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Intento de Golpe de Estado en México, 9 de Marzo (Paro Nacional)

Por: Heinz Dieterich

Desde el asesinato de una niña hasta fake news de corrupción, ineptitud o traición.

1. El control de la calle

Los investigadores John Curiel y Jack R. Williams de la universidad más célebre del mundo, el Massachusetts Institute of Technology (MIT), acaban de demostrar fehacientemente, que el golpe final de la “sublevación lumpen-plutocrática” (“revolución de color”) contra Evo Morales –el ultimatum militar– se operó vía un montaje mediático: el supuesto “fraude electoral”. La ejecución de esa maniobra estuvo a cargo del Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Diego Almagro, un consumado títere de la CIA y del Departamento de Estado.

El análisis científico de Curiel y Williams reveló una vez más el “genoma” de los golpes de Estado de la “revolución de color”. Después de una larga fase de preparación subversiva, que genera las precondiciones para la insurrección final, una operación mediática coordinada nacional e internacionalmente genera el momentum (fuerza) necesario para hacer colapsar al gobierno atacado. En esta dinámica del golpe final son secundarios los tópicos usados. Pueden variar desde el asesinato de una niña hasta fake news de corrupción, ineptitud o traición.

La condición imprescindible para el éxito del golpe, sin embargo, es, tener el control de los aparatos de guerra psicológica de las elites dominantes, que en el newspeak burgués se llaman “medios de comunicación”. De ahí, que todo gobierno de transformación que no controla o domina el sistema de guerra psicológica nacional, sucumbirá tarde o temprano ante la “sublevación lumpen-plutocrática” (G. Galindo) de color. Desde Kirchner a Lula a Correa a Evo, la socialdemocracia criolla nunca ha entendido esa precondición para mantenerse en el poder. Lamentablemente, en México, la 4ta Transformación tampoco lo entiende. No tiene estrategia de comunicación ni equipos humanos ni narrativa, capaces de derrotar al ascendente poder de los desestabilizadores. Esto explica, porque la derecha azteca y sus cómplices internacionales tratarán de dar el salto cualitativo desde el control estratégico de los aparatos de guerra psicológica (medios) hacia el control estratégico de la calle. La fecha para este, su primer intento de golpe de Estado, es el “Paro Nacional” del 9 de marzo.

2. Neoliberalismo, verdad y feminicidio

Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó el brutal asesinato de la niña Fátima en Tláhuac, atribuyendo la causa de este abominable crimen al neoliberalismo, desató una ola de críticas feroces. Hubo una “descomposición de valores” que tuvo que ver con el “modelo neoliberal”, respondió en su conferencia de prensa mañanera a una pregunta respetiva. Su respuesta fue corta, pero, en esencia, científicamente correcta. Si el presidente habló con la verdad, la pregunta es: ¿Por qué la verdad generó una reacción mediática-política que en términos de psicología clínica califica como “histérica”?

3. ¿Está perdiendo la 4ta el control?

La respuesta a esta pregunta es obvia: Las fuerzas adversas a la 4ta Transformación han conquistado la iniciativa estratégica mediática. Esto significa, que controlan la opinión pública del país a tal grado, que un presidente honesto no puede hablar con la verdad sin desencadenar un sismo político. Aprovechando su avance estratégico en el control mediático de las cabezas, la derecha procura ahora extender ese control con la conquista estratégica de la calle. La estratagema para tal fin es el paro nacional del 9 de marzo. La confusión y desorientación estratégica-táctica de la 4ta Transformación que no sabe cómo reaccionar ante la nueva cualidad del asalto al poder de la derecha –de lo mediático a la calle– se manifiesta en su fragmentada y contradictoria respuesta. Ni sus fuerzas sociales, ni partidistas, ni gubernamentales parecen entender la fase de la contrarrevolución de color en que se encuentra la 4ta y la dinámica de su evolución. Sobre una población psicológicamente preparada y controlada digitalmente, se puede usar cualquier evento cotidiano o aleatorio para construir falsas cadenas de causa-efecto, e inflarlas exponencialmente vía televisión y redes sociales, para acabar con un gobierno democráticamente constituido. Lo preocupante de la situación azteca es que el gobierno no tiene modelo comunicativo, ni sistema, ni equipos adecuados para el control epidemiológico de esos patógenos ideológicos que amenazan su existencia. El tema de la salud (abasto de medicamentos), del coronavirus, de la economía, serán pronto réplicas del tema de los feminicidios.

4. Guerra psicológica y Medios de “comunicación”

Constatamos en análisis anteriores que el 35% de los votos en democracias liberales se deben a la política real del gobierno, mientras que el 65% depende de la percepción que los ciudadanos tengan de esta política. En buen romance: el 65% de los votos depende de la calidad de propaganda de los adversarios: es decir, de los medios pagados por el gobierno y la oposición. En este punto central, no debe repetirse el gran error mediático de China en su conflicto ideológico con Occidente de creer, que los medios de “comunicación” tengan algo que ver con interacción comunicativa y democracia; y que, en consecuencia, sea posible una convivencia pacífica y civilizada del tipo ganar-ganar (win-win situation). Los “medios de comunicación” –fuera de la mitología de la democracia liberal burguesa– son empresas capitalistas en pos de ganancia, cuya mercancía es la guerra psicológica en beneficio de las élites de poder, para las cuales operan como agentes de outsourcing in brainwashing. Más allá del marketing y del mantra de auto-idolatria de esos “medios”, hay que entenderlos como un subsistema de dominación de la sociedad global, cuya esencia es la economía política y la guerra psicológica contra toda transformación potencial en favor de los pobres.

5. AMLO, la Verdad y el Neoliberalismo

Es fácil demostrar científicamente que la respuesta de AMLO fue en apego a la verdad. De hecho, ya en 1893, Emile Durkheim, uno de los fundadores de la sociología científica dio a conocer esa verdad, mediante su concepto de anomia. El desarrollo del potencial natural del niño, desde la neuroplasticidad hasta la evolución física y la configuración de habilidades sociales, dependen de dos tipos de interacción fundamentales: la socialización en la familia y en el sistema escolar. El adolescente y el adulto son el resultado de un proceso de producción, que determina su praxis social. La calidad de este resultado se deriva de la calidad de la familia y de la escuela, que, a su vez, dependen de la economía. Echando abajo el trabajo e ingreso estable de una familia, se destruye: porque con el padre y la madre en la economía informal y en la miseria, se pierden las condiciones mínimas de socialización que son básicas para la salud mental y los equilibrios psicológicos de los futuros ciudadanos.

De la misma forma, si se destruye a la educación pública, gratuita y de calidad, convirtiéndola en empresa capitalista para la ganancia, se acaba con la segunda institución formativa del niño. Al juntarse ambos efectos, nos encontramos ante una sociedad estructuralmente destruida y carente de capacidad para integrar y regular los individuos. El corolario inevitable de este fenómeno es la multiplicación de comportamientos anti-sociales y criminales, como observamos en Estados Unidos y el Tercer Mundo. Anomia es lo que observamos en México, producida por la violenta imposición del neoliberalismo desde 1982. Esta es la esencia de la afirmación de AMLO, que es científicamente correcta.

