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Entrevista a Verónica López Leiva: “La inclusión transforma la creencia sobre quiénes pensamos que son los niños más educables”

Entrevista/América del sur/Chile/eldiariolaeducacion.com

Faltan 10 años para que se agoten los plazos para el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y hay países, como Chile, que aún tienen deberes por hacer, por ejemplo, en materia de educación inclusiva. El avance en este desafío es, precisamente, el motor que mueve desde hace cuatro años el Centro de Investigación para la Educación Inclusiva. Mediante el trabajo colaborativo de distintas universidades, el proyecto estudia las lógicas de inclusión y exclusión en el sistema educativo chileno “a través de un enfoque transdisciplinario”, en palabras de su directora Verónica López Leiva. Psicóloga de profesión, López encabeza un equipo de más de una docena de investigadores dedicados a analizar las prácticas que facilitan y obstaculizan el desarrollo de una educación inclusiva en todos los niveles.

El concepto de inclusión con el que trabajan desde el Centro de Investigación abarca un enfoque muy amplio. ¿En qué se basa?

El trasfondo teórico tiene que ver con la reconceptualización en las ciencias sociales del concepto de la otredad y la diferencia, no solo respecto a la situación de personas con discapacidad, sino también en otros ámbitos como la identidad de género, las minorías étnicas, etc. Sin embargo, es cierto que referentes teóricos importantes vienen del campo de los estudios de la discapacidad que señalan que no es la persona quien tiene una discapacidad, sino que la discapacitamos.

¿Cómo se pueden trabajar estos ámbitos desde la escuela?

Desde sus inicios y desde su función social, en nuestros países, que tienen una historia de independencia, la escuela ha intentado hacer patria, a través de un enfoque con fines muy nacionalistas, para generar una mini sociedad, una mini patria dentro de la comunidad. Es decir, reproducir el papel del Estado a través de la escuela y, generalmente, el Estado es más excluyente que inclusivo. Por eso, primero la escuela fue solo para niños –niños de la elite–. Eso ha ido cambiando en el mundo. En Chile, por ejemplo, este año celebramos el centenario de la primera Ley de Educación Obligatoria para la enseñanza de 1º a 4º básico [de los 6 a los 10 años].

¿En qué punto está Chile, respecto a otros países de América Latina, en la inclusión escolar de niños y niñas de pueblos originarios, discapacidad o diversidad sexual?

Si lo miramos en términos de cobertura, Chile tiene muy buenos números porque más del 90% de los niños está escolarizado. Pero dentro del 10% que falta están sobre todo aquellos con discapacidad, de origen étnico en situación de ruralidad, etc. Alrededor de la mitad de los niños con discapacidad se escolarizan en escuelas regulares o especiales hasta 8º básico [14 años]. Pero menos de un 10% de los estudiantes con discapacidad ingresa luego a la educación media [14 a 18 años], aunque esta es obligatoria. El último estudio de discapacidad que salió en Chile señala que un estudiante con discapacidad del estrato socioeconómico más alto tiene un nivel de escolaridad y rendimiento más alto que una persona sin discapacidad del estrato más bajo. En este país todo está muy marcado por la desigualdad socioeconómica. Este carácter altamente segregador y excluyente de la sociedad chilena se replica en la escuela.

¿Qué obstáculos han identificado para la inclusión en el modelo educativo chileno?

Hay tres nudos críticos a partir de los cuales hemos definido nuevas líneas de investigación y hacemos incidencia en el desarrollo de políticas públicas. Uno es la lógica de la rendición de cuentas [a través de pruebas]. Hay un problema respecto a cómo definimos la calidad de la educación porque se hace mediante un examen estandarizado a nivel nacional que se realiza anualmente, conocido como Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce). La prueba define unas áreas estratégicas que suelen ser lenguaje y matemáticas, que se transforman en áreas de riesgo: si te va mal pierdes mucho y si te va bien ganas mucho. Eso hace que dejes fuera el resto de áreas y a los niños que les va peor en las estratégicas. Este es un factor importante de exclusión y segregación.

¿Y los otros dos?

El segundo es un sistema de financiamiento basado en la lógica de voucher, una financiación no basada en la educación, sino en un sistema de subvención a demanda que acaba tratando a los padres como clientes. En Chile, las escuelas no reciben financiamiento por ser escuelas, necesitan tener niños y que estos asistan regularmente para que el Estado les entregue dinero. Ahora, con la pandemia, el Ministerio de Educación insiste en el retorno a los colegios y, si bien hay algunos argumentos que son ciertos, como la importancia de la presencialidad, uno se pregunta si eso no tiene que ver con el sistema de financiamiento, porque en la medida que las escuelas no tienen niños asistiendo no reciben la subvención, que son una de las puntas de las anclas del sistema educativo neoliberal. El tercero es confundir la integración con la inclusión, es decir, pensar que la inclusión tiene que ver con niños diferentes a mi hijo pueden entrar [a ser parte de un colegio], pero que se las arreglen solos. Eso es integración, porque la inclusión –como constructo político– aboga por la transformación de los sistemas educativos: transforma los currículums, la gestión, la organización, las prácticas pedagógicas y la creencia sobre quiénes pensamos que son los niños más educables.

Hay centros educativos que optan por separar al alumnado que convive con una discapacidad, o a niños, niñas y niñes trans, por ejemplo. ¿Es posible trabajar con un enfoque inclusivo desde ahí?

Esta discusión tan propia del mundo de la discapacidad, hoy se traslada al mundo trans y a otros. Por ejemplo, a pesar de que en Chile tenemos nueve etnias reconocidas, oficialmente, no está considerado un país plurinacional. No se reconoce más que la lengua española y eso tiene efectos respecto a la educación multicultural porque el Estado no obliga a aprender las lenguas de estas etnias. Algunas escuelas en el sur, como en La Araucanía, dicen tener proyectos educativos interculturales pero, en realidad, son escuelas con una mayoría de niños mapuche. Al final, lo que termina produciéndose es una segregación porque los niños están en un contexto donde, socialmente, sus pares son iguales a ellos. La inclusión tiene que ver con la gestión de la heterogeneidad: de credo, identidad de género, visión política, origen étnico, etc. Es cierto que este niño puede estar victimizado, ser víctima de bullying o incluso intentar un suicidio, pero es el dilema de siempre. Por ejemplo, en el caso de las escuelas que atienden solo estudiantes que conviven con una discapacidad o que se definen e identifican como trans. Ahí se plantea la discusión entre el deber del Estado y el bien común de la sociedad versus el interés de los padres y lo que es mejor para ese niño o niña.

¿Qué han observado en materia de educación inclusiva durante esta pandemia y en el contexto de la emergencia sanitaria que aún atravesamos?

