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Colombia: Academia de Ciencias rechaza nombramiento de nuevo ministro de Ciencia

La Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales se pronunció sobre el nombramiento de Tito Crissien Borrero como nuevo ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, que reemplazará a la saliente ministra Mabel Torres.

La Academia de Ciencias expresó su rechazo a la decisión del presidente Iván Duque de nombrarlo como nuevo ministro, pues indican que Crissien ha sido acusado de plagio en documentos.

“La Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales expresa su extrañeza y su desaliento ante la designación del señor Tito Crissien como nuevo ministro de Ciencia, teniendo en cuenta su participación comprobada en plagio de documentos académicos”, indicó la Academia.

Según informó el viernes el presidente Iván Duque, Tito Crissien es administrador de empresas del Colegio de Estudios Superiores de Administración y magíster en Administración de Empresas (MBA) de la Universidad de Miami, y en Educación, de la Universidad del Norte. Además, es miembro de organismos de ciencia y tecnología y rector de la Universidad de la Costa.

Pero según denuncia la plataforma Plagio.org, la Universidad de la Costa, de la que Crissien era rector, se vio envuelta en escándalos por plagio cuando en años anteriores la editorial IOP Publishing retiró 22 publicaciones de la coautoría de un docente de dicha institución por plagio y malas prácticas académicas como manipulación de citas.

Ante la designación del nuevo funcionario, la Academia expresó que este es un mensaje negativo para la sociedad colombiana.

“Esta designación constituye un mensaje muy negativo para la sociedad colombiana, y en particular para las nuevas generaciones, al ignorar prácticas antiéticas mundialmente rechazadas por la comunidad científica y académica”, indicó la Academia.

Fuente: https://www.vanguardia.com/colombia/academia-de-ciencias-rechaza-nombramiento-de-nuevo-ministro-de-ciencia-DK3862603

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La cultura influye más que la genética en la evolución humana

Según investigadores estadounidenses, la cultura ayuda a los humanos a adaptarse a su entorno y a superar los desafíos mejor y más rápido que la genética: el conocimiento se transfiere de forma más flexible y dinámica que los genes. Vivimos un cambio evolutivo, en el cual gradualmente la herencia cultural va ganando espacio sobre la herencia genética.

Científicos de la Universidad de Maine, en Estados Unidos, afirman en un nuevo estudio que la cultura impulsa la evolución humana más que la genética. El conocimiento y las prácticas culturales posibilitan avances más eficientes y rápidos en la adaptación al entorno: la herencia cultural pasa de generación en generación con mayor flexibilidad que la herencia genética.

De acuerdo a una nota de prensa, la humanidad vive un proceso de transición evolutiva: poco a poco, factores como el conocimiento, las habilidades adquiridas o las prácticas culturales van teniendo una mayor influencia que los genes como motores de la evolución humana. El estudio fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.

Los especialistas también concluyeron que la transferencia de conocimiento es más rápida y flexible que la herencia genética, porque no se circunscribe únicamente a la información de los genes transmitida de padres a hijos: también incluye a la información del entorno, las aportaciones de otras personas, los productos culturales y las experiencias vividas.

Más culturales y menos genéticos

Para los expertos, que realizaron una extensa y exhaustiva revisión de investigaciones y teorías referidas a la evolución humana, el ser humano es único gracias a ese desarrollo «mixto» que combina la evolución cultural y genética. Sin embargo, creen que existe un cambio paulatino: de manera gradual, somos cada vez más «culturales» y menos «genéticos».

Aunque existen diferentes razones para esta transición, los investigadores sostienen que un punto clave son las ventajas que posee la cultura  sobre los genes como medio de transferencia de información: no es necesario esperar a que pase una generación para aprovechar los cambios evolutivos, porque los mismos pueden capitalizarse de inmediato en forma de nuevos conocimientos, habilidades, experiencias o prácticas.

Tampoco existe una estructura rígida de transmisión como en la herencia genética. Mientras los genes transfieren información de forma «vertical» y solamente de padres a hijos, o en forma indirecta también de generaciones previas, la cultura y el conocimiento admiten la incorporación de novedades y avances por parte de personas sin lazos sanguíneos, especialistas y educadores o directamente experiencias que enriquecen al ser humano. Es una evolución «horizontal» y dinámica.

