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Puerto rico: Educación prepara andamiaje para ofrecer cursos en línea a estudiante afectados por los sismos

Centroamérica/Puerto Rico/13 Febrero 2020/https://www.elnuevodia.com/

Según el secretario Eligio Hernández, no será un programa obligatorio

El Departamento de Educación (DE) informó que comenzó a preparar el andamiaje para que estudiantes del sistema público que no han retomado el curso escolar debido a la crisis por los sismos tomen clases en línea de materias como biología, inglés, historia, matemáticas, español, química y humanidades.

Así se desprende de un memo interno firmado por la subsecretaria Aixamar González Martínez y que fue divulgado esta mañana en una conferencia de prensa por la senadora popular Rossana López León y su homólogo, el representante Luis Raúl Torres.

“No lo estamos criticando. Es una alternativa, pero es que no hay información. No sabemos las circunstancias y no sabemos la logística”, dijo López león.

En el documento, con fecha de ayer y dirigido a la plana mayor del DE, se consigna que el departamento tiene una plataforma digital para estos cursos, pero que igualmente las universidades American University, EDP University, Pontificia Universidad Católica, Universidad Ana G. Méndez, Universidad de Puerto Rico y Universidad Interamericana. En una dirección web habrá más información sobre el ofrecimiento y en el memo se indica que se le dará prioridad a los estudiantes de las escuelas que no han abierto a causa de los terremotos.

El secretario Eligio Hernández indicó que, al momento, hay 440 escuelas abiertas (o 51% del total), mientras otras 207 escuelas superiores que continúan cerradas. Las alianzas con las universidades son libres de costo para el DE. De hecho, algunas de las instituciones convalidarían ciertas clases que tomen los estudiantes en caso de que se matriculen en dichas universidades.

En entrevista con El Nuevo Día, Hernández explicó que los cursos en línea cuentan con actividades, lecturas y vídeos, al igual que con herramientas para las evaluaciones y el registro de notas. El programa no es compulsorio y Hernández recalcó que la agencia cuenta con módulos escritos para estudiantes que, por la razón que sea, decidan no acogerse al programa online.

No es obligatorio. Estamos colocando a disposición de los maestros y del sistema educativo una herramienta adicional para que los estudiantes puedan finalizar el semestre escolar”, dijo el jefe de agencia.

Los cursos en línea se pueden tomar en teléfonos móviles, tabletas y computadoras portátiles. Hernández indicó que también se contemplahabilitar terminales en centros gubernamentales.

Hernández no fue preciso sobre cuándo comenzaría a operar el programa de clases en línea, pero sí indicó que los maestros interesados podrían tomar los adiestramientos la próxima semana en las regiones educativas. El secretario explicó que el adiestramiento es de solo un día. El proceso de la convocatoria a los estudiantes se haría a través de los consejeros profesionales de las escuelas.

El secretario de la agencia indicó que los detalles del programa se divulgarán de manera interna en el DE, lo que significa la redacción de cartas circulares y la celebración de reuniones en las regiones educativas y las escuelas, aunque no descartó convocar a una conferencia de prensa para brindar más datos.

Reacciona la Asociación de Maestros

El Nuevo Día tuvo acceso a una carta, también con fecha de ayer, firmada por la secretaria general de la Asociación de Maestros, Grichelle Toledo Correa y dirigida a Hernández en la que advierte que la alternativa de los cursos en línea no fue discutida con la unión, que la herramienta «pone en peligro el trabajo de nuestros cientos de maestros de escuelas secundaria» y que atenta contra sus condiciones de trabajo.

La carta finaliza con una solicitud de reunión con Hernández para hablar del tema y ofrecen las fechas del lunes y el martes.

Fuente: https://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/educacionpreparaandamiajeparaofrecercursosenlineaaestudianteafectadosporlossismos-2545714/

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España: La Lomloe podría comenzar su andadura a primeros de marzo

Europa/España/13 Febrero 2020/eldiariolaeducacion.com

Nadie se moja sobre la llegada del nuevo texto al Consejo de Ministros; algo que podría ser en las próximas semanas. Aunque existe una urgencia en que el trámite comience lo antes posible para derogar la Lomce antes de final de curso.

«En las próximas semanas». Este es el mantra que fuentes del Ministerio de Educación y FP, así como del grupo parlamentario socialista lanzan cada vez que alguien pregunta cuándo llegará al Consejo de Ministros la Lomloe.

El texto, que ya pasó hace un año por los trámites obligatorios de participación de la comunidad educativa en su redacción, llegará exactamente igual al Consejo de Ministros las próximas semanas. Luz Martínez Seijo, portavoz de Educación del PSOE en el Congreso aseguró el pasado viernes, ante representantes de diferentes organizaciones sociales y educativas, que el tanto desde el PSOE como desde el Gobierno quiere agilizarse todo lo posible la llegada de la ley al Parlamento.

Para ello es necesario que no se toque ni una coma del proyecto dado a conocer hace un año. Y que los cambios que puedan realizarse se hagan vía enmiendas en el trámite parlamentario.

