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La batalla cultural

América del Sur/Venezuela/12 de Agosto de 2016/Autor: Fernando Bossi/Fuente: Aporrea

La lucha contra el imperialismo, en pos de la liberación nacional y social de los países oprimidos, es una tarea que sólo se puede llevar con éxito si se cuenta, entre otras cosas, con la mayor unidad posible de todos los perjudicados con el modelo de dependencia, vale decir, con la unidad del pueblo en lucha por la liberación nacional y social.

Esto significa intentar aislar al máximo al bloque de clases beneficiarias de la condición de país oprimido. Ese bloque explotador, por intereses materiales concretos, no llega –tanto en Venezuela y como en el resto de los países de Nuestra América– a más del 2 ó 3 % de la población. Ahora, por intereses de carácter no material, ya sea por penetración cultural, enajenación, falsa conciencia, colonización ideológica o despolitización, el porcentaje se puede elevar a cifras mayores, hasta llegar –en momentos determinados y bajo circunstancias puntuales– a superar la mayoría. Por ello, la batalla cultural, ideológica, de conciencia, reviste carácter estratégico.

Por un lado la Patria, por otro lado el imperialismo –la «No Patria», la dependencia, el coloniaje–. Esa es la contradicción principal en los países sometidos a la expoliación imperialista. Por eso Chávez, en su oportunidad, señaló claramente: «Los que quieran Patria, vengan conmigo». Polarizaba así la sociedad sobre los dos extremos de la contradicción principal. Sobre estos parámetros es que también se da la batalla cultural.

En estos últimos tiempos, estamos observando, con profunda preocupación, cómo el enemigo principal nos ha venido ganando en este terreno de combate. El triunfo del cipayo Mauricio Macri en Argentina, la derrota electoral del chavismo el 6 de diciembre pasado en Venezuela y el resultado adverso para Evo Morales en el referendo de febrero, son testimonios irrefutables de tal situación. A esto, se suma ahora lo que está aconteciendo en Brasil con la presidenta Dilma Rousseff.

Lo concreto es que vemos, cada vez más, a los pobres en general –trabajadores, pequeña burguesía, campesinos, pueblo liso y llano– adhiriendo activa o pasivamente a quienes, a la hora de la verdad, son sus verdugos. El aparato ideológico y cultural en manos de la oligarquía y el imperialismo sigue haciendo estragos en la conciencia del pueblo.

Para abordar el tema, en una primera aproximación, debemos necesariamente señalar que ese aparato ideológico-cultural trasciende a los medios masivos de comunicación. Esta aclaración es pertinente teniendo en cuenta que, al analizar el tema, muchos investigadores e intelectuales reducen sus apreciaciones estrictamente a la acción perturbadora que irradian los medios de comunicación sobre la conciencia del pueblo.

Compartimos en general el análisis de aquellos investigadores e intelectuales, pero creemos que hay otros elementos que actúan como primer bombardeo destructivo, en una tarea de ablandamiento que facilita que el mensaje enajenante de los medios de comunicación penetre, sin mayores dificultades, en la mente y alma del pueblo, logrando que éste actúe contra sus propios intereses.

La reproducción del sistema de explotación, nacional y social, sólo es posible si un sector amplio de la población –perjudicado por ese mismo sistema–, ignora las verdaderas causas de sus males.

La reproducción de los mecanismos de opresión necesita de dos elementos para poder garantizar su dinámica: 1) Un fuerte aparato represivo y judicial, y 2) Un inteligente y dúctil aparato de irradiación ideológico-cultural capaz de impregnar al conjunto de la sociedad con mensajes alienantes y narcotizantes.

No son únicamente los medios de comunicación masivos quienes colonizan el alma y la mente de los pueblos. Ellos son sólo un eslabón de un proceso más complejo y abarcador, que merece ser estudiado para así tomar real dimensión del problema.

Los medios masivos de comunicación, en la tarea de colonización y enajenación de la conciencia del pueblo, cumplen la tarea de la infantería en una guerra, actúan como fuerza de ocupación. Pero para que esa fuerza de ocupación pueda concretar sus objetivos, previamente se ha tenido que llevar a cabo un trabajo de destrucción de defensas, suministros, logística y focos de resistencia. Ese proceso de destrucción se realiza a través de un bombardeo sistemático, a fin de allanar el camino para que la infantería penetre y conquiste el territorio.

¿Cuál es ese bombardeo sistemático que allana el camino para que el mensaje de los medios masivos de comunicación penetre con facilidad en la conciencia del pueblo? El que se realiza a través del aparato ideológico-cultural que controla la oligarquía y el imperialismo, que comprende y supera ampliamente, a los medios de comunicación.

Hay un sinfín de instrumentos incorporados al aparato ideológico-cultural que son utilizados para realizar la tarea de enajenar y narcotizar a vastos sectores de la población. Se trata de un trabajo previo y permanente, que antecede y permanece durante la acción conquistadora de los medios de comunicación masivos. Entre los más tradicionales, seguramente los más estudiados, se ubican las escuelas, universidades, centros de enseñanza de diversas disciplinas, templos e iglesias, academias, museos, centros culturales, ONGs, salas de exposiciones, editoriales, conservatorios, etcétera. A esto se suma, hoy con más fuerza que nunca, la industria del entretenimiento y la recreación (showbusiness): video-juegos, películas, juguetes, parques temáticos, espectáculos musicales, deportivos, seudo-deportivos, discotecas, etcétera. Dentro de esta artillería pesada, ubicamos a la moda y a la publicidad; como también a la seudo-ciencia, expresada en cultos, sectas, supersticiones, falsas religiones, etcétera. No escapan a esto los juegos de azar, casinos, loterías, tragamonedas, bingos, carreras y tantos otros. Todo esto, complementado con la estimulación de adicciones que alteran conductas como el alcoholismo y la drogadicción.

Pero seguramente uno de los instrumentos más eficaces en esta etapa del proceso de enajenación, sean las costumbres y tradiciones arraigadas durante generaciones enteras, de transmisión familiar, y vinculadas al machismo, el autoritarismo y el conservadurismo.

De allí, de estos lugares, es de donde se dispara, segundo a segundo de la vida, mensajes alienantes y narcotizantes, dirigidos a que el pueblo, o parte del pueblo, actúe de acuerdo a los intereses de los sectores dominantes y contra los suyos propios. Así, el individualismo más recalcitrante, el egoísmo, la frivolidad, el hedonismo, el descompromiso con el prójimo, lo vacuo, la mera apariencia, el machismo, el consumismo, el racismo, la intolerancia, el oportunismo y la sumisión, pasan a ocupar lugares predominantes en la mente y alma del pueblo, llevándolo al camino de la autodestrucción.

A esto, en nuestros países dependientes, se agrega el mensaje vendepatria, antinacional, despreciativo de todo lo nacional o autóctono, que manifiesta abierto desinterés por los hechos heroicos protagonizados por el pueblo en la historia patria, despectivo de sus tradiciones y el folclor, admirador de sólo aquello emanado de los centros de poder, etcétera.

¿Cómo desmontar toda esa perversa maquinaria? ¿Cómo enfrentar ese imponente aparato ideológico-cultural que nos bombardea cotidianamente?

Como hemos visto, ese aparato ideológico-cultural tiene mil bocas de fuego, unas enraizadas desde nuestros orígenes y otras nuevas, renovadas y en constante innovación y superación.

No es simplemente cambiando el contenido, el mensaje, de los medios masivos de comunicación que se destruirá el aparato ideológico-cultural de los sectores explotadores; sino que esto se producirá con una ofensiva integral de las masas explotadas. Con un proceso revolucionario que cuestione desde la raíz todo, y que nada quede sin pasar por la más severa crítica y análisis.

Es al percatarse de esto que el Che planteó la necesidad de construir el hombre nuevo, la mujer nueva. Una nueva cultura basada en el trabajo, la creación y la solidaridad.

Creemos que sin avanzar en ese terreno, el de la construcción de esa nueva cultura, será muy difícil derrotar el orden de la explotación. Y creemos también que es el partido revolucionario el responsable fundamental en la tarea de construcción de esa nueva cultura, ya que su praxis revolucionaria es –o debería ser–, la antítesis de lo que pregona el aparato ideológico-cultural del imperialismo y sus aliados.

El Che y Chávez lo predicaron con el discurso y con el ejemplo. Ahí está una de las claves para salir del laberinto en que nos encontramos.

