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Pensamiento crítico. El comunismo como deseo y el placer de la subversión

Por: Iñaki Gil de San Vicente

Mientras escribía el Prólogo del libro de Saïd Bouamama Manual de militancia dentro y fuera de la cárcel  –Boltxe Liburuak diciembre de 2022–, sobre las impresionantes lecciones que debemos extraer de la praxis vital de Georges Ibrahim Abdallah, rememoraba las charlas-debate que algunas personas manteníamos mientras existió la ya extinta izquierda abertzale sobre la dialéctica entre, por un lado, el duro compromiso militante en cuanto a sacrificios personales que hay que asumir y, por otro lado, lo que entendíamos como el placer de la subversión que podía compensar e incluso superar el dolor de las renuncias. Antes de seguir debemos recordar que el libanés G. Ibrahim Abdallah es el prisionero político que más años lleva en las cárceles del imperialismo francés, tres décadas de prisión por su praxis comunista, internacionalista, antiimperialista y antisionista.

Lo que aquí está en juego es decisivo: la praxis de una vida encarcelada durante treinta años por su antiimperialismo e internacionalismo radical nos lleva a una reflexión que antes era obvia, que luego casi desaparece y que desde hace un tiempo empieza a volver a escena: el comunismo no es sólo una posibilidad y una necesidad, también es un deseo y una esperanza, o si se quiere y parafraseando a Lukács sobre Lenin, la actualidad del comunismo. Pero una actualidad que prefigura un futuro deseado y esperado, aunque de parto difícil y doloroso. Aquí, en este debate y sin mayores precisiones sobre otras corrientes como las psicoanalíticas, la reichiana, las de la Escuela de Frankfurt y la marcusiana y frommiana, las de Guattari, Lacan y toda la palabrería post, entendemos por deseo aquel anhelo aristotélico que refuerza la lucha para conquistar el placer, la felicidad en la vida que va logrando hacerse cada vez más plena sabiendo que no puede llegar a la plenitud total.

Este deseo y esta felicidad revolucionaria, procesual y por tanto reversible si es derrotada, nunca puede materializarse en actos concretos mediante el reformismo pragmático del pseudo-placer hedonista asquerosamente burgués, esa falsa felicidad esclava alienada por el fetiche del dinero, solo se materializan en la práctica concreta mediante la dialéctica de los delicados equilibrios entre renuncias y gozos inherentes a lucha revolucionaria por la extinción de la injusticia que se va alcanzando durante la realización de las potencialidades creativas de la especie humana genérica, omnilateral[L1]  y pluridimensional. La lucha contra la propiedad privada es el secreto del deseo comunista y del placer de la subversión porque sólo la superación histórica del valor y del trabajo abstracto, es decir, de la dictadura del salario y de la mercantilización de la vida, asegura el libre desarrollo de cada cual dentro del desarrollo libre de la comunidad.

Alguien definió a la ética subyacente a esta segunda concepción, la comunista, como estoico-epicureana. No falta quien la llamó el substrato “trágico” de un marxismo a lo L. Goldmann, o una de las variantes blochianas, por no citar a las derivaciones muy forzadas del pensamiento de W. Benjamin o a las cartas de las y los revolucionarios poco antes de morir, de inmolarse o de ejercer el derecho supremo a la propia muerte. La historia de la lucha por la libertad nos ofrece una lista de referencias cuasi infinita que desborda este corto artículo. Se ve que actuamos y pensamos en un universo antagónico al de la fútil superficialidad de las mercancías ideológicas posmodernas, laclaunianas y neoreformistas, tan útiles al capital. Por esto recordamos siempre la carga ética de Txiki, militante de ETA, poco antes de ser fusilado por la dictadura franquista, haciendo suyas estas palabras del Che: «Mañana, cuando yo muera, no me vengáis a llorar. Nunca estaré bajo tierra, soy viento de libertad».

Pues bien, ahora estos debates son más necesarios que entonces por razones que no hace falta explicar. En realidad, siempre lo han sido porque la lucha contra la propiedad privada en sus múltiples expresiones históricas inevitablemente genera dosis de represión, exige compromiso y coherencia en el momento de optar por la mansedumbre del buey o por los riesgos inherentes a la libertad. La referencia al buey no es casual o meramente literaria. Marx respondió a la pregunta de un amigo diciendo que si hubiera decidido ser un buey jamás hubiera escrito El Capital, logro inacabable por su misma dialéctica que le hacía pese a ello eternamente feliz. Conocemos los sacrificios que tuvo que hacer la familia Marx y la ayuda que necesito de muchos camaradas no sólo para redactar El Capital sino para su vida entera sobre todo desde que la familia gastase la herencia materna en armas para la revolución de 1848, siendo vigilada desde entonces por todas las policías.

No es un caso único, como tampoco lo es el de Georges Ibrahim Abdallah porque cada parcela de libertad radical, concreta, debe ser conquistada con presión, con lucha. Según les asustemos más o menos, el micro-poder de turno o el poder en sí cederá a regañadientes algunas libertades formales, insustanciales, no peligrosas para él, mientras que de inmediato empieza los ataques para recuperar lo que ha tenido que ceder y para ir más allá, para derrotar estratégicamente al proletariado: la OIT ha publicado un informe demoledor sobre el retroceso del salario obrero y el avance de la ganancia capitalista en el mundo durante los últimos años. El imperialismo, la OTAN, la pujante industria de la matanza humana, la reorganización mundial del fascismo, la irracionalidad polícroma al alza, forman parte de la ofensiva desesperada del capital contra la humanidad explotada.