En un acto organizado por Redes por una nueva política educativa y el Foro de Sevilla en Madrid, la parlamentaria volvió a recordar el acuerdo de toda la oposición para la derogación de la Lomce en el momento en el que hubiese una mayoría suficiente en el Congreso. Esta mayoría existe ya, aunque tenga por delante una gran dificultad para ponerse de acuerdo. En dicho encuentro, además de Martínez Seijo, también participaron Javier Sánchez, homólogo en Unidas Podemos, y Josep Nuet, del Grupo Republicano (Esquerra Republicana de Catalunya). Entre estos tres grupos sumarían 174 diputados, lo que les dejaría a dos de conseguir la mayoría absoluta necesaria para derogar la Lomce y aprobar la Lomlloe. Las leyes orgánicas (relativas a derechos fundamentales) obligan a alcanzar mayorías absolutas para su aprobación o modificación.

A pesar de las dificultades existentes en la negociación que, presumiblemente, será complicada, la intención expresada por Javier Sánchez es que este curso termine con la nueva ley ya aprobada y que pueda entrar en vigor para el próximo.

Entre las modificaciones cabría destacar, por ejemplo, la vuelta a la organización de la educación primaria por ciclos, tres; la puesta en marcha de dos evaluaciones de diagnóstico, en primaria y secundaria respetivamente; la apuesta por una educación inclusiva que prevea la redacción de un proyecto para que, en el plazo de 10 años, la escuela ordinaria tenga los recursos necesarios para atender a niñas y niños con necesidades especiales de apoyo educativo y para que los centros de educación especial vayan, progresivamente, convirtiéndose en centros de recursos y apoyo para el resto.

También prevé la recuperación del peso de los consejos escolares de centro en la toma de decisiones como la elección de las direcciones escolares; la puesta en marcha de una asignatura de Valores Cívivos en primaria y secundaria; la pérdida de importancia de la Religión al no computar para la nota y no llevar aparejada una materia espejo, o la vuelta al reparto porcentual del currículo de la LOE: el 65% corresponde al Ministerio en las comunidades sin lengua propia y un 55% en aquellas que sí la tengan.

Además de las posibles y más que probables modficaciones que sufrirá el texto en su paso por el Congreso, una duda (y también una demanda) queda en el aire: si la ley llevará aparejada una memoria económica que dé carta de naturaleza a las medidas que pretende poner en marcha. Sin un compromiso de financiación claro, será complicado que haya cambios reales y prácticos en cuestiones como la educación inclusiva, la adecuación a la Agenda 2030 de los ODS o la apuesta por un sistema educativo que evite la segregación socioeconómica de su alumnado con una escolarización más equilibrada entre los centros escolares. Una segregación, como la de la Comunidad de Madrid, relacionada, en palabras de Martínez Seijo, por el avance de la concertada en muchos territorios.

Sánchez señaló que uno de los puntos claves de la futura ley es que suponga un freno a la segregación socioeconómica del alumnado, causada en gran medida, dijo, por la privatización de los últimos años. Una ley que «avance en la defensa de la educación pública», afirmó, «y que no permita la segregación». En este sentido puntualizó que una posibilidad sería cambiar los criterios de baremación para la escolarización.

La comunidad educativa presente en la jornada señaló otros problemas importantes como las ratios en muchas comunidades autónomas, la continuación sine die de los conciertos educativos, la salida de la religión fuera de la escuela o la necesidad de un texto legal que imponga unos mínimos para la puesta en marcha de centros de educación infantil. También la necesidad de una importante reflexión sobre unos currículos enciclopédicos y poco flexibles o sobre la necesidad de que la ley, más que hablar de desarrollo sostenible, haga suya la urgencia climática.

Tanto Luz Martínez Seijo como Javier Sánchez insistieron en que la Lomloe no es simplemente volver a la LOE y sus parámetros, sino que ha de ir más lejos puesto que las circunstancias sociales y educativas han cambiado en los últimos 13 o 14 años.

Ambos hicieron hincapié en la necesidad de que la comunidad educativa vaya marcando el camino de las posibles enmiendas y mejoras que la ley vaya asumiendo durante su trámite en el Congreso. Martínez Seijo insistió en «no perder un minuto» en esta tramitación.

En este sentido, los tres diputados que acudieron a la jornada hablaron de las dificultades que habrá durante la tramitación de la ley, de las presiones que habrá por parte de las derechas, de las posibles acusaciones de adoctrinamiento a las que se someterá al nuevo texto legal. Todos expresaron la necesidad de que la comunidad educativa, además de hacer presión para conseguir mejoras en el texto, debe estar unida para conseguir la aprobación del texto que derogue la Lomce. «Vamos a un debate duro, debéis ser conscientes, dijo Nuet; sin la comunidad educativa lo podemos perder».

