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Ser niño y estudiar en El Salvador: un camino de obstáculos

América Central/El Salvador/Fuente: www.elsalvador.com

Niños y niñas que aprenden en la educación pública del país intentan seguir su rumbo entre la pandemia, falta de recursos tecnológicos y altos números de deserción, en un panorama gris en el Día del Niño en El Salvador.

El Día del Niño es una fecha especial en los centros escolares del país, donde normalmente hay disfraces, payasos, fiesta y alegría entre la comunidad de maestros y estudiantes. Pero el impacto del COVID-19 a nivel global, y por supuesto en el país, tiene ahora a los alumnos en sus hogares, recibiendo clases en línea y, en muchas ocasiones, batallando por no abandonar los libros, agotados ante un paquete de problemas que ha venido a pintar de gris este día.

El primer reto es tecnológico. Paz Zetino, secretario general de Bases Magisteriales, explica que “el alumno que no tenía acceso a la red de internet, ni los instrumentos tecnológicos necesarios, se vio desesperado y abandonó con facilidad” la escuela.

Según datos del Ministerio de Educación, en 2019 comenzaron su año lectivo 1,289,021 alumnos, entre primaria y bachillerato. La cifra resume escuelas públicas e instituciones privadas. De ese número, solo 1,251,219 comenzaron sus estudios a inicios de 2020, o sea 37,808 menos.

Para Paz Zetino, el impacto que ha tenido el modelo de clases en línea provocará números mucho mayores de deserción escolar al cierre de 2020.

“Hay agotamiento en recursos, porque la pandemia se fue alargando. Hablamos de pago de internet, compra de equipo. Se volvió insostenible la situación financiera. Imagínese un hogar con tres hijos, y dependían de solo un aparato telefónico, ¿cómo estar enviando las tareas de todas las materias en un solo teléfono? Los teléfonos colapsaron. Y los padres de familia no tuvieron capacidad para reponer esos aparatos y seguir en el proceso. Lo que hicieron fue dejar de enviar tareas”, resume el representante de una de las principales agrupaciones de maestros del país.

Entre 9% a 13% es el índice de deserción en el país, añade Paz Zetino. Este año va a crecer. El doctor Óscar Picardo, académico e investigador de la Universidad Francisco Gavidia, añade que “todos los años tenemos deserción muy fuerte en tercer ciclo, estamos perdiendo 6 de cada 10 que terminan educación básica, a partir de 7° grado”.

Muchos de estos estudiantes no siguen su camino académico porque sus padres los ponen a trabajar.

“En este país, tenemos una gran cantidad de gente que se dedica a la actividad informal, a la venta ambulante. Ellos empiezan a involucrar a los niños y niñas desde temprana edad en esa actividad. El niño, cuando ve que eso le produce dinero y algún beneficio, se va acostumbrando a eso, y después no quiere salir de ahí. Es un círculo vicioso. Con esos niños nos cuesta muchísimo, porque prefieren andar vendiendo chiles y cebollas en un mercado”, argumenta Paz Zetino.

Picardo dice que este fenómeno “es multicausal. Hay problemas de violencia, mudanza, laborales, económicos… hay papás que cuando sus hijos entran a una edad después de preadolescencia, les dicen ‘llegó la hora de trabajar’, y ni modo”.

Identifica además que la educación en el país tiene un problema de fondo, y que al final impacta en la educación de los niños: cada cinco años, el nuevo Gobierno entrante hace un nuevo plan, no se aprovecha lo avanzado por el anterior y no hay un modelo educativo ni un currículum nacional elaborado a largo plazo. Así ha sido al menos desde la reforma educativa de 1995, comenta Picardo.

“Cecilia Gallardo comenzó con el modelo constructitiva, después Evelyn Jacir de Lovo puso Escuela 10, después Darlin Meza arrancó con el plan 20-21, luego el primer plan del Frente con Vamos a la Escuela; después El Salvador Educado, y ahora es el Plan Cuscatlán. Cada uno de esos planes ha ido cambiando el modelo. En el Gobierno del FMLN, se pensó el modelo de escuela inclusiva de tiempo pleno, y eso ya se olvidó, se dejó de lado”, lamenta Picardo.

