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La Escuela pública: entre las pruebas PISA y la inercia de la tradición

Es en este contexto que resulta relevante escuchar la opinión de un maestro de aula, ya que son habitualmente los tecnócratas de escritorio y la prensa de derecha quienes, con frecuencia, tienen la última palabra y dictan el veredicto en temas educativos. Su influencia prevalece en la opinión pública, con la clara intención histórica de que el Estado ceda el futuro del «negocio» educativo a manos de la empresa privada y a esos conglomerados económicos que ven en el sector educativo una fuente de negocios altamente rentable. Su objetivo es imponer un currículo educativo a medida de sus intereses.

Desde su concepción, las pruebas PISA contienen una contradicción intrínseca. Comparar los resultados en ciencias, matemáticas y lectura entre países con condiciones tan diversas en lo social, económico, político, cultural y científico-tecnológico es absurdo. Es evidente que países como Colombia permanecerán constantemente en la mitad inferior de la tabla. Esto se agrava por la ausencia de una política educativa seria en el país. Los avances en este ámbito han sido principalmente el resultado de la lucha social y el esfuerzo sindical de los maestros, enfrentándose a gobiernos reaccionarios.

El país se encuentra inmerso en una economía marcada por una confrontación bélica persistente, alimentando una maquinaria militar que devora millones del presupuesto. Esta situación ha llevado a un aumento constante de la deuda externa, que para junio de 2023 alcanza los US$187.529 millones, equivalente al 56,1% del Producto Interno Bruto (PIB) (BanRepública, 2023).

Además, varios investigadores han intentado cuantificar el costo del conflicto armado en Colombia durante más de 50 años. Las estimaciones sobre el costo del conflicto varían notablemente. Por ejemplo, una investigación de la firma Raddar y la Corporación Bienestar sugiere que el conflicto ha costado al país U$2724 billones desde 1964, debido al aumento del gasto militar, la destrucción de infraestructura, la pérdida de oportunidades y la asignación ineficiente de recursos.

El gobierno de Ivan Duque es ejemplificante, en plena pandemia de COVID 19, con una sociedad golpeada y una economía en crisis en donde se necesitaba mitigar el hambre, sustentar a quienes perdieron el empleo y sus negocios, financiar la educación pública en modo virtual, el gobierno uribista se preparó para una verdadera guerra contra su población invirtiendo más de U$ 10.18 millones en defensa y armas.

“además de la decisión de comprar 24 aviones militares, en los últimos meses el Gobierno ha invertido, de acuerdo con información del Secop, $ 9.500 millones de pesos para comprar municiones para el Esmad (81.000 gases lacrimógenos y 13.000 balas) y se compraron 23 camionetas para protección presidencial por $ 9.600 millones de pesos, 18 tanquetas por $ 12.000 millones de pesos y 3 camionetas para esquema de comandantes del Ejército por $ 812 millones”.

Tomado de El Tiempo 26/04/2021.

Y aun no quedando satisfechos embolataron $ 70 mil millones (Transparencia por Colombia, 2023) destinados a la conectividad de las escuelas más apartadas del país, hecho delictivo por el cual Karen Abudinen titular del Min. de tecnologías de ese entonces, no da razón mas allá de un libro con el cual busca limpiar su nombre, mientras las escuelas rurales de Colombia, sus maestros y sus estudiantes aún siguen en el abandono.

Teniendo este contexto inicial sobran los argumentos para discutir que los resultados de los estudiantes colombianos no son ajenos a una realidad nacional en donde la guerra, la corrupción, el abandono y la marginalidad de la escuela pública son el común denominador e influyen directamente en el contexto de aprendizaje. Esto no es Singapur, no es Finlandia, es Colombia y es allí precisamente en donde cobra relevancia el análisis desde el aula y no desde un escritorio o desde el micrófono de un periodista prepago del establecimiento.

El caso Bogotano

El análisis no puede dejar de lado la situación educativa de Bogotá y su comparativa con otros territorios del país, resulta evidente que, si bien existe una crisis generalizada, la capital colombiana enfrenta desafíos menos agudos que otras zonas. El gobierno distrital, liderado por la alcaldesa Claudia López y su secretaria de educación Edna Bonilla busca construir la narrativa de que sus políticas han mitigado los impactos negativos en la ciudad en comparación con el resto del país. Sin embargo, esta perspectiva pasa por alto la influencia significativa del sindicato de maestros ADE, cuya presión constante ha contribuido considerablemente a las condiciones educativas en la ciudad.

Es importante reconocer que diversos factores se entrelazan para favorecer a Bogotá en términos educativos. El centralismo histórico se refleja en la oferta y acceso a formación posgradual universitaria para los docentes, que en Bogotá con respecto al resto del país es muy superior, así como en aspectos como la oferta cultural, el acceso a redes de internet, bibliotecas, centros culturales y la disponibilidad de recursos tecnológicos en los hogares. El nivel de alfabetización de la población y la formación de los padres también juegan un papel crucial en estos resultados.

El informe de la Secretaría de Educación de Bogotá omite estos factores, atribuyendo los logros únicamente a la consolidación de estrategias de aprendizaje, especialmente aquellas centradas en la formación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Sin embargo, carece de autocrítica en relación con la política de privatización permanente, que ha llevado al desfinanciamiento de la escuela pública, la sobrecarga laboral y la persecución contra el magisterio.

Es esencial destacar el papel fundamental de los maestros y maestras que, a pesar de la escasez de recursos, han contribuido significativamente al proceso educativo en Bogotá. Pero obviamente estamos ante una Secretaría que está enfocada en profundizar el proceso de privatización, manifestado en programas como el BI (bachillerato internacional) y otros convenios con las cajas de compensación en detrimento de la pedagogía y de los derechos laborales de los docentes capitalinos.

Violencia, exclusión social y escuela

El análisis se ve enriquecido al considerar las condiciones sociales en las cuales se desarrollan los procesos escolares y que además son el resultado de diversas formas endémicas de violencia presentes en nuestro país. Esto se ve agravado por el modelo económico de explotación y saqueo que ha perpetuado la pobreza y el abandono estatal a lo largo de generaciones de colombianos.

En circunstancias normales, los niños y niñas deberían asistir a la escuela para aprender, socializar y construir conocimientos guiados por sus maestros y maestras. Sin embargo, en la mayoría de las escuelas públicas y muchos colegios privados, esta realidad dista de ser la ideal. Los educadores se ven obligados a dedicar gran parte de su tiempo en el aula a abordar problemas de convivencia escolar, derivados de diversas causas.

Entre estas causas se encuentran las violencias familiares durante la crianza, que se manifiestan en comportamientos violentos de muchos niños y niñas hacia sus compañeros. También influyen las violencias presentes en los entornos barriales, donde muchos jóvenes crecen sin la supervisión de sus padres, cuyas obligaciones laborales los mantienen ocupados todo el día. La calle y sus amigos se convierten en sus referentes, en una sociedad descompuesta y enferma, donde el microtráfico, las bandas delincuenciales y otras problemáticas son lamentablemente comunes.

