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Opinión: La importancia del conocimiento histórico para evitar tragedias humanas

Por: Sofía García-Bullé

29 de diciembre de 1845, Estados Unidos anexa a su territorio a la República de Texas. Este evento causa un conflicto de magnitud internacional con México, que ni siquiera había reconocido la independencia de Texas, considerándolo aún un estado mexicano renegado.

Esta cadena de sucesos provocó la erupción de la guerra entre México y Estados Unidos de 1846 a 1848; año en que, tras la derrota militar, México se vio obligado a ceder todo el territorio al norte del río Bravo. Estas tierras comprendían lo que hoy son los estados de Arizona, California (A través de la venta de La Mesilla), Nevada, Utah, Nuevo México, algunas partes de Colorado, Wyoming, Kansas, Oklahoma y, por supuesto, Texas.

Estos sucesos pertenecen a un pasado lejano, valioso tal vez para los historiadores y maestros de historia, o quizás relevante en otros niveles más conectados con nuestra realidad actual. Patrick Crusius salió de su casa el sábado 3 de agosto con la intención de matar a todos los mexicanos que le fuera posible antes de que las autoridades lo detuvieran. El saldo del ataque ascendió a 22 muertos y 24 heridos.

Su crimen, perseguido por los fiscales de estado como un acto de terrorismo doméstico, fue motivado por una creencia equivocada de que los inmigrantes hispanos invadían territorio estadounidense y que su deber como ciudadano era defender a su país de este ataque. Tal vez si su manifiesto publicado se hubiera basado más en conocimiento histórico y menos en la misma línea de pensamiento que motiva los tweets de su presidente, Crusius habría entendido que la presencia histórica de los mexicanos en Texas tenía que ver exactamente con lo opuesto de una invasión mexicana.

La lucha por una perspectiva histórica completa

De acuerdo con el Washington Post, las clases de historia son obligatorias en los niveles básicos de las escuelas tejanas. Desde cuarto de primaria hasta primero de secundaria los estudiantes aprenden la historia de su estado, desde su independencia con respecto a México, pasando por su anexión a Estados Unidos, hasta la cesión mexicana al terminar la Guerra de Intervención Estadounidense.

Si esto es algo que se asume que todos los niños tejanos saben, ¿qué se pierde en el camino a convertirse en adultos? ¿Las instancias educativas que comunican estos hechos históricos incluyen también un entrenamiento para ejercer el pensamiento crítico y comprender el complicado camino que hizo a Texas el estado bicultural que es hoy? ¿O hace falta la continuación de una intención histórico-educativa en niveles superiores como preparatoria o universidad?

Si este es el caso, el mensaje que han enviado varias universidades del sur de Estados Unidos ha sido desalentador. El estado de Arizona, ordenó a Tucson prohibir las clases de estudios mexicoamericanos en el 2012, decreto que fue anulado apenas en el 2017 en la Corte del Distrito, por considerar que favorecía una agenda educacional y política racista.

El caso de Texas es complicado. A pesar de contar con educación histórica en los niveles básicos, la de niveles superiores, que es donde se forma el pensamiento crítico para entender cómo la historia entra en juego para formar la sociedad en la que se vive, no contaba con un estatus oficial ni estándares generales para la materia de estudios mexicoamericanos.

Esto dejaba a los profesores que impartían estos programas electivos en una situación de abandono académico, en la que tenían que buscar contenidos por su cuenta, careciendo de una guía para programar contenidos y actividades para la clase.

Tan solo el año pasado, después de un arduo debate, la Junta Estatal de Educación en Texas votó para crear un currículum estandarizado para la clase de estudios mexicoamericanos, pero por orden de la Junta la asignatura debía cambiar su nombre de “Estudios México-Americanos” a “Estudios Étnicos: Una visión general de los americanos de ascendencia mexicana”.

La propuesta y posteriormente mandato del cambio de título pudiera parecer inocua, pero es en realidad un vehículo de sesgo educacional. Cuando hablamos de estudios mexicoamericanos está implícita la intención de comunicar el delicado balance y simbiosis de los momentos históricos que comparten México y Estados Unidos, además de cómo estos se reflejan en la actualidad que viven ambos países.

Si en cambio hablamos de una “visión general de los americanos de ascendencia mexicana”, colocamos el elemento mexicano como una cosa del pasado, lo borramos del presente, lo convertimos en un accesorio de la americanidad, que sería en este caso la perspectiva central. El aspecto mexicano en la dimensión bicultural de Texas se convierte en un miembro vestigial de la identidad texana, no el elemento presente y vivo que es.

Maestros y activistas de la comunidad latina y mexicoamericana en Texas pelearon la decisión, y en septiembre de 2018 lograron la instauración de una nomenclatura más certera para los objetivos educacionales de la materia que quedó como «Estudios étnicos: estudios mexicoamericanos”.

Esto representó solo un paso más de una intención constante de proveer a los tejanos de un acercamiento real sobre su herencia histórica e identidad bicultural, que no puede describirse como menos que una necesidad patente. Silenciar a la mitad de una cultura a través del control de cómo educamos su historia tiene consecuencias, más trágicas y reales de lo que anticipamos.

El peso de silenciar la biculturalidad en la educación histórica tejana

Sin una perspectiva sensible acerca de la dimensión bicultural de Texas es difícil procesar una realidad presente como la que tememos. Estamos viviendo la crisis mundial de migración más grande de la historia moderna. Tan sólo en El Paso, el número de familias migrantes que cruzaron el territorio aumento 2100 % el año fiscal pasado. La mayoría de estas familias vienen de Centroamérica, de las cuales 15,000 fueron arrestadas en este periodo.

Esto, aunado al discurso y políticas infamatorias del presidente Donald Trump y su equipo de comunicación, ha generado una narrativa en la que se claman víctimas de una invasión extranjera y dirigen relaciones internacionales hostiles con México para forzarlo a parar la ola de migración hacia Estados Unidos.

Texas no es ajeno a esta situación, es de hecho uno de los estados en los que más ha aumentado el cruce de migrantes en los últimos años. Pero tomar en cuenta solo este presente para juzgar toda la realidad social e identidad cultural tejana, ignorando que lo que hizo a Texas lo que es hoy fue la migración de norteamericanos hacia territorio mexicano, y además encuadrar las tendencias migratorias actuales como una invasión, que es básicamente un acto de guerra, no denota solamente falta de memoria histórica, sino de humanidad, cosas que idealmente se aprenden en una clase de historia.

El silencio educativo con respecto a la historia completa de un estado o país borra partes importantes de la identidad del mismo y habilita a personas como Crusius a racionalizar una crisis migratoria como una invasión.

