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Y usted, profe, ¿Qué opina del aborto?

Por:  Manuel Becerra. 

Las alumnas que llevan sus panzas y sus hijos a la escuela son un fantasma que recorre las secundarias populares. Los docentes “progres”, observa Manuel Becerra, oscilan entre el paternalismo y la condena solapada; hacen una pedagogía del tabú, del asterisco, de la excepción. Así todo, lo que pasa afuera del aula entra por la puerta: sexo, drogas y represión policial son los tópicos que los pibes piden hablar. Es momento de que el sistema se haga cargo y asuma la pedagogía de la pregunta empezando por una: ¿cómo impactaría la legalización del aborto en esa problemática?

—¿Ya tenés pensado qué hacer?

—Rodri me dijo que quiere ser papá. Pero yo no sé si quiero ser mamá. Y menos con él.

Hace frío en el buffet de la escuela, afuera hay ruido de recreo, y con Natacha, la profe de Francés, nos miramos. Javier trajo un café con leche.

—Tomalo, hace frío estos días.

Sin agradecer ni mirarnos, Gina toma sorbos lentos. Se hizo un test de embarazo y le dio positivo, después fue llena de vergüenza a una guardia –se puso una campera del Milan de su hermano, anteojos negros, se escondió bajo la capucha– a mentir que le dolía la panza para forzar un análisis: sí, estaba embarazada. Y no estaba muy segura de tenerlo.

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Pedagogía del tabú

En las escuelas públicas populares –para diferenciarlas de las de élite– las alumnas embarazadas y madres son parte de la cotidianeidad. En general, aunque no únicamente, son chicas que viven en barrios donde es común la maternidad adolescente. La escuela secundaria, formateada en el siglo XIX con un patrón elitista que la terminó convirtiendo hoy en el agujero negro del sistema educativo, las sigue tratando como excepciones: nos apuramos a armar trabajos prácticos fáciles de resolver, no les contamos las inasistencias, bajamos al mínimo las siniestras exigencias burocráticas para que su bebé no venga con una deserción escolar bajo el brazo. La frase “ese chico no tiene que estar acá”, que parece esculpida en piedra en las salas de profesores, también aplica implícitamente –o no tanto– a las alumnas embarazadas o las que vienen con su hijo o hija a la escuela. Las chicas gestantes y mamás transitan el tabú, lo encarnan, soportan sobre sus pieles todo el peso plomizo del yunque rosa que las manda a ser mamás, porque “tener un bebé es una bendición”. Aunque hayan sido violadas.

Las tradiciones del sistema educativo son, también, las tradiciones de la sociedad donde está inserto. Porque la escuela es una caja de resonancia de lo social, no una cámara de vacío a salvo de él.

El aborto, en ese contexto, está teñido de ilegalidad y clandestinidad: está camuflado tras una burocracia de médicos copados, hospitales amigables, farmacias con contraseña, asesores, consultorías. Para una adolescente, abortar via la escuela sin violar la ley es una pesadilla kafkiana.

Por otro lado, en las escuelas públicas de élite y privadas la invisibilización es mucho mayor. Atravesadas por el mandato de una maternidad supeditada a logros personales –facilitados por la pertenencia de clase–, las chicas de clase media intelectual y de clase media alta no se permiten maternar en su adolescencia. Ellas sí tienen muchísimo que perder. Y tienen los medios para esquivar la clandestina burocracia del aborto.

Lo concreto es que con el aborto ilegal no sólo las mujeres pobres quedan expuestas a clandestinidades precarias, antihigiénicas y que ponen en riesgo su vida. También quedan al borde de la deserción escolar: las chicas pobres no tienen una red social de contención que las acompañen a transitar esa carrera de obstáculos y contra reloj, pero tampoco cuentan con soportes –mujeres– que le cuiden al bebé una vez que nació. Porque, muchas veces, el papá se borró. Porque quedaron solas. Porque tuvieron que decidir entre maternar o estudiar.

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Las alumnas que llevan sus panzas y sus hijos a la escuela son ese fantasma que recorre las secundarias públicas populares. Los docentes oscilamos entre el paternalismo y la condena excluyente, y sin lograr acertarle a la inclusión educativa. Bajo ese signo se arman los trabajos prácticos y las intervenciones pedagógicas hacia ellas.

Bajo su “condición” silenciada, disimulada, puesta entre paréntesis hacemos una pedagogía del tabú, del asterisco, de la excepción. ¿Cómo impactaría la legalización del aborto en esa problemática?

* * *

—¿Son bebés abortados?

—Profe dígale, son angelitos.

En el Museo Nacional de Bellas Artes una alumna y un alumno de primer año se detienen a mirar fascinados un óleo de Lucas Cranach el Viejo. Allí aparece Dios, rodeado de diecinueve cabecitas de querubines, y amenaza con lanzar tres flechas fatídicas a la Humanidad.