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2020/02/11/la-lomloe-podria-comenzar-su-andadura-a-primeros-de-marzo/

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Entrevista a Jorge Ruiz: “La sobreprotección cría generaciones de cobardes, de niños que creen que no tienen ningún valor”

Entrevista/13 Febrero 2020/Autor: Adrián Cordellát/elpais.com 

El cantante de Maldita Nerea y logopeda es un apasionado de la educación y desde septiembre preside la Fundación Promete que busca cambiar el sistema educativo

Jorge Ruiz presenta estos días junto a su banda, Maldita Nerea, su nuevo trabajo discográfico, Un planeta llamado nosotros. Con casi 20 años de carrera, Maldita Nerea es hoy uno de los grupos españoles más consolidados del panorama de la música pop. Y eso que, como suele contar, él creció pensando que no tenía ningún talento. Logopeda y maestro de Audición y Lenguaje, Jorge es un apasionado de la educación y desde septiembre preside la Fundación Promete, que busca cambiar el sistema educativo para que éste potencie los talentos únicos de cada niño y niña. Para que ningún niño crezca con el pensamiento limitante con el que lo hizo él. En ese sentido se posiciona precisamente uno de los temas del disco, Te prometo libertad, que Maldita Nerea ha creado a petición del psicopedagogo italiano Francesco Tonucci. “Solo esa petición ya ha sido un regalo tan trasformador para mí que justifica por sí solo el disco”, asegura el compositor murciano, que lamenta que con tanta sobreprotección estemos educando a “generaciones de cobardes, de niños que piensan que no tienen ningún valor”.

PREGUNTA. El próximo 31 de enero lanzáis nuevo disco al mercado: Un planeta llamado nosotros. Han pasado casi 20 desde vuestro primer álbum. ¿Se reconoce el Jorge Ruiz de ahora en el de sus inicios?

RESPUESTA. En este disco hay una canción que se llama Siempre estaré ahí. Es la única en la que yo me reconozco auténticamente del primer disco. Entonces yo todavía me estaba conociendo, no había tanta luminosidad y tanta apertura como hay ahora.

P. Yo os conocí a través de Los Delinqüentes, por aquella versión de El secreto de las tortugas que teníais con ellos. Intuyo que un éxito como el que tuvo esa canción es el que te hace pensar que lo de la música va en serio, ¿no?

R. Sí. Desde luego que no me imaginaba que esa colaboración con Los Delinqüentes nos iba a conducir hasta donde estamos ahora. Sobre todo porque esa canción en concreto es muy filosófica. Yo por aquel entonces no era consciente todavía de que era un apasionado de la filosofía, pero con el tiempo me he dado cuenta y he ido viendo que generación tras generación la gente sigue recibiendo todo el contenido filosófico que tiene el tema.

P. Te preguntaba lo de que la música iba en serio porque tú eras y sigues siendo logopeda y maestro de Audición y Lenguaje. Tenías una vocación muy clara. ¿Cómo es lo de compaginar ambas facetas? Porque intuyo que la música te robará mucho tiempo…

R. Yo realmente estudiaba derecho. Con otros tantos millones de estudiantes no sabía qué estudiar y opté por lo menos malo o lo que piensas que más te conviene. Con el tiempo te vas conociendo y la logopedia me encontró a mí justo cuando quise grabar mi primera maqueta profesional. Tuve un problema de voz y la rehabilitación que hice con una foniatra me descubrió una profesión que era para mí. Así que hice las dos cosas a la vez y lo pude compaginar hasta que llegó el boom de Maldita Nerea y tuve que cerrar la clínica, que me iba francamente bien. Esta vocación es lo que con el paso de tiempo he ido reconvirtiendo en mi lucha por la mejora del modelo educativo.

P. Esa reconversión de tu vocación tiene un ejemplo claro en uno de los temas del nuevo disco, Te prometo libertad, que está inspirado en palabras de Francesco Tonucci. ¿Qué significa Tonucci para Jorge Ruiz?

R. Tonucci es un maestro al que tuve el placer de conocer gracias a Mar Romera. Él me hizo un encargo informal, me dijo que debería hacer una canción sobre la palabra “dejar” aplicada a la educación. Solo esa petición ya ha sido un regalo tan trasformador para mí que justifica por sí solo el disco. Hay un mensaje tan potente en eso de “por favor, dejemos a los niños que sean libres”, que sólo por esa enseñanza, además siendo yo padre de tres hijos, ya me merece la pena. Ojalá pueda honrar con esta canción la sabiduría que me ha transmitido Francesco.

P. “(…) que si tú no ves mi cielo, no sabré jamás volar. Y si quieres que sea grande y que encuentre mi lugar, no podré si no confías y me dejas libertad”, dice un fragmento de la canción. Con tanta sobreprotección en todos los ámbitos de la vida, ¿estamos negando el cielo a los niños y niñas?

