Page 23 of 439
1 21 22 23 24 25 439

¿El estrato en la matricula cero, un factor de discriminación en las Universidades? Colombia

Las universidades públicas están desfinanciadas y según el SUE a 2021 la cifra se acerca a 15 billones, necesarios para lograr un equilibrio de mínimos, en las ahora 34 públicas con la llegada de la Universidad intercultural indígena ubicada en el sur y Unitropico ubicada en el oriente. La fórmula más general converge en reformar con urgencia los artículos 86 y 87 de la ley 30 de 1993.

       Se desfinanciaron no por corrupción, ni malos manejos, si no por la presión del estado durante dos décadas para incentivar el crecimiento real por encima de los recursos enviados. Las nuevas necesidades no fueron cubiertas por el estado ensanchando la brecha entre lo real y lo formal. El número de estudiantes, programas de pregrado ofertados, productividad pagada según decreto 1279 de 1993 y las demandas tecnológicas y de infraestructuras duplicaron las necesidades no satisfechas para cumplir con el derecho a la educación. El presupuesto enviado por el estado pasó de cubrir el 70% del ya reducido costo de un estudiante antes del año 2000 a ser inferior al 50% en 2021. Las plantas docentes quedaron rezagadas, las nóminas de docentes ocasionales las superan en número y actividades docentes y la investigación creció de manera exponencial.

      En 2021 el gobierno acogió la fórmula de matrícula cero, como mecanismo de distribución de recursos per-cápita, para más del 80% de estudiantes. Con la matrícula cero las universidades reciben menos del 10% de lo que cuesta el derecho a la educación de un estudiante, por lo que no se atacando la desfinanciación, ni fortaleciendo el sentido de lo público, aunque sea un logro importante de las movilizaciones de jóvenes en 2018, con acompañamiento de rectores, profesores y del interés del gobierno. Sin embargo, si le sumo a las universidades otra contradicción interna (que debilita su razón de ser), al tener que tratar con la identificación de sus estudiantes según el estrato, cuando es de común saber, que estratificar resulta contrario al sistema de derechos. Al estratificar se discrimina y, cuando un sector de jóvenes es tratado con distinción al asociarlos a su pertenencia y posición económica y no a su condición de jóvenes, se pasa la línea de la igualdad pudiendo provocar exclusión o segregar.

        El pacto de derechos económicos, sociales y culturales de 1966, dispone que los estados parte, y Colombia lo es, garantizarán el ejercicio de cada uno de los derechos sin discriminación alguna y al determinar un pago según estrato, aunque sea para pocos, se crea una distinción que afecta el goce de este derecho en condiciones de igualdad a todos los jóvenes, cuyo único requisito de acceso a la universidad debe ser de méritos, otras fórmulas medidas en factores de ingresos, bienes, riqueza material, lamentablemente pueden ocurrir en universidades de interés privado, donde poco pueden importar igualmente la democracia participativa o el reconocimiento de diversidades.

        El estrato es una práctica en apariencia neutra, pero no lo es, en tanto a ciertos jóvenes por causas ajenas a su condición individual, se les aplica una limitante propia de la esfera privada de su familia, no de ellos, que son quienes actúan ante la institución como responsables de su destino, como lo señaló la ilustración siglos atrás. El trato según el estrato origina una posible discriminación directa para un aproximado del 20% o menos de los jóvenes de las universidades públicas, de los cuales cerca de la mitad no tienen aún cedula de identidad, y desde ya reciben un trato menos favorable que los demás de su misma situación y “condición esencial de jóvenes”. En las calles han estado defendiendo la educación pública hombres y mujeres jóvenes, brutalmente reprimidos sin importar el estrato.

       La matrícula cero pagada por el estado según estratos, señala un trato diferencial, que al poner límites a los jóvenes por su pertenencia a una clase social afecta la naturaleza de la universidad pública, llamada a ser ocupada por quienes tengan los méritos, no por clases, ni pertenencia a grupos, ni por quien pueda pagar una matrícula, que, en todo caso, solo cubre la décima parte de lo que cuesta la totalidad de beneficios que compromete la institución. Entrar en la esfera de los diferenciales prohibidos por el sistema de derechos, de los que hace parte la “posición económica, junto con otros tales como origen, raza, color, identidad sexual, religiosa, o política, desvirtúa el artículo 13 del pacto de derechos cuando dispone que “la enseñanza primaria debe ser obligatoria y asequible a todos gratuitamente y que la enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos”, ese todos, indica el derecho de acceso a los jóvenes, sin factores diferenciales de distinción, salvo méritos.