Resumiendo la lucha de clases hasta 1881, Marx aconsejó a un revolucionario holandés que todo partido socialista que llegase al gobierno mediante elecciones debía asustar –en cursiva por el propio Marx– a la burguesía para impedir una contrarrevolución. Los hechos le han dado la razón, como vuelve a verse con el «golpe blando» que ha derrocado a Pedro Castillo en Perú, o la preparación de un intento de golpe nazi en Alemania desmontado fácilmente por sus servicios secretos siguiendo los manuales del control de masas mediante la pedagogía del miedo, por citar solo dos casos actuales. Si de las alturas del acceso al gobierno, que no al Estado en cuanto forma político-militar del capital, descendemos a las luchas por otras reivindicaciones nos encontramos ante el mismo obstáculo: ¿acaso no asusta la libertad de la mujer, de los pueblos y de las clases explotadas al patriarcado, al imperialismo y al capital? ¿Acaso una huelga no asusta al capital que corre a protegerse tras su violencia represiva, tras su justicia? ¿Acaso no asusta una asamblea vecinal que exige servicios sociales elementales al ayuntamiento plegado a las imposiciones de las grandes empresas?

¿Acaso no asusta al capitalismo el dicho abertzale de Jaiak bai, borroka ere bai, fiesta sí, lucha también; o este otro de Gazte naiz, eta arro nago, soy joven y estoy orgulloso, o el de Gazte eta aske, joven y libre? ¿Acaso no le asusta más incluso que esa juventud se declare orgullosamente comunista, radicalmente crítica con el poder adulto que le ha dejado a los pies de los caballos del capitalismo más feroz, que le reprime con todas las policías y leyes represivas por ahora a su alcance? ¿Acaso no nos gratifica, anima e impulsa esa desbordante alegría y felicidad de la juventud revolucionaria que, sin embargo y por ello mismo, asume conscientemente los riesgos inherentes a su militancia? ¿Acaso el capital y el imperialismo franco-español que nos oprime no saben que su orgullo es el nuestro? ¿Acaso no se asusta por ello al leer en los carteles callejeros la necesidad de un Estado Socialista?

Cuando no se asusta al poder, sino que se le refuerza, se desune y desmoraliza al proletariado, y además se reprime a sus sectores revolucionarios, entonces se refuerza a la burguesía, se facilita la involución política y se traiciona al pueblo trabajador que con sus votos ha aupado al gobierno a ese partido, y hay que decir lo mismo sobre otras fuerzas políticas que anteriormente combatieron con heroicidad al poder y ahora son sus muletas. Es en estos momentos cuando más se demuestra la importancia crucial de haber organizado previamente un partido revolucionario con militancia formada teórica, política y éticamente, una militancia que practique mediante el deseo, la esperanza la prefiguración del comunismo en cada lucha diaria en lo necesario, ampliando lo posible hasta convertirlo en probable y, según los avatares de la lucha, en triunfo.

En abril de 1865 Marx respondió escuetamente a varias preguntas, entre las que destacamos estas: «¿Qué cualidad prefiere?: La sencillez. ¿Su rasgo característico?: La unidad de objetivos. ¿Qué defecto detesta más?: El servilismo. ¿Qué defecto tolera más?: La credulidad. ¿Su idea de la felicidad?: La lucha. ¿Su idea de la desgracia?: La sumisión. ¿Su héroe?: Spartacus, Kepler. ¿Su máxima favorita?: Nihil humani a me alienum puto (Nada de lo humano me es ajeno). ¿Su divisa preferida?: De omnibus dubitandum (Hay que dudar de todo)».

Las respuestas nos facilitan el debate sobre el placer de la subversión inseparable del deseo del comunismo, abriéndonos a una reflexión crítica: ¿Qué relación existe entre, por un lado,  el sacrificio y el dolor que asumimos conscientemente cuando renunciamos a deseos y placeres que nos harían felices, cuando decidimos luchar sabiendo que la represión nos ronda, etcétera; y, por otro lado, cuando a pesar de todo ello, sentimos una profunda gratificación ético-moral y, por ello, esa serenidad interna que nos equilibra y guía en el aparente caos de la vida? Las religiones, que se basan en la obediencia temerosa y egoísta al castigo divino, solo empeoran el problema porque buscan la solución fuera de las contradicciones materiales, en el inexistente «cielo». El individualismo burgués, esclavo del fetichismo de la mercancía, lo agrava aún más porque multiplica exponencialmente la iniquidad al hacer del ser humano no ya un lobo contra sí mismo, sino un mercader contra sí mismo: el salto del homo homini lupus, al terrible homo homini mercator. ¿Y qué decir de los reformismos pacifistas que refuerzan la mansedumbre ante la injusticia?: el pacifismo estricto es profundamente inmoral.

Por el contrario, la vida sencilla nos inmuniza ante el orgullo prepotente de las jerarquías, de los poderes, de las burocracias consustanciales a la mísera civilización burguesa, a su racismo y misoginia terroristas; también refuerza una calidad de vida incompatible con el consumismo derrochador enseñándonos un gozo no consumista, no competitivo sino equilibrado, solidario, comunal y comunista. La unidad de objetivos nos facilita no caer en el sectarismo, en el elitismo que se cree superior y que desprecia al pueblo, negando su increíble potencia creativa cuando se yergue. Sobre esta doble base –sencillez y unidad de objetivos– la lucha contra el servilismo y la sumisión como el defecto y la desgracia más detestables se convierte en una necesidad imperiosa en todos los sentidos.