En relación a la inclusión educativa en contexto de pandemia han sido muy evidentes las diferencias que se producen por la brecha digital. Entre el 80 y el 90% de los estudiantes con niveles socioeconómicos más altos del sector oriente [más acomodado] de Santiago tienen acceso a un ordenador con buena conexión a Internet; en cambio, en el sector poniente [más vulnerable] eso no llega al 30%. Los niños no tienen ordenador, ni buena cobertura en algunos sectores. Hay otros países como Paraguay, Uruguay o Argentina que están trabajando para disminuir esa brecha digital de forma rápida y en Chile esto no ha ocurrido. Uno hubiera esperado más para disminuir la brecha digital de forma más rápida.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/08/la-inclusion-transforma-la-creencia-sobre-quienes-pensamos-que-son-los-ninos-mas-educables/

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Continuidad, discontinuidad y la necesaria metamorfosis educativa

Por: Francesc Imbernón

  • La pandemia ha colocado al sistema educativo en una situación muy compleja que obliga a los centros y sus profesionales ha mantener una continuidad de su labor en una discontinuidad constante. Es un buen momento para repensar algunos de los cimientos que sostienen esa continuidad anterior: organización escolar, currículo, papel del profesorado, inversión…

Ya estamos inmersos en un nuevo curso. Y desde que comenzó la pandemia, hace meses, ha habido tiempo de reflexionar sobre lo que pasó y está pasando a la educación en el confinamiento y en el inicio de curso. Hemos leído en artículos y en redes sociales que hay de todo: vivencias del profesorado, angustias, propuestas y preparación del nuevo curso en las escuelas.

Quisiera centrarme, no tanto en los problemas del nuevo curso, de lo que ya se ha escrito y hablado mucho, sino en lo que pasó al final del curso anterior, con una enseñanza virtual de emergencia, no de normalidad, y analizar que la situación puso en evidencia las limitaciones y debilidades del sistema educativo en cuanto a la infraestructura y formación tecnológica, el equipamiento del alumnado y del profesorado en casa, el apoyo familiar necesario, el aumento de las exclusiones y desigualdades por falta de presencialidad y la autonomía del alumnado para realizar tareas virtuales, entre otros. Y destacar un aspecto que ya conocíamos, que las dificultades escolares se agravan cuando los niños y niñas necesitan una metodología más inclusiva con especialistas, materiales y entornos adaptados.

Y no podemos olvidar aspectos que el profesorado sabe, pero que tal vez la sociedad no: que la escuela es muy importante para crear identidades sociales y necesita de espacios físicos y simbólicos: contacto, relaciones y presencialidad para trabajar la transmisión cultural y el desarrollo personal como seres sociales. Que la educación es una actividad social, no hay duda de que es donde se aprende, pero también cuida a la persona de forma individual y grupal. La enseñanza requiere un seguimiento individualizado de cada niño y niña dentro de lo posible, es decir, una guía y una supervisión de qué se hace y cómo se hace con su educación.

Hemos sufrido en la educación lo que el enfoque antropológico de la transmisión cultural (la escuela es cultura por antonomasia), llama el proceso de continuidad y discontinuidad. Antes de la pandemia en la educación se vivía, de una forma tranquila o inquieta. Era una etapa de continuidad, es decir, aquellos momentos experimentados y vividos donde existe una estabilidad en la forma de ser y comportarse, sin cambios destacables que impliquen la adquisición de nuevas interacciones, prácticas o aprendizajes.

Y de golpe, nos llega la pandemia y aparece la discontinuidad. El proceso de discontinuidad se produce cuando hay un cambio abrupto entre un modo de ser, hacer y comportarse y otro muy diferente. Modificaciones en el trabajo, se organizan nuevas interacciones, nuevas prácticas y nuevos aprendizajes. Y cuando hay una falta de cohesión y preparación entre la continuidad y la discontinuidad se produce mucha ansiedad.

Ahora parece que se ha de volver a una continuidad. En un momento en el que se producen una serie de situaciones de emergencia que necesitan cumplir de una determinada manera de hacer escuela con diferencias y discrepancias que hacen modificar el trabajo del profesorado, las relaciones entre los compañeros y con los niños y las prácticas educativas.

Esta nueva continuidad puede desembocar en la aparición de un profesorado disociado puesto que debe repensar y reconfigurar constantemente su identidad personal, profesional y colectiva a partir de experiencias nuevas y viejas vividas tanto dentro como fuera del centro escolar. La pandemia nos ha provocado muchas nuevas experiencias inesperadas y abruptas. Y fruto de estas nuevas experiencias -positivas o negativas- tienen lugar los procesos de nueva continuidad y nueva discontinuidad. A lo que hay que sumar la presión de la administración y del propio profesorado porque ha de mantenerse la estructura educativa (currículo, estructura, organización, normativa, metodología, etc., anterior). Por lo tanto, ¿será como la continuidad de antes? No puede ser.

Podemos ver la nueva continuidad y la discontinuidad educativa actual y pasada como positivas, si permiten la metamorfosis educativa entendida como transformación y regeneración constante. No puede haber soluciones viejas para problemas nuevos. Por lo tanto, deberíamos aprovechar la reflexión y la experiencia vivida para hacer un cambio radical de la forma de enseñar y aprender en esta nueva continuidad y discontinuidad constante.

Y me viene a la cabeza la idea de Edgar Morin sobre la ceguera del conocimiento. Estaremos ciegos de conocimiento si no somos capaces de hacer una metamorfosis para abrirnos a nuevas ideas, a nuevos rumbos, ir mucho más allá de la anterior continuidad, investigar, reflexionar y buscar el cambio colectivamente. Si no somos capaces de perder el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, a los cambios y dejar de creer ciegamente en las ideas o proposiciones ya impuestas y aceptadas por otros, no podremos desarrollar las propias en el campo educativo, en el terreno de la organización de nuevas ideas y propuestas.

Y esta metamorfosis debe analizar y transformar aspectos macro y micro. Dentro de lo macro encontramos tantas cosas que cambiar que no sé si serán necesarias varias legislaturas. Por ejemplo, alcanzar un acuerdo social y político sobre educación con el que alcanzar una gran modernización y, así, evitar hacer tantas reformas.

Sin recursos muchas cosas no se pueden hacer. Ha de aumentarse el PIB dedicado a educación que ha ido bajando los últimos años. También para alcanzar la siempre reivindicada mejora laboral y la carrera del profesorado. Se necesitan más recursos en los centros que les permitan asumir una mayor autonomía de gestión, organización y profesionalización para mejorar el aprendizaje del alumnado. Sin olvidar cómo reducir el fracaso, el abandono prematuro y la repetición, así como aumentar la escolarización obligatoria hasta los 18 años; erradicar la segregación y hacer una verdadera inclusión e invertir en la escuela pública como espacio de lucha contra las desigualdades sociales, revisando la doble red de escuelas.

A nivel micro se debe cambiar la estructura, la organización y la metodología de las escuelas, sin demasiados cambios después de siglos. Se debería huir de la estructura rígida, piramidal y gerencial del profesorado para crear estructuras más flexibles y que permitan una mayor implicación de todo el personal que interactúa en el aprendizaje de los niños (profesorado, personal de servicios, familia, comunidad, territorio, etc.). La revisión del currículo es otro de los asuntos destables: qué es lo que hay que enseñar y aprender en el siglo XXI y qué herramientas presenciales y virtuales son necesarias para ello. Tiene que haber un cambio de organización, de estructura, de currículo y del profesorado y su formación. Una metamorfosis total.