Además, se suma la violencia producto del conflicto armado, que afecta a familias enteras que han sido desplazadas, diezmadas, ultrajadas y moralmente destrozadas. En este contexto, los niños, niñas y jóvenes son los más afectados, enfrentando traumas y desafíos que obstaculizan su desarrollo integral.

Por otro lado, la violencia mediática también desempeña un papel crucial. La matriz mediática ha girado en torno a la violencia social, el amarillismo y la difusión de contenidos violentos y sexuales en busca de audiencia. Esto contribuye a la formación de una sociedad desensibilizada y normaliza comportamientos perjudiciales, especialmente entre los jóvenes.

  • Para respaldar estos planteamientos, es relevante destacar algunas estadísticas alarmantes. Por ejemplo, según datos del Instituto Nacional de Salud, el porcentaje de casos de violencia intrafamiliar ha aumentado en un 20% en los últimos cinco años. Asimismo, informes de organizaciones no gubernamentales revelan que el desplazamiento forzado ha afectado a más de un millón de personas en la última década, con un impacto particularmente devastador en la niñez.

Una generación marcada por Influencers y la promesa del dinero fácil

En el trasfondo de esta narrativa se vislumbra un panorama sombrío marcado por las condiciones de pobreza que afectan a la población en general. Esta realidad, sumada a la falta de oportunidades, crea un terreno propicio para que el desinterés, la apatía y la falta de perspectiva académica se apoderen de los estudiantes. Estos jóvenes se ven constantemente bombardeados por la cultura del inmediatismo y las promesas de riqueza fácil y éxito repentino, hábilmente difundidas por los gurús de los medios a través de redes sociales y otros canales de comunicación.

En este contexto, es evidente que una parte significativa de la juventud contemporánea no percibe la escuela con buenos ojos. Más bien, se erigen como «emprendedores» modelados por una sociedad que les insinúa la posibilidad de enriquecerse de la noche a la mañana. Se les presenta la imagen seductora de convertirse en influencers, youtubers, cantantes o incursionar en plataformas como OnlyFans y TikTok. Es la generación del “Yo me llamo», que surge sobre los cimientos de una sociedad donde la «cultura traqueta» ha vendido la ilusión de que adoptar roles como traquetos, prepagos o modelos webcam constituye un pasaporte directo hacia la fama y la fortuna.

Es importante respaldar estas reflexiones con datos concretos que ilustren la magnitud de esta problemática. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), más del 40% de la población colombiana vive en condiciones de pobreza, lo que refuerza la conexión entre la falta de recursos y oportunidades y el desinterés académico.

Asimismo, un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que el desempleo juvenil en Colombia alcanza cifras preocupantes, ubicándose en un 21%. Estas estadísticas respaldan la percepción de la juventud sobre la escasa viabilidad de encontrar oportunidades de desarrollo a través de la educación tradicional.

Esta actitud desafiante hacia la educación también se ve alimentada por el atractivo virtual de la fama y la riqueza. Datos de estudios psicosociales indican que el 60% de los jóvenes colombianos consideran que las redes sociales son una vía legítima para alcanzar el éxito, confirmando así la influencia de estas plataformas en la percepción de la realidad de la juventud. Incluso según datos recientes de octubre de 2023, Colombia es el cuarto país de Latinoamérica con el mayor número de influencers y el segundo país en inversión de publicidad digital solo por debajo de Brasil.

Desocupación post secundaria

La perspectiva tanto laboral como académica entre los estudiantes graduados no constituye un estímulo que despierte el interés de los jóvenes. Según revela la Universidad del Rosario, apenas el 40% de los egresados de bachillerato logra acceder a la educación superior, sin hacer distinción entre colegios públicos y privados. Esta realidad se explica, en parte, por el elevado costo de las carreras universitarias, la carencia de orientación vocacional, la necesidad de aceptar empleos ocasionalmente mal remunerados para contribuir al sustento familiar, y otros factores correlacionados.

Las cifras proporcionadas por el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana arrojan luz sobre la magnitud de este desafío. El análisis de la tasa de transición inmediata de estudiantes provenientes de instituciones educativas públicas y privadas hacia la educación superior revela que cerca de 2 millones de colombianos, con edades comprendidas entre los 17 y 21 años, se encuentran excluidos de esta cobertura vital.

Estas estadísticas subrayan la urgencia de abordar las barreras que obstaculizan el acceso a la educación superior en Colombia. El elevado porcentaje de jóvenes excluidos de este proceso demuestra que la falta de oportunidades educativas no se limita a la disparidad entre colegios públicos y privados, sino que se extiende a un problema sistémico que afecta a una parte significativa de la juventud colombiana.

El panorama se torna aún más desafiante al considerar que la falta de orientación vocacional y la necesidad imperante de contribuir al ingreso familiar inciden directamente en las decisiones educativas de los jóvenes. Resulta imperativo, por tanto, implementar medidas que no solo faciliten el acceso económico a la educación superior, sino que también ofrezcan orientación y apoyo a los estudiantes en la toma de decisiones cruciales para su futuro académico y profesional.

El escenario escolar. Entre la represión y la inoperancia

Al abordar los elementos anteriores podríamos argumentar que “estudiar” no representa un camino “atractivo” para muchos jóvenes colombianos, eso explicaría en parte el desinterés frente al proceso académico pero el análisis no puede quedarse sin un elemento estructural, el papel de los educadores y de las instituciones educativas.

Desafortunadamente y hay que ser muy autocríticos y responsables, el común denominador del funcionamiento en las instituciones educativas distritales es que muy pocas cosas funcionan bien, la gestión de calidad solo ha servido para que muchos directivos docentes hayan abandonado su papel como lideres y dinamizadores de la pedagogía y actúen mas como jefes de personal de una fábrica.

El marco reglamentario de la educación colombiana viene girando mas hacia el funcionamiento vertical y empresarial de la escuela, delimitando y controlando horarios, porcentajes de aprobación, informes estadísticos, racionalización de recursos,  manuales de procesos y procedimientos draconianos, entrenamiento  para contestar pruebas, todo un armatoste burocrático y tecnicista que  haciendo honor a la verdad no redunda en mejores resultados académicos y un mejor funcionamiento de la institución educativa.

Hay que puntualizar que todo ese andamiaje en muchos casos es utilizado por algunos directivos docentes, para reprimir y perseguir al maestro de aula cual, si fuera obrero raso que debe entregar producción al final del día, creando climas institucionales invivibles en donde las demandas, las amenazas, la falta de trabajo en equipo, las extralimitaciones de funciones, los malos manejos alimentan la apatía laboral y el que muchos docentes terminen haciendo lo mínimo.

Claro que existen escuelas e instituciones que tienen otras prácticas de gestión pero algo que es recurrente en la gran mayoría es la ausencia de diálogo pedagógico y constructivo, aquí la experiencia de más de dos décadas en educación me anima a argumentar que si bien hay muchos maestros con posgrados, muy bien preparados, estos títulos terminan en muchas ocasiones solo de utilidad para subir en el “escalafón” y elevar los ingresos, a causa de la ausencia de espacios institucionales para trabajar en equipo con otros maestros en propuestas pedagógicas que influyan definitivamente en la transformación de prácticas pedagógicas.

