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Venezuela: Dictarán cursos profesionales para la atención del Autismo

América del Sur/ Venezuela/ 09.07.2019/ Fuente: vtv.gob.ve.

 

Desde la Universidad Nacional Experimental de la Gran Caracas (Unexca) y la organización para la Caracterización Integral de las Personas con Autismo (Ciptea) se realizan cursos profesionales para tratar el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Este curso está destinado a los maestros, en el área de educación inicial, integral, especial, de inglés entre otros, para intercambiar y prestar atención educativa integral óptima, informó el coordinador de Ciptea José Gregorio Lozano.

Indicó que esta formación académica “pasa de ser un curso de ampliación de conocimientos a una especialización, ya que se diseñó un currículo con exigencias ante el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, el cual fue aprobado y a partir de septiembre será una especialización”, explicó Lozano en entrevista en el programa Buena Vibra, transmitido por Venezolana de Televisión.

Indicó que esta organización no solo brinda la formación académica sino que trasciende a la sociedad. Ofrecen información de derechos humanos para estas personas con autismo, contexto familiar en la sociedad, la sensibilización y que sean tratadas por igual.

Yarisa Peña, licenciada en educación inicial, aclaró que el autismo no es una enfermedad sino una condición de vida que no va desaparecer en algún momento de la vida. Y lo ideal es conocer sobre la misma y empoderarse y tener herramientas para los niños, jóvenes y toda la familia a fin de llevar una mejor calidad de vida. Para ello invitó a buscar ayuda en los especialistas.

Acotó que son varias fases las que atraviesa la familia, el proceso de negación, aceptación, duelo y la resilencia, la cual es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad.

Recomendó ante este diagnóstico hacer consciente a sus hijos y familiares, y aceptar buscar la ayuda necesaria.

Manifestó que la sociedad debe comprender que estas personas tienen emociones, pensamientos y sensaciones que no la expresan igual a los demás, pero tienen una manera distinta de procesar la información y dar respuesta a esos estímulos.

Encuentros familiares

Lozano refirió que iniciaron actividades para el grupo familiar por medio de la Unexca, y el sábado 13 de julio realizarán un encuentro familiar donde se brindará apoyo y orientaciones de la mano de los especialistas a las familias que tengan algún integrante con autismo y a la población en general que desee conocer más sobre esta condición.

El mismo será a las 9 de la mañana en el sector la Urbina, del municipio Sucre, estado Miranda, en el Centro Rodrigueano de Emancipación Académica (CREA) Josefina Pepita Machado.

El coordinador de Ciptea anunció que se habilitará un transporte por parte de la universidad para brindar el traslado gratuito desde la salida de la estación del Metro de la California a las 8:30 de la mañana hasta la sede de este instituto. Mayor información por el correo electrónico ciptea03@gmial.com . /JML  /CP

Fuente de la noticia: http://vtv.gob.ve/realizan-cursos-profesionales-atencion-autismo/

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Bolivia: Jaime Mamani, el profesor que pese a perder todo no dejó de enseñar

Bolivia / 16 de junio de 2019 / Autor: Página Siete / Fuente: FM Bolivia

Jaime Mamani, docente de música de la Escuela Superior de Maestros Simón Bolívar, jamás olvidará el martes 30 de abril. “Ese día perdí todo en el deslizamiento de San Jorge Kantutani-Inmaculada Concepción. El derrumbe enterró mi acordeón Hohner, un instrumento que acompañó mi carrera profesional por más de 20 años. Yo no pude hacer nada, no pude rescatar nada”, contó.

Para el profesor, el hecho de perder el acordeón con el que enseñó y sacó profesionales a cientos de maestros de música fue un verdadero caos. “Fue como quedarme mutilado, como si me quedara sin manos”, añadió. Pero, pese a perder todo, Mamani jamás dejó de trabajar y dar clases, jamás dejó de enseñar.

Cuando los colegas y alumnos se enteraron de la situación de Mamani, se acercaron a él para darle muestras de apoyo y cariño. Estos gestos motivaron al maestro a continuar con su gran pasión: “enseñar música”.

Tiene una experiencia como maestro de música de más de 35 años. Es orureño y heredó su amor por la música de sus padres que interpretaban instrumentos de forma empírica. “Mi padre tocaba el acordeón y el charango en el pueblo”, recordó.

Descubrió entonces que su vocación era enseñar este arte y entonces decidió dar clases de música en una escuela. “Comencé como profesor empírico, pero luego estudié para ser maestro, era mi sueño anhelado”, contó.

Dio clases en todos los niveles desde educación regular (inicial, primaria y secundaria) hasta superior. Formó a jóvenes que se convirtieron en profesores de música. “Tengo experiencias muy bonitas de los tres primeros niveles, pero pasé más tiempo -27 años- con los jóvenes de educación superior”.

Aseguró que prefiere quedarse como maestro de jóvenes, ya que puede transmitir sus conocimientos a futuros formadores de otras generaciones.

No sólo sabe tocar el acordeón, también interpreta instrumentos como el piano, la quena y la guitarra, entre otros.

Emocionado, ayer, horas antes del Día del Maestro, Mamani se sentó frente a un piano de la exnormal para tocar algunas notas musicales.

Ni bien apretó las primeras teclas, dejó de sonreír y se puso muy triste porque recordó el 30 de abril. “Antes yo tenía todo. Mis tres hijos, que también son músicos, tenían sus equipos, teníamos como 24.000 dólares invertidos”, dijo.

Relató que ese día, el barrio donde vivió por muchos años se deslizó. Todos sus vecinos corrían para resguardar sus vidas, él y su familia hicieron lo mismo. “Nos quedamos sin nada, paraditos”, comentó.

