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La herencia

Por Hugo Aboites

En 2007, Robert Hertztein, ex secretario de Comercio Internacional de Estados Unidos y uno de los negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) reveló que en los ochenta, en reunión del Comité de Negocios México-Estados Unidos, “los empresarios mexicanos estaban en shock por la nacionalización de la banca y ahí mismo se estableció un acuerdo que aseguraba para el futuro algunos lineamiento para la protección de inversiones [mexicanas]…” Este acuerdo preliminar derivó luego en un acuerdo internacional que asegura que en adelante un gobierno mexicano jamás podrá decretar unilateralmente una nacionalización. Ese acuerdo es el TLCAN (el mismo que ahora Trump quiere echar abajo), y fue la manera de preservar hacia el futuro y como intocable el territorio económico y político de una poderosa clase social en México. (Ver Aboites, H. La medida de una nación: 167).

En 2000, con el triunfo de Fox, el entonces secretario de Educación Pública, Limón Rojas, manifestaba su preocupación. Después de 80 años de una educación de Estado, nacionalista y conducida por el grupo que se hizo del triunfo en la Revolución de 1910, le tocaba entregar el encargo al panismo, la oposición de derecha. Y en carta pública exhortó al nuevo gobierno a mantener el legado de la educación, a salvaguardar los principios más caros, como el carácter público, laico, gratuito y popular. Por supuesto, el exhorto sirvió poco, pero paradójicamente no por falta de receptividad de los nuevos conductores, sino porque con la firma del TLCAN y el ingreso a la OCDE, aquella herencia educativa construida a partir de los años veinte y treinta, ya había sido socavada radicalmente por los revolucionarios institucionales, los propios encargados de preservarla. El panismo realmente sólo llegó a continuar y fortalecer lineamientos privatizadores y subordinados a la banca internacional, adoptados años antes.

Hoy, casi dos décadas más tarde, de nuevo hay una profunda preocupación en el sector de la educación por el cambio de sexenio. Más que en años anteriores a los morenos hoy se les percibe como el nuevo y amenazante peligro para el futuro de la reforma llamada educativa. Por eso la poderosa (y costosa) campaña publicitaria que insiste en que la reforma no es persecutoria de maestros, es, más bien, Escuelas al Cien, un nuevo y progresista modelo educativo, planteles de tiempo completo, reforma en las normales, y hasta computación e inglés. Se busca generar una percepción de que es una iniciativa que trae beneficios concretos para garantizar así su sobrevivencia transexenal, incluso aunque no gane el PRI. La magnitud de la campaña es un indicador de una gran preocupación que tampoco es reciente. El resultado de las elecciones presidenciales de 2006 pero también la creciente resistencia magisterial desde 2008 obligó al gobierno federal a reforzar dos procesos de largo alcance. El primero, a apoyarse en la alianza de co-conducción con entidades representativas del poder financiero a escala internacional (firma de acuerdos muy específicos con la OCDE) y en el ámbito nacional (adopción de agenda de Mexicanos Primero y grupos afines). Y, el segundo, más importante, el establecimiento de un blindaje para preservar el proyecto educativo privatizador y empresarial. Y éste consistió en la inclusión de lo fundamental de la reforma en el texto constitucional. En efecto, la columna vertebral de la actual reforma es la evaluación como instrumento de contención y control de los maestros. Porque se considera que sin un cambio radical del poder al interior de la educación que someta las inconformidades magisteriales, la actual reforma puede ser fácilmente desechada o transformada de manera que se vuelva irreconocible. Y la evaluación, es decir el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) está para garantizar que nada de eso ocurrirá. Colocado en la Constitución (y leyes) como autónomo se intentó crear un poder paralelo que estuviera por fuera y por encima de cualquier gobierno. Podrán cambiarse algunas cosas en el modelo de reforma, pero la columna vertebral, lo esencial, eso queda como territorio intocable.