6. Error inicial del Gobierno

No hay duda de que el gobierno federal no entendió la dimensión del problema de las protestas femeninas desde el inicio y que, tampoco supo reaccionar adecuadamente en sus comentarios mediáticos y medidas prácticas para distensionarlo. De hecho, el desconcierto de las fuerzas morenistas ante la multifacética convocatoria para el paro nacional del 9 de marzo demuestra, que la falta de visión estratégica y audaces medidas prácticas para encarar la histórica opresión a las mujeres, sigue paralizando sus cabezas. Al mismo tiempo, sin embargo, hay que reconocer, que por primera vez en muchas décadas existen las libertades democráticas civiles en la praxis, para manifestarse públicamente sobre esos problemas ancestrales. Es decir, frente al error inicial de reaccionar con estrategias comunicativas obsoletas e ineficientes ante el drama histórico de la represión de la mujer, tiene que reconocerse inequívocamente la virtud del Presidente y su gobierno federal, de practicar con ética y civismo las libertades democráticas en la 4ta Transformación.

7. Actuar de inmediato

Sin embargo, esta virtud de actuar con ética y civismo no puede sustituir un programa inmediato, creíble y contundente, para mejorar la situación real de la mujer. De hecho, si hay voluntad política real, puede concretarse tal programa antes de que termine 2020. Igualar los salarios de las mujeres a los de los hombres; acabar con la bárbara praxis de los supermercados de obligar a las cajeras a estar paradas ocho horas (¡!), que es un vil abuso de la fuerza laboral y, desde el punto de vista de la ciencias económicas una auténtica estupidez contraproductiva; y crear con los gobernadores cientos de casas de protección para mujeres y niños que sufren violencia doméstica, protegidas por una policía armada especial, estas serían algunas de las medidas que pueden concretarse rápidamente y que demostrarían a las mujeres mexicanas de manera inmediata, donde están sus verdaderos aliados en la lucha por su liberación.

Una liberación sin brujas, ni dogmas, ni demagogos. Una liberación de transformadores auténticos, comprometidos con la justicia y felicidad de todos los mexicanos, sin distinción de género.

Fuente e imagen: http://rubenluengas.com/2020/03/intento-de-golpe-de-estado-en-mexico-9-de-marzo-paro-nacional/

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Volver a hablar de socialismo

Por: ​John E. Roemer

Con Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, el socialismo volvió a la discusión pública de Estados Unidos. El concepto sigue siendo discutido en América Latina y en Europa. ¿De que socialismo hablamos? ¿Es el socialismo democrático, la socialdemocracia o una nueva forma de economía compartida que bebe del pasado pero que piensa en términos de futuro?

El socialismo ha regresado a la agenda política de Estados Unidos. Dos conocidos nombres de la izquierda estadounidense, el senador Bernie Sanders y la representante Alexandria Ocasio-Cortez, se autoproclaman socialistas. Y la mayoría de los actuales precandidatos demócratas a la presidencia apoyan políticas que muchos denominan socialistas: seguro de salud de pago único, empleo garantizado, inversiones masivas en obras públicas, preescolar universal y educación terciaria financiada por el Estado. Más aún, cerca de la mitad de los estadounidenses más jóvenes dicen en las encuestas que prefieren el socialismo al capitalismo (aunque lo que tienen en su mente se parece más a la socialdemocracia que a la planificación central socialista).

El socialismo se puede concebir como sustentado en tres pilares intervinculados: un ethos de conducta económica, una ética de justicia distributiva y un conjunto de relaciones de propiedad que se ajustan al ethos y ponen en práctica la ética. Si la gente se comporta según el ethos e implementa las relaciones de propiedad, se debería hacer realidad la ética distributiva. Nuestra comprensión de estos tres pilares evoluciona con la historia. Para determinar en qué consiste el socialismo del siglo veintiuno debemos identificar sus bases filosóficas, compararlas con el capitalismo, y después presentar una serie de variantes socialistas.

Definir el socialismo

El ethos conductual del socialismo es la cooperación. Los ciudadanos de una sociedad socialista deberían reconocer que forman parte de un emprendimiento de cooperación para transformar la naturaleza en dirección a la mejora de la vida de todos. La ética distributiva de una sociedad socialista favorece la plena igualdad de oportunidades.

El filósofo John Rawls argumentó que nadie merece beneficiarse o padecer por los recursos que le fueron asignados en la “lotería de la cuna”. Estos recursos incluyen no solo la riqueza de la familia en que nace el bebé, sino todas las posibles ventajas que acumula una persona por nacer en una familia dada, inclusive los buenos rasgos y disposiciones congénitas.

Esta visión no implica que los socialistas promuevan la ingeniería genética, solo que aquellos con características congénitas más afortunadas (tanto materiales como genéticas) no merecen recibir ingresos más altos que aquellos menos afortunados. La igualdad de oportunidades exige compensar a quienes no han tenido suerte en la lotería de las cunas con una educación y formación sustanciales.

Para tal fin, las relaciones de propiedad del socialismo apuntan a implementar la plena igualdad de oportunidades, hasta el punto en que sea posible en una economía de mercado, y a reflejar el ethos cooperativo de la conducta económica. Las grandes empresas (pero no las pequeñas) no han de tener propietarios que acumulen utilidades. En lugar de ellos, todos los ingresos de las firmas se distribuirían a quienes aportaron insumos de trabajo y capital a la producción.

Irse por su cuenta

Resulta útil contrastar estos pilares socialistas con los pilares análogos del capitalismo. El ethos conductual del capitalismo es el individualismo: la actividad económica se caracteriza como la lucha de cada persona contra todos los demás y la naturaleza. La ética distributiva del capitalismo es el laissez-faire: es correcto y admirable que los individuos prosperen sin límites en lo material, siempre que no interfieran con la oportunidad de que otros hagan lo mismo. Los niños sí que pueden disfrutar de todo lo que reciban en la lotería de la cuna, así como otros deben resignarse a sufrir su mala suerte. Es crucial la libertad de contratar, incluso si sus consecuencias impiden la igualdad de oportunidades (como sin duda ocurre con la herencia de vastas riquezas). Las relaciones de propiedad en las empresas son privadas: las personas son propietarias de empresas y sus utilidades se acumulan en beneficio de ellas una vez satisfechos los costes de producción, lo que incluye el pago de salarios a los trabajadores y de rentas o intereses a los inversionistas.