Bajo este contexto, el conocimiento histórico no es solo una cuestión optativa, es un derecho inalienable del alumno y una obligación apremiante de las instituciones educativas norteamericanas; uno que debe aplicarse rápido, preferentemente antes de que el mandatario estadounidense escriba otro tuit sobre lo que piensa de la migración y de los mexicanos.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/el-paso-texas

Imagen: https://www.abc.es/historia/abci-como-mexico-perdio-texas-porque-ejercito-estaba-echando-siesta-deshonra-dificil-olvidar-201703230353_noticia.html

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España: El despliegue del 5G se realiza sin garantías ambientales ni sanitarias

Europa/España/10-11-2019/Autor(a) y Fuente: www.tercerainformacion.es

Por: Tercera Información

  • Ecologistas en Acción pide al Ministerio de Economía y Empresa la revisión de oficio del Plan Nacional 5G y de todos los actos que se han aprobado en desarrollo del mismo.
  • El plan no tiene la preceptiva evaluación ambiental estratégica ni una evaluación de impacto en la salud.
  • Al mismo tiempo, no existe la Comisión Interministerial de Radiofrecuencias y Salud, que debería velar por las condiciones de despliegue de las redes inalámbricas.

El despliegue de la tecnología 5G se está realizando en España de forma muy irregular y sin las garantías suficientes. Alertado sobre ello, el Defensor del Pueblo, en su resolución de 21-8-2019, concluye que el Plan Nacional 5G no se sometió a evaluación ambiental estratégica y que dicha decisión se adoptó unilateralmente por el órgano promotor del plan, el Ministerio de Economía y Empresa, sin consultar con el órgano ambiental, el Ministerio para la Transición Ecológica, sobre la procedencia de efectuar dicha evaluación. Por tanto, el plan incumple los requisitos exigidos por la Ley 21/2013 de evaluación ambiental estratégica e incluso podrían suscitarse dudas en relación con la falta de aprobación formal.

Del mismo modo, tampoco se ha realizado la evaluación del impacto en salud que prevé el artículo 35 de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública.

Ecologistas en Acción ha presentado ante la Secretaría de Estado para el Avance Digital del Ministerio de Economía y Empresa un recurso extraordinario de revisión contra el Plan Nacional 5G y todos los actos que se han aprobado en desarrollo del mismo. A su vez, ha solicitado a la ministra Nadia Calviño la revisión de oficio del Plan Nacional 5G y de todos los actos que se han aprobado en su desarrollo.

Ecologistas en Acción también ha enviado una carta tanto a la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social como a la ministra de Transición Ecológica. En ella se les solicita que, teniendo en cuenta las consideraciones de la resolución del Defensor del Pueblo, en la que considera que “el análisis de estos aspectos y del potencial riesgo para la salud del empleo de la tecnología 5G a través de la banda de 26 GHz excede las funciones de esta institución y requiere la intervención de órganos y administraciones públicas distintas de la Secretaría de Estado, entre ellas las sanitarias”, se elabore conjuntamente con el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social el proyecto de reglamento por el que debe regularse la Comisión Interministerial sobre Radiofrecuencias y Salud, y que se apruebe por el Consejo de Ministros.

Ecologistas en Acción intentará por los medios legales y judiciales a su alcance que se cumpla la normativa que tiene como fin la protección del medio ambiente y de la salud pública ante este despliegue de la tecnología 5G que se ha dejado irresponsablemente al libre albedrío de las empresas de telecomunicaciones, dando por sentada su inocuidad, algo que cada vez está más en cuestión.
Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/tecnologia/2019/10/28/el-despliegue-del-5g-se-realiza-sin-garantias-ambientales-ni-sanitarias
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Tierra y Mujer, los oprimidos del posmarxismo populista

Por: Fernando Serra

Aunque en vía de extinción, hay todavía marxistas clásicos, es decir, ortodoxos de Marx. Sin embargo, la mayoría de la izquierda radical es ahora posmarxista aunque muchos de sus seguidores ni siquiera lo saben. Esta ideología es heredera del 68 francés que viajó a los Estados Unidos de la mano de Michel Foucault, Jacques Lacan o Simone de Beauvoir, entre otros, y que, tras ser “repensada” por la izquierda norteamericana que protagonizó en los 90 el movimiento antiglobalización, regresó a Europa con el mismo objetivo final, la destrucción del capitalismo y de la democracia liberal, pero con otros protagonistas encargados de realizar tan gigantesca tarea.

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Esta revisión del marxismo clásico  mantiene, sin embargo, el mismo enfoque filosófico sobre la historia. Marx y Engels  lo describieron con claridad en el Manifiesto Comunista: “La historia de toda sociedad se resume en el desarrollo de los antagonismos de las clases (…) pero cualquiera que haya sido la forma revestida por esos antagonismos, la explotación de una parte de la sociedad por la otra es un hecho común a todos los siglos anteriores”.

Cuando en 1848 se publica este mítico panfleto, Europa vive la ola revolucionaria más radical del siglo y sus autores señalan al sujeto transformador. Se trata de una clase con intereses universales porque “de todas las clases que actualmente se encuentran enfrentadas con la burguesía, sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria”. También el Manifiesto Comunista anuncia la teoría de la explotación cuando asegura que el obrero, “lejos de elevarse con el progreso de la industria, desciende siempre más; por debajo mismo de las condiciones de vida de su propia clase. El trabajador cae en la miseria, y el pauperismo crece más rápidamente todavía que la población y la riqueza”.

Marx falla en la teoría de la explotación

Es simplemente un esbozo y además plagiado de Ricardo, quien en 1817 formula la ley de hierro de los salarios diciendo que lo percibido por el trabajador manual tiende “de forma natural” hacia el nivel mínimo de subsistencia. Tras la revoluciones europeas de 1848, Marx se centra en completar la teoría de la explotación. Casi veinte años después, en 1867, el filósofo alemán publica el primer tomo de El Capital y parece que ya tiene las respuestas pero duda en publicarlas. Los trabajadores ingleses industriales, lejos de recibir un salario que solamente les permite subsistir, ya han comenzado a mejorar en nivel de renta.

En su rigurosa biografía, el historiador británico Gareth Stedman Jones asegura que en ese momento Marx ya tenía básicamente escritos los otros dos tomos pero retrasó su publicación y murió sin hacerlo. Stedman Jones afirma que en realidad Marx había dejado de creer en su propia teoría. Fue Engels el encargado de concluir la redacción definitiva de esa magna obra, mostrándose incapaz de resolver las dudas que frenaron a su amigo y mentor. Resultaba ya evidente que el desarrollo económico durante la segunda mitad del XIX hacia imposible mantener al mismo tiempo la ley de hierro de los salarios y la tendencia decreciente de la tasa de ganancia del capital.

Este último postulado lo formula Marx en la sección 3 del tercer tomo de El Capital y viene a decir que cuanto más capital se acumule, su rendimiento va reduciéndose, lo que supone que llegará a desaparecer todo incentivo para invertir y lógicamente vendría el colapso final. “Es una necesidad lógica de la naturaleza del modo capitalista de producción que, conforme vaya desarrollándose, la tasa de plusvalía media del conjunto de la economía se traduce en una tasa de ganancia decreciente”, asegura Marx en este capítulo de El Capital publicado póstumamente, en 1894, pero concebido medio siglo antes.

Marx puede ser acusado de muchas imposturas, en su vida personal sobre todo, pero no de falta de rigor intelectual a la hora de cimentar sus afirmaciones teóricas. Su negativa a publicar unas conclusiones insuficientemente confirmadas le honra. De hecho, Engels pide ayuda a los marxistas más prestigiosos de entonces para solventar las lagunas que ya a finales del XIX resultaban evidentes. Tal vez fue Eugen von Böhm-Bawerk, economista de la Escuela Austriaca, el que con más rigor desmontó  la teoría de la explotación marxista, primero demostrando la falacia de la igualdad de valor intrínseco y luego de la plusvalía.

