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ANTE EL CORONAVIRUS: ¿QUÉ HACER?

Por: Franklin González

A finales del año 2019  se difundió la noticia de un brote de un virus desconocido en la provincia de Hubei, en particular en su capital Wuhan (China) y que fueron reportados a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En un principio todo parecía un problema circunscripto a un grupo de personas que comían animales salvajes. Luego, vinieron las alarmantes cuentas de enfermos y muertos, que estaban ocurriendo en Wuhan.

Las autoridades china de inmediato reaccionaron y establecieron algunas medidas para contener el virus y se acordó poner en ejecución la cuarentena, con resultados muy positivos.

Pero el virus se expandió más allá de las fronteras de China y terminó siendo calificada por la OMS de pandemia.

El coronavirus y su origen

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2019): “Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV). Un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.

Los coronavirus se pueden contagiar de los animales a las personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios exhaustivos al respecto, sabemos que el SRAS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano y que se ha producido transmisión del MERS-CoV del dromedario al ser humano. Además, se sabe que hay otros coronavirus circulando entre animales, que todavía no han infectado al ser humano.

Esas infecciones suelen cursar con fiebre y síntomas respiratorios (tos y disnea o dificultad para respirar). En los casos más graves, pueden causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.

Las recomendaciones habituales para no propagar la infección son la buena higiene de manos y respiratoria (cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar) y la cocción completa de la carne y los huevos. Asimismo, se debe evitar el contacto estrecho con cualquier persona que presente signos de afección respiratoria, como tos o estornudos”.

Sobre el origen del Coronavirus, aparte de lo ya dicho por la OMS, hacen presencia las “teorías de la conspiración”, las especulaciones y también interviene la religión.

Hay una tesis que sostiene que el Covid-19 fue incubado en los más oscuros laboratorios de guerra biológica, provocando, por tanto, experimentación y muertes por doquier, especialmente en países que erigen, como desiderátum de la historia, el modelo consumista capitalista, aunque al final, eso salga de su control, como Frankenstein, y termine afectándolo a ellos mismos.

Desde el punto de vista religioso también hay una explicación. Según publicación de la redaccionp21@peru21.pe, el 05/03/2020,  Brian Tamaki, pastor de Destiny Church (Iglesia del Destino), Nueva Zelanda, durante un discurso dijo que al coronavirus: “No debemos temerle. Hay mucha histeria que ha sido engendrada por ciertos elementos sobre esta pandemia. Creo que el ministerio de Cristo trae esperanza, y que hay una manera de combatir estas pestes, pandemias y plagas”.

Y agregó que “el príncipe del poder del aire, Satanás, tiene el control de las atmósferas, a menos que seas un creyente amante de Jesús, creyente en la Biblia, lleno del Espíritu Santo y que paga diezmo”.

Pero más allá de todas esas consideraciones, lo que está pasando en el mundo con el Covid-19, es una prueba de fuego para el humanismo y la razón enfrentándose al narcisismo y egoísmo.

De la “alegría” a la pandemia

En el libro Sobre la muerte y los moribundos, su autora, la suizo-estadounidense, Elisabeth Klubel-Roos, analiza cinco (5) etapas o fases -mental y/o emocional-, por el que pasa una persona desde que es diagnosticada con una enfermedad terminal hasta el momento en que admite su situación personal. Estas cinco fases son: negación, ira pacto, depresión y aceptación.

En el caso del Covid-19 se pueden encontrar dos reacciones, mentales y emocionales.

Una, macabra, propia del capitalismo y de la deshumanización, que ante la información de la existencia de este virus en Wuhan, China, la reacción de muchos comentaristas occidentales de The Guardian, la revista Newsweek, el ABC de España fue de un sentimiento de alegría por la desgracia de los chinos (sinofobia). Se habló de un “Chernobil chino”. La revista Foreign Policy  llegó a acusar a China de haber “puesto en riesgo al mundo” con su “incompetencia”.

Al respecto, Boaventura de Sousa Santos, en su artículo: “Coronavirus: todo lo sólido se desvanece en el aire”, publicado en El País el 17/03/2020, afirma: “la forma en la que se construyó inicialmente la narrativa de la pandemia en los medios de comunicación occidentales hizo evidente el deseo de demonizar a China” y “la verdad es que, según la Organización Mundial de la Salud, el origen del virus aún no se ha determinado. Por lo tanto, es irresponsable que los medios oficiales en Estados Unidos hablen del «virus extranjero» o incluso del «coronavirus chino», sobre todo porque solo en países con buenos sistemas de salud pública (Estados Unidos no es uno de ellos) es posible hacer pruebas gratuitas y determinar con precisión los tipos de gripe que se han dado en los últimos meses”

La otra, es cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que estábamos en presencia de una pandemia.

En efecto, el miércoles 11/03/2020, la OMS a través de su Director General, el eritreo Tedros Ghebreyesus, le anunció al mundo que el coronavirus ya era oficialmente una pandemia, era global y que todos los países iban a tener que poner mucho de su parte para combatir el virus.

Dijo: “Estamos muy preocupados por los alarmantes niveles de propagación y gravedad, y por los alarmantes niveles de inacción”.

Y fue muy claro con lo que iba a suceder a partir de ese momento: “En los próximos días y semanas esperamos que el número de casos, de muertes y de países afectados aumente aún más”.