       Esa es la razón fundamental para reivindicar la defensa de la universidad pública con financiación total del estado, no parcial, ni con subsidios por demanda. La desfinanciación es de las instituciones, no de sus estamentos. Llamar a invertir lo que necesitan las universidades, para formar jóvenes y tener laboratorios de ciencia, bibliotecas, conectividad, docentes de alta calidad, siempre será mejor que invertir en batallones, armamentos y soldados, a quienes el estado cubre sin demora el 100% de lo que gastan. La matrícula cero es una estrategia compensatoria, que aunque útil, se separa del marco de los derechos, tampoco ataca la desfinanciación y en cambio pone en la agenda del debate la posible discriminación y vulneración a derechos, conforme a las letras de la Carta de las Naciones Unidas , la Declaración Universal de derechos humanos e inclusive del convenio 111 de la OIT.

       La matrícula cero en síntesis, es una apuesta del gobierno para entregar por demanda un aproximado 10% del presupuesto requerido por las universidades para sostener el equilibrio financiero y presupuestal. Los riesgos internos de déficit y faltantes adicionales cada año, al menor descuido pueden acelerar la privatización, si sus autoridades por desesperación ante el asedio de metas que cumplir caen en la trampa de conseguir recursos como sea o ahorrar hasta ahogarse. Salidas equivocas pueden conducir a degradar garantías y conquistas de docentes y trabajadores, imponer nuevas obligaciones, más tareas, reducir condiciones de tiempos de vinculación de ocasionales con afectaciones salariales y laborales, implementar la virtualidad como fin, no como medio, restar atención a políticas de inclusión y mitigación de la deserción, eliminar sistemas de becas y estímulos, empobrecer los campus y quizá dejar caer edificios icónicos o eliminar lo que parezca que “sobra” de estatutos y normas basadas en la autonomía y cumplir acríticamente los designios del capital.

       Está bien la matricula cero, aunque también adiciona un excesivo desgaste de gestión y tramite, pero la salida en defensa de la educación pública sigue siendo el justo reclamo por financiación total de las universidades y a los jóvenes darles tratamiento de jóvenes iguales, atenderlos con políticas de acceso, participación y bienestar, no como propietarios marcados por la casta, el linaje, el estrato.

P.D. La uptc recibió acreditación de alta calidad por 6 años más, un esfuerzo colectivo de quienes no han abandonado su compromiso ético para seguir siendo una universidad pública a toda prueba.

Fuente: https://rebelion.org/el-estrato-en-la-matricula-cero-un-factor-de-discriminacion-en-las-universidades/

Comparte este contenido:

Mujeres de frontera entre Colombia y Ecuador afrontan explotación y violencia

Explotación laboral, discriminación, inseguridad, trata, falta de acceso a educación, salud, alimentos y agua, así como violencia de género, física y sexual acechan a diario a las mujeres que habitan o transitan el límite de Ecuador y Colombia.

Así lo recogen los hallazgos del Análisis Rápido de Género (ARG)-CARE 2021, un documento que llama la atención sobre los problemas que viven a diario las mujeres transfronterizas y sus familias a ambos lados de la divisoria colombo-ecuatoriana.

El estudio expone los impactos diferenciados por género frente a la crisis humanitaria y los cambios producidos por la pandemia en mujeres, hombres, niños, niñas, adolescentes y personas LGBTIQ+ en situación de movilidad humana, de origen venezolano, en las poblaciones colombianas de Ipiales y Pasto, y en las ecuatorianas de Ibarra y Tulcán.

ACCIÓN SIMBÓLICA EN FRONTERA

El documento, que incluye directrices para la construcción de una agenda de trabajo para paliar esas circunstancias, fue presentada este jueves ante autoridades locales de ambos países en un acto simbólico de toma del puente internacional Rumichaca.

En ella, se identificaron alrededor de 80 mujeres, 40 por país, entre migrantes, refugiadas, indígenas y de la comunidad de acogida, que plantearon sus necesidades en seis ejes: Protección, salud, educación, medios de vida, situación migratoria, participación y liderazgo.