También hay una constante negativa, según estudios impulsados por Picardo, que viene pasando desde 2008, pues de los 200 días de calendario escolar, solo 100 son días efectivos para estudio. En los demás “Hay mucho feriado, muchas actividades de fiestas cívicas, culturales, ensayos de bandas de paz, etc. En una escuela típica, el Día del Maestro se celebra cinco veces y se pierde mucho tiempo. Prácticamente el 50% de tiempo efectivo, lo cual es un correlato de la PAES”, argumenta el investigador educativo.

El año pasado, la nota global PAES fue de 5.52.

Y también están los retos en la zona rural, donde hay escuelas sin techo, con piso de tierra y lodo, baños sin condiciones dignas; apenas el 17% tienen internet -subraya Paz Zetino- y, según Picardo, el porcentaje es aún menor para los centros educativos que tienen bibliotecas o laboratorios.

Como resultado, “esas ausencias hacen que la educación sea muy teórica. Lo describo con una frase: Los estudiantes conocen, pero no comprenden ni aplican lo que saben”, comenta Picardo.

El panorama es gris. Pero hay esfuerzos que pintan de otro color este día, como el del profesor Carlos Perdomo Fuentes, quien ha hecho la diferencia en el Centro Escolar Caserío Las Brisas Mandinga, en El Presidio, Sonsonate.

Desde 2005, Perdomo inició una serie de gestiones, a nivel privado y gubernamental, que al final llevaron a que este centro educativo rural cuente con más de 30 computadoras, internet y aire acondicionado.

“La parte tecnológica en las escuelas rurales es uno de los principales desafíos, y todavía no tenemos la infraestructura adecuada. Con la pandemia todo ha sido más difícil. Pero a veces depende de la gestión de uno en la escuela, de los maestros y padres también”, comenta con optimismo Perdomo.

El profesor Perdomo no acepta que este 1 de octubre sea gris, y prefiere colorearlo de compromiso y esperanza.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/coronavirus-ninos-sin-acceso-a-educacion-durante-pandemia-por-falta-de-recursos/759278/2020/

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China ayuda a graduados universitarios de Hubei a conseguir empleo

Asia/China/04-10-2020/Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

China ha adoptado múltiples medidas para ayudar a los graduados universitarios de la provincia central de Hubei, que fue la más afectada por la epidemia de COVID-19, a encontrar trabajo y garantizar la estabilidad general del empleo, según el Ministerio de Educación.

El país está haciendo esfuerzos para ayudar tanto a los nuevos profesionales de Hubei como a quienes ya tenían grado universitario, manifestó Wang Hui, funcionario de la cartera, en una conferencia de prensa.

Este año, un total de 449.000 jóvenes obtuvieron su diploma en universidades de Hubei, y otras 371.000 personas oriundas de la provincia se titularon en centros de educación superior de diferentes regiones del país, precisó Wang.

Estos profesionales disfrutarán de preferencia en las políticas de contratación, y además se les ofrecerán cuotas en las contrataciones para algunos programas de servicio a nivel comunitario, así como en las fuerzas armadas, las instituciones gubernamentales y públicas y las empresas estatales, agregó.

Además, 124 universidades de todo el país se han asociado con las de Hubei para compartir información laboral y ofrecer asesoría en empleo. La gestión ya ha ayudado a 13.000 graduados a encontrar trabajo, aseguró el funcionario, y añadió que el ministerio también ha organizado ferias de empleo en línea para profesionales de Hubei.