Fuente: http://www.aporrea.org/actualidad/a227078.html

Fuente de la imagen: http://culturasur.gob.mx/

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Educación Sexual

Centroamérica/Panamá/12 de Agosto de 2016/Autor: Marco A. Gandasegui/Fuente: Filosofía y Sociedad Panamá
En Panamá se ha desatado —a buena hora— un debate sobre la educación sexual en las escuelas del país. La discusión gira en torno al proyecto de ley que está en la Asamblea Nacional y a las guías sobre educación sexual que prepara el Ministerio de Educación. Los defensores de la iniciativa legal y de la educación sexual presentan sus alegatos sustentados en las nociones de la ‘modernidad ‘ que se introdujeron en el mundo en el siglo XIX. (Cualquiera diría que en Panamá estamos un poco atrasados. Pero bienvenido el debate). La modernidad sostiene que las relaciones sociales deben basarse en nuestra capacidad de razonar. Esto criterios deben superar las supersticiones que predominan en las llamadas sociedades ‘tradicionales ‘. Para justificar este concepto de ‘modernidad ‘ se hace alusión a los avances de la ciencia y de la tecnología.
Hay otros que defienden la educación sexual sobre la base de las grandes transformaciones que caracterizan la sociedad panameña. Se destaca entre estos cambios el hecho de que Panamá ya no es una sociedad rural y se ha convertido en un país urbano. La economía agrícola se ha convertido en una economía de ‘servicios ‘ con todos los males de la flexibilización y la desregulación asociados con ese modelo de crecimiento.
Hasta hace poco se pensaba que, en la medida que desaparecía la familia campesina, con sus valores muy definidos y consolidados, sería reemplazada por la familia obrera, conservadora de valores asociados con la educación, el trabajo y el control en el hogar. La expansión de la familia obrera (clase media consumidora) se truncó a fines del siglo XX, resultado de las políticas económicas de una clase dominante devoradora e irresponsable. Como consecuencia, en Panamá tenemos una familia desintegrada. Mientras había una familia campesina o una familia obrera, con sus diversas instituciones sociales, existía una estructura dentro de la cual la educación sexual de los adolescentes y jóvenes se desenvolvía. En la actualidad, sin embargo, con una mayoría de las familias desintegradas, la educación sexual se limita a sectores muy limitados.
La elite conforma el uno por ciento de la población. Las llamadas capas media otro 20 %. Los sectores vulnerables —familias sin empleo formal, sin seguridad social, hijos “ni-ni “ (ni educación, ni trabajo), representan casi el 80 % de la población.
La legislación sobre educación sexual tiene que contemplar este contexto desfavorable. Hay que reorientar la política económica vigente en el país para que contribuya a la consolidación de la familia. Incluso, algunos economistas neoliberales que diseñan las políticas públicas reconocen sus errores y declaran su disposición a introducir reformas.
Quienes se oponen al proyecto de ley que reposa en la Asamblea Nacional no son muy coherentes. A pesar de ello, tienen un fuerte apoyo de fuerzas conservadoras que se refugian en antiguas posiciones de la Iglesia Católica y en los intereses de muchas congregaciones evangélicas.
Quienes atacan la ley señalan dos puntos importantes que deben ser considerados. Por un lado, se preguntan con razón ¿quiénes son los responsables en materia sexual en las escuelas y colegios? ¿Son educadores formados en la materia o serán improvisados? En la actualidad, hay muchos maestros en ‘escuelas ranchos ‘ (en ciudades y en el campo) que dan múltiples materias a un número plural de grupos. Además, las tasas de deserción crecen anualmente. ¿Quién atiende las necesidades de estos jóvenes que no tienen orientación en sus hogares y no asisten a la escuela?
Por el otro, hay grupos que dicen que el proyecto de ley está promoviendo un ‘negociado ‘ entre funcionarios y empresas norteamericanas que se dedican a los programas de ‘control de la natalidad ‘ a escala mundial. Sin duda es un negocio multimillonario del cual Panamá no debe ser víctima. Si existe esa percepción es porque en algún momento se produjo un incidente que lo justifique. Lastimosamente, todos los Gobiernos recientes han sido y son acusados de corrupción, aceptando propuestas ilícitas de empresas nacionales y extranjeras.
El Gobierno y los legisladores tienen que enfocar el problema de la educación sexual teniendo en cuenta la realidad del país. También tienen que borrar cualquier percepción de negociados o de improvisaciones. Hay sectores —minoritarios— que se oponen a que la juventud tenga todas las oportunidades que le ofrece el enorme potencial de Panamá. El colapso del sistema educativo, en general, y la falta de educación sexual, en particular, son parte de un mismo problema.
Fuente: http://filosofiaysociedadpanama.blogspot.com/2016/07/educacion-sexual-por-marco-gandasegui.html
Fuente de la imagen: http://www.laizquierdadiario.com/Contradicciones-de-la-era-K
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La evaluación que falta

Por. Roberto Rodriguez.

Si la reforma curricular es la respuesta ¿cuál es la pregunta? Dicho de otra manera, ¿cuáles fueron los referentes que se tomaron en cuenta en la decisión de reformar el modelo pedagógico y organizativo de la educación obligatoria del país? La pregunta cobra sentido si se toma en cuenta, para comenzar, que se cumplen apenas cinco años de la llamada Reforma Integral de la Educación Básica, la RIEB, que en su momento se presentaba como una solución integral a problemática de la educación básica del país.

La RIEB, se recordará, se propuso en primer lugar la integración pedagógica de los tres niveles de la educación básica: preescolar, primaria y secundaria. Ello con el antecedente de las reformas emprendidas en los niveles de preescolar (Reforma Curricular en la Educación Preescolar de 2004) y educación secundaria (Reforma de la Educación Secundaria de 2006). La RIEB contenía ambas reformas y proponía la de la educación primaria. En complemento, la SEP inició en 2008 la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), con el propósito de renovar el enfoque educativo del bachillerato en México a través del sistema de aprendizaje por competencias, y en previsión a la decisión gubernamental de fijar la obligatoriedad de la enseñanza media superior (2012).

Cabe agregar que los procesos de negociación para la aprobación e implementación de las reformas mencionadas no fueron fáciles ni tersos. Cuando en 2004 se anunció la Reforma Integral de la Educación Secundaria se multiplicaron las críticas por la reducción de los programas de historia, geografía y educación cívica, así como sobre el enfoque de la enseñanza científica planteado en la reforma.

A esas críticas se añadió la controversia planteada por el SNTE sobre el carácter unilateral del proceso de reforma y de la CNTE sobre el sustento ideológico neoliberal que, según esta corriente, inspiraba el cambio curricular propuesto. En 2006 se replanteó la estrategia reformista y se abrió un nuevo proceso, esta vez en colaboración y negociación con el SNTE. Además de brindar atención a las críticas surgidas de la comunidad académica, el gobierno se comprometió a acompañar la reforma de la secundaria con apoyos de infraestructura, capacitación y mejoramiento de las condiciones laborales del magisterio. Sobre conocer las etapas de este proceso vale la pena consultar el documentado artículo “La Reforma de la Educación Secundaria en México. Elementos para el debate”, de Francisco Miranda y Rebeca Reynoso, Revista Mexicana de Investigación Educativa, núm. 31, 2006.

Otro tanto puede decirse del proceso de diseño e implementación de la RIEMS: no fue sencillo ni estuvo exento de críticas y fricciones. En primer lugar, ni los bachilleratos de la UNAM ni los del Politécnico Nacional accedieron a su implantación. En el caso de los bachilleratos dependientes de universidades autónomas se abrió la posibilidad de adoptar los principios de la RIEMS adaptándolos a las características y condiciones de cada institución. Además, a través del Programa de Formación Docente de Educación Media Superior (PROFORDEMS) auspiciado por la ANUIES se facilitaron procesos de formación para la planta docente y los directivos involucrados en la reforma del bachillerato.pisa

¿Fueron exitosas esas reformas? Depende como se mire, desde luego. A juicio de los expertos de la OCDE la RIEB “es una reforma de amplio alcance que puede tener efectos positivos a largo plazo sobre el aprendizaje de los alumnos en México (…) Se trata de una reforma educativa profunda y estructural, que aprovecha los esfuerzos de un gran número de actores escolares y se basa en el consenso alcanzado por las partes interesadas. A través de la promoción de prácticas que favorecen el aprendizaje del alumnado, la RIEB puede sostener una mejora duradera y reflejar una adecuada visión de la política a largo plazo” (Paulo Santiago, et al., Revisiones de la OCDE sobre la Evaluación de la Educación Superior, OCDE-SEP-INEE, 2012).

Este punto de vista coincide con el de los especialistas del INEE, quienes han sostenido que el problema central de la calidad educativa en México no radica en el modelo curricular sino, principalmente, en las condiciones de marginalidad de las escuelas y de los planteles docentes en las regiones económicas más vulnerables. Según las evaluaciones de estudiantes (PISA, Excale, Enlace y Planea) en México se han observado algunas mejoras en términos de cobertura y calidad de la educación básica, pero persiste una correlación muy clara entre condiciones sociales y posibilidades de logro escolar. Mientras las condiciones de desigualdad persistan es muy difícil que a través de modificaciones del currículum se puedan obtener resultados significativamente superiores.

Así las cosas, la evaluación pendiente a la que se refiere el título de esta colaboración es la de las reformas antecedentes ¿han funcionado o no?, ¿cuáles han sido sus principales limitaciones?, ¿cuál es la evidencia que aconseja emprender un nuevo proceso de reforma antes de dejar madurar el inmediato anterior?

Sin una evaluación a fondo en este sentido, el nuevo “Modelo Educativo 2016” parece más una repuesta a las críticas sobre el carácter político y laboral de la reforma educativa que una apuesta suficiente y objetivamente fundamentada en favor del desarrollo del sistema educativo del país.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-evaluacion-que-falta/

Imagen: http://www.capital.es/wp-content/uploads/2011/08/BBVA.jpg

 

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Separados ¿pero iguales? La segregación educativa en Uruguay: un fenómeno fuera de agenda

Por: Soledad Roselli y Nicolás Machado

Revista Hemisferio Izquierdo/ Nro 4

Segregación urbana y segregación educativa

La segregación educativa, inicialmente de menor magnitud, se ha convertido en un problema central de nuestro sistema educativo, siendo particularmente importante en la ciudad de Montevideo.

Comencemos por definir segregación educativa como: “separación y concentración de los alumnos según su nivel socioeconómico en circuitos educativos, que brindan condiciones de aprendizajes, expectativas de socialización y saberes asimétricamente diferentes” (Veleda, 2012 pp.24 -25). Ocurre que está ampliamente aceptada la existencia de centros educativos que nuclean exclusivamente a los estudiantes más pobres del país.

