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Es hora de personalizar la educación

Por Martín Mathus Gómez Sandoval*

Si entras a un salón de clases en cualquier parte del país —o del mundo— te encontrarás una configuración muy similar: un maestro con plumón en mano y pizarrón a su espalda frente a un grupo de estudiantes de prácticamente la misma edad sentados en pupitres alineados. Será obvio intuir que esta configuración está basada en que todos los estudiantes aprendan el mismo contenido, al mismo tiempo, al mismo ritmo y de la misma manera.

La razón por la cual se instaló tal configuración en las escuelas es lógica y simple: cuando se sistematizó la educación pública en Prusia en el Siglo XVIII, al mismo tiempo cuando se acercaba la Revolución Industrial en Europa, se requería de un modelo eficiente que pudiera enseñarle por primera vez a toda la población los conocimientos básicos para la industria de esa época. El sistema más eficiente que se pensó fue agrupar a los estudiantes por año de nacimiento y tratar de maximizar el tamaño del grupo que un maestro podía enseñar. En un mundo donde todavía no existían los sistemas educativos públicos, dar este salto por primera vez debió haber sido aterrador para la hacienda pública.

En los últimos 200 años, los modelos educativos han evolucionado, pero no han dejado atrás este modelo base de ‘fábrica’. En este modelo algunos estudiantes en cada clase logran sobresalir, pero la mayoría simplemente aprueba los cursos sin dominar los conceptos y aprehender los conocimientos. Pongamos un ejemplo: supongamos que un estudiante obtiene una calificación de 8 en un examen final de matemáticas. Basado en la típica curva de distribución de calificaciones, este estudiante quizá estará por encima del promedio del grupo y por lo tanto su rendimiento escolar se determinará como ‘alto’. Sin embargo, el obtener un 8 de 10 implica que hay un 20% del contenido de ese examen que el estudiante no conoce. Esto quiere decir que un estudiante catalogado como ‘exitoso’ bajo este esquema desconoce por completo el 20% de los conocimientos impartidos en dicha etapa, los cuales podrían ser los cimientos de temas más avanzados y por lo tanto el estudiante está destinado a lidiar con la materia en el futuro. Esta realidad simplemente ha sido aceptada durante siglos.

Aprobar vs. Dominar

Por otro lado, la alternativa es basar la enseñanza en el dominio de los temas y en la aprehensión de éstos. Esto implica los siguientes ajustes: 1) basar la aprobación de un curso a otro en la competencia en vez de un simple cumplimiento de horas; 2) adaptar los métodos de enseñanza a cada estudiante; 3) destinar el tiempo que sea necesario en cada tema para que cada estudiante lo domine; 4) el estudiante no se puede rendir (esto último supone una educación emocional personalizada y adaptable).

Como se puede leer, todos los ajustes pertinentes están relacionados con la personalización y adaptabilidad de la enseñanza. Es fácil intuir que la mejor forma de implementar esta alternativa sería por medio de tutorías uno a uno, con cada tutor entendiendo las fortalezas, debilidades y entorno del estudiante. No es coincidencia, por lo tanto, que el nivel educativo de los padres, o el tiempo que éstos invierten asistiendo a sus hijos con labores escolares sean dos de los principales determinantes del rendimiento escolar de los estudiantes. Tampoco es coincidencia que familias pudientes contraten tutores privados para proveer una instrucción a la medida para sus hijos, se viene haciendo desde antes que Filipo II contratara al mismo Aristóteles para educar a su hijo Alejandro Magno. Los tutores personales, por lo tanto, son naturalmente considerados la opción ideal. Sin embargo, la inversión en educación tiene restricciones presupuestarias naturales que limitan que cada estudiante tenga un tutor personal. He aquí una gran disparidad en el acceso a la educación.

 

Entra la tecnología

Lo emocionante de nuestro tiempo es que a través de la tecnología estas experiencias de aprendizaje a la medida están al alcance de ser escalables y sistematizables. Existen ya múltiples plataformas para el aprendizaje adaptativo que pueden ofrecer los beneficios de una tutoría uno a uno, proveyendo a cada estudiante con su propia ruta personalizada, que se ajusta en tiempo real y reacciona a la actividad y el interés del estudiante.

El uso intensivo de estas tecnologías va en ascenso y sería una pesadumbre atestiguar una vez más cómo el uso de la tecnología abre y profundiza brechas en nuestra sociedad en vez de cerrarlas. Es por eso que el diseño e implementación de un modelo con aprendizaje adaptativo al centro es imperativo en el sistema educativo público mexicano.

