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La insolidaridad, el principal virus del Mercado Común Europeo

Por: Eduardo Camín

 

El 2020 está siendo un año oscuro para la Unión Europea (UE), en parte a raíz de la llegada del Covid-19 a suelo comunitario, y también con el resurgimiento de antiguos resentimientos supuestamente ya enterrados, en un contexto político donde crece el euroescepticismo, consumado en el famoso Brexit por el Reino Unido, uno de los estados mas poderosos.

La realidad sigue estando marcada por un descontento generalizado, bajo el manto del inquietante resurgir del fascismo, que ponen en jaque el futuro del proyecto europeo. Estamos presenciando lo que podría ser la crisis más grave experimentada por la UE desde el desastre financiero del año 2008, donde vuelve a evidenciarse la fractura norte-sur.El coronavirus pone a prueba a las instituciones europeas | El ...

Por otra parte, como así lo anticipa –entre otros– el Fondo Monetario Internacional (FMI), los países de la UE sufrirán este año una profunda recesión a causa de la Covid 19: ¡no vaya a ser que sea por causa del capitalismo!

Durante la primera semana de marzo, los casos de Covid-19 incrementaron alarmantemente por toda Europa y los países adoptaron una estrategia de respuesta totalmente unilateral, implantando medidas sin ningún tipo de coordinación.

Mientras que en Italia pedían mascarillas y respiradores, en Alemania, Francia y República Checa vetaban la exportación de material sanitario incluso a los miembros del club, lo cual sería entendible dada la situación si no fuera porque por aquel entonces Italia ya contaba con 4.000 casos mientras que estos tres países juntos sumaban tan solo 870.

Gracias a las presiones de Bruselas, esta prohibición se corrigió. Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quién apuesta sin complejos por la unidad y la solidaridad como estrategia para enfrentar la crisis, no dudó en afirmar que “demasiados optaron por un ‘todo para mí’ en un primer momento”.

Sin embargo, pasado el primer estado de la crisis, los gobiernos se muestran incapaces de adoptar una estrategia común y coordinada de salida de la crisis, como evidencia, los fracasos en las fallidas cumbres europeas, con la reunión de los ministros de Economía y Finanzas del Eurogrupo.

Bajo el fuego cruzado de la insolidaridad de los países ricos del norte amenazan el proyecto político europeo y descargan sobre el Banco Central Europeo (BCE) la tarea de preservar la economía y la eurozona.

Austria acusa al sur de ser "sistemas quebrados" mientras Holanda ...Las visiones de Alemania, Países Bajos y Austria sólo respaldan las medidas económicas que necesitan sus países, pero no las que requiere el conjunto de la UE para superar de forma equilibrada la grave crisis socioeconómica actual.

La política de austeridad impuesta desde Berlín ahogó la economía europea durante una década, dividió a la UE, agravó la desigualdad y la precariedad y alimentó la ultraderecha. Ahora una respuesta europea inadecuada puede disparar el descontento social y desestabilizar gravemente la UE.

El confinamiento ha causado una rápida caída del producto interior bruto (PIB) y una pérdida de ingresos en millones de familias en la UE, pese a los planes nacionales de ayuda.

La OCDE señala que los indicadores económicos registraron una abrupta caída en el primer trimestre y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) avisa que la perdida masiva de horas de trabajo en este segundo trimestre equivaldrá a 15 millones de empleos a jornada completa.

Transcurridos apenas el primer semestre del año, la UE no solo ha visto cómo uno de sus miembros más poderosos abandonaba el barco, sino cómo sus estados miembros hacían frente a la pandemia global a duras penas, con un sistema sanitario que, hacia agua por todas partes, además de que un nuevo conato de crisis migratoria en el Egeo supuso otro golpe, evidenciando la ineficacia e insostenibilidad del Sistema Europeo Común de Asilo (SECA).

A primera vista se puede pensar que no existe una correlación entre la criticada respuesta de Bruselas a la actual crisis sanitaria y el evidente colapso de la migración. Sin embargo, comparten mucho más de lo que parece, pues ambos son síntomas del virus real: la insolidaridad.

La política de asilo y migración siempre ha sido objeto de discusión y es el perfecto reflejo de la crisis de gobernanza que evidencia la incapacidad y la lentitud en la toma de decisiones en las instituciones europeas intergubernamentales.

Al fin y al cabo, son estas las que bloquean las propuestas de reforma en materia de asilo impulsadas por la Comisión, reproduciéndose esta misma dinámica en la respuesta al Covid-19. Mientras las instituciones supranacionales intentan tomar medidas en pro de la supervivencia de la Unión, los mandatarios siguen atascados en posiciones individualistas.

El fundamental problema del proyecto europeo sigue siendo la persistencia de tendencias nacionalistas, obteniendo como resultado un rompecabezas donde cada Estado vela por sus propios intereses, fracasando una y otra vez, el ideal de identidad europea que tanto se intenta fomentar desde las instituciones.

Crisis de (des) confianza

Alemania, Países Bajos y Austria respaldaron suspender las normas de déficit y deuda del pacto de estabilidad porque sus masivos planes nacionales iban a violar esas reglas.

Del mismo modo, estos países aspiran a beneficiarse del Fondo de 100.000 millones de euros para financiar las suspensiones temporales de empleo propuesto por la Comisión Europea y de la línea de crédito de 200.000 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para sostener a las empresas mediante créditos baratos. No obstante, esas medidas son insuficientes para salir de la crisis.

En efecto el Comisario Breton estima que hay que movilizar 1,6 mil millones de euros para reactivar la economía de la UE, lo que implicará “planes nacionales equivalentes al 10% del PIB”, con la consiguiente necesidad de emisiones de deuda pública. Por ello, urge consensuar un sistema europeo que garantice una financiación barata de esa deuda y que no hunda a los estados con cargas insostenibles.

El economista Thomas Piketty señala que “el endeudamiento público sin recurso a eurobonos es una bomba de relojería”, que expondrá a los países a una crisis de confianza en el futuro sobre su sostenibilidad.

Cumbre del coronavirus: Holanda exige a España e Italia reformas ...Alemania, Países Bajos y Austria rechazan cualquier emisión común de deuda para financiar la salida europea de la crisis, porque creen que eso encarecería el coste de sus emisiones nacionales. De momento, Alemania tiene previsto emitir 156.000 millones de nueva deuda para paliar los efectos inmediatos de la crisis, sin contar la financiación futura del posterior plan de reactivación.

La otra opción de una financiación común a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad queda bloqueada en la práctica por la insistencia, en especial de Países Bajos y Austria, de exigir condiciones para autorizar esos créditos, algo inaceptable para los demás países del sur europeo tras la experiencia de los draconianos planes de rescate.
Norte- Sur los puntos cardinales de la discordia

Aunque desde Bruselas se han apoyado diferentes medidas para favorecer la recuperación económica, los estados del sur, más azotados por la pandemia, han expresado su sentimiento de abandono por el resto del club europeo al presenciar la falta de contundencia en la respuesta de la Unión.

Resulta ilustrativo el crispado Consejo Europeo celebrado el pasado 26 de marzo, donde se hizo evidente la brecha norte-sur. Por un lado, el primer ministro italiano Giuseppe Conte y el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, con el apoyo de Emmanuel Macron (Francia) y Antonio Santos da Costa (Portugal), apuestan por un plan Marshall europeo que incluiría la mutualización de la deuda, los famosos Coronabonos.

Mientras, Alemania, Países Bajos, Austria y Finlandia se muestran reticentes a la creación de un instrumento para compartir los costes macroeconómicos. Los apestados de Europa - elEconomista.es

La pandemia ha resucitado los estereotipos sobre la división entre los “despilfarradores” del sur y los “ insensibles” norteños, y, en este contexto, resultan esclarecedoras las primeras declaraciones del ministro de finanzas holandés preguntándose por qué otros gobiernos no disponen de colchón fiscal para enfrentar la crisis financiera.

Asimismo pidió que la UE lleve a cabo una investigación al respecto, comentarios que por otra parte el primer ministro portugués Costa no tardó en calificar como “repugnantes, de miras estrechas y una amenaza para el futuro de la UE”.

