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Una vida más simple y sostenible para las comunidades vulnerables en Colombia

17 de enero de 2018 / Fuente: https://es.unesco.org/

Los pescadores del sur de Colombia, que se ganan la vida gracias al río Cauca, han visto facilitada su labor cotidiana gracias a la adaptación de sus balsas tradicionales a la energía solar.

Esta es sólo una de las medidas sostenibles concretas que ha propiciado el Pacto Planeta(link is external), una organización de la sociedad civil dedicada a la concepción, la aprobación y el seguimiento de proyectos de gran repercusión social y medioambiental en 12 provincias de Colombia. Su objetivo principal consiste en ayudar a las organizaciones a maximizar la repercusión de sus proyectos medioambientales.

El proyecto colabora estrechamente con los laboratorios escolares para el desarrollo sostenible (LEDS) y cuenta con tres ámbitos principales de acción: el medio ambiente y el cambio climático, la creación de cuadernos pedagógicos para enseñar inglés y matemáticas mediante ejercicios basados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la formación de docentes.

El esquema de los LEDS ayuda a las escuelas de poblaciones socialmente vulnerables al capacitar a los estudiantes sobre los seis ODS relativos al cambio climático, la seguridad alimentaria, la igualdad de género y la salud. Esta actividad se lleva a cabo a través de programas de voluntariado de un año que abarcan la construcción de ámbitos didácticos dentro de los colegios que funcionan como laboratorios donde aprender acerca de los ODS, la construcción de jardines comunitarios, de centrales solares, de sistemas de compost y de aulas, aplicando técnicas ecológicas de bajo coste, así como la mejora de los espacios comunes mediante murales dirigidos a alentar especialmente a las niñas a estudiar temas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática.

Atender a necesidades diversas

El director del proyecto, Christhian Verdugo, declaró :”Trabajamos con una gran variedad de comunidades diferentes, tanto urbanas como rurales, y también con diferentes grupos étnicos, pueblos indígenas y poblaciones que han sido víctimas de la violencia y los desplazamientos”.

“Cada uno tiene necesidades diferentes. En Bogotá, tenemos muchas personas que han huido del conflicto guerrillero para comenzar una nueva vida y necesitan empleo. En las áreas urbanas, puede haber más necesidad de agricultura sostenible o de enseñar a las personas cómo transformar la basura en ladrillos ecológicos para hacer combustible. En regiones especialmente áridas como Cartagena, donde hay poco terreno aprovechable, los cultivos hidropónicos pueden marcar una gran diferencia. Las comunidades indígenas pueden padecer problemas sociales, como la inseguridad alimentaria”.

Desde su creación, el Pacto Planeta ha participado en más de 350 actividades de voluntariado corporativo en 12 provincias de Colombia y ha trabajado con comunidades, docentes, estudiantes –incluso a partir de la primera infancia-  y con sus padres. También ha participado en dos Asambleas de la Juventud de las Naciones Unidas en Nueva York.

En la actualidad, el proyecto de los LEDS está financiado por empresas privadas y el plan para 2018 consiste en asegurar la financiación gracias a fundaciones de grandes empresas. Para 2020, el Pacto Planeta debería estar presente en el 20 por ciento de las escuelas públicas de Colombia y ya se trabaja en su ampliación ulterior.

“El año pasado asistí a la Asamblea General de las Naciones Unidas y compartí nuestro trabajo con muchos colegas y amigos de Guatemala que tienen la misma visión. Muchas de las cuestiones y los problemas sociales a los que se enfrentan son los mismos que en Colombia. Nuestro plan consiste en extender el trabajo que estamos realizando aquí a Guatemala, donde tienen proyectos similares”.

Para Christhian el mayor desafío sigue siendo convencer a las personas cuyas vidas han sido marcadas por conflictos para que crean en los valores del desarrollo sostenible.

“Los más fáciles de convencer son los niños y los jóvenes que son más abiertos y receptivos al trabajo necesario para alcanzar las metas de los ODS”, añadió Christhian.

Los niños que han participado en el cultivo de sus propios jardines o en la gestión inteligente del agua asumen con naturalidad funciones de liderazgo en su entorno local y se convierten en adultos que promueven soluciones sostenibles.

“El reto que nos queda por asumir es convencer a las personas pobres de 30 o 40 años que viven en zonas que han padecido el conflicto guerrillero. Estas personas desconfían de todo”, dijo Christhian.