¿Qué factores contribuyen a la concentración de estudiantes según su nivel socioeconómico en la capital? En forma esquemática podríamos mencionar: 1) La segregación inherente en la existencia de una oferta educativa privada (cada vez más diversa). 2) Los criterios para la distribución de estudiantes y la segregación dentro de la educación pública (circuitos públicos diferenciales). 3) Las familias de la capital que, dada la combinación de los factores mencionados, se encuentran fuertemente condicionadas a convertirse en un tercer agente de segregación.

La segregación dentro de la educación pública.
“Los que ninguna vez han de encontrarse juntos en los bancos de una escuela”

A los liceos de Montevideo asiste casi un tercio de la matrícula de secundaria pública del país. En esta ciudad, como en muchos centros urbanos, se viene observando el desarrollo de procesos de segregación urbana, o sea, una separación territorial creciente entre ricos y pobres.

En este panorama, el hecho de que en el sistema público sea el lugar de residencia el factor que determine el centro educativo al que debe asistir un estudiante, lleva a la división social del sistema educativo. Esta división “(…) transforma a las escuelas en guetos en los que sólo se encuentran los miembros de sectores sociales semejantes” (Ibíd., p 17).

En estos guetos educativos, que concentran a la población estudiantil con condiciones socioeconómicas adversas, se constata que el porcentaje de estudiantes que alcanza niveles académicos aceptables es sensiblemente menor a los registrados entre estudiantes socioeconómicamente más favorecidos.

Distribución de los estudiantes en Secundaria

La oficina reguladora de la inscripción liceal es la encargada de asignar los estudiantes de una escuela primaria a un determinado liceo. El criterio utilizado para distribuir la matrícula es el lugar de residencia, a los estudiantes de una determinada escuela, reguladora los asigna a un determinado liceo, utilizando como criterio principal la cercanía. Es decir que los liceos reciben cada año, estudiantes procedentes de las mismas escuelas de los mismos barrios (los compañeros de clase son asignados en conjunto al mismo liceo). Es por lo tanto posible establecer una relación directa entre el contexto de las escuelas y el contexto que tendrán a su vez, los liceos.

En el mundo se pueden observar dos grandes modelos para la asignación de estudiantes a los centros educativos: uno es el de la regulación estatal, el otro es el de “cuasi mercado”. Históricamente los Estados oscilan entre gradientes de uno y otro modelo (Maroy, 2008).
El de regulación estatal implica que el Estado asume para sí la mayor cantidad de intervenciones reguladoras de la población estudiantil.

El modelo de cuasi mercado, otorga un nivel alto de decisión a las familias promoviendo la competencia entre centros educativos, lo que se ha observado que lejos de revertir la segregación, la agudiza. Siendo Chile un claro ejemplo de ese modelo, cuyo índice de Duncan (de segregación educativa) es de los más altos del mundo.

La regulación en Uruguay tiene, evidentemente, como matriz el modelo de regulación estatal. Sobre ello cabe realizar algunas precisiones.

Las familias de mayores recursos pese a la regulación estatal, tienen una libertad de elección muy similar a la que otorga el modelo de cuasi mercado. Ello se debe a que pueden desplegar dos tipos de acciones: 1) integrarse en los circuitos públicos más favorecidos (ya que cuentan con el capital social y las redes necesarias); 2) acceder a centros educativos privados (ya que cuentan con los recursos económicos).

La regulación estatal en definitiva, regula especialmente a los más pobres debido a que no cuentan con los recursos necesarios para desmarcarse de la regulación que se le impone.
Lejos de ser absurdo, este arreglo de la población estudiantil tiene una lógica que, analizada desde una óptica foucaultiana, entiende imprescindible concentrar a la población estudiantil en un medio (un liceo) homogeneizando, generando regularidades sobre las que actuarán formas de poder tales como la gubernamentalidad. Para construir y delimitar el medio, la población debe estar circunscripta a él, inhibiendo su espontánea circulación pues ello tendría como consecuencia una pérdida de control. Se trata de un orden que responde a un cálculo de economía de poder que posibilita que sobre estas poblaciones se desplieguen (como instrumento técnico esencial) los dispositivos de seguridad.

La lógica de esta gubernamentalidad (Foucault, 2009) naturalizó la segregación educativa como una realidad inalterable invisibilizando el fenómeno, normalizándolo.

La segregación educativa, un fenómeno más agudo que la segregación urbana

Señala Dubet (2012) que cuanto más separados estén en las ciudad los pobres de los ricos, más amplifican los establecimientos escolares esta segregación espacial, dado que los afectados tratan de escapar de esta realidad poniendo en juego una serie de acciones que apuntan a procurarse una salida individual.

“(…) las familias menos pobres de los barrios populares saben que les conviene escolarizar a sus hijos en otro lado que en las escuelas del barrio y acercarse a los establecimientos donde los alumnos son más favorecidos. (…), le conviene apuntar a lo más alto posible, y las desigualdades escolares acaban por profundizarse (…)
Las clases medias escapan de los establecimientos populares, y se esfuerzan por subir en la jerarquía de los establecimientos escolares, mientras los más pobres no tienen opción y terminan agrupados en los establecimientos más desfavorecidos. Al cabo de estos procesos, las desigualdades sociales se acentúan por la segregación escolar» (Dubet, 2012, p.10).

En las últimas décadas en Montevideo (especialmente en las zonas periféricas), estos mecanismos de fuga se han disparado por la forma en que se dio el ingreso de sectores de la población tradicionalmente excluidos de la enseñanza secundaria (1).

Incluidos pero lejos

La forma como se llevó adelante la inclusión en la capital, esto es, sobre la base de un proceso avanzado de segregación urbana, profundizó aún más la segregación educativa.

La asignación masiva de poblaciones estudiantiles de contextos desfavorecidos a los liceos periféricos (2), llevó a una fuga de los menos desfavorecidos del barrio hacia otro circuito educativo ya sea público (3) o privado. Esto derivó en una sobrerrepresentación (en los centros educativos periféricos) de una población estudiantil socioeconómicamente desfavorecida, y a su vez una sub-representación de los sectores más favorecidos del barrio. En este sentido son muy gráficos los datos presentados por Alonso y Fernández (2011:12), en el que hacen mención a que la elección de un liceo periférico con contexto muy desfavorable prácticamente desaparece de las preferencias de las familias menos sumergidas de la misma zona de Montevideo.

Al final de este proceso, la segregación educativa se hizo de mayor magnitud que la residencial. Esto significa que la composición del centro educativo no representa la composición social del barrio, lo que aumenta aún más la brecha entre los diferentes circuitos educativos (4).

La regulación estatal da inicio a un complejo proceso que permite que se consolide la guetificación del sistema educativo. La existencia de guetos es a su vez terreno propicio para justificar la implementación de currículos diferenciados, atendiendo a las características particulares del estudiantado.

Cuando la población estudiantil pobre se encuentra territorialmente concentrada, la idea de adaptar el currículo al medio halla su justificación en procurar conocimientos “accesibles y significativos” para esas poblaciones.

En liceos públicos de zonas periféricas y pauperizadas de Montevideo, han comenzado a intercambiarse horas de clases por talleres (financiados por empresas) con una clara impronta en la formación de recursos humanos (5). Recientemente surgen también planes de estudio (Plan 2016) que proponen como forma de invisibilizar las inequidades advertidas entre los niveles de promoción de estudiantes de diferentes quintiles, la promoción total para centros que concentran “estudiantes del primer quintil” (6).

Es en estas zonas donde surgen las Escuelas Charter (como los liceos Jubilar e Impulso) que acentúan la segregación por sus técnicas de selección. Como señala Giroux (2012) los empresarios reciben exoneraciones por su aporte lo que implica que se pierden ingresos fiscales mientras se cede control de estas escuelas (financiadas con dineros públicos) a los empresarios que evidentemente, financiarán aquellas propuestas que le resulten convenientes.

Un sistema educativo segregacionista sobrecondiciona negativamente los logros educativos de los más vulnerables.

Una vez verificada la existencia de segregación educativa cabe detenerse a reflexionar sobre sus consecuencias:

“Si los resultados educativos fueran determinados únicamente por las condiciones socioeconómicas de origen limitándose la escuela a traducir las desigualdades “de entrada” en desigualdades “de salida”, la segmentación podría considerarse un problema menor. (…) el sistema educativo no podría ser responsabilizado por la inequidad (…) Sin embargo, se ha acumulado evidencia empírica suficiente como para asegurar que los factores endógenos al sistema educativo tienen un impacto significativo en los resultados. Tanto los recursos institucionales (….) como la composición social de la escuela (a través del conocido “efecto de pares”) repercuten en el rendimiento. Así, la segmentación presente en nuestro sistema educativo resulta un fenómeno de gravedad, ya que estaría contribuyendo no sólo a reproducir sino también a ampliar las desigualdades de origen”. (Krüger, 2012, p.p. 141-142) (7).

En lo concerniente al grupo de pares, es ampliamente reconocido que un mismo estudiante en situaciones educativas diferentes, tendrá resultados académicos diferentes, ya que no sólo interviene su condición socioeconómica, sino la de sus compañeros.

Las políticas educativas focalizadas no atienden el riesgo que implica la propia composición social de la escuela. Katzman y Retamoso (2006) señalan:

“La composición social de las escuelas define el perfil del grupo de pares con que el niño tendrá oportunidades de contacto cotidiano. De los estudios de desempeño en el aprendizaje surge evidencia suficiente como para otorgar relevancia a la influencia del grupo de pares en al menos cuatro aspectos fundamentales (…) Primero, los compañeros de escuela moldean las expectativas de logro educativo” (Kaztman y Retamoso, 2006, p.24)

El segundo de los aspectos mencionados por Kaztman y Retamoso relaciona la heterogeneidad del grupo de compañeros con el mayor desarrollo de habilidades cognitivas y destrezas sociales claves. El tercero, señala las consecuencias igualmente positivas sobre desempeños académicos ligados al capital social acumulado en redes de pares socialmente heterogéneas.

