Page 6 of 81
1 4 5 6 7 8 81

Marina Echebarría Sáenz : Shanghai y la crisis del sistema de externalización

El confinamiento de la macrourbe china paraliza su puerto, el mayor del mundo. Gigantes como Apple, Xiaomi y Tesla se han visto obligados a paros parciales

Todos los días nos acercamos a nuestros comercios y al consumir, sin darnos cuenta, consumamos auténticas proezas. Raramente pensamos en la tecnología y en la planificación que implica que nuestras estanterías estén llenas de uvas de Chile, carne irlandesa, trigo ruso, lino africano o teléfonos made in China. Raramente nos detenemos a pensar que nuestro móvil utiliza metales procedentes de Zaire, Ruanda, Bolivia, Rusia…, que todos estos componentes han sido enviados en trenes y barcos a China, donde han sido ensamblados en macrofactorías y posteriormente embarcados a su vez y distribuidos por todo el planeta. Hemos normalizado vivir en ciudades que importan más del 94% de sus insumos desde más de 100 kilómetros de distancia y en las que la más mínima falla, unas estanterías vacías durante unos pocos días, se convierte en una ofensa a nuestro modo de vida, un síntoma de desorden y caos social. Exigimos (coléricamente) el abastecimiento continuo.

Desde hace poco más de un cuarto de siglo nos sostiene una compleja cadena de extracción, producción, logística y distribución. Una cadena que en realidad es una red, en la que se extraen materias primas de países africanos o latinoamericanos, se transforman en productos en las fábricas del mundo (China, India, Bangladesh, Corea…) y se distribuyen mayormente en el occidente europeo y norteamericano. Todo este entramado se sostiene por una hiperproducción en lugares claves como China, por mano de obra barata en países como Bangladesh, Vietnam, China, y por un tráfico marítimo que incrementa sus volúmenes exponencialmente cada año. El “milagro” económico se basa en el aprovechamiento de los costes más baratos en cualquier espacio del mundo y en una circulación continua de los recursos. Es por eso que en Europa hemos asistido al cierre progresivo de nuestras fábricas y a su traslado a países más económicos para las grandes corporaciones: la externalización. Somos rentistas financieros, países de servicios o productores sobrecualificados, pero ya no somos la Europa industrial del siglo XX. Ya tuve ocasión de reflexionar con ustedes sobre la llamada crisis de suministros, en realidad, los síntomas de que toda esta red comienza a llegar a sus límites y no puede prometer un crecimiento perpetuo. Es en este contexto en el que asistimos a los cuellos de botella o al fallo de los eslabones débiles del sistema, como el provocado por el cierre de Shanghai.

Lo habrán oído, el Gobierno chino ha cerrado la mayor parte de Shanghai por la expansión de la covid en la macrourbe. Hablamos de más de 26 millones de personas confinadas en lo que es uno de los núcleos centrales de la producción y logística de la cadena de suministros mundial. El cierre, lógicamente, ha afectado al puerto de Shanghai-Yangshan, el mayor del mundo: más de 24 kilómetros de instalaciones y muelles que dan entrada y salida a más de 52 millones de contenedores TEU cada año. Shanghai procesaba en febrero el 20% del tráfico mundial de contenedores cada día.

El 19 de abril, cerca de 506 barcos portacontenedores gigantes, decenas de petroleros y un gran número de graneleros y barcos mineraleros esperaban su oportunidad de cargar o descargar en las aguas cercanas al puerto. Un mero síntoma de lo que estaba ocurriendo. Tras decretar el cierre parcial de la ciudad a finales de marzo y el cierre total el 15 de abril, los trabajadores de las principales macrofactorías y los trabajadores portuarios fueron confinados en sus centros de producción. Es decir, para varios millones de trabajadores la burbuja de confinamiento no es su hogar, sino su empresa, en la cual quedan anclados para que continúe la cadena de producción y exportación, muchas veces en condiciones de salubridad y vida cercanas a la esclavitud. Tesla corp. anunció que procedía a poner duchas y a garantizar tres comidas al día a sus trabajadores, lo que nos da un indicio de que no todas las factorías o instalaciones están cumpliendo con este “estándar” de humanidad. Aun así, el transporte terrestre no circula normalmente, por lo que las factorías de producción de gigantes como Apple, Xiaomi, Tesla y otros se han visto abocadas a paros parciales. Los barcos asumen incrementos de demoras de un 75%, días de retraso, lo que a su vez supone un aumento de los fletes, los seguros marítimos, los pagos por estadía en los muelles, las operaciones de estiba y el propio sostenimiento de las tripulaciones. Miles de contenedores refrigerados con productos perecederos o con químicos peligrosos se acumulan, constituyendo una amenaza creciente. Pese a todos los esfuerzos, el número de contenedores en espera es un 195% mayor que en el mes de febrero y la desviación a otros puertos no es solución, porque las fábricas están ahí, deseando verter en las bodegas sus excedentes. Ninguna flota de transporte terrestre puede compensar ese desplazamiento de volúmenes y ningún puerto cercano puede procesar la avalancha de demanda procedente de Shanghai.