Alemania, Países Bajos y Austria confían en poder recuperarse más rápido que España, Italia y Francia, donde los servicios y el turismo, los sectores más dañados por la crisis, tienen mucho mayor peso en el PIB. Los tres países soslayan que la mayoría de sus exportaciones van a otros países de la UE (Alemania 59%, Holanda 74% y Austria 71%) y que sin una recuperación global europea resultará más difícil la recuperación individual.

La falta de solidaridad contrasta con el hecho de que Alemania y Países Bajos son los dos países que mas se han beneficiado de la introducción del Euro, mientras que Italia, Francia y España han sufrido un elevado coste económico, según el estudio elaborado por el think tan’ alemán Centro de Política Europea.

España e Italia bloquean por insuficiente el plan de choque ...El informe indica que Alemania se ha beneficiado de una prosperidad acumulada gracias a la introducción del euro de 1,89 billones de 1999 al 2017 y Holanda de otros 346.000 millones, lo que equivale a 23.000 euros por cada alemán y 21.000 por cada holandés.

Por el contrario, Italia ha sufrido una perdida de prosperidad a causa de la introducción del euro de 4, 32 billones en el mismo periodo, Francia de 3,59 billones y España de 224.000 millones, lo que equivale a 73.600 euros por cada italiano, 56.000 por cada francés y 5.000 por cada español.

En medio de la crisis generada por la Covid-19, Europa debe hacer frente al ‘match ball’ del gobierno de Boris Johnson, al cual se le agota la prorroga del periodo de transición tras el Brexit, más allá del próximo 31 de diciembre y que le va dando largas al asunto. De todas formas, en algún momento habrá un acuerdo, aunque sea de mínimos en esta parodia europeísta, pero las heridas seguirán abiertas entre los puntos cardinales de la discordia.

La globalización entre mascarillas

Se vive una transición delicada e incierta en la cuna del capitalismo globalizador, en crisis aguda, a una forma social aún más bestial, feroz, cruel y despiadada del mismo sistema mundial capitalista, en la cual se han fracturado las barreras sociales que encarrilaban e institucionalizaban los poderes destructores del capital.  Esta es la realidad, en plena contradicción con las loables necesidades de cumplir los objetivos y el egoísmo que los ampara.

Las contradicciones se mantienen, no solo con el advenimiento y desarrollo del capitalismo, sino que permuta las causas que la generaron en el pasado, preserva algunas y crea nuevas maneras de vivir y sufrir la pobreza.Alemania-Holanda vs España-Italia: cinco claves para entender la ...

Esta contradicción sigue intacta, pero hay quienes creen que los males del capitalismo pueden superarse mediante la promoción de la libre competencia, la apertura de sus mercados y la colección de tratados comerciales. Desafortunadamente para sus sueños de gloria ocurre que el capitalismo tiende a la concentración y centralización del capital.

No hay que llamarse a engaños, la UE sigue inmersa en un capitalismo que genera caos y desintegra las sociedades para reordenarlas bajo su mando despótico. Es decir, destruye y construye al mismo tiempo. Separa vínculos para volver a reunir, bajo su dominación y control.  Por lo tanto, el capitalismo no es sólo una variable del caos y desorden. También es orden, un orden cada día más opresivo y depredador.

El contrato social de la globalización entre mascarillas se hunde en las turbias aguas del desencanto, de las promesas sin mañana, porque afuera llueve con furia y todo lo inunda bajo la insidiosa presencia de un virus.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2020/07/20/la-insolidaridad-el-principal-virus-del-mercado-comun-europeo/

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Mi condena

Por:  Daniel Seixo

 

"El mejor truco del Diablo fue convencer al mundo de que no existía, pero sabemos que no se ha ido." 
The Usual Suspects 

"Al Fascismo no se le discute, se le destruye."
Buenaventura Durruti

Querido lector:

Se me pide una condena y por tanto, permíteme que abochornado por la escasa calidad del típico sainete previo al mitin que el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha ofrecido en esta ocasión en Sestao, me preocupe por su pobre puesta en escena y la decadente calidad del espectáculo político general en el estado español y os diga por ello que nuestra estrella, tan feliz hasta hoy, está amenazada seriamente por nuestros propios errores.

No permitamos pues que la falsa apariencia de neutralidad y el buenísimo no correspondido por parte de quienes clara y abiertamente se han situado al frente del discurso fascista, frene nuestra fuerza, no permitamos que nuestra confianza en la inexistente humanidad de quienes ven en nosotros únicamente un enemigo a batir, logre frenar la acción antifascista directa. Aquella que desde la militancia y en los barrios, supone el muro de contención más directo contra la amenaza fascista. El pueblo vasco ha dado sobrada muestra en numerosas ocasiones de su actitud frente al fascismo y lo sucedido en Sestao, no supone sino una muestra más del profundo carácter antifascista y la activa militancia política de gran parte de la población de Euskal Herria, vecinos y vecinas, militantes, compañeros de trabajo y de estudios, diversas vidas y diversos motivos tras cada uno de los rostros de quienes ante la visita de la formación de Santiago Abascal, han decidido mostrar su rechazo firme y contundente al discurso del odio, la provocación y la discriminación.

Ante todo la verdad, y la verdad es mi señor que nosotros perdimos la batalla contra el fascismo, la perdimos abandonados a nuestra suerte por las democracias burguesas occidentales que pese a su supuesta neutralidad, tomaron claro partido en la Guerra Civil española al permitir la participación del ejército fascista italiano y las tropas de Hitler  por parte del bando sublevado. Perdimos la guerra y perdimos una nueva oportunidad de confrontar al fascismo cuando no supimos presentar batalla a la herencia franquista durante la transición y es por eso que todavía hoy, soportamos en nuestras propias carnes los claros tics antidemocráticos de nuestra política y a una timorata izquierda. Perdimos la batalla contra el fascismo cuando no supimos tejer alianzas internacionales contra el sistema capitalista y nos avergonzamos de nuestras luchas y de nuestra identidad, para abrazar las corrientes políticas procedentes precisamente de los países que en su momento nos abandonaron. Y la perdimos muy especialmente, cuando decidimos que política y barricadas eran ya incompatibles.

No se trata por tanto la lucha antifascista que hoy tratamos de un intento por ganar batallas pasadas, ni de nostalgia o meros actos de reivindicación de algo ya únicamente propio de la historia. No, a lo que aquí me refiero, por lo que aquí se pide mi condena, son actos de ferviente actualidad. Es sin lugar a dudas, una nueva etapa del desafío fascista lo que desde la izquierda enfrentamos y no temo por ello asegurar que las posturas que en Sestao se confrontaban a una y otra orilla del cordón policial, eran una vez más la de fascistas contra antifascistas.

Señor  concluyamos, que ya es tiempo.

Yo Condeno al partido de Santiago Abascal y a su propia persona por ejercer la estrategia de la provocación, acudiendo a poblaciones claramente contrarias a sus postulados políticos sin la más mínima intención de convencer, sino únicamente con el deseo de provocar incidentes con los que aumentar la presión política y sus posibles apoyos electorales por la vía de la confrontación.

Condeno a los dirigentes de Vox por hacer un uso deleznable e intolerable del pueblo vasco, buscando la criminalización del mismo con el único objetivo de lograr recabar votos en sus feudos tradicionales en otros puntos de la península.

Condeno a Rocío de Meer por su esperpéntico espectáculo en una tierra que sabe bien lo que es la violencia y la verdadera sangre derramada y que por ello jamás recibirá de buen agrado a aquellos que una y otra vez lanzan soflamas al ejército en busca de un posible golpe de estado.

Condeno de nuevo a la señora Rocío de Meer por cambiar su versión sobre lo sucedido en Sestao sobre la marcha y hacer de la supuesta agresión que denuncia en redes sociales y ante la prensa, pero de momento no ante las autoridades, un espectáculo de confrontación en busca de un posible crecimiento del odio que le otorgue meros réditos electoralistas.

Condeno a su vez a la prensa servil con el fascismo, aquella que indiferentemente en Altsatsu o en Sestao, se sitúa contra el pueblo y sin profundizar en la búsqueda de pruebas o contrastar las diferentes versiones, lanza todo su peso sin justicia alguna contra la parte más débil en sus titulares

Y por último: yo condeno a toda esa progresía burguesa de falso antifascismo de triángulo rojo en redes sociales, que puntualmente reniega del antifascismo directo cuando ante la amenaza ultra y la represión policial, demuestran ser los únicos que verdaderamente dan la cara. No solo condeno a ese falso progresismo, sino que reniego de cualquier relación política con ellos.