Llamó la atención en el uso del término pandemia y al respecto aclaró: “Es una palabra que, mal usada, puede causar un miedo irracional, o la aceptación injustificada de que la lucha se ha acabado, lo que llevaría a un sufrimiento innecesario y a muertes”.

Además de dar un toque de atención a algunos Estados, Ghebreyesus quiso mencionar a los que han hecho un gran esfuerzo para contener el virus. Recordó que más del 90% de todos los contagios se habían producido únicamente en cuatro países, y que dos de ellos (China y Corea del Sur) ya habían conseguido rebajar el número de casos. También señaló que 81 naciones no habían comunicado ningún caso de coronavirus y que 57 habían registrado 10 casos o menos: “No podemos decirlo más alto, más claro o con más frecuencia: todos los países están a tiempo de cambiar el curso de esta pandemia”.

Y añadió: “Si los países detectan, hacen el test, aíslan, buscan los contactos y movilizan a su ciudadanía en la respuesta, los que solo tienen un puñado de casos de Covid-19 pueden prevenir que se conviertan en grupos de transmisión y que estos se conviertan en transmisión comunitaria”.

Los países, aseguró el director general, “tienen que encontrar el equilibrio entre proteger la salud, minimizar el trastorno económico y social y respetar los derechos humanos”. Y recordó qué se espera de los miembros de la organización: “Preparad vuestros hospitales, proteged y entrenad a vuestros sanitarios. Cuidémonos unos a otros”.

Ghebreyesus reconoció que algunos países estaban teniendo dificultades para lidiar con esta pandemia. Unos, por “falta de capacidad”, otros por “falta de recursos” y el resto por “falta de decisión”, subrayando una vez más la idea de que no todos los mandatarios mundiales se han tomado suficientemente en serio la amenaza.

Ante esa pandemia. ¿Qué hacer?

Ante una realidad, una pandemia, el Covid-19, las respuestas humanas no se ha hecho esperar. Estamos en presencia del humanismo y su cara contraría: la deshumanización a su máxima expresión.

En ese sentido, bueno es recordar que varias novelas y cuentos nos narran esas reacciones humanas ante situaciones parecidas al Covid-19.

En el Decamerón (1351 y 1353), su autor, Giovanni Boccaccio, cuenta que un grupo de diez jóvenes (siete mujeres y tres hombres) se reúnen en una villa en las afueras de Florencia, para tertuliar sobre el significado de la peste bubónica, epidemia de peste negra que golpeó a Florencia en 1348. Ante esa situación acordarán respetar unas reglas convenientes no sólo a su salud física sino a la salud del espíritu, porque la peste genera tristeza y depresión, como bien lo dice el profesor y filósofo Nuccio Ordine, en entrevista para La Vanguardia.

Agrega este filósofo que “Boccaccio es inteligente y nos dice que lo peor es el miedo al miedo, esa extrema confianza que te hace hacer cosas contra ti mismo y tu comunidad, él describe la irracionalidad de esa gente que cree estar haciendo cosas para mejorar su salud pero que en realidad son muy dañinas”. Por tanto: “Humana cosa es tener compasión de los afligidos”.

En La peste (1947), novela de Albert Camus, se narran los estragos de una epidemia que causa centenares de muertes a diario, en una ciudad, Orán, con una vida frenética, absolutamente materialista, donde casi nadie repara en las existencias ajenas. Sus habitantes carecen de sentido de la comunidad. No son ciudadanos, sino individuos que escatiman horas al sueño para acumular bienes. La propagación imparable de la enfermedad empujará a las autoridades a imponer un severo aislamiento.

De esta novela se puede deducir que ante el avance de una catástrofe colectiva (una peste de salud pública), también puede estar presente otra (una peste política), como por ejemplo, la ocupación nazi de Francia durante la segunda guerra mundial y ante ambas peste el único valor que debe prevalecer es el de la solidaridad.

Edgar Allan Poe, en el cuento “La màscara de la muerte roja” (1948), se puede leer que los que màs tienen y màs pueden (aristócratas medievales), se consideran inmunes y por momentos piensan que la muerte es de otro, cuando resulta que esta trasciende las clases sociales, las ideologías y el poder. Las pandemias son masivas y “democráticas”.

En Ensayo sobre la ceguera (1995) José Saramago, en los dos primeros capítulos, nos narra que un hombre de 38 años, manejando su automóvil y estacionado frente al semáforo, esperando la luz verde para avanzar, no lo puedo hacer al quedar ciego. Ante esto se ofrecen dos transeúntes para acompañarlo a su casa y uno de ellos, ladrón de oficio, se queda con las llaves de su automóvil y se lo roba. No pasaría entonces mucho tiempo, para que esta persona de “bajas pasiones” y comportamiento deshumanizado, fuera trágicamente recompensado también con la ceguera.

Deshumanismo versus humanismo

Ante el Covid-19, analicemos entonces dos comportamientos humanos.

Uno, la concepción de “salvase quien pueda” para enfrentar el Covid-19, que representa muy bien el gobierno del Reino Unido en contraste con los que están haciendo otros países.

El gobierno de Boris Johnson se ha resistido al “distanciamiento social” y a tomar otras medidas de contención que recomienda la OMS y se utilizan en la mayoría de los países- Ha considerado mejor permitir que la enfermedad se propague para que no haya un colapso de los servicios de salud pública del Reino Unido.

Ha levantado la tesis de la “inmunidad colectiva” que significa permitir que este virus se propague a las personas más jóvenes que corren menos riesgo de morir.