A pesar de los loables esfuerzos realizados por muchos educadores en términos de capacitación y formación, la maquinaria escolar persiste en funcionar de manera anacrónica, manteniendo intactas sus estructuras desde décadas atrás. Los currículos se despliegan en áreas de enseñanza que, dependiendo de la institución educativa, oscilan entre 13 y 15 o más, sin establecer conexiones coherentes entre sí ni con el mundo real.

En este escenario, cada docente, imbuido de responsabilidad, defiende sus métodos y enfoques al final del año ante la comisión de evaluación y promoción. Este proceso, más allá de ser un espacio para reflexiones pedagógicas, se convierte en un terreno donde se elaboran balances, se extraen estadísticas, se otorgan notas y se posicionan subjetividades y simpatías. En este peculiar teatro educativo, se suscitan auténticos «milagros».

Es común que estudiantes que han acumulado reprobaciones en seis o más materias a lo largo del año, misteriosamente vean reducida esta cifra a una o dos, generalmente relegadas a asignaturas como religión, ética o educación física. Estas últimas se someten a una suerte de «recuperación» mediante pruebas, culminando con la aprobación del año escolar.

Este enfoque carece por completo de pedagogía, trabajo en equipo o diálogo efectivo entre los maestros. Además, se observa una ausencia palpable de compromiso serio por parte de las familias de los estudiantes. En lugar de centrarse en estrategias educativas efectivas, el sistema se aferra a la rigidez de las estadísticas como única medida de éxito.

Lo peculiar de todo esto es que las recetas utilizadas administración tras administración es la misma, olvidando todo el contexto presentado anteriormente, ni los mismos docentes nos salvamos, nos aferramos a la tradición, cuantas veces en las instituciones educativas he escuchado que unos compañeros casi que le gritan a otros: ¡profe aquí siempre lo hemos hecho así! o algunos en tono conciliador intentando convencer y dando cátedra de experiencia : “no se desgaste compa, ¿para qué?, nadie se lo va a agradecer, cuide su salud”, “cumpla el horario y lleve el seguimiento de los estudiantes, ahí está el secreto”, y otras tantas que hacen parte de la jerga o currículo oculto de las instituciones educativas, así terminan muchos maestros y maestras trabajando casi en la clandestinidad, haciendo su proyecto en solitario, soportando la crítica y a veces recibiendo el apoyo en intentos individuales de transformar la escuela.

Mientras tanto el mundo cambia aceleradamente, las nuevas tecnologías, la virtualidad, las inteligencias artificiales transforman el mundo que conocemos, si sufrimos con Wikipedia y el “copy page” de los estudiantes en sus tareas, con los resúmenes de libros en portales como “el rincón del vago”, no me quiero imaginar con el uso del ChatGPT para iniciar por algo.

El sindicato de maestros, de espaldas a la pedagogía

En medio de este complejo panorama, es imprescindible abordar el papel desempeñado por las organizaciones sindicales de los docentes colombianos. Desafortunadamente, gran parte de la responsabilidad de la debacle educativa se les endosa, perpetuando una narrativa que ha sido hábilmente construida por sectores adversos a la educación pública. Estos actores, ansiosos de la privatización del sistema educativo, han empleado desde hace décadas argumentos reduccionistas y falaces. Han posicionado la idea de que FECODE, la principal federación sindical de educadores, «administra» los colegios públicos y utiliza las aulas para «adoctrinar» a los estudiantes.

Este relato, amplificado por diversos medios informativos del país, ha contribuido a estigmatizar al maestro o maestra de la escuela pública como un individuo «vago», «perezoso» y, en los casos más extremos, un «guerrillero» camuflado al servicio de la extrema izquierda. Las consecuencias de esta construcción mediática han sido nefastas para la imagen del magisterio colombiano, que ha terminado siendo perseguido, violentado, arrinconado y discriminado.

Los datos sobre persecución sindical son evidentes. Informes e investigaciones emitidas por FECODE documentan cómo maestros y maestras son víctimas del conflicto armado colombiano. Este patrón de violencia culmina en el reconocimiento del movimiento sindical y del magisterio como sujetos de reparación colectiva, subrayando la necesidad de comprender que el análisis de los resultados académicos de los estudiantes colombianos está intrínsecamente ligado a la realidad de la escuela y las condiciones laborales de los docentes.

Este ciclo de violencia y degradación contra los maestros se intensifica, manifestándose en formas más sutiles, pero igualmente perjudiciales, entre ellas esas que se dan entre algunos de los funcionarios administrativos de ministerios y secretarías contra los docentes; se observan desprecios por la profesión docente en los incentivos, los reconocimientos y el trato displicente en las mesas de negociación sindical. Incluso los padres de familia, amparados por normativas laxas, muestran una creciente violencia e intolerancia hacia los docentes, exigiendo más a los educadores que al propio Estado.

Estas problemáticas, unidas a la centralización de la agenda sindical en cuestiones como salario, derechos laborales, escalafón y financiación, junto con una actitud reactiva derivada de la embestida neoliberal, que impone una posición constante de resistencia, han limitado la propuesta pedagógica del magisterio. Este enfoque se traduce en iniciativas aisladas que no logran impulsar la revitalización del movimiento pedagógico ni, mucho menos, la construcción de una propuesta educativa integral para el país.

Para algunos sectores del sindicalismo magisterial, esta realidad resulta difícil de aceptar. Están tan inmersos en sus luchas por el micropoder y las influencias que pasan por alto el hecho evidente de que, en este momento crucial, el movimiento sindical del magisterio no solo debe velar por la defensa de la escuela pública y del derecho a la educación, sino que también tiene la responsabilidad de ser un actor protagónico en la transformación del sistema educativo.

Es imperativo trascender las limitaciones inherentes a la resistencia constante y explorar nuevas dimensiones donde el sindicato de maestros no solo abogue por las condiciones laborales, sino que también promueva una visión pedagógica crítica y emancipadora. En este sentido, resulta esencial la formulación y defensa de propuestas educativas innovadoras que respondan a los desafíos actuales y contribuyan a la construcción de un modelo educativo acorde con las necesidades de la sociedad contemporánea.

La participación activa del sindicato magisterial en la transformación de la escuela no solo sería una respuesta a las problemáticas actuales, sino que también consolidaría su papel como agente de cambio en la construcción de un sistema educativo más inclusivo, dinámico y adaptado a los desafíos del siglo XXI.

Es lamentable observar cómo ciertos sectores arraigados en los sindicatos regionales y, en particular, en FECODE, aprovechan su posición para impulsar la agenda de sus partidos y movimientos políticos. Este accionar, sin embargo, viene acompañado de un costo significativo: sacrificar las reivindicaciones pedagógicas del magisterio, que trascienden con creces la simple cantidad de estudiantes por aula.

El debate sobre el tamaño de las clases, si bien relevante para abordar el hacinamiento, no aborda de manera sustancial las prácticas pedagógicas dentro del aula. Puede haber maestros con 40 o 25 estudiantes, pero si se continúa limitando a cumplir el currículo neoliberal, que esencialmente forma futura mano de obra barata, la situación no experimentará mejoras significativas. La escuela pública clama por una transformación total. ¿Dónde quedó la discusión sobre estilos y ritmos de aprendizaje? ¿Y la reflexión sobre los campos de pensamiento? ¿Dónde se encuentra el diálogo sobre la evaluación escolar? ¿Persistiremos en eludir la posibilidad de evaluarnos pedagógicamente como maestros? ¿Dónde está la conversación sobre la educación rural y la inclusiva?