Lo curioso es que haya sido un economista socialista, Thomas Piketty, el último es demoler las predicciones de Marx aportando una valiosa serie de datos estadísticos recogidos durante los últimos 250 años. En su libro “El capital en el siglo XXI”, Piketty demuestra que la tasa de retorno del capital no ha bajado sino que ha permanecido constante con ligeras fluctuaciones. Doctrinalmente sostiene que ello refuta la tesis del trágico e irremediable final del modo capitalista de producción diseñado por Marx porque de cumplirse esta ley, hubiera llevado al conflicto violento entre capitalistas o a que los trabajadores se rebelasen sumidos en la miseria en caso de que los salarios se hubieran mantenido en el mínimo de subsistencia.

Lo que se pretende demostrar con este relato es que desde el mismo momento en que se completa la obra cumbre del marxismo con la publicación en 1889 y 1894 de los tomos dos y tres de El Capital, el sujeto colectivo de la revolución ya ha sido teóricamente descartado. Ello no ha impedido, sin embargo, que numerosas revoluciones hayan triunfado en su nombre pero impulsadas en realidad por cúpulas usurpadoras que, como tales, solamente se han podido mantener en el poder mediante la violencia.

El posmarxismo pretende zurcir a Marx

Para arreglar el desaguisado de una teoría que contradice la realidad, muchos políticos, activistas y pensadores marxistas buscaron desesperadamente en los años 80 y 90 del siglo pasado, sobre todo tras la caída del Muro de Berlín, nuevos y finales eslabones de la cadena de explotación que sirvan para recomponer el ruinoso edificio teórico diseñado por Marx. El riesgo era evidente, los partidos comunistas se estaban quedando sin fieles y los  intelectuales marxista sin explotados que liberar. Si ya no se podía encontrar a una única clase social con pleno contenido sociológico y económico, que sean al menos varios colectivos, multiclasistas si es el caso, o incluso un ente no humano, los que se puedan colocar en los más bajos escalones del depredador sistema.

Se trata de “deconstruir”, si no el conjunto del marxismo, sí al menos lo esencial. Se llega así al posmarxismo que partiendo del estructuralismo francés de los sesenta pasa al  posestructuralismo para terminar en el populismo de inspiración marxista, en donde el cuerpo teórico del marxismo, equivocado en las conclusiones esenciales, se transforma, se deconstruye, en una  mera ideología cultural que poco o nada tiene que ver con la realidad. Durante este proceso no se abandona la pedante jerga de los estructuralistas del mayo francés, así que nada mejor que acudir a Jacques Derrida cuando explica qué queda del marxismo original. “Lo que permanece irreductible a toda reconstrucción –dice-, lo que permanece indeconstruible como posibilidad misma de la deconstrucción es quizá una cierta promesa de emancipación; quizá es la formalidad de un mesianismo estructural, un mesianismo sin religión…”

Después de salvar de la ruina una parte de la teoría de la historia, falta ahora encontrar un sujeto, o incluso un objeto, que deba ser emancipado. Como ya no existe un protagonista claramente dibujado en lo social y económico como fue el obrero inglés de la revolución industrial, se le busca en cualquier espacio ideológico, cultural o incluso lingüístico. No importa en realidad que este colectivo supuestamente oprimido sea o no real, basta que alimente “una cierta promesa de emancipación”, como dice Derrida.

Así pues, se trata de conseguir que los conflictos que lógicamente se producen en toda sociedad sean prueba suficiente de que existe “explotación de una parte de la sociedad por la otra” y si además se encuentran a los sujetos colectivos que puedan jugar el papel de explotados, será posible entonces construir un nuevo proyecto revolucionario.

El posmarxismo surgido a finales del siglo pasado se pone manos a la obra y el populismo marxista posterior viene a colaborar en esta tarea. Se buscan antagonismos sociales donde encontrar signos de explotación en cualquier parcela –minorías raciales y marginales, homosexualidad, identidades nacionales, inmigración, vivienda, educación, sanidad, muerte digna, animalismo y por supuesto en cualquier conflicto que va surgiendo- y se encuentran dos campos en que esta táctica ha cosechando indudables éxitos. Es el ecologismo y el feminismo que, deconstruidos como ecologismo radical e ideología de género, han sido asumidos por casi todos los estamentos sociales y, lo que es más sorprendente, por todos los partidos, al menos hasta ahora, sin importar en qué franja del abanico ideológico se sitúen.

Ecologismo ecocéntrico

El ecologismo es tema de preocupación desde hace mucho tiempo pero no se constituye como un movimiento político hasta bien entrado el siglo pasado y lo hace desde muy diferentes posiciones. Sin embargo, todos ellas se pueden agrupar en dos principales. Una es la antropocéntrica, en el que el hombre es el centro y sólo él sujeto de derecho, con lo que surge un ecologismo democrático y no dogmático. El otro enfoque es ecocéntrico, bajo el cual la naturaleza es el valor esencial a proteger, animales, plantas y la Tierra en su conjunto, llegando  algunas corrientes a considerar como un ser semivivo nuestro planeta (Gaia).

Dentro de la visión ecocéntrica hay que incluir la política ecológica desarrollada en la  Alemania del Tercer Reich que desarrolló la legislación más avanzada en protección de la naturaleza, como analiza Luc Ferry en su libro El Nuevo Orden EcológicoEl ecologista profundo del nazismo Walther Schoenichen es un adelantado del actual movimiento animalista cuando escribe que “durante siglos nos han ido hinchando la cabeza con la idea de que el progreso era defender el derecho de las tierras cultivadas, pero hoy en día hay que reivindicar los derechos de la naturaleza salvaje”.

Otro ecologista ecocéntrico fue también Barry Commoner, candidato a las elecciones presidencia de los Estados Unidos de 1980 con el Partido de la Ciudadanía y fundador del movimiento ecologista de inspiración marxista. Este biólogo reconoce con toda claridad el error de Marx a la hora de demostrar la teoría de la explotación y de señalar al obrero industrial como el sujeto emancipador. “Marx creía –asegura Commoner- que conforme progresaba la acumulación de capital, el volumen de sus elementos físicos -que está relacionado con lo que él llamó la “composición orgánica del capital”- se incrementaría (…) y la tasa de beneficio descendería”. Para contrarrestar esta tendencia, los capitalistas tendrían que incrementar sus invasiones en la cuota de producción que corresponde a los trabajadores. La clase trabajadora se empobrecería progresivamente, y el creciente conflicto entre capitalistas y trabajadores pondría las bases para un cambio revolucionario”.

Commoner intenta sin embargo salvar el marxismo asegurando que “una explicación de por qué las predicciones de Marx no se han materializado surge de una mejor comprensión de los procesos económicos desde el reciente interés por el medio ambiente”, procesos que trasladan “el conflicto entre el empresario y el asalariado” a “la degradación del medio ambiente que ocasiona, la cual, al estar alcanzando hoy sus límites, puede hacer aflorar el conflicto con toda su fuerza (…) En este sentido, la aparición de un colapso en el ecosistema puede considerarse, también, como la señal de una crisis emergente en el sistema económico”.

