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XII Asamblea de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación. (Video)

Otras Voces en Educación 

Tras cuatro años de la última asamblea presencial, la CLADE hace un llamado al cuidado, a la transformación y a la justicia social para reflexionar en cómo ponemos nuestros cuerpos y espacios en la incesante lucha por el derecho a la educación.

Iniciada en octubre de 2022, con la realización de cuatro encuentros virtuales que profundizaron temas como sujetos y condiciones del derecho, sentido público estatal, inclusión y superación de las discriminaciones, la XII Asamblea Regional de la CLADE volverá a reunir su membresía presencialmente de esta vez en Tegucigalpa (Honduras), del 7 a 12 de noviembre, teniendo el Foro Dakar como anfitrión, para promover diálogo crítico, trazar horizontes estratégicos, fortalecer su tejido de red, fortalecer y crear nuevas formas de acción colectiva.

Tras cuatro años de nuestra última asamblea presencial, volvemos a encontrarnos presencialmente, con el Foro Dakar como anfitrión. Es una enorme oportunidad para nuestro diálogo crítico, para el trazado de horizontes estratégicos, para fortalecer nuestro tejido de red, para fortalecer y crear nuevas formas de acción colectiva.

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Chile: ¿Por qué los menores están desertando del sistema escolar? Ministro de Educación responde

Por Francisco Pérez/futuro.cl

El líder de la cartera de educación, Marco Antonio Avila habló con Palabras Sacan Palabras sobre los niños fuera del sistema escolar.

Sigue aumentando el número de niños y adolescentes fuera del sistema escolar, según reveló el Ministerio de Educación. Un total de 50.529 estudiantes desertaron del sistema entre 2021 y 2022, es decir, que estaban matriculados, pero que este año no figuran en ningún establecimiento. La cifra es un 24% mayor a la que hubo en 2019, antes de la pandemia.

Es por esto que en Radio Futuro el Ministro de Educación, Marco Antonio Avila abordó esta situación. Además se refirió al uso de la Ley Aula Segura en la comuna de Santiago.

Comencemos con la cifra, pero este casi 25% ¿Como explicarlo?

Si bien no es menos grave, como país hemos tenido un porcentaje histórico que es de 40 mil escolares que se encuentran desescolarizados. Este aumento es el que nos preocupa, son 10 mil estudiantes más que otros años. Este nivel responde a distintas causas, estamos averiguando esos datos. La pandemia es una, muchos optaron por exámenes libres. Otros abandonan el sistema escolar en los últimos 2 años. Hay niñas que empezaron a apoyar a su familia con labores de cuidado o jóvenes que trabajan u otros que solamente dejaron la escuela. En la pandemia mucha gente dejó las escuelas por el tema que era telemático.

Es una cifra dramática por los riesgos que pueden estar asociados, drogas por ejemplo…

Si lo ven en el escenario internacional se cree que llegará a 10 puntos los niños que no están en colegios. Si nos comparamos con un Uruguay ellos tiene 2.5 y nosotros 1. Muchos países están en esta situación.

El ministro Figueroa dice que hay herramientas pero que no se retomaron y que no se le toma el peso ¿Le ha tomado el peso? ¿Se está haciendo algo?

Yo no soy comentarista, no señalare con lo que dijo Figueroa. Hoy estamos haciendo un sistema de reportabilidad y se los entregamos a todos los colegios del país. Con los datos más graves de lo que está relacionado a inasistencia. Lo que estamos haciendo también es mejorar ese sistema de reportabilidad con la vinculación territorial. Hay que hacerlo más directo con los sostenedores. Porque todas las políticas están relacionadas, las familias tienen los antecedentes y hay que verlo con las familias, es uno a uno. El establecimiento toma vínculo con la familia. Eso estamos impulsando el día de hoy. Esperamos que se vincule más el interceptor para saber si hay problemas de salud y poder entrar en las soluciones más completas. Los más descolarizados son mayores, de tercero medio hacia adelante. Ellos no volverán a los colegios, lo que necesitamos es que se implementen modalidades de recuperación de estudios pero en horario diurno y que se pueda ir de día. Estamos apoyando a los establecimientos.

De acuerdo a lo que pasó con la ley aula segura y la alcaldesa de Santiago ¿Qué antecedentes tiene?

