Page 2997 of 3015
1 2.995 2.996 2.997 2.998 2.999 3.015

¡Bienvenidas a luchar para construir la educación que soñamos!

A tan solo unos días del inicio de un nuevo semestre académico en la Universidad Nacional de Colombia, queremos extenderles una fuerte bienvenida a todas aquellas nuevas estudiantes que llenarán de aquí en adelante de ideas-fuerza nuestra ciudad blanca. Hace un tiempo nosotras sentimos al igual que ustedes esa inmensa felicidad al sabernos parte de la Universidad Nacional y de las inconmensurables experiencias que ofrece, pero creemos que se hace urgente reflexionar sobre la situación actual de la nacho y de la educación superior pública del país, para poder compartir esta alegría que sentimos con más y más compañeras, a la vez que construimos un nuevo proyecto educativo que no excluya a la amplia mayoría de jóvenes del país y que se construya al servicio de las de abajo.

Breve diagnóstico de la situación universitaria 

La Universidad Nacional vive hoy una de las más duras crisis financieras que viene de la mano de la consolidación de un modelo de desfinanciación que por más de 20 años ha dejado al grueso de las universidades públicas del país sin soporte financiero para su buen funcionamiento, empujando así a la búsqueda de alternativas de consecución de recursos por vía de venta de “servicios educativos”, alianzas público-privadas, y formas de apalancamiento financiero vía deuda, que se posibilitó el año pasado a través de la famosa “Ley Estampilla pro-UN” que en teoría respaldaría un crédito asumido con la FINDETER por $200mil millones de pesos, destinados supuestamente a solucionar la crisis de infraestructura en la U’ ¡TAPAR LA CRISIS CON DEUDA!

El escenario empeora con la corrupción que hace menos de dos meses devela sus proporciones con la denuncia hecha por la Contraloría respecto a la malversación de alrededor de 14.000 millones de pesos para contratación en la construcción de la sede en el Cesar de la Universidad Nacional, donde se encontraron además materiales de mala calidad, como concreto vencido y acero oxidado, e irregularidades en la planeación.

Pero el caso de nuestra universidad no es único ni aislado y viene a formar parte de las proyecciones que en materia educativa ha hecho el Gobierno Nacional, esta vez con el derrotero del demagógico “Acuerdo por lo Superior 2034” impulsado desde el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) y el Ministerio de Educación Nacional (MEN), que lejos de atender la crisis universitaria, pretende profundizar el modelo universidad-empresa que excluye hoy a millones de personas de la posibilidad de ser parte de una formación profesional de carácter público. La continuidad, en su segunda fase, del Plan “Ser Pilo Paga” es hoy el referente en materia educativa: un modelo de competencia entre aspirantes a la Educación Superior con una financiación focalizada meritocráticamente por parte del Estado.

El escenario se completa con la patencia de un gobierno universitario antidemocrático que excluye a la comunidad universitaria de los asuntos urgentes e importantes de la institución, relegando las iniciativas estudiantiles y criminalizando y despreciando potencial transformador de la organización y movilización estudiantil.

La propuesta: Organizarnos y luchar

Desde hace un tiempo hemos venido impulsando y creando junto a varias compañeras, iniciativas que desde abajo posibilitan espacios para que el debate abierto y la construcción colectiva se hagan presentes.

Los Consejos Estudiantiles por carrera y por matriculas se han convertido en una alternativa creada directamente por las estudiantes para avanzar en la profundización radical de la democracia universitaria, comprendiendo que esta tarea lejos de ser parte de un petitorio que presentar a las directivas, debe ser una tarea que desde la cotidianidad de nuestros espacios de estudios vamos construyendo.

Los Consejos han logrado estimular la acción colectiva a partir de la deliberación, la diferencia y la búsqueda de consensos, impulsando así la generación de una fuerza estudiantil cada vez más amplia y diversa con perspectiva de transformación. Además ha permitido estimular iniciativas académicas, como revistas indexadas o congresos académicos, culturales y de acción política, todo bajo la premisa de construir una fuerza común de las estudiantes.

Aún quedan retos que como estudiantes libertarias ubicamos como objetivos a construir: Espacios de coordinación a través de Consejos por Facultades y Sedes, en vía de construir una organización gremial y unitaria de las estudiantes, levantado sobre principios de democracia de base y el federalismo de abajo hacia arriba; la importancia de ir posicionando banderas como la construcción de unaeducación no sexista, que pasa por transformar dinámicas internas del movimiento estudiantil; apuntar al diálogo constante con profesoras y trabajadoras que nos permitan avanzar en la construcción de un cogobierno triestamentario; o la profundización de una perspectiva multisectorial que promueva el contacto universidad-sociedad a partir de la promoción del ejercicio de solidaridad y lucha junto a las trabajadoras y el pueblo en general.

Como ven, los retos que se aproximan son bastantes y se hace urgente seguir organizándonos para ir abriendo y delineando caminos nuevos y de mayor creatividad que nos permitan seguir construyendo un proyecto educativo al servicio del pueblo.

¡Arriba las que luchan!

Acción Libertaria Estudiantil (ALE)
Universidad Nacional sede Bogotá

Comparte este contenido:

Venezuela: Fe y Alegría sigue rompiendo paradigmas en la educación venezolana

fe y alegria

El entorno inteligente / 5 de Marzo de 2016

El sueño del padre José María Vélaz se mantiene vivo Fe y Alegría sigue rompiendo paradigmas en la educación venezolana Este 5 de marzo se conmemoran 61 años de la fundación de la primera escuela privada en un barrio pobre, con educación cristiana pero conducida por laicos, y que impartía clases en un mismo salón a hembras y varones, algo nunca visto en la Venezuela de 1955 Prensa Unidad Venezuela (Caracas, 5 de marzo 2016).- «La educación de los pobres no puede ser una pobre educación». Esta frase del ideario del sacerdote jesuita José María Vélaz (1910-1985), define el apostolado con el cual abrazó su magna obra, Fe y Alegría, visionaria allá por 1955, cuando, en el domicilio de un humilde albañil, se instituyó en Caracas la primera escuela: una fructífera cruzada que trascendió la geografía nacional hasta otros países de América Latina y África.»Nuestro fundador siempre dijo que no podíamos quedarnos en chiquito porque si somos poquitos nadie nos escucha, pero si somos muchos nos tienen que escuchar, y ese ha sido el empeño en crecer. Fe y Alegría es una sexagenaria recién nacida: ante nuevos problemas buscamos nuevas soluciones» Quien así se expresa es la educadora Luisa Pernalete, con cuatro décadas de labor en Fe y Alegría.»Yo estuve 25 años en Zulia y después 15 en Bolívar; y ahora soy itinerante en el Centro de Formación, instancia de asesoría y de investigación?, dijo. Especial efemérides la de este 5 de marzo, que rememora 61 años de gestión por la enseñanza popular integral y la promoción social, con una propuesta de educación pública y administración privada. Con 13 mil trabajadores enVenezuela, se ubica en más de setecientos puntos geográficos y un millar de servicios, repartidos entre planteles y colegios universitarios, el Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA), junto con los Centros de Capacitación Laboral (Cecal) y otras unidades no formales. La pedagoga recuerda cuando le correspondió coinstaurar un plantel al noroeste del país, calificándolo como una muestra de la capacidad de resiliencia, de nacer, crecer y reinventarse en los entornos violentos, de pobreza extrema, en medio de una gran soledad.»Una escuelita que ayudamos a fundar en 1992, con los wayúu de la Alta Guajira, en pleno desierto. Ahí nacimos con 4to, 5to y 6to grados?, evocó. Ante la amenaza del pensamiento único, la profesional indicó que Fe y Alegría auspicia la diversidad.»Tenemos escuelas hasta con siete pueblos indígenas y eso no es un problema, eso es una complejidad y un valor. Si revisamos el tema de las garantías, se observa que hubo sociedades que privilegiaron los derechos políticos, otros los derechos económicos y sociales; nosotros decidimos que los derechos humanos son interdependientes y se necesitan todos?, dijo.»Los muchachos deben conocer de todo: yo propongo que se seleccione a 10 premios Nobel que estudien la situación que les tocó enfrentar, y que nos beneficiemos de esas experiencias de diferentes personalidades, religiones y posturas?, dictaminó. En el aire con buen espíritu»En este conflicto político y en esta realidad económica, Fe y Alegría tiene la premisa de saber leer de cara al futuro: no vivir de los 60 años pasados sino que tenemos el reto de identificar cuál es el rol social, educativo y hasta político que hoy tenemos que jugar ante la nueva realidad del país. La Fe y Alegría del futuro pasa por tender puentes entre diferentes sectores» Tal es la posición del docente y comunicador Gerardo Lombardi, director del Instituto Radiofónico Fe y Alegría, con 25 frecuencias operativas en el aire,? emisoras muy grandes»  Guadualito, Maracaibo, El Tigre, Caracas, Puerto Ordaz», y unas más pequeñas» en la frontera zuliana con Colombia, contamos con una en la Guajira, y otra en la sierra de Perijá además, en Tucupita, en Delta Amacuro»»»Estas últimas tres emisoras prestan un servicio intercultural bilingüe, con programación en lengua indígena. Tenemos cartillas de alfabetización en guajiro y en warao, y el proyecto de hacerlas también en yukpa, barí y kariña?, informó. Con 33 años activo en la institución, recordó que Fe y Alegría surgió, durante la dictadura perezjimenista, para romper paradigmas en la educación, entre ellos el del sistema de enseñanza dividido en público y privado.»Este último destinado solo a quienes podían pagarlo, con colegios para varones y colegios para hembras, y los colegios religiosos generalmente para las clases altas»»Entonces, nos convertimos en la primera escuela católica, de educación cristiana, en un barrio, privada y mixta, destacando que» salvo el padre Vélaz – no era conducida por sacerdotes sino por los laicos y la propia comunidad?, precisó. Expresó que Fe y Alegría se sostiene con lo que recibe del Estado» gracias al convenio de la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec) -, además de donaciones de la empresa privada y el aporte de la colectividad.»Y, por supuesto, trabajar en Fe y Alegría»no es de tiempo completo sino repleto?: muchos, además de sus horas, cumplen trabajo comunitario y complementario que no es pagado» Y es que, recogiendo palabras del padre Vélaz, en la Fe y Alegría que se inició hace más de seis decenios, comenzando donde terminaba el asfalto y la ciudad perdía su nombre; en la Fe y Alegría que cada día cobra mayor vigencia gracias a los Hombres de Activa Esperanza, quienes siguen los pasos que vislumbró el fundador de la obra, se encuentra, ciertamente, la Venezuelaposible, con la que él soñó despierto. — Más información en: www.unidadvenezuela.org Para contacto: 0414.685.73.78 Twitter: @unidadvenezuela FanPage: Unidad Venezuela Youtube: UnidadVenezuela Instagram: Unidad Venezuela — Más información en: www.unidadvenezuela.org Para contacto: 0414.685.73.78 Twitter: @unidadvenezuela FanPage: Unidad Venezuela Youtube: UnidadVenezuela Instagram: Unidad Venezuela — Has recibido este mensaje porque estás suscrito al grupo «GRUPO PRENSA UNIDAD VENEZUELA» de Grupos de Google. Para anular la suscripción a este grupo y dejar de recibir sus mensajes, envía un correo electrónico a prensa-unidad-venezuela5+ Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla . Para acceder a más opciones, visita https://groups.google.com/d/optout. «La educación de los pobres no puede ser una pobre educación». Esta frase del ideario del sacerdote jesuita José María Vélaz (1910-1985), define el apostolado con el cual abrazó su magna obra,

Fe y Alegría, visionaria allá por 1955, cuando, en el domicilio de un humilde albañil, se instituyó en Caracas la primera escuela: una fructífera cruzada que trascendió la geografía nacional hasta otros países de América Latina y África.

