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A la pobreza de las comunidades indígenas se les suma la pobreza de la oferta educativa: INEE

Por

Tenemos una deuda con los pueblos indígenas derivada de rezago histórico, discriminación en decisiones cotidianas de naturaleza educativa, y falta de relevancia en las acciones para el fortalecimiento de sus lenguas y culturas, señaló la Consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle.

En la mesa de diálogo sobre las Directrices para Mejorar la Atención Educativa de Niñas, Niños y Adolescentes Indígenas emitidas por este organismo autónomo a las autoridades del estado de Oaxaca, precisó que este rezago es, en parte, consecuencia de la falta de participación de las comunidades indígenas en la definición de la educación que quieren y necesitan. A la pobreza de las comunidades se ha sumado la pobreza de la oferta educativa, enfatizó.

En presencia del director general del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, Germán Cervantes Ayala, informó que en la entidad 66 de cada 100 personas se autoadscriben como indígenas, y 32 de cada 100, de tres años y más hablan alguna lengua indígena.

Schmelkes del Valle, dijo que en Oaxaca 27 de cada 100 niñas, niños y adolescentes, entre tres y 17 años de edad son hablantes de lengua indígena, y 18 de cada 100 de ellos no asiste a la escuela, dato inferior a la media nacional que es de 19 de cada 100.

Señaló que las Directrices para mejorar la atención educativa de niñas, niños y adolescentes indígenas son:

  • Directriz 1.- Fortalecer el enfoque de inclusión, equidad y no discriminación en la política educativa nacional, con énfasis en la atención y participación de la población indígena.
  • Directriz 2.- Robustecer el vínculo entre la escuela y la comunidad, como ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas, y base de la pertinencia y calidad de la educación que reciben.
  • Directriz 3.- Establecer un modelo curricular que favorezca la interculturalidad en toda la educación obligatoria y garantice su pertinencia cultural y lingüística para la población indígena.
  • Directriz 4.- Garantizar el desarrollo profesional de docentes y directivos acorde a las necesidades educativas y derechos de la niñez indígena.
  • Directriz 5.- Garantizar centros escolares con infraestructura y equipamiento que responda a las necesidades de las comunidades indígenas.
  • Directriz 6.- Impulsar la mejora e innovación permanente de la educación para la niñez indígena.

La consejera del INEE informó que el gobierno de Oaxaca, a través del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), aceptó las seis Directrices emitidas por el INEE para mejorar la atención educativa de niñas, niños y adolescentes indígenas, con lo que se contribuirá a garantizar el derecho a una educación de calidad, con pertinencia lingüística y cultural, que responda a las aspiraciones particulares de las comunidades indígenas de la entidad oaxaqueña.

Entre las acciones a implementar e impulsar por parte del IEEPO para atender estas Directrices se encuentran: fortalecer el enfoque de inclusión, equidad y no discriminación; desarrollo de un esquema de formación de docentes y directivos; y la mejora de la infraestructura y equipamiento de los centros escolares que atienden a la niñez indígena.

Fuente del Artículo:

A la pobreza de las comunidades indígenas se les suma la pobreza de la oferta educativa: INEE

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México: Educan para la vida a los niños Rarámuri

México/22 junio 2017/Fuente: Insurgencia Magisterial

El Centro Educativo Benesika Anagupi también provee ropa, medicina y alimentos; piden apoyo para internet.

Ramiro Chávez Ramírez es un indígena rarámuri que con mucho esfuerzo, dedicación y sacrificio logró estudiar la licenciatura en Educación, en la Universidad Pedagógica Nacional ubicada en el poblado de Creel, en Chihuahua.

Después de conseguir su meta, el joven rarámuri regresó a Rejogochi, comunidad tarahumara, en donde la mayoría de las familias viven en situación de extrema pobreza, para prestar sus servicios como maestro de quinto año de primaria, en la misma escuela donde comenzó sus estudios cuando era pequeño.

“Es un orgullo para mí, para mis padres y mis hermanos”, asegura Ramiro.

Se trata del Centro Educativo Intercultural Benesika Anagupi, que en rarámuri significa “aprendiendo unos de otros, fundado en 1973 por el padre jesuita Luis Verplancken Aldayturriaga.

