Europa/España/25-10-2020/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es
Tras un mes de clases, los centros asturianos refuerzan la formación digital al alumnado y las familias para sortear la brecha digital.
Responsabilidad absoluta de los alumnos, colaboración de las familias, trabajo de docentes y equipos directivos y, al fin, seguridad. «Todo ha ido mejor de lo previsto», admite la directora del colegio gijonés Jovellanos. Los miedos, incluso el «caos» del inicio, se han ido disipando a medida que avanzaban los días. Y cuando hoy se cumple un mes de la vuelta a las aulas de 63.929 estudiantes de Infantil y Primaria, todos parecen acostumbrados a las mascarillas, los espacios separados, los itinerarios a seguir dentro de la escuela y hasta las divisiones en el recreo. Incluso a dar uso al ‘espacio covid’ donde se aíslan los alumnos con posibles síntomas. Muchos colegios han experimentado ya las cuarentenas y saben lo que es tener positivos en sus aulas.
Eso no significa que no haya habido «desajustes», como reconocía ayer una vez más la Consejería de Educación, que también pedía «perdón» por «los problemas que puedan haber sufrido las familias y los amigos», como también dice entender las reivindicaciones sindicales.
Admite la consejería que este arranque de curso ha sido un «reto» pero que se ha logrado que los centros sean entornos «lo más seguros posibles». Y todo, pese a los «desajustes» que hay todos los cursos, agravados esta vez por la covid. Y pese a que es consciente el equipo de Carmen Suárez de que quedan cosas por resolver. Dos de ellas, la situación de las cafeterías de los centros de Secundaria y de las aulas internivel, serán objeto de reuniones en los próximos días.
Los colegios hacen inventario de su material y analizan las posibilidades de conexión de cada familia.
Oviedo
El ovetense colegio Santa María del Naranco es el más grande de Asturias. Con 1.910 alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato empezó el curso con «bastantes incertidumbres». Todos los estudiantes, excepto los de tercero y cuarto de la ESO, acuden cada día al centro ubicado en Ciudad Naranco y los profesores «ya no solo nos ocupamos de las cuestiones pedagógicas, sino que también de la higiene y la protección del alumno». Así lo cuenta su director general, Jaime Nicolás Alvarodíaz, quien añade que la ventilación de las aulas es una de sus prioridades.
«Es difícil saber si un espacio está suficientemente oxigenado y esta es la razón por la que medimos el nivel de CO2 de las clases. Cuanto más haya es peor». En la actualidad tienen un aparato para medirlo y el objetivo es que en todas las clases haya sensores.
Los dispositivos se fabrican en la región, gracias a la empresa Ingenium y, cuando estén en funcionamiento, emitirán una alarma para alertar de que el número de partículas es superior a lo establecido: «Será de unas 700 por millón». Otro de los retos de este curso es «el equilibrio entre la calefacción y la ventilación». Quieren evitar los derroches de energía, pero la temperatura en las aulas bajará al abrir las ventanas.
Las medidas sanitarias se extienden a lo largo de la jornada escolar. A primera hora de la mañana se toma la temperatura a todos los alumnos, a pesar de que las familias lo han hecho previamente en sus casas, y si el estudiante tiene décimas se le envía a casa. «En estos tiempos toca ser prudente. Con cualquier síntoma de temperatura elevada, tos, diarrea o vómitos lo tratamos como si fuese un posible covid».
Hasta el momento solo han tenido cuatro positivos en alumnos sin relación entre ellos y ayer los estudiantes de Bachillerato que llevaban una semana confinados volvieron a clase. «Los contagios han sido muy bajos, Salud lo está haciendo maravillosamente y en los colegios estamos haciendo un esfuerzo enorme», concluye.
Grupos internivel
Familias de los colegios Baudilio Arce, el Parque Infantil, La Gesta, Fozaneldi, Loyola, Lorenzo Novo Mier y Las Campas, junto a las de Siero y Gijón, piden a la Consejería de Educación resolver los problemas de «desigualdades» que generan los grupos internitel. Son aquellos donde alumnos de dos cursos diferentes deben estar juntos este año para poder mantener las distancias de seguridad. La ratio ha bajado de veinticinco a veinte escolares, por lo que se han hecho clases con los alumnos ‘sobrantes’ de diferentes años.