También, en un principio, se ha resistido a cerrar las escuelas en el Reino Unido, públicas y privadas.

Lo ha dejado al libre arbitrio de cada habitante y ha dicho: “Somos una democracia madura, adulta y liberal, en la que la gente entiende muy claramente las recomendaciones que le damos”.

Como corolario y sin mayor desparpajo sería: que se mueran los que tenga que morirse, en particular los de la tercera edad para arriba, eso inmuniza a la sociedad.

Dos, una visión humanista de las relaciones entre los seres humanos.

Es así como el gobierno cubano (siempre Cuba) autorizó por “razones humanitarias” el atraque, el 16/03/2020, del crucero MS Braemar, de la compañía británica Fred Olsen, con cinco casos confirmados del Covid-19 y más de mil personas a bordo, desde donde sus pasajeros serán repatriados hacia el Reino Unido.

Debe enfatizarse que este crucero estuvo buscando desesperadamente donde desembarcar luego que se le negara acceso a múltiples puertos en el Caribe.

El jefe de prensa de la cancillería cubana, Juan Antonio Fernández, declaró. “Se han adoptado todas las medidas para el traslado seguro, hospitalario y expedito de los pasajeros y tripulantes de la embarcación”

Mientras tanto el secretario de Estado para Asuntos Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, agradeció al gobierno cubano por permitir el atraque del barco y al respecto declaró:

“Estamos muy agradecidos con el gobierno cubano por permitir rápidamente esta operación y por su estrecha cooperación para garantizar que pueda tener éxito”.

“Qué cosa más grande, diría un cubano”, porque definitivamente, la grandeza del ser humano está en su capacidad de amar, no en su ambición personal.

Conclusiones

-Una verdad verdadera es que el Covid-19 es una amenaza para todos los continentes, todos los países y todas las clases sociales. Es asunto de todos y trasciende ideología y fanatismos.

-Nuestro narcisismo y yoismo está en crisis, El Covid-19 no le concierne sólo al otro. Nuestra campana de cristal se ha agrietado y por tanto, debemos estar conteste que no somos invulnerables.

-El Covid-19 nos pone a pensar sobre el tiempo y el abanico de posibilidades que contiene cada minuto. No dejarse abrumar por el miedo y el terror, son malos consejeros porque sólo traen parálisis y estancamiento.

-En esta batalla contra el Covid-19 el fanatismo ideológico estorba y mucho. Es bueno mirar un poco más allá, pensando sobre todo en lo humano. Lo ha practicado Cuba en el caso del crucero del Reino Unido.

-Finalmente: ¿Qué será de nosotros cuando el Covid-19 pase? ¿Seguiremos con nuestra arrogancia o lo recordaremos como el momento que nos desnudó lo frágil que es la vida?

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

 

 

 

 

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Plan Fines: el Rappi de la docencia. Argentina

Redacción: La Izquierda Diario

En el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus, se agravan las condiciones de inestabilidad y precariedad que sufren las y los docentes del Plan Fines, Reproducimos el testimonio de Ignacio, docente de La Plata.

El plan Fines se caracteriza tal vez por ser la antesala de la precariedad laboral que ya se ve en otros sectores.

Hace varios años, nacía la metodología del contrato, con la que hoy varios trabajadores estatales y privados se encuentran en la condición de rezar por no saber si tienen continuidad año a año, gobierno a gobierno.

Fines no escapa a esta lógica, pero es más precaria aún, ya que reina la incertidumbre de la continuidad de todo: de uno como docente, de los estudiantes del plan o de los espacios donde se realizan las clases.

Como muchas cosas que caracterizan estas intenciones del gobierno, el plan nació para llevar la educación secundaria donde no llegaba y en cierta medida lo consiguió. La problemática es que la continuidad y las condiciones de los espacios pedagógicos quedan más a las ganas de quienes lo formamos (referentes, profes, estudiantes) que al aporte del Estado, que es casi nulo.

Imagino (por la cantidad de estudiantes jóvenes que he tenido) que el plan contemplaba la deserción escolar en el nivel secundario tradicional. Pienso que esto se debe a que es el mismo sistema el que expulsa a los chicos que nunca tienen la tan mentada » igualdad de oportunidades» que todos los políticos tanto señalan en sus discursos.

Se puede ver a las claras también que de alguna manera el plan termina siendo una prueba piloto, donde la idea es ir por las condiciones laborales de los docentes y las condiciones mínimas del espacio escolar.

El gobierno no desconoce las condiciones de los espacios donde se cursan las clases ¿Será esta la razón por la que prefirieron ni empezar las clases dada la coyuntura de la pandemia? Muchas veces no hay ni baños, en otros no hay agua, mucho menos papel higiénico o alcohol en gel.

Las conducciones de gremios docentes (tan mentados por los medios de combativos) dejan pasar que damos clases en condiciones que no respetan el estatuto docente y ni siquiera parecería importarles.

Pero a esta realidad a la que todos los que formamos el plan le ponemos el cuerpo, hoy se suma la necesidad de saber: ¿se va a cumplir el primer cuatrimestre? ¿vamos a cobrar? Esas preguntas que hoy nos hacemos profes y estudiantes, no tienen al día de la fecha respuesta alguna, demostrando el poco interés y acompañamiento que nos dan.

A su vez, no son pocos los profesores que viven, pagan sus alquileres y comida con esta fuente de trabajo. En el funcionamiento normal del plan, el primer cuatrimestre se paga en mayo. Con esta situación que nos atraviesa, nadie tiene idea de cuándo vamos a tomar los cargos, ni cobrar el primer sueldo.