Benjamín Franklin resumió sensatamente el contraste entre el ethos conductual del socialismo y el del capitalismo, aunque en un contexto diferente. “Tenemos que hacerlo todos juntos”, dijo a los delegados coloniales en el momento álgido de la Revolución Estadounidense, “o, sin lugar a dudas, nos ahorcarán por separado”. Por supuesto, el paralelo entre la ingeniosa declaración de Franklin sobre la necesidad de cooperación y el contraste entre socialismo y capitalismo es imperfecto. En el capitalismo, algunas personas con gran capacidad de resistencia tendrán realmente un éxito aplastante. Pero muchos más fracasarán en la competencia, en gran parte debido al hecho de que no partieron en igualdad de condiciones.

No hay dudas de que en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial muchos llegaron a creer que el capitalismo había entrado en una fase más benigna. Según Thomas Piketty, de la Escuela de Economía de París, y Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, de la Universidad de California, Berkeley, entre 1946 y 1980 (el periodo que los franceses llaman los Trente Glorieuses, el PIB real (ajustado a la inflación) casi se duplicó en Estados Unidos, y los beneficios de este crecimiento se distribuyeron casi equitativamente. Los ingresos de quienes estaban en la mitad inferior de la distribución de ingresos se duplicaron (un aumento del 102%), mientras que los del 1% superior lo hicieron en un 47%.

Pero ahora consideremos lo que ocurrió después. Entre 1980 y 2014, el crecimiento real fue decididamente más débil. El ingreso total creció en apenas un 61% y el de quienes pertenecen a la mitad inferior lo hizo en un mísero 1%. ¡Pero el del 1% superior se triplicó! Es evidente por qué recordamos los Trente Glorieuses como años tan benignos.

Experimentos pasados

La variante socialista más obvia es la socialdemocracia, enfoque implícitamente promovido por Sanders y la senadora estadounidense Elizabeth Warren. Bajo la socialdemocracia, las relaciones de propiedad siguen siendo capitalistas, pero hay una sustancial tributación del ingreso y la riqueza para financiar varios tipos de seguridad social y la inversión en las personas y los bienes públicos.

Los principales ejemplos de socialdemocracia contemporánea son los países nórdicos. Aunque estos países recaudan aproximadamente la mitad de su producto nacional bruto en impuestos (principalmente al ingreso y al valor añadido), casi todas sus grandes empresas son corporaciones privadas, cuyos propietarios son de manera predominante hogares con un alto nivel de ingreso. Aun así, los hogares nórdicos más acaudalados no son tan ricos como sus contrapartes estadounidenses: en Suecia, el 1% superior posee el 21% de la riqueza del país, mientras que en Estados Unidos posee el 42%.

Más aún, la distribución del ingreso en los países nórdicos es mucho más equitativa que en Estados Unidos. En 2014, el 10% superior de los hogares estadounidenses recibió un 47% del ingreso total, mientras que la mitad inferior recibió el 20%. En otras palabras, el hogar promedio en el decil superior se llevó 12 veces más que el hogar promedio de la mitad inferior, antes de impuestos.

Pero la socialdemocracia es solo una de las variantes de lo que el socialismo podría significar hoy. La variante del siglo veinte (practicada en China hasta 1979 y en la Unión Soviética y Europa del Este hasta una década después) combinaba la autocracia política y la asignación central de los recursos y las materias primas, dejando al mercado solo un papel limitado. Esos dos rasgos explican por qué esos sistemas fracasaron.

Es cierto que la autocracia y un comando central fueron factores razonablemente eficaces para que la Unión Soviética saliera de su estado semifeudal en las décadas de 1920 y 1930 del siglo pasado, cuando la tarea clave era hacer que los campesinos semiempleados migraran desde las tierras en que habitaban a las fábricas urbanas. En efecto, la rápida industrialización en este periodo explica el fracaso de la invasión de las fuerzas de Hitler. Pero la autocracia y el temor a los mercados se convirtieron en pesados grilletes cuando el problema más sutil de la innovación tecnológica se volvió clave para el progreso en el último tercio del siglo pasado.

Un nuevo modelo

Entonces, ¿qué puede significar el socialismo, aparte de una socialdemocracia o una planificación central? Pensemos en un sistema de relaciones de propiedad en que los dueños de las grandes empresas no son capitales privados, sino más bien quienes aportan insumos (trabajo y capital) para la producción.

En el capitalismo, después de que los trabajadores e inversionistas reciben sus salarios e intereses por sus aportes a la producción, lo que resta (las utilidades) se distribuye a los propietarios (como dividendos) o siguen en la cuenta bancaria de la empresa (como propiedad de sus dueños). En contraste, en lo que yo llamo una economía compartida, los mercados seguirían asignando recursos y las empresas seguirían acumulando utilidades, pero los trabajadores e inversionistas recibirían todos los ingresos de la empresa. Tras pagar el precio de mercado del trabajo (el salario) a los trabajadores y el precio del capital (la renta / tasa de interés) a los inversionistas, las utilidades se distribuirían a los trabajadores e inversionistas de manera proporcional a sus aportes a la empresa.

En esta variante del socialismo el producto completo de las grandes empresas se asignaría a quienes aportan a la producción. No existiría una clase de accionistas que no hacen aportes, ni una bolsa de valores en que se comerciara la propiedad de las empresas. En la práctica, las grandes empresas serían propiedad de quienes aportaran directamente los factores de producción.

A algunos socialistas el pago a los inversionistas por sus aportes a la producción podría resultarles contradictorio con la visión de Karl Marx de que, en el socialismo, el ingreso se debería distribuir por completo a los trabajadores. Su opinión era apropiada en la Inglaterra de 1850, cuando toda la riqueza financiera era propiedad de unos pocos centiles más adinerados de la ciudadanía, quienes en su mayoría la habían heredado como aristócratas terratenientes. Sin embargo, en la actualidad las clases media y media-alta (entre los percentiles 50 y 99) poseen el 56% de la riqueza financiera en Estados Unidos y la cantidad de capital invertida por trabajador por el sector corporativo estadounidense supera los 400.000 dólares.

Así, cualquier forma de socialismo democrático que se implemente hoy o en el futuro debe inducir a los ciudadanos a invertir su riqueza, así como la rentabilidad de su trabajo. La obscena riqueza de quienes están en la cúspide del ingreso se debe eliminar con impuestos: el 1% superior posee hoy el 42% de la riqueza financiera estadounidense. Pero la riqueza de la actual clase media no está “goteando desde la cabeza a los pies, desde cada poro, con sangre y suciedad”, como escribiera Marx sobre la acumulación del capital en la etapa del capitalismo temprano inglés, y no se debe expropiar.

Compartir de manera eficiente

Una de las principales virtudes utilizadas para promover el mecanismo económico capitalista (mercados más competencia más propiedad privada de las empresas) es que, en condiciones algo idealizadas, logra una asignación de materias primas y recursos alcanzado una “eficiencia de Pareto”. Ningún recurso se desecha ni desaprovecha, porque es imposible encontrar otra asignación que mejore el bienestar de una persona, a menos que se reduzca el bienestar de otra. Pero lo mismo ocurre en una economía compartida. De hecho, la eficiencia de Pareto se deduce directamente del ethos cooperativo socialista. Como lo anticipaba la ocurrente frase de Franklin, “permanecer unidos” da a los trabajadores e inversionistas una receta precisa para tomar decisiones económicas.