Es importante mencionar que hablar sobre tecnología en educación de ninguna manera implica subestimar la labor de los maestros. La tecnología no está volviendo a los maestros obsoletos, los está volviendo más importantes. Diversos estudios demuestran que los mejores resultados de uso de estas tecnologías provienen de una implementación ‘blended’, en los cuales las plataformas digitales fungen como poderosas herramientas para los maestros. Por lo tanto, el éxito del diseño e implementación de un modelo para México se logrará únicamente si los maestros se involucran completamente en éste.

Éste no es un artículo de cómo está la educación en México; eso ya lo sabemos. Tampoco es un artículo argumentando que la educación en México debe mejorar; en eso estamos todos de acuerdo. Vamos a poner en el debate público la sistematización de tecnologías e innovaciones educativas para cerrar brechas y vencer desigualdades estructurales en nuestro país.

*Cofundador de Nextia y de Inviértete.

 

Contacto:

Twitter: @mmths

Instagram: mathus.oax

Mail: mmathusgs@gmail.com

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Es hora de personalizar la educación

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El reto de la educación Humanista

Pluma Invitada

María José Zapata Moreno Valle

En la actualidad, la globalización/modernidad  y las nuevas tecnologías, traen consigo  una serie de cambios estructurales en nuestra sociedad, en la cual se le ha ido restando importancia a la esencia del ser como individuo, y se promueve un colectivismo superficial, lo que  provoca una notoria pérdida de valores humanos, en donde se educa a individuos  poco sensibles ante lo que sucede a su alrededor y con carencia de autoconocimiento. Debido a lo anterior, es pertinente considerar a la educación como un agente de cambio, el cual a través de ofrecer una formación equilibrada y humanista, logre potencializar cada ámbito que comprende la vida de un ser humano. Quiero hacer  una reflexión sobre la necesidad de una educación integral que logre formar individuos que no sólo estén preparados en el ámbito  curricular, sino que también tengan un desarrollo moral y ético que le permita desenvolverse de forma responsable y óptima en la sociedad.

Asimismo, en lo que respecta a la educación, es notorio que a pesar de que se ha tratado de innovar en las estrategias  de enseñanza-aprendizaje, muchas docentes le restan importancia al  hecho de centrarse en el estudiante de forma individual, y en vez de eso, los ubican en un contexto colectivo en donde el estudiante pasa a segundo plano y no se toman en cuenta sus necesidades personales, por lo que se cae en la tendencia de la inflexibilidad, lo que los limita a desarrollar genuinamente su persona. Lo mencionado anteriormente, lo he podido observar y abordar en mi experiencia como docente, dado que al estar a cargo de un grupo de inclusión, en el cual las diferencias y características de mis alumnos son aún más notorias, tengo que centrarme en los requerimientos que cada uno de ellos necesite para poder adquirir una mejor manera los aprendizajes esperados; esto se hace a partir de crear  diferentes estrategias en las cuales cada alumno logre adquirir enseñanzas a partir de su propio contexto.

Dicho lo anterior, es pertinente comprender lo que es el Humanismo, el cual de acuerdo con Rojas (1988), se refiere al estudio de los procesos integrales que comprenden a una persona que se encuentra en un constante desarrollo, por lo que necesita ser entendida desde su contexto social e interpersonal. Asimismo, el autor, menciona que esta corriente comprende algunos puntos principales del existencialismo, como lo es el hecho de que el individuo es producto de las elecciones que  toma frente a las situaciones que se presentan a lo largo de su vida; es por esto que el humanismo incorpora la idea de que el ser humano debe estudiarse en su totalidad y no de forma fragmentada, en donde aquél podrá autorrealizarse si se encuentra en un medio propicio que le permita potencializar sus propias capacidades.

Además, Sevilla (2009) señala que desde el punto de vista humanista, la educación debe estar enfocada en propiciar que los estudiantes se desenvuelvan de forma genuina y permitirles ser ellos mismos, es por esto que es necesario que se cambie la llamada educación tradicional por una enseñanza flexible en donde se haga hincapié en el hecho de que el alumno es un ente diferente a los demás y que tiene necesidades personales especiales que deben de ser tomadas en cuenta.