Viene a decir en suma el ecologista norteamericano que si el asalariado no ha llegado a la miseria más absoluta es porque el deterioro se ha trasladado al medio ambiente, a la Tierra, con lo que al final el colapso del sistema capitalista se producirá. Marx, en consecuencia, no se equivocó en lo esencial, solo en un matiz, no se dio cuenta de que existe un escalón de la explotación más bajo, la naturaleza.

Commoner veía en el agotamiento de los recursos naturales y en el constante deterioro ambiental según avanza el capitalismo las pruebas irrefutables del colapso. La primera prueba está ya de sobra impugnada por la inequívoca y empírica tendencia decreciente de los precios de estos recursos y la segunda va camino de ser igualmente desmentida porque resulta cada vez más evidente que a mayor desarrollo más reducidas son las emisiones contaminantes si, claro está, no se hacen trampas estadísticas. Es decir, si se compara volumen de emisiones por unidad de PIB.

La última pretensión  demostrativa del deterioro medioambiental de raíz antropogénica, es decir, causado por el hombre, es el cambio climático que en su versión más catastrofista destruiría la Tierra. Aún admitiendo que el cambio climático tiene este origen, algo que no está ni mucho menos demostrado, es posible que la solución no sea acuerdos globales para aplicar políticas restrictivas que suponen costes de oportunidad inasumibles.

Un sistema de esclavitud sin precedentes

Aunque de aparición mucho más reciente, es indudable que el feminismo radical devenido en ideología de género ha avanzado mucho más a la hora de definir un nuevo modelo social estratificado en dos grupos antagónicos. Se trata del sistema social denominado patriarcado o mejor dicho heteropatriarcado.

“El patriarcado puede definirse -asegura Marta Fontenla, fundadora de la Asociación de Trabajo y Estudio de la Mujer- como un sistema de relaciones sociales sexo–políticas basadas en diferentes instituciones públicas y privadas y en la solidaridad interclases e intragénero instaurado por los varones, quienes como grupo social y en forma individual y colectiva, oprimen a las mujeres también en forma individual y colectiva y se apropian de su fuerza productiva y reproductiva, de sus cuerpos y sus productos, ya sea con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia”.

En esta definición quedan plenamente identificados y antagónicamente separados el grupo social oprimido, las mujeres, del formado por los hombres, los opresores, así como los mecanismos de explotación: opresión individual y colectiva ejercida mediante la apropiación de su fuerza productiva (del fruto de su trabajo, se supone) y reproductiva (de los hijos de ambos, se supone), de su cuerpo y productos (propiedades, se supone), y además por medios pacíficos o violentos.

Con esta pavorosa descripción, resulta evidente que el obrero industrial inglés de mediados del XIX, apenas incapaz de subsistir con su salario, era un privilegiado en comparación con la mujer casada con hijos del siglo XXI. El empresario de entonces despojaba al trabajador del fruto de su trabajo pero después de cumplir con su larga jornada se liberaba del yugo y se convertía en un ciudadano con los mismos derechos que cualquier otro. Habría que remontarse a la esclavitud más primitiva y salvaje para encontrar un sistema de poder y  sumisión como el que describen las feministas de género. El panorama del sujeto dominado es tan desolador, que supera por mucho a la naturaleza maltratada que describen los ecologistas más catastrofistas.

Sorprende además que Marx tardara más de 50 años en explicar, aunque de forma fallida, los mecanismos de explotación del sistema capitalista y en describir con cierta coherencia la aparición de este modo de producción, cómo se hizo luego dominante y hasta su irremediable final, aunque errando también aquí. Sin embargo, las feministas de género dan por hecho la existencia de un sistema de opresión mucho más extremo y apenas explican cómo ha surgido y logrado permanecer inalterable hasta hoy. La estadounidense Kate Millet, adalid del feminismo de los años setenta, casi nada se aleja en su libro Política sexual (publicado en España en 1995) de la definición que hace Marta Fontenla sobre el patriarcado (seguramente ésta se inspira en la norteamericana) y nada dice de cómo un sistema tan brutalmente esclavizador perdura en los países más avanzados hasta la actualidad.

Solamente asegura que el patriarcado, como “política sexual”, es un “conjunto de estratagemas destinadas a mantener un sistema” y que, regido por dos principios -el dominio del macho sobre la hembra y del macho adulto sobre el joven-, se ha adaptado a diferentes sistemas económico-políticos (feudalismo, democracia occidental, socialismo real…) recurriendo a la fuerza mediante violaciones, prohibición del aborto, prostitución, reclusión o velo, explica Alicia Puleo, directora de la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de Valladolid, al comentar la obra de Millet.

Si las propagandistas de la ideología de género son capaces de mantener -y convencer a muchos- que existe un sistema de explotación tan brutal “instaurado por los varones”, no resulta entonces extraño que se justifique, incluso por el Tribunal Constitucional, aprobar leyes penales de protección de la mujer contra la violencia aplicando el derecho penal del autor, aquel que vincula la pena con el colectivo al que pertenece el acusado, los hombres, como hizo el régimen nazi para con los judíos. Hay afortunadamente excepciones. Un hombre acusado no debería “ser sancionado con arreglo al plus de culpa derivado de la situación discriminatoria creada por las generaciones de varones que le precedieron, como si portara consigo un «pecado original» del que no pudiera desprenderse”, afirma un magistrado del Constitucional en un voto particular contrario a la aplicación de este criterio. Ante tal vulneración del Estado de derecho, poca importancia tiene ya que se oculten o manipules las estadísticas sobre los casos de violencia familiar o de denuncias por malos tratos. El objetivo es aplicar otra discriminación identitaria frente al principio individualista e igualitario que debería tener el Derecho.

El populismo, una imagen cordial del posmarxismo

Habiendo dejado de ser el feminismo un movimiento racional y democrático por la igualdad de derechos para convertirse una mera ideología, todo es posible. Una ideología en el sentido más althusseriano, es decir, como la representación de una imaginaria realidad. Así, el mundo simbólico, el predominio de los sentimientos y la propaganda, el marketing,  cobran especial importancia en la actividad política del posmarxismo populista y es posible que ello haya contribuido al sorprendente éxito que parece haber cosechado.

El populismo de Ernesto Laclau se separa tácticamente del radicalismo marxista y aparenta no querer romper definitivamente con las instituciones y reglas de la democracia representativa, las usa manteniendo una posición ambigua frente a ellas. Es la construcción de lo que Laclau llama “equivalencia democrática”. A pesar de esta aparente imagen de moderación, se diseña un nuevo proyecto revolucionario, no violento hasta que al menos se llegue a una situación de hegemonía favorable, lento, silencioso y sutil, incluso cordial pero radicalmente anticapitalista y antidemocrático, encaminado a instaurar un nuevo totalitarismo en donde la política invadiría todos los ámbitos y rincones, hasta los más privados e íntimos.

En Hegemonía y estrategia socialista este teórico argentino aboga por no reducir la actividad revolucionaria a las contradicciones “objetivas” del capitalismo como hacia el marxismo tradicional y defiende unificar políticamente infinidad de demandas que sirvan de bandera a otros tantos colectivos. Utilizando un lenguaje tan pedante e insufrible como el de los posestructuralistas franceses, Laclau asegura que “este cambio tiene lugar mediante la articulación variable de la equivalencia y la diferencia, y el momento equivalencial presupone la constitución de un sujeto político global que reúne una pluralidad de demandas sociales.”