Es una ley de la república, se aprobó por el parlamento y uno no puede tener una posición si se aplica o no la ley. Es distinto a tener una opinión, yo creo que no resuelve lo que se necesita resolver. El detalle de lo que pase en Santiago yo no lo tengo, en general orientan el uso de esta ley, yo el detalle en particular no lo tengo.

Uno está obligado a utilizar la ley de aula segura? ¿O se puede utilizar otra ley?

Lo que siempre hicimos, es que uno utilizaba las medidas de cada colegio, tienen que ser proporcionales. Cuando un alumno es expulsado el ministerio tiene que reincorporar a ese estudiante a otro establecimiento. Creemos que lo que hay que hacer es aplicar medidas educativas.

¿Está en la agenda cambiar esta ley?

Yo al menos no la tengo en la agenda legislativa, yo siempre la he llamado populismo. Yo no me entramparía en una conversación de ese tipo, hay tantas otras cosas que hacer. Está abierta la posibilidad.

¿Sería legítimo que la alcaldesa recomiende no aplicarla?

Es la facultad del director o directora del establecimiento. Yo fui director y nadie me dijo que hacer o.

Con los dichos del Presidente el día de ayer, habló de los liceos bicentenarios y que estos no se cierran ¿Ha habido alguna conversación?

No hay nada que cambie, lo que sucede es que cada liceo que postula al sello bicentenario firma un convenio con el ministerio de educación y esa firma le pide ciertas cosas. Además, se asignan algunos recursos en cuotas y a medida que se va pagando luego se van acabando. Al pagar todo se acaba el financiamiento, por eso año a año va bajando. Lo que no hay son nuevas convocatorias, nunca vi a nadie diciéndole algo al ex ministro Figueroa por no hacer convocatorias.

El Simce de 4to básico…

Nosotros pedimos la suspensión este año, sin embargo, se bajaron las evaluaciones de 11 a 4. Este año no habrá calificación, se acerca a lo que estamos buscando. No tiene que estrechar el currículum, los buenos resultados se persiguen y las escuelas empiezan a entrenar para la prueba. Esto será una buena muestra de lo que queremos el próximo año con un proyecto de ley, no estimula ni la competencia, ni el ranking.

¿Por qué los menores están desertando del sistema escolar? Ministro de Educación responde

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Educación y democracia: ¿educar tontos o príncipes?

Por: Juan Carlos Yáñez Velazco

Tres escritores de primer orden escribieron o hablaron en días recientes del mismo tema. Juan Villoro, uno de los más destacados en el panorama literario latinoamericano, tituló su colaboración periódica “Democracia para tontos”. Su foco no es angelical o etéreo. Encarrerados en una contienda por ganar la candidatura presidencial del partido gobernante en México, sus máximas figuras, transmutadas en “phono sapiens” (Byung-Chul-Han, dixit) se promocionan en TikTok.

En pos de su objetivo los personajes en cuestión actualizan los medios para alcanzarlo. Las preguntas de Villoro son punzantes: “¿Vale la pena promocionarse ante un público desinformado, buscando votos de quienes no necesariamente irán a las urnas?”. Su juicio es lapidario: “Utilizada como herramienta política, TikTok ayuda a construir una democracia para tontos”.

El último párrafo de Juan Villoro es didáctico: “En el México contemporáneo, los actores públicos están lejos de ser magos o científicos, pero si desean conectar con los jóvenes, deberían ejercer una actividad olvidada por la política: el pensamiento”. Lamentablemente, los políticos no lo leerán, porque están divertidos en redes sociales o grabando sus nuevos tiktoks.

De paso por Oaxaca, donde participó en la clausura de la Feria Internacional del Libro, Fernando Savater se reunió con periodistas. El diario “El economista” recogió parte de sus declaraciones, entre ellas, un pensamiento ya esgrimido: “Una democracia de ignorantes no puede funcionar. La democracia tiene que educar en defensa propia, porque el peligro en contra de la democracia son los ignorantes y su peso dentro de la sociedad”.

La educación tiene que educar príncipes, no súbditos, dijo el donostiarra: “La idea de que la educación es simplemente para mantener a la gente sojuzgada es una ingenuidad. Lo que pretende la educación es que todo mundo forme parte de la élite y no solamente unos cuantos. La educación no busca la igualación por abajo, que todo el mundo sea ignorante o que sea populista, sino que la educación busca que todo el mundo conozca la aristocracia del pensamiento y de la libertad. Por lo tanto, educar es educar príncipes, siempre. Educamos para que la gente sea príncipe, pero no unos cuantos sino todos; esa es la diferencia con la educación que busca elogiar al pueblo y decir ‘que bonito es el pueblo’, para que siga siendo siempre esclavo de los príncipes”.