Según Wang, la entidad ha pedido a las universidades que pongan especial énfasis en ayudar a los estudiantes originarios de la provincia en la búsqueda de empleo, y también ofrecerles orientación personalizada.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-09/29/c_139406200.htm

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Aprueban normativa para reabrir universidades en Guatemala

Universidades y centros de capacitación podrán reabrir en Guatemala en lugares donde el tablero de alerta de la Covid-19 esté en naranja (alerta alta), según un acuerdo publicado hoy por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
El documento establece las normas para una vuelta segura a clases, que contempla el uso obligatorio de mascarilla y combinar cursos a distancia y presenciales, estos últimos solo para garantizar prácticas de laboratorio y talleres. 

Con semáforo en rojo (alerta máxima), la docencia será solo virtual, pero en naranja los centros deberán mantener un aforo de 2,5 metros cuadrados por estudiantes y se recomienda la ventilación natural en todos los espacios el mayor tiempo posible.

La normativa establece que cada universidad tenga un plan de vigilancia sanitaria para detectar a personas con síntomas de la Covid-19 dentro de la comunidad académica y pasar de inmediato a un sistema de docencia, investigación y administración telemática si la situación lo requiere.

Asimismo, propone la creación de un centro de salud o bienestar estudiantil que le permita cumplir con los objetivos de garantizar el acceso a la atención médica primaria y el tamizaje en casos en que se identifique a un sospechoso.

Desde el 16 de marzo, el Gobierno suspendió las clases en todos los niveles de enseñanza para evitar la propagación a gran escala de la Covid-19, justo tres días después de que se anunciara la entrada de esta enfermedad al país.

A partir de este jueves, con el fin del Estado de Calamidad, el Ministerio de Salud continúa como ente rector en el manejo de la epidemia y mediante acuerdos regula el retorno a ciertas actividades en un entorno seguro a partir del tablero de alertas o semáforo epidemiológico vigente desde finales de julio.

Fuente: http://www.elpais.cr/2020/10/01/aprueban-normativa-para-reabrir-universidades-en-guatemala/

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Chile: Trabajadores de la cultura chilena denuncian crisis del sector

América del Sur/Chile/02-10-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

El sector cultural chileno organizó una intervención lumínica en referencia a la “Alerta Roja” y sus demandas.

Los trabajadores de la cultura de Chile se manifestaron mediante una serie de actividades entre las que resaltó una intervención lumínica nacional, según información difundida este miércoles en los medios.

La iniciativa fue impulsada con el fin de visibilizar las dificultades de técnicos, productores, gestores, maquilladoras y acomodadores de cine, entre otros trabajadores de la cultura chilena, producto del impacto de la pandemia del nuevo coronavirus.

La cancelación de todos los eventos masivos en el país suramericano y la falta de apoyo del Gobierno al sector afectado por la crisis sanitaria, motivaron a trabajadores de artes y espectáculos de esa nación activar lo que han denominado como «Alerta Roja».

La activación de los trabajadores, mediante la “Alerta Roja”, incluyó variadas acciones impulsadas por la Asociacióńn Gremial de Trabajadores de las Artes y Espectáculos (Agtae), como una reunión con la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, y manifestaciones en varias comunas del país, para exponer las situaciones críticas a nivel financiero del sector de la cultura, y la desprotección del Estado.

“Desde que partió la pandemia en marzo, nos paralizamos. Hay varios colegas que fueron despedidos, otros viven del seguro de cesantía; y no hemos obtenido respuesta a nivel gubernamental, solo se nos ha dicho que sería posible retomar las actividades en septiembre de 2021”, indicó el delegado regional de Agtae en Concepción, Pedro Hinojosa Hormazábal.

En este sentido, los manifestantes organizaron la intervención lumínica que se efectuó en la Región Metropolitana, Tarapacá, Valparaíso, Maule, Bio Bio, Ñuble, Araucanía, Los Lagos, y otros lugares del país; bajo el llamado a “iluminar Chile”; para llenar de de luz roja el cielo en referencia a la “Alerta Roja” y las demandas del sector cultural.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/chile-trabajadores-cultura-denuncian-crisis-sector-20200930-0041.html

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Entrevista a Filippo Grandi: “Educación para los refugiados, una inversión que vale la pena para el mundo”

Entrevista/01 Octubre 2020/rebelion.org

Filippo Grandi es el undécimo alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), cargo que ejerce desde el 1 de enero de 2016, tras dedicarse al trabajo humanitario y de refugiados durante más de 30 años. Su mandato de cinco años al frente de Acnur, concluye el 31 de diciembre de este año.