“Mi compromiso aquí es ayudar a la gente, enseñarles, educarles, todo lo que tiene que ver con la educación”, indicó el joven universitario en entrevista con Excélsior.

En este plantel escolar se brinda educación primaria bilingüe y bicultural bajo el principio de que la educación es una de las principales herramientas para mejorar las condiciones de vida de la población, pero con pleno respeto a sus valores, historia y cosmovisión.

En las aulas se impulsa el aprecio por sus fiestas, tradiciones y lengua, así como el aprendizaje de tareas agrícolas tradicionales y elaboración de artesanías.

“Se trabaja mucho en la cultura de los niños; ahora a la mayoría de los indígenas ya les interesa seguir estudiando”, señaló la maestra rarámuri Yolanda Ramírez Aguilar, quien indicó que poco a poco se vence la idea entre los tarahumaras de que sólo los hombres deben estudiar y las mujeres quedarse en casa a cuidar a los animales.

“Como que ahora a la mayoría de los indígenas ya les interesa seguir estudiando”, manifestó.

En 44 años de historia 504 alumnos terminaron la primaria en el Centro Intercultural Benesika Anagupi, 20 de ellos concluyeron la secundaria, 10 la preparatoria y cinco lograron hacer una carrera universitaria; además, tres terminaron la licenciatura en Educación y dos son ingenieros en Ecología y Medio Ambiente.

“Para nosotros es muy difícil entender el idioma español, tenemos que estudiarlo y batallamos mucho”, señaló el profesor Ramiro.

En el Centro Educativo Benesika Anagupi los alumnos tienen asegurada su alimentación, a la hora de la entrada y antes de irse a sus casas, ya que cuenta con despensa suficiente: fruta y verdura, así como comida fresca y enlatada.

Los menores que viven a más de cuatro horas de distancia caminando reciben posada en el pueblo  de lunes a viernes.

Las propias madres de los estudiantes están pendientes de las necesidades de los niños. En total son 11 personas a cargo: ocho maestros y tres asistentes o cocineras.

La escuela provee de útiles escolares, ropa y medicina —gratuitamente— a niñas y niños.

MEJORA EDUCATIVA

Con la mirada puesta en el futuro Ramiro Chávez Ramírez pide apoyo a las autoridades para que los estudiantes tengan acceso a internet.

“Tener esta tecnología ayudaría muchísimo a la educación del pueblo y de los niños rarámuri”, aseguró el joven universitario.

Para lograr este objetivo, el profesor dijo que es necesario colocar antenas cerca de la comunidad y mejorar las computadoras con las que cuenta el Centro de Estudios Benesika Anagupi.

“Queremos proponer apoyo para tener internet; ver la manera de que contemos con esta herramienta para poder investigar nuestros temarios, indagar palabras en rarámuri y abrir el conocimiento a las niñas y niños  de la comunidad”, enfatizó el profesor Ramiro Chávez Ramírez .

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/educan-para-la-vida-a-los-ninos-raramuri/

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México: Mujeres negras dejan escuela para trabajar

México/22 mayo 2017/Fuente: nvinoticias

Los índices más altos de analfabetismo y el promedio de escolaridad más bajo de los 69 municipios de Oaxaca con población negra, se presentan en las mujeres porque se ven obligadas a dejar la escuela para contribuir a la economía familiar, aseguró la activista de la Alianza para el Fortalecimiento de las Regiones Indígenas y Comunidades Afromexicanas (AFRICA), Angustia Torres Díaz.

Expuso que las mujeres negras carecen de verdaderas oportunidades para estudiar ante las condiciones de pobreza y marginación de las comunidades.

Explicó que la mayoría de las mujeres abandonan la escuela al terminar la secundaria por la pobreza de las familias y comunidades.

Por eso, subrayó que muchas jovencitas trabajan en la siembra y el cultivo de la papaya maradol para contribuir a la economía familiar.

“A temprana edad, las mujeres ya están trabajando para sobrevivir.”

Además, observó que quienes optan por seguir estudiando, no terminan una carrera por la falta de solvencia económica.