En cuanto a las personas a quienes condeno, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento por ellas más que el profundo desprecio que a todo antifascista le provocan las posturas reaccionarias. Las considero por tanto fuera de toda lógica política y el acto que realizo aquí, no es más que un medio para intentar llamar la atención sobre el tremendo error de considerar al fascismo un interlocutor válido y digno de solidaridad..

Solo un sentimiento me mueve, solo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma, un deseo para que quienes hoy se lamentan por el triste y fingido llanto del fascismo en Sestao, no tengan nunca que vivir en sus propias carnes el efecto de su llegada al poder. La única vía para impedirlo es la de un antifascismo activo y combativo.

Todavía hay tiempo para reaccionar. Así lo espero.

Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/mi-condena/


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Mercado Popular de Subsistencia, gambeta a los monopolios

Por: Raúl Zibechi

Una larga hilera de brazos se agitan en el pasillo del Sindicato de Artes Gráficas (SAG), cargando cajas, bolsas y paquetes hacia el camión que las llevará hasta el primer destino, a media mañana del tercer sábado de junio. La velocidad del trasiego contrasta con la serenidad de las sesenta personas que se trabajan trajinando. La primera sorpresa, para quien desconoce este espacio, es el promedio de edad, debajo de los 30 años.

Los alimentos fluyen de mano en mano, desde bolsas de harina de 25 kilos hasta botellas de desinfectantes, paquetones de fideos o frascos con mermeladas caseras. La diversidad de productos es una característica del Mercado Popular de Subsistencia (MPS), que abarca las necesidades del millar de familias que decidieron caminar por fuera de las grandes superficies, atraídas por precios muchísimo más baratos(entre el 30 y el 50 por ciento) y por tomar el control de los productos que consumen.

“Hasta el año pasado eran alrededor de 500 familias pero con la crisis multiplicamos por cuatro el volumen de pedidos”, explica Sebastián Vázquez, uno de los iniciadores de esta experiencia.


Autogestión y solidaridad

El MPS (mps.org.uy) ofrece una “canasta combativa” de alrededor de 300 productos, incluyendo alimento veganos y para celíacos, productos de limpieza e higiene personal, textiles y artículos escolares. La canasta se va ampliando según la demanda de las familias, que al integrar el mercado popular se organizan en un núcleo barrial para realizar sus pedidos.

“El núcleo de Nuevo París somos cinco familias”, desgrana Clara. “Cada familia hace un pedido que se traslada a una planilla del barrio que enviamos a una comisión encargada de las compras”. Después del 10 de cada mes, cada familia deposita el importe de su pedido una cuenta del mercado, que gestiona otra comisión. Los productos llegan los viernes por la tarde y los sábados por la mañana a dos puntos de almacenamiento: el SAG y el Polo Tecnológico e Industrial (PTI) del Cerro.

Cada uno de los 60 núcleos envía una persona a los centros de acopio para separar los productos que corresponden a cada barrio y de allí salen en camiones hasta su destino. Hay núcleos que bordean las cien familias, sobre todo en las zonas centrales de Montevideo, pero ya empiezan a organizarse familias en la Costa de Oro y hasta en Parque del Plata.

“Cada grupo de compra tiene autonomía para decidir cómo hacen el reparto”, explica Clara. En el Club Dryco, en San Martín casi Bulevar Artigas, las familias de la zona de Jacinto Vera, Atahualpa y Goes, esperan el camión que salió minutos antes del SAG. Aquí la mayoría son mujeres jóvenes que apilan mercaderías para 80 familias, en el salón engalanado por un cantina que sería el sueño de coleccionistas de antigüedades.

Lucía lleva tres años en el núcleo de Jacinto Vera, donde se agrupaban unas 20 familias: “Desde que empezó la crisis de coronavirus, crecemos todos los meses y ya llegamos a las 80 familias, por lo que tendremos que dividirnos en dos o tres núcleos para poder manejar tantos productos”.

En el Dryco hacen el recuento para asegurarse que no hay faltantes y luego arman los pedidos de las familias, que pasan por el lugar a recoger lo que han encargado. En total, tres o cuatro horas de trabajo cada mes. El trabajo es siempre voluntario, nadie cobra nada, salvo los fleteros. Por cada 500 pesos de compra, cada familia agrega 15 pesos para el transporte y las bolsas.

El Mercado Popular funciona de modo descentralizado en los barrios y con comisiones federales en las que participan una o dos personas de cada núcleo, en lo posible de forma rotativa: logística, compras, finanzas, comunicación y propaganda, formación e ingresos. La última se encarga de la creación de nuevos núcleos, mientras la de formación organiza charlas y talleres para reflexionar sobre el consumo y, como apunta Clara, “hacernos soberanos sobre qué consumimos y a quienes le compramos”.

Fruto de esas reflexiones, más de la mitad de los productos que integran la canasta proceden de empresas recuperadas por sus trabajadores, cooperativas y emprendimientos autogestionados, colectivos y familiares.

En las etiquetas puede leerse: Cooperativa La Minga (ex trabajadores de BAO) y El Resistente de Malvín Norte, ambas de productos de limpieza; Caorsi, Molinos Santa Rosa, Mi Piace (extrabajadores de La Spezia) y Unidad Cooperaria (ex Cololó) entre las alimenticias. Llama la atención la marca Gigor, que provee buena parte del pan de molde del mercado popular, que funciona en la cárcel de Punta de Rieles gestionada por ex presos en la que trabajan los actuales reclusos.

El vínculo con las pequeñas empresas autogestionadas es una opción política y una seña de identidad del mercado popular. Siempre eligen “trabajo uruguayo” aunque una parte de los productos deban comprarlos a grandes empresas. Casi todas las prendas proceden de la textil Conacotex, una cooperativa que comenzó a funcionar en febrero 2018, integrada por ocho extrabajadoras de la empresa Everfit, en el PTI del Cerro.

Un largo camino

La propuesta del MPS surgió de la Brigada José Artigas, un colectivo de militantes frenteamplistas de base que se formó en 2009 en la zona de la Curva de Maroñas y Bella Italia, “cuando Mujica era candidato y lanzó un llamado para hacer trabajo voluntario”, rememora Sebastián. Empezaron con brigadas los fines de semana en Cabañitas, un asentamiento de la zona.

El desengaño llegó pronto. “Al ritmo que se caminaba, calculamos que se necesitarían 500 años para eliminar la pobreza y tomamos un camino propio en base a los ideales artiguistas, en el sentido de que nada podemos esperar sino de nosotros mismos”. En 2014 instalaron una “bloquera popular” para apoyar a los vecinos que estaban levantando sus viviendas, que podían utilizarla pagando sólo el costo de los materiales.

Con la decadencia de la construcción, tomaron otros rumbos. “Hicimos una encuesta en los barrios donde estaba la Brigada y decidimos armar una canasta básica con los cuatro productos principales: yerba, aceite, harina y fideos”. El MPS se estrenó en enero de 2016 con apenas 60 pedidos. Primer problema: “Como se paga por adelantado tiene que haber un mínimo de confianza. Ese mes nos dimos cuenta que no todos quieren dos kilos de la misma yerba o el mismo aceite y ya en febrero ampliamos la lista”, sigue Sebastián.

En la experiencia de Clara, la cuestión del dinero no resulta problemática porque las familias saben que el pedido les llega una semana después de haber pagado y si surge algún problema el colectivo lo va a resolver. “La cuestión participativa es la más compleja, que la gente se vaya rotando y que no sea una cooperativa de consumo, porque somos una organización social y política que trasciende las compras”.

La estructura del MPS funciona“de abajo hacia arriba”. Cada grupo envía una persona a la reunión federal una vez por mes, donde cada barrio tiene un voto. Además los núcleos se agrupan en cuatro regiones: noreste, sur, oeste y este. “En las regionales discuten la logística de cada sector, los problemas de cada núcleo, o sea los temas territoriales, mientras el federal decide las compras, pero primero se discute en los barrios”.

Uno de los debates en curso gira en torno a la necesidad de trascender a los distribuidores, de yerba o aceite, por ejemplo, ya que las grandes empresas les venden a través de sus distribuidores. “Queremos pelear para que nos vendan directamente, ya que los distribuidores no pueden ya cubrir nuestra demanda”, razona Sebastián.