Este es un extracto de la entrevista realizada a Grandi por personal del fondo Educación No Puede Esperar, también conocido por su nombre en inglés Education Cannot Wait y su sigla ECW. Se trata de un fondo mundial multilateral de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)  destinado a promover el acceso a la enseñanza de los millones de niños y adolescentes que viven en medio de crisis, conflictos, desastres naturales y brotes de enfermedades.

EDUCACIÓN NO PUEDE ESPERAR (ECW): Como agencia de las Naciones Unidas, con el mandato de su Asamblea General de brindar protección internacional y buscar soluciones para los refugiados, ¿podría explicar la importancia general de la educación para los niños refugiados como un componente de protección y soluciones?

FILIPPO GRANDI: La escuela es a menudo una de las primeras cosas que las familias de refugiados preguntan después de ser desplazadas. Deseosos de recuperar un sentido de normalidad y dignidad después del trauma del desarraigo, también están muy comprometidos con el futuro de sus hijos.

Muchos niños y jóvenes son desplazados varias veces antes de cruzar una frontera y convertirse en refugiados. Para estos niños, la escuela es el primer lugar donde comienzan a recuperar el sentido de rutina, seguridad, amistad e incluso paz.

La educación juega un papel clave, tanto para garantizar la protección de los niños y los jóvenes como para ayudar a las familias y los niños a concentrarse en reconstruir sus vidas y regresar a muchas de las actividades con las que normalmente se habrían comprometido antes del desplazamiento.

Como ha demostrado el reciente Informe sobre la educación 2020 de Acnur, aunque ha habido algo de éxito en el acceso a la educación primaria, este se ha ralentizado. Las tasas brutas de matriculación muestran que 77% de los niños refugiados están matriculados en la educación primaria, pero esta cifra se reduce drásticamente a 31% en el nivel secundario.

Las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada. Dado que la evidencia global muestra la naturaleza protectora significativa de la educación secundaria para las niñas, este es un aspecto clave del trabajo para Acnur y socios como Educación No Puede Esperar.

Juntos, estamos solicitando que la matriculación de refugiados en la educación en todos los grados se lleve a nivel global para permitir que los millones de niños y jóvenes de todo el mundo que se han visto obligados a huir de sus hogares construyan un futuro mejor para ellos, sus familias y sus comunidades.

Si se les permite aprender, desarrollarse y prosperar, los niños crecerán para contribuir a las sociedades que los acogen, pero también a sus países de origen cuando la paz les permita regresar. La educación es una de las formas más importantes de resolver las crisis mundiales.

ECW: Usted es miembro desde hace mucho tiempo del comité directivo de alto nivel de la Educación No Puede Esperar. Como sabe, la institución tiene por objeto garantizar que los niños puedan continuar su educación en tiempos de emergencias y crisis prolongadas. ¿Podría explicar las necesidades especiales de los niños refugiados durante las emergencias y las crisis prolongadas, y ¿cómo cree que Educación No Puede Esperar contribuye a satisfacer esos derechos y necesidades?

FP: El Pacto Mundial para los Refugiados exige medidas para permitir que los niños y jóvenes regresen al aprendizaje dentro de los tres meses posteriores al desplazamiento. Este objetivo destaca el importante papel que desempeña la educación, tanto formal como informal, para ayudar a los niños a reanudar sus actividades normales.

Los niños pueden tener un sentido de pertenencia con sus compañeros en las aulas, la oportunidad de jugar y participar en actividades recreativas y recibir información que podría salvarles la vida sobre temas relacionados con la salud, la higiene y la seguridad. Las escuelas también brindan acceso a servicios de apoyo, como programas de orientación y alimentación escolar.