«Nuestro fundador siempre dijo que no podíamos quedarnos en chiquito porque si somos poquitos nadie nos escucha, pero si somos muchos nos tienen que escuchar, y ese ha sido el empeño en crecer. Fe y Alegría es una sexagenaria recién nacida: ante nuevos problemas buscamos nuevas soluciones»

Quien así se expresa es la educadora Luisa Pernalete, con cuatro décadas de labor en Fe y Alegría.»Yo estuve 25 años en Zulia y después 15 en Bolívar; y ahora soy itinerante en el Centro de Formación, instancia de asesoría y de investigación?, dijo.

Especial efemérides la de este 5 de marzo, que rememora 61 años de gestión por la enseñanza popular integral y la promoción social, con una propuesta de educación pública y administración privada. Con 13 mil trabajadores en Venezuela, se ubica en más de setecientos puntos geográficos y un millar de servicios, repartidos entre planteles y colegios universitarios, el Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA), junto con los Centros de Capacitación Laboral (Cecal) y otras unidades no formales.

La pedagoga recuerda cuando le correspondió coinstaurar un plantel al noroeste del país, calificándolo como una muestra de la capacidad de resiliencia, de nacer, crecer y reinventarse en los entornos violentos, de pobreza extrema, en medio de una gran soledad.»Una escuelita que ayudamos a fundar en 1992, con los wayúu de la Alta Guajira, en pleno desierto. Ahí nacimos con 4to, 5to y 6to grados?, evocó.

Ante la amenaza del pensamiento único, la profesional indicó que Fe y Alegría auspicia la diversidad.»Tenemos escuelas hasta con siete pueblos indígenas y eso no es un problema, eso es una complejidad y un valor. Si revisamos el tema de las garantías, se observa que hubo sociedades que privilegiaron los derechos políticos, otros los derechos económicos y sociales; nosotros decidimos que los derechos humanos son interdependientes y se necesitan todos?, dijo.

«Los muchachos deben conocer de todo: yo propongo que se seleccione a 10 premios Nobel que estudien la situación que les tocó enfrentar, y que nos beneficiemos de esas experiencias de diferentes personalidades, religiones y posturas?, dictaminó.

En el aire con buen espíritu

«En este conflicto político y en esta realidad económica, Fe y Alegría tiene la premisa de saber leer de cara al futuro: no vivir de los 60 años pasados sino que tenemos el reto de identificar cuál es el rol social, educativo y hasta político que hoy tenemos que jugar ante la nueva realidad del país. La Fe y Alegría del futuro pasa por tender puentes entre diferentes sectores»

Tal es la posición del docente y comunicador Gerardo Lombardi, director del Instituto Radiofónico Fe y Alegría, con 25 frecuencias operativas en el aire,? emisoras muy grandes»  Guadualito, Maracaibo, El Tigre, Caracas, Puerto Ordaz», y unas más pequeñas» en la frontera zuliana con Colombia, contamos con una en la Guajira, y otra en la sierra de Perijá además, en Tucupita, en Delta Amacuro»»

«Estas últimas tres emisoras prestan un servicio intercultural bilingüe, con programación en lengua indígena. Tenemos cartillas de alfabetización en guajiro y en warao, y el proyecto de hacerlas también en yukpa, barí y kariña?, informó.

Con 33 años activo en la institución, recordó que Fe y Alegría surgió, durante la dictadura perezjimenista, para romper paradigmas en la educación, entre ellos el del sistema de enseñanza dividido en público y privado.»Este último destinado solo a quienes podían pagarlo, con colegios para varones y colegios para hembras, y los colegios religiosos generalmente para las clases altas»

«Entonces, nos convertimos en la primera escuela católica, de educación cristiana, en un barrio, privada y mixta, destacando que» salvo el padre Vélaz – no era conducida por sacerdotes sino por los laicos y la propia comunidad?, precisó.

Expresó que Fe y Alegría se sostiene con lo que recibe del Estado» gracias al convenio de la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec) -, además de donaciones de la empresa privada y el aporte de la colectividad.»Y, por supuesto, trabajar en Fe y Alegría»no es de tiempo completo sino repleto?: muchos, además de sus horas, cumplen trabajo comunitario y complementario que no es pagado»

Y es que, recogiendo palabras del padre Vélaz, en la Fe y Alegría que se inició hace más de seis decenios, comenzando donde terminaba el asfalto y la ciudad perdía su nombre; en la Fe y Alegría que cada día cobra mayor vigencia gracias a los Hombres de Activa Esperanza, quienes siguen los pasos que vislumbró el fundador de la obra, se encuentra, ciertamente, la Venezuela posible, con la que él soñó despierto.

Comparte este contenido:

Entrar enteras/os/xs a las aulas

Por: Graciela B. Alonso, Gabriela Herczeg y Ruth Zurbriggen

Facultad Ciencias de la Educación – UNComahue

Neuquén, Argentina.

Las autoras:

 

 

Mi apuesta es que las transformaciones que traen estos campos sobrepasan el terreno de los géneros y de la sexualidad, y pueden lle- varnos a pensar, de un modo renovado, la cultura, las instituciones, el poder, las for- mas de aprender y de estar en el mundo.

Guacira Lopes Louro (2004)

 

Resumen

En este artículo vamos a argumentar acerca de la necesidad de que las teorías, experiencias e investigaciones que forman parte del campo de los estudios de géneros y sexualidades tengan un lugar específico en los estu- dios de grado de la formación docente.

En una primera parte, vamos a realizar una breve consideración acerca de los estudios de géneros y sexualidades en el ámbito de la Academia y de aquello de lo que, en su tradición, consideramos como una herencia de la que sí nos queremos hacer cargo. Luego, abordaremos cuestiones relacio- nadas, específicamente, con investigaciones educativas en este campo y, por último, realizaremos algunas reflexiones acerca de la relación géneros, sexualidades, cuerpos, identidades, que podrían contribuir a pensarnos asu- miendo la formación docente desde estos lugares.

Palabras clave: Estudios de Género, teoría queer, transgénero, identidad, política, prejuicio.

 

Abstract

In this article the argument stand for the necessity of making that theories, experiences and investigations belonging to the field of studies on gender and sexualities, occupy a specific place into the gender studies in order the pedagogic training.

At first, we’ll make a brief outline about studies on gender and sexualities in the context of Academic world and within what is considered a tradition which our desire is to see about. Then we shall examine some questions related specifically to educational researches in this field, and finally some reflections will be made on the links among genders, sexualities, bodies, identities, which we hope will be useful for thinking over ourselves and insofar assuming the pedagogic training from these points.

Key words: Gender studies, Queer theory, Transgender, Identity, Politics, Prejudice.

 

Presentación

En este artículo vamos a argumentar acerca de la necesidad de que las teorías, experiencias e investigaciones que forman parte del campo de los estudios de géneros y sexualidades tengan un lugar específico en los estudios de grado de la formación docente.

Podríamos relatar la relación entre los estudios de géneros y sexualidades en la educación y en la formación académica, desde nuestras propias historias de formación, poniéndole palabras y argumentos a nuestro acercamiento al campo que, como el de muchas y muchos, fue, en principio, bastante individual, solitario, costoso en muchos sentidos, pero también riquísimo por la amplitud de incertezas, desafíos, perturbaciones, oportunidades de subversión, de desobediencia y de riesgos que algunas vagabundas intelectuales necesitamos para sobrevivir y disfrutar en éstas, nuestras instituciones educativas, donde hay tantas “verdades” para desestabilizar.

A la vez, este escrito está posibilitado por el intercambio constante, principalmente con quienes, habiendo sido compañeras de estudio o estudiantes y receptoras de nuestras inquietudes, encontraron eco para las propias y hoy, en su práctica docente en Institutos de Formación, están encontrando la manera de introducir estas temáticas en sus instituciones. Así, también es producto del intenso trabajo que realizamos como activistas feministas3.

En una primera parte, vamos a realizar una breve consideración acerca de los estudios de géneros y sexualidades en el ámbito de la Academia y de aquello de lo que, en su tradición, consideramos como una herencia de la que sí nos queremos hacer cargo. Luego, abor- daremos cuestiones relacionadas, específicamente, con investigacio- nes educativas en este campo y, por último, realizaremos algunas reflexiones acerca de la relación géneros, sexualidades, cuerpos, iden- tidades, que podrían contribuir a pensarnos asumiendo la formación docente desde estos lugares.

 

Estudios de las Mujeres – Estudios de Género y algo más

Los Estudios de las Mujeres, como se los denominó en algunos países, o los Estudios de Género, o lo que hoy podemos llamar el campo de los Estudios sobre Géneros y Sexualidades, abrevaron y abrevan teórica y políticamente en los movimientos feministas, aunque no se puede desconocer que surgen en una década (finales de los 60) donde se produce lo que Julia Varela y Álvarez Uría (1994) llamaron “la crisis de los paradigmas sociológicos”, aludiendo a un desajuste que se empezó a visualizar entre “nuevos sentimientos y viejas teorías (…) a la sensación dicen de que nuestros saberes ya no sirven para explicar ni para indagar lo que está sucediendo” (Varela–Uría, 1994:2). Por otra parte, y como sostiene Guacira Lopes Louro:

(…)desde los años sesenta, el debate sobre las identidades y las prácticas sexuales y de género se está tornando cada vez más acalorado, provocado especialmente por el movimiento fe- minista, por los movimientos de gays y de lesbianas y susten- tado también, por todos aquellos y aquellas que se sienten ame- nazados por esas manifestaciones. Nuevas identidades socia- les se vuelven visibles, provocando, en su proceso de afirma- ción y diferenciación, nuevas divisiones sociales y el nacimiento de lo que pasó a ser conocido como ‘política de identida-des’” (2001: 9,10)4.

En una suerte de balance acerca del aporte de los Estudios de las Mujeres, en aquellos ámbitos académicos en donde pudieron insertarse, Mabel Bellucci (1993) enumera varios, entre los cuales destacaría- mos: el cuestionamiento al cuerpo de conocimientos científicos acu- mulado o saber científico tradicional, la recategorización de la cultura a partir de la dialéctica sexual como una construcción androcéntrica del mundo; el haber analizado críticamente los supuestos básicos de cada disciplina para proponer nuevas categorías analíticas y marcos teóricos en cuanto a la desigualdad de género y en cuanto a todas las formas de desigualdad social.

