¿Evaluar o no evaluar, dónde está el problema?

Por: José Manuel Palomares León.

 

La evaluación es una actividad tremendamente práctica,

los investigadores se contentan, por lo general, con descubrir el mundo,

pero los evaluadores quieren hacerlo mejor…

J. Pophan.

La preocupación por evaluar el dominio de contenidos se ha convertido en una obsesión de la política educativa a nivel internacional y esto se ha concretado con las pruebas PISA, estas pruebas o exámenes cerrados que no admiten la valoración de experiencias de aprendizaje, se ha venido aplicando desde 2012, tal parece que el dominio de contenidos es la preocupación de los que están diseñando los lineamientos educativos internacionales.

Desde el ANMEB (acuerdo nacional de mejoramiento de la educación básica) firmado por todos los Secretarios de Educación del país y las reformas emprendidas en el dosmil en que inicia una serie de modificaciones a los planes de estudios en nuestro país, se ha venido experimentando una serie de cambios a los planes y materiales de estudio de la educación básica en nuestro país, en la que comprende la educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, bajo los lineamientos internacionales creados desde la OCDE y BM basados en el modelo educativo por competencias.

Todo esto se suma en la política educativa del sexenio actual en el que se promueven las “reformas estructurales”, energética, fiscal y educativa, esta última es la que nos está afectando, pues de educativa no tiene nada, mas bien es una reforma laboral, pues el peso principal de tal reforma es cambiar las relaciones laborales de los trabajadores de la educación, en lo educativo es un refrito de los planes y programas que se han venido desarrollando desde el sexenio 2000 – 2006 en el que se ha venido trabajando el modelo exigido desde las políticas internacionales

Es sabido que en nuestro país, se acatan estas, solo para dar respuesta a la necesidad de apoyo exterior que muchas de las veces va a parar a los bolsillos de los empresarios y políticos, siendo el sector menos beneficiado en estas transacciones el educativo, pero que en el fondo esconden la privatización del sistema educativo sin tomar para nada en cuenta la participación de los docentes en este proceso.

Se acatan modelos que no tienen nada que ver con los contextos de nuestras escuelas y nuestras comunidades, no se toma en cuenta a los actores principales de este proceso, maestros, alumnos y padres de familia, la política educativa se aplica sin revisar las verdaderas necesidades educativas y en este va incluido uno de los aspectos que vienen a desarrollar lar reflexiones para este artículo, la evaluación.

Lo primero que viene a mi memoria es el miedo a los exámenes de los alumnos, la angustia por el dominio de aprendizajes “esperados”, la nueva conceptualización y nomenclatura para lograr la medición, listas de cotejo, rubricas, portafolio de evidencias y con esto la angustia del docente por realizar este modo de evaluar sin error, y pregunto ¿por estar llevando estos controles de evaluación, a que hora va a desarrollar contenidos y aprendizajes verdaderamente necesarios en la realidad de los alumnos?

Aunado a todo esto la reforma educativa desarrollada por el gobierno actual, esta dando al docente el estatus laboral incierto, pues solo contempla el proceso evaluativo como una instancia que servirá para valorar el desempeño docente con lineamientos poco claros en cuanto a la seguridad laboral esto ha generado un descontento a tal grado que nos encontramos movilizados políticamente, sufriendo una serie de represiones tanto externas como internas.Con estas condiciones generales del proceso evaluativo nos proponemos hacer un análisis de la cuestión que guarda la evaluación en nuestro contexto.

La evaluación en la actualidad

Actualmente la evaluación es usada según el ámbito en que se realiza, de manera coercitiva y de control, la necesidad de promoción, la obsesión por el dominio de contenidos, pero ¿cuál es el verdadero sentido de la evaluación en la actualidad? ¿el docente como realiza este proceso en el salón de clases? ¿qué piensan los alumnos de esta? Si partimos de la idea de que la evaluación es necesaria para poder proyectar la necesidad de mejorar, esta puede convertirse en un elemento de transformación, pero si solo se utiliza para promover, el sentido es que no nos será útil cuando no hay claridad en el objeto de esta.

La evaluación debe ser una actividad programada de reflexión y acción, debe tener como finalidad la emisión de juicios que puedan ser valorados y sustentados promoviendo y fundamentando la toma de decisiones todo esto bajo una rigurosidad metodológica, que tome en cuenta las variables e indicadores iniciales, con un trabajo de campo que pueda aportar elementos para el análisis y sobre todo pueda der un elemento de transformación, como dice el lema de la Universidad pedagógica.