Fuente: http://laizquierdadiario.com/Plan-Fines-el-Rappi-de-la-docencia

 

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Uruguay: El desafío de transversalizar la perspectiva de género en las políticas de infancia y adolescencia

Redacción: Feminismo

En un seminario organizado por el INAU, especialistas compartieron experiencias de planificación estratégica con la mirada puesta en la igualdad.

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer impulsó que distintas instituciones públicas y organizaciones sociales realizaran conversatorios sobre temáticas como la desigualdad de género, la lucha de los feminismos o las formas de violencia hacia las mujeres. En ese marco, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) decidió poner el foco en cómo la perspectiva de género atraviesa también las políticas dirigidas a niñas, niños y adolescentes.

De esta idea surgió el seminario “Género en infancias y adolescencias: cambio cultural y políticas públicas”, que se desarrolló en la Intendencia de Montevideo (IM) y contó con ponencias de especialistas uruguayas e internacionales. La instancia sirvió para compartir los avances que ha hecho el INAU en materia de transversalización de género durante los últimos cinco años y los desafíos que se identifican para la proyección de esta agenda en el país.

“Hablar de políticas públicas con perspectiva de género es reconocer cómo se construyen y cómo se organizan las desigualdades a partir de lo que implica la organización social entre hombres y mujeres, que tiene causas estructurales”, explicó la presidenta del INAU, Marisa Lindner, durante la presentación. El diseño de estrategias para la infancia y la adolescencia en este sentido tiene que apuntar entonces a identificar esas desigualdades para revisarlas, cuestionarlas y, eventualmente, revertirlas.

Al mismo tiempo, la planificación tiene que contemplar la mirada interseccional, ya que –al igual que las mujeres– las vidas de las niñas, niños y adolescentes también están atravesadas por diferentes situaciones de desigualdad y discriminación. “No es lo mismo tratar con una niña o una adolescente pobre que con una niña o una adolescente con mejores oportunidades. No es lo mismo una niña afrodescendiente que una niña blanca. No es lo mismo una adolescente con discapacidad que una adolescente que ha tenido todas las posibilidades y oportunidades para el desarrollo de sus capacidades. Por lo tanto, hablar de los temas de género sin duda tiene que ver con la interseccionalidad, y por eso la complejidad de estas temáticas”, ilustró Lindner.

Pero para que realmente tengan sentido y sean efectivas, las políticas públicas tienen que ser acompañadas de cambios culturales. Por eso, para la presidenta del INAU es fundamental deconstruir socialmente algunos preconceptos y estereotipos que giran en torno a la infancia y la adolescencia. Puso como ejemplo el cuidado de la niñez, una responsabilidad que se atribuye exclusivamente a las mujeres: “¿Cómo vamos haciendo del cuidado una responsabilidad social, en la que los varones tengan un lugar central y, de alguna manera, tengan un papel fundamental en todos los procesos de acompañar el crecimiento? ¿Cómo hacemos de esto un tema comunitario, en el que de alguna forma desde las distintas organizaciones e instituciones que trabajan y referencian con las familias esto pasa a ser una propuesta permanente de trabajo?”. “Como siempre digo, en estos temas hay que empezar por casa”, afirmó Lindner, “y eso decidimos a nivel del INAU: hay que empezar por casa institucionalmente”.

Pensar y hacer en clave de género

El seminario fue una plataforma para que representantes de distintas instituciones compartieran las prácticas cotidianas que llevan adelante para transversalizar la perspectiva de género en políticas y programas específicos. Todas coincidieron en que una de las principales claves es empezar a revisar las formas en que las y los adultos nos vinculamos con las niñas, niños y adolescentes, que muchas veces profundizan las desigualdades de género. La moderadora del intercambio fue la experta argentina en planificación estratégica María Bonicatto, quien durante el último año lideró el trabajo de transversalización en el INAU.

La encargada de abrir la ronda de diálogo fue la directora del Programa Primera Infancia del INAU, Muriel Presno, quien planteó tres dimensiones a tener en cuenta al momento de cruzar el género con las políticas de primera infancia.

La primera tiene que ver con generar estrategias que siempre contemplen el hecho de que son las mujeres “las encargadas del cuidado y la crianza de las y los niños”.

La segunda dimensión es cultural y está vinculada con lo que les proponemos a niñas y niños “en los centros, en las casas o en la calle” desde una perspectiva de género. “Nosotros no nos preguntamos cómo aprenden los niños los estereotipos de género para ver cómo trabajar sobre ese aprendizaje […] Qué juegos les ofrecemos, qué formas de vínculos planteamos, qué expectativas ponemos en ellos sobre cómo comportarse de acuerdo con si son varones o mujeres”, explicó Presno. “Estas son preguntas que se tendría que hacer la academia y nos las tenemos que hacer los que gobernamos, los que dirigimos las políticas, los equipos”, cuestionó.

La tercera y última está relacionada directamente con las condiciones de trabajo, ya que los centros de primera infancia son un campo “altamente feminizado”, y eso también tiene que ser tenido en cuenta a la hora de hacer política pública. Sólo para tener una idea, 94% del personal del sistema del INAU está integrado por mujeres. Este fenómeno repercute en el trabajo del instituto, por ejemplo, a la hora de planificar actividades fuera del horario habitual del funcionamiento de los centros –por la misma razón esgrimida en la dimensión anterior–. “Surge como dificultad el hecho de que la mayoría de las trabajadoras son mamás o tienen que hacerse cargo de un niño, y la discusión queda ahí y queda puesta en algo que tiene que resolver el equipo”, explicó la funcionaria.