La evolución intangible

Aunque la cultura ha moldeado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, generalmente ha sido menospreciada como factor evolutivo frente a la herencia genética. Quizás se deba a que la evolución genética es más fácil de apreciar, identificar y medir: las similitudes físicas entre padres e hijos o el incremento en el tamaño del cerebro son evidentes. Por el contrario, el enriquecimiento simbólico que producen las prácticas culturales conforma un patrimonio «intangible» que no es tan sencillo cuantificar.

En el mismo sentido, el estudio remarca la trascendencia del aprendizaje social y compartido. Según los expertos, se observa a lo largo de la historia de la humanidad que los grupos organizados logran avances más significativos que los individuos aislados. La vida cooperativa y el aprendizaje entre pares permiten una evolución sostenida en el tiempo, logrando una adaptación más rica a los desafíos que ofrece un entorno siempre cambiante.

Los científicos estadounidenses creen que existen «marcas» de evolución cultural que no tienen correlato a nivel genético y que están modificando el desarrollo humano, como por ejemplo las identidades culturales o regionales, el sentido de pertenencia a grupos sociales cada vez más diversificados o, incluso, los impactos de las nuevas tecnologías en los hábitos y las costumbres.

En consecuencia, sostienen que avanzamos hacia patrones de evolución cultural con apoyo genético: nos convertimos poco a poco en seres más dominados por la transmisión cultural que por la genética.

Referencia

Long-term gene–culture coevolution and the human evolutionary transition. Waring Timothy M. and Wood Zachary T. Proceedings of the Royal Society B (2021).DOI:https://doi.org/10.1098/rspb.2021.0538

Foto: Chris Lawton en Unsplash.

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/la-cultura-influye-mas-que-la-genetica-en-la-evolucion-humana.html

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Una mirada filosófica de la ciencia

Por: Leonardo Díaz

 

La investigación científica conlleva unas implicaciones éticas cuyo examen es una de las tareas más importantes del quehacer filosófico.

En mi artículo de la semana pasada titulado “Las tensiones de Darwin” (Acento, 27-5-2021), comento la postura del antropólogo de la Universidad de Princeton, Agustín Fuentes, sobre la importancia de contextualizar social e históricamente las teorías científicas.

En el referido caso, se trata de proporcionar una mirada humanística para el estudio de las ciencias, lo que debería incluir también una lectura filosófica de la misma.

En un artículo testimonial, el biólogo Rasha Shraim (“How Philosohy is making me a better scientist”, Nature, 23 de abril, 2021) escribe sobre las virtudes que el entrenamiento filosófico le ha proporcionado a su comprensión de la práctica científica.

Shraim no solo alude al hecho de que el estudio sistemático de la filosofía constituye un estimulo para la creatividad y la actitud crítica en la investigación, sino también, a que la actividad filosófica nos proporciona un metaanálisis sobre los enfoques y presupuestos mismos desde los cuales se realizan la ciencia, muchas veces imperceptibles para el científico sin educación filosófica.

Dicha tarea no es un mero ejercicio académico. La colonización científico tecnológica cada más extendida y estructural del “Mundo de la Vida” nos impone la necesidad de una reflexión dialógica que supere las estrecheces de las miradas cientificista e instrumentalista sobre los procesos cognoscitivos.

En este sentido, una comunidad democrática requiere que sus comunidades epistémicas (científicos, filósofos, intelectuales) sostengan una discusión viva junto a una ciudadanía educada y crítica para que las aplicaciones del conocimiento científico-tecnológico puedan contribuir al proyecto de una vida buena.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/una-mirada-filosofica-de-la-ciencia-8950542.html

 

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El misterio de los niños que no despiertan intriga a la ciencia

Niños que caen en un profundo letargo como consecuencia de procedimientos de asilo ponen de manifiesto la cruda experiencia que afecta a determinados grupos étnicos y el extraño vínculo entre el cerebro y el cuerpo.

Que determinados niños caigan en un profundo sueño interminable es un fenómeno que sorprende a los científicos desde que, en 2017, una niña de nueve años residente en Suecia cayera en un estado de inconsciencia permanente.

No era el único caso: había más niños como ella, todos en Suecia e hijos de solicitantes de asilo. Daba la impresión de que, debido a su experiencia traumática, habían decidido retirarse de la vida: lo han llamado síndrome de resignación.

Este síndrome afecta a niños y adolescentes, preferentemente de entre siete y 13 años, y se manifiesta mediante apatía, depresión y aislamiento. Dejan de hablar, de comer y beber, caen en cama y no responden a los estímulos.