Preparar a los niños refugiados para que ingresen a los sistemas educativos nacionales de las comunidades de acogida es fundamental y requiere trabajar en estrecha colaboración con los Ministerios de Educación para eliminar las barreras administrativas y de políticas a la matriculación escolar.

También implica garantizar que los niños tengan las destrezas y habilidades necesarias para prosperar una vez que estén inscritos en las escuelas. Las clases de aprendizaje de idiomas, especialmente cuando el idioma de enseñanza es diferente, los programas de actualización y la educación acelerada apoyan la inscripción de los niños en la escuela y la capacidad de aprender de manera efectiva.

También es importante brindar información y asistencia esencial para ayudar a las familias a superar algunas de las barreras prácticas para la inscripción escolar. El apoyo psicosocial también es fundamental para los niños que han sufrido el trauma del desplazamiento y que necesitan ayuda para adaptarse a nuevas situaciones y entornos.

El apoyo brindado por Educación No Puede Esperar permite a las agencias y organizaciones garantizar que los servicios se brinden después del inicio de una emergencia para abordar las necesidades inmediatas que se han destacado anteriormente, enfocándose tanto en las necesidades de protección como en las de educación y trabajando para garantizar que los niños estén preparados para ser incluidos en programas de educación formal.

Educación No Puede Esperar también ha desempeñado un papel fundamental al pedir a los donantes que inviertan en educación durante y después de las emergencias para asegurar que las necesidades educativas de los niños puedan satisfacerse durante las crisis humanitarias, como lo demuestra el aumento de la inversión en educación en situaciones de emergencia durante los últimos cuatro años.

ECW: Un número significativo de promesas hechas por países y otras partes interesadas en el Foro Mundial sobre los Refugiados 2019 se centró en la educación, incluidas las promesas individuales y conjuntas hechas por Educación No Puede Esperar que destacan las inversiones de varios años para aumentar las oportunidades en la educación secundaria para los niños refugiados y en el trabajo con otros fondos globales para apoyar una educación de calidad para los refugiados.¿Qué brechas existen en la financiación de la educación de los refugiados a nivel mundial y dónde pueden ayudar mejor los donantes, incluidos los países, la sociedad civil y las empresas privadas?

FG: Si bien la financiación para la educación en situaciones de emergencia se quintuplicó entre 2015 y 2019, la educación generalmente solo recibe entre dos y cinco  por ciento del presupuesto total de los llamamientos humanitarios. A medida que pasamos de situaciones de emergencia a crisis prolongadas, existe el riesgo de que el gasto en educación reciba un grado cada vez menor de prioridad, lo que dificulta apoyar a los gobiernos anfitriones para que continúen brindando servicios educativos durante un período prolongado.

Las brechas de financiamiento en la educación significan que a menudo es difícil garantizar que los niños y jóvenes completen un ciclo completo de educación, pasando de la educación primaria a la secundaria y la terciaria. Las cifras globales muestran que hay una caída significativa en la inscripción entre la educación primaria y secundaria y que solo el 3 por ciento de los jóvenes refugiados están matriculados en programas de educación terciaria.

Las brechas de financiamiento también significan que quienes más lo necesitan, incluidos los niños de hogares encabezados por mujeres o niños y los que tienen discapacidades, no reciben el apoyo especializado que se requiere para disfrutar plenamente de su derecho a la educación.

El compromiso conjunto en el Foro Mundial sobre Refugiados de Educación No Puede Esperar, el Banco Mundial y la Alianza Mundial para la Educación tiene el potencial de cambiar las reglas del juego en términos de garantizar que los sistemas se fortalezcan y apoyen para que los refugiados y otras poblaciones vulnerables tengan un acceso continuo a la educación.

ECW: Educación No Puede Esperar ha dedicado su segunda ronda de inversiones de Primera Respuesta de Emergencia por covid-19 para situaciones de refugiados en todo el mundo. ¿Podría explicar algunas de las emergencias clave en términos de educación de refugiados para Acnur y la diferencia que hará la respuesta de emergencia de Educación No Puede Esperar para covid-19?