¿Los sistemas educativos ahora, acá o allende el Atlántico, educan súbditos o príncipes? ¿Caben dichas expresiones?

Entrevistado en el programa televisivo español “El hormiguero”, Arturo Pérez-Reverte volvió a sus críticas contra la escuela que tenemos. Así las recoge “La Vanguardia” el 19 de octubre: “Tú no puedes tratar igual al niño brillante, que el día de mañana puede ser quien esté tirando de la locomotora y del carro de la vida, quien haga mejor el mundo para los otros, que al que se niega a estudiar o al que no tiene el talento suficiente”.

Aficionado a las polémicas en Twitter, Arturo Pérez-Reverte arremetió contra la escuela facilona, que se hinca ante las presiones paternas y edulcora las exigencias: “Todos deben tener las mismas oportunidades, por supuesto, eso es la igualdad, pero, una vez dentro del sistema, al brillante prémialo, apóyalo, ayúdalo, empújalo, estimúlalo. Y al que no es brillante ayúdalo, pero no intentes rebajar al brillante a la altura del mediocre, porque entonces te los estás cargando a todos”,

Acuciosos observadores del mundo de las no-cosas, como lo define Byung-Chul-Han, las coincidencias de los tres escritores invitan a la reflexión sobre las mutaciones culturales que vivimos y sus efectos en los sistemas educativos.

La afinidad de ideas entre ambos filósofos aplica también al territorio de las escuelas. Dice Savater, como repitiendo a Byung-Chul-Han: “actualmente hay una tendencia a, en vez de resolver los problemas, resolver el lenguaje con que nos referimos a ellos. Se buscan fórmulas perifrásticas para referirnos a cosas, entonces, claro, las cosas no se resuelven con eso… No se trata de buscar perífrasis para endulzar nuestro aspecto, nuestras limitaciones, sino buscar remedios a los verdaderos problemas que tienen las personas que no son verbales”.

Si los sistemas educativos tienen a su cargo la tarea (para muchos imposible, o casi) de formar a los ciudadanos, pero los ciudadanos se mueven al compás de las notas volátiles de las redes sociales, por la fugacidad permanente de WhatsApp; por Facebook y los “Me gusta”, “Me encanta”, “Me enoja”… por las selfis como expresión chismosa y vanidosa, ¿entonces, podemos también acusar a los sistemas educativos de la endeblez de los valores prevalecientes? ¿Son los profesores testigos impotentes ante la conversión del homo sapiens en phono sapiens? ¿Cuál es su responsabilidad?

Frente a la idea de la sociedad de la desinformación que construye Daniel Innerarity, tenemos que colocar los fundamentos científicos y humanísticos en su sitio, para evitar los fenómenos que vivimos, impregnados de insustancialidad y buenaonda. Tenemos, quizá, que plantear un nivel más alto de rigor para escapar del discurso pseudopedagógico disfrazado de progresista. Para que en los salones de clase no se privilegien opiniones sin argumento, explicaciones sin profundidad o cualquier clase como sinónimo de enseñanza.

¿Educamos tontos o príncipes? ¿Es un falso dilema? Tal vez sí, sería suficiente, pero bastante, con preparar ciudadanos para estas sociedades enredadas y líquidas. Para los ciudadanos de estas sociedades que, quizá, se perdieron o podrían extraviarse entre gorjeos y tiktoks.

*Publicado en “El Diario de la Educación” (España)

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Cómo cuidar la salud mental del estudiantado con tecnología

Por: Nohemí Vilchis

La tecnología educativa ofrece recursos para atender la salud mental dentro del aula, los docentes pueden ayudar a identificar emociones, gestionarlas y priorizar el bienestar.

Mientras la educación se concentra en poner al centro a los estudiantes, el enfoque en su bienestar se agudiza. Cada estudiante lidia con diferentes escenarios personales como problemas familiares, dificultades económicas, sentimientos de aislamiento, presión social, ansiedad o estrés por el estudio. En ocasiones, son los docentes quienes ayudan a sus estudiantes a expresar sus emociones más complejas creando un ambiente de seguridad, a fin de que puedan procesarlas y entenderlas. La tecnología educativa puede abrir espacios que faciliten estos avances para que los estudiantes continúen aprendiendo sin restarle importancia a su salud.