«Venimos cargadas de tanto dolor, ansiedad y necesidad, lo único que queremos es llegar a un lugar para sentirnos seguras, pero cuando llegamos enfrentamos otros problemas», describió una de ellas en uno de los testimonios reportados en la investigación.

Entre otros retos que afrontan, figura el «miedo de ir a las instituciones públicas porque nos rechazan con facilidad por no tener documentos», añadió la entrevistada.

Ante esta realidad y como parte del proyecto «Cruzando Fronteras», que se ejecuta gracias a la financiación de la Agencia Francesa de Desarrollo, CARE construyó la Agenda Transfronteriza que busca darles voz y liderazgo a las mujeres en condición de vulnerabilidad.

Su objetivo es la promoción de políticas públicas que garanticen los derechos de las mujeres migrantes y refugiadas, así como de la comunidad de acogida de ambos países.

«Hemos querido darles una voz a las mujeres transfronterizas de Ecuador y Colombia, que sean ellas quienes expongan sus necesidades e impulsen la agenda transfronteriza que busca mejorar sus condiciones de vida», expresó Alexandra Moncada, directora de CARE Ecuador.

DATOS ALARMANTES

De acuerdo con el ARG, en el caso de Ipiales y Pasto, alrededor del 90 % de las personas venezolanas están en condiciones de irregularidad, lo que obstaculiza el acceso a condiciones laborales dignas, subsidios públicos, educación y salud.

En Ecuador, la situación se agrava ya que las personas venezolanas requieren de una visa y pasaporte en vigor, lo que restringe aún más la posibilidad de regular su situación migratoria, excepto en caso de refugio.

Según el estudio, los migrantes venezolanos reciben un 50 % menos de salario que los nacionales en Ecuador, mientras que en Colombia es un 55 % menos.

Otro dato alarmante es que el 100 % de las mujeres transfronterizas entrevistadas manifestaron que han sido víctimas de acoso en la calle y/o violencia sexual.

Entre las propuestas incluidas en la agenda figuran que se mejoren las condiciones básicas para hacer su ruta migratoria segura, la creación de más albergues y una moratoria migratoria o mecanismo que facilite la regularización de ellas y sus familias.

Asimismo, se propone una protección especial frente a la presencia de grupos armados y bandas de crimen transnacional que violenta sus vidas y refugio para personas cuya vida está en riesgo, entre otras acciones.

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/ecuador-mujer_mujeres-de-frontera-entre-colombia-y-ecuador-afrontan-explotaci%C3%B3n-y-violencia/47180090

Comparte este contenido:

Colombia: El impacto negativo de la pandemia sobre los programas de formación técnica

América del Sur/Colombia/03-12-2021/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Entre el 2019 y el 2020 las matrículas en este sector se redujeron casi en un 50%. A la espera de los datos de este año, observadores señalan que la tendencia negativa podría continuar.

En el 2019 el país contaba con cerca de 673.000 estudiantes matriculados a programas de formación técnica. Un año después, en medio de la pandemia por coronavirus, esa cifra se redujo a 355.000, lo que supone una disminución de casi la mitad (47,25% para ser exactos) de estudiantes para los programas de este tipo.

Estas cifras las dio a conocer el Observatorio de la Universidad Colombiana, una iniciativa privada del Instituto Latinoamericano de Liderazgo, que también señaló que el mayor impacto de esta reducción lo percibieron los programas de formación para el trabajo y el desarrollo humano ya que pasaron de 592.000 estudiantes en el 2019 a 298.000 en el 2020, una disminución del 49,66%. Por su parte, en los programas técnicos profesionales, ofertados por Instituciones de Educación Superior (IES), la reducción en el mismo periodo de tiempo fue de casi el 30%.

Entre las razones que pueden explicar la caída en el número de estudiantes en los programas de formación para el trabajo y el desarrollo humano, destaca el hecho de que, por naturaleza, son asuntos que requieren interacción física con equipos y prácticas y el tránsito a la virtualidad no fue fácil de hacer. Además, resalta el Observatorio, los jóvenes de estratos medios y bajos, que son quienes en mayor medida acceden a este tipo de programas, debieron priorizar el trabajo antes que el estudio con la llegada de la pandemia.

Miguel Ángel Sandoval, Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Entidades de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano, señaló que otra de las posibles causas está en que “los subsidios y ayudas siempre llegan a la educación superior, nunca a la educación para el trabajo y el desarrollo humano”. Esto, sumado a que el Observatorio apunta que es un sector que no cuenta con el reconocimiento político y mediático, confluyó para que no se recibieran los apoyos necesarios para enfrentar los impactos de la pandemia.