La Naturaleza, la Tierra, y las mujeres, el género Mujer, constituyen en suma dos fundamentales patas de este nuevo sujeto político global. No deja de sorprender sin embargo que el esfuerzo y andamiaje teórico para poner en pie a estos dos nuevos sujetos de una promesa de emancipación sean tan endebles si los comparamos con el consistente, aunque erróneo y ya fracasado, edificio levantado por Marx. Tal vez sea esta la razón por la que, tanto en Latinoamérica con en España, empieza a hacer agua por todas partes.

Fuente: https://disidentia.com/tierra-y-mujer-los-oprimidos-del-posmarxismo-populista/

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Reformas educativas en tiempos neoliberales

Redacción:  Gilberto Guevara Niebla

Las reformas educativas nacionales que surgieron con la globalización y con la difusión del neoliberalismo no siguieron un único patrón. Los países anglosajones (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia) promovieron activamente un conjunto de ideas inspiradas en la economía de mercado que se convirtieron en la “nueva ortodoxia” en materia de cambios educativos.

Pasi Sahlberg (29013) identifica a esta tendencia como el Movimiento Global de la Reforma Educativa (GERM por sus siglas en inglés) y le atribuye estos rasgos:

1) La competencia como valor director de las conductas: se trata de hacer competir estudiantes con estudiantes, maestros con maestros, escuelas con escuelas, localidades contra localidades.

2)  Segundo rasgo: la estandarización, es decir, una reforma educativa que apunta a alcanzar resultados definidos en términos de estándares; los resultados son el premio que todos persiguen en la competencia generalizada. Este movimiento incluye, desde luego, la creación de mecanismos de control (externo) de resultados.

3) La tercera característica del GERM es concentrar la atención en las materias clave del currículum. Esas materias son Lenguaje, Aritmética y Ciencias Naturales (las mismas que evalúa PISA) que se presentan como los principales objetivos o índices a alcanzar. Lo que en un momento se llamó Back to Basic y que frecuentemente conduce a reducir tiempo de trabajo en otras materias que no se consideran claves, como Ciencias Sociales, Deporte, Arte y Música.

4) El cuarto rasgo de este Movimiento es que las escuelas y los maestros trabajen con un currículum común preestablecido, lo que significa que no existe margen para la iniciativa de las escuelas, distritos, municipios o estados para elaborar su propio currículum. Esto quiere decir que se minimiza la experimentación, el uso de enfoques alternativos y se reducen los riesgos.

5) La quinta tendencia observable a nivel mundial es la transferencia de ideas y modelos del mundo empresarial hacia la escuela como lógica principal del cambio. Este traslado se registra en términos como estándares, calidad, competencias, capital humano, etc. El caso de los vouchers o bonos representa un esfuerzo para aplicar en el mundo de la educación los principios de la competencia mercantil.

6) La política de rendición de cuentas de alto impacto es corolario del punto anterior. Mediciones, evaluaciones, etc. Con eso se busca elevar el rendimiento estudiantil y se liga estrechamente a procesos de evaluación, acreditación, promoción, inspección y, en última instancia, al premio o castigo de los educadores y las escuelas. El pago de salario al docente mediante la medición de los resultados de los alumnos es un método popular para obligar a aquellos a ser más responsables.

Frente a este Movimiento puede hablarse de la existencia de un “Movimiento Humanista” de reformas educativas encabezado por Finlandia y del cual participan en diverso grado, la provincia de Alberta (Canadá), Gales, Singapur y Hongkong. En todos esos lugares se busca promover la personalización de la enseñanza y el aprendizaje, se utilizan planes de estudio basados en las escuelas, se alientan soluciones locales, se fomenta la participación activa del alumno en su aprendizaje, se busca el desarrollo integral del individuo, la personalidad, el carácter moral, la educación física, la creatividad, el conocimiento y las aptitudes, al mismo tiempo que trata de basarse en la experiencia capitalizada por los maestros.

Fuente: https://profelandia.com/reformas-educativas-en-tiempos-neoliberales/

 

 

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La estrategia para las escuelas normales: un réquiem y… ¿su entierro?

Por: Abelardo Carro Navas

Y en efecto, la Estrategia para el Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales anunciada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en marzo de 2019, nació muerta y, después de su sepelio, hoy… ¿es su entierro? Veamos.

Como seguramente usted recordará, el pasado 7 de octubre, publiqué en este y otros espacios, un artículo que titulé “Crónica de una muerte anunciada: la estrategia para las normales”. En éste afirmé que, dados los hechos que se dieron en diferentes espacios y tiempos –particularmente, durante la aprobación de las Leyes Secundarias en el Legislativo y durante las tres etapas del Congreso Nacional para el Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales –, la estrategia para el fortalecimiento de las normales públicas del país: había nacido muerta y, justamente en ese momento consideré, era su sepelio.

Insisto, los hechos sí lo evidenciaron; sin embargo, días después, puede corroborarlo cuando, derivado de la Convocatoria que emitió la SEP, la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE) y el Consejo Nacional de Autoridades de Educación Normal (CONAEN), los delegados nacionales del mencionado Congreso, se dieron cita en el Estado de Puebla para el desarrollo de los trabajos de la 4ª. etapa denominada “Estrategia Nacional de Mejora de la Educación Normal”. Evento del que más adelante daré detalles pero que, de entrada, considero, fue utilizado por los convocantes, para intentar “legitimar” un documento que, si bien es cierto contenía varias de las propuestas que los Delegados Nacionales, en las diferentes etapas, fueron construyendo, también es cierto que, en las 5 líneas estratégicas en las que se dividió toda la Estrategia como tal, se observaron aspectos “tramposos” que no correspondían con lo que en su momento, esos Delegados, habían considerado viable para lograr ese tan anhelado fortalecimiento y transformación del normalismo mexicano.

Llegado a este punto usted seguramente se preguntará, ¿nació o no muerta la Estrategia para las escuelas normales? Si analizamos lo que en ese artículo (y otros que publiqué sobre los trabajos del Congreso al que me refiero); si analizamos lo que el mismo Subsecretario de Educación Superior Luciano Concheiro (https://www.facebook.com/abelardo.carro.1/videos/753886405053390/) expresó en el cierre de la 4ª. etapa del Congreso de Escuelas Normales en Puebla; si analizamos todos los eventos que se fueron dando, tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores, sobre la discusión y aprobación del artículo 3º, 31º y 73º Constitucionales y las Leyes Secundarias que de ellos emanaron; si analizamos lo que en materia presupuestal fue presentado por el ejecutivo al legislativo, y que también, fue discutido y aprobado por el bloque mayoritario en ambas Cámaras;  podrá darse cuenta que, en efecto, nació muerta; esto, porque si el gobierno, los diputados y senadores, las propias autoridades educativas federales (e imagino que algunas locales) ya tenían conocimiento sobre la política que el Presidente de la República implementaría para “favorecer” los 4 ejes que éste considera prioritarios en su gobierno: educación, salud, seguridad y bienestar social; y que derivado de dicha política vendrían serios recortes presupuestales como los que ya hemos visto, ¿por qué se convocó a maestros, maestras y alumnos normalistas a un Congreso para el Fortalecimiento y Transformación del normalismo mexicano?; peor aún, ¿por qué se dijo, en un primer momento, que lo que los Delegados trabajarían tendría impacto en las Leyes Secundarias que estaban por discutirse y aprobarse?; más grave aún, ¿por qué, una vez que están por concluirse los 180 días que la misma ley mandata para presentar una estrategia para el fortalecimiento y transformación de las escuelas normales, se presentó un documento que recoge, medianamente, el sentir de los Delegados Nacionales asistentes a este Congreso? Y remato, ¿por qué en este último documento, se presenta una distribución de los recursos que, en su total, ascienden un poco más a seiscientos millones de pesos, pero sin que se conozca cuál fue el criterio para su distribución y, mucho menos, a qué rubros, de manera específica, se dirigen los dineros ahí plasmados?