A comienzos del siglo XIX se llamaba serviles a quienes se arrodillaban física y mentalmente ante el oprobio monárquico, ahora se mantiene ese desprecio, pero se ha ampliado a todas aquellas personas que, además de obedecer sumisamente a la «figura del Amo» en su irracionalidad estructurante, también actúan como un obediente y fanático soldado del euro, del dólar, de la dictadura del salario. No existe peor servilismo, sumisión y fanatismo que estos y derrotarlos día a día produce un gratificante placer ético maravilloso. Lenin llamó a la revolución la fiesta de los oprimidos y cualquiera que haya vivido la organización de una huelga, por poner este ejemplo de entre los muchos disponibles, conoce esa burbujeante sensación liberadora no exenta de riesgos y sacrificios que siente en esos momentos porque se está venciendo el miedo a la libertad.

Pero esa praxis cotidiana vital exige formación teórica, esfuerzo intelectual, conocimiento de la historia real, la de la lucha de clases y de las guerras antiimperialistas, no de la creada por la burguesía que sólo habla de derrotas populares, negociaciones tramposas y claudicaciones obreras. La historia de las rebeliones esclavas y de Spartacus, la historia de la lucha por la ciencia crítica contra todos los obscurantismos negacionistas, como la de Kepler. Hay que extender la capacidad crítica basada en la lucha a pie de obra, dentro de ese pueblo proletario, por ello hay que demostrar que la credulidad es tan dañina como el servilismo y la mansedumbre que propagan la ignorancia y el odio al saber crítico. Por eso es imprescindible la divisa de que hay que dudar de todo, combatir todo dogma y ser criticó con uno mismo sin arredrarse ante las consecuencias de la esa crítica metódica, lo que supone dominar la dialéctica materialista, la teoría marxista del conocimiento, la teoría de la crisis como piedra angular de la posibilidad, la necesidad, el deseo, la esperanza y el placer comunista.

Y todo ello dentro de la cosmovisión en la que la lucha y la felicidad se refuerzan como unidad en cada una de sus partes, de modo que la persona servil y sumisa es infeliz y la persona feliz es la que participa en la lucha revolucionaria en la medida de sus posibilidades. Sabemos que la moral y la felicidad de los y las prisioneras políticas aumentan en la medida en que en la calle aumenta la lucha de sus naciones trabajadoras, aunque ellas apenas puedan ayudar desde las cárceles. Sabemos que la esperanza por un mundo mejor y por su misma felicidad aumenta en las y los obreros que ven cómo otras empresas van a la huelga por las reivindicaciones comunes, lo que facilita que terminen integrándose en esas movilizaciones con su unidad de objetivos.

La felicidad y la lucha son contagiosas, son la mejor pedagogía liberadora mediante el ejemplo práctico de la liberación que están consiguiendo las personas que sufren nuestras mismas opresiones e injusticias, nuestra explotación. Ahora mismo, miles de personas mayores protestan a despecho del viento y la lluvia, para aumentar las jubilaciones, pensiones y servicios sociales reducidos casi al mínimo vital, sintiéndose felices porque saben que ese esfuerzo extra para su edad es para mejorar sus condiciones de vida pero también las de sus hijos, hijas, nietas y nietos, para no condenarles a un empobrecimiento más duro, para que no sean tratadas como mulas de carga, como lo es el pensionariado, en especial las mujeres trabajadoras agotadas por décadas de esclavitud patriarco-capitalista.

La felicidad y el deseo comunista, la esperanza roja por un mundo sin propiedad privada, por un mundo humano en el sentido absoluto del término, sin imperialismo, llega a su culmen precisamente con la máxima de que nada de lo humano me es ajeno. El internacionalismo, la lucha antiimperialista en el mundo y en el país propio, en la vida diaria a la hora de reducir el consumismo desquiciado, a la hora de ayudar siquiera con un esfuerzo económico diario a favor, por ejemplo, del pueblo saharaui, de la empobrecida infancia del norte imperialista, de armas para el pueblo palestino o de jeringuillas para la siempre perseguida Cuba, nuestra Cuba del alma. La lista es inagotable y siempre nos lleva al esencial derecho/necesidad de la resistencia armada de la humanidad oprimida contra la muy minoritaria minoría capitalista. El primer y elemental derecho humano es el derecho a la felicidad liberadora, al placer revolucionario, a la risa de la infancia y a la vida plena de las generaciones que nos lo han dado todo. Un derecho que nos exige sacrificios y renuncias en el plano individual y colectivo, pero sin el cual, si no lo practicamos, sencillamente dejaríamos de ser humanos para convertirnos en bueyes. Georges Ibrahim Abdallah no es un buey, es la libertad encadenada por ser humana, por ser comunista.

Fuente de la información:  https://www.resumenlatinoamericano.org

Imagen:  Patriota libanés Georges Abdallah, preso político en Francia por luchar.

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Estados Unidos: Que nos procesen también a nosotros

Que nos procesen también a nosotros

Los partidarios de Julian Assange creen que su extradición a Estados Unidos podría suceder en las próximas semanas. En este contexto, crece la presión sobre el presidente Biden para que retire los cargos de espionaje contra Assange. Presentamos una entrevista exclusiva sobre el tema con Daniel Ellsberg, denunciante de los documentos conocidos como “Papeles del Pentágono” y con John Young, fundador del portal de divulgación de documentos y materiales secretos de interés público Cryptome.org, quienes han pedido al Departamento de Justicia de Estados Unidos que los impute por la posesión o publicación de los mismos documentos que publicó el fundador de WikiLeaks. El Gobierno de Biden está solicitando al Gobierno del Reino Unido la extradición de Assange a Estados Unidos, donde podría ser sentenciado a 175 años de prisión por cargos de espionaje y hackeo de información por la publicación de documentos que exponen crímenes de guerra en Irak y Afganistán. Ahora Ellsberg ha revelado que estaba en posesión de estos documentos confidenciales filtrados por la ex analista militar Chelsea Manning, ya que Wikileaks se los había entregado como respaldo. Young, por su parte, afirma que publicó parte de dichos documentos dos días antes que WikiLeaks. “Si tienen éxito en este juicio contra Julian Assange, […] ya no habrá Primera Enmienda”, dice Ellsberg. “Esta acusación contra Assange sería ilegal contra un ciudadano estadounidense, por lo que creemos que es una acusación selectiva y debería retirarse”, agrega Young.

Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Daniel Ellsberg y John Young.

Fuente: https://www.democracynow.org/es/2022/12/14/daniel_ellsberg_john_young_assange_case

Fuente de la Información: https://rebelion.org/que-nos-procesen-tambien-a-nosotros/

 

 

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¿Cuánto contaminan las fiestas navideñas?

¿Cuánto contaminan las fiestas navideñas?

La mesa está servida. Las decoraciones puestas. Las vacaciones ya llegaron, y puede ser útil saber cuánto contaminan las fiestas navideñas al medio ambiente y las emisiones de gases de efecto invernadero que liberan a la atmósfera.

Los desechos domésticos aumentan en más del 25% desde el Día de Acción de Gracias hasta el Año Nuevo, según el Programa de Reducción de Desechos, Reciclaje, Compostaje y Residuos Sólidos de la Universidad de Stanford. Los desechos adicionales, en forma de alimentos, bolsas de compras, empaques, papel de regalo, lazos y cintas, contribuyen a que 1 millón de toneladas adicionales de basura ingresen a los vertederos cada semana durante ese período de tiempo, según el informe.

Las investigaciones muestran que los consumidores dan prioridad a la sostenibilidad cuando deciden en qué gastar su dinero.

Una encuesta de 2021 realizada por IBM Institute for Business Value encontró que el 93% de los encuestados globales cambiaron su opinión sobre la sostenibilidad como resultado de la pandemia, y más de la mitad de los encuestados globales en una encuesta realizada en febrero de este año encontraron que la sostenibilidad ambiental es más importante para ellos hoy de lo que era un año antes.

Estas son algunas de las formas en que las festividades afectan el medio ambiente y cómo podemos revertirlo:

Regalos que contaminan las fiestas

Las “cosas” que los consumidores compran durante las fiestas, como los regalos, es de donde proviene la mayoría de los desechos, según Kate White, decana asociada senior de equidad, diversidad, inclusión y sostenibilidad en la Escuela de Negocios Sauder de la Universidad de Columbia Británica. Esto es especialmente problemático porque muchas veces se trata de regalos por “compromiso” que las personas que los reciben incluso ni los usarán por falta de necesidad o gusto.

Tal vez algunos de ellos no son necesariamente deseados”, dijo White. “Y muchas cosas terminan en el vertedero. Así que pensar en cómo podemos reducir estos artículos innecesarios probablemente sea importante”.

La Universidad de Stanford sugirió regalar artículos duraderos y reutilizables y resistir la última “moda” en el centro comercial.

Elegir regalos sostenibles

Los obsequios que llevan un mensaje de conservación y ambientalismo también podrían ser beneficiosos, según la universidad, como un libro sobre la naturaleza, un termo recargable, una bolsa de tela, un cargador de batería o artículos hechos con materiales reciclados. Además, también se deben considerar los obsequios que funcionan con energía solar, en lugar de los productos que funcionan con baterías, o los obsequios que no requieren ningún tipo de energía.

Otros obsequios sostenibles pueden ser donaciones a organizaciones benéficas significativas, hechas en casa, como productos horneados, artículos tejidos y adornos, o experiencias o servicios, como películas, días de spa u otras actividades, dijo White.

El proceso de devolución de regalos también es perjudicial para el medio ambiente. El envío de devoluciones emite alrededor de 16 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año, y las devoluciones de comercio electrónico producen un 14% más de residuos que las de la tienda, según una investigación realizada en 2020 por Environmental Capital Group. Alrededor de 5,800 millones de libras de inventario devuelto terminan en vertederos cada año, según el informe.

Los envoltorios que contaminan las fiestas

Los materiales utilizados para envolver los regalos también tienen un gran impacto en el medio ambiente.

Unas 8,000 toneladas de papel de regalo, el equivalente a unos 50,000 árboles, se utilizan para envolver regalos cada año, según Clean Air Partnership, una organización ambiental sin fines de lucro.

Quienes regalan y quienes reciben regalos también pueden reciclar el papel de envolver. Una tonelada de papel de regalo reciclado equivale a la energía de 185 galones de gasolina, dijo la organización sin fines de lucro.

Cada año se venden alrededor de 2650 millones de tarjetas navideñas en los EE.UU., esa cantidad podría llenar un campo de fútbol de 10 pisos de altura, según Stanford.

Si cada familia estadounidense envolviera solo tres regalos en materiales reutilizados, como una revista o páginas de cómics, mapas antiguos o bolsas de papel marrón, ahorraría suficiente papel para cubrir 45,000 campos de fútbol, ​​según Stanford.

White también recomendó envolver los regalos en materiales que se puedan reutilizar, como un paño de cocina, un pañuelo o un frasco o recipiente que se pueda volver a usar.

La organización sin fines de lucro también sugirió enviar tarjetas electrónicas o usar tarjetas recicladas en lugar de las tarjetas navideñas tradicionales hechas con papel brillante y brillo. Stanford dijo que los recicladores serios también pueden guardar el frente de las tarjetas que reciben cada año y enviarlas como “postales” para futuras vacaciones.

Decoración que contamina

Cada año se venden alrededor de 2650 millones de tarjetas navideñas en los EE.UU., esa cantidad podría llenar un campo de fútbol de 10 pisos de altura, según Stanford.