Mientras esperan que las cifras del 2021 estén disponibles para analizar la tendencia del sector durante este último año, el Observatorio señala como otra de las posibles causas “los programas de gratuidad del Estado y los municipios que están impulsando un movimiento de la demanda hacia las instituciones públicas y programas universitarios, con lo que se ayuda al estudio de los jóvenes, pero se está dando un golpe de gracia a la formación técnica”.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/educacion/el-impacto-negativo-de-la-pandemia-sobre-los-programas-de-formacion-tecnica/

Comparte este contenido:

Colombia: Este 25 de noviembre, nueva jornada de paro nacional

semana.com

El Comité Nacional del Paro y la Central Unitaria de Trabajadores invitó a esta nueva jornada de movilizaciones, que tendrá como punto de concentración el Parque Nacional en Bogotá.

Este jueves 25 de noviembre el Comité Nacional del Paro y la Central Unitaria de Trabajadores convocaron una nueva jornada de manifestaciones por la exigencia del cumplimiento del Acuerdo de de Paz, que cumplió cinco años de su firma, también para recordar los dos años del paro nacional de 2019 y la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.

“Este 25 de noviembre #25N vamos a las calles, movilizaciones pacíficas en todo el país”, publicó la Central Unitaria de Trabajadores en su cuenta de Twitter, en el que también afirman más argumentos para la nueva jornada de movilización que partirá desde las 9:00 de la mañana en el Parque Nacional, ubicado en la carrera séptima con calle 40 de Bogotá. Luego seguirán su camino por toda la séptima hasta buscar la carrera décima con calle 26 y posteriormente tomarán la calle 19 para retornar a la zona peatonal de la séptima, para terminar en la Plaza de Bolívar, sitio habitual donde han finalizado las marchas.

Comparte este contenido:

Colombia: En busca de sus familiares desaparecidos, un grupo de mujeres campesinas se convirtió en ejemplo de reconciliación (pódcast)

Fuertes y aún con esperanza, siguen buscando los restos de sus seres queridos. Se reunieron con paramilitares desmovilizados, perdonaron y juntas se apoyan para no desfallecer y finalmente encontrar con cada hallazgo algo de paz.

https://www.spreaker.com/user/revistasemana/familiares-desaparecidos?utm_medium=widget&utm_source=user%3A9836245&utm_term=episode_title#

Fuente: https://www.semana.com/podcast/mejor-colombia/articulo/en-busca-de-sus-familiares-desaparecidos-un-grupo-de-mujeres-campesinas-se-convirtio-en-ejemplo-de-reconciliacion/202102/

 

Comparte este contenido:

Colombia: La U. Nacional declara como prioridad las acciones contra el cambio climático

La universidad pública más importante de Colombia declaró como “asunto prioritario de gestión universitaria” las acciones frente a la emergencia climática, reconociendo el cambio climático como una emergencia y apoyando e incentivando medidas urgentes y drásticas para mitigar su impacto y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Así lo determinó el Consejo Superior Universitario (CSU), dando vía libre a 11 acciones que desde la universidad pretenden impulsar cambios frente al cambio climático. Entre dichas acciones destaca la meta de una reducción en la emisión de gases efecto invernadero, siendo carbono cero a 2030. Esto implica transformaciones de políticas y programas claves en el día a día.

La declaratoria toca áreas como la gestión de recursos hídricos y de residuos. En el primero la Unal pretende realizar acciones para motivar una mayor cultura de conservación del agua, el uso eficiente de ese recurso y su reutilización y reciclaje para fines potables o no potables. En cuanto a los residuos, el CSU espera desarrollar una economía circular (reutilización, reventa, reciclaje, compostaje in situ de alimentos y productos orgánicos y posteriormente transformación de residuos en energía).

En ese marco también resaltan las estrategias “cero plástico de un solo uso” y “producción y consumo sostenible”. Siendo la universidad más grande del país, la Unal plantea como un gran reto la movilidad sostenible. “La UNAL planificará las acciones de sostenibilidad en torno a la movilidad en sus campus, con el fin de reducir los gases efecto invernadero e involucrando la infraestructura de movilidad existente (construcción de carriles, estaciones, casilleros, duchas y centros de reparación para bicicletas, implementación de transporte público dentro del campus”, señala la institución en un comunicado.