Con respecto a lo anterior, si se toman en cuenta los principios de Rogers, uno de los principales autores de esta corriente (1961), se puede decir que en una educación humanista, el docente facilita los procesos de cambio a través de propiciar un ambiente genuino y auténtico que permita al estudiante experimentar sus sentimientos hacia su persona y hacia el otro, lo cual no sólo favorece a su autoconocimiento, sino que también propicia el desarrollo de la sensibilidad. De la misma manera, el maestro hace a un lado el papel de agente autoritario y asume la función de un facilitador del aprendizaje, que dentro de las técnicas que empleará siempre estará presente el hecho de ser comprensivo, así como desarrollar contenidos que estén enfocados en los intereses, motivaciones y necesidades de sus estudiantes. Asimismo, bajo esta misma línea de información, se hace énfasis en el hecho de que los seres humanos nacen con un deseo natural por aprender; sin embargo, este debe ser responsabilidad de cada alumno y se adquiere de forma más eficaz cuando es de un tema relevante o significativo para el estudiante.

Por otra parte, en relación con mi experiencia docente, considero importante tomar en consideración los planteamientos anteriores, dado que al centrarse en el proceso individual de los alumnos, es como se podrá potencializar tanto su crecimiento en el ámbito educativo como el personal. Esto mismo ha sido aplicado en mi día a día en el ejercicio de mi profesión, en donde debo de realizar actividades enfocadas a cada una de las necesidades de mis alumnos, las cuales si fueran iguales no lograrían potencializar las capacidades de cada uno de ellos.  De igual forma, el hecho de que se implementen estas medidas educativas, tanto en mi salón de clases como en otras aulas, creo que permitirá que nuestra sociedad cuente con individuos responsables, éticos y sensibles ante una realidad en donde cada vez más se necesitan de estos elementos. Además, al relacionar los puntos presentados previamente con mi práctica profesional, me doy cuenta de que una de las principales tareas que se deben de desempeñar dentro de la educación, es el hecho de humanizar a los estudiantes a través de ponerlos en contacto con el desarrollo de valores, sensibilidad, justicia y razonamiento que le permitirán formar juicios y ampliar una visión mental que favorezca no sólo tener una mejor relación consigo mismo y con el otro, sino también llegar a una resolución de problemas más eficaz.

Finalmente, a manera de conclusión, creo importante hacer énfasis en que la educación no se trata solo de enseñar al individuo, sino de hacerlo a través de una amplia comprensión y acompañamiento que le permitan encontrarse a sí mismo y trascender a partir de potencializar sus capacidades en cada una de las distintas esferas que comprenden su vida. Educar es poder ir más allá de brindar conocimientos teóricos, es proporcionar al estudiante  herramientas que sean favorables para que se desarrolle de forma holística, en donde sea una mejor persona para sí misma y para la sociedad en la que se encuentra. Considero que es una necesidad fundamental el hecho de que el sistema educativo se enfoque en formar personas, dado que nos encontramos en un mundo en donde la humanización, la sensibilidad y los valores cada vez están más extintos.

Referencias

Rojas, G. (1988), Paradigmas en psicología de la Educación. México: PAIDÓS.

Rogers, C. (1961), El proceso de convertirse en persona. Buenos Aires, Argentina: PAIDÓS.

Sevilla, H. (2009), La docencia y el enfoque centrado en la persona. Centro de documentación sobre la educación: ITESO. Extraído el 11 de noviembre del 2017: Ver aquí.

Fuente del articulo: http://www.e-consulta.com/opinion/2017-12-09/el-reto-de-la-educacion-humanista

Fuente de la imagen: https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSaAMJhKcnmsQU__fG_cXBYu

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Por una Pedagogía Queer en la escuela

En este sentido, en la escuela, categorías identitarias como la nacionalidad, la etnia, el género o la orientación sexual son concebidas de forma uniforme, a través de un discurso de asimilación, imponiendo el lenguaje, la historia y los conocimientos de acuerdo a los intereses de los grupos dominantes.

AGENTES DE SOCIALIZACIÓN

En relación al género, la escuela, conjuntamente con la familia o los medios de comunicación, constituye un eficaz agente de socialización diferencial, que crea identidades de género diferentes y desiguales. Este proceso de socialización toma como referencia el sexo de la persona recién nacida, que cuando no es excluyentemente femenina o masculina se fuerza quirúrgicamente a una de las dos casillas–como sucede en el caso de bebés intersexuales, que constituyen un nada despreciable 1.7% de la población, tal y como destaca Anne Fausto-Sterling en su libro Cuerpos sexuados (2000).