Mamani vive ahora en la carpa número nueve del campamento de damnificados del puente Libertad, cerca de la zona donde ocurrió el desastre. “Aunque perdí todos mis instrumentos, hoy tengo el cariño de mis estudiantes, de mis exalumnos y colegas, de la confederación de maestros del país”, expresó. “Una vez más reafirmo mi vocación de que ser maestro es lo mejor hago”, añadió.

Luego de conocer su historia, el Ministerio de Educación no fue indiferente . “Me regalaron un acordeón”, dijo emocionado. Aseguró que recibir este obsequio representó una esperanza. “Sentí que me devolvían las manos al cuerpo para seguir enseñando música”, contó.

Mamani comentó que ahora “gracias al apoyo del Ministerio de Educación, de sus colegas y de sus estudiantes, tiene fuerzas para subir a un escenario y tocar su acordeón”.

“Sé que será muy difícil olvidar el 30 de abril, porque no sólo perdí todas las pertenencias, perdí también mi biblioteca especializada sobre el acordeón. Era un gran tesoro”, dijo el maestro.

Ayer, Mamani se olvidó por unos minutos de las penas y disfrutó junto a sus estudiantes y colegas de un agasajo en honor al Día del Maestro Boliviano, que se celebra hoy en todo el país. Ahí bailó con sus alumnos que representan para él la fuerza para levantarse temprano e ir a dictar clases luego de pasar la noche en una carpa.

Fuente de la Noticia:

https://fmbolivia.com.bo/jaime-mamani-el-profesor-que-pese-a-perder-todo-no-dejo-de-ensenar/

ove/mahv

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“Donde todo comienza”: el documental que evidencia el impacto de la educación inicial

 

Redacción: CIEC.Edu

Tres familias protagonizan un documental que pone en evidencia el impacto positivo que puede tener la asistencia a una sala cuna o jardín infantil en el desarrollo de niños y niñas. Un lugar que ha sido diseñado especialmente para ellos.
Escrito por: Camila Londoño
 
“Lo importante es que estos espacios permiten el juego libre de niños y niñas. Le dan más autonomía y al estar todo construido para ellas y ellos, les permite la visualidad. Aquí estamos construyendo memoria, por eso el entorno es muy importante. Y esta memoria se apoya en la lugaridad y el apego espacial de niños y niñas. La lugaridad es la relación de pertenencia con el lugar; los niños tienen derecho a una estética. El apego espacial, es aquel afecto que se establece con el lugar que es parte muy importante en el desarrollo de los niños”. Estas son algunas de las palabras de la Arquitecto de la JUNJI, Myriam Pilowsky, quien resume a grandes rasgos la esencia del documental Donde todo comienza: Más salas cuna y jardines para Chile, una producción de la Junta Nacional de Jardines Infantiles que pone en evidencia a través de tres historias, el impacto que ha tenido y puede tener el aumento de cobertura de la educación parvularia en Chile.Resultado de imagen para educacion inicialRodrigo Bascuñán y Ana Cotal, padres de Diego, un niño con Síndrome de Down; Jorge Escobar, un padre soltero que cuida de sus tres hijos y Savka Pewmay, una joven que fue madre adolescente y ahora intenta terminar sus estudios, son algunos de los padres que gracias a la construcción de nuevas salas cuna y jardines infantiles públicos de calidad, han tenido el inmenso beneficio de que sus hijos accedan a la educación inicial en un periodo de vida que es fundamental para el desarrollo presente y futuro.

Donde todo comienza: Más salas cuna y jardines para Chile narra la experiencia de estas familias, la realidad de su cotidianidad y el impacto positivo de la educación que reciben sus pequeños hijos.

En una hora se evidencia también la nueva infraestructura de estos establecimientos educativos. Salas con amplios espacios, luz natural, colores llamativos y paredes eficientes que mantienen el calor, son solo algunos de los elementos que se destacan en espacios que sin duda alguna fueron pensados para generar experiencias pedagógicas significativas y de primer nivel. En estas salas cunas y jardines, los hijos de Rodrigo, Ana, Jorge y Savka Pewmay y los de muchos otros padres, son verdaderos protagonistas de un aprendizaje donde el juego, el movimiento libre y el afecto, son fundamentales.

“… es un periodo de la vida en la que necesitan desplazarse, que necesitan moverse, que necesitan interactuar con otros en espacios amplios. El concepto de bancos de trabajo, de mesas de trabajo, la estamos reemplazando por el espacio de exploración y de aprendizaje para los niños. Estamos hablando de ambientes de aprendizaje que conlleva tanto a las interacciones como el espacio físico”, afirma Antonia Cepeda en el documental (Directora Técnico Pedagógico JUNJI).

JUNJI

El documental no sólo muestra el avance en materia de cobertura, también confirma la importancia de invertir en la primera infancia con espacios educativos que realmente tengan un impacto en los niños, las familias y la sociedad.

“Existe suficiente evidencia para asegurar el impacto positivo que la educación de calidad tiene en el desarrollo y en la vida de niños y niñas. Sabemos que en esta etapa se sientan las bases para el aprendizaje futuro, así que al invertir en este nivel se está invirtiendo en todos los niveles posteriores. Sabemos también que el costo-efectividad de invertir en este nivel, es mucho mayor que en los niveles superiores y que disminuye las brechas socioeconómicas. Invertir en educación inicial es un imperativo moral pues permite potenciar el desarrollo de niños y niñas y apoyar a sus familias para mejorar la calidad de vida de sus integrantes, y es la mejor herramienta que tiene un país para asegurar que su población se desarrolle, y a la vez, mejore la productividad del país”, afirma María Jesús Sánchez, Directora de Investigación en Elige Educar y Magíster en Política Social y Planificación, tras la exhibición del documental.