Posteriormente, alrededor de la década de 1980, la denomina- ción Estudios de las Mujeres fue dando paso a lo que se llamó Estudios de Género, apuntando a una denominación más amplia y que mos- trase el efecto de las relaciones entre varones y mujeres, ya que las problemáticas que enfrentábamos (y enfrentamos) las mujeres no eran (son) inherentes a la condición de tales (cosas que sucedían por tra- tarse justamente de mujeres), sino que, por el contrario, tienen un origen que es ideológico y político y que, por lo tanto, no es sólo «cosa de mujeres» sino también la forma como una determinada cultura an- drocéntrica y patriarcal plantea las relaciones entre mujeres y varones y el lugar y roles asignados a ellas/os.

De todas formas, nos parece importante reconocer que mucho de lo que se dio en llamar Estudios de la Mujer nace en lugares extra- académicos. Habría que hacer un análisis histórico acerca de qué pasó con esos estudios cuando la academia produjo la categoría género, por ejemplo, ¿se acercó o se alejó de los movimientos de mujeres, de los movimientos feministas?, ¿En qué aspectos?, ¿En cuáles temá- ticas?

Gloria Bonder plantea algunas preguntas, así como preocupa- ciones que las mujeres tenían cuando comenzaron a organizarse bajo el paraguas de los Estudios de la Mujer: ¿cómo entender la diferencia entre los sexos?, ¿Era posible recurrir a las teorías vigentes para comprender y explicar este problema, o estas mismas teorías repro- ducían los prejuicios y estereotipos culturales que determinaban la diferencia entre los sexos?; si el conocimiento ha sido en su mayor parte producido por los hombres ¿es la Ciencia la versión parcial del hombre acerca de la realidad, a pesar de que esta visión parcial haya sido elevada a la categoría universal? (Bonder en Bellucci, 1993:30).

En esta breve enumeración es importante decir también que en nuestro país, en estos últimos 10 años, aunque siempre en el borde de lo que entra y se produce en las universidades, existe una inci- piente relación con los movimientos de lesbianas, gays y travestis donde se encuentra gran parte de la producción teórica queer. Como dice Guacira Lopes Louro, estos grupos:

(…) vienen provocando importantes transformaciones que re- fieren a quién está autorizado a conocer, qué puede ser co- nocido, y a las formas de llegar al conocimiento. Desafiando el monopolio masculino, heterosexual y blanco de la Ciencia, de las Artes, o de la Ley, las llamadas “minorías” se afirman y se autorizan a hablar sobre sexualidad, género, cultura. Apa- recen nuevas cuestiones a partir de sus experiencias y de sus historias; las nociones consagradas de ética y de estética se ven perturbadas. Áreas y temáticas consideradas, hasta enton- ces, poco “dignas” de ocupar el espacio y el tiempo de los aca- démicos serios, pasan a ser objeto de centros universitarios y núcleos de investigación. (Lopes Louro, G. 2004).

Nos consideramos herederas de la relación con los movimientos feministas extraacadémicos y es esa relación la que mantenemos en y desde nuestros trabajos en docencia, extensión e investigación.

 

El campo de los estudios sobre géneros y sexualidades en educación

Retomaremos en este apartado algunas consideraciones que realizamos en la introducción de una reciente publicación (Morgade, G. Alonso, G. 2008). Decimos en el texto que la práctica de historizar los antecedentes que configuran el contexto de la investigación y de la producción política, usual en los ámbitos académicos, es particular- mente relevante en el campo perfilado por la articulación “educación, género y sexualidades”.

Por una parte, porque los estudios críticos de la educación apor- taron categorías insoslayables al estudio de la desigualdad social y el irrespeto cultural. Por otra, porque las diferentes expresiones del feminismo irrumpieron en el escenario académico educativo para de- nunciar, sistemáticamente, las dimensiones olvidadas, escasamente desarrolladas o abiertamente despreciadas en los estudios críticos de la educación. Por último, (y dado que es evidente que las mismas preguntas orientan las mismas respuestas) porque la producción del movimiento social de mujeres y, posteriormente, de otros movimientos identitarios, tendió a generar nuevas categorías interpretativas que multiplican los interrogantes y las miradas posibles, realizando indis- cutibles aportes a un pensamiento pedagógico un tanto exhausto.

En los primeros momentos de la escasa investigación educa- tiva feminista, resultó relevante denunciar las dificultades en el acceso a la educación formal y, en los países de América Latina, a la alfabetización básica. Sin embargo, si bien la cuestión del acceso a la educación formal aún hoy está lejos de ser saldada –tanto en cuestiones de alfabetización, como en algunos espacios educativos de fuerte inscripción tecnológica– la investigación se volcó rápidamente hacia la “caja negra”5  de los procesos cotidianos escolares.

Así, los resultados fueron consistentes en mostrar la persisten- cia de significaciones estereotipadas, tanto en el “curriculum formal”, prescripto por la administración educativa, como en el llamado “curriculum oculto”, constituido por las expectativas de rendimiento y comporta- miento hacia mujeres y varones, y en las omisiones sistemáticas de temas relevantes para la vida personal o profesional de las mujeres: el llamado “curriculum omitido” que, centralmente, silencia cuestio- nes vinculadas con la sexualidad, la violencia o la precarización la- boral6. Se indagó profusamente entonces la baja presencia de mujeres en las imágenes de los libros de texto (mayoritariamente represen- tadas, cuando lo estaban, en rol de madres o maestras); la invisi- bilización de la presencia femenina en la construcción de las socie- dades en los contenidos de materias como historia o formación cívica; las expectativas diferenciales de rendimiento y de comportamiento hacia niñas y niños; el lenguaje utilizado y los modos de participa- ción dentro del aula (donde se destacó un uso menos frecuente de la palabra por parte de las niñas); la ausencia de programas vinculados con temas de sexualidad, y muchas otras dimensiones curriculares

Complementariamente, el tema de la profesión docente como “trabajo femenino”, mereció una importante atención en las investiga- ciones, en particular en la década de los ‘80 y los ‘90. Siendo el magisterio de los niveles preescolar y básico una tarea ejercida por mujeres en altísima proporción (sobre todo, en las zonas urbanas de los países latinoamericanos), las investigaciones tendieron a indagar las formas de precarización económica y material que caracte- rizan al trabajo, la subordinación intelectual y organizacional que las mujeres sufren en el sistema educativo y, más orientadas por el femi- nismo de la diferencia, los modos de “maternaje” y la ética del cuidado que las mujeres han aportado a la escuela.

Desde otra perspectiva de ordenamiento, Rodríguez Menéndez y Peña Calvo sostienen que, en la década del 70 (en los países anglosa- jones, y una década después, en los de habla española), predomi- naron estudios focalizados en la socialización (si nos ubicamos en las teorías del orden) o en la reproducción de los estereotipos de género (…) con objeto de desvelar el sesgo masculino en los currícula oficiales y en los libros de texto. También fueron foco de aná- lisis los procesos de interacción de niños y niñas en el aula y en el patio de recreo, lo que permitió concluir, entre otras cosas, que los niños acaparaban el espacio de juego, que había una profunda segregación por razón de género en las interaccio- nes que se efectuaban y que chicos y chicas adoptaban, en las interacciones que establecían, actitudes y expectativas que se correspondían con el orden de género existente. Sostie- nen que Otro importante foco de la investigación se centró en analizar la dinámica de interacción profesorado/alumnado des- de la perspectiva de género; concluyéndose que los patrones de interacción favorecían a los chicos, así como que los docentes efectuaban un tratamiento diferencial por razón de género que influía en la reproducción de los estereotipo.” (2005:3).

Ya, en esta última década y de la mano de los Men´s Studies o Estudios de la Masculinidad, comenzaron, y se encuentran en plena expansión, las investigaciones sobre las significaciones hegemónicas y no hege- mónicas de la masculinidad en la escuela. Robert Connell, uno de los principales investigadores en la tradición de los Men´s Studies y educación, muestra, en 1995 y en el contexto anglosajón, que en la escuela se refuerzan los sentidos tradicionales de lo masculino, sos- layando o condenando la existencia de masculinidades subordinadas y, básicamente, de la homosexualidad (Connell, 1995). En coinci- dencia con Connell, otros y otras colegas mostraron cómo el arquetipo dominante de la virilidad alimenta una mística de la masculinidad ca- racterizada por el vigor y la fuerza, el control sobre el dolor físico y el ocultamiento de las emociones, el colocarse en riesgo, la tenden- cia a la competencia y a la conquista. En síntesis, una idea de cierta “superioridad” que haría inevitable “la dominación masculina”. Comple- mentariamente, los estudios tienden también a indagar los modos de sufrimiento y, en ocasiones, de resistencia de los varones que no se adecuan completamente al arquetipo viril (Lomas, 2004).

Rodríguez Menéndez y Peña Calvo (2005), ubican estas inves- tigaciones en el marco del feminismo posestructuralista. La autora y el autor categorizan estos estudios en tres grupos, a los que denominan posestructuralismo puro, moderado y reconstituido. Las investigacio- nes de Connell y su concepto de “masculinidad hegemónica”, se ubi- carían dentro del posestructuralismo moderado, dado que “reconoce la fluidez y el cambio en el proceso de configuración de la identidad de género (…) no obstante, también se percibe la necesidad de tener en cuenta los constreñimientos sociales que determinan los modelos de deseabilidad social para hombres y mujeres.” (2005:8).

Sin embargo, es sólo recientemente que –a partir de la fuerte interpelación que los movimientos “lgtttbi” (lesbianas, gays, travestis, transexuales, transgénero, bisexuales e intersexuales) efectuaron sobre los desarrollos de la teoría de género y, a la luz de la teoría queer– la investigación tiende a hacerse cargo de la complejidad multidimen- sional del discurso hegemónico escolar7. Entonces, se incorpora con fuerza, la cuestión de la construcción social del cuerpo y, con él, las sexualidades y sus articulaciones y desarticulaciones con el género.

Estos estudios suponen un punto de fuga, res-quebrajamientos de paradigmas y verdades inmutables, abren espectros donde la vigilancia normativa puede volverse extraña y ajena, donde la hibridez y la incertidumbre pueden ser una posibilidad y un acontecimiento digno de ser

La categoría género fue potente, pero tendió a dejar afuera temas que los grupos más vulnerados –pero también más críticos–, y la teoría queer volvieron a problematizar; especialmente, una relación que devino prescripción: el supuesto de que existen dos cuerpos (de varones y mujeres) a los que les corresponden dos géneros (masculino y femenino) y una direccionalidad “correcta”, “normal”, del deseo por el cuerpo/ género opuesto.