Esto que ha pasado y pasa nos obliga a una continuidad dentro de una discontinuidad muy diferente. Hay que luchar por una educación diferente desde los poderes públicos, la sociedad y el profesorado para desarrollar una sociedad mejor con valores democráticos y de responsabilidad colectiva. Freire nos dice que «la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que lo cambiarán». Y en esto debemos poner muchos esfuerzos y no caer en una continuidad (dicen nueva normalidad, pero no lo es) como la que teníamos.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/08/continuidad-discontinuidad-y-la-necesaria-metamorfosis-educativa/

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Pesquisa sobre la Covid-19 en sector educacional angoleño

África/Angola/prensa-latina.com

El gobierno de Angola inició hoy una investigación exploratoria sobre la posible contaminación por la Covid-19 de niños y jóvenes que retornaron a clases el pasado lunes.
Según indicó el secretario de estado para Salud Pública, Franco Mufinda, la pesquisa da continuidad a la realizada en días recientes que incluyó a dos mil 844 docentes en la provincia de Luanda, de los cuales 85 resultaron positivos para el contagio por el coronavirus SARS-CoV2, causante de la pandemia.

En el sistema de educación general, el índice de positividad en la muestra seleccionada fue del 2,9 por ciento, mientras que en la enseñanza superior hubo solo 12 casos positivos, equivalentes al 1,8 por ciento, informó.

A esta altura, Angola registra un total de cinco mil 725 infectados por la Covid-19, con 201 muertos, dos mil 598 recuperados y dos mil 926 activos, notificó la multisectorial de respuesta a la pandemia.

Entre los activos, precisó Mufinda, hay 16 enfermos críticos con ventilación mecánica invasiva, 16 graves, 65 moderados, 301 que presentan síntomas leves y dos mil 528 son asintomáticos.

De acuerdo con la ministra de Educación, Luísa Grilo, las evaluaciones sobre el grado de exposición de alumnos y maestros al SARS-CoV2 tendrán lugar de manera periódica como parte de los aseguramientos del curso escolar, cuya reapertura sucederá de manera escalonada.

El objetivo no es examinar al conjunto de los estudiantes y educadores, las muestras escogidas y su seguimiento serán como fotografías sobre la evolución el brote epidémico, con validez para realizar inferencias estadísticas, aclaró Mufinda.

Las clases comenzaron el 5 de octubre para los escolares de sexto, noveno y duodécimo y decimotercer grado, así como para los universitarios.

Se espera que el próximo día 19 retornen a las aulas los demás estudiantes del segundo ciclo de educación secundaria, mientras que los de primaria y el primer ciclo de secundaria empezarán el 26 de este mes, según el calendario oficial.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=401875&SEO=pesquisa-sobre-la-covid-19-en-sector-educacional-angoleno
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Se abren las puertas a Francia en la 7ª Cumbre Digital de Líderes por la Educación

Europa/Francia/semana.com

En su primera versión virtual, la Cumbre apuesta por la exploración del modelo educativo de Francia como una alternativa de aprendizaje en medio de la pandemia y pospandemia.

La Cumbre Líderes por la Educación cada año atrae a un amplio grupo de profesionales del sector educativo, estudiantes y padres de familia. Es un evento de gran importancia para la pedagogía innovadora, el futuro de la educación en el país y en el exterior, y el intercambio de conocimientos concretos y operacionales. Mantener la Cumbre Líderes por la Educación en las circunstancias actuales es una señal clara de resiliencia y una apuesta por el futuro de Colombia. Este año, con Francia como país invitado de honor, el plurilingüismo y su modelo educativo tendrán un lugar privilegiado durante la Cumbre, para intercambiar experiencias entre profesionales colombianos y franceses.

En un mundo laboral cada vez más competitivo, abierto e internacional, tener un acercamiento a otras culturas y a otra comprensión del mundo es una ventaja indiscutible. Si bien es cierto que el manejo del inglés es imprescindible, no basta en el mundo global actual. Esta es una de las profundas convicciones y directrices del modelo educativo de ciertos liceos bilingües. En los cinco liceos franceses en Colombia, por ejemplo, la enseñanza del español, francés e inglés, y a veces de un cuarto idioma, ya es una exigencia.

Por esta misma razón, tras el encuentro de los ministros de Educación de Francia y Colombia en 2019, el 25 de agosto de este año se resolvió un proyecto de reintroducción y fortalecimiento del francés en los colegios públicos de Colombia, a raíz de una iniciativa piloto implementada entre 2019 y 2020 para mejorar la calidad de la enseñanza de este idioma en cinco colegios públicos de Bogotá. Se prevé la ampliación de esta primera experiencia a 20 instituciones en diferentes ciudades del país. Se realizará en colaboración estrecha con el Ministerio de Educación colombiano y las Secretarías de Educación de las diferentes ciudades, por medio de un conjunto de acciones complementarias desarrolladas, gracias a las Alianzas Francesas en Colombia, para el desarrollo de competencias lingüísticas y culturales. Esto permite el acceso de estudiantes y profesores a más de 250.000 herramientas disponibles en la plataforma digital Culturethèque, así como la evaluación de competencias lingüísticas por medio de los exámenes oficiales DELF (Diploma de Estudios de Lengua Francesa).

Con la enseñanza del francés, los cerca de 10.000 alumnos que participen en dicho proyecto y los más de 4.000 estudiantes de liceos franceses podrán acceder a un tercer idioma que les abrirá las puertas en un mundo de 300 millones de francófonos, impactando su vida laboral en el sector del turismo y comercio, la ingeniería, la cultura y más. Así, accederán al pensamiento de grandes intelectuales de la historia como Molière o Victor Hugo.

Más allá del interés cultural que motiva el aprendizaje del francés, practicar otro idioma abre las puertas a la educación y a las oportunidades de trabajo en el extranjero. En este caso, la Cumbre Líderes por la Educación es la oportunidad para que estudiantes y padres tengan mayor información sobre los estudios en Francia, cuarta nación en el mundo de acogida de alumnos colombianos, donde la oferta de educación superior y los 150 convenios de doble titulación con el país atraen a cerca de 4.500 estudiantes colombianos al año.

La Cumbre será además un espacio de diálogo sobre el aporte de otros modelos educativos en Colombia, siendo este uno de los objetivos del convenio del 25 de agosto, que busca el intercambio de experiencias y la colaboración entre los dos países en los campos de la innovación educativa, educación ciudadana, entre otros. La lucha contra el fracaso escolar, la apuesta por una escuela de la confianza que favorece la adquisición de competencias y saberes, la escolarización infantil desde los 3 años o antes, y la igualdad de oportunidades son características de gran importancia del modelo educativo francés.

Reducir la desigualdad en la educación es un tema clave, para ambos países. Desde 2012, Francia ha insistido en la escuela primaria y las escuelas de los barrios populares con el fin de mitigar la desigualdad social. En 2017, el ministro de Educación Nacional, Jean-Michel Blanquer, redujo a la mitad el número de alumnos en las clases de transición y primero de primaria en las zonas con más desafíos educativos, beneficiando a cerca de 300.000 alumnos.

Igualmente, en 2017 y 2018 se establecieron las evaluaciones nacionales en francés y matemáticas en transición, primero y quinto de primaria, y en noveno de bachillerato, permitiendo identificar los logros y brechas del alumno para que el docente adapte su pedagogía o para dedicar horas de acompañamiento adicionales al estudiante.