Ante esto, la también profesora de educación primaria, dijo que el Estado mexicano está obligado a reconocer constitucionalmente al pueblo negro porque así podrá tener en su favor políticas y programas públicos, para atender sus necesidades sociales y de educación, como ha sucedido con los pueblos indígenas.

“Si no se nos quiere reconocer en este país, entonces estamos doblemente discriminados porque no tenemos acceso a ninguna política pública ni a ningún beneficio”, apuntó.

Muy por encima de la media nacional

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Intercensal 2015, presentada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en los 100 municipios con población afromexicana, 69 de estos en Oaxaca, el analfabetismo es mayor porque casi se triplica en comparación con el total nacional, tanto en hombres como en mujeres.

En dichos municipios, el porcentaje de mujeres que no saben leer ni escribir supera por más de cinco puntos el porcentaje de hombres.

Además, el porcentaje de no asistencia a la escuela es de 35.6 por ciento. En el análisis por sexo, las mujeres presentan una proporción más elevada.

Fuente:http://www.nvinoticias.com/nota/59643/mujeres-negras-dejan-escuela-para-trabajar

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Unesco: Comunidades indígenas, con los peores resultados en educación

Unesco/27 abril 2017/Fuente: El Tiempo

Los más de 620 pueblos que habitan América Latina han sido marginados, según la Unesco.

Los pueblos originarios de América Latina y el Caribe han obtenido de forma constante los peores resultados en logros de aprendizaje en los últimos 10 años, según reveló la Unesco en un estudio que publicó recientemente.

La discusión en torno a la educación de las comunidades indígenas en la región se dio durante un evento en Santiago de Chile en el que se reunieron expertos y funcionarios de los gobiernos latinoamericanos.

Cecilia Barbieri, directora de la Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe, indicó que la consecución de un enfoque inclusivo en el sistema educativo se sustenta en un poderoso argumento basado en los derechos humanos y una sólida razón en materia de desarrollo.

Además, expresó que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de Educación con miras a 2030 tiene como idea garantizar una educación de calidad, inclusiva e igualitaria y promover las oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida de todos.

“En el caso de los pueblos indígenas, esto significa avanzar hacia una justicia cognitiva y epistémica por medio de la redistribución de oportunidades de aprendizaje, el reconocimiento y la legitimación de la cultura y conocimientos indígenas; y su inclusión en la política pública”, aseguró Barbieri.

Uno de los textos usados para el debate fue ‘Inequidad en los logros de aprendizaje entre los estudiantes indígenas en América Latina: ¿Qué nos dice Terce?’, el cual asegura que los más de 620 pueblos indígenas que habitan la región históricamente han sufrido la marginación de los sistemas de educación y la política social en general.

El documento señala que en Paraguay se registra el porcentaje más alto de estudiantes pertenecientes a pueblos originarios (17 y 14 por ciento respectivamente) en los grados tercer y sexto (los que son evaluados). En el resto de países, incluido Colombia, esta cifra es inferior al 10 por ciento.

Al respecto, Barbieri aseguró que en la región las poblaciones indígenas no son una minoría, pero en muchos casos padecen las mismas trabas sociales que los grupos vulnerables: menos acceso a oportunidades, menos acceso a educación, a trabajo digno y a salarios equitativos.

“Es por todo lo anterior que las poblaciones indígenas deben ser consideradas prioritarias en la planificación de la educación, desde las infraestructuras hasta el desarrollo de materiales o los procesos pedagógicos”, puntualizó Barbieri.

Para el estudio se utilizaron los resultados de Terce, el estudio de logro de aprendizaje a gran escala más importante de la región y que comprende 15 países (Colombia incluido). La prueba evalúa el desempeño escolar en tercer y sexto grado de escuela primaria en las áreas de matemática y lengua (lectura y escritura).

Según las conclusiones de los resultados de 2016, los pueblos originarios se quedan atrás en todos los indicadores sociales de la región en comparación con los grupos no indígenas, y las brechas entre ambos es más pronunciada entre estudiantes de zonas urbanas y rurales. O sea, hay evidencia diferenciada para grupos indígenas dentro de un mismo país.