Presno pidió a las y los operadores que dejen de lado la idea de la perfección: “No hay una práctica perfecta. Uno no llega un día y se compró una perspectiva de género: es algo que se construye […] Somos parte de este mundo y por más que tengamos pensado el tema y nos movilice, operamos como somos en este tiempo”. Algo fundamental en este sentido, dijo, es escuchar siempre lo que tienen para decir las niñas y los niños.

Llevar la mirada al territorio

La subdirectora territorial del INAU, Cecilia Galusso, se centró en los desafíos de la implementación de las políticas con enfoque de género en el territorio. En ese sentido, dijo que se tiende a pensar que son las y los operadores que directamente trabajan en la acción en territorio quienes “tienen que tener la perspectiva de género para poder construir estrategias acordes con las necesidades de los chiquilines”, cuando en realidad la transversalización tiene que ir “mucho más allá” de ese equipo.

“En una institución que forma parte del Estado es imprescindible que el enfoque de género esté atravesado en todo el instituto como una política pública: desde el chofer, el que abre la puerta, el que está en el Departamento de Adquisiciones hasta el que hace los procedimientos administrativos o trabaja en la parte jurídica. Todos deben poder contribuir desde su lugar para que la estrategia elaborada para fortalecer los derechos de niñas, niños y adolescentes pueda llevarse adelante”, explicó Galusso.

Para la subdirectora, es una perspectiva difícil de transversalizar de manera integral porque “cuando hablamos del enfoque de género lo pensamos como si estuviéramos pensando un programa específico para atender, eliminar o reducir la diferencia de género, y en realidad es la perspectiva que uno tiene que tener constantemente en todas las áreas de trabajo y en todos los lugares, porque es una cuestión de derechos humanos”.

Galusso consideró que el INAU tiene “la gran oportunidad y el gran desafío” de hacer que todo el instituto se ponga los “lentes de género” y no se los saque más. “Aunque me canse los ojos o me duela lo que estoy viendo, no me los puedo sacar y seguir actuando de una forma más estereotipada porque estoy más acostumbrada y me hace más sencillo seguir adelante”, enfatizó. “Todos somos responsables de respetar derechos”, insistió, “pero como Estado estamos obligados a garantizarlos y generar las condiciones para que se den, porque si no somos directamente quienes los estamos vulnerando”.

“Adoptar la lógica de la igualdad”

La última experiencia compartida en el seminario tuvo que ver más con la inclusión de la mirada de género en las políticas públicas que con la infancia y la adolescencia. En ese sentido, la directora de la Asesoría para la Igualdad de Género de la IM, Solana Quesada, rescató algunos de los avances en materia de transversalidad que se lograron en la comuna capitalina. La experta recordó que en la base del trabajo está la Plataforma de Acción de Beijing de las Naciones Unidas, que en 1995 planteó dos estrategias de los estados para avanzar en la igualdad de género: la transversalidad y el empoderamiento de las mujeres. “Y no podemos hacer una sin la otra, porque la transversalidad tiene que tener un sentido y el género también”, afirmó Quesada.

La IM empezó a implementar políticas de género hace 30 años y ha avanzado “muchísimo” en ese sentido, aseguró la directora de la asesoría, pero quedan desafíos. La mayoría de ellos persisten porque la transversalidad “es técnica y es política”, dos aspectos que todavía no se han podido conjugar. “El saber técnico que aportamos las que nos pusimos lentes de género lo tenemos que hacer dialogar con otros saberes y tenemos que lograr hacer una síntesis, una síntesis no se puede imponer”, aseguró Quesada. Es un proceso para el que se necesita tejer redes.

Al igual que las otras expositoras del panel, Quesada insistió en que el enfoque de género no puede ser concebido como una política paralela: tiene que atravesar todo el trabajo institucional. “La transversalidad se define como un proceso en el cual la lógica de la igualdad se impregna en las formas de hacer y ser del Estado. Transversalizar el género, entonces, es que el Estado adopte la lógica de la igualdad”. ¿En qué posición está la IM al respecto? Para Quesada, todavía muy lejos: “Estamos en todo lo que la IM hace, sin duda, pero no somos la corriente principal de la política”.

Mencionó dos buenas prácticas que se consolidaron en el último tiempo. La primera: haber logrado durante esta administración, después de tres décadas, que la Asesoría para la Igualdad de Género integre la Secretaría General como un organismo asesor del intendente y forme parte además del gabinete del gobierno departamental, lo cual permite incidir cotidianamente en la definición de política de la comuna.

Por otro lado, Quesada destacó que las políticas de género de la IM no son elaboradas por la Asesoría para la Igualdad de Género, sino por el conjunto de la institución. Esto es importante, dijo la funcionaria, porque así “cada departamento, cada municipio y cada área de la IM tiene un equipo de igualdad, integrado por personas que impulsan las políticas de género a la interna de esas áreas y las coordinan con la Asesoría para la Igualdad de Género”.