Finalmente, uno de los temas de mayor importancia de este modelo educativo, y que será abordado en la Cumbre, es la educación en la primera infancia, en que Francia tiene una larga experiencia, reforzada recientemente con la Ley para la Escuela de la Confianza (2019). La escolarización obligatoria a partir de los 3 años (en algunos casos desde los 2 años) beneficia a 30.000 niños en entornos aislados o en zonas prioritarias de educación. Gracias a este enfoque temprano sobre el desarrollo del lenguaje oral, la escritura y la autonomía, el alumno se prepara para ingresar con éxito a la escuela elemental y vivir en sociedad.

Hablar de plurilingüismo y de otros modelos educativos es abrirles nuevos horizontes a futuros estudiantes, profesionales y ciudadanos. La pandemia de la covid-19 demostró cómo el mundo está interconectado, y la educación debe abrirse a otros modelos adaptables al cambio que propicien la evolución en el mundo.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/se-abren-las-puertas-a-francia-en-la-7-cumbre-digital-de-lideres-por-la-educacion/202038/

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Estrategias para reducir tensiones educativas en la nueva normalidad

Por:María de Lourdes González Peña 

El ciclo escolar 2020 -2021, en todos los niveles del sistema educativo mexicano inicia a distancia. Sin perder de vista que en cuanto las autoridades educativas en México anuncien que el semáforo epidemiológico es de color verde, se avecinará el cambio de una modalidad educativa a distancia, a una híbrida, es decir que las actividades escolares serán en parte presenciales y en parte a distancia. Sin duda, ante los escenarios de contingencia sanitaria existen preocupaciones y búsqueda de estrategias para que las y los estudiantes además de que se inscriban para continuar con sus trayectorias académicas, también permanezcan en el sistema educativo mexicano.

Como parte de las estrategias para que el profesorado transite con menores tensiones de una modalidad educativa a distancia, a una híbrida y se favorezcan los aprendizajes de las y los estudiantes se tienden puentes y por ello se invita a conversar a las y los académicos e investigadores en foros importantes para acordar una visión común y trazar la hoja ruta educativa en tiempos oportunos. Es parte de lo que motiva la difusión del “ciclo iberoamericano sobre formación continua y desarrollo profesional en el contexto de nuevas normalidades” que organizan las autoridades del organismo para la Mejora Continua de la Educación en México (Mejoredu) y representantes de la oficina en México de los Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) (OEIMEX, 2020a, 2020b; Mejoredu, 2020). Así también, el Coloquio, “La Universidad y su futuro. Una mirada desde el 2020” que organiza Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM (IISUE UNAM, 2020a, 2020b). Regularmente las reuniones se dan por enormes incertidumbres y han sido eje para pensar en nuevos escenarios y proponer mejoras en un tiempo propicio a la educación nacional.

Otra de las estrategias para que el profesorado transite con menores tensiones hacia una modalidad educativa a distancia o híbrida y que articula la permanencia de la matrícula es la de ofrecer a las y los profesores, pero también a las y los estudiantes, cursos y diplomados en línea que les orienten en el uso de plataformas de la comunicación y así o se fortalezcan el conocimiento que ya tienen en el manejo de las herramientas tecnológicas o bien se apropien del mismo y, de esa forma, se preparen para tomar las lecciones, o bien diseñen, creen los materiales y se generen repositorios para el afrontamiento de la nueva normalidad educativa, medida necesaria que aplica tanto para trabajar en modalidad a distancia como híbrida.

Particularmente en el caso del magisterio de nivel media superior en los diversos subsistemas se les ofreció una preparación para facilitarles el uso de plataformas de comunicación como por ejemplo, la de office 365, o la suite de google classroom u otras. De igual manera, el boletín 248 alojado en la página de internet de la Secretaría de Educación Pública hace del conocimiento público que el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) en colaboración con la Fundación Telefónica Movistar, implementarán un programa de capacitación en el uso de herramientas digitales (SEP, 2020). Sin duda, se aplicó el artículo 86 de la Ley General de Educación que al calce señala que “las autoridades educativas, promoverán la formación y capacitación de maestras y maestros para desarrollar las habilidades necesarias en el uso de las tecnologías de la información, comunicación, conocimiento y aprendizaje digital para favorecer el proceso educativo”. Al respecto, conviene también tomar en cuenta las voces de los y las alumnos, de la planta académica y de investigación y de la sociedad en general ya que son quienes hacen parte para el cumplimiento de los compromisos educativos porque “la escuela no está ubicada en el vacío, sino que está inmersa en la sociedad. De ella recibe influencias y demandas” (Santos, 2006, p. 23).

Sin duda, ante el cambio de las reglas de juego, suscitado por el cambio de cancha de las aulas a los hogares, calificar la estrategia de ofrecer educación mediada por tecnología con un optimismo extremo, definitivamente no, pero también reconocer que es una forma de reestructurar los procesos ante las decisiones empujadas por la emergencia de salvaguarda de la salud de la población. De igual manera, reconocer que las y los docentes en México usan otras estrategias como es la de entregar de material impreso o cuadernillos a las y los estudiantes que no disponen de equipo, conexión o por infraestructura y así tengan acceso a las lecciones. Sin duda, no siempre el cambio suele calificarse de mejora (Fauvet y Bühler, 1994). De igual manera, algunos/as profesionales de la educación tienen la opinión de que la incorporación de las plataformas en el proceso educativo como están siendo introducidas, necesitan mejorar porque así, no provocan progresos sustanciales en la apropiación, o en los métodos de enseñar y aprender. Como dice el profesor uruguayo, Carlos Vaz Ferreira, quien escribió en 1920 un libro con el título de “Moral para intelectuales” “…la inmensa diferencia que existe entre estudiar para saber y estudiar para demostrar que se sabe.

Aunque, también me parece que centrar el foco en la incorporación de la tecnología, no es lo único y que es deseable considerar otros análisis, por ejemplo colocar el reflector en la metodología didáctica de las cátedras, las cuales regularmente tienen una base muy fuerte en el individualismo y los exámenes, regularmente también van en la misma vía, lo cual resultaría en contra vía de la colaboración (Zabalza en González, 2018). Einstein en algún momento mencionó que era una locura continuar haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes. Es así, que la emergencia sanitaria nos empujó a hacer operables los procesos y también a innovar. Aquí sin duda, cabe el título del libro de Lidia Santana, “cambian los tiempos, cambian las responsabilidades profesionales”.

Lo que se espera como principal aprendizaje de la pandemia es hacernos más solidarios, más sensibles los unos con los otros. Me parece que la expectativa es que el aprendizaje sea cuidar de uno mismo, de los demás y del mundo, un planteamiento de Foucault. Otro de los aprendizajes que se esperan de la pandemia, es que a partir de las experiencias, los sistemas educativos cuenten con planes de continuidad educativa que permitan contar con acciones preventivas y correctivas para implementarse en tiempos oportunos, restablecer los procesos y evitar que nos mantengamos en un modo de supervivencia. Por ello, las preocupaciones y las ocupaciones me parece deberían ser el generar planes de continuidad educativa, sostenibles para los momentos de contingencia. Esto se relaciona con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que se aprobaron en 2015, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible. De igual manera, aunque las autoridades educativas trabajan en aminorar tensiones inquieta que alcanzar la excelencia es la meta educativa nacional.