Y es preciso prepararse para el futuro.

“El final del conflicto en varias regiones de Colombia llevará a la creación de nuevos núcleos de población y al desarrollo de pequeños centros económicos; esta es la razón por la que las nuevas generaciones que viven en esas regiones deberían estar al tanto de las alternativas sostenibles para que puedan desarrollar sus comunidades en situaciones de post conflicto”, concluyó el director del proyecto.

Fuente noticia: https://es.unesco.org/news/vida-mas-simple-y-sostenible-comunidades-vulnerables-colombia

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Docentes que van más allá del aula

17 de enero de 2018 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Rafael Orduz

Colombia es un país de regiones muy diversas, con características y problemáticas particulares.

Colombia es un país de regiones muy diversas, con características y problemáticas particulares.  Las enormes diferencias se reflejan en distintos tipos de restricciones en los contextos en los que niñas y niños colombianos se educan. El saldo no es otro que el de inequidades en las oportunidades de acceso a una educación de buena calidad.

En las múltiples visitas que la Fundación Compartir realiza a maestros y rectores a lo largo y ancho del país, las diferencias son palpables en diversos terrenos que atañen, directa o indirectamente, a las oportunidades de los niños de recibir educación de buena calidad. Las políticas públicas deben velar, en consecuencia, por aspectos de tipo general, aunque también atender los retos de tipo específico regional. (Lea: Educación interactiva y de calidad, la meta de Mundo Escolar)

Aunque los aspectos que a continuación se mencionan son conocidos, es necesario recordar algunos, como base de diagnósticos y propuestas de acción. En su trabajo de campo, los profesionales de la Fundación Compartir coinciden en lo siguiente:

  1. Definitivamente, las oportunidades de los niños del campo son inferiores a las de los niños de la ciudad y de las cabeceras municipales. No es lo mismo ser alumno en Pasto, Sincelejo, Tunja o Bogotá, que asistir a sedes escolares en alguna vereda de Sincé (Sucre), Túquerres (Nariño) o Ábrego (Norte de Santander). El abanico de inequidades en contra del campo y a favor de las ciudades va desde los aspectos de dotación de las sedes, los largos recorridos de los hogares a los lugares de estudio, la baja o inexistente conectividad a internet, hasta la desprotección frente a los actores armados ilegales.
  2. Los roles de la familia son muy diferentes, dependiendo del lugar. La Fundación ha podido constatar, por ejemplo, que en resguardos indígenas, a pesar de los bajos ingresos económicos, las comunidades ejercen una función de familia ampliada que protege a los niños que asisten a las escuelas. En citas con padres de familia convocados por Compartir para conversar acerca de la calidad docente, lo usual es que solo algunos participen; sin embargo, en zonas indígenas, llama poderosamente la atención que prácticamente todos los padres atiendan el llamado. Así se pudo observar, por ejemplo, en el resguardo indígena deTúquerres a finales de 2015.
  3. Aunque el fenómeno de violencia intrafamiliar es ampliamente difundido, en familias desplazadas por la violencia guerrillera y paramilitar es más acentuado. Hogares caracterizados por la transhumancia, por la ausencia de estabilidad laboral y las inmensas penurias suelen contar con dosis internas de violencia que afectan dramáticamente los procesos de aprendizaje de niños y niñas. Ello vale tanto para pequeños municipios (cabecera y resto) como para ciudades grandes e intermedias.(Lea: Calidad docente: 21 aspectos a revisar para el maestro del siglo XXI)
  4. Las ciudades se caracterizan por tipos de violencia que en el campo son desconocidos. Uno de ellos es el llamado de “fronteras invisibles”.  Se refiere a los territorios marcados por bandas criminales en áreas urbanas de muy bajos ingresos: se trata de “jurisdicciones” físicas que no pueden ser traspasadas por habitantes de las zonas “enemigas”, es decir, las de otras bandas que compiten por el territorio. Además de la violencia que recae en menores de edad, hay consecuencias absurdas para la educación: la Fundación constató que en Pasto, por ejemplo, los cupos sobrantes en una I.E. no podían ser aprovechados por niños sin cupos residentes en otras zonas por causa de las “fronteras invisibles”. Dicha situación es frecuente en otras ciudades, incluyendo Bogotá (ejemplo: el área de San Cristóbal Norte, en la localidad de Usaquén).
  5. Los padres de familia tienden a involucrarse menos en la cotidianidad escolar de sus hijos en los grandes centros urbanos. Quizás la explicación se asocie, parcialmente, a las enormes distancias que hay entre los lugares de residencia, los del trabajo y los de las instituciones educativas.
  6. Una constante que realza el valor de los docentes puede plantearse de la siguiente manera: entre más precarias las condiciones contextuales de los niños, mayor es el involucramiento de aquellos en contribuir a atenuar las condiciones adversas. En una vereda de Sincé (Sucre), una docente unitaria, en un ambiente de alta violencia intrafamiliar (incluyendo situaciones de hacinamiento y riesgos de promiscuidad), consiguió vincular a los padres de familia (algunos en situación de analfabetismo) a procesos de aprendizaje que redundaron positivamente en los niños.