¿Qué distancia hay de Montevideo a Colonia?

No sólo abunda la bibliografía sobre los efectos negativos de la segregación educativa sino que la monitorización oficial de nuestro país, parece sugerir un alto impacto de este fenómeno en los resultados educativos.

Los niveles de promoción de Ciclo Básico en Montevideo no sólo son los más bajos del país, sino que en el año 2014 el porcentaje de promoción del conjunto de los estudiantes de la capital estuvo por debajo del correspondiente a los estudiantes del primer quintil de todo el país (obviamente incluido Montevideo).

Es decir que los estudiantes del primer quintil obtienen resultados tanto mejores en el interior del país, que aún promediados con los de ese mismo quintil de Montevideo, igualan o superan el porcentaje de promoción del total de estudiantes la capital (8).

Para observar las diferencias entre los niveles de promoción de la Capital y departamentos con escasa o nula segregación educativa es útil recurrir a la comparación con datos del departamento de Colonia, ya que la particular distribución de la población de este departamento hace que abunden las ciudades donde todos los estudiantes asisten a un mismo centro educativo público (9). Bien, Colonia tiene los porcentajes de promoción más altos del país.

Por ejemplo, según los resultados del Monitor Liceal, en el 2012 la promoción de estudiantes de Ciclo Básico en Montevideo fue del 59,19% mientras que la del departamento de Colonia fue del 83,18%. En el 2014 los resultados de estos departamentos son de 64,3% para Montevideo y 85.9% para Colonia.

Según los últimos datos presentados por el Monitor educativo:

Parecería que al hablar de “crisis del sistema educativo” sería prioritario elaborar hipótesis plausibles tanto sobre las diferencias de resultados entre estos departamentos como del hecho de que el porcentaje de promoción de Montevideo sea inferior al del primer quintil del país. Sin embargo estos análisis se encuentran ausentes de un sistema segregacionista que agrupa, muchas veces en contra de su voluntad y siempre en contra de sus intereses, a la población más pobre en aulas separadas del resto de los estudiantes.

Aunque no existe una ley natural que obligue a que el principio rector que nuclee a estudiantes (ya adolescentes) sea su lugar de residencia y no, por ejemplo, su inclinación a determinadas áreas de la cultura y el conocimiento; este criterio de asignación parece ser un tema indiscutible para la mayoría de los actores de la comunidad educativa.

Lo más naturalizado, es sin duda lo que más nos debe preocupar. Se habla de los resultados de liceos de la periferia montevideana. Se hace un ranking de centros y se estigmatiza (inclusive sin intencionalidad). Se habla de “bajas expectativas”, “bajo capital cultural”, “vulnerabilidad”, ingreso temprano al mercado laboral y embarazo adolescente. Entonces, siendo así: ¿por qué están todos juntos en el mismo centro educativo? La respuesta única, suficiente y categórica es su lugar de residencia. Así entonces la segregación urbana sirve de justificación a la segregación educativa, brinda una explicación y consolida el paisaje social de lo normalizado.

El sistema educativo uruguayo se encuentra afectado por un proceso de
fabricación de la demanda.

Se ha utilizado el término demanda manufacturada para hacer mención a una estrategia por la cual el capital, en su búsqueda de nuevos mercados, transforma en mercancía algo que en un principio no lo era.

Entendemos que la educación se encuentra atravesando un proceso análogo que podría denominarse de fabricación de la demanda. Esta implica una serie de estrategias tendientes a fabricar demanda de educación privada, o sea a crear en todas las personas la disposición a pagar un precio por este derecho, convirtiéndoselo así en mercancía.

El término fabricar procura dar cuenta de una serie de operaciones que utilizando los medios de comunicación masiva crean inseguridad entorno al servicio educativo público.

Así, se multiplican en los medios de comunicación la difusión de investigaciones, consideraciones en torno a la “inseguridad” en los centros educativos públicos, discursos desacreditadores del profesorado, análisis sobre “malos resultados” educativos y artículos alarmistas de diversa índole.

Estos mecanismos terminan por fabricar una necesidad social. La consecuencia es que un servicio público en el que amplios sectores de la población históricamente habían depositado su confianza, pierde credibilidad profundizándose un proceso de emigración de los estudiantes socioeconómicamente más favorecidos a instituciones privadas.

La matrícula en educación privada se disparó en la década del ochenta. El papel del Estado en este incremento fue señalado por Kaztman y Retamoso (2006) subrayando la vinculación entre el fuerte desarrollo de la educación privada y el bajo porcentaje del PBI invertido por Uruguay en educación en esta década, significativamente menor incluso al de países de la región.

“A partir de mediados del ochenta se registró un aumento sustancial de la cantidad de niños en las escuelas privadas en Montevideo. Entre 1984 y 1994, dicho aumento fue de cerca del 50%. Al inicio del período, uno de cada dos niños en edad escolar de los estratos altos de ingreso, y uno de cada cinco de los estratos medios, asistían a establecimientos privados.
Diez años después, las relaciones eran de 3 de cada cuatro en los estratos altos y de más de 2 de cada 5 en los estratos medios (…)
Los cambios en la segmentación educativa no fueron determinados solamente por la privatización de la enseñanza. Dada la estrecha asociación entre la composición social de los barrios y la composición social de las escuelas públicas, la tradicional función integradora de éstas se fue desvaneciendo a medida que avanzaba la segregación espacial en la ciudad.” (Kaztman y Retamoso, 2006, pp.10-11)

El abandono presupuestal por parte del Estado neoliberal inició una fuga de sectores que contaron con los recursos para hacerlo (10).

Por otra parte, el concepto de fabricación de la demanda procura deconstruir una forma de análisis del sistema educativo que trata a la educación pública y a la privada como sistemas aislados. No existe un sistema educativo público y uno privado aislados e independientes el uno del otro, ambos forman un único sistema sometido a intereses entre los cuales algunos procuran la privatización de la totalidad o gran parte de este servicio ya que es visto como negocio rentable debido a varios factores, entre los que se destacan: las exoneraciones fiscales, los bajos niveles de riesgo y la posibilidad de subvenciones estatales.

La fabricación de la demanda se nutre de la segregación educativa y la agudiza.

La existencia de segregación educativa es clave para el proceso de fabricación de la demanda ya que la educación privada procurará captar a las familias menos desfavorecidas de los barrios más populares. Éstas estarían en condiciones y dispuestas a movilizar sus recursos para evitar que sus hijos asistan al liceo del barrio, del cual conocen su entorno socioeconómico e incluso sus resultados académicos.

Especialmente en las zonas periféricas la “inclusión” con segregación favoreció aún más el proceso de fabricación de la demanda que se esforzó por ofertar un entorno social más favorable, cosa que también procuran las escuelas charters al contar con diversos mecanismos de selección del estudiantado.

Así, las inversiones en educación pública, son percibidas cada vez por más sectores de la población como un sobrepeso, pues ya han pagado un alto costo por la educación de sus hijos, generando un escenario propicio para la imposición de un discurso que promueva que tal peso sea quitado del Estado.

A modo de cierre

Los actuales problemas del sistema educativo tienen como una de sus bases fundamentales la profundización del fenómeno de la segregación educativa.

El sistema educativo uruguayo no se ha propuesto atacar su contribución a la segmentación y segregación social, no existe ninguna estrategia institucional que apunte a transformar esta situación. La segregación es convertida en un modo aceptado de funcionamiento del sistema y su falta de problematización contribuye a que los agentes de segregación se multipliquen.

En perspectiva foucaultiana (Foucault, 2012), se puede señalar que no existe un espacio libre donde el mercado actúa y otro donde el Estado interviene para frenar sus “efectos negativos”. El mercado para convertir a la educación en una mercancía necesita una gubernamentalidad activa, requiere al Estado gobernando para el mercado. En su interés se ponen en marcha una serie de acciones: escasa inversión pública, una regulación que segrega, exoneraciones y renuncias fiscales para instituciones privadas y diversas propuestas para que fondos públicos las financien directamente. Todo lo cual termina por ajustar la política gubernamental a los mecanismos que requiere el mercado para su expansión.

Como actores de la educación hemos denunciado la falacia que propone a la educación como principal nivelador social, como si esta pudiera lograr por sí misma que los miembros de los sectores socioeconómicos más desfavorecidos superen (todos, como clase) su situación económica, o dicho de otra forma como si a la educación le fuera posible conseguir que funcione un capitalismo sin pobres. Eso sí, seguimos omisos en lo que a la educación sí le compete. Es responsabilidad de un gobierno autónomo de la educación actuar en pos de los intereses académicos de los estudiantes, en especial de los que históricamente han sido relegados y perjudicados. Llama la atención que dado el volumen de discursos sobre equidad e inclusión no sea motivo de análisis y problematización un fenómeno que ha llegado a ser central.

La educación media debe trascender la segregación urbana y comenzar a considerar propuestas educativas que nucleen a los estudiantes según sus intereses académicos y culturales en diferentes zonas de la ciudad. Debe procurar un modelo de regulación estatal que busque minimizar la segregación dentro de la educación pública.