Resulta desconcertante mantener la afirmación de que las nuevas tecnologías son intrusas en las aulas. ¿Continuarán los directivos docentes desempeñando el papel de gendarmes de la administración, creyendo erróneamente que los dispositivos de control y la falta de democracia escolar son la senda hacia la excelencia académica? ¿Persistirán algunos sectores del magisterio en oponerse a la transformación, incluso adoptando actitudes irresponsables a nivel laboral, respaldándose en una interpretación sesgada de la libertad de cátedra?

Lo más preocupante no es solo que las pruebas PISA, con todas sus contradicciones, evidencien un estado de crisis educativa. Lo verdaderamente inquietante radica en la dificultad de muchos actores del proceso para asumir su grado de responsabilidad, limitándose a culparse mutuamente durante décadas. Mientras tanto, la niñez y la juventud se ven privadas de la oportunidad de prepararse para un futuro global incierto, donde el Estado policial global extiende dispositivos de control, exclusión y manipulación social.

Estos facilitan que la derecha y los nuevos fascismos del siglo XXI lleven al poder a figuras que convencen a la sociedad de que la existencia de derechos humanos es la causa de la crisis multidimensional. Por ende, propugnan por su extirpación, eliminación y, asombrosamente, son tratados como salvadores.

Referencias

Aguilar Calderón, F. R. (s.f.). Radiografía de los docentes de Bogotá. Pensar la educación.  Recuperado de: BanRepublica . (2023). Deuda externa de Colombia. Obtenido de https://www.banrep.gov.co/sites/default/files/paginas/bdeudax_t.pdf

Bayona Rodríguez, H. (2017, 25 de julio). La imposibilidad que tienen los docentes de ascender: la realidad del 1278. Red de la Educación. La Silla Vacía. Recuperado de          https://www.lasillavacia.com/red-de-expertos/red-de-la-educacion/la-imposibilidad-que-    tienen-los-docentes-de-ascender-la-realidad-del-1278/

El Espectador. (s.f.). Solo el 39% de bachilleres en Colombia continúa con estudios superiores. Recuperado de https://www.elespectador.com/educacion/solo-el-39-de-bachilleres-en-colombia-continuan-con-estudios-superiores/

El Tiempo. (2021, April 26). Congresistas piden bajar gasto militar e invertir en atención de pandemia. URL: https://www.eltiempo.com/justicia/servicios/congresistas-piden-bajar-    gasto-militar-e-invertir-en-atencion-de-pandemia-583859

FECODE. (2022). La Escuela, un territorio que resiste la guerra. Recuperado de:                                  https://fecode.edu.co/images/comunicados/2022/La_Escuela_un_territorio_que_resiste_l  a_guerra.pdf

Influencity. (2023). El mayor estudio de influencers de Latinoamérica: El estado del influencer     marketing en 2023. Recuperado de:  https://influencity.com/es/recursos/estudios/el-mayor- estudio-de-influencers-de-latinoamerica-2023/

Instituto Nacional de Salud. (2021). Violencia de Género e Intrafamiliar (Código 875) [Report]. Grupo de enfermedades no transmisibles, Subdirección de Prevención, Vigilancia y Control en Salud Pública, Dirección de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública.    notransmisibles@ins.gov.co. https://www.ins.gov.co/buscador-                                          eventos/Informesdeevento/VIOLENCIA%20DE%20GENERO%20E%20INTRAFAMILIAR%20IN FORME%20FINAL%202021.pdf

La República. (2021, 23 de agosto). En Colombia son cerca de dos millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Recuperado de https://www.larepublica.co/economia/en-colombia-  son-cerca-de-dos-millones-de-jovenes-que-ni-estudian-ni-trabajan-3220195

La República. (2023, 14 de septiembre). Hay más de 1,03 millones de jóvenes  desocupados, con tasa de desempleo de 16,6%. Recuperado de: https://www.larepublica.co/economia/hay-  mas-de-1-03-millones-de-jovenes-desocupados-con-tasa-de-desempleo-de-16-6-3704518

OCDE. (s.f.). ¿ Qué es PISA? Recuperado el 12 de diciembre de 2023, de https://www.oecd.org/pisa/pisa-es/

Transparencia por Colombia. (2023). Centros Poblados, ¿quiénes se quedaron con los 70 mil millones? Obtenido de https://transparenciacolombia.org.co/negocios-fantasma/centros-poblados-quienes-se-quedaron-con-los-70-mil-millones/

Universidad del Rosario. (2023, 14 de agosto). Menos de la mitad de los bachilleres en Colombia logra acceder de inmediato a la educación superior. Nova et Vetera. Recuperado de https://urosario.edu.co/periodico-nova-et-vetera/nuestra-u/menos-de-la-mitad-de-los-  bachilleres-en-colombia-logra-acceder-de-inmediato-la-educacion

 

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A la oscurísima luz de los Cuadernos negros

Cuatro pinceladas sobre un ensayo (muy francés) que exige concentración y merece lectura, estudio y apuntes, ensayo que toma pie en la edición reciente de los Cuadernos Negros heideggerianos. En su nota a la edición española observa Rastier: “Es para mí un honor y un placer ver publicado en español este libro que tal vez fue el primero que reconsideró en Francia la obra de Heidegger [9 millones de menciones en sitio web académico según Rastier] a la oscura luz de los primeros Cuadernos Negros.”

Conviene recordar también su advertencia: “Después de miles libros dedicados a Heidegger, no me ocuparé de introducir una vez más su pensamiento, siquiera sea en forma divulgativa. Por otro lado, sería prematuro, pues sus archivos permanecen inaccesibles a los investigadores y la publicación de sus obras se halla inacabada y se lleva a cabo, además, sin garantías filológicas, pues los editores han suprimido frases bochornosas, propuesto fechas dudosas e incluso engañosas, y mantenido un orden de edición erráticocon una lentitud calculada, en una publicación póstuma prolongada ya durante cuatro décadas” [los énfasis son míos].