Es a partir de 1993 que aparece en los planes y programas la evaluación como acción que permite a los docentes obtener información que permita identificar los avances y las dificultades de los estudiantes para de esta manera poder favorecer los aprendizajes y se le da a la evaluación un enfoque formativo dando a este una explicación amplia sobre la manera de evaluar del docente.

En el modelo presentado recientemente se mantiene el enfoque formativo que considera simultáneamente los resultados cualitativos y cuantitativos del aprendizaje para de esta manera buscar la manera de incidir y mejorar, reconociendo los avances y dificultades de los estudiantes para asignar una calificación numérica del desempeño tanto del alumno como del docente, planteando que esta debe realizarse en cada fase del proceso de aprendizaje, esto por medio de la observación permanente y con la libertad en el uso de procedimientos, estrategias e instrumentos y recursos.

El Modelo Educativo (SEP, 2017, p. 85) señala que la evaluación desde el enfoque formativo requiere:

  1. a) Que el docente planifique actividades para que los alumnos estudien y aprendan.
  2. b) Que los alumnos se den cuenta de lo que han aprendido y de lo que están por aprender.
  3. c) Que se tomen en cuenta los procesos de aprendizaje, no sólo los resultados.
  4. d) Que se consideren las necesidades específicas de los alumnos y de los contextos en los que se desarrollan.
  5. e) Que la información sobre el desempeño de los alumnos se obtenga a lo largo de todo el proceso de enseñanza y de una variedad de fuentes, no sólo de pruebas.
  6. f) Que se fortalezca la colaboración entre docentes, alumnos, padres de familia o tutores.
  7. g) Que se actúe oportunamente para evitar el rezago o la deserción escolar.

También la SEP señala que ,(2017, p. 89)

“En un ambiente de aprendizaje, la evaluación es un proceso que tiene como objetivo mejorar el desempeño de los estudiantes e identificar sus áreas de oportunidad. Además, es un factor que impulsa la transformación de la práctica pedagógica y el seguimiento de los aprendizajes. Se comprende que los errores son parte de cualquier proceso de construcción de conocimiento, y que éstos deben concebirse y usarse como fuente de mejora constante. La evaluación se sustenta en diversas metodologías y debe consolidarse como un proceso que contribuya al aprendizaje mediante la retroalimentación. Además, el docente puede orientar mejor a los estudiantes al hacer explícitas las actividades y los criterios del desempeño que espera, y al dar una retroalimentación objetiva, positiva y constructiva para que todos puedan entender sus éxitos y fracasos.”

Algunas de las cuestiones a rescatar de esta propuesta es que no se busca medir el rendimiento memorístico y que en este intervienen tres variables, las situaciones didácticas, las actividades de los estudiantes y los contenidos. además esta se proyecta a partir de la planeación tomando en cuenta el contexto revisando lo que se debe aprender y si esto se logra, esto el docente lo reconocerá con su propuesta evaluativa en esta planeación.

El elaborar secuencias didácticas, serán los elementos que darán como proceso integral un carácter exclusivamente conclusivo y sumativo y por medio de la organización interna del grupo y de cómo planteará este proceso, será que el profesor organice y estructura el interés de los aprendizajes a lograr y como orientar la resolución de problemas con distintos niveles de complejidad y con la observación de los objetivos a lograr la evaluación adquirirá un significado al brindar elementos de autorregulación y mejora de los aprendizajes adquiridos.

El hincapié en considerar a la evaluación como parte fundamental del proceso de aprendizaje se hace porque, a pesar de que es un enfoque propuesto desde hace más de dos décadas, los docentes dedican poco tiempo a la evaluación del aprendizaje en la planificación de la enseñanza; es decir, no la consideran parte medular del proceso en sus tres momentos (diagnóstica, formativa y final), ni en sus modalidades (autoevaluación, coevaluación y heterevaluación), con propósitos bien definidos. Es frecuente que en la práctica docente la evaluación se limite al proceso de medición para asignar calificaciones y acreditar.

Para que debe servir la evaluación

Al ser un insumo que favorecerá el aprendizaje de los estudiantes, tendremos que hacer hincapié en resolver las dificultades y el reconocimiento de los logros obtenidos, esto nos dará los elementos de análisis que se realizarán en colectivo docente, tomando en cuenta que esta debe tener un carácter pedagógico y otro social, cuando apareció el libro “Diez en la vida, cero en la escuela” de Carraher y Schliemann (1991).

Yo estaba cursando la maestría, y se habría un gran interrogante sobre el hacer docente, cuestión que preocupaba a todo el grupo y se generaron una serie de reflexiones de donde surgieron artículos como “Yo explico pero ¿ellos entienden?”, se reflexionaba también sobre la importancia de los contenidos dictados desde atrás de un escritorio, “quien determinaba lo que deben aprender los alumnos” la elaboración de los planes de estudio desde atrás de un escritorio y en los que se tiene vetada la participación de los agentes involucrados.

