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Susanna Tesconi: “La tecnología y la pedagogía crítica van de la mano”

La investigadora italiana es diseñadora de entornos educativos y parte del movimiento Edumaker, que apuesta al aprender haciendo.

Por ladiaria.com.uy

El aprender haciendo es la base de la cultura maker que en los últimos años se ha introducido en el campo de la educación y devino en el movimiento Edumaker, del que Susanna Tesconi es una entusiasta defensora. La docente italiana es investigadora en España, donde hizo sus estudios de doctorado basada en la premisa de que la cultura makinges una potencial herramienta en la formación docente. Estuvo en Uruguay esta semana para participar en el ciclo de charlas de Fundación Ceibal “Repensar la educación para un futuro en construcción” y se la presentó como una diseñadora de entornos educativos. Ella asegura que esos ambientes funcionan mucho mejor cuando surgen del codiseño de todas las partes e incluyen la horizontalidad, el respeto y la estimulación para adquirir conocimientos, documentarlos y compartirlos. Tesconi habló con la diaria de cómo la tecnología entró en la educación y encontró su mayor potencial en el mundo maker, sin perder de vista la concepción de un ciudadano crítico.

¿Qué herramientas propone el movimiento Edumaker para trabajar en clase?

Son herramientas en algunos casos físicas, como microcontroladores, máquinas de impresión 3D o varios programas de dibujo. Pero, sobre todo, lo que es interesante es la forma de trabajar de los makers. Es jugar con la tecnología para aprender sobre ella en un entorno donde se mezclan personas expertas y personas que acaban de empezar. Eso es lo que nos motiva más; no lo llamaría un modelo de aprendizaje, sino un contexto donde se aprende en base al interés, al intercambio con otros y a la mezcla de perfiles diferentes, ahí está la creatividad. Me gusta decir que el making no es impresión 3D, es construir con lo que tengas a mano, que pueden ser técnicas tradicionales, como las artesanías.

Dijiste en la charla que no es que los docentes tengan miedo a la tecnología, sino miedo a perder el control cuando ingresa la tecnología al aula. ¿Cómo se trabaja esa pérdida de control y el miedo que genera?

Es un tema de encontrarse en una situación que no conocemos. Como docentes estamos acostumbrados a controlar el aula y de repente, al tener diferentes tareas, los alumnos deciden mucho más y eso desmonta todo el sistema. Nosotros hemos trabajado de par a par, y al estar nos damos cuenta de que no pasa nada. Lo importante es que vean que ese supuesto caos no lo es, es aprendizaje, y sobre todo es involucrar a estudiantes que pueden estar desconectados. Los docentes tienen miedo al juicio, son los que tienen que salir con los resultados, tienen que garantizar los aprendizajes, tienen al director, a las familias, es perfectamente comprensible su ansiedad con respecto a tener que entregar un resultado visible. Pero también hay que entender que somos profesionales que a veces vemos el resultado de nuestras acciones 30 años después.

¿Un docente puede empezar a trabajar solo en esta metodología o es necesario un apoyo externo?

Hay docentes que están aislados en sus centros pero encuentran alianzas externas por medio de internet, en grupos de la comunidad online, y lo implementan. Muchos docentes que trabajan con alumnado problemático sienten que ya no les queda otra y se lanzan a activar solos estas dinámicas. Claro que si cuentan con un apoyo es más fácil y se garantiza que el proceso sea más constructivo, que pueda tener futuro; estar solos frente a un aula es duro, es muy duro.

Comentaste sobre la importancia de activar el interés de los estudiantes. Sin embargo, muchos profesores piensan que a los jóvenes “no les interesa nada”. ¿Qué les dirías?

Hay que buscar, preguntar y dejar espacios para que se puedan expresar. Es muy difícil captar el interés de un alumno si no lo observás en su contexto natural, que no es el aula. Creo que es muy importante movernos del aula, hay que tener unas dinámicas de relación diferente para que estas cosas sucedan. Para captar su atención hay que hablar con ellos, observarlos y trabajar con la cultura popular. Aunque a nosotros, los adultos, no nos gusten los videojuegos o ciertos estilos de música, realmente son una forma de abrir las puertas, que ellos puedan traer sus propios contenidos. Eso también es educación en humanidades; hay que estar dispuestos a rediscutir nuestros gustos para dejar que los contenidos salgan de ellos.

La propuesta de Edumaker está totalmente emparentada con el aprendizaje basado en proyectos. ¿Cómo evaluás la implementación de esta metodología?