Si cada familia estadounidense envolviera solo tres regalos en materiales reutilizados, como una revista o páginas de cómics, mapas antiguos o bolsas de papel marrón, ahorraría suficiente papel para cubrir 45,000 campos de fútbol, ​​según Stanford.

White también recomendó envolver los regalos en materiales que se puedan reutilizar, como un paño de cocina, un pañuelo o un frasco o recipiente que se pueda volver a usar.

La organización sin fines de lucro también sugirió enviar tarjetas electrónicas o usar tarjetas recicladas en lugar de las tarjetas navideñas tradicionales hechas con papel brillante y brillo. Stanford dijo que los recicladores serios también pueden guardar el frente de las tarjetas que reciben cada año y enviarlas como “postales” para futuras vacaciones.

Decoración que contamina

Las decoraciones navideñas también son de los objetos que más contamina por sus materiales y poco uso.

Cada año se venden más de 25 a 30 millones de árboles de Navidad en los EE.UU., según la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.

Y si bien los árboles de Navidad de plástico pueden ser atractivos para aquellos que buscan reutilizarlos año tras año, es posible que los materiales con los que están hechos no los conviertan en una mejor opción.

Un estudio realizado en 2009 por Ellipsos, una firma consultora canadiense de desarrollo sostenible, descubrió que los árboles de Navidad de plástico contienen PVC, un carcinógeno tóxico que es difícil de eliminar.

El problema es que, una vez que se desechan los árboles, es probable que el plástico tarde miles de años en descomponerse, mientras que las granjas de árboles de Navidad absorben dióxido de carbono de la atmósfera y liberan oxígeno limpio, según la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.

Elegir un árbol natural para no contaminar las fiestas

La mejor opción es encontrar una granja de árboles de Navidad que alquile árboles en macetas y luego los vuelva a plantar al final de la temporada, dijo White. Pero si un árbol de Navidad de plástico funciona mejor para sus necesidades, White sugirió conservarlo durante al menos cinco a diez años.

White sugirió encontrar un programa de compostaje de árboles navideños una vez que los árboles reales se hayan secado, la mayoría de los cuales convierten los árboles en mantillo para usar alrededor de los espacios verdes locales.

Acerca de las luces navideñas

Los millones de luces parpadeantes adicionales también pueden ser perjudiciales para el medio ambiente. White advirtió en contra de dejar las luces, tanto las del exterior como las del árbol de Navidad, encendidas todo el día y la noche, a pesar de lo bonitas que sean.

Las familias pueden reducir el consumo de energía de las luces navideñas cambiando a luces LED, que utilizan hasta un 95% menos de electricidad que las luces tradicionales, según Clean Air Partnership.

Los entusiastas de las fiestas también pueden elegir decoraciones naturales y biodegradables, como arándanos, palomitas de maíz, flores vivas y vegetación, según la organización sin fines de lucro.

Aumentan los viajes y los traslados

El transporte es la principal fuente de emisiones de dióxido de carbono asociadas con las festividades, dijo White. Más de la mitad de los estadounidenses planean viajar durante la temporada navideña de 2022, según el Holiday Outlook anual de PricewaterhouseCoopers, publicado en octubre. Este es un aumento masivo del 33% de las personas que planearon viajar para las vacaciones en 2019, antes de la pandemia, según PWC.

Las personas preocupadas por su huella de carbono deben considerar qué método de transporte se adapta mejor a sus necesidades y libera menos emisiones. El menor impacto se genera al viajar en tren o en autobús, seguido de conducir un auto, siendo el avión el transporte que más contamina.

Si cada familia en los EE.UU. redujera el consumo de gasolina en 1 galón, u optara por conducir 20 millas menos, podría generar 1 millón de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero reducidas, según Clean Air Partnership.

Más y más comida

El otro factor principal del incremento de las emisiones de CO2 durante las vacaciones es el aumento del consumo de alimentos.

La comida generalmente viaja alrededor de 1,500 millas de la granja al plato, en promedio, según Clean Air Partnership, que sugirió que los anfitriones de las fiestas sirvan alimentos orgánicos o cultivados localmente y preparen solo la cantidad de comida necesaria.

White sugirió que los consumidores consideren qué tan lejos viene la comida y qué se sirve en la mesa navideña para reducir las emisiones. La carne de res tiene, por mucho, la huella de carbono más alta, seguida por las aves de corral, el pescado y las comidas vegetarianas, dijo.

Los estadounidenses desperdician entre el 30% y el 40% del suministro de alimentos cada año, pero esa cantidad aumenta en un 25% durante las vacaciones, según el Departamento de Agricultura de EE. UU.

Cualquier alimento no consumido que se haya echado a perder debe convertirse en abono, según la Universidad de Stanford.

Los desperdicios también se pueden eliminar utilizando cristalería, cubiertos, manteles y servilletas reutilizables para las comidas festivas. Los anfitriones deben proporcionar contenedores para reciclar botellas y latas de bebidas de aluminio y vidrio, según Clean Air Partnership

Ecoportal.net

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/econciencia/vida-consciente/consumo/cuanto-contaminan-las-fiestas-navidenas/

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Estados Unidos: Estamos en camino hacia el neofascismo

Estamos en camino hacia el neofascismo

El filósofo y activista estadounidense Noam Chomsky considera que el neoliberalismo es el caldo de cultivo propicio para el nacimiento de extremismos que solo agudizan la desigualdad social en la que vive el mundo desde hace 50 años.

Las políticas neoliberales engloban una ideología económica que perjudica a las democracias y a la justicia social, aseguró el autor de ¿Quién domina el mundo? en una entrevista con la organización informativa Truthout.