En conclusión, además de factores asociados a la formación, remuneración y actualización de docentes, hay elementos determinantes de la calidad de la educación que se relacionan con factores diferenciales de violencia que, a su vez, guardan relación con la solidez de las comunidades, el desplazamiento forzado, la estabilidad laboral, el nivel de alfabetismo de los padres, entre otros. (Lea: Educación de calidad: ¿un lugar común?)

Hay, entonces, aspectos “fuera del aula” que representan enormes retos a la política educativa nacional y regional. Entre tanto, son los docentes los grandes héroes que, con sus propios esfuerzos, mitigan las inequidades rampantes. Un reconocimiento para ellos.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/docentes-que-van-mas-alla-del-aula

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Educación Patrimonial:Una Urgencia Manifiesta Para Cartagena de Indias

Por: Ubaldo José Elles Quintana

Educación Patrimonial: Una Urgencia Manifiesta Para Cartagena de Indias (1).
Desde los inmemoriales tiempos del siglo X después de Cristo, cuando las culturas amerindias se situaron en el Litoral Caribe, al cual dieron su nombre, La educación para la conservación del patrimonio cultural material e inmaterial, y el patrimonio natural representa una preocupación con altos y bajos para los cartageneros, quienes a pesar de los esfuerzos de cada generación vivimos con zozobra las experiencias de la desaparición de este.
Para los Caribes, nuestros antepasados indígenas, el sistema educativo se centró en el Areito, una especie de ritual, mediante el cual, a través de cánticos y danzas los mayores enseñaban a las nuevas generaciones, el cuidado de la madre naturaleza, en primera instancia, la historia, los valores practicantes y vigentes, las deidades, las costumbres, las prácticas económicas para la supervivencia, las tradiciones y leyendas, en fin todo el acervo cultural que permitiese conservar la vida espiritual y material la sociedad tribal y aldeana.
Todo ello en el marco de una sociedad solidaria, en la cual la opresión y la explotación del Otro, no se practicaba en las aldeas, pues hasta los enemigos capturados en batallas externas, terminaban asimilados e integrados al grupo social vencedor.
Sin embargo, las prácticas erradas de la evangelización (tal como lo reconocieron los papas Juan Pablo II y Francisco), y de manera especial la conquista y la colonización, marcaron el ocaso de nuestras culturas originarias, sus valores, costumbres y demás prácticas socioculturales, y hasta de la misma persona del indio, cuyo predominio y la elemental presencia racial también desapareció en diversas zonas de la Provincia de Cartagena y su cercanías.
Con la conquista y colonización “a sangre y fuego “llegó la evangelización y la conversión forzada y con ella los curas doctrineros quienes en su gran mayoría, salvo honrosas excepciones, en nuestro suelo Caribe se convirtieron en otra clase de opresores, usando de manera sacrílega el nombre de nuestro Dios y de Jesús El Mesías, para justificar la injusticia.
Durante este aciago período se formalizó la educación superior para los hijos de la élite criolla a través de los Colegios San Bartolomé, El Rosario y la Universidad Santo Tomás y con ellos las teorías de la Ilustración durante el siglo XVIII cuyos mejores y mayores frutos fueron la Expedición Botánica y la revolución de Independencia (1810-1821).
La Expedición Botánica represento el Movimiento científico y cultural más importante de la época colonial, el cual posibilitó el reconocimiento de nuestros recursos naturales, fortaleciendo el amor hacia la patria Americana, sentimiento que impulsaría la revolución frente a España y que puso al descubierto la riqueza de nuestra biodiversidad y de nuestros recursos minerales estratégicos.
Hoy por hoy, La Expedición Botánica es el hito más importante del reconocimiento de nuestro patrimonio natural nacional y en su interior son muy importantes los dibujos de plantas y flores que hizo el pintor cartagenero Pablo Caballero en 1785.
Con el paso de los años y el término de la dominación española vino la escuela de la instrucción primaria entregada a la iglesia católica, hasta cuando aparece la gran reforma de Francisco de Paula Santander quien crea diversas universidades entre ellas la de Cartagena en 1826, abriendo nuevos horizontes a la educación y la sociedad colombiana, a través de la educación básica y universitaria pública.
Sin embargo, el inmensurable avance que representó la reforma liderada por el prócer, inspirada en sus bases en modelos extranjeros, las mayores preocupaciones teóricas y prácticas por el patrimonio vertidas en documentos legales quedaron, en este período, en las instrucciones de Simón Bolívar Palacios para salvar los bosques y las aguas de América del Sur.