R. Totalmente. Cualquiera con dos dedos de frente lo sabe ver, esté centrado en la educación o no. Vivimos en una sociedad maravillosa, porque yo no soy nada pesimista, pero sí que es cierto que tiene cierta contracción y limitación mental que nos impide ver más allá. Nos pasa en la escuela con los exámenes y la evaluación, que son muy limitantes. Entiendo que se quiera poner una nota, un número, pero el ser humano no se expresa solamente a través de unos números. Eso crea un condicionante mental muy claro y unos patrones muy limitantes. Por eso hay tantos alumnos que no quieren ir a clase.

P. Hace unos meses precisamente entrevistaba a Tonucci. Enfocando un poco más el concepto de sobreprotección a la maternidad/paternidad, me dijo que los niños y niñas “necesitan ir más allá del patio, salir del control directo de los adultos”. Me comentaba que es un derecho que no existe, pero que debería existir.

R. Es que no velamos realmente por su interés general, si no más bien por una protección basada en nuestra bondad de querer lo mejor para ellos. Es como tener un pajarito en la mano y no ser capaz de abrir la mano cuando él muestra ganas de querer volar. Deberíamos usar la presión justa con nuestros hijos para que en el momento en el que quieran volar podamos soltar la mano sin miedo. Hay que acompañar a los niños para que estén bien, para que se sientan seguros, pero hay que dejarles que vayan a su ritmo y a su manera para hagan su camino. Eso es la educación.

P. Tú, como has dicho, además de logopeda y maestro, eres padre. ¿Por qué crees que nos cuesta tanto a los padres prometer (y sobre todo dar) libertad a nuestros hijos?

R. Porque a nosotros no nos la dieron, como dice la canción. Nos transmitieron eso y nosotros lo replicamos con nuestros hijos e hijas. De alguna manera nosotros también fuimos sobreprotegidos, así que hasta que tú no te liberas de esa mochila es difícil que dejes de sobreproteger.

P. Justo me decía Tonucci que hoy las ciudades son más seguras que antes, pero que tenemos la sensación contraria.

R. Es que el modelo de ciudad que tenemos no ayuda. Los niños acaban jugando en parques que son jardines con vallitas, con el juego muy pautado y en los que siempre están bajo la supervisión de un adulto. Hasta en las playas están habilitando zona de juegos para niños, como si la propia arena o las olas del mar no fuesen juguetes.

P. Para cambiar todo esto, a tu ya de por sí ajetreada vida uniste en septiembre del año pasado la presidencia de la Fundación Promete, que busca cambiar el sistema educativo para que éste potencie los talentos únicos de cada niño y niña. ¿Estamos muy lejos de esa utopía?

R. La Fundación está demostrando que no es una utopía. La teoría es fácil, pero ponerla en práctica sin entrar en conflicto con el sistema educativo de tu país es lo complicado, casi un acto de equilibrismo, y nosotros lo hemos logrado. Estamos consiguiendo que los niños no desconecten de sus intereses genuinos. Y eso solo se consigue poniendo al niño en el centro, escuchándolo mucho y teniendo muy claro como no limitar su interés personal.

P. Tonucci me decía que los únicos que pueden cambiar la escuela son los profesores. Tú eres uno de ellos y tienes a través de la Fundación una relación directa con muchos de ellos. ¿Hay esperanza?

R. Por supuesto. Igual que la sociedad de la información tiene una capacidad tremenda para generar ruido, también la tiene para generar espacios de conocimiento a los que cada vez se suman más profesores de manera autónoma. De ahí vienen César Bona o Manu Velasco, esos profesores que sin entrar en batallas ponen al niño en el centro. La movilización educativa tiene que venir del profesor. Y hay muchos que ya lo están haciendo.

P. El reto de los profesores y de los padres debe ser dar libertad al talento de cada niño y niña. Tú sueles contar que creciste pensando que no tenías ningún talento. Es más, todo tu entorno se echó las manos a la cabeza cuando decidiste parar tu vida, la vida que llevabas hasta entonces, y dedicarte a la música. ¿Por qué nos cuesta tanto acompañar los sueños de otras personas, aceptar que, como dice la canción de El secreto de las Tortugas, alguien se salga del camino establecido e improvise un guion definitivo?

R. No quiero que suene demasiado espiritual, pero si tú no permites que tu ser vaya hacia donde él se dirige, estás negándote. Y cuando tú niegas algo, no lo amas. Eso se convierte en un patrón de conducta, en creencia y en verdad limitante. Mar Romera habla de las personas sin valor, de personas que piensan que no tienen nada valioso, como me pasaba a mí. Al final son personas cobardes que no afrontan su propia libertad porque piensan que no la tienen. Estamos educando a generaciones de cobardes. No porque no tengan valentía, sino porque piensan que no tienen ningún valor.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2020/01/27/mamas_papas/1580139114_879363.html

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Jornada única o cómo improvisar en política educativa

Por: Ángel Pérez. 

 

La jornada única, proyectada como una posibilidad para mejorar la calidad y las condiciones materiales en las que estudian los niños pobres en Colombia, se desarrolla de manera improvisada, con obstáculos normativos y financieros, y lo peor con enfrentamientos permanentes entre rectores y maestros que dañan el clima laboral y escolar de los colegios públicos.