El aprendizaje socioemocional (SEL, por sus siglas en inglés) consiste en orientar al estudiantado aplicando un conjunto de habilidades sociales, emocionales, actitudes y comportamientos con la meta de tener éxito en su formación. Este proceso desarrolla competencias de autoconocimiento vitales para su trayectoria de vida. Cada estudiante responde de manera única en un ambiente de enseñanza, por lo que comprender el estado de cada uno permite construir relaciones interpersonales más sólidas. Una forma de incorporar el SEL dentro del aula es recurrir a recursos tecnológicos educativos para el aprendizaje.

¿Qué apoyo brinda la tecnología educativa?

El Banco Mundial declara que la EdTech (del inglés educational technology) o tecnología educativa, enriquece la enseñanza al mejorar la gestión y entrega de la educación, además tiene la capacidad de crear nuevas conexiones humanas entre el profesorado, estudiantado, tutores y comunidades. Las iniciativas que utilicen tecnología educativa deben contar con cinco principios que maximizan la participación: tener un propósito claro y objetivos, llegar a todo el estudiantado, empoderar a docentes, involucrar un sistema de socios y usar datos para consolidar estrategias, políticas y programas efectivamente.

Por lo general, para cuidar la salud mental, las instituciones educativas optarán por contratar un paquete SEL. Sin embargo, antes que nada es necesario asegurarse de identificar las necesidades de sus estudiantes. La maestra Alice Domínguez, de la escuela secundaria católica Mater Dei en Chula Vista, California, expone el ejemplo de sus estudiantes al comentar que adquirir estos recursos generaron mayor agobio por cumplir con lo estipulado, cuando primero era esencial abordar las conversaciones importantes, aquellas que alivian un poco la carga y ejercicios que ayudan a lidiar con ella. La profesora invita a valorar primero qué funciona para cada plan de estudios y sobre todo para los estudiantes que se forman con él. A veces sólo se necesitan tomar metodologías que respondan a la particularidad de cada caso.

Para quienes detecten que su currícula sí debe incorporar el uso de ciertas aplicaciones en específico, existen varias opciones hoy en día en el mercado.

¿Qué se está haciendo en Latinoamérica?

Algunas de las opciones de EdTech que cuidan de la salud mental de estudiantes en América Latina pueden utilizarse a través de la descarga de aplicaciones o dentro de sitios web. Actualmente se han creado herramientas que incluyen:

  • La aplicación móvil Cuida tu ánimo, fue desarrollada en Chile con la intención de fomentar el acceso a herramientas para la prevención e intervención oportuna de depresión y riesgo de suicidio en estudiantes de 15 a 29 años, tras los efectos de la pandemia. La iniciativa es liderada por la doctora Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes, Imhay. El acceso es gratuito, mediante un cuestionario se evalúan los síntomas del usuario, con base en sus respuestas se le dirige a un programa diseñado para lidiar con su sintomatología.

  • La aplicación web YOLO, derivado de Yóllotl que significa corazón en nahuátl, fue creada por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) y el Departamento de Informática Biomédica (DIB) de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Este asistente emocional virtual ayuda a determinar sintomatología depresiva y ansiosa, o a estudiantes en una situación de riesgo, otorga psicoeducación de salud mental y brinda estrategias para regular las emociones. A través de seis módulos, la comunidad estudiantil de seis licenciaturas de pregrado y de las especializaciones médicas del posgrado de la institución podrán atender su salud mental.

  • La aplicación móvil multiplataforma Cuidándome, de la Universidad en Talca, Chile, permite a las personas aprender a manejar sus estados de ánimo, mediante prácticas y ejercicios, así como realizar una evaluación de sus malestares con un cuestionario. La plataforma está diseñada sobre todo para la población con algunos síntomas de tipo depresivo o ansioso pero que sin el diagnóstico no tienen cobertura, de esta manera, podrán gestionar lo que les sucede, sin intensificar los síntomas o desencadenar una patología de salud mental.

  • La aplicación móvil con inteligencia artificial Human Place, desarrollada por investigadores de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) de Chile, educa, monitorea y ayuda a reflexionar sobre hábitos que influyen en la calidad de vida de las personas. La plataforma de autoconocimiento está creada para su uso en la mañana y en la noche, con prácticas de meditación y planificación que calman la mente de forma matutina y promueven la gratitud y el sueño reparador de manera nocturna. El asistente cognitivo puede sugerir alternativas a fin de que las personas reciban ayuda y/o decidan tratarse con el personal de salud que le corresponda.