Dedicado a la memoria de Primo Levi, Naufragio de un profeta es un libro que no debe pasar desapercibido a cualquier lector interesado sobre las vinculaciones de Heidegger con el nazismo. En el siguiente sentido: la filosofía de Heidegger, para algunos el más importante filósofo del siglo XX, el Maestro por antonomasia, ¿es independiente del compromiso político con el nacional-socialismo del autor de Sein und Zeit? La respuesta de François Rastier es negativa. “Desde un artículo de Herbert Marcuse en 1934, el carácter nazi de la filosofía heideggeriana ha sido objeto de numerosos análisis tan penetrantes como intempestivos en los que se han querido ver “affaires” heideggerianos. Con la publicación de los Cuadernos negros, en los que Heidegger llevó un diario de pensamiento entre 1930 y 1970, los análisis vilipendiados comienzan a recibir del propio Maestro confirmaciones póstumas pero irrefutables que crean confusión entre sus discípulos”. (27)

Su perspectiva y sus referentes: “Jamás he podido leer a Heidegger y a sus apologistas sin un malestar que no tiene nada de existencial mientras mientras tantos otros autores ilustres se encomendaban a él, desde Sartre hasta Bernard-Henri Lévy, desde Foucault hasta Derrida, desde Jean-Luc Marion hasta Finkielkraut. Si para estudiar el lenguaje heideggeriano pude contraer una deuda con Adorno, Bourdeau o Meschonnic, el libro capital de Emmanuel Faye [Heidegger. La introducción del nazismo en la filosofía] y más tarde su apoyo personal me estimularonm a leer con independencia para articular mi análisis.” (12)

Un apunte sobre el autor, poco conocido en nuestro país: “François Rastier (Toulouse, 1945) es lingüista, director de investigaciones en el CNRS. Discípulo de A-J. Greimas, es especialista en semántica de la interpretación y su proyecto intelectual se sitúa en una semiótica de las culturas. Entre sus libros traducidos al castellano: Semántica interpretativa (2005), Ulises en Auschwitz. Primo Levi, el sobreviviente (2016), La creación artístitica (2017). Laetoli ha anunciado la publicación de Heidegger, mesías antisemita. Lo que revelan los Cuadernos Negros.

Tres comentarios para incitar a la lectura:

1. A medida que los escritos publicados, señala Rastier, poco a poco aclaran su carácter radicalmente nazi y antisemita (el autor enfatiza sobre todo esta arista del pensamiento heideggeriano), “las dudas se despejan sin perturbar todavía a una candidez casi universal, pero lo bastante claramente como para penetrar en los grandes medios de comunicación, donde se topan con otras cuestiones de actualidad como el auge de la extrema derecha, los radicalismos y el resurgimiento sangriento del antisemitismo” (19).

2. Heidegger, señala Rastier, continúa siendo celebrado como un profundo pensador de la técnica y abundan las referencias elogiosas en la filosofía más reciente. “¿Pero pensar es condenar absteniéndose de toda distancia crítica? Formado en una época en la que la filosofía académica temía ser desposeída de sus objetos por las ciencias, Heidegger vuelve a las tradiciones escolásticas de la historia del Ser y de la diferencia ontológica, pero para hacer el vacío en el proyecto anti-humanista de eliminar la ética y la antropología filosófica, pero también las ciencias sociales, con la diversidad de culturas y lenguas (el alemán basta para decir y pensar todo)…” (24)

3. Rastier no reduce al antisemitismo el alcance de los Cuadernos negros (como hacen las obras de Di Cesare y de Trawny). Las confirmaciones que aportan los Cuadernos negros para el autor, “no se refieren solo a los temas antisemitas, sino también a la relación de la filosofía heideggeriana con el nazismo, elogiado por su barbarie: “El nacionalsocialismo es un principio bárbaro. Eso es lo esencial y su grandeza potencial”. Solamente la filosofía (la de Heidegger) permite evitar una posible desviación. “El nacionalsocialismo no puede ser jamás el principio de una filosofía, pero siempre debe ser situado bajo la filosofía en calidad de principio”.” (146).

Para futuras reediciones: convendría incluir un índice nominal y aligerar el decir, excesivamente alambicado, del autor en determinados pasajes (asunto que, por supuesto, no depende de Laetoli).

Por razones de desconocimiento, casi incomunicación, de áreas lingüísticas próximas, no hay en la bibliografía del ensayo referencia alguna a dos importantes estudios sobre Heidegger en castellano: el de Manuel Sacristán de 1959 (reeditado en Crítica, 1995) y el reciente Nicolás González Varela (en Montesinos).

 

Fuentes: https://rebelion.org/a-la-oscurisima-luz-de-los-cuadernos-negros/
Rebelión [Imagen: François Rastier mostrando una doble página de los Cuadernos negros de Heidegger. Créditos: Espai Marx]

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Navidad en la Franja de Gaza

Navidad en la Franja de Gaza

Frei Betto

En esta Navidad Jesús nace en Gaza. No en un pesebre, sino entre los escombros de lo que queda de las viviendas de sus habitantes.

No nace rodeado de animales, sino de bombas detonadas, balas de fusiles Tavor Tar disparadas contra la población civil (950 disparos por minuto), granadas y gases letales. Y de los vuelos asesinos de los cazas F-35.

Jesús nace e ignora que sus padres, que pretendían refugiarse en Egipto, fueron alcanzados por una lluvia mortal de bombas bunker buster lanzadas por las tropas israelíes.

Ahora no es el rey Herodes el que pasa por el filo de la espada a cientos de niños. Es el gobierno sionista de Netanyahu, en su ansia de venganza y de extermino de quienes considera “animales humanos”, según declarara el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant.

Jesús y sus padres no encontraron albergue en Belén. Tuvieron que alojarse en un pesebre. Igual que ellos, las familias palestinas fueran sumariamente expulsadas de sus hogares para dejarles espacio a los colonos sionistas, que no reconocen el derecho de la nación palestina a crear un Estado legítimo. Desplazados, esos millares de familias se vieron confinados en los estrechos límites de Gaza y Cisjordania, controlados por tropas israelíes como si fueran subhumanas, sobreviviendo en condiciones de un campo de concentración a cielo abierto.

Jesús nace hoy sin que los magos vengan a hacerle presentes de oro, incienso y mirra. Lo que le han regalado ahora son 12 mil toneladas de bombas desde el 7 de octubre (33 toneladas de explosivos por kilómetro cuadrado), lo que equivale a una bomba atómica.

No hay coro de ángeles ni cánticos de gloria a Dios, sino el sonido estridente de las sirenas de alarma y el silbido aterrorizador de los proyectiles disparados por los cañones mortíferos de los tanques Merkava.

Jesús nació bajo el sello de la discriminación por ser palestino, por ser un hijo bastardo de una pareja nazarena (tanto es así que José quiso abandonar a María cuando supo que estaba embarazada), por ser un sin techo, porque su familia ocupó la tierra de una finca en Belén, porque lo consideraron blasfemo y usurpador del título de Hijo de Dios.

Una vez más Jesús es rechazado en su propia tierra. Si a sus coterráneos les impiden crear su Estado, cualquier acción de autodefensa que emprendan será calificada de “terrorista”. Un calificativo que los grandes medios de comunicación nunca emplearon cuando Menachem Begin, el 22 de julio de 1946, voló por los aires el Hotel King David en Jerusalén y mató a 91 personas. Ni cuando más de 200 mil personas, todas inocentes, fueron cruelmente asesinadas en el mayor atentado terrorista de todos los tiempos: las bombas atómicas lanzadas por el gobierno de los Estados Unidos sobre las poblaciones civiles de Hiroshima y Nagasaki. Sí, Hamas transgredió las normas de la “guerra justa” al secuestrar a más de 200 personas, la mayoría civiles. Pero, ¿quién protesta ante las “detenciones administrativas” realizadas por el gobierno de Israel, que mantiene en prisión a cerca de 5 mil personas sin acusaciones formales?