Ninguna flota terrestre puede compensar ese desplazamiento de volúmenes y ningún puerto cercano puede procesar la demanda procedente de Shanghai

Algún día nos llegarán los relatos de qué ha supuesto para los trabajadores de Shanghai este confinamiento. Qué precio humano ha tenido que sigamos recibiendo nuestros teléfonos y televisores. Pero, de momento, en los núcleos financieros de Occidente se hacen cuentas sobre lo que nos va a costar el cierre de Shanghai. Las agencias internacionales más prestigiosas ya nos explican que sólo la gran ciudad china podría aportar de un 1 a un 2% de inflación anual a la economía global. Lo que es más difícil saber es si alguien está haciendo cuentas sobre si el sistema de externalización es sostenible. Sobre si es razonable continuar concentrando la producción lejos de su destino, alargando las líneas de transporte, incrementando el volumen de los puertos hasta el infinito y dependiendo de unas líneas de suministro que, al final, son frágiles y pueden verse afectadas por circunstancias imprevisibles: un barco atascado en el canal de Suez, una epidemia en una ciudad, una guerra o una catástrofe natural, quizás. Nuestro ingenio para resolver de manera eficiente el problema de poner una manzana en su supermercado quizás debería comenzar a considerar con más humildad nuestros límites y pensar que la naturaleza está ahí para recordárnoslos. Mientras tanto, asistimos al espectáculo de un atasco en el mar de China.

Marina Echebarría Sáenz es catedrática de Derecho Mercantil.

Fuente: https://rebelion.org/shanghai-y-la-crisis-del-sistema-de-externalizacion/

Comparte este contenido:

España: Se está discutiendo una (insuficiente) Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación

Grupo de reflexión de AMETIC

Se trata de un texto bienintencionado que corregirá algunos problemas, pero que no resolverá las deficiencias que arrastra España en esta materia

Desde mediados de febrero se está en el proceso de discusión de una nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación que regule esta actividad tan importante para el futuro de las naciones desarrolladas en este mundo tan globalizado. Y lo más grave es que en su texto no se encuentra como debiera el papel relevante que la empresa tiene para conseguir los objetivos que se deberían perseguir. Sin su inclusión será muy difícil alcanzar los niveles de riqueza de sus sociedades, el bajo nivel de desempleo y la calidad de los salarios de los ciudadanos que disfrutan los países donde así se hizo.

España tiene un serio problema con estos asuntos. Lo manifiesta el propio anteproyecto de ley aprobado por el Gobierno –en estos días arrancando su debate parlamentario– cuando reconoce que, pese a ser la decimotercera potencia mundial en publicaciones científicas reconocidas y la decimosegunda economía mundial, ocupamos la posición 30 en el indicador de las Naciones Unidad del ranking de países innovadores. Sufrimos de una profunda paradoja, consecuencia de no saber usar el progreso contenido en nuestras investigaciones para llevarlo al mercado y, consecuentemente, a los ciudadanos.

Adicionalmente, y esto ha sido detectado por los expertos algo más recientemente, en España se ha cometido el error de identificar las fuentes de la innovación, básicamente en los entornos de la I+D, ignorando que muy buena parte de los cambios en los comportamientos de mercados y ciudadanos tienen su origen en otros centros o provienen de otros actores. Por lo tanto, la brecha que antes se identificó, de 20 posiciones entre ambas escalas, tiene alguna explicación que merecería ser corregida de inmediato. Volveremos luego sobre este asunto, pero hay otros rasgos que caracterizan, de forma más importante, la insatisfactoria posición española en estos asuntos.

Y nos referimos esencialmente a dos aspectos que tienen mucho impacto en la mejora de la posición de los países en los ámbitos de la Innovación y la I+D. El primero tiene que ver con la mala inserción de las políticas de incentivación de estas actividades en el entramado del organigrama de los gobiernos y las administraciones españolas. Situar en un ministerio la máxima responsabilidad de algo que, por principio, debería ser transversal sin establecer, en el alto rango que le corresponde, las imprescindibles tareas de coordinación entre los distintos agentes involucrados está en el origen de la falta de eficacia de las políticas vividas hasta el presente. Solo en el período más reciente de nuestra historia se vivió un crecimiento diferencial, justo en la etapa en el que se centralizó en el ámbito de la presidencia del Gobierno la dirección de todos los elementos con responsabilidades ministeriales. Ese espacio de gestión tan breve no consolidó los frutos esperados, pero sí dejó claro que esa decisión fue correcta y debería ser considerada de nuevo. Por ello, en una ley que pretenda corregir de forma severa el actual estado de las cosas no se pueden dejar de contemplar reformas profundas en el organigrama de la gestión de la I+D, ni renunciar al establecimiento de organismos de coordinación, al más alto nivel posible, que aseguren la cooperación de amplios ámbitos de la innovación. Existen propuestas para organizar un Consejo Nacional de Innovación, experiencia ya vivida por otros países con éxito en esta materia, que merecerían ser consideradas en una nueva regulación como la que nos ocupa.