Según mis cálculos, en una economía compartida, los impuestos y la redistribución de la riqueza que el quintil (5%) superior posee por sobre el 95% restante reduciría el ingreso promedio de un hogar del decil superior en cerca de 5,4 veces el de un hogar promedio de la mitad inferior, lo que equivale aproximadamente a la proporción actual de Suecia. Y este escenario considera solo un impuesto a la riqueza, sin redistribución a través del ingreso ni impuestos al valor añadido.

Una economía compartida tiene importantes ventajas sobre la socialdemocracia, comenzando por el hecho de que dejaría de existir una clase de propietarios no productivos. La distribución de todo el ingreso de las grandes empresas (la mayoría de las cuales se encuentran actualmente en forma de corporaciones) a aquellos que aportan los factores de la producción mejoraría el ethos de cooperación, que es un elemento central del socialismo. Por supuesto, seguiría habiendo la necesidad de un estado de bienestar que preste seguridad social temporal y apoye a quienes no puedan trabajar.

Los escépticos argumentarán que es utópico postular una sociedad en la que trabajadores e inversionistas se sientan motivados por el deseo de cooperar. Pero eso supone erróneamente que “ir por las suyas” es un instinto natural en el ser humano. De hecho, hoy los psicólogos evolucionistas plantean que la capacidad de cooperación en el principal rasgo del homo sapiens que da cuenta de nuestro éxito económico. Hace diez mil años, la sociedad humana más grande en que florecía la paz era la banda, consistente en varios cientos de personas, a lo sumo. La forma de interacción usual entre esas bandas era la guerra, que se llevaba las vidas de entre un 25% y un 50% de todos los hombres. En la actualidad, lo normal son las sociedades generalmente pacíficas de millones, cientos de millones e incluso más de mil millones de personas. En Europa, la tasa de muerte por homicidio y guerras ha caído a uno en 100.000. ¿Qué otras evidencias necesitamos para la capacidad de cooperación innata de los seres humanos?

El socialismo en la práctica

Entonces, la pregunta es cómo puede pasar un país desde el capitalismo al tipo de economía compartido que he descrito. En Europa, varios países ya han incluido a trabajadores y otros actores interesados en las juntas corporativas. Ese es un primer paso. De igual importancia son los impuestos a la riqueza, especialmente de los multimillonarios, de modo que el 1% superior de los hogares no posea más del 40% de los recursos financieros.Como mucho, esta cohorte no debería poseer más del 10% de la riqueza financiera de un país.En cuanto a la distribución del ingreso corporativo enteramente a quienes aporten trabajo y capital a la empresa, no hay obstáculos tecnológicos de por medio. Sería necesario hacer cambios al derecho corporativo.

¿Afectaría a la economía la desaparición gradual del mercado de valores? No en la opinión de destacados economistas como John Maynard Keynes, que comparó las bolsas de valores con un casino, o del ex Jefe de la Reserva Federal Paul Volcker, que señaló en 2009 que la innovación financiera más importante de los últimos años eran los cajeros automáticos. Después de todo, las firmas seguirían aprovechando al máximo sus utilidades. Pero sin una pequeña clase de titulares de acciones cuyos ingresos dependen en gran parte de esas utilidades, cambiarían para mejor las decisiones de las juntas corporativas, tal como hoy las empresas que incluyen actores no propietarios en sus juntas directivas prestan más atención a las externalidades negativas de su búsqueda absoluta de utilidades.

Por último, acerca de la cuestión de si podemos reemplazar fácilmente el ethos individualista por uno cooperativo, no basta con señalar que milenios de historia son testimonio de la capacidad cooperativa de nuestra especie. También se debe entender por qué tanta gente acepta una competencia implacable como si fuera una forma de ley física: alimentar el ethos del individualismo es y siempre ha sido una tarea ideológica principal de la clase capitalista.

Esa clase y sus voceros han tenido un éxito notable en alterar la conciencia pública, de modo que nos hemos olvidado de la sociedad relativamente más cooperativa de la posguerra. Fue ideado y puesto en práctica no en menor parte por políticos carismáticos como el presidente estadounidense Ronald Reagan y la Primer Ministro británica Margaret Thatcher en la década 1980, y por una prensa comprometida en términos financieros. Los medios de comunicación han promovido de manera incesante el individualismo y el consumismo, mientras que los sindicatos (instituciones cooperativas por excelencia) han sido desarticulados.

En 1949, Albert Einstein describió al socialismo como el intento de la humanidad de ir más allá de la fase predatoria del desarrollo humano. En muchos casos, los experimentos socialistas del siglo veinte fueron justamente eso. El reciente resurgimiento del interés en el socialismo en Estados Unidos indica que una nueva generación –que apenas recuerda esos experimentos- busca una alternativa atractiva a nuestra nueva Edad de Oro y sus patologías asociadas. Harían bien en dirigir sus miradas a la economía compartida.

Fuente e imagen:  https://nuso.org/articulo/volver-hablar-de-socialismo/

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Indignación e institucionalización de la sospecha

Por: Leonardo Díaz

El truncado proceso electoral dominicano del pasado 16 de febrero ha generado mucha indignación en segmentos importantes de la sociedad dominicana, cuyo hastío ante la hipercorrupción gubernamental, el abuso de poder y los intentos de violentar las reglas del orden democrático, se ha expresado en distintas manifestaciones de protesta.

Un factor determinante de la referida indignación lo constituye la generación de los llamados nativos digitales, jóvenes cuya vida, permeada por el uso de las redes sociales, ha provocado una agitación política contagiosa que genera impacto en el espacio público.

Es provechoso para una sociedad democrática la activación política de su ciudadanía. Uno de nuestros graves males, en las últimas décadas, ha sido la pasividad y la servidumbre general de la población ante las reprobables prácticas de sus gobernantes.

Por tanto, veo con buenos ojos las distintas expresiones de protesta que artistas, deportistas, periodistas, intelectuales, activistas sociales, empleados públicos y privados han ingeniado en estas semanas transcurridas desde el bochornoso acontecimiento del 16 de febrero.

No obstante, se debe mirar más allá de estas acciones circunstanciales. Todavía, grandes segmentos de poblaciones, especialmente, los más pobres, se autoexcluyen de las protestas. Desde su nacimiento, se encuentran embotados y envilecidos por la pobreza y la atmośfera ideológica que genera. No han recibido una educación que los haga concebirse como sujetos de derechos y deberes, y su vida, caracterizada por la sobrevivencia, los entrega a las redes de la dependencia clientelar, restringiendo sus posibilidades de accionar político.