A partir de esta marca sexual binaria – en muchos casos para nada natural, sino médicamente construida-, los diferentes agentes de socialización socializarán a los niños en la instrumentalidad-masculinidad, a las niñas en la expresividad-feminidad, y a ambos en la heterosexualidad. En el marco de lo que Judith Butler, feminista precursora de la Teoría Queer, en su obra «El género en disputa» (1990), denomina la matriz heteronormativa, en referencia a las normas y discursos sociales relacionados con el género y la sexualidad, que dan lugar a la concepción de identidades de género binarias, opuestas, jerárquicas y complementarias, obligatoriamente heterosexuales. Impregnadas de sexismo y homofobia.

Asimismo, la escuela constituye también un espacio relacional en el que el alumnado despliega toda una serie de conductas alimentadas por prejuicios sexistas, homófobos y transfóbicos, dando lugar a situaciones de bullying en los que muy habitualmente la institución escolar no interviene, transmitiendo indirectamente una cultura de la violencia. Con datos alarmantes de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2014) que ponen de relieve que el 70% de lxs adolescentes LGBTIQ en España ha sufrido violencia escolar, siendo el colectivo trans* el más afectado. Lo que se ha relacionado consistentemente con la ideación suicida y el intento de suicidio. Recientemente, en el marco de las jornadas “Teoría Queer y Educación” organizadas por nuestro grupo de investigación y que tuvieron lugar en la Facultad de Ciencias de la Educación de Ourense, participó una menor trans* escolarizada en un IES de esta ciudad. La menor, acompañada de sus abuelas y de Cristina Palacios, presidenta de Arelas -Asociación de Familias de Menores Trans* de Galicia- relató, ante un auditorio abarrotado, formado en su mayoría por futurxs educadorxs, la incomprensión y la violencia que sufría en su día a día escolar, con insultos como “maricón de mierda”, “travelo” o “¿Por qué no te mueres? La reacción del público, de indignación por los hechos, y de absoluta entrega y admiración por la determinación y valentía de la menor, abren paso a la esperanza.

TEORÍA QUEER

La Pedagogía Queer, desarrollada a partir de la Teoría Queer, constituye una respuesta urgente y necesaria. El término Queer significa “friki” o raro, y fue utilizado en el pasado como insulto hacia las personas sexualmente diversas, resignificándose posteriormente, gracias a la actividad reivindicativa de este colectivo, en un término que refleja el orgullo de ser diferente. Esta pedagogía se orienta a: i) denunciar la violencia que generan las rígidas normas de género; ii) poner de relieve el carácter construido de los estereotipos de género, así como de la lectura binaria del sexo, visibilizando la intersexualidad; iii) fomentar actitudes contrarias al sexismo, la homofobia y la transfobia; y vi.) promocionar la valoración de la diversidad sexual.

Los contenidos y objetivos destacables de esta propuesta no se orientan, por tanto, a fomentar que los grupos hegemónicos (“el centro”) toleren a lxs otrxs (“lxs márgenes”), sino a transformar el aula en un espacio que favorezca el cambio social, a través de una práctica educativa transgresora y crítica con las estructuras autoritarias de la escuela, que cuestiona la heterosexualidad normativa y que interroga seriamente las categorías sexo- género-orientación sexual, más allá de las dicotomías, valorando otras posibilidades de ser y de posicionarse como ser humano.

HAY QUE TENER EN CUENTA

+ LA ESCUELA ES UN ARMA PODEROSA que puede contribuir a la justicia social. Es nuestro deber, hagámoslo posible.

– NEGAR Y DESATENDER LA SITUACIÓN DEL ALUMNADOsexualmente diverso conduce al sufrimiento, al dolor y a la muerte, literal o simbólica.

Fuente: http://www.laregion.es/articulo/xornal-escolar/pedagogia-queer-escuela/20171122181511750144.html

Imagen de archivo OVE

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Educación pública: por una universidad distrital

Por Jose Amar Amar

El principal peligro para la humanidad es que se siga abriendo el abismo entre una minoría que tiene todas las oportunidades para moverse con éxito en este nuevo mundo global, y una mayoría sin acceso a los bienes de la cultura que cada día se siente más impotente al negársele su acceso al conocimiento.

La Universidad del Atlántico es una de las instituciones más importantes de la Región Caribe; sin embargo, sus aulas no pueden albergar a todos los jóvenes que, habiendo terminado su bachillerato, aspiran al legítimo derecho de ingresar a la educación superior.

Según EL HERALDO, se inscribieron 28.900 aspirantes para 3.100 cupos que ofrece esta prestigiosa universidad. Una pregunta impertinente surge: ¿qué pasa con los 25.000 jóvenes que no serán admitidos?

