20 de enero del 2021.

4  Recomiendo la lectura Martínez, S. “La importancia del diseño de las situaciones didácticas”. Educación Futura. 04/03/2019 http://bit.ly/2XHoOAd consultado el 20 de enero del 2021.

5  Recomiendo la lectura Martínez, S. “El Modelo Educativo de la Nueva Escuela Mexicana”. Educación Futura. 04/09/2019 http://bit.ly/2ZwIb3p.

6  Recomiendo la lectura Martínez S. “El COVID 19 cimbra al Sistema Educativo Nacional”. Educación Futura. 16/03/2020 http://bit.ly/2QmzHoF consultado el 20 de enero del 2021.

7  Recomiendo leer los textos de Martínez, S. “La evaluación de los aprendizajes en educación básica frente a la emergencia sanitaria” y “Regularizar, nivelar, remedias. ¡Que la SEP lo explique! publicados en Educación Futura y Profelandia. https://bit.ly/3dCXbj6https://bit.ly/3crrfwBhttps://bit.ly/2YtX8Qnhttps://bit.ly/2UpvX7Q consulados el 20 de enero del 2021.

8  Recomiendo la lectura Martínez, S. “Un dilema de promoción en la educación a distancia. Aprobar por decreto o reprobar por ‘faltista’”. Educación Futura y Profelandia. https://bit.ly/2M4X9EFhttps://bit.ly/3cwzxDA consultados el 20 de enero del 2021.

9  Recomiendo la lectura Martínez, S. “Lo que la pandemia nos dejó”. Educación Futura https://bit.ly/2RzgVuB consultado el 20 de enero del 2021.

10  Recomiendo la lectura Martínez, S. “Consecuencias y soluciones sobre el impacto en la educación de la pandemia SARS-COV2”. Educación Futura. 08/04/2020. https://bit.ly/2UVT8rk consultado el 20 de enero del 2021

Fuente: https://profelandia.com/el-modelo-educativo-de-la-nueva-escuela-mexicana-una-asignatura-pendiente/

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¿La educación pública ya está equipada?

Por: Abelardo Carro Nava

Corría el mes de octubre de 2016 y, fiel a su costumbre, Aurelio Nuño anunciaba con bombo y platillo la nueva estrategia digital que sustituiría a las tabletas entregadas durante los primeros meses de la administración peñanietista. A decir de este Secretario, el nuevo programa @prendemx 2.0 buscaría que los alumnos de educación básica consiguieran las habilidades digitales para el Siglo XXI (León, 2016).

Claro, con esta acción, se buscó evadir o enterrar el tema del fallido Programa de Inclusión y Alfabetización Digital (PIAD) con el que el gobierno federal había comprado miles de laptops y tabletas para entregarlos a niños de quinto año de escuelas públicas. De hecho, la inversión, transcurridos tres años de este gobierno, ascendía a poco más de 3,700 millones 869 mil 669 pesos. Sin embargo, después de una revisión realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se detectó una serie de insuficiencias en el “programa” dado que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no había otorgado información que demostrara el beneficio que tenías los niños con las computadoras, subrayado que éste carecía de evaluaciones y un plan integral que explicara la razón por la que comenzó su pilotaje en Colima, Tabasco y Sonora, así como también, la cantidad de alumnos que tendrían equipos y la dificultad que tenían sus usuarios para conectarse a internet (Ascención, 2016),

Y bueno, volviendo al tema del programa @aprendemx 2.0 se pensó que, a partir de su puesta en marcha, se equiparían con aulas digitales las escuelas de nivel básico y se capacitaría a los docentes para que enseñaran a sus alumnos (SEP, 2016), hecho que a todas luces no sucedió ni ha sucedido de esta manera. Y es que mire usted, en el portal de la Coordinación General @aprende.mx en mayo de 2018, se publicó un boletín informativo mediante el cual se anunció el inicio de la instalación del aula @prende 2.0 cuyo propósito era enriquecer a las escuelas primarias públicas, a fin de beneficiar a todo el alumnado y personal docente de las mismas, por un servicio administrado a 36 meses (@aprende.mx, 2018); aunado a lo anterior, en ese mismo boletín se dio a conocer un enlace que refiere que, para constatar el avance de las instalación de dichas aulas, se podría al ingresar al mismo: http://aprende-ocst.sep.gob.mx/aulaaprende/instalaciones.html. Si usted realiza este ejercicio (lo invito a hacerlo), podrá observar que ahí aparece la siguiente información: instaladas (64), por instalar (1) y canceladas (761).