El mundo del trabajo funciona de esa manera: muchas empresas pasan de los títulos universitarios, quieren saber si eres bueno para hacer algo. Por otro lado, está muy presente la necesidad de la originalidad: queremos cosas nuevas, ya no se puede estar en un contexto donde se aplica lo enseñado y nada más, hay que aportar algo original y el aprendizaje basado en proyectos, en problemas o en arte; en realidad, todo lo que es generación de conocimientos a partir de unas prácticas es muy bueno y da buenos resultados.

Los cambios se están imponiendo, pero las viejas formas de educar se mantienen. ¿Cómo ves el proceso de recambio?

Ha habido un cambio en la generación de conocimiento a nivel mundial, las comunidades son más abiertas, hay lugares que antes eran sólo para expertos y ahora están abiertos, pero el sistema escolar eso no lo ha recibido del todo. Se hablan dos lenguajes diferentes: por un lado, el mundo de la creación tecnológica con software libre; por otro, el mundo de la educación progresista y su lenguaje teórico. A veces dicen lo mismo, pero en un lenguaje diferente, entonces hay desconfianza, muchos educadores ven el tema tecnológico como el diablo porque las primeras implementaciones se han hecho desde una mentalidad industrial, desde una mentalidad de formación de trabajadores y no de personas. Hay que hacer encontrar estos perfiles, hacerlos dialogar y que se den cuenta de que muchas veces están hablando de lo mismo: la tecnología y la pedagogía crítica van de la mano.

La industrialización es una de las principales críticas que se le hacen al trabajo por competencias. Algunos teóricos afirman que generan personas competentes a un sistema. ¿Qué opinión tenés?

Estoy de acuerdo, yo lo encuentro muy peligroso. Es algo que me preocupa muchísimo, sobre todo en las primeras etapas formativas. Trabajar las competencias en primaria me parece peligroso, porque se trabaja un solo tipo de competencias y se dejan otras, además de que hay mucha confusión en torno a lo que es una competencia y cómo se evalúa. Tenemos que tener en mente que estamos formando ciudadanos, que serán trabajadores, pero el foco no será eso. Yo siento mucha responsabilidad, me da mucho miedo, sobre todo trabajando en el ámbito de la tecnología, producir ejércitos de esclavos a medida de las multinacionales. Trato de trabajarlo mucho con los docentes.

Sin embargo, hay muchos docentes que trabajan paralelamente los proyectos y las competencias. ¿Creés que en algún punto pueden mezclarse?

Creo que hay un nivel superficial y luego un conocimiento y una conformación del ser que es más profunda. En muchos casos da bastante igual cómo lo logres, lo que importa es más bien el objetivo que te pones. Hay mucha gente que ha salido de una educación por objetivos muy cuadriculada, pero con una gran capacidad de interpretación de la realidad en base a su experiencia personal. Lo que tenemos que hacer es discutir qué significa ser docente y qué estudiantes estamos formando.

El cambio está en los futuros docentes. Pero ¿qué pasa con los profesores de formación docente? A veces ellos tampoco saben trabajar por proyectos como para enseñarlo.

Es que no se sabe por dónde atacar. En España hay docentes universitarios que nunca pisaron un aula de lo que están enseñando. Yo creo que lo que nos queda ahora, tal como está la situación, es la estrategia del virus, ir activando espacios de entusiastas, de personas que se lo crean y trabajen también con investigadores que puedan ayudar a transferir estas experiencias, para que se puedan multiplicar. El encuentro es fundamental para correr la voz y generar espacios de discusión que activen la curiosidad.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2018/10/susanna-tesconi-la-tecnologia-y-la-pedagogia-critica-van-de-la-mano/

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Pedagogía Crítica: Construcción de un arco de sueño social y de una entrada a la esperanza, de Peter MacLaren