FG: El cierre de escuelas en todo el mundo significó efectivamente que 90 por ciento de los niños refugiados que estaban inscritos en escuelas y programas educativos no pudieran continuar recibiendo una educación.

Como se encuentran en algunas de las áreas más remotas de los países o tienen recursos limitados en el hogar, no pudieron beneficiarse plenamente de los programas de aprendizaje a distancia, y en el hogar y corren un grave riesgo de quedarse más rezagados académicamente. Este riesgo es aún más grave para las adolescentes, donde se estima que 50 por ciento de las jóvenes que estaban en la escuela corren el riesgo de no regresar una vez que se reanuden las clases.

El cierre de las escuelas también significa que muchos de los servicios de apoyo integral mencionados anteriormente (distribución de alimentos, apoyo psicosocial y actividades recreativas y programas de apoyo al aprendizaje) se vieron interrumpidos.

Las familias que han perdido sus medios de subsistencia como resultado de la pandemia experimentan una mayor presión económica y pueden dar menos prioridad a gastar los escasos recursos que tienen en la educación para garantizar que se satisfagan sus necesidades más básicas.

Todos estos factores contribuyen a aumentar los riesgos de protección durante los períodos de cierre de escuelas, dejando el futuro educativo de muchos niños refugiados colgando de un hilo.

Mantener la educación en marcha durante una pandemia requiere ingenio, innovación, invención y colaboración. La financiación de Educación No Puede Esperar para la respuesta a la  covid-19 desempeñará un papel clave en la mitigación de estos riesgos, al encontrar formas de garantizar que los estudiantes puedan continuar aprendiendo durante el cierre de las escuelas, difundiendo información a las familias de refugiados sobre los procedimientos de reapertura y los protocolos de seguridad que se implementarán, capacitando a los maestros para adaptarse a la pandemia, proporcionando materiales adicionales a los estudiantes, implementando campañas de regreso a la escuela y haciendo las mejoras indispensables en las instalaciones de agua y saneamiento en estas instituciones. Muchas de estas actividades ya se han iniciado con el generoso apoyo de Educación No Puede Esperar.

ECW: Acnur y ECW también han coordinado estrechamente con los gobiernos anfitriones, los actores humanitarios y de desarrollo el fomento de inversiones de recuperación de varios años, como el Plan de Respuesta Educativa para Refugiados y Comunidades de Acogida en Uganda. ¿Cómo ve este fortalecimiento de la educación para los refugiados y las comunidades de acogida en el nexo entre la ayuda humanitaria y el desarrollo?

FG: El tema del informe de Acnur de 2020 es «Unirnos para la educación de los refugiados». Este foco realmente refleja el Pacto Mundial sobre Refugiados, que aboga por un enfoque de “toda la sociedad” para garantizar que se aborden las necesidades de los refugiados y las comunidades de acogida. Esto significa que una serie de partes interesadas tienen un papel que desempeñar en la realización de los objetivos del Pacto.

La presencia de un plan claro y un conjunto de objetivos para apoyar el acceso a la educación ayuda a definir roles y áreas de contribución para una amplia gama de partes interesadas. Es fundamental que existan nexos entre los planes de respuesta humanitaria y para refugiados, los planes de resiliencia plurianuales y los planes de desarrollo del sector a más largo plazo.

El apoyo de Educación No Puede Esperar a la programación educativa inmediatamente después del inicio de una emergencia y la asistencia a más largo plazo proporcionada a través de los programas de resiliencia plurianuales desempeñan un papel fundamental para cerrar la brecha entre la financiación humanitaria y la financiación del desarrollo.

La inclusión de refugiados en los sistemas educativos del país de acogida significa que los donantes y otros actores deben trabajar en estrecha colaboración con los gobiernos para aumentar la capacidad de estos sistemas de incorporar más estudiantes, desarrollar las habilidades de los maestros para responder a las necesidades de los alumnos y garantizar que los niños puedan progresar a través de diferentes niveles educativos.