  • La aplicación móvil SoyBienestar, del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO), permite a los usuarios autogestionar y mejorar su salud mental. Al preguntar sobre el estado de ánimo, fijar objetivos y ayudar con las emociones diarias, la app brinda rutas estratégicas hacia el bienestar emocional. La doctora Angélica Ojeda García, responsable del proyecto, indicó que es un recurso para que las personas reaprendan y busquen modificar algunos hábitos de forma consciente.

  • La aplicación VS Beat Your Thoughts, fue creada por cuatro estudiantes de Prepa Tec Ciudad de México. La plataforma enfocada al cuidado de la salud mental, específicamente para depresión y ansiedad, presenta una guía avalada por profesionales, con ejercicios que conducen a la calma o en su caso cuenta con el contacto para localizar a un especialista para el manejo de crisis.

La investigación “Aplicaciones móviles en salud mental: percepción y perspectivas en Argentina” arrojó que la población del país estaría dispuesta a incorporar nuevas tecnologías a los tratamientos psicoterapéuticos. Además se concluyó que estos recursos podrían servir como una opción accesible en distintos lugares geográficos, incluso de menor nivel educativo o ser útiles en centros de salud.

¿Qué pueden hacer las instituciones educativas?

Existen distintas formas en que las escuelas y profesores pueden apoyar a los estudiantes y fomentar el cuidado de la salud mental, algunas estrategias incluyen diseñar un programa de estudios que incorpore el tema de manera multidisciplinaria e incluyente. La psicoeducación consta de difundir información sobre estilos de vida saludables, reacciones emocionales y signos de alarma, y es relevante para que el alumnado conozca y afronte sus emociones. También se recomienda el apoyo por medio de grupos o pares como estrategia que no sólo involucre el ámbito académico, sino que impulse un respaldo de quien pueda poner atención a otros síntomas. Sensibilizar y evitar caer en la estigmatización dentro del aula contribuye a promover la empatía.

Los recursos implementados con mayor frecuencia a raíz de la pandemia como las líneas de atención psicológica, asistencia para emergencias y la ayuda presencial, son indispensables. Igualmente, es importante utilizar plataformas que tengan controles de bienestar en línea.

Las instituciones educativas que muestran un enfoque en el bienestar estimulan la motivación y autoconfianza de los estudiantes, generan un sentido de pertenencia y alientan el nivel de compromiso, incluso aumenta el índice de rendimiento académico, retención y las tasas de graduación.

Entonces es necesario priorizar la salud mental y descubrir qué herramientas van de acuerdo con el estudiantado y aportan un valor agregado a sus vidas. Por supuesto tomando en cuenta que las aplicaciones seleccionadas tengan una protección adecuada de datos personales, con el despliegue de información sobre cómo pueden llegar a disponer las compañías de los datos y el consentimiento necesario de los usuarios. La diversidad de opciones disponibles y su versatilidad de uso, así como el nacimiento de nuevos instrumentos y metodologías, proporcionará espacios más conscientes y enfoques más humanos. ¿Qué tecnologías educativas utilizas para inspirar el cuidado de la salud mental en tus estudiantes?

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx
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XII Asamblea Regional de la CLADE Por el derecho a la educación pública: cuidado, transformación y justicia social

CLADE

Tras cuatro años de la última asamblea presencial,  la CLADE hace un llamado al cuidado, a la transformación y a la justicia social para reflexionar en cómo ponemos nuestros cuerpos y espacios en la incesante lucha por el derecho a la educación.

Iniciada en octubre de 2022, con la realización de cuatro encuentros virtuales que profundizaron temas como sujetos y condiciones del derecho, sentido público estatal, inclusión y superación de las discriminaciones, la XII Asamblea Regional de la CLADE volverá a reunir su membresía presencialmente de esta vez en Tegucigalpa (Honduras), del 7 a 12 de noviembre, teniendo el Foro Dakar como anfitrión, para promover diálogo crítico, trazar horizontes estratégicos, fortalecer su tejido de red, fortalecer y crear nuevas formas de acción colectiva.