En este sentido, no debemos confundir un movimiento auténticamente social con las manifestaciones de protesta de una clase media, minoritaria y tendiende al aburguesamiento, voluble como la circulación de la información en las redes sociales. Requerimos que los movimientos populares organizados continúen trabajando en el proceso de organización de la gente, en los sectores marginales, practicando lo que la filósofa letona Judith Shklar llamó la institucionalización de la sospecha, un activismo vigilante de las prácticas en las distintas instancias del poder. Si no, seguiremos experimentando “la decepción del Gatopardo”: esforzándonos por un cambio que deja todo como está.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8787497-indignacion-e-institucionalizacion-de-la-sospecha/

Fuente: https://pixabay.com/photos/pen-red-pen-ankreuzen-choice-2181101/

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La falsa democracia en el SNTE

Por: Manuel Gil Antón

Mienten. Saben que en la opinión pública se ha instalado la idea que, por primera vez, gracias al T-MEC y las reformas legales que suscitó, las elecciones en el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, para renovar a las dirigencias en sus Secciones a lo largo del país, serán democráticas. Se afirma que todas las personas integrantes del magisterio, acreditadas, podrán votar de manera libre, directa, universal y secreta para elegir a la planilla que conducirá a la estructura sindical a la que pertenecen. Esto se estipula en el Reglamento para la Elección de las Directivas Seccionales del SNTE, que el Comité Ejecutivo Nacional ha elaborado.

¿Será? Sí. Y aunque parezca paradójico, a pesar de este proceder, la elección de los dirigentes de las secciones no cumplirá con las condiciones necesarias para ser, en toda la extensión de la palabra, cabalmente democrática. Se trata de una maniobra: “hágase que el proceso electoral “parezca” democrático, sin serlo, de tal manera que junto a la legitimidad publicitada, podamos seguir imponiendo a leales y serviles integrantes, fieles a la dirigencia nacional, como ha sucedido antes y siempre”.

¿Cómo es posible que, si hay votación universal, directa y secreta, la elección de las dirigencias seccionales no sea democrática? A través de incumplir otras condiciones, necesarias, para que el proceso así lo sea: en primer lugar, haciendo libre el voto, pero anular esta característica al condicionar de manera absurda la posibilidad de ser votado. “Puedes votar, compañero, con toda libertad, pero sólo por las planillas que nosotros aprobemos de acuerdo a las condiciones imposibles que, sin consulta, hemos establecido”. Si a la libertad de votar no le acompaña la posibilidad de ser votado, se trata de una farsa, pues los sufragios estarán condicionados por las opciones que la autoridad considere – de manera arbitraria – legales.

En segundo lugar, porque el órgano que conduce y vigila el proceso electivo no es independiente de los dirigentes nacionales: el árbitro no será, como dice el profesor Noel García en el excelente análisis que publicó en el portal Educación Futura, “una instancia imparcial y confiable que organice y califique la elección, (ni se llevará a cabo) con la equidad en las condiciones de competencia entre personas o planillas para ocupar cargos de representación”.

Además, el Reglamento de marras se establece, con toda claridad, para regular procesos de elección “cuando existan circunstancias especiales”, dado que el Estatuto (superior en la jerarquía legal del sindicato) indica que los procesos de selección de dirigentes, en el nivel nacional y local, se harán  mediante el mecanismo tradicional de delegados; en consecuencia, el Reglamento Electoral en proceso de validación por el Tribunal Laboral, “debería” ser coherente con el Estatuto. ¿Qué hacer en este caso? O bien modificar el Estatuto, o emplear, como orientación superior y de manera supletoria, a la Ley Federal del Trabajo que mandata que las elecciones, en todas las organizaciones sindicales, sean democráticas con todas las condiciones que este concepto implica.

En síntesis, si el Tribunal no repara en estas circunstancias, y aprueba el Reglamento, tendremos, bajo la fachada de una elección libre del magisterio, una mascarada: votantes “libres” de votar por quien decidan, y solo por los que decidan con triquiñuelas quienes han usurpado la democracia sindical durante décadas, en procesos en que el árbitro está más que vendido y, por ende, la competencia no es real.

Es preciso denunciar este atropello y exigir, a las autoridades laborales, que no autoricen lo que, a todas luces, es más, y más, de lo mismo. No se vale.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-falsa-democracia-en-el-snte/

Imagen: https://www.shutterstock.com/image-photo/members-romanian-parliament-vote-by-raising-1024012849?irgwc=1&utm_medium=Affiliate&utm_campaign=Pixabay+GmbH&utm_source=44814&utm_term=https%3A%2F%2Fpixabay.com%2Fimages%2Fsearch%2Fdemocracia%2F

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Contra el régimen patriarcal

Por: Tlachinollan

Retomando a la antropóloga Rita Segato, de que el “Estado es parte de la historia del patriarcado”, tenemos que entender que su genealogía y su ADN es también patriarcal. En el momento histórico que vivimos la desigualdad ha llegado a extremos impredecibles, la concentración de la riqueza esta en pocas manos, dejando a millones de personas del todo el mundo morir en la miseria. En esta desigualdad las mujeres, son víctimas del poder económico, bélico, político, jurídico que imponen las élites que gobiernan con una visión patriarcal.

A lo largo de los siglos las mujeres han sido enclaustradas a los espacios privados y se ha normalizado y legalizado que a ellas les esta vedado el poder político y económico. Desde la colonialidad, las leyes se hicieron para castigar a las mujeres y exaltar el poder de los hombres. Con la modernidad, a pesar de la lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres, se ha mermado más su poder. La violencia que se ejerce en este sistema capitalista, es una violencia que se ha globalizado, que se ha desterritorializado y que ha cobrado millones de víctimas para mantener un sistema basado en el poder económico que se transforma en un poder criminal. Este poder se erige en un señorío, en el dueño del mundo que esta sobre la vida y la muerte de los demás, de quienes amenazan el cambio en estas relaciones de poder. La mejor manera de expresar la dominación hacia los desheredados de esta tierra es ejercer el control del pueblo. Asumirse como dueños de los cuerpos de las mujeres, que es la zona extrema del patriarcado.

La estructura del poder político esta armada para reproducir la imagen omnipotente y potente del hombre, que forma parte del mandato de la masculinidad, que se ha traducido en la vida cotidiana con las formas aterradoras de la crueldad. En un ambiente bélico como el que vivimos en nuestro país, lo que se multiplica es la violencia contra las mujeres en las formas más crueles. La guerra que se gesta desde las estructuras del poder político para controlar a la población, ya sea por la aplicación de la ley o poder el uso de la fuerza es la que se incrusta en los hogares. Actualmente, la violencia delincuencial que de algún modo ha crecido por esta complicidad que existe con los cuerpos policiales y el ejército para fortalecer la economía criminal, es la guerra cruenta que nos ha colocado en una situación sumamente critica, por los asesinatos y desapariciones de personas para aterrorizar y mantener bajo control a una sociedad insumisa.