Para la Unesco hay un objetivo muy claro en todo esto y es no dejar a nadie atrás en la región, lo cual se traduce en la necesidad de más educación y de mejor calidad para los pueblos indígenas. Esto quiere decir que las comunidades sean capaces de ejercer su derecho a establecer y controlar sus sistemas de educación.

Carlos Vargas Tamez, de la Sección de alianzas, cooperación e investigación de la Unesco, propuso durante su presentación en Santiago repensar el propósito de la educación y la organización del aprendizaje desde el reconocimiento de la riqueza cultural y la diversidad de cosmovisiones.

Para ello, aseguró el experto, es necesario contrarrestar el discurso dominante sobre la educación y el desarrollo. Mejor dicho, asegurar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para para todas las personas, no dejar a nadie atrás.

¿Qué dicen los profesores?

José Gregorio Mojica, profesor kogui en la comunidad indígena Quebrada del Sol en la Sierra Nevada de Santa Marta, expresó que debe haber un equilibrio entre los conocimientos occidentales y los tradicionales.

“Si un niño se prepara solo en su conocimiento propio como indígena va a tener mucha falencia en el momento de comunicarse con el mundo externo. E igualmente si solo aprende conocimientos occidentales pues no va a tener habilidad para comunicarse con la misma gente de su pueblo”, aseguró el docente.

También dijo que lo más importante no es aprender matemáticas o ciencias, lo fundamental es que el niño en contextos indígenas aprenda a manejar las dos lenguas: su lengua, que es la propia, y la lengua castellana, con eso le basta para entender las otras disciplinas.

Otro personaje que conoce el contexto de la educación de las comunidades indígenas pero con una visión más amplia de toda América Latina es Eligio Salamanca. El profesor dicta clases en una comunidad indígena mapuche al sur de Chile y estuvo nominado dentro de los 50 mejores profesores del mundo por la Varkey Foundation.
Según explica Salamanca, la educación que se imparte por lo general en sectores rurales tiene escasa coherencia con el contexto indígena, por tanto no es pertinente y es poco significativa para sus beneficiarios.

La educación que se imparte por lo general en sectores rurales tiene escasa coherencia con el contexto indígena.

“Es lejana al contexto sociocultural de comunidades indígenas, ya que no recogen ni consideran por ejemplo: la cosmovisión, el origen, las costumbres, las prioridades, las pautas de acción, los valores, los conocimientos, los saberes, etc. Todos ellos, aspectos fundamentales en los cuales debe basarse o al menos considerar cualquier proceso educativo”, asegura el profesor chileno.

La propuesta del profesor es que la educación que se imparte en comunidades indígenas tenga políticas diseñadas con los interesados y beneficiarios, en instancias de trabajo que permitan recoger las necesidades, intereses y expectativas; consensuar metas y objetivos que sirvan de base para la propuesta de programas de estudios, propuestas curriculares, estrategias, etc.

“Sumado a lo anterior, creo que los profesores que se desempeñan en escuelas con alta concentración de estudiantes indígenas, pueden realizar ciertas acciones educativas y/o pedagógicas para impartir una oferta educativa más asertiva con las comunidades indígenas”.

Colombia, en transición

Según el Ministerio de Educación Nacional (MEN), en Colombia hay 131.776 estudiantes correspondientes a la matrícula indígena para la vigencia 2016. A los cuales se les garantiza el acceso a la educación bajo el sustento de un amplio marco normativo.

En la actualidad se está viviendo un proceso de transición de la etnoeducación hacia el reconocimiento de sistemas educativos propios, comunitarios e interculturales. Es decir, hay un sistema de política participativa con las autoridades tradicionales y organizaciones representativas de los grupos étnicos.

En un consenso entre las autoridades indígenas y el MEN se llegará a un acuerdo de cómo será el sistema educativo de las comunidades.

En el país, se desarrollan los Proyectos Educativos Interculturales que contemplan en sus estructuras curriculares el manejo de un bilingüismo equilibrado entre las lenguas nativas y el castellano.