En los talleres de formación explican cómo se conforman los precios y las vecinas terminan descubriendo que el intermediario se lleva la mayor parte del precio final. Prueba de ellos, es que “entre las diez mayores fortunas del Uruguay hay cuatro vinculadas a la industria y la intermediación de alimentos y que por algo las casas matrices de las grandes superficies son extranjeras”, sigue Sebastián.

 

Más allá de esta crisis

Aunque el nombre del mercado haga hincapié en lo “popular”, la realidad es más compleja. En los hechos, explican Sebastián y Clara, “la gran mayoría de las familias proceden de barrios de clase media, donde predominan profesionales y trabajadores con salario fijo, que pueden planificar la compra mensual y han reflexionado sobre su consumo”.

Reconocen que se trata de un desafío mayor. Para superarlo, se proponen “reconstruir el papel del almacén de barrio, que pueda comprarnos al MPS y le gane no más de un 15 por ciento a los alimentos. Sería una forma de reconstruir las relaciones que estaban tejidas en torno al almacén”.

En este punto, vale recordar el análisis de Immanuel Wallerstein quien, inspirado en el historiador Fernand Braudel, sostenía que lo que define al capitalismo no es el mercado sino los monopolios. “Los monopolios dominan negando la libertad e igualdad en el escenario económico”, apunta.

El verdadero mercado, o la economía de mercado, es un mundo de realidades claras y “transparentes” donde predominan “procesos fáciles de captar”. Los monopolios capitalistas son opacos, porque sus actores se introducen en circuitos y cálculos “que el común de los mortales ignora”.

En los mercados (pensemos en las ferias vecinales o en los mercados campesinos) los beneficios son exiguos y las relaciones consisten en “comunicaciones horizontales” entre productores y compradores. Por el contrario, “los monopolios son asunto de fuerza, de astucia, de inteligencia (…) pero más que nada de poder”*.

El crecimiento del MPS es alentador, tanto en la cantidad de personas involucradas como en la apertura de nuevos frentes, como la cuestión de género. Meses atrás crearon grupo de mujeres y de disidencias sexuales que participaron en la marcha del 8M. Clara ensaya una explicación: “Las encargadas del consumo de los hogares y de organizar la alimentación son las mujeres, y al entrar al Mercado se les impone el desafío de organizarse de otro modo”.

Empiezan a trabajar junto a vecinas que no conocían, descubren la cuestión de los precios y “hacen un clic”. “En los barrios populares está pasando algo interesante: una vecina compra un paquete de 25 kilos, lo fraccionan entre las vecinas y los intercambian por otros productos con las demás familias”. De ese modo, al comprar al por mayor, la diferencia de precios se estira.

Sebastián es más enfático: “El desafío principal es que el Mercado se llene de los más pobres, que se lo apropien, porque son los que más lo necesitan ya que para ellos la crisis es permanente”.

 

* “Braudel y el capitalismo o todo al revés”, en Impensar las ciencias sociales, Siglo XXI, 1998, pp. 227-237.

Fuente e imagen:  https://zur.uy/mercado-popular-de-subsistencia-gambeta-a-los-monopolios/

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Las enseñanzas para la vida que el confinamiento les ha dejado a los jóvenes

Por Francisco Cajiao.

Es difícil asimilar que de un momento a otro todo quede literalmente suspendido. Como si un río que siempre fluye naturalmente, se viera  detenido de repente sin una explicación. Esa es la sensación que hemos tenido desde que se nos confinó a una cuarentena generalizada. De pronto, en el curso de dos días, se cerraron colegios y universidades, se detuvo el flujo de vehículos, dejaron de volar aviones, y conciertos y eventos deportivos fueron cancelados.

También quedaron en suspenso los proyectos de vida de miles y millones de personas. Muchos jóvenes vieron truncada su ilusión de una ceremonia de grado para celebrar años de esfuerzo con sus familias, otros quedaron atascados en países donde hacían una práctica profesional o acababan de iniciar un curso de idiomas. Hubo que cancelar matrimonios programados. La búsqueda de empleo quedó en el aire o la vinculación prometida fue pospuesta indefinidamente. Viajes, fiestas, paseos, cursos y planes alimentados por meses y por años desaparecieron como si hubieran sido hechos en mundos paralelos.

Aunque la crisis ha golpeado a todos sin distinción de edades, la situación para los jóvenes tiene una particularidad que tal vez radica en su percepción del tiempo. Quienes ya hemos cumplido más de seis décadas de vida solemos decir que el tiempo pasa volando, mientras para un niño o un joven dos meses son como la eternidad. Posponer el ingreso a la universidad un semestre, dadas las dificultades económicas de muchas familias, puede generar una tremenda frustración. Y se podrían enumerar una multitud de situaciones similares, pues la emergencia global ha traído con ella un frenazo económico con implicaciones inmediatas muy graves.

Seguro ha sido una situación extraña para los adolescentes, pues en esta etapa de la vida los amigos suelen ser mucho más importantes que la familia y no siempre las relaciones con los padres y hermanos son las mejores. Es el
momento en el que la vida social del colegio es prioritaria. Eso no significa que los adolescentes no tengan un enorme apetito intelectual. Lo que sucede, más bien, es que sus inquietudes y necesidades no suelen ir por el mismo camino que los currículos oficiales y cuando se logra es gracias a la cercanía e influencia positiva de sus maestros, ahora distantes.

Una de las cosas que deben aprender es que la vida no sale como uno se la imagina. Quizá esa es la diferencia en la manera como esta situación se vive de acuerdo al momento de la vida. Los mayores saben que muchas veces hay que cambiar todo lo que se tenía proyectado para adaptarse a nuevas situaciones. Muchos terminaron trabajando en lo que menos imaginaban, viviendo en lugares que jamás habían previsto o disfrutando de cosas que alguna vez odiaron.

Ahora toda la sociedad tendrá que aprender a dar un viraje. Se habla por estos días de reinventarse, de reconocer cuáles son las nuevas condiciones en las que podemos avanzar. En estas oportunidades se descubre que existen opciones que antes no se habían explorado.

A lo largo de la historia los pueblos han encontrado dificultades, pero sin ellas no hubiera sido posible alcanzar los enormes avances que hoy nos dan seguridad. Por ejemplo, epidemias anteriores que cobraron millones de vidas permitieron aprender a controlar este tipo de catástrofes. Gracias a eso, y a pesar de la gravedad que el coronavirus representa, los países cuentan sus pérdidas apenas en miles de personas. Seguramente estaremos aprendiendo nuevas lecciones, que todavía es pronto para evaluar.

Lo más importante es reconocer todos juntos el valor de la solidaridad e individualmente el descubrimiento de nuevas fuerzas internas que nos permitirán retomar el viaje ya iniciado días, meses o años atrás, y tal vez comenzar uno completamente nuevo y apasionante. Al cabo de unos años, lo que estamos viviendo ahora nos parecerá lejano, pero sabremos que para cada quien hubo unos meses que cambiaron el rumbo de su vida.

https://www.semana.com/contenidos-editoriales/educacion-hoy-aprendemos-todos/articulo/las-ensenanzas-para-la-vida-que-el-confinamiento-les-ha-dejado-a-los-jovenes/680649

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Levantamiento social en Estados Unidos: antirracismo y resistencia civil no violenta

Por: Pietro Ameglio

 

1-Un “Hecho Social Original” de Lucha

Cuando un pueblo en forma masiva y con “firmeza permanente” grita “¡Ya basta!”, delimitando así pública y abiertamente, su “frontera moral y material”, no podemos menos que ¡emocionarnos al extremo!. No se trata sólo de un tema de dignidad sino de toma de conciencia ante los límites de la inhumanidad dispuestos a tolerarse. En octubre del año pasado sucedió en Ecuador, y poco después en Chile también. En México podríamos tener una referencia similar, en la radicalidad moral y material de la respuesta social en enero del 94 para parar la guerra en Chiapas, y en octubre del 2014 ante la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Este tipo de levantamientos sociales se enfocan a la construcción de una “paz desobediente”, porque surgen de la indispensable “desobediencia debida a una orden inhumana” (Juan C. Marín); y nos dejan siempre una gran pregunta fundamental para la construcción de nuestra propia identidad moral: ¿cuál es nuestra frontera moral? ¿qué orden inhumana nos puede indignar para tener este nivel tan alto de respuesta individual y colectiva?