Es probable que unos pocos consigan una beca o un crédito para matricularse en una universidad privada; otros pocos tendrán acceso a los escasos cupos del SENA. ¿Y qué pasará con los otros 20.000?

La respuesta es muy clara: pasarán a engrosar el ejército de 600.000 jóvenes que hay en el país que ni estudian ni trabajan.

El Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario elaboró un “Perfil juvenil urbano de la inactividad y el desempleo en el país”, que muestra la dramática realidad de varios cientos de miles de jóvenes completamente inactivos, de los cuales 370.000 son mujeres. Es en esta población donde más frecuente es el embarazo juvenil.

Infortunadamente, el malestar engendrado en estos jóvenes, por la incapacidad de vislumbrar un futuro, va a la par con la conciencia de las disparidades visibles en el país, generando profundas tensiones que van haciendo cada día más agobiante y amenazante la vida de las ciudades.

Hoy, los países que prosperan son los que distribuyen de la mejor manera los recursos cognoscitivos. Las oportunidades de educación de calidad a todos los jóvenes en edad de merecerlo es el verdadero motor del desarrollo y lo que permite reequilibrar, a largo plazo, las relaciones económicas en la sociedad.

No podemos conformarnos viendo, en unos días más, cómo estos 20.000 jóvenes del Atlántico verán frustrados sus sueños por la falta de cupos en la educación pública, que es la única a la que pueden acceder.

Nos consta que el Distrito ha hecho cosas importantes en cobertura y calidad de la educación básica y media. Pero mucho de este esfuerzo se pierde al no tener ellos acceso a la educación superior.

Señor Alcalde, usted que ha demostrado una gran capacidad de emprendimiento, ¿por qué no estudia la posibilidad de crear una universidad distrital para ampliar las posibilidades de acceso a nuestros jóvenes? Una universidad moderna, ágil, parcialmente autofinanciada, que no solo ofrezca más cupos a nuestros jóvenes, sino también que pueda ser un centro de estudios para el desarrollo de Barranquilla.

joseamaramar@yahoo.com

Fuente: https://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/educacion-publica-por-una-universidad-distrital-431376

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La educación como herramienta para una mejor ciudad

Por: ARMANDO AHUED

De forma contundente me he pronunciado por la inclusión de la materia de salud en el sistema educativo del país. Lo considero un eje estratégico del nuevo modelo de salud CDMX, se trata de proveer de herramientas a los que participan para transformar una realidad social, es un llamado a la corresponsabilidad en la que los ciudadanos, las instituciones educativas y los sistemas de salud existentes nos tenemos que sumar. Hay que cruzar estrategias y trabajar en conjunto para revertir las tendencias en los problemas de salud que hoy nos ocupan.

El tema de la educación es pilar en el desarrollo de cualquier capital y de cualquier país, es necesario transformar los objetivos a las nuevas necesidades. Las poblaciones crecen, los presupuestos nunca son suficientes, las necesidades son mayúsculas. El desarrollo social es la base del cambio, la educación es el motor transformador. La salud es la herramienta para poder lograr cualquier acción.

Apostarle a la educación es un camino transitado por distintas capitales en el globo  terráqueo. Los resultados son a mediano plazo y ya se cosechan resultados. En la Ciudad de México desde hace más de diez años nos dimos a la tarea de generar libros para distribuir de forma masiva. Los temas impresos, son los que en salud visualizábamos serían un problema a futuro. Nuestra apuesta fue acertada y hoy continuamos poniendo el dedo en el renglón. La educación en materia de salud la vamos a intensificar, la seguiremos llevando a las escuelas, a los centros de trabajo, a las plazas, a una nueva plataforma digital para que toda la población de la Ciudad de México y del país, si así lo desean, pueda consultar y descargar materiales para cambiar hábitos y estilos de vida más saludables, poner al alcance investigaciones certificadas y poder compartir conocimiento con sus hijos, sus alumnos, sus vecinos, con todos y todas.

La educación debe ser eje en todas las acciones y políticas públicas de nuestra CDMX. En igualdad, en equidad, en transparencia y, por supuesto, en salud. En nuestra área de promoción de la salud seguiremos haciendo un llamado a la activación física, es un factor para la recuperación del espacio público y una forma de aportar como peatones al modelo de movilidad, es también una acción responsable para nuestro medio ambiente.