Autor (es):Mclaren, Peter
Tipo: Libro 

Editor: Aique Grupo Editor

Fecha:Argentina 1994
Idioma: spa
Resumen:Mi propósito, al compartir hoy con ustedes algunas reflexiones, no deriva simplemente del interés por elaborar una metodología más para la práctica en el aula escolar, sino, antes bien, del deseo de trazar el perfil de una visión de la sociedad. Una visión que nos sitúa como productos y, al mismo tiempo, como productores de la historia en la lucha contra la profunda inquietud moral y política que actualmente nos rodea en nuestra calidad tanto de maestros como de trabajadores de la cultura. Es posible describir las presentes circunstancias históricas como un escenario en el cual grotescas y sublimes hibridaciones de nuestros mundos y de nuestras identidades sociales compiten por el espacio abierto por la erosión de la certidumbre, el cambio de paradigmas, la desnaturalización de las fronteras y el carácter cada vez más controvertible que ostentan conocidas dicotomías del pensamiento, fenómenos acarreados por los albores de una portentosa época posmoderna. Nos vemos ante una liza pública de superficial optimismo, vulgaridad y trivialidad grandiosas, vastos aparatos de vigilancia, y brutales estructuras de violencia, las cuales atraviesan la carne y la médula de la vida cotidiana. La desesperanza se ha convertido en nuestra consejera, en tanto permanecemos en el desierto del deseo producido electrónicamente y de una compra anticipada del juicio crítico.

Descargar: Pedagogía Crítica, Resistencia Cultural y la Producción del Deseo Peter Mclaren

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Presentación: Ideas para un CLACSO del Siglo XXI en Quito, Ecuador

Por Luis Bonilla-Molina

A continuación comparto con ustedes la invitación a mi foro que se realizará en Quito del 8 al 10 de Octubre de 2018.

Compartiremos mis ideas para el CLACSO del siglo XXI, ya que está institución se ha convertido en el más significativo laboratorio de ideas para la construcción de pensamiento crítico que fundamente el desarrollo de sociedades democráticas, de justicia social con perspectiva de encuentro humano.

Fuente de la reseña: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=2074782842577717&set=a.139587302763957&type=3&theater

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El docente ante la pedagogía crítica, una perspectiva hacia la calidad educativa

Por: Perla Yvette Estrada González.