En algunos casos, como en el Lorenzo Novo Mier, hay horas en las que los profesores deben impartir dos asignaturas distintas y esta es una de las razones por las que piden su eliminación. El lunes tendrán una reunión con representantes de la consejería a la que acudirán cinco asistentes. El resto podrán seguir el encuentro de forma telemática, según informaron ayer las familias afectadas.
Gijón
«Ha ido mejor de lo que esperábamos. Estamos muy contentos». Yolanda Fueyo es la directora del colegio Jovellanos y admite que, tras el muchísimo trabajo, nervios e incluso «horas de sueño», este mes ha demostrado que los centros habían organizdo bien el curso. Tan solo han tenido que ajustar, asegura, algunos horarios de recreos, un auténtico puzle de horas para que todos los cursos puedan salir al patio, pero sin que los grupos burbuja se mezclen con otros. Por lo demás, explica, los niños se han adaptado a la nueva situación, las familias están colaborando y los docentes poniendo todo de su parte.
También habla de balance positivo Simón Cortina, director del Corazón de María. « El gran trabajo realizado durante el verano y las medidas adoptadas mediante el plan de contingencia y los distintos protocolos están posibilitando que el curso avance con la normalidad prevista y deseable para el contexto en el que nos encontramos». También él destaca el esfuerzo de profesorado, personal no docente, alumnado y familia. «Sin estas claras y decididas actitudes no estaría resultando posible recuperar la naturalidad diaria. Se está demostrando por parte de todos capacidad de adaptación y el ejercicio de flexibilidad necesario para abordar las nuevas situaciones que se plantean con espíritu positivo y constructivo». En este colegio concertado, la dirección ha optado por publicar un día a la semana, a través de la plataforma interna del centro, « las incidencias que han acontecido a lo largo de la semana. Las familias lo agradecen y esto hace que el ambiente al interior del centro sea de confianza y tranquilidad».
Como en otros sitios de Asturias, también en Gijón los centros se están esforzando en tenerlo todo preparado por si en algún momento del curso volviera a decretarse el cierre de las aulas. En el colegio Miguel de Cervantes, por ejemplo, ya antes del 22 de septiembre habían comenzado la formación digital para las familias. Después, han logrado que las becas de libros se puedan destinar a la compra de tablets, teniendo en cuenta que el centro ha eliminado los libros de texto en su enseñanza. Ahora están dispuestos a ampliar su plan de digitalización para que ningún otro niño se quedara descolgado en otro confinamiento.
Avilés
Ha transcurrido un mes desde el comienzo del nuevo curso lectivo en los colegios avilesinos, marcado por los condicionantes de la pandemia, y para las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS) es el momento de hacer balance. El resultado de esa reflexión es generalmente positivo: los progenitores aplauden las medidas de seguridad establecidas en los centros, aunque demandan una mejora de los flujos de información y, sobre todo, reconocen la persistencia del miedo.
«Ha sido una vuelta al cole un poco caótica y desconcertante, pero es verdad que nuestro colegio tiene mucha seguridad», reconoce Mónica García Fuertes, presidenta de la ampa del colegio público Marcos del Torniello. Y es que, a su juicio, «aquí están mucho más seguros que en el parque, o en un bar, aunque hay padres que siguen teniendo algo de preocupación».
Aun así, en dicho centro, en el que se detectó un positivo por covid en uno de los alumnos apenas una semana después de comenzar las lecciones, «a una minoría de padres le molestó que no se informase mejor, pero es que no es nuestra competencia, sino de Salud o de Educación». No obstante, desde la ampa ven factible continuar con el curso, siempre «se mantengan las condiciones actuales».
Una situación parecida se vive en el colegio Poeta Juan Ochoa. La directiva de su ampa, en pleno proceso de renovación, no oculta que hay «miedo, obviamente, y es algo muy libre y comprensible» que la sensación mayoritaria es la de seguridad. «Tenemos todas las pautas y protocolos bien definidos, y sabemos que los pequeños están en buenas manos. No creo que haya demasiados problemas».