Un ejemplo, cuando en 2015 el titular de la SEP, Chuayffet, decidió suspender un examen para que no coincidieran protestas de los maestros con las elecciones intermedias, el INEE públicamente encabezó un beligerante tropel contra el secretario, quien luego tuvo que renunciar. Y recientemente, el INEE reiteró su postura de guardián del legado: ¿No es necesario blindar las evaluaciones para que el gobierno federal no las utilice según el termómetro político?se le pregunta al presidente del instituto. Y éste contesta: El blindaje lo hace la normatividad y para eso se creó una institución autónoma. Estaremos pendientes de que eso (una cancelación) no ocurra. ( El Universal 5/05/17). En otras palabras, si viniera otro gobierno y planteara una reforma que desechara la evaluación y verticalidad autoritaria, ahí estaría el INEE junto con organismos empresariales, para contradecir. En 1992, los empresarios y gobierno mexicanos firmaron el TLCAN para defenderse de alguna futura nacionalización; en 2013 con calzador se colocó en la Constitución al INEE para asegurar la perpetuidad de la reforma, y así obstaculizar la otra que viene desde abajo. Pero no todo resulta igual a como se planea.

*Rector de la UACM

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/08/05/opinion/016a1pol/

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No es razonable oponerse al Matrimonio Igualitario

Por Mauro Basaure

El debate en torno al matrimonio igualitario –materia sobre la cual la Presidenta Bachelet acaba de anunciar el envío de un proyecto de Ley al Congreso– se transforma en una discusión entre sordos. Contra esto, quienes estamos a favor de la aprobación de dicha ley tenemos la obligación de escuchar mejor.

Los conservadores de Chile y el mundo que se oponen a dicha ley tienen muchos argumentos, algunos mejores que otros, obviamente. El mejor de ellos, el más robusto, es aquél que señala que la diferencia sexual entre hombre y mujer constituiría un bien en sí mismo pues hombre y mujer se complementan o equilibran como padre y madre en la generación de un medio de procreación y/o crianza (no se sabe si procreación o crianza pues esta diferencia queda escondida en el argumento conservador) del que los niños no debiesen ser privados, so pena de causarles un perjuicio, cuya especificación técnica nunca se pone a disposición.

Dicho medio propicio se podría constituir sólo bajo una fórmula: el padre está ontológicamente asociado al hombre y la madre a la mujer. Padre/madre no serían roles sociales, que pudiesen ser cumplidos por una combinación distinta a la de hombre/mujer, so pena de romper la complementariedad y con ello de generar un medio perjudicial para el niño.

Es esta fórmula ciertamente ontológica, igual al matrimonio heterosexual, la que el Estado debiese simplemente sancionar como matrimonio institucional. Evidentemente esto no se puede discutir, pero no porque sea verdadero, sino por su carácter: frente a algo así sólo cabe creer o no hacerlo. Ello no es distinto a cuando el pastor Soto nos llama a aceptar su interpretación de la Biblia.

Se trata de una petición de principios. Lo que los hombres y mujeres quieran hacer con sus instituciones, si no coincide con dicha ontología, sólo puede ser falso y además patológico, y ello con independencia de lo que ellos y ellas construyan de acuerdo a su sentido común, a su autocomprensión cultural y la deliberación democrática en tanto ciudadanos, pero sobre todo  —y este es el verdadero punto aquí— con independencia de lo que digan las ciencias empíricas.

No se trata de si el argumento conservador es de índole religioso o no. Se trata únicamente de que exige una creencia que no sólo no admite la posibilidad de su falsedad, sino que declara como falso y perjudicial lo que no se condice con él. El problema es que, nos guste o no, en sociedades plurales, diversas, que además se dicen democráticas, frente a este orden de debates y controversias, no contamos con otro patrón de racionalidad que el de las conclusiones de las ciencias empíricas, cuando ellas expresan amplios consensos, como es aquí el caso: no hay tal perjuicio para el niño en familias donde los roles parentales están asumidos por personas del mismo sexo.