Como señala Veleda (2012) un “sordo cinismo” parece atravesar tanto al Estado como al conjunto mismo de la sociedad y en este contexto de sedimentación de las desigualdades sociales, es de esperar que cualquier política de regulación orientada a lograr una mayor diversidad en las aulas, se tope con una cruda resistencia. Resistencia que nos lleva a recordar las dificultades que sufrieron los afrodescendientes en Estados Unidos para terminar con la segregación racial en el sistema educativo. No creemos que el sistema educativo uruguayo se deba erigir sobre el principio: “separados pero iguales”.


Notas

1) Según Mancebo (1999) el ciclo básico de educación pública (secundaria y técnica) contaba en 1980 con 60.067 estudiantes, en el 2016 la matrícula de secundaria pública por sí sola es de 122.489 estudiantes para este ciclo, lo que supone un incremento del 104% respecto al total de la educación media básica en 1980. En Montevideo la cobertura de ciclo básico para el primer quintil (el 20% de menores ingresos) en 1993 era del 55,8% (Mancebo, 1999); según datos del Ministerio de Educación y Cultura en el 2013 la cobertura a los 13 años de edad de este mismo quintil es del 92 % en todo el país.

2) El proceso de segregación también se ha visto favorecido por la construcción de liceos en zonas periféricas, un claro ejemplo es la construcción del liceo N° 73 en el barrio Borro.

3) Cabe destacar que una de las estrategias más frecuentes para escapar a de la regulación estatal consiste en mentir la residencia, consiguiendo una factura en la que figure un domicilio cercano a la institución educativa a la que se aspira.

4) Se entiende por circuito educativo el trayecto construido por las familias y/o por el Estado que genera un tránsito por diferentes instituciones de Primaria, Ciclo Básico y Bachillerato. Por ejemplo es frecuente que a Bachilleratos públicos ingresen estudiantes que han cursado Primaria y Ciclo básico en instituciones privadas.

5) Por ejemplo en el liceo 65 de bachillerato del barrio Ituzaingó se ceden horas de clases para llevar adelante el programa “Educación para el desarrollo” de Pepsico, no parece probable que esta misma situación pudiera permitirse en el IAVA.

6) El primer quintil es el 20% de menores ingresos de la población e históricamente es el quintil que registra la promoción más baja

7) Haciendo la salvedad que el concepto de segmentación educativa tiene diferencias con el de segregación, el primero pone énfasis en la partición horizontal del sistema, en la conformación de circuitos diferenciales (social y académicamente desiguales) en la estructura del sistema; mientras que, por otra parte, el concepto de segregación educativa le otorga mayor importancia a las decisiones que toman los actores.

8) Efectivamente, la promoción del 2014 en Montevideo es del 61,2%; 67,7%; 64,9% para primer, segundo y tercer año, mientras que la promoción correspondiente a estos mismos niveles de los estudiantes del primer quintil es de 61,9% 69,7% y 64,2%. en todo el país.

9) No existen centros educativos privados

10) El aumento presupuestal de la última década no apuntó a revertir este proceso, sino que lo consolidó a través de políticas focalizadas, planes diferenciales para liceos de contexto crítico, etc.


Referencias bibliográficas

Alonso, L., Fernández, T. (2011). El tránsito de primaria al ciclo básico en Maroñas. Montevideo: UDELAR-FCS-DS.

Dubet, F. (2012). Prólogo. En C. Veleda. La segregación Educativa. (pp. 7-15). Buenos Aires: La Crujía.

Foucault, M. (2009). Seguridad, territorio, población. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Foucault, M. (2012). Nacimiento de la biopolítica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Giroux, H. (2012). La educación y la crisis del valor de lo público, Montevideo: Criatura editora & Sello Editorial de Extensión Universitaria.

Kaztman, R. (2001). Seducidos y Abandonados: El aislamiento social de los pobres urbanos. Revista de la CEPAL, 75, pp.171-189. Recuperado de:
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Kaztman, R., Retamoso, A. (2006, Noviembre). Segregación Residencial en Montevideo: Desafíos para la Equidad Educativa. Ponencia presentada en “Reunión de Expertos sobre Población y Pobreza en América Latina y el Caribe”, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Santiago de Chile.

Krüger, N. (2012) La Segmentación Educativa Argentina: Reflexiones Desde Una Perspectiva Micro Y Macro Social. Páginas de Educación, volumen 5 (número 1), pp.137 -156. Recuperado de:
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Mancebo, M.E. (2001). Los procesos contemporáneos de cambio en la educación secundaria en Uruguay. En C. Braslavsky (Ed.), La Educación Secundaria. ¿Cambio o inmutabilidad? Análisis y debate de procesos europeos y latinoamericanos contemporáneos (pp. 373-406). Buenos Aires: Santillana.

Maroy, C. (2008). ¿Por qué y cómo regular el mercado educativo?. Profesorado, Volumen 12 (N°2). Recuperado de http://www.ugr.es/~recfpro/rev122ART1.pdf

Veleda, C. (2009). Regulación estatal y segregación educativa en la Provincia de Buenos Aires. Revista de Política Educativa, (numero 1), pp. 37-65. Buenos Aires: Prometeo Libros.

Veleda, C. (2012). La segregación Educativa, Buenos Aires: La Crujía.

Fuentes Consultadas

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Consejo de Enseñanza Secundaria, (2015b), Resultados finales ciclo básico por liceo – Año 2014, Recuperado de:
http://www.ces.edu.uy/ces/images/stories/2015/INSTITUCIONAL/Transparencia_Activa/RESULTADOS_2014_ESTADISTICA.pdf

Consejo de Enseñanza Secundaria, (2016), Monitor Liceal, Recuperado de: http://www.anep.edu.uy/monitorces/servlet/portada

Dirección de Educación Ministerio de Educación y Cultura, (s.f.), Logro y nivel educativo alcanzado por la población 2013 Área de Investigación y Estadística (AIE) http://educacion.mec.gub.uy/innovaportal/file/53773/1/presentacion_logro-2013.pdf

INEEd (2014), Informe sobre el estado de la educación en Uruguay 2014. Resumen ejecutivo,
INEEd, Montevideo. Recuperado de: http://ineed.edu.uy/sites/default/files/Resumen%20ejecutivo%20INEEd%20para%20Web.pdf

Fuente: http://www.hemisferioizquierdo.uy/#!Separados-%C2%BFpero-iguales-La-segregaci%C3%B3n-educativa-en-Uruguay-un-fen%C3%B3meno-fuera-de-agenda/nnsaa/5797784a0cf24688e198ab28

Imagen:  «La piñata», Diego Rivera (1953)

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Educación en cárceles: montajes y ficcione

Por María Eugenia Bové Giménez

Revista Hemisferio Izquierdo/ Nro 4

Hay 10.000 personas adultas en nuestro país que viven encerradas por decisión judicial entre cuatro paredes, usualmente húmedas, mohosas, sucias y oscuras.

Su tiempo de encierro se reparte entre estar en su pieza-celda compartida, en el espacio común de esa u otras piezas-celdas, o circular por la cárcel para ir a algún lugar, o para no ir a ningún lado. Uno de esos lugares posibles, fuera de la celda, dentro de la cárcel, es el aula. A veces no tienen tanta suerte y esa aula es una mesita en el rincón de una sala común, o una rodilla donde apoyar un cuaderno para recibir una clase desde el otro lado de una reja.

Las clases son en la cárcel un respiro al encierro. No siempre cambian la humedad de las paredes, pero siempre cambian las personas, el tono de la voz y la postura corporal. Son un espacio de encuentro con lo que está más allá de los muros y más allá en el tiempo. La mayoría de las personas que estaban presas en el 2011 no estudiaban al momento de su detención (solo un 5% de las presas y un 3% de los presos [Vigna, 2012, p. 28]⁠). La educación en las cárceles es viajar en el tiempo y volver a lugares abandonados hace muchos años (40 % de las personas presas pasó por la escuela, 33% por el liceo [Departamento de Sociología, 2010, p. 10)]).

Eso no es tan raro en la cárcel: la cárcel es un viaje en el tiempo donde los adultos pierden gran parte de su autonomía y alguien vuelve a decirles a qué hora tienen que comer, dónde tienen que dormir, con quién pueden hablar y con quién no, cómo se tienen que dirigir a sus mayores. A veces lo dicen las autoridades formales, a veces las informales. La infantilización de las personas es una de las formas en las que la cárcel te empieza a desarmar, para que abandones todo lo que te trajo a ella, para que empieces a convertirte en lo que debes ser: el más pesado o la más pesada, o el más arrepentido o arrepentida.

Pero la clase te lleva, en ese viaje en el tiempo, a un lugar nuevo: estudiar en la cárcel es ser el mejor de la clase. Para poder ir a clase tenés que tener buenas evaluaciones de conducta, tenés que portarte bien en el salón, tenés que llevarte bien con los funcionarios de la cárcel, tenés que poner mucha dedicación. La educación es un derecho de todos los uruguayos que debe ser garantizado por el estado, pero que en las cárceles solo alcanza para a un 25% (1) y este porcentaje baja a 6,8 % en las zonas más críticas del sistema, como los módulos 8, 10 y 11 del COMCAR (2), siendo que se considera “asistencia” a ir una vez por mes a algún tipo de actividad. La educación en las cárceles lejos de funcionar como un derecho universal e inherente al ser humano, se inscribe en varios sistemas de privilegio constitutivos de las cárceles modernas, llámese progresividad del tratamiento o redención de pena. En algunos casos el acceso a la educación es en sí mismo el premio para el que fue necesario tener buena conducta y “compromiso con la rehabilitación”. En otros es parte de los requisitos a cumplir para poder acceder a los privilegios: mantener una buena evaluación que permite mejores condiciones de vida (pasar o permanecer en un modulo o una cárcel con menor violencia y mayores libertades), obtener un buen informe para el juez (quien autorizará o no salidas transitorias y libertades anticipadas). Si, como se plantea en la academia, la educación se tensiona entre ubicarse como una herramienta más de las tecnologías punitivas (especialmente dentro del tratamiento penitenciario como herramienta para la rehabilitación) o ubicarse como un derecho que debe ser garantizado y exigido (dentro y fuera de la cárcel), los diferentes mecanismos que llevan a que la educación sea formalmente opcional pero informalmente obligatoria hace que los profesores deban desandar un largo camino para que los estudiantes consideren que estos espacios son algo más que una moneda de cambio o un requisito para su vida dentro de la cárcel.