El Estado patriarcal ha sido construido con la visión masculina de que el hombre es la figura de la humanidad, es el sujeto de la actividad pública, el que asume el mandato del dominio, ejerce su poder y que demuestra superioridad al gobernar de manera cruel contra las mujeres a quienes les niega el derecho a irrumpir en la historia como sujetos diferentes, para desmontar este régimen patriarcal. En la práctica más allá de las luchas históricas, las conquistas, logradas a pulso por las mujeres, ellas aún no cuentan con receptores dentro del Estado, porque existe la muralla de la masculinidad. Se mantienen intocadas las relaciones desiguales entre el Estado patriarcal y las mujeres consideradas como minorías.

En este modelo de Estado, que ejerce el mandato de la masculinidad, los gobernantes han sido incapaces de modificar estas relaciones asimétricas basadas en el poder económico y en la crueldad. Las voces de las mujeres siguen sin tener crédito, se duda que ellas construyan su propia historia y protagonismo político. Se les descalifica por irrumpir en los espacios públicos haciendo sentir su poder. No se le da credibilidad a sus exigencias y demandas. Se le sigue viendo como actoras incomodas que atentan contra la legalidad masculina. Su discurso que increpa al poder causa escozor, entre las élites políticas y ciertos sectores de la sociedad, porque cuestionan el régimen patriarcal y porque asumen un rol diferente al que históricamente se les ha impuesto, como entes pasivos, cuyo espacio ha quedado restringido al ámbito privado. La lucha de las mujeres es contra el monopolio del poder que la sojuzga, contra la estructura relacional de un poder asimétrico. Es una lucha también contra el poder económico, contra la etapa apocalíptica del capital que se expresa de manera violenta en todos los ámbitos de la vida pública y privada. Es una lucha a muerte contra la cosificación de la mujer y la esclavitud ejercida en los espacios domésticos. Es un movimiento emancipador, que no requiere tutelajes, ni condicionamientos políticos. Es la forja de una nueva etapa que busca modificar de raíz estas relaciones enfermizas del poder masculino que actúa de manera temeraria, usando su poder económico, político y bélico contra el poder femenino.

Esta politización de las mujeres esta desenmascarando a este modelo patriarcal del poder público, que a lo largo de los siglos ha reproducido una forma masculina de ejercer el poder, institucionalizando la violencia contra las mujeres. Para ellas es insuficiente ampliar la participación de las mujeres en los ámbitos públicos, si sigue arraigada en la medula del poder político, el mandato de la masculinidad, donde los hombres están llamados a dominar todas las esferas del poder económico, político, jurídico y bélico. Por eso, se requiere también la politización de los hombres desde otra perspectiva que no siga reproduciendo el señorío masculino ni afianzando el dominio de los hombres. Más bien tienen que entender que su obsesión por el poder, de querer mostrar en todo momento su potencia, ejerciendo el dominio hacia los demás y mostrando su crueldad contra las mujeres, es lo que nos ha llevado a un estado fallido.

Ver una mujer empoderada, para la mayoría de hombres que tiene poder y que aún no lo tienen, representa una amenaza al sistema patriarcal, un gran riesgo para la economía global y un cuestionamiento de fondo a las políticas belicistas que han hecho de la guerra el gran negocio del mundo. Ver una mujer empoderada, no significa la derrota del hombre, ni el dominio de las mujeres o la imposición de una opresión femenina, sino es la liberación de las cadenas impuestas por el coloniaje patriarcal que se construyó agrediendo a las mujeres, transformando esta relación desigual en un reencuentro de sujetos con voz, con derechos y rostro propios. Implica refundar un Estado que reconstituya con la participación política de las mujeres, que se erijan también como sujetos transformadores de una realidad oprobiosa.

Aún estamos lejos de asumir esta lucha protagonizada por las mujeres, que en México y en Guerrero les hemos escamoteado sus derechos. En nuestro estado sigue vigente la cultura patriarcal al grado que las mujeres se les ha colocado en una situación de extrema vulnerabilidad. La violencia es más cruenta contra las mujeres y a pesar de que las estadísticas muestran que las víctimas son niñas y jóvenes, las autoridades no han emprendido acciones que reviertan esta escalada de la crueldad por parte de sus perpetradores. A pesar de la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género contra la Mujer (AVGM) en junio de 2017, en los 8 municipios del estado seguimos documentando varios casos de feminicidios, que las mismas autoridades se niegan a tipificarlos, por esa visión patriarcal y misógina que han introyectado, haciéndose cómplices de esta tragedia. Las mujeres han constatado que el sistema de justicia la revictimiza, las criminaliza y hace escarnio de la violencia que sufre. No solo se les ignora y se les obliga a obedecer las órdenes de quienes tienen la obligación de investigar estos delitos, sino que se les pone en alto riesgo, al filtrar la información a los responsables que por ser hombres se sienten con poder y con capacidad para negociar estos delitos con los hombres que tienen el encargo de velar por los derechos de las víctimas. Estamos ante un sistema de justicia patriarcal que requiere una transformación de fondo, los mismos operadores de este sistema forman parte del problema, porque cosifican a la mujer, no le dan credibilidad a su testimonio, dudan de su honorabilidad y se empeñan en hacer más cruento su sufrimiento.

Son las mujeres la que están abriendo nuevos caminos para hacer realidad sus derechos, pelean contra todo los poderes económico, político y jurídico, luchan desde los espacios privados contra el dominio y la violencia de los hombres, son heroicas sus batallas para desafiar a este sistema que vulnera sus derechos y no permiten el empoderamiento de las mujeres para desmontar ese mandato de la masculinidad. Son alentadoras las iniciativas que han emergido desde las organizaciones de base de las mujeres, como las veracruzanas que prendieron a nivel nacional con el hashtag #UnDíaSinNosotras “El nueve ninguna se mueve”. Es muy significativa su propuesta que ha logrado incidir en las esferas gubernamentales, demostrando la fuerza y la capacidad de un movimiento que quiere colocar en la agenda pública el respeto a los derechos de las mujeres y, sobre todo, un alto a los feminicidios. En Guerrero además de esta iniciativa a la que se han adherido varias organizaciones de mujeres, también se están organizando eventos estatales para seguir dignificando la vida de las mujeres.

Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

Fuente e imagen: http://www.tlachinollan.org/opinion-contra-el-regimen-patriarcal/

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Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de ‘Kill Bill’ y podría conducir a la reinvención del comunismo

Por: Slavoj Zizek

La propagación continua de la epidemia de coronavirus también ha desencadenado grandes epidemias de virus ideológicos que estaban latentes en nuestras sociedades: noticias falsas, teorías de conspiración paranoicas, explosiones de racismo.

La necesidad médica fundamentada de cuarentenas encontró un eco en la presión ideológica para establecer fronteras claras y poner en cuarentena a los enemigos que representan una amenaza para nuestra identidad.