Estas cuestiones revelan la necesidad de investigar y profun- dizar el análisis de algunas dicotomías pedagógicas clásicas: nor- malidad/anormalidad; conocimiento/ignorancia; mente/cuerpo; razón/ emoción. Pero también hacen insoslayable problematizar miradas mo- dernas (muy instaladas) sobre los cuerpos, los géneros y las sexua- lidades, como lo son las esencialistas, biologicistas y las construc- tivistas. En todas estas perspectivas, el cuerpo y el sexo quedan del lado de lo que “es” y el género, como teoría, en su fabricación cultural y simbólica, se levanta dando por sentado esos cimientos, no logrando conceptualizar a los cuerpos más allá de la ideología de lo dado (con lo que venimos). Para quebrar esta cosmovisión, y con toda la heterogeneidad que portan, y las necesarias lecturas contex-tualizadas e intersectadas que tenemos que hacer, las perspectivas queer8 y posestructuralistas nos provocan a ampliar los límites epis-temológicos, sin perder de vista –diríamos nosotras– la direcciona-lidad por la transformación de las relaciones sociales injustas. En esto, escuchar a las y los jóvenes, niñas y niños, a los colectivos sociales y sexos genéricos, pone a la investigación educativa de cara a los sectores más discriminados, pero también más resistentes a los ava-sallamientos de las normas sociales.

Orientadas hacia el análisis de las experiencias de docentes heterosexuales y lesbianas, nuestro grupo de investigación9 abordó la relación heterosexualidad/homosexualidad en las prácticas escolares y en las representaciones de mujeres docentes. A través de sus repre- sentaciones sobre los cuerpos, las sexualidades, y las sexualidades disidentes, se pudieron relevar las estrategias de la vida cotidiana escolar, para producir discursos y prácticas que originan saberes y mandatos sobre los cuerpos y las sexualidades, contribuyendo a for- mar no sólo sujetos de género (hegemónicos, es decir mujeres y va- rones) sino también de preferencia sexual.

Con respecto a “la identidad lésbica”, la investigación muestra que en la escuela opera lo que podría llamarse una “política de silen- ciamiento”, produciendo invisibilidad y ocultamiento de esta identidad. Este silencio se construye a partir de una serie de dispositivos incor- porados y, por tanto naturalizados, en la vida institucional: el chiste homofóbico, el secreto a voces, que implica para estas docentes todo un aprendizaje de sobrevivencia, la confección de un ropaje hetero, que se justifica por el miedo a perder el afecto de sus compañeras y compañeros, por el miedo a que se ponga en duda su profesiona- lidad para enseñar y no se las considere dignas de estar con los/as alumnos/as. El prejuicio, que se apersona cotidianamente, es pro-¿ducto de una matriz cultural que tiene, como uno de sus cimientos, el pánico moral que equipara diferencia sexual a anormalidad, delito, promis- cuidad, perversión, peligro, enfermedad, riesgo de contagio.

La sexualidad, las identidades sexuales, el lesbianismo, ocupan en la escuela el lugar de lo innombrable, sustituyéndose por expre- siones del tipo: esto, eso, una mujer con otra mujer, personas como vos. Siguiendo a Eve K. Sedgwick (1998) llamamos “pedagogía del closet” (que actúa como fuerza hetero-reguladora) a este conjunto de dispositivos escolares tendientes a invisibilizar, ocultar, no nombrar.

La equiparación de una orientación lesbiana con un delito, o lo punitivo que puede resultar dar a conocer los sentimientos, son algunas de las estrategias que la “institución heterosexual” utiliza para forzar a la lesbiana a disimular/callar/travestir/ su deseo erótico so pena de ser etiquetada como una pervertida, promiscua, una mujer peligrosa o enferma. Proyectadas al borde, las docentes lesbianas son depo- sitarias de una sexualidad que, al desviarse de la norma, debe per- manecer innominada/borrada. La invisibilidad laboral y social a la que se ven sometidas las maestras lesbianas, repercute en la posibilidad del ejercicio de los derechos contemplados en una ciudadanía plena. Sin dudas, esto no es exclusivo de las mujeres lesbianas, sino que puede extenderse a todo grupo con identidades de géneros y sexuales disidentes. Las investigaciones académicas poco se han ocupado de estas temáticas, contribuyendo, por acción u omisión, al silenciamiento social antes mencionado.

Reconocer como una problemática a ser estudiada, las deman- das y necesidades de quienes se autoidentifican, individual o colectiva- mente, en el campo de las sexualidades y géneros disidentes, es una manera de colaborar en la consecución de derechos. También, al inte- rrogarnos acerca de las formas cómo se han inscripto en las subjeti- vidades de las docentes, las políticas sexuales10 con las que se confor- mó la pedagogía del estado nacional (y el propio Estado). La peda- gogía que se construyó en la Modernidad y que funciona todavía como orientadora de las prácticas docentes, produjo lo que podríamos llamar la pedagogización del cuerpo, no sólo de estudiantes, sino también de las maestras o docentes. Esta pedagogización tomó al cuerpo co- mo uno de sus blancos principales. Sin embargo, no actuó sólo a partir de la represión de lo vinculado con la sexualidad, sino que su efecto más duradero tuvo que ver con la construcción de identidades, entre ellas, la identidad de la señorita maestra heterosexual.

En suma, la investigación educativa produjo importantes avances en relación al aporte de categorías que permitieron comenzar a visua- lizar y conceptuar un tipo particular de relaciones de géneros, como son las que se dan en las instituciones educativas. Sin embargo, el inagotable trabajo de investigar acerca las relaciones sociales remite, actualmente, a explorar las líneas de investigación educativa que se están desarrollando y que interpelan a las disciplinas que clásica- mente hicieron aportes a la pedagogía. Podemos decir, entonces, que hoy son estos estudios los que marcan la necesidad de que esas dis- ciplinas repiensen sus categorías y sujetos/as, dado que, posiblemente, si no damos cabida a estas subjetividades disidentes (disidentes a la heteronormatividad, a la moral religiosa, al disciplinamiento peda- gógico) y los saberes que portan como experiencias, es porque tampoco nos interesan otras subjetividades y otros saberes. Probablemente, no estemos dispuestas/os a conocer cualquier manifestación de otredad y, además, es posible que sepamos poco acerca de cómo funciona aquello que se considera hegemónico o normal.

En el camino de ir tendiendo puentes entre las vidas y vivencias, singulares y colectivas, de quienes, de diferentes maneras, padecen (y resisten) los núcleos más duros de los discursos y prácticas edu- cativas en estos momentos, nos estamos abocando a relevar y ana- lizar las demandas que el movimiento lgtttbi realiza a la cultura y, específicamente, a la educación11. A modo de ejemplo, citaremos al- gunas aproximaciones analíticas de entrevistas a activistas travestis.

En los testimonios recogidos hay una revalorización de la ex- periencia colectiva de los grupos. Así, los saberes construidos al in- terior de los mismos, son puestos en un lugar de legitimidad que los reconoce como válidos, constituyéndose en puntos de ruptura, de discon- tinuidad, que ponen en cuestión lo ya conocido: “somos nosotras las que sabemos nuestros problemas, sabemos cómo llegar a la compañera… El conocimiento es nuestro y no es algo que te baja de arriba ilumi- nado y que hay que acatar.”

El partir del propio saber no impide reconocer las propias igno- rancias, aún cuando éstas le permiten avanzar desde sí mismas: “avan- zamos con nuestra condición, con nuestra identidad, con nuestra forma de ser, y a lo mejor yo te digo, con nuestra ignorancia.”

Estas experiencias aparecen fuertemente ligadas a la corpora- lidad, a la experiencia de los cuerpos, a la necesidad de “hacerse cargo” del propio cuerpo. Experiencias de aprendizaje que se ubican en espacios diversos, siendo la calle uno de ellos: “yo sé lo que les pasa a las chicas cuando están en la marcha12, sé como salen, es como que transforman cosas de su vida a partir de ir a la marcha, de estar, de poner el cuerpo ahí.”

Reafirmar el cuerpo, como punto de partida de los aprendizajes, va más allá de la legitimidad que la sociedad asigna a estos cuerpos. Es conmovedora y esclarecedora a la vez, la explicación de una de las entrevistadas transgénero:

cuando yo firmé la paz con mi propio cuerpo… eso me llevó a que un día pusiera un montón de espejos, me desnudara a mí misma, me viera por todos lados, todo mi cuerpecillo tan divino, tan hermoso, me abrazara a mí misma, llorara conmigo misma hasta más no poder, que creo que fue un llanto liberador, hermoso, maravilloso. Entonces, cuando entendí esa cuestión del traves- tismo, que yo no era un demonio, que no era una cosa abomi- nable que tenía que matar, que no tenía que existir, que no tenía que tener derechos y cuando empecé a darme cuenta lo que la sociedad había logrado, una sociedad golpeadora, de destrucción de mi autoestima y yo debía construir esa auto estima y todas esas cuestiones y cuando hice esa reconciliación, la paz con mi propio cuerpo, cuando mi cuerpo empezó a ser el primer territorio de paz que yo haía conquistado, entonces, em- pezaron a florar cosas que en mí siempre estaban, el saber, la curiosidad.

 

La referencia a la escuela, a la educación institucionalizada, es reiterada. Forma parte de las críticas y de los deseos, de las deudas consigo misma y de los recuerdos dolorosos. Terminar la escuela se- cundaria fue un desafío para una de las entrevistadas transgénero, a quien el gusto por la lectura la acompañó en su mundo de violencia y la sigue acompañando en sus actuales recorridos intelectuales. Alegre y certeramente, se llama a sí misma la travita intelectual.

Historias en las que se recuerda la imposición de cortes de cabello y los cachetazos: “yo digo fue el cachetazo que me despertó… Me acuerdo que la maestra me decía… mi nombre masculino… ¡Bailá!

¡Tenés que bailar! No quiero bailar. Y la maestra me dio un cachetazo y me dijo ¿Qué sos? ¿Maricón? Y esa fue una huella que me quedó para toda la vida porque fue el despertar, me despertó y ahí yo empecé a pensar…. Lo que me demostró la maestra en ese momento fue lo que viví, hasta el día de hoy lo vivo.” La negación de educación es vivida como una desventaja significativa, por ejemplo en el vocabulario, pero también interesa que la sociedad conozca “lo que sucedió a nuestra comunidad, ¿por qué nuestra comunidad nunca tuvo un acceso a la educación?, ¿Qué pasó en la educación?”

Paralelamente a la revalorización de las experiencias, aparece la denuncia de los costos materiales y simbólicos que se imponen a estas sujetas/os/xs. Yendo más allá de la ausencia de reconocimiento cultural, nos hablan de la falta de historia, de representaciones, de la soledad en que se construyen las subjetividades disidentes. Al no haber imágenes disponibles, cada una pareciera ser la única que hay en el mundo.

Corriéndose del lugar de la victimización, las entrevistadas dan cuenta de distintas alternativas que se plantean desde las organiza- ciones, como forma de des-andar los caminos que los límites impues- tos las han llevado a recorrer y de abrir otros que les permitan ampliar los horizontes de la creatividad. Las posibilidades que les fueron ne- gadas durante la infancia y la adolescencia, provocan vacíos que muchas de ellas intentan paliar hoy mediante instancias de capacitación alter- nativas a las hegemónicas disponibles. Un grupo travesti destaca una experiencia que refiere a la formación de una cooperativa textil, que cuenta, además, con una escuela, donde son las propias travestis las que organizan, dirigen, trabajan y estudian en el lugar.