Ya desde entonces y mucho antes se tenía la obsesión por lo que actualmente se les llama “aprendizajes esperados” ¿esperados, por quién? ¿determinados, por quienes? pero con las nuevas condiciones educativas en las que la tecnología o la llamada cuarta revolución industrial Pizarro, et al. (2015) están permeando en la sociedad y la escuela se está quedando a la saga, tenemos maestros del siglo xix, escuelas del siglo xx y alumnos del siglo xxi, o sea un proceso totalmente desarticulado en el que no se ha construido el esquema necesario para promover las pequeñas mejoras que aterrizarán en una verdadera transformación.

Ante este panorama se generan una serie de inquietudes compartidas en distintos espacios y tal parece que la evaluación se ha convertido en una obsesión por los resultados, pero si esta no va acompañada por una propuesta, parece que pierde el sentido, si no se tiene claridad sobre lo que se evaluará y no hay voluntad de que esta sirva para hacer una radiografía de la realidad y con ella, todos los integrantes se comprometan a participar de manera desinteresada en los acuerdos y procesos discutidos y construidos de manera colaborativa, habrá muy pocas posibilidades de que la evaluación cumpla con su propósito principal, la tan manoseada transformación y que todo ha quedado en el simple “cambiar para que todo siga igual”

La evaluación constructivista

El constructivismo, término acuñado a partir de dos teoría totalmente opuestas la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget y la sociocultural de Vigotsky, pero ambos ofrecen una buena propuesta teórica para maximizar el proceso de aprendizaje de los niños y los adolecentes, aunque Vigotsky es quien tiene el crédito mayor de este paradigma, pues es quien habla y le da mas importancia al papel que juega el medio y la cultura, además de colocar al niño como un sujeto activo en la construcción de su propio conocimiento, poniendo énfasis en lo social como mediador en la transformación de la realidad y la educación.

Piaget, hace una propuesta que coloca al niño como un ente individual que entra en conflicto entre lo que el niño sabe y lo nuevo, buscando un equilibrio entre ambos, tratando al desarrollo cognitivo como etapas universales y señalando la potencialidad del desarrollo cognitivo  en dependencia con la etapa en que se encuentra, en cambio Vygotsky premia la calidad de la interacción y la zona de Desarrollo próximo del niño.

Este enfoque orienta la evaluación, privilegiando el papel del alumno como creador de significados y de como evoluciona de manera progresiva el conocimiento, dando a esta un carácter formativo, por lo tanto esta debe orientarse a que los procesos de aprendizaje sea de construir el conocimiento personal, se entiende como un esfuerzo que genere cambios en lo personal y que esto impacte, de ser posible en lo social, favoreciendo cadenas complejas de significados e interacciones entre los actores y que el sistema de significados se integre en lo cognitivo con vistas a dar respuesta a instrumentos estructurados para poder temar en cuenta los parámetros generales e individuales de los que aprenden.

A la evaluación tradicional solo le interesa la cantidad de conocimiento y los objetivos logrados, valorando los conocimientos recientes, dando mas importancia a la capacidad de respuestas lineales y cerradas, la memorización, en cambio el constructivismo se centra en el nivel de análisis, la capacidad de clasificar, comparar y sistematizar los conocimientos desarrollados durante toda la vida, pues le da importancia a los procesos construidos y no solo a lo inmediato.

Citando a Taba (1994), podremos decir que…

Es necesario evaluar no solo conocimientos, sino también habilidades y actitudes. Es necesario conocer las características de los procesos y no solo de los resultados. Por otra parte, la evaluación ha de abarcar además la tarea del profesor, el desarrollo de los programas, la efectividad de los recursos y la influencia de los contextos organizativos y ambientales. La actividad evaluadora ha de sobrepasar el estudio de lo manifiesto, para prolongarse hasta la identificación de las causas, solo de esta manera será posible tomar medidas que puedan contribuir al perfeccionamiento de la enseñanza

De esta manera la evaluación bajo este paradigma tiene la intención de dar a los estudiantes la oportunidad de aprender a aprender, aprender a desaprender para volver a aprender valorando de manera individual la capacidad, destrezas, habilidades y actitudes, de este modo la evaluación tiene carácter de verificación y reforzamiento de saberes. Se evalua la capacidad de aplicar lo aprendido, la capacidad de establecer una relación de lo aprendido con lo enseñado por el docente y por eso el dicente es capaz de construir algo nuevo sobre lo que ya sabía.

