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Niños costarricenses: Una tragedia educativa

Centroamérica/ Costa Rica/ 14.05.2018/ Por: Eliécer Feinzaig. Fuente: www.nacion.com.

Cuando uno vive en el país de los eufemismos, cada vez que una autoridad gubernamental anuncia el cambio de nomenclatura de cualquier cosa —una institución, un programa o un indicador— provoca una enorme dosis de sospecha y escepticismo.

Por eso, cuando leí el reportaje de La Nación del pasado 19 de marzo (http://bit.ly/2ptlV5B) acerca de la disminución de la exclusión escolar observada en el 2017, se me pararon las antenitas de vinil. La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, explicó que se dio un cambio de enfoque al hablar de exclusión y dejar atrás el concepto de deserción escolar.

Desde una perspectiva meramente cuantitativa, nuestro sistema educativo es un rotundo fracaso

Si bien el cambio fue meramente de nomenclatura —la medición es exactamente la misma— me alegró leerlo porque implica, como señala la ministra, dejar de ver el problema como una “decisión voluntaria y personal” de abandonar los estudios para entender que existen “factores personales, familiares y del propio sistema educativo que influyen en que el estudiantado permanezca o no en las aulas”. Es, en otras palabras, reconocer que el sistema educativo puede —por inadecuado— expulsar alumnos. Y lo hace.

El sexto informe Estado de la Educación (EE2017) revela que apenas “un 4,6 % de las 3.731 escuelas públicas que operaban en el 2016 ofrecían el plan de estudios completo para la enseñanza primaria”. Ahí tenemos un claro indicio de un sistema educativo que expulsa a sus alumnos. Que más del 95 % de las escuelas no ofrezcan el plan de estudios completo quiere decir que la enorme mayoría de los estudiantes nunca será expuesta a materias como artes, deportes o computación, que podrían despertar su interés o ayudarles a descubrir su pasión.

Quizás por esto la tasa neta de escolaridad —el porcentaje de niños entre 6 y 12 años que se encuentran enrolados en la educación primaria— ha venido cayendo desde más del 97 % en el período 2005-2011, al 93,1 % en el 2016. Peor aún, nos dice el EE2017, la matrícula de sexto grado en el 2016 representó un 83,4 % de la reportada en primer grado seis años antes. Casi 17 de cada 100 niños matriculados en primer grado en el 2011 se perdieron en el camino a sexto grado.

Medición generacional. Estos datos me hicieron recordar una conversación que tuve recientemente con el Dr. Luis Daniel González Aguiluz, director del Programa de Informatización para el Alto Desempeño (PIAD) de la Asociación para la Innovación Social. Sostiene Luis Daniel que el abandono de las aulas no se debe medir con respecto a la matrícula inicial de cada año, sino en referencia a la matrícula en primer grado de cada generación o cohorte.

Para explicar el concepto, analizaré lo sucedido con la cohorte del 2005. Dado que la educación formal tiene una duración teórica de 11 años en la modalidad académica y de 12 años en la técnica, intentaré responder la siguiente pregunta: ¿Cuántos de los niños que entraron a la escuela por vez primera en el 2005 concluyeron la secundaria en el 2015 (o el 2016 en el caso de la educación técnica)?

En el 2005 ingresaron 95.811 niños a primer grado del sistema de educación tradicional en horario diurno. En el 2015 se matricularon 42.783 jóvenes en undécimo año en educación académica y técnica en horario diurno. Aunque la comparación no es exacta, nos da un primer indicador de exclusión en la educación: tan solo el 44,7 % de los niños que iniciaron su educación primaria en el 2005 llegaron a undécimo año once años después.

La cifra no es exacta, entre otras razones, porque no todos los jóvenes que matriculan undécimo en un año cualquiera iniciaron sus estudios once años antes; algunos repitieron uno o más años. De igual manera, algunos de los estudiantes que inician la primaria en un año cualquiera, la concluirán en más de once años, ya sea en la educación tradicional (después de haber repetido uno o más años), o porque se decantaron por opciones de 12 años como el bachillerato internacional (BI) o la educación técnica, o porque concluirán sus estudios años más tarde en programas como educación nocturna o bachillerato por madurez.

Cifra alarmante. Aun así, la cifra es alarmante: menos de la mitad de los jóvenes en edad de estudiar concluye la educación formal en el tiempo prescrito. La estadística se torna aún más alarmante si hablamos de la proporción de estudiantes que realmente se gradúa.

En el 2015 se presentaron a bachillerato 37.775 estudiantes. De ellos, 5.681 provenían de la educación nocturna, donde el promedio de edad es mucho más alto (no son los jóvenes que empezaron sus estudios once años antes). Nos quedan entonces 32.094 estudiantes, o tres cuartas partes de los 42.783 jóvenes que se matricularon en undécimo en ese mismo año. Vamos viendo como la mazorca se desgrana en cada paso.

La historia se torna todavía más sombría. En el 2015 aprobaron bachillerato 26.709 estudiantes (del total de 37.775). Las autoridades hablan de una promoción del 70,7 %, pero la cifra es engañosa: esconde la enorme cantidad de jóvenes que no llegaron ni siquiera a presentarse a bachillerato.

Del total de bachilleres del 2015, tan solo 18.791 provenían de la educación académica diurna; el resto fueron estudiantes de la educación nocturna (mayor edad promedio) o de la educación técnica (duración teórica de 12 años). Si sumamos los 6.218 jóvenes que obtuvieron su bachillerato en educación técnica en el 2016, tenemos que son 25.009 los jóvenes que, habiendo empezado sus estudios en el 2005, obtuvieron su bachillerato en la educación diurna académica o técnica en el tiempo prescrito.