Jesús nace en Gaza y ahora ya no pueden matarlo, porque resucitará en cada niño, en cada joven, en cada ciudadano palestino consciente de que la tierra de las viñas y los olivos guarda en su suelo las cenizas de sus más antiguos ancestros.

 

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/opinion/2023/12/24/navidad-en-la-franja-de-gaza/

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Palestina: Belén cancela celebración de la Navidad en solidaridad con Gaza

Belén cancela celebración de la Navidad en solidaridad con Gaza

Mientras la guerra trastorna las festividades tradicionales, los cristianos palestinos ven una oportunidad para retomar la historia de la Natividad y compartir el Evangelio.

Reverendo Isaac: “Es imposible celebrar la Navidad cuando en nuestra tierra se está produciendo un genocidio”

La ciudad sagrada de Belén en Cisjordania, lugar donde la tradición católica, ubica el nacimiento de Jesús, canceló las celebraciones de Navidad debido al genocidio que comete Israel en Gaza, anunciaron autoridades locales.

Los dirigentes locales tomaron el mes pasado la decisión de reducir las festividades en solidaridad con la población de Palestina, mientras las fuerzas de ocupación israelíes continuaban sus intensos bombardeos contra la Franja de Gaza.

Los líderes de las iglesias de Belén y de toda Tierra Santa han decidido silenciar las celebraciones navideñas de este año debido a la guerra en curso en Gaza ante el bombardeo constante de las fuerzas de ocupación israelíes.

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El alcalde Hanna Hanania explicó que decidieron cancelar las celebraciones navideñas este año por considerarlas inapropiadas en un momento en que Israel continúa con sus ataques contra la Franja de Gaza.

Hanania explicó: “El nacimiento de Jesús es un mensaje de esperanza para todos los niños del mundo, y no podemos celebrarlo cuando miles de niños están siendo asesinados en la Franja de Gaza”.

Además, el alcalde comentó que los cristianos que viven en Belén se ven profundamente afectados por la escalada de la situación, especialmente en Navidad, y que son parte integrante de la comunidad palestina:

“Somos parte integrante de la comunidad palestina y sufrimos los mismos problemas que nuestros hermanos y hermanas musulmanes de la Franja de Gaza. Musulmanes y cristianos hemos vivido codo con codo durante muchas décadas bajo la agresión de la ocupación, y juntos hacemos frente a nuestra vida cotidiana”.

Hanania señaló que la situación de los cristianos en la Franja de Gaza es igual a la de la población civil musulmana y que también están siendo bombardeados y asesinados. “Están siendo brutalmente bombardeados y asesinados. Por ejemplo, innumerables cristianos y musulmanes murieron en el ataque israelí contra la iglesia de San Porfirio”.

En la Iglesia Evangélica Emmanuel de Belén, en lugar de luces navideñas, el pastor Nihad Salman sacó una pancarta del armario de la iglesia. La pancarta muestra la imagen de una mujer que huye de los edificios bombardeados, con palabras impresas en árabe: «Levantémonos y adoremos a Dios».

Normalmente, Belén, ciudad palestina de unos 30 000 habitantes ubicada en Cisjordania y actualmente ocupada por Israel, se llena de más de tres millones de visitantes procedentes de todo el mundo para celebrar el nacimiento del Mesías, según el Nuevo Testamento.

Bandas de música, cantantes de villancicos, bailarines y fuegos artificiales normalmente llenarían la ciudad de alegría y festividades.

Miles de personas abarrotarían la Iglesia de la Natividad, luces doradas centellearían por la calle de la Estrella y un árbol de Navidad gigante con una estrella color rubí iluminaría la plaza del Pesebre.

En cambio, esta vez las calles están oscuras y silenciosas.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/news/belen-cisjordania-cancela-celabracion-navidad-20231224-0019.html

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Gaza-Palestina tiene hermanos

Gaza-Palestina tiene hermanos

Ramón Pedregal Casanova

Cada vez que luché por ti, te amé más. / ¿Qué otro suelo hay, de almizcle y ámbar? / ¿Y qué otro horizonte, perfumado? / Cada vez que tu tierra defendí, / la rama de la existencia reverdecía, / y por encima de las cumbres, Palestina, / mis alas se extendían. / … / ¡Palestina! / ¡No hay nada más querido, más dulce ni más puro! / ¡Cada vez que por ti luché, te amé más!

Versos del poema titulado Te amé más, del poeta Palestino Abu Salma.

“Afirmamos la continuación de las operaciones militares contra la entidad sionista hasta que cese su agresión contra nuestros hermanos en la franja de Gaza.

Hacemos un llamado a todos los pueblos libres de la nación árabe e islámica y a los pueblos libres del mundo a adoptar posiciones honorables respecto dela cuestión palestina.”

Nota de las Fuerzas Armadas de Yemen.

Y en medios sionazis leemos: “El primer lote de envíos comerciales cargados con productos alimenticios frescos llega desde Dubái a “Israel”. Los envíos de alimentos frescos fueron transportados a través del nuevo puente terrestre alternativo al Mar Rojo. Los envíos de alimentos frescos se transportaron a través de los puertos de Dubái, Arabia Saudita y Jordania hasta “Israel.” Otra nota de los medios sionazis: “La empresa turca de agua “Sima” suministra agua al “ejército israelí” durante sus combates en Gaza.”

En todo el mundo se suceden las manifestaciones de la clase trabajadora y la población en general como apoyo al Pueblo de Gaza-Palestina, en ellas se denuncia el genocidio sionazi, el holocausto palestino, se reclama el cierre de embajadas y la expulsión de todos los representantes sionazis, que la CPI de la orden internacional de detención de sus dirigentes y se les juzgue por crímenes de guerra y lesa humanidad, y que lleguen alimentos, agua, medicinas, equipos de atención médica, … bloquear a la entidad colonial imperialista, paz y Palestina libre.

Mientras tanto: El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, decidió que el portaaviones Ford estaría presente en el Mediterráneo durante varias semanas más.

Mientras, Netanyahu y su banda han nombrado un Consejo de Guerra para dirigir al ejército sionazi en su masacre de la población de Gaza-Palestina, y se cuentan ya más de 21.000 palestinos asesinados y más de 50.000 heridos. En su genocidio, los sionazis acaban con la vida de algunos colonos retenidos por la Resistencia, aplicándoles su “doctrina Anibal”, que el periódico Haaretz el 3 de agosto de 2014 decía que es una orden de fusilamiento del soldado que pueda ser capturado para que no caiga prisionero”. Y en Cisjordania, en los dos últimos meses, el ejército ocupante a detenido a 4.400 palestinos y ha destruido barrios. No hay límite para la entidad colonial imperialista a la hora de asesinar. Netanyahu – Biden en una mano sostienen el “talmud”, en el que leen que son los elegidos, seres superiores a los que su dios les ordena asesinar hasta a los niños de pecho, porque con el exterminio tendrán bajo su propiedad tierras y riquezas naturales de Gaza – Palestina y del mundo conquistado, y los que queden vivos serán sus esclavos. Así lo expresan los talmudistas.