Pedagogía de la pregunta

Los propósitos de toda planificación didáctica podrían resumirse en un objetivo central: lograr que las y los alumnos se involucren en la clase, en el objeto que se estudia, que le hagan preguntas, lo manipulen, lo adapten a sus conocimientos previos. La aproximación es espiralada, rara vez directa: una chica levanta la mano en un aula y lanza una hipótesis, intuitiva, tratando de enganchar eso que plantea su docente con algo que le viene rebotando en la cabeza. La función del docente es tomar esas intervenciones e ir corriendo la línea de lo conocido para acercarla a las metas de la clase. Para enseñar. Para que la alumna aprenda.

Cuando los docentes planificamos lo hacemos esencialmente tratando de forzar esa pregunta, implícita o explícita, a través de distintas estrategias. Sin embargo, a veces, cada vez más en un contexto global de sobreinformación y consumo, la agenda pública destruye las paredes del aula y obliga a docentes y estudiantes a hablar de determinados temas. Fuerza “naturalmente” el tan celebrado, prescripto y poco aplicado pensamiento crítico: “¿Y usted, profe, qué opina del aborto?”.

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Lo que pasa afuera de la escuela entra por la puerta: si la sociedad es violenta, encontramos un cuchillo en una mochila; si es desigual, desaparece un celular en el aula; si hay hambre, los pibes buscarán un plato de comida en la escuela. No podemos aislarnos del aborto que, además, forma parte central de la agenda particular de las y los adolescentes, incluso desde la pubertad. Sexo, drogas y represión policial: los grandes tópicos que los pibes le reclaman a la escuela.

La sesión de la Cámara de Diputados del 13/14 de junio fue el corolario de debates maratónicos, de una lucha de décadas que hace algunos años tomó un volumen insospechado. Ya se ha dicho: las mujeres son en este momento, tal vez, el motor de la historia de una forma que nunca antes fue tan explícita, escondidas como estaban tras las cortinas del patriarcado. La marea verde afiló las preguntas de los pibes y las pibas por la Educación Sexual Integral. Abandonada por el Estado nacional, y supeditada a los pocos gobiernos provinciales que decidieron darle impulso, la ley 26.150 cobró una vida y una fuerza inéditas, no ya como bajada, sino como demanda.

Las y los adolescentes han decidido que es tiempo de hablar. Es tiempo de hacer un tratamiento riguroso de temas complejos vinculados a la sexualidad. Es tiempo de que la escuela, especialmente la secundaria, se haga cargo de las preguntas de sus alumnos, de que asuma de una buena vez la pedagogía de la pregunta.

No es la tecnología la que pone en jaque a la escuela tradicional: lo que la obliga a repensarse y reinventarse es el avance de los derechos, es la masificación del sistema educativo; son los lentos, imperceptibles y contundentes cambios de hábitos culturales. Internet no incendiará a la escuela hasta sus cimientos. Al contrario: son los pibes y las pibas, cada vez más conscientes de sus derechos, los que la reforzarán.

* * *

—Ya conté cuatro pañuelos celestes acá –una compañera me pasa, por WhatsApp, una foto mal sacada de dos mochilas en la escalera de la escuela.

—Ojo, hay que tener ovarios para anudarse pañuelos celestes en este contexto.

Pedagogía del derecho

Los docentes “progres” miramos fascinados la marea verde, a las adolescentes empoderadas, a la demolición de los tabúes que forman parte de la ritualidad escolar. Adherimos categóricamente a lo que Luciana Peker llamó “La revolución de las hijas”, que celebra el protagonismo juvenil dentro de la lucha feminista. Nos maravillamos ante la toma de autonomía política y sexual de nuestras alumnas, pero lo hacemos fundamentalmente por compartir muchas de esas miradas. Hasta que aparece un pañuelo celeste, una militancia que desentona con lo general, que nos interpela también a nosotros.

¿Qué hacemos con esto?

Las hijas de Silvia Lospennato, Agustín Rossi y Daniel Filmus entraron al recinto de la Cámara de Diputados como protagonistas en las decisiones que tomaron sus madres/padres a la hora de legislar. Las hijas que tienen medios para abortar de forma segura y más desburocratizada –aunque aún ilegal–, cuyos progenitores tienen además la llave de los amplificadores mediáticos. Hasta allí, todo verde. Y en las escuelas públicas de élite, el color casi uniforme. Y también en algunas privadas, provocando tensiones con los esquemas del colegio, y hasta con sus familias. Hijas blancas, con más o menos formación política, ofreciéndole a la democracia argentina argumentos demoledores en oposición a las barbaridades –no caben otros calificativos para mucho de lo proferido dentro del Congreso en la madrugada del 14 de junio– en contra de la ley. No tienen más de 20 años. Vemos a todas las adolescentes con pañuelos verdes. Pero no: es más bien una forma de metonimia, de tomar las partes por el todo, una especie de ilusión óptica.