Según el MEN, cada lengua posee un estado de vitalidad diferenciado, por lo que su tratamiento puede estar enfocado en su fortalecimiento o revitalización lingüística. En este aspecto es el Pueblo Indígena y su comunidad de habla, con asesoramiento técnico, los que determinan su ejes de enseñanza.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/educacion-de-las-comunidades-indigenas-en-america-latina-81170

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Noam Chomsky: “Los pueblos indígenas están salvando al planeta de un desastre ambiental” (VIDEO)

México, Bolivia y Ecuador, son ejemplos de esta “especie de ironía en la que, de todas las fuerzas líderes en todo el mundo, la que realmente está previniendo un desastre son las comunidades indígenas.”

Noam Chomsky, personaje predominante en la rama de la filosofía, lingüística, psicología y psiquiatría, ha realizado desde la década de los 50 numerosos análisis de eventos políticos que impactan en nuestra sociedad. Ahora su atención se enfocó en la crítica situación de los activistas ambientales –principalmente indígenas–  en América Latina. ¿Acaso esta región del mundo se liberó por fin de la dominación imperial de EE.UU.?

Para retomar el tema, Chomsky utiliza como ejemplo la esperanzadora lucha de los activistas indígenas a favor del medio ambiente en los últimos 15 años. El filósofo menciona que pese a la alta tasa de criminalidad en contra de los activistas ambientales en América Latina –en especial si son de orígenes idnígenas–, hay un futuro esperanzador para los países que conforman esta región. Para él, las comunidades indígenas son la clave para prevenir desastres ambientales que países como EE.UU. y Canadá se encargan de propiciar. Y es que, pese a ser considerados “grupos ‘primitivos’, están haciendo un camino hacia el futuro. Y eso es un camino hacia delante para todo el mundo.”

México, Bolivia y Ecuador, son ejemplos de esta “especie de ironía en la que, de todas las fuerzas líderes en todo el mundo, la que realmente está previniendo un desastre son las comunidades indígenas. Es decir, cada persona que no vive debajo de una roca, sabe que se está enfrentando a una catástrofe ambiental en potencia, y no en un futuro lejano. En todo el mundo, son las comunidades indígenas las que están tratando de combatirlo.” Son estas comunidades las que combaten a las empresas extranjeras que extraen y vacían sus suelos de los recursos naturales latinoamericanos: minerales, aceite de palma, agua, tierras.

Chomsky responde a la pregunta dando a entender que América Latina se liberó de EE.UU. y Canadá porque estos dos últimos países ya no tienen derechos ni obligaciones de dominar a toda una región que se rige por sí sola y que ha empezado a tomar decisiones propias aislando a estos imperios capitalistas. A continuación te compartimos esta entrevista para On Dangerous Ground, en donde Chomsky explica a profundidad su punto de vista:

 

Fuente: http://ecoosfera.com/2017/03/noam-chomsky-activismo-ambiental-indigena-latinoamericano-video/

Imagen tomada de: https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/736x/01/5b/03/015b03f0c4d4c5938c12e449f707a23d.jpg

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Pueblos indígenas contribuyen a la conservación de la naturaleza

Por:

En el norte del Monte Kenia, hay una comunidad indígena llamada Il Lakipiak Maasai (pueblo de la vida silvestre), que es dueño y administra el único santuario de rinocerontes que es propiedad de una comunidad aborigen en ese país africano.

La comunidad logró disminuir los conflictos entre las poblaciones humanas y la fauna silvestre que aparecían en la zona por la intrusión de animales salvajes que buscaban agua, presas y pasturas en tiempos de sequía.

La forma que encontraron de resolver el problema fue dejar de cortar tantos arbustos para que quedara forraje para los animales en sus tierras. Mediante esa estrategia de conservación, ese pueblo indígena demostró que es posible coexistir en armonía con la fauna silvestre, a la vez que mantener su cultura y su estilo de vida pastoril.

No es sorprendente que durante miles y miles de años, los primeros habitantes de la Tierra debieron de hacer frente a enormes desafíos, y se las ingeniaron para sobrevivir y conservar su entorno natural.

Siguen haciéndolo a pesar de que los indígenas actuales sufren en forma sistemática abusos de derechos humanos, además de que los han despojado de sus tierras, confinado a reservas y despreciado sus culturas y conocimientos tradicionales.