Entrevistado en un contexto en el que la extrema derecha vuelve a ocupar escaños en los Congresos europeos y en el que Europa del Este vive turbulencias por el conflicto en Ucrania, Noam Chomsky reflexionó sobre las consecuencias que ha traído el entreguismo de los Gobiernos a los grandes corporativos, permitiendo así el surgimiento de pensamientos hegemónicos dignos del siglo pasado.

El filólogo y pensador también abundó en cómo las normativas del neoliberalismo han desatado una especie de fascismo “de la calle”, que es distinto al que surgió en el siglo XX en Italia con Mussolini o en Alemania con Hitler.

Durante el curso de la guerra de clases neoliberal, dice, hubo concentraciones no reportadas del poder privado con el fin de controlar los dominios político y económico.

“El resultado fue un sentido general de que el Gobierno no nos servía a nosotros, sino a alguien más. El sistema doctrinario, en gran parte en manos de los mismos que concentraban el poder privado, distraía la atención del poder laboral y abría la puerta a lo que dio en llamarse ‘teorías de conspiración’, normalmente fundadas en algunas partículas de evidencia: estaba la teoría del Gran Reemplazo, élites liberales, los judíos y otras mezcolanzas ya conocidas”, detalló Chomsky.

“Esto, a su vez, engendró el ‘fascismo de la calle’, que atrajo venenosas subcorrientes que nunca se han acabado y a las que recurren, con mucha facilidad, demagogos inescrupulosos. En el momento actual, la escala y el carácter de estos no es una amenaza pequeña para lo que prevalece como una democracia funcional, después de la paliza recibida en tiempos recientes”, apuntó Noam Chomsky.

El experto recordó que el neoliberalismo reinstauró la idea de que los dueños del dinero y del gran capital son los verdaderos arquitectos de las políticas pública y los aparatos de seguridad, diseñados para proteger intereses empresariales, no populares.

“Cada vez más, durante el curso de la guerra de clases neoliberal, hubo concentraciones no reportadas del poder privado con el fin de controlar los dominios político y económico”, comentó.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/noam-chomsky-estamos-en-camino-hacia-el-neofascismo/

Noam Chomsky: «Estamos en camino hacia el neofascismo»

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UNICEF: Más de 11.000 niños muertos o heridos en Yemen

Más de 11.000 niños muertos o heridos en Yemen

La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, pide la renovación urgente de la tregua tras su visita

NUEVA YORK, 12 de diciembre de 2022 – Más de 11.000 niños han resultado muertos o mutilados como resultado del conflicto en Yemen, según UNICEF, un promedio de cuatro por día desde la escalada del conflicto en 2015. Como estos son solo los incidentes verificados por la ONU, es probable que el verdadero número de víctimas de este conflicto sea mucho mayor.

Si bien la tregua negociada por la ONU condujo a una reducción significativa de la intensidad del conflicto, otros 62 niños resultaron muertos o heridos entre el final de la tregua a principios de octubre y finales de noviembre. Al menos 74 niños se encontraban entre las 164 personas muertas o heridas por minas terrestres y artefactos explosivos sin detonar solo entre julio y septiembre de 2022.

Casi ocho años después de la escalada del conflicto, más de 23,4 millones de personas, incluidos 12,9 millones de niños, necesitan asistencia humanitaria y protección: casi las tres cuartas partes de la población total. Se estima que 2,2 millones de niños en Yemen están gravemente desnutridos, incluidos casi 540.000 niños menores de cinco años que sufren desnutrición aguda grave y luchan por sobrevivir.

“Para niños como Yasin, de 7 meses, y su madre Saba, a quienes visité en un hospital de Adén, la vida se ha convertido en una lucha por la supervivencia”, dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, quien lanzó el Llamamiento de Acción Humanitaria para la Infancia de UNICEF desde Yemen. la semana pasada. “Miles de niños han perdido la vida, cientos de miles más siguen en riesgo de muerte por enfermedades prevenibles o hambre. Yasin es solo uno de los muchos niños gravemente desnutridos en Yemen. Todos necesitan apoyo inmediato ya que los servicios básicos prácticamente se han derrumbado”.

Más de 17,8 millones de personas, incluidos 9,2 millones de niños, carecen de acceso a servicios de agua potable, saneamiento e higiene (WASH). Durante años, el sistema de salud del país ha sido extremadamente frágil: solo el 50 por ciento de las instalaciones de salud funcionan, lo que deja a casi 22 millones de personas, incluidos alrededor de 10 millones de niños, sin acceso adecuado a la atención médica.

La cobertura de inmunización se ha estancado a nivel nacional, y el 28% de los niños menores de 1 año no reciben las vacunas de rutina. Junto con la falta de acceso a agua potable, esto pone a los niños en riesgo extremo en medio de brotes regulares de cólera, sarampión, difteria y otras enfermedades prevenibles por vacunación.

Al mismo tiempo, Yemen se enfrenta a una grave crisis educativa que tiene enormes consecuencias a largo plazo para los niños. Dos millones de niños no asisten a la escuela, y este número podría aumentar a 6 millones de niños cuya educación se ve interrumpida ya que al menos una de cada cuatro escuelas en Yemen está destruida o parcialmente dañada.

“Si los niños de Yemen quieren tener alguna posibilidad de un futuro decente, entonces las partes en conflicto, la comunidad internacional y todos aquellos con influencia deben asegurarse de que estén protegidos y apoyados”, dijo Russell. “Eso incluye a niños como Mansour, a quien conocí en un centro de rehabilitación y prótesis apoyado por UNICEF. Le amputaron la pierna a la altura de la rodilla después de que un francotirador le disparara. Ningún niño debería sufrir eso. La renovación urgente de la tregua sería un primer paso positivo que permitiría un acceso humanitario crítico. En última instancia, solo una paz sostenida permitirá a las familias reconstruir sus vidas destrozadas y comenzar a planificar el futuro”.

