Por: María Victoria Peralta
En los primeros días de septiembre falleció la profesora Viola Soto Guzmán, primera Premio Nacional de Educación, cuando volvimos a la democracia (1991). Profesora de Historia, Curriculista, Maestra de maestros, este premio y otros que recibió en su vida, como el Doctorado Honoris Causa de la U.M.C.E. (2006), dan cuenta de su prolífera y reconocida vida profesional que abrió verdaderas ventanas de pensamiento pedagógico y curricular pertinente a muchos profesores a lo largo de todo Chile en aras a una educación pública democrática y de calidad.
Siendo muchos sus aportes de los que se da cuenta en su último libro: “Toda mi vida dedicada a la Educación Chilena y Latinoamérica”(Editorial Universitaria,2015), queremos resaltar parte de su pensamiento que se expresan en esta obra, en relación a los grandes problemas que debatimos en la actualidad en la Reforma Educacional en curso, y en los cuales –sin dudas – necesitamos de mayor iluminación.
Respecto a las discusiones curriculares que han emergido en el país respecto a educación básica, secundaria (sobre la filosofía), y respecto a la actualización que se está haciendo de las “Bases Curriculares de la Educación Parvularia”, cabe releer su posición sobre lo que implica la elección de un determinado enfoque curricular.
Nos explica que siempre “está dentro de un paradigma dominante e implica decisiones filosóficas, éticas, políticas, económicas, científicas y técnicas, que lo configuran e identifican”, por lo que expresan “decisiones de poder que se toman generalmente fuera de la escuela acorde con determinadas políticas internacionales, generales del Estado y Educacionales”.
Agrega, “que también puede ser motivo de decisión de la institución escolar y/o del profesor del aula, haciendo uso de sus espacios de libertad”. Enriquece estos planteamientos expresando que, “la elección de un enfoque curricular implica penetrar sus constructos teóricos y desarrollar un proceso de reflexión crítica acerca de las circunstancias geopolíticas, económicas, históricas en que se desenvuelve la educación escolar vigente”.
Cierra estas ideas, señalando que un currículum crítico que ella asume, “es un currículum comunicativo, tranza con un tipo de curriculum afectivo práctico en una mezcla permanente de servir a la humanidad en la búsqueda de valores y de buscar fortaleza en el optimismo de las cosmovisiones que nos mueven en medio muchas veces de la confusión y del caos”.(pp.239 y 249)
¿Qué es lo que nos enfatiza en síntesis esta gran Maestra? Que la construcción de un currículo a nivel macro (nacional) o micro (en el aula), siempre está dentro de un determinado paradigma pluridisciplinario que conlleva importantes decisiones de poder y por tanto, de formación humana.
Por ello, se debe reflexionar críticamente sobre esos constructos y asumir posiciones que pueden ser, plegarse a ellas o utilizar los espacios de libertad que todo profesor tiene en su práctica. Reafirma la importancia de un curriculum que sirva a la humanidad en la búsqueda de valores en un mundo complejo y controvertido.
La pregunta que surge en estos tiempos de Reforma Educacional y Curricular, es si estos paradigmas y constructos se han explicitado y si se ha hecho suficiente reflexión crítica al respecto. Al parecer es insuficiente, ya que ha sido parcial y poco explícita, y sin ellos, el valor de procesos de consulta, disminuye notablemente.
Estamos ciertos que todos queremos “lo mejor” para las futuras generaciones de chilenos que es lo que se decide cuando se hace un curriculum oficial, pero hace falta, mayor explicitación de sus bases para una discusión verdadera.
Esperamos que estas lecciones que nos sigue dando la gran Maestra a través de sus obras, sea recogida, tanto por los tomadores de decisión a nivel oficial, como también por los profesores a nivel de aula, que deben visualizarse como profesionales propiamente tal; es decir, analizando y reflexionando sobre sus decisiones curriculares y sus prácticas en función a una educación de calidad para los niños y niñas.
Un llamado a repensar, reflexionar, remirar y reconstruir una educación basada en valores, de formación verdaderamente humana justa y democrática para ser un ciudadano con identidad local y planetaria, quizás podría ser el mensaje final, que nos deja la profesora Viola Soto Guzmán, para todos los educadores de Chile, y para quienes deciden por las grandes orientaciones curriculares. Ojalá aprendamos esta lección.
Fuente: http://opinion.cooperativa.cl/opinion/educacion/lecciones-de-una-gran-maestra-a-los-temas-curriculares-de-hoy/2016-09-17/065803.html
Imagen: http://www.elespectador.com/noticias/educacion/nueve-de-cada-diez-maestros-aman-su-trabajo-articulo-500742