En el mismo sentido, otras organizaciones entrevistadas enfatizan la necesidad de trascender los límites de la propia comunidad y hacer que su proyecto político sea extensivo a la sociedad en general. Esta idea podría ser sintetizada con la siguiente frase de una entrevistada: “la verdadera revolución está ahí, en las conciencias de todos, cómo vamos educando a nuestros niños, a nuestras niñas, para que nos superen, para que nos maten y maten todos nuestros miedos, todos nuestros odios, todas nuestras violencias.”

Para que las instituciones educativas se hagan eco críticamente de estas producciones, las y los docentes son sujetas/os clave…

 

Reflexiones, intuiciones, sospechas

Es importante remarcar que los estudios sobre géneros y sexualidades están presentes en algunas universidades de nuestro país a través de cursos, seminarios electivos, especializaciones, maestrías, es decir, generalmente en la formación de posgrado o como capacitación docente. También estas temáticas entran en algunas cátedras, a veces, de forma casual y, otras, sostenidas en los programas de las asignaturas.

Hay que decir también que cada espacio que se abre, sobre todo en cuanto capacitación docente o seminarios para estudiantes, suele contar con una amplia concurrencia, como ejemplo, citaríamos los seminarios que con carácter de optativo/electivo damos en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue al que, este año, convocamos además de estudiantes de la casa a otras/os y, en ese sentido, están concurriendo de las carreras de Turismo, Historia, Enfermería, además de estudiantes de las carreras de Ciencias de la Educación, Nivel Inicial y Enseñanza Primaria. O el que esta- mos desarrollando en El Bolsón –en conjunto con el Instituto de For- mación Docente–13 donde además de estudiantes del profesorado, hay docentes de distintas áreas, comunicadoras/es sociales, enfermeras, docentes rurales.

Nuestra experiencia de trabajo académico y de activismo po- lítico, en estos últimos 10 años, el día a día, donde son numerosí- simos los reclamos para participar en jornadas en las escuelas, nos van dando la pauta de que no podemos seguir soslayando la deci- sión política de hacernos cargo institucionalmente y dar respuestas pedagógicas a estas problemáticas.

Sostenemos que entrar enteras/os/xs a las aulas, implica asumir profundamente nuestra condición de sujetos/as de género y nuestras sexualidades, pero también considerar que los conocimientos se en- carnan, producen y reproducen en los cuerpos. De hecho, cuando con la violencia simbólica no alcanza, los poderes eliminan los cuer- pos, por ejemplo, expulsándolos de las instituciones educativas, entre otras formas14. En este sentido, se nos hace imperioso extender el límite de nuestras preguntas e interrogarnos acerca de: ¿por qué un cuerpo/identidad travesti termina siendo expulsada de las escuelas?,

¿Por qué un cuerpo/identidad intersex es objeto de cruentas inter- venciones quirúrgicas y epistemológicas?, ¿Por qué un cuerpo/iden- tidad lésbica, gay, bisexual siempre tiene que permanecer en algún armario escolar?, ¿Qué conocimientos portados por estos cuerpos/ identidades no se tolera conocer?, ¿Qué efectos identitarios tiene el que la abstracción de los cuerpos esté en la base de la igualdad pe- dagógica?, ¿Por qué producir conocimiento, desde el punto de vista de un cuerpo/sujeto universal (que sería el de nadie), tiene mayor legitimidad científica que las producciones situadas?, ¿Por qué un único punto de vista tendría que ser mejor que la pluralidad de puntos de vista?, ¿Por qué los saberes que utilizamos tienden a naturalizar las diferencias, las opresiones, que tienen como base la localización genérica, racial y clasista de nuestro cuerpo?, ¿Qué sucede cuando no se quieren repetir los libretos de los cuerpos/identidades acep- tados como normales?, ¿Con cuáles argumentos político pedagógi- cos dividimos entre problemáticas relacionadas con los cuerpos y proble- máticas relacionadas con los conocimientos que producimos y trans- mitimos?, ¿Qué pueden decirnos las historias inscriptas en nuestros cuerpos/identidades, en los cuerpos/identidades de nuestros/as es- tudiantes sobre aquello que es objeto de trabajo intelectual?, ¿Qué relaciones generales y situadas hay entre la localización en cuerpo, espacio y tiempo de quien produce el texto y de quien lo lee?

 

No hay cuerpos ni conocimientos en general o universales por- que no hay mujeres u hombres universales (tampoco hay sólo mu- jeres y hombres), no hay conocimientos socialmente válidos si no están situados. Lo situado que buscamos visibilizar, desde nuestros mar- cos teóricos y políticos, es el sistema sexo genérico15 en el que se configuran los cuerpos, las/os/xs sujetas/os/xs, las identidades, los colectivos sociales y sus saberes, que no encuentran cabida en el mundo de las instituciones educativas, dado que la ciencia y la es- cuela, como instituciones que concentran la producción y reproduc- ción del conocimiento cultural, han sido eficaces en diseminar una noción de conocimiento con fuertes ribetes de descorporización y de descontextualización, donde las experiencias del hombre blanco, euro- peo, proveedor, de clase media, urbano, cristiano, heterosexual, se constituyen en universales y excluyentes, a la vez que fabrican cuerpos a la medida de las necesidades de expansión del imperialismo ca- pitalista, racista y patriarcal.

Sabemos que hay cuerpos/identidades que no entran a la escuela, o lo hacen a medias, o que son expulsados de ella, en una suerte de política de bloqueo sobre esos cuerpos/identidades que no se ajus- tan a la normalidad que la hegemonía ha creado y del que se hace eco la pedagogía escolar de la sexualidad allí aceptada; esta situa- ción nos compele a dar respuestas a preguntas del tipo: ¿Qué impli- caría para nuestras investigaciones y trabajo docente hacernos cargo de la inestabilidad de los cuerpos, de las identidades sexuales y de géneros, de los saberes consolidados?, ¿Cómo podemos pensar las estrategias a través de las cuales se instala el racismo corporal en nuestras instituciones, en el currículo?, ¿Cómo hacemos visibles las identidades individuales y colectivas que se oponen al sistema sexo genérico hegemónico, corriéndonos de las estigmatizaciones, el discipli- namiento, la museologización, las consideraciones exóticas?

A 20 años del clásico texto Rosa y el azul16, todavía hay varias asignaturas pendientes y muchas tonalidades que mixturar para entrar enteras/os/xs a las aulas.

Neuquén, Argentina, Octubre de 2008

 

  • Aludimos al texto de Rosa y azul: la transmisión de género en la escuela mixta que, en el año 1988, fue escrito por Marina Subirats

Notas:

  1. Tomamos esta expresión de un trabajo de bell hooks, titulado “Eros, Erotismo y Proceso Pedagógico”. El escrito fue publicado por Lopes Louro, G. (organizadora). O Corpo Educado. Pedagogías da sexualidade. (2000). Una versión de este escrito se presentó en las I Jornadas del Comahue de Prácticas y Residencias en la Formación Docente. Cipolletti, Facultad de Ciencias de la Educación, UNComahue.
  2. Docentes e investigadoras de la Universidad Nacional del Comahue y de Institutos de Formación Docente de Neuquén.
  3. Las autoras de este trabajo somos integrantes de la Colectiva Feminista La Revuelta.
  4. La autora toma la expresión “políticas de la identidad” de Stuar
  5. Deseamos explicitar que, si bien mantenemos la frase “cajas negras” por ser la empleada en el contexto al cual hacemos referencia, es necesaria su proble- matización, dado que la misma contiene cierto sesgo racista que de ningún modo
  6. Esta fructífera distinción entre curriculum explícito, oculto y omitido estructura el trabajo del Wellesley College for Research on Women, How schools shortchange girls (Cómo las escuelas estafan a las chicas), publicado en 1992 y elaborado sobre la base del análisis de alrededor de 1300 informes y publicaciones sobre la experiencia escolar de las niñas y jóvenes, que abonaron la hipótesis de que la escuela no solamente contribuía a la perpetuación de las desigualdades de clase (investigada larga- mente en el marco de las teorías de la reproducción), sino también, de las desigualdades entre mujeres y varones, a la vez que proveía elementos irremplazables en la conquista de la autonomía y las posi- bilidades de transformación.
  7. La palabra queer significa en inglés raro, extraño. Fue usada en forma peyorativa hacia los/as homosexuales que, sin embargo, la retomaron en un sentido emancipatorio y reivindicativo. Sería una teoría de “la rareza”, entendiendo que todos y todas, en algún sentido, somos un poco “raros/as”.
  8. Trabajamos esta temática en el proyecto de investigación “Cuerpos que hablan. Representaciones acerca de los cuerpos y las sexualidades en mujeres docentes heterosexuales y lesbianas”. Desarrollamos el mismo, en el período 2002- 2005, desde una perspectiva cualitativa.
  9. Nos referimos a toda una serie de regulaciones plasmadas en leyes, códigos, normati- vas que conforman aquello que está legitimado por y para el orden social. Lo que no entra en los mecanismos formales de la regulación no es porque esté permitido sino, por el contrario, es lo prohibido o ilegal. La política sexual regula lo referido a los cuer- pos, los géneros, las sexualidades, y su efecto se extiende a sentidos y prácticas de la vida cotidiana.
  10. En este momento estamos llevando adelante el proyecto de investigación “Aproximaciones al estudio del movimiento sexo genérico en Argentina”. El trabajo de campo realizado corresponde a grupos del colectivo lgtttbi de la ciudad de Autónoma de Buenos Aires. Paralelamente, nos encontramos realizando un proyecto de extensión denominado “Por una educación pública anti discriminatoria, no androcéntrica, no sexista, no heterosexista”. Ambos proyectos tienen sede en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue.
  11. Se refiere a la Marcha del Orgullo LGTTTBI, que se realiza todos los años, en el mes de noviembre, en la Ciudad Autónoma de Buenos
  12. Ciudad de la provincia de Río Negro, distante a unos 480 km, aproximadamente, de Neuquén.
  13. Dos relevamientos realizados sobre la situación de la comunidad trans (el primero en el año 2005, que abarcó a la población de la Ciudad Autónoma y la Provincia de Buenos Aires, y el segundo referido a 5 regiones del país en el 2006), dan cuenta de que la gran mayoría de las travestis que dicen ha- berse reconocido en dicha identidad, antes de los 13 años, no completó la escolarización primaria. De las que sí pudieron concluirla, sólo un 20% terminó estudios secundarios, tras repetir y reiniciar una y otra vez los años lectivos en distintos establecimientos escolares. Considerando que la mayoría (más del 90%) ha sufrido algún tipo de violencia, la escuela ocupa el tercer puesto en la lista de lugares en los cuales han recibido agresiones. Los trayectos que han recorrido durante su experiencia escolar las han enfrentado a dis- tintos mecanismos de discriminación: “la escuela ha acallado este colectivo; la escuela ha hablado de él de un modo en el que no se reconoce; y la es- cuela, una vez que lo ha descubierto ‘diferente’, lo ha excluido” (Hiller, , 2005:98). Aún así, en sus testimonios persiste el deseo de finalizar los es- tudios, a la vez que el temor a ser nuevamente rechazadas por las instituciones educativas, siendo ésta la primera de las causas que las llevan a no retomarlos.
  14. Gayle Rubin, define el sistema sexo-género como “una serie de acuerdos por los que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana”. Argumenta que “el sexo tal y como lo conocemos identi- dad de género, deseo y fantasía sexual, conceptos de la infancia es en sí mismo un producto social”. Posteriormente, introduce algunas críticas a esta definición, pero continúa sosteniendo que “igual que el género, la sexuali- dad es política. Está organizada en sistemas de poder que alientan y recom- pensan a algunos individuos y actividades, mientras que castigan y suprimen a otros y otras. Al igual que la organización capitalista del trabajo y su distri- bución de recompensas y poderes, el moderno sistema sexual ha sido objeto de lucha política desde que apareció, y como tal se ha desarrollado. Pero si las disputas entre trabajo y capital están mistificadas, los conflictos sexuales están completamente ” (Rubin, G. 1975: 37,45).