La cifra, como ya mencioné, no es exacta, y dada la gravedad de lo señalado, merece ser depurada. Lanzo el reto al programa Estado de la Nación, al Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR, a la Academia de Centroamérica o al propio Departamento de Análisis Estadístico del MEP para que lo hagan.

En todo caso, y sin perjuicio de que algún día las autoridades hagan el ejercicio de afinar el dato, resulta muy reveladora la comparación de esos 25.009 bachilleres con los 95.811 niños que matricularon primer grado de primaria en el 2005: tan solo el 26,1 % de los muchachos se graduaron en el tiempo esperado. Visto de otra forma, 70.802 jóvenes que iniciaron su educación en el 2005 no se llegaron a graduar. Esa es la verdadera tragedia de la exclusión educativa.

Fracaso. Desde una perspectiva meramente cuantitativa, nuestro sistema educativo es un rotundo fracaso. Menciona el EE2017 que “en el 2016 solo el 50,4 % de los jóvenes de entre 18 y 22 años había finalizado la secundaria”. Finalizar la secundaria no es lo mismo que obtener el bachillerato.

Lamentablemente, desde una perspectiva cualitativa, la situación es también calamitosa, como lo reflejan los resultados de las pruebas del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), que promueve la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para evaluar las competencias y destrezas de los alumnos en tres áreas (matemáticas, comprensión de lectura y ciencias). Los estudiantes son clasificados en seis niveles, de acuerdo con su desempeño, siendo 1 el más bajo y 6 el más alto.

En el 2015, el 62,6 % de los estudiantes costarricenses evaluados en matemáticas quedaron en o por debajo del nivel 1, lo cual quiere decir que no pueden resolver más que los problemas matemáticos más elementales, y ello únicamente cuando cuentan de manera explícita (no inferencial) con instrucciones precisas y toda la información necesaria para hacerlo. En otras palabras, son alumnos que pasaron por el colegio, pero el colegio no dejó ninguna huella en ellos.

Otro 25,8 % de los alumnos evaluados quedaron en el nivel 2, y solamente el 11,7 % se distribuyó entre los cuatro niveles superiores de la escala de evaluación. Los resultados en lectura y ciencias, si bien algo mejores, tampoco son para alardear.

Hablar de exclusión versus deserción permite entender la magnitud de la tragedia de la educación en Costa Rica. El significativo esfuerzo que ha hecho nuestro país al pasar de invertir poco más del 4 % del PIB en educación hace 20 años a cerca del 8 % hoy no ha rendido los frutos esperados. Dinero hay; las estrategias deben ser revisadas.

Fuente: https://www.nacion.com/opinion/columnistas/la-tragedia-de-70000-ninos-costarricenses/YDVRZY2UGJE5PG5GYODW47U5IE/story

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Entrevista a Idel Vexler: En Educación se necesita continuidad para avanzar

América del Sur/ Perú/ Fuente: www.expreso.com.pe.

Entrevista a Idel Vexler: En Educación se necesita continuidad para avanzar

¿Qué opinión le merece el mensaje del premier Villanueva en el Congreso de la República?

Ha sido muy corto. Y seguramente el ministro ampliará y detallará lo mencionado por el premier. Anunció buenas medidas. Señaló que habrá nombramiento de 38 mil docentes (consecuencia de la ley que promovimos); aumento progresivo a los maestros, para lo cual instalamos una comisión plural y especializada para evaluar su viabilidad  técnica y financiera; metas de aprendizaje al 2021 dándole énfasis a la mejora de la calidad en la secundaria y en el ámbito rural; acceso a internet en los próximos tres años del 35 % de las instituciones educativas públicas de primaria y secundaria. Aunque no tocó el tema de la educación superior y especialmente universitaria.

 ¿Y sobre las cifras relacionadas con las metas de aprendizaje?

Ha señalado que una de las metas al 2021 es lograr que el 15 % y 25 % en segundo y cuarto de secundaria rural, respectivamente, alcanzarán aprendizajes satisfactorios en Comprensión Lectora. Pretende pasar del 2 % al 15 % en lectura en segundo de secundaria. Es razonable. Pero en cuarto grado, donde no hay línea de base y no está programada ninguna evaluación, me parece que la cifra se cae de débil e inconsistente desde el punto de vista empírico.  Otra de las metas es que en Comprensión Lectora se pase del 46 % a más del 55 % y en Matemáticas pasar del 34 % al 45 % en el año 2021. Me parecen bien. Aunque no está programada ninguna evaluación para segundo grado de primaria. De modificar el programa de evaluaciones nacionales tendríamos en  segunda, cuarto y sexto de primaria, así como en segundo y cuarto de secundaria, muchas evaluaciones. Hay que privilegiar más la enseñanza.

El premier dijo lo siguiente: “Tenemos que recuperar el tiempo perdido y poner el pie en el acelerador”. ¿Qué le suscita esta expresión?

¿Tiempo perdido? Si se refiere a nuestra gestión ministerial,  esto no es exacto considerando que entre septiembre de 2017 y marzo de 2018 se hizo efectivas todas las mejoras salariales a los directores, docentes, auxiliares y promotoras de inicial; se desarrolló intensamente la meritocracia magisterial con evaluaciones de desempeño, nombramientos, ascensos, acceso a cargos directivos;  se mejoró el currículo –que está listo–, así como se definió con precisión los valores, los contenidos referidos al fenómeno del terrorismo y la educación sexual integral, y se ha repuesto el área de Historia, Geografía y Economía.

¿Qué más puede señalar sobre el currículo?

Se ha reajustado técnicamente para que sea más sencilla su utilización en los colegios. Y está íntimamente vinculado al desarrollo del programa de tutoría y orientación educativa para acompañar educativamente a los niños, niñas, jóvenes y adultos para prevenir conductas de riesgo. Sobre todo para la prevención de la violencia en general, la violencia contra la mujer y la que se da entre escolares (‘bullying’).