No aceptar esta conclusión, no es razonable.

El mejor argumento de los conservadores no es razonable, no sólo porque tiene inconsistencias internas insalvables, sino que además porque apela a reglas del mundo, seguramente ciertas para ellos, pero de las cuales no sólo no existe evidencia empírica alguna, sino que además son ampliamente contradichas por las ciencias empíricas. Pese a los esfuerzos de sus defensores, la discriminación entre parejas heterosexuales y homosexuales respecto de la institucional matrimonial es final e inapelablemente arbitraria. Esa discriminación —que lentamente está siendo desalojada de la historia de todos los países modernos— está condenada a acompañar en un futuro no lejano a la doctrina “separate but equal” de la USA segregacionista racial de fines del siglo 19 y la primera mitad del 20.

Fuente: http://www.latercera.com/voces/no-razonable-oponerse-al-matrimonio-igualitario/

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El peligro de la gamificación en la educación

El peligro de la gamificación en la educación

El método de educación la gamificación, tiene efectos no deseados que promueven una cultura lúdica y sin consecuencias.

 Acondicionamiento

En un artículo de investigación de Huang y Soman de la Universidad de Toronto titulado «Guía para practicar la gamificación de la educación», dicen: «En la generación digital actual, la gamificación se ha convertido en una táctica popular para estimular comportamientos específicos e incrementar la motivación y el compromiso». Se convierten en un método generalizado para hacer que el aprendizaje sea divertido para atrapar y mantener un control sobre nuestra atención microscópica.

 Debido a que se nos ha enseñado a utilizar la gamificación como un método para la resolución de problemas , nos dirigimos a ella como una forma fácil de salir de los problemas sociales físicos en persona .

Usando los juegos, podemos separar nuestros seres digitales de nuestros seres tangibles usando la tecnología como un método de división. Esto nos permite desconectarnos de los límites físicos que nos diferencian, dejándonos practicar virtualmente nuestras vidas de la manera que queremos que sean en lugar de cómo son. Huang y Soman dicen: «En la vida real, los individuos no sienten que son tan buenos como lo son en los juegos. Cuando se enfrentan a obstáculos, la gente puede sentirse deprimida, abrumada, frustrada o cínica; Sentimientos que no están presentes en el entorno de juego «. De esta manera, el mundo del juego puede darnos una manera de aliviarnos de las limitaciones de las interacciones personales.

 El efecto

Huang y Soman dicen que este es el punto de la gamificación: «La aplicación de la gamificación a cualquier programa de educación es para impulsar algún tipo de cambio de comportamiento en el estudiante». Este cambio de comportamiento puede ser positivo en algunos aspectos, ya que crea un tipo de «normal «Estándar para los seres humanos para socializar . Sin embargo, debido a su capacidad de separar al jugador de las consecuencias a través de la naturaleza tonta y aparentemente ligera de los juegos, la gamificación proporciona resultados sociales negativos desde el punto de vista de los medios de comunicación .

Eso es porque si el jugador está separado de las consecuencias, sienten que pueden hacer cualquier cosa que sus deseos de corazón, y que puede resultar peligroso si no tienen buenas intenciones. El resultado obvio y horrible viene en forma de acoso cibernético . El mayor temor es que un mundo sin consecuencias permitirá crímenes en todo el espectro de la inmoralidad. La cultura creada por la gamificación aboga por un futuro que sea juguetón y sin consecuencias, con resultados que no sólo son involuntarios, sino también serios. Esto plantea la pregunta: ¿por qué se enseña este método a los niños?