La propuesta de avanzar de la media jornada a la jornada única surgió como una posibilidad para mejorar la educación pública. El sistema educativo en Colombia segrega entre colegios privados de buena calidad para los niños de familias ricas y colegios públicos para niños pobres. También, el sistema discrimina entre niños y colegios por el tipo de jornada escolar que tienen unos y otros, por los días al año que asisten a clases, por la calidad de los aprendizajes, por ser o no bilingüe y por las acciones de formación cultural, recreativa, física y hasta de apoyo emocional y de orientación que brindan unos colegios y otros no.

El investigador Eduardo Lora en Revista Dinero señalaba que: “Como los colegios segregan socialmente y además la movilidad social entre generaciones es casi nula, la mayoría de los colombianos pueden pasar toda la vida sin haber conocido de cerca a nadie de una clase social distinta a la de su propia familia”. Él reconoció que, aunque la segregación social es indeseable, tiene la ventaja de lograr que el gasto público en educación básica sea muy redistributivo, pues todo el gasto que se realiza en los colegios públicos se concentra en los pobres.

Los colegios a donde asisten los niños de estrato 0 o 1, ofrecen media jornada escolar, están ubicados en los barrios más pobres o en las zonas rurales más alejadas y abandonadas por la acción del Estado;  el resto de los colegios oficiales atiende una combinación de estudiantes que provienen de familias de estratos 2 y 3; mientras los de estratos 4, 5 y 6 van a colegios privados, y en ciudades como Bogotá incluso parte del estrato 3 asiste a estos últimos, el 40% de la educación básica y media de Bogotá es privada y cuenta con jornada única.

Con la media jornada escolar, los profesores de preescolar tienen la obligación de trabajar con los estudiantes 20 horas a la semana; conclusión, en la mayoría de colegios públicos los niños entre 3 y 5 años ingresan a las 7 a.m. y los adultos responsables los deben recoger a las 11 a.m. Imaginen una madre cabeza de hogar que trabaja (según Dane el porcentaje de hogares con jefatura femenina, en cabeceras alcanza el 40 %), no puede recoger a su hijo, ella debe buscar otra opción para su hijo, dejarlo con una vecina o un familiar. Igual sucede en primaria, los profesores están obligados a trabajar con los estudiantes solo cinco horas diarias. Según la encuesta de calidad de vida del Dane 2018, solo el 39,9% de los niños entre 0 y 5 años son atendidos en establecimientos tales como hogares comunitarios, jardines, centros de desarrollo infantil o colegios, el 14,4% de los niños queda al cuidado de personas diferentes a los padres.

Conocemos que en condiciones normales mientras más disfuncional es la familia y existe mayor pobreza y problemas tales como embarazo juvenil, violencia y otros desafíos sociales, los padres de familia colaboran menos con los colegios y los maestros; al contrario, los colegios se desgastan enfrentando entornos violentos, padres o cuidadores maltratadores y en mejorar el clima escolar. El efecto familia y entorno social es muy negativo para los niños y adolescentes, ellos necesitan más colegio, mejor educación, mejores maestros, eso lo sabemos desde el siglo pasado, por eso bienvenida la jornada única.

Con la jornada única el Gobierno pretende que los docentes pasen de seis a ocho horas diarias en los colegios e incrementen la cantidad de horas efectivas con los estudiantes en aula, sin embargo, no existe un acuerdo de salario, ni de prórroga del tiempo laboral en el colegio y en el aula con los 320.000 docentes de la educación oficial.

Para poder funcionar con la jornada única, algunas secretarías autorizan horas extras, otras tienen poder económico y contratan docentes provisionales, sin concursos, en algunos colegios los rectores negocian (o imponen)  con los docentes para que trabajen tres días seguidos ocho horas y un día seis, así completan las 30 horas a la semana, lo que significa que no van un día entre semana (todos se pelean el lunes o el martes); en otros colegios los docentes están trabajando en diferentes horarios durante el día hasta completar las 30 horas a la semana y a otros docentes, de manera especial los provisionales, los obligan a permanecer hasta 40 horas a la semana. Esta falta de normatividad y de recursos para la jornada única conlleva a la guerra entre docentes y rectores y explica por qué la mayoría de los directivos de los colegios no quieren comprometerse con la jornada única y los que ya están funcionando en jornada única, cerca del 15% del total de la matrícula, exigen su revisión o devolverse a la media jornada escolar.

Al final de estas lamentables discusiones y desencuentros entre adultos, están los 7,5 millones de niños de Colombia que requieren una mejor educación, pero que no tienen a nadie para que luche por ellos, a las familias más pobres no les interesa la calidad, por eso no protestan para mejorar la calidad, con el hecho de que exista colegio y puedan matricular a sus hijos basta.