La evaluación para transformar

La evaluación debe tener un carácter formativo y de promoción de un aprendizaje efectivo y la serie de pruebas PISA no es garantía de caminar en este sentido, la experiencia nos ha demostrado que las pruebas no son garantía de ello y mas cuando estas son estandarizadas y lo mismo se evalúa a un niño con todas las condiciones de aprendizaje y otro que no las tiene.

Si la función de la evaluación es apoyar el aprendizaje de los niños esto debe ir a la par con el proceso de compromiso de los docentes y si además analizamos las políticas educativas y las practicas que se derivan de ella y si además se usa como elemento para mejorar las condiciones de aprendizaje efectivo en el aula y que esta no sea el único elemento a evaluar, se debe evaluar la función docente, los planes de trabajo, las prácticas educativas, los ambientes de aprendizaje

¿La evaluación puede ser un elemento que apoye el aumentar los estándares que se toman en cuenta al momento de elaborar los instrumentos? esta evaluación no contempla un proceso cualitativo, pues con el proceso de evaluar no aparece la propuesta que se desarrollara para aumentar estos estándares, cuando la crítica no va acompañada por una propuesta y esta contemple la participación colaborativa en esta construcción que solo contemplara líneas generales, pero que los involucrados tendrán que hacer un ejercicio de construcción de un proyecto de intervención que se construirá desde las problemáticas mas sentidas,

Para desarrollar esto, también es necesaria la presencia de alguien externo que tenga un compromiso real con la transformación de las prácticas educativas, y si logramos esto, entonces se podrá promover un cambio también en la manera de aprender, esto quiere decir que la triada que lograra esto será, el docente el dicente y el proyecto que se elaborará con la organización del equipo docente y con la orientación del asesor externo.

Vistas así las cosas el trabajar para desarrollar el aprendizaje y hacerlo mas significativo, es necesario también incidir en la necesidad de cambiar la práctica docente argumentando la necesidad de fomentar el proceso evaluativo para desarrollar un aprendizaje mas evidente y demostrativo de como el niño es el directamente beneficiado con esta propuesta.

Para que los maestros hagan cambios es sus prácticas, con un buen ambiente que propicie y le haga ver que si se trabaja en equipo académico se pueden enriquecer las iniciativas individuales. pero debemos tomar en cuenta que el interés esta puesto en como hacer juicios y como se construyen a partir de las evidencias obtenidas en la evaluación realizada desde el aula.

Consideraciones finales

Si tenemos que hacer un esfuerzo extra con respecto a la cuantificación y la cualificación de la evaluación, todo en vista de mejorar el rendimiento escolar de los actores que en ella participan, se tiene que construir un marco que nos pueda aportar elementos reales de los alcances y logros cognitivos de nuestros dicentes.

El rendimiento y el aprendizaje no debes ser elementos únicos en esta evaluación, esta debe desarrollarse de manera holística que pueda comprobar el crecimiento racional y emocional de los implicados en el acto educativo, es por eso que este esfuerzo debe estar acompañado de las nuevas propuestas teóricas, metodológicas e instrumentales este es el reto y nosotros los docentes somos parte activa en este.

Tradicionalmente al alumno se le ha restringido en la participación en su evaluación, es tiempo de que tenga su espacio activo en esta y que pueda enterarse de los instrumentos tanto cuantitativos como cualitativos para determinar su aprovechamiento escolar, lo importante de este proceso es que se debe de tomar en cuenta la posibilidad de demostrar lo aprendido y la capacidad de este de hacer valer sus aprendizajes en la comprensión de la realidad.

Bibliografía:

Carrer, Terezinha, et. al. (2007). “En la vida diez, en la escuela cero” Siglo xxi editores, México, Buenos Aires, Madrid.

Flotts, Ma. Paulina, et. al. (2015). “Logros de aprendizaje, informe de resultados TERCE” OREALC/UNESCO, Santiago.

OCDE (2012) “PISA Estudiantes de bajo rendimiento, por que se quedan atrás y cpmp ayudarles a tener éxito” resultados principales

OCDE, (2012). “Los resultados de PISA 2012 en foco, programa para la evaluación internacional de alumnos”

SEP (2017) “Nuevo modelo educativo en México” Editorial MD.

Taba, H. (1994), “la evaluación de los resultados del currículo”. Troquel, Buenos Aires.

Triglia Adrian. et. al.  (2016). “Psicológicamente hablando: un recorrido por las maravillas de la mente”. Ed. Paidós. Barcelona.

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José Manuel Palomares León

Doctorado en: Modelos didácticos y aplicación de nuevas tecnologías aplicados a la formación inicial de maestros. Académico UPN 162 Zamora Michoacán