Últimamente podemos encontrar en la red distintas notas que hablan sobre la “gamificación” que, en términos simples, es aplicar los principios y procesos de los juegos a entornos que en principio no son juegos.
“La gamificación en el aula está relacionada con el aprendizaje basado en juegos, que nos brinda contextos abiertos, nuevas ideas y posibilidades. Estudios sobre este tema confirman que favorecen el desarrollo de habilidades cognitivas como la concentración o la memoria, junto con las habilidades psicomotoras al trabajar la destreza visual, la coordinación espacial y la discriminación perceptiva que potencia las habilidades de autonomía, autocontrol y creatividad.
Óscar Ray expone algunas de las claves de la gamificación destacando que se basa en las mecánicas de juego, esto es, las reglas que de los juegos que proporcionan placer, participación y compromiso por parte de los jugadores, al aportarles retos y un camino por el que discurrir. Las principales mecánicas son:
- Recolección de objetos
- Obtención de puntos
- Comparativas y clasificaciones
- Niveles de dificultad
- Feedback o retroalimentación
Por otra parte, la gamificación también está relacionada con las dinámicas de juego, es decir, con las motivaciones o deseos que se esperan conseguir por parte del jugador. Para alcanzar esas motivaciones se utilizan las distintas mecánicas de juego. Existen muchas dinámicas de juego distintas, pero entre las más utilizadas están:
Recompensa:
- Estatus
- Logro
- Expresión (o auto-expresión)
- Competición
- Altruismo
La combinación entre deseos o motivaciones y las mecánicas para conseguirlas, hacen que los juegos tengan éxito. Aplicar estos elementos en las actividades o proyectos de aula sería la gamificación aplicada a la educación”.
Fuente: Conversaciones GESS