Por: Anna Torralbo
La detección y atención escolar hacia las personas con AACC es una asignatura todavía pendiente. Según los datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a finales del curso 2014/2015 solo se habían diagnosticado 19.187 alumnos con altas capacidades. La OMS se estima que al menos son un 2,3% de la población mundial.
A lo largo de los siglos XX y XXI hemos visto como los modelos y los conceptos de inteligencia han cambiado y han pasado de una concepción de la inteligencia psicométrica, a una más dinámica, cambiante y desarrollable a lo largo de la vida (Orientaciones educativas. Alumnado con altas capacidades intelectuales. Gobierno Vasco, Departamento de Educación, política lingüística y cultura. 2013).
Gracias a los avances en el campo de la neurociencia, entre otros, la idea de altas capacidades (AACC), así como las pautas de actuación, se alejan cada vez más de aquellas definiciones basadas únicamente en el coeficiente, como es el caso de la que plantea la Organización Mundial de la Salud (OMS) que define a una persona superdotada como “aquella que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130”. Hoy en día, existen diferentes enfoques a la hora de definirla: hay teorías basadas en el rendimiento, otras basadas en los componentes cognitivos, teorías basadas en los componentes socioculturales y teorías basadas en las capacidades (La teoría de Joseph Renzulli, en El fundamento del nuevo paradigma de la superdotación. UB Psicología. Conferencia del Prof. Josep de Mirandés i Grabolosa. 2001).
Actualmente, y especialmente desde que en 1978 Renzulli formuló su teoría inicial sobre la superdotación (conocida como Teoría de los Tres Anillos), las altas capacidades se explican a través de una interacción de tres elementos o factores determinantes: alta inteligencia, alta creatividad y compromiso con la tarea, o motivación. Así bien, se sostiene que los niños y niñas con AACC destacan por tener una capacidad de aprendizaje muy superior a la media, por su capacidad creativa (bien sea artística, literaria, científica, etc.)y por aprender de una manera radicalmente diferente.
Lamentablemente, en nuestro país no hay un criterio unificado en este ámbito, lo que nos lleva, como indican los miembros de El mundo del superdotado (organización dedicada a la identificación y desarrollo emocional de niños y niñas con AACC), a que un alumno pueda ser considerado de altas capacidades en Andalucía, pero no en Madrid.
Por otro lado, todavía está muy arraigada la idea del coeficiente intelectual como único indicador de las altas capacidades, por lo que es frecuente que estas se confundan con el “alto rendimiento”. Se suele pensar en niños precoces, responsables, que siguen en silencio y aplicados la clase. Alumnos que contestan a todo lo que se le pregunta acertadamente, que escriben perfectamente… Sin embargo, a veces la realidad dista mucho de este “ideal” y, en contraposición, nos encontramos con alumnos inquietos (física y mentalmente), rebeldes y con dificultades para aceptar las normas cuando no son razonables o justas. En muchas ocasiones se mal-diagnostican de TDA-H (Trastorno de Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad). Por este motivo, y porque todavía hay muchos mitos y confusiones alrededor de estos alumnos, es importante ahondar en aspectos como: cuándo y cómo detectarlo y cuáles son las características de este tipo de niños y niñas.
Como señalan las estadísticas publicadas por El mundo del superdotado, el índice de personas detectadas con altas capacidades en nuestro país es todavía muy bajo. Si observamos la tabla, teniendo en cuanta que se estima que un 2% de la población puede ser de altas capacidades, las comunidades presentan un índice de detección pobre.
¿Cuándo puede detectarse?
Existe una creencia extendida de que los niños y niñas con AACC aprenden por sí mismos. Estudios han demostrado que esto no es así, y que un alto porcentaje de ellos tienen fracaso escolar y profesional. Es por este motivo, que es tan importante su detección y su tratamiento.
Como en cualquier caso en el que un niño o niña demuestre tener necesidades especiales, la detección precoz es fundamental a la hora de establecer pautas educativas adecuadas y dar respuestas a las necesidades que estos puedan tener.
Respecto a la edad idónea o a partir de la cual poder identificar las AACC, no hay un consenso claro. Hay quienes sostienen que se puede hacer a partir de los tres meses, observando cómo el bebé estructura su entorno o bien buscando antecedentes en la familia. Esteban Sánchez Manzano, autor de Los niños superdotados: una aproximación a su realidad, considera que no se puede hacer un diagnóstico fiable antes de los cinco años. También enfatiza que es necesario que, tras la detección por parte de los padres, sea un profesional y experto quien, mediante un informe psicológico y un seguimiento escolar, haga el dictamen de dichas capacidades.
Características niños superdotados
Ante todo debemos tener en cuenta que, como cualquier grupo de personas incluido dentro de un grupo, los sujetos con AACC representan un grupo heterogéneo, por lo que las características que se detallan a continuación deben entenderse como factores que interactúan entre sí y con el medio cultural y social, dando por consiguiente mayor o menos desarrollo según sean unas u otras.
Algunas de las primeras apreciaciones que podemos hacer en bebés son: su alto nivel de demanda, la facilidad con la que se sobrestimulan, su alto nivel de coordinación psicomotriz, el hecho de que levanten la cabeza antes del mes, la vocalización de dos sonidos diferentes al mes y medio, o el hecho de que puedan decir las primeras palabras alrededor de los 5 meses.