La educación vial aporta de igual manera a reducir las muertes por hechos de tránsito, un tema directamente vinculado a la salud. En seguridad, la educación es fundamental, desde fomentar la denuncia hasta apostarle a la educación como elemento del modelo de reinserción.

La educación como instrumento de prevención en materia de drogas es trascendente; apostarle a generar herramientas educativas para todas las generaciones nos dará un resultado positivo con el tiempo. En materia ambiental, la educación es fundamental. El correcto manejo de residuos, la conciencia en el uso de recursos naturales y todas las prácticas que ayuden a mejorar la calidad del aire, de las aguas y el cuidado de la tierra van a impactar de forma directa en nuestra salud. Si hay salud, hay bienestar; si hay bienestar, hay desarrollo y crecimiento.

La educación es el eje. En salud lo tenemos claro y lo estamos implementando. Hoy podemos hacer mucho por los nuestros. Vamos a compartir conocimiento y buenas practicas. Cuidar nuestra salud es el camino. Con la filosofía del nuevo modelo de salud, sigamos el llamado a seguir creando e implementando políticas públicas donde la educación sea eje para generar conciencia y lograr una mejor CDMX, una ciudadanía participativa y una sociedad generadora del cambio que ya hemos iniciado.

Fuente del Artículo:

http://www.excelsior.com.mx/opinion/armando-ahued/2017/11/26/1203622

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Investigación educativa, ¿para qué?

Por: Pluma Invitada

El XIV Congreso Nacional de Investigación Educativa (CNIE) se lleva a cabo en la Ciudad de San Luis Potosí, del 20 al 24 de noviembre. El congreso es organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), que es la asociación más importante de investigadores en educación del país, y se realiza de forma bienal desde el 1993. Se trata de un espacio de encuentro y diálogo en torno a la investigación educativa, donde concurren investigadores, profesores, estudiantes, servidores públicos y todo aquel interesado en la producción de conocimiento en materia de educación. Este año contamos con la asistencia de casi 2,700 congresistas.

Si bien la investigación educativa no parece tener influencia lineal e inmediata sobre decisiones, prácticas y fines, sí que contribuye a la creación de una “atmósfera” que penetra, quizá parsimoniosamente, en el universo educativo. Los conceptos afinados, los análisis minuciosos, vigorosos y articulados, los debates informados, los hallazgos relevantes resignifican la educación, si bien, a veces, sólo poco a poco. De ahí que los investigadores estén impelidos del disfrute del uso de la duda; de ahí que transformen la incertidumbre en materia de indagación, de ahí que la recreen en crítica, siempre como expresión de inteligencia reflexiva.

En los lustros avanzados por éste, nuestro siglo XXI, se han exhibido nuevos conflictos, se han desplegado nuevos problemas, que requieren de producción de nuevo conocimiento. La construcción de la sociedad de derechos, entre ellos los educativos, ha hecho más visibles las condiciones de vulnerabilidad de ciertos grupos: de indígenas, de mujeres, de migrantes, de jóvenes. Se ha acentuado la evidencia palmaria de la discriminación que genera la desigualdad. En este siglo, como nunca antes, se han elevado los niveles de concentración de riqueza, de poder y de prestigio y se han incrementado sus contrastes con los más escandalosos índices de desposesión.  Se ha profundizado la segmentación de la estructura social y se han fortalecido las divisiones de clase y estatus, con su consecuente escalada de diferenciación en la estructura de oportunidades.

El eje del debate en este congreso es “Aportes y desafíos de la investigación educativa para la transformación y la justicia social”, el cual reafirma los valores democráticos y repudia la injusticia. Así, este congreso no sólo posiciona la relevancia de la transformación y la búsqueda de justicia social para la producción de conocimiento; sino que, a la par, da cuenta de la importancia de la producción de conocimiento para incitar las transformaciones y cooperar en favor de la justicia. Lo hace en el entendido de que el conocimiento es fuente de poder (que, si bien, puede ser usado para el bien o para el mal) conviene hacerse de él como herramienta de comprensión, como instrumento para el análisis crítico de la complejidad social.

Sabemos que no somos espectadores de los acontecimientos de nuestro tiempo; en tanto que investigadores, somos interpelados por la sociedad para pensar el tipo de paradigmas que orientan nuestro trabajo y para comprender las bases científicas y morales que sostienen nuestra acción. La toma de conciencia de los investigadores parece atravesada por ser parte de y por la necesidad de desplegar pensamiento en la región más desigual del mundo, América Latina. Todo apunta a que la producción de conocimiento deberá preocuparse por las consecuencias de la desigualdad, porque ésta actúa en el orden de la vida, la existencia y los recursos de los ciudadanos.