JUNJI

La producción audiovisual de la JUNJI es una invitación importante a entender el impacto que puede tener una educación inicial de calidad en cualquier contexto socioeconómico y en distintas zonas del país. Los padres que protagonizan esta historia son testigos de este impacto, son testigos de cómo sus hijos, gracias a estos espacios y el trabajo de grandes educadoras, desarrollan su máximo potencial, aquel que marca el inicio clave de una vida llena de logros y aprendizajes.

Fuente: http://ciec.edu.co/multimedia/donde-todo-comienza-el-documental-que-evidencia-el-impacto-de-la-educacion-inicial/

 

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Arquitectura del cerebro y DTIN

Autor/a: Luis Bonilla-Molina

  1. Siguiendo las migajas de pan que deja el ogro

Esta nueva entrega de la serie de artículos dedicados al análisis de la perspectiva del Banco interamericano de Desarrollo (BID) en materia de Desarrollo Temprano de la Inteligencia en la Niñez (DTIN), es un esfuerzo que se realiza en medio de las múltiples tareas que adelanto de manera simultánea en estos momentos, pero, además, en la contingencia derivada de la actual coyuntura de asedio a mi país.

Esta serie es un esfuerzo de sistematización crítica, que seguramente no develará todas las aristas, pero es una invitación para que los colegas de las pedagogías críticas combinen el estudio de los referentes históricos con los documentos que develan la orientación actual del modo de producción dominante en materia educativa.

En América latina y el Caribe el papel del BID es esencial en la estructuración de las reformas y contrarreformas educativas en marcha y por venir. No es un actor neutro, por el contrario, cada vez el BID se convierte de manera más nítida en una instancia altamente politizada, como lo evidenció el apoyo que le diera el presidente de este órgano, el señor Luis Alberto Moreno, a la tentativa del señor Guaido el día 23 de febrero de 2019, para generar una desestabilización en la frontera de Venezuela con Colombia, así como en la oferta de apoyo financiero que le formulara en nombre del BID, para un eventual gobierno de transición, si este fuera conducido por el actual líder de la oposición venezolana.

Pero más allá de estas circunstancias, reitero la invitación a leer, desde la perspectiva y la metódica de las pedagogías críticas, cada uno de los documentos de este órgano en materia educativa y muy especialmente la serie sobre desarrollo infantil, en razón que sus enunciados seguramente se expresarán en las operaciones de cambio que impulsen los gobiernos de la región en los próximos meses y años.

En el caso de este serie de artículos, utilizando como documentos base de trabajo las publicaciones del BID, aprovecho la oportunidad para avanzar en la construcción de referentes alternativos que nos permitan ir elaborando nuestras propias narrativas e imaginarios respecto a la educación inicial, que empalmen con otras producciones y las resistencias pedagógicas de este nivel educativo, que hoy se desarrollan en todo el continente nuestro americano.

 

  1. Construyendo la arquitectura del cerebro

Iniciemos en esta entrega con el abordaje del cerebro y su arquitectura en los procesos de desarrollo temprano de la inteligencia en la niñez.

Somos seres sociales y la realidad en la que interactuamos cada uno de nosotros(as) esta mediada por las condiciones materiales de vida. Esa materialidad se expresa en la cultura, es decir, en las amistades que tenemos y las que buscamos, las condiciones laborales, el modelo de relación de pareja, el lugar en el cual vivimos, las interpretaciones que hacemos de los conflictos familiares y sociales, la escuela a la que fuimos y enviaremos a nuestros hijos e hijas, la posición política que tenemos sobre el medio ambiente, el aborto, las migraciones, la diversidad cultural, el deporte que decidimos seguir o practicar, la espiritualidad que asumimos. Ello es lo que expresa la clase social a la cual pertenecemos y la conciencia que tenemos de ello.

La mayoría de las veces no hemos asumido como propio ese capital cultural y creemos que los demás que se definen en la línea de nuestros paradigmas, piensan igual que nosotros. Nada más alejado de la realidad. Además, como nos enseñó Pierre Bourdieu (1930-2002), dentro de una misma clase social existen diferencias culturales, cognitivas, emocionales y experienciales derivadas de los recorridos particulares las distintas familias e individuos.

Esa singularidad solo es posible gracias a nuestro diseño cerebral, a nuestras redes sinápticas que han construido unas interpretaciones que no solo expresan nuestra forma de sobrevivir en el mundo, sino también la forma particular como lo asumimos. Ese capital cultural se va consolidando en una interpretación intersubjetiva de la realidad que se conforma en nuestro paradigma de vida.

La primera labor que tenemos que asumir como pedagogos críticos es tratar de hacer consciente esta realidad histórico cultural concreta y, a partir de ella, plantearnos un horizonte de transformación personal, familiar y social como marco en el cual abordamos el hecho educativo.

En el caso de los padres de familia, es necesario entender la realidad en la cual se vive para poder acompañar de manera adecuada a nuestros hijos e hijas en el proceso de construcción ética de su andamiaje cerebral. Esta es la situación ideal desde una lógica de compromiso social pleno. Pero, como esto no suele ocurrir en la mayoría de los casos, es la sociedad y el Estado quienes deben asumir la contingencia de contribuir a garantizar el mejor entorno posible para este advenimiento.

En el modelo de educación moderno, Comenio (1592-1670) subrayó la importancia de contar con una educación para los primeros años, organizada por el Estado y desarrollada por los maestros y maestras como científicos sociales, quienes tendrían la tarea de: a) trabajar desde lo pedagógico las carencias de bases culturales comunes que se evidenciaban en muchos niños y niñas; b) potenciar los cimientos cognitivos y morales positivos que se expresaban en su cotidianidad y; c) construir un mínimo consenso cultural que permitiera existir como sociedad civilizada.