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En las escuelas públicas populares se ve un escenario matizado: pocos pañuelos verdes, menos celestes, y una gran mayoría despañuelada. Son pibas y pibes de los barrios, para quienes este debate está abriendo un escenario de información compleja, que saben importante y que les atrae, pero no todavía como para militar una posición. Quienes han recorrido los barrios en las crisis lo saben: son las mujeres las que ponen de pie a las familias, a sus maridos, a sus hijos. Son las mujeres solas las que muchas veces, contra la violencia de género y la exclusión total, sostienen hogares haciendo lo imposible. Sus hijas hoy están aprendiendo la enorme complejidad de la soberanía de sus cuerpos. Nunca antes se había tratado detalladamente el tema en sus casas, sus aristas legales en tensión con las morales, las preguntas contundentes sobre el placer sexual y la maternidad, sobre el rol del Estado.

En las escuelas populares las chicas, sin decidirse si se calzan un pañuelo, están reformulando preconceptos instalados. Allí está la demanda más delicada: que la escuela esté a la altura del debate con información rigurosa pero, fundamentalmente, respetuosa de los tiempos y las preguntas de las y los alumnos.

Tal vez las escuelas populares, donde no hay posturas dominantes, se parezcan más a la sociedad en su conjunto y a la no linealidad de sus mecanismos democráticos: minorías militantes con posiciones tomadas, y mayorías silenciosas que están aprendiendo algo nuevo. En este caso, pibas y pibes que están aprendiendo también a opinar, a argumentar, a expresar su voz sobre algo tan íntimo como sus deseos.

La escuela, como agencia del Estado, debe garantizar el derecho de la libertad de opinión, del debate ordenado y sincero, debe orientar el disenso jerarquizando los argumentos. Debe garantizar la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral. Debe enseñar que se está discutiendo, también, un derecho que opera sobre la materialidad más personal: el propio cuerpo. Es la hora, también de hacer una pedagogía del derecho.

* * *

La legalización de la interrupción voluntaria del embarazo permitirá a las alumnas embarazadas salir de la clandestinidad y decidir en mayor libertad. Les permitirá sopesar sus propias condiciones, sus propios deseos, y definir su futuro sin condenas legales ni morales. Así, el aborto legal será también una buena herramienta de inclusión educativa. Habremos derribado el tabú echando preguntas sobre él, haciendo florecer preguntas.

Que florezcan mil, cien mil, millones de preguntas. Que cada piba y cada pibe viva en un país donde tenga derecho a decidir sobre su cuerpo, donde entienda que no tiene derecho a decidir sobre un cuerpo ajeno. Va a suceder, si no es este año será pronto. Y en ese futuro, tan cercano, esta discusión, este mismo artículo, parecerán antigüedades.

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Fuente: http://www.revistaanfibia.com/ensayo/y-usted-profe-que-opina-del-aborto/

Fotografía: Revista Anfibia

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Hace 23 años que es docente, pero desde hace dos que ejerce como mujer

América del Sur/Argentina/Fuente: www.perfil.com.

La historia de Milena Moreno, la profesora trans que da clases de filosofía en Córdoba.

Milena Moreno nació bajo el nombre de Claudio Moreno hace 50 años en la provincia de Córdoba. Desde hace 23 ejerce la docencia y si bien comenzó su carrera con una imagen masculina, hace dos años cambió su identidad. En la actualidad da clases en cuatro establecimientos educativos.

“Soy filósofa, profesora de Filosofía y maestra de grado. Me recibí cuando no era Milena, en el Garzón Águlla. Tengo una carrera docente, humanista”, sostiene durante una entrevista a la periodista Mariana Otero, según consignó el diario La Voz.

Al definirse, precisa: “La gente te ama o no te ama. Cuando tenés esta diferencia de tu cuerpo con tu identidad –llámese física, psíquica o emocional–, al otro le genera una reflexión y una incomodidad, porque se tiene que poner a pensar sobre sí mismo”.

Es profesora en cuatro escuelas, tres estatales y una privada: la Juan José Paso, de barrio Zumarán, el Instituto Integral Modelo (ex-Liceo de Señoritas), el Ipem 270 y el Cenma 215 en Villa Azalais oeste. “Tengo cuatro realidades sociales y educativas diferentes. Es lo que me nutre permanentemente”, precisó.

Ingresó al sistema educativo con una imagen masculina y vivió su transición de identidad sin demasiadas dificultades externas. “El profesor de Filosofía Claudio Moreno aparecía con sombrero y pipa, traje y tiradores, pero con una percepción en el otro, sobre todo en la mujer, de un hombre que no existía”, relató.

Para la OMS, la transexualidad ya no es una enfermedad mental

“Claudio tenía esa sensibilidad, que no cerraba. Me decían: ‘Sos diferente a los hombres’. Y es que, en verdad, no era hombre, en el sentido de ser varón”, indicó en alusión al cambio físico que estaba por suceder. Después de dos años, comenzó el tratamiento hormonal, y en 2016, le realizaron la cirugía para la extirpación de los testículos en una clínica privada de la ciudad de Córdoba. Acto seguido cambió su DNI.