Fuente: http://us.blastingnews.com/opinion/2017/07/the-danger-of-gamification-in-education-001863215.html

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Educación socioemocional: la nueva ruta para la explotación laboral

Lev Moujahid Velázquez Barriga*

El siglo XXI fue el escenario de una nueva oleada de reformas curriculares neoliberales que secundaron a las de los años 90, cuyo eje articulador continuó siendo el modelo estandarizado basado en competencias; no obstante, éstas hicieron un primer intento de quitarse el estigma empresarial. Fue así que las competencias holísticas y para atender la complejidad entraron en escena con un discurso renovador, para sustentar la invasión mercantilista de la pedagogía; sin embargo, uno a uno de los planteamientos (propiciar el diálogo entre materias, aprendizajes que permitirían seguir obteniendo otros aprendizajes, aprender por proyectos y la movilización amplia de saberes, emociones, valores, aptitudes y no sólo capacidades para el trabajo) fueron sepultados con la perversa reducción del currículo a los contenidos de las pruebas estandarizadas.

Un segundo intento viene con el nuevo modelo educativo del actual sexenio, cuyos planes y programas de estudio tienen ligeros cambios, pero sin modificar la orientación empresarial. De la misma forma engañosa que el proceso anterior, aparenta tener una concepción integradora del alumno, que consiste en incorporar el desarrollo de su dimensión socioemocional; en realidad, mantiene la misma matriz economicista que se propone formar capital humano o, en otras palabras, que la escuela pública siga siendo el espacio gratuito de la iniciativa privada para la capacitación de fuerza física, intelectual y emocional para el trabajo.

El nuevo modelo educativo es el producto de un set renovado de competencias laborales que demandan los procesos reorganizativos de las empresas del capitalismo del siglo XXI, las nuevas formas de consumo personal y online, pero también de control y dominación que han adquirido otras dimensiones relacionadas con los avances científicos y tecnológicos. Por ejemplo, las neurociencias han abierto un nuevo campo de colonización que hasta hoy había sido impenetrable para el sistema de dominación: el cerebro humano, pues han descubierto que es posible la manipulación de sus funciones para hacer más eficientes las dinámicas de producción y consumo de mercancías.

Hace varios años, antes incluso que en el ámbito educativo, el mundo empresarial experimenta la estrecha relación que existe entre el desarrollo emocional de sus empleados y el crecimiento de las ganancias, entre la invención de identidades familiares de los trabajadores con la empresa y el cumplimiento de altas metas de productividad que arrastran hasta niveles inusitados de superexplotación. Un manejo adecuado del estrés en circunstancias de excesiva flexibilidad laboral ha sido esencial para contener disfuncionalidades en estos procesos de precarización del trabajo y esclavización emocional.

Lo que hay detrás de la reforma y su propuesta educativa es el modelo coaching, desarrollado para la esfera de la empresa, pero trasladado al ámbito escolar; en él juega un papel muy importante la ilusión de ser un emprendedor, que tiene como base la programación neurolingüística con el sí se puede. El reforzamiento de la autoestima cotidiana y la actitud de liderazgo autorregulan la condición opresiva en el trabajador explotado, le crean la falsa expectativa de ser ejecutivo o de llegar a serlo; las capacitaciones mediadas por la emocionalidad le impiden reconocer con claridad la sutileza de estos mecanismos de sometimiento, en los que las relaciones de seguridad social y laboral son obviadas tras estas interconexiones emocionales que le hacen sentirse un socio libre y no trabajador explotado.

La inteligencia emocional, como la denomina Daniel Goleman en su best seller del mismo nombre, ha sido también adoptada con éxito por la mercadotecnia. Los estudios de las neurociencias aplicadas a los patrones de consumo estiman que 70 por ciento de las razones que motivan una compra están asociadas a cuestiones emocionales y en menor porcentaje porque la gente realmente necesita lo que adquiere, de suerte que la contaminación propagandística empieza a utilizar de manera excesiva la posibilidad de recrear la vivencia socioemocional mediante consumo. El eslogan Destapa la felicidadejemplifica muy bien cómo una marca de bebidas azucaradas utiliza recursos emotivos para incitar a consumir sin culpa ni raciocinio sobre las implicaciones para la salud que tienen sus productos.