Algo central para construir un pensamiento autónomo es la capacidad de captar los hechos sociales originales, en sus especificidades, conceptos nuevos a aprender, no normalizarlos, no generalizarlos, no interpretarlos mecánicamente según categorías pasadas. Problemas de racismo y protestas hay en muchos lugares del mundo, pero lo que está sucediendo específicamente a todo lo largo y ancho de EU ahora no son sólo protestas -ni “reiteraciones mecánicas” de otras movilizaciones-, sino que tiene, por distintas características, la posibilidad latente que sea más que un estallido social, que sea un “levantamiento social” en el sentido de un “despertar” y “cambio más profundo” real en algún aspecto central de la vida social, no en un sentido de “revolución” como a veces lo entendemos en América Latina. Como bien señalaba Spike Lee: “No había visto marchas tan diversas desde que era niño (citando los movimientos sociales de los 60 con Martin Luther King)” (La Jornada, 2-6-20).

Un levantamiento se sitúa en el plano de la “lucha social”, que es precisamente donde están las actuales movilizaciones en EU, mientras las muy valiosas movilizaciones de otras partes del mundo están en el plano de la “solidaridad”, muy importante y necesario, pero no es lo mismo, en la lucha existen adversarios concretos a quienes enfrentar y dirigir las acciones. Intentemos analizar este aspecto clave para poder entender lo que sucede y hacia dónde pudiera ir su direccionalidad: el tipo de objetivos seleccionados junto al tipo de las acciones noviolentas instrumentadas, nos parece, hablan de la claridad acerca de los adversarios y la necesaria proporcionalidad en las acciones con la violencia que se combate.

Creemos humildemente, a mucha distancia y sin conocer bien al país, que podría tratarse de una posible “vuelta de tuerca” en la política social de ese país, en cuanto al racismo, a la violencia policial y al sentido de la seguridad pública. Los efectos de este levantamiento (continuo y creciente, extendido por gran parte del territorio, multirracial y de todas las edades e identidades sociales, apoyado por muchos sectores de la reserva moral nacional, cada día más masivo y firme en la radicalidad noviolenta) están creciendo cada día en cuanto a proyectos de cambios legislativos, políticos, presupuestales, institucionales y de lógicas policiales, del uso de la fuerza pública, etc. , que claramente habrá que ver si se concretizan. Lógicamente todo son aún preguntas, hipótesis, esperanzas, aprendizajes.

2- La violencia como proceso de concatenación de acciones y complicidades

¿Por 20 dólares (¿falsos?) asfixiar a alguien con físico muy fuerte, que no opuso resistencia y sólo decía “¡Mamá! ¡¡¡No respiro!!!” en plena avenida, en pleno día, 4 policías humillándolo tirado en el piso, por casi 9 minutos? ¿Por qué tanta crueldad, abuso de violencia, humillación, si en ningún momento se ve que le interroguen por el aparente delito? ¿Cuál es la relación entre el fin y los medios?

Evidentemente hay mucho más detrás de esta acción de “violencia directa”, en cuanto a “violencia cultural y estructural” mucho más profundo: el racismo, la desigualdad social, la brutalidad de la autoridad (empezando por la policía y el ejército) para reprimir o disparar sobre afrodescendientes e inmigrantes de todas las nacionalidades, el militarismo y autoritarismo gubernamental, la impunidad de los asesinos en los tribunales, la manipulación mediática contra los más indefensos…como muy bien lo denuncia el movimiento de Black Lives Matter (Las vidas negras importan).

Para profundizar en la búsqueda de estos “inobservados sociales”, claves para entender lo que realmente pasó, será importante escuchar también a Dereck Chauvin y a los otros tres policías (Thomas Lane, Alexander Kueng y Tou Thou) que lo acompañaban y participaron directamente en ese asesinato, en formas diferentes, acerca de qué “órdenes obedecían ciegamente”. Estos tres policías fueron también cómplices, al no ser capaces de “desobedecer la orden inhumana” de su colega, ejecutada ante sus ojos. Un castigo ejemplar brutal, sin siquiera la mínima humanidad e inteligencia práctica de oír las súplicas de la víctima agonizando: ¿qué proporción y relación falta-castigo hay entre asfixiar a alguien y pagar con un billete falso de U$ 20 (en caso que fuera cierto)? ¿Me pregunto si el jefe de la unidad policial de Dereck, y los jefes de la policía de Minneapolis y Minessota no han renunciado? ¿Creen que no son responsables directos, no tienen ninguna dignidad personal o están de acuerdo con esa acción?

La construcción y narrativa mediática y política oficial inicial fue para garantizar la mayor impunidad, a partir de señalar permanentemente un solo victimario -Dereck Chauvin- pero quedó rápidamente destruida al mostrarse un video donde dos de estos policías estaban con sus rodillas en la espalda de George, lo que explica que él no haya podido siquiera moverse un poco para resistir. Y el cuarto agente estaba parado a centímetros de Dereck “contemplando” la acción, y no sabemos si le decía algo. Ese cuarto agente se parece a muchos de nosotros, en ocasiones en que vemos una situación de injusticia y no decimos nada, y con nuestra presencia silenciosa la avalamos.

En el fondo, lo que está detrás de esta cuestión es cómo comprender y enfocar la reflexión sobre hechos de violencia social: viéndolos sólo en su “punto periférico” del último elemento que hace la acción final, o como un proceso de muchos cuerpos que van construyendo las condiciones para esa “acción final”. En este último caso, dentro de la cultura de paz, son muchas las responsabilidades y las consecuencias a imponer para promover la verdad, la justicia , la no repetición y la reparación. Los hechos de violencia son así la resultante de la construcción de un proceso social donde se enlazan o concatenan -en muy diferentes y complejas formas y sobre todo lógicas de pensamiento y acción- distintas acciones y niveles morales: Dereck antes -en otras situaciones- puso sus rodillas en las espaldas de los detenidos, antes estuvo parado al lado del principal victimario sin decir nada, antes filmó una escena de violencia en la vía pública y no la subió a redes o denunció, antes tenía celular pero no filmó la escena de violencia…Por ello, la construcción de una “paz desobediente” consiste en la toma de conciencia -sin culpabilidad- de dónde está mi cuerpo en cualquier proceso social de violencia que atraviese mi identidad, y comenzar cuanto antes a desprocesarlo con la “desobediencia a esas órdenes inhumanas”.

A su vez, detengámonos por un momento a revisar los tiempos de este hecho social, que inició con el brutal asesinato el 25 de mayo del Sr. George Floyd (Carmen Fracchia: https://www.fronterad.com/cuantos-crimenes-mas-como-el-de-george-floyd-tienen-que-ocurrir-en-estados-unidos-para-enterrar-el-racismo/) a plena luz del día en una calle de Minneapolis, afroamericano acusado de pagar con un billete falso, algo que hasta hoy no está demostrado, y que además él mismo pudo recibirlo de otro lado. Al otro día, los 4 policías fueron despedidos; ¡4 días después (29 mayo)! recién es arrestado el victimario más directo Dereck Chauvin, acusado de homicidio de 3er. grado; ¡9 días después (3 junio)! apenas se arrestó y acusó a los otros 3 policías (¡increíble pensar que sólo Dereck fuera el responsable!) y se agravan los cargos contra Dereck acusándolo de homicidio de 2º. grado.

3- Lucha noviolenta como Levantamiento Social

¿Por qué esta escalada de sanciones -aunque muy lenta para la gravedad del asesinato, igualmente importante para la historia de la justicia contra los policías en EU por crímenes de violencia hacia las poblaciones afroamericanas-? Sin duda, en gran parte, por las enormes y ejemplares movilizaciones sociales masivas en todo el país.

La primera gran acción noviolenta y clave para romper la impunidad, y desatar el levantamiento social, fue una transeúnte que, con gran valor, filmó los hechos y los subió a las redes. Esa persona, primero tenía un arma como es un celular, pero, segundo y principalmente, se animó a usarla en la escena del crimen frente a los policías, y luego, con mayor valor aún se animó a difundir la filmación en redes. Son tres acciones diferentes, que exigen un creciente valor y determinación moral. Ella no quiso ser cómplice con su silencio, “mirando para otro lado como si no pasara nada”, normalizando ese asesinato en plena vía pública. Esta acción es totalmente opuesta -en su lógica y forma- a la del cuarto policía que ”contempla” -cómplice- sin hacer nada a los otros tres victimarios directos. ¿La construcción de nuestra propia identidad social a quién se parecerá más de estos dos personajes?

