Noticia/Noviembre 2020/semana.com
El cierre de escuelas ha dejado una conclusión clara para padres y maestros, no hay como el cara a cara en una clase presencial. El cierre de colegios está generando una crisis en el aprendizaje sin precedentes. ¿Qué debemos hacer?
Seis meses después del cierre de colegios queda claro que nada reemplaza al profesor y a las clases en las aulas. Así lo evidenció una encuesta realizada por Save the Children a cerca de 17 mil familias de 37 países, la cual evidenció que 7 de cada 10 niños y niñas están aprendiendo poco o nada ahora que no van a la escuela. Si para un profesor no era tarea fácil lograr captar la atención de al menos 25 estudiantes en un salón de clases, adelantar las materias mediante vías tecnológicas o incluso sin supervisión directa del docente se ha convertido en todo un desafío tanto para los colegios como para las familias durante esta pandemia.
En el marco de la séptima Cumbre de Líderes por la Educación, Lecciones para la educación frente a la pandemia y post pandemia, el ministro de Educación Nacional de Francia, Jean-Michel Blanquer, y el director global de Educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra hablaron sobre lo que ha aprendido el sistema educativo de esta pandemia y lo que se debe hacer de cara al futuro.
Durante el conversatorio ‘Lecciones para la educación frente a la pandemia y post pandemia’. los dos expertos coincidieron en que el cierre de escuelas evidenció aún más las brechas históricas que existían fuera de las aulas en cada país, con lo que las niños de las familias más vulnerables están están teniendo aún mayores dificultades para estudiar, “no podemos permitir que esa brecha en aprendizaje y que las afectaciones en salud mental se den”, dijo el ministro francés, al reiterar la importancia de regresar a las aulas a pesar del temor de muchas familias.
Por su parte, Saavedra consideró que aún no conocemos la magnitud del impacto en el aprendizaje, “lo que sí sabemos es que el aprendizaje, de hecho, se perderá, y que es probable que esas pérdidas no se distribuyan de manera equitativa”, dijo.
Al salir perdiendo en temas de educación, los niños también salen perdiendo en relación a oportunidades futuras, donde se incluyen beneficios económicos, tales como ganancias adicionales, lo cual tiene graves consecuencias. El modelo sugiere que la pérdida en los aprendizajes durante la crisis sistémica extraordinaria ocasionada por la Segunda Guerra Mundial sigue teniendo impactos negativos, 40 años más tarde, sobre la vida de quienes fueron estudiantes en esa época. Además, el impacto del aprendizaje perdido no se limita a nivel individual: aquellas sociedades que han cerrado su educación hoy, cosecharán consecuencias significativas para toda la sociedad el día de mañana.
Teniendo esto en mente, Saavedra explicó las proyecciones que tiene el Banco Mundial respecto a la pérdida de ingresos que tendrán los estudiantes a futuro por el cierre de escuelas. El experto explicó que cada año adicional de escolaridad equivale a un 10% adicional en ganancias a futuro.
Por ejemplo, si un país X cierra sus escuelas y universidades por cuatro meses, la pérdida en ganancias futuras marginales será de 2.5% por año en la vida laboral del estudiante. Este rápido estimado sugiere una pérdida de ganancias de US$ 1,337 por año por estudiante: una pérdida de valor actual en el aprendizaje de US$ 33,464 (63% del salario anual a tasas salariales promedio actuales). Si bien esto pareciera no representar un precio muy alto a pagar por parte de los jóvenes a cambio de la lucha contra el COVID-19, si se toma en cuenta el impacto sobre todo el país, el tema es mucho más serio.
Saavedra aseguró que en los países de ingreso medio un 40% de los jóvenes no cubría el mínimo del aprendizaje diario antes de la pandemia, “lo cual es muy grave porque con esta emergencia sanitaria pudo haber aumentado a un 50%. Es decir, cada vez son más lo jóvenes en el mundo que no logran las competencias fundamentales”.
“Sí vemos que los impactos pueden ser extremadamente grandes en términos de aprendizaje, en deserción escolar y también en ingresos a futuro. Un indicador que estuvimos trabajando desde el año pasado en el Banco Mundial es el que llamamos en inglés learning poverty, pobreza de aprendizaje, que es el porcentaje de chicos que, por ejemplo, a los diez años no pueden leer y entender un texto. Esa cifra debería ser cero. A los diez años lo que se quiere es que no lean solamente un texto corto o simple, sino una pequeña novela. Ese porcentaje de chicos que no podían leer y entender un texto, en países en ingreso medio o bajo es de 53%. En América Latina es el 51%. Es decir, la mitad de los chicos en la región no pueden leer y entender un texto”, explicó.
Reabrir los colegios cuanto antes
Las noticias sobre cierres de colegios en Europa atemorizan a las familias en Colombia, que ponen como ejemplo esos casos para pedir a las autoridades que aún los niños no retornen a las aulas. Sin embargo, para el ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, el balance de la reapertura total de escuelas “es el mejor posible” y recordó que al inicio cuando reabrieron los colegios por primera vez en marzo y abril, se hizo bajo el modelo de alternancia, buscando que el sistema se armonizara con la pandemia y aprender a funcionar en ese contexto, “esto nos permitio reorganizarnos para volver plenamente en septiembre para el nuevo año escolar”.
El alto funcionario de Francia recordó a los padres que la escuela es fundamental para los niños, no solo en el aprendizaje sino en los aspectos de salud mental y psicológica, además al no estar los niños en la escuela se debe mirar qué están haciendo en ese tiempo, “la primera conclusión es que es mucho más seguro estar en la escuela. La segunda consideración para afrontar ese temor es la evidencia, muchos estudios científicos muestran que aparentemente hay poco contagio entre los niños, especialmente los más pequeños, entonces en el caso de los alumnos de escuelas primarias hemos visto que casi no hay niños enfermos”.
Sobre los problemas en el aprendizaje, el ministro aseguró que es un problema que se toman muy en serio y que deberían hacerlo así todos los países, “se puede decir que esto es una catástrofe educativa a nivel mundial porque es un gran peligro tener millones de niños que han tenido grandes vacíos en el aprendizaje y eso es algo que no se puede aceptar. Por esta razón, el mensaje que damos tanto a nivel nacional como internacional es que el regreso a la escuela debe ser prioridad, con toda la prudencia posible, pero no podemos seguir sacrificando el aprendizaje de nuestros niños.”.
Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/las-lecciones-para-la-educacion-frente-a-la-pandemia-y-post-pandemia/202017/