UNICEF necesita urgentemente 484,4 millones de dólares para responder a la crisis humanitaria en Yemen en 2023. La falta de financiación predecible para intervenciones urgentes desafía la continuidad de los servicios clave, poniendo en riesgo la vida y el bienestar de los niños.

A pesar de los desafíos, en 2022 UNICEF pudo:

  • Apoyar el tratamiento de la desnutrición aguda severa para más de 260.000 niños en 4.584 centros de atención primaria de salud y 34 centros de alimentación terapéutica.
  • Proporcione transferencias de efectivo de emergencia a casi 1,5 millones de hogares cada trimestre, beneficiando a alrededor de 9 millones de personas.
  • Proporcionar acceso a agua potable segura y sostenida a 4,7 millones de personas a través de una amplia gama de actividades, incluido el transporte de agua en camiones, la instalación de puntos de distribución de agua y la expansión de los sistemas de suministro de agua a los campamentos de personas desplazadas internamente. UNICEF también proporciona combustible para apoyar la producción y distribución de agua potable a 36 Corporaciones Locales de Agua y Saneamiento en 15 Gobernaciones.
  • Proporcionar vacunación contra el sarampión y la poliomielitis a por lo menos 1,6 millones de niños que tienen poco o ningún acceso a la atención primaria de la salud. 
  • Llegue a más de 254 000 niños y cuidadores en áreas afectadas por conflictos con apoyo psicosocial, y a más de 423 000 niños y miembros de la comunidad con educación sobre el riesgo de las minas para salvar vidas.
  • Llegue a más de 1,6 millones de personas que viven en áreas rurales remotas con acceso a los servicios de los centros de salud públicos.
  • Apoyar los servicios de Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño (MNCH) en 24 hospitales brindando asistencia operativa, así como equipos y suministros. Además, a través del apoyo a 4.500 centros fijos del Programa Terapéutico Ambulatorio (OTP) y 288 equipos móviles, se ampliaron los servicios de tratamiento y prevención de la desnutrición.

***

Notas para los editores:

Son cifras que Naciones Unidas ha podido comprobar. Es probable que los números reales sean mucho más altos. Entre marzo de 2015 y el 30 de septiembre de 2022:

  • 11.019 niños han sido asesinados o mutilados
  • 3.774 niños asesinados (2.742 niños; 983 niñas; 49 desconocidos)
  • 7.245 niños heridos (5.299 niños; 1.946 niñas)
  • 3.995 (3.904 niños reclutados para los combates y 91 niñas participando en los eventos o en los puestos de control)
  • 672 ataques y uso militar de instalaciones educativas.
  • 228 ataques y uso militar de instalaciones de salud.
  • 445 niños (todos varones) detenidos.
  • 152 niños secuestrados (140 niños y 12 niñas).
  • 47 niños expuestos a violencia sexual relacionada con el conflicto (29 niños y 18 niñas).

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/more-11000-children-killed-or-injured-yemen

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Paradojas en torno a las tecnologías de datos: no es personal; es político

Por: Sara Suárez-Gonzalo

El desarrollo del sector del big data está fuertemente marcado por los intereses privados de las élites económicas y políticas, que lo gestionan de forma despótica y contra la soberanía popular

Paradojas en torno a las tecnologías de datos: no es personal; es político

En el año 2013, el extrabajador de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense Edward Snowden filtró numerosos documentos que revelaban que la organización había vigilado a la población de manera masiva e indiscriminada gracias a la información que obtenía de los servidores de grandes corporaciones tecnológicas como Google, Facebook o Microsoft. Estas revelaciones crearon un clima de alerta pública sobre los riesgos de las tecnologías basadas en el procesamiento de datos masivos (a menudo llamadas tecnologías big data) al cual contribuirían casos posteriores, como por ejemplo el de Facebook y Cambridge Analytica, durante la campaña electoral de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, en 2016.

Ante el escándalo generado por Snowden y las grandes promesas de la analítica big data en el ámbito publicitario, y sin prever la importancia que el tema adquiriría en los años posteriores, empecé a preguntarme cuáles eran las características de estas tecnologías y cómo afectaría su uso la vida, las libertades y los derechos de las personas. Así se originó mi carrera investigadora.

Lo que me preocupaba y lo que me ocupa desde entonces no son únicamente los casos de datos “robados” o utilizados ilícitamente, sino también otros, cotidianos, silenciosos y en los cuales los datos se obtienen con nuestro consentimiento (“informado”), pero que también tienen importantes efectos. Esta preocupación se intensificó al conocer estudios que señalan paradojas digitales como la “paradoja de la privacidad”. Hay evidencias que demuestran que las personas estamos cada vez más informadas, más concienciadas de los riesgos a los cuales nos expone el mundo digital y más preocupadas por nuestra privacidad o por la protección de nuestros datos personales (derechos fundamentales), pero no actuamos en consecuencia (no dejamos de usar plataformas sociales, dispositivos móviles ni modulamos nuestra forma de compartir información, por ejemplo). ¿Por qué?

Cuatro tendencias tecnológicas para las que todo el mundo debe prepararse - Forbes Argentina

Muchos estudios buscan la explicación en estas disonancias en características individuales como el nivel de estudios o socioeconómico, la edad, la ideología, el género, etc. Y estas características, por supuesto, tienen un papel importante. El problema es que fijarnos demasiado en ellas a menudo nos hace olvidar las estructuras sociales, culturales, económicas y políticas en las cuales vivimos, aprendemos y actuamos.