La educación en las cárceles se vuelve así un juego de ficciones y montajes. Montaje como “maneras determinadas de organizar y presentar una acción que conduce a una conclusión interpretativa sobre el acto como tal” (Butler, 2010)⁠ que construye ficciones que permiten tanto generar una falsa acusación como embellecer una obra.

La educación es presentada así por la misma cárcel como una herramienta para la rehabilitación, como una buena práctica y como un indicador de salud del sistema. Es uno de los recortes de la realidad que le permiten mostrar que hace algo además de encerrar: hay presos que estudian, que aprueban materias, que hacen obras de teatro y manualidades. Cuando se quiere mostrar, enmcarcar, que la cárcel puede funcionar, que se puede recuperar a los irrecuperables, que la rehabilitación es un proyecto que los mismos presos desean, aparecen notas institucionales sobre logros educativos, se organizan ceremonias de entrega de títulos y exhibición de productos. Marcos que muestran vidrios sin rejas, paredes decoradas y personas felices.

La educación para la institución carcelaria tiene muchas funciones: además de brindar herramientas para la rehabilitación, o sea, trabajar en uno de los objetivos propuestos, ayuda a descongestionar (las celdas diariamente, las cárceles a largo plazo acortando el tiempo de pena por redención), reduce la violencia y tensión disminuyendo el ocio, permite espacios de evaluación de los presos, genera espacios deseables que aceitan mecanismos de premio-castigo, aumenta los recursos humanos con que cuenta el sistema (mediante convenios) y crea “buenas prácticas” que mostrar, aún cuando se trate de programas focalizados y de alcance limitado.

Si observar el marco que la cárcel coloca a estas actividades, las formas en que las embellece, permite estos análisis, también exige que miremos lo que queda por fuera de este marco. El desarrollo de la educación exige a las actividades enfrentar una serie de obstáculos. Primero encontrar las formas de acceso a la institución, que en muchos casos siguen criterios poco claros y recorridos vernáculos. Luego ajustarse a las dinámicas burocráticas y securitarias: autorizaciones, horarios y tiempos de acceso, revisiones físicas, restricción de materiales, disponibilidad de espacios. Después sostener procesos colectivos en medio de la inestabilidad permanente: criterios de acceso y permanencia a los cursos cambiantes, suspensión de actividades por medidas nuevas de seguridad o por superposición de actividades, por ejemplo. Este marco no muestra tampoco a la cantidad de personas que quieren estudiar y no se pueden inscribir (porque no hay lugar, porque no se han portado lo suficientemente bien, porque no se sabe si lo aprovecharán) o a aquellas que empiezan y no cuentan con ningún apoyo para continuar (un apoyo frente a un día deprimente, un guardia que no le deja ir a clase ese día, un juez que no le autoriza a salir a rendir un examen, un cuaderno que pueda no ser roto en la requisa). Sin duda que no muestra, como mencioné antes, que las personas que están presas se acercan a la educación porque hay mútilples formas de coacción para que lo hagan, que será solo luego de procesos específicos, dentro del aula, que encuentren que estos espacios pueden tener un sentido diferente que cumplirle al juez, al abogado, a la guardia o a la psicóloga que hace la evaluación.

Trayendo a Butler a la cárcel de nuevo, ella nos dice que estos marcos, con sus fines y arreglos adecuados a agendas específicas, son aún así incontrolables. Ese marco, la interpretación que genera y la forma en que afecta a su contenido, irremediablemente rompe con el contexto específico de su creación, al cambiar de tiempo y espacio y ser reposicionado, reinterpretado, desde otros contextos. Cuando una “buena práctica penitenciaria” logra salir del salón asignado y del folleto oficial para presentarse en un teatro, con público y prensa, cambian las formas en que es posible definir esa escena. Cuando una clase de secundaria genera pensamiento y escritura que se imprime y circula, y narra un motín desde un lugar diferente al de la crónica roja, habilita una ruptura con el marco previo, desbordándolo (3). La obra de teatro presentada en el Centro Cultural Goes por el colectivo “Las olvidadas” no le otorga la libertad a las presas que la hicieron y representan, no responde tampoco a su pregunta sobre qué pasará el día después que salgan, pero genera las condiciones para una evasión temporal, de ellas y del mismo marco, que genera otros diálogos, que visibiliza situaciones que no se querían mostrar de ese primer contexto, que genera afectos nuevos con interlocutores nuevos (4). La segunda función fuera de la cárcel nunca fue autorizada.

Y así es que el montaje permite otra operación que sostiene a la educación en cárceles: la posibilidad de una ficción. Una noción de la ficción no como lo falso, sino como lo que se desprende, por momentos, de la realidad más dura, la que no tiene fisuras, la que no muestra más que determinaciones. La educación como ficción se puede pensar entonces como la literatura, aquella que “despliega un saber y a veces la verdad sobre un universo reprimido, secreto, insconciente… [aquella que] del orden abstracto y frustrante de los signos sociales hace un juego, espacio de fantasía y de placer” (Kristeva, 1995, citado en Richard, 2009)⁠. Una ficción que encuentra un asidero en la realidad en la medida en que permite imaginar otras formas de esa realidad.

Cuando un programa de educación secundaria sostiene la ficción de que es posible inscribirse en la Universidad, genera una ficción que permite romper también con otras ficciones: que habiendo pasado por la cárcel solo se puede trabajar de cajera en un super o volver a vender pasta base. Permite también el reclamo de otras ficciones: si la educación es un derecho universal e inalienable a todos los uruguayos, por ende, el juez debe autorizar las salidas transitorias para asistir a clases terciarias. Sostiene la ficción de que todos somos iguales y el estado nos garantiza nuestros derechos. Son ficciones que dialogan con las múltiples ficciones que la cárcel sostiene sobre sí misma, introduciendo líneas de pensamiento, de afecto, de fuga, que abren la vida en la cárcel a múltiples horizontes. Y todas las ficciones juegan con “la realidad”, esa suma de discursos históricos y políticos, producto y construcción: las ficciones-relatos que se dicen reales por más que todos sabemos (desde nuestra experiencia más concreta) que no lo son, y las que diciéndose ficciones-relatos cambian la forma en que las cosas pueden ser, y cambiando el horizonte pueden cambiar también lo que son. Una ficción (el estudiante) dentro de otra ficción (el rehabilitado) que genera espacios nuevos y abiertos, desafíos a las variadas formas de control con que la cárcel quiere transformar-someter a las personas: la mujer que llega como incapaz de tomar buenas decisiones y que se debería volver una buena madre que prioriza el bienestar de su familia, se puede transformar en profesional, en dramaturga, en diseñadora de modas.

Y la que es ficción en tanto futuros posibles, es también montaje de nuevos escenarios dentro de la cárcel, permitiendo la asunción de roles también nuevos y diferentes: escritora, poeta, profesor, bibliotecario, joyera, diseñadora, estudiante, defensor de derechos humanos, fotógrafa. El contraste con los roles posibles fuera de los salones y dentro de los muros puede ser abismal, puede dar opciones alternativas a “la arrepentida” o “el violento”, posibilidades de vínculos diferentes a la imposición o el sometimiento.

Si el montaje es una ficción, una interpretación guiada, un relato específico, que no puede controlarse y desborda los intereses de aquellos que los montan, hay un punto en que la educación sostiene una de las realidades más inverosímiles: las personas que estudian en las cárceles redimen pena y pueden salir antes. Esto, como decía antes, condiciona a la educación en tanto requisito para, pero en la cárcel ¿qué puede ser más real que salir antes? ¿Qué puede ser más parecido a un sueño que salir antes? La educación en la cárcel conlleva así los extremos de lo pedagógico: la finalidad disciplinadora y normalizadora, exacerbada como discurso vacío en un contexto epocal donde su promesa meritocrática resulta inverosímil, y al mismo tiempo la posibilidad emancipadora de apertura a sujetos y mundos nuevos e inciertos.

La educación permite sostener la mayor de las ficciones: que los presos, los chorros y los pichis tienen algo que decir y pueden hacerlo, no solo sobre ellos sino sobre la cárcel, sobre la forma que le encontramos a la justicia. Saberes sometidos que encuentran espacios donde ser escuchados y valorizados. Ficciones que nos dicen, a los que no estamos en la cárcel, que estos irrecuperables e incorregibles, pueden hacer cosas diferentes y mostrarnos, a nosotros, las ficciones de nuestra integración y los encierros dentro de los que vivimos.

* La siguiente nota se basa en el trabajo realizado para la tesis “Coerción y libertad: la educación en cárceles. Un estudio de caso en una cárcel de mujeres de Uruguay”.

** Licenciada en Psicología (UDELAR) y Magíster en Estudios Políticos y Sociales (UNAM) con una tesis sobre educación en cárceles. Cursa Doctorado en Sociología en la UNAM.

Notas

1) Elaboración propia en base a datos publicados por el Ministerio del Interior (2014, p. 88). Estos número incluyen actividades educativas, deportivas y culturales, y no es clara la forma en que son construidos. Se podría considerar un piso superior del dato “real”.