La conceptualización sobre patrimonio no aparecía nítida en el ideario de los gobernantes, tal vez por el estado de desarrollo de las ciencias sociales en la coyuntura histórica, o tal vez por su propia formación académica y el estado de guerra civil declarada que le tocó vivir a la nación hasta principios del siglo XX motivada en las guerras partidistas de los líderes del liberalismo y el conservatismo en la lucha fratricida por la hegemonía en el poder nacional. regional y local.
Así, a grandes pincelazos, transcurrió la olvidada conceptualización de patrimonio en una de las naciones más ricas en naturaleza en el universo hecho Tierra; sin embargo, Las reformas educativas del siglo XX, aunque dieron un buen impulso a las prácticas educativas y pedagógicas en general, casi siempre estuvieron inspiradas en modelos extranjeros contribuyendo poco a la formación y conservación de la identidad cultural nacional y local, al reconocimiento, valoración y conservación del patrimonio natural y cultural.
Más la situación se torna sobre manera crítica en los años 70 del siglo referenciado, cuando en medio del auge de la lucha de clases de obreros, maestros, campesinos, empleados del Estado y de los estudiantes, la respuesta de este es cercenar de los planes de estudio las asignaturas sociales – las más apropiadas y cercanas para la educación, formación y conservación de la riqueza patrimonial de una sociedad; ¡peor suerte corrieron las facultades de sociología y afines que fueron cerradas sin consideración alguna¡
De manera paradójica es el año 1974 cuando se expide el Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Medio Ambiente de Colombia, el instrumento jurídico más valioso sobre la protección de nuestra riqueza patrimonial renovable, en toda la historia ambiental de Colombia, desafortunadamente convertido en muchos de sus valiosos apartes en letra muerta.
Más en medio de los vaivenes, altos y bajos de la educación para la conservación del patrimonio, el golpe final de gracia lo da el Estado cuando la enseñanza de la historia local que venía dándose desde los años 40 del siglo pasado, por lo menos en nuestra ciudad y gran parte de la nación, desaparece en esos mismos años 70 , producto de las improvisadas y muchas veces retrogradas reformas del Ministerio de Educación Nacional de Colombia.
Sin embargo, en la década de los años 80 pasados, cuando el espíritu represivo y retrógrado del MEN y del Estado se relaja un poco, aparece el decreto 1002 de abril de 1984, brindando a los municipios y departamentos del país la oportunidad de institucionalizar sus propios currículos locales y regionales.
No obstante, esta oportunidad de oro, jamás ha sido aprovechada por un buen número de gobernantes y educadores de la nación, de manera lastimosa, por cuanto el referenciado decreto establece en su artículo 20 que:
El Ministerio de Educación Nacional reglamentará la aplicación gradual del…plan de estudios… de tal manera que se tenga en cuenta las características de las regiones, la disponibilidad de textos, de guías y demás materiales curriculares y la suficiente capacitación de los docentes.
Cartagena de Indias aprovechará esta oportunidad seis años después cuando en 1990 el Alcalde Mayor expide el decreto que hace obligatoria la enseñanza de la historia cartagenera en la educación básica y posteriormente en 1995, cuando se reglamenta la Cátedra de Ecología y Educación Ambiental de la ciudad, oportunidades muy parcialmente aprovechadas, pese alos esfuerzos de un grupo de maestros, historiadores y ambientalistas, con el liderazgo de quien escribe estas notas.
Finalmente las últimas reformas introducidas por el MEN, toman un cariz positivo cuando establece los lineamientos curriculares de la enseñanza (hoy en pleno desarrollo con las controvertidas competencias del saber) de las diferentes ciencias dándole el toque de modernismo necesario para el siglo XXI.
Pese a ello, la gran falla es la inexistencia de una Cátedra de Historia Local, que eduque y acompañe la formación para la conservación del patrimonio; pero más allá de esta, está la inexistencia de una Cátedra de Patrimonio que acompañe a niños, niñas y jóvenes en su formación para ser ciudadanos que conocen, aman y conservan su patrimonio natural y cultural y defienden su identidad cultural contra la globalización, que arrasa inclemente las identidades nacionales y locales.
CONTINUARÁ: Nuestra propuesta sobre la Educación para conocer, amar y conservar el patrimonio: la donación de la madre naturaleza, nuestro Dios y nuestros antepasados.
Con los afectos de siempre, recargados en este 2018:
uellesq@hotmail.com