 

Referencias bibliográficas

Bell hooks (2000). “Eros, Erotismo y Proceso Pedagógico”. En Lopes Louro, G. (organizadora) (2000). O Corpo Educado. Pedagogías da sexualidade. Belo Horizonte:

Bellucci, Mabel (1992). “De los Estudios de la Mujer a los Estudios de Género: han recorrido un largo camino….” En Fernández, Ana María (comp.) (1993). Las mujeres en la imaginación colectiva. Una historia de discriminación y resistencias. Buenos Aires: Paidós.

Connell, Robert (1995). Masculinities. Berkley: University of California Press. Hillert, Renata (2005). “Los cuerpos de la universalidad. Educación y travestismo/

transexualismo”. En Berkins, Lohana y Fernández, Josefina (comp.)

(2005). La gesta del nombre propio. Informe sobre la situación de travesti en Argentin. Buenos Aires: Ediciones Madres de Plaza de Mayo.

Lomas, Carlos (comp.) (2004). Los chicos también lloran. Identidades masculinas, igualdad entre los sexos y coeducación, Barcelona: Paidós.

Lopes Louro, Guacira (2000). “Pedagogias da sexualidade”. En Lopes Louro, G. (organizadora) (2000). O Corpo Educado. Pedagogías da sexualidade. Belo Horizonte:

Lopes Louro Guacira (2004). “Los estudios feministas, los estudios gays y lésbicos y la teoría queer como políticas de conocimiento”. Ponencia presentada en la Mesa «Estudios gays y estudios feministas», del II Congreso Brasileño de Homocultura, Brasilia, DF Brasil, junio de 2004.

Morgade, Graciela y Alonso, Graciela (2008). “Educación, sexualidades, géneros: tradiciones teóricas y experiencias disponibles en un campo en construcción”. En Morgade, Graciela y Alonso, Graciela (comp.) (2008). Cuerpos y sexualidades en la escuela. De la normalidad a la disidencia. Buenos Aires: Paidós.

Rodriguez Menendez, María del Carmen y Peña Calvo, José V. (2005). “La investigación sobre el género en la escuela: nuevas perspectivas teóricas”. Disponible en: www.ateiamerica.com/doc/GENERO_LA_ESCUELA.doc

Rubin, Gayle (1975). “El tráfico de las mujeres: notas para la ´Economía política´ del sexo”. En Lamas, Marta (comp.) (1997). El género: la construcción cultural de la diferencia sexual. México: PUEG.

Sedgwick, Eve (1998). Epistemología del armario. Barcelona: Ediciones de la tempestad.

Varela, Julia y Álvarez-Uría, Fernando (1994). “La crisis de los paradigmas sociológicos”, En: Eutopías, Documentos de Trabajo. Vol. 65. Madrid: Universitat de València & Asociación Vasca de Semiótica.

Comparte este contenido:

Mutilación genital femenina, la ONU dice basta ya

Por Waldo Mendiluza*

Prensa Latina/ Naciones Unidas (PL) Al menos 200 millones de mujeres y niñas en el planeta viven con alguna forma de mutilación genital, un fenómeno que Naciones Unidas considera una violación de sus derechos humanos y aspira a erradicar para 2030.

Según la organización, de continuar la actual tendencia, otras 15 millones de adolescentes, con edades entre 15 y 19 años, sufrirían hasta entonces estos procedimientos, definidos como cualquier alteración o lesión de los genitales femeninos por razones diferentes a las médicas.

Las consecuencias de la práctica, que suele realizarse fundamentalmente en algún momento entre la infancia y los 15 años, incluyen sangramiento, quistes, infecciones, infertilidad y complicaciones en el parto.

El problema se concentra en 30 países, fundamentalmente de África y del Medio Oriente, aunque también está presente en otras partes del mundo, con mucha frecuencia vinculado a creencias religiosas y tradiciones.

«Nunca antes ha sido más urgente, o más posible, poner fin a la dañina práctica, lo cual se traduciría en prevenir un sufrimiento inmensurable y en potenciar el poder de las mujeres y niñas», afirmó el secretario general de la ONU en su mensaje de 2016 por el Día Internacional de la Cero Tolerancia con la Mutilación Genital Femenina.

La Asamblea General estableció en su resolución 67/146 de 2012 la celebración cada 6 de febrero, para llamar la atención sobre procedimientos que reflejan la desigualdad de género y constituyen una forma extrema de discriminación.

Ban reconoció este año que los gobiernos prestan una mayor atención al tema y mejoran los métodos de recolectar estadísticas, lo que explica el incremento de la cifra de personas afectadas.

En 2014, los datos reflejaban a alrededor de 130 millones de mujeres y niñas viviendo con la alteración o el daño de sus genitales externos, 70 millones menos que los estimados actuales, aunque este escenario también sugiere que se trata de un problema mayor del pensado.

Naciones Unidas espera que la adopción de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible lleve a la eliminación del fenómeno.

La comunidad internacional aprobó en septiembre de 2015 el instrumento de progreso humano, que incluye entre sus 17 objetivos la erradicación durante los próximos 15 años de prácticas negativas como el matrimonio infantil, temprano y forzado, y la mutilación genital femenina, propósito recogido en la quinta meta.

LAS VÍCTIMAS HABLAN

El Consejo Económico y Social de la ONU fue sede este año de un evento que reunió a altos funcionarios de la organización, diplomáticos, activistas y víctimas de la mutilación, muchas de ellas convertidas en luchadoras por un mundo libre del flagelo.

«Me quitaron mi identidad y dignidad, cuando crecí, me di cuenta que me faltaba algo (â��)», dijo Inna Modja, una joven cantante de origen maliense.

Según la promotora del fin del fenómeno, a los cuatro años lo sufrió en carne propia, y fueron la música y una operación las que le permitieron recuperar la confianza.

Modja declaró a Prensa Latina que la confrontación no es el camino para la eliminación, dado el componente cultural y religioso muy arraigado en algunas comunidades. Se trata de conversar con las personas, más bien de explicar y generar conciencia, insistió.

También la keniana Keziah Bianca Oseko expuso sus experiencias y calificó de bárbara a la ablación genital.

«El trauma que viví me llevó al activismo, y ahora sé cómo levantarme y luchar por los derechos de las mujeres», afirmó en el foro, en el que intervino el Secretario General de Naciones Unidas.

De acuerdo con Oseko, alguna vez sintió «que nunca podría convertirse en una mujer, porque le faltaba algo».

TAMBIÉN EN AMÉRICA LATINA

En entrevista con Prensa Latina, la activista y abogada colombiana Patricia Tobón aseveró que el fenómeno también afecta a Latinoamérica, y pudiera tener mucho más impacto del imaginado.

La indígena del pueblo Embera precisó que en su país se conoció por primera vez de esta práctica en 2007, y existen decenas de casos documentados (51 en 2013 y 2014).

«Siempre se pensó que era una situación exclusiva de los países africanos y asiáticos, pero también es un asunto de América Latina», dijo la experta en derechos constitucionales, quien viajó a la ONU para la celebración del Día Internacional de la Cero Tolerancia con el problema.

De acuerdo con Tobón, los Embera, etnia que en Colombia tiene unas 250 mil personas distribuidas en 16 departamentos, habitan además en Panamá y Ecuador, por lo que resulta necesario evaluar la situación de las mujeres y niñas de este grupo originario en las vecinas naciones.

Tampoco podemos perder de vista que en las Américas existimos más de 00 pueblos indígenas, con mucha frecuencia radicados en zonas selváticas y otras donde el acceso a la salud enfrenta grandes obstáculos, y la mutilación genital pudiera ser una preocupación, subrayó.

Para la activista, resulta conveniente a nivel regional incorporar a los programas de atención a las mujeres y la infancia la revisión de la práctica de la alteración o el daño de los genitales externos femeninos por razones no médicas.

Tobón resaltó la movilización global para combatir la ablación genital, la cual consideró sin precedentes.

UN MAYOR COMPROMISO

Funcionarios de Naciones Unidas, activistas y víctimas de la mutilación genital femenina reclamaron un mayor compromiso con la erradicación de esa práctica, en el contexto de los eventos por el Día Internacional.

Están en curso acciones para eliminar el problema, lo cual pasa por una responsabilidad colectiva, afirmó en un encuentro con periodistas Nafissatou Diop, coordinadora del Programa Conjunto para enfrentarlo, del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y del Fondo de Población de la ONU (Unfpa).

Según Diop, la iniciativa consiste en ayudar a 17 países, 16 de África y Yemen, con recursos y asistencia técnica, dirigidos a impulsar el cese de la alteración o el daño de los genitales externos femeninos, situación presente con mayor fuerza en naciones como Gambia, Mauritania, Indonesia, Somalia, Guinea y Djibuti.

En declaraciones a Prensa Latina, la experta celebró que la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible incluya entre sus metas la erradicación del fenómeno.

La Agenda adoptada en septiembre por los líderes mundiales recoge el fin de esta práctica durante los próximos 15 años, una muestra del compromiso de la comunidad internacional, que debe traducirse en hechos, advirtió.

Diop mostró expectativas de que ese paso represente un incremento de las inversiones humanas y financieras para poner fin a la mutilación genital de mujeres y niñas, considerada por la ONU una violación de los derechos humanos.

De acuerdo con la funcionaria, el componente cultural y religioso del problema tiene que tratarse sobre la base de la educación y del diálogo.

No necesitamos confrontaciones, sabemos del aspecto cultural presente, enraizado en la discriminación histórica de la mujer, pero con el aporte de los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades podemos cambiar la situación, acotó en un criterio que genera consenso.

*Corresponsal de Prensa Latina en Naciones Unidas

Comparte este contenido:

Entrevista a Marco Álvarez: «Hoy en día la principal tarea de los revolucionarios es ser un educador popular»

28 mayo 2014/ La Otra Mirada

En el marco de las entrevistas realizadas por Luis Bonilla (LB) en su programa “La otra Mirada” a propósito de la consulta internacional sobre la Calidad de la Educación realizada en Venezuela, durante el 2014, se presenta a continuación la reseña del encuentro con el maestro Marco Álvarez Bergara (MA), coordinador de las escuelas libres de Chile. Bienvenido Marco a este contacto internacional en materia educativa.