Preguntas que, con seguridad, requieren de una amplia explicación porque, si bien es cierto que en medio de todo este asunto ronda una total desconfianza e incertidumbre, también es cierto que, los Delegados Nacionales, me consta, pusieron todo su empeño en las tareas que les fueron encomendadas para que se contara con un proyecto de gran envergadura, tal y como lo requiere el normalismo de México. Esto, me lleva a plantear lo que se vivió en la 4ª. etapa efectuada en Puebla.

Después de un mar de confusiones, entre la sede en la que se desarrollarían los trabajos y la agenda de actividades que se abordaría en la 4ª. etapa del Congreso Nacional para las Escuelas Normales; un par de días antes, por fin se notificó a los Delegados el lugar en el que se concentrarían (el 24 y 25 de octubre). El Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE) de Puebla, recibió a poco más de 200 delegados y, según la agenda de trabajo, entre las actividades que más llamaron la atención estuvieron: 1) la presencia del Diputado Ignacio Benjamín Campos Equihua, Secretario de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados (para una revisión a la asignación presupuestal del 2020); 2) el “consenso” sobre la Estrategia Nacional de Mejora de la Educación Normal; 3) y la reproducción de una película: “La Promesa”, de Oscar Blancarte.

Sobre el primer punto puedo decir, que este Diputado constató el malestar y toda la serie de problemas que, por décadas, ha enfrentado el normalismo en todo el país, y de las cuales, ha salido avante, con o sin presupuesto. Lo desafortunado de su presencia, fueron los escasos compromisos que éste llevaba en el bolsillo: una interlocución directa con la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, y la construcción de una ruta crítica para el fortalecimiento del presupuesto para las normales hacia el 2021. Como era de esperarse, y a pesar de que ya existía un formato de participación para que los Delegados Nacionales del Congreso expusieran el sentir de las mesas, al ánimo se desbordó cuando este político concedió la palabra para que, quienes así lo desearan, formularan algún cuestionamiento o comentario; y así fue. Por más de dos horas este personaje escuchó los reclamos, los problemas, las vicisitudes y todo tipo de cuestiones que vive hoy el normalismo de México. ¿Acaso esto no confirma lo que he venido sosteniendo desde hace mucho tiempo en cuanto al olvido al que metieron y sometieron al normalismo mexicano? No obstante, las respuestas del legislador, desde mi punto de vista, calaron fuerte y profundo en ese anhelo esperanzador para lograr que, ahora sí, las escuelas normales tuvieran una prioridad en el escenario nacional, tal y como lo había prometido en campaña López Obrador. ¿Cuáles fueron esas respuestas? Dinero no hay más que el asignado y punto.

Por lo que se refiere al segundo punto puedo mencionar, lo que ya señalaba líneas atrás, personal de la DGESPE hizo llegar a las mesas de trabajo, un documento denominado Estrategia Nacional de Mejora de la Educación Normal (texto que, hasta el cierre de esta etapa de Congreso, no es el definitivo; más adelante lo explico), que no recogía completamente las propuestas de los Delegados Nacionales por lo que, en cada una de las mesas, se hicieron los ajustes necesarios para plantear de nueva cuenta, las propuestas de los normalistas participantes. No obstante esta situación, si usted consulta el documento en referencia podrá constatar lo siguiente: para la línea estratégica 1, se asignó un presupuesto de $31,150,000; para la línea número 2: $359,125,000. Para la línea 3: $26,573,424. Para la 4: $22,000,000. Y, para la línea 5: $181,151,576. Lo que nos da un total de: $620,000,000. Recurso desde luego que, contrasta con lo presupuestado (y aprobado en las instancias correspondientes), por ejemplo, para 2019, el cual suma $357,948,671 (a precios corrientes).

Así, más allá de los números y de la obvia preocupación por el tema del recorte presupuestal, varias interrogantes todavía rondan mi cabeza; esto, porque seguimos sin conocer: hacia qué rubros está dirigido el recorte anunciado; a cuáles y a cuántos programas de las escuelas normales afectará dicha asignación presupuestal; quién o quiénes se verían afectados, entre otras. En este sentido, surgen otras tantas preguntas, precisamente, de la distribución de esos 620 millones propuestos en el citado documento: quién o quiénes hicieron esa distribución (porque los Delegados Nacionales no lo hicieron); cuál o cuáles fueron los criterios para esa distribución; de qué manera se va a transparentar el destino final de esos recursos; de qué manera se les van atar las manos a los gobiernos estatales para que no hagan y deshagan lo que quieran con ese dinero; entre otras.

Finalmente, por lo que respecta al punto 3, relativo a la proyección de la película La Promesa, tal parece que la SEP quiere imponer una moda en cuanto a la proyección de vídeos “educativos” y de otras cuestiones, por ejemplo, en este caso, de una película. Se imagina, viajar de diversas partes del país, ejercer un recurso para ello, invertir en tiempo y espacio para la discusión de temas trascendentales propios del normalismo mexicano para que, a su término, se observe y escuche una película que bien puede verse desde su lugar de origen y en la comodidad de su casa, ¿hay lógica en ello?

En suma, considero que los legisladores y las autoridades educativas federales, subestimaron la capacidad de los normalistas. Creo, no han logrado entender que los tiempos han cambiado y que las circunstancias han propiciado que, a muchos, ya no se nos dé aquello del atole con el dedo porque, si por un momento llegaron a pensar que al interior del Congreso podrían pasar sus “triquiñuelas” y esas viejas prácticas que tendían a simular los procesos con vías a lograr una legitimación de los mismos; lamento informarles que se equivocaron. De hecho, los Delegados Nacionales se encuentran en espera de conocer el documento final que habrá de entregarse a las instancias correspondientes para su revisión y consideración.

Sí, la estrategia nació muerta porque, de origen, así lo quiso la SEP. Desafortunadamente para ellos, y aunque ya fue su sepelio y, el obvio réquiem que anuncia lo acompaña, dudo mucho que lleguemos a su entierro. Lo de menos sería que los Delegados Nacionales, sus escuelas, sus maestros, sus alumnos, en fin, toda su comunidad normalista, llena de historia y de lucha social, se conformaran con la respuesta del Diputado en comento, del director de la DGESPE (de quién no se conoce qué ha hecho para “cabildear” más presupuesto), del Subsecretario de Educación Superior, o del propio Secretario de Educación del país.