En la actualidad, la comunidad científica y los especialistas en desarrollo reconocen el papel invalorable que desempeñan los pueblos indígenas en lo que respecta a uno de los desafíos más peligrosos de la historia reciente: la extinción de la diversidad biológica.

Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas sostiene que es clave la inclusión activa de los pueblos indígenas y de las comunidades locales en la conservación de la vida silvestre para mantener la biodiversidad y garantizar la sostenibilidad de sus medios de vida rurales.

Para hacer frente al desafío actual de mantener la biodiversidad es necesario empoderar a los pueblos indígenas para que actúen a escala nacional con ayuda de la comunidad internacional, remarcó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con motivo del Día Mundial de la Vida Silvestre, el 3 de este mes.

“Las culturas de los indígenas y de las comunidades locales incluyen el cuidado de la vida silvestre”, observó Eva Müller, directora de la División de Recursos y Política Forestal de la FAO.

“Simplemente no pueden imaginar una vida divorciada de la naturaleza y tienen un fuerte interés en el uso sostenible de los recursos”, apuntó.

El empoderamiento de esos grupos, junto con sus conocimientos y sus capacidades de planificación a largo plazo, es esencial para garantizar la supervivencia de las futuras generaciones, tanto de humanos como de la vida silvestre, añadió Müller.

La relación entre humanos y fauna silvestre se realza en la nueva edición de la publicación trimestral de la FAO, Unasylva, elaborada por la Asociación de Colaboración sobre Manejo Sostenible de la Fauna Silvestre, que incluye a 14 organizaciones internacionales.

El informe menciona varios casos de estudio de diversos países que ilustran cómo los pueblos indígenas pueden optimizar los beneficios de sus medios de generación de ingresos, al tiempo que preservar la fauna silvestre, siempre y cuando puedan tomar sus propias decisiones dentro de los límites del territorio que habitan.

Conflictos entre humanos y fauna silvestre

Los conflictos entre humanos y fauna silvestre se han vuelto cada vez más frecuentes y graves, particularmente en África, por la creciente competencia por la tierra en zonas deshabitadas y agrestes, señala Unasylva.

“Ese suele ser el resultado del crecimiento de las poblaciones humanas, de la mayor demanda de recursos naturales y de la creciente presión por el acceso a la tierra, como la ampliación de rutas para el transporte, la agricultura y la industria”, precisa.

Más específicamente, la publicación subraya que en el centro y sur de África, la fauna silvestre y las poblaciones humanas siguen compartiendo paisajes y recursos con conflictos que probablemente empeoren a menos que se tomen medidas.

La FAO, junto con el francés Centro de Investigación Agrícola para el Desarrollo (Cirad) y otros socios, creó la primera herramienta para atender conflictos entre humanos y fauna silvestre, que ayudó a una comunidad del Parque Nacional de los Montes de Cristal, en Gabón.

Los agricultores locales estaban bastante molestos porque, por un lado, animales como ratas de las cañas, antílopes ruanos, cerdos salvajes y elefantes les destruían los cultivos poniendo en riesgo su sustento, y por otro, la legislación les prohíbe cazar a la fauna protegida, ya sea para comer o para proteger sus cultivos.

Grandes organizaciones dedicadas a preservar la biodiversidad, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), coinciden en que “los pueblos indígenas y tradicionales han sido un blanco injusto de las prácticas y de las políticas de conservación, que no han llegado a comprender totalmente los derechos y el papel que estos desempeñan en la gestión, el uso y la conservación de la biodiversidad”.

De acuerdo con numerosos instrumentos internacionales, varias resoluciones de la UICN subrayan los derechos de los indígenas a terrenos, territorios y recursos naturales gracias a los cuales subsisten desde hace generaciones.

Esas resoluciones subrayan la necesidad de mejorar la participación de los indígenas en todas las iniciativas de conservación y en el desarrollo de políticas que los afectan. Además, reconocen que las comunidades originales poseen un único cuerpo de conocimientos relevante para la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.