En nuestra sociedad, los patrones de consumo en lugares masivos se han ido individualizando paulatinamente; entonces, cada sujeto es visto como portador personal de mercancías que siguen siendo de producción masiva, pero ofertadas de forma directa, por catálogo, desde sus redes sociales y en sus dispositivos personales, por teléfono o sin salir de casa. Por eso el nuevo modelo educativo se propone formar vendedores de mercadurías capaces de conectarse emocionalmente con los deseos, intimidades, empatías, vacíos, estímulos, miedos y necesidades comunicativas y existenciales de los consumidores.

Siguen viendo a los alumnos como potenciales portadores de habilidades para producir, vender y consumir. Educar para el desarrollo socioemocional resulta significativo para su propuesta en la medida en que es parte de las nuevas competencias que las empresas ya han incorporado a sus lógicas de producción y consumo, de superexplotación y precarización laboral, de biopoder y colonización sobre la mente humana. El humanismo que profesan es sólo una máscara y detrás de ella se esconde el rostro demacrado del mercado, la ganancia para los de arriba como fin superior de la educación neoliberal.

*Doctor en pedagogía crítica

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/08/05/opinion/014a1pol

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Educar: La comunicación como base para resolver conflictos

Por Pita Laddaga

Un conflicto es un estado de tensión entre dos ó más personas con puntos de vista diferentes sobre un problema y que sienten que sus necesidades están insatisfechas.Los conflictos se deben  a que ambas partes creen tener razón, pues solo consideran su propio punto de vista y desconocen lo que el otro piensa, siente o necesita. Los conflictos son una parte natural y sana de la convivencia; si los enfrentamos, se convierten en oportunidades de conocernos, acercarnos y apoyarnos.

La adolescencia de los hijos es un período especialmente intenso en la vida familiar en el cual son frecuentes los conflictos y enfrentamientos

La búsqueda de  independencia del adolescente se manifiesta algunas veces por medio de las conductas que nos incomodan, inquietan o preocupan. Si no somos conscientes del sentido de esas conductas en el desarrollo de nuestro hijo, podríamos intentar modificarlas  con regaños y castigos, o bien dejarlas pasar esperando que desaparezcan solas. En ambos casos, el conflicto permanece sin solución.

A los padres nos toca hacer el esfuerzo para resolver los conflictos con los adolescentes

En un conflicto cada uno defiende sus intereses, Los padres tenemos que aprender a armonizarlos, escuchar a nuestro hijo, expresar nuestras necesidades, marcar límites y buscar soluciones que satisfagan a todos.

Para resolver  conflictos es recomendable:

-Crear un ambiente de entendimiento. Para llegar a un verdadero acuerdo, todas las partes deben ser tomadas en cuenta.

-Buscar un momento oportuno No se pueden resolver problemas en medio de una emoción fuerte. Solo es posible solucionar las dificultades si tanto nosotros como el adolescente deseamos hacerlo y estamos serenos.

-Revisar las normas familiares. Cuando las reglas son claras y razonables, los conflictos tienden a reducirse, y en el caso de que se presenten, ofrecen un marco objetivo que facilita su solución.

-Identificar el problema. El solo hecho de reconocer  y definir el problema con claridad, plantearlo en forma sencilla, concreta y específica, es un gran paso para la solución.

-Escuchar con interés a nuestro hijo. Prestar atención a las razones de su actitud y comportamiento, saber que quiere y porqué lo quiere.

-Expresar nuestra posición. Explicar de manera concisa lo que necesitamos y los sentimientos que nos despierta su actitud.

Es importante incluir tres aspectos en la comunicación:

*Describir la conducta ( no juzgar o criticar, sólo definir): “Cuando llegas tarde sin avisar…”

*Expresar nuestros sentimientos ante esa conducta: “me preocupo…”

*Establecer el efecto  o la consecuencia de lo que hace: “porque no deseo que te ocurra nada malo.”