Siero
En Siero, donde hay diecisiete centros de Infantil y Primaria, la concejala delegada del área de Educación, Mercedes Pérez indicó que este primer mes «transcurrió sin incidencias». Si bien la edil quiso puntualizar la limitación de sus competencias al respecto, valoró muy positivamente «el esfuerzo y trabajo llevado a cabo por las direcciones de los centros y la responsabilidad de las familias que atendieron a las normas», clave, según Pérez, en las primeras semanas de tan atípico retorno a las aulas.
Sobre la organización previa, la concejala explicó que desde el Ayuntamiento, a través de las concejalías de Movilidad Ciudadana y Educación, se mantuvieron reuniones con los centros para barajar las posibles incidencias en los accesos a los centros y se llevaron a cabo distintas actuaciones para evitar aglomeraciones en las entradas y salidas y facilitar la fluidez del tráfico.
También se dio solución a la necesaria conciliación de las familias organizando los comedores «en tiempo récord». «Siempre atendiendo a los protocolos y los planes de contingencia de los centros, incrementando para ello el número de monitoras por servicio», puntualizó la delegada del área. Por último, contabilizó, se reforzó durante el turno de mañana la limpieza en todos los centros.
Esto, sin embargo, no ha evitado que en la última semana el Principado registrase siete incidencias relacionadas con la covid-19 en el concejo sierense.
Oriente
En el Oriente, tras las «dificultades» de reorganizar los espacios en un primer momento, este primer mes de clase ha transcurrido sin incidentes en el grueso de centros. En aquellos que se han librado hasta la fecha del virus, como el colegio Río Sella de Arriondas, viven «el día a día con preocupación por si sale algún positivo», reconoce la directora, Ana González. Los que ya han tenido que aislar aulas, como el Reconquista de Cangas de Onís, agradecen la respuesta del Sespa: «Está encima a tope», indica la directora, Covadonga Vega. También en el colegio Peña Tú de Llanes cuentan con clases afectadas, por lo que desde la dirección señalan que siguen «todas las instrucciones que nos van dado».
Una de las preocupaciones compartidas reside en las carencias en medios tecnológicos y conexiones de la zona rural en el caso de producirse un nuevo confinamiento. Los centros coinciden en la necesidad de tener identificados a los alumnos «vulnerables» para no repetir los errores del pasado curso. «Hay niños de pueblos apartados con mala cobertura», evidencia la directora del colegio Río Sella. En el colegio Reconquista, de Cangas de Onís, se encuentran «realizando un inventario» de recursos y tienen previsto además impartir formación a las familias. También en el cangués IES Rey Pelayo han detectado quienes requerirían de medios «si la cosa empeora y hay que hacer teledocencia», explica el director, Benjamín Argüelles.
Desde las direcciones coinciden además en que la respuesta de la comunidad educativa ante los protocolos de seguridad está siendo positiva. «Los niños están muy concienciados con las mascarillas y las distancia», explican desde el Río Sella. «Los estudiantes se están comportando y no hay que insistir en que se sometan a las medidas», respaldan desde el IES Rey Pelayo.
Caudal
«Los chavales han iniciado el curso más que contentos; les hacía falta una rutina de trabajo, la que se vio rota con la declaración del estado de alarma en el curso anterior». Es la percepción de la presidenta de la asociación de madres y padres de alumnos (AMPA) del colegio público Aniceto Sela, Noelia Requejo, uno de los principales centros urbanos de Mieres. «Por lo que sé, los escolares se han adaptado muy bien a las normas de seguridad; desde el Ayuntamiento se han facilitado los accesos escalonados, para evitar aglomeraciones, y se respetan las normas sanitarias». El riesgo, apuntaba, siempre está latente, «pero se hace todo lo posible por reducirlo». Espacios separados, itinerarios a seguir dentro de la escuela y hasta divisiones en el recreo; «se han delimitado seis rectángulos en el patio en los que solo pueden estar los compañeros de cada clase; todo funciona de forma correcta», añade la representante de los padres.
Requejo explica que los docentes se están esforzando para enfrentarse a la posibilidad de llegar al peor escenario posible:lLa cuarentena de todo un aula o, incluso, al cierre de todo el centro. «Los escolares están recibiendo formación añadida para que sepan manejar, desde sus casas, las herramientas digitales en caso de que tengan que seguir las clases desde casa, como es el Teams y los programas de trabajo de Office facilitados por Educación a cada alumno».