 El nuevo ministro de Economía habla de gastos superfluos en la administración pública hasta por 10 mil millones de soles. ¿Qué podría comentar?

Por supuesto. En nuestra corta gestión realizamos la racionalización del gasto, de órdenes de servicios, viajes, asesorías y consultorías. Dejamos cero consultorías. En mi despacho hubo una sola asesora pero que fue encargada de gestionar una dirección. De ocho asesores que encontré dejé cero. Es más, prohibí eventos en hoteles de 5 estrellas. El suscrito y mis viceministros y secretaria general realizamos cero viajes al extranjero. Nos dedicamos a viajar trabajando por todo el Perú.

–¿Algo que quiera destacar durante “el tiempo perdido” en sus seis meses de gestión?

Lo digo con satisfacción y humildad: se llevó adelante una gran movilización educativa “cerca de las escuelas” mediante el diálogo con los maestros, padres de familia, alcaldes, gobernadores, comunicadores sociales y otros –a nivel nacional  para recuperar el liderazgo, la rectoría y principio de autoridad del sector.  Esto ha permitido que el año escolar 2017 terminara bien y el 2018 comenzara con los mejores auspicios. Si mantenemos está política, tendremos un buen año escolar 2018.

–¿Alguna sugerencia al ministro Alfaro?

Le deseo los mejores éxitos en su gestión. Todos debemos apoyarlo. Le recomiendo que mantenga a los educadores profesionales en las direcciones de línea relacionadas con el trabajo pedagógico. Debe formar equipos multidisciplinarios de profesionales que conozcan de educación y tengan experiencia escolar directa. Que mantenga cercanía con mis colegas maestros y con las escuelas.

VARIOS PROYECTOS QUEDARON LISTOS

1,500 colegios técnicos y 1,500 especialistas

“Mi intención era hacer un trabajo más sostenido con un poco más de tiempo. Pero logramos hacer cosas importantes y han quedado listos varios de mis proyectos en el sector. Por ejemplo, la reorganización del ministerio para hacerlo más expeditivo en función de las necesidades del sistema educativo peruano, con el fin de restablecer las direcciones nacionales de Tutoría y de Educación Ambiental.

“Igualmente, concretar el fortalecimiento de la gestión descentralizada generando 1,500 especialistas en educación para tener buenos equipos pedagógicos en las Direcciones Regionales de Educación y de las UGEL, estableciendo al mismo tiempo un sistema de evaluación anual vinculante de los directores regionales con el Minedu.

“Y en educación técnica el proyecto para tener 1,500 colegios técnicos de calidad, 26 institutos tecnológicos de excelencia y universidades públicas equipadas. Y algo no menos importante: avanzar con la conversión de programas no escolarizados a Centros de Educación Inicial. Me hubiese gustado seguir inaugurando muchos colegios emblemáticos a lo que le pusimos mucha fuerza”, concluye Vexler.

Fuente entrevista: http://www.expreso.com.pe/entrevista/idel-vexler-en-educacion-se-necesita-continuidad-para-avanzar

 

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La SEP: sin aprendizajes clave

Por: Abelardo Carro Nava.

Reza el dicho que el buen juez por su casa empieza, y hay razón en ello. Nuestros abuelos no se equivocaron al respecto y, desde luego, los abuelos de éstos tampoco se equivocaron. Y esto es así porque en términos concretos, si una persona o, en este caso, una dependencia gubernamental como lo es la Secretaría de Educación Pública (SEP), exige a los más de un millón y medio de maestros de México una educación de calidad; ésta para efectos prácticos, debe poner el ejemplo de lo que significa calidad en el terreno educativo y, lamentablemente, esto no es ni ha sido así en lo que va de este sexenio; y para muestra un botón, el pasado 12 de abril del año en curso, esa dependencia publicó un video en redes sociales, acompañado de una pregunta, una exclamación y una felicitación: ¿Terminaste el curso en línea de Aprendizajes Clave del Nuevo Modelo Educativo? ¡Felicidades! Aquí te decimos cómo tramitar tu constancia.

Hasta el momento en que cierro estas líneas, dicha publicación (en Facebook, por ejemplo) contaba con 1,179 comentarios y 2,626 likes (traducidos en un “me gusta”, “me divierte”, “me asombra”). Comentarios como el de Miyam B Estrada se leían: “ya debía terminarlo? Llevo mucho tiempo batallando con la plataforma, me inscribí desde enero y es hora en que no puedo terminar el curso ya que la plataforma tiene muchos contratiempos”; o el de Luz Ma Gro: “Es en serio la pregunta si la plataforma es un desastre, subes las actividades y no aparecen, tratas de entrar y te marca error, entras a un enlace y se tarda como 20 minutos y te saca de la sesión… tiene que ser una broma”; o el de Alma Rosa Olguin Tinoco: “Plataforma deficiente… eso es una tomada de pelo… me quedé en la actividad 4 y no pude entrar nuevamente, ahora qué? Sólo tiempo tirado a la basura. Sus propuestas en línea no tienen el soporte técnico necesario para atender la demanda… pero seguro se llenarán la boca con sus supuestos cursos chafas. Pues felicidades señores, se ve que desquitan bien su labor”.

Comentarios que, si usted gusta, puede observar en dicha página, repito de Facebook, y que en su mayoría tuvieron una respuesta por parte de sus operadores: “Estimad (a) Profesor (a)… por favor reporta el problema que presentas a aprendizajes.clave@tveducativa.gob.mx, o al teléfono 3601-8100 ext. 56632. Saludos cordiales”. Respuesta que, como seguramente imaginará, obtuvo otras sendas respuestas de quienes, en ese espacio, manifestaron su inconformidad sobre la plataforma y las deficiencias que ésta presenta desde que inició el periodo de capacitación de los profesores mexicanos.