Un segundo aspecto, si cabe tan crucial como el primero, tiene que ver con las fuentes de financiación de las actividades de Innovación e I+D. Saludando positivamente el compromiso político para alcanzar el 1,35% del PIB proveniente del sector público, la gran ausencia de las políticas fiscales que deben acompañar a actividades como estas, sometidas a niveles de alto riesgo e incertidumbre, es un muy mal síntoma respecto a haber entendido dónde radica parte de nuestro déficit inversor en I+D. En el más reciente estudio realizado por el grupo de expertos, a petición del Ministerio de Hacienda del Gobierno de España, se afirma de manera rotunda que en el esfuerzo innovador del sector empresarial nos encontramos en una posición rezagada en relación con el resto de las economías avanzadas y que el diseño actual de los beneficios fiscales a la I+D+I en España es ineficiente, explicando con detalle los fundamentos de ambas aseveraciones. Este juicio que viene detrás de los ya emitidos, en ese mismo sentido, por organismos como la OCDE, el FMI, y recientemente la propia Airef, debería de ser suficiente para que en una reforma que se precie de estos ámbitos se propusiesen cambios sustanciales. Pues nada, no se molesten en buscarlos, porque no los encontrarán; como si este no fuera, junto con el anteriormente enunciado, uno de los primeros fundamentos para un cambio transformador: organización y recursos para su ejecución.

Para volver a un asunto que se anunció anteriormente. Se precisa también definir políticas dedicadas a la incentivación de la innovación que tengan en cuenta esas otras fuentes de generación de prácticas que, en las últimas décadas, han presidido los cambios en importantes segmentos de la logística, las comunicaciones, etc. Si bien la ley no debiera ser el campo preciso para su desarrollo, reservado en términos más de reglamentos, sí que sería oportuno que se encontrasen en su articulado las indicaciones que permitan su posterior desarrollo normativo.

Concluyendo: con muchas probabilidades se aprobará una ley bien intencionada que corregirá algunos problemas parciales presentes, como por ejemplo eliminar la nefasta precariedad del mundo investigador con una cuestionable salida preferente del empleo funcionarial, pero seguiremos pendientes de que alguien se atreva a poner las medidas correctoras que saquen a España de las inadecuadas posiciones en las que vivimos. Y mientras tanto, nuestros competidores no dejan de acelerar, posicionándose ante los retos del resto del siglo y abriendo nuestra brecha con ellos. Y luego nos lamentaremos.

Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/04/21/opinion/1650531748_002075.html

Comparte este contenido:

Los trucos del discurso

Por: Carolina Vásquez Araya

El tráfago incesante de información nos tiene al borde de un total escepticismo.

El mundo se encuentra sumido en una lucha solapada, en cuyos frentes no existe el fuego ni se observa caer a las víctimas. Es un escenario producido para desconcierto de los más avispados y estructurado de tal modo, que identificar a los verdaderos contendientes resulte una tarea imposible. Apoyado por un sistema de tecnología de punta a cuyos entresijos jamás podremos acercarnos los seres normales, se invaden nuestros espacios físicos, nuestras percepciones de la realidad y nuestra capacidad de comprensión ante un cuadro plagado de trampas conceptuales. Las relaciones humanas también han entrado en ese juego perverso de suposiciones y miedos fabricados a propósito, dificultando aún más la tarea de practicar la sensatez.

Quizás nuestra dependencia de la tecnología y las comunicaciones globales nos haya quitado una buena parte de la capacidad de análisis, esa habilidad que en las buenas universidades nos enfrentaba a la tarea de separar -intelectualmente- la paja del grano. Hoy estamos condicionados a tragar la píldora entera de aquello elaborado por los más sofisticados centros de poder, con el propósito de creer. Así, simplemente. Creer en verdades sobre las cuales nada nos consta. Creer en la bondad de los “buenos” y en la maldad de los “malos”, sin acercarnos siquiera a las fuentes de esas certezas, tal como Hollywood nos hacía creer en un mundo bipolar, en donde el bien estaba siempre de un solo lado.

Es probable que en nuestro adn esté grabada esa urgencia de creer, por la facilidad con la cual solemos responder a los trucos del discurso. Cuestionarlo todo se considera un signo de rebeldía incompatible con los valores sociales y la buena conducta cívica. La obediencia se impone como conducta ejemplar desde las instituciones consideradas “nobles”, como las doctrinas religiosas y las castrenses, desde cuyos centros se santifica la sumisión y la guerra. En ambos, el heroísmo se vincula a la muerte. La guerra, entonces, se transforma en un acto rayano en la divinidad.

Este sistema de imposición ideológica en el cual se han sumido los hemisferios del planeta, solo produce víctimas. El dominio de las comunicaciones, con su cauda de pérdida de confianza en la verosimilitud del discurso y de la información periodística, se ha convertido en una de las peores formas de la dictadura. Mientras nos cuentan la historia de la libertad y la democracia, nos quitan la libertad de acceder a esos valores supremos, imponiendo sistemas de inequidad y sometiendo a los pueblos a regímenes carentes de oportunidades, condenados a sostener la pirámide del poder.

El enigma planteado para el futuro de la Humanidad resulta, entonces, imposible de descifrar. Cuando un solo hombre -como es el caso de Elon Musk- tiene la capacidad material para ofrecer acabar con el hambre del mundo utilizando su fortuna personal, deberíamos ser capaces de analizar ese hecho con la sagacidad suficiente para distinguir su monstruosidad implícita y no admirar semejante acaparamiento de la riqueza. Programados para creer en la palabra de quienes poseen mayor poder y en quienes reproducen sus discursos, en el fondo sabemos que este universo comunicacional es reflejo del mundo concreto, con sus verdades y falsedades, con sus ventajas y riesgos. Aprender a navegarlo es un ejercicio nuevo y complicado, sobre todo por ser un recurso inevitable de supervivencia.