Necesitan una sonda para comer, así como cuidados constantes para evitar fallos de los órganos debido a la falta de movimiento o de hidratación.

El síndrome sume a los niños en una especie de coma que, a pesar de que no presentan ningún problema físico, les impide realizar las funciones corporales y la comunicación con su alrededor, explica la psiquiatra de Médicos Sin Fronteras, Beth O’Connor.

Se cree que el fenómeno apareció en la década de 1990, pero el número de niños afectados se disparó hacia el cambio de siglo. Solo de 2003 a 2005, se contabilizaron 424 casos. Desde entonces, han aparecido varios cientos más, escribe la neuróloga Suzanne O’Sullivan en The Sunday Times.

O’Sullivan, especializada en epilepsia compleja y trastornos psicógenos, ha investigado estos episodios y publicado un libro que recoge los resultados de su trabajo: The Sleeping Beauties.

Explicación insuficiente

Explica que varias teorías incompletas intentan arrojar luz sobre cómo funciona este trastorno. Se basan en indicadores fisiológicos, como una frecuencia cardíaca y una temperatura corporal elevadas, para considerarlo una respuesta al estrés inducida por hormonas o el sistema nervioso autónomo.

Sin embargo, matiza O’Sullivan, el problema de las observaciones realizadas y las teorías planteadas, es que ni las hormonas del estrés, ni el sistema nervioso autónomo, ni el deficiente desarrollo cerebral, pueden explicar la duración e intensidad anormal de las manifestaciones fisiológicas de esta enfermedad, ni su sorprendente distribución geográfica.

Considera que todos estos niños, entre los que predominan las niñas, sufrieron traumas antes de caer en este trastorno, por lo que podría tratarse de una forma de estrés postraumático, reforzado, tal vez, por la incapacidad de los padres de atenderlos adecuadamente en un contexto familiar tan caótico.

Sugiere asimismo la posibilidad de la dimensión cultural del síndrome de resignación: no afecta a todos los grupos étnicos con problemas de asilo en países extraños, sino a muy pocos colectivos específicos de refugiados.

La selectividad de este trastorno muestra claramente que no puede considerarse como algo puramente biológico, provocado por hormonas y neurotransmisores, ni tampoco como un mal estrictamente psicológico y, por tanto, vinculado a la personalidad del paciente, destaca al respecto O’Sullivan.

Factor social, clave

Añade que, seguramente, el detonante puede ser la desesperación relacionada por el procedimiento de asilo, que representa una amenaza para las familias afectadas.

Considera, por tanto, que el contexto social es un factor clave en la búsqueda de las causas de esta enfermedad, más importante que los análisis fisiológicos y biológicos.

Un dato apoya esta hipótesis: los niños suelen despertarse cuando su familia recibe un permiso de residencia. No es un proceso rápido e instantáneo, sino gradual, que puede durar meses, dependiendo del tiempo que han estado dormidos.

O’Sullivan es bastante concluyente en su diagnóstico de un problema que la medicina está lejos todavía de resolver: «Ante una avalancha de información, el cerebro está en un estado constante de predecir, descartar, evaluar y reevaluar, hacer inferencias y aprender», escribe en su libro.

En consecuencia, plantea la necesidad de una aproximación más holística a este trastorno, que tenga en cuenta la forma en la que el cerebro y el cuerpo reaccionan conjuntamente ante circunstancias familiares críticas.

Plantea que la disfunción corporal puede tener sus raíces en un trastorno emocional: síntomas físicos producidos, probablemente de manera subconsciente, como una reacción a una presión ambiental, cultural o social externa.

Y que es a ese nivel en el que hay que incidir para entender y solucionar lo que pasa con las bellezas dormidas.

Referencia

The Sleeping Beauties: And Other Stories of Mystery Illness. Suzanne O’Sullivan. Picador Books, 2021.

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/el-misterio-de-los-ninos-que-no-despiertan-intriga-a-la-ciencia.html

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CLACSO: Ganadores Concurso Latinoamericano Ensayo sobre Acceso Abierto

El 28 de mayo se hará de manera virtual la premiación de los Ganadores del Concurso Latinoamericano de Ensayo sobre Acceso Abierto 2020 “Abrir con Propósito: emprender acciones para construir equidad e inclusión estructurales”, lanzado conjuntamente por CLACSO con AmeliCA, Redalyc y UNESCO.