Tras cuatro años de nuestra última asamblea presencial, volvemos a encontrarnos presencialmente, con el Foro Dakar como anfitrión. Es una enorme oportunidad para nuestro diálogo crítico, para el trazado de horizontes estratégicos, para fortalecer nuestro tejido de red, para fortalecer y crear nuevas formas de acción colectiva.

En los últimos años, hemos vivido un periodo de intenso cambio en nuestra región. La pandemia y la agudización de tendencias políticas conservadoras en América Latina y el Caribe han provocado un aumento de múltiples formas de  desigualdades, de restricciones a la participación de la sociedad civil,  y han traído nuevos desafíos, como el impacto de la digitalización en la educación, la mayor presencia de las corporaciones en la educación y en los espacios de toma de decisión sobre las políticas educativas.

En esta XII Asamblea Regional de CLADE queremos reflexionar sobre estos desafíos, pero especialmente dejar fluir en colectivo nuestra imaginación política, artística, intelectual, sensorial para lograr proponer efectivamente nuevas miradas para la educación y construir caminos alternativos posibles.

Hacemos un llamado al cuidado, a la transformación y a la justicia social. “Cuidar de mí mismo no es autoindulgencia, es autoconservación, y eso es un acto de guerra política», afirmó la escritora, activista y feminista radical Audre Lorde, recordándonos que el autocuidado y el cuidado colectivo durante la incidencia política es un acto de rebeldía contra el sistema capitalista y neoliberal, que pone nuestra productividad sobre nuestro bienestar.

Necesitamos cuidarnos, reflexionar en cómo ponemos nuestros cuerpos y espacios en esta incesante lucha por el derecho a la educación. El  autocuidado radical es un acto político que bell hooks y Gloria Anzuldúa recomiendan a las personas históricamente marginalizadas y vulneradas, particularmente durante las luchas por los derechos humanos, y para hacer frente a los ataques diarios del racismo, el sexismo, la homofobia y la opresión de clase.

Con el autocuidado radical avanzamos en la lucha por el derecho humano a la educación. Una lucha que es también por justicia social, ambiental, fiscal. Por la realización de todos los derechos humanos, del buen vivir y la dignidad humana. Por una transformación radical de la vida en colectivo, la superación del colonialismo, del capitalismo, del patriarcado.

Inspiradas e inspirados por esos principios y deseos – y también por los saberes y diversidad de los pueblos misquitos, lencas, tolupanes o xicaques, pech, tawahkas, chortis y garífunas – nos encontraremos y nos guiaremos en Tegucigalpa. Renovaremos acuerdos, esperanzas, estrategias, sueños. Y seguiremos resistiendo e incidiendo por nuestros derechos, desde nuestros espacios corporales, comunitarios, nacionales, regionales y mundiales.

Objetivos 

Las tendencias globales de este sistema injusto e inequitativo pero también las de lo profundamente transformador, nos desafían a enriquecer críticamente nuestro análisis en torno al Derecho Humano a la Educación en América Latina y el Caribe, a pensarnos con mirada larga y profundamente transformadora y, desde esa mirada, hacer juntos un balance del plan estratégico que cerramos,así como compartir últimas propuestas y aprobar nuestro nuevo Plan Estratégico 2023/2026.


Metodología

El logro de estos objetivos estará acompañado por una metodología activa, propositiva, creativa y movilizadora, en línea con nuestro horizonte de una educación transformadora. Recuperaremos para nuestra semana de Asamblea formatos de la educación popular, de los trueques y las mingas y buscaremos en todo ello reflejar nuestras búsquedas, opciones y propuestas. Estamos convencidas de que mover nuestras miradas e ideas pasa también por mover nuestras emociones y nuestros cuerpos, por el diálogo intergeneracional, múltiple y diverso, por las expresiones culturales y artísticas.

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Cargarse el mundo es posible, construir uno mejor también

Fuentes: Queralt Castillo Cerezuela/La marea climática

Muchos de los nombres que pasaron por la Biennal, el espacio de pensamiento celebrado en Barcelona, coincidían en la necesidad de generar horizontes que nos pongan en marcha. Eso sí: desde lo colectivo y evitando el optimismo vacío.

Barcelona se despide, un año más, de una Biennal de Pensament en la que la emergencia climática ha tenido un papel preponderante. Han sido varias las mesas redondas dedicadas a abordar esta temática desde diferentes perspectivas. Ciudad y comidaciudad zerocambio climático y tecnologíainterespecismo o los retos que plantea la proliferación de distopías han copado algunas de las conversaciones.