El transporte, de hecho, ha sido una de las áreas donde la ONU ha pedido mayor acción frente al cambio climático. A mediados de octubre, en la antesala de la Cumbre Climática COP26, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a todos los países a descarbonizar el transporte. “Los gobiernos deben incentivar las opciones de transporte limpio, incluso a través de estándares e impuestos, e imponer una regulación más estricta de las infraestructuras y las ventas”, dijo Guterres.

Las acciones que complementan la ruta planteada por el CSU en la Universidad Nacional son la “Operación y gestión”; “Giro ambiental y cambio cultural” e “Indicadores de sostenibilidad”. “Todo esto es posible si damos un giro ambiental y cultural con estas temáticas ambientales. Necesitamos ese cambio y parte de una declaratoria de este Consejo Superior”, resalta la declaración.

Fuente de la información e imagen: https://www.elespectador.com

Comparte este contenido:

Colombia: 2,4 millones de niños podrían terminar el año escolar en casa

Quedan dos semanas para que comience el cierre del año escolar en los colegios del país, cuya fecha varía según la región. Y como van las cosas, todo parece indicar que 2,4 millones de niños, niñas y adolescentes (el 24,5 por ciento del total nacional) terminarán el curso desde sus casas por segundo año consecutivo.

Los datos pertenecen al último informe sobre regreso a clases presenciales presentado por el Ministerio de Educación, en el que se evidencian importantes avances, pero también hace énfasis en la lentitud en que se ha llevado el proceso en algunas regiones del país.

De acuerdo con el informe, el 95,5 por ciento de las instituciones educativas ofrecen clases presenciales. Pese a ello, tan solo el 75,5 por ciento de la matrícula escolar asiste al colegio, lo que equivale a 7’523.466 niños, niñas y adolescentes. En otras palabras, todavía hay 2’414.948 menores que desde marzo de 2020, cuando se dio el cierre de los colegios, no han asistido a un salón de clases.

José David Romero, experto en educación, asegura que “lo que nos muestran estas cifras es que efectivamente se han logrado avances importantes. Durante los primeros seis meses del año los estudiantes en presencialidad no alcanzaban el 40 por ciento. Esto fue muy criticado. Pero ahora estamos hablando de un avance de 35 puntos porcentuales desde que se ordenó el regreso a la presencialidad, lo que es claramente positivo”.

“Sin embargo –agrega Romero–, la meta siempre fue terminar el año al 100 por ciento. Los colegios y las secretarías de Educación recibieron recursos desde 2020 para hacer las adecuaciones, y no se entiende por qué hay regiones donde los índices de presencialidad siguen siendo muy bajos”.

Al respecto, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, le dijo a EL TIEMPO: “Fueron entregados más recursos del Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome). En total llevamos 1,2 billones de pesos invertidos. Y todo este trabajo lo debemos hacer en todo el país por el retorno de los niños a las aulas. Nada reemplaza este proceso presencial, es vital”.

Y es que precisamente la falta de ejecución de estos recursos por parte de ciertas alcaldías y gobernaciones, así como la inexplicable decisión de retardar en algunas de ellas, es lo que causó, entre otras cosas, que en un mes solo haya aumentado el número de estudiantes en clases en sitio un 3 por ciento.

Estas regiones fueron identificadas por Mineducación. Se trata de las siguientes 16 de las 93 secretarías de Educación del país: Arauca, Cesar, Magdalena, Sucre, Santa Marta, Cartagena, Cúcuta, Floridablanca, Piedecuesta, Fusagasugá, Buenaventura, Soacha, Malambo, Magangué, Ciénaga, Lorica, Cesar, Sahagún, Soledad y Barrancabermeja.

En estas secretarías la presencialidad es menor al 40 por ciento en colegios y al 50 por ciento en cuanto al número de estudiantes.

Francisco Cajiao, analista en temas educativos, asegura que “llama la atención que muchas de estas regiones es donde más se necesita la presencialidad. Son zonas rurales o con altos índices de pobreza, lo que se traduce también en poco acceso a internet. Y si de por sí varios estudios ya demostraron que la conectividad no reemplaza a la presencialidad, sin ella la calidad de la educación que estos menores reciben es mucho más que precaria”.