Algunas conductas que podremos observar más tarde son, según las orientaciones editadas por el Gobierno vasco:
- Gran curiosidad y ganas de aprender: son personas que demuestran un grado de actividad, energía y concentración más alta de lo común. En ocasiones los padres manifiestan que duermen pocas horas.
- Razonamiento complejo: son capaces de hacer conexiones entre distintos hechos y situaciones.
- Maduración precoz y/o disincronía entre diferentes áreas del desarrollo: son capaces de sentir cosas que, debido a su inmadurez, no pueden entender o explicar. También se crean disincronías entre el lenguaje y la capacidad de entendimiento/razonamiento.
- Gran memoria a largo plazo.
- Capacidad de pensamiento simbólico y abstracto.
- Preocupación prematura por problemas sociales: injusticias, guerras, etc.
- Motivación intrínseca: gran fuerza de voluntad e independencia de pensamiento.
- Gran capacidad crítica con las normas y necesidad de conocer las razones.
- Creatividad e imaginación rica en detalles: Autores como Cerdá (2002), sostienen que la creatividad es una de las características que definen a las personas con AACC. Es por eso que prefieren plasmar sus aprendizajes de una manera personal u original, disfrutan aportando soluciones, resolviendo problemas de manera creativa, utilizando la fantasía o el sentido del humor.
- Flexibilidad y fluidez, pensamiento divergente: Suelen ver más allá de lo que es aparente y tienen gran capacidad para anticipar consecuencias.
- Hipersensibilidad: Según las investigaciones de autores como la psicóloga americana Leta Hollingworth, el 90% de las personas con altas capacidades demuestran una sensibilidad muy elevada. El psicólogo Kazimierz Dabrowski, aseguraba que “tienen una capacidad de emocionarse profunda”. En un artículo publicado por la Fundación Javier Berché, se habla de “una experiencia interior rica, compleja y turbulenta. Idealismo, desconfianza, alta percepción, sensibilidad insoportable, imperativos morales, necesidades desesperadas de comprender… todo incidiendo simultáneamente”.
Intervenciones educativas
Las diferentes maneras de atender a las necesidades del alumnado con AACC se pueden englobar en tres grupos, según Sánchez Manzano:
El agrupamiento: Es decir, agrupar a este tipo de alumnos, bien sea en escuelas especializadas en AACC, o bien en clases especiales dentro de la escuela ordinaria. No obstante, hay una gran cantidad de autores y expertos que no consideran que esta sea la mejor vía (especialmente durante los primeros años), pues consideran que debe prevalecer la importancia por la integración de estos niños y niñas con alumnado de todo tipo de capacidades.
Flexibilización curricular: Consiste en avanzar al alumno de curso. Este método está aceptado en la mayoría de países, pues, aparte de ser poco costoso, es el más fácil de implementar. La aceleración ofrece a los alumnos la oportunidad de enfrentarse a unos contenidos que despierten más su interés. No obstante, es importante tener en cuenta la adaptación social en el nuevo grupo. Cuando se baraja la posibilidad de flexibilizar el currículo, muchos autores insisten en la importancia de que el niño o niña esté preparado psicológicamente para el cambio, que esté maduro, tanto físicamente como emocionalmente, así como que el maestro que lo reciba tenga una buena predisposición al respecto. Según los casos estudiados, esta medida supone mejoras académicas y no implica un impacto negativo en la autoestima del alumnado.
Enriquecimiento: Se trata de extender el contenido de aprendizaje más allá del programa escolar, ampliando así las áreas de estudio. Esto puede llevarse a cabo dentro del centro, como trabajo de fin de semana o bien en periodos de vacaciones. Existen diferentes modelos basados en esta idea, uno de los más conocidos es el Programa de Enriquecimiento Triárquico de Renzulli. Este consta de tres niveles: temas de carácter exploratorio; análisis, crítica y creatividad e investigaciones sobre problemas reales que interesen a los alumnos. El Programa de aprendizaje Autodirigido busca darles las estrategias necesarias para que sean autónomos en su propio aprendizaje. El Programa de Estructura de Inteligencia (SOIS), es un programa para enseñar a pensar basado en el modelo de inteligencia que plantea Guilford. El Programa de las Tres Etapas de Enriquecimiento, parte de cuatro aspectos: la investigación, el autoaprendizaje, el pensamiento creativo y el concepto positivo. Su principal objetivo es el desarrollo de la creatividad y la solución de problemas. En Madrid se lleva a cabo el Programa de Enriquecimiento para Superdotados (PES), diseñado en 1995. El programa se implementa contando con el trabajo y la coordinación entre el Ministerio de Educación de Cultura y Deporte, la Comunidad de Madrid y la Fundación CEIM.
La detección y la consiguiente atención escolar específica hacia el colectivo de personas con AACC es una asignatura todavía pendiente en nuestro país. En las estadísticas publicadas que correspondían al curso escolar 2014-2015, se apreciaba, en España, un aumento del 20,9% de casos de AACC diagnosticados respecto al curso anterior. Esto significa un total de 19.187 alumnos. Teniendo en cuenta que la definición más utilizada para este tipo de alumnos es la basada en un cociente intelectual del 130 o superior (lo que supone un 2% de la población), estaríamos hablando de un potencial de 162.029 alumnos. Esto nos lleva a cerrar considerando que alrededor de 142.842 niños y niñas, atienden nuestras escuelas sin ser atendidos como debieran.
Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/07/10/alumnos-con-altas-capacidades-el-doble-reto-de-la-deteccion-y-el-abordaje-en-clase/