Asimismo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente reconoce la importancia de la participación de los pueblos indígenas, así como el valioso aporte que estos portadores de conocimientos tradicionales, obtenidos a lo largo de generaciones de experiencias, observaciones y transmisión oral, pueden contribuir al desarrollo y a la gestión sostenible de los ecosistemas.

“Su estrecha relación y dependencia de ecosistemas que funcionen bien dejó a los pueblos indígenas en situación de extrema vulnerabilidad frente a los cambios y daños al ambiente. La tala de madera, las actividades mineras, la contaminación y el cambio climático suponen una creciente amenaza a sus medios de vida y a su supervivencia”, añade.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2017/03/pueblos-indigenas-contribuyen-a-la-conservacion-de-la-naturaleza/

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La Academia Indigenista, ¿Es Ingenua de su Función Sociopolítica?

Por:Itzamná Ollantay

El indigenismo como corriente sociopolítica consiste en la defensa que se hace del indígena vencido frente a sus vencedores. Esta corriente posiblemente nació, a inicios del siglo XVI, con los frailes dominicos Antonio Montesinos y Bartolomé de las Casas, defensores de indígenas.

Los indigenistas, sean blancos o con fenotipos y ropaje indígena, no necesariamente buscaban, ni buscan, la liberación u autodeterminación de los pueblos indígenas. En muchos casos, por sus dispositivos paternalistas, miran en el indígena a un “vencido para siempre”, incapaz de ser sujetos de su historia, de tener voz y decisiones propias. Para el indigenista el
indígena es un sujeto de caridad que inexplicablemente porta una idílica herencia comunal que se debe salvaguardar.

En la segunda mitad del pasado siglo, ante la evidente complicidad de los indigenistas con el sistema de dominación, emergió la corriente indianista basada en los idearios teórico políticos del legendarios binomio Túpac Katari-Bartolina Sisa.

El indianismo plantea la liberación y autodeterminación de los pueblos indígenas como sujetos y actores de sus propias historias.

El o la indianista no opta por el indígena, sino es un indígena que ha resistido a la domesticación cultural y política del sistema hegemónico. Que ha despertado y despierta (aguijonea) a sus hermanos y hermanas desde las comunidades con perspectivas plurinacionales, pluriregionales y globales, hacia su liberación como pueblos.

Mientras los indigenistas (académicos o no) se enorgullecen de ser apolíticos (sin organización política), los indianistas promueven caminos sociopolíticos como herramientas de lucha y disputa colectiva por el poder. Conviven en sus comunidades impulsando procesos de decolonización.

*La academia de ropaje indígena como recurso para la despolitización de los movimientos indígena campesinos*

Ante los simultáneos e imparables procesos de resistencias territoriales que el sistema capitalista neoliberal está activando en los pueblos indígenas, los agentes del sistema-mundo-occidental ensayan todos los métodos posibles para desmovilizar y evitar “se repitan fenómenos sociopolíticos de Bolivia y Ecuador” en otros país latinoamericanos.

Promueve becas de estudios en el extranjero para indígenas “victimizadas”. Los reúnen en programas doctorales “especializados” en estudios indígenas. Luego de titularlos y promoverlos como “nuevos intelectuales indígenas cualificados”, los contrata como consultores y/o conferencistas.

Con dichas insignias de poder (títulos y consultorías), los indigenistas reingresan a las comunidades y pueblos indígenas en resistencia para anunciar el mensaje salvífico del nuevo adoctrinamiento: “Nosotros como auténticas comunidades indígenas, no debemos meternos en política. No necesitamos participar/disputar el poder político nacional… Somos
apolíticos. No somos de ni de la derecha, ni de la izquierda. Somos seres superiores. Estamos por encima de la política”.

Con este mensaje, el agente indigenista termina desmovilizando y despolitizando a las comunidades indígenas en resistencia. En especial cuando algunos dirigentes/lideres comunitarios conoce/gusta de los viajes, desayunos o almuerzos pagados en los hoteles…

*Ataque indigenista contra cualquier intento de la consolidación de incómodos gobiernos “progresistas”*

Los indigenistas, sean como becarios o como consultores, organizan y participan en congresos, foros y diálogos sobre pueblos indígenas, incluso llevándose consigo a algunos “dirigentes” indígenas, como “evidencia creíble” de su espiche, y propagan la elucubrada idea académica de: “Los pueblos y comunidades indígenas no necesitamos del Estado”. “Las
comunidades indígenas somos de origen milenario, y superiores al Estado”, por tanto “no estamos de acuerdo con ninguna propuesta de construcción o refundación del Estado, mucho menos de Estados Plurinacionales, porque no es nuestra idea”. “Esas ideas de refundación o fundación del Estado Plurinacional son intromisiones de ideas de gobiernos corruptos de Bolivia y de Ecuador”, suelen repetir.