Y lo que más preocupa de todo es que el Ministerio lleva meses insistiendo a las mismas secretarías que aceleren el paso, sin que haya mayores avances. De hecho, en el reciente informe la entidad vuelve a darles un ‘jalón de orejas’ a las alcaldías y gobernaciones.

El Ministerio recalcó que estas entidades no solo tienen la obligación de garantizar la disponibilidad del servicio educativo. Además deben trabajar hasta lograr el regreso efectivo de los estudiantes a las aulas.

Así las cosas, a nivel regional se encontró que el Caribe, la Orinoquía y los Santanderes son las zonas en las que más colegios permanecen cerrados y, al mismo tiempo, menos estudiantes asisten a clases en sitio.

Pero el informe muestra datos llamativos, como que en la Orinoquía el 96,8 por ciento de los colegios están abiertos. No obstante, solo el 61,9 por ciento de los estudiantes van a los colegios.

Esto evidencia que todavía persiste la desconfianza de los padres de familia respecto a llevar a sus hijos al colegio, concuerdan los expertos consultados por EL TIEMPO.

Así lo explica Cajiao: “Preocupa, porque el sector educativo lleva más de un año preparándose para el regreso y tiene protocolos mucho más estrictos que otros que ya están totalmente abiertos como el comercio. Es necesario que los padres y las instituciones comprendan el grave daño que le hacen a un menor que no puede ir a la escuela. Su desarrollo y posibilidades de construir un mejor proyecto de vida están en riesgo”.

Esto concuerda con lo encontrado por el Observatorio de Gestión Educativa de la Fundación Empresarios por la Educación. De acuerdo con Diego Sánchez, coordinador de Análisis de Datos de la organización, en diálogo con las secretarías de Educación del país se identificaron los principales retos para el retorno: “Uno de los mayores obstáculos ha sido la generación de confianza. Tenemos que el reto más grande ha sido el consenso con docentes y directivos docentes, así como de padres de familia y cuidadores”.

Precisamente para generar esa confianza, la ministra de Educación señaló que es necesario avanzar con el proceso de inmunización de la población estudiantil: “En cuanto a la vacunación en el sector, estamos en este momento en el proceso de inmunización de personas de 12 a 29 años, quienes también componen gran parte de la población escolar y universitaria. Al momento estamos en el 22 por ciento de personas de estas edades con dos dosis y el 48 por ciento con una dosis”, señaló.

Y agregó: “Hacemos un llamado a acudir a los puntos de vacunación que están instalados en colegios, universidades, alcaldías y en diferentes partes de las ciudades, a que lleven a los niños, niñas y adolescentes a recibir este biológico, ya que esto nos ayudará también a garantizar que el retorno a las aulas sea seguro”.

Regreso a clases, solo el comienzo

El retorno a la presencialidad es apenas el primer paso para contrarrestar los impactos de la pandemia en la educación. Todavía falta un punto fundamental: los rezagos en el aprendizaje.

De hecho, esto ya se empezó a ver en los resultados de las pruebas Saber 11 de 2020, donde aumentaron las brechas entre personas con conectividad y sin ella, entre estratos sociales y entre zonas urbanas y rurales.

El sector todavía está a la espera de lo que suceda con las pruebas Saber 11 que se aplicaron este año y cuyos resultados se conocerán en las próximas semanas.

Al respecto, la ministra Angulo explicó: “Ya iniciamos varias estrategias para nivelar a los estudiantes luego del encierro. Tenemos, por ejemplo, las pruebas Saber de los grados 3.°, 5.°, 7.° y 9.°, así como el programa ‘Evaluar para avanzar’ y todo el acompañamiento necesario para atender los posibles rezagos en el aprendizaje que se dieron en la pandemia”.

Con esto se busca determinar la afectación en el nivel académico de los estudiantes. Pero eso es apenas el principio. Tras ello, la meta del Ministerio es que en los colegios se hagan los refuerzos necesarios.

“Claramente es un importante esfuerzo, pero de nuevo la responsabilidad final de lo que ocurra con esa información no es del Ministerio, sino de las secretarías de Educación y las instituciones. Urge hacer los refuerzos si no queremos una ‘catástrofe generacional’, como ya lo advirtió la Unesco”, dijo Romero.

Fuente de la información e imagen: https://www.eltiempo.com/

Comparte este contenido:
Page 23 of 439
1 21 22 23 24 25 439