Ecuador: El olvido destruye a las escuelas

Ecuador / 9 de diciembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Diario

Nunca Doris Ponce sintió tanto silencio en su barrio. Hace dos años cerraron la escuela del sector y se fueron las risas y los gritos de los niños.

La escuela, la 15 de Septiembre, está ubicada en el barrio del mismo nombre.

Antes acogió a unos 300 alumnos, pero ahora es usada para consumir drogas y alcohol, dicen los vecinos. Y de eso pocos hablan, hay un silencio cómplice.
Las paredes del cerramiento están destruidas y ya poco queda de la “escuelita”, como le decían. Ahora solo son aulas vacías y sin techo, llenas de basura y maleza.
El plantel fue cerrado hace dos años, luego del terremoto del 2016.
Doris dijo que al principio se les informó que la estructura estaba afectada, pero después se descartó aquello y el Distrito de Educación argumentó que la escuela era parte de un proceso de reorganización educativa llamado “Instituciones Espejos”.
Es así que el plantel fue cerrado y la mayoría de sus estudiantes reubicados en  la escuela del Milenio, ubicada en el colegio 4 de Noviembre, barrio Las Acacias.
“La escuelita estaba  bien, no se veía tan dañada, después de que la cerraron empezaron a llevarse las puertas y las ventanas y luego quedó así como la ve. Toda destruida, abandonada”, indicó.
Y no solo fue la escuela 15 de Septiembre. Un total de 26 planteles fueron unificados a partir del 2016 en Manta, Montecristi y Jaramijó y entregados a la empresa estatal Inmobiliar. Actualmente algunas se destruyen en el olvido.
Catorce de esos centros educativos se ubican en Manta, por ejemplo: la escuela Ana Bertina Calderón actualmente es ocupada por el Distrito de Educación, la unidad educativa Abraham Lincoln, ubicada en el barrio Santa Fe, hoy es utilizada como bodega del Distrito.
Otras escuelas fueron asignadas a la comunidad para que realicen actividades sociales. También se dijo  que el Municipio de Manta podía solicitar una de ellas a Inmobiliar para usarla  como un parque o algún otro tipo de proyecto comunitario.
Aquello no ha sucedido, según reportes del cabildo.
Un estudio. Sandra Franco, coordinadora zonal de Educación, manifestó que han encargado un estudio sobre estos planteles a la universidad Eloy Alfaro para ver la posibilidad de reabrirlos.
“El próximo año abriremos la escuela Ramón Virgilio Azúa en Tarqui”, indicó.
Para aquello se utilizaron 195 mil dólares.
La universidad hará un censo para determinar si existe demanda de estudiantes en las zonas donde cerraron los planteles, informó la funcionaria. Actualmente hay tres peticiones de padres de familia para abrir escuelas que han   sido cerradas en Manta, Montecristi y Jaramijó.
En Montecristi, por ejemplo, se ubica  la escuela Máximo Delgado.
El plantel se halla en el sitio Tohalla Grande  y  también fue cerrado después del sismo.
Los moradores del sector denunciaron que los ladrones han desmantelado el plantel de a poco.
Hasta ahora se siguen robado las puertas, antes se robaron las mesas y las sillas.
Los alumnos  de este plantel  estudian en una escuela del Milenio ubicada en Los Bajos del Pechiche.
A ellos los recoge un bus pagado por el Ministerio de Educación.
La Humberto Moya.  La escuela Humberto Moya le da pena a Piedad Alvia.
“Antes de esa puerta salían  muchos niños y le daban vida a este barrio”, expresó, apuntando a la entrada  principal del plantel. “Ahora no pasa nada, hasta las tienditas que vendían dulces y colas tuvieron que cerrar porque ya no había quién comprara”, agregó.
La unidad también esta en la lista de las que fueron cerradas luego del 2016. A Piedad y a otros vecinos les dijeron que quedó muy afectada por el terremoto, pero la mujer insiste en que no era para tanto.
Había aulas en buen estado y además si estaba tan mal por qué no se la demolió, reclamó. La escuela actualmente tiene el mismo problema de las otras que dejaron de funcionar.
El cerramiento está caído, hay basura y se observa la estructura cuarteada.
Ya no hay bancas ni puertas. Todo fue retirado semanas después del sismo.
“Nosotros insistimos durante varios días que no cerraran la escuela, pero nadie nos hizo caso”, señaló Lucy Vicuña, quien vive frente al plantel.
Dijo que tenían un lugar cerca para que sus hijos estudiaran y ahora les toca llevarlos hasta la escuela 4 de Noviembre “y eso queda lejos”, indicó.
“Hay que caminar mucho o coger bus porque eso del transporte fue puro cuento; al principio les pusieron un bus, pero después lo quitaron”, expresó.
Ella recordó que en el 2016 reclamaron con los padres de familia de otras escuelas como la  Jorge Cevallos   Calero, Ruperto Mena y 26 de Septiembre, pero no lograron nada.
“Eso estuvo mal, porque no nos tomaron en cuenta a nosotros, nadie nos escuchó y solo cerraron la escuela. Mírela cómo está ahora, abandonada, llena de basura”, expresó.
Fuente de la Noticia:
http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/488425-el-olvido-destruye-a-las-escuelas/
ove/mahv
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