La representante de la IM dijo que una planificación con perspectiva de género exitosa tiene que poner en diálogo tres elementos: el horizonte de la desigualdad que se quiere cambiar, cuál es la desigualdad específica a atender y cómo instrumentalmente se van a generar esos cambios. A su entender, generalmente pasa que las instituciones saben qué se quiere cambiar y cuáles son las desigualdades a revertir, pero quedan trancadas a la hora de organizarse para pasar a la acción. “Tenemos una distancia muy grande entre todas las cosas que hacemos, que son muchísimas y muy valorables, y el cambio estructural que queremos generar. Eso nos implica un repensar y un revisar permanentemente de nuestro accionar”.

Fuente: https://feminismos.ladiaria.com.uy/articulo/2020/3/el-desafio-de-transversalizar-la-perspectiva-de-genero-en-las-politicas-de-infancia-y-adolescencia/

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El mundo con catarro y sin pañuelo

Por: Rose Mary Hernández Román

Uno de los problemas a los cuales se enfrentan gobernantes de países del mundo ante la pandemia del covid 19 es el tema de la resistencia social para acatar llamados y medidas preventivas que puedan evitar la propagación con consecuencias nefastas.

Algunas personas refieren este comportamiento no como una desobediencia, sino como la situación de resignación a la que solo responden desde sus únicas posibilidades, seguir en las calles, en el filo de la vida y la muerte a la cual han sido expuestos mucho antes de la aparición del coronavirus, bien sea por la discriminación, pobreza, exclusión, los bajos salarios, conformando grupos sociales altamente vulnerables, sin la posibilidad de prosperidad sostenible en su contextos y en el mundo.

Si bien las tasas de pobreza mundial han disminuido en regiones, los avances no han sido uniformes, e incluso, según el Banco Mundial (2019): “nuevos datos cuestionan los conceptos tradicionales de ricos y pobres». La pobreza ahora tiene rostro multidimensional que minimiza el nivel de vida en general, sufren carencias en educación, salud, trabajo, seguridad social, vivienda, económicas, sanitarias, entre otras.

Muchos son los lugares pobres  no reconocidos por los gobiernos,  donde las privaciones son peores que en un campo de refugiados. La mala distribución de las riquezas, ingresos y la desigualdad de oportunidades al nacer, son algunas de las connotaciones  presentes. Las políticas económicas de los gobiernos neoliberales benefician a los más pudientes, que son estratos menores , mientras,  grupos menos favorecidos han de pugnar, entre otras cosas, con la escasez, pocos o ningún recurso, servicios o bienes públicos debilitados por los serios recortes que no permiten recuperar sus funciones.

En Latinoamérica,  los profesionales de carrera y dependientes del sector público,  ven mermadas sus posibilidades adquisitivas al ser víctimas  constantes de abusos y reformas económicas que les  desmejoran, e incluso, colocan en una situación de neoesclavitud laboral, trabajador@s con paupérrimas pagas salariales, lo que conduce a otras realidades no abordadas como: la migración, ausentismo, desprendimiento al patrono, justas revelaciones sociales en pro de la defensa derechos establecidos constitucionalmente y contraídos en contrataciones colectivas.  A esto se le debe añadir las elevadas cifras de precariedad en la que se encuentran los servicios,  lo que agrava la crisis sanitaria que hoy está desalentándonos.

Existe entonces una orden de irresponsabilidad en los gobiernos que han dirigido al mundo, donde la lucha por dominio y control, con políticas con principios no éticos socialmente, puesto que no responden al bien supremo de la felicidad de la existencia humana, convirtiendo este último como una utopía prácticamente inalcanzable, han dejado desprovistos a miles de personas en quienes los efectos de la pandemia será devastador por no poder cumplir las restricciones.

La paradoja de los pobres ha sido sobrevivir a epidemias sin provocarlas. Lo han venido haciendo desde la aparición del Imperio español,  que trajo consigo la esclavitud y colonización de las civilizaciones indígenas, además de las pestes de la viruela, gripe y el sarampión. Hoy, virus sociales como la globalización, el capitalismo, el neoliberalismo, el racismo, son sistemas que destruye a la humanidad y al ambiente, donde se suprimen los derechos humanos, sistemas que  producen monstruos que no puede enfrentar.

Epidemias como la fiebre amarilla, malaria, cólera, coronavirus, guerras, mutilaciones, desigualdades, e ideologías dominantes de la ganancia como propósito de la vida, siempre han tenido al mundo pobre en catarro sin pañuelo.

Revisiones documentales

https://news.un.org/es/story/2019/07/1459131

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No hay casos de coronavirus COVID-19 en el sistema de educación superior ecuatoriano, según funcionario

Redacción: El Universo

En universidades de Ecuador no hay casos de coronavirus COVID-19, según Agustín Albán, secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Así lo dijo en una rueda de prensa virtual, en la que también señaló que no tiene información de los rectores de que algún estudiante haya sido afectado por la enfermedad.

En Ecuador hay 750 000 estudiantes en el sistema de educación superior, incluyendo institutos, 50 000 docentes, 40 000 administrativos. Hay 60 universidades públicas y privadas y 189 institutos tecnológicos.

Desde el pasado viernes las actividades educativas están suspendidas en todo el país.

Albán agregó que en el ciclo Costa estaban terminando sus períodos académicos, mientras en la Sierra varias universidades estaban en programación académica, por lo que no estaban con actividades.

El funcionario mencionó que hay 9 000 internos rotativos que están participando activamente en el sistema de Salud, pues laboran en hospitales.

Además hay voluntarios que colaboran con la línea telefónica 171, implementada para responder inquietudes de la ciudadanía con la enfermedad y dar apoyo psicológico.