Esta es la tarea en la que también se encuentran inmersos en el colegio público Horacio Fernández Inguanzo de La Foz de Morcín, pero lo realizan con un problema añadido. «Parte de nuestros 130 alumnos de Infantil y Primaria se encuentran en zonas rurales, que carecen de una conexión estable a internet; estamos realizando un análisis de la situación de cada familia en este aspecto para buscar soluciones», explicaba el director del centro, Antonio Sierra. La experiencia de la escuela, no obstante, está facilitando esta labor; «llevamos varios cursos en los que no utilizamos libros de texto ordinarios, y eso ayuda». Ahora se enfrentan a un problema desconocido hasta el confinamiento. Se hicieron llegar a familias equipos informáticos y se facilitaron conexiones vía satélite a los lugares donde no había otra posibilidad; «pero nos hemos encontrado con que hace ahora falta la conciliación digital en los hogares, ya que los padres usan sus herramientas informáticas para trabajar y se han visto obligados a compartirlas con sus hijos para sus tareas escolares».
También se van a realizar jornadas de formación para las familias en el uso de las herramientas digitales. Pero el director se queja de que el centro dispone de equipos informáticos escasos y obsoleto para dar respuesta a las familias en caso de un cierre a causa de posibles contagios. «Este problema ya se escapa de nuestras manos, es la propia consejería la que tendría que aportar soluciones».
Por lo demás, explicaba el director del centro morciniego, los chavales se han adaptado «muy bien» a las nuevas costumbres forzadas en la nueva normalidad. «Han sido los propios alumnos quienes han diseñado carteles informativos con las reglas a seguir», añadía. Todo el funcionamiento del centro es fruto del consenso con las familias. «Creemos que es como tienen que funcionar las cosas, con información y participación de los padres y alumnos». Sierra lo admite: «Pensamos en un principio que iba a ser mucho peor, pero lo estamos superando».
Occidente
En el suroccidente continúa latente la intención de dimitir de 20 directores de los centros educativos de la comarca. Así lo asegura la diputada popular, Gloria García, que mantuvo en encuentro en Cangas del Narcea con los equipos directivos, que asegura le trasladaron «estar al límite» pues «asumen responsabilidades que no son de su competencia». Además, los equipos directivos no han recibido formación para manejar los programas de gestión administrativa (GICE) y «no pueden presentar los presupuestos de los centros. Están paralizados». García recordó que los equipos directivos «ni son sanitarios ni gestores administrativos, son docentes». Tras el encuentro, García enumeró las quejas que le habían trasladado. Entre ellas, destacó que en el transporte escolar no se garantiza la seguridad sanitaria del alumnado, «pues se utilizan autobuses que cubren líneas regulares sin limpieza ni esterilización entre uno y otro». Por otro lado, afirmó que no se están atendiendo a los alumnos de necesidades educativas especiales «porque no están enviando el profesorado ni de pedagogía terapéutica ni de audición y lenguaje que necesitan estos niños». A ello sumó la brecha digital que, indicó, «sigue agravándose día a día» tras señalar que en un centro se dispone de 40 ordenadores pero las plataformas para enseñanza telemática solo funciona en un equipo. «Están pidiendo que formen a las alumnos y a las familias, pero no dicen ni cómo ni cuándo ni con qué», apostilló la diputada popular.
En Trevías, el ampa del colegio San Miguel se mostró satisfecho con los protocolos si bien afean a la administración regional la fusión de primero y segundo de Primaria que suma 17 escolares para cumplir con las ratios. La pérdida de la unidad educativa supone la pérdida del jefe de estudios. «El equipo directivo se ve desbordado y creemos que se podría haber hecho de otra forma», indicó el presidente de la ampa, Carlos Fernández.
En Belmonte de Miranda este curso están apostando por reforzar las competencias digitales para hacer frente a un escenario de docencia telemática si fuese necesario. «Estamos trabajando más con el blog y las tablets», señaló su directora, Nuria Peláez, que destacó la facilidad de los escolares para respetar las normas. «Superado el atragantón de los primeros días, lo cierto es que los alumnos nos están dando un ejemplo», concluyó.
En esta información han colaborado M. Rivero, A. Fuente, R. Agudín, B. G. Hidalgo, G. Pomarada y B. Pino.
Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/coronavirus-asturias-colegios-preparan-posible-confinamiento-20201022000848-ntvo.html