Y, para afinar el ataque a los incómodos gobiernos progresistas propagan falacias como: “Evo Morales es un gobierno corrupto y dictador”. “Los gobiernos progresistas mataron a los movimientos sociales y son enemigos de
las comunidades organizadas” “En los gobiernos progresistas no hay, ni libertad de organización, ni libertad de opinión” “Los gobiernos progresistas son malos ejemplos que debemos evitar”…

Así azuzan a sus lectores y auditorios desde testeras académicas internacionales integradas por indigenistas también becados o consultores provenientes incluso de los países de gobiernos progresistas.

Caso patético es lo que ocurre con muchos estudiantes y ex estudiantes del doctorado que dirige la Sra. Raquel Gutiérrez (ex pareja sentimental del actual Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera) que hipnotizó a muchos indigenistas con su investigación sobre “entramados comunitarios autogestionarios en Bolivia”. Así resurgieron las y los comunalistas que
ahora ven idílicas e intangibles “tramas comunales” por todas partes de Latinoamérica indígena.

*“Teorización” idílica de la comunalidad indígena como recurso para desactivar cualquier intento de construcción genuina de estados soberanos*

A las anteriores consignas, se suma el slogan de: “Las comunidades indígenas fuimos y seremos esencialmente comunidades armoniosas autogestionarias. No necesitamos de ninguna estructura estatal o supra estatal”.

Estas son, aunque el lector no lo crea, algunas conclusiones de tesis doctorales que hacen *feeling* con las nuevas prioridades financieras de la cooperación y con algunas tácticas de las corporaciones transnacionales toreadas por gobiernos progresistas y/o resistencias locales.

Al capital del sistema-mundo-occidental le conviene la comunalización atomizada de los incómodos indígenas que viven en áreas de su interés geográfico. Mucho más si éstas son “apolíticas”.

A muchos dirigentes indígenas les motiva que los presenten y paseen en eventos internacionales como representes de “de la idílica reserva social, moral y ecológica” de la humanidad. Aunque en los hechos, ellos y nosotros, sabemos que los indígenas no somos ni dioses, ni demonios, sino sólo humanos. Humanos con huellas ecológicas, y también configurados por el capitalismo colonial que nos habita aún. Eso sí, con sueños por mundos mejores, en muchos casos.

Pero, esos sueños de mundos nuevos (*Sumaj Kawsay*, decimos en quechua) se construyen peldaño a peldaño con procesos de organización, concientización, movilización y construcción de nuevas relaciones de poder. De abajo hacia arriba.

Los folclorismos “apolíticos” o “antiestatales” de las comunalidades o de las nostálgicas identidades del “buen salvaje”, son idealizaciones socioantropológicos con fines de perpetuar la permanente colonización de los pueblos y sus territorios.

No podemos decir que defendemos el agua o la vida en la comunidad, y al mismo tiempo promover la despolitización o antiestatalidad en las comunidades. Esto no es lo que exactamente plantean John Holloway, Boaventura de Sousa o José Carlos Mariátegui. Hará bien releer las persuasiones que, en el pasado siglo, hiciera Guillermo Bonfil Batalla a los indigenistas.

La Vida y el sistema tierra están en riesgo. No hay tiempo para utilizar como escalera “novedosas” modas  literarias para el *seelfie* o sólo para “subir”, luego patear la escalera, y así evitar que el resto de indígenas también “suban”, porque no hay “huesos”, ni espacio,  para todos en el banquete neoliberal.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/La-academia-indigenista-es-ingenua-de-su-funcion-sociopolitica-20170218-0002.html

Fotografía: Telesur

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