Asimismo, en lo personal, sentí una emoción grande al ver las fotos de las gigantescas oleadas masivas multi-identitarias en muchísimas ciudades de EU, con una enorme determinación moral, fraternidad, solidaridad con la familia Floyd y los afroamericanos, y realizando acciones noviolentas en su inmensa mayoría para lograr ¡cambios de fondo ya!. También me emocioné con dos fotos en que se mostraban un cuartel de policía en Minneapolis y una patrulla quemándose. En estas fotos se ve toda la fuerza de la lucha noviolenta en este levantamiento social, al quemarse uno de los principales símbolos de la identidad de los cuatro victimarios: un coche de policía y el cuartel donde reciben las órdenes inhumanas. No se están quemando policías sino un símbolo, en una acción que podría ser vista como un “ataque directo” violento a un objeto material del poder público, pero que en su lógica de “construcción de justicia y paz verdaderas” constituye la destrucción de un medio que acaba de ser usado para cometer un crimen de atroz inhumanidad, por tanto la interpretación de la acción no debe centrarse en el “fetichismo” de la mirada hacia las armas usadas (bombas molotov), y con ello ocultar el verdadero significado de la acción: destruir lo que mató a George. Es una acción que entraría en un rango cercano al “sabotaje”, que son tipos de acciones en la frontera entre la noviolencia y la violencia, porque no atacan a personas sino a objetos que esas personas adversarias usan para oprimir o acumular más poder. Por acciones de ese tipo Nelson Mandela fue preso 27 años (1962-90).

A su vez, algo que también afloró rápidamente en estas protestas masivas, es la historia y cultura que existe en el pueblo norteamericano, y especialmente en el afrodescendiente por Martin Luther King y muchos otros líderes noviolentos, acerca de las movilizaciones noviolentas y particularmente de la desobediencia civil, verdadero motor en el avance de la humanización de nuestra especie, y para nada factor de caos social como pregonan quienes quieren conservar el statu quo. Es una experiencia histórica que está instalada en muchas identidades sociales y culturales, y puede aflorar cuando se necesita. Lo que estamos viendo, con emoción y total solidaridad, en la parte de la población norteamericana levantada contra esta brutal injusticia, es una gran ira, rabia e indignación moral y material. ¡Qué bueno! La vida, dentro de la cultura y construcción de paz con justicia, exige estar permanentemente atento ante situaciones inhumanas que nos rodean -cerca o lejos- y reaccionar ante ellas “desobedeciendo” para no ser cómplices -directos o indirectos-. Ése es el “camino para humanizarnos”; a veces es individual, a veces grupal, a veces masivo como ahora. O sea, en palabras del zapatismo, Hannah Arendt y Stephane Hessel, construir, promover y accionar la “digna rabia” y la “indignación”. La población de muchas ciudades de Estados Unidos, y luego de otros lugares del mundo, colocó la indignación moral, la justicia, el no al racismo, por encima del terror a morir por el contagio, y salió a las calles -para recuperarlas y no soltarlas en este encierro pandémico- poniendo sus cuerpos en forma masiva y en total contacto a protestar con enorme determinación, en los lugares exactos asociados a los victimarios y las autoridades que los sostienen -empezando por el presidente-, para exigir plena verdad, justicia y cambios de fondo.

Una acción muy bella y ejemplar fue que la gente en muchas ciudades se quedó en la calle protestando aún con toque de queda (existente en más de ¡40 ciudades!), enfrentando los arrestos masivos con total calma y poder. Bien dijo Luther King: “Hasta que no seamos dignos de llenar las cárceles, no seremos dignos de la victoria”. Se sabe que en un nivel de legitimidad y masas como ahora, el encarcelamiento rápidamente se le revierte a la autoridad, se vuelve simbólico e inmoral, por lo que se ve obligada a cancelarlo. Asimismo, la permanencia del plantón frente a la Casa Blanca, pese a las grandes amenazas y represión de Trump, ha sido significativa. Emblemática también fue la negativa de Choferes sindicalizados de Minneapolis a transportar manifestantes arrestados por la policía, en un claro ejemplo de no-cooperación. A su vez, cada vez más será clave la participación pública decidida y clara de grandes sectores de la “reserva moral” estadounidense (arte, cine, ciencia, cultura, política, religión, sindicatos, deportes…) manifestándose abiertamente en forma noviolenta radical, proporcional al hecho de alta violencia que se combate.

Por otro lado, es una experiencia histórica que un adversario como Trump tiene su mayor potencial incitando a la violencia (en un twit que Trump sacó enseguida que comenzaron las protestas dice: “Si comienzan los saqueos, comenzarán los tiroteos”), construyendo la espiral del odio (acusando de terroristas a los grupos antifascistas) y mostrándose mesiánicamente como salvador (foto con la Biblia en la iglesia de san Juan). Necesita justificar su represión de todo nivel mostrando y provocando la violencia de los adversarios, de ahí que el movimiento social noviolento conoce por experiencia que la fuerza moral y material de las protestas pierde muchísima eficacia si hay ataques violentos a personas o instalaciones sin relación directa con los victimarios. Eso también, inmediatamente aleja una de las principales armas de este tipo de lucha: la suma masiva de cuerpos, ya que el temor hace que la gente no se sume a la causa en las calles. Nos pareció muy estratégica la acción en que grupos de activistas bloquearon entradas de tiendas para impedir que hubiera saqueos de grupos de protesta que usan tácticas violentas diferentes.

Así, cada vez más se ha afirmado y creido el carácter noviolento del levantamiento, logrando que, incluso, algunos sectores de la autoridad se dividieran y manifestarna su negativa a reprimir manifestaciones y a a que se cumplieran las demandas legítimas urgentes.

4- Preguntas estratégicas para seguir reflexionando y actuando

Por supuesto que un hecho social con este nivel de originalidad y radicalidad de lucha directa, cultural y estructural, nos coloca delante de muchas preguntas y “observables sociales” centrales para tomar conciencia en nuestras vidas y en el orden social en que vivimos acerca de cómo luchar mejor y más para su humanización. Quisiera compartir, con sencillez y sin tener respuestas plenas, unas pocas preguntas-ejes de reflexión, desde la mirada de cultura de paz y noviolencia estratégicas:

  • ¿Qué elementos se conjugaron en este hecho social que crearon una ruptura “intelectual, epistémica y/o moral” en millones de personas -la gran mayoría multirraciales, no activistas sociales ni defensoras de los ddhh- tan grandes como para salir inmediatamente a la calle en medio de una pandemia, en el país con más muertos y contagios del mundo, anteponiendo su fuerza moral a su propia vida?
  • ¿Por qué tardó la justicia 4 días en arrestar a Dereck Chauvin, y 9 días en arrestar a los otros 3 policías que estaban con él, con tamañas movilizaciones?
  • ¿Hasta dónde llega la construcción mental, moral, cultural y física del orden social que nos atraviesa, educa en disciplinamiento a todos desde el inicio de nuestras vidas, hacia la “obediencia anticipada a toda orden de castigo que la autoridad emita” (Juan Carlos Marín)? ¿Es tan profunda, ignorante e infantilizante que la ejercemos aún oyendo a un moribundo desconocido que nos grita al lado “¡Mamá! ¡No respiro!”, con una cámara filmando, por 20 dólares -dizque falsos- que no son ni míos?
  • ¿Qué se hubiera logrado en cuanto a verdad, justicia, no repetición y reparación, sin estas movilizaciones de levantamiento social? ¿Hasta dónde pueden sobreponerse protestas sociales en la estrategia de la noviolencia activa y la del anarquismo insurreccional, tomando estrictamente en cuenta sus respectivas claves de acumulación en la lucha (fuerza moral y violencia material respectivamente) y dejando de lado prejuicios morales? ¿Qué efectos y resultados tienen, en concreto, ambas estrategias de lucha en relación a la estrategia de la “espiral de violencia y odio” de Trump y la ultraderecha?