¿Cuántas aulas se han instalado entonces hasta el día de hoy? Porque los números que ahí aparecen, así como la búsqueda de datos en medios oficiales de la SEP que pudieran darnos una respuesta es, prácticamente limitada o, para acabar pronto, un misterio. No obstante, parece ser que este proyecto no logró ejecutarse como se tenía pensado en virtud de que la misma Secretaría reportó, en diciembre de 2017, insolventes todas las ofertas para instalar en mil aulas de primarias públicas de 16 estados el nuevo sistema para desarrollar el pensamiento computacional de estudiantes y maestros (El Mundo, 2017). Consecuentemente, no estaría nada mal que la Coordinación General de @prende.mx, vigente con este gobierno autodenominado de la cuarta transformación, diera una explicación al respecto.

Y digo que no estaría nada mal que diera una explicación porque, seguramente fue de su conocimiento que, el aún Secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, el pasado 11 de enero afirmó de manera categórica que “sin duda nació en México ya la educación mixta, esto quiere decir que la educación pública ya está equipada para poder trabajar tanto de manera presencial como a distancia” (Rodríguez, 2021). Muchos, me incluyo, después de esta afirmación nos preguntamos varias veces a qué tipo de equipamiento se refería el Sr. Secretario porque, si tal cuestión nos lleva a pensar solamente en el uso de ciertas plataformas para que los profesores y alumnos puedan acceder para que no vean interrumpidos sus procesos formativos, habría que señalar que dichas plataformas son inútiles si la población “beneficiada” no cuenta con dispositivos tecnológicos para tal propósito.

En consecuencia, no estaría de más revisar los datos que la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU, 2020) dio a conocer a través del documento titulado “Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por Covid-19 y en los que se destaca que: “casi la totalidad de las y los maestros que contestaron la encuesta señaló haber tenido acceso a internet en casa, ya sea por conexión doméstica o por datos celulares. Sin embargo, el porcentaje fue un poco menor en el caso de docentes de preescolares y primarias indígenas, aunque superior a 90%. Por otra parte, el recurso más reportado por los y las directoras y el personal docente fue el teléfono móvil (94%), seguido por una computadora (más de 90%, aunque se trató de un equipo compartido para aproximadamente la mitad de los informantes”.

Si esto no fuera suficiente, podría recomendar el estudio que la misma MEJOREDU publicó el año pasado denominado “Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación 2020” y en el que se señala, en el apartado relacionado con las escuelas y su infraestructura educativa que “en el ciclo 2018-2019, 86.4% de las escuelas primarias, 87.4% de las secundarias y 83.3% de los planteles de educación media superior contaban con electricidad. La proporción de centros escolares que tenían computadoras para propósitos pedagógicos era más heterogénea entre tipos y niveles de la educación obligatoria: 49% de las escuelas primarias, 67.2% de las secundarias y 64.7% de los planteles de educación media superior contaban con este recurso. En el mismo sentido, la proporción de escuelas y planteles con conexión a internet presenta valores diferenciados: 34.6% de las escuelas primarias, 45.3% de las secundarias y 44.1% de los planteles de educación media superior tenían este servicio. La disponibilidad de servicios sanitarios básicos no está presente en todas las escuelas de educación obligatoria: 70.9% de las primarias, 73.5% de las secundarias y 72.3% de los planteles de educación media superior contaban con conexión a la red pública de agua potable; en 65.3, 70.2 y 73%, respectivamente, había servicio de lavado de manos; mientras que 85.3, 86.6 y 80.2%, en ese orden, tenían sanitarios independientes” (MEJOREDU, 2020).

Vistos los datos anteriores valdría la pena preguntarse, a qué tipo de equipamiento se refería el aún Secretario. ¿Acaso a todos los trabajadores de la educación se les ha dotado de un equipo de cómputo, móvil o internet gratuito para que realicen sus actividades desde que comenzó esta contingencia sanitaria?, ¿acaso los padres de familia han recibido algún apoyo gubernamental para la adquisición de los mismos recursos tecnológicos para este propósito? Ahora bien, además de las pocas escuelas que recibieron recursos mediante el programa la Escuela es Nuestra, ¿cuántas más han recibido un apoyo económico para que, al menos, rehabiliten sus espacios físicos con la finalidad de cumplir con las medidas sanitarias que las autoridades han establecido por un posible regreso a clases presenciales?

Las respuestas seguramente usted las conoce y, desde luego, en estas líneas solo expongo una más de las tantas realidades que prevalecen en el Sistema Educativo Nacional (SEN). Insisto, presentar cifras alegres o bien, hacer declaraciones triunfalistas no es otra cosa más que demagogia pura. Quienes conocen y conocemos un poco sobre la realidad de las escuelas, las aulas y sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje, tenemos claro que esta pandemia acrecentó la brecha entre los “dichos” de las autoridades educativas y lo que en realidad acontece en estos momentos.