Distinguir la verdad entre tanta falsedad es un recurso elemental de supervivencia.

Fuente de la información e imagen: www.carolinavasquezaraya.com

Comparte este contenido:

Isabel Piñar: «Dar una clase solo, sola, en un rincón de tu hogar habilitado para ello es inquietante y angustioso». España

Buenas tardes a todos y bienvenidos al IES San Isidro en esta tarde tan lluviosa.

Gracias Pablo por organizar este evento y gracias señora ministra de Educación, Dª Pilar Alegría, y señora viceconsejera de Política Educativa de la Consejería de Educación, Dª Rocío Albert, por hacer un hueco en sus agendas y acompañarnos en este acto. Bienvenidas ambas al IES San Isidro.

Dentro de unos días se cumplirán dos años de unas circunstancias que han marcado un hito en la línea del tiempo de la historia: una pandemia que ha cambiado nuestra vida. Seas lo que seas y te dediques a lo que te dediques, hay un antes y un después de esa fecha.

Hace dos años que se cerraron las puertas físicas de los centros educativos. Esa puerta por la que habéis entrado se cerró, pero la función de los centros educativos no se cerró porque el conocimiento, el aprendizaje solo tiene las barreras que el propio individuo quiera establecer.

La enseñanza continuó en otros lugares en otros escenarios, eso sí, más íntimos y domésticos, que albergaban a los mismos actores y espectadores, pero por separado: profesorado y alumnado y viceversa, porque nuestros papeles se intercambian continuamente.

Recuerdo que nos despedimos en una última reunión presencial de la comisión de coordinación pedagógica como organismo básico de transmisión de la información a todo el profesorado.

Previamente, la mayor parte del profesorado había establecido ya los mecanismos básicos de comunicación con sus grupos.

Teníamos la suerte de contar con aulas virtuales pero no eran suficiente para lo que se avecinaba.

Nos reinventamos: aprendimos a utilizar plataformas educativas online para una enseñanza lo más directa e interactiva posible. Aprendimos rápido: videotutoriales, instrucciones de compañeros y compañeras más avezados en el tema y, después, cursos de formación institucionales. Pero estos métodos que, por cierto, han llegado para quedarse, aunque sea como apoyo, necesitan de medios tecnológicos físicos tanto para el profesorado como para el alumnado. Los medios se consiguieron: administraciones educativas, ayuntamiento, AMPA, etc. Y mientras tanto con el móvil.

Las tutorías siguieron funcionando: sabíamos en qué circunstancias estaba el alumnado, ¿tenían recursos? ¿Se encontraban bien ellos y sus familias? No recuerdo haber tenido tantas anotaciones en mi cuaderno de clase como en aquellos momentos.

No quiero tampoco dar la impresión de que el cierre de las puertas no nos afectó. Las personas que poblamos los centros educativos somos seres gregarios: vivimos en comunidad y nos necesitamos los unos a los otros, tanto el alumnado como el profesorado. La soledad nos es extraña y el silencio, añorado a veces, nos perturba. Lo que identifica a cualquier centro educativo en cualquier lugar del mundo es el rumor que se filtra por las paredes a los pasillos y que delata la presencia de las personas que están dentro, que explican, responden, debaten, y los sonidos más o menos melódicos que indican un cambio de clase. Eso no se sentía cuando alumnado, profesorado y PAS, estábamos en casa y les aseguro que todos lo echábamos de menos.

Dar una clase solo, sola, en un rincón de tu hogar habilitado para ello es inquietante y angustioso. Nos falta el feedback del alumnado. Somos expertos en lenguaje corporal y ese feedback nos permite saber cómo reciben la información nuestros alumnos y si las actividades que realizamos funcionan. Una pantalla con solo el nombre de los chicos y chicas no da ninguna información de tipo emocional.

También necesitamos comunicarnos entre nosotros, preguntar por alguien en concreto que nos preocupa, comprobar que vamos en la misma dirección y sentido con un grupo que necesita más atención. Eso que hacemos a diario en un cambio de clase, una guardia o en el recreo. Toda esa comunicación se interrumpió en parte y hubo que buscar métodos alternativos para obtenerla: como reuniones online periódicas entre el profesorado.

Finalizamos el curso 2019-2020 con un tímido intento de presencialidad.

Habilitamos todos los espacios posibles para transformarlos en aulas: los pasillos, todos los laboratorios, aulas de arte, el gimnasio y este salón de actos

Va a comenzar el curso 2020-2021. Planes de contingencia en varios escenarios. Escenario de semipresencialidad: división de los grupos de 1º y 2º ESO para ser presenciales y seguros y semipresencialidad en el resto de los grupos.
Por nuestra cuenta decidimos ampliar la presencialidad a todos los grupos de 2º bachillerato.

Habilitamos todos los espacios posibles para transformarlos en aulas: los pasillos, todos los laboratorios, aulas de arte, el gimnasio y este salón de actos que hasta hace una semana solo tenía las últimas cuatro filas de butacas y el resto eran mesas de alumnos. Yo misma impartí el curso pasado clase desde este escenario, con cámara para el alumnado que estaba en casa y dos pizarras blancas. Hoy con solo el atril siento que esto está desangelado.