Finalmente, una sencilla pregunta acerca del “principio de realidad” del orden social en que vivimos, para evitar caer en ilusiones, aunque sí con cierta esperanza ahora:

si Dereck Chauvin hubiera sido afrodescendiente, ¿nos podemos imaginar la campaña mediática y político-social de odio acusándolo de sádico, inhumano y no estaría ya sentado en la silla eléctrica?

 

Fuente:  https://desinformemonos.org/levantamiento-social-en-estados-unidos-antirracismo-y-resistencia-civil-noviolenta/

Imagen: https://pixabay.com/

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Isabel, Isabel, qué desdicha haber nacido en Guatemala.

Por: Ilka Oliva Corado

 

Que la poeta guatemalteca Isabel de los Ángeles Ruano vive en la miseria y necesita ayuda, ¡bah!, ya se sabía desde hace décadas. Pero en Guatemala nos encantan las llamaradas de tusa. Nos encanta también aparentar, vivimos de las apariencias y del qué dirán y regimos nuestras vidas alrededor de lo que puedan decir los demás de nosotros. Entonces por eso vamos con la corriente, de ahí que se formen las grandes revoluciones de redes sociales: bocanadas nada más.

Por eso es que hoy el nombre de la poeta más grande que ha tenido Guatemala resuena en las redes sociales, no porque nos importe ni como poeta ni como adulto mayor, mucho menos sus circunstancias de vida. Porque la gran Isabel lleva décadas caminando ida, como idos caminan los que se suben a los buses al pedalazo a ofrecer sus productos, productos que nadie quiere comprar, personas a las que no quieren escuchar, porque en la modorra del cansancio, del desvelo o de la madrugada también está la angustia del día a día propia del obrero sin pisto. Como idos caminan los que tienen hambre y llevan días sin comer. Como idos se atreven a soñar los vendedores de chicles con poner una abarrotería y no tener que andar llevando agua, sol y frío para vender diez quetzales en un día. Como idas van las mujeres junto a sus hijas y hermanas a vender atoles a las plazas anhelando un día con tener un comedor. Pero, bah, a quién le importa lo que pueda soñar una mujer de tercera edad que se suba a un autobús a vender lapiceros y un folleto con poemas de su autoría.

¿Qué de hermoso puede escribir un patojo de canillas cenizas y charraludo que ofrece sus dibujos en papel bond en un autobús, en docenas de autobuses durante el día? ¿El payaso que cuenta sus chistes y ríe por no llorar porque en casa lo esperan sus hijos, con hambre? El mismo payaso que implora que lo dejen subir al bus, solo un momento para ver si puede ganarse por lo menos lo de la cena de sus hijos, que ya mañana será otro día, otra ruta, otros buses, otras humilladas, otra desgalillada.

Hoy ¿duele? Isabel de los Ángeles Ruano, solo hoy, solo unas horas mientras dura la llamarada en las redes sociales, mañana será otra la goma, otro el lomo donde se suban los que se cuelgan de todo, porque solos no pueden sostenerse en pie. Y los comentarios van y vienen con las conjeturas de que si es enferma mental, que si por eso es así. Ese ser así de humana, de pueblo, de mujer de a pie, de lomo curtido, de tobillos inflamados de tanto caminar. De mujer obrera, con hambre, sin dinero más que para el bocado de comida de vez en cuando. De necesidades como todos. Todo se reduce a que si es enferma mental, la gran poeta, la poeta más grande que ha parido Guatemala, porque no hubo, no hay ni habrá nadie más grande que Isabel. Pero pues, hablar de una poeta que camina calle tras calle, sin ínfulas, sin buscar codeos ni aplausos, ni exigir reconocimientos, que camina vendiendo sus lapiceros y sus libros con sus poemas, una obrera, una vendedora ambulante. Como el vendedor de calcetines, como los que venden dulces, como los que venden tijeras y ofertas de lápiz labial y desodorantes.

Una vendedora ambulante como los señores que cargan a mecapal sus escobas y los trapeadores que van ofreciendo de casa en casa, que tocan puertas que no se abren ni para ofrecerles un vaso de agua mucho menos para darles un plato de comida y no digamos comprarles una, una simple escoba y no porque la necesiten, pero para ayudar. Ayudar a la pobre economía de ese vendedor, a que descanse su espalda por el peso. Pero la solidaridad de muchos solo existe en las bocanadas de las redes sociales, donde galantean con las fotos y los aplausos de los que igual que ellos van y vienen con la corriente. La solidaridad del pueblo, ésa está bajando la ladera.

Hay mucho que decir, por la situación de vida de la poeta más grande del país, por el Estado ausente en todos los sentidos, por la sociedad inhumana que somos. Porque Isabel de los Ángeles Ruano refleja la situación de miles de adultos mayores en Guatemala que se tienen que ver obligados a exponerse de tal manera para lograr un bocado de comida. Ella es poeta, pero hay campesinos, obreros, jornaleros, aquellos que se pudren cortando caña, olvidados, los que sucumben en las fincas de café, los que se muelen la espalda cortando hortalizas, sembrando frutas para los finqueros adinerados. Los que se ampollan las manos ordeñando vacas para que otros se atraganten y se emboten el bucul de tanto, de la gula, del desperdicio.

Porque la poeta con sus pasos cansados lleva el caminar de las familias a donde no llega el agua, allá en el oriente de niños desnutridos, de abuelos muriendo de hambre. De milpas enteleridas que no llegan ni al metro de estatura Y no logran ni dar jilotes. Duele como una herida viva, el olvido, el descaro, el abuso y la indolencia de una sociedad incapaz de salir de su burbuja de comodidad para poner los pies en el suelo y caminar junto a los que han caminado siempre, descalzos.

Isabel se sube a los buses y se para enfrente y anuncia su producto, como anunciados son los migrantes deportados, que quién por ellos. Ella ante un público muerto en vida, los deportados ante una sociedad podrida. No merecen a una Isabel de los Ángeles Ruano, ni a los millones de campesinos, jornaleros, obreros y migrantes que luchan día con día, cargando en sus lomos, lomos curtidos a una sociedad canalla.

Isabel, Isabel, qué desdicha haber nacido en Guatemala.

Fuente: https://insurgenciamagisterial.com/isabel-isabel-que-desdicha-haber-nacido-en-guatemala/

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Post-Covid 19: ¿qué virtudes asumir? (IV)

Por: Leonardo Boff

 

 Este modo de vida sostenible se traduce en prácticas virtuosas que hacen real el modo sostenible de vivir. Son muchas las virtudes para otro mundo posible. Seré breve, ya que publiqué tres volúmenes con este mismo título «Virtudes para otro mundo posible» (Sal Terrae 2005-2006). Enumero 10 sin detallar su contenido, lo que nos llevaría lejos.

La primera es el cuidado esencial. Lo llamo esencial porque, según una tradición filosófica que proviene de los romanos, cruzó los siglos y adquirió su mejor forma con varios autores, especialmente en el núcleo central de Ser y Tiempo de Heidegger. En él se considera el cuidado como la esencia del ser humano. Es la condición previa para el conjunto de factores que permiten el surgimiento de la Vida. Sin cuidado, la Vida nunca irrumpiría ni podría sobrevivir. Algunos cosmólogos como Brian Swimme y Stephan Hawking vieron el cuidado como la dinámica misma del universo. Si las cuatro energías fundamentales no tuvieran el cuidado sutil de actuar sinérgicamente, no tendríamos el mundo que tenemos. Todo ser vivo depende del cuidado. Si no hubiésemos tenido el cuidado infinito de nuestras madres, no sabríamos cómo salir de la cuna y buscar nuestro alimento, ya que somos seres biológicamente carentes, sin ningún órgano especializado, necesitamos el cuidado de otros. Todo lo que amamos también lo cuidamos, y todo lo que cuidamos, lo amamos. Con respecto a la naturaleza significa una relación amistosa, no agresiva y respetuosa de sus límites.

La segunda virtud es el sentimiento de pertenencia a la Naturaleza, a la Tierra y al Universo. Somos parte de un gran Todo que nos desborda por todos los lados. Somos la parte consciente e inteligente de la naturaleza. Somos esa parte de la Tierra que siente, piensa, ama y venera. Este sentimiento de pertenencia nos llena de respeto, de asombro maravillado y de acogida.