Pero el mundo no se divide entre asesinados y asesinos, esa es la simplificación de lo más complejo, el nuevo año anuncia el orden internacional que manifiesta una esperanza política a medio y largo plazo, sin que deje la esperanza de un presente de paz y libertad para el Estado de Palestina. En Gaza, en Cisjordania, en Jerusalén las élites estadounidense, europea, inglesa y sionista se han sumergido en la matanza de seres humanos con el único fin de recuperarse como imperios. Su crueldad llega a enterrar vivos a los palestinos que captura, a bombardear los hospitales y los centros de refugio, a poner en la calle a los heridos del Hospital Kamal Adwan y abandonarlos mientras se llevan al personal médico. Han creado dos campos de concentración uno en Sufa y otro en Karem Abu Salem.

Libano se ve atacado y responde con baja intensidad. Los sionazis quieren una guerra regional, y una mundial, por eso hablan desde la Casa Blanca de que puede durar meses, y acuerdan un mayor envío de armas y demás equipos para un enfrentamiento duradero, pero además, quieren crear una coalición internacional de todo tipo contra Yemen por defender al pueblo palestino. Y el pueblo palestino tiene como amigos a las fuerzas de Yemen, las fuerzas populares antiimperialistas que se manifiestan a diario en todas las ciudades del mundo, y unos pocos gobiernos que con la mayor dignidad se han puesto junto a los pueblos que caminan por la libertad dando su apoyo político al pueblo palestino. Los gobiernos antiimperialistas lo han manifestado en encuentros de representantes, en llamados a los organismos internacionales y en condenas al régimen colonial, y han liquidado, algunos hace mucho, todo trato con la empresa criminal que hace ver lo peor que se recuerda en la Historia de la Humanidad: en pleno siglo XXI el genocidio nazi – colonial, la limpieza étnica, el exterminio de los pueblos originarios y la invasión para el robo, como siempre, con el armamento prohibido de fósforo y demás destrucción masiva, tapándose con el seudo mandato “divino”. Habrá juicio para los sionazis, un Nurenberg 2.

La última declaración de las Fuerzas Armadas de Yemen dice lo siguiente: “Continúa la comunicación con las partes internacionales patrocinadas por Omán con respecto a las operaciones en el Mar Rojo. En más de una reunión recalcamos que la posición de Yemen con Gaza no está sujetara a negociación y que no podemos quedarnos de brazos cruzados.”

Al crimen sionazi y las élites del régimen estadounidense, inglés y los europeos le llaman “derecho a defenderse” al asesinato continuado del pueblo palestino desde hace 76 años. La Resistencia al colonialismo imperial cuenta con el reconocimiento de los gobiernos antiimperialistas y el pueblo trabajador en las calles del mundo, Gaza-Palestina tiene hermanos que acompañan la declaración de la Resistencia: habrá paz cuando cese la agresión a Palestina.

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Internacionalista e integrante de la REDH y de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Fuente de la Información: https://rebelion.org/gaza-palestina-tiene-hermanos/

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Contra la Educación Kosher (o Halal)

Sin educación estamos en un peligro horrible y mortal de tomar en serio a la gente poco educada.G. K. CHESTERTON

Soy profesor, además de padre, y en ambos casos de adolescentes. Convivo, pues, diariamente y casi sin escapatoria posible con una forma de hacer o modo de formar (por tanto casi una “poética”…) de lo que yo llamo, a falta de mejor término, “la dictadura kosher” de la educación progresista.

Es sabido que kosher es la comida que la religión judía considera apta o pura, frente a la prohibida o impura, en estricto paralelismo con la alimentación halal del mundo musulmán. Ser kosher o halal en educación, sea de los hijos de uno o de los alumnos de todos, es decir del Estado (y el Estado debe justamente inculcar aquello que los padres desconocen o confunden), consiste en aplicar a rajatabla los mandamientos de la buena conciencia del adulto de más de treinta años a esos tarambanas “zangoloteens” que tenemos a nuestro cargo.

“Eso no se hace, niño, porque es impuro, no-kosher”. A ellos les suena así, aunque tú, con la mejor intención, utilices locuciones como “porque es maleducado”, “insolidario”, “machista”, “poco nutritivo”, “abusador”, “reaccionario” (esto van a tardar mucho más en captarlo, pero está al trasfondo de la interdicción y da razón de lo demás), o “violento”. Seguro que es cierto, pero los chavales no lo terminan de entender. No lo entienden porque es abstracto, pero sobre todo porque desde su punto de vista es cháchara de adulto. Casi todos los chaval@s manejan igual de bien que nosotros los binomios de educado/maleducado o machista/igualitario, pongamos por caso, lo que pasa es que no lo han experimentado a fondo aún, de manera que poseen la semántica antes que la experiencia, y en esta vida hay que tratar de experimentar mucho e inferir poco, a diferencia de una Inteligencia Artificial.

Yo insisto mucho a mis hijos para que saluden a la señora de la limpieza y al conductor de autobús, y efectivamente se quedan con ello, se quedan con que no son muebles, que son personas que trabajan y casi siempre a disgusto, pero como nunca han estado realmente engranados en la maquinaria cotidiana en un trabajo monótono y servil tampoco llegan hasta el intríngulis de la cuestión, es decir: se debe tratar al chico o chica de la limpieza como una persona no sólo porque evidentemente lo sean, sino ante todo porque en ese momento puede que ella o él no se estén sintiendo demasiado como tales… (Como dos mujeres que hace dos o tres cursos entraban casi en cada clase a limpiar pupitres por lo de la COVID, obligaba yo a que todos saludaran y se despidieran de ellas, y además las metía en lo que estuviéramos hablando, y no creáis, que opinaban lo suyo).

El kosher es real, edificante y necesario, pero no funciona a esas edades, es lo que venía a decir. Ellos lo tienen asimilado, pero no comprendido. Una vez mi hijo pequeño y un amigo se dieron unas patadas, y aluciné escuchando como tanto la madre del segundo como otros dos amigos adultos les regañaban suavemente alegando que en el momento en que te pones agresivo, has perdido la discusión y has quedado como un subhumano. Los pobres le miraban como quien ve a tres marcianos, y es lo que eran. Naturalmente, si te pegan pegas, o en el futuro te pegaran dos, tres, e indefinidas veces, por pusilánime. Pero una lección sí aprendieron o interiorizaron, que no fue otra que resulta que defenderse también es impuro, no-kosher. O sea, mejor hacerlo a escondidas y sólo con los coleguitas si viene al caso. Un desastre de lección, tal como yo lo veo, la lección de tener en adelante y siempre que se pueda dos caras (es inevitable, por otra parte, que a partir de cierta edad nuestros reemplazos comiencen a engañarnos, por eso debe minimizarse al máximo, valga el oxímoron). Y además mentira, porque a la hora de la verdad los adultos hablan fatal unos de otros, fuman porros, comen chuletones y se pegan en un semáforo por un incidente de tráfico, por no hablar de la prostitución, las guerras, etc.