Lo cierto es que cuando Comenio formuló sus ideas, en el continente nuestro americano, a diferencia de lo que ocurría en la “Europa civilizada”, muchos niños y sus padres vivían en condiciones de esclavitud y de marginalidad terrible, mientras que otros no eran sujetos de derecho pleno, sino que eran asumidos como pequeñas versiones de los adultos. El adulto centrismo era el lente con el cual se invisibilizaba conceptualmente y en la práctica cotidiana al niño y niña.

El desarrollo tardío del capitalismo en América Latina y el Caribe, demandó el impulso de los proyectos de independencia nacional, a partir de los cuales las ideas liberales en materia educativa encontraron caminos de expresión real en la región. Se estructuran los sistemas escolares y dentro de ellos el kindergarten aparece casi como una política opcional o complementaria.

El Kindergarten y las “escuelitas pagas” fueron los primeros intentos por apoyar institucionalmente el desarrollo temprano de la inteligencia de la niñez, en el primero de los casos, explorando su propia identidad desde lo lúdico y el arte; en el segundo, más centrados en los aprendizajes básicos de lectura, escritura y operaciones matemáticas de base. Pero inicialmente su desarrollo fue precario y cuasi experimental.

Progresivamente se comienza a estructurar el nivel de la educación preescolar para niños y niñas de 3 a 7 años, tanto en las legislaciones y sistemas educativos, como en la formación docente (inicial y continua); posteriormente se comenzaría a trabajar la educación maternal mediante las figuras de hogares de cuidado diario. Todo ello hasta llegar al concepto de educación Inia que incluye el periodo maternal institucional y el preescolar, no como estancos sino como dinámicas integradas y complementarias.

Sin embargo, el conocimiento que se tenía sobre el funcionamiento del cerebro era muy precario y, casi por ensayo y error, se asumía que la reiteración de las enseñanzas y las evaluaciones de los aprendizajes eran las evidencias más próximas para la determinación de la inteligencia y la eficacia de la enseñanza.

El estudio del cerebro, desde los griegos, estuvo vinculado a la polémica sobre la localización de la mente y la inteligencia; unos pensaban que la masa gris, de un kilo de peso, era su lugar de localización, mientras otros lo negaban. Más tarde, René Descartes (1596-1650)sumaría leña al fuego de esta polémica, al separar la mente del cuerpo y, dejar al cerebro en un papel prácticamente accesorio funcional.

El estudio sistemático y científico del cerebro es reciente, prácticamente ubicado en el siglo XIX. Estos estudios permitieron relocalizar la mente y la inteligencia en el cerebro, dando paso a los estudios del aprendizaje, así como las mediciones de la inteligencia. Entre Alfred Binet (1857-1911) y sus estudios del coeficiente de Inteligencia y, Hanna Damasio (1942-  ) con la identificación de la corteza prefrontal como una de las zonas responsables de las emociones y la razón, muchas tentativas se hicieron para conocer mejor al cerebro.

Las pedagogías han vivido desde sus inicios una relación de amor y odio con los avances en los estudios del cerebro, que se evidencian en las polémicas sobre la mente humana como una “tabula rasa” o la defensa de las “ideas innatas”. Cerebro, mente, inteligencia, conciencia crítica y acción transformadora de carácter reflexivo se conforman en un espectro de interés para las pedagogías, a partir de los estudios que en la materia se realizan.

Los debates que se han generado alrededor del estudio del cerebro y sus funciones, han impactado incluso al marxismo, al materialismo dialéctico, en la pre historia de las pedagogías críticas. La relación de las condiciones materiales en las cuales el individuo nace y crece, la forma como se produce la relación de éste con su entorno y la capacidad para transformar la realidad, pasaron a ser elementos de interés en la mirada dialéctica de las estructuras cerebrales y su arquitectura.

Luego, emerge la necesidad de conocer los mecanismos, la lógica constructiva del pensamiento crítico, lo cual toca de manera determinante a la mente humana. Surge en el campo educativo la noción de proyectos emancipatorios, de educación liberadora, que agregan una problematización teleológica al pensamiento crítico. Todas estas preocupaciones constituyen parte del recorrido de las pedagogías críticas, pero también de los científicos sociales dialécticos que estudian el cerebro.

Surgen dos grandes enfoques epistemológicos que influyen en los campos de trabajo sobre el cerebro. El primero, que lo considera una especie de máquina con componentes, procesos y resultados. La segunda, que se concentra en la plasticidad del cerebro, en su capacidad permanente para construir redes de procesamiento de información. El primero rápidamente se vincula al campo de la informática, el pensamiento lógico matemático y la programación neuro lingüística, entre otros. El segundo, se asocia a la inteligencia artificial, la evolución del ADN humano y el aprendizaje abierto, pero también a los enfoques de pensamiento crítico, de teoría crítica. Ambos, se relacionan con los estudios de la ideología, la modelación de conductas, pero también al aprendizaje significativo y las teorías del caos y la complejidad.

Con la llegada de la tercera revolución industrial en la década de los sesenta del siglo XX se intensifica el interés en el conocimiento del cerebro y crece el volumen de inversión financiera pública y de la banca de desarrollo en este tipo de estudios.

En todo este proceso queda clara la importancia de acompañar las dinámicas de toma de conciencia de la mente, mediante la educación, la cultura y con los medios de comunicación de masas. El surgimiento y la rápida evolución de la neurociencia le darían un giro de tuerca y una aceleración singular a este tema.