En la actualidad, hablar de educación es un imperativo, se necesita un alto compromiso y responsabilidad para consolidar los derechos básicos, para no olvidar que el problema medular de la desigualdad está en sus efectos de desolación social, dilapidación económica y tergiversación del ejercicio político.

Los investigadores estamos forzados a reflexionar sobre las opciones y estrategias en pro o en contra de la justicia social. Es por ello que, en las formas de participación en el congreso, queda patente que, en educación, la preeminencia de la transformación y la justicia son valores centrales, y por tanto comprometen a tener una particular vigilancia de los procesos mediante los cuales se producen determinados resultados en una sociedad diversa, donde coexisten escenarios del pasado y retos del futuro que será preciso elucidar correctamente. Se espera que el debate en el congreso ayude a generar adhesión a la justicia como patrón cultural de la sociedad, porque es ahí donde los investigadores tenemos nuestro más grande desafío.

En un país con desigualdad y creciente parsimonia para disminuirla; con una percepción negativa y confianza erosionada en las instituciones; con feminicidios y desapariciones forzadas; con adoloridos damnificados que demandan respuestas y atención, quienes hacemos investigación tenemos, no sólo el derecho, sino la obligación, de preguntarnos ¿cuáles son, en el campo educativo, las batallas que serían decisivas para mejorar las condiciones de justicia social?

Recordar y hacer patente nuestros infortunios no es pesimismo o regodeo en la desgracia, es deliberación inteligente de las situaciones que requieren de acción inmediata. Así lo señaló Pablo Latapí cuando preguntó: “¿es posible recuperar la esperanza, en el México de aquí y ahora? [Dijo] Ésta es la pregunta en la que desemboca el examen de nuestras desventuras. Por esto respondo con un rotundo “sí” a la pregunta de si es posible hoy recuperar la esperanza. Cumplamos nuestra misión de investigadores comprometidos, con sentido de urgencia. La eternidad se vuelve finita, se consume; se extingue en cada niño que se queda sin escuela, en cada generación perdida, en el desperdicio irreversible del tiempo, recurso no renovable; el tiempo, que es el principal activo de las personas y las sociedades. El tiempo de México, y también el de cada uno de nosotros, se agotan.

Para el presente congreso se presentaron 2,885 propuestas. La  organización del congreso sería imposible sin el apoyo del comité local de San Luis Potosí que participó desde la emisión de la convocatoria para la postulación de la sede en el año 2016. Dicho comité obtuvo la sede por mostrar en su propuesta participación interinstitucional, amplio conocimiento de los fines académicos del COMIE, condiciones para gestionar un evento de amplia magnitud y la posibilidad de contar con un comité local que está dando garantía para el desarrollo de nuestro congreso.

Los tipos de contribuciones que se presentaron son seis: ponencias, simposios, carteles, material videográfico, presentaciones de libro, incluyendo las que se presentaron a la cuarta edición del Encuentro Nacional de Estudiantes de Posgrado en Educación (ENEPE) (tabla 1).

Tabla 1. Contribuciones en el XIV CNIE

Tipo de contribución Contribuciones registradas Dictaminadas Descartadas
Ponencias 2,337 2,181 156
Simposios 75 72 3
Carteles 101 89 12
Material videográfico 14 12 2
Presentaciones de libros 165 142 23
Ponencia ENEPE 193 184 9
Total 2,885 2,680 205

El promedio de aceptación de las contribuciones es de casi un 50%. La creciente participación en el congreso del COMIE refleja un campo que continúa desarrollándose y una comunidad participativa. El congreso significa un espacio de encuentro entre investigadores de diferentes generaciones y actores que participan en el sistema educativo. Así mismo, el congreso ofrece un momento para reflexionar en el papel de la investigación educativa y su relevancia en México.

Finalmente, la producción de saberes tendría que orientar nuestras elecciones, decisiones y acciones; a partir de un papel crítico del conocimiento que perturbe las bases sobre las cuales se abordan los problemas educativos. Y de la misma manera, sostener la reflexión sobre las formas de hacer y pensar de la comunidad  de investigadores. El congreso que terminó este 24 de noviembre representa una apuesta por la inteligencia social para el logro de la democracia, por una inteligencia responsable de base científica, pero también moral.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/42684-2/

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El difícil ejercicio de la autonomía

Por:  Pedro Flores

Il progresso gioca contro la tua ingenuità,

Ma c’è la tua coscienza e prima o poi la spunterà!