¿Cómo espera la SEP que los mentores del nivel básico (por ejemplo) se capaciten sobre un modelo educativo pero, sobre todo, de un documento que consta de más de 670 páginas, como lo es el de Aprendizajes Clave para la Educación Integral, si la plataforma presenta serios inconvenientes?, ¿cómo se espera que se logre implementar dicho modelo a partir de agosto de este año si, en los hechos, la capacitación en línea y presencial, en el primer caso es deficiente, mientras que en el segundo, muchas veces deja mucho que desear?, ¿cómo hablar de una calidad en la educación si la instancia encargada de propiciar y promover esa calidad brilla por su ineficiencia e inoperancia?, ¿cómo se espera que los aprendizajes clave se desarrollen en las aulas y/o salones de clase con base a los tres campos de formación académica por parte de los profesores, si no existe una retroalimentación de las tareas que han subido éstos para que sean revisadas por “expertos” a través de una plataforma que no opera?, ¿cómo podemos comprender el discurso oficialista y pomposo que emite el Secretario de Educación sobre el modelo educativo cuando la realidad que padecen miles de profesores es prácticamente la misma y que se puede observar en publicaciones como las que refiero?

Ahora bien, habrá quién me diga que en las redes sociales es muy difícil conocer quién es docente y quién no lo es, y es cierto; sin embargo, si usted revisa los comentarios que ahí se exponen, casi su totalidad refieren problemas en ciertas tareas, como la 2, la 4, la 9, y así sucesivamente pero, si esto no fuera suficiente, un servidor, al igual que muchos de mis estimados colegas, en la diaria interacción que tenemos con otros tantos más del mismo nivel o de otros, obtenemos, de primera mano, los mismos comentarios sobre los cursos que la SEP ha puesto a disposición de los docentes para que éstos se “capaciten”.

El sol no puede taparse con un dedo, y evidencias como éstas, permiten dilucidar la dimensión del problema educativo que se avecina, y que las mismas autoridades de la SEP no han querido voltear a ver y, mucho menos, reconocer. ¿De quién es el problema entonces? o, mejor dicho, ¿dónde está el problema entonces?, ¿en los docentes que tienen que implementar un modelo que no modela mucho que digamos o en la SEP cuyas prácticas de formación, a lo largo del tiempo, han dejado mucho que desear?

Personalmente, me gustaría conocer la postura del actual Secretario de Educación sobre este asunto y sobre la implementación “piloto” que del modelo educativo se viene dando en más de 1000 escuelas del país, la cuales, por cierto, nadie sabe cuáles son o quién está operando el modelo que entrará en vigor en todo el país en próximos meses.

Soñar no cuesta nada y, ocasionalmente puede ser bonito; sin embargo, los sueños de la SEP no son los que miles de maestros viven a diario en sus centros escolares quienes, preocupados por atender adecuadamente las exigencias secretariales, buscan, como siempre lo han hecho, profesionalizarse en todos los sentidos; esto, con la convicción de ofrecerle a sus alumnos, la mejor educación que pueda otorgárseles.

En suma, si de exigencias estamos hablando, deberíamos considerar la opción de exigir a las autoridades educativas lo que su mismo modelo educativo plantea en cuanto a la formación del profesorado se refiere. Digo, del dicho al hecho hay mucho trecho, y en esta ocasión la SEP, por cuenta propia, evidenció su inoperancia e ineficiencia. ¿Se imagina lo que pasaría si se somete al escrutinio público y de los docentes la “famosa” implementación del modelo educativo? Insisto, del dicho al hecho hay mucho trecho, y en eso tampoco se equivocaban nuestros abuelos y los abuelos de éstos.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-sep-sin-aprendizajes-clave

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 4 problemas de la educación en México

América del Norte/ México/ 02.04.2018 / Fuente: www.animalpolitico.com.

El dato suena paradójico: en los últimos 4 años el gobierno mexicano ha gastado más de 47.500 millones de pesos para mejorar los edificios de sus escuelas. Es la mayor inversión de la historia para el mantenimiento de los planteles que se consiguió con la cotización de bonos de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Pero el dinero no es suficiente para mejorar la evaluación de la educación del país.

De entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México tiene el peor desempeño en el aprendizaje de ciencias, lectura y matemáticas.

Y es que el dinero, por sí solo, ha sido insuficiente coinciden especialistas y autoridades.

De hecho, según organizaciones civiles existen por lo menos cuatro temas que mantienen el rezago en el sistema educativo del país:

Malas condiciones de las escuelas, problemas en la capacitación de los maestros, control de la disidencia sindical en los instituciones educativas en cuatro estados y la exclusión que padecen miles de alumnos que no pueden concluir sus estudios.

Sin mantenimiento

Hasta ahora, la inversión histórica en el presupuesto se concentra en dar el mantenimiento que por varios años dejó de aplicarse a los planteles.

Un tema urgente de atender pero es sólo un paso, le dice a BBC Mundo David Calderón, presidente ejecutivo de la organización Mexicanos Primero, una de las más activas en el tema educativo del país.

En el país existen miles de escuelas sin baños o en condiciones deplorables.
RONALDO SCHEMIDT/AFP
En el país existen miles de escuelas sin baños o en condiciones deplorables.

“El rubro de infraestructura es el que tiene avances más visibles, hay una diferencia importante con respecto a lo que se hacía”, explica.

El cambio sí se nota, de un abandono y ausencia histórico bestial ahora hay un mínimo de infraestructura que no es la adecuada, tardará en llegar al resto del sistema”.

Algo en lo que no coinciden por completo las autoridades.