“El día siguiente de la operación, cuando el médico me preguntó: ‘¿Estás feliz?’, le dije: ‘No estoy feliz, estoy en paz. Ya no necesito luchar tanto’”, completó en su relato.

Cambio. Terminó el ciclo lectivo en 2016 con imagen masculina y en febrero del año siguiente, ingresó como mujer. El Ministerio de Educación acompañó a las escuelas en este proceso y reunió a los directores de las instituciones, a los equipos de Educación Sexual Integral, al sexólogo de Milena y debatieron cómo trabajar su presencia en los colegios. “Fue muy fuerte y muy bello”, remarcó.

Su historia. A sus 7 años, cuando aún era Claudio, le preguntó a su mamá si era posible “cambiar de cuerpo”. A modo de respuesta, ella le dijo que se fuera a jugar. “No sólo me sentía así por la idea de pensar que tenía un cuerpo en el que no me hallaba, sino que me preguntaba por qué odiaba partes de mi cuerpo que no habían experimentado intimidad”, expresó en declaraciones al mencionado medio.

En ese marco, recuerda que jugaba a la pelota con los varones. “Iba obligado para que no hubiera conflictos familiares ni señalamiento social, que hoy sigue estando, aunque con menor intensidad. Era el mejor arquero, no quería ser el objeto que ya era, el objeto humano de la burla, del bullying o el comentario. Yo ya estaba en ese proceso tan conflictivo”, manifestó.

Ya en la adolescencia “tenía pelo largo, me podía pintar los labios, usaba un mix de ropa, no te identificaban como hombre o mujer sino como un hippie sucio. No tenías conflicto de decir al otro: ‘No soy lo que usted piensa, soy otra cosa que todavía no sé. Por qué me iban a catalogar por algo que todavía no sabía qué era’”, agregó.

Estudios. Cursó el secundario en una escuela nocturna en una época muy dura, y confesó que intentó suicidarse. “No es fácil lidiar con todo lo que hay dentro tuyo, donde no hay palabras”, sostuvo. Viajó a España y luego a Grecia, donde se recibió en la Facultad de Filosofía en la Universidad Nacional de Atenas. Allí fue donde

comenzó a vestirse y a vivir como mujer y hasta fue modelo publicitaria. “Fui la mujer más feliz del mundo”, contó. Luego volvió a Córdoba, se enamoró de una mujer llamada Mercedes y tuvieron a Gregorio, quien en la actualidad tiene 19 años. Los tres conviven como familia en una misma casa, aunque dejaron de ser pareja cuando el bebé tenía seis meses.

Fuente de la reseña: http://www.perfil.com/noticias/sociedad/la-historia-de-la-profesora-trans-que-da-clases-en-4-escuelas-de-cordoba.phtml

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Paso a paso con la educación inclusiva

Por José Jorge Chade

Se acerca el Segundo Congreso de Inclusión Educativa. Aquí, información crucial para participantes, a cargo del profesor José Jorge Chade.

Es una actitud, un sistema de valores y creencias. Incluir significa ser parte de algo, formar parte del todo. Podemos fijarnos en la contraposiciòn de la inclusiòn y exclusiòn para definirlo.

Se trata de acoger a todos, comprometiéndose a hacer cualquier cosa que sea necesaria para proporcionar a cada estudiante el derecho inalienable de pertenencia a un grupo, a no ser excluìdo. La inclusiòn asume que la convivencia y el aprendizaje en grupo es la mejor forma de beneficiar a todos.

Una escuela Inclusiva ve a todos los alumnos como capaces de aprender y anima y honra todos los tipos de diversidad, como una oportunidad para aprender sobre los que nos hace humanos.

La buena enseñanza es aquella que cada niño puede aprender si se le ofrece el entorno adecuado, se le anima y se les proporcionan actividades significativas.

La Escuela Inclusiva es aquella que educa a todos los estudiantes dentro de un único sistema educativo, proporcionándoles programas educativos apropiados que sean estimulantes y adecuados a sus capacidades y necesidades, además de cualquier apoyo y ayuda que tanto ellos como sus maestros y/o profesores puedan necesitar para tener éxito. Se tiene la idea de cohesión de la comunidad, la aceptación de las diferencias y la respuesta a las necesidades individuales.

Esto es un proceso donde se implica la filosofía del centro escolar, el currículo, la estrategia de enseñanza y la organización estructural. Es lo opuesto a la segregación y al aislamiento. Es una oportunidad de aprender sobre la variedad de vida de otras personas (lengua, cultura, religión, sexo, discapacidad, estado socioeconómico, marco geográfico…) y también sobre lo que significa ser humano; ser incluido, valorado y respetado por quien uno es en un mundo diverso y plural por naturaleza.

PRINCIPIOS DE LA EDUCACION INCLUSIVA

Clases que acogen la diversidad

Se da la bienvenida a la diversidad y se valora la diferencia. Se pueden leer libros de diferentes niveles sobre el mismo tema.