Albán mencionó que estaba prevista la asignación de un 60% de cupos de 113 000 para la educación superior en el ciclo Costa, tras la primera postulación, pero se decidió suspender. Esto, porque si bien el proceso es en línea, hay personas que deben ir a un ciber café fuera de sus domicilios. «No se llevó a cabo la notificación de esos cupos», acotó. (I)

Fuente: https://www.eluniverso.com/noticias/2020/03/19/nota/7788105/no-hay-casos-covid-19-educacion-superior

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Colombia: Los cambios que se avecinan para acreditar la alta calidad de las universidades

Redacción: Semana

El Ministerio de Educación presentó los lineamientos de actualización del Modelo de Acreditación en Alta Calidad. Rectores de instituciones de educación superior le explicaron a Semana Educación cuáles son los beneficios y retos de este acuerdo.

El Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) indica que hay 302 instituciones de educación superior (IES) en Colombia, pero solo 66 están acreditadas. De estas, 56 son universidades, siete son instituciones universitarias o escuelas de tecnología y tres son instituciones tecnológicas. Además, de 12.789 programas académicos con registro calificado vigente, solo el 27 por ciento (3348) están acreditados y cuentan con al menos una renovación.

Esta acreditación evalúa el cumplimiento de los objetivos y la pertinencia de la oferta académica, el bienestar, el desarrollo de la investigación, la innovación y la creación artística y cultural. Con el fin de actualizar la manera como se ha medido la actividad en su nivel superior, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) convocó en 2018 y 2019 a 29 talleres en los que participaron al menos 600 representantes de 247 IES del país. A dichos encuentros también asistieron el Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu), el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Conaces).

Como resultado, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, en calidad de presidente del Cesu, presentó ante más de 500 rectores y directivos los lineamientos que actualizan el Modelo de Acreditación en Alta Calidad para las instituciones de educación superior en Colombia.Vida Laboral

El cambio más significativo, de acuerdo con la jefe de la cartera educativa, es que las IES que decidan iniciar el proceso de acreditación, que es de carácter voluntario, contarán con un concepto de calidad que reconoce la diversidad de instituciones, su naturaleza jurídica, así como los diferentes niveles y modalidades de formación académica.

“En el proceso de actualización se introdujeron temas claves entre los que figuran los resultados del aprendizaje como indicador del logro de la alta calidad; la inclusión de dimensiones como el seguimiento, evaluación, autoevaluación y la promoción de los sistemas internos de aseguramiento de la calidad, de forma que atiendan, de manera articulada, los procesos del registro calificado y de la acreditación de alta calidad y se fomente el mejoramiento continuo al interior de las instituciones de educación superior”, explica Angulo.

Para reconocer la acreditación, también se incluyen nuevos factores de evaluación tales como la identidad; gobierno institucional y transparencia; los indicadores de permanencia y graduación y aspectos académicos y resultados de aprendizaje.

«No podemos limitarnos a formar mano de obra, tenemos que formar ciudadanos críticos y capaces»

A propósito, el padre Jorge Humberto Peláez Piedrahita S.J., rector de la universidad Javeriana, considera que este paso es fundamental para que todos los estamentos de la educación superior se articulen y tengan en cuenta las diferencias geográficas, culturales y poblacionales del país.

“En esta articulación los rectores expresamos sinsabores y descontentos, por ejemplo, que los diferentes organismos como el Cesu y el CNA exigían diferentes cosas a las universidades. Con el acuerdo, vamos hacia un mismo rumbo y se establece una calidad modulada, que reconoce las diferencias de las IES y de las regiones. Antes, estábamos completamente fuera de la realidad”, afirma Peláez, quien también se desempeña como representante de los rectores ante de las universidades privadas antes el Cesu.

Lorenzo Portocarrero Sierra, rector del Tecnológico de Antioquia y representante de los rectores de las Instituciones universitarias o escuelas tecnológicas estatales u oficiales ante el Cesu, recuerda que “214 instituciones de las 302 no tienen categoría de universidad”, por lo que aplaude que ahora existan criterios de acreditación para valorarlas a todas las IES.

“Era casi obligatorio tener que parecerse a un solo modelo, al de la universidad, pero era ilógico que en un país diverso no se reconociera la singularidad de las IES. Estos lineamientos dan cuenta de que cada institución puede definir cuáles son sus intereses y su enfoque de investigación”, apunta por su parte José Consuegra Bolívar, rector de la universidad Simón Bolívar de Barranquilla.

Otro cambio sustancial presentado por el MEN es que solo podrán someterse al proceso de acreditación los programas que cuenten con funcionamiento continuo de por lo menos ocho años. Se modifica también el tiempo de vigencia de la acreditación de alta calidad, que ahora será de 6, 8 o 10 años, según el grado de consolidación y sostenibilidad que demuestren las IES y sus programas.

Para Ivaldo Torres Chávez, rector de la universidad de Pamplona y representante de las instituciones públicas ante el CESU, con estas directrices ganan todos los sectores. “Ganan los estudiantes y familias porque las universidades estamos armándonos para entregar la mejor educación; también gana el sector empresarial porque van a tener profesionales más idóneos y enfocados en el desarrollo del país”, dice.

¿Cómo evaluar, por ejemplo, los resultados de aprendizaje y potenciar esa calidad de las IES? El rector de la universidad Javeriana propone reforzar el diálogo con el sector empresarial, que se ha venido realizando, para cuestionar si el capital humano sí responde a la misión de las universidades y genera transformación e innovación.