“Establecimos un nuevo modelo de infraestructura ligado al nuevo modelo educativo, no puedes separar los temas”, explica a BBC Mundo Héctor González de la Garza, director del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED).

Es el área de la Secretaría de Educación Pública (SEP) encargada de aplicar la inversión histórica en el mantenimiento de las escuelas.

“Mejores maestros con todo el proceso de capacitación y de evaluaciones que se realizan junto con el concepto de mejores escuelas ya está dando resultados tangibles en este momento”.

Dinero insuficiente

La calidad de los planteles es una parte del rezago en el sistema educativo mexicano.

Mochilas
GETTY IMAGES
Se estima que la inversión en infraestructura educativa será cercana a los US2.400 millones.

En 2012, cuando inició el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, no estaba claro el número de escuelas –ni sus condiciones de operación- que existían en el país.

Un censo realizado durante más de un año en casi todo el país reveló que casi la mitad de los 150.000 planteles no tenían drenaje.

Además, una quinta parte carecía de agua potable y en más de 40.000 no había baños o electricidad.

En esto se concentran los recursos. “Componer sanitarios es muy evidente, pero hay que arreglar la instalación hidrosanitaria y eléctrica que no necesariamente se ve pero que es indispensable”, explica el funcionario.

“Debe tener agua para acceder al programa de bebederos, arreglar muros, pisos, techos, paredes, barandales, todo lo que implique seguridad para alumnos y maestros”.

Sin embargo, a pesar de la cuantiosa inversión no será posible resolver los problemas en todos los planteles, advierte David Calderón.

Un estudio de Mexicanos Primero revela que el 59% de las escuelas del país operan en malas condiciones. Remediar los problemas de todas no será posible en este gobierno.

La suspensión de clases en algunos estados afecta al sistema educativo de México.
PATRICIA CASTELLANOS/AFP
La suspensión de clases en algunos estados afecta al sistema educativo de México.

Se necesitarían otros seis años para que las escuelas salgan de una situación precaria a una aceptable“, insiste.

El director del INIFED reconoce que la histórica inversión no alcanza para todo.

El programa Escuelas al 100, el mecanismo para aplicar los recursos, está dirigido a unos 33.000 planteles, los que se consideran “con mayores necesidades”.

El resto de las escuelas serán atendidas en la medida que se apliquen recursos oficiales de cada gobierno estatal.

Disidencia sindical

Otro de los temas que explican los problemas del sistema educativo mexicano es la capacitación de los maestros.

En el país existen 440 escuelas normales pero según datos de Mexicanos Primero sólo 17 de ellas tienen un nivel superior de educación.

El resto no cumple con los estándares internacionales, y en muchas de ellas existe un profundo activismo político que sustituye a las clases, afirma Calderón.

Parte de la responsabilidad es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el ala disidente del sindicato de maestros.

El grupo se opone a la Reforma Educativa y desde su promulgación, en 2013, impide que se aplique en los estados donde la disidencia tiene mayor presencia: Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Uno de los temas donde más hay resistencia es en la evaluación de los maestros, que forma parte central de la Reforma.

Protestas de maestros.
JULIO CESAR AGUILAR FUENTES
La protestas de maestros descontentos con la reforma educativo son frecuentes en México.

La CNTE bloquea la aplicación de exámenes y también suspende con frecuencia las clases en miles de planteles.

El resultado es, afirma Mexicanos Primero, un bajo desempeño escolar de los alumnos en las entidades con dominio de la disidencia.

“La formación de maestros sigue estando casi en el mismo estado que cuando empezó la reforma, se va a crear un desajuste”, advierte Calderón.

Y en esto poco ayuda el dinero. “Mucho del efecto positivo de tener mejores escuelas no va a fructificar hasta que no haya mejor formación de los maestros”.

“Si no cambias la lógica de las relaciones de aprendizaje tendrás un mejor escenario para el mismo fracaso, el logro de aprendizaje depende sustancialmente de las relaciones de aprendizaje entre alumnos y maestros”.

Indígenas, los más vulnerables en la educación

Uno de los problemas de fondo es la forma como durante décadas se impartieron las clases en México, con base en un modelo de memorización y no de entender lo que se estudia.

educación
A pesar de la “inversión histórica” hay problemas estructurales que no van a ser solucionados.

Es una de las razones de la evaluación negativa del país ante la OCDE.

Pero también de la exclusión de miles de niños en las escuelas. De hecho de cada 100 estudiantes de educación básica sólo 57 logran ingresar al bachillerato.

El caso más grave ocurre en las comunidades indígenas. Según Mexicanos Primero sólo 2 de cada 10 estudiantes de esos alumnos aprenden lo que se espera en los programas escolares.

Una de las razones es el abandono histórico que padecen. Las escuelas con peores condiciones en el país, por ejemplo, se encuentran en comunidades indígenas.

Los maestros en esos planteles reciben menos apoyo que sus compañeros de otros lugares, y el presupuesto para mantener las escuelas ha sido mínimo.

Esto empieza a remediarse ahora pero “el dinero no va a bastar, nos vamos a engañar si pensamos que mucho cemento produce mejor aprendizaje“, advierte David Calderón.

“Apenas se crean las condiciones mínimas de convivencia, seguridad y resguardo de los niños. Es una deuda de justicia”.

Fuente: https://www.animalpolitico.com/2017/06/problemas-educacion-mexico-inversio

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“La cultura y educación nutre el lenguaje de la política con argumentos y formas de pensar”: dos docentes sobre el panorama colombiano

América del Sur / Colombia / 05.02.2018 / Por: Diego Valdivieso / Fuente: www.revistaarcadia.com.

Yolanda Reyes y Julián de Zubiría son dos voces críticas e importantes a la hora de hablar de la coyuntura nacional y la educación en Colombia. Cada uno lo hace desde su columna semanal, Reyes en El Tiempo y Zubiría en Semana Educación. Cada uno lidera una institución educativa de la capital que apuesta por una educación diferente.