Un currículo más amplio

La inclusión significa implementar una modalidad de currículo multinivel. Los maestros y profesores se mueven hacia el método de aprendizaje cooperativo, la instrucción temática, el pensamiento critico, la resolución de problemas y la valoración auténtica.

Enseñanza y aprendizaje interactivo

Los cambios en el currículo están estrechamente ligados a los cambios en su pedagogía. Los estudiantes trabajan juntos, se enseñan mutuamente y participan activamente en la propia educación y en la de sus compañeros. No se quiere estudiantes incluidos en aulas para competir con los demás, sino para que aprendan con y de los otros.

Los alumnos no tienen que soportar la inflexibilidad, los curriculums aburridos, la falta de creatividad, la reglamentación excesiva, el exceso de estandarización y las concepciones limitadas de la enseñanza y el aprendizaje.

El sostén, el apoyo y la formación a los docentes.

La inclusión es la enseñanza en equipo, la colaboración y la consulta, así como otras formas de acceder a las habilidades, el conocimiento y el apoyo de muchas personas encargadas de educar a un grupo de niños y jóvenes.

Participación Familiar

Estos son algunos de los puntos que abarcará este 2° Congreso Internacional organizado por la Municipalidad de Godoy Cruz, la Fundación Bologna Mendoza, la Universidad de Congreso, La UNCuyo Facultad de Educación, La Regional Centro de la DGE y el Consulado General de Italia en Mendoza.

Auspician el Congreso el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, MDZ, Universidad de Bologna y de Bolzano (Italia) y Casa del Maestro.

Informes en Fundaciòn Bologna Mendoza, TE 261 4294963

Inscripciones on line en: https://www.eventbrite.com.ar/e/ii-congreso-internacional-de-inclusion-educativa-y-social-tickets-44946275520

Fuente de la reseña: https://www.mdzol.com/opinion/805887-paso-a-paso-con-la-educacion-inclusiva/

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El Salvador: Deserción escolar ronda los 13,000 estudiantes

Centro América/El Salvador/23.07.18/Por Susana Peñate/Fuente: www.laprensagrafica.com.

MINED inició el proceso de formación en educación no sexista y desarrollo humano, apoyado por ONU Mujeres, con 300 docentes.

El ausentismo y la deserción escolar por diferentes causas rondan los 13,000 estudiantes en todo el sistema educativo, según cálculos que el Ministerio de Educación (MINED) tiene registrados hasta junio de 2018, que sería aproximadamente el 1 % de la población estudiantil, comentó ayer el titular de dicho ministerio, Carlos Canjura.

“El 1 % se ve poquito, pero de lo que hay que tomar conciencia es que el 1 % de 1, 300,000 es un número considerable de niños que, por supuesto, debe preocuparnos que regresen a la escuela”, dijo.

Afirmó que es una cantidad menor a la que se ha tenido en años anteriores y que uno de los esfuerzos para atraer a los que están fuera del sistema educativo es el programa de flexibilización de la educación.

La deserción escolar tendría varias causas, como la violencia social y los embarazos a temprana edad, por lo que este tema se incorpora dentro del proceso de formación docente en educación no sexista y desarrollo humano, enmarcado en la Política de Equidad e Igualdad de Género del MINED y del Plan Nacional de Formación Docente, con el apoyo de FOMILENIO II e implementado por el asocio Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y ONU Mujeres.

“Queremos garantizar que las niñas se mantengan dentro del sistema educativo, prevenir la violencia sexual y lograr que con esto las niñas puedan desarrollarse plenamente, no solo en lo personal sino también contribuir al desarrollo de su familia, de su comunidad y, en última instancia, de la sociedad y del Estado salvadoreño”, dijo Ana Elena Badilla, representante de ONU Mujeres.

El proceso de formación comenzó ayer con 300 docentes y tendrá una duración de un año, con 576 horas a través de seis módulos, cada uno de 96 horas: 48 presenciales, 30 virtuales y 18 prácticas.

“El esfuerzo que estamos haciendo es por que se instale este tipo de pensamiento positivo, de combate de la desigualdad y el desarrollo de una cultura de paz que tiene que ver, obviamente, con los temas de exclusión y de tratos desiguales”, agregó Canjura.

Los 300 especialistas formados luego replicarán lo aprendido a otros 1,400 educadores y ellos hacia el resto de la planta docente a escala nacional.

“Lo que pretende es reflexionar y sensibilizar en torno a la violencia de lenguaje, la violencia física, la violencia psicológica, la violencia de género como tal a un grupo de docentes”, expresó Manuel Tobar, consultor de la UCA.

Fuente de la noticia: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Desercion-escolar-ronda-los-13000-estudiantes-20180721-0050.html

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Entrevista a Andreas Schleicher: ¿Cómo ve la OCDE la educación en Colombia?

Por Semana Educación

Semana Educación: Cuando uno ve el informe se da cuenta que uno de los retos más grandes que tiene el país es la ruralidad. ¿Cómo debería Colombia hacer frente a la educación rural?