La palabra “porque” es muy importante. Cuando el adolescente entiende las razones por las que pedimos  un comportamiento, puede encontrar el sentido de llevarlo a cabo.

*Invitar a nuestro hijo a explorar juntos las posibles soluciones. A veces  las necesidades se ven tan opuestas, que parecería imposible  encontrar una solución en la que podamos ponernos de acuerdo. Un ejemplo: nuestra hija se niega  a acompañarnos a celebrar el cumpleaños del abuelo, porque esa tarde debe asistir  a una reunión con sus compañeros de la escuela. La dificultad está en considerar solamente las soluciones en conflicto- ir a la reunión de los compañeros o participar en la fiesta del abuelo- y no en las necesidades en conflicto.

Cuando  nos escuchamos y ponemos nuestra atención en lo que cada uno necesita, pueden surgir acuerdos

Si las necesidades están claras, es posible analizarlas, y entonces aparecen las soluciones: llevar a sus amigos a la fiesta del abuelo, posponer su reunión, felicitar al abuelo al medio día, anticipar la hora de la reunión y llegar más tarde a la celebración familiar, son solo algunas de las posibilidades. Nuestro trabajo como padres es ayudar al adolescente a descubrir que cada problema puede tener muchas soluciones; animarlo a expresar cualquier idea que llegue a su mente, no importa que tan loca o impráctica parezca. A esta fase se le llama “lluvia de ideas”  y la única regla es no criticar ni descalificar ninguna aportación.

Fuente: http://vialibrechiapas.com/educar-la-comunicacion-base-resolver-conflictos/
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Tareas escolares y mediocridad

Por: Fabián Cueva Jimenez

El Acuerdo Ministerial sobre la normativa para regular las tareas escolares preocupa a todos. Opiniones en favor y en contra, fruto de percepciones, es decir, de impresiones que a través de los sentidos recibe e interpreta el cerebro. La percepción viene a ser solo una idea o hipótesis que requiere de investigación para llegar a conclusiones reales. En la ciencia pedagógica se debe cumplir obligatoriamente con todos los pasos establecidos.

Los principios de pertinencia, planificación y cantidad sustento del Acuerdo, teóricamente son claros pero insuficientes. Se producirán errores en su aplicación, como la supresión de vacaciones decembrinas, trabajo docente a tiempo completo en las instituciones, cambios curriculares sin consenso o con los procesos de capacitación con temas tomados de otras realidades.

La Subsecretaría de Fundamentos Educativos debe publicar la investigación y sus resultados, no criterios de percepción, porque es subjetiva (varía según los estímulos de unos a otros), selectiva (no se percibe todo al mismo tiempo) y temporal (fenómeno de corto plazo que cambia). Congraciarse en época electoral es pésima iniciativa, en dos meses comenzará y pronto terminará.

El tiempo por los alumnos fuera de la institución es para escribir un libro de didáctica. Depende de la realidad familiar, de la capacitación docente, de la conciencia del alumno para organizar su tiempo, de la agenda institucional, de las asignaturas y las estrategias de aprendizaje, de los períodos claves del proceso, de los espacios e instrumentos para la recreación y de mucho más. Simple es anunciar algo tan complejo, fácil responsabilizar y sencillo disponer que el gobierno escolar trabaje para consensuar. Importante el tema, poca seriedad académica y mucha mediocridad.

Fuente: https://lahora.com.ec/noticia/1101997506/noticia

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Yo voto por el que diga

Por: Ángel Pérez Martínez

También, el “yo voto por quien diga otro” es muy común en el país, donde la democracia está restringida por el clientelismo y los negocios en la política. Existe evidencia donde se ha demostrado cómo contratistas, empresarios y políticos se reúnen de manera previa y definen quién será el gobernador o alcalde de turno. Los resultados, después de elecciones muestran, que el pueblo acató la orden de votar por quienes ellos dijeron.