Fuente:http://www.eluniversal.com.co/blogs/patrimonio-siglo-xxi/educacion-patrimonialuna-urgencia-manifiesta-para-cartagena-de-indias

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Entrevista: Alicia Giraldo, cien años entre la educación y los derechos de la mujer

Entrevista a:  Alicia Giraldo

“¡Esta muchachita, como tan inteligente! —Exclamó Antonio Mauro Giraldo, el primer médico que realizó una trepanación de cráneo sin anestesia en Antioquia—. La llevaré a estudiar a la Normal de Señoritas, en Medellín”.

Era 1930, aproximadamente, cuando esto pasó. Alicia Giraldo Gómez, una adolescente, había pronunciado un emotivo discurso en un acto público, en El Peñol, donde estaba el personaje, quien ocupó, entre otros cargos, los de parlamentario y de rector de la Universidad de Antioquia.

Nacida en el municipio del embalse, el 1 de diciembre de 1917, con el punto de apoyo que le brindó el médico, ha movido el mundo. Llegó a ser “historiadora por vocación”; socióloga y psicóloga. Y su legado en la educación también es cuantioso.

Lúcida y aliviada, como la describe su sobrina María Eulalia Giraldo, Alicia habla sin desmayo. Cuenta que sus paisanos se dedicaron a cultivar el tomate, la yuca y el mango, que vendían en toldos.

La vocación de historiadora desborda en su conversación. Expresa su orgullo por el Río Nare, que baña su pueblo, del que explica que es negro porque estaba bordeado de sauces y las hojas de estos caían en el afluente, y daban un aspecto oscuro a sus aguas. Habla de la antigua tradición de los cargueros, esa de llevar personas a la espalda, de la que “el naturalista Alexander Von Humboldt se escandalizó por la dureza de su ejercicio”.

Entró a la Normal, como le prometió su mecenas. Ayudó en la conformación del Colegio Central Femenino —Cefa— y del Colegio Mayor, donde fue psicoorientadora por muchos años.

“Gané un concurso de ensayo sobre derechos de la mujer, y participé en un foro. Me dijeron: ‘vaya a la Academia Antioqueña de Historia’ e ingresé a esta institución, donde he sido miembro de número y de la que me nombraron Presidenta Honoraria”.

María Eulalia cree que el caso de su tía es admirable, porque si era difícil para una mujer de Medellín, en su tiempo, participar en la vida pública, resultaba impensable para una mujer de pueblo.

En la celebración de los cien años de su intensa vida, el pasado 1 de diciembre, profesoras de la Javiera Londoño, donde Alicia fue profesora por más de 30 años, dijeron “somos lo que somos, gracias a ella”. María Eulalia cuenta que a los sobrinos también les ha inculcado, en primer lugar, la educación. Por su parte, se graduó de Ingeniería de Petróleos y ha realizado otros estudios posteriores.

“La adoro con el alma”, expresa la sobrina. Admira que haya estudiado tanto, en universidades de Medellín y en Madrid; su labor como educadora de varias generaciones, y su aporte en la consolidación de los derechos de la mujer.