El evento de premiación, el viernes 28 de mayo, contará con la presencia como panelistas de Marielza Oliveira, Co-Directora de Acceso a la Información de UNESCO; Karina Batthyány, Secretaria Ejecutiva de CLACSO; Eduardo Aguado, fundador de Redalyc y AmeliCA; y Lorena Pilloni, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Asimismo, participarán jóvenes estudiantes, investigadoras e investigadores ganadores del concurso.


El evento requiere inscripción previa a través del siguiente enlace:
https://us02web.zoom.us/webinar/register/WN_io5_ZcVUQ8mw_nodHIhkrA


Ver resultados del concurso

Fuente: https://www.clacso.org/ganadores-concurso-latinoamericano-ensayo-sobre-acceso-abierto/

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Acceso abierto excluye a científicos del mundo en desarrollo

Autora: Luisa Massarani

La publicación en acceso abierto está excluyendo a muchos investigadores del mundo en desarrollo debido a que los complejos sistemas de exención de tasas (pago para publicar artículos) no cumplen su cometido.

El modelo de pago por publicar artículos, que permite que los lectores puedan leer gratuitamente las investigaciones cobrando a los autores por publicar su trabajo, ha sido promovido por los financiadores como una manera de dar acceso a más personas a las investigaciones científicas.

El Plan S de la Unión Europea exige que los resultados de una investigación financiada con fondos públicos se publiquen en revistas de acceso abierto o repositorios abiertos. La prestigiosa editorial científica Nature anunció recientemente que se unía al movimiento.

Sin embargo, para muchos investigadores del mundo en desarrollo, que no tienen una subvención o una institución que cubra las tasas, el sistema de acceso abierto puede dejarlos fuera de las revistas académicas de primer nivel.

Bonaventure Tetanye Ekoe, decano honorario de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Yaoundé I en Camerún, dice que el modelo de acceso abierto significa una doble penalidad para los investigadores africanos.

“La primera vez se les penaliza porque no hay dinero para financiar su investigación. La segunda, porque incluso cuando consiguen hacer su investigación, se les pide que paguen para publicar un artículo”, precisa a SciDev.Net.

“Eso significa que, como no publican, perecerán”, añade.

El costo por publicar un artículo puede ser varias veces superior al salario de un investigador. Por ejemplo, el costo inicial de presentar un artículo a Nature para su evaluación editorial bajo el Modelo de Acceso Abierto Guiado es de  2690 dólares mientras que el salario de un investigador asistente de doctorado en Camerún se estima en poco más de 350.

En las revistas PLoS, las tarifas comienzan en  800 sólares aproximadamente y pueden alcanzar los 4000, mientras que de The Lancet cobra 5000 dólares para procesar un artículo.

Agrandar la brecha

Mohamed Hashem, director del Centro Nacional de Investigación de Egipto, cree que la imposición de tasas a los investigadores para publicar sus trabajos aumentará la búsqueda de otras revistas menos prestigiosas en las cuales publicar, en especial por parte de los investigadores de países de ingresos bajos y medianos, “y aumentará el tamaño de la brecha en publicación científica entre los países desarrollados y en desarrollo”.

Señala que aunque las instituciones de investigación de la región de Oriente Medio y Norte de África suelen ofrecer recompensas por la publicación científica, que compensa la mayor parte de las tasas de publicación.

“En Egipto tenemos en cuenta varios criterios para determinar el valor de la recompensa, entre ellos el valor de la revista, la importancia de la investigación y el valor de los resultados concluidos en la investigación”, indica.

Halima Benbouza, directora del Centro Nacional de Investigación en Biotecnología de Argelia, también cree que las tasas de publicación afectarán en gran medida a los investigadores de la región, especialmente por la escasa financiación asignada para cubrir costos de publicación.

“En Argelia, la Dirección General de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico financia los costos de publicación en las revistas científicas, incluyendo Nature, y lo fomenta, pero si no se dispone de fondos suficientes, ello inevitablemente afectará la presencia del trabajo de los investigadores de nuestra región en las revistas científicas de alta indexación”, dice Benbouza.

Y añade: “Los investigadores de nuestros países en desarrollo suelen tener dificultades cuando deben decidir entre publicar en revistas de prestigio que cobran tasas exorbitantes, o publicar en buenas revistas con pocas o ningún costo, pero con una larga espera para obtener respuestas, que retrasan la publicación”.