Tiramos tabiques para ampliar espacios y pusimos falsos tabiques en el maravilloso claustro rojo que está en el piso de arriba. Cámaras, pantallas y ordenadores en todas y cada una de las aulas. Los medios tecnológicos ya no nos resultaban extraños. No obstante, el curso se inicia con cursos de formación para el profesorado y el alumnado sobre el uso óptimo de todos los medios con los que contamos. Estas modificaciones permanecen aún este curso, han sido ampliadas con pantallas táctiles y han llegado para quedarse. Nuestra amistad con las nuevas tecnologías es ya un hecho y gran parte del profesorado se siente cómodo con ellas y les ha buscado múltiples aplicaciones. La frase: el profesorado como sujeto y motor de los cambios educativos cobra aquí un especial significado.

Se modificaron los horarios de entrada y salida, y el horario de los recreos, de manera que en todo momento fueran escalonadas para evitar las aglomeraciones del alumnado en las puertas de entrada. Otra de las medidas que ha llegado para quedarse.

De todos modos, hay que reconocer que teníamos miedo y poca confianza en que la presencialidad funcionara y evaluábamos la posibilidad de que las circunstancias nos llevaran, antes o después, a una situación similar a la del tercer trimestre del curso pasado. No fue así, los centros educativos fueron y son lugares seguros.

En la actualidad, la presencialidad es total. Por supuesto que no tiene nada que ver con el concepto de presencialidad de hace unos años, porque está renovada y adaptada a las circunstancias de cada centro educativo y a sus habitantes.

Y los centros seguirán siendo lugares seguros y los profesores y profesoras seguiremos reinventándonos y los equipos directivos, que también impartimos docencia, seguiremos adaptando nuestros medios físicos y humanos a las necesidades, como lo hemos hecho siempre.

Por favor, recuerden, un edificio puede cerrar sus puertas y ventanas, un centro educativo no, porque sus puertas y ventanas son el conocimiento y el profesorado las mantiene abiertas de par en par en todo momento, allá donde esté.

El profesorado no ha recibido aplausos por su labor. Nunca lo hemos buscado, aunque un gracias de vez en cuando se agradece. Por eso este acto era necesario.

Muchas gracias por su presencia y atención.

The post Isabel Piñar: «Dar una clase solo, sola, en un rincón de tu hogar habilitado para ello es inquietante y angustioso» appeared first on El Diario de la Educación.

Comparte este contenido:

Cómo las mujeres alrededor del mundo están usando la tecnología para poner fin al acoso en las calles

Es lo que buscan varios proyectos alrededor del mundo, que están usando la tecnología para cambiar las políticas y acabar con el acoso.

En la ciudad de Glasgow, Escocia, mujeres están recopilando datos sobre sus experiencias de violencia y acoso en las calles.

Se trata de un mapa en línea para que las mujeres lo llenen con informes de acoso, incluido el acecho, la intimidación y la agresión sexual.

«Estaba a unos tres o cuatro pasos detrás de mí e intentó entrar por la puerta de mi casa cuando saqué las llaves», escribe una usuaria, «pero cuando le pregunté qué estaba haciendo y le dije que mi novio estaba adentro, huyó».

El proyecto está dirigido por Wise Women, una red de seguridad comunitaria, y tiene como objetivo identificar los principales lugares donde ocurren los incidentes de acoso.

Dawn Fyfe, trabajadora de desarrollo estratégico en Wise Women, espera influir en los políticos y planificadores urbanos para lograr que la ciudad sea un espacio más seguro para las mujeres.

«Sabemos que el acoso y el abuso de las mujeres está ocurriendo en los espacios públicos», le dijo a la BBC.

«Podemos usar esto para brindar una contribución informada a los enfoques estratégicos de la violencia contra las mujeres e influir en cualquier cambio que se produzca».

Los datos en Glasgow se recopilarán durante tres meses hasta el 1 de marzo, y los hallazgos iniciales se compartirán el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

Las mujeres detrás del proyecto esperan que el esquema pueda extenderse e incluso implementarse a nivel nacional en Reino Unido en el futuro.

Mapeo del acoso

La agregación de datos geográficos de la gente para crear un mapa digital actualizado, -el llamado «crowdmapping»- ya ha sido usado en el pasado para luchar contra el acoso callejero.

En 2010, un grupo de voluntarias en Egipto creó HarassMap, que permite a las mujeres denunciar de forma anónima incidentes de abuso en espacios públicos.

harassmap

FUENTE DE LA IMAGEN,HARASSMAP

Pie de foto,HarassMap en Egipto fue una de las primeras plataformas para informar sobre experiencias de acoso.

Una encuesta de la época realizada por el Centro Egipcio para los Derechos de la Mujer indicó que el 83% de las ciudadanas y el 98% de las mujeres extranjeras sufrieron algún tipo de acoso en público.

«Antes de que empezáramos, no había otras personas que vincularan el trabajo comunitario tradicional con el digital en esta área», dice Rebecca Chiao, una de las fundadoras de HarassMap.

«Creo que fuimos las primeras en hacer eso».

Lo lanzaron justo antes de la Primavera Árabe en 2011, que coincidió con un gran aumento en la participación en las redes sociales en todo Egipto que, según Chiao, contribuyó al éxito de su plataforma.

«Solo ver las reacciones de las personas al leer los informes anónimos fue increíble», recuerda.