Durante estos años, he entendido que la aparente paradoja no lo es tanto si no nos fijamos solo en estas características individuales (con el objetivo de entender qué “tipo” de persona hace o no hace qué) y nos preguntamos si tenemos a nuestro alcance los recursos materiales e inmateriales necesarios para poder entender y actuar para resolver las causas de nuestras preocupaciones en el ámbito digital, de manera libre: con nuestros recursos y sin depender de nadie para hacerlo. El elemento del poder, que pasa así a ocupar un lugar central en la ecuación, nos permite entender mejor la aparente paradoja.

El hecho de vivir en un sistema económico y político que permite que el enriquecimiento de parte de las empresas más provechosas del mundo y el éxito de determinadas candidaturas políticas de altos vuelos se fundamenten en la acumulación y la explotación de nuestros datos obstaculiza (incluso) nuestra capacidad de proteger libremente nuestros derechos. Precisamente porque la causa del problema (la falta de privacidad y de protección de nuestros datos) no radica en características ni en comportamientos de quienes lo sufren (todos nosotros), no tiene sentido buscar la explicación a la paradoja en aspectos “personales”: lo personal, dice el conocido lema feminista, es político. Y la (des)protección de nuestros datos lo es.

La paradoja (el hecho que no actuemos) no solo depende de lo individual o “personal”. Tiene mucho que ver con el sistema social, político y tecnológico en el cual se desarrollan y se utilizan las tecnologías de procesamiento de datos y también con los intereses a los cuales responde su introducción social, que se nutren de las desigualdades sociales que obstaculizan nuestras capacidades para actuar.

Avanza desprotección de datos en EU

Intentaré explicarme mejor a través de una reflexión sobre la novela Never Let Me Go, del premio Nobel de literatura Kazuo Ishiguro, que desarrollé en el prólogo de mi tesis doctoral. Los protagonistas, Kathy, Tommy y Ruth son tres jóvenes clones humanos creados gracias a un avance científico y tecnológico que ponía la clonación al servicio de un innovador programa de donación de órganos en la Gran Bretaña de finales de los años 90. Los “jóvenes” se crían y se educan aislados, en un internado gobernado por un régimen extrañamente estricto en lo saludable, lo artístico y lo social y bajo el control de un grupo de guardianes, entregados a la causa y orgullosos de su trabajo, aunque autoritarios e insensibles, que están plenamente convencidos de contribuir a una mejora técnica imparable, pero también de actuar en favor de los jóvenes, protegiéndolos de la verdad para ayudarlos a ser felices.

Así, crecen ignorando la crudeza de su situación, pero no del todo: los guardianes les suministran, poco a poco, pequeñas y controladas dosis de información pero, a la vez, obstaculizan de forma sistemática su acceso a los medios y los recursos necesarios para poder valorar esta información de manera crítica, identificar las causas de la injusticia a la que están sometidos y combatirla. De este modo, acaban por normalizar el desgraciado orden de las cosas que les es dado, sin rebelarse contra él, ni alterarlo: cuando lleguen a la edad adulta, irán cediendo sus órganos a los originales hasta consumarse. Y esta incapacidad de actuar, provocada por un sistema social y político desigual del cual sus vidas son “solo” una pieza es, probablemente, lo más conmovedor de la historia.

Expertos instan a proteger los datos de empresas | RTVE

Parafraseando a Teresa de la Parra en Ifigenia (1924), el afán despótico por hacer que alguien ignore aquello que otras personas conocen es uno de los mayores abusos que cometieron jamás los fuertes contra los débiles. Es una trampa que permite a unos influir en la vida de otros, a su antojo. Es, en otras palabras, una manera de configurar una estructura social desigual que favorece que unos queden sometidos a la voluntad de otros. Una forma de opresión sutil, que no es violenta ni repentina y que, precisamente por eso, es extremadamente eficaz. Una, en el caso de Kathy, Tommy y Ruth, pero también en el de todos nosotros, ligada a la falta de reflexión que a menudo acompaña al avance tecnológico y a las paradojas de un individualismo que corrompe el valor intrínseco de la individualidad al disociarla de la estructura social en la que se desarrolla.

Hoy, las tecnologías de procesamiento de datos masivos juegan un papel central en la esfera económica, política y social y abren un gran abanico de oportunidades en casi todos los sectores: la detección de enfermedades, la eficiencia de los transportes públicos o la comunicación a gran escala son solo algunos ejemplos. Su desarrollo y su uso, sin embargo, están fuertemente marcados por los intereses privados de unas élites económicas y políticas que acumulan beneficios millonarios y aumentan su capacidad de controlar la ciudadanía y tomar decisiones en nombre del “bien común” de una manera despótica y guiada por un afán tecnosolucionista muy cuestionable, que atenta contra el principio democrático básico de la soberanía popular.

En este contexto, las tecnologías big data se vuelven opacas e imprevisibles y la ciudadanía pierde el conocimiento y el control sobre ellas. Esto es a lo que, en línea con la idea de libertad como no-dominación propia de la teoría política neorrepublicana, llamo “dominación de datos” o “dominación a través de los datos”: una creciente desigualdad social que obstaculiza la capacidad de la ciudadanía de ejercer sus derechos fundamentales a la privacidad, la libertad y la protección de datos, haciendo que su cumplimiento quede sometido a la “buena voluntad” de determinados actores privilegiados.

*Doctora en Comunicación (Universitat Pompeu Fabra). Es Investigadora Postdoctoral Juan de la Cierva en el grupo de investigación Communication Networks and Social Change del Internet Interdisciplinary Institute y profesora de Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com

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