El problema de fondo en Colombia es que estas formas de participar en la política, son parte de una cultura asociada a lo fácil, al sueño dorado de ganar una lotería, un chance o que suceda algo extraordinario “un buen de trabajo” y seamos ricos mañana.

Desde que llegaron los españoles no hemos dejado de buscar el dorado, la guaca que está enterrada, donde el único problema que tenemos es encontrar el camino para hallarla, aunque seguimos muriendo de pobreza económica y de otros tipos de pobreza. La cultura de lo fácil es un estímulo para no luchar, para no trabajar con esfuerzo en el objetivo social de crear, producir y aumentar la riqueza. En esta visión de vida la riqueza está ahí sólo hay que ser hábil para apropiársela.

Me pregunto si esta pobre visión de la vida, de la mayoría de colombianos, no es la que permite que sigamos rezando y pidiendo a Dios que él nos ayude a ganar la lotería y en caso contrario que se nos aparezca a la vuelta de la esquina un tesoro en forma de narcotráfico, lavado, corrupción o sobre explotación a otros.

La riqueza fácil lleva implícito que el progreso de la vida personal y social se sustenta sobre tres pilares:

  1. El éxito humano se logra sólo a través de la posesión de bienes materiales (el señor dinero).
  2. El egoísmo, solo importo yo,
  3. Una cultura donde el progreso y el desarrollo humano se alcanza sin mediar el trabajo, el esfuerzo y la lucha personal por avanzar. Una cultura donde no existe una condición de progreso colectivo, en la que se avance paso a paso, de manera solidaria y equitativa, con mi aporte.

Recomendado: Rectores de colegios Oficiales dedicados a temas administrativos y no a la Educación

Este escenario de desarrollo de la vida fácil tiene incidencia directa en la escasa valoración que otorgamos a la política, hasta aceptar que otro defina por quién voto. Un estudio realizado por la Universidad Sergio Arboleda para la Registraduría Nacional sostiene que Colombia es el país con la mayor abstención de América Latina. Por ejemplo, en el plebiscito de la paz sólo votaron el 37,4% del total de los colombianos habilitados, significa que aceptamos que el 19% decide el destino del país.   

Un país cuya cultura de lo fácil y del todo vale no requiere un gran sistema educativo. Tampoco, necesita tener una democracia participativa y transparente, y menos, un sistema político que promueva en los ciudadanos que piensen y actúen con total libertad desde los interese del país y los retos de la sociedad.

Un sistema educativo debe ser crítico de este estado de cosas, desde la educación básica y media hasta la educación superior, en las aulas adolescentes y jóvenes deberían razonar, discutir y tomar posiciones irreverentes frente a la aceptación de “yo voto por el que diga otro” y todo lo que se esconde detrás de esta afirmación: seres humanos que no son responsables de sus propias vidas, admitir que la política es ilegítima y que no importa, no pasa nada. El país requiere jóvenes con liderazgo, autónomos, con capacidades de defender y proteger su escenario político, que razonen. Esto es calidad de la educación.

Insisto en la necesidad de preparar a los jóvenes para ser poder o para colaborar con otros, los mejores, para que ellos sean poder y actúen en la política, entendida ésta como un escenario que permite la definición y solución de los principales problemas nacionales o locales, que inciden de manera directa en mi bienestar y en mi calidad de vida, así como en la vida de los seres que amo.

Recomiendo, a los maestros el bello texto de Kant donde él dio respuesta a la pregunta de qué es la Ilustración: “La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella, sin la tutela de otro. La pereza y la cobardía son causa de que una tan gran parte de los hombres continúe a gusto en su estado de pupilo …; también lo son que se haga tan fácil para otros erigirse en tutores. Para esta ilustración no se requiere más que una cosa, libertad; y la más inocente entre todas las que llevan ese nombre, a saber: libertad de hacer uso público de su razón íntegramente”.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/yo-voto-por-el-que-diga-por-angel-perez/248016

Imagen: http://pedagogiascontemporaneasytipos.blogspot.com/p/pedagogia-critica.html

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