No, creo que el quedarse de brazos cruzados no es lo suyo; ahí, en el pleno del Congreso, en UNIDAD, sin fragmentaciones ni luchas por un protagonismo absurdo y sin sentido, puede ser uno de los espacios a través del cual se logre “revivir” una estrategia por y para las normales del país; y, si esto no fuera posible, por aquello de que ya no se vuelva a convocar a esos Delegados de este Congreso es, en las propias escuelas normales, desde abajo, desde sus cimientos, donde los cambios pueden producirse, de hecho, evidencia hay de que esto ya está sucediendo. ¿Miopía de los legisladores y del Secretario de Educación en este asunto? O bien, ¿arrogancia de quien en su momento apoyó con todo al Peñanietismo y hoy día se ha acomodado a la 4ta. Transformación de México? Quién sabe, lo que sí sé es que me queda claro que el normalismo vive, ha vivido y vivirá por sus normalistas, más allá de un gobierno.

Al tiempo.

Referencias.

Carro, A. (7/10/2019). Crónica de una muerte anunciada: la estrategia para las normales. Profelandia.com.

Recuperado de: https://profelandia.com/cronica-de-una-muerte-anunciada-la-estrategia-para-las-normales/.

ENMEN 231019

Convocatoria final – 9 oct 2019 – 14-05

Agenda Congreso Nacional – Puebla

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-estrategia-para-las-escuelas-normales-un-requiem-y-su-entierro/

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La escuela exhausta

Por: Manuel Gil Antón

Para Manolo:

echando en falta

su generosa mirada.

En las sobremesas, luego de la letanía de las desgracias del país que se profiere, no falta una frase, final y lapidaria : “todo es cuestión de educación”. Basta y sobra este lugar común (percepción inútil generalizada) para cerrar el tema. Como es frecuente que por educación se entienda a la formación escolar, se puede hacer un parangón: todo es responsabilidad de la escuela. Y así lo expresan las normas.

El artículo 30 de la nueva Ley General de Educación, señala, en 25 incisos, los “contenidos de planes y programas de estudio de la educación que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o reconocimiento de valides oficial de los estudios, de acuerdo al tipo y nivel educativo”. Está escrito que, entre otros, son: aprender matemáticas; conocer la lecto-escritura y la literacidad; aprender historia, geografía, civismo y filosofía. Fomentar la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación y su uso responsable. Conocer y, en su caso, aprender lenguas indígenas, así como reconocer la pluralidad lingüística de la Nación y el respeto a los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas; aprender, también, lenguas extranjeras.

Fomentar la activación física, la práctica del deporte y la educación física: promover estilos de vida saludables, educación para la salud, la importancia de la donación de órganos, tejidos y sangre; fomentar la igualdad de género para construir una sociedad justa e igualitaria; impartir educación sexual integral y reproductiva para el ejercicio responsable de la sexualidad, la planeación familiar, maternidad y paternidad responsables, prevenir embarazos adolescentes e infecciones de transmisión sexual.

Y sigue: ha de haber educación socioemocional; prevención de sustancias psicoactivas y el conocimiento de sus causas, riesgos y consecuencias; reconocer la diversidad de capacidades de las personas, reconociendo su ritmo, estilo e interés en el aprendizaje; el uso de Lenguaje de Señas Mexicanas, y el ejercicio de los derechos de todas las personas. Promover el emprendimiento, la cultura del ahorro y la educación financiera.

Fomentar la cultura de la transparencia, rendición de cuentas, integralidad, protección de datos personales, y el conocimiento de los educandos de su derecho al acceso a la información pública gubernamental, y de las mejores prácticas para ejercerlo.

Educación ambiental, para la sustentabilidad, desarrollo sostenible, combate al cambio climático, y generar conciencia para valorar el manejo conservación y aprovechamiento de los recursos naturales, con participación social y cuidado al ambiente. Aprendizaje de la cultura de protección civil (prevención, autoprotección y resilencia); mitigación y adaptación al cambio climático. Fomentar los valores del cooperativismo para construir relaciones solidarias y fraternas. Actitudes solidarias y positivas ante el trabajo, el ahorro y el bienestar general.

Fomentar la lectura y el uso de libros, materiales diversos y dispositivos digitales. Promover el valor de la justicia, observancia de la ley y la igualdad de las personas ante ésta; cultura de la legalidad, la inclusión y la no discriminación, la paz, la no violencia en las manifestaciones y conocer los derechos humanos. Conocer las artes, respeto al patrimonio musical, cultural y artístico; desarrollar la creatividad artística por medios tradicionales o tecnológicos. La enseñanza de la música, por supuesto, para potenciar el desarrollo cognitivo y humano, así como la personalidad de los educandos. Ah, y educación vial.

La escuela mexicana, nueva o vieja, con tanta encomienda no puede, aunque sí quepa en la Ley. Y es que todo es cosa de la educación.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-escuela-exhausta/
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La educación del pueblo: “¿Cómo se puede cambiar un país sin cambiar sus hombres?”

Por: Mario Hernández

“Tratar de armarnos de una visión jánica necesaria hoy, aquella visión del Dios Mitológico Jano, quién tenía una cara hacia el pasado y otra cara hacia el futuro. Así los venezolanos de hoy tenemos que mirar el pasado para desentrañar los misterios del futuro, que resolver las fórmulas para solucionar el gran drama venezolano de hoy”.
(Hugo Chávez)

 

“En esto han de pensar los americanos no en pelear unos con otros”

Fue lo que puso como epígrafe en bastardilla, debajo del título Sociedades americanas en 1828. (Arequipa)

Lo que no logró hacer en Bogotá, en Chuquisaca, quedaría en aquellas páginas. Alguien lo descubriría Ni siquiera puso el nombre del autor.

CONTENIDO. La sociedad y la escuela estaban estrechamente unidas. Una escuela tradicional perpetúa una sociedad tradicional. Era un círculo vicioso. Para hacer República se necesitaban republicanos y tan solo una escuela republicana podía hacerlos.

La independencia militar no bastaba sino se emprendía con urgencia la independencia económica y cultural.

Pero no todo es política. Hay que mirar hacia el sustento y el trabajo. “Los indios y los negros no trabajarán siempre para satisfacer escasamente sus propias necesidades, y con exceso las muchas de sus amos”. Había que enseñarlos a producir. Formar artesanos, agricultores y comerciantes con otro sentido de la creación de la riqueza. El contraste entre las grandes riquezas del continente y la pobreza de sus habitantes no podía continuar. Institutos para enseñar todas las ciencias. “La ignorancia es la causa de todos los males que el hombre se hace y hace a otros”.

“¡Entre tantos hombres de juicio… de talento… de algún caudal… como cuenta la América!… ¡Entre tantos bien intencionados!… entre tantos ¡patriotas!… (tómese la palabra en su sentido recto) no hay uno que ponga los ojos en los niños pobres. No obstante, en éstos está

“la industria que piden…

La riqueza que desean…

La milicia que necesitan…

En una palabra, la… ¡Patria!…”

“¿Cómo se puede cambiar un país sin cambiar sus hombres? ¿Y cómo se puede cambiar los hombres si no se comienza con los niños? No se podrá cambiar el país ni el mundo sin aislar, en una nueva educación, a una generación entera de la influencia corrompida y corruptora de la vieja sociedad. Es así de simple y al mismo tiempo de difícil el problema”.