Andreas Schleicher: Bueno, todo empieza con la financiación y el modelo del Sistema General de Participaciones (SGP), que al momento tiene la intención de apoyar a las comunidades rurales pero no lo está haciendo en realidad. De hecho, las inversiones son demasiado pequeñas para cerrar la brecha entre regiones. Esta es en realidad la parte más fácil. La parte más difícil es saber cómo atraer a los mejore profesores a las escuelas que más lo necesitan. Y la respuesta a esto es clara. Podrías pagarles más, pero sobre todo tienes que hacer que estos puestos sean más atractivos para la carrera de los docentes. Si se crea un sistema basado en penalidades, en la que trabajar en el campo es una suerte de “castigo”, pierdes el tiempo. La estrategia sería convertir esta experiencia en algo gratificante, ofreciendo más apoyo a los profesores, a sus familias y haciendo que avancen en su carrera. Es un tema que tiene que ver con los recursos, pero más importante que esto, se trata de cómo atraes al mejor talento.

Semana Educación: ¿Qué Debería Tener Una Experiencia Rural Gratificante Para Un Maestro?

Andreas Schleicher: Cuando vas a una población rural, deberías tener un buen acompañamiento para que no te sientas solo. Necesitas tener el tiempo para conocer a los padres y a la comunidad y, sobre todo, tener el tiempo para estar en contacto con tus colegas. Las escuelas en Colombia tienen una responsabilidad muy grande, mucho mayor que en la mayoría de los países de la OCDE, por su libertad curricular. Así, un profesor no solo tiene que planear una buena clase, tiene que desarrollar ambientes de aprendizaje; crear de cierta manera tu propio currículo. Ser excelente haciendo esto es difícil y depende en gran medida de las colaboraciones entre maestros y de que haya maestros líderes que puedan enseñar las mejores prácticas para desarrollar el mejor talento y que fortalezcan los lazos con la comunidad. Si vas a Vietnam vas a encontrar a los mejores maestros en las zonas rurales porque ahí es donde aprendes, ahí es donde tienes la experiencia que necesitas, ahí es donde avanzas en tu carrera más rápido. En nuestra experiencia, estos requisitos son más importantes que la remuneración económica.

Semana Educación: Tener o no un currículo único en el país ha sido una de las grandes discusiones de los últimos años, ¿cree que el país se beneficiaría de tenerlo?

Andreas Schleicher: Creo que es una meta a largo plazo muy importante para el país. En el momento el sistema educativo está muy fragmentado, muy atomizado y  muy localizado para tener la calidad suficiente. La parte delicada es encontrar un balance. No sería ideal tener un sistema demasiado prescriptivo en el que se le dijera a cada maestro qué hacer. Colombia es un país muy diverso y es necesario tener un currículo que responda a esa variedad y que al mismo tiempo sea una guía educativa. En realidad creo que, más que un currículo, Colombia necesita un marco de referencia educativo que sea muy claro sobre cuáles son las buenas prácticas docentes y de qué se trata una buena experiencia de aprendizaje.

Cuando veo los resultados de PISA, una de las razones por las que Colombia y sus estudiantes están teniendo dificultades es porque el sistema educativo ha privilegiado una educación de “reproducción de contenido”. Los estudiantes no son muy buenos cuando tienen que crear conocimiento, extrapolar desde lo que saben o usar su conocimiento creativamente. Y esto tiene que ver con el corazón de lo que el sistema está enseñando. Es más importante que te enseñen a pensar como un matemático a que te enseñen las ecuaciones de memoria.

Y ahora, curiosamente, volvemos a la educación en la ruralidad. De hecho el problema de la deserción en estas zonas no está relacionado con el dinero, simplemente los estudiantes no pueden encontrar un reflejo de lo que aprenden en su realidad y no ven su importancia. Este es uno de los desafíos más grandes para cualquier maestro.

Semana Educación: ¿Qué cree que debería ser reformado del Sistema General de Participaciones (SGP)?

Andreas Schleicher: Creo que lo primero es tener una claridad entre los recursos y las necesidades, ¿para qué es que nuestros recursos verdaderamente deberían alcanzar? En el momento, por ejemplo, el sistema favorece el salario de los docentes, garantizando que a cada maestro se le pueda pagar. Eso es muy bueno para los profesores, pero no es necesariamente la mejor manera de optimizar los resultados de aprendizaje. La idea sería amarrar los recursos a las necesidades de los estudiantes.

Semana Educación: ¿Cuál debería ser la prioridad en la que Colombia gaste su presupuesto educativo?

Andreas Schleicher: Viendo hacia atrás, creo que Colombia está gastando quizá más de lo debido en educación superior. De cierta manera todo el sistema de financiamiento colombiano está bajo presión. Entonces,  las personas quieren tener más universidades, y eso es espectacular, pero hay que entender que invertir en ese campo necesariamente impide invertir en otros. En nuestra experiencia, las bases son lo que más importa. Si le das a las personas una excelente educación básica, tal vez puedan encontrar los recursos para financiar sus estudios universitarios, pero si no les das una buena educación básica ni siquiera van a poder llegar al tercer nivel.