Cada dos años, la ciudad condal invita a todo el que se quiera acercar a las numerosas conversaciones organizadas a pensar juntas, plantear dudas y proponer respuestas. Y todo es gratis. Este año, además, el festival ha descentralizado la mayoría de sus actos, lo que ha provocado que los tentáculos de esta invitación a pensar se extendiesen por los diferentes barrios de la capital catalana. Y ha sido un éxito.

El mundo se hunde. Y tú, ¿cómo lo llevas?

Es domingo y este es uno de los últimos actos de la Biennal. Las temperatura, veraniega en pleno otoño, nos recuerda la espada de Damocles que llevamos encima: el cambio climático. Es quince de octubre y hay gente con  sandalias, shorts y tirantes. En los medios, dos maneras de enfocarlo: hay quien continua diciendo que es una suerte, que ‘el verano se alarga’; otros, más cautos, más conscientes, y también más responsables, aseguran que el hecho de que el calor se mantenga está lejos de ser una buena noticia.

Emergencia climática, crisis económicas, pandemias, desigualdades, guerras. ¿Qué hacemos con todo esto? Ante este panorama, esta cuestión y delante de más de un centenar de personas, George Monbiot (Reino Unido, 1963) y la filósofa francesa Corine Pellunchon (Francia, 1967) leyeron manifiestos preparados especialmente para la ocasión. La intervención de Monbiot, por videoconferencia, fue contundente: hay que ampliar el círculo de las demandas para poder avanzar. “Los grandes cambios se producen gracias a los grandes pasos de las sociedad, pero tiene que haber una estrategia, una visión; porque esa es la única manera política que existe de conseguir cambiar las cosas”.

El escritor puso como ejemplo la alta efectividad de las campañas de la comunidad LGTBIQ, que, a lo largo de los años, ha ido ampliando las demandas como pura estrategia de supervivencia. “Cuando hay una estrategia, la sociedad van con ella, porque la ciudadanía no se quiere quedar fuera, no quiere vivir en el ostracismo”. Monbiot hacía referencia al dato del 25%: “cuando el mensaje llega a un 25% de la sociedad, entonces es cuando se empieza a producir el cambio; pero tiene que haber ese 25% de consenso”, explicó.

Por su parte, Corine Pellunchon aprovechó la atención del público para hablar de esperanza, “que nada tiene que ver con el optimismo”, y que se diferencian por hacer referencia la primera a aspiraciones colectivas, y la segunda a aspiraciones individuales. “Son tiempos trágicos para la esperanza, porque tenemos ante nosotros la posibilidad de la catástrofe, el final no del mundo, pero sí de nuestro mundo”, insistía ante los asistentes. Ante el catastrofismo, Pellunchon apuesta por “la oportunidad, la posibilidad, la revolución”. Sin embargo, porque siempre hay un sin embargo, advertía: “para poder ver el inicio de una nueva era, la era del vivir, primero tenemos que perder nuestras ilusiones”. ¿Acaso no están perdidas, ya? Quizás no: “la esperanza es el paso de la muerte a la vida, es tener expectación por algo; y eso está relacionado con la belleza y la supervivencia”. Saber el origen del sufrimiento no impide sufrir, pero la amenaza de un colapso inminente debería servirnos para definir qué queremos en la vida y qué no, alegaba Pellunchon en su manifiesto. “Hay que ser pragmático; y la esperanza es un método, una decisión. La utopía es una condición”.

Utopía es una de las palabras que daba título a este encuentro, pero iba, como casi siempre,  acompañada de su contraria: distopía, algo sobre lo que Layla Martínez (Madrid, 1987) ha investigado y escrito vastamente. También la persona que la acompañaba sobre el escenario, el filósofo y escritor catalán Eudald Espluga (Girona, 1990),  ha reflexionado de manera extensa acerca de este género y sobre sus bondades y peligros.

Si algo parece evidente es que hemos llegado al fin de la idea del progreso, como aseguraba Layla Martínez: “Uno de los aspectos clave del paso de la modernidad a la posmodernidad es la idea de que el progreso ha dejado de funcionar. El futuro ya no nos parece un lugar mejor, sino todo lo contrario: nos provoca ansiedad y miedo”. Este punto de inflexión que lo cambió todo se empezó a gestar a finales de la década de los setenta y principio de los ochenta. Es ahí, según Martínez, cuando se inicia este desgaste del futuro, “cuando se empieza a pensar que una sociedad mejor no es posible”.