Los avances en el conocimiento del funcionamiento del cerebro, el mapeo del ADN humano, los alcances de la biología molecular, la inteligencia artificial, la robótica y la conexión 5G les plantearon a teóricos de la ciencia de punta, la posibilidad de trabajar en el surgimiento de la era de la singularidad, en la cual el transhumanismo es solo una expresión. Perspectiva que trabaja las posibilidades de fusión de la neo corteza cerebral con la nube digital. En algún momento analizaré en detalle los tres textos lde Ray Kurzweil que abordan este enfoque; el primero, “Máquinas espirituales” (2006), el segundo, “la era de la Singularidad” (2012) y, el tercero, “Como crear una mente” (2015).

Los pedagogos críticos no podemos abstraernos de estos debates y sus implicaciones en la cotidianidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje en el siglo XXI. Por ello, trataremos de hacer una aproximación crítica al llamado desarrollo Temprano de la inteligencia de la niñez, a partir de la epistemología que nos plantea el BID.

 

  1. La concepción, gestación y nacimiento en el proceso de construcción de la arquitectura cerebral

En oposición a las teorías creacionistas el materialismo histórico se centra en los aspectos biológicos reproductivos de la vida, en la evolución de las especies, la importancia del ADN y el desarrollo de la neo corteza cerebral. De hecho, en este terreno existen dos posiciones respecto a la vida humana; una que la ubica en el desarrollo del cerebro en el feto y, la otra, que se concentra en la valoración de la vida a partir del nacimiento. Tal vez por ello, por la falta de debatir ampliamente estas variantes en las pedagogías críticas, hoy tenemos una  limitada bibliografía que trabaje la perspectiva crítica en el proceso de concepción, embarazo y parto. Esta es una deuda que tenemos quienes nos reivindicamos del campo del socialismo científico.

El embarazo tiene que ser una decisión libre de la mujer. Solo ella decide sobre su cuerpo. Si decide continuar el embarazo y no interrumpirlo, tiene el derecho de aspirar y exigir el acompañamiento de su pareja y familia, así como la protección del Estado. Es urgente continuar produciendo un quiebre paradigmático que posibilite romper con la huella de sufrimiento de millones de mujeres, quienes a través del tiempo han vivido el embarazo como reflejo de la concepción sexista, patriarcal y opresora de la sociedad.

Hoy, desde las pedagogías críticas, empezamos a trabajar el tema desde la concepción consciente, saludable, armónica, no patriarcal y profundamente ecológica. Es decir, asumimos como propio el proceso reflexivo desde el cual, la decisión sobre la maternidad y paternidad, parten de una de problematización del mundo en el que vivimos, que nos lleve a vincularnos a procesos alternativos que apuntan a la construcción de otro mundo posible. La desintoxicación de nuestros cuerpos, pero también de nuestros pensamientos y emociones como anticipo al acto amoroso y planificado de la concepción es un tema de especial sensibilidad en esta innovadora perspectiva.

Esto implica la problematización creativa del proceso de gestación, en el cual se deben fortalecer los lazos entre el padre, la madre y el niño en formación, tomando conciencia que el feto no es ajeno a las emociones y estado de salud de los padres y, por el contrario, se debe trabajar una afectuosidad que permita el encuentro permanente. Las manos acariciando a la madre, el roce de pieles en el vientre, los labios del padre posando sobre la barriga que crece y late, pero también el trato justo, solidario e igualitario con la madre, construyen una invitación al niño y niña para que venga al mundo en unas condiciones emocionales de fraternidad y solidaridad. Ello pasa por la defensa de las mejores condiciones de seguridad laboral, descanso y pre y post natal de la madre y el padre, para que el niño o niña pueda contar con los mejores escenarios para su llegada al mundo, caracterizados por la tranquilidad y el goce compartido del mayor tiempo útil posible, para el acompañamiento por parte de sus progenitores, una vez que nazca.

Ello no implica el abandono de la tarea de transformar el mundo, por el contrario, la vibración emocional que implica luchar no solo por lo propio, sino por mejores condiciones para todos y todas, implica una construcción paradigmática para recibir en resistencia activa y constructiva al hijo o hija. En la medida que él bebe desarrolle sus capacidades para comenzar a sentir, la comprensión integradora del afecto crece. Se trata, como lo dije, de preparar el encuentro amoroso que surgirá en el parto.

El propio parto es un tema de debate, donde desde las pedagogías críticas al cuestionar la violencia obstétrica, abriendo paso a formas más armoniosas de apoyar las labores de parto. Se trata de evitar que el niño, desde su nacimiento sienta la violencia de un mundo que la usa para dominar, pero también una forma de mostrarle el respeto que se siente por la madre a quien se le garantizaría de esta manera, el trato humanizante que corresponde a este importante momento.

La reivindicación de lactancia materna no puede ser un acto de castigo a la madre, debe ir acompañada de una adecuada alimentación compensatoria y del apoyo de su pareja y toda la familia. La lactancia y el tiempo de duración de la misma es una decisión de la mujer en la relación dialéctica que construye con sus hijos. No es una imposición moral.

Todas estas condiciones, está estudiado y documentado, tienen un impacto directo en el desarrollo temprano de la inteligencia de los niños y niñas.

 

  1. El contexto humano en la arquitectura cerebral

Las relaciones que establece el niño o niña, desde su nacimiento y durante los primeros meses de vida, con sus padres, hermanos, abuelos, tíos, familia extendida y amigos, es esencial para posibilitar el máximo desarrollo del cerebro, de sus capacidades de registro, análisis, síntesis de ideas, formulaciones críticas y pensamiento autónomo. Pero también le dará un marco de referencia cognitivo y emocional que fundamentará la estética, ética e interacción del niño o niña.