«Algunos informes eran muy emotivos o gráficos y no era algo con lo que las mujeres en Egipto se sintieran cómodas hablando abiertamente, tal vez con amigos, pero definitivamente no con la familia o públicamente».

«Estaba caminando sola y un obrero no dejaba de llamarme, mirarme y tratar de llamar mi atención. Sus colegas también se reían y me miraban», escribió una usuaria.

Otra informó de una experiencia de exposición indecente e intimidación.

«Estaba caminando a casa por la noche y un taxista se detuvo frente a mí, salió del auto, se desabrochó los pantalones y comenzó a tocarse. Doblé la esquina y fingí entrar en uno de los edificios, y después él pasó lentamente en el auto tratando de ver si había entrado».

Sin embargo, HarassMap ya no recopila informes anónimos porque las leyes en Egipto relacionadas con la recopilación de datos han cambiado.

En cambio, su brazo internacional ahora asesora y apoya la puesta en marcha de plataformas en otros países y comparte su experiencia para lograr una tolerancia cero en el acoso en la esfera pública y en espacios privados.

Chiao dice que una historia de éxito entre las que HarassMap ha ayudado es SafeCity, que comenzó en India y desde entonces se ha expandido a otros países, incluidos Nepal, Kenia y Nigeria.

Rebecca Chiao

FUENTE DE LA IMAGEN,REBECCA CHIAO

Pie de foto,Rebecca Chiao está asesorando a mujeres en otras partes del mundo para que reporten el acsoso callejero.

«Un problema mundial»

SafeCity fue fundada por ElsaMarie D’Silva y sus amigos en diciembre de 2012 como reacción a la brutal violación en grupo y asesinato de la estudiante Jyoti Singh en un autobús en Delhi.

«Queríamos hacer algo de inmediato», explica D’Silva. «Es un problema global y hay un subregistro en todas partes».

«Herramientas como SafeCity son una excelente manera de denunciar tu experiencia de forma anónima y creemos que documentarla es el primer paso para recibir justicia».

El mapa recopila casos de acoso, incluida la toma de fotos, los silbidos, la exhibición indecente y la masturbación pública.

«Las mujeres a menudo saben instintivamente que lo que se les ha hecho está mal, pero no siempre saben que tienen derecho a denunciarlo», señala D’Silva.

«SafeCity construye una comunidad de apoyo y experiencia compartida. Es un documento sanador y desarrolla la capacidad para la conciencia situacional».

D’Silva dice que han llevado los datos a las autoridades y la reacción ha sido positiva para aumentar la seguridad de las mujeres en las áreas críticas mediante nuevas medidas, que incluyen más patrullas policiales y presencia de circuito cerrado de televisión.

«Las mujeres y las niñas se sienten más seguras informando y levantando la alarma y pueden quedarse afuera más tarde y hacer más con su tiempo», señala.

«El mundo no se detiene a las 7 de la tarde», dice.

Es exactamente por eso que, en respuesta a las llamadas de sus usuarias, la aplicación global de búsqueda de rutas Citymapper ahora ofrece trayectos que pueden no ser necesariamente los más rápidas, pero sí los más poblados o mejor iluminados.

La función «Carreteras principales» brinda opciones específicas para cuando se viaja después del anochecer.

«Calles más animadas y bien iluminadas, fáciles de memorizar y para evitar parques y callejones», le dijo a la BBC Gilbert Wedam, jefe de diseño de Citymapper.

«La ‘mejor’ ruta no siempre es la más rápida, sino que depende en gran medida del contexto en el que uno se encuentre».

Mural de SafeCity

FUENTE DE LA IMAGEN,SAFECITY

Pie de foto,SafeCity comisiona murales para alentar a la gente a reportar incidentes.

De manera similar, una emprendedora en Recife, Brasil, buscó llenar el enorme vacío de datos sobre denuncias de acoso en su país y encontrar una solución para hacer las calles más seguras.

Simony Cesar es la fundadora y directora ejecutiva de NINA, una tecnología que se puede integrar en otras aplicaciones, incluidas las de planificación de rutas y de transporte compartido, para permitir la denuncia de acoso.

«En los datos oficiales del gobierno, es como si el problema no existiera», afirma.

Incluir a las mujeres en la toma de decisiones

La madre de Cesar trabajaba en un autobús público y hablaba de lo difícil que era para las mujeres viajar hacia y desde el trabajo.

Cuando Cesar creció, ella misma vio y experimentó la realidad del acoso en el transporte público.

«Conocí a muchas mujeres que dejarían la escuela o su trabajo simplemente para evitar el miedo al transporte público», señala.

Una encuesta reciente realizada por una red de seguridad de mujeres, el Instituto Patrícia Galvão/Locomotiva, encontró que el 81% de las mujeres informaron haber experimentado algún tipo de violencia en sus ciudades en Brasil.

Simony Cesar

FUENTE DE LA IMAGEN,SIMONY CESAR

Pie de foto,Simony Cesar creó una tecnología que puede integrarse a otras apps para reportar acoso.

Una ONG de seguridad pública, Fórum Brasileiro de Segurança Pública, estima que hay un caso de acoso cada cuatro segundos en el transporte público de Brasil.

NINA funciona al integrarse con otras aplicaciones proporcionando un botón para denunciar fácilmente incidentes de acoso o agresión, proporcionando datos a Cesar y su equipo.