“En lugar de pensar en Medos, en Persas, en Egipcios, pensemos en los Indios”.

“La decadencia que experimentan en su propio suelo los Griegos y los Romanos después de algunos siglos de dominación, no nos importa tanto como…

La Decrepitud prematura en que empiezan a caer… (casi a su nacimiento)… las Repúblicas que han hecho los Europeos y los Africanos en el suelo de los Indios.”

En Arequipa le encargaron un estudio sobre la factibilidad de una represa.

Veamos lo que escribía: “El Perú debe pensar menos en buscar minas que en buscar aguas, y en dar a éstas la dirección que les falta para hacer HABITABLE en todos los puntos, una región que parece estar, en gran parte, condenada por la naturaleza a ser eternamente desierta”.

El cerro agujereado de Potosí parecía gritar por todas sus bocaminas abandonadas, lo transitorio y perecedero de la riqueza minera. ¿Dónde estaban ahora esos ricos azogueros legendarios que contaban la plata por arrobas y levantaban palacios delirantes en la desolación de la puna? ¿Qué se hicieron las sedas de Francia, los paños de Flandes, los cascos y armaduras de Milán, las randas de perlas, el resplandor de los diamantes en pecheras y manos? Nada quedó. Quedaron leyendas, memorias descomunales de extravagancias, festejos, torneos, procesiones, demonios y santos. En cambio, con el agua y la tierra y el trabajo del hombre se había hecho la riqueza estable y creciente de los países ricos de Europa. No había minas en aquellos espesos campos de verdura de Holanda, de Francia, de Inglaterra. Pero había riqueza permanente.

Ideas roussonianas y enciclopedistas empapan sus escritos pero con un sentido de originalidad innovadora, incluso en la forma de escribirlo: cuadros sinópticos, distinto tamaño y forma de las letras. En lugar de colegio o escuela, “Casa de la Industria pública” (Bogotá).

La criticidad de la educación, el rechazo a una enseñanza memorística e imitadora, la vinculación entre educación y trabajo, son algunos de los aspectos que proyectan su dimensión futurista.

“Educar no es igual que instruir”, dice, “la función educadora requiere de sujetos críticos, no conformes con todo lo que se les enseña; enseñen a los niños a ser preguntones”.

Concibe la educación como una función que parte de la experiencia misma del educando y rechaza el memorismo por improcedente: “Más aprende un niño, en un rato, labrando un palito, que en días enteros, conversando con un maestro que le habla de abstracciones superiores a su experiencia”.

Punto cardinal de su concreto quehacer fue la educación del pueblo, desdeñando los patrones valorativos de la época, que prescribían una educación exclusiva para aquellos que contaban con los recursos económicos suficientes.

La educación en Simón Rodríguez no es la simple transmisión de conocimientos, no es la aprehensión teórica de las cosas. En su concepción pedagógica está implicada una educación para el trabajo. Traza un plan donde se da la convergencia entre lo teórico y lo práctico. Este plan, por medio de sus varias actividades, y básicamente a través del trabajo productivo, es un instrumento fuerte para el entrenamiento de los educandos. Para su época la educación en el trabajo tiene la finalidad de dar a los alumnos una herramienta con que defenderse en la vida, mediante la adquisición de una habilidad especial de tipo artesanal. Era necesario “colonizar el país con sus propios habitantes” (ver diferencia con Sarmiento). De ahí su búsqueda de maestros nuevos, íntegros, incorruptibles, que acudieran al magisterio por vocación y no por necesidad y cuyo ejercicio les garantizara una vida digna”. (Ver en sección Cuadernos privados de los domingos en Clarín las condiciones de vida de las maestras norteamericanas traídas por Sarmiento. “Las maestras norteamericanas y los escorpiones correntinos” 20.5.2012; “Dos bostonianas en Corrientes” 13.5.2012 y “Chicas yanquis en tierras correntinas” 6.5.2012).

SOBRE SARMIENTO. En El Mercurio aparece un artículo anónimo firmado por “Un teniente de artillería de Chacabuco”. Era Sarmiento. Proponía cambiar los españoles por los franceses y los yanquis. Ese no era un programa para Simón Rodríguez.

Había que hacer la América con su propia gente: con los huasos, sus gauchos, sus indios, sus zambos, sus mestizos humillados. “Con todo esto o no se hará nunca”.

Andrés Bello y Sarmiento estaban de acuerdo sobre una reforma de la ortografía pero peleaban sobre el valor de la literatura y la lengua españolas. Nada de eso le importaba mucho a Rodríguez. Más le importaba hacer una nueva tipografía, pintar las ideas de un modo más llamativo y claro. Cada página como un cartel, como un panorama donde lo esencial se abarca de un golpe de vista.

Pero fueron Bello y Sarmiento los que lograron triunfar, con los pelucones, con los modelos franceses e ingleses.

La educación tenía que tener un carácter innovador, sentía temor de que las incipientes repúblicas imitasen a las viejas sociedades europeas, castrando toda posibilidad de creación propia, de originalidad. “O inventamos o erramos ”, “en vez de imitar hay que pensar”, “La América Latina debe ser original”.

“Entender a un indio importa más que entender a Ovidio”.

El indio y el mestizo también son personas con derecho propio a una educación. Por eso subraya que debe enseñarse el quechua en lugar del latín.

En “Consejos de amigo dados al colegio de Latacunga (Ecuador)” pedido por el Rector. Le advierte que no lo imprima ni lo muestre a no ser a personas de talento e instrucción.

Vuelve sobre los maestros. “Antes de abrir escuelas hay que formar buenos maestros”, maestros que enseñen a aprender, que susciten la creatividad del alumno, que huyan del memorismo y de todo tipo de superficialidad y comedia en la enseñanza. Deben contar con una renta que asegure su vida digna.

“¡Mandar recitar, de memoria, lo que NO SE ENTIENDE, es hacer PAPAGAYOS, para que… por LA VIDA!… sean CHARLATANES”.

“¡Enseñen a los niños a ser PREGUNTONES!

Para que, pidiendo el POR QUE, de los que se les manda hacer,

¡Se acostumbren a obedecer… a la RAZON!

No a la AUTORIDAD, como los LIMITADOS

Ni a la COSTUMBRE, como los ESTUPIDOS”

“La Enseñanza debe ser GENERAL Y CONSTANTE

No se tome

VOCACION… por… INSPIRACION

¡Ni el HAMBRE! Por llamamiento al Magisterio

Las cualidades merecen un PREMIO, proporcionado al TRABAJO,

Y al TIEMPO que se emplea en él, El tiempo es todo el año

El Maestro debe contar con una Renta, que le asegure una decente subsistencia, y en que pueda hacer AHORROS para sus enfermedades y para su VEJEZ.

Puede, o más bien, debe tener familia…

No ha de recibir dádivas a cambio de Preferencias en la Enseñanza, ni Limosnas que lo humillen.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262203

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