M. A: Gracias ustedes por invitarme

L. B-M: Marco, ¿Qué es eso de las Escuelas Libres de Chile?

M. A: Las Escuelas Libres de Chile es un proyecto que hoy día impulsa la alternativa de la otra educación. ¿Que quiere decir?: Es un proyecto que está apostando a construir paradigmas nuevos en materia educativa. Nuestro objetivo es contraponer a la educación formal, un proyecto de carácter popular, un proyecto que dé las posibilidades de hacer un aporte en el camino emancipatorio que nos hemos propuesto. Eso es en grandes rasgos, el proyecto de las Escuelas Libres de Chile.

L. B-M: ¿Son escuelas financiadas por el gobierno central o que trabajan de manera autónoma?

M. A: No, Las Escuelas Libres son trabajo 100% autogestionado, de educación alternativa, y en este momento no tienen ningún tipo de vinculación, ni con la educación formal ni con el gobierno central ni descentralizado.

L. B-M: ¿Son experiencias fundamentalmente con adultos o con niños? ¿En qué niveles de educación trabajan?

M. A: Tenemos pequeñas experiencias en este momento con adultos, pero nuestro trabajo está enfocado principalmente a la niñez popular: a la niñez que proviene de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Es ahí donde nosotros hemos encontrado espacio y creemos que es estratégico, en el sentido que de ahí también se pueden generar las grandes transformaciones hacia el futuro.

L. B-M: ¿Dónde están ubicadas las Escuelas Libres?

M. A: Hoy, las Escuelas Libres se encuentran en varias regiones del país. Todavía es un proyecto muy pequeño pero hemos tenido la posibilidad de expandir a otros lugares y otras comunas de Santiago. La primera comuna en la que estuvo el proyecto fue la comuna de La cisterna, ubicada al sur de Santiago, pero hoy nos encontramos en otras comunas; como en Pedro Aguirre Cerda. Nos expandimos además a regiones del sur, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, San Vicente de Tagua Tagua, que está en la sexta región, y en otros lugares en donde también se están construyendo Escuelas Libres. Nos tiene muy contentos la expansión que ha tenido el proyecto a cinco años de su fundación, en parte importante del país, sobre todo porque ha sido de forma autogestionada y eso cuesta bastante.

L. B-M: Ustedes en Chile vivieron durante décadas todo una ofensiva neoliberal por la privatización de la educación, por la mercantilización de la educación, ¿Cómo cuadra el tema de las Escuela Libres en un contexto que, a pesar de que se está frenando, tiene rezagos de una onda privatizadora importante en el continente?

M.A: Es muy complejo. Como ustedes lo saben muy bien, Chile es un experimento neoliberal y uno de sus principales pilares es un modelo educativo que es funcional en todas sus formas al modelo capitalista. En ese sentido, el proyecto de las Escuelas Libres nace en esta confrontación ente el proyecto de educación formal, de la educación imperante. Desde diferentes ópticas, como por ejemplo, desde la óptica de los valores. Sin duda el neoliberalismo levanta sus propios valores, como la competencia (y esto se refleja en el sistema educativo), el egoísmo, entre otros. Esos valores nosotros intentamos confrontarlos directamente a través de lo que consideramos un combate axiológico, reconstruyendo los valores populares que el neoliberalismo reemplazó: los valores de la sociedad, del amor, de la autogestión, del respeto mutuo, son los valores que forman parte de nuestra cultura pero que el neoliberalismo ha ido quitando a través de los procesos que vivimos hace un par de décadas. Esa es la óptica que nosotros tenemos para enfrentarnos con la educación formal. Aunque también tenemos otras ópticas, porque en una educación de mercado, en una educación que está hecha para ser funcional al modelo neoliberal y hay algunas cuestiones que nos parecen fundamentales de transformar. ¿Qué quiere decir esto? En Chile desde el año 2011 viene una gran movilización a través del movimiento estudiantil que reivindica ciertas cuestiones que son fundamentales y que nosotros apoyamos por completo: el derecho a una educación gratuita, el derecho a una educación de calidad, el derecho a un mejor acceso a la educación. Pero como Escuelas Libres nosotros creemos que esas son reivindicaciones que no van a la estructura del modelo, es decir, que son reivindicaciones de corte economicista. Nosotros creemos que lo que debemos hacer (y la razón por la cual impulsamos las Escuelas Libres en todo el país) es constituir nuevos contenidos y metodologías enfrentándose a la educación formal. ¿Por qué yo planteo esto? Esta es una de las confrontaciones que nosotros tenemos: ¿Qué sacamos nosotros en Chile con tener una educación gratuita o si le damos mayor acceso a los sectores populares, si la educación seguirá siendo funcional al mismo sistema neoliberal? ¿Qué sacamos de la gratuidad de la educación si seguirán enseñándonos los mismos héroes patrios, si nos enseñarán cosas que hagan que sigamos reproduciendo el mismo sistema imperante? Para eso consideramos fundamental poder cambiar radicalmente los paradigmas en torno a las metodologías y los contenidos que tiene la educación formal. A eso le llamamos la «otra educación». Es esto lo que estamos haciendo, un proyecto de acumulación de experiencias de la educación alternativa hasta el día de hoy, que nos dé la posibilidad en algún momento de poder constituir una gran alternativa educativa que se nivele en correlación de fuerzas con la educación formal, para, en algún momento, se pueda constituir no la «otra educación», sino la educación socialista o de proyecto emancipatorio.

L. B-M: Desde la perspectiva de esa «otra educación», ¿cuáles son los mayores retos que tiene la educación en la región? Hablando ya no solo de Chile, sino de toda la región latinoamericana.

M. A: Para los que trabajamos en este proyecto, quienes podrían considerarse como monitores, nos autodenominamos trabajadores y trabajadoras de la «otra educación». En ese sentido creemos que la «otra educación» no debe ser un proyecto que solo prime en nuestro país. Nosotros nos convertimos en trabajadoras y trabajadores de la «otra educación» porque, si en los años 60 y los 70, era un imperante revolucionario, estar ahí en la primera fila para poder combatir a las dictaduras militares, de todas las formas posibles, y con la lucha más radical, nosotros creemos que hoy en día la principal tarea de los revolucionarios es ser un educador popular, es generar conciencia del trabajo, en espacios democráticos, y eso se hace a través de un proceso educativo. Creemos que una de las principales tareas que debemos tener en Latinoamérica para poder recuperar nuestra propia historia, nuestros propios conocimientos, e ir construyendo una alternativa hacia futuro, todo esto se logrará principalmente desde los espacios democratizadores de la educación. En países como los nuestros, a diferencia de Venezuela, por ejemplo, solo lo podemos hacer desde otra alternativa de poder, podemos hacer una estrategia del poder popular autónomo, sin ningún tipo de vinculación al Estado, porque nosotros tenemos ahorita un gobierno de corte, no digamos «reaccionario», pero es un gobierno que todavía abraza las políticas neoliberales. En ese sentido, es prácticamente imposible que podamos tener alguna vinculación con ellos. Pero la «otra educación» es importante en el continente ya que desde ahí se pueden encontrar las principales herramientas para poder llevar adelante un proceso emancipatorio. Hay que entender que los que creemos que las transformaciones radicales se deben hacer desde abajo: no desde arriba hacia abajo sino al contrario, así que generar la conciencia, la autogestión, los conocimientos que puedan mantener cualquier proceso de transformación. Ustedes más que nadie saben cómo mantener un proceso de transformación paulatino y radical a la vez como es el caso dela Revolución Bolivariana. Solo a través del protagonismo popular, de la gente, del empoderamientos popular y de la democracia de base, se pueden mantener estos procesos de cambios; y, además, la «otra educación» es también fundamental para que eso pueda ocurrir.

L. B-M: A pesar de que tú señalas que es una consigna economicista, es importante que los estudiantes chilenos, en sus manifestaciones, recuperen la noción de la «calidad» desde la perspectiva de la rebeldía, porque en las últimas dos décadas, el término fue resemantizado, apropiado por los organismos económicos internacionales, en Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el FMI, para colocar la calidad educativa asociada al modelo de calidad ISO. ¿Cuál es la relación de las Escuelas Libres con esa otra concepción de la «calidad»?

M. A: La reivindicación de la calidad es una de las reivindicaciones más sentidas a través de la lucha del movimiento estudiantil, o de gran parte de la sociedad chilena, porque si nosotros analizamos hasta las mejores encuestas burguesas, si lo podemos denominar así, el 89% de la sociedad está de acuerdo con una educación de mejor calidad, gratuita y para todos y todas. La sociedad está exigiendo una mejor calidad en la educación. Planteemos, ahora, el problema de la calidad en la educación formal: no es que no exista calidad en la educación en Chile, lo que existe en Chile es una educación para pobres y otra para ricos. Encontramos por un lado, que no hay otra expresión que la lucha de clases, por un lado encontramos los colegios particulares que son de una alta calidad y que están hechos para producir a los gerentes de las empresas, y están las escuelas públicas, de baja calidad, a lo cual el Estado no le toma mayor atención, y que son reproductoras de mano de obra barata. Por lo tanto, en Chile sí existe calidad, pero solo para unos pocos, el porcentaje más bajo de la sociedad, que tienen mayor nivel de ingresos. Por otro lado, la mayoría de la sociedad, es decir, los sectores populares o de clase media empobrecida, son los que tienen una educación de pésima calidad. En primera línea, una mejor calidad ha sido una de las reivindicaciones que ha tenido el movimiento estudiantil y por tanto es fundamental. Porque eso lleva también, a que de alguna manera se cree un país más justo, más democrático, con mejor posibilidades, que rompa con la asimetría gigantesca que existe entre los ricos y los pobres. Ahora, ¿cómo nos vinculamos nosotros a una educación alternativa? Primero que todo, nosotros somos una organización autogestionada por tanto el tema de la calidad es cuestionar muchos aspectos, por ejemplo, como no tenemos recursos, pero nuestro principal objetivo es que esta «otra educación», esta que estamos construyendo, sea de alta calidad. No podemos creer que esta educación por ser alternativa o popular sea mediocre, tiene que ser de alta calidad porque de ahí también van a salir los profesionales, los liderazgos que en algún momento puedan competir con estos liderazgos que estudian en Harvard, en Estados Unidos, en Europa., y que han dominado en nuestros pueblos durante siglos. La calidad es fundamental y siempre debe ser la primera línea, es a lo que debemos aspirar.

Cuando yo hablo de esta educación formal y su lucha interna por una mejor calidad, y de las Escuelas Libres como un poder alternativo, que también están generando luchas para tener un espacio de mejor calidad, esto en algún momento tendrá sus puntos de comunión y se van a encontrar. Nosotros como la «otra educación» vamos a ocupar las instancias de la educación formal, y los conocimientos de la educación formal. No quiere decir que neguemos la educación formal pero si creemos que se deben dar procesos autónomos e independientes, o si no, seguiremos siendo funcionales al mismo sistema. Por esa razón también a través de la educación formal hay que luchar por la democratización y esta reivindicación de los sectores más radicales por la triestamentalidad, por la participación de los diferentes segmentos de la comunidad universitaria, y en ese camino es fundamental también dar la lucha en ese espacio.