Debilidad en las exenciones

Aunque muchas revistas tienen un sistema de exenciones para investigadores de los países en desarrollo, a menudo se subutiliza porque no se le conoce bien, señalan los investigadores.

En 2020, 36 por ciento de autores que publicaron en Science Advances —publicada por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, en inglés)— recibieron exenciones totales o parciales en las tasas para procesamiento de artículos (TPA), según Bill Moran, editor de la familia de revistas Science.

La cartera de Nature, que incluye la revista Nature, también tiene un sistema de exención.

“Springer Nature publica casi 600 revistas que están en acceso abierto completamente y tienen políticas de excepción y descuento TPA para autores con necesidad financiera”, indica Jessica Monaghan, directora de política y desempeño del equipo de acceso abierto de la empresa.

“Solo el año pasado renunciamos a más de 13,5 millones de euros (US$ 16,3 millones) por concepto de TPA”, asegura Monaghan.

Sin embargo, los científicos del mundo en desarrollo no siempre logran conseguir la exención.

Pedro Lagerblad, investigador de la enfermedad de Chagas en la Universidad Federal de Rio de Janeiro, por ejemplo, tuvo dos artículos aceptados por la revista Frontiers of Physiology y recibió una factura de 2950 dólares por cada artículo. Solicitó la exención pero solo obtuvo 50 por ciento.

“En bioquímica, la mayoría de revistas cobran tasas, pero en Brasil los fondos para la ciencia se redujeron sustancialmente”, comenta a SciDev.Net.

Andrea Powell, directora de divulgación y coordinadora de publicaciones de la ONG Research4Life, dice que el sistema de exención se ve obstaculizado por la burocracia interna y la falta de apoyo a los investigadores por parte de sus instituciones.

“No es que las editoriales deliberadamente hagan que el proceso de solicitud sea difícil de entender, pero no siempre aprecian cómo funciona el sistema desde el punto de vista del usuario final”, señaló a SciDev.Net.

Según Powell, otro problema es la falta de claridad acerca de cómo trabajar el sistema de exención.

“La mayoría de las editoriales tienen buenas políticas de exención, pero no siempre están claramente explicadas o son coherentes, por lo que los investigadores muchas veces terminan pagando las TPA de su propio bolsillo”, subraya.

“En última instancia, el resultado es que los académicos en muchos países de ingresos bajos y medios no presentan sus trabajos a las revistas de acceso abierto porque [al no hacerlo] se pueden evitar la cuestión de tener que pagar una tarifa para publicar”, complementa.

Necesidad de repensar un modelo de negocio

Según Germana Barata, experta en acceso abierto de la Universidad Estatal de Campinas y secretaria de la Asociación Brasileña de Editores Científicos, algunas editoriales ganan por partida doble: primero, cobrando a los autores por la publicación y después nuevamente cuando las bibliotecas y universidades pagan la suscripción completa en modelos híbridos.

“Además, los autores pierden su propiedad sobre el contenido que se produce en el proceso”, dice a SciDev.Net.

Seguramente, las editoriales pagan a sus editores y editores asociados, pero, aun así es un negocio lucrativo”, agrega.

“Todos esperábamos que los costos de publicación bajaran cuando las publicaciones de investigación se pusieran en línea, pues los costos de impresión son realmente altos, pero eso no ha ocurrido», explica Barata.

Detalla que que «aparecieron otros costos, como el formateo y los DOI (identificadores de objetos digitales), y también se suman los costos de traducción y revisión”.

Y, en el caso de las editoriales comerciales, todavía hay que dejar un margen de ganancias.

Según un informe de 2018 de la Asociación Internacional de Editores Científicos, Técnicos y Médicos, el mercado de las publicaciones científicas tiene ingresos por más de US$ 25.000 millones. Algunas de las editoriales más importantes tienen una importante participación en este mercado.

Barata recuerda que la comunidad internacional de investigación ha impulsado el debate por décadas, pero el verdadero cambio solo comenzará a ocurrir cuando los financistas e instituciones se unan al mismo.

Fuente: https://rebelion.org/acceso-abierto-excluye-a-cientificos-del-mundo-en-desarrollo/

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El plan de Japón para crear vehículos supersónicos que conecten las grandes capitales del mundo en menos de 2 horas

  • El Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Japón (MEXT) ha anunciado recientemente su intención de desarrollar una nave espacial que logre viajes comerciales en poco tiempo, cuyo protagonismo recaerá en las empresas del país para 2040.
  • Japón no es el único país que busca un nuevo modelo de negocio con la tecnología espacial; Estados Unidos tiene sus propias empresas e, incluso España, quiere conseguir esta hazaña.