Para lograr lo anterior, será necesario que se precise la hoja de ruta educativa para el logro y considerar las palabras director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, el Dr. Hugo Casanova Cardiel, quien sugiere el uso de términos más razonables para el logro de las metas, sobre todo cuando la idea es que se alcancen. La excelencia tiene de su lado que se reconoce el compromiso y la vocación de las y los académicos y cuerpos de investigación, aunque también se suman tensiones, inquietudes que se registraron en el muro de Facebook del titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en México, ya que cuando compartió la transmisión de la ceremonia del 15 de septiembre, a la par que transcurría la proyección, algunas voces con la intención de ser escuchados/as registraron peticiones por los recortes de presupuesto para algunos de los programas, como es el programa de escuelas de tiempo completo, también apoyo para que se les realicen los depósitos de pagos que se les adeudan y que se les brinden mayores certezas laborales (Moctezuma, 2020). La planta docente se enfrenta a desafíos y también, sin duda se suma a implementar estrategias para la continuidad de las trayectorias educativas y la permanencia de la matrícula escolar.

Comisión Nacional para la Mejora Continua (Mejoredu) (2020, septiembre 3). Comunicado No.28 Mejoredu y OEI (México) inauguraron ciclo iberoamericano sobre formación continua y desarrollo profesional docente [Mensaje en un blog]. https://www.gob.mx/mejoredu/es/articulos/mejoredu-y-oei-mexico-inauguraron-ciclo-iberoamericano-sobre-formacion-continua-y-desarrollo-profesional-docente?idiom=es

Diario Oficial de la Federación (DOF) (2019a). DECRETO por el que se expide la Ley General de Educación y se abroga la Ley General de la Infraestructura Física Educativa. México: Autor.

Fauvet, J. & Bühler, N. (1994). La sociodinámica del cambio. Planeta-De Agostini.

González, L. (2018). Análisis de caso: exámenes que se transforman de preguntas de conocimiento a la actuación ante problemas del contexto. México: Redie Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM. (2020a, septiembre 11). Coloquio, “La Universidad y su futuro. Una mirada desde el 2020”. [Estado de facebook]. https://www.facebook.com/events/260962368258331/

Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM. (2020a, septiembre 11). Coloquio, “La Universidad y su futuro. Una mirada desde el 2020”. [Estado de facebook]. https://www.facebook.com/events/260962368258331/

Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM (2020b, septiembre 11). Pre registro al coloquio, “La Universidad y su futuro. Una mirada desde el 2020” [Mensaje en un blog]. http://www.iisue.unam.mx/eventos/la-universidad-y-su-futuro/

Moctezuma, E. [Esteban Moctezuma Barragán]. (2020, septiembre 15). 210 Aniversario del #GritoDeIndependencia | Gobierno de México. [Archivo de video]. https://www.facebook.com/emoctezumab/videos/704538230418034/

OEIMEX [Organización de Estados Iberoamericanos en México]. (2020a, septiembre 3). Ciclo Iberoamericano de encuentros con especialistas. [Archivo de video]. https://www.youtube.com/watch?time_continue=212&v=INLh1hVUPWI&feature=emb_logo

Organización de Estados Iberoamericanos México (OEIMEX) (2020b, septiembre 3). Mejoredu y OEI México inauguramos el ciclo iberoamericano sobre formación continua y desarrollo profesional docente. Recuperado de https://oei.org.mx/Oei/Noticia/mejoredu-y-oei-mexico-inauguramos-el-ciclo-iberoamericano-sobre-formacion

Santana, L. (2015).Orientación educativa e intervención psicopedagógica: Cambian los tiempos, cambian las responsabilidades profesionales. España: Pirámide.

Santos, M. (2006). La escuela que aprende. España: Morata.

Secretaría de Educación Pública (SEP) (2020, septiembre 16). Boletín No. 248 Refuerza Conalep habilidades digitales y pedagógicas del personal docente. [Mensaje en un blog]. https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-248-refuerza-conalep-habilidades-digitales-y-pedagogicas-del-personal-docente?idiom=es

Vaz, C. (1920). Moral para intelectuales. España: El siglo ilustrado

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Declaración final del I Congreso Mundial en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo

Declaración final del

I Congreso Mundial en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo

25, 26 y 27 Septiembre 2020

 

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo declaramos que:

La pandemia del COVID-19 generó una situación inédita de parálisis global programada, que desnudó las profundas desigualdades del sistema, pero que también se convirtió en una oportunidad para el gran capital en su propósito de avanzar en una redefinición de sus procesos y dinámicas, con elementos de mayor exclusión y dominación.  La ola de privatizaciones de los servicios básicos y de interés social ocurridas en las últimas décadas, hizo que los sectores sociales más empobrecidos y la clase trabajadora fueran los más afectados por la crisis de la pandemia.

Tal parálisis se imbricó con la crisis económica del capital que venía eclosionando en una nueva recesión económica mundial. En ese contexto vimos surgir gobiernos neo- conservadores con políticas de corte fascista como el de Trump o Bolsonaro, que con sus políticas negacionistas de los riesgos para la salud del COVID-19 llevaron a miles de seres humanos a los hospitales y a la muerte. Muchos gobiernos, siguiendo el ejemplo de Trump y Bolsonaro, privilegiaron las ganancias por encima de la vida humana.  Esto debe ser enfrentando por los pueblos y sus organizaciones sociales y sindicales en el plano de las ideas, la movilización y la organización.

La actual coyuntura mundial es de crisis profunda del sistema capitalista que lo lleva, una vez más, a intentar colocar sobre las espaldas de los y las trabajadores los costes de esta situación.

Con lo que respecta a educación, la pandemia del COVID-19 ha servido de pretexto para avanzar en la agenda neoliberal de sociedad educadora, la cual se concreta con novedosas formas de privatización educativa, asociadas al acceso a la conexión a internet y la posesión de equipos para participar en las clases remotas y virtuales.

El experimento de la virtualidad en casa está siendo usado para colocar una disputa que no existía en febrero de 2020, entre educación presencial en la escuela versus educación virtual en casa. El capitalismo sabe que no puede suprimir de manera impune y rápida las escuelas, pero está creando el imaginario social sobre la obsolescencia de lo escolar. Con ello procura dar entrada a las corporaciones tecnológicas y de contenidos educativos digitales al “mercado educativo”, lo cual va acompañado de una desinversión sostenida en la actualización y formación docente para contextos digitales como el actual.

La propuesta de educación virtual, híbrida y multimodal ha encontrado a millones de niños, niñas y jóvenes sin posibilidades reales de continuar sus estudios. No son ellos, los y las jóvenes y los más chicos(as) quienes están dejando los estudios, es el sistema capitalista quien los está dejando fuera, al romperse el papel igualador de condiciones de aprendizaje asignado a la escuela.

A pesar de ello, la docencia internacional ha asumido por cuenta propia y con el acompañamiento de sus gremios y sindicatos la tarea de actualizarse para enfrentar los actuales desafíos pedagógicos. Los educadores del mundo somos un digno ejemplo del compromiso con la continuidad del derecho a la educación, en condiciones cada vez más adversas, quienes hemos garantizado de manera real el sostenimiento del vínculo pedagógico con los y las estudiantes.