En este tema, Alicia ha aportado, no un grano de arena sino un arenero completo: ha escrito artículos como Cincuenta años de conmemoración del sufragio femenino en Colombia, Plebiscito de 1957, y libros como Forjadoras de forjadores: abuelas y maestras de Antioquia en el siglo XX 1850-1950, y ha hecho parte de la Unión de Ciudadanas de Colombia.

“Luchamos por alcanzar tiempos mejores para la mujer. Antes, a la mujer solo la dejaban bailar y tocar el piano”, explica Alicia, como si con estas ideas quisiera sintetizar un siglo de vida.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/cultura/alicia-cien-anos-de-letras-historias-y-maravillas-CN7953774

 

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Colombia: 17va Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Inclusión Educativa)

Colombia / 14 de enero de 2018 / Autor: El abecedario La educación de la A a la Z / Fuente: Youtube

Publicado el 21 oct. 2017
Nuestro tema será, Inclusión Educativa. En huellas de maestros: La profesora Judith López de la IE Ana Gómez de Sierra. En el palabrero: La profesora Astrid Elena Cardona de la IE José María Córdoba de Rionegro. En La Nota Informativa: presentaremos la película Los Coristas.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=VhjiwgleWFg
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Candidatos: la educación como política de Estado

Colombia / 14 de enero de 2018 / Autor: Ramsés Vargas Lamadrid / Fuente: Semana

No puede haber estudiantes de excelencia sin docentes de excelencia y por esto es inaplazable la construcción una política pública para la formación de educadores, que promueva la profesionalización y el aprendizaje continuo.

‘Desgraciadas ocurrencias‘ (El Tiempo, abril 21, 2017), fue el titular de la columna del maestro Wasserman en la que describe algunas de las que han sido las políticas en materia de educación, ciencia y tecnología en las últimas décadas, donde ha prevalecido la improvisación sobre la reflexión o el conocimiento.

Estas ocurrencias disfrazadas de buenas ideas las caracterizan la omisión al no considerar la complejidad de factores que inciden en los problemas de la educación. La audacia, lo taquillero, lo mediático han estado por encima del análisis riguroso y holístico que se requiere para reglar estos temas. Cada Gobierno -o ministro- viene con su carpeta de ocurrencias debajo del brazo.

A propósito del año que terminó, enfocado en la corrupción rampante y el «patos al agua» en materia de candidaturas presidenciales reflexionamos sobre lo que planteó Julián de Zubiría recientemente en este medio, “Si tu candidato no sabe cómo cambiar la educación, cambia de candidato”, surge la reflexión sobre qué retos tienen los candidatos frente a la construcción de una política pública para formar en Colombia una generación de paz y cumplir con el Plan Decenal de Educación que plantea el perfil del ciudadano colombiano a 2026.

Es fundamental no desistir de considerar la Educación como prioridad y pilar de desarrollo y progreso para el país, pues esta es la vía para fortalecer el desarrollo económico a través de la formación de un capital humano más acorde a las necesidades productivas y a los desafíos de un entorno que requiere innovadoras respuestas a nuevas demandas. Una mejor educación, además, contribuye a disminuir el desempleo y la informalidad, y posibilita una mayor remuneración de los agentes productivos del país, lo que se refleja en el bienestar de su población y en el crecimiento de la economía.

De igual forma, tal como lo manifiesta el Consejo Privado de Competitividad, la educación es clave en el marco del posconflicto, pues esta es un pilar esencial para lograr una paz estable y duradera en aquellas zonas azotadas por la violencia y la criminalidad durante décadas. El acceso, la cobertura, la calidad y la pertinencia de la educación en esos territorios determinarán en buena medida la generación de riqueza, la atracción de inversión productiva y la creación del empleo formal que apalancará su desarrollo en los próximos años.

Estos retos no hay necesidad de sacarlos debajo de la manga. Ya Colombia está más que sobrediagnosticada y cuenta con referentes educativos muy bien documentados que darán pista a los candidatos sobre las prioridades que deben atenderse de forma planificada y no reactiva.

En primer lugar, se requiere la construcción de un sistema educativo articulado, participativo, descentralizado y con mecanismos eficaces de concertación. Es urgente organizar el sistema educativo en todos sus niveles, de tal manera que estos respondan a las necesidades propias de los contextos, promuevan la investigación, el desarrollo de proyectos, la articulación de los niveles, la promoción de los valores culturales regionales y nacionales y la participación del estado y los actores sociales (Plan Decenal de Educación-PDE).

