El 23 de mayo, los líderes del mundo se reunirán para celebrar la primera Cumbre Humanitaria Mundial en Estambul. Como sé de sobra que esta frase no alentará al público a seguir leyendo este blog, a continuación presento seis razones por las que la cumbre merece la atención del lector.
1. La magnitud de la crisis humanitaria no es una exageración
La respuesta a necesidades humanitarias no había alcanzado índices tan altos desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 60 millones de personas han huido de sus hogares (la mayoría son mujeres y niños) y el promedio de desplazamiento de refugiados suma 17 años hasta ahora.
Los conflictos son más complejos que antes y, según algunas estadísticas, el costo del conflicto y de la violencia ahora rebasa el 13% de la economía mundial. Además, el cambio climático exacerba la volatilidad de la situación.
Para hacer frente a estos problemas, las solicitudes de financiamiento para la asistencia humanitaria se multiplicaron por 12 en solo 14 años, lo que equivale a $24,5 mil millones de dólares. Con todo esto, el último año apenas se pudieron cubrir la mitad de las necesidades humanitarias en el mundo.
2. Es posible remediar la crisis
Sabemos lo que se debe hacer para afrontar el problema y es factible.
En primer lugar, requerimos soluciones políticas de parte de los Estados Miembros. Es preciso que los gobiernos asuman compromisos firmes en miras de poner fin a los conflictos.
Asimismo, debemos poner fin a las necesidades humanitarias en lugar de pedir más ayuda para abordarlas. Tenemos que prevenir los conflictos y desastres, no solo dirigir la acción en casos de desastre. Lo anterior indica que, más que competir por fondos o trabajar de manera autónoma, los actores encargados de cuestiones humanitarias, de desarrollo y de consolidación de la paz deben encontrar nuevas maneras para colaborar estrechamente. Además, los donantes deben destinar más fondos para pronosticar, preparar y prevenir las crisis; el financiamiento a su vez debe ser flexible y plurianual.
3. Más que nunca, debemos tratar a los refugiados y a las personas desplazadas con humanidad
A raíz de los devastadores ataques en Bruselas, algunas personas afirman que tratar a los refugiados con dignidad conlleva al terrorismo, argumento que es incorrecto.
El Secretario General dijo que el objetivo de la Cumbre es conferir prioridad a la humanidad a la hora de tomar decisiones mundiales. Asimismo, señaló el peligro que vivimos tras 150 años de debilitamiento del derecho internacional humanitario e hizo un llamamiento para “fomentar la firme labor en pro de la protección de los ciudadanos”.
4. El dinero que se gasta es tuyo
Quizá no vives en un país que está recibiendo millones de refugiados, pero es casi seguro que tu gobierno esté financiando organizaciones de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales o gobiernos locales para hacer frente a esta crisis, o que esté ejecutando programas de desarrollo. De manera que si pagas impuestos, debería interesarte cómo se gasta ese dinero.
5. No es el único desafío mundial
Los recursos financieros mundiales son limitados y debemos elegir cómo gastar nuestro dinero, al igual que lo hacemos con nuestro presupuesto del hogar. Si solo esperamos a que surjan las crisis para actuar después del conflicto, las necesidades humanitarias no cesarán de crecer exponencialmente y nunca podremos cubrir los costos.
En cambio, si encontramos una mejor manera de abordar estas situaciones humanitarias, podremos invertir más en otros desafíos mundiales, como el cambio climático.
6. La Cumbre está relacionada a la Agenda 2030 que, literalmente, es el plan para el futuro de nuestro planeta
Quizá hayas escuchado hablar sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que hacen un llamado a los países a poner fin a la pobreza en todas sus formas, luchar contra las desigualdades y hacer frente al cambio climático.
Si los desastres y el conflicto siguen socavando el progreso logrado relativo al desarrollo, haciéndonos retroceder en el camino hasta hoy recorrido, jamás podremos alcanzar los objetivos fijados, pues no hay un “plan B” ni para humanidad ni para el planeta.
Quizá hayas escuchado hablar sobre nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que hacen un llamado a los países a poner fin a la pobreza en todas sus formas, luchar contra las desigualdades y hacer frente al cambio climático, garantizando, al mismo tiempo, que nadie se quede atrás.
Si los desastres y el conflicto siguen socavando el progreso logrado relativo al desarrollo, haciéndonos retroceder en el camino hasta hoy recorrido, jamás podremos alcanzar los objetivos fijados, pues no hay un “plan B” ni para humanidad ni para el planeta.