Los/as docentes han sido sometidos al acoso laboral, sobre carga en sus horarios y tareas, encerrados/as en sus casas, resolviendo por su cuenta la continuidad de la actividad educativa. Situación que además, ha incrementado la jornada de trabajo por las tareas de cuidado y sostenimiento del hogar, afectando especialmente a las trabajadoras docentes con hijes menores o adultes mayores a su cargo Esto lo ha hecho el magisterio mundial con el mínimo o ningún reconocimiento de los gobiernos.

Ello no oculta la emergencia de nuevas formas de privatización, al transferir a las familias, docentes y estudiantes las responsabilidades de los Estados nacionales de garantizar las condiciones mínimas para ejercer el derecho a la educación. Son ahora las familias, docentes y estudiantes quienes deben comprar o repotenciar computadoras, pagar planes de datos para el acceso a internet e incluso adquirir plataformas privadas para poder dar clases virtuales. Esta privatización está siendo ocultada con una estruendosa cortina de humo comunicacional de los gobiernos algunos de los cuales, incluso, han sostenido un supuesto éxito educativo en la pandemia, con frases oportunistas sobre la vocación docente.

Algunos gobiernos de manera irresponsable han intentado convocar a una vuelta a clases en medio del ascenso de los contagios, sin que aún se cuente con una vacuna y sin las adecuadas condiciones de bio seguridad, cuestión que expresa con claridad que sus mayores preocupaciones están en reactivar la economía capitalista en crisis, a costa de la seguridad y vida de les niñes, familias y les trabajadores de la educación, exponiendo a la inmunización por rebaño.

Mientras el capital hoy defiende la escuela como guardería y sitio para transmitir conocimientos funcionales al modo de producción, nosotros defendemos la escuela del pensamiento crítico, de la solidaridad, del encuentro humano, del vínculo con la transformación social.

La actual crisis ratifica viejas certezas al tiempo de instalar nuevos desafíos. La certeza según la cual la experiencia educativa ineludiblemente se sostiene en una actividad presencial ha recuperado nuevamente valor para el ejercicio docente, tan denostado por la mercantilización educativa neoliberal. Con todo ello, el retorno a las aulas y a la presencialidad no puede ser un regreso a aquella realidad naturalizada de desigualdades expresadas antes de marzo 2020 y con dramatismo durante la pandemia.

El desafío que enfrenta la generación de trabajadores y trabajadoras de la educación en el presente es aún mayor: se trata de pensar y construir respuestas, no solo para la coyuntura, sino que desde el presente de resistencias se pueda trazar un horizonte estratégico, que pasa ineludiblemente por la construcción de alternativas pedagógicas que sustenten una nueva escuela, una nueva universidad.

Asumir de la manera más consistente y responsable este desafío, supone ir más allá de las fronteras nacionales puesto que lo que está en juego es precisamente la superación de la crisis de un modelo globalizado de educación neoliberal.

La universidad pública intenta ser tensionada por el capital hacia modelos de privatización, lo cual demanda un renovado compromiso con su carácter público, algo que forma parte de nuestras preocupaciones centrales.

 

Por ello, este I Congreso Mundial de Educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo acuerda:

 

Primero: condenar de manera firme y contundente este nuevo modelo de privatización educativa que se intenta imponer en el marco de la pandemia del COVID-19. Por ello, se insta a los gobiernos, a que en el periodo que aún resta de la pandemia se garantice el acceso universal y gratuito al internet y los planes de datos, así como la dotación de equipos de computación a docentes y estudiantes. La crisis generada por el COVID-19 no puede ser un pretexto para imponer el paradigma neoliberal de sociedad educadora ni para descargar sobre los y las trabajadoras(es) la actual crisis económica mundial;

 

Segundo: declarar por unanimidad que la educación pública, gratuita, popular, laica, científica, no sexista, no racista  y de excelencia es para nosotres entendible en un marco de presencialidad, encuentro, diálogo y construcción compartida del conocimiento en las aulas e instituciones educativas, y siempre al servicio de los problemas globales, nacionales y locales de las grandes mayorías Por ello, denunciamos los intentos de las grandes trasnacionales y corporaciones tecnológicas de promover el modelo de educación en casa, como una ruta para elevar sus ganancias en detrimento de las necesidades humanas de aprendizaje de los pueblos;

 

Tercero: la presencialidad no se opone al uso de la innovación tecnológica en las escuelas, liceos y universidades, pero ello demanda el desarrollo de plataformas virtuales independientes y nubes digitales soberanas en manos de los sistemas educativos nacionales y las organizaciones sindicales del magisterio. Este tema se convierte en central en la lógica de frenar nuevas formas de dependencia científica y del conocimiento derivadas de la dependencia tecnológica. La docencia mundial tiene el saber pedagógico para trabajar desde cada especificidad el conocimiento que se corresponda al desarrollo tecnológico en las aulas con una perspectiva igualitaria, de justicia social, anti patriarcal, feminista, ecológica, crítica, emancipatoria, de defensa de nuestra memoria histórica y los pueblos ancestrales y anticapitalista;

 

Cuarto: Ante la desinversión educativa que viene ocurriendo en el marco de políticas neoliberales, lo cual se expresa en el deterioro de las condiciones de trabajo y salariales de les docentes, planteamos a la OIT y la UNESCO la urgencia de producir una nueva actualización de las “Recomendaciones de la OIT y la UNESCO relativa a la situación del personal docente (1966)” y de las “Recomendaciones de la UNESCO relativa a la condición del personal docente de enseñanza superior”  (1997), así como de sus revisiones posteriores. Se debe garantizar el respeto a los derechos laborales de la docencia, con pleno acceso a la formación y actualización permanente, gratuita y en servicio, a cargo de los estados y las instituciones educativas.

 

Quinto: es urgente abrir un diálogo educativo abierto y permanente con las organizaciones de los/ las estudiantes y sus familias que defienden el derecho a la educación en los nuevos contextos de asedio de las corporaciones tecnológicas, para con ellos y ellas construir rutas de trabajo compartidas;

 

Sexto: establecer un plan de unidad en las luchas que se exprese en la solidaridad activa con todas las formas de defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo que se libren en los territorios locales, nacionales, continentales y mundiales. En ese sentido trabajaremos en una ruta unitaria que permita el establecimiento de la segunda semana de junio de 2021 como la semana mundial de movilizaciones en defensa de la educación pública, la ciencia y la cultura,  en la cual se coordinen organizaciones de les trabajadores de la educación, asociaciones de familias y estudiantiles. Trabajaremos en el post congreso para impulsar la Marcha Global de les Trabajador@s de la Educación, los estudiantes y las familias y la realización de un Congreso Mundial de Educación Artística y Cultura;

 

Séptimo: Transformar el Grupo de Contacto Internacional que posibilitó llegar a este Congreso Mundial, en el Espacio de Encuentro Global de las Luchas en Defensa de la Educación Pública con el propósito de allanar el camino para la conformación de un espacio estable y permanente, la Coordinadora Internacional de los y las Trabajadores(as) de la Educación.

 

Octavo: se aprueba emitir por separado las declaraciones de solidaridad con las luchas de los pueblos y el movimiento pedagógico que fueron presentadas ante la mesa de debates.