ECW: ¿Habría algún comentario final que le gustaría hacer a la audiencia de ECW en todo el mundo sobre la importancia de la educación de los niños refugiados en situaciones de emergencia?

FG: La inversión en educación para los refugiados es esencial para garantizar que no se pierda la creatividad y el potencial de los jóvenes en regiones afectadas por conflictos y crisis.

Durante la pandemia de covid-19, los estudiantes refugiados han desempeñado un papel fundamental en sus comunidades trabajando en primera línea como trabajadores de la salud, fabricando mascarillas y jabón para distribuirlos a quienes lo necesitan, ofreciendo asesoramiento y difundiendo información sobre salud e higiene y creando programas para la instrucción de los estudiantes más jóvenes. Su impulso, iniciativa y pasión se habrían perdido sin una inversión temprana en su educación.

La educación para los refugiados es una inversión que vale la pena para toda la comunidad y para el mundo. También es un derecho fundamental para todos los niños que se afirma en la Convención de Refugiados de 1951, la Convención sobre los Derechos del Niño y la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Este derecho también debe respetarse en situaciones de emergencia en las que pedimos a los actores mundiales que se centren no solo en el acceso, sino también en la calidad de la educación y la capacidad de los niños para aprender, lo que los llevará a un futuro más brillante y digno.

Fuente: https://rebelion.org/educacion-para-los-refugiados-una-inversion-que-vale-la-pena-para-el-mundo/

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¡Bienvenida la generación de la resiliencia!

Por: Pluma Invitada

El pasado lunes 21 de septiembre regresaron a clases la mayor parte de los más de 5 millones de estudiantes de nivel medio superior de nuestro país. Para ellos, el inicio de cada curso escolar representa una oportunidad de escribir en una página en blanco una nueva historia de vida. ¿Quién no recuerda cómo el primer día de clases es también un día pletórico de temores y esperanzas?

La emoción por conocer a sus nuevos compañeros, el grupo en el que les tocó, sus nuevos maestros, las instalaciones de su plantel. ¡Cuánta gente por conocer! Para muchos de ellos los compañeros que conocerán en preparatoria se volverán sus mejores amigos o incluso, algunos conocerán en esta etapa al amor de su vida. ¿Cómo serán sus nuevos maestros? ¿Estrictos? ¿Amables? ¿Exigentes? ¿Empáticos?

Pero este día será diferente a otros inicios de clase. Es un inicio en condiciones que no imaginábamos y no queríamos, pero que son necesarias para cuidar del don más preciado que tenemos: la vida. Este inicio se realizará a distancia y en muchos casos, con el uso de tecnologías que otrora sólo utilizaban para el ocio y entretenimiento.

Estos jóvenes forman parte de la generación de la resiliencia. La generación que aprendió que se puede ir a clase sin salir de casa, que supo adaptar sus dispositivos para acceder a la puerta universal del estudio y que supo ser tolerante al intensivo proceso de adaptación al que nos vimos obligados los maestros y del que ellos formaron parte, pagando a veces los platos rotos.

Cuando todo esto termine, los diversos subsistemas los volverán a convocar de manera presencial a las actividades deportivas, artísticas y culturales en las que forjarán su carácter y aprenderá a colaborar y competir con honor. Pronto conocerán las aulas, laboratorios y talleres que hoy sólo han podido imaginar o ver a través de fotografías o videos. Y lo más esperado, entonces podrán convivir con sus compañeros en las áreas de descanso, jardines o pasillos.

El conocimiento y el aprendizaje no pueden detenerse. Los maestros en todos los subsistemas nos hemos preparado para trabajar en estas condiciones. Hemos dedicado muchas horas a capacitarnos, a conocer nuevas metodologías y herramientas para entablar una relación humana utilizando tecnología. Los maestros somos capaces de superar la distancia para conectar con nuestros alumnos y hacer nuestro trabajo con placer, creatividad y alegría.