Así mismo, como lo establece el PDE, hay que garantizar, fortalecer y mejorar el sistema educativo estatal, de modo que asegure, en todos los niveles de formación, accesibilidad, adaptabilidad, aceptabilidad, permanencia, inclusión de toda la población y, por ende, la calidad de la educación, brindando las condiciones adecuadas de financiación e infraestructura.

Pero, además, es menester trabajar en conjunto con otras carteras para mitigar los factores económicos que pueden afectar la posibilidad de que los jóvenes completen su educación. Estrategias integrales para suplir el NBI podrían incrementar su acceso y permanencia en el sistema hasta culminar la educación media. Sin duda, esto incluye extirpar de una vez por siempre la corrupción en estrategias como el Programa de Alimentación Escolar.

Otro aspecto critico es garantizar la financiación e implementación de la Ley 1804/2016 que convirtió la estrategia De Cero a Siempre en una política de Estado para establecer el preescolar integral, fortalecer las competencias y cualificaciones del personal de las modalidades de educación inicial y su sistema de evaluación, y observar con detenimiento las condiciones de certificación de los prestadores de servicios.

El rezago nacional en medidas internacionales como las pruebas Prisa obliga a fortalecer la educación primaria, secundaria y media a través del establecimiento de un currículo nacional con lineamientos generales, pertinentes y flexibles, e incentivar su adopción por parte de los establecimientos educativos. De igual forma, dar un impulso más contundente a la implementación de la Ley 1753/2015 que estableció que el servicio público educativo debe prestarse en jornada única y que su implementación será gradual hasta el año 2025 en zonas urbanas y hasta 2030 en zonas rurales.

No puede haber estudiantes de excelencia sin docentes de excelencia y por esto es inaplazable la construcción una política pública para la formación de educadores, que promueva la profesionalización y el aprendizaje continuo.

Ante el imperativo de que estamos en medio de la cuarta revolución industrial, donde la automatización y la inteligencia artificial son sus pilares, debemos fortalecer la apropiación tecnológica a través de procesos de enseñanza y aprendizaje, proveyendo la infraestructura física y tecnológica a todo el sistema educativo colombiano con criterios de calidad, transversal a las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones, y generar cobertura educativa.

De igual manera hemos de implementar el Sistema Nacional de Educación Terciaria (SNET) con la oferta de programas, en sintonía con la política de desarrollo productivo y avanzar en el reconocimiento de aprendizajes previos tanto en la educación terciaria como en la superior.

Candidatos, urge leer y atender el Acuerdo por lo Superior -2034, que establece lo que requiere el país para las próximas dos décadas materializando 10 apuestas que condensan los retos en materia de educación superior. Entre otras, se destaca la Educación inclusiva, de calidad y pertinencia y la Investigación (ciencia, tecnología e innovación). En este último ítem debe formularse una política unificada de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) para articular los esfuerzos que hacen los distintos actores y tomar acciones reales para garantizar la destinación de recursos estimados a la ciencia, producción cultural y artística llegue al menos el 0,7 por ciento del PIB, y no terminen financiando vías terciarias.

En línea con lo anterior es urgente reglamentar el Acto Legislativo No 10/2017 que reforma el Sistema General de Regalías para mejorar la asignación y ejecución de los recursos. La reducción de los recursos destinados a ciencia, tecnología e innovación, incluida la innovación social, compiten con la corrupción del país. Y para ser un país educado y que trasforme sus estructura de desarrollo económico y tecnológico, es urgente analizar las políticas y recursos de Colciencias, por el impacto de la investigación en la calidad de la educación superior, el apoyo en la formación de alto nivel y en el desarrollo e innovación del sector productivo.

Finalmente, es necesario que como país desarmemos las palabras y los ánimos en aras de construir un futuro reconciliado y promisorio, y eso nos exige entre muchas otras cosas, asumir los compromisos que en materia educativa se establecieron en los acuerdos de paz.

La hoja de ruta ha sido suficientemente discutida y diseñada, lo demás serán solo «ocurrencias».

Fuente del Artículo:

http://www.semana.com/opinion/articulo/candidatos-la-educacion-como-politica-de-estado/553058

Fuente de la Imagen:

http://www.semana.com/educacion/articulo/colombia-es-un-modelo-educativo-para-marruecos/424764-3

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