Participantes en el I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo

Luis Bonilla-Molina (OIREPOD), Claudia Baigorria (CTA-A, Argentina), Pedro Hernández (CNTE, Sección 9, México),Mercedes Martínez (FMPR, Puerto Rico), David Lobao (SINASEFE, Brasil), Fernando Abrego (ASOPROF, Panamá), Alfredo Velásquez (SUTEP, Perú), Eduardo González (MUD, Chile), Luz Palomino (CII-OVE), Nelson Alarcón (FECODE, Colombia), Jorge Dorantes Silva (CNSUESIC, México), Vladimir Laura (CONMAURB, Bolivia), Denis Solis (ASPE, Costa Rica), Luis Tiscornia (CONADU-H, Argentina), Rosa Berrio (USTEC-STES-IAC, España), Mari Luz González (STES, España), Secretaria General de la FERC Francesa, Albert Sansano (FME,FSM), Laura Isabel Vargas (UNE, Ecuador), Laura García Tuñón (ENDYEP, Argentina), Andrea Zilbersztain  (CEIP-H Argentina), Ernesto Aguilar Mondragón (CNSUESIC, México),  Aníbal Navarrete (Chile), Lev Velásquez, (CNTE, México), Richard Araujo (APOESP, Brasil), Alfredo Cáceres (SUTEBA Tigre, Argentina), Andrés Quisphe (UNE, Ecuador), Carlos Munevar (La Roja, Colombia), Casey Davison (Sidney Australia), César Valdovinos (CINPECER, México), Faustino Celestino Martínez  (Monterrey, Nuevo León, CNTE, México), Fredy Mamani (Maestros Rurales, Bolivia), Julia McRae (Surrey Teachers´ Association, Canadá), Gamaliel Guzmán Cruz (CNTE, Michoacán, México), Luis Sánchez (AEVE, Panamá), Miguel Ángel Hernández (SITRAIEMS, México), Pavel Escobar (CNTE, Chiapas, México), Sara Chambers (CTU, Chicago), Dermeval Marins de Freitas (SEPE, Brasil), Yesid González (ADE, Colombia), Miguel Rivera González (FMPR, Puerto Rico), Luis Miguel Dorry (OVE México), Rebecca Garelli (National Educators United, Arizona, EEUU), Pedro Gómez Bámaca (CNTE, Sección 7 Chiapas, México), María del Carmen López (MAEC, Oaxaca), Orlando García (ASOMOGRERP, Panamá), Gustavo Teres de Rosario  (AMSAFE, Argentina), Lorena Gordillo (SUTE, Mendoza, Argentina), William Velandia (FECODE, Colombia), Luis Miguel Cisneros (Investigador, México), Eblin Farega (ANDES, Brasil), Luis Tiscornia (CONADU-H, Argentina), Antonio Elías (Uruguay), Daniel Libreros (UN, Colombia), Daniel Jorge (FERC CGT, Francia), Alfredo Velásquez (SUTEP, Perú) Marc Casanovas (USTEC, STES-IAC, Cataluña), Sidney Kgara (NEHAWU, Sudáfrica), Denis Solis, (ASPE, Costa Rica), Julieta Kusnir (Los Ángeles, EEUU),  Luis Edgardo Salazar (FECODE, Colombia), Monique Dols (Nueva York, EEUU), Raúl Gil (Uruguay), Sebastián Henríquez (SUTE, Mendoza), Vicent Mauri (Intersindical de Valencia), Sheila Ceccon (Instituto Paulo Freire, Brasil), Nelsy Lizarazo (CLADE), Mari Luz González  (STES, España), Cecily Myart-Cruz (Presidenta UTLA), María Elisa Salgado (SUTEBA Tigre),  Nelva Reyes (CGTP – Panamá), Luis Bueno (CNSUESIC, México), Toninho Alves (FASUBRA, Brasil), Rosa Cañadel (España), Elizabeth Búrigo (Brasil), Rose Mary Hernández (FOVEDE, Venezuela),  Carolina Jiménez (CLACSO Colombia),  Trino Barrante (SINDEU, Costa Rica), Estela Gramajo (Intergremial de Formación Docente, Uruguay), Fernando Gómez (COAD, Argentina), Roberto Aguilar (Bolivia), Hugo Aboites (México), Shirley Florencia de la Campa (México), Pedro Hernández Castillo (ASPU, Colombia), Denis Chávez (Universidad de Panamá), Leopoldo Munera (MANPUP, Colombia), Xavier Diez (Intersindical, Cataluña, España),  Albert Sansano (FME/FSM) Ángel Rodríguez Rivera (Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios, APPU, Puerto Rico), Osvaldo Coggiola (ANDES Brasil), Eloy López Hernández (CNTE, Sección 22, México), Karina Bathyany (CLACSO), Beatriz Introcaso (COAD, Rosario, Argentina), José Cambra (ASOPROF, Panamá), Marcela Browne (Argentina), Oscar Hernández Neri (Red de Universidades Alternativas, RUA, México), Gustavo Adolfo López Torres  (ASPU – UPN, Colombia), Sandra Lario (Argentina), Luis Miguel Dorry (OVE), Marco Raúl Mejía (Planeta Paz, Colombia), Edgar Isch (Ecuador), Tere Garduño (México), Anaida Colón (Chapman, EEUU), Ángela Zambrano (Ecuador), Peter McLaren (EEUU), Henry Giroux (Canadá), Bill Ayers (EEUU), Francisco Cabrera Romero (GIPE, CEAAL), Fernando Lázaro (CEIP-H, Argentina), Oscar Jara (CEAAL), Jurjo Torres Santomé (A Coruña. España), Erika Candelaria Hernández (Oaxaca, México), Jesús Alemancia (Red Mesoamericana Alforja), Martha Alfonso (Fecode, Colombia), Alfonzo Tamayo (Revista Educación y Cultura, Colombia), Mauro Jarquín (México), Vernor Muñoz (CME), Fernando García Culebro (Ove- Chiapas), Lourdes Urbáez (Educadora popular, Venezuela), Sócrates Silverio Galicia (CNSUESIC, México), Catherine Walsh (Ecuador), Juan Carlos Cascos (Kairós), Ezequiel Alfieri (Argentina), Valeria Rojas Urrea (Coordinadora de Federaciones de Trabajadoras(es) de la Educación, Chile), Mariano Isla  (Asociación de Pedagogos de Cuba), Luis Huerta-Charles (EEUU), Lara María Bertolini (Travazona, Argentina), Enrique Diez (Investigador, España), Nano Balbo (Argentina), Teresa Vélez (FMPR, Puerto Rico), Janeth Motato (Consejo Regional Indígena del Caldas, CRIDEC, Colombia), Juan Ramírez (UTLA, EEUU), Diógenes Sánchez (Coalición Panameña por el Derecho a la educación), Fernando Santana (CEIP-H), Edwin Morales Laboy (FMPR, Puerto Rico), Maura Elena López Aguilar (CNTE, Sección 34, Zacatecas, México), Víctor Manuel Fernández Andrade (Magisterio Zacatecas, México) y diez mil seiscientos ochenta y un (10.681) inscritos e inscritas, quienes participaron activamente en los debates a través del YouTube de Otras Voces en educación y los Facebook live, Instagram live y Twitter live de las organizaciones participantes

 

 

 

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Proyectos educativos para la reconexión con el medioambiente

Por: Carmelo Marcén

Nada resulta fácil en estos momentos en los centros educativos. Embarcados en aventuras inéditas, muchos han tenido que pertrecharse apresuradamente para un ensayo del cual no tenían precedentes ni entrenamiento. A pesar de todo, han ido acondicionando sus espacios e itinerarios formativos a las nuevas exigencias pandémicas; el tiempo dirá si ha sido suficiente. Ojalá tengan más satisfacciones que contratiempos.