2) Según datos del Comisionado Parlamentario Penitenciario (2016).

3) Se puede leer al respecto en http://brecha.com.uy/pres-y-diario-de-nuevo-en-la-calle/

4) Se puede ver una crónica al respecto en http://ladiaria.com.uy/articulo/2014/11/teatro-de-las-liberadas/

Referencias:

Butler, J. (2010). Marcos de guerra: Las vidas lloradas. Buenos Aires: Paidós.

Comisionado Parlamentario Penitenciario. (2016). Segundo informe extraordinario sobre la situación de los Módulos 8, 10 y 11 de la Unidad No. 4 COMCAR. Recuperado en https://parlamento.gub.uy/camarasycomisiones/comisionadministrativa/cpp

Departamento de Sociología. (2010). Informe del I Censo Nacional de Reclusos. Montevideo. Recuperado en https://www.minterior.gub.uy/images/stories/informe_censo_reclusos_dic.pdf

Ministerio del Interior. (2014). Los Caminos a la Libertad. Montevideo: Ministerio del Interior.

Richard, N. (2009). La critica feminista como modelo de critica cultural. Debate Feminista, 40, 75–85.

Vigna, A. (2012). Análisis de datos del I Censo Nacional de Reclusos, desde una perspectiva de Género y Derechos Humanos. Montevideo. Recuperado en http://www.inmujeres.gub.uy/innovaportal/file/24956/1/infocenso.pdf

Fuente:http://www.hemisferioizquierdo.uy/#!Educaci%C3%B3n-en-c%C3%A1rceles-montajes-y-ficciones/nnsaa/5797f5160cf2b686e718bd93

Imagen:http://i0.wp.com/otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2016/08/e686bc_16f6e909b0194652a5124f45f44487d1-mv2.jpg?resize=290%2C290

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Bullying y el Proceso del Chivo Expiatorio

Por Silvana Giachero

“Haciendo visible lo Invisible”

Resumen

Este artículo tiene como fin analizar la dinámica perversa del bullying en la que queda atrapada la víctima y los cómplices silenciosos , cuando el instigador “hecha la bola andar “desatando el proceso del chivo expiatorio , el cual se retroalimenta así mismo. Al mismo tiempo detallaré los síntomas que presentan las victimas y los mitos que banalizan y naturalizan esta violencia . Destacaré la importancia del rol de los docentes , padres y psicólogos no solo para detener este proceso sino para no caer en la victimización secundaria. El Bullying no es conflicto por lo que mostrare que la mediación en estos casos es un gravísimo error

INTRODUCCION

Para que podamos entender la lógica perversa voy a un ejemplo simple de la vida cotidiana de muchas víctimas que no se reconocen como tales: cuando una mama le dice a su joven hija que va a salir esa noche de fiesta con sus amigas “ve hija, no te preocupes por mi , sal y diviértete, yo me quedo acá solita , aburrida, si me pasa algo yo me arreglo”. Esa situación ambivalente en la cual queda atrapada la joven , en donde tanto si sale como si se queda, la culpa, el miedo   la paralizan, quedando  en una situación de indefensión, es en la que queda atrapada la victima de Bullying. Todo lo que haga, se vuelve en su contra , porque si sale o se queda , siempre se va a sentir culpable. Esta telaraña que entreteje el perverso deja a la victima paralizada como Blanca Nieves cuando come la manzana envenenada, símbolo de la culpa, ni viva ni muerta, paralizada entre dos mundos.

Cuando hablamos de Bullying nos referimos a esta dinámica que implica sutilmente agredir, humillar, maltratar, burlar, aislar, dejar de lado,culpar, lastimar físicamente a un compañero/a con intención de hacerlo, en forma sistemática y repetitiva, como la gotita de agua de la tortura china .  Es una violencia psicológica que se da en los centros educativos, entre pares  y que tiene graves consecuencias para la víctima,  ya que genera daños irreversibles con cambios permanentes en la personalidad de quienes la sufren y pueden conducirlos al suicidio como la única salida de la tortura.

Destaco que todas estas agresiones en si mismas y por separadas pueden no tener sentido, justamente lo que hace que sea grave y vaya erosionando el psiquismo y la autoestima , es el encadenamiento de los hechos, cada nuevo accionar violento dispara en el chico la memoria de los anteriores generando un dolor muy grande que va invadiendo su vida y del que no tiene escapatoria por si solo. Nada de lo que él haga va a cambiar o frenar esta violencia, siempre deben actuar los adultos, porque hay una relación asimétrica, pues el hostigador asume el poder y controla a sus complices.

NO HAY UN PERFIL DE VICTIMA

Cualquier niño o joven puede ser victima de acoso psicológico, la timidez, la baja autoestima, el aislamiento , la autoexclusión, la hiperactividad, son las consecuencias del hostigamiento. Estas consecuencias durante el proceso de victimización son las que se van a usar para seguir hostigando, acusando a la victima de que “es Rara” , “algo habrá hecho”, haciéndola merecedora del castigo que recibe .Esto es lo que llamamos Error  Básico de Atribución, el querer buscar el problema en la victima es desconocer la dinámica perversa del Bullying. Si hay algo que podemos decir que tienen en común las victimas es que en algún momento se convierten en una amenaza para un hostigador.

EL CHIVO EXPIATORIO

Para que este proceso comience a funcionar un instigador hecha la bola a andar , hay un incidente que desata este proceso, que es el efecto señal , el cual en la mayoría de los casos se da en el aula frente al docente y que incluso puede ser el mismo docente el que inicie este proceso, por ejemplo cuando se burla del alumno por algún motivo, o lo deja en evidencia por algo, o hace un chiste sobre su persona. Cuando es otro chico el instigador , el motivo puede ser cualquiera, como por ejemplo celos, envidia, no tolera que sea diferente o que sea exitoso en algún área escolar, o que disfrute.

En esta etapa inicial la violencia es uno a uno, es periférica, o sea no involucra al resto del grupo y lo que observamos en el niño es una respuesta de temor y por lo general responden con perfil bajo, viendo que nadie hace nada para sancionar y prohibir esa primera conducta de hostigamiento.

Pero este proceso continúa, se empiezan a sumar otros chicos, por efecto de la mimetización, y entre todos persiguen y hostigan a la víctima con la excusa de que la víctima” es rara, está loca, algo habrá hecho “o para que no se lo hagan a ellos, los niños suelen decir “ antes que me lo hagan a mi lo hago yo” De esta manera se va dando el proceso de victimización, de satanización de la víctima, que la va enfermando, desgastando psicológicamente y comienzan a aparecer los primeros síntomas psicológicos y físicos que más adelante detallare. Todo aquel chico que intente proteger a la víctima o defenderla también se convertirá en víctima, por eso vamos viendo como esta espiral va camino a aniquilar , destruir y expulsar al chivo expiatorio.

El chivo expiatorio es el “mejor amigo del hombre” porque gracias a él todo el grupo se libera de todas las culpas y de  todos sus males, ya que es él el que pasa a ser el causante de todo e incluso del castigo que le infringen.

En esta fase de estigmatización, de todos contra uno, la victima ya se encuentra paralizada, con indefensión aprendida y va a hacer todo lo que pueda para evitar ir al lugar donde es torturada. Pero justamente porque comienza a tener los primeros síntomas se la lleva al psiquiatra y psicólogo, que si son ignorantes en la materia le van a dar el tiro en la nuca que le faltaba con errados diagnósticos como por ejemplo: tiene problemas de adaptación (pues si no se adapta a que le maltraten), padece de fobia, o de crisis de ansiedad, o síndrome de hiperactividad, o lo que es peor aun , es depresivo o sufre de paranoia. Este proceso de victimización secundaria no hace mas que fortalecer el proceso del chivo expiatorio ya que todos se van a quedar tranquilos al confirmar que el problema lo tiene la víctima.

Ya en la fase final del acoso,- que son el 10% de los casos , son la punta del iceberg que vemos, ya que antes muchos se fueron del colegio, se enfermaron y abandonaron los estudios , o peor aun se suicidaron, – nos encontramos con que todos están en contra de uno, la unanimidad persecutoria, la exclusión y la autoexclusión, con daños irreversibles para el resto de la vida de la víctima. Creen que “muerto el perro se acabo la rabia”, gravísimo error , ya que el instigador-hostigador sigue en el centro de estudios sin atención y con total impunidad, y va a ir por otra víctima.

Este proceso de victimización se da más fácilmente en aquellos grupos en el que reina el caos y la autoridad esta desdibujada y recrudece peligrosamente  si llega a las redes sociales, el efecto es desbastador para la víctima, ya que con el ciberbullying se viraliza en pocas horas, se extiende a toda la sociedad y el chico victima ya no tiene salida.