Pero quizás otro virus ideológico, y mucho más beneficioso, se propagará y con suerte nos infectará: el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del estado-nación, una sociedad que se actualiza a sí misma en las formas de solidaridad y cooperación global.

A menudo se escucha especulación de que el coronavirus puede conducir a la caída del gobierno comunista en China, de la misma manera que (como el mismo Gorbachov admitió) la catástrofe de Chernobyl fue el evento que desencadenó el fin del comunismo soviético. Pero aquí hay una paradoja: el coronavirus también nos obligará a reinventar el comunismo basado en la confianza en las personas y en la ciencia.

En la escena final de ‘Kill Bill 2’ de Quentin Tarantino, Beatrix deshabilita al malvado Bill y lo golpea con la «Técnica del corazón explosivo de la palma de cinco puntos» , el golpe más mortal en todas las artes marciales. El movimiento consiste en una combinación de cinco golpes con la punta de los dedos a cinco puntos de presión diferentes en el cuerpo del objetivo. Después de que el objetivo se aleja y ha dado cinco pasos, su corazón explota en su cuerpo y caen al suelo.

Este ataque es parte de la mitología de las artes marciales y no es posible en un combate cuerpo a cuerpo real. Pero, volviendo a la película, después de que Beatrix lo hace, Bill tranquilamente hace las paces con ella, da cinco pasos y muere …

Lo que hace que este ataque sea tan fascinante es el tiempo entre ser golpeado y el momento de la muerte: puedo tener una conversación agradable siempre que me siente tranquilo, pero soy consciente de todo este tiempo que en el momento en que empiezo a caminar, mi corazón explotará y caeré muerto.

¿La idea de quienes especulan sobre cómo la epidemia de coronavirus podría conducir a la caída del gobierno comunista en China no es similar? Al igual que una especie de «Técnica del Corazón Explotante de la Palma de Cinco Puntos» en el régimen comunista del país, las autoridades pueden sentarse, observar y pasar por los movimientos de cuarentena, pero cualquier cambio real en el orden social (como confiar en la gente) resultará en su caída.

Mi modesta opinión es mucho más radical: la epidemia de coronavirus es una especie de ataque de la «Técnica del corazón explosivo de la palma de cinco puntos» contra el sistema capitalista global, una señal de que no podemos seguir el camino hasta ahora, que un cambio radical es necesario.

Triste hecho, necesitamos una catástrofe

Hace años, Fredric Jameson llamó la atención sobre el potencial utópico en las películas sobre una catástrofe cósmica (un asteroide que amenaza la vida en la Tierra o un virus que mata a la humanidad). Tal amenaza global da lugar a la solidaridad global, nuestras pequeñas diferencias se vuelven insignificantes, todos trabajamos juntos para encontrar una solución, y aquí estamos hoy, en la vida real. El punto no es disfrutar sádicamente el sufrimiento generalizado en la medida en que ayuda a nuestra causa; por el contrario, el punto es reflexionar sobre un hecho triste de que necesitamos una catástrofe para que podamos repensar las características básicas de la sociedad en la que nos encontramos. En Vivo.

El primer modelo vago de una coordinación global de este tipo es la Organización Mundial de la Salud, de la cual no obtenemos el galimatías burocrático habitual sino advertencias precisas proclamadas sin pánico. Dichas organizaciones deberían tener más poder ejecutivo.

Los escépticos se burlan de Bernie Sanders por su defensa de la atención médica universal en los EE. UU. ¿Es la lección de la epidemia de coronavirus que no se necesita aún más, que debemos comenzar a crear algún tipo de red GLOBAL de atención médica?

En esto, tenía razón: todos estamos en el mismo bote. Es difícil pasar por alto la suprema ironía del hecho de que lo que nos unió a todos y nos empujó a la solidaridad global se expresa a nivel de la vida cotidiana en órdenes estrictas para evitar contactos cercanos con los demás, incluso para aislarse.Un día después de que el Viceministro de Salud de Irán, Iraj Harirchi, apareciera en una conferencia de prensa para minimizar la propagación del coronavirus y afirmar que las cuarentenas masivas no son necesarias, hizo una breve declaración admitiendo que ha contraído el coronavirus y se aisló (ya durante su primera aparición en televisión, había mostrado signos de fiebre y debilidad). Harirchi agregó : «Este virus es democrático y no distingue entre pobres y ricos o entre estadista y ciudadano común».

Y no estamos lidiando solo con amenazas virales: otras catástrofes se avecinan en el horizonte o ya están ocurriendo: sequías, olas de calor, tormentas masivas, etc. En todos estos casos, la respuesta no es pánico, sino un trabajo duro y urgente para establecer algún tipo de eficiente coordinación global.

Fuente e imagen: https://www.rt.com/op-ed/481831-coronavirus-kill-bill-capitalism-communism/

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Aprendizaje vivencial en la Tercera Edad

Por: Rosa Isela Aguilar y Nora Druet

Para nuestros adultos mayores, recibir oportunidades educativas tiene un impacto positivo en su desarrollo humano y en el mejoramiento de su salud física y mental.

La vejez es una etapa de la vida que comienza a los sesenta años de edad. Es una etapa que se encuentra estigmatizada debido a la presencia de diversos cambios físicos, cognitivos y sociales. Sin embargo, es importante reconocer las diversas necesidades de este grupo heterogéneo de la población, cuidar de su bienestar y darles las herramientas necesarias para que puedan lograr una participación más activa en la sociedad. Para ello, es indispensable fomentar la revalorización de la experiencia de los adultos mayores, sus anhelos, sus valores y apoyar su desarrollo personal a través del fortalecimiento de su sentido de vida.

Por primera vez en la historia, en el 2018 las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo y para el año 2050, una de cada cuatro personas que viven en Europa y América del Norte podría tener 65 años o más, de acuerdo con el reporte de las Naciones Unidas World Population Prospects (2019). Contrario a esta tendencia, el 34 % de los países miembros de la UNESCO que participaron en el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos GRALE 4 (2019), respondieron que a la fecha en su país no se considera ningún tipo de financiamiento para la educación de adultos mayores o que no es prioridad.

“Nuestros adultos mayores deben tener un papel más activo en la sociedad, evitando sentirse aislados y sin oportunidades de desarrollo”.

El objetivo 4 de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la UNESCO, busca “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Sin embargo, la realidad es que, en este aspecto, a la fecha, no se percibe un progreso adecuado de la meta, la inversión es insuficiente y la participación en muchos países es irregular GRALE 4 (2019). Los analistas comentan que, de seguir la misma dirección, no se alcanzará el objetivo 4 de educación de la agenda 2030, además de poner en riesgo otros objetivos que se relacionan también, como son: pobreza, salud y bienestar, trabajo decente y crecimiento económico, y, ciudades y comunidades sostenibles.