Desde las primeras horas de vida es muy importante el ambiente sensorial del niño, quien comienza a despertar los sentidos que serán los vasos comunicantes con el cerebro respecto a la realidad. Los padres (en plural) deben hablarle, cantarle, recitarle con un volumen adecuado de voz para que el niño o niña comience a identificar cercanías afectivas, pero también diferencias de tonalidades, en lo que comenzará a ser una explosión incesante de diversidades. Los olores deben ser lo menos agresivos y naturales posibles, que le permitan comenzar a distinguir diferencias y establecer las primeras categorizaciones al respecto. En fin, se debe tener pleno convencimiento sobre la importancia de trabajar de manera adecuada el despertar de los sentidos en los niños o niñas. La forma que va tomando el cerebro a partir de las primeras conexiones con el mundo real, ratifican el hecho que éste se hace a partir de la base biológica inicial. Por ello, es correcto afirmar que “el cerebro necesita de una buena base que soporte todo su desarrollo futuro” (BID,2019)

Luego, en la medida que pasan los meses es muy importante la relación de los niños y niñas con sus cuidadores, en una etapa donde no pueden garantizarse su propia defensa y, ni siquiera logran verbalizar su inconformidad. Este acompañamiento no puede ser un acto empírico. Cada vez más los estudios confirman la necesidad de formar adecuadamente, yo agregaría de manera científica, a quienes tienen a su cargo los primeros encuentros sociales y a quienes corresponde ser la representación protectora para los niños y niñas. Esta formación no puede sustentarse en la suposición de “buena fe”, sino en la educación para el desarrollo armónico del cerebro. En consecuencia, debería haber un acompañamiento también para los padres, para el desarrollo de las necesarias habilidades que les permitan cumplir adecuadamente con su tarea.

Una de ellas, lo que Camila Londoño (2017)[1]denomina como las llamadas “interacciones recíprocas de enviar y devolver”, que no son otras cosas que las variantes comunicativas de una misma narrativa visual, gestual, verbal, táctil (jugar, representar, cantar, sonreír) con el niño o niña.

Pero la realidad nuestra que muchos padres tienen trabajos con horarios fijos extendidos, o estudian, mientras otros y otras están en el sector informal de la economía, cuyas dinámicas comerciales demandan una dedicación de tiempo muy extendido.

Entonces surge la necesidad de la educación maternal de 0 a 3 años. Ello implica una estrategia institucional y familiar combinada, que debe partir de una clara agenda social de acompañamiento y apoyo por parte del Estado.  Este esfuerzo procura contribuir a la consolidación y/o desarrollo de habilidades emocionales y sociales, así como “las funciones ejecutivas de auto regulación” (Londoño 2017).

Tanto los padres, la familia, como los adultos cercanos al niño y niña, durante sus primeros años, tienen que ir fortaleciendo, mediante el diálogo y la reflexión compartida la capacidad de los niños y niñas para tomar decisiones asertivas, justas y comprometidas con la transformación creativa del entorno.

En el niño o niña, ello pasa por analizar participativamente los distintos puntos de vista y alternativas, las consecuencias de cada una de las opciones y los beneficios del seguimiento. Esto contribuye a romper la discrecionalidad y el capricho de decisiones inconsultas que no toman en cuenta sus efectos en terceros. Este proceso inicial, aunque cargado de subjetividades, va construyendo un camino de diálogo inter subjetivo que fortalece el cerebro. Ello también parte de una valoración del niño y niña como un sujeto social con derechos y deberes.

Igualmente, importante resulta el desarrollo de habilidades para valorar normas y actuar en consecuencia.  Esto es lo que algunos psicólogos llaman el proceso de construcción de estructuras mentales para la constitución de los arquetipos de normatividad en sociedad. Aprender a escapar de las pulsiones al individualismo, el capricho y la soberbia en medio de la caótica realidad forman parte de un proceso importante en el desarrollo de esas funciones ejecutivas del cerebro.

La idea es regularizar los flujos de información y toma de decisiones en el cerebro. Pero, ello no puede aparecer en el niño como algo mecánico, por el contrario, es importante que comprenda la importancia de superar la tentación a la dogmatización, aprendiendo que toda decisión corresponde a un momento (histórico) y sus circunstancias y, que ante una nueva puesta en escena que se presente como muy similar, es importante reconocer lo emergente, que genera variaciones en la toma de decisiones.

Se trata de fortalecer el pensamiento crítico y la capacidad para actuar en un mundo en permanente cambio. Una mentalidad positiva abierta ayuda a evitar “colisiones mentales” (Londoño, 2017). El desafió es acompañarlos en el proceso en el cual los niños y niñas, edifican el momento en el que se sienten confiados para tomar sus decisiones razonadas de manera independiente, creativa y ética.

Los hogares de cuidado diario, los maternales, las instituciones encargadas de sustituir a los padres durante una cantidad regular de horas diarias, deben contar con profesionales de la docencia formadas(os) para abordar y acompañar de manera científica este proceso.

El discurso de la vocación profesional para los y las futuras docentes, centrado en el voluntarismo, es peligroso, porque desvalora la importancia de una formación deontológica para el trabajo con niñas y niñas en su desarrollo temprano de la inteligencia (DTIN). Ser docente de educación inicial es una actividad científica que demanda una acabada formación profesional para ello; algo que no se puede resolver con un simple título académico convergente.

Cada día son más las y los profesionales en el sector, pero las últimas contrarreformas educativas en la región enfatizan en el desconocimiento de la pedagogía como la ciencia calificada para realizar esta actividad. Es decir, desconocen el carácter científico del trabajo que realizamos los y las docentes.

La despedagogización de los maternales, hogares de cuidado y otras instituciones encargadas de acompañar el DTIN, afecta las posibilidades institucionales de contribuir a un adecuado desarrollo infantil en el primer tramo de la niñez. Esto puede ser especialmente dramático en el caso del preescolar.