L. B-M: Marco, tú eres un trabajador de la educación, de esa «otra educación», joven, hay una brecha generacional hoy que se expresa también en el sistema educativo. Buena parte de los docentes que están hoy en los sistemas educativos en nuestra región son docentes nacidos en la década de los cincuenta, sesenta, setenta y ochenta, y por otra parte, los estudiantes que ingresan al sistema educativo desde el maternal hasta el pregrado universitario, nacieron a partir de los noventa con una revolución tecnológica, con las redes sociales, internet, la música que se puede digitalizar, que se puede cargar en un dispositivo móvil, es decir, en una realidad distinta y un imaginario distinto al que configuró a las generaciones que son hoy docentes. ¿Cómo se presenta ese encuentro generación desde la «otra educación»?

M.A: Primero, el proyecto de la otra educación está constituido principalmente por profesionales jóvenes o por gente universitaria. Tenemos muy pocos compañeros y compañeras que vienen de generaciones mayores. Siento que en Chile hay una cierta desesperanza por la gente mayor que se aboca casi siempre a la educación formal y entendiendo un poco cuál es el campo de la pedagogía en la actualidad hay una gran diferencia entre los profesionales adultos o mayores y los profesionales jóvenes. En los profesores jóvenes hay mayores niveles de vocación y te lo voy a explicar en pocas palabras: Hay más nivel de educación para ser pedagogo en Chile porque la pedagogía en Chile es uno de los sueldos peores pagados del país, y para poder estudiar pedagogía hay que tener un compromiso real con la sociedad. Lo que está ocurriendo es que hoy hay una nueva generación de jóvenes que está sacando su carrera profesional a la vez que está sacando su pedagogía, o sea, que han encontrado su vocación en la docencia. Y así, hay que ir optimizando las nuevas herramientas que nos entrega la tecnología para poder socializar o llevar adelante la lucha de clase de mejor forma. Hay un montón de herramientas que la gente joven ha usado bastante bien y que se ha venido adaptando. Si me preguntaran si hay una diferencia muy drástica yo diría que sí. Creo que no hay que desmerecer a todos los profesores que durante años han tenido que vivir en las malas condiciones alentados solo por una gran vocación, pero sin duda quienes pertenecen a la generación pasada son víctimas de que el tiempo corra muy rápido y sucedan estos grandes acontecimientos de grandes transformaciones tecnológicas

L. B-M: Marco, para ir cerrando este primer encuentro internacional en el tema de la consulta sobre la calidad educativa, nos gustaría que le dirigieras un mensaje a los docentes venezolanos, a los maestros, maestras, profesores y profesoras venezolanas, que en distintas aulas, en sus planteles, con sus comunidades y sus estudiantes, de manera muy emotiva y muy comprometida están participando hoy en la consulta por la calidad educativa, para transformar o seguir transformando nuestro sistema educativo garantizando una educación de calidad.

M. A: Primero quiero felicitarlos porque sin duda la Revolución Bolivariana ha realizado un gran impulso en materia educativa. Nos consta a nosotros que seguimos el proceso bolivariano y la revolución encabezada por el Comandante Chávez que han avanzado en materia educativa de forma gigantesca. Mi mensaje, en ese sentido, es que sigan en ese mismo camino, de saber que el proceso educativo, y la transformación en materia educativa es constante y nunca llega a un punto final, siempre tiene que ir replanteándose, perfeccionándose para poder lograr el mejor proyecto educativo posible. Les mando un mensaje rebelde y que su esfuerzo ha sido fabuloso y ha sido un ejemplo para todos los pedagogos y pedagogas del continente.

L. B-M: Gracias a Marco Álvarez Bergara coordinador de las Escuelas Libres de Chile, una experiencia alternativa al sistema de educación formal, quien nos expresó su visión y su compresión sobre el debate de la calidad educativa. Gracias, Marcos.

M. A: Hasta pronto. Un fuerte abrazo.

Para ver y oir:

Producción de la Otra Mirada: Luis Bonilla Molina

Equipo de producción y post producción digital: Dilanci May Sierra

Transcripción de la entrevista: Marianicer Figueroa

Edición: Gloria Carrasco

Comparte este contenido:

A condução coercitiva de Lula, a crise política no Brasil e os desafios da educação!

Lula y Brasil

Antonio Antunes da Cunha Neto

Antes de mais nada, faz-se necessário esclarecer que nem Lula nem sua esposa Marisa foram presos ou têm contra eles mandados de prisão expedidos pela Justiça Federal brasileira. Ambos foram conduzidos para depor na Polícia Federal.

Nos últimos meses vem se arrastando no Brasil uma investigação que apura os casos de corrupção na Petrobras, envolvendo executivos da petroleira estatal brasileira, altos dirigentes do PT, PMDB e PP, o Presidente do Congresso Nacional Eduardo Cunha do PMDB (partido do vice-presidente da Republica), além dos donos das maiores empreiteiras brasileiras como OAS, Odebrecht, Galvão Engenharia, Andrade Gutierrez entre outras. Até hoje mais de 250 pessoas foram presas, acusadas de participação no mega esquema de corrupção, entre elas donos e executivos de empreiteiras, doleiros, ex-deputados federais do PT e PP, o tesoureiro do PT João Vacari Neto e o dirigente petista e ex-ministro de Lula, José Dirceu.

O capítulo mais recente deste grande escândalo foi protagonizado pelo ex-líder do governo Dilma no Congresso Nacional, Delcidio do Amaral, homem forte do governo que foi acusado de tentar comprar o silêncio de um dos principais delatores da Operação “Lava Jato”, Nestor Severo.

A crise política não está isolada da crise econômica, e repercute em diversas esferas de nossa sociedade, precarizando o acesso à direitos básicos, como a educação.

Em artigo recente do jornal “Lute!” traçamos uma radiografia das lutas dos educadores da educação básica no Brasil em 2015. Foram lutas, sobretudo econômicas, que reivindicavam salários e condições de trabalho, mas que também carregam um forte conteúdo político. Em Goiás o governo do PSDB de Marconi Perillo iniciou um processo acelerado de privatização e militarização da gestão das escolas públicas. Em São Paulo o governador Geraldo Alckmin também atacou a gestão das escolas mas foi barrado pela mobilização dos estudantes.

Há uma onda de ataques à educação básica e superior no Brasil, expressa no plano estadual pela tentativa dos governos de transferir total ou parcialmente para a iniciativa privada a gestão das escolas, e no âmbito nacional pelo Plano Nacional de Educação que tem entre uma de suas metas o fim da eleição de diretores de escola, conquista histórica da comunidade escolar. Outro aspecto polêmico da política educacional encaminhado pelo MEC é a instituição da Base Curricular Nacional Comum que estabelece um mínimo de 60% de conteúdo definido pelo Ministério da Educação, interferindo não só na autonomia didática e pedagógica das escolas, mas também na autonomia das instituições de ensino superior.

Na educação superior também há muita controvérsia entre as posições oficiais e as das entidades de representação das categorias. Em recente matéria publicada pelo Instituto Lula, os oficialismos comemorar a aumento nas matriculas na educação superior. Importante é observar que as matriculas nas instituições privadas mais que dobraram, e isso com financiamento público: é o governo financiando diretamente os tubarões do ensino com o discurso da democratização do acesso à universidade, da mesma forma que o SISU – Sistema de Seleção Unificado e o ENEM Exame Nacional do Ensino Médio, acabam reproduzindo a lógica elitista de acesso às vagas ofertadas, pelo setor público e pelo setor privado. Acaba beneficiando estudantes de escolas privadas, pois as escolas públicas, pelas condições precárias de financiamento, acabam oferecendo condições menos favoráveis aos jovens brasileiros, em sua maioria das periferias de nossas cidades, que já enfrentam difíceis condições sócio econômicas.

A crise que se abriu com a Operação Lava Jato está longe de ter seu desfecho. Os acontecimentos desta semana seguramente irão aprofundar a polarização entre aqueles que se enfrentam para ver quem melhor gerencia o país em prol da elite econômica nacional e internacional. O certo é que Dilma Rouseff, que não tem compromissos com a educação pública, já está aplicando o ajuste fiscal. Já estão na pauta a nova reforma da previdência, a lei anti-terrorismo que ataca os movimentos sociais, a privatização da exploração do pré-sal e uma série de outras medidas políticas e econômicas para acalmar os capitalistas. Enquanto isso em diversos estados brasileiros os educadores iniciaram o ano lutando contra o ajuste fiscal de Dilma e em defesa da educação pública de qualidade.

Antonio Antunes da Cunha Neto

Professor de Geografia da Educação Básica no Rio Grande do Sul

Comparte este contenido:

Educación virtual, un método que cada vez se consolida más en Colombia

educacion_virtual

El Universal de Colombia, 5 de Marzo de 2016

El método de educación virtual se está posicionando en Colombia como una buena manera para que las personas que tienen poco tiempo debido al trabajo, por responsabilidades familiares o personales, se conviertan en profesionales.

Según el Ministerio de Educación la demanda de este tipo de educación ha aumento en un 500 % entre 2012 y 2015, pues pasó de haber 12 mil estudiantes a 65 mil.

De igual manera, el ministerio también asegura que la oferta de programas virtuales ha crecido alrededor del 300 % en el mismo periodo, pasando de 122 a 487 en todos los niveles formativos.

Es así como el mayor porcentaje de demanda está en los estudiantes entre los 25 y 35 años de edad, que por diferentes motivos no pueden desplazarse a una universidad para asistir de manera presencial.

Las carreras virtuales son una alternativa para que las personas que por alguna razón desertaron de sus estudios superiores vuelvan a estudiar, mientras se ocupan de sus actividades económicas y familiares. Además, este crecimiento se viene dando en parte por el desarrollo tecnológico y económico de Colombia.

La clave para tener éxito estudiando virtualmente es ser organizado, sin olvidar las demás labores que usted tiene, como lo hace Claudia Lucia Camero, Medico profesional y quien adelantó una especialización en Gerencia, Seguridad y Salud en el Trabajo de manera virtual.

“¿Cómo pude lograrlo? Básicamente, todo se basa en la organización y en las ganas de salir adelante. Pues cuando uno trabaja todo el día, te queda poco tiempo para cumplir otros roles como el de madre o esposa, así que la organización del tiempo es muy importante para terminar mis estudios”, explicó Camero.

Asimismo, Lina Milena Campos Herrera, profesora y quien en la actualidad cursa sexto semestre del programa de Licenciatura en Pedagogía Infantil, asegura que su principal motivación es complementar sus estudios y gracias a las ventajas que ofrece la educación online, le permite tener más tiempo para adelantar otras actividades diarias y formalizar su educación.

“La educación virtual me parece una buena opción debido a que me facilita ejecutar los estudios de una manera más fácil sin hacer a un lado mis actividades de la vida cotidiana, como lo son mi trabajo y mi hogar”, aseguró Campos.

Por otro lado, el campo laboral para personas con educación virtual está entre el 88 % y el 90 %, una cifra muy favorable; según el Observatorio de Empleabilidad del Ministerio de Educación.

Es así como este modelo se consolida cada vez más en el mundo y en Colombia, por las condiciones tecnológicas que son favorables.

Notas recomendadas

 

 

Comparte este contenido:
Page 2997 of 3015
1 2.995 2.996 2.997 2.998 2.999 3.015