Reyes es escritora y directora del jardín infantil y librería Espantapájaros, de Bogotá, que busca formar niños a partir de la lectura. Un mundo que se construye, desde la primera infancia, alrededor de los libros: “Nutrimos con lenguajes (artísticos, literarios) su psique, su vida emocional y cognitiva, para que se expresen de muchas formas, conversen, discutan y disfruten la lectura”, señala Reyes. Un modelo de educación que va dirigido a que los niños vean “el aprendizaje y las preguntas como las tareas más apasionantes de la vida, desde la infancia”.

Zubiría, una figura ahora recurrente en diferentes programas de televisión, en los que se le ve debatiendo sobre la actualidad del país, es rector del Instituto Alberto Merani de Bogotá. Es un colegio que se enfoca no tanto en el aprendizaje, sino en la formación del estudiante con un currículo que está enfocado en el desarrollo del pensamiento, la lectura crítica y la formación ciudadana, lo que lo diferencia de otras instituciones educativas, según Zubiría. Él explica que “siguen bajo el paradigma de la transmisión de información fragmentada e impertinente, que poco o nada impactan las estructuras profundas para sentir y pensar en los niños y jóvenes”.

Hablamos con ellos sobre los tiempos que corren.

¿Qué se puede hacer para que la gente no vote engañada en las próximas elecciones? Y, en este sentido, ¿qué papel cumplen los medios? La Silla Vacía, por ejemplo, tiene un “detector de WhatsApp”: la gente les envía cadenas de WhatsApp que están circulando sobre la actualidad política y ellos investigan para ver si es cierto lo que se dice y luego comunican el resultado en sus redes.

Julián de Zubiría: Educar a la población para fortalecer un voto más reflexivo y consciente. Este papel lo pueden cumplir los medios, las familias, las escuelas, las universidades y las iglesias. Desafortunadamente casi ninguno de estos lo cumple y cuando lo hacen –como en el caso de varias iglesias cristianas– es para beneficio de la propia comunidad, mezclando peligrosa y equivocadamente la fe y las elecciones. Necesitamos fortalecer la educación política en las instituciones educativas con ejercicios de elección de representantes y con simulación de las campañas políticas en Colombia. Los medios tienen una enorme responsabilidad en diferenciar las propuestas, en validar las promesas y en investigar antecedentes y acciones de los candidatos. Como casi nada de lo anterior se hace y como el nivel educativo es tan bajo, sigue predominando la manipulación emocional de los colombianos.

La gente vota desinformada por presidente y más aún por senadores y representantes. Es común oír a alguien decir: necesito que me recomienden por quién votar en Senado y Cámara. ¿Qué responsabilidad tienen los medios? ¿Realmente se preocupan por informar a la gente?

Yolanda Reyes (respondiendo a esta y a la anterior pregunta)Hablar de «los medios» en general puede llevar, si se me permite la redundancia, a generalizar, pues hay evidentes diferencias en la manera como se plantea esa preocupación por informar. Quizás no todos los medios de comunicación tengan como prioridad «informar» de la manera más objetiva posible (entendiendo, por supuesto, que la objetividad en materia electoral es relativa). Y digo esto porque hay ejemplos evidentes de otras prioridades electorales en los medios. Algunos les apuestan ostensiblemente a un candidato o a una tendencia política, pero el problema es que, a diferencia de lo que ocurría cuando había medios identificados con partidos políticos, y el lector lo sabía claramente y podía, incluso, entender los sesgos, en la actualidad esa identificación ideológica y partidista no es tan tajante. En muchas ocasiones, desde la manera de titular o desde el espacio concedido a uno u otro candidato, hay una postura mediática que, más allá de informar, editorializa y toma partido, pero que se presenta con una aparente neutralidad. Y entonces, es el elector  quien tiene que leer entre líneas toda esa información que no se ha hecho explícita. Es un problema de lectura y por eso no es ninguna casualidad que los vocablos ‘lector’ y ‘elector’ comparten casi todas las letras.

J.Z.: Los medios tienen una enorme responsabilidad que no cumplen. Podrían educar políticamente si asumieran el rol formativo e investigativo que les corresponde. Deben investigar a los candidatos para rastrear anomalías, propuestas y acciones en las que han participado los candidatos. Deben sintetizar y diferenciar las propuestas. Deben comparar sus propuestas anteriores con sus realizaciones. Deben promover un voto reflexivo, independiente y crítico.

En medio de campañas políticas y del posconflicto, ¿qué puede aportar el sector cultural, de instituciones gubernamentales o privadas, desde su campo? ¿Los escritores y artistas tienen alguna responsabilidad?

 

 Y.R.: Un escritor o un artista son tan ciudadanos, y por consiguiente tan responsables, como un médico o un profesor o cualquier elector, sin importar su oficio. Con ello quiero decir que tiene toda la responsabilidad de hacer una elección que no solo lo afecta a él sino a la colectividad de la que hace parte. Ahora bien, alguien que escribe y orienta a la opinión, o una persona o institución que trabaje específicamente en el sector cultural, tiene la responsabilidad de contribuir al debate con argumentos. El trabajo cultural  consiste, en esencia, en construir alternativas simbólicas y sistemas de lenguaje y de expresión para entendernos con los demás. Y en ese sentido, la cultura nutre el lenguaje de la política con argumentos y formas de pensar, de entender y de expresar.

J.Z.: La responsabilidad de un intelectual es la de promover la reflexión y la lectura crítica de las propuestas. Debe ayudar a encontrar inconsistencias e incoherencias en los planteamientos de los políticos. Debe analizar la viabilidad de las propuestas y debe fortalecer el debate argumentado y respetuoso de las propuestas.