Semana Educación: Como fue expuesto en la presentación del reporte, parece que una brecha social se está abriendo cada vez más debido a la separación del sistema educativo privado y público, ¿qué está pasando exactamente?

Andreas Schleicher: Creo que la expansión del sistema privado de educación, particularmente de los colegios, ha sido un movimiento benéfico, pero que necesita de una mayor vigilancia de calidad por parte del gobierno. Y digo esto porque después de que eliminas las diferencias sociales de los estudiantes en los resultados de las pruebas estandarizadas, te das cuenta de que la calidad de los colegios públicos y privados en realidad no varía tanto. Entonces, aunque no exista una diferencia educativa sustancial, los colegios privados están captando a las familias con mayores recursos y dividiendo a la sociedad.

La ventaja de los colegios privados viene de los recursos de las familias, lo cual no sean necesariamente los hace mejores instituciones educativas. Están contribuyendo a una mayor segregación social sin agregar calidad al sistema. Si tienes escuelas de élite privadas con excelente formación, pueden servirle a la sociedad como agentes de cambio, como innovadores. Pero eso no es lo que se ve en Colombia. Me gusta el sistema educativo flexible en Colombia, porque permite que nazcan nuevos modelos, pero creo que debería haber mayor vigilancia sobre la calidad.

Semana Educación: En general, ¿cómo evalúa el progreso de Colombia? 
Andreas Schleicher: Estoy muy impresionado por el avance del país. Al principio del 2000, cuando empezamos a trabajar fuertemente en el país oí hablar de muchas de las cosas que ahora están en el informe. Las personas hablaban de construir capacidad, profesionalizar a los docentes, etc. y Colombia ha logrado implementar lo que se ha propuesto. Incluso en el mundo, Colombia ha sido uno de los países en mejorar de manera más rápida. Además creo que el país ha logrado, con relativo éxito, continuar los programas políticos de sus sucesores, lo cual ha permitido mejorar la calidad del sistema.

Fuente de la entrevista: https://www.semana.com/educacion/articulo/que-dice-la-ocde-sobre-la-educacion-en-colombia/575903
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Pueblo nativo ka’apor crea su propio sistema educativo en Brasil

América del Sur/Brasil/23.07.18/Fuente: mundo.sputniknews.com.

 Los indígenas brasileños ka’apor están impulsando desde hace cinco años un sistema educativo propio para recuperar su cultura y no depender del «karaí» (hombre blanco), lo que desconcertó a las autoridades del Gobierno.

«Aquí ya no quedaba nada de la cultura ka’apor, solo la lengua, el resto se perdió, pero con mi generación está volviendo (…) Ahora todos los niños conocen los cánticos tradicionales, y hemos creado un sistema educativo propio, formando a nuestros propios maestros», explicó a esta agencia Itahú Ka’apor, uno de los líderes de esta comunidad de 1.700 integrantes.

Selva amazónica
© FOTO : JOAN ROYO GUAL

Los ka’apor viven distribuidos en 11 aldeas en el interior del estado de Maranhão (noreste de Brasil), en una zona de la selva amazónica muy deforestada y con intenso contacto con la cultura y el modo de vida de la población occidental, lo que según Itahú acabó perjudicándolos.Itahú asegura que pasaron muchos años soportando el choque con las instituciones del Estado brasileño, que mandaban a las aldeas a profesores que no hablaban su idioma y que no tenían interés en su cultura, o a técnicos que en lugar de ayudarlos a preservar su territorio se involucraban en esquemas corruptos con los madereros ilegales que talan sus bosques.

Grupo de niños indígenas ka'apor
© FOTO : JOAN ROYO GUAL
Grupo de niños indígenas ka’apor

Los ka’apor tienen fama de ser un pueblo combativo y en el pasado libraron varias «guerras» contra los colonos para no someterse al Estado; actualmente tan solo 20% de ellos tienen nociones de portugués.

El mal de los caciques

En la vida comunitaria siguen una jerarquía horizontal.

Sin embargo, cuando la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai) empezó a trabajar con ellos impuso la figura del cacique para establecer interlocutores, algo ajeno a la cultura de este pueblo que empezó a dar problemas enseguida, relata Itahú.

El edificio de la Fundación Nacional del Indio
© FOTO : JOAN ROYO GUAL
El edificio de la Fundación Nacional del Indio

Algunos ancianos «traicionaron» a su comunidad permitiendo la entrada de colonos en la reserva, y con ellos llegaron no solo la deforestación ilegal, también el alcoholismo y enfermedades del «karaí» que hasta entonces eran prácticamente desconocidas, como la hipertensión o la diabetes.En 2013 los indígenas crearon el Consejo Ka’apor y expulsaron a todos los foráneos; se organizaron para luchar contra los madereros invasores, pero también entendieron que la educación es un puntal básico en su proceso hacia más autonomía, explica a Sputnik el antropólogo José Mendes, que trabaja con ellos desde hace años.