Fecode no se opone, existe un acuerdo con el MEN para que la jornada única avance, previo cumplimiento de requisitos (condiciones de infraestructura, bienestar de los estudiantes y aprobación del nuevo plan de estudios por parte de los consejos directivos) y respeto por la jornada laboral de los docentes. En el fondo el problema es de recursos, por qué no lograr un acuerdo para que el incremento de los recursos del Sistema General de Participaciones acordado con Fecode, por este gobierno, se destine de manera exclusiva a hacer viable, con gradualidad, la jornada única.

Fuente del artículo: https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/jornada-unica-en-colombia-o-como-improvisar-en-politica-educativa-por-angel-perez/281610

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La privatización de las ideas sobre la educación pública

Por: Linda Castañeda

Hay muchas reflexiones, análisis, estudios, etc. que evidencian que la privatización progresiva ha sido no solo una tendencia en el panorama del sistema educativo español, sino que no parece tener una frontera final, un límite al que no estemos dispuestos a llegar.

Dicen de los conversos que son los peores. Yo presumo de ser una conversa de lo público. Mi historia me llevó a entender el poder transformador de lo público tardíamente y esa misma historia me ha ayudado a ver muy de cerca las consecuencias de no creer en el poder de lo público para la gente, de dejar que los intereses de unos cuantos gobiernen el presente y el futuro de todos.

Aunque en las últimas semanas ha vuelto a saltar a la opinión pública la discusión sobre la privatización de la educación pública en España, no se trata de un debate nuevo. Mucho se ha hablado y mucho se ha estudiado sobre la perversidad de los procesos de privatización de la educación pública.

La mayoría de esos análisis se centran particularmente en una mirada que diferencia entre las instituciones educativas que responden a iniciativas y objetivos privados y que, reciban o no fondos públicos, se deben a tales objetivos y a la visión de la educación que les da sentido, y las instituciones educativas públicas que, como tales, están al servicio de los derechos de los pueblos a los que sirven. Es una distinción tremendamente intensa y que, precisamente en estos días, nos ha ocupado especialmente.

Sin embargo, quisiera detenerme en un aspecto de la privatización de la educación pública que va más allá del inaudito crecimiento de la oferta de escuela privada sostenida con fondos públicos (con la problemática de tremenda desigualdad y exclusión que se ha revelado como consecuencia) y un poco más allá de cómo las lógicas de las instituciones privadas (entendidas como empresas) han penetrado paulatinamente en las estructuras y culturas de las escuelas públicas. Quisiera detenerme en un aspecto del que hablamos con menos frecuencia pero que creo que debería vivirse de forma igualmente alarmante: la paulatina colonización del espacio de la educación pública con ideas que responden a intereses estrictamente privados.

La aparente necesidad/exigencia incesante y acelerada de innovación en el aula (especialmente con tecnología), la progresiva conversión de los profesionales de la educación a todos los niveles en meros operarios al servicio de estándares externos (desprofesionalización), la inmensa desconexión entre el mundo de la investigación educativa y la práctica de las escuelas, el abandono y la desafección de los poderes públicos -incluso aquellos que se consideran a sí mismos “progresistas”- por la educación pública, la generalización de la lógica del mercado como lógica válida para todos los aspectos de la vida -incluida la educación- y, finalmente, la consciencia de las empresas del potencial económico de convertir un derecho en un servicio y, más aún, en un producto con un mercado parcialmente virgen, ha generado las condiciones idóneas para un proceso de privatización de las ideas sobre educación -y en la educación pública- que resulta, como hemos dicho más arriba, particularmente preocupante.

Existe una masa potencial de sujetos y entidades con intereses privados que ejercen una influencia inédita en el sistema educativo a todos los niveles. Las ideas de la industria y muchas de las iniciativas empresariales privadas han generado discursos que operan sobre la base epistemológica de la educación y que impactan de forma evidente en los procesos de innovación educativa, en la generación de políticas para la educación e, incluso, en la investigación educativa.

La opinión pública suele estar muy preocupada por los asuntos relacionados con la educación que se derivan de otras cuestiones más mediatizadas y que a veces no están siquiera relacionadas con la educación. Sin ir más lejos, y por poner solo un ejemplo, mucho se ha discutido sobre las supuestas decisiones de los CEO de las grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley sobre llevar a sus hijos a escuelas sin tecnología. Como si ser CEO de una tecnológica, o ingeniero desarrollador de software, te convirtieran en una suerte de especialista en educación o como si las decisiones sobre la escolarización de los hijos no tuvieran que ver, como ya se ha discutido en diversos estudios contrastados, con un complejo entramado de factores personales, sociales, familiares y contextuales referidos a esas familias en concreto, sino con una especie de flujo de información secreta al que acceden solo las cúpulas de determinadas élites económicas/tecnológicas (nótese que a nadie se le ocurre preguntar a dónde llevan a sus hijos los catedráticos de Didáctica del mundo, para elucubrar una teoría sobre la naturaleza de esas instituciones). Y lo malo es que son esas conversaciones pseudo-educativas, que responden a cuestiones e intereses privados, las que ocupan la mayor parte de los espacios de discusión pública y mediática sobre educación.