En este sentido, se supondría que la profesora Delfina Gómez, conocedora de las cuestiones referidas, podría emprender un cambio de visión y acciones educativas para aminorar los ya de por sí añejos problemas que aquejan al sector, pero, desafortunadamente, con su más reciente declaración en cuanto a que no cambiará nada cuando ya esté al frente de la SEP creo, nos dispondremos a seguir leyendo más datos como los que ha publicado MEJOREDU, sin soslayar, desde luego, el extraordinario trabajo que han venido realizando maestros, maestras, alumnos y padres de familia.

Es cuanto.

Referencias:

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-educacion-publica-ya-esta-equipada/

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La nueva titular de la SEP bajo la sombra de Elba Esther Gordillo

Por: Pluma invitada

En la historia educativa de nuestro país, el estado de México se había convertido en el territorio de la Maestra como se le conoce a Elba Esther Gordillo Morales. No existía acción que no pasara por sus manos, Defina Gómez Álvarez, es originaria de dicho estado. En su trayectoria tuvo algo que ver con la Maestra y este acercamiento indirecto si se quiere, fue en las elecciones para gobernador en dicho estado. Delfina Gómez contendió en contra de Alfredo del Mazo, este último resultó ganador después de poner en juego toda la maquinaria electoral del PRI, Delfina tuvo el apoyo de Rafael Ochoa (operador político de la maestra) y de Ferrando González, yerno de la maestra, ambos forman parte de su círculo cercano.

Esta señal puede dar pie a enrarecer el análisis en la reciente designación de Delfina Gómez, como titular de la SEP y pocos días después del anuncio, el presidente López Obrador en la mañanera de 28 de diciembre hablaba de agilizar el relevo en la dirigencia del SNTE.

La disputa por la dirigencia nacional del SNTE, será sin lugar a dudas en el año 2021 uno de los puntos críticos que le tocará a Delfina Gómez, pero otros puntos sobre el estilo de gestión, también son importantes.

El Proyecto y el equipo

Se ha criticado fuertemente a administraciones anteriores por cambiar o relevar al titular de una de las dependencias más importantes a mitad del sexenio, la 4 Transformación y el gobierno de López Obrador ha caído en el mismo vicio ¿Por qué? ¿por tener un estilo de gestión incompatible con el antecesor Moctezuma Barragán al que tanto presumió AMLO? ¿o porqué ya están pensando en las elecciones del 2024?

El proyecto educativo del actual gobierno es un amplio acuerdo nacional por instaurar la Nueva Escuela Mexicana (NEM), los equipos de colaboradores son de distintos matices, desde los que vienen de gobiernos anteriores hasta ex militantes de izquierda institucional como es el caso de Luciano Concheiro en la Sub secretaria de Educación Superior. Bajo este contexto lo que surgen son muchas preguntas y unas pocas hipótesis.

¿Ratificará Delfina Gómez el equipo de trabajo que le hereda Moctezuma Barragán, o llevará a su gente? Con los nuevos personajes en la estructura superior de la SEP, ¿estos personajes serán cercanos a Elba Esther Gordillo? ¿Qué opinan los investigadores del país como el caso del COMIE o la masa crítica de académicos diseminados en las principales universidades el país? ¿la NEM tendrá continuidad o Delfina Gómez trazará nuevas líneas o nuevos ejes de desarrollo educativo para el país? ¿se hablará de una reforma de largo aliento en tan solo 3 años o todo quedará en parches y remiendos para salir al paso? ¿y qué hay con la deuda pendiente con el magisterio nacional?

Como podrá verse las preguntas son diversas surgidas de distintos flancos. El cambio o el relevo se venía venir, pero no con una designación que traerá mayores tensiones en el aparato educativo del país. Es difícil pensar en un personaje para un puesto tan ambicioso e igualmente comprometedor. Es plausible saber que la nueva titular de la SEP, es egresada de la UPN institución a la que yo pertenezco y que su extracción es haber sido maestra frente a grupo de educación primaria. que es la segunda mujer que ocupa ese cargo en toda la historia también es digno de aplaudirse. Pero después de ello, hay muy pocos argumentos que se tornen convincentes para ocuparse del segundo lapso del actual sexenio de la posición más importante de educación en este país.

Con los casi nulos elementos que manejo, la hipótesis que quisiera aventurar a futuro, es que Delfina Gómez caerá en una especie de pragmatismo político – pedagógico, echará mano de un grupo de colaboradores entre los que ya están y los que llegarán y la SEP servirá como plataforma de lanzamiento para el oportunismo y el futurismo político de MORENA. Poca Pedagogía y si mucha política es lo que se espera.

Solo nos resta esperar a que pasen los primeros meses del año 2021 para darnos cuenta cuál será el rostro y el estilo de gestión que le imprimirá Delfina Gómez al frente de la SEP.

A esperar…

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-nueva-titular-de-la-sep-bajo-la-sombra-de-elba-esther-gordillo/

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