Aunque Japón haya pasado desapercibido en los logros espaciales de los últimos tiempos, sonando más SpaceX o la agencia espacial de China, el país nipón cuenta con JAXA (Japan Aerospace Exploration Agency), la homónima para la exploración del mundo extraterrestre.

Fruto de la importancia de esta para el país, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (MEXT o Monkashō) anunció el  12 de mayo un plan cuyo objetivo pasa por desarrollar naves espaciales intercontinentales comerciales que puedan volar entre ciudades en tan solo 2 horas, haciendo uso de la tecnología de cohetes de la que ya disponen.

Según The Mainichi, este plan parte de la colaboración público-privada y se encuentra dividido en 2 fases: la primera, mediante la reutilización de las piezas del cohete H3, cuyo coste está previsto en 5.000 millones de yenes (unos 38 millones de euros), para lanzarlo este mismo año; la segunda, con la entrada de empresas privadas que hagan viajes frecuentes al espacio, con pasajeros a bordo.

Ilustración de un artista que muestra las naves espaciales que despegarán y aterrizarán horizontalmente.

Ilustración de un artista que muestra las naves espaciales que despegarán y aterrizarán horizontalmente.JAXA

En cuanto a la fase inicial, MEXT ha asegurado que el sucesor de H3 se lanzará al espacio para 2030, reduciendo aún más su coste, hasta un 10%, a principio de la década de 2040.

«Se prevén 2 formas de naves espaciales: una que pueda despegar y aterrizar en pistas como aviones, y la otra que pueda despegar y aterrizar verticalmente, como el vehículo de lanzamiento Starship desarrollado por SpaceX en los Estados Unidos», ha añadido The Mainichi.

La importancia de Japón en el espacio

La realidad es que JAXA ha sido una de las agencias que más ha colaborado con otras a nivel internacional. Tanto es así que, en la Estación Espacial Internacional (EEI) existe un entorno de microgravedad desarrollado por Japón, denominado Kibo. Este, a finales de abril, acumula 4.324 días en funcionamiento, con 276 satélites desplegados.

Kibo.

Kibo.JAXA/NASA

Aparte de este hecho reseñable, JAXA desarrolló un vehículo de transferencia encargado del transporte de suministros entre la Tierra y la EEI, los Kounotori (HTV). Entre los suministros más importantes, se pueden contar dispositivos y equipos de experimentación que han sido indispensables para el funcionamiento de la EEI.

Kounotori (HTV).

Kounotori (HTV).JAXA

En este sentido, realizaron, entre 2009 y 2020, 9 misiones de suministros. Sin embargo, el año pasado el vehículo fue retirado para dar paso a su sucesor, el HTV-X, que servirá como la puerta de entrada a nuevas tecnologías de vuelos espaciales. Por ello, no es de extrañar que JAXA quiera también entrar en el terreno de los viajes de pasajeros.

Los vuelos con pasajeros, cada vez más cerca

Aunque parezca aún algo propio de la ciencia ficción, los vuelos comerciales con pasajeros están muy cerca. Así lo aseguró MEXT, que se encargó de analizar la demanda del transporte de alta velocidad conectando ciudades en tiempos nunca antes vistos.

Más allá de Japón, SpaceX, la compañía de tecnología espacial de Elon Musk, está desarrollando y probando con éxito el Starship SN15, para fletar viajes a la órbita terrestre baja, a la Luna e incluso a Marte, para regresar de nuevo a la Tierra y, así, sucesivamente. Aquí puedes ver este logro de SpaceX:

Por su parte, Jeff Bezos está inmerso en Blue Origin, su propia empresa espacial para vuelos comerciales; por otra, se encuentra Virgin Galactic. Aunque estos 2 últimos caminan algo lejos de Musk en sus objetivos, ya que este ha firmado un acuerdo incluso con la NASA.

Finalmente, en España, existe EOS-X, una startup que aseguró que podría llevar a 10.000 personas a la frontera del espacio, a lo largo de esta década, aunque en una cápsula presurizada impulsada por un globo. Sin duda alguna, la carrera espacial pasará por fletar vuelos comerciales, un negocio que aún está dando sus primeros pasos.

Fuente: https://www.businessinsider.es/naves-espaciales-supersonicas-japon-volar-2-horas-ciudades-868833

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