«Los datos recopilados por nosotros se utilizan para demostrar que existe un problema real», afirma.

«Llevamos la información a las autoridades y promovemos el desarrollo de políticas que hagan las ciudades más seguras, inclusivas y habitables, especialmente para las mujeres».

De vuelta en Escocia, Reino Unido, Dawn Fyfe destaca la misma necesidad de que escuchar más las voces de las mujeres.

«Queremos que las mujeres se incluyan en la toma de decisiones para que sus experiencias sean el centro de las soluciones en la planificación urbana».

«Es misoginia a simple vista y tenemos que responder para detenerla en la raíz», le dijo a la BBC.

«Queremos lograr un cambio ahora, ya basta».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-60170873

Comparte este contenido:

Alertan del impacto en México ante deserción escolar por pandemia

Expertos y organismos advierten impacto negativo en pobreza, empleos y competitividad nacional en corto y mediano plazos por la disminución del aprendizaje y la situación educativa actual.

Centros de análisis, organizaciones empresariales del país y organismos internacionales advierten que, a causa de la pandemia de Covid-19, México tendrá un impacto en la productividad, empleabilidad y pobreza debido a la deserción escolar, el rezago educativo y la disminución en los aprendizajes.

Organismos como del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Banco Mundial subrayan que el rezago educativo y formativo de capital humano traerá impactos en el desarrollo económico y social de México.

Cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP) reconocen al menos 270 mil deserciones de estudiantes de nivel básico, pero organismos privados como el IMCO estimaban el año pasado que más de 628 mil alumnos habían abandonado sus estudios por factores relacionados con la pandemia; en tanto, el Banco Mundial consideró que se trata de 2.5 millones de casos.

Expertos en materias educativa y económica, como José Antonio Esquivias, presidente de la Comisión Nacional de Educación de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); Eduardo Backhoff, extitular del extinto Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE), y Benjamín González Roaro, exsubsecretario de Educación y actual presidente de la Academia Mexicana de Educación, sostienen que el abandono de las escuelas por motivos relacionados con la pandemia repercutirá en serios problemas para la competitividad nacional en el futuro.

Un análisis del IMCO, publicado al cierre del primer semestre de 2021, señala que un país con una población que tiene menos habilidades formativas debido al rezago educativo provocado por la pandemia enfrenta dos tipos de costos económicos: a niveles personal y nacional.

Detalla que, en el plano individual, los trabajadores tendrán menor acceso a empleos mejor pagados. De acuerdo con el Banco Mundial, esto hará que el estudiante promedio pierda 8% de su ingreso anual futuro, lo que equivale a un mes de salario al año por el resto de su vida productiva.

“A nivel país, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que en los próximos 80 años este fenómeno le podría costar a México un monto acumulado de hasta 136% del PIB de 2019.

“Esto implicaría que nuestro país dejaría de producir hasta 1.7% del PIB cada año o un monto similar al gasto total ejercido por la SEP en 2019”.

El IMCO destacó, con base en datos del Banco Interamericano de Desarrollo, que previo al arranque del ciclo escolar 2021-2022 en México hubo una deserción de al menos 628 mil estudiantes entre seis y 17 años de edad, debido a la crisis económica provocada por la pandemia. En tanto, el Banco Mundial refiere que el efecto combinado de la pobreza de aprendizaje y las profundas asimetrías entre y dentro de los países amenazan la productividad futura de la región.

De acuerdo con el estudio Actuemos ya para proteger el capital humano de nuestros niños, México se encuentra entre los países en los que se ha registrado mayor deserción escolar, pues estima que 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes dejaron la escuela, lo que representa una reducción de 10% en su matrícula.

“La deserción escolar podría aumentar 15% debido a la pandemia”, alerta el Banco Mundial.

Advierte que las implicaciones por el cierre de escuelas para los ingresos y la productividad podrían ser enormes: “La pérdida de aprendizaje puede cuantificarse en términos de ingresos a lo largo de la vida utilizando evidencia del retorno a la educación, esperanza de vida y mercado laboral”, señala el organismo.

Alerta que con un cierre de 10 meses, un alumno promedio de América Latina y el Caribe podría perder 23 mil 628 dólares de ingresos a lo largo de su vida, equivalentes a mil 313 dólares de ingresos anuales.

Consecuencias e impacto de la deserción escolar en México

José Antonio Esquivias, de la Coparmex, estima que en los próximos cinco y 10 años podrán verse las consecuencias económicas y el impacto productivo para el país a causa de la pérdida de aprendizajes y la deserción escolar.

“El primer golpe será dentro de cinco años, cuando egresen de las universidades aquellos estudiantes que acuden a las escuelas de manera híbrida o que sigan aprendiendo e línea. Toda esa generación de universitarios saldrá con una disminución de aprendizajes y de competencia”, dice.

Esquivias considera, además, que dentro de 10 años “tendremos una baja significativa en toda esta capacidad de ingreso, de generar riqueza. El país, por ende, verá afectado su Producto Interno Bruto, por eso tenemos que aplicar recursos para poder entrar a un tema de recuperación de aprendizajes”, advierte.

Agrega que es prioritaria una mayor inversión en el sector educativo para la recuperación de los aprendizajes, puesto que, añade, en los próximos años se tendrán bajos salarios, más empleo informal y mayor violencia en las calles a causa de una disminución en los aprendizajes.