No debemos olvidar que, a pesar del confinamiento, el bachillerato será para la mayoría de ellos la mejor etapa de su vida, por lo que deberemos reconocer su esfuerzo y desarrollar su resiliencia, esa capacidad de superar las situaciones adversas, adaptarse y superar de manera positiva un contexto amenazante. Esta cualidad no es ni fija ni innata. Puede trabajarse, moldearse y cultivarse en nuestros alumnos, o lo contrario, puede inhibirse por la influencia del entorno, de nuestro autoconcepto y de las personas con las que convivimos.

Es una generación que está expuesta a riesgos mayores que las que los precedieron. No sabemos aún el impacto que esta larga pandemia pueda tener en su salud emocional. La adolescencia y juventud es por naturaleza la etapa de la vida del despertar social. Están predestinados neuronalmente para ello. Requieren actividad física y convivencia social para la construcción de relaciones sanas y desarrollo personal. Además, es el grupo etario con mayor percepción de pérdida, porque son los que menos riesgos tienen si se contagian de COVID-19.

La primera lección ya nos la dieron. Contra todo pronóstico, los resultados de los exámenes de admisión a educación media superior realizados por el CENEVAL, al menos en el caso de COBACH SLP, demostraron que sus resultados académicos no sólo no fueron afectados negativamente por la pandemia, sino que superaron a la generación anterior. Ya habrá tiempo para realizar investigación educativa y comprobar hipótesis, por lo pronto los datos nos invitan a no etiquetarlos de manera negativa. Está demostrado cómo influyen en ellos las expectativas de los profesores sobre sus logros y aprendizaje.

¡Bienvenida pues la generación de la resiliencia al curso escolar 2020-2021!

Fuente: http://www.educacionfutura.org/bienvenida-la-generacion-de-la-resiliencia/

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Capital de Ecuador acoge plan piloto de clases presenciales

América del sur/Ecuador/prensa-latina.cu

Tres unidades educativas de esta capital desarrollan hoy un plan piloto de docencia presencial, que permitirá evaluar el retorno paulatino a clases en Ecuador, donde las escuelas cerraron hace seis meses por la pandemia de Covid-19.

 

Los centros donde se implementa la iniciativa fueron debidamente avalados para ese fin por el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE).

Bajo el título de Plan Piloto de Continuidad Educativa, el proyecto comprende el cumplimiento de medidas de bioseguridad por parte de los planteles y su personal.

El protocolo fue trabajado en conjunto con cada institución docente, según aclaró el vicetitular del Ministerio de Educación Andrés Chiriboga.

De acuerdo con lo dispuesto, el COE evaluará la implementación del plan cada 15 días, para verificar aciertos y puntos en los cuales es necesario hacer cambios.

Los colegios, institutos y universidades cerraron sus puertas en Ecuador desde marzo último, cuando el gobierno nacional decretó estado de excepción por la rápida propagación de la Covid-19 por todo el territorio nacional.

Las clases se desarrollan por vía telemática en todos los niveles, pero con la transición hacia la llamada nueva normalidad, el COE decidió instaurar el plan piloto en las instalaciones que así lo pidieron de manera voluntaria.

La iniciativa ha generado opiniones encontradas, pues algunas autoridades y parte de la población avalan la idea, siempre que se respeten las normas de bioseguridad, mientras otros consideran muy apresurada y riesgosa su aplicación.

El temor principal es que haya un rebrote de la enfermedad en esta ciudad, la más golpeada por la pandemia desde hace meses, con un acumulado de 36 mil 629 contagios confirmados, desde marzo hasta la víspera.

Mientras, en la ciudad portuaria de Guayaquil, primer epicentro de la dolencia (de marzo a mayo) algunas escuelas manifestaron disposición de acogerse al proyecto, pero las autoridades locales no lo han permitido.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=400485&SEO=capital-de-ecuador-acoge-plan-piloto-de-clases-presenciales
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