Las metas del ODS4 contemplan el compromiso de las naciones con la ampliación de la cobertura en educación inicial (maternal y preescolar), pero no se trata solo de construir locales donde guardar a los niños y niñas como si fueran pequeños alfileres, sino de entender la enorme importancia que tiene el trabajo diario de seis a ocho horas, realizado por profesionales docentes, en el desarrollo integral del niño o niña. Esto solo se puede garantizar con una adecuada formación del personal docente que allí labora, con la experticia que facilita la carrera pedagógica.

Lo lúdico y afectivo constituyen un factor determinante en el adecuado logro de los propósitos y tareas de la educación inicial, pero la tendencia a sobreestimarlos en detrimento de la intervención científico pedagógica puede convertirse en una apuesta por el quiebre de la unión dialéctica entre voluntarismo y conocimiento.

No se trata de hacer una labor educativa adulto céntrica, sino de entender que hay unas premisas científicas y rituales pedagógicos que contribuyen al logro de los propósitos más holísticos del acompañamiento en el desarrollo infantil temprano.

Para Jack P. Shonkoff[2], director del Centro de Estudios del Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard, “el desarrollo saludable de los niños pequeños en los primeros años de vida sienta literalmente las bases para (resolver)casi todos los problemas sociales” (2019). Esta afirmación, expresada de manera tan contundente y cierta, no puede ocultar las responsabilidades del Estado para resolver los problemas y limitaciones existentes en la realidad cotidiana del niño o niña. No es éticamente correcto, transferir esta responsabilidad de manera administrativa a los padres de los niños y niñas, ocultando que es el Estado el garante de unas condiciones óptimas para el desarrollo de la DTIN

 

  1. Investigación conductual, la Neurociencia, biología molecular

Como lo menciona Shonkoff(2017) las evidencias que emergen de investigaciones recientes muestran una alta correlación, entre la atención del desarrollo temprano de la niñez con los aprendizajes, comportamientos y salud física y mental, lo cual es el reflejo de una adecuada arquitectura del cerebro.  Estos estudios nos enseñan que:

1) el cerebro se construye de manera ascendente, es decir a partir de lo específico a lo general, de lo concreto a lo abstracto, de lo simple a la totalidad;

2) en consecuencia, el cerebro inicialmente construye circuitos básicos para luego concentrase en los complejos, edificados sobre los primeros, como preámbulo para el desarrollo de destrezas complejas;

3) el cerebro se desarrolla a partir de la experiencia. Estas experiencias determinan los paquetes de “software” que le permitirán actuar al niño y niña como sujetos sociales;

4) en el cerebro, la herencia (genética) y la experiencia se entrecruzan para moldear y reconfigurar el “hardware” y el “sistema operativo” en cada uno de los individuos, a partir de los cuales se construye el pensamiento crítico necesario para contar con personalidad autónoma y socialmente responsable. La experiencia constituye un intercambio bididreccional que fortalece los circuitos cerebrales. Es importante subrayar la importancia de interacciones creativas, positivas y sanas de los adultos con los niños y niñas para que las experiencias que se desarrollen a partir de ellas, refuercen la arquitectura cerebral;

5) el cerebro es un órgano con partes especializadas, unas de ellas centradas en las funciones cognitivas, otras en las emocionales y las restantes en los sentidos que modelan el campo experiencial. La discusión eterna sigue siendo cuál de estas partes predomina, por ejemplo, en la determinación de la posición ética, la interpretación y gustos por el arte, la selección de la pareja, entre otras; la evidencia muestra que es la función cognitiva, es decir, a los conceptos y paradigmas que tenemos los cuales parecieran modular las decisiones de este tipo;

6) las emociones, determinadas en buena medida por las interacciones con los adultos, se convierten en un factor que repercute de manera significativa en las posibilidades de uso de la potencialidad de procesamiento, razonamiento y toma de decisiones de los chicos y chicas.

Si en un niño o niña, su arquitectura cerebral e intelecto es potente, pero vive en medio de una tormenta familiar, con condiciones muy precarias de vida y en medio de inestabilidad permanente, ello disminuirá sus capacidades intelectuales. Los seres humanos en general y muy especialmente los niños y niñas somos seres emocionales que desarrollamos al máximo nuestras capacidades intelectuales cuando contamos con un acompañamiento afectuoso positivo;

7) la plasticidad del cerebro va disminuyendo a medida que pasan los años, pero el correcto desarrollo de la arquitectura cerebral puede posibilitar el sostenimiento de su dinamismo. La plasticidad se expresa en la tendencia a una sobreabundancia de circuitos cerebrales para posibilitar el desarrollo de todas las formas de interpretación y respuesta, acompañas estas dinámicas de podas para eliminar aquellos circuitos en desuso. Si la actividad cerebral es diversa, seguramente permanecerán activos muchos de los circuitos y esto contribuirá al desempeño potente de lo cognitivo, emocional y sensorial a la hora de intervenir (praxis) en la realidad concreta.

El desarrollo social y emocional van de la mano y tienen una influencia directa en el desarrollo temprano de la inteligencia en la niñez (DTIN). La incertidumbre, la inestabilidad, la carencia de contacto físico afectuoso y respetuoso, afecta la curva de desarrollo integral del niño o la niña.

El abandono o el abuso se convierten en detonantes para el surgimiento de problemas en el DTIN, que no siempre se expresan en retraimiento, sino que muchas veces se pueden mostrar en hiperactividad como respuesta a las carencias socio afectivas. Esto puede afectar el sistema inmunológico, neurológico y el funcionamiento normal del organismo; un niño o niña que vive en una situación de conflicto prolongado puede somatizar en su cuerpo y salud, los efectos directos de este desequilibrio en el entorno.