SINTOMAS DE LAS VICTIMAS DE BULLYING

  • Cambios de humor,
  • retraimiento, aislamiento, timidez, no quieren ir a cumpleaños o salidas extraescolares, no invitan amigos a su casa
  • comienza a no mirar a los ojos, se encorva como consecuencia de las humillaciones de que es objeto,
  • llora por cualquier cosa, se empieza a poner triste,
  • Dolores abdominales y de cabeza frecuentes que tb usa para faltar al colegio,
  • trastornos del sueño,( se despiertan a las 3 de la mañana, pesadillas, insomnio , o quiere dormir mas que antes, o los escuchamos gritar déjame, ándate , suéltame..),
  • síndrome del domingo por la tarde, se enferma porque no quiere ir al colegio,
  • comienzan a perder útiles, cuadernos, aparecen útiles rotos en la mochila, o la mochila dañada, golpes y arañazos en su cuerpo que no sabe dar explicación, no quieren hablar del colegio ni de sus compañeros, se quejan de que lo cargan o toman el pelo,
  • empiezan a tartamudear o con algún tics,
  • Flashback, reviven durante el día y la noche los acontecimientos traumáticos.
  • se vuelven agresivos con hermanos o mascotas, se hacen pis en la cama,
  • piden dinero o empiezan a hurtarlo .
  • DIAGNOSTICO DIFERENCIAL : Síndrome de Estrés Postraumático (hipervigilancia, agotamiento psicológico, flashback, pérdida de atención y de la memoria a corto plazo, disociación, crisis de pánico )

SÍNTOMAS QUE PUEDEN SER VISIBLES POR LOS DOCENTES:

  • Empieza a faltar a clase,
  • Sale solo de la clase frecuentemente, no se reúne con otros para hacer trabajos., Se aísla, prefiere trabajar solo
  • Le da vergüenza o se pone muy nervioso al intervenir en clase, o deja de intervenir, Sus compañeros se ríen de él cuando participa
  • Comienza a bajar las notas
  • Casi siempre llega con el tiempo justo y evita encontrarse con los compañeros,Sale, frecuentemente, él primero de la clase o se queda en la clase, , Pide ir al baño en hora de clase habitualmente (no quiere ir en el recreo porque es justamente donde se puede estar dando el acoso , No quiere ir a las clases de educación física ni a actividades extras.
  • No participa de salidas extraescolares siempre tiene alguna excusa o se enferma.
  • busca estar cerca de un docente en el recreo,
  • tienen reacciones explosivas frente a hechos menores,
  • les cuesta concentrarse en la tarea,
  • corporalmente se lo ve “Achicado” como que quiere no ser visto.
  • Ninguno de estos signos aislados son Bullying, lo que deben hacer los docentes es estar atentos y no banalizar, minimizar las conductas de burla hacia un alumno por parte de otros e intervenir inmediatamente protegiendo a la victima y sancionando a los hostigadores.

MITOS Y VERDADES  A trabajar en clase

1. El acoso escolar no son más que cargadas, bromas y burlas.

Falso. El bullying es mucho más que simples burlas. Aunque muchos acosadores y acosadoras se burlan de sus víctimas, otros y otras recurren a la violencia, a la intimidación y a otras tácticas. Las bromas son divertidas si todos se ríen. Cuando alguien sufre, no. El acoso siempre es doloroso.

 2. Hay personas que merecen que las acosen.

Falso. Nadie es merecedor ni merecedora de acoso. Esa es la excusa  que tienen los buleros y buleras para justificarse.

3. Los buleros son siempre varones.

Falso. También pueden ser acosadoras (principalmente en su forma de exclusión social).

4. Los que se quejan de los buleros son unos maricones.

Falso. Quienes se quejan de los acosos que reciben no hacen más que ejercer su derecho a no recibirlos. Son más maduros que quienes los acosan.

5. El bullying es una parte normal del proceso de crecimiento.

Falso. Que se burlen de una persona, se metan con ella, la manipulen, la amenacen, la acosen, la insulten, le hagan daño y abusen de ella; no es normal ni necesario.

6. Los acosadores desaparecen si se los ignora.

Verdadero y falso. Puede que algunos sí, pero otros se van a enojar aún más y van a seguir acosando hasta que consigan la reacción deseada.

7. Los buleros se meten con otra persona porque tienen baja la autoestima.

Falso. Algunos de ellos tienen la autoestima muy alta. Están satisfechos de sí mismos y el hecho de molestar a otros los hace sentirse aún mejor. El bullying, en la mayor parte de los casos, no tiene que ver con una mayor o una menor autoestima, sino con el hecho de  tener poder sobre otras personas.

8. Decirle a un adulto que te están acosando es de buchón.

Falso. Avisar a una persona adulta que pueda ayudarte a hacer algo para terminar con el acoso es una acción inteligente. También si avisás que están acosando a otra persona.

9. La mejor manera de enfrentar a un acosador es peleándose o intentando “devolvérsela”.

Falso. Si peleás con un bulero podés hacerte daño (y hacérselo a otras personas). Además podrías verte metido en problemas por verte involucrado en una pelea. Si intentas pagar al acosador  o la acosadora con la misma moneda, te pondrás a su altura. Además, el bulero podría redoblar la apuesta y siempre sería peor. Sea como sea, pelearse empeoraría las cosas.

10. Tal vez las personas que son objeto de acoso sientan algo de dolor durante un tiempo, pero terminan superándolo.

Falso. El acoso sigue doliendo aún transcurrido mucho tiempo. Algunos chicos y chicas dejan la escuela por culpa del bullying. Algunos alcanzan tal nivel de tristeza, desesperación, miedo y desesperanza que se enferman. Muchos adultos recuerdan episodios de acoso de su infancia. No se supera así nomás.

Fuente: http://silvanagiachero.com/2015/09/11/bulliyng-y-el-proceso-del-chivo-expiatorio/

Imagen: http://i2.wp.com/otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2016/08/Bullying.jpg?resize=290%2C290

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Pokémon Go y autismo ¿Es bueno o malo?

Por Daniel Comin

Desde la aparición del juego de realidad aumentada Pokémon Go han escrito infinidad de opiniones a favor y en contra del mismo. Que si es bueno, que si es malo,…, pero realmente ha causado furor y vemos como jóvenes (y otros no tan jóvenes) corretean como locos por las calles con su Smartphone en la mano intentando cazar Pokémons.

Pero ¡y qué pasa con las personas con autismo¡ ¿es bueno o malo para ellas? Este es el quid de la cuestión. Bien, pues hay cosas buenas y cosas malas sobre el uso de este juego por adolescentes y jóvenes con autismo.

Lo bueno

Obviamente este juego te lleva a la calle, a buscar y dar vueltas, a conectar con otras personas, a participar en quedadas o reuniones de fans del juego. Aspecto que tiene su parte positiva. Muchos chicos con autismo pueden ser reacios a salir a la calle, ya que los estímulos pueden saturarlos. Otros pueden ser muy rígidos e inflexibles, y si hay algo aleatorio es este juego, así que te muestra que lo inesperado puede ser emocionante.

Además, y dado el interés por la tecnología, puede convertirse en un interesante potenciador de las relaciones sociales, ya que debes interactuar con otras personas si quieres triunfar en el juego. Puede ayudar a que jueguen junto con otras personas, de forma que fomenta la interacción, la atención conjunta, la cooperación, en resumen, puede ser muy positivo en ese aspecto. Además puede fomentar la independencia del chico o chica.

Fomenta por tanto ciertos aspectos relacionados con la autodeterminación e independencia, salir solos, desplazarse por la ciudad, contactar con otras personas, interactuar socialmente, regresar a casa, etcétera.

 Lo malo

Quizá extender el interés por el mundo basado en algo virtual no sea la mejor idea. Sobre todo chicos/as que se aíslan en casa con el ordenador, quizá cuando salgan también viva inmersos en la pantalla de su teléfono.

En cuanto a las relaciones sociales, quizá solo fomente un tipo específico de relación social basado en un interés que puede crear cierto nivel obsesivo, y que esta relación se base únicamente en aquello que gira de forma exclusiva entorno a ese tema particular. Y si sabemos que en muchos casos les cuesta darse cuenta de que hablar de un único tema es algo que puede ser aburrido para los demás, en este aspecto no va a ser diferente. Además, tienden a generalizar, aspecto que puede jugar en su contra en este caso.

Quizá no sean conscientes del peligro que se puede correr deambulando por la ciudad, o de que no todo el mundo es buena gente. Pueden tener cierto nivel de ingenuidad que podría ser muy peligroso cuando contacten con algunas personas que podrían tomar ventaja de esto.

Quizá centre su relaciones sociales en un único tema y aumente su obsesión, dando la falsa sensación de que solo a través de este juego puedo compartir momentos con otras personas.

Seamos prudentes

Vemos que hay cosas buenas y cosas malas. Por algún motivo lo malo acaba pesando más que lo bueno. Pero encontrar el término medio puede ser una buena idea. Que no vayan solos, pero esto no significa que mamá o papá los acompañen a todas partes como si fuesen su guardaespaldas ¿Imaginan que sus padres hubiesen ido con usted a todas partes en su adolescencia y juventud? ¡Qué horror! Busquen alternativas.

Puede ser un estupendo potenciador y/o reforzador de otras actividades. Usar las ventajas de este juego en otros ámbitos, generar pautas de sociabilidad para usarlas en otros ámbitos sociales. Puede ayudar mucho, pero también jugar en contra. Modelar esta actividad ha de ser algo a tomar en consideración, usar el sentido común para establecer pautas y tiempos, evitar que ese sea el único tema de conversación y que se convierta en una obsesión. Explicar claramente cuando, dónde, durante cuanto tiempo,…, pueden usar el juego. Explicar cómo interactuar con otras persona, etcétera.

Otro aspecto a considerar es el de la privacidad, cuando al entrar a nuestro perfil de seguridad de Google (usado para el registro del juego), dentro de las aplicaciones conectadas, veremos que Pokémon Go tiene “acceso total” a nuestros datos.

Es importante limitar también el número de horas, un uso prolongado de este tipo de dispositivos puede afectar a la visión.

En resumen, evalúen adecuadamente los pros y los contras, usen las ventajas a su favor y analicen bien las desventajas para evitarlas o incluso, convertirlas en algo bueno. Y por supuesto, si va a acabar generando más ansiedad en el chico, pues mejor que no lo use, busquen otras alternativas.

Fuente: https://autismodiario.org/2016/08/11/pokemon-go-y-el-autismo-es-bueno-o-malo/

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