En otro plano, una gran cantidad de profesores llevamos a nuestro día a día como docentes, ideas de “innovación” (mucha tecnológica) detrás de las cuales casi siempre hay una inmensa nebulosa en la que no se llega a distinguir del todo qué viene de dónde, a qué órdenes obedece y/o a quién beneficia. En muchos casos tales innovaciones han sido “influidas” por el deseo personal de aprender a usar una determinada herramienta, o por una exhibición en la última feria educativa a la que hemos asistido (a veces “gratis” invitados por una fundación o editorial), o por una información/propaganda que hemos visto en los medios, o ha sido enunciada como la próxima gran revolución que seguir por parte de “alguien” con los suficientes seguidores en las redes sociales como para obviar su evidente falta de credenciales y la total opacidad sobre quién define sus intereses. Eso también es privatización.

Algunas políticas educativas usan como base y justificación los informes de las empresas tecnológicas o la publicidad, o asumen como propias las definiciones de cuestiones importantes hechas por intereses privados u organismos internacionales claramente dedicados a asuntos económicos o empresariales (el caso del concepto de calidad educativa, de competencia, de evaluación educativa o, incluso, de personalización), como si fuesen ideas trasplantables o como si usarlas no tuviera consecuencias más o menos directas en los desarrollos que pretenden.

Otras políticas responden a la implementación de una idea concreta, impulsada por un único grupo de influencia (a veces incluso soportado con fondos públicos) cuyos intereses han dejado de ser públicos en el momento mismo en que su mayor preocupación es la propia supervivencia, el prestigio o la influencia misma. Eso también privatiza.

Los temas abordados por los grupos de investigación en educación, los paradigmas a los que responden, las metodologías que usan, incluso los mecanismos de difusión de los resultados, responden a veces -quisiera pensar que pocas- a las tendencias enunciadas por corporaciones de publicaciones (antiguos grupos editoriales y hoy reconvertidos en grupos multimedia o compañías de servicios y contenidos educativos, que producen libros, revistas, y otros sistemas de divulgación), por grupos de presión, por lobbies creados por fundaciones con intereses privados, o directamente por un grupo de personas cuya única finalidad es mantener y mejorar su status quo en la estructura cada vez más performativa y “cuantofrénica” de la investigación. Lejos pues de los objetivos de la educación pública.

No se trata de un problema sin salida, al menos no se trata de un problema en el que todos y cada uno no tengamos algo que podamos hacer. Es insostenible que las políticas sigan ignorando sistemáticamente a la investigación educativa y sigan recogiendo como “mandatorios” los enfoques de las instituciones/empresas/fundaciones privadas.

Es crucial que desde las instancias públicas de investigación y de investigación en la acción educativa se genere discurso, un discurso relevante para la educación pública, comprometido y con las finalidades de esa educación, un discurso que se divulgue y se haga llegar a los profesionales de la práctica.

De la misma manera, es pertinente que exista un compromiso con la crítica de los discursos. No solo con hacerla, sino con fomentarla, con ampliar las visiones de la formación de nuestros profesionales de la educación –y de sus formadores– para que incluyan un deber permanente relacionado con el análisis de qué discurso ideológico (sí, sobre las ideas) subyace a las propuestas más o menos felices que oímos y hasta qué punto es compatible con el carácter público de lo que hacemos, y cómo no, con la crítica al discurso.

Nos jugamos el carácter público de la educación pública. Y se trata de algo mucho más grande e importante que la gratuidad de un servicio… se trata de la garantía de un derecho de todas las personas, un derecho que conforma la base de nuestra sociedad: la ciudadanía.

Hay muchas reflexiones, análisis, estudios, etc. que evidencian que la privatización progresiva ha sido no solo una tendencia en el panorama del sistema educativo español, sino que no parece tener una frontera final, un límite al que no estemos dispuestos a llegar y que, además, parece que aquellos que debieran ser los garantes de la educación como derecho público de las personas (no de sus padres) no parecen muy convencidos siquiera de que sea un problema. Todo ello ante la mirada atónita, descorazonada y, a veces, inactiva de los que sí lo creemos.
Tendríamos que hacérnoslo mirar, o mejor, empezar a actuar en consecuencia.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/27/la-privatizacion-de-las-ideas-sobre-la-educacion-publica/

Imagen: Mari Smith en Pixabay

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Cumplir su función

Por: EL País España

La financiación de la Universidad pública es inferior un 14% a la media europea.

La Universidad española necesita repensar con urgencia su estructura y su forma de operar para poder seguir cumpliendo su importante función social. El acceso a los estudios universitarios de alumnos procedentes de familias de renta media y baja fue uno de los principales motores del elevador social en nuestro país. Tener estudios universitarios sigue siendo hoy un importante factor de progreso y protección social. Como demuestran los datos del último informe de la Conferencia de Rectores (CRUE), los jóvenes universitarios presentan una tasa de paro muy inferior al resto y perciben una remuneración que llega a ser hasta un 52% superior a la media de quienes tienen estudios secundarios. Tampoco hay, en términos relativos, demasiados universitarios. En el curso 2017/2018 estaban matriculados en alguna universidad el 31,6% de los jóvenes de 18 a 29 años, apenas un 1,5% más que la media de la OCDE.