La esencia es la lengua

«El idioma es una de las pocas cosas que les quedan, así que decidieron que los niños no aprenderían portugués hasta los 10 años», comenta, recalcando que el nuevo sistema educativo ka’apor ha sido diseñado en función de sus necesidades; el programa académico, por ejemplo, está guiado por el ciclo productivo de la tierra.

La mayoría de los ka’apor son analfabetos y ninguno de ellos llegó siquiera a un instituto de educación secundaria; las barreras culturales son inmensas, así que su sistema propio ofrece conocimientos básicos y después la posibilidad de especializarse en cuatro profesiones: técnico agricultor, gestor político, enfermero o profesor.En un principio, el Gobierno de Maranhão (que ejerce las competencias del Estado en materia educativa) no vio con buenos ojos la propuesta, pero últimamente está dando pasos para homologar este sistema en la legislación brasileña, aunque los ka’apor desconfían y temen que las autoridades quieran, de nuevo, apropiarse de lo que es suyo para colgarse una medalla.

Madre con su niño
© FOTO : JOAN ROYO GUAL
Madre con su niño

Desde la creación del Consejo Ka’apor hace cinco años se han recuperado tradiciones y rituales que estaban en desuso, pero los propios indígenas saben que su realidad es interdependiente de la de la población occidental.Muchos de sus alimentos ya no provienen de la caza, sino de los supermercados de Santa Luzia de Paruá, a 40 kilómetros de distancia.

Muchos visten camisetas de algodón y algunos usan celulares y motocicletas, pero la intención de los ka’apor no es renunciar a eso para volver al aislamiento de la selva, resalta Itahú, sino aprovechar las herramientas de la civilización occidental para defender sus intereses.

«Ante todo somos indígenas, pero luego muchas veces tenemos que luchar contra el Gobierno, y eso se hace con papel, con documentos, y esas cosas tenemos que aprenderlas con el hombre blanco», explica.

Por ello, dentro de su programa pedagógico hay un módulo dedicado a «la cultura de contacto».

«Me pinto la cara como ellos»

Si en el ámbito educativo se produjeron algunos avances, la situación es más crítica en lo que respecta a la salud: los indígenas se quejan de que en los hospitales de la región no hay traductores ni personal especializado en medicina indígena, por lo que muchos temen salir de la aldea y acaban muriendo.

Indígena peruano vestido como rey inca
© AP PHOTO / SEBASTIAN CASTAÑEDA

En apenas dos años 38 indígenas murieron por enfermedades como leishmaniasis, neumonía y tuberculosis, infección que se ceba especialmente con los niños, según explica Odete Oliveira, quien trabaja en la aldea de Ximborendá como técnica de enfermería y tiene que lidiar cada día con la falta de medicamentos.»Aquí entramos como enfermeros y nos convertimos en defensores de su causa (…) cada vez que salgo de la aldea y voy a la ciudad me pinto la cara como ellos, así cuando entro en un órgano público me preguntan ¿ah, eres india?, y pasó por lo que ellos tienen que pasar cada día», dice Oliveira, remarcando que son víctimas de muchos prejuicios.

Los Ka’apor mantienen algunos saberes tradicionales y usan raíces y plantas medicinales para tratar algunas dolencias, pero después de años de contacto con el mundo occidental se volvieron dependientes y necesitan el apoyo del Estado del que tanto desconfían.

Fuente de la noticia: https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201807181080502881-pueblo-nativo-kaapor-crea-su-propio-sistema-educativo-brasil/

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Panamá: Presentan documento para mejorar calidad de la educación

Panamá / 22 de julio de 2018  / Autor: Eduardo Martínez / Fuente: Asamblea Nacional

Un proyecto de ley que recoge el consenso de diversos sectores de la sociedad panameña para que el país cuente con un sistema educativo efectivo y de calidad presentó ante la Asamblea Nacional la ministra de Educación, Marcela Paredes.

Acompañada por su equipo de trabajo, la titular del ramo educativo afirmó que este proyecto se sustenta en el documento denominado Compromiso Nacional por la Educación, que es producto de la mesa de diálogo en la que participaron ocho sectores de la sociedad.

Se refirió a la representación del MEDUCA, padres de familias, gremios de educadores, estudiantes, el Consejo de Rectores, CONATO, CONEP y las ONGS que se desempeñan en el área educativa.

Según Paredes, en el pasado se realizaron otros diálogos por la educación, cuyos resultados no se concretaron porque no se contempló el seguimiento y monitoreo que diera continuidad a su implementación.

La Ministra señaló, ante el pleno legislativo, que esta iniciativa se fundamenta en el artículo 91 de la Constitución Nacional que establece “que todos tienen derecho a la educación y la responsabilidad de educarse, y que el Estado debe organizar y dirigir el servicio público de la educación que garantice a los padres de familia participar en el proceso educativo de sus hijos”.

Fuente de la Noticia:

http://www.asamblea.gob.pa/presentan-documento-para-mejorar-calidad-de-la-educacion/

ove/mahv

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