Continuar aprendiendo a lo largo de la vida permite a las personas mayores adaptarse mejor a esta nueva etapa de su vida, les ayuda a mantener su mente y su cuerpo activo, a tener un buen estado emocional, a mantenerse actualizado de lo que ocurre a su alrededor, entre muchos otros beneficios. Las personas mayores que participan en actividades relacionadas con su aprendizaje, salud y educación están más involucradas en la comunidad, son más independientes al tener que depender menos sus familiares y gozan de mejor salud y bienestar.

“Me emociona la idea de aprender a utilizar WhatsApp para comunicarme con este lindo grupo de mi taller”. (Melissa, 91 años)

En las últimas tres décadas en México, ha aumentado el número de personas mayores a 60 años según lo establece el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2014). Por un lado, es un logro, dado el aumento en la esperanza de vida, sin embargo, la sociedad y la economía de los países en general no se encuentran preparadas para este cambio, lo cual implica la generación de nuevas necesidades de atención en aspectos de salud, económicos, empleabilidad y educación, entre otras cosas.

Esta nueva dinámica demográfica ha suscitado la atención de las necesidades de este sector de la población. Nuestros adultos mayores deben tener un papel más activo en la sociedad, evitando sentirse aislados y sin oportunidades de desarrollo. Ante este reto, es importante conocer las estrategias que se han generado respecto a las oportunidades de educación para los adultos mayores, así como también las alternativas que favorecen su aprendizaje y desarrollo personal.

Para mejorar las oportunidades educativas dirigidas a los adultos mayores, es necesario que las metodologías y los modelos de aprendizaje se adecuen a las características de esta población. Para lograr su efectividad se propone el uso de la experiencia inmediata, la reflexión, la observación, así como el pensamiento y la acción (Serrani, 2013).

Dadas estas características, identificamos modelos de aprendizaje que dotaran de mayores efectos positivos a los aprendizajes de los adultos mayores como el aprendizaje vivencial que “implica la vivencia de una experiencia en la que el alumno puede sentir o hacer cosas que fortalecen sus aprendizajes” (Fuerte, 2018). También el aprendizaje a lo largo de la vida, entendido como “la educación que se cursa a la par y posteriormente de los grados académicos” (García-Bullé, 2019, párr. 1). En este sentido, es evidente que en ninguna de las etapas de la vida se deja de aprender y al contrario, existe una oferta importante de mecanismos formales, autodirigidos, profesionales, personales, indirectos e informales que apoyan al aprendizaje constante de las personas.

En México, tanto el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) como el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) se han dado a la tarea de crear un modelo educativo para la Vida y el Trabajo para responder a las características, necesidades, intereses y expectativas de los adultos mayores y otorgar respuesta de manera adecuada a su derecho de recibir educación para su desarrollo personal, familiar y comunitario.

En este contexto, la Universidad Autónoma de Yucatán implementó en 2018 el Programa de la Universidad de los Mayores que tiene como objetivo el fortalecimiento del bienestar de los adultos mayores, a través de actividades académicas, deportivas, sociales, culturales y de desarrollo humano. Para este último aspecto, se implementó un taller sobre Autodescubrimiento, Sentido de vida y Trascendencia con una duración de 20 horas, dirigido a 11 adultos mayores, cuyo rango de edad era entre los 75 y 87 años. El taller tuvo como objetivo que los adultos mayores identificaran sus recursos personales, valores y actitudes como una vía para dar un sentido a sus vidas.

Para impartir este taller se decidió utilizar el modelo de aprendizaje vivencial, mismo que considera la experiencia como un pilar. Siguiendo el modelo de aprendizaje vivencial se utilizaron diversas estrategias de enseñanza-aprendizaje, entre ellas, reflexiones personales y grupales, trabajo en equipo, visualizaciones, ejercicios de relajación y la elaboración de un diario personal. Nuestros alumnos también hicieron uso de objetos digitales de aprendizaje como: videos, audios, presentaciones multimedia y documentos digitales los cuales estimularon su participación e interés favoreciendo su aprendizaje y motivación.

Los adultos mayores disfrutan de la participación activa y mantienen una motivación constante durante todo el proceso educativo, ya que reconocen que este aspecto favorecerá su desarrollo social y personal. Para los adultos mayores recibir oportunidades educativas repercute directamente en el desarrollo de su potencial humano y en el mejoramiento de su salud.

A continuación, se muestran algunos comentarios de los participantes en el taller:

“He evolucionado en todos los aspectos de mi vida, mi espíritu goza de una intensa luz, gracias a las aportaciones de cada uno de los integrantes del grupo”. (María, 68 años)

“Me emociona la idea de aprender a utilizar WhatsApp para comunicarme con este lindo grupo de mi taller”. (Melissa, 91 años)

“Algo esencial cambió en mí al coincidir con mis compañeros del taller, gracias a nuestras maestras por formar agentes proactivos”. (Carlos, 72 años)

Al implementar este modelo, los adultos mayores tienen la oportunidad de adquirir aprendizajes que les permitirán enfrentar los retos inherentes a esta etapa de su vida. También pudieron ampliar sus redes sociales de apoyo lo cual es muy importante en cualquier etapa de vida del ser humano y sobre todo pudieron encontrar y dar un sentido a sus vidas por medio de los valores y la autotrascendencia.

El taller representó para las docentes una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel profesional como personal, ya que tuvimos la oportunidad de observar la motivación de nuestros alumnos por aprender y compartir sus aprendizajes y experiencias de vida. El salón de clases se transformó en una verdadera comunidad de aprendizaje.

Es importante continuar generando opciones educativas dirigidas a los adultos mayores que tomen en cuenta las necesidades, ya que esta población está en aumento constante y merecen oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida que contribuyan con su desarrollo personal y profesional.

Referencias

Fuerte, K. (2018). Glosario de Innovación Educativa. Recuperado de https://observatorio.tec.mx/edu-news/glosario-de-innovacion-educativa

García-Bullé, S. (2019). ¿Qué es lifelong learning y en qué consiste? Recuperado de https://observatorio.tec.mx/edu-news/aprendizaje-a-lo-largo-de-la-vida-lifelong-learning

Instituto Nacional de Geografía y Estadística, (2015). Estudio Nacional Longitudinal sobre Salud y Envejecimiento en México. Recuperado de http://mhasweb.org/Resources/DOCUMENTS/2015/Documento_Metodologico_2015.pdf

Serrani, D. (2013). Procesos de aprendizaje de adultos mayores residentes en un geriátrico. Recuperado de https://rephip.unr.edu.ar/bitstream/handle/2133/11025/Tesis%20doctoral%20-%20Serrani.pdf?sequence=3&isAllowed=y

UNESCO Institute for Lifelong Learning. 4 GLOBAL REPORT ON ADULT LEARNING AND EDUCATION. Recuperado de http://uil.unesco.org/system/files/grale_4_final.pdf

Naciones Unidas. (2019). Envejecimiento. Recuperado de https://www.un.org/es/sections/issues-depth/ageing/index.html

Naciones Unidas. (2019). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/

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