“La situación es complicada porque las autoridades educativas de este país deberían estar trabajando en nuevas competencias para la enseñanza, cómo enseñar de diferente manera, cómo resolver el rezago y crear una estrategia para recuperar a quienes han dejado la escuela. Esto debe ser la prioridad”.

Para Eduardo Backhoff Escudero, lo poco que se conoce son algunos estudios que hizo el Inegi sobre el impacto de la pandemia en la educación, los cuales hablan de que la mayoría de los estudiantes que atendieron la educación en línea lo hicieron a través de un teléfono celular, y de otro grupo que la abandonó por distintas razones: enfermedad o problemas económicos.

Asegura que “la pandemia generó una regresión educativa y no se ve un plan para poder recuperar lo que no se aprendió”, porque los niños pasaron de grado en automático, no se reprobó a nadie, independientemente de que se haya aprendido o no, en todos los grados.

Menciona que, a la larga, se va a perder parcialmente a una generación de estudiantes, porque los niños de primaria que estaban en la edad de aprender a leer, escribir y hacer operaciones aritméticas, y no aprendieron, perdieron ese año. El tiempo es un recurso no renovable.

El exsubsecretario de Educación y actual presidente de la Academia Mexicana de Educación, Benjamín González Roaro, asevera que, derivado de la pandemia de Covid-19 y de un proceso de deterioro de la calidad de la enseñanza en este sexenio, el país va a tener serios problemas de productividad y de competitividad en el futuro.

“Los profesionistas no van a competir solamente con profesionistas o técnicos preparados de México, sino también de todo el mundo, y entonces nuestra gente va a tener serias limitantes en esa competencia internacional”, advierte. Refiere que México enfrenta una situación muy delicada, con un sistema educativo limitado y debilitado, y con una pandemia que ha agravado aún más los rezagos en la formación de los estudiantes y ha incrementado las brechas de desigualdad, así como socioeconómicas.

Por su parte, Carlos Ornelas, doctor en Educación por la Universidad de Stanford, señala que es incierta la afectación que la deserción escolar derivada de la pandemia puede provocar en la productividad del país.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/alertan-del-impacto-en-mexico-ante-desercion-escolar-por-pandemia

Comparte este contenido:

IOT y «data science» en la educación

Los últimos dos años quedarán siempre en nuestra memoria por la llegada de la COVID-19, por el caos o la incertidumbre, pero, también por el punto de inflexión que ha dotado a la tecnología hiperconectada de visibilidad en lugares y sectores en los que hasta ahora parecía de difícil aplicación. Cómo en toda crisis, sea del tipo que sea, hay quienes en medio de las dificultades siempre encuentran la oportunidad para avanzar y mejorar en algunos aspectos, como ha sido el caso de la educación.

El sector educativo está evolucionando en su metodología, cada día más alejada de lo que entendemos como tradicional, pero también su suma a la transformación digital. Si cada día es más normal integrar este tipo de tecnologías en auge como el IoT en la industria y las empresas, ¿por qué no hacerlo en las escuelas?

El IoT está creciendo muy rápido, aportando valor a todas aquellas industrias que deciden aplicarlo, y, por ello, son cada vez más los centros educativos que apuestan por su uso, aunque sea de manera gradual, ya que los dispositivos IoT contribuyen a la construcción de entornos educativos distintos.

El Internet de las Cosas puede estar presente de manera crítica en algunos sectores como el logístico, donde se emplea de manera masiva para la monitorización de activos en tiempo real, por lo que conocer su aplicación y potencial es de gran utilidad de cara a la empleabilidad del alumnado.

Además de lo referente a la mejoría de la experiencia tanto desde el punto de vista del que aprende como del que enseña, no puede pasarse por alto la gran utilidad del IoT en lo referente a la seguridad tanto física, si se emplea para la vigilancia de los recintos como atribuida a lo digital para proteger la red interna que contenga información relevante del centro, los alumnos o los profesores.

Respecto a los datos, el uso del IoT permite una mejoría en la gestión de los centros educativos, recogiendo un volumen de información que, posteriormente, la dirección de los centros puede utilizar para enriquecer rendimientos o ahorrar costes. Por ejemplo, conectando la iluminación o los sistemas de calefacción y refrigeración al IoT y teniendo un control de horarios, aulas vacías y apagados programados.

Un aspecto fundamental es la implicación de los estudiantes con estas tecnologías IoT. El Data Science y El Internet de las Cosas son dos tecnologías en crecimiento, prácticamente acaban de aterrizar, por lo que todo indica que de aquí a unos años se convertirán en auténticas necesidades tanto como lo es un teléfono móvil o un ordenador hoy día. No está de más que se invite a los alumnos, sobre todo si cursan algo en relación con la ingeniería, a descubrir estas nuevas posibilidades que ofrece el IoT.

La administración de esta tecnología juega un papel determinante en esta era tecnológica con nativos digitales en las aulas. El IoT tiene el firme propósito de colaborar para que colegios, institutos y universidades otorguen a sus alumnos una formación excelente acompañada de unas herramientas de gestión de vanguardia.

Fuente: https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/11597048/02/22/IOT-y-data-science-en-la-educacion-.html

Comparte este contenido:
Page 6 of 81
1 4 5 6 7 8 81