En medio de campañas políticas y del posconflicto, ¿qué responsabilidad tienen los padres de familia, los colegios y las universidades?

Y.R: Enseñar a hablar, a pensar, a discutir y a leer entre líneas, y ojalá, a escribir, pues escribir confiere una distancia necesaria para pensar y para organizar el pensamiento. Nutrir el lenguaje, que es una herramienta indispensable para enriquecer con versatilidad y con matices la discusión política. Y también dar ejemplo. No sé si una sobremesa familiar vociferante que descalifique o insulte a uno de sus comensales por sus ideas políticas sea un buen ejemplo para el ejercicio democrático, y me temo que el hogar puede ser el primer lugar en el que se puede confundir el disenso con el insulto. Este trabajo de proveer un lenguaje como herramienta argumentativa y crítica tiene diversos grados de profundidad, pero es común a la enseñanza en cualquier grado: desde la educación inicial hasta la universitaria.

J.Z: La paz se construye desde la educación, por ello, tenemos padres y educadores que hacen un gran esfuerzo para fortalecer la tolerancia, el debate argumentado y el respeto a la diferencia de opiniones, credos e ideologías.

Sin excepción, en todos los colegios y universidades debería promoverse un voto reflexivo, independiente y argumentado. Eso se logra invitando a diversos candidatos, discutiendo reflexivamente sus propuestas y ayudando a que los jóvenes conozcan y reflexionen sobre ellas. Un proyecto muy bello del gobierno alemán se está implementando para construir una app que le permita a los jóvenes conocer virtualmente su nivel de empatía con las propuestas de todos los candidatos. Dicho dispositivo virtual fue adecuado a Colombia por la plataforma VICE y diversas instituciones, como la MOE o el Instituto Alberto Merani, que estamos participando en calidad de garantes. Cosas así fortalecerán y ampliarán la democracia en el país. Por ello, todos los medios, deben impulsarla.

¿Qué le gustaría que hiciera el próximo presidente en materia de educación?

Y.R.: Que nombre a un ministro o ministra de educación que haya dedicado su vida personal y profesional a pensar en educación, a formarse en educación y a educar. Que respalde, no solo de forma declamativa, sino presupuestal y política, la educación pública: la escuela, la universidad y la institucionalidad de lo público. Que le apueste a los docentes y a las escuelas de formación docente. Que no permita que instituciones como Colciencias se politicen. Que articule los esfuerzos educativos que se hacen en este país, tanto en lo privado como en lo público, pero sin perder de vista la importancia de pensar la educación desde políticas centradas en lo público.

J.Z.: Un gran acuerdo nacional por la educación que garantizara recursos para ciencia y educación; que asegurara educación inicial para todos los niños menores de 6 años y educación superior a los jóvenes, y que llevara a cabo una profunda y estructural reforma a la formación de docentes, al currículo. ¡Le llegó el momento a la educación en Colombia!

¿Usted cree que los presidentes se preocupan por incentivar la formación y difusión de cultura en el país? Es decir, más allá de la existencia de un Ministerio de Cultura.

Y.R.: No me parece. Todo lo contrario. Pese a la importancia que podría tener en este momento del país, la cultura no ha entrado en el discurso de los presidentes. Y me atrevería a decir que tampoco en el de los candidatos presidenciales.

J.Z.: A ninguno de los últimos cuatro presidentes le ha preocupado ni la educación, ni la ciencia, ni la cultura. Esperemos que no sigamos por el mismo camino, porque ningún país ha salido adelante sin invertir en ciencia y en educación. La consigna que he lanzado es muy pertinente al respecto: “Si tu candidato no sabe cómo cambiar la educación, cambia de candidato”.

 

Fuente: https://www.revistaarcadia.com/agenda/articulo/yolanda-reyes-y-julian-de-zubiria-cultura-educacion-en-colombia/68418

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En educación hay que mirar a Asia

Por Ricardo Pereirano.