Canción: Manichini, Renato Zero (1977)

Permítanme iniciar con una anécdota. Un colega de una universidad, que ocupaba un puesto directivo en un campus alejado de la Ciudad de México, fue cesado pues según le dijeron, él no estaba para pensar, sino para ejecutar. Lo remataron diciéndole que debía obedecer, o sea, no podía contradecir las órdenes del superior. Seguramente, a este colega le irá mejor al desligarse de una administración que impide la libertad de pensar por sí mismo y actuar.

Que una “universidad” busque suprimir la capacidad humana para pensar y actuar racionalmente refleja, por un lado, la profunda contradicción de esa institución de educación superior que, en su publicidad, dice estar orientada por el humanismo y por otro, muestra la difícil que es ejercer la autonomía dentro de nuestra democracia.

Lamentablemente, los ejemplos que ilustran la supresión de la autonomía no solamente se circunscriben al plano individual. Hay grupos como el de los indígenas, el de los jóvenes o el de los maestros que no han podido persuadir al gobierno, a los académicos e “intelectuales” que ellos mismos pueden imaginar y plantearse metas de desarrollo propio y que sólo requieren los espacios para realizar su visión razonada. A fuerza, ciertos grupos hegemónicos han querido imponerles una forma de vida que ellos mismos no comparten del todo. A los indígenas los han tachado de excéntricos o “manipulados”, a los jóvenes de carentes de “valores” y a los maestros de desconfiables cuando cuestionan y hacen valer su voz.

Pero aparte de los individuos y grupos, algunas instituciones que se dicen autónomas no han podido desplegar más ampliamente su potencial reflexivo y autogobierno. Ante las restricciones del presupuesto público, el gobierno central ha sabido cómo restringir la libertad de las instituciones de educación superior (IES) por medio de los marcos de evaluación imperantes. “Si no pasas el checklist de los CIEES (Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación Superior) o cometes la osadía de cuestionar y no adherirte a los criterios del PNPC (Programa Nacional de Posgrado de Calidad), nomás no habrá recursos y el imaginario social te sancionará por ofrecer, supuestamente, una educación chafa”. Los PNPCzombies son contrarios a un sujeto educado.

El adiestramiento institucional no parece tener relación alguna con la educación de calidad. Es decir, aquella que se sustenta en un reconocimiento pleno de las facultades del individuo y que intenta, por medio del conocimiento y del aprendizaje, que los seres humanos desarrollemos la capacidad de ser independientes para pensar, decidir y actuar de manera razonada y en función de los otros.

La autonomía, hay que enfatizarlo, es radicalmente distinta a la idea de autosuficiencia (“yo las puedo de todas, todas”) y no sugiere que debemos girar ciegamente en torno a nosotros mismos sin considerar la responsabilidad que tenemos con los otros. Es así que una universidad puede ser muy autónoma pero debe rendirle cuentas a la sociedad, un grupo de indígenas puede saber plantearse un estilo de vida diverso pero sin que eso signifique fragmentar a un país o un joven puede abrazar con razón e inquietud la “contracultura”, pero no por eso obtiene el pasaporte para ser violento.

Pero, ¿si esta idea suena tan bien porque pocos la practican? Porque los costos de ser independiente en sociedades con reglas precarias (y anti meritocráticas) son muy altos y muy pocos están dispuestos a pagarlos. Si una escuela ofrece fundamentos para no adscribirse a los programas del Gobierno Federal, es probable que no fluyan los recursos; si un profesor o académico cuestiona sistemáticamente el proceder institucional, será marginado de la toma de decisiones en mayor grado que la voz lisonjera y cortesana; si un intelectual cuestiona con argumentos al caudillo, no habrá becas, premios ni ascensos o si un órgano constitucionalmente autónomo osa enfrentarse abierta y públicamente al oficialismo, puede perder la simpatía del poderoso; como si esto le asegurara su sobrevivencia y eficiencia organizacional.

En México, sigue habiendo profundas dificultades para ejercer la autonomía a nivel individual, escolar, grupal e institucional, pese a los avances democráticos y al admirable esfuerzo de personas que han demostrado que se puede sobresalir aún viviendo “fuera del presupuesto” y que aunque se “muevan, sí salen en la foto”; en la selfie de la decencia, honestidad y rectitud.

Fuente de Artículo:

El difícil ejercicio de la autonomía

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