La tercera virtud es la solidaridad y la cooperación. Somos seres sociales que no sólo viven, sino que conviven con otros. Sabemos por la bioantropología que fue la solidaridad y la cooperación de nuestros antepasados antropoides la que, al buscar alimentos y traerlos para el consumo colectivo, les permitió dejar atrás la animalidad e inaugurar el mundo humano. Hoy, en el caso del coronavirus, lo que nos está salvando es la solidaridad y la cooperación de todos con todos. Esta solidaridad debe comenzar por los últimos e invisibles, sin los cuales deja de ser inclusiva de todos.

La cuarta virtud es la responsabilidad colectiva. Ya hemos expuesto su significado más arriba. Es el momento de la conciencia en el que cada uno y toda la sociedad se dan cuenta de los efectos buenos o malos de sus decisiones y actos. Sería absolutamente irresponsable la deforestación descontrolada de la Amazonia porque desequilibraría el régimen de lluvias de vastas regiones y eliminaría la biodiversidad indispensable para el futuro de la vida. No necesitamos referirnos a una guerra nuclear cuya letalidad eliminaría toda la vida, especialmente la humana.

La quinta virtud es la hospitalidad como deber y como derecho. El primero en presentar la hospitalidad como un deber y un derecho fue Immanuel Kant en su famoso texto «En vista de la paz perpetua» (1795). Entendía que la Tierra es de todos, porque Dios no entregó propiedad de ninguna parte de ella a nadie. Pertenece a todos sus habitantes, que pueden caminar por todas partes. Cuando se encuentra a alguien, es el deber de todos ofrecer hospitalidad, como signo de pertenencia común a la Tierra, y todos tenemos derecho a ser acogidos, sin distinción alguna. Para Kant, la hospitalidad junto con el respeto de los derechos humanos constituirían los pilares de una república mundial (Weltrepublik). Este tema es de mucha actualidad, dado el número de refugiados y las muchas discriminaciones de diferentes clases. Tal vez sea una de las virtudes más urgentes en el proceso de planetización, aunque una de las menos vividas.

La sexta virtud es la convivencia de todos con todos. La convivencia es un hecho primario porque todos venimos de la convivencia que tuvieron nuestros padres. Somos seres de relación, que es lo mismo que decir que no vivimos, simplemente, sino que convivimos a lo largo del tiempo. Participamos de la vida de los demás, de sus alegrías y angustias. Sin embargo es difícil para muchos convivir con aquellos que son diferentes, ya sea de etnia, de religión, de partido político. Lo importante es estar abiertos al intercambio. Lo diferente siempre nos trae algo nuevo que nos enriquece o nos desafía. Lo que nunca podemos hacer es convertir la diferencia en desigualdad. Podemos ser humanos de muchas maneras diferentes, a la manera brasileña, italiana, japonesa, yanomami. Cada manera es humana y tiene su dignidad. Hoy, a través de los medios de comunicación cibernéticos, abrimos ventanas a todos los pueblos y culturas. Saber convivir con estas diferencias abre nuevos horizontes y entramos en una especie de comunión con todos. Esta convivencia implica también a la naturaleza, convivir con los paisajes, con los bosques, con los pájaros y los animales. No sólo para mirar el cielo estrellado, sino para entrar en comunión con las estrellas, porque de ellas venimos, y formamos un gran Todo. En definitiva, formamos una comunidad de destino común con toda la creación.

La séptima virtud es el respeto incondicional. Cada ser, por pequeño que sea, tiene valor en sí mismo, independientemente del uso humano. Albert Schweitzer, gran médico suizo que fue a Gabón, África, para atender a los hansenianos, desarrolló el tema en profundidad. Para él el respeto es la base más importante de la ética, porque incluye la acogida, la solidaridad y el amor. Debemos empezar por el respeto a nosotros mismos, manteniendo actitudes dignas y formas que despierten el respeto de los demás. Es importante respetar a todos los seres de la creación, porque ellos valen por sí mismos; existen o viven y merecen existir o vivir. Es especialmente valioso el respeto ante toda persona humana, pues es portadora de dignidad, de sacralidad y de derechos inalienables, sin importar de dónde provenga. Debemos un respeto supremo a lo sagrado y a Dios, el misterio íntimo de todas las cosas. Sólo ante Él podemos arrodillarnos y venerar, pues sólo ante Ella cabe esta actitud.

La octava virtud es la justicia social y la igualdad fundamental de todos. Justicia es más que dar a cada uno lo que es suyo: entre los humanos, la justicia es el amor y el mínimo respeto que debemos dedicar a los demás. La justicia social es garantizar lo mínimo a todas las personas, no crear privilegios, y respetar sus derechos en pie de igualdad, porque todos somos humanos y merecemos ser tratados humanamente. La desigualdad social significa injusticia social y, teológicamente, es una ofensa al Creador y a sus hijos e hijas. Tal vez la mayor perversidad que existe hoy en día sea la que deja a millones de personas en la miseria, condenadas a morir antes de tiempo. En este tiempo de coronavirus, se ha demostrado la violencia de la desigualdad social y la injusticia. Mientras algunos pueden vivir en cuarentena en casas o apartamentos adecuados, la gran mayoría de los pobres están expuestos a la contaminación y a menudo a la muerte.

La novena virtud es la búsqueda incansable de la paz. La paz es uno de los bienes más ansiados, porque, por el tipo de sociedad que construimos, vivimos en permanente competencia, con llamadas al consumo y a la exaltación de la productividad. La paz no existe en sí misma; es la consecuencia de valores que deben ser vividos previamente, los que dan como resultado esa paz. Una de las formas más acertadas de comprender la paz nos viene de la Carta de la Tierra, donde se dice: «La paz es la plenitud que resulta de las relaciones correctas con uno mismo, con otras personas, con otras culturas, con otras vidas, con la Tierra y con el Gran Todo del cual somos parte» (nº 16f). Como se puede ver, la paz es la consecuencia de relaciones adecuadas y el fruto de la justicia social. Sin estas relaciones y esta justicia sólo conoceremos una tregua, nunca una paz permanente.

La décima virtud es el cultivo del sentido espiritual de la vida. El ser humano tiene una exterioridad corporal mediante la cual nos relacionamos con el mundo y con las personas y tenemos también una interioridad psíquica donde se anidan, en la estructura del deseo, nuestras pasiones, los grandes sueños, y nuestros ángeles y demonios. Debemos controlar estos últimos y cultivar amorosamente los primeros. Sólo así podremos disfrutar del equilibrio necesario para la vida.

Pero también poseemos una profundidad, esa dimensión en la que residen los grandes interrogantes de la vida: ¿quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos, qué podemos esperar después de esta vida terrenal? ¿Cuál es la Energía Suprema que sostiene el firmamento y mantiene nuestra Casa Común alrededor del Sol y la mantiene siempre viva para permitirnos vivir? Es la dimensión espiritual del ser humano, hecha de valores intangibles como el amor incondicional, la confianza en la vida, el coraje para enfrentar las inevitables dificultades. Nos damos cuenta de que el mundo está lleno de sentidos, que las cosas son más que cosas, son mensajes, y tienen otro lado invisible. Intuimos que hay una Presencia misteriosa que impregna todas las cosas. Las tradiciones religiosas y espirituales han llamado a esta Presencia con mil nombres, sin poder sin embargo descifrarla totalmente. Es el misterio del mundo que se remite al Misterio Abisal que hace que sea todo lo que es. Cultivar este espacio nos humaniza, nos hace más humildes y nos arraiga en una realidad trascendente, adecuada a nuestro deseo infinito.

Conclusión: ser simplemente humanos

La conclusión que sacamos de estas largas reflexiones sobre el coronavirus 19 es: debemos ser simplemente humanos, vulnerables, humildes, conectados entre sí, parte de la naturaleza y la porción consciente y espiritual de la Tierra con la misión de cuidar la herencia sagrada que hemos recibido, la Madre Tierra, para nosotros y para las generaciones futuras.

Son inspiradoras las últimas frases de la Carta de la Tierra: «Que nuestro tiempo sea recordado por el despertar de una nueva reverencia ante la vida, por el firme compromiso de alcanzar la sostenibilidad e intensificar la lucha por la justicia y la paz, y por la alegre celebración de la vida».

Fuente:  http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=987

Imagen: https://www.diariocolmenar.com/media/k2/items/cache/8e481b6d0e658fe6d85565ec9d0b85b3_L.jpg

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