Así pues, tanto por dimensión como por la calidad de los resultados académicos, la Universidad española se sitúa en la franja alta de los sistemas universitarios europeos. Pero las titulaciones están muy descompensadas y, sobre todo, no se corresponden con la demanda del sistema productivo. Esta falta de adecuación puede convertirse en un lastre para el desarrollo económico y social del país. Eso explica que, aun teniendo una situación privilegiada respecto del resto de jóvenes con menor cualificación, la tasa de paro de los universitarios españoles sea la segunda más alta de la UE: un 8,4% frente a un 3,9% de la media comunitaria. Pero lo más preocupante es que el 37,6% de los universitarios trabajan en empleos de una cualificación inferior a su titulación.

Se impone pues reducir el número de titulaciones y repensar los contenidos de los grados para adecuarlos a la evolución previsible del mercado laboral. Especialmente grave es el desequilibrio que hay entre la alta matriculación en estudios que tienen escasa salida en el mercado laboral, y la baja presencia de estudiantes en las carreras tecnológicas, las llamadas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). Estas carreras agrupan a menos de la cuarta parte de los alumnos y están cinco puntos por debajo de la media europea, con el agravante de que en nuestro caso presentan un anormal índice de abandono: entre el 37,4% y 49,9%.

Una parte de esta disfunción procede del hecho de que, para compensar la caída de ingresos públicos a causa de la crisis, las universidades han competido con una hipertrofia de la oferta de títulos destinada a captar alumnos. La financiación estructural de las universidades sigue siendo un 10% inferior a la de 2009 y un 14,5% inferior a la media europea. La otra vía para compensar la caída de fondos públicos ha sido incrementar las tasas académicas, que ahora aportan un 43% más de ingresos que en 2008, pero esta estrategia afecta a la equidad y provoca grandes desigualdades territoriales. El sistema universitario debe repensarse en su totalidad. La actual inflación de títulos solo puede conducir a su devaluación social. Es tarea del Gobierno equilibrar las diferentes ofertas educativas para adecuarlas a las necesidades productivas y habilitar pasarelas ágiles entre los distintos itinerarios. Especialmente importante es dar un mayor impulso a los estudios técnicos de grado medio, en particular la Formación Profesional Dual, para lo que se requiere una participación más decidida por parte de las empresas.

Fuente e Imagen: https://elpais.com/elpais/2020/02/07/opinion/1581102742_552987.html

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Puerto Rico: Departamento de Educación anuncia apertura de 103 escuelas públicas

Centroamérica/Puerto Rico/06 Febrero 2020/https://www.telemundopr.com/

Unas 103 escuelas se suman el lunes  a la lista de planteles que ya comenzaron trabajos en el sistema educativo público, luego de los temblores reportados en enero y que afectaron principalmente a la zona sur de la isla.

“Luego de recibir las certificaciones de estas escuelas, podemos entonces anunciar su apertura desde mañana, lunes. Este proceso ha sido uno responsable, detallado y minucioso, pues lo más importante para nosotros es la salud y seguridad de todos los integrantes de las comunidades escolares”, dijo el secretario de Educación, Eligio Hernández Pérez en declaraciones escritas.

 Al igual que las primeras dos rondas, las escuelas iniciarán con el personal adscrito a ellas y, a partir del jueves de esta semana, comenzarán clases. La casa abierta, mientras, será este miércoles.

Lunes 3 de febrero: directores de escuela reciben de los superintendentes regionales las certificaciones de las escuelas certificadas y aptas. También se reporta el personal no docente para trabajos administrativos, de limpieza e higienización en los comedores escolares y en los salones de clase.

Martes 4 de febrero: Orientación a todo el personal docente y no docente por consejeros profesionales y trabajadores sociales sobre manejo emocional ante un desastre natural y reunión de inicio del segundo semestre. También acondicionamiento de los salones.

Miércoles 5 de febrero: Casa abierta en las escuelas certificadas y aptas

Jueves 6 y viernes 7 de febrero: Inicio de clases por grado en escuelas certificadas y aptas

 El jefe de Educación recordó que el horario para estas 103 escuelas será de 8:00 de la mañana hasta las 1:00 p.m. y se incluirán los servicios de desayuno y almuerzo.  A partir del lunes 10 comenzarán en horario regular del plantel.

 Hernández Pérez solicitó a las madres, padres y encargados a estar alertas y pendientes a las plataformas sociales de la agencia (@educacionpr), en donde se anuncian las listas de escuelas, horarios y cambios, de surgir alguno.

Fuente: https://www.telemundopr.com/noticias/puerto-rico/departamento-de-educacion-anuncia-apertura-de-103-escuelas-publicas/2043206/

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