Shonkoff (2019) precisa que “El cerebro es un órgano sumamente integrado que tiene secciones múltiples que se especializan en diferentes procesos; por lo tanto, tenemos partes del cerebro que están involucradas en la función cognitiva y otras que están involucradas en el procesamiento de las emociones en la audición y la vista”. La sumatoria y complementariedad de estas funciones es determinante para el aprendizaje. Por ello, es muy importante estar atentos respecto a las condiciones de posibilidades del entorno, la sociabilidad y el compartir humano, para garantizar que el niño o niña tenga todas las posibilidades de alcanzar sus metas.

El problema es que  Shonkoff y muchos de los neuro científicos tienden a ver este desarrollo como programación con variaciones controladas, obviando la importancia del pensamiento crítico en el desarrollo de la plasticidad del cerebro y, como ello puede construir caminos inesperados, que es lo que nos diferencia de las máquinas.

Por supuesto que este “nuevo incluido” que es obviado por buena parte de la neurociencia, es problemático por cuanto la conciencia crítica puede cuestionar el injusto orden social existente. Este cuestionamiento puede ser visto como un “virus”, como una “anormalidad”, susceptible de ser corregida o sobre todo prevenida, como si estuviéramos en un laboratorio de ciencias naturales o digitales, mediante el mayor control posible sobre las variantes intervinientes.  Esto es un espejismo burocrático o como dirían en mi pueblo “a estos científicos le falta un poco de calle”.

El problema que preocupa, es que algunos compañeros que se reivindican de las pedagogías críticas solo ven el mecanicismo de una parte de la neurociencia, la investigación conductual y la propia biología molecular, y, en consecuencia, despachan de un plumazo como negativos todos sus desarrollos.

El gigantesco avance de estos campos en las dos últimas décadas no puede ser desconocido por los pedagogos y el campo de las pedagogías críticas. Lo que tenemos que hacer, es valorar como este conocimiento puede aumentar nuestros discernimientos respecto a su influencia en nuestras propuestas epistemológicas y, cómo a partir de ellos, podemos potenciar los procesos de construcción de pensamiento crítico en los niños y niñas.

Fuente de la información: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/22/arquitectura-del-cerebro-y-dtin/

Autor: Luis Bonilla

 

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Entrevista a Mercedes Mayol Lassalle, vicepresidenta Regional para LATAM de OMEP

América del Sur/ Argentina/ 29.04.2019/ Fuente: ar.radiocut.fm.

24 de abril, 2019 12:09

00:00 / 30:06

9 reproducciones

Primera infancia y educación inicial con Mercedes Mayol Lassalle, Vicepresidenta regional para América Latina de la OMEP (Organización Mundial para la educación Preescolar). Una entrevista realizada por Laura Hojman para «Nuestra Mirada», por FM Secla 106.1

 

Fuente de la entrevista: https://ar.radiocut.fm/audiocut/entrevista-a-mercedes-mayol-lassalle-vicepresidenta-regional-para-latam-omep/?replay=1#.XMDh9ituBSg.facebook

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Políticas efectivas de desarrollo infantil

Por: Luis Bonilla-Molina.

 

Una de las prioridades de las reformas educativas en marcha en América latina y el Caribe es la educación inicial (maternal y preescolar). Para poder contar con una base mínima que permita la implementación de reformas estructurales en el sector se requieren políticas efectivas de desarrollo infantil.

Estas iniciativas no son neutras, sino que tenemos que valorarlas en el marco de la reestructuración económica, política y social en curso para la tercera década del siglo XXI. Ciertamente hay mucho discurso panfletario que se opone a las iniciativas de los organismos internacionales sin estudiarlas previamente. Por otro lado, conocemos de una sobrevaloración de las propuestas de cambio educativo provenientes de las bancas de desarrollo y los organismos multilaterales, como si estas estuvieran desprovistas de intencionalidad. En consecuencia, pareciera urgente encontrar un punto intermedio, que permita de manera objetiva analizar el cambio en marcha; ello no significa de manera alguna esconderse detrás de una supuesta neutralidad, sino apelar a la rigurosidad en los análisis y a la ruptura con los pre-juicios.

Toda política pública en materia educativa que se pretenda implementar hoy, en la mayoría de los casos está atada a las definiciones, metas e indicadores de los Objetivos de desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y, muy especialmente al ODS4. Desde EEUU, Rusia, China, México, Panamá, Venezuela, hasta naciones con una posición diferenciada del resto de países de la región como Venezuela, Bolivia o Cuba, han suscrito los ODS, por lo cual toda política pública está llamada a armonizar y encuadrar en su marco consensuado. No se trata de asumir acríticamente sus enunciados, sino de subrayar el carril en el cual decidieron estos países construir las definiciones nacionales en diecisiete aspectos claves de las políticas públicas.

El ODS4 se denomina de calidad educativa y aunque su definición real nos siga siendo esquiva, este es el lugar de enunciación desde el cual organismos como el Banco interamericano de Desarrollo formulan sus iniciativas en materia de políticas efectivas para el desarrollo infantil. Precisamente el BID acaba de lanzar un curso en línea sobre esta materia el cual he decidido hacer para estudiar en profundidad los contenidos de las propuestas que formula este importante organismo financiero regional. En próximos artículos iré socializando con mis lectores las reflexiones que se deriven del abordaje de los cinco módulos previstos: 1) Bases del DIT (desarrollo infantil temprano); 2) Familias y comunidad en DI, 3) Sistemas y políticas de Promoción de DIT; 4) diseño de políticas y programas de DIT, y 5) Evaluación de Políticas y Programas en DIT. Felicito la iniciativa y espero construir un análisis al respecto, que sea coherente con la perspectiva de las pedagogías críticas.

Fuente del artículo: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/12/politicas-efectivas-de-desarrollo-infantil/

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