“En estos diálogos puede haber tensión entre la visión inmediatista del empresario, que busca egresados con ciertas competencias útiles para el mercado, pero desde las universidades tendremos que completar ese discurso, porque no podemos limitarnos a formar mano de obra, tenemos que formar ciudadanos críticos y capaces. No podemos caer en la trampa de una función instrumental de la educación superior, debemos centrarnos en el aporte de valor para transformar las regiones a partir de la misión de cada institución”, puntualiza Peláez.

Se debe subrayar que la apuesta por asegurar la calidad resulta ambiciosa si se tienen en cuenta otros aspectos. Entre estos, la tasa de cobertura en educación superior –que se ubica en 53 por ciento– y la tasa de desocupación en América Latina, que fue de casi 20 por ciento en el tercer trimestre de 2019, lo que significa que uno de cada cinco jóvenes no consigue empleo en la región. Este es el porcentaje más alto registrado en la última década, según la Organización Internacional del Trabajo.

A propósito, Javier Duván Amado Acosta, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Instituciones de Educación Superior con Formación Técnica Profesional, Tecnológica o Universitaria (Aciet), hace énfasis en apoyar la vida laboral de los estudiantes mediante la integración del Servicio Público de Empleo con el trabajo de las IES.

“Las vacantes no llegan a las universidades, y las universidades tienen sus propias bolsas de empleo, es decir que no dialogan entre sí. Los jóvenes deben vincularse a una vacante desde que son estudiantes, pero, mientras estemos dispersos, no lo vamos a lograr”, añade Javier Amado.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/universidades-alta-calidad-colombia-proceso-de-acreditacion-educacion-superior/655169

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Chile: Ministerio de las Culturas anuncia medidas de apoyo para artistas afectados durante la emergencia sanitaria del Covid-19 y posterga Día del Patrimonio Cultural

Redacción: El Heraldo

Además, el Ministerio preparó una cartelera de contenidos culturales a través de la plataforma Elige Cultura, que agrupa sitios como Ondamedia.cl, bpdigital y un recorrido virtual por museos de Chile y el mundo.

Facilidades para prorrogar convenios, extensión de seis meses para las rendiciones y flexibilidad ante motivos de fuerza mayor son parte de las medidas inmediatas que se ejecutarán desde la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, para responder a la situación que enfrentan los y las artistas ante la emergencia sanitaria del Coronavirus en Chile, que ha afectado de manera profunda la programación cultural. A esto se sumará un trabajo sectorial y de consulta online para levantar necesidades. En materia de actividades impulsadas por el Ministerio, el Día del Patrimonio Cultural se postergará hasta nuevo aviso.

“Estamos muy preocupados y atentos a cómo esta contingencia afectará a los artistas en Chile. Las medidas de prevención implican una merma importante para la actividad cultural y por lo tanto para la sostenibilidad de instituciones y la fuente laboral de las y los creadores. En lo inmediato hemos dispuesto todas las facilidades y flexibilidad en fondos y convenios firmados con la Subsecretaría de las Culturas y las Artes”, señaló la Ministra Consuelo Valdés.

En materia de Fondos, la información recopilada en el trabajo intersectorial y la consulta permitirá reformular programas y fuentes de financiamiento en función de la coyuntura. Las convocatorias para circulación nacional e internacional serán suspendidas por tres meses, para elaborar instrumentos que permitan priorizar las urgencias que se presenten durante este período. Reiteramos que los fondos correspondientes a estas convocatorias serán redistribuidos, en ningún caso el sector artístico cultural dejará de recibirlos.

“Las medidas de resguardo también nos obligan a postergar el Día del Patrimonio Cultural, que como cada año, se celebraba el último fin de semana de mayo y atrae un flujo de alrededor de un millón de personas visitando edificios y sitios de valor histórico y patrimonial a lo largo del país. Esperamos poder realizarlo el último trimestre, si las condiciones sanitarias lo permiten”, agregó la Secretaria de Estado.

Elige Cultura en Casa

Como una manera de facilitar e incentivar el acceso a la cultura durante esta emergencia, el Ministerio ha puesto a disposición de la ciudadanía el portal de programación artística y cultural, Elige Cultura, donde se reúnen las distintas iniciativas culturales impulsadas por la institución a través de herramientas tecnológicas, como computadores, tablets y celulares.

“La invitación es a acceder a la oferta cultural a través del uso de la tecnología y elegir cultura desde los hogares. Este es un momento para cuidarse y una manera de hacerlo es utilizando las herramientas disponibles para mantenerse en contacto con la actividad cultural. Recomendamos elegir una buena película en nuestra plataforma Ondamedia, descargar libros a través Biblioteca Pública Digital, y navegar en el sitio Chile para niños, que tiene interesantes actividades educativas para los más pequeños”, agregó la Secretaria de Estado.

A la oferta nacional se suma la posibilidad de acceder también a las obras del Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, e incluso a recorridos virtuales que permitirán transportarse desde el Museo Histórico Nacional en Santiago, hasta el teatro The Globe en Londres, o al Museo del Louvre en París. Todo, ingresando gratuitamente al portal Eligecultura.gob.cl, a través de su sección Explora.

Fuente: http://www.diarioelheraldo.cl/noticia/-ministerio-de-las-culturas-anuncia-medidas-de-apoyo-para-artistas-afectados-durante-la-emergencia-sanitaria-del-covid-19-y-posterga-dia-del-patrimonio-cultural

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