La realidad que durante años a aquejado al sistema educativo a nivel internacional no ha sido distinta, por el contrario, cada vez existen muestras e indicadores que permiten visualizar el estancamiento de la educación, en pocos lugares se intenta proponer algo diferente para afrontar esta terrible problemática que por demás está decirlo, es alarmante.
En el instituto Mclaren, se lleva a cabo investigación y propuestas sobre la pedagogía crítica y lo que pretende alcanzar y lograr para todos en un bien común y hacia una postura socialista.
La pedagogía crítica como alternativa, tiene una visión de futuro la cual consiste en establecer por medio del trabajo y el estudio un bien común entre los centros escolares y la comunidad, entre los maestros, los alumnos y los padres de familia, para resolver distintas problemáticas de cada una de las sociedades y sus contextos.
En una entrevista realizada por internet, el Doctor Luis Bonilla entrevistó a uno de los grandes iniciadores de la pedagogía crítica, al cuestionar a Mclaren sobre los desafíos para defender la educación pública sosteniendo que es un derecho para todos, Mclaren sostiene que los desafíos son verdaderamente grades y profundos, que se necesita tener resistencia con una visión que permita mostrar a la educación como una luz al final del túnel, que se necesita con urgencia volver á Marx, y que la pedagogía crítica se visualice como un movimiento social trasnacional.
Con una postura dialéctica, Mclaren sostiene que no se necesita poner al socialismo frente al capitalismo, que es fundamental ver y analizar ambas posturas para poder conocer y proponer la pedagogía crítica, pues el capitalismo no puede ver nada más que eso, es imposible para los capitalistas salir de ese contexto, por lo cual sostiene que no es que sean malas personas, incluso a conocido excelentes personas que verdaderamente están preocupadas por la educación y efectivamente quieren participar para proponer y realizar grandes cambios, sin embargo su realidad y contexto no se los permiten.
Maclaren, afirma que la educación debería ser entonces ese alivio al sufrimiento innecesario que logre entonces cambiar esas estructuras de represión, para lo cual se necesita que los maestros sean autónomos y con alternativas de cambio.
Por su parte Ramírez sostiene que en las universidades, existe una gran producción científica, pues es donde emerge debido su realidad, sus docentes y sus estudiantes. Esta producción científica se encuentra en un 80%.
Sin embargo en cuanto a las universidades es importante centrarse y ubicarse en dos de sus necesidades, la transformación y la investigación, visualizar, valorar e identificar qué está pasando en estos dos escenarios y cómo pueden ser mejorados.
En cuanto a la transformación es interesante analizar desde qué postura se quiere definir este término pues no todos lo comprenden igual, para algunos transformar es simplemente quitar lo que no sirve, para otros, transformar implicaría cambiar lo académico de cada una de las universidades. Sin embargo la transformación debe de tomar lo que ya hay, lo que ya existe para de ahí partir, y construir.
Ramírez, plantea cuatro cuestionamientos sobre la trasformación en las universidades, que dan pie a una buena discusión y un gran debate sobre estas preguntas son:
¿Qué se está enseñando en las universidades?
¿Cómo se está enseñando en las universidades?
¿Quién está enseñando?
¿Se cuentan con los recursos necesarios?
Cada una de las interrogantes es una oportunidad para abordar de manera reflexiva y crítica cuestionamientos sobre la realidad de las universidades de América Latina. Yo me ubicaría en el tercer cuestionamiento ¿Quién está enseñando?, es ahí en donde yo veo una gran oportunidad en cuanto a la educación de calidad, se necesita estar bien atentos en los docentes que están frente a grupos de cualquiera de los niveles educativos, pues como tutores se tiene una gran responsabilidad de los aprendizajes, de la atención y el cuidado de cada estudiante, de brindarles las oportunidades necesarias, de satisfacer sus necesidades cognitivas, y lo más importante de acompañar cada uno de los procesos de los alumnos, es necesario entonces que ahí se encienda un foco de alerta y de esperanza, ¿qué docentes están enseñando? Y bajo que estrategias, herramientas, valores, y actitudes.
Para la enseñanza cuenta mucho la formación la profesión, los ideales, las motivaciones, el entorno, las experiencias y las vivencias de cada uno de los profesores, pues, sin duda alguna esto es lo que lo caracteriza como sujeto, más allá de su rol, le da una verdadera identidad.
Cuando Mclaren menciona que el docente debe crear propuestas y alternativas desarrollando su creatividad, compromete grandemente a cada uno de los profesores pues no se trata de cumplir solo su rol, o ser muy profesional se tendrá que ir más allá y visualizar el entorno y el contexto en el cual se encuentran sus estudiantes así como la comunidad que les rodea, por ello es importante que el docente cuente, construya y potencie cada una de las capacidades a las que Mclaren hace referencia.
Qué se espera entonces de los docentes pasivos, que carecen de motivaciones, aspiraciones, e ideales, que se han acostumbrado o los acostumbraron a ver con solo una mirada y hacia una sola dirección, ¿acaso no es alarmante que estos docentes estén enseñando?, es una de las tantas realidades que han frenado la calidad educativa en cada uno de los países, lo cual es verdaderamente lamentable.
Sin embargo no se trata solo de señalar a los docentes que ya no tienen estas características porque su rol los ha rebasado, ni de aplaudir a aquellos que si las tienen y tratan diariamente de hacer algo diferente que abone a la calidad educativa, se trata de preocuparse verdaderamente por apoyar a los docentes, que sientan ese acompañamiento, esa confianza y esa credibilidad de que efectivamente se espera algo mejor en ellos, se trata de poner el ejemplo, los medio, la disposición y la motivación para despertar en ellos la consciencia del compromiso, la responsabilidad y la autonomía para tener esa creatividad que les permita visualizar una educación posible
Ramírez, argumenta que la mayoría de los docentes investigadores emigran de algunas universidades en busca de mejores oportunidades que mejoren sus salarios, y, ante esto algunos docentes también no pueden radicar en otros países pues no podrían sostenerse familiarmente en el extranjero, este es un hecho lamentable pues los que se quedan en su país pierden la intención de seguir su pasión por las limitaciones que van encontrando, y los que logran emigrar ayudan a otro país que no es el suyo a crecer y progresar, si todo se comprendiera en un fin común, si verdaderamente se centrarán las miradas en una sola hacia el final del túnel como menciona Mclaren todo sería diferente y la educación sería parte fundamental de esa diferencia.
Ante esto Mclaren propone tres ideas fundamentales para comenzar a realizar estos cambios:
Núcleo común.- En el cual los padres y los maestros sean trabajadores de la educación para sus propias comunidades, es decir que la misma educación resuelva esos pequeños problemas inmediatos y todos se beneficien de ellos.
La evaluación de los conocimientos tendría que ser diferente.
Las corrientes de creatividad deberían de traer trabajo para realizar verdaderos cambios estructurales que permitan romper con estas posturas comunistas con paciencia, compromiso, trabajo e ideales comunes.
Mclaren pide con esto a los maestros no desesperarse y tener muy claros los ideales, las convicciones y las visiones sobre la educación que queremos, porque los cambios serán lentos a largo plazo y tal vez varios de nosotros no los veamos, sin embargo mantengamos la mirada en esa luz al final del túnel.

Referencias….
«https://www.youtube.com/watch?v=rT4

Entrevista de Luis Bonilla a Tulio Ramírez, “Educación en Venezuela

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