En fin, dejo ya este ejercicio impopular de tratar de torcer un tanto los designios de los que al fin y al cabo son mis compañeros ideológicos. Sólo decir que yo no lo hago y me va bien. Nadie me toma el pelo y todos me cuentan sus cosas, alumnos e hijos, por el momento, quizá porque saben que si juzgo o dejo de juzgar no lo voy a hacer en nombre del kosher o no-kosher, sino de su interés más noble o arrastrado, o porque “yo no lo haría, pero tú verás…”. Veo las guarrerías o bobadas que me ponen en sus móviles, me importa poco que digan tacos con tal de que hablemos y desde luego me la refanfinfla que coman chicle en clase o lleven una gorra puesta, a no ser que lo hagan con intención de desafío o que por otro motivo me enfaden. Si me enfado, porque han ido contra otro o contra mí con franca mala baba, entonces se acabaron los privilegios y se va a hacer justicia a muerte, a lo Juez Dredd –“Yo soy la Ley”… Pero hasta en eso creo que deben entender que no es por un criterio abstracto, válido para mí y mi pandilla de coetáneos cincuentones, sino por motivos estrictamente personales que a ellos también les afectarían. No del estilo “me disgusta mucho que hagas eso”, que es chantaje emocional, sino, frontalmente, “eso no me lo vuelves a hacer o te crujo”, así de fácil (mis momentos peores en clase son cuando les expulso con las peores palabras posibles, las peores, o les digo que si recuerdan que soy el tío que les pone las notas y que a mí me van a pagar igualmente; no suele ocurrir). Más adelante ya entenderán que las normas que ya conocen tienen un fundamento sólido, de modo que por ejemplo comer en un Burger es comer basura, efectivamente, pero ahora no, ahora les dices que eso es no-kosher y sienten que les estás engañando, porque está riquísimo y no les engorda.

En general, siempre es una pésima idea creer que se puede deslindar claramente entre lo puro y lo impuro, y reglamentar pedagogía, política y religión a partir de ello. Las dictaduras en nombre del Bien son tan cruentas o más que las dictaduras en nombre del Mal, por emplear un lenguaje infantil. Pero es que además vivimos una tesitura global que deja pequeña la “gran transformación” a la que se refería Karl Polanyi.

Educar a los niños en hábitos que a sus propios padres y docentes les ha costado décadas adquirir hasta pudiera parecer conservador. Un mundo radicalmente nuevo requiere de una plasticidad que los adolescentes de hoy están aprendiendo a adquirir, al margen de nuestros buenos o malos consejos al respecto. No parece, ciertamente, que el funcionamiento del futuro inmediato vaya a ser cosa de kosher y cantar.

Fuente de la información e imagen:  https://dialektika.org

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Chile: Educación y nueva constitución

La deliberación popular, si es democrática, no es un proceso corto, ni ordenado, ni homogéneo, como lo ha querido imponer la llamada salida institucional. La deliberación popular funciona de formas diversas y, además debe ser permanente, porque debe incluir progresivamente a cada vez más grupos sociales. Esto lo impulsa la movilización, uno de los pocos medios que permiten remecer la conciencia social de la modorra política que provoca tanta democracia delegativa.

 

En el ámbito de la educación, el triunfo de la nueva propuesta pondría a nivel constitucional el voucher (cupón) como forma de financiamiento (garantizando el financiamiento por estudiante en establecimientos estatales y privados, art 23.c, la “igualdad de trato” (el Estado asignará recursos a instituciones estatales y privadas, sin discriminación alguna art 23.f), y la total autonomía a los sostenedores (en ningún caso dicha asignación podrá condicionar la libertad de enseñanza, art 23.f). Estos, entre otros cambios, consumarían el control que ya tienen los privados sobre el sistema de educación pública. La nueva propuesta tampoco nada dice sobre el propósito de la educación pública, más allá del necesario desarrollo libre de las personas, que instaló, como “único norte” para la educación, la constitución del 80, hace más de 43 años. 1

 

Se cierra el proceso. Nada que reclamar. Así es la democracia.

 

Es impresionante este retroceso, después de todo el debate público que se dio desde que las/os estudiantes secundarias/os salieron a la calle el 2006. Tras el largo silencio de los 80 y 90, se naturalizó que la educación era sólo una herramienta para la inclusión, o competencia individual, es decir, servir al desarrollo de la persona primordialmente, sin otro sentido. La Revolución Pingüina vino a remecer la conciencia colectiva al respecto.

 

Desde el 2006 abundaron conversatorios, seminarios y hasta congresos, sobre cómo la educación pública debía ser también una herramienta para la construcción de la sociedad en que queremos vivir. Aumentaron los programas de radio y TV, columnas en diarios y medios de internet que informaban sobre los sentidos que debía tener la educación para todas y todos. A partir del 2011 (cuando mucha más personas salieron a las calles), proliferaron propuestas sobre “la educación que queremos”, de profesores, estudiantes, familias, y de distintas organizaciones, corporaciones, organizaciones de la sociedad civil, ONG, incluso las, hoy famosas , “fundaciones” tuvieron que salir al debate.

 

Durante la revuelta popular del 2019/ 2020 todas estas propuestas nutrieron la intensa discusión que se dio en organizaciones sociales, asambleas territoriales, cabildos, escuelas, incluso al interior de las familias, todo esto en el “peak” de la movilización social. Es decir, durante 14 años, una importante parte de la sociedad chilena, remecida por la movilización social, se planteaba que la educación pública debía no solo ser democrática e inclusiva, también no sexista, inter/endocultural, orientada a cuidar el medio ambiente, entre otros propósitos colectivos, que, desde un nuevo sentido común, ponían en cuestión la naturaleza neoliberal del sistema educativo. Incluso, en algunos espacios, lo público se resignificó también como comunitario, y comenzaba a emerger como un sentido situado histórica y culturalmente para la educación pública en Chile. La pandemia y las formas y plazos de la democracia neoliberal detuvieron este proceso.

 

La deliberación popular, si es democrática, no es un proceso corto, ni ordenado, ni homogéneo, como lo ha querido imponer la llamada salida institucional. La deliberación popular funciona de formas diversas y, además debe ser permanente, porque debe incluir progresivamente a cada vez más grupos sociales. Esto lo impulsa la movilización, uno de los pocos medios que permiten remecer la conciencia social de la modorra política que provoca tanta democracia delegativa.

 

La próxima elección, muestra el absurdo al que nos lleva la democracia neoliberal. Habría que ir a votar para seguir con la constitución más neoliberal de la región, porque podría haber una peor, y no hay más discusión.

 

Ante este absurdo, quizás lo único que hoy tenga sentido sería retomar el “otro proceso”, el que esta elección, más allá del resultado, quiere cerrar.

 

1 Otras constituciones, recientemente promulgadas en la región sí dicen algo sobre los propósitos colectivos que puede tener la educación. Por ejemplo, la constitución Boliviana (2009), habla de la formación de “una conciencia social crítica en la vida y para la vida”, o de la “promoción del entendimiento y enriquecimiento intercultural dentro del Estado”, entre otros aspectos. La Ecuatoriana (2008), destaca el “respeto a los derechos humanos”, “el medio ambiente” y la “democracia”, y agrega que “la educación responderá al interés público y no estará al servicio de intereses individuales y corporativos”.

 

Juan González López es integrante de Centro Alerta/OPECH-Foro por el Derecho a la Educación Pública

Fuente: https://rebelion.org/educacion-y-nueva-constitucion/

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