Antes de nada, desde cualquier esquina que miremos, hay que reconocer el esfuerzo de todas las comunidades educativas, grandes o pequeñas; desde infantil hasta bachillerato o FP, también las facultades universitarias. Además de las prevenciones sanitarias y organizativas, han debido preguntarse por el sentido y dimensión de la nueva educación. De ahí han brotado iniciativas interesantes de trabajo diferente, por los temas que tratan y porque potencian la Red como vehículo de aprendizaje, como intercambio de experiencias. Han surgido propuestas de diversos tipos; aquí vamos a fijarnos en algunas, especialmente dedicadas a los tramos de enseñanza obligatoria, que se podrían agrupar en algo tan necesario como la Educación Ambiental, desde muy diversas modalidades. De forma generosa, el profesorado que las ha diseñado las ha puesto al servicio de quien quiera. Un detalle bonito en estas fechas en las que los aprendizajes on line han venido para quedarse y se agradecen impulsos de todo tipo.

Un buen ejemplo de estas iniciativas/proyectos podría ser la propuesta de Profesores por el futuro (Teachers for future Spain). Hay que conocerla pues seguro que es útil en algún momento de esta difícil vuelta al aula. De entre todos los proyectos que abordan para favorecer el trabajo escolar y la participación podemos resaltar aquellos que se detienen en el cambio climático y las emergencias que trae consigo. También los que hablan de consumo o residuos cero. La cabecera de su página no podría ser más elocuente: Acciones desde la educación por el medioambiente. Casi nos valdría también su viceversa, porque el medioambiente es un excelente escenario educativo si sabemos dialogar con él. Incluyen enlaces para trabajar otros temas ambientales. Novedoso su Calendario escolar medioambiental.

El profesorado atento tiene muchos sitios donde mirar. #EA26 es una plataforma de búsqueda de horizontes didácticos, a la vez que un escenario de reflexión compartida entre educadores y educadoras ambientales. Allí se encontrarán debates, reflexiones, entradas a la educación ecosocial y una buena colección de referencias bibliográficas y videográficas. Este foro de debate anima a la incorporación de quienes busquen un buen camino para organizar su educación ambiental. Por su parte, ESenRED funciona como una red de centros que llevan muchos años de acción coordinada para rescatar de la vida los temas ambientales y llevarlos a las aulas, con una dimensión de compromiso participativo. Últimamente están ocupados en diseñar e investigar sobre las vacunas que le irían bien al planeta.

Sirvan estos portales como ejemplo, por no hacer demasiado prolija la relación y así evitar olvidos. Seguro que en cada comunidad autónoma podrán encontrarse proyectos similares; solamente hay que buscarlos y adaptarlos a las peculiaridades del centro. Es más, las administraciones –europea, estatal, autonómicas y municipales– intentan potenciar las sugerencias educativas medioambientales entre el profesorado y el alumnado, especialmente aquellas que se apoyan en el trabajo en red, dado que la formación no presencial lo exige cada día más.

Hay también impulsos muy interesantes que surgen desde fuera de las aulas. Traemos aquí uno como ejemplo. Se trata de Re-conectándonos, el programa piloto de apoyo al sistema educativo mediante la generación de nuevos aprendizajes desde la Educación Ambiental, elaborado por la Red de Equipamientos de Educación Ambiental para el primer trimestre del curso 2020-21. Su intención es ayudar a los centros educativos en su búsqueda de escenarios que limiten la posible aparición de brotes en ellos. Pero, además, esta u otras propuestas del mismo tipo suponen un servicio público que va más allá de lo meramente práctico, pues intenta la formación del profesorado y del alumnado en algo tan valioso como es la percepción comprometida del medio natural, tan fundamental para la formación particular y el compromiso colectivo. Exponen en su propuesta: “Este programa piloto se fundamenta en la generación de nuevos escenarios de aprendizaje y pretende utilizar espacios exteriores del aula que faciliten y enriquezcan el desarrollo del currículum escolar. Estos espacios pueden incluir el patio escolar, el entorno cercano, los espacios periurbanos y las áreas naturales”. Para ello se ofrece la colaboración de profesionales de la educación ambiental en el diseño adaptado a cada centro y en la posterior puesta en marcha de los proyectos.

El desarrollo de la labor docente exige en estos tiempos más profesionales educativos que puedan favorecer los aprendizajes en grupos más pequeños. Sería conveniente que todos los centros se asomasen a los retos que el programa piloto se propone, que debatiesen su idoneidad para cada escuela. Aunque esté formulado para el primer trimestre, los argumentos educativos que plantea –dirigidos tanto a la comunidad educativa en su conjunto como al alumnado y al profesorado– son trascendentales cuando vivimos dentro de múltiples incertidumbres.

En los proyectos que comentamos, en otros muchos que no caben aquí, fluye la idea de educar al aire libre, de reconectar con ese medioambiente que hemos tenido muchas veces minusvalorado. La historia escolar y social nos recuerda que ha habido ocasiones en las que se han puesto en práctica formatos renovadores, apoyados en metodologías particulares y dirigidos a la búsqueda de la formación más completa, priorizando el trabajo dentro del medio natural, próximo al centro o más alejado. Quién sabe si ahora es el mejor momento para hablar de ello, para elaborar proyectos colectivos, o habrá que esperar un poco a que la virulencia pandémica nos deje tiempo y permita más alegrías. En cualquier caso, es un escenario que debe quedar abierto para explorar, máxime cuando el profesorado es consciente de que se requiere con urgencia una renovación curricular.

Se pueden encontrar muchos más proyectos, recursos o iniciativas varias para reconectar con el medioambiente, también con la naturaleza, en la Carpeta Informativa del Ceneam del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, el Centro de Documentación y Recursos para la Educación Ambiental de Cantabria (Cedreac) y el Centro de Documentación del Agua y del Medio Ambiente (Cdamaz) del Ayuntamiento de Zaragoza, entre otros sitios. También en la Guía de Recursos educativos sobre cambio climático, elaborada por el Recida (Red de Centros de Información y Documentación Ambiental) o en Resclima (Respuestas educativas y sociales al cambio climático) de la Universidad de Santiago de Compostela. En cada una de estas cinco páginas, podríamos haber citado otras sumamente interesantes, se accede a enlaces a programas y recursos diversos, tanto de España como de Latinoamérica. Igualmente a proyectos de organismos internaciones, entidades sociales y países europeos.

Al final quien quiere organizar un proyecto de futuro puede, el éxito depende del tiempo y circunstancias propias y ajenas. No se debe olvidar que el aprendizaje es experiencia, especialmente cuando se descubre el medio natural o la relación con el medioambiente ecosocial, próximo o lejano. El desarrollo de un proyecto educativo, compartido y comprometido, lo facilita.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2020/09/18/proyectos-educativos-para-la-reconexion-con-el-medioambiente/

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