Con el estrés que ha tenido el país en enero y febrero –las protestas rurales, la irritación manifestada en redes sociales, los problemas graves de seguridad que no tienen fin, las asonadas que han quedado sin sanción dando piedra libre a futuras asonadas, la discusión del presidente Vázquez con un grupo de productores que no le hace nada bien al presidente ni a los productores, la divulgación en la web de Presidencia de circunstancias personales de uno de los que discutió con el presidente, los contratos con familiares en todo nivel del Estado, los cambios en la tan asediada ASSE, las discusiones sobre el atraso cambiario– hablar de calidad de la educación parece cosa de marcianos.
Sin embargo, allí es donde tenemos que poner el foco si queremos en el futuro evitar estos y otros problemas. Diagnósticos tenemos a docenas y acuerdo a nivel político también. El trabajo fermental de Eduy 21, con integrantes de todos los partidos políticos, es clara muestra de ello. Solo falta voluntad política para implementar los cambios y ello implica voluntad de enfrentar a los gremios docentes o sumarlos a la campaña del cambio. Y dejarnos de hablar del ADN de la educación porque es un tema tan semántico que nos aleja del verdadero problema de la educación que es cambiar la forma de enseñar, cambiar el rol de los directores en las escuelas y los liceos, y dejar de hacer trampas al solitario con estimular la eliminación de repeticiones como pretende hacer Primaria, o con proponer eliminar los exámenes, que supondrían una forma de discriminación y una forma nociva de competencia entre alumnos.
Los problemas a este respecto son bastante parecidos a los de la República Argentina y cuesta ver alguien con las convicciones tan claras como la gobernadora María Eugenia Vidal para no bajar el listón de la exigencia educativa. Es que la gobernadora bonaerense, una de las más rutilantes figuras de la política argentina y una de esas personas que, por su forma de actuar y de hablar con coherencia, hace abrigar esperanza allí donde antes reinaba el desasosiego, mira con claridad lo que ocurre en el mundo.
No le escapa a ella ni a otros muchos gobernantes y especialistas cómo la calidad educativa ha ido, al menos en enseñanza primaria y secundaria, hacia el Norte –los países bálticos– y hacia el Oriente –Singapur, Corea del Sur, Japón y ahora China–. En efecto, en apenas dos generaciones los países bálticos dominan las estadísticas PISA y son referencia obligada de quienes pretenden mejorar sus sistemas educativos. Y los países de Oriente también han emprendido una carrera para mejorar la educación primaria y secundaria, han establecido una feroz competencia por millones de cupos pero aún no suficientes para atender toda la demanda de una población que despierta de la pobreza y ve la educación como la escalera del progreso material y social.
Por ello son particularmente interesantes las declaraciones de Inger Enkvist, una catedrática sueca de la Universidad de Lund, que también ejerció la docencia en primaria y secundaria. Enkvist dice que «ahora, los países asiáticos, que hace medio siglo no destacaban en educación ni en economía ni en investigación, han identificado a los conocimientos como el centro de lo que ha dado a Occidente su papel preponderante. Están decididos a ganarle a Occidente y han visto mejor que nosotros qué era lo que nos caracterizaba y han ido a por ello. Por eso, tanto Singapur como Japón y Corea del Sur han tenido la educación como la gran palanca para avanzar rápido. Ahora China se ha apuntado a esa idea.
Trabajan en la misma línea y con una población grande. Debemos tomar nota. Ya teníamos razones internas para cambiar nuestra educación y ahora tenemos también una razón de política exterior».
Enkvist hace un llamado a volver a poner a los conocimientos en el centro de la educación a diferencia de la «nueva pedagogía» que busca algo más lúdico, más práctico. Occidente, en opinión de la pedagoga sueca, ha virado en las últimas décadas a priorizar lo práctico sobre lo teórico. Oriente, en cambio, y especialmente en China, pone énfasis en los conocimientos porque una vez que el alumno los tenga, puede hacer con ellos lo que quiera. Para Enkvist, es bueno conseguir un equilibrio: «Más seriedad y menos presión de la que hay en China hoy, y menos dejadez en Occidente».
Nosotros, que acostumbramos a considerarnos el centro del mundo en estas materias, haríamos bien en estudiar qué está ocurriendo en la comarca y en la periferia. El éxito de los países asiáticos no se puede entender sin la notable mejora educativa. La decadencia relativa de Occidente, tampoco se puede entender sin la permisividad y aflojamiento que se extendido en sus sistemas educativos.
Los éxitos de que se jacta nuestro gobierno son producto de circunstancias externas muy favorables. Mantenerlo exige un cambio educativo profundo. Pero el gobierno no parece querer entenderlo. Es más fácil patear la pelota para adelante y que la agarre el próximo gobierno.

Fuente: https://www.elobservador.com.uy/en-educacion-hay-que-mirar-asia-n1177610.

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Perú: Educación reprobada

América del Sur/ Perú / 12.02.2018 / Fuente: gestion.pe.

Si hace dos años el 27% consideraba que la educación pública había mejorado, según la última encuesta Pulso Perú, ahora solo el 12% opina lo mismo.

 El próximo mes se inician las clases escolares y las familias ya lidian con los gastos de matrícula, compra de útiles y demás.

En un contexto de estancamiento de los ingresos y de caída del empleo adecuado, el desánimo de las personas se magnifica y se extiende a los ámbitos directamente ligados al desembolso de dinero. Pero también contribuye a esa percepción el mal manejo de la huelga de profesores del año pasado, que impactó negativamente sobre la imagen que tenía la reforma del sector.

Si hace dos años el 27% consideraba que la educación pública había mejorado, según la última encuesta Pulso Perú, ahora solo el 12% opina lo mismo, mientras que el porcentaje que piensa que la calidad siguen siendo la misma pasó de 52% a 67%.

La educación privada tampoco sale bien parada, pues su calificación como “buena” disminuye en 17 puntos porcentuales (hasta 43%), aunque el 60% de jefes de familia escogería un colegio privado para sus hijos, si contase con los recursos para costearlo.

Si bien los indicadores de rendimiento escolar mejoran gradualmente, los avances se han visto ensombrecidos por eventos negativos, pues además de la huelga, El Niño costero dejó inutilizables o seriamente dañadas decenas de colegios, sobre todo en el norte del país.

La pésima actuación del Gobierno en la reconstrucción de la infraestructura, también golpeó a la educación, a lo que se suman los constantes reportajes sobre las lamentables condiciones en que muchos niños estudian, tanto en zonas alejadas como en la periferia de Lima.

El año pasado, el Ministerio de Educación invirtió S/ 248 millones más que el 2016, pero el avance de su ejecución presupuestal fue de 73%. Quizá se trate de un nivel adecuado, de acuerdo con los estándares, pero lo que genera preocupación es la enorme brecha que existe entre las necesidades de inversión en infraestructura educativa y lo que el Estado está destinando para reducirla.

El ministro Idel Vexler ha dicho que se impulsarán proyectos bajo el esquema obras por impuestos, lo que podría ayudar a paliar las necesidades de colegios adecuados.

A estas carencias de infraestructura hay que añadir los aparentemente pocos esfuerzos que se hacen para disminuir el ausentismo.

Según el INEI, el 20.8% de niños entre 3 y 5 años no asiste a educación inicial. En suma, de acuerdo con la opinión de los peruanos, la educación no ha mejorado sustancialmente y su costo no justifica su calidad. Y no están muy equivocados.

Fuente de la noticia: https://gestion.pe/opinion/editorial/editorial-educacion-reprobada-227056

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