Esto se ha visto traducido en la disminución contundente de la publicación de utopías y en un aumento considerable de la producción cultural distópica, que nos muestra un futuro catastrófico a todos los niveles. “Ni siquiera hace falta pensar en una sociedad perfecta, sino una un poco mejor. ¿Qué ha pasado para que en cien años haya cambiado tanto la imaginación cultural sobre el futuro?”, se preguntaba la autora.

Esta pregunta puede tener multitud de respuestas, o quizás incluso ninguna. Una de ellas es que la producción cultural a menudo se relaciona con la realidad. Y la realidad en la que vivimos no es buena. Otra es que es la producción cultural produce realidades. El problema no sería tanto la presencia de distopías, que a menudo nos quieren alertar de un mal futuro, sino la sobreproducción actual de estas. “El problema es que no haya otra cosa. Estas distopías conforman nuestra imaginación sobre lo que va a suceder y puede llevar a una especie de parálisis colectiva. Si todo el mundo piensa que el futuro va a ser peor, entonces tendrán la percepción de que el presente no es tan malo”; explicaba Martínez. El virgencita, virgencita, que me quede como estoy de toda la vida. El caso es que estamos muy lejos de vivir en un presente ideal. Todo lo contrario: vivimos un presente violento que nos corrompe y nos maltrata, tanto en el plano individual como en el colectivo. Si refugiarnos en pretérito es problemático porque nos conduce a la melancolía de un pasado idealizado que no fue, negarnos la posibilidad de un futuro mejor es negar la vida

Imaginar el fin del capitalismo es posible

Eudald Espluga tiene una respuesta contundente: “es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”. Sin embargo, el filósofo y escritor catalán no quiere quedarse anclado en un mantra que no nos lleva a ningún lado y lanza una propuesta: ¿por qué no romper con la idea de temporalidad explícita que existe en las utopías? “Apuesto por que el concepto de utopía no sea estático, tal y como propone Maggie Nelson con el concepto de libertad. ¿Por qué no dejamos de hablar de utopías y empezamos a hablar de ‘prácticas utópicas’ como un ejercicio constante y continuo de transformación de nuestras condiciones de vida?”. Para poder movernos de la era distópica a una utópica, Espluga ve necesario dejar de ver la utopía como un estadio que predecimos y apostar por una lógica propiciatoria que transforme las condiciones en la que nos encontramos. Sin olvidarnos, obviamente, de “imaginar las transformaciones de poder necesarias”.

Imaginar puede que sea el primer paso para cambiar lo que no nos gusta de nuestro alrededor, pero hace falta más: mucho más. Para comenzar, y como aseguraba Eduardo Galeano: ir dos pasos más allá. “Adelantarnos es lo que nos permite avanzar. Eso, y pensar en medidas que podamos visualizar en un horizonte cercano. Por ejemplo, creer en la reducción de la jornada laboral. Es algo que se puede hacer ya y que es técnicamente factible —de hecho, se están haciendo pruebas piloto en algunas empresas portuguesas—. Hay que buscar medidas, huir de las propuestas tibias y sobre todo, no dejar que el pensamiento utópico caiga en manos del capitalismo”, sentenciaba Layla Martínez.

El pasado domingo en Barcelona, Martínez, Espluga, Monbiot y Pellunchon coincidían en algo: hay que generar horizontes que nos pongan en marcha. Y para llevar a cabo esta tarea, solo hay una manera de hacerlo: desde lo colectivo y evitando el optimismo vacío, frecuentemente aliado del discurso individualista. Para ello, también es necesario alejarse de la nostalgia y mirar a largo plazo. “Los discursos que miran a 30 o 40 años vista no tienen sentido”, aseguraba Espluga.

Para finalizar, Layla Martínez lanzaba una propuesta: “¿por qué no reapropiarnos de la idea del fin del mundo?”. Y tiene razón: es posible que no se acabe el mundo, sino que estemos ante el fin de una era. “Se acaba esto y está bien que se acabe. ¿Por qué no apostar para que se acabe este mundo y para que empiece otro? Esto me parece fértil”. Chapeau.

Fuente: https://www.climatica.